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Raymundo C. Martinez Garcia Miguel Angel Ruz Barrio Coordinadores Piedras Ypapeles vestigios del pasado T emas de arqueologf a y etnohistoria de Mesoamerica Raymundo Cesar Martinez Garcfa Miguel Angel Ruz Barrio coordinadores piedras Ypapeles vestigios del pasado Temas de arqueologfa y etnohistoria de Mesoamerica dd$ EL COLEGIO MEXIQUENSE a.c. 972.01 P613 Pi dr s y a cl , vcstigios dcl a ado. Temas de ar ueologf y etnoh,s: ,, .:a Me oamfo a / oordin dore Raymund Ce a Ma tinez Ga : _::_ \'.' ;- e. Angel Ruz Ba io. -Zina ance e , Estad de Mexi o: El Colegi \'.e:c uen e. A. C., 2017. 253 .: ii. lncluye referen ia i li grafi "'s ISBN: 978-607-8509-15-7 1. Me amt f .;a -A uc:: l gia. 2. Etnohistoria - Mcsoamfrica 3. MCx.ico - Hi toria - Siglo XVI - Fuente . I. M tinez Ga cia, Raymund Ce , coordin d . IL Ruz Ba i , Miguel Angel, co dinado . /'\ I ' ',._,/ Edid6n y correccwn: Zujcy G ci G ca y Miguel Angel R111, Ba i Fonnacion y tipografi'a: Fe n nd Cantinc Co nej y Lui Al cno Ma tinez L ez Diseno y cuidado de la edition: Luis Al er M tinez L ez Diseiio de portada: Fernando Cantinca Cornejo Primera edicion, 20 I 7 D.R.© El Colegi Mexi uense, A. C. Ex h ciend S nt C uz de l s P t s sin, C l. Cerr de! Murciel g , Zina.cantepec 51350 1 MCxico MEXICO Pigin -c: <W\"l\v.cm .cdu.mx> Queda prohibit/a la reproduccion parcia/ o ,oral de/ conteniM de la presente obra, sin contar previammte con la autorizacion expma y por escrita de/ timlar de/ derecho patrimonial, en tirminos de la Ley Federal de Derechos de Auto y en su c s de los r r doJ inte naci n fes lica les, La person ue inf inj es disp sici n se hard creedom a /,as sanci nes !eg les cor eJ ndientes. Im pre.soy hc:cho c:n Mexico/Printed and made in Mexico ISBN: 978-607-8509-15-7 Contenido S glas, acr6n mos y abrev aturas ................................................................... 9 Presentaci6n .............................................................................................. 11 Raymundo Cesar Martinez Garcia y Miguel Angel Ruz Barrio Vivir en las cienagas de! Alto Lerma: su h storia antes y despues de ocaso t ot huacano .......................................................................... 17 Yoko Sugiura Los rostros de la montana. D sarro lo iconogra co d un s mbo o del poder n el area maya y otras region es mesoamericanas ................... 49 Hugo Garcia Capistran Pintura mural y p ntura de cod c s n Tep daoztoc a med ados d ! siglo xvr. Versari idad de los artistas y comunicaci6n de as ormas y los t mas ............................................................................ 77 Pablo Escalante Gonzalbo y Aban Flores Mordn Agua, mo nos y salud publ ca en e va e d To uca, s o XVI .................... 9 3 Rene Garcia Castro Ixm qu lpan: estudio lol6 ico, conogra co y etnobotan co de los nombr s de un senor o otom ........................................................ 135 David Charles Wright Carr 8 CoNTENIDO Los "dtulos de tierras" en Yucatan, siglo XVI: anilisis de los documentos de Sotuta y de Mani.. ............................................ 159 Tsubasa Okoshi Harada Los codices del Acolhuacan ..................................................................... 187 Xavier Noguez Don Diego Garcia de Mendoza Moctezuma y el arte de la composicion. El Codice Techialoyan Garcfa Granados ................................................. 