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EL CULTIVO 
DEL KIWI 
EDITADO POR 
TOMAS COOPER C. 
Compilado del Curso: 
"PRODUCCION, MANEJO E INDUSTRIALIZACION DE KIWI" 
Realizado por la FUNDACION CHILE los días 5, 6 y 7 de Junio de 1985 
Dictado con la participación de los siguientes profesionales: 
James A. Beutel 
Luciano Campos S. 
Ricardo Fernández P. 
Francisco Gardiazábal l. 
Ricardo Gatti S. 
Matías Kulczewski B. 
Aspectos fisiológicos 
Propagación 
Diseño de huertos y estructuras 
Nutrición 
Formación y poda 
INDICE 
Sinopsis entomológica del kiwi en Chile 
Enfermedades del kiwi 
Manejo de postcosecha 
Bernardo Latorre G. 
Mauricio Meyer de G. 
F. Gordon Mitchell 
Patricio Ramírez B. 
Gordon L. Robertson 
Gregario Rosenberg M. 
Ricardo Vidal A. 
Pág. 
3 
4 
9 
16 
16 
17 
21 
23 
EL CULTIVO DEL KIWI 
ASPECTOS FISIOLOGICOS 
El kiwi (Actinidia chinensis 
Planch) es una especie nativa 
del sureste de Asia, la cual ha 
sido introducida en Europa, Es-
tados Unidos, Nueva Zelandia y 
otros lugares con el propósito 
de cultivarla comercialmente. 
Recientemente se ha iniciado en 
Chile el cultivo y la exportación 
de su fruta, y existe un gran inte-
rés por incrementar la superficie 
plantada en los próximos años. 
El kiwi es una planta trepadora, 
que en su estado natural crece a 
la semisombra de árboles y ar-
bustos. Se caracteriza por ser de 
hoja caduca y dioica (con flores 
masculinas y femeninas fun-
cionales en plantas separadas). 
Su crecimiento es vigoroso, espe-
cialmente a comienzos de tempo-
rada, y llega a desarrollar brotes 
de 4 a 5 metros de longitud, bajo 
buenas condiciones de de-
sarrollo. Los tallos en crecimiento 
tienen la capacidad de enroscar-
se en torno a cualquier objeto que 
toquen (tigmotropismo) y en tor-
no a sí mismo (nutación). 
La raíz del kiwi es carnosa, frá-
gi I y ramificada, de color claro 
cuando joven, cambia a rosado y 
pardo-cobrizo cuando adulta. 
Profundiza poco, especialmente 
en suelos pesados, pudiendo 
incluso aparecer en la superfi-
cie, mientras que en suelos are-
nosos y bien aireados llega has-
ta 60 y 80 cm, aproximadamen-
te. Su sistema radicular tiene 
buena capacidad de almacena-
miento de nutrimentos, aspecto 
importante en los trasplantes a 
raíz desnuda. 
En estado natural la planta de 
kiwi produce varios brotes desde 
el cuello de la planta. Bajo culti-
vo, se debe desarrollar un sólo 
brote para conformar un tronco, 
y eliminar los demás que tien-
den a salir paralelos a éste. Su 
madera es blanda con una gran 
médula que posteriormente se 
lignifica y endurece. 
Sus brotes son herbáceos en un 
principio, blandos y se desgajan 
fácilmente. Están cubiertos de 
vellos rojizos, especialmente 
cuando nuevos y nacen de yemas 
ubicadas en madera del año an-
terior o del mismo año. En plan-
tas de mayor edad también 
pueden nacer de yemas adventi-
cias. 
Las hojas del kiwi son simples, 
de forma acorazonada, grandes, 
alcanzando hasta 15 ó 20 cm de 
diámetro cuando adultas. Pre-
sentan bordes dentados, pe-
cíolo prominente y están cubier-
tas de vellos rojizos, especial-
mente en el envés. Son de color 
verde más oscuro en la cara su-
perior. En estado adulto, las ho-
jas son coriáceas. 
Las yemas en esta especie son 
de dos tipos: vegetativas y mix-
tas. Las yemas vegetativas dan 
origen a brotes con hojas y na-
cen de madera de cualquiera 
edad. Las yemas mixtas dan ori-
gen a brotes con hojas y flores y 
nacen solamente en madera del 
año anterior. 
