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GERMINACIÓN, MICROPROPAGACIÓN Y MICROINJERTADO DE DISTINTAS ESPECIES DE KIWI TESIS DOCTORAL JESÚS EUGENIO GONZÁLEZ-PUELLES DE ANTONIO 2019 EIDO Escuela Internacional de Doctoramiento Jesús Eugenio González-Puelles de Antonio TESIS DOCTORAL GERMINACIÓN, MICROPROPAGACIÓN Y MICROINJERTO DE DISTINTAS ESPECIES DE KIWI Dirigida por: Dra. Esther Barreal Modroño y Prof. Dr. Pedro Pablo Gallego Veigas 2019 EIDO Escuela Internacional de Doctoramiento ESTHER BARREAL MODROÑO y PEDRO PABLO GALLEGO HACEN CONSTAR que el presente trabajo titulado “Germinación, micropropagación y microinjerto de distintas especies de kiwi” que presenta D. Jesús Eugenio González-Puelles de Antonio para la obtención del título de Doctor fue realizado bajo su dirección en el Programa de Doctorado “Biotecnología Avanzada” interuniversitario de las Universidades de Vigo y A Coruña. Vigo, 22 de enero de 2019 Los directores: Dra. Esther Barreal Modroño Dr. Pedro Pablo Gallego Veigas Este trabajo fue financiado por la Xunta de Galicia, a través de: 1.- La Red de Investigación: “Red de Uso Sostenible de los Recursos Naturales y Agroalimentarios” REDUSO (CN 2012/108, R 2014/019, ED431D-2017/18). 2.- La Agrupación Estratégica “Cluster de Investigación y Transferencia Agroalimentaria del Campus del Agua” CITACA (ED431E 2018/07). PUBLICACIONES Y CONGRESOS “PERSEVERA, PER SEVERA, PER SE VERA” -Expresión latina- Comunicaciones en Congresos González-Puelles J, Barreal ME y Gallego PP. Optimización de la germinación de cultivares verdes de kiwi mediante neurofuzzy logic. XI Reunión de la Sociedad Española de Cultivo In Vitro de Tejidos Vegetales, Valencia (España). 3-4 Septiembre 2015. González-Puelles JE, Landín M, Gallego PP, Barreal ME. Deciphering kiwifruit seed germination using neural networks tools. IX International Symposium on Kiwifruit (KIWI-2017), Porto (Portugal). 6-9 Septiembre 2017 Proceedings en Congresos Internacionales: González-Puelles JE, Landín M, Gallego PP, Barreal ME. 2018. Deciphering kiwifruit seed germination using neural networks tools. Acta Hortic. 1218, 359-366. DOI: 10.17660/ActaHortic.2018.1218.50 AGRADECIMIENTOS La realización de esta tesis lleva tras de sí un largo y duro camino, y el hecho de que hoy por fin hayamos cruzado la meta no habría sido posible sin la colaboración y apoyo de un gran número de personas a quien quiero darles las gracias. En primer lugar, quiero agradecer a mis directores de tesis la oportunidad que me han brindado para poder lleva a cabo este proyecto. Aún parece que fue ayer cuando, tras cumplir mi periplo por Salamanca me presenté en el despacho para pedir una oportunidad para continuar con mi formación y, sin dudarlo, me abristeis no sólo las puertas del laboratorio, sino incluso la de vuestras propias casas. Pedro, Esther, gracias de corazón. A continuación, me gustaría agradecer al Área de Microbiología de la UVIGO, más concretamente a Carmen Sieiro, su perpetua disponibilidad y asesoramiento en los asuntos del doctorado, y a Jacobo por sus clases particulares de cepado y manejo de cultivos bacterianos. Esta formación microbiológica se completó gracias al asesoramiento de Mª Milagros López del IVIA y su sensacional equipo técnico del cual aprendí todo lo necesario tanto para identificar la Psa, como la metodología a seguir para trabajar con microorganismos potencialmente peligrosos. En mi estancia de tres meses en el IVIA tuve el placer de aprender la técnica del microinjerto de las manos de Mari Carmen Vives y José Juarez. Recuerdo con especial cariño las mañanas peleándonos bajo la lupa con nuestros peluditos amigos los kiwis para tratar de extraer sus meristemos. Con vosotros aprendí que se pueden conseguir cosas increíbles con habilidad, técnica, paciencia… ¡y una buena lupa! A raíz de lo que me enseñasteis se diseñó y llevó a cabo un capítulo de esta tesis, por lo que no puedo estaros más agradecido. Hablando de lupas, quiero expresar mi agradecimiento al Área de Biología Celular de la UVIGO, especialmente a Manuel Pombal por cedernos su estereomicroscopio durante los experimentos de microinjerto. Los experimentos realizados en esta tesis no habrían sido posibles sin la colaboración del banco de germoplasma de la USDA y el Consorcio Europeo Dorì que nos cedieron el material vegetal de partida. Así mismo, todas las plantas micropropagadas no habrían tenido a dónde ir sin la ayuda de los invernaderos de las empresas Kiwi Plant y Cultigar. Muchas gracias por cedernos vuestro espacio y ayuda, y por cuidar de “mis niñas” tras su aclimatación. Afortunadamente, no he estado solo en este periplo, mis compañeros de armas de bata blanca nunca me han abandonado: Lolo y nuestro “Top jasoliñeira”, prueba de fuego para TFGs y TFMs pero del que secretamente adorábamos todas sus canciones; Radhia, que cuando llegó le “enseñamos” español y de la que al final acabé aprendiendo más kabil yo de ella que ella español de mí (mashiro ka ua yahanam! por ello, y lo sabes), os deseo la mejor de las suertes para ti y para nuestro sobrino Jezú Manué; cómo olvidarnos de ese poooobre corasón de Jezú que aparecía de improviso por el labo y nos animaba a todos la mañana; y por último, pero no menos importante, la última incorporación al equipo, un Pascual beligerante que creo que ha debido de ponernos como 200 denuncias desde que ha llegado. Muchas gracias a todos, esto no habría sido lo mismo sin vosotros. También han formado parte de esta aventura los TFGs y TFMs de nuestro laboratorio, especialmente Natalia y Menchu que vivieron mis venturas y desventuras con los kiwis de primera mano. Así mismo, agradecer a los integrantes del grupo de Comemos hasta su actual disgregación (Nuria, Miguel, Paula, María…) el ser una válvula de escape durante unas horas de las tensiones y estreses del laboratorio. Tan importante como la gente con la que he convivido en el laboratorio todos estos años es la gente que estaba fuera cuando salía de él: mis amigos y familia. Me acuerdo especialmente del señor Penín y sus sistemáticos y escuetos mensajes (“?”) cada viernes para invitarme a tomar una cerveza y despejar la cabeza de toda la semana en el labo. Aunque no lo creas, gran parte de mi cordura se ha mantenido intacta gracias a esos momentos. Y cómo olvidarnos del main camarrad y señora que no hacen mucho ruido pero siempre están ahí cuando los necesitas, mucha suerte en tu aventura británica. Quiero dar unas gracias muy especiales a mis abuelos, por todas las llamadas que a lo largo de estos años me ha hecho para simplemente preguntarme cómo estaba o comentarme que había leído una noticia en La Gaceta acerca de kiwis y que me la había recortado y enviado por correo. Ya que estamos con la familia, cómo no agradecer todo su apoyo e interés a Maite, María y al tío Moñas, desde que me fui de Salamanca os echo mucho de menos. A mi familia adoptiva de Lugo, gracias Cuqui y Carlos por hacerme sentir como uno más y por siempre tener nuevos proyectos que llevar a cabo. Y ahora el núcleo duro de la familia, Gloria, Jesu y Nacho. Gracias por darme la vida que me habéis dado y hacerme la persona que soy. Vuestros nombres van siempre asociados a confianza, apoyo, seguridad y cariño, sobre todo esto último, tanto en los buenos como en los malos momentos. Por último, a la persona más importante de mi vida, gracias Ángela (Hello there!), por tu apoyo, por creer en mí más de lo que creo yo mismo, por estar siempre ahí, por arrancarme una sonrisa en cualquier momento, por ser mi razón para levantarme cada día y mi apoyo en los momentos bajos. Gracias por hacerme feliz.Estoy muy ilusionado con la nueva etapa que se abre ante nosotros, estoy seguro que nos llevará lejos, y nos llevará juntos. ÍNDICE Tabla de contenido Resumen .......................................................................................................................... 1 Summary.......................................................................................................................... 7 Capítulo I Introducción ..................................................................................................... 1.-Kiwi ............................................................................................................................. 13 2.-Germinación ............................................................................................................... 20 3.