211 Maria Castaneda de la Paz Elementos para una redefinicion del corpusTechialoyan ........................... 253 Raymundo C Martinez Garcia y Miguel Angel Ruz Barrio Pintura mural y pintura de codices en Tepetlaoztoc a mediados del siglo XVI. Versatilidad de los artistas y comunicaci6n de las formas y los temas Pablo Escalante Gonzalbo y Aban Flores Moran Universidad Nacional Autonoma de Mexico INTRO DUCCI ON Cuando Alfonso Caso (1927) se p op o demostrar la p ocedencia laxcal cca del C6dice Borgia compar6 algunas de su laminas con la pimu a de los al are de Tiza lin. Yen efec o, la escena en la cual res dio e colocan una of cnda en un dep6 ito de agua del Al ar B, corresponde con o ras similares del c6dice. La semejanza en e el Tezcatlipoca de la lamina 17 del manuscri o Bo gia (vea e figu a 1) y el que se represema en el Al ar A de Tizaclin (vease figura 2) es sorprendente, al pun o de haber sido aceptada como prueba de que Tlaxcala habfa sido el luga en el que se pin o el c6dice; no solo coinciden el epe co io iconog ifico (la pin tura facial, el espejo en el pie, el escudo y la bandera) sino las con venciones pic og aficas (la manera de mos arlo andando, la inclina ci6n de la cabeza, convenciones y propo ciones) y va ios asgos fo males. En rabajos pos erio es se enconuaron similitude enc e el Figura l. Tczcarlipoca en la lamina 17 del Codicc Bm-gia. - 78 PJEDRAS Y PA.PELES: VESTIGIOS DEL PASADO -:r 1r•r r2®a• ,.-.· .. ,.-: .-.�-.... ,,�.. nf;,}/' • �-- � ,1,t , . ·., .·.·· '. . � ��-· ', . ::'.'.'�··' ,._. ' .· Figura 2. ')czcarlipoca en el panel fronral derecho del Altar A de Tizatlin, Tlaxcala. Codice Borgia y otros programas m rales. Lo que nos imeresa resaltar ahora es la consistencia de las semejan as que encontramos, en general, entremanus critos pictografi.cos y pintura mural. A pesar de la diferencia e idente de los soportes -uno fle ible y portatil, otro rfgido e inamo ible- el lenguaje picr6rico, las convenciones pictograficas, el estilo general de las fi.g ras, la iconografia, el color y otras caracteristicas son compartidos por el m ro y el c6dice. EL CODICE y EL MURO Dehecho, lapreparaci6n de la s perficie picc6ricaguardasemejan as en ambos: la pie! o el papel debian cubrirse con varias capas blancas -en alg nos casos se ha confirmado la presencia de yeso-, y esta capa blanca debfa alisarse una ve seca. Algo muy similar a lo q e se hada con el muro. Sobre esas superficies cersas se esgrafiaba o tra aba el dibujo preparatorio y se pintaba, lo mismo en el muro que en el c6dice. Varios aspectos de la tecnica eran similares, y es po sible q e los hayan ejec rado ar istas con una instr cci6n similar. P. EsCALANTE-GONZ.ALBO YA. fLORES-MOR.-.N: PINTURA MURAL Y PINTURA DE CODICES 79 La relaci n entre el codice y el muro va mas a la. Uno de los usos de codice e a, justame te, presentar o desplegado sobre os muros: [ .. .) encre la barbaridad des as naciones se hallaron m chos libros a sumodo, en hojas, o cela de especiales corresas de arboles q e se halla an en cierras ca lien es, y las c r ian, adem;:aban a modo de pergaminos de vna ercia, poco mas, o menos de ancho, y unas ras o ras las fr ndan, y pegaba en vna piesa ran larga como la ha ian f... ] ydesrosmesmos ins r mencos he renidoen mis manos, o dolos e plicar a algunos iejos con bas ante admiracion, y solian poner es os papeles, o como ablas de cosmographia pegado a lo largo de las salas de los sefiores, por grande a y anidad, preci:indose de tra ar en s j n as, y vi i as de aquellas ma erias [ ... ] (B rgoa, 1670: 89r.) El vinculo entre muros y codices subsisti6 du a ce a e oca colonial. Sabe mos que sigui6 vigente el procedimiento de pegar laminas a as paredes, tal como ocurri6 con las cuentas triburarias ue se fi.jaron en e claustro de Tla quilcenango, de las cua es aun se conservan numerosos frag entos. 