Las flores presentan un largo pe-
dúnculo y se ubican en las axi-
las de las hojas entre los nudos 
1º y 8º del brote en crecimiento, 
aunque es más frecuente en-
contrarlas entre el 2º y 7º-. Se en-
cuentran en número de 1 a 5 por 
nudo o axila, siendo normal de 1 
a 3 en la variedad Hayward y 3 a 
5 en las variedades macho. Las 
flores son de apariencia her-
mafrodita, pero funcionalmente 
son femeninas o masculinas; las 
primeras tienen los estambres 
atrofiados o producen polen no 
viable y poseen un ovario de-
sarrollado, súpero con numero-
sos estilos y estigmas al centro. 
Estas flores producirán frutos. 
Las flores masculinas en plan-
tas macho presentan el ovario 
atrofiado, y numerosos es-
tambres que producen abundan-
te polen. Normalmente son de 
menor tamaño que las flores fe-
meninas. Las flores son atracti-
vas, normalmente de 6 pétalos, 
de color blanco-crema a amarillo 
en las plantas macho. 
La formación de tejidos florales 
tiene comienzo en la misma 
temporada de la floración. Sólo 
uno o dos días antes de que abra 
el botón floral, las distintas par-
tes de la flor están totalmente 
formadas. En Chile la brotación 
se inicia la primera semana de 
septiembre con las variedades 
Hayward y Matua, siguiendo To-
muri 3 a 6 días más tarde. Estas 
observaciones corresponden a 
las zonas de Buin y Curicó, pu-
diendo existir pequeñas va-
riaciones en otras localidades 
debido a razones climáticas. 
Aproximadamente 8 semanas 
más tarde se inicia la floración, 
la que se extiende entre la se-
gunda y cuarta semanas de no-
viembre, siendo Tomuri la va-
riedad que florece más tarde. 
El fruto del kiwi es una baya de 
forma elipsoidal, aunque se 
aprecian diferencias de una va-
riedad a otra. La piel es de color 
pardo, cubierta de vellosidades 
que la hacen poco atractiva. La 
pulpa es de color verde esmeral-
da y presenta al centro, en el eje 
longitudinal, un tejido blanco, 
de tipo placentario, donde na-
cen los numerosos lóculos del 
ovario que contienen las pe-
queñas semillas oscuras en su 
3 
4 
interior. El tamaño y peso son di-
ferentes para las distintas va-
riedades, pero los frutos de ma-
yor tamaño en la variedad Hay-
ward alcanzan 120 a 130 gramos 
de peso como máximo y 7,5 cm 
de largo y 5 cm de diámetro. 
El número de semillas por fruto 
está directamente relacionado 
con el tamaño de éste. Para 
lograr frutos de buen tamaño se 
requiere un gran número de se-
millas en su interior. De aquí la 
importancia de una buena polini-
zación. 
La curva de crecimiento del fru-
to es del tipo sigmoide triple, 
donde se destacan 5 etapas (Fi-
gura 1). 
Etapa 1: Rápido crecimiento 
inicial, las semillas al-
canzan tamaño com-
pleto (O a 9 semanas). 
Etapa 11: Crecimiento lento, las 
semillas empiezan a 
oscurecerse (9 a 12 se-
manas). 
Etapa 111: Rápido crecimiento, 
las semillas se tornan 
de color oscuro (12 a 
17 semanas). 
Etapa IV: Poco crecimiento; em-
piezan a aumentar los 
azúcares (17 a 21 se-
manas). 
Etapa V: Pequeño crecimiento, 
pero significativo; se 
alcanza el tamaño fi-
nal, las semillas com-
pletamente oscuras 
se separan del tejido. 
La planta de kiwi no presenta 
caídas naturales de frutos. Casi 
todos los frutos que cuajan lle-
gan a madurar al término de la 
COLOR DE LA SEMILLA 
temporada. En la práctica se pro-
duce cierta pérdida de frutos ya 
formados por quiebre de brotes 
y porª' ción del viento. 
En Chile los frutos alcanzan 
su madurez de consumo a fines 
de marzo y durante abril. 
REQUERIMIENTOS DE CLIMA, 
AGUA Y SUELO 
Clima 
Entre las condiciones climáti-
cas que permiten el cultivo del 
kiwi se incluyen: una larga tem-
porada de crecimiento, suficien-
te frío invernal, 1.500 mm o más 
de agua y ausencia de vientos 
fuertes o temperaturas infe-
riores a-15ºC. 