-Micropropagacióni ..................................................................................................... 22 4.-Microinjerto ................................................................................................................ 29 5.-Bibliografía ................................................................................................................. 32 Objetivos ........................................................................................................................ 43 Capítulo II Germinación ................................................................................................... 1.-Introducción ............................................................................................................... 47 2.-Material y métodos ..................................................................................................... 50 3.-Resultados ................................................................................................................... 58 4.-Discusión .................................................................................................................... 64 5.-Conclusiones .............................................................................................................. 68 6.-Bibliografía ................................................................................................................. 69 Capítulo III Micropropagación .......................................................................................... 1.-Introducción ............................................................................................................... 77 2.-Material y métodos ..................................................................................................... 79 3.-Resultados ................................................................................................................... 92 4.-Discusión .................................................................................................................. 109 5.-Conclusiones ............................................................................................................ 116 6.-Bibliografía ............................................................................................................... 117 Capítulo IV Microinjerto ................................................................................................... 1.-Introducción ............................................................................................................. 123 2.-Material y métodos ................................................................................................... 129 3.-Resultados ................................................................................................................. 135 4.-Discusión .................................................................................................................. 140 5.-Conclusiones ............................................................................................................. 144 6.-Bibliografía ................................................................................................................ 145 Conclusiones generales ................................................................................................ 153 Anexo .......................................................................................................................... 157 RESUMEN Resumen 1 Resumen El kiwi es originario del sudoeste y el centro de China, donde se concentra más del 80% de los taxones de Actinidia y donde probablemente se ha producido la evolución del género. Esta planta ya era utilizada en la medicina tradicional y fue descrita por primera vez en el año 1400 por Chin-Huan Pen Táo, aunque no fue caracterizada y clasificada científicamente hasta mediados del siglo XIX cuando se definió como Actinidia chinensis, perteneciente a la familia Actinidiaceae. A lo largo de su breve historia ha habido numerosos cambios en su nomenclatura y clasificación, actualmente comprende 54 especies (de las cuales 44 son endémicas de China) y 21 variedades, totalizando 75 taxones (especies y variedades). El género Actinidia se caracteriza por ser una liana trepadora, que se cultiva fundamentalmente por sus frutos. Todas las especies de Actinidia son dioicas, aunque algunos cultivares de Actinidia arguta como ‘Issai’ o ‘Transcarpacia’ y el cultivar ‘Szymanowski’ de Actinidia kolomikta se comportan como autofértiles. El fruto es una baya de globular a cilíndrica, cuya piel puede estar o no cubierta de pelo. Estas bayas son una excelente fuente de vitaminas C y D, así como de folato y minerales fundamentales como el potasio y el magnesio, conteniendo a su vez muy poco sodio. Además, el kiwi contiene un 2-3% de fibra alimentaria. Todo ello junto al bello color brillante de su pulpa (verde, amarillo o rojo), ha causado que el consumo de frutos de kiwi se haya vuelto tan popular en todo el mundo. Los principales productores de kiwi a nivel mundial son China (2.024.603 t), Italia (541.150 t), Nueva Zelanda (411.783 t), Irán (311.307 t) y Grecia (274.600 t). En España, se producen unas 21.463 t al año, de las cuales la mitad, 13.123 t, proceden de Galicia, concretamente de las provincias de Pontevedra (7.662 t) y A Coruña (4.961 t). La producción de kiwi a nivel mundial se centraba en dos variedades: una de pulpa verde, la Actinidia chinensis var. deliciosa (A. Chevalier.) A. Chevalier cv ‘Hayward’ y otra de pulpa amarilla, A. chinensis var chinensis (Planchon.) cv ‘Hort16A’, conocida comercialmente como Kiwi Gold. Este cultivar, desapareció en 2011 debido a un ataque por Pseudomonas syringae pv. actinidiae (Psa), causante del cáncer bacteriano del kiwi. Por ello, el cultivar ‘Hayward’ sigue siendo el de cultivo mayoritario (96%). No obstante, existen otras variedades y especies de Actinidia con gran potencial económico que o bien no están siendo explotadas o lo hacen en mucha menor medida que las mencionadas Resumen 2 anteriormente. Algunas de estas son: A. arguta (Siebold and Zuccarini.) Planchon ex Miquel; A. eriantha Bentham; otros cultivares de A. chinensis var chinensis de pulpa amarilla como ‘Jintao’ o ‘Dorì’ y roja como ‘Hongyang’ y de A. chinensis var deliciosa como ‘Summerkiwi’. La propagación del kiwi puede realizarse por vía sexual, mediante semillas, o bien por vía asexual, por estaquillado, injerto o mediante técnicas de cultivo in vitro. El estaquillado es el método más utilizado para la macropropagación del kiwi, mientras el injerto es un método de macropropagación que permite obtener plantas óptimas si el patrón es adecuado. Finalmente la micropropagación es la propagación true-to-type (manteniendo las características de la planta original) de un genotipo seleccionado empleando técnicas de cultivo in vitro. La germinación de semillas es un procesocomplejo que puede verse dificultado en caso de que las semillas sufran un proceso de dormición que es necesario romper a fin de lograr la germinación. La dormición puede definirse como la incapacidad de una semilla viable de germinar en condiciones favorables para ello. Las semillas de kiwi de forma natural se caracterizan por una germinación errática y pobre, este hecho es un indicativo de la presencia de dormición. Para romper la dormición y con ello lograr la germinación de las semillas, éstas se someten a distintos tratamientos tanto físicos (estratificación, termofotoperiodo), como hormonales (empleo de GA3). La estratificación consiste en someter a las semillas a condiciones de frío (ej. 4 ºC) durante distintos periodos de tiempo a fin de emular las bajas temperaturas del invierno y así ayudar a la ruptura de la dormición cuando las semillas son incubadas en condiciones favorables. Como ya se ha mencionado anteriormente, el injerto es una técnica de propagación que permite obtener plantas óptimas si el patrón es el adecuado, permitiendo obtener individuos más vigorosos ya que el sistema radicular del patrón es mejor que el obtenido mediante estaquillado. Además, esta técnica permite obtener plantas que mantienen las propiedades productivas de la planta injertada y las características beneficiosas para el cultivo del patrón (resistencia a enfermedades, a condiciones adversas, etc.). El microinjerto, descrito en inglés como micrografting o Shoot Tip Grafting (STG) es una técnica de micropropagación que consiste en colocar un meristemo o brote apical sobre un patrón cultivado asépticamente a partir de semillas o bien procedente de un cultivo in vitro que ha sido previamente decapitado. Resumen 3 El objetivo general de esta Tesis Doctoral ha sido el diseño de protocolos sencillos, fiables y repetibles de germinación, micropropagación y microinjerto de diversos taxones de kiwi. Para ello se han aplicado técnicas biotecnológicas, métodos estadísticos y herramientas de inteligencia artificial, en concreto redes neuronales artificiales (ANNs) combinadas con lógica difusa (neurofuzzy logic) y algoritmos genéticos (CHAID). Nuestra hipótesis ha sido que mediante el empleo de las últimas herramientas informáticas (ANNs y CHAID) combinadas con métodos estadísticos, seríamos capaces de innovar y diseñar nuevos procedimientos para una exitosa germinación, micropropagación y microinjerto para esos taxones de kiwi, de una forma sencilla y fácilmente replicable a otros materiales. Para evaluar la validez de dicha hipótesis en el Capítulo II se abordó el desarrollo de un protocolo de germinación, que permitiese romper la dormición y mejorase la germinación de las semillas en ocho taxones de kiwi. Los resultados de la herramienta de inteligencia artificial, neurofuzzy logic, han permitido identificar aquellos factores que afectan significativamente a la germinación de las semillas. Más aún, nuestros resultados demuestran la necesidad de emplear varios parámetros para una correcta caracterización del proceso de germinación. En el Capítulo III se abordó el desarrollo de un protocolo completo y adecuado de micropropagación para trece taxones de kiwi, alguno de los cuales no han sido establecidos in vitro aún, empleando como método la organogénesis directa a partir de segmentos nodales y yemas apicales. Los resultados señalaron que se ha diseñado un protocolo eficiente y adecuado para todos los genotipos de kiwi empleados, siendo la primera vez que se establecen in vitro algunos de ellos. Por último, en el Capítulo IV se abordó el desarrollo de un protocolo de microinjerto para dos taxones del género Actinidia y tratar de identificar los factores de los que depende el éxito de los microinjertos con el fin de conseguir, a largo plazo, la obtención de nuevas plantas de kiwi microinjertadas con mayor resistencia a la Psa. Los resultados indican que mediante el uso de algoritmos genéticos es posible identificar los factores críticos para el microinjertado en kiwi, desarrollando un protocolo que permite alcanzar porcentajes de viabilidad del 20%. Resumen 1 SUMMARY Summary 7 Summary The kiwi is native to southwestern and central China, where more than 80% of Actinidia taxa are concentrated and where the evolution of the genus has probably occurred. This plant was already used in traditional medicine and was first described in the year 1400 by Chin-Huan Pen Táo, although it was not characterized and classified scientifically until the mid-nineteenth century when it was defined as Actinidia chinensis, belonging to the family Actinidiaceae. Throughout its brief history there have been numerous changes in its nomenclature and classification, currently comprising 54 species (of which 44 are endemic to China) and 21 varieties, totaling 75 taxa (species and varieties). The genus Actinidia is characterized as a climbing vine, which is mainly cultivated for its fruits. All species of Actinidia are dioecious, although some cultivars of Actinidia arguta such as 'Issai' or 'Transcarpacia' and the cultivar 'Szymanowski' of Actinidia kolomikta behave as self-fertile. The fruit is a berry from globular to cylindrical, whose skin may or may not be covered with hair. These berries are an excellent source of vitamins C and D, as well as folate and fundamental minerals such as potassium and magnesium, which in turn contain very little sodium. In addition, the kiwi contains 2-3% of dietary fiber. All together with its bright pulp color (green-, yellow- or red-fleshed), has caused the consumption of kiwi fruit has become so popular all around the world. The main producers of kiwifruit worldwide are China (2,024,603 t), Italy (541,150 t), New Zealand (411,783 t), Iran (311,307 t) and Greece (274,600 t). In Spain, around 21,463 t are produced per year, of which half, 13,123 t, come from Galicia, specifically from the provinces of Pontevedra (7,662 t) and A Coruña (4,961 t). Kiwi production worldwide was focused on two varieties: one of green-fleshed, Actinidia chinensis var. deliciosa (A. Chevalier.) A. Chevalier cv 'Hayward' and another one yellow-fleshed, A. chinensis var chinensis (Planchon.) cv 'Hort16A', commercially known as Kiwi Gold. This cultivar disappeared in 2011 due to an attack by Pseudomonas syringae pv. actinidiae (Psa), cause of the bacterial cancer of the kiwi. Therefore, the cultivar 'Hayward' continues to be the majority crop (96%). However, there are other varieties and species of Actinidia sp. with great economic potential that either are not being exploited or do so much less than those mentioned above. Some of these are: A. arguta (Siebold and Zuccarini.) Planchon ex Miquel; A. eriantha Bentham; other cultivars of A. Summary 8 chinensis var chinensis yellow-fleshed as 'Jintao' or 'Dorì' and red-fleshed as 'Hongyang' and A. chinensis var deliciosa green-fleshed as 'Summerkiwi'. Kiwi propagation can be carried out sexually, through seeds, or asexually, by cuttings, grafting or by in vitro culture techniques. Cuttings is the most used method for the macropropagation of the kiwi, while the grafting is a macropropagation method that allows to obtain optimal plants if the pattern is adequate. Finally the micropropagation is true-to- type propagation (maintaining the characteristics of the plant original) of a selected genotype using in vitro culture techniques. Seed germination is a complex process that can be hindered in the event that the seeds undergo a dormancy that must be broken in order to achieve germination. The dormancy can be defined as the inability of a viable seed to germinate in favorable conditions for it. Kiwi seeds naturally are characterized by erratic and poor germination, this fact is an indication of the presence of dormancy. To break seed dormancyand achieve success germination, seeds are generally subjected to different treatments both physical (stratification, thermophotoperiod) and/or with phytohormones (using GA3). The stratification consists in subjecting the seeds to cold conditions (e.g. 4 ° C) during different periods of time in order to emulate the low temperatures of the winter and thus help the rupture of the dormant when the seeds are incubated under favorable conditions. As previously mentioned, grafting is a macropropagation technique that allows obtaining optimal plants if the pattern is adequate, allowing to obtain more vigorous individuals since the root system of the pattern is better than that obtained by cuttings. In addition, this technique allows to obtain plants that maintain the productive properties of the grafted plant (scion) and the rootstock beneficial characteristics (resistance to diseases, adverse conditions, etc.) for the crop. Micrografting also known as Shoot Tip Grafting (STG) is a micropropagation technique that involves the grafting of a very small scion, in this case a meristem or apical bud, on a rootstock aseptically grown from seeds or from in vitro culture that has been previously decapitated. The general objective of this PhD Thesis has been the design of simple, reliable and repeatable protocols of germination, micropropagation and micrografting for several kiwi taxa. To this end, biotechnological techniques, statistical methods and artificial intelligence tools have been applied, specifically artificial neural networks (ANNs) combined with Summary 9 fuzzy logic (neurofuzzy logic) and genetic algorithms (CHAID). Our hypothesis has been that by using the latest computer tools (ANNs and CHAID) combined with statistical methods, we would be able to innovate and design new procedures for successful germination, micropropagation and micrografting for those kiwi taxa, in a simple and easily replicable way applicable to other materials. To evaluate the validity of this hypothesis in Chapter II, the development of a germination protocol to break dormancy and improve seed germination in eight kiwi