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EL CULTIVO DEL KIWI EDITADO POR TOMAS COOPER C. Compilado del Curso: "PRODUCCION, MANEJO E INDUSTRIALIZACION DE KIWI" Realizado por la FUNDACION CHILE los días 5, 6 y 7 de Junio de 1985 Dictado con la participación de los siguientes profesionales: James A. Beutel Luciano Campos S. Ricardo Fernández P. Francisco Gardiazábal l. Ricardo Gatti S. Matías Kulczewski B. Aspectos fisiológicos Propagación Diseño de huertos y estructuras Nutrición Formación y poda INDICE Sinopsis entomológica del kiwi en Chile Enfermedades del kiwi Manejo de postcosecha Bernardo Latorre G. Mauricio Meyer de G. F. Gordon Mitchell Patricio Ramírez B. Gordon L. Robertson Gregario Rosenberg M. Ricardo Vidal A. Pág. 3 4 9 16 16 17 21 23 EL CULTIVO DEL KIWI ASPECTOS FISIOLOGICOS El kiwi (Actinidia chinensis Planch) es una especie nativa del sureste de Asia, la cual ha sido introducida en Europa, Es- tados Unidos, Nueva Zelandia y otros lugares con el propósito de cultivarla comercialmente. Recientemente se ha iniciado en Chile el cultivo y la exportación de su fruta, y existe un gran inte- rés por incrementar la superficie plantada en los próximos años. El kiwi es una planta trepadora, que en su estado natural crece a la semisombra de árboles y ar- bustos. Se caracteriza por ser de hoja caduca y dioica (con flores masculinas y femeninas fun- cionales en plantas separadas). Su crecimiento es vigoroso, espe- cialmente a comienzos de tempo- rada, y llega a desarrollar brotes de 4 a 5 metros de longitud, bajo buenas condiciones de de- sarrollo. Los tallos en crecimiento tienen la capacidad de enroscar- se en torno a cualquier objeto que toquen (tigmotropismo) y en tor- no a sí mismo (nutación). La raíz del kiwi es carnosa, frá- gi I y ramificada, de color claro cuando joven, cambia a rosado y pardo-cobrizo cuando adulta. Profundiza poco, especialmente en suelos pesados, pudiendo incluso aparecer en la superfi- cie, mientras que en suelos are- nosos y bien aireados llega has- ta 60 y 80 cm, aproximadamen- te. Su sistema radicular tiene buena capacidad de almacena- miento de nutrimentos, aspecto importante en los trasplantes a raíz desnuda. En estado natural la planta de kiwi produce varios brotes desde el cuello de la planta. Bajo culti- vo, se debe desarrollar un sólo brote para conformar un tronco, y eliminar los demás que tien- den a salir paralelos a éste. Su madera es blanda con una gran médula que posteriormente se lignifica y endurece. Sus brotes son herbáceos en un principio, blandos y se desgajan fácilmente. Están cubiertos de vellos rojizos, especialmente cuando nuevos y nacen de yemas ubicadas en madera del año an- terior o del mismo año. En plan- tas de mayor edad también pueden nacer de yemas adventi- cias. Las hojas del kiwi son simples, de forma acorazonada, grandes, alcanzando hasta 15 ó 20 cm de diámetro cuando adultas. Pre- sentan bordes dentados, pe- cíolo prominente y están cubier- tas de vellos rojizos, especial- mente en el envés. Son de color verde más oscuro en la cara su- perior. En estado adulto, las ho- jas son coriáceas. Las yemas en esta especie son de dos tipos: vegetativas y mix- tas. Las yemas vegetativas dan origen a brotes con hojas y na- cen de madera de cualquiera edad. Las yemas mixtas dan ori- gen a brotes con hojas y flores y nacen solamente en madera del año anterior. Las flores presentan un largo pe- dúnculo y se ubican en las axi- las de las hojas entre los nudos 1º y 8º del brote en crecimiento, aunque es más frecuente en- contrarlas entre el 2º y 7º-. Se en- cuentran en número de 1 a 5 por nudo o axila, siendo normal de 1 a 3 en la variedad Hayward y 3 a 5 en las variedades macho. Las flores son de apariencia her- mafrodita, pero funcionalmente son femeninas o masculinas; las primeras tienen los estambres atrofiados o producen polen no viable y poseen un ovario de- sarrollado, súpero con numero- sos estilos y estigmas al centro. Estas flores producirán frutos. Las flores masculinas en plan- tas macho presentan el ovario atrofiado, y numerosos es- tambres que producen abundan- te polen. Normalmente son de menor tamaño que las flores fe- meninas. Las flores son atracti- vas, normalmente de 6 pétalos, de color blanco-crema a amarillo en las plantas macho. La formación de tejidos florales tiene comienzo en la misma temporada de la floración. Sólo uno o dos días antes de que abra el botón floral, las distintas par- tes de la flor están totalmente formadas. En Chile la brotación se inicia la primera semana de septiembre con las variedades Hayward y Matua, siguiendo To- muri 3 a 6 días más tarde. Estas observaciones corresponden a las zonas de Buin y Curicó, pu- diendo existir pequeñas va- riaciones en otras localidades debido a razones climáticas. Aproximadamente 8 semanas más tarde se inicia la floración, la que se extiende entre la se- gunda y cuarta semanas de no- viembre, siendo Tomuri la va- riedad que florece más tarde. El fruto del kiwi es una baya de forma elipsoidal, aunque se aprecian diferencias de una va- riedad a otra. La piel es de color pardo, cubierta de vellosidades que la hacen poco atractiva. La pulpa es de color verde esmeral- da y presenta al centro, en el eje longitudinal, un tejido blanco, de tipo placentario, donde na- cen los numerosos lóculos del ovario que contienen las pe- queñas semillas oscuras en su 3 4 interior. El tamaño y peso son di- ferentes para las distintas va- riedades, pero los frutos de ma- yor tamaño en la variedad Hay- ward alcanzan 120 a 130 gramos de peso como máximo y 7,5 cm de largo y 5 cm de diámetro. El número de semillas por fruto está directamente relacionado con el tamaño de éste. Para lograr frutos de buen tamaño se requiere un gran número de se- millas en su interior. De aquí la importancia de una buena polini- zación. La curva de crecimiento del fru- to es del tipo sigmoide triple, donde se destacan 5 etapas (Fi- gura 1). Etapa 1: Rápido crecimiento inicial, las semillas al- canzan tamaño com- pleto (O a 9 semanas). Etapa 11: Crecimiento lento, las semillas empiezan a oscurecerse (9 a 12 se- manas). Etapa 111: Rápido crecimiento, las semillas se tornan de color oscuro (12 a 17 semanas). Etapa IV: Poco crecimiento; em- piezan a aumentar los azúcares (17 a 21 se- manas). Etapa V: Pequeño crecimiento, pero significativo; se alcanza el tamaño fi- nal, las semillas com- pletamente oscuras se separan del tejido. La planta de kiwi no presenta caídas naturales de frutos. Casi todos los frutos que cuajan lle- gan a madurar al término de la COLOR DE LA SEMILLA temporada. En la práctica se pro- duce cierta pérdida de frutos ya formados por quiebre de brotes y porª' ción del viento. En Chile los frutos alcanzan su madurez de consumo a fines de marzo y durante abril. REQUERIMIENTOS DE CLIMA, AGUA Y SUELO Clima Entre las condiciones climáti- cas que permiten el cultivo del kiwi se incluyen: una larga tem- porada de crecimiento, suficien- te frío invernal, 1.500 mm o más de agua y ausencia de vientos fuertes o temperaturas infe- riores a-15ºC. El kiwi necesita una tempora- da de crecimiento de 240 a 260 Blanco Pardo Claro Pardo Obs. Pardo Muy Obs. 100~--------------~---------~ 90 ü 80 -5:'- z 70 w :::;;: ::::J 60 _J o > 50 >- -;::-- 40 9 o 30 (/) w a._ 20 10 o o / / /,..." / ¡ ¡ / 1 5 VOLUMEN CALCULADO / I / / / / ,/ / ....... ........... 1 10 ..... LARGO .------·-·- ..... ..... 1 15 DIAMETRO .......... .......................... 1 20 25 Semanas después de plena flor 1 30 35 Figura 1 Crecimiento de frutos de kiwi, medido semanalmente. 9 8 7 E -5:'- 6 o a: 1- - 5 w :::;;: <! - 4 -o >- - 3 o ('.