1 En la b6veda de sococoro de la iglesia de Tecamachalco todo el programa decorative, con temas combinados de! Anciguo y el Nuevo Testa ento fue rea izado sobre pape de a ate y posterio ente egado a los p eme os de la b6veda (Came o etal, 1964: 50). Pero mas alla de la practica de integ ar muro y pa el, lo que puede verse en la pintura realizada por cuadril as de artistas indigenas en los co ventos y a gunos otros espacios, es una gran semejanza con diversos estilos de manuscritos pictograficos que seguian realizandose en el siglo XVI. Las escenas moralizantes enmacadas en los muros de las capi las de Xoxoteco y Actopan, or ejem lo, se aproximan bastante a algunos estilos del Codice Florentino. En el claustro del conve o de Cuauhtinchan se pintaron un aguila y un jaguar flanquea do una escena de la Anunciaci6n, e la decada de 1550 (vea se figura 3). En esos afios yen el mis o ueblo se intaron unos anales hist6- ricos, con cidos co o Historia tolteca chichimeca (Kirchoff et al., 1989). En sus p:iginas enco ramos una representacion de Colhuacarepec Chicomozroc, flanqueada por un aguila y un aguar (vease figura 4) (Escalante, 1997). Las 1 Los quince codices estan conformados por 348 fragmentos que se cncuentran en el Convento de Tlaquiltenango como en la Biblioceca Nacional de Ancropologfa e Historia y en cl America Museum of Natural History. Adcmis de su caraccer tribucario en las paredes sc colocaron escricos en nahuatl y parcicu ras (Hinojosa, 2013: 9-10). 80 PIEDR:\S. Y j)_.\.PLLl�S: \"ESTlGIOS DEL PASAOO Figura 3. Escena de la Anunciacion end convento franciscano de San Juan Bautista Cuahutinchan, Puebla. Figura 4. Colhuacacepec Chicomozcoc en el folio l 9r de la Hisroria Tolteta-Chil·hirneca. semejan as compositi as y estilisricas enrre ambas escenas son muy notables y apuntan al hecho que se anali ar:i a continuaci6n: la compatibilidad de los oficios de pintar muros pintar manuscritos. El ejemplo de Cuauhtinchan y arios otros sugieren la posibilidad de que al menos algunos pintores de m ros f eran tambien pintores de manuscritos. El hecho de q e los mismos artistas trabajaran en ambos medios parece haber sido rambien n factor importante para la circulaci6n de modelos de temas. Por ejemplo, los temas mas indigenas, mas adicionales de los codices enriq ecieron los programas decorati os de los con entos como oc rri6 en P. EsCALA,-,TI'.-GoNZ.ALllO YA. FLoRts-Moru\": P1NT1JRA MLlRAL Y PIKTURA DE comclls 81 Xoxoceco y Cuauhcinchan. Y las modelos c is ianos u ilizados en la deco acion de estos edificio pa cen haber for ado parte del epe to io de lo pintores de manuscri os, y habe servido como recursos e 6 ico al se vicio de una nueva forma de in erpre ar el pasado indigena y la situaci6n colonial. EL CASO DE TEPETLAOZTOC En la localidad de Tepetlaoz. oc hay un convemo dominico que fue fundado por fray Domingo de Becanzos hacia 1529, ampliado y concluido en la decada de 