taxa was designed and discussed. The results of the artificial intelligence tool, neurofuzzy logic, have allowed us to identify those factors that significantly affect the germination of the seeds. Furthermore, our results demonstrate the need of using several parameters, not just germination percentage, for a true characterization of the germination process. In Chapter III, the development of a complete and adequate micropropagation protocol was studied for thirteen kiwi taxa, some of which have not yet been established in vitro, using direct organogenesis (nodal segments and apical buds). The results indicated that an efficient and adequate protocol was designed for eleven the kiwi taxa used, being the first time that some of them were established in vitro. Finally, in Chapter IV the development of a micrografting protocol for varieties of the genus Actinidia was addressed. The main objective was to identify those critical factors on which the success of the micrograft depends in order to achieve, in the long term, new micro-grafted kiwi plants with greater resistance to Psa. The results indicate that by means of the use of genetic algorithms it is possible to identify the critical factors for the micrografting in kiwi, giving us the tools to develop a fully new protocol which render viability percentages around 20%. y 8 Capítulo I Introducción Imagen: Curtis’s Botanical Magazine, t. 8532-8591, vol. 140 [ser. 4, vol. 10]: t. 8538 (1914) [M. Smith] http://plantillustrations.org/volume.php?id_volume=183&SID=0&mobile=0&size=1 Capítulo I Introducción 13 1 El kiwi 1.1 Origen El kiwi es originario del sudoeste y el centro de China (Fig. 1-1), donde se concentra más del 80% de los taxones de Actinidia y donde probablemente se ha producido la evolución del género (Huang 2016). Esta planta ya era utilizada en la medicina tradicional y fue descrita por primera vez en el año 1400 por Chin-Huan Pen Táo, aunque no fue caracterizada y clasificada científicamente hasta mediados del siglo XIX cuando se definió como Actinidia chinensis, perteneciente a la familia Actinidiaceae (Van Tieghem 1899). A lo largo de su breve historia ha habido numerosos cambios en 9su nomenclatura y clasificación (Liang 1984; Zhao & Liu 1996; Huang et al. 1999; Li et al. 2007). Actualmente se han identificado un total de 54 especies (de las cuales 44 son endémicas de China) y 21 variedades, totalizando 75 taxones (especies y variedades) (Huang 2016). FIGURA 1-1 DISTRIBUCIÓN NATURAL DE ACTINIDIA (EL NÚMERO DE ESPECIES PRESENTE EN CADA PROVINCIA SE INDICA EN LA INTENSIDAD DEL SOMBREADO) (HUANG 2016) Características de la planta y del fruto de kiwi El género Actinidia se caracteriza por ser una liana trepadora cuyo tallo puede presentar o no pelos, que presenta hojas caducas, alternas, normalmente dentadas y con peciolos El kiwi 14 largos (Fig. 1-2). Los pelos en las hojas, cuando los hay, se encuentran en la parte inferior de éstas. Las flores normalmente forman inflorescencias unisexuales con pétalos de colores que van desde el blanco al rojo, pasando por amarillo claro y rosa (Ferguson 1984). Todas las especies de Actinidia son dioicas, aunque algunos cultivares de Actinidia arguta como ‘Issai’ o ‘Transcarpacia’ y el cultivar ‘Szymanowski’ de Actinidia kolomikta se comportan como autofértiles (García et al. 2015). El fruto es una baya de globular a cilíndrica, cuya piel puede estar o no cubierta de pelo. Estas bayas son una excelente fuente de vitaminas C y D, así como de folato y minerales fundamentales como el potasio y el magnesio, conteniendo a su vez muy poco sodio. Además, el kiwi contiene un 2-3 % de fibra alimentaria, lo que supone un 10% de la cantidad diaria recomendada, así como propiedades laxantes (Ferguson & Ferguson 2003). Estos frutos contienen una gran cantidad de semillas (en ocasiones más de mil) pequeñas, oblongas y de color negro. El tamaño del fruto es proporcional al número de semillas (Gonzalez et al. 1998), por lo que el tamaño y la forma del fruto varían incluso dentro de la misma planta (Gallego et al. 1997). FIGURA 1-2. PLANTA ADULTA DE KIWI CON FRUTOS LISTOS PARA SU RECOLECCIÓN Es por todos estos beneficios que el consumo de frutos de kiwi se ha vuelto tan popular en todo el mundo. 1.2 Producción mundial de kiwi Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la producción del kiwi se ha duplicado en todo el mundo desde 2004 (2.301.972 toneladas) llegando a superar los 4 millones de toneladas (4.038.872 toneladas) en 2017 (Fig.1-3A). Los principales productores de kiwi a nivel mundial son China (2.024.603 toneladas), Italia (541.150 Capítulo I Introducción 15 toneladas), Nueva Zelanda (411.783 toneladas), Irán (311.307) y Grecia (274.600 toneladas) (FAO 2019) Fig.1-3B). FIGURA 1-3 GRAFICAS DE PRODUCCIÓN: A, PRODUCCIÓN MUNDIAL DE KIWI ENTRE LOS AÑOS 2004 Y 2017. B, PRINCIPALES PAÍSES PRODUCTORES DE KIWI Y SU PRODUCCIÓN EN 2017. LOS DATOS DE PRODUCCIÓN SE EXPRESAN EN MILLONES DE TONELADAS. (FAO, 2019) En España (Gallego 2018), la producción de kiwi fue de 21.463 toneladas (MAPAMA 2019) siendo más de la mitad, 13.123 toneladas, producidas en Galicia, concretamente en la provincia de Pontevedra (7.662 toneladas) y A Coruña (4.961 toneladas). La producción de kiwi a nivel mundial se centraba en dos variedades: una de pulpa verde, la Actinidia chinensis var. deliciosa (A. Chevalier.) A. Chevalier cv ‘Hayward’ y otra de pulpa amarilla, A. chinensis var chinensis (Planchon.) cv ‘Hort16A’, conocida comercialmente como Gold, que prácticamente desapareció en 2011 debido a un ataque por Pseudomonas syringae pv. actinidiae,más conocida como Psa, causante del cáncer bacteriano del kiwi. Por ello, el cultivar ‘Hayward’ sigue siendo el cultivo mayoritario (96 %) (Ferguson 2015). No obstante, existen otras variedades y especies de Actinidia con gran 0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 M ill on es d e to ne la da s 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 M ill on es d e To ne la da s A B El kiwi 16 potencial económico que o bien no están siendo explotadas o lo hacen en mucha menor medida que las mencionadas anteriormente. Algunas de estas son: A. arguta (Siebold and Zuccarini.) Planchon ex Miquel; A. eriantha Bentham; otros cultivares de A. chinensis var chinensis de pulpa amarilla como ‘Jintao’ o ‘Dorì’ y roja como ‘Hongyang’ y de A. chinensis var deliciosa como ‘Summerkiwi’ (Fig.1-4). FIGURA 1-4 CULTIVARES ROJO (‘HONGYANG’), AMARILLO (‘HORT 16A’) Y VERDE (‘HAYWARD’) DE ACTINIDIA (NEW ZEALAND PLANT & FOOD RESEARCH). 1.3 Selección de plantas de kiwi para su producción comercial Todos los cultivares de A. chinensis var deliciosa seleccionados en Nueva Zelanda provienen de unas semillas recogidas en China en 1904 (Ferguson 2004). Inicialmente se cultivaron una gran cantidad de plantas obtenidas a partir de dichas semillas germinadas, pero finalmente únicamente unas pocas, las mejores, se identificaron, caracterizaron, se determinó su origen y se les dio un nombre (Mouat 1958). El cultivar ‘Hayward’ recibe su nombre por Hayward Wright que lo seleccionó debido a su fruto de gran tamaño, sabor y facilidad de conservación. El cultivo de kiwi en China empezó en 1957 con la introducción de semillas de A. chinensis var deliciosa desde los montes Qinling en la provincia de Shaanxi (Zhang et al. 1983). Cuatro años más tarde comenzó el cultivo de A. chinensis var chinensis empleando semillas de frutos recolectados en la provincia de Henan (Huang et al. 2003; Huang et al. 2004). No obstante, la mayoría de los cultivares de China provienen de estaquillas de plantas salvajes con una gran calidad de fruto (Ferguson & Huang 2007). Los pocos cultivares chinos que no fueron seleccionados directamente de la naturaleza fueron obtenidos a partir de semillas, por ejemplo A. chinensis var chinensis cv ‘Hongyang’ que Capítulo I Introducción 17 se seleccionó a partir de más de 3000 plántulas obtenidas de semillas salvajes (Wang et al. 2003). Fuera de China también se han realizado selecciones a partir de semillas recolectadas directamente de la naturaleza como por ejemplo A chinensis var deliciosa cv ‘California Male’ (‘Chico Male’) que fue seleccionado en los Estados Unidos a partir de semillas enviadas en 1908 (Ferguson 1997) o A. chinensis var chinensis cv ‘ChinaBelle®’ seleccionada en Francia a partir de semillas recogidas en China (Blanchet & Chartier 1998). La mayoría de los cultivares de kiwi son selecciones obtenidas directa o indirectamente de la naturaleza o a partir de semillas por lo que los casos de variedades obtenidas a partir de cruces controlados son escasos. Sin embargo, se ha intentado cruzar ‘Hayward’ con machos de floración temprana, para intentar obtener plantas con una fecha de recolección más temprana, para así evitar las heladas otoñales (Muggleston et al. 1998). El resultado de estos esfuerzos ha sido la selección de dos cultivares de A. chinensis var deliciosa, comercializados bajo el nombre de ‘Summerkiwi’™ (‘Summer 3373’ y ‘Summer 4605’ aunque únicamente el más prometedor de los dos, el ‘Summer 3373’, se está propagando) en Italia, que cumplen con el cometido de recolectarse antes que Hayward evitando así las heladas tempranas (Testolin & Ferguson 2009). En el año 2013 se seleccionaron, también en Italia a través de cruces controlados, dos nuevos cultivares de A. chinenesis var chinensis ‘Dorì’ y ‘Soreli’ (Testolin 2015). 