} a: - 2 <! _J - 1 o 40 días los cuales, en lo posible, deben estar libres de heladas. Las temperaturas interioresa -1 ºC, durante 30 minutos dañan los brotes nuevos en la primave- ra, y pueden causar daño por congelamiento en la fruta, en el otoño. Temperaturas bajo -3°C en el otoño, dañan los troncos de las plantas jóvenes. Las plantas maduras toleran algo más de trío. Sin embargo, la protección contra heladas es ca- si siempre indispensable. Parti- cularmente se requiere proteger contra la primera helada de-1,5 a -2,0ºC, debido a que las tempe- raturas críticas descenderán con cada helada subsiguiente en al rededor de 1° C. Después de cuatro heladas, las plantas podrán tolerar aproximadamen- te -6ºC. En pleno invierno, des- pués de varias heladas, las plan- DEL VIENTO DIRECCION DEL VIENTO tas tolerarán -12ºC. Temperatu- ras interiores a ésta provocan la muerte de la planta. La protección contra las hela- das, con agua o calor, permitirá el crecimiento del kiwi en secto- res donde las temporadas sean más cortas y las temperaturas más bajas que aquéllas aquí se- ñaladas. Las plantas de kiwi requieren de una cantidad de horas de frío similar a la de durazneros. La va- riedad Hayward es la de mayor re- querimiento de frío entre las va- riedades conocidas, ya sean masculinas o femeninas. Esta variedad fructifica con 400 a 600 horas de trío (menor a 7°C) pero florece y fructifica más cuando recibe sobre 700 horas de trío. En los lugares donde se dispo- ne de riego suficiente, las plantas de kiwi prosperan aun cuando (_) las temperaturas max1mas de verano sean de 30ºC ó 45°C. Sin embargo, temperaturas máxi- mas continuas de 40°C a 45ºC pueden detener el crecimiento durante el verano, y causar oscu- recimiento de la epidermis de la fruta expuesta. En sectores con climas estivales calurosos, se produce un porcentaje más alto de azúcar en la fruta y una madu- rez más temprana. Las condi- ciones de climas costeros fres- cos, con nubosidad, neblinas matinales y temperaturas que pocas veces superan los 28ºC, son ideales para el crecimiento del kiwi, aunque la madurez tar- da un mesó 45 días, en compa- ración con las áreas de valles ca- lurosos. Vientos Se debe evitar plantar kiwi en FLUJO DEL VIENTO SOBRE UNA BARRERA DENSA Pasada del viento por una abertura en la parte baja de la cortina -------- .... AREA DE BUENA PROTECCION ALGUNA PROTECCION DE LA CORTINA 10 VECES LA AL TURA DE LA CORTINA 10 A 20 VECES LA AL TURA DE LA CORTINA DISTANCIA HASTA DONDE LLEGA EL EFECTO DE UNA CORTINA CON 50% DE PERMEABILIDAD Figura 2 EN TERRENO PLANO 7 zonas ventosas. El viento es su- mamente perjudicial para las plantas de kiwi, ya que causa roturas de troncos, de follaje, ci- catrices en la fruta y una reduc- ción en el crecimiento. Los cor- tavientos o cortinas de árboles sólo protegerán las plantas ubi- cadas a unos 70 a 75 metros y las rafees competirán con las plantas por lo menos a 10 metros por lado de la hilera de árboles protectores (Figura 2). Precipitaciones Las lluvias de verano e invier- no son beneficiosas para ,las plantas de kiwi y no parecen causar problemas graves de en- fermedades. La humedad relati- va alta (50º!.'.~ a 70%) favorece el crecimiento de la vegetación, pero la fruta de mejores caracte- rísticas se obtiene en sectores con humedad ambiental diaria del nivel de un 20%. Agua Las plantas de kiwi requieren riego más frecuente que otras especies frutales o vides. Por esta razón generalmente es ne- cesario instalar un sistema de riego por aspersión o por goteo en cada huerto. La cantidad precisa de agua varía según el clima. En Nueva Zelandia se recomiendan 3 litros diarios por m2 de canopia o 50.000 litros diarios por hectá- rea, para su condición de clima templado, con un promedio diario de temperatura de 18 a 20ºC. En California, las plantas maduras de kiwi, en pérgola, re- quieren de 160 a 200 litros diarios por planta (21 a 25 m2 por planta), u 8 litros diarios por m2 de copa, lo que equivale de 60.000 a 77.000 litros diarios de agua por hectárea. Esta evaluación fue realizada en Gridley, que tiene una temperatura estival promedio de 27 a 29ºC. Respec- to a frecuencia de riego los pri- meros 3 años, es necesario re- gar los suelos francos cada 2 ó 3 días. En plantas adultas cada 4 a 7 días según la temperatura, ca- racterísticas del suelo y tamaño de la planta. En todo caso nunca se debe dejar que las plantas se marchiten o que las hojas ad- quieran el aspecto mustio indi- cador de falta de agua. Las nece- sidades reales de agua para un año son de aproximadamente 1.500 a 2.000 mm por riego o llu- via. La calidad del agua debe ser tan buena como aquélla usada para frutales de carozo o pomáceas. La conductividad eléctrica del agua debe ser de 0,75 mmhos/ cm o menor, y de un contenido inferior a 2 miliequivalentes por litro de bicarbonatos, sodio o cloruros. Suelo Las plantas de kiwi, al igual que todas las otras plantas frutales, crecen mejor en suelos profun- dos y bien drenados. El kiwi pre- fiere suelos francos, y su desa- rrollo es mejor en suelos franco- arcillosos que en suelos franco- arenosos. La necesidad de dis- poner de humedad fácilmente aprovechable y los problemas de nemátodos son la causa por las cuales las plantas de kiwi no se dan bien en suelos arenosos. Los suelos con pendientes de 1 a 5% son aceptables, aun cuan- do es preferible, y más fácil, cul- tivar el suelo plano. Las plantas son susceptibles a la pudrición de la corona y la raíz (Phytophthora sp.), por lo tanto necesitan buen drenaje. Niveles freáticos altos y suelos satura- dos después de iniciada la pri- mavera. han provocado la muer- te de muchas plantas, luego de periodos lluviosos. El exceso de agua no es tan dañino durante el periodo de receso. Para una buena nutrición y pre- venir deficiencias, el pH del sue- lo debe variar entre 5,5 y 7,3. Un pH más alto. generalmente re- sulta en clorosis férrica, defi- ciencia de i)nc u otros proble- mas de nuHimentos. El kiwi es más sensible al exceso de calcio y carbonatos en el suelo que otras plantas. Es necesaria una conductividad eléctrica en el suelo no superior a 1.0 mmhos/ cm. PROPAGACION Para la propagación de esta especie, se puede recurrir a la injertación de plantas prove- nientes de semilla, o a la mul- tiplicación de estacas en forma vegetativa. Propagación por semillas La reproducción por semilla,se utiliza fundamentalmente para producir portainjertos y sirve además para la obtención de nuevas variedades. Sin embargo, la producción de frutos a partir de plantas de semillas sin injer- tar no es conveniente, debido a su largo período juvenil y ade- más porque no es posible cono- cer el sexo de las plantas antes de que florezcan. Se sabe que la proporción de machos a obtener es, a menudo, muy superior a la de hembras, pudiendo alcanzar hasta un 80% del total de la po- blación. Además las plantas (hembras y machos) así obteni- das, tienen características gené- ticas distintas a las de su proge- nitor. En este método, las semillas, una vez extraídas de los frutos (por maceración y posterior flo- tación), pueden ser sembradas inmediatamente o dejarse secar al aire y a la sombra, por algunos días. Una vez secas, se tratan con un fungicida y pueden ser guardadas en bolsas de polieti- leno selladas o en frascos cerra- dos. Las semillas pueden per- manecer viables por un largo pe- ríodo. El secado para el almacena- miento provoca la entrada en dormancia de las semillas, la que puede ser superada median- te varios métodos: -Estratificación húmeda a 4 - 7ºC por cuatro semanas. -Estratificación con alternan- cia de temperaturas (20ºC por 16 hrs. y 20ºC por 8 hrs.) du- rante varias semanas. -Estratificación por dos sema- nas y luego alternancia por un período variable de 2 a 12 se- manas. La siembra puede realizarse en canchas o en bolsas, con adi- ción de temperatura o sin ella, dependiendo de_ la época en que se realice. Los mejores resulta- dos se obtienen cuandola tempe- ratura del sostrato tiene 18 y 24°C. Las semillas sembradas en buenas condiciones de tempera- tura y humedad germinarán a par- tir de la cuarta a quinta semana, dependiendo de los sustratos usa- dos, del vigor de la semilla, de la profundidad de siembra y del manejo a que sean sometidas. Cuando las plántulas tienen, a lo menos 3 a 4 hojas verdaderas y hasta 7 cm de altura, deben ser trasplantadas de las canchas a bolsas de 7 a 10 lt de capacidad, o llevadas directamente al terre- no. Si la siembra se ha realizado en bolsas de 2 lt, existe la posibi- lidad