El kiwi necesita una tempora-
da de crecimiento de 240 a 260 
Blanco Pardo Claro Pardo Obs. Pardo Muy Obs. 
100~--------------~---------~ 
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VOLUMEN CALCULADO 
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1 
10 
..... 
LARGO 
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..... ..... 
1 
15 
DIAMETRO .......... .......................... 
1 
20 25 
Semanas después de plena flor 
1 
30 35 
Figura 1 Crecimiento de frutos de kiwi, medido semanalmente. 
9 
8 
7 E 
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o 
40 
días los cuales, en lo posible, 
deben estar libres de heladas. 
Las temperaturas interioresa 
-1 ºC, durante 30 minutos dañan 
los brotes nuevos en la primave-
ra, y pueden causar daño por 
congelamiento en la fruta, en el 
otoño. Temperaturas bajo -3°C 
en el otoño, dañan los troncos 
de las plantas jóvenes. 
Las plantas maduras toleran 
algo más de trío. Sin embargo, la 
protección contra heladas es ca-
si siempre indispensable. Parti-
cularmente se requiere proteger 
contra la primera helada de-1,5 a 
-2,0ºC, debido a que las tempe-
raturas críticas descenderán 
con cada helada subsiguiente 
en al rededor de 1° C. Después 
de cuatro heladas, las plantas 
podrán tolerar aproximadamen-
te -6ºC. En pleno invierno, des-
pués de varias heladas, las plan-
DEL VIENTO 
DIRECCION 
DEL VIENTO 
tas tolerarán -12ºC. Temperatu-
ras interiores a ésta provocan la 
muerte de la planta. 
La protección contra las hela-
das, con agua o calor, permitirá 
el crecimiento del kiwi en secto-
res donde las temporadas sean 
más cortas y las temperaturas 
más bajas que aquéllas aquí se-
ñaladas. 
Las plantas de kiwi requieren 
de una cantidad de horas de frío 
similar a la de durazneros. La va-
riedad Hayward es la de mayor re-
querimiento de frío entre las va-
riedades conocidas, ya sean 
masculinas o femeninas. Esta 
variedad fructifica con 400 a 600 
horas de trío (menor a 7°C) pero 
florece y fructifica más cuando 
recibe sobre 700 horas de trío. 
En los lugares donde se dispo-
ne de riego suficiente, las plantas 
de kiwi prosperan aun cuando 
(_) 
las temperaturas max1mas de 
verano sean de 30ºC ó 45°C. Sin 
embargo, temperaturas máxi-
mas continuas de 40°C a 45ºC 
pueden detener el crecimiento 
durante el verano, y causar oscu-
recimiento de la epidermis de la 
fruta expuesta. En sectores con 
climas estivales calurosos, se 
produce un porcentaje más alto 
de azúcar en la fruta y una madu-
rez más temprana. Las condi-
ciones de climas costeros fres-
cos, con nubosidad, neblinas 
matinales y temperaturas que 
pocas veces superan los 28ºC, 
son ideales para el crecimiento 
del kiwi, aunque la madurez tar-
da un mesó 45 días, en compa-
ración con las áreas de valles ca-
lurosos. 
Vientos 
Se debe evitar plantar kiwi en 
FLUJO DEL VIENTO SOBRE UNA 
BARRERA DENSA 
Pasada del viento por una abertura 
en la parte baja de la cortina 
--------
.... 
AREA DE BUENA PROTECCION ALGUNA PROTECCION DE LA CORTINA 
10 VECES LA AL TURA DE LA CORTINA 10 A 20 VECES LA AL TURA DE LA CORTINA 
DISTANCIA HASTA DONDE LLEGA EL EFECTO 
DE UNA CORTINA CON 50% DE PERMEABILIDAD 
Figura 2 EN TERRENO PLANO 
7 
zonas ventosas. El viento es su-
mamente perjudicial para las 
plantas de kiwi, ya que causa 
roturas de troncos, de follaje, ci-
catrices en la fruta y una reduc-
ción en el crecimiento. Los cor-
tavientos o cortinas de árboles 
sólo protegerán las plantas ubi-
cadas a unos 70 a 75 metros y 
las rafees competirán con las 
plantas por lo menos a 10 
metros por lado de la hilera de 
árboles protectores (Figura 2). 