1.4 Cultivares comercializados de kiwi Actinidia chinensis var deliciosa cv ‘Hayward’ se caracteriza por poseer unos frutos grandes, de entre 80 y 110 g de media, la piel de los frutos es marrón y está cubierta de una densa capa de pelo, la pulpa es de color verde, poco aromática y de sabor ácido. El cultivar ‘Hayward’ es medianamente vigoroso y muy productivo, crece en zonas de clima continental con inviernos fríos que van desde los -1,1 a los 7,7 °C y veranos cálidos que oscilan entre los 25,6 y los 33,8 °C. La brotación de ‘Hayward’ se produce a mediados de marzo, la floración ocurre a mediados de mayo y el fruto se recolecta a mediados de octubre (Huang 2016). Actinidia chinensis var deliciosa cv ‘Summerkiwi™’ es una selección realizada a partir de ‘Hayward’ que se caracteriza por poseer unos frutos más pequeños que los de ‘Hayward’, de sabor más dulce y menos acidulado aunque su característica más importante El kiwi 18 a nivel agrícola es su temprana recolección, la cual ocurre entre 40 y 45 días antes que ‘Hayward’ lo que evita los daños por heladas tempranas, convirtiéndola en la variedad de kiwi verde más precoz del mercado. Este cultivar se caracteriza por ser más vigoroso y productivo debido a los cortos entrenudos que le permiten tener un mayor número de yemas por metro cuadrado de rama. (García et al. 2015). En España, esta variedad prácticamente se ha erradicado ya que no resultó ser tan productiva como el cv. ‘Hayward’. Actinidia chinensis var chinensis cv ‘HORT16A’ se caracterizaba por poseer unos frutos de tamaño medio con un peso entre 95 y 100 g. La piel de los frutos es marrón claro con pelos suaves que se eliminan fácilmente por fricción, la pulpa es de color amarillo muy aromática y de sabor dulce. La brotación y floración es un mes antes que la del cultivar ‘Hayward’. ‘Hort16A’ es más vigoroso que ‘Hayward’ y más productivo que éste (Huang 2016). Este cultivar comenzó a comercializarse en el 2000 como Kiwi Gold (Costa et al. 2018) Actualmente se ha sustituido por nuevas variedades más resistentes a la Psa como el ‘Zesy002’ o Gold 3, comercializado por Zespri como SunGold. Actindia chinensis var chinensis cv ‘Jintao’ posee unos frutos con un peso medio de 90 g pudiendo llegar hasta los160 g. Cuando el fruto está maduro no presenta prácticamente vellosidades y la pulpa es de color amarillo con un sabor dulce y de pulpa jugosa. Este cultivar se caracteriza por ser moderadamente vigoroso y muy productivo, produciendo en condiciones normales el doble que ‘Hayward’. Las condiciones climáticas en las que se desarrolla son las típicas del clima continental con inviernos fríos (entre 7,7 y -1,1 °C de media) y veranos cálidos (entre 25,6 y 33,8 °C). Este taxón se considera resistente al calor, aunque los frutos de mejor calidad (mayor concentración de azúcares, piel más gruesa que ayuda al almacenado, y más sabor) se producen en zonas montañosas a alturas de entre 800 y 1000 metros. La recolección de sus frutos se produce a mediados-finales de septiembre (Huang et al. 2002; Huang 2016). En la península Ibérica se están haciendo las primeras pruebas de cultivo de esta variedad en sustitución del Gold (Gallego 2018). Actinidia chinensis var chinensis cv ‘Dorì’ se caracteriza por sus frutos de 100 g de media con una pulpa de color amarillo intenso. Se trata de un cultivar con un crecimiento vegetativo no muy excesivo cuya maduración es 35 días antes que ‘Hayward’ lo que permite a este cultivo evitar las heladas tempranas que tantos daños producen en los cultivos de ‘Hayward’ (García et al. 2015; Huang 2016). Capítulo I Introducción 19 Actinidia chinensis var chinensis cv ‘Hongyang’ presenta unos frutos de tamaño medio con un peso de entre 68,8 y 92,5 g, presenta una piel de color marrón cubierta de pelos que están poco unidos a la piel y se eliminan fácilmente. La parte externa del pericarpo es de color verde claro o verde amarillento y la parte interna del pericarpo es roja, su sabor es dulce y con un refrescante aroma. ‘Hongyang’ no tolera las altas temperaturas en veranoni la sequía, por ello las condiciones óptimas para su crecimiento son entre 13 y 16 °C de temperatura media anual, sin superar los 27 °C en julio y agosto y unas precipitaciones anuales de entre 1000 y 1500 mm. Este cultivar presenta un vigor intermedio, similar al de ‘Hayward’ y es precoz dado que el 30% de las plantas dan fruto el primer año de siembra y todas dan fruto al año siguiente de ser sembradas (Mingzhang & Mingzhong 2008; Huang 2016). Actinidia eriantha cv ‘White’ se trata de una selección a partir de plantas salvajes que presenta unos frutos de entre 94 y 132 g con una característica forma cilíndrica alargada. La piel es marrón y está densamente cubierta de pelos largos y blancos, es un fruto muy fácil de pelar y con una pulpa de color verde oscuro y un sabor ligeramente ácido. Este cultivar es muy adaptable y presenta una mayor resistencia al calor, inundación, sequía, salinidad y alcalinidad que el resto de los cv de A chinensis. A eriantha crece de forma natural en zonas sub-tropicales por debajo de los 500m de altitud (Wang et al. 1996; Ferguson & Huang 2007; Wu et al. 2009). Actinidia arguta presenta unos frutos de pequeño tamaño ovoides o globulares de entre 6 y 16 g. La pulpa de esta especie es verde y jugosa con un sabor ligeramente ácido, este fruto puede consumirse directamente, sin necesidad de pelarlo ya que carece de pelos. El sabor de su fruto se considera superior al resto de taxones cultivados, aunque debido a problemas en el manejo de la planta y el corto tiempo de almacenamiento del fruto muchos de los intentos de comercializar esta especie han fracasado. Esta especie tiene una amplia dispersión vertical dentro del género Actinidia pudiéndose encontrar desde los 150 m hasta los 3500m de altura y posee una elevada resistencia al frío, siendo capaz de sobrevivir a condiciones extremas de hasta -30 °C en invierno(Williams et al. 2003; Ferguson & Huang 2007; Huang 2016). Actinidia melanandra presenta una serie de características fisiológicas que la hacen especialmente interesante para el cultivo del kiwi, concretamente sirviendo como patrón para otras especies productivas. Esta especie se caracteriza por una elevada resistencia al frío habitando de forma natural entre los 600-2600 m de altitud (Ferguson & Huang 2007) El kiwi 20 y además, es probable que contenga genes de resistencia a la Pseudomonas syringae pv actinidiae (Psa)(Bourrain 2017). A pesar de ser una especie no comercial a día de hoy, los frutos de A. melanandra son comestibles, oblongos y de un peso medio de 15 g. La piel de estos frutos es muy característica presentando tonos morados y ausencia de pelos en su superficie, el color de la pulpa es verde con un núcleo blanquecino (Huang 2016). Una vez que un taxón de interés es identificado como comercial, éste puede ser inmediatamente fijado por propagación clonal, lo que permite explotar toda la variación genética (aditiva, dominante y epistática) disponible en el género (Daoyu et al. 2002). 