de mantenerlas allí un año, hasta obtener diámetro de injer- tación, y luego de haber realiza- do el injerto, se llevan a terreno o a bolsas de 1 O lt. En ambos ca- sos el suelo debe ser previamen- te fumigado con vapor de agua, bromuro de metilo o formaldehí- do. La injertación de las plantas es posible cuando han obtenido un diámetro de 6 mm. Esto se hace a una altura de 10 a 25 cm sobre el nivel del suelo. Se estima que la injertación a mayor altura, es decir, cercana a los 25 cm., facili- tará el manejo de las plantas y disminuirá el riesgo de daño al injerto. En condiciones adecuadas de manejo se obtiene diámetro de injertación a fines de la primera temporada de crecimiento y se prefiere injertar cuando la plan- ta, una vez cumplido su receso invernal, comienza a mostrar ac- tividad. Propagación por estacas Tradicionalmente en Nueva Ze- landia, país en el que se inició el cultivo comercial del kiwi, esta especie se ha propagado injer- tando plántulas de semilla con los cultivares hembra y macho seleccionados. Sin embargo, se ha determinado que no habría di- ferencias funcionales entre los sistemas radiculares de plantas injertadas con las provenientes de estacas, como tampoco ha- bría diferencias en los rendi- mientos y calidad de la fruta co- sechada. Es por esto que la pro- pagación por estacas tendría co- mo principal ventaja la obten- ción de plantas homogéneas, por ser una propagación clonal. Para la propagación por esta- cas, se requiere de una cierta in- versión inicial, ya que se debe dis- poner de algunos elementos y estructuras específicas para su realización, tales como: una construcción protegida que per- mita regular las condiciones am- bientales, un sistema de neblina artificial para evitar la deshidra- tación de las estacas con hojas, y mesones de propagación con temperatura en el sustrato o sue- lo de enraizamiento. Hay una serie de factores que afectan el enraizamiento, entre éstos están: el tipo de sustrato, el uso de reguladores de creci- miento de efecto auxínico (IBA, ácido indolbutírico), la tempera- tura basal, el denominado "efec- to de lesión" de la estaca y la época en que se realice el enrai- OFRECE PRESTIGIOSO VIVERO DE LA REGION DEL MAULE zamiento. Se puede alcanzar un buen éxito de enraizamiento, mayor de 90%, si se observan cuidadosamente estos factores. Sin embargo, las estacas obteni- das no pueden ser llevadas di- rectamente al terreno, sino que deben crecer por una temporada más en el vivero, a fin de obtener una planta de buen vigor y con un sistema radicular bien desa- rrollado. Es aquí donde se pre- senta la mayor dificultad, pues en el trasplante de las estacas desde el mesón de propagac1on a los contenedores (bolsas), o al suelo del vivero, s·e produce una gran mortalidad, que muchas veces supera el 50%, debido po- siblemente a una violenta deshi- dratación en el traslado, como también a una asfixia radicular después del traspÍante. Esto trae como consecuencia, que los costos se eleven fuertemen- te en este método de propaga- ción. DISEÑO DEL HUERTO Y ESTRUCTURAS En el diseño del huerto debe- rán ser considerados los si- guientes factores: a) Vientos y uso de cortavientos o refugios artificiales. b) Espaciamiento y orientación de las hileras. c) Localización de las plantas mascultnas para la poliniza- ción. d) Selección de estructuras y construcción, y e) Sistema de riego. •PROPAGADAS POR SEMILLA. •MODERNA TECNOLOGIA. • APOYO TECNICO EN PLANTACIO· NES. •CERTIFICADO SAG. Decida bien: Adquiera plantas aclimata- das y conocidas en Chile e invierta en el pro- ducto agrícola más rentable del país. SOC. AGRICOLA VIVE· ROS SAN CAYETANO LTDA. Km. 6 Camino San Javier Villa Alegre: Casilla 58 Teléfono: 302, San Javier Santiago: Agustinas 972, Of.445 Teléfonos: 710499n14480 9 10 Vientos y necesidad de cortavientos En sectores bajo condiciones de vientos frecuentes e inten- sos, el kiwi no debe plantarse sin disponer de una protección contra el viento cada 75-90 m de- bido a los graves daños que este agente ocasiona. Las cortinas cortavientos de- ben ser establecidas idealmente el año anterior a la plantación. En Chile se han usado varias es- pecies de árboles para tal efecto y hay respuestas diversas, se- gún la zona. Las cortinas pueden ser simples, dobles y mixtas. Lo que se usa más comun- mente es sauce álamo, en hilera simple o doble; álamo común, en una hilera combinado con otra de menor desarrollo como macrocarpa, o una doble o simple hilera de casuarina. En nuestro país, es posible encontrar especies de rápido crecimiento y buena ramifica- ción lateral que permiten formar realmente una barrera cortavien- tos. La intensidad del viento varía por zona, pero el daño que pro- voca es de gran consideración, por lo que se recomienda tomar todas las medidas necesarias para proteger la plantación. Actualmente se está de- sarrollando el uso de cortinas artificiales. Estas, sin duda cum- plen perfectamente su propósi- to, sin embargo, se debe consi- derar su alto costo, sobre todo usadas como reemplazo de cor- tinas naturales. Una alternativa recomendable es emplear una combinación de estas posibilidades, que signifi- ca rodear los bloques de 2-4 ha con cortinas naturales y con 1-3 años de anticipación, de manera que protejan la plantación cuan- do más lo necesitan, y sobre la estructura, instalar cortinas arti- ficiales, según las condiciones específicas de cada huerto. En Nueva Zelandia se está usando una cubierta artificial de polietileno, con 50% de porosi- dad, colocada verticalmente, apoyada en estacas de soporte de 12 a 15 metros de altura, cada 35 metros. Además se está ex- perimentando con cubiertas ho- rizontales, sin embargo, los cos- tos son altos. Espaciado de plantas y orientación de hileras Las plantas de kiwi general- mente se plantan en hileras dis- tanciadas a 5 metros; las plantas se disponen a unos 5 metros de distancia sobre las hileras. Las hileras pueden estar orientadas de norte a sur para un mejor aprovechamiento de luz, pero deben estar en ángulos rectos al viento para que la construcción del cortavientos cumpla su fun- ción. Localización de la planta masculina para la polinización Para que se produzca la polini- zación y sea posible la obten- ción de un buen nivel de produc- ción cada año, entre un 10 y un POSTES EXPORTE CALIDAD ... EXPORTE PRESTIGIO Licencia Koppers Chile, Certificado de calidad, Garantizados 30 años .•. En las ultimas tres temporadas frut,colas hemos 1nspecc1onado má$ de 25 millones de cajas de frutas de e)(fJQrtas;jón; e17 más, de 200. 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Cualquiera planta masculina en floración poliniza. Sin embar- go, algunas plantas macho son más vigorosas que otras y re- quieren de una poda más severa. Los patrones de disposición de plantas polinizantes se ilus- tran a continuación: -Proporción de 1 a 8 en cada tercera planta en cada tercera hilera: XXX XX XMXXM XX XXX xxxxx XX XXX -Proporción de 1 a 6 en cada tercera planta en cada segun- da hilera: XXX XX XMXMX XX XXX XX XXX XMXMX XX XXX -Proporción de 1 a 6 con plan- tas guiadas de 35 cm a 1 m so- bre las plantas femeninas pa- ra interceptar las abejas a me- dida que pasan por las hileras de plantas femeninas. (Las plantas masculinas pueden estar a menos de 5 m entre plantas femeninas): xxxxx MM XX XXX MM xxxxx Selección de estructuras y su construcción. Los sistemas básicos de estructuras son parronal, pérgo- la y cruceta. Además se está in- corporando experimentalmente una nueva estructura, denomina- da "tatura" o en "V". El parronal. Es el sistema típi- camente usado en España y Chi- le para el cultivo de uva de mesa. Está construido básicamente por estacas, (tutores) y alambres. La pérgola, en Nueva Zelan- dia, lleva soportes de madera a través de las hileras y alambre por la hilera. En los extremos, se instalan dos postes verticales con un poste horizontal arriba y dos alambres diagonales desde MADERA LAMINADA DE 2 x 100 mm x 25 mm I• 3.0 m .