1550. La deco aci6n del claustro e hizo en grisalla, ue e a lo mas comun, y consis e en una secuencia de g andes medallones circulares (vease figu a 5). Las escenas corresponden con el ciclo de la pasi6n de C is o y fue on ejecu a das por ar i as indigenas a pa tir de una se ie de grabados de Jacob Co nelisz van Oos sanen (vease figu a 6).2 En la misma localidad de Tepctlaoz oc se elabor6 un ex enso manuscri o pictografico, notable po la firme Hnea y buen dibujo de su figuras: una ob a Figura 5. E ccna de L Con cmplacion en la pin ura m ral del con cn o de anta Maria Magdalena Te pcrlao roc, E ado de M.! ico. 2 Los grabado reali do por Jacnb Co nelis an Oo.st ancn foeron ampliamen e difundido <lc dc 1511, y ic on una gran accp acion en E pafia c ando d impre or Docn Pie er -,. le dio el formaco de Biblia Pttupcrum aiiadi6 el e cudo de Carlos V (Flore , 2014: 57; Jacobo i , 1983: 270). 82 Figura 6. Grabado de "La Contemplacion" realizado por Jacob Comelisz van Oostsancn. PIEDRAS Y PA.PELES: VESTIGIOS DEL PASADO colonia , con asuntos y personajes de Ia vida de la comunidad tras la con quista, pero e ecutada por a mano de pintores indigenas que deben haber tenido una instrucci6n muy s6lida en Ia pintura de manuscritos y un buen conocimiento de las convenciones pictogr fcas. El documento, conoci do como Codice Kingsborough o de Tepetlaoztoc, puede fecharse en 1554 y cuenta con 144 laminas cuyo tema principal es el de los tributos pagados por los indios y el maltrato al que los sometieron el encomendero Gonzalo de Salazar y diversos enviados espa- noles (Val e, 1994: 14). La diferencia enrre ambos temas, el del programa del claustro y el del c6di ce, es muy dpica de su t empo: en el convenro se representaban sabre todo temas pas onarios, algunos santos, la V rgen, el Ju cio Final, a guna alegorfa. Yen los codices, cuentas, denunc as e informaci6n de tierras y lina es. Lo in teresanre es que existe una comunicaci6n entre ambas obras, a la manera en que lo observabamos para Cuauht nchan. Cuando hablamos de una comuni caci6n nos refer mos, sabre todo, a que algunos de os aurores de la pintura del claustro nrervin eron en el c6dice. Esto perm ri6, ademas, que las modelos utilizados en el programa pasionario influyesen en algunas figuras y compos cio nes de! cod ce. Los p ntores que trabajaron en el manuscrito tenfan esos grabados en su reperrorio de soluc ones plasr cas, ncluso si no guardaban f s camente as l minas, que seguramente permanecerfan en a b bl oreca de! convenro. EL MANTO ONDULANTE, LAS FLAMAS EN EL VESTIDO Y EL CENO FRUNCIDO En un anal s s comparat vo de las magenes de ambos con unros pict6ricos (muro y manuscrito) enconrramos simi tudes forma es muy reveladoras. He mos puesto espec al atenc 6n en detalles, como la e ecuci6n de barbas y barbi llas, dedos, cefos ... con lo cual hemos segu do las indicaciones merodol6g cas P. EsCALANTE-GONZALBO YA. FLoRJ.is-MoRAN: Pn<TURA MURAL l'INTURA DE CODICES 83 es able ida por Morelli3 para la identifi aci6n el au or de na o r . Asi, hemos podido confirmar q e algunas manos que imervinieron en el m ral lo hicieron ambien en el c6dice. e rata ju amen e de rasgos que no aparecen en los gra ados de Jacob Cornelis an Oostsanen, es decir, que no se de en mo elo sino al estilo personal de los artis as que ejecutaron, primero, las pin uras del claustro , posteriormen e, las del man s rito. El primer