Precipitaciones 
Las lluvias de verano e invier-
no son beneficiosas para ,las 
plantas de kiwi y no parecen 
causar problemas graves de en-
fermedades. La humedad relati-
va alta (50º!.'.~ a 70%) favorece el 
crecimiento de la vegetación, 
pero la fruta de mejores caracte-
rísticas se obtiene en sectores 
con humedad ambiental diaria 
del nivel de un 20%. 
Agua 
Las plantas de kiwi requieren 
riego más frecuente que otras 
especies frutales o vides. Por 
esta razón generalmente es ne-
cesario instalar un sistema de 
riego por aspersión o por goteo 
en cada huerto. 
La cantidad precisa de agua 
varía según el clima. En Nueva 
Zelandia se recomiendan 3 litros 
diarios por m2 de canopia o 
50.000 litros diarios por hectá-
rea, para su condición de clima 
templado, con un promedio 
diario de temperatura de 18 a 
20ºC. En California, las plantas 
maduras de kiwi, en pérgola, re-
quieren de 160 a 200 litros 
diarios por planta (21 a 25 m2 por 
planta), u 8 litros diarios por m2 
de copa, lo que equivale de 60.000 
a 77.000 litros diarios de agua 
por hectárea. Esta evaluación 
fue realizada en Gridley, que 
tiene una temperatura estival 
promedio de 27 a 29ºC. Respec-
to a frecuencia de riego los pri-
meros 3 años, es necesario re-
gar los suelos francos cada 2 ó 3 
días. En plantas adultas cada 4 a 
7 días según la temperatura, ca-
racterísticas del suelo y tamaño 
de la planta. En todo caso nunca 
se debe dejar que las plantas se 
marchiten o que las hojas ad-
quieran el aspecto mustio indi-
cador de falta de agua. Las nece-
sidades reales de agua para un 
año son de aproximadamente 
1.500 a 2.000 mm por riego o llu-
via. 
La calidad del agua debe ser tan 
buena como aquélla usada para 
frutales de carozo o pomáceas. 
La conductividad eléctrica del 
agua debe ser de 0,75 mmhos/ 
cm o menor, y de un contenido 
inferior a 2 miliequivalentes por 
litro de bicarbonatos, sodio o 
cloruros. 
Suelo 
Las plantas de kiwi, al igual que 
todas las otras plantas frutales, 
crecen mejor en suelos profun-
dos y bien drenados. El kiwi pre-
fiere suelos francos, y su desa-
rrollo es mejor en suelos franco-
arcillosos que en suelos franco-
arenosos. La necesidad de dis-
poner de humedad fácilmente 
aprovechable y los problemas de 
nemátodos son la causa por las 
cuales las plantas de kiwi no se 
dan bien en suelos arenosos. 
Los suelos con pendientes de 1 
a 5% son aceptables, aun cuan-
do es preferible, y más fácil, cul-
tivar el suelo plano. 
Las plantas son susceptibles a 
la pudrición de la corona y la raíz 
(Phytophthora sp.), por lo tanto 
necesitan buen drenaje. Niveles 
freáticos altos y suelos satura-
dos después de iniciada la pri-
mavera. han provocado la muer-
te de muchas plantas, luego de 
periodos lluviosos. El exceso de 
agua no es tan dañino durante el 
periodo de receso. 
Para una buena nutrición y pre-
venir deficiencias, el pH del sue-
lo debe variar entre 5,5 y 7,3. Un 
pH más alto. generalmente re-
sulta en clorosis férrica, defi-
ciencia de i)nc u otros proble-
mas de nuHimentos. El kiwi es 
más sensible al exceso de calcio 
y carbonatos en el suelo que 
otras plantas. Es necesaria una 
conductividad eléctrica en el 
suelo no superior a 1.0 mmhos/ 
cm. 
PROPAGACION 
Para la propagación de esta 
especie, se puede recurrir a la 
injertación de plantas prove-
nientes de semilla, o a la mul-
tiplicación de estacas en forma 
vegetativa. 