¡ ENSAMBLE DE VIENTOS FIGURA 4 - SISTEMA DE PERGOLA la parte de arriba del poste inte- rior hacia la parte de abajo del poste exterior (Figura 4). La cruceta es el sistema de estructura más simple y barato para el kiwi. Consiste en un pos- te redondo de 100 mm de diáme- tro o de una estaca de 50 mm x 150 mm x 2 de largo. Se amarra a un poste de 100 mm enterrado en el suelo a un metro de profun- didad. Tiene la apariencia de una T con 3 a 5 alambres colgados sobre la T. Los extremos están anclados a un cabezal con en- ganche de ancla o un bloque de concreto enterrado. Los ancla- jes deben estar a una profundi- dad de 1,2 m., o los cabezales deben estar enterrados a 2 m de profundidad (Figura 3). Los extremos de los postes para las crucetas T o pérgolas deben ser de un diámetro míni- mo de 125 a 150 mm y de 3 metros de largo. Todos los pos- tes deben estar tratados a pre- sión contra la pudrición usando preservantes como pentacloro- fenol o cobre. Los alambres deben ser de al- ta tensión con una buena galva- nización (cubiertos con cinc), pa- ra que puedan mantenerse ten- sos sin estirarse. El tamaño mí- nimo es de 12 a 12.1/2 (alambre de 2.5 mm) y el tamaño máximo ALAMBRES SUPERIORES 1·8 m ~HILERAS FEMENINAS ~ Y MASCULINAS ALTERNADAS 11 1.5 m ¡_____---+-+-----· ~ ALAMBRES T )¡ ~ MADERA ASERRADA ) DE 100 x 50 m O MITA- 1.8 m J) ~~D~~ POSTES RE 1( CRUCETA ) ESTANDAR ~J CRUCETA REBAJADA 0.3 m r- r- 1.5 m .:¡ -r-""T""~-r---'----="------"'.--':'.:1 A LAM BR ES 45º' r---r----"- 1.8 m CRUCETA ALADA ) 1 ) t; y 1 / ALAS - MADERA 75 x 25 mm FIGURA 3 - OPCIONES DE CRUCETAS ·~ 1 PLANTA "" )! v I,~ POSTES SOBRE CABEZALES ...______ ENGANCHE TRIPLE CON ANCLA AL FINAL ?'~ / FIGURA 3 LA HILERA ESTRUCTURA DE CRUCETA FINAL CON 5 ALAMBRES REN MADERA DE 75 x 25 mm. O PARA CRU· CETAS DE 75 x 50 mm O CUANDO LA UNION DE LA CRUCETA NO ES SEGURA " PLANTA es 10 (alambre de 3.5 mm). Tanto el parronal español co- mo la cruceta T dan buenos re- sultados en el kiwi. El manejo de las plantas en ambos sistemas presenta ventajas e inconve- nientes. No existe evidencia, en California o Nueva Zelandia, de que un sistema sea realmente superior. El sistema tatura o en V abier- ta está siendo cada vez más usa- do, ya que permite una mayor abertura de la estructura al sol. Está programado para el creci- miento rápido de la fruta y pro- ducción temprana. La construcción se hace con postes de 100 mm de diámetro en ambos lados (tatura) o un poste central de 100 mm clava- dos o atornillados al poste central. El anclaje final es igual al de la cruceta T con un anclaje de tornillo o muerto. Sistemas de riego Los sistemas de riego, de ha- berlos, pueden ser instalados antes o después que se en- tierren los postes de la estructu- ra, pero antes que se coloquen los alambres. Las líneas de go- teo o las líneas plásticas para miniaspersores pueden ser sos- tenidas por los postes y alam- bres. ESTABLECIMIENTO DEL HUERTO Los puntos más relevantes a considerar en el establecimien- to de la plantación de kiwi, par- tiendo desde el vivero hasta la instalación de la planta en su lu- gar definitivo y sus cuidados in- mediatos, son las siguientes: 1. Traslado de plantas del vivero al huerto. Las plantas pueden venir del vivero en los contenedores en que han crecido o a raíz desnuda, de- pendiendo básicamente de la época de plantación; en época de receso invernal podrá ser a raíz desnuda y en primavera- verano, necesariamente en el contenedor. 13 14 Durante el traslado es primor- dial evitar la deshidratación de raíces y el daño de brotes y ho- jas. Si este traslado se realiza en primavera-verano deberá emplear- se camiones cerrados y prote- gidos del viento. Una buena po- sibilidad es trasladar las plantas ordenadas en el interior de bins y proteger toda la carga median- te u na carpa. Las plantas trasladadas en in- vierno, a raíz desnuda, requieren un flete menor; basta con usar cajas, de cartón u otro material, para ordenar las plantas por va- riedad y cantidad y cubrir las raíces con polietileno, aserrín, sacos húmedos u otros mate- riales, que protejan de la deshidratación. Idealmente, estas plantas, en caso de ser necesario, deberán ir al frigorífico protegidas de la misma manera, y por el menor tiempo posible. Además, antes de ser almacenadas, se deberá aplicar una solución fungicida a este material protector de raíces para evitar pudriciones. Al llevarlas a terreno, nueva- mente las raíces deberán sumer- girse en una solución fungicida. Este tratamiento no es necesa- rio para las plantas en contene- dores, dado que ellas se plantan con el cubo de tierra. 2. Almacenamiento previo a la plantación. Las plantas que vienen en re- ceso, no revisten mayores problemas en sus cuidados pre- vios a la plantación, porque luego de tratar sus raíces con una solución fungicida y mante- nerlas protegidas de la deshidra- tación sólo resta llevarlas a terreno oportunamente. Sin embargo, las plantas que ya tienen brotes y hojas, caso específico de las plantaciones de octubre, noviembre, di- ciembre, deberán obligadamen- te recibir en el vivero, un período de manejo de aclimatamiento paulatino a la luz directa. Este manejo debe continuarse en el predio y consiste solamente en tratarlas por dos semanas, apro- ximadamente, recibiendo el sol en forma indirecta y gradual has- ta llegar a la condición de terre- no. 3. Plantación. Partiendo de la premisa que la elección del suelo para hacer la plantación ha sido adecuada; la preparación del mismo es funda- mental. En el caso del kiwi es es- pecial mente importante que al momento de plantar, el suelo es- té mullido. libre de malezas. ni- velado en el sentido del riego y por terrazas de plantación. Los mejores resultados, se han obtenido cuando el suelo ha sido trabajado en el verano pre- vio a la plantación, con arado subsolador en dos sentidos, ara- do cincel en dos sentidos y rastra, hasta dejarlo mullido. De preferencia, la plantación misma debe realizarse en corru- gado, es decir, una línea de plan- tación de 20 a 30 cm más alta que la superficie entre líneas. De esta forma, cuando la planta·ción sea adulta, podrá ser rega- [~]¡rhj da por el sistema de bordes, siendo éstos, la línea de planta- ción. Previamente, o al momento de la hoyadura, el suelo debe ser trabajado con una pala mecáni- ca para formar estos bordes de plantación, los que inicialmente, los primeros dos años, serán de 1 metro de ancho aproximada- mente. Esta dimensión podrá mante- nerse o aumentarse a 1,5-2 metros dependiendo de la dis- tancia de plantación y la ma- quinaria a usar. Los aspectos más importan- tes a considerar en estos traba- jos son: que las plantas deben ser protegidas del mojamiento directo del terreno, especial- mente de la zona patrón-injerto, para evitar pudriciones del cuello y facilitar el control de malezas. Sin embargo, el surco de riego deberá ir sobre el borde o línea de plantación para ase- gurar el mejor mojamiento de las raíces, especialmente los primeros años. Luego del segun- do a tercer año se puede alejar el riego de la línea de plantación, para regar exclusivamente lazo- na entrelíneas. Cualquiera sea el sistema de riego usado es recomendable establecer una superficie con cobertura de pasto entrelínea, que ayudará a mantener alta la humedad relativa. De esta for- ma, si ésta superficie empasta- da está libre de malezas compe- titivas, y permanentemente cor- tada, servirá de piso a la ma- quinaria, permitirá a las raíces VIVERO DE KIWIS ENTREGA INMEDIATA PLANTAS DE 1,5 A 2 MTS. DE AL TURA PLANTAS MADRES: 7 AÑOS DE EDAD ISIDORO QUIROGA MORENO Calle Foncea 197 San Esteban Fono 034-422190 Los Andes ocupar por completo esa zona y desarrollarse superficialmente, con todas las ventajas en el aprovechamiento de la fertilidad natural del suelo, y además contribuir a mantener la hume- dad relativa alta, que tanto bene- ficia el desarrollo de esta planta. 