rasgo que ha llama o nuestra a enci6n en el analisis comparativo es la manera e repre entar el conj nto de los pie los ropajes que caen so re ellos. En varias figuras del c6 ice se observan o avia pies que se cifien a l s convenciones de la radici6n Mi teca-P e la, on unos dedos esquemaricos que se pro ectan hacia abajo sobrepasan el limite de l sandalia (E c lante, 2010: 39-40). Pero tam ien ha represemaciones mas na uralisras en las cuales se urili an varias curvas para dib jar el contorno del pie, los de os se redon ean y las ufi s se sim lan on pequefios drc los: e as representaciones tienden a coincidir con la que observamo en la pin ra mural del convento. Pero resulta mas evideme la intervenci6n de una misma mano en am as o ras cuando o ser amos el modo en que los pliegues de la t ni a in eract an con los pies. a Panofsk (1999) ha ia advertido que no de los elemento q e mas han llamado la atenci6n de las culturas que adop an el canon esrilfstico occidental es la forma de representar los pliegues de los ropajes. no de los elemen os de origen dasico que sobrevivi6 en el arte rom nico fue la represen taci6n de los pliegues el movimiento simulado de la ropa, q e se practic6 en relie e luego se raslad6 a la pin ra. Con f ec encia vemos ese interes por represen ar lo pliegues de la ropa en obras reali das por artis as ind genas en el siglo XVI. puede ocurrir q e la te ura de la tela no se pinte con detalles pa i ulares pe o, incl so si el paiio parece algo piano, se opta por represen ar lo hordes ondulantes.4 anto en los murales como en el C6dice Tepedaoztoc encon ramos la repre sen aci6n ond lan e de la tela. emo el borde del pafio pasar sobre el empei ne pero ademas, q i a uscando incremen ar la idea de movimien o, los pin ores indigenas agregaron un plieg e q e pasa bajo la planta del pie, omo si el personaje se encontrara suspendido y la t nica, al no encon rar na s per ficie so re la cual coloca se, serpen eara alrededor de! cuerpo flotante (ve nse 3 Gio anni Morelli (1816-1891) firm6 s s lib s bajo el se donimo de I an Lermoliieff, m chas de s p incipale prop c a e in con enidas en libro Kimkri i che S dien iiber i a!ieeni1Che i\1alerei de 1890 (l'la,.aola, 2001: 73-75). 4 E m no able la repre en aci6n de la capa de Ne ah alpilli en el Codice J !ilxochi !. 84 PIEDRAS Y PAPELHS: VESTIGIOS DEL PASADO tabla 1. figuras 7 y 8). En el c6dice, ademas, ll ga a dar la impresi6n de que la tela se introduce encre las piernas. La repeti i6n de cierto tipo de vestuario renacentista en el mural y en el c6dice es o ra senal de la iden idad e s s autores. Se trata d prendas que m stran lo que se cono i6 como "ac chilladuras", pequefios corte o aparentes rasgad ras que dejaban a la vista el forro de! es ido (Casrell6 etal., 1988: 149). Es proba le qu los espanoles acaudalados o aquellos con el rango de corregido res o jueces de laAudiencia portaran ocasionalmente ste ipo de prendas, pero los ar istas indfgenas teni mues ra de ellas n los gra ados. En el caso que nos o pa parece ocurrir lo siguien : al menos en un gra bado de an Oos sanen relacionado con nues ra serie -q e r presenta la cr cifi i6n-aparece un romano con el vestido de acuchillad ras. En la pin tura m r se tili 6 varias veces, siempre para identificar a los romanos, y n el c6 ice se vuelve uno d los rasgos distinti os de los espafi.oles (vease tabla 1. figuras 9 10).5 Cabe pensar que