Propagación por semillas 
La reproducción por semilla,se 
utiliza fundamentalmente para 
producir portainjertos y sirve 
además para la obtención de 
nuevas variedades. Sin embargo, 
la producción de frutos a partir 
de plantas de semillas sin injer-
tar no es conveniente, debido a 
su largo período juvenil y ade-
más porque no es posible cono-
cer el sexo de las plantas antes 
de que florezcan. Se sabe que la 
proporción de machos a obtener 
es, a menudo, muy superior a la 
de hembras, pudiendo alcanzar 
hasta un 80% del total de la po-
blación. Además las plantas 
(hembras y machos) así obteni-
das, tienen características gené-
ticas distintas a las de su proge-
nitor. 
En este método, las semillas, 
una vez extraídas de los frutos 
(por maceración y posterior flo-
tación), pueden ser sembradas 
inmediatamente o dejarse secar 
al aire y a la sombra, por algunos 
días. Una vez secas, se tratan 
con un fungicida y pueden ser 
guardadas en bolsas de polieti-
leno selladas o en frascos cerra-
dos. Las semillas pueden per-
manecer viables por un largo pe-
ríodo. 
El secado para el almacena-
miento provoca la entrada en 
dormancia de las semillas, la 
que puede ser superada median-
te varios métodos: 
-Estratificación húmeda a 4 -
7ºC por cuatro semanas. 
-Estratificación con alternan-
cia de temperaturas (20ºC por 
16 hrs. y 20ºC por 8 hrs.) du-
rante varias semanas. 
-Estratificación por dos sema-
nas y luego alternancia por un 
período variable de 2 a 12 se-
manas. 
La siembra puede realizarse en 
canchas o en bolsas, con adi-
ción de temperatura o sin ella, 
dependiendo de_ la época en que 
se realice. Los mejores resulta-
dos se obtienen cuandola tempe-
ratura del sostrato tiene 18 y 
24°C. 
Las semillas sembradas en 
buenas condiciones de tempera-
tura y humedad germinarán a par-
tir de la cuarta a quinta semana, 
dependiendo de los sustratos usa-
dos, del vigor de la semilla, de la 
profundidad de siembra y del 
manejo a que sean sometidas. 
Cuando las plántulas tienen, a 
lo menos 3 a 4 hojas verdaderas y 
hasta 7 cm de altura, deben ser 
trasplantadas de las canchas a 
bolsas de 7 a 10 lt de capacidad, 
o llevadas directamente al terre-
no. Si la siembra se ha realizado 
en bolsas de 2 lt, existe la posibi-
lidad de mantenerlas allí un año, 
hasta obtener diámetro de injer-
tación, y luego de haber realiza-
do el injerto, se llevan a terreno o 
a bolsas de 1 O lt. En ambos ca-
sos el suelo debe ser previamen-
te fumigado con vapor de agua, 
bromuro de metilo o formaldehí-
do. 
La injertación de las plantas es 
posible cuando han obtenido un 
diámetro de 6 mm. Esto se hace 
a una altura de 10 a 25 cm sobre 
el nivel del suelo. Se estima que 
la injertación a mayor altura, es 
decir, cercana a los 25 cm., facili-
tará el manejo de las plantas y 
disminuirá el riesgo de daño al 
injerto. 
En condiciones adecuadas de 
manejo se obtiene diámetro de 
injertación a fines de la primera 
temporada de crecimiento y se 
prefiere injertar cuando la plan-
ta, una vez cumplido su receso 
invernal, comienza a mostrar ac-
tividad. 
Propagación por estacas 
Tradicionalmente en Nueva Ze-
landia, país en el que se inició el 
cultivo comercial del kiwi, esta 
especie se ha propagado injer-
tando plántulas de semilla con 
los cultivares hembra y macho 
seleccionados. Sin embargo, se 
ha determinado que no habría di-
ferencias funcionales entre los 
sistemas radiculares de plantas 
injertadas con las provenientes 
de estacas, como tampoco ha-
bría diferencias en los rendi-
mientos y calidad de la fruta co-
sechada. Es por esto que la pro-
pagación por estacas tendría co-
mo principal ventaja la obten-
ción de plantas homogéneas, 
por ser una propagación clonal. 