4. Tutores. Es conveniente guiar la planta en su desarrollo hasta llegar al alambre superior, por un tutor, de preferencia con aristas, para evitar la tendencia natural a enrrollarse sobre el mismo. El eje deberá amarrarse a es- pacios cortos con un material que no estrangule, para mante- ner su verticalidad, base futura importante de la estabilidad del sistema, cualquiera que sea ele- gido. Este tutor puede ser de mate- rial barato y de duración limita- da, ya que las plantas van entre los postes de la estructura y es- tos tutores sólo cumplen la fun- ción de tales, hasta que ellas lle- gan a apoyarse en el alambre su- perior. Para evitar golpes de sol en el eje, y a la vez proteger de la hu- medad por los riesgos frecuen- tes se recomienda pintar, por lo menos la zona del cuello y la unión patrón-injerto, con latex blanco más un fungicida, duran- te la primavera. 5. Cuidados del primer año. Riego El abastecimiento de agua oportuna, regular y en la canti- dad adecuada permitirá un creci- miento sostenido durante la temporada. Es recomendable llevar un surco lo más cercano posible a la línea de plantación y que rodee a la planta formando un anillo para asegurar el total majamiento de la zona radical. El cumplimiento constante de esta norma de manejo asegurará un óptimo crecimiento, que se traducirá en mayor número de brotes y yemas que fructificarán en un futuro cercano. Control de malezas Esta labor es de gran impor- tancia por la competencia que implican las malezas para las plantas, además de propor- cionar condiciones favorables para el desarrollo de hongos causantes de pudriciones del cuello y de nemátodos que afec- tan severamente las raíces. Durante el primer año, se tra- baja manualmente el borde alto de plantación para terminar de formarlo y mantener limpio el surco de riego. Sin embargo, tra- tamientos con herbicidas de con tacto o sistemáticos a la línea y la taza ha dado excelentes resul- tados. Protección del tronco Durante el otoño y mucho an- tes que la planta entre en rece- so, se debe proteger el tronco mediante la aplicación de una mezcla de latex y un fungicida, previo a cubrirlo con un material que lo aisle del daño directo, que puedan ocasionarle las he- ladas de otoño e invierno. Los materiales más usados con este fin han sido el papel y las telas de desecho. La idea es que, co- mo las plantas tardan en comen- zar su receso invernal, las hela- das tempranas de otoño provo- can daños fuertes a la parte aérea, especialmente a la unión patrón-injerto, e incluso al patrón mismo. Principalmente, la zona afectada es 1 metro sobre el suelo. Sin embargo, los últimos años, se ha visto, en plantas vigorosas que crecen tardíamente, daños graves sobre todo en el tronco, incluso a la al- tura del alambre. Control de nemátodos El suelo debe ser muestreado y analizado para determinar la población de nemátodos exis- tentes. Cuando se planta a raíz desnu- da, es posible sumergir las raíces en una solución nematici- da. Pero además, el primero y segundo año o más, si es nece- sario, se puede utilizar nematici- das sistemáticos aplicados a la zona radical. El kiwi, a pesar de soportar una población alta de nemáto- dos, se ve muy afectado en su desarrollo, especialmente en los primeros años. Mantención de entrelíneas Cualquiera sea el sistema de plantación elegido, es funda- mental nivelar las entrelíneas para facilitar un riego adecuado RIEGO-HUMECTACION AMBIENTAL- PROTECCION DE HELADAS AV. HOLANDA 1388- FONOS 2259336-490716-CASILLA 1300-SANTIAGO-TELEX 441527 - TECNA 15 y dar un piso que permita hacer las labores mecánicas sin daño de raíces. Pero además, la expe- riencia en Chile indica que, en lo posible, al primer año deberá quedar establecido un sistema de manejo con cobertura de pas- to artificial o natural para propor- cionar un ambiente de humedad relativa alta. Se ha observado daños fuer- tes en el follaje durante el vera- no por movimientos de suelo exagerados y contínuos que no permiten mantener húmeda esta zona. Especialmente, en áreas con problemas de calidad de agua, suelos con pH medianos a altos y humedad relativa am- biente baja. NUTRICION Aparentemente el kiwi extrae eficientemente los nutrimentos, ya que no se han detectado un gran número de deficiencias en esta especie. Macroelementos -Nitrógeno El nutrimento más requerido por el kiwi es el nitrógeno, ele- mento esencial para el buen cre- cimiento de la planta y el de- sarrollo de brotes para el año si- guiente. Las dosis utilizadas tanto en Nueva Zelandia como en Califor- nia, son por lo general de 175 kg/ha de nitrógeno o alrededor de 0.5 kg de nitrógeno por planta en plena producción. En este frutal la época de apli- cación no es muy crítica, ya que las plantas leñosas almacenan el nitrógeno desde su aplicación hasta el momento que lo utili- zan. Generalmente los producto- res aplican un 50 a 75% de nitró- geno en el momento de la brota- ción, el resto en noviembre cuando el fruto está cuajado. El tipo de nitrógeno tampoco es relevante para la producción exitosa del kiwi. Algunos pro- ductores prefieren utilizar sulfa- to de amonio en suelos con pH alto, mientras que otros usan urea o nitrato de amonio. Tam- bién es frecuente el uso de ferti- 1 izantes líquidos de acción rápi- da. En California se recomienda no usar fertilizantes nitrogena- dos dentro de 3 a 4 meses antes de la cosecha, debido a que se sospecha que el exceso de nitrógeno causa el ablandamien- to de la fruta si se aplica 2 o 3 meses antes de la cosecha, aunque no se cuenta con pruebas definitivas a este respecto en el caso del kiwi. Las plantas jóvenes de kiwi son muy sensibles al exceso de nitrógeno. Plantas de 1 y 2 años sufren daños con la misma can- tidad de nitrógeno que se puede usar sin peligro en durazneros, perales y vides. El exceso de fer- tilizante nitrogenado produce la quemadura inmediata de las ho- jas de los brotes en crecimiento y el amarillamiento de los már- genes de las hojas. Solamente el exceso severo de nitrógeno destruye el brote en crecimien- to.Las dosis de fertilización nitrogenada generalmente reco- mendadas para plantas de un año son de un total de 30-45 gramos de nitrógeno dividida en 3 apli- caciones iguales, efectuadas durante la época de crecimien- to, el fertilizante se esparce sobre un área de 1 metro cuadra- do. En Chile, esto sería en no- viembre, enero y febrero. Las plantas de 2 años tienen por lo general un buen crecimiento con un total de 100 gramos de nitrógeno para la temporada, di- vidido en 3 o 4 aplicaciones, mientras que las plantas de 3 y 4 años se desarrollan bien con un total de 200-225 gramos de nitró- geno, dividido en 3 aplicaciones; en la brotación de las yemas, flo- ración, y 45-50 días después de la floración. Se debe cubrir un área de 4 a 5 metros cuadrados. -Potasio Las deficiencias de potasio aparecen generalmente en suelos con un bajo nivel de este elemento, después de varias co- sechas abundantes. La ·aplica- ción de 80 a 120 kg de potasio al suelo, en banda, durante el in- vierno corrige casi siempre la deficiencia de potasio y mejora el tamaño de los frutos. Microelementos Los micronutrimentos que se consideran más importantes en el kiwi son generalmente hierro, cinc y manganeso. Es frecuente observar deficiencias de hierro y cinc en California, especialmen- te en suelos con un pH alto (sobre 7,4). La deficiencia de hierro es difícil de corregir por- que es complicado reducir el pH del suelo existiendo árboles o plantas. Los mejores resultados se obtienen aplicando quelatos de hierro al sistema de goteo. Las pulverizaciones de hierro no benefician la planta. La deficiencia de cinc es co- mún en algunos huertos. Para corregir esta deficiencia se apli- can quelatos de cinc directa- mente al suelo o a través del sis- tema de goteo. El sulfato de cinc, pulverizado en el otoño pa- rece ser beneficioso, sin embar- go, a este respecto se necesita más investigación. Análisis foliar El análisis de muestras de pe- cíolos o de hojas dan resultados bastante buenos en kiwi ayudan- do a identificar necesidades de nutrimentos. Se deben muestrear solamen- te los brotes con fruta, y se debe tomar la primera, segunda o ter- cera hoja después de la fruta. Estas mismas hojas se muestre- an a principios del verano (no- viembre para Chile) a mediados de verano (enero) o antes de la cosecha. Se necesitan 50 pe- cíolos o 30 hojas para