2 Germinación La germinación se define como el conjunto de procesos que ocurren en la semilla, que van desde la imbibición (toma de agua por parte de la semilla seca) hasta que se produce la elongación y emergencia al exterior del eje embrionario (Bewley & Black 1994). La germinación de semillas es un proceso complejo que puede verse dificultado en caso de que las semillas sufran un proceso de dormición que es necesario romper a fin de lograr la germinación. La dormición puede definirse como la incapacidad de una semilla viable de germinar en condiciones favorables para ello (Bewley 1997). En primer lugar, procederemos a describir brevemente el proceso de la germinación para posteriormente hablar de la dormición de las semillas y cómo romperla para lograr la germinación de estas. La absorción de agua por parte de la semilla a lo largo del proceso de germinación se produce de manera trifásica (Nonogaki et al. 2010), la primera fase se corresponde con la imbibición, hecho que reactiva su metabolismo. Seguidamente, se produce una fase de meseta en la toma de agua, en la que las rutas metabólicas necesarias para que comience la germinación se pongan en funcionamiento. Es en esta fase cuando se interrumpe el proceso en las semillas que no germinan, bien por un fenómeno de dormición o bien por la muerte de las mismas (Fig.1-6). En la transición de la segunda a la tercera fase entran en juego los factores ambientales y fisiológicos que determinarán si la semilla germina (ruptura de la dormición) Capítulo I Introducción 21 o no. Las giberelinas, como el GA3, ayudan a reducir los requerimientos ambientales (horas de frío, condiciones de luz y/o temperatura, etc.) necesarios para la germinación contrarrestando los efectos de otras hormonas vegetales como el ácido abscísico (ABA) (Bewley & Black 1982; 1994). FIGURA 1-6 ESQUEMA DE LOS PROCESOS QUE OCURREN EN LA SEMILLA A MEDIDA QUE SE PRODUCE LA TOMA AGUA DEL MEDIO (BEWLEY 1997). Por último, durante la tercera fase se produce una rápida toma de agua del medio que da lugar a la elongación de la radícula y la emergencia al exterior de ésta dando por concluido el proceso de germinación (Fig.1-6). Existen fundamentalmente dos razones por las que una semilla viable no germine: que las condiciones ambientales no sean favorables o que alguna propiedad de la propia semilla lo impida. La incapacidad de una semilla para germinar en condiciones ambientales favorables (tales como luz, agua, temperatura o gases) es lo que se denomina como dormición (Koornneef et al. 2002). La razón ecológica de la dormición es evitar que las semillas germinen en condiciones favorables que no durarían lo suficiente como para que la planta lograra establecerse, sobrevivir y dejar descendencia (Vleeshouwers et al. 1995). Las semillas de kiwi de forma natural se caracterizan por una germinación errática y pobre (Bailey 1961). Este hecho es un indicativo de la presencia de dormición (Windauer et al. 2016). Para romper la dormición y con ello lograr la germinación de las semillas, éstas se someten a distintos tratamientos tanto físicos (estratificación, termofotoperiodo), como hormonales (empleo de GA3). La estratificación consiste en someter a las semillas a Germinación 22 condiciones de frío (ej. 4 °C) durante distintos periodos de tiempo a fin de emular las bajas temperaturas del invierno y así ayudar a la ruptura de la dormición cuando las semillas son incubadas en condiciones favorables (Sekhukhune et al. 2016a). La variación de temperatura es un indicativo para la semilla de la profundidad a la que se encuentra, cuanto mayor es la fluctuación a menor profundidad se encuentra la semilla con respecto a la superficie y por tanto más fuerte es la señal para finalizar la dormición y comenzar la germinación. Estudios sobre la germinación de kiwi (Lawes & Anderson 1980) indican que una temperatura fluctuante produce mayores porcentajes de germinación que el empleo de temperaturas constantes. Además de la temperatura, la luz tiene un efecto importante a la hora de romper la dormición ya que el termoperiodo indica a la semilla de kiwi la estación del año en la que se encuentra (días más largos en verano y cortos en invierno) (Lawes & Anderson 1980) y también el tipo de luz, luz roja/roja lejana, afecta a la germinación ya que indica la presencia o no de competidores alrededor (Windauer et al. 2016). Los tratamientos hormonales aplicados al kiwi para romper la dormición han consistido en el empleo de GA3 a distintas concentraciones, generalmente durante 24 h antes de su incubación (Lawes & Anderson 1980; Mattiuz et al. 1996; Wu & Datson 2015; Sekhukhune et al. 2016a; Sekhukhune et al. 2016b). A continuación, procederemos a describir los distintos tipos de propagación vegetal aplicables al kiwi más detalladamente. 3 Micropropagación La propagacióndel kiwi puede realizarse por vía sexual, mediante semillas, o bien por vía asexual, por estaquillado, injerto o mediante técnicas de cultivo in vitro. Propagación sexual del kiwi La propagación sexual consiste en la producción de plantas mediante la fusión de los gametos parentales que dan lugar a un embrión contenido dentro de una semilla o fruto. Las ventajas de este tipo de propagación son: la variedad genética a la que da lugar, lo que permite la obtención de nuevos cultivares y patrones; las semillas se producen en gran cantidad y pueden ser almacenadas durante mucho tiempo; se distribuyen fácilmente y las Capítulo I Introducción 23 plántulas obtenidas suelen estar libres de los posibles patógenos que hayan podido afectar a los parentales (George et al. 2008). Los inconvenientes de este tipo de propagación son: la segregación genética, lo que puede llevar a la pérdida de características agronómicas de los progenitores; las semillas obtenidas darán lugar a plantas macho y hembras, siendo, en el caso del kiwi, las primeras menos interesantes a nivel de producción de frutos que las hembras, la segregación se realiza en una proporción de 1:1 (Harvey et al. 1997). 3.1 Propagación asexual del kiwi La propagación asexual es interesante a nivel agrícola, ya que permite obtener nuevas plantas que conserven las características élite de las plantas de las que provienen. Los métodos de macropropagación de kiwi incluyen el estaquillado y el injerto, mientras que la micropropagación implica su cultivo in vitro. El estaquillado es el método más utilizado para la propagación del kiwi. Se puede realizar con ramas semi-herbáceas obtenidas de la poda de verano o ramas leñosas obtenidas de la poda de invierno, así como a partir de raíces. El estaquillado de raíces es similar al estaquillado a partir de ramas, solo que el fragmento de raíz se dispone en posición horizontal en lugar de en vertical (Lawes & Sim 1980). Los mejores resultados se obtienen con estaquillas semi-herbáceas (Revilla et al. 1992). El injerto es un método de propagación que permite obtener plantas óptimas si el patrón es adecuado. Además, permite obtener plantas más vigorosas que por estaquillado, ya que el sistema radicular obtenido mediante estaquillado no es muy robusto (Sim & Lawes 1981), en comparación con el obtenido a partir de patrones (Zenginbal 2007). Además, el injerto permite adelantar la producción o transmitir resistencias a patógenos o a condiciones desfavorables. El injerto en lengüeta es el mejor para las plantas de kiwi obteniéndose resultados excelentes en cuanto a la capacidad de injertar (superior al 90%) así como la calidad del injerto, tanto en su grosor como en longitud, si bien otros tipos de injerto como el injerto en astilla también proporciona una tasa de éxito superior al 90 % aunque el grosor y longitud del injerto es menor (Zenginbal 2007). La micropropagación es la propagación true-to-type (manteniendo las características de la planta original) de un taxón seleccionado empleando técnicas de cultivo in vitro. Normalmente la micropropagación está asociada con la producción en masa de plantas de calidad a precios competitivos (Debergh & Read 1991). Micropropagación 24 Frente a la macropropagación, la micropropagación presenta una serie de ventajas, entre las que se incluyen el hecho de que se comience con pequeños fragmentos de plantas (explantos), requiriéndose poco espacio para mantener stocks de plantas o multiplicarlas para obtener gran cantidad de ellas. Además, estos cultivos son asépticos, por lo que las plantas obtenidas están libres de bacterias, hongos y otros microorganismos. Este tipo de cultivo permite una gran flexibilidad a la hora de ajustar factores que pueden afectar a la multiplicación de las plantas, tales como los nutrientes disponibles, control sobre los reguladores de crecimiento, luz o temperatura lo que permite la producción continua y controlada de plantas con características de élite independientemente de la época del