Para la propagación por esta-
cas, se requiere de una cierta in-
versión inicial, ya que se debe dis-
poner de algunos elementos y 
estructuras específicas para su 
realización, tales como: una 
construcción protegida que per-
mita regular las condiciones am-
bientales, un sistema de neblina 
artificial para evitar la deshidra-
tación de las estacas con hojas, 
y mesones de propagación con 
temperatura en el sustrato o sue-
lo de enraizamiento. 
Hay una serie de factores que 
afectan el enraizamiento, entre 
éstos están: el tipo de sustrato, 
el uso de reguladores de creci-
miento de efecto auxínico (IBA, 
ácido indolbutírico), la tempera-
tura basal, el denominado "efec-
to de lesión" de la estaca y la 
época en que se realice el enrai-
OFRECE PRESTIGIOSO VIVERO DE LA REGION DEL MAULE 
zamiento. Se puede alcanzar un 
buen éxito de enraizamiento, 
mayor de 90%, si se observan 
cuidadosamente estos factores. 
Sin embargo, las estacas obteni-
das no pueden ser llevadas di-
rectamente al terreno, sino que 
deben crecer por una temporada 
más en el vivero, a fin de obtener 
una planta de buen vigor y con 
un sistema radicular bien desa-
rrollado. Es aquí donde se pre-
senta la mayor dificultad, pues 
en el trasplante de las estacas 
desde el mesón de propagac1on 
a los contenedores (bolsas), o al 
suelo del vivero, s·e produce una 
gran mortalidad, que muchas 
veces supera el 50%, debido po-
siblemente a una violenta deshi-
dratación en el traslado, como 
también a una asfixia radicular 
después del traspÍante. Esto 
trae como consecuencia, que 
los costos se eleven fuertemen-
te en este método de propaga-
ción. 
DISEÑO DEL HUERTO 
Y ESTRUCTURAS 
En el diseño del huerto debe-
rán ser considerados los si-
guientes factores: 
a) Vientos y uso de cortavientos 
o refugios artificiales. 
b) Espaciamiento y orientación 
de las hileras. 
c) Localización de las plantas 
mascultnas para la poliniza-
ción. 
d) Selección de estructuras y 
construcción, y 
e) Sistema de riego. 
•PROPAGADAS POR SEMILLA. 
•MODERNA TECNOLOGIA. 
• APOYO TECNICO EN PLANTACIO· 
NES. 
•CERTIFICADO SAG. 
Decida bien: Adquiera plantas aclimata-
das y conocidas en Chile e invierta en el pro-
ducto agrícola más rentable del país. 
SOC. AGRICOLA VIVE· 
ROS SAN CAYETANO 
LTDA. 
Km. 6 Camino San Javier 
Villa Alegre: Casilla 58 
Teléfono: 302, San Javier 
Santiago: Agustinas 972, 
Of.445 
Teléfonos: 710499n14480 9 
10 
Vientos y necesidad de 
cortavientos 
En sectores bajo condiciones 
de vientos frecuentes e inten-
sos, el kiwi no debe plantarse 
sin disponer de una protección 
contra el viento cada 75-90 m de-
bido a los graves daños que este 
agente ocasiona. 
Las cortinas cortavientos de-
ben ser establecidas idealmente 
el año anterior a la plantación. 
En Chile se han usado varias es-
pecies de árboles para tal efecto 
y hay respuestas diversas, se-
gún la zona. Las cortinas pueden 
ser simples, dobles y mixtas. 
Lo que se usa más comun-
mente es sauce álamo, en hilera 
simple o doble; álamo común, 
en una hilera combinado con 
otra de menor desarrollo como 
macrocarpa, o una doble o 
simple hilera de casuarina. 
En nuestro país, es posible 
encontrar especies de rápido 
crecimiento y buena ramifica-
ción lateral que permiten formar 
realmente una barrera cortavien-
tos. 
La intensidad del viento varía 
por zona, pero el daño que pro-
voca es de gran consideración, 
por lo que se recomienda tomar 
todas las medidas necesarias 
para proteger la plantación. 
Actualmente se está de-
sarrollando el uso de cortinas 
artificiales. Estas, sin duda cum-
plen perfectamente su propósi-
to, sin embargo, se debe consi-
derar su alto costo, sobre todo 
usadas como reemplazo de cor-
tinas naturales. 