tomar una buena muestra. Si las hojas son grandes hay que cortarlas longi- tudinalmente para tener una muestra adecuada. FORMACION Y PODA a) La formación consiste fun- damentalmente en el desarrollo de un sólo tronco de alrededor de 1,8 metros de altura y dos cordones, de 2 metros de largo cada uno. Desde estos cordones salen los cargadores frutales. Se desarrolla básicamente de la si- guiente manera: Las matas recién plantadas se despuntan a 50-70 cm de largo. Después de 2 a 3 meses de cre- cimiento, se elige el brote verti- cal más fuerte que será el futuro tronco de la planta y se cortan o despuntan los demás brotes. Se amarra el brote seleccionado a la estaca hasta que crezca por encima de los alambres de la estructura. Luego se despunta justo debajo del alambre para in- ducir brotación y crecimiento de nuevos brotes, que dan origen a futuros cordones. Se eligen los dos mejores brotes y se amarra suavemente el alambre central de la estructura. En la época de receso los cordones se cortan a 60 cm. Durante el segundo año, se eliminan todos los brotes latera- les en el tronco y sobre la base de la planta. Debe estimularse el crecimiento lateral de los brotes en el cordón y dejarlo seguir cre- ciendo por el alambre central. En la segunda temporada de receso, se despuntan los brotes laterales y los cordones, para obligar a los brotes a crecer y producir futuros cargadores fru- tales. Durante la tercera temporada se estimula el crecimiento del brote y de la limitada produc- ción de fruta. Si es necesario se puede ralear la carga excesiva de modo de asegurar una buena cosecha el cuarto año. La poda de la tercera temporada consis- te en ralear los cargadores y li- mitar su largo. La conducción de plantas masculinas y femeninas debe ser similar durante los pri- meros cuatro años. La poda de producción tiene por objetivo regular el creci- miento y la producción, evitando el exceso de sombra o fructifica- ción excesiva. La fruta en la planta del kiwi crece en la base de la mayoría de los cargadores nuevos que se originan de cargadores más viejos, siempre que éstas hayan recibido suficiente sol el verano anterior. En la poda cada año se selec- cionan un cargador, proveniente de cada uno de los cargadores frutales del año anterior, para re- emplazar los cargadores anti- guos. Cuando hay que eliminar cargadores más viejos, se deja un pitón de 3 a 4 cm para impul- sar un nuevo crecimiento, utili- zable como futuro cargador de fruta. El hecho de dejar los car- gadores por más de dos años origina mucha fruta pequeña. Los cargadores, con las ye- mas para la producción del si- guiente año, deben estar distan- ciados 20-25 cm a cada lado del cordón. Después de cada tem- porada de receso se deja un to- tal de 30 a 40 cargadores largos para producir la cosecha del pró- ximo año. Su longitud depende de la edad y vigor de la planta. Un volumen demasiado alto de producción, significa menor tamaño de los frutos en esa tem- porada y una cosecha baja al año siguiente. Si la producción es demasiado grande, es nece- sario ralear la fruta 14 a 30 días después de la floración. En algunos casos se requiere poda de verano en plantas adul- tas de parrones y pérgolas para evitar el exceso de sombra, que a veces causa el ablandamiento de la fruta e impide la inducción DEL CURTO CHILE ~ de yemas florales para la pro- ducción del próximo año. Lapo- da de verano permite eliminar brotes muy verticales y vigoro- sos que se originan en la parte exterior de la planta y los brotes torcidos. En el hemisferio sur la poda de verano se hace en diciembre y enero. En el verano, el kiwi cul- tivado en crucetas necesitará que los cargadores excesiva- mente largos y entrelazados sean recortados para permitir que continúen las operaciones de cultivo. Las plantas masculinas se po- dan dos o tres veces al año. La semana siguiente a la floración, en noviembre se cortan la mayo- ría de los cargadores nuevos y viejos en la parte exterior de las plantas masculinas, dejando el crecimiento nuevo al centro. No se debe podar en exceso o el sol quemará los cordones. En el oto- ño se procede a eliminar el cre- cimiento masculino excesivo, que esté ocupando el espacio reservado para las plantas feme- ninas. En la temporada de rece- so, se deben ralear los cargado- res viejos, y torcidos, mante- niendo la mayoría de los carga- dores, para producir nuevos bro- tes y flores al año siguiente. SINOPSIS ENTOMOLOGICA DEL KIWI EN CHILE Una prospección realizada entre la V y VII Regiones ha per- mitido encontrar numerosas es- pecies ya adaptadas al kiwi, al- TAMBIEN A LA VANGUARDIA EN EL AREA DEL KIWI 17 18 gunas de las cuales han requeri- do ocasionalmente de progra- mas de control. Entre las espe- cies detectadas están: a) Escamas: En diversas localidades, espe- cialmente cerca de huertos de paltos se ha encontrado a Hemi- berlesia rapax, la escama blanca del palto o escama voráz, tam- bién asociada a Aspidistus nerii, escama blanca de la hiedra, sobre ramas, ramillas, pecíolos, cara superior de las hojas y fru- tos, a pesar de la pubescencia que los cubre. En la Región Metropolitana y VI Región, se han encontrado poblaciones moderadas de Es- cama de San José provenientes con seguridad de las planta- ciones de durazneros cercanas. Parece ser que la Escama de San José es capaz de reprodu- cirse y prosperar bien en kiwi, por lo que podría llegar a consti- tuir un problema hacia el futuro si las poblaciones se incremen- tan y no sólo se encuentran sobreramillas sino también sohre fru- tos. De ser así, se pueden pre- sentar problemas con la fruta destinada a Europa. b) Conchuelas: La Conchuela Negra del Olivo (Saissetia oleae) se ha encontra- do en el pecíolo de las hojas y cara superior de éstas hasta la iniciación del 2° estado ninfal. Es probable que estos indivi- duos provengan de ninfas naci- das en vides fuertemente ataca- das con las cuales el kiwi estaba asociado. En la localidad donde se ha visto este problema, la conchuela no logra completar su desarrollo en este huésped, pues no se han encontrado res- tos de hembras adultas sobre el kiwi. c) Curculionidos: Se han encontrado dos espe- cies de capachitos sobre plan- tas de kiwi, siendo probable que algunas otras también puedan alimentarse de ellas en lugares bien definidos. El Burrito de la Vid (Naupac- tus xantographus) se encuentra desde Aconcagua hasta Curicó, (especialmente en plantaciones efectuadas en suelos ocupados antes por vides). Según algunos agricultores, los adultos pueden causar daño severo en brotes tiernos en primavera. El resto del verano y otoño muerden los bordes de las hojas más nuevas sin que el efecto sea muy noto- rio. La importancia cuarentena- ria del adulto, en fruta destinada a Estados Unidos, al esconderse en las bandejas o la caja, sería de mayor trascendencia. Sin embargo no debe descar- tarse el posible ataque de las lar- vas de burrito a las raíces del ki- wi, lo que no ha sido comproba- do, en cuyo caso, pasaría a ser una plaga de importancia prima- ria. La otra especie encontrada en la VI Región es el Capachito de los Frutales, (Asynonychus cer- vinus) el que demuestra una ma- yor voracidad en su estado adul- to, comiéndose los brotes y ho- l~),trh] jas nuevas. También las larvas viven en el suelo y sus hábitos son similares a los del Burrito de la Vid. d) Thrips: En la época en que se realizó esta prospección se encontró solamente al thrips de la ce- bolla, (Thrips tabaci) en forma abundante sobre las hojas, en cuya cara superior se observa- ron gran cantidad de huevos ba- jo la epidermis. En primavera y durante la flo- ración, es posible que aparezcan especies tales como Frankli- niella sp., Thrips sp. y otras, sobre flores y frutitos recién for- mados. El daño más importante será la necrosis superficial de los frutos atacados, lo que des- merece su calidad. e) Afidos: En plantaciones nuevas de 1 y 2 años, es frecuente encontrar ataques de pulgones sobre ápi- ces de los brotes y hojas tiernas, encarrujándolas y deteniendo el crecimiento, lo que hace nece- sario efectuar tratamientos de control