este at endo f e asimilado por los indigenas como n sim olo de autoridad, a la manera de la silla de caderas, el som rero o la capa.6 En oposici6n a esa vestimenta se en uentran las ni as mantos que usan los ap6s oles y los frailes en la pint ra mural los indios en el c6dice. Los personajes de la pin ura mural del claus ro m estran n sombreado muy expre ivo en el rostro: exhi en arruga alrededor de los ojos, en la frente y en el entrecejo. Los p6mulos e re altan con un ombreado alrededor las oreja ig en n patron implifi a o en el que solo se representa el helix y el rrago (veanse ta la 1, fig ras 11 y 12). En su conj n o, estas sombras do an a la fig ras e una expresi6n drama ica, de sufrimien o, muy adecuada para una narraci6n vi ual de la pasi6n de Cris o. Lo q e res l a llamativo es en ontrar esta misma estrategia de som reado marcando la e presi6n e los encomende ros, los f ncionarios y los mayordomos ( eanse tabla 1, figuras 13 y 14). Es posible que es a represen aci6n de los espaf10l s en el c6di e -demacrados, casi fan asmag6ricos- r viese el prop6siro e arles una onnotaci6n peyora civa. Loque sf po emos afirmar es q e la es raregia de sombrea o u ada en el 6di e f e aprendida en una obra an erior, el proyecto del laustro del conven o, que se adhiri6 a la figura es ereotipada de! espafi.ol q e escogieron los 'Solo se represen an nuc e personajes espaiiolcs en el Cii i Tepe lao o : los encornenderos Diego de Ocampo, Mig el Dia de A Gon alo de Sala ar; los fundonarios realcs Pedro Va q e de Vergara el Doc or An onio Rodrig e de Q esada; los Ma ordomos Lui Sanche , An on E pino a Luis Vaca (Valle, 1994: 183). ,; O ro elememos iden ificado con lo, c panole u podcr eran, de de lucgo, alg nos ,mimales, la mesa, las armas la bandera (Escalan e, 2006; Wood, 2003: 46). I� E cALAN n-GoNZALBO YA FL01m -MoRAN: P1NTURA MURAL Y PINTGRA DE c6mcE TABLA I SEMEJANZAS ENTRE LA PINTURA MURAL DE TEPETLAOZTOC Y EL CODlCE KrNSGBOURGH Pies Se ep esen an c vea do , con iia ci c la e y con un pliegue de la n'.mica debajo del a co de lo pies. Vestido acuchillado Sc imula on la cuchillada con fo ma fiamige a . Orejas Se csal a el helix y el ago de la oreja Sombreado de! rostro Se esal an la ar uga ex e nas del ojo, el cnuccejo y el p6mulo. Barbi/la Se encuen era ma hundida que la freme y lo labio . Pintura mural Figura 7 Figu a 9 Figu a 11 Figura !3 Figura 15 ------------ C6dice Kimgbourg Figu a 8 Figura 10 Figu a 12 Figu a 14 Figu a 16 85 86 Tabla 1. (continuacion) Barba e represe a de forr a tria gular y l ega a l reja a cabe si i vadir la w a de p6 ul . PlEDRAS Y PAP.HES: VESTIGIOS DEL PASADO Pintura mural Cadice Kinsgbourg Figura 17 Figur 18 Figura 7. Detalle de un s fr ncisca o en la arcada este del claustro bajo de! co venro de sa t Maria Magda ena epetl ozroc, Esrado de Mexico. Figur 8. Dctal e de un ind(gena end fol. 41 la . A de Cadice de Tepetlaoztoc. Figura 9. Decalle de la esce a "Jesus c avado la cruz'' e l pared cstc del c ausrro bajo de co ve to de s ta Marfa Magdale a epetlaoztoc, Estado de Mexico. Figura I0. Deta le de la vestimenr de Luis anchez, criado de He Cortes, en e fol. 8 l . B de Cadice de Tepetlaoztoc. Figura l I. Detalle de u sa ro francisc n en la arcada esre del cl ustro b jo dcl conve ro de santa Maria Magdalena Tcpctlaoztoc, Esrado de Mexic . Figura 12. Deralle dd rostro de Luis ca, criado de e c endero G zal de Salazar, en el fo . 