año (George et al. 2008). Por otro lado, la micropropagación también incluye una serie de desventajas frente a la propagación clásica como la necesidad de instalaciones especializadas y de personal cualificado por lo que aumentan los costos, el tamaño de plantas micropropagadas es muy pequeño, necesidad de diseñar protocolos específicos para algunas especies a fin de obtener resultados óptimos y exigencia de garantizar la estabilidad genética (evitar la variación somaclonal). También hay que tener en cuenta el riesgo por contaminación de los medios de cultivo, a pesar de trabajar en condiciones de asepsia. A esto hemos de añadir el hecho de que las plantas multiplicadas in vitro no son autótrofas y precisan de un procedimiento específico de adaptación al medio ambiente antes de poder ser transferidas a campo (George et al. 2008). Las técnicas de cultivo in vitro que se pueden emplear en la micropropagación son: multiplicación axilar o multiplicación adventicia. La diferencia entre ambas consiste en la presencia o no de meristemos en el explanto utilizado, y ambas se encuentran representadas en la figura 1-5. La micropropagación axilar se puede realizar a partir de meristemos, yemas apicales o a partir de segmentos nodales que cuenten con una yema axilar. Para ello se aíslan las yemas tanto apicales como las que se encuentran en la axila de la hoja y se cultivan en medio de cultivo. De este modo se obtienen brotes que pueden multiplicarse para posteriormente enraizarse y transferirse al suelo. Por otro lado, la micropropagación adventicia consisten en la obtención de brotes (mediante organogénesis adventicia) y/o embriones somáticos (embriogénesis adventicia) a partir de explantos que no poseen meristemos. Este tipo de micropropagación puede ser Capítulo I Introducción 25 directa si los brotes y embriones se obtienen directamente sobre el explanto sin proliferación de callo (masa celular sin diferenciación aparente) o si por el contrario es necesario un paso previo de formación de callo antes del desarrollo de las estructuras deseadas, denominándose en este caso micropropagación adventicia indirecta. FIGURA.1-5: MÉTODOS DE MICROPROPAGACIÓN. TANTO A PARTIR DE YEMAS AXILARES (PARTE SUPERIOR) COMO A PARTIR DE YEMAS ADVENTICIAS O EMBRIONES (PARTE INFERIOR) (GEORGE ET AL. 2008) La micropropagación consta de 5 etapas (Debergh & Read 1991): Etapa 0: selección de la planta madre y su preparación. La correcta selección y preparación de los explantos afecta directamente a su calidad, lo que determinará su comportamiento frente a los dos principales problemas que afectan a la siguiente fase, la contaminación y la oxidación del explanto. Los factores que influyen sobre la calidad del explanto son: el tipo de órgano que sirve como explanto, la edad fisiológica del mismo, la estación en la que se recoge el material vegetal, el tamaño y el estado sanitario general de la planta madre (Levitus et al. 2010). La planta madre debe elegirse en base a unas características agronómicas deseables. Una vez seleccionados los individuos, es preciso definir el tipo de explanto a establecer en condiciones in vitro. En general, los órganos jóvenes o bien rejuvenecidos son los que tienen mejor respuesta en el Micropropagación 26 establecimiento en comparación con los materiales adultos. Esta etapa se emplea para remediar, o al menos reducir, las contaminaciones y así obtener un mayor éxito en las siguientes etapas. Para ello se puede cultivar las plantas madre en condiciones más higiénicas que en campo, a ser posible en un invernadero. En esta etapa también se incluyen tratamientos que se pueden aplicar a la planta madre a fin de que sea un mejor material de partida. Estos tratamientos incluyen el control de luz, temperatura, así como la aplicación de tratamientos hormonales para promoverla formación de yemas. Etapa I: iniciación del cultivo o establecimiento En esta etapa el objetivo es el establecimiento de un cultivo que sea viable y que se encuentre en condiciones asépticas. El éxito está determinado por la calidad del explanto obtenido en la Etapa 0. Para comenzar esta etapa se suelen emplear como explanto yemas apicales o axilares, ya que son estables genéticamente. También se pueden emplear otros tipos de explantos con los que producir organogénesis adventicia tales como hojas, tallos, peciolos o raíces. No obstante, el empleo de brotes obtenidos mediante organogénesis adventicia implica un riesgo de variación somaclonal que daría lugar a plantas que no fuesen true-to-type. El tamaño del explanto es un factor importante en esta etapa: cuanto mayor es el explanto más probable es que se establezca correctamente, aunque también aumenta el riesgo de contaminaciones. Uno de los principales problemas que pueden surgir en esta etapa, al margen de las contaminaciones, sería la producción de fenoles por parte de los explantos. Esta síntesis de fenoles es una respuesta de la planta a los daños mecánicos producidos durante la escisión de los explantos. Las concentraciones elevadas de fenoles dan lugar a compuestos citotóxicos al oxidarse y pueden causar a la muerte de los explantos. Etapa II: multiplicación El objetivo de esta etapa es mantener y aumentar la cantidad de brotes tanto para continuar los ciclos de multiplicación (subcultivos) como para poder destinar una parte de estos brotes a la siguiente etapa. Esta etapa puede repetirse varias veces a fin de obtener la cantidad de planta deseada mediante la multiplicación de brotes o el mantenimiento de stock fresco de planta de interés. Uno de los principales problemas que se observan en esta fase es la formación de tejido indiferenciado (callo) en la base de los explantos lo que perjudica la siguiente etapa, el enraizamiento, y que podría dar lugar a variación somaclonal mediante la formación de brotes a partir de este callo. Otro de los problemas que pueden Capítulo I Introducción 27 ocurrir durante la fase de multiplicación es la hiperhidricidad (trastorno fisiológico caracterizado por alta retención de agua), un proceso de morfogénesis anormal que da como resultado cambios anatómicos y morfológicos que producen hojas y brotes con una apariencia vidriosa (Debergh et al. 1992; Bhatia & Sharma 2015). Las condiciones adversas que pueden causar este fenómeno pueden ser una elevada humedad relativa, el tipo de explanto, la baja intensidad lumínica, la concentración del agente gelificante, las concentraciones de microelementos y hormonas, el número de subcultivos y el estrés oxidativo como resultado de una elevada concentración de sales (Bhatia & Sharma 2015). La hiperhidricidad puede llegar a afectar a la fotosíntesis y a la transpiración, dando lugar a hojas y brotes no funcionales que afectarán negativamente a la supervivencia de la plántula durante la fase aclimatación ex vitro (Kevers et al. 2004). Etapa III: inducción y desarrollo de raíces: enraizamiento. En esta etapa se produce la formación de raíces adventicias. En las especies leñosas resulta especialmente complicado por su limitada capacidad rizogénica (Echenique et al. 2004). El enraizamiento puede realizarse tanto en condiciones in vitro como ex vitro. En el primer caso pueden emplearse varios tipos de substratos y reguladores de crecimiento (auxinas) para promover la rizogénesis. Los substratos incluyen medio solidificado con agar, perlita y/o vermiculita humedecidas con medio nutritivo o agua. En un medio solidificado con agar, los nutrientes se reducen de ½ a ¼ de la composición original, y la sacarosa se reduce a una concentración final de 1-2 %, ya que los medios con baja concentración salina, incrementan el porcentaje de enraizamiento (Gresshoff & Doy 1972; Lloyd & McCown 1980). La auxina más utilizada para la inducción de la rizogénesis es el Ácido 3-indolbutírico (IBA) (Levitus et al. 2010). En ocasiones es posible lograr el enraizamiento en condiciones ex vitro para lo cual, los brotes obtenidos en la fase de multiplicación se extraen del medio en el que se encuentran y se trasplantan a un medio ex vitro apropiado (como por ejemplo una mezcla turba y arena) en condiciones de elevada humedad. De este modo se abarata el coste de producción de las plantas realizando a la vez el enraizamiento y la siguiente fase, la aclimatación (George et al. 2008) Etapa IV: transferencia a condiciones ex vitro: Aclimatación Micropropagación 28 El objetivo final de esta fase es la transferencia de las plantas