varias veces en la tempo- rada, desde que aparecen los primeros individuos y antes que se manifieste el daño. Sólo se ha identificado al pulgón de los cítricos (Aphis citricola) sobre kiwi, pero una prospección a tra- vés de toda la temporada vegeta- tiva con seguridad permitirá en- contrar otras especies de áfidos sobre este huésped. f) Lepidópteros: En primer término debe seña- larse las cuncunillas de la espe- SOC. AGRICOLA LA MONTAÑA LTDA. SOC. AGRICOLA NOCEDAL LTDA. PRODUCTORES Y EXPORTADORES DE KIWI Fundo La Cabrería Rinconada de Los Andes Fono: 422914-Casilla 163 cie Copitarsia consueta las que durante la temporada pasada aparecieron en gran número du- rante noviembre, causando un daño severo en vides y otros fru- tales, entre los que se cuenta el kiwi. También se ha visto daño muy ocasional de gusanos cortado- res sobre el follaje (géneros Agrotis y Euxoa). También se ha encontrado en kiwi al enrollador de la vid y el pe- ral (Proeulia auraria) en la VI y VII Regiones, aunque sólo en forma muy ocasional. Este insecto tendría importancia cuarentena- ria, en el caso de los Estados Unidos. g) Acaras: De los ácaros fitófagos, que atacan frutales, se han detec- tado dos especies en planta- ciones de kiwi: la Falsa Arañi- ta de la vid (Brevipalpus chilen- sis), aunque no se han observa- do síntomas de daño, como el que se presenta en vides. Las poblaciones se encuentran bien controladas por el predator Amblyseus chilensis. Parece di- fícil que esta especie pueda lle- gar a constituir un gran proble- ma en este huésped debido a las características de sus yemas y corteza. La otra especie encontrada es la Arañita Bimaculada, (Tetrany· chus urticae), también en forma ocasional. Se ubica únicamente en la cara superior de las hojas y el moteado que produce al ali- mentarse es muy notorio sobre el fondo verde intenso de las ho- jas. Se la ha observado desde el mes de enero en adelante en plantas jóvenes sin alcanzar a producir daño severo como en otros frutales. Puede señalarse como conclusión, que en general y por el momento, el kiwi en Chile se encuentra libre de plagas prima- rias que requieran de tratamien- tos permanentes y frecuentes. Las plagas encontradas son lo- cales con excepción del Burrito de la Vid y todas son inespecífi- cas. También, es probable que con el tiempo algunas de ellas alcancen importancia económi- ca. ENFERMEDADES DEL KIWI El historial de esta especie en Chile es aún bastante breve y hasta el momento no han apare- cido problemas fitosanitarios con carácter de epidémicos que limiten o dificulten su cultivo. Algunas enfermedades tales como podredumbre de las raíces (Phytophthora spp) y podre- d u mbre gris (Botrytis cinerea), nódulo en las raíces (Meloidogy· ne) y agallas de la corona (Agro· becterium tumefaciens), han si- do diagnosticadas en algunas plantaciones, pero su incidencia es aún baja y con escasa impor- tancia económica. Los problemas observados en Chile y algunas enfermedades presentes en otros países que, eventualmente, pudieran tener importancia en kiwi en nuestro país son las siguientes: a) Podredumbre de las raíces: La podredumbre de las raíces, MALLA SOMBREADORA Y CORTAVIENTO 50, 65 Y 80°/o ARIENBERG CIA. COMERCIAL DE SACOS S.A. EXPOSICION 202-SANTIAGO-CHILE- TELEFONO 98031 - TELEX 340799 MARI EN CK. 21 22 causada por especies del géne- ro Phytophthora, se ha observa- do tanto en viveros como en plantaciones comerciales de ki- wi, ubicadas en suelos con tex- turas arcillosas y/o en suelos ex- cesivamente húmedos. Las es- pecies de Phytophthora se con- sideran como habitantes del suelo las cuales predominan en suelos mal drenados con niveles freáticos altos o en zonas muy lluviosas. Su incidencia tam- bién puede aumentar si se man- tienen riegos muy frecuentes y que conduzcan a una sobre satu- ración hídrica permanente del suelo. La podredumbre de raíces se visualiza como una marchitez generalizada de la planta que puede evolucionar a una necro- sis total en muy breve plazo. Al examinar las raíces y cuello de las plantas enfermas fácilmente se detectará la presencia de abundantes raíces y raicillas necrosadas y de tejidos cancro- sos a nivel del cuello. La penetración del hongo causal ocurre a través de las raíces o en la zona del cuello de las plantas. El control de esta enfermedad se debería abordar de la siguien- te manera: 1. Preventivamente: Evitando realizar las planta- ciones en suelos con problemas de drenaje, sobre saturados o en suelos intensamente cultivados con especies muy susceptibles. El sumergimiento de las raíces en una suspensión de Ri- domil o Aliette podría prevenir de una eventual infección duran- te las labores del transplante. 2. Curativamente: Si existieran focos de podre- dumbre de las raíces se sugiere el uso de Ridomil o Aliette apli- cados en forma localizada al suelo. Tres aplicaciones, otoño, invierno y primavera serían aconsejables en las dosis suge- ridas por los fabricantes. b) Podredumbre gris: La podredumbre gris, causada por Botrytis cinerea, es esen- cial mente un problema de post- cosecha que afecta los frutos durahte el almacenamiento. Sin embargo, se asume que en gran medida la infección primaria ocurriría durante la floración o durante la cosechamisma en el huerto. Botrytis cinerea coloniza los restos florales desde donde se puede infectar los frutos in- mediatamente después de la cuajadura. La podredumbre gris se favorece con climas húme- dos y templados o fríos. En kiwi, Botrytis cinerea no constituye hasta el momento un problema grave. En todo caso el mayor daño sería esperable du- rante post-cosecha, en particu- lar si se desea efectuar un alma- cenamiento prolongado de la fruta, por la tanto es fundamen- tal: evitar machucones, pe- queños golpes (por ejemplo gol- pe contra los anillos) durante la cosecha y selección de la fruta; eliminar frutos dañados y con podredumbres incipientes y conservar en frío a 0-1° C . Bajo estas condiciones la tasa de cre- cimiento de Botrytis cinerea es mínima. ALIETTE.R ~HÓNE·PDULENC m Fungicida sistémico curativo, ascendente y descendente para control de PHYTOPHTHORA. • Penetra rápidamente en los tejidos. • Estimula y desarrolla los mecanismos naturales de defensa de las plantas. • Tiene larga persistencia de acción. Hoechst 13 c) Nódulo de las raíces: El nemátodo de los nudos que corresponde a especies del gé- nero Meloidogyne (p. ej. M. hapla) es el causante de numero- sos nódulos en las raíces que pueden adquirir el tamaño de pe- queñas agallas, visibles a ojo desnudo. En Chile se ha diag- nosticado la presencia de Me- loidogynes spp. en diferentes plantaciones. Preventivamente podría ser aconsejable el uso de algún nematicida aplicado al ho- yo de plantación o por surgi- miento a las raíces. d) A gal las de corona: Las agallas de corona son pro- ducidas por Agrobacterium tu- mefaciens, las cuales se han ob- servado esporádicamente en ki- wi en Chile. La presencia de agallas puede causar una reduc- ción de crecimiento y vigor de las plantas, en particular si es- tos se localizan alrededor del cuello. El control de las agallas se de- ben enfocar preventivamente, evitando los daños en las raíces y cuello, eliminando las plantas afectadas durante la plantación y tratando las raíces y cuello de la planta con productos especí- ficos. Otros agentes fitopatógenos, indicados en la literatura, en ki- wi, pero con una secundaria im- portancia económica son: Ar- millaria mellea, Botryosphaeria dothidea, Glomerella sp, Pho- mopsis sp, Sclerotinia sclero- tiorum, Alternaria alternata, Pho- ma sp y Pseudomonas viridifla- va. PROBLEMAS PATOLOGICOS DE POST-COSECHA Existen varias enfermedades, todas causadas por hongos descritos en otros países como problemas relativamente poco importantes en post-cosecha. Sin embargo, la importancia económica de estas enfermeda- des podría aumentar al almace- nar kiwi en ambientes húmedos o por períodos relativamente lar- gos (varios meses). Entre los hongos filopatógenos como causantes primarios de podre- dumbres están: Botrytis cinerea Phoma Glomerella cingulata (Colle- totrichum) Diaporte