21 l . B dd Cadice de Tepetlaoztoc. Figur 13. Det lle de la escc a de "El descendi ienr " en Ja pared sur del daustr b jo del c vent de sanca Marfa Magdale eper aoztoc, Est do de Mexico. Figur 14. Det lle dd rostro del d ct r Ant ni odriguez de uesada e cl fo . 44 li . B dd Cadice de Tepetlaoztoc. Figura 15. Deta le de la csce a de "El entierro de Crist " e la pared sur dd cl ustro bajo dcl convenro de sa c M rfa M gdalen tperl zr c, Est d de exico. Figur I6. Detalle de u i dfgen en el fol. 41 la . Ade C6dice de Tepetlaoztoc. Figura 17. Detalle de la esce a de "La asce si n" en la pared oesre de! claustro baj del convenr de sa ta Maria Magdalena Teperlaoztoc, Estado de Mexico. Figura 18. Deta le de Luis Sanchez, criado de Her a Carte's, e el fol. 8 lam. B dd Cadice de Tepet laoztoc. P. EscALANTE-GONZALBO y A. FLORES-MORAN: PJNTURA MURAL y PINTURA DE CODICES 87 pintores del manusc ito. El estereoti o desa rollado por los pinto es para la representaci6n de los perso ajes indfgenas fue distinto; tenfa todavfa algunos resabios pictograficos en la 6rmeza de la lfnea, la solidez del color y e disefi.o de la cabeza, el cabello y algun otro rasg . SUFRIMIENTO, SALVACION Y RETORICA En va ios testimo ios pictograficos de siglo xv se document6 el malt ato sufrido p r los indfgenas a manos de los ecaudadores y encomenderos. Se trata de representaciones convencionales, en las cuales un espaiiol sujeta al indfgena de! pelo, co o para zarandearlo mientras lo golpea. Salta a la vista una semejanza con el escereotipo pictogrifico esoamericano de la coma de cautivos en la gue ra (sujetar del pelo) ero hay ta bien diferencias conside rables, sobre todo en lo ue se refiere al realismo e el tracamienco de las figu ras. La re aci6n fisica y el acto de hostilidad resu tan mas ostensibles, y hay se a es de ue otra convenci6n de violencia influy6 en la representaci6n esco gida por los indigenas. Examinemos cres escenas consecutivas de agresi6n pintadas en el c6dice de Tepetlaozcoc y vei oslas co o una secuencia. En la la i a 15 b,7 el criado Luis Vaca, enviado para recaudar tributo, sujeta al indige a del pelo mientras jala su manto (vease figura 19). Son notables, el esmero naturalista en e dise o del pelo y en los dedos ue l aprisio- nan; el indigena sangra profu samente por la boca. En e f lio 22 b a arece un tal Espi nosa, a uien se identifica como mayordomo, sujetando a un indfgena por el pelo ientras hace ademan de golpearlo c u a o (vease figura 20). E indfgena esci despojado de SU tunica y san gra con abundancia de la boca pero tambien de la espalda o Figura 19. lndigena maltracado por Luis Vaca en el folio 15 b. del Codice de Tepetlaoztoc. 1 Segun la paginacion y numcraci6n cstablecida en cl Cadice Tepetlaoztoc (1994). 88 Figura 20. El mayordomo Espinosa golpeando con un palo a un indigena en el folio 22 b. <lel Cadice de Te petlaoztoc. Figura 21. Malrratos dcl encomendero Gonz.alo de Salazar en el folio 27 b. del Codice 7epet!tloztoc. PrEDRAS Y PAPE.LES: Vb:S-l'lGlOS DEL I'ASADO dd crasero. Finalmente, si iramos e folio 27 b co o e final de a secue cia, pues esta es la cercera vez en que aparecc estecipo de escena de maltrato, vemos a un i dfgena que ha sido ya golpeado y yace, exhausto y ensangre tado en el piso, mientras que Go zalo de Salazar sujeta de! pelo y la mufi.eca a otro indfgena quc sangra por la boca (vease figura 21). El adem n