Una alternativa recomendable 
es emplear una combinación de 
estas posibilidades, que signifi-
ca rodear los bloques de 2-4 ha 
con cortinas naturales y con 1-3 
años de anticipación, de manera 
que protejan la plantación cuan-
do más lo necesitan, y sobre la 
estructura, instalar cortinas arti-
ficiales, según las condiciones 
específicas de cada huerto. 
En Nueva Zelandia se está 
usando una cubierta artificial de 
polietileno, con 50% de porosi-
dad, colocada verticalmente, 
apoyada en estacas de soporte 
de 12 a 15 metros de altura, cada 
35 metros. Además se está ex-
perimentando con cubiertas ho-
rizontales, sin embargo, los cos-
tos son altos. 
Espaciado de plantas 
y orientación de hileras 
Las plantas de kiwi general-
mente se plantan en hileras dis-
tanciadas a 5 metros; las plantas 
se disponen a unos 5 metros de 
distancia sobre las hileras. Las 
hileras pueden estar orientadas 
de norte a sur para un mejor 
aprovechamiento de luz, pero 
deben estar en ángulos rectos al 
viento para que la construcción 
del cortavientos cumpla su fun-
ción. 
Localización de la planta 
masculina para la polinización 
Para que se produzca la polini-
zación y sea posible la obten-
ción de un buen nivel de produc-
ción cada año, entre un 10 y un 
POSTES 
EXPORTE CALIDAD ... EXPORTE PRESTIGIO 
Licencia Koppers Chile, 
Certificado de calidad, 
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Invernaderos - Cercos 
Postes conductores 
San Fernando:Fono 1206 
Santiago: Fono 2325251 
2512643 
20% de las plantas deben ser 
masculinas. 
El patrón y la densidad de los 
machos es variado en Nueva Ze-
landia, mientras que en Califor-
nia generalmente se dispone 
una proporción de 8 plantas fe-
meninas por cada planta mascu-
lina. 
Cualquiera planta masculina 
en floración poliniza. Sin embar-
go, algunas plantas macho son 
más vigorosas que otras y re-
quieren de una poda más severa. 
Los patrones de disposición 
de plantas polinizantes se ilus-
tran a continuación: 
-Proporción de 1 a 8 en cada 
tercera planta en cada tercera 
hilera: 
XXX XX 
XMXXM 
XX XXX 
xxxxx 
XX XXX 
-Proporción de 1 a 6 en cada 
tercera planta en cada segun-
da hilera: 
XXX XX 
XMXMX 
XX XXX 
XX XXX 
XMXMX 
XX XXX 
-Proporción de 1 a 6 con plan-
tas guiadas de 35 cm a 1 m so-
bre las plantas femeninas pa-
ra interceptar las abejas a me-
dida que pasan por las hileras 
de plantas femeninas. (Las 
plantas masculinas pueden 
estar a menos de 5 m entre 
plantas femeninas): 
xxxxx 
MM 
XX XXX 
MM 
xxxxx 
Selección de estructuras y su 
construcción. 
Los sistemas básicos de 
estructuras son parronal, pérgo-
la y cruceta. Además se está in-
corporando experimentalmente 
una nueva estructura, denomina-
da "tatura" o en "V". 
El parronal. Es el sistema típi-
camente usado en España y Chi-
le para el cultivo de uva de mesa. 
Está construido básicamente por 
estacas, (tutores) y alambres. 
La pérgola, en Nueva Zelan-
dia, lleva soportes de madera a 
través de las hileras y alambre 
por la hilera. En los extremos, se 
instalan dos postes verticales 
con un poste horizontal arriba y 
dos alambres diagonales desde 
MADERA LAMINADA DE 2 x 100 mm x 25 mm 
I• 3.0 m .¡ 
ENSAMBLE DE 
VIENTOS 
FIGURA 4 - SISTEMA DE PERGOLA 
la parte de arriba del poste inte-
rior hacia la parte de abajo del 
poste exterior (Figura 4). 
La cruceta es el sistema de 
estructura más simple y barato 
para el kiwi. Consiste en un pos-
te redondo de 100 mm de diáme-
tro o de una estaca de 50 mm x 
150 mm x 2 de largo. Se amarra a 
un poste de 100 mm enterrado 
en el suelo a un metro de profun-
didad. Tiene la apariencia de una 
T con 3 a 5 alambres colgados 
sobre la T. Los extremos están 
anclados a un cabezal con en-
ganche de ancla o un bloque de 
concreto enterrado. Los ancla-
jes deben estar a una profundi-
dad de 1,2 m., o los cabezales 
deben estar enterrados a 2 m de 
profundidad (Figura 3). 