actinidae (Phomopsis sp.) Botryophaeria dothidea (Do- thiorella sp.) Secundariamente se han descrito entre otras las siguien- tes especies: Cladosporium her- barum, Penicillium sp. y Alterna- ria alternata. De acuerdo con información californiana (Plant Disease 67: 382-383) solamente B. cinerea y Penicillium sp. son capaces de podrir la fruta almacenada a ba- jas temperaturas (5ºC). Botrytis cinerea coloniza y fructifica rápi- damente en los restos florales por lo cual parece esencial un adecuado cepillado de la fruta, para eliminar los sépalos y res- tos florales en general. Los problemas de post- cosecha pueden tener un mayor impacto económico si se desea almacenar kiwi por largo tiempo. El kiwi conserva su firmeza y cualidades por 4 meses o más si se almacena a 2-3ºC y con un 85- 90% de humedad relativa. Bajo estas condiciones se detiene el desarrollo de la podredumbre, pero no se inactivan los agentes causales, por ejemplo Botrytis cinerea. Por lo tanto durante la comercialización a temperatura ambiente se pueden reactivar y podrir muy rápidamente la fruta. MANEJO DE POST-COSECHA El correcto manejo de la tem- peratura, es esencial para opti- mizar la vida de post-cosecha del kiwi. Esto significa un enfriamiento rápido dentro de las primeras horas después de la cosecha, almacenamiento a OºC, evitar el alza de temperatu- ra durante el manejo posterior, y efectuar el transporte lo más cercano posible a OºC. Debido a la extrema sensibilidad del kiwi el ablandamiento de la pulpa, aún en la presencia de niveles muy bajos de etileno, se debe extremar el cuidado durante to- do el manejo de post-cosecha del kiwi de evitar la generación y exposición al etileno. Cuando se desea almacenamiento prolon- gado, la única forma efectiva de evitar el ablandamiento excesi- vo de la pulpa es controlando la atmósfera. Al transportar kiwi blando, se debe tener especial cuidado de inmovilizar la fruta dentro del envase para reducir daños durante el transporte. Enfriamiento El enfriado rápido es funda-. mental para minimizar el ablan- damiento; demoras en el enfriado de sólo pocas horas, pueden provocar el inicio del ablandamiento de la pulpa, el que continuará durante el poste- rior almacenamiento. El grado de ablandamiento de la pulpa dependerá, en parte, de la madu- rez y, especialmente de la expo- sición al etileno durante el pe- ríodo. La fruta con un estado avanzado de madurez es más vulnerable a los retrasos en puesta en frío, y posteriormente, se ablandará más y más rápida- mente que fruta de menor madu- rez. El fruto de kiwi puede perder agua rápidamente después de la cosecha. La marchitez se hace evidente con un 3 a 4% de pérdi- da de agua. Al igual que con to- da fruta fresca, el grado de deshidratación se relaciona di- rectamente con el déficit de pre- sión del vapor de agua que exis- ta entre la fruta y su medio am- biente. La temperatura y hume- dad relativa son los dos factores que controlan este déficit de presión del vapor. En condi- ciones de altas temperaturas y baja humedad relativa, comunes durante la cosecha, la pérdida de agua puede ser de 25 a 50 ve- ces más que OºC y 95% de hu- medad relativa, condiciones re- comendadas para el almacena- miento de kiwi. Por lo tanto, una hora en el terreno, después de la cosecha, puede resultar en la misma pérdida de agua que du- rante 1 o 2 días de almacenaje. Esta es otra razón importante para el enfriamiento rápido del kiwi. El enfriado por aire forzado es un método muy conveniente pa- ra el enfriado rápido del kiwi. Consiste en la creación de una leve diferencia de presión sobre los costados opuestos de los bins o pallets de fruta, de modo que aire frío fluya a través de los orificios de ventilación laterales 23 de los envases, y enfríe rápida- mente la fruta. El contacto direc- to entre el aire frío y la fruta re- sulta en la eliminación rápida del calor. Para que este sistema sea eficiente, se necesita alre- dedor de un 5% de ventilación lateral. También se puede utili- zar otro sistema, modificación del anterior, llamado "enfriado por aire forzado de serpentín" para enfriar frutas en pallets que tienen alrededor de un 5% de ventilación en el fondo. Condiciones de almacenamiento El kiwi se debe almacenar a una temperatura lo más cercana posible a fos OºC y con una hu- medad relativa de 95%. Se debe utilizar un flujo de aire suficien- te para mantener la temperatura uniforme, a través de la masa del producto (normalmente alrede- dor de 15 a 20 metros por minuto es adecuado). La atmósfera se debe mantener libre de etileno (siempre menos de 20 ppb). Es- tas condiciones son esenciales para minimizar el ablandamiento de la pulpa y para que la fruta no se deshidrate. El uso de atmósfera controla- da (2% 02 y 5% C02) para alma- cenar kiwi por largos períodos, ha resultado efectivo. Sin em- bargo, este sistema actualmen- te no se utiliza en California y tiene un uso bastante reducido en Nueva Zelandia, debido al problema que significa eliminar eletileno. Humedad relativa Debido a que el kiwi se deshidrata con facilidad, es esencial una humedad relativa alta en la cámara de almacena- miento. Esto se logra con más facilidad utilizando una superfi- cie gran<;le de serpentines de refri- geración y minimizando la dife- rencia de temperatura entre los serpentines y el aire de la cáma- ra. Se puede además utilizar hu- midificación complementaria, lo cual requiere descongelamiento más frecuente de los serpenti- nes de refrigeración. Para evitar pérdidas de agua excesivas en el almacenamiento por largos períodos, se puede envasar la fruta con cubiertas de plástico. No obstante lo ante- rior, es indispensable que exista una alta humedad relativa en el almacenamiento ya que siempre existe un gradiante entre la fru- ta, el envase y el medio ambien- te que influirá sobre el grado de pérdida de agua de la fruta mis- ma. En almacenamiento por cor- tos períodos, puede ser efectivo el uso de envases acondiciona- dos para evitar la deshidrata- ción. Un adecuado flujo de aire en la cámara de almacenamiento es importante para asegurar la eliminación de calor provenien- tes de todas las fuentes (respira- ción de la fruta, equipos, luces, escapes en las murallas y puer- tas, etc.). Un flujo de aire dema- siado bajo o irregular puede dar como resultado la formación de sectores calientes. Sin embar- go, el flujo de aire tampoco debe ser excesivo, ya que acelera la pérdida de agua de la fruta. Kiwi Sobre patrones Bruno. Feijoa Cítricos Sobre patrones Macrophy- lla y Troyer Transporte En el transporte de la fruta es de fundamental importancia mantener la cadena de frío y controlar el nivel de etileno en el medio. El efecto de interrup- ciones breves en la cadena de frío es más importante en fruta que se ha ablandado que en fru- ta firme, ya que al calentarse la fruta blanda inicia una rápida producción de etileno. Esta pro- ducción acelerada de etileno no puede ser revertida al devolver la fruta a bajas temperaturas, y por lo tanto se seguirá ablandando. Cuando se realiza premadura- ción antes de períodos largos de transporte, la fruta no deberá ablandarse más allá de las 7 a 9 libras (3 a 4 kgf), utilizando un presionómetro con una punta de 8 mm. Cuando se practica pre- maduración, es aún más impor- tante realizar el enfriado rápido y evitar el recalentamiento. Ade- más, para evitar el ablandamien- to excesivo, se debe aislar esta fruta de cualquier otra que pro- duzca etileno o de otras fuentes productoras de etileno durante su transporte. Se debe hacer no- tar que se necesita más investi- gación para conocer mejor los lí- mites y posibilidades de la pre- maduración del kiwi a inicios de temporada. La inmovilización de la fruta dentro de su envase ayuda a re- ducir los daños de los frutos más blandos durante el trans- porte. Para elJo se requiere de al- mohadillas bastante gruesas y frutas de tamaño uniforme. La tapa debe ejercer presión sobre la almohadilla superior. VIVERO LAS HUALTATAS Reservas: Teléfonos: 510128 San Felipe 98526 Santiago
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