cultivada in vitro a condiciones ex vitro. El éxito de esta fase viene determinado en gran medida por la calidad de las plantas obtenidas durante las anteriores fases de la micropropagación. Si no se realiza cuidadosamente, la transferencia de plantas a suelo puede dar lugar a la pérdida de una gran cantidad de material vegetal. Esto es debido fundamentalmente a dos razones. La primera es que al producir las plantas en condiciones de alta humedad y baja intensidad lumínica los estomas de las hojas producida in vitro son atípicos e incapaces de cerrarse completamente cuando la humedad relativa baja, por lo que las plantas producidas pierden agua rápidamente cuando se trasladan a condiciones ex vitro (Sutter & Langhans 1982). Por otro lado, cuando se les suministra sacarosa u otro carbohidrato a las plántulas micropropagadas, éstas no desarrollan completamente su aparato fotosintético (son heterótrofas o mixotrofas), siendo necesario un estímulo no presente en las condiciones in vitro para que las plantas se vuelvan totalmente autotrofas y produzcan su propia fuente de carbono. Este cambio se produce tras varios días de exposición a las condiciones ex vitro (George et al. 2008). El éxito en esta fase da lugar a plantas perfectamente desarrolladas y con las características de la planta madre de la que proceden. 3.2 Micropropagación en kiwi En el caso del kiwi el primer protocolo de micropropagación fue propuesto por Harada (1975) y fue posteriormente mejorado (Wang et al. 1982; Standardi 1983; Wessels et al. 1984; Monette 1986a; Revilla & Power 1988). Los explantos empleados como material de partida fueron yemas apicales (Revilla et al. 1992), meristemos apicales (Standardi 1981) y yemas apicales y segmentos nodales (Velayandom et al. 1985). Para la micropropagación adventicia, se han utilizado como explantos fragmentos de hoja, peciolos y embriones zigóticos (Rugini & Gutiérrez-Pesce 2003). El medio de cultivo más utilizado para la micropropagación del kiwi ha sido el MS (Murashige & Skoog 1962), aunque otros autores también a han empleado diferentes medios tales como Gamborg B5 (Gamborg et al. 1968), LS (Linsmaier & Skoog 1965), WPM (Lloyd & McCown 1980), N6 (Chu 1978), Nitsch (Nitsch 1969), Quoirin (Quoirin et al. 1977), Standardi (Standardi 1981), Cheng (Cheng 1975) y un medio derivado de este último, K(h) (Rodriguez et al. 1985). Para obtener éxito en las fases de multiplicación y enraizamiento es fundamental el empleo de hormonas vegetales o Plant Growth Regulators (PGR). En la multiplicación se Capítulo I Introducción 29 emplean citoquininas como la 6-benciladeninopurina (BAP), zeatina, tidiazuron o 4-CPPU a diversas concentraciones (Suezawa et al. 1988; Revilla et al. 1992; Paradela et al. 2001; Paradela 2005). En ocasiones, estas citoquininas se emplean junto a auxinas (ácido indolacético (IAA), ácido indolbutírico (IBA), el ácido naftalenacético (NAA), y el ácido 2,4 diclorofenoxiacetico (2,4 D) o giberelinas (ácido giberélico (GA3) (Standardi 1981; Gonzalez et al. 1990; Fraser et al. 1995; Centeno et al. 1998). Para el enraizamiento se emplean fundamentalmente auxinas (IBA, IAA o NAA) a bajas concentraciones durante un largo periodo de tiempo (Harada 1975;Monette 1986b; Revilla et al. 1992) o a elevadas concentraciones durante un corto espacio de tiempo (Standardi 1983; Rodriguez et al. 1985; Gonzalez et al. 1990). 4 Microinjerto Como ya se ha mencionado anteriormente, el injerto es una técnica de propagación que permite obtener plantas óptimas si el patrón es el adecuado, permitiendo obtener individuos más vigorosos ya que el sistema radicular del patrón es mejor que el obtenido mediante estaquillado (Zenginbal 2007). Además, esta técnica permite obtener plantas que mantienen las propiedades productivas de la planta injertada y las características beneficiosas para el cultivo (resistencia a enfermedades, a condiciones adversas, etc.) del patrón. No obstante, esta técnica presenta una serie de dificultades que deben ser tenidas en cuenta, tales como las limitaciones en el periodo de tiempo en el que pueden realizarse o la presencia de enfermedades no detectadas en alguna de las partes del injerto. El microinjerto o micrografting, también conocido como, Shoot Tip Grafting (STG), es una técnica de propagación que consiste en colocar un meristemo o brote apical sobre un patrón cultivado asépticamente a partir de semillas o bien procedente de un cultivo in vitro que ha sido previamente decapitado (Hartmann et al. 2002). Esta técnica fue desarrollada por Murashige et al. (1972) y Navarro et al. (1975), quienes centraron sus trabajos en los cítricos ante la necesidad de encontrar una solución a las pérdidas millonarias producidas por las infecciones víricas que daban lugar a una reducción del vigor de las plantas, así como de su productividad y la calidad de su fruto. (Juárez et al. 2015). El microinjerto ha permitido obtener plantas libres de virus en una gran cantidad de Microinjerto 30 especies de interés agrícola, tales como naranjo, olivo, vid, manzana, pera, pistacho o almendra (Hussain et al. 2014). Posteriormente, se han encontrado nuevos usos para esta técnica (Juárez et al. 2015) que a continuación se enumeran: Obtención de plantas libres de patógenos Estudios de incompatibilidad de injertos Recuperación de híbridos somáticos Regeneración de plantas haploides Producción de plantas tetraploides estables Regeneración de plantas transgénicas Obtención de injertos de interés en plantas sanas, true-to-type y sin características juveniles. No obstante, no existe bibliografía acerca de la aplicación de esta técnica al género Actinidia. El microinjerto requiere de un protocolo de micropropagación tanto para el patrón como para el injerto previo para poder aplicar esta técnica. A continuación se describen brevemente las distintas etapas necesarias para llevar a cabo el microinjerto (Hussain et al. 2014): 1-Establecimiento y multiplicación del material a injertar. Los meristemos que se utilizarán en el microinjerto se pueden obtener de brotes en crecimiento activo de plantas en invernadero, de campo o, más habitualmente, procedentes de cultivo in vitro. Una vez establecido el cultivo in vitro del material a injertar se procede a su multiplicación hasta obtener los meristemos necesarios para realizar los microinjerto. 2-Establecimiento y multiplicación del patrón. Los patrones empleados en el microinjerto pueden ser plántulas germinadas in vitro y brotes micropropagados tanto enraizados como no. Al igual que con el material a injertar, una vez establecido el cultivo se procede a la multiplicación del mismo hasta que se tiene la cantidad necesaria de patrones. Capítulo I Introducción 31 3-Preparación del patrón e injerto para el microinjerto. El microinjerto se realiza cortando la parte superior del patrón y disponiendo sobre el cambium o anillo vascular expuesto el meristemo del injerto. Otra opción empleada en el microinjerto en cítricos consiste en realizar una incisión en forma de T invertida en el patrón por debajo de donde se ha realizado el corte y depositar el meristemo en la zona de cambium expuesta (Navarro et al. 1975) (Fig.1-7). FIGURA.1-7 ESQUEMA DEL PROCESO DE MICROINJERTO. (GEORGE ET AL. 2008) La técnica del microinjerto es difícil y generalmente produce un bajo número de injertos viables, lo que hace de ésta una técnica costosa y lenta. Por un lado, el pequeño tamaño de los injertos complica su manipulación, y por otro lado resulta difícil mantener la delicada unión entre injerto y patrón. El éxito habitual es de entre un 30-50 %, en cítricos (Juárez et al. 2015). Con el fin de intentar mejorar el porcentaje de éxito de los microinjerto se han intentado aplicar distintas técnicas, como la aplicación de antioxidantes en la zona de unión del injerto para tratar de evitar la producción de fenoles (Jonard et al. 1990); la modificación de la concentración de sacarosa en el medio de cultivo en el que se establece el injerto (Navarro et al. 1975); el mantenimiento de los patrones en oscuridad (Hussain et al. 2014); el uso de reguladores del crecimiento como el BAP o el empleo de medio líquido o solidificado con agar (Rafail & Mosleh 2010). Hasta el momento, no existe ningún estudio publicado de microinjerto en kiwi. Bibliografía 32 5 Bibliografía Bailey FL (1961) Chinese gooseberries: their culture and uses. 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