de su etar por un ech6n de pe o te fa connotaciones uy impor rantes en a tradici6n cristia a. A o argo de la Edad Media se habfa for ado a imagen -visual y seguramcnte narra tiva-de Crisco su etado por un mech6n de pelo. Debi6 ser tan importante que e mech6n de pelo s6lo, o bien con la mano su etando o, pas6 a formar pane del repertorio simb6lico de as Arma Christi, junto a la co umna de los azotes, el flagelo, los clavos, etcetera. Entonces hay tres imagenes cristianas en as cuales puede aparecer el mech6n de pc o de Jesus: el momento de prendimiento en el huerto, cl momento de los azotes que se infligen a Crisco atado en la columna, y a alegor a de la pasi6n y triunfo de Jesus que conocemos como Arma Christi. Grabados como los de Martin Schon gauer y otros derivados de estos deben haber tenido un fuerte pacro enue los art stas nd genas, que ya tenfan un antiguo estereoc po para su etar del pelo, pero que o vefan ahora ur l zado en a muestra de malcrato por exce encia en la cu rura cristiana: la pasion del Cristo (vease figura 22). Es muy probab e que P. EscALA'-.TE-GoNZALBO YA. F1.oREs-Mo&i.N: 1'1NTURA MURAL Y P!NTURA DE c601cEs 89 las represemaciones del abuso de los en comenderos sobre los ndios en l Cadice Tepetlaoztoc se nsp ren en escenas gra badas de la Pas on, similares a las q e se usaron para la p ntura del daustro, y que rmaban pane del repertor o conocido por los artistas ind genas. Un elemento f ndamental para n e rir esco es el manta rirado en el p so, en l folio 27 b. Se crata de una compos cion muy singular en la istoria del arte, que es caracter st ca de! momento inmedia tamente posterior al a ore de Jes s, o b en de la cruci on, dos momentos en los cuales la t nica esti t rada en el piso. Dicha r nica, cu os pl egues "antro pomor smo" mp den q e se la con n da con un mero bulto o trapo en el piso, rm6 pane tambi n del repertorio de lasArma Christi, cal como se represent6 en Nue a Espana, por ejemplo en la ac ada de la iglesia de Coi dahuaca. Figura 22. Grabado de "La Hagclaci6n" de Martin Schongauer. El traslado de elementos indigenas a los programas crisrianos e pane de la estrategia de sincrerismo con la que se construia un cristianismo mas ccrcano a las com nidades mesoamericanas con erridas. La in lucncia de los temas modelos criscianos sobre las obras de caracter ci il f c na consecuencia natural d ese dialo o culr ral. Amenudo, como en el caso de Tepe lao toc, tal in uen cia permiri6 reformular la historia y el pres m indi ena en t rminos cristianos. Represen ar el su rimiemo de los indi enas a manos de los encomenderos, en t rminos de la Pasion de Cristo, como se hace aqui, par ce aber sido un rec r so ret6rico que b scaba hacer la demanda mas dramatica y rotunda. REFERENCIAS B r oa, Francisco d (1670), Palestra historial de virtudes, y exemplares apostolicos, Mexico, J an R i . 90 PIEDRAS Y PAPELES: VESUG!OS DEL PASADO Camelo Arredondo, osa, orge urria acroix Constan ino e es alerio (1964), Juan Gerson. Tlacuilo de Tecamachalco, Me ico, nstitute acional de Antro pologia e is oria. Caso, Alfonso (1996) 1927 , " as r inas deTi a lan, Tlaxcala'', enAngel Garcia Cook, orena Merino Carrion Lorena Mirambell ilva (comps.),Antologia de Ti zatldn, Mexico, obierno del Es ado de laxcala- nstitu o Nacional deAncro pologia e is oria (col. Antologias, serie Arqueologia). 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