Los extremos de los postes 
para las crucetas T o pérgolas 
deben ser de un diámetro míni-
mo de 125 a 150 mm y de 3 
metros de largo. Todos los pos-
tes deben estar tratados a pre-
sión contra la pudrición usando 
preservantes como pentacloro-
fenol o cobre. 
Los alambres deben ser de al-
ta tensión con una buena galva-
nización (cubiertos con cinc), pa-
ra que puedan mantenerse ten-
sos sin estirarse. El tamaño mí-
nimo es de 12 a 12.1/2 (alambre 
de 2.5 mm) y el tamaño máximo 
ALAMBRES SUPERIORES 
1·8 m ~HILERAS FEMENINAS 
~ Y MASCULINAS 
ALTERNADAS 
11 
1.5 m 
¡_____---+-+-----· ~ 
ALAMBRES T 
)¡ 
~ MADERA ASERRADA 
) DE 100 x 50 m O MITA-
1.8 m J) ~~D~~ POSTES RE 
1( 
CRUCETA ) 
ESTANDAR ~J 
CRUCETA 
REBAJADA 
0.3 m 
r- r- 1.5 m .:¡ 
-r-""T""~-r---'----="------"'.--':'.:1 A LAM BR ES 45º' r---r----"-
1.8 m 
CRUCETA 
ALADA 
) 
1 
) 
t; 
y 
1 
/ 
ALAS - MADERA 
75 x 25 mm 
FIGURA 3 - OPCIONES DE CRUCETAS 
·~ 
1 
PLANTA "" 
)! 
v 
I,~ POSTES SOBRE 
CABEZALES ...______ 
ENGANCHE TRIPLE CON 
ANCLA AL FINAL 
?'~ 
/ 
FIGURA 3 
LA HILERA 
ESTRUCTURA DE CRUCETA FINAL 
CON 5 ALAMBRES 
REN MADERA DE 75 x 
25 mm. O PARA CRU· 
CETAS DE 75 x 50 mm 
O CUANDO LA UNION 
DE LA CRUCETA NO 
ES SEGURA 
" PLANTA 
es 10 (alambre de 3.5 mm). 
Tanto el parronal español co-
mo la cruceta T dan buenos re-
sultados en el kiwi. El manejo de 
las plantas en ambos sistemas 
presenta ventajas e inconve-
nientes. No existe evidencia, en 
California o Nueva Zelandia, de 
que un sistema sea realmente 
superior. 
El sistema tatura o en V abier-
ta está siendo cada vez más usa-
do, ya que permite una mayor 
abertura de la estructura al sol. 
Está programado para el creci-
miento rápido de la fruta y pro-
ducción temprana. 
La construcción se hace con 
postes de 100 mm de diámetro 
en ambos lados (tatura) o un 
poste central de 100 mm clava-
dos o atornillados al poste 
central. El anclaje final es igual 
al de la cruceta T con un anclaje 
de tornillo o muerto. 
Sistemas de riego 
Los sistemas de riego, de ha-
berlos, pueden ser instalados 
antes o después que se en-
tierren los postes de la estructu-
ra, pero antes que se coloquen 
los alambres. Las líneas de go-
teo o las líneas plásticas para 
miniaspersores pueden ser sos-
tenidas por los postes y alam-
bres. 
ESTABLECIMIENTO 
DEL HUERTO 
Los puntos más relevantes a 
considerar en el establecimien-
to de la plantación de kiwi, par-
tiendo desde el vivero hasta la 
instalación de la planta en su lu-
gar definitivo y sus cuidados in-
mediatos, son las siguientes: 
1. Traslado de plantas del vivero 
al huerto. 
Las plantas pueden venir del 
vivero en los contenedores en que 
han crecido o a raíz desnuda, de-
pendiendo básicamente de la 
época de plantación; en época 
de receso invernal podrá ser a 
raíz desnuda y en primavera-
verano, necesariamente en el 
contenedor. 
13 
14 
Durante el traslado es primor-
dial evitar la deshidratación de 
raíces y el daño de brotes y ho-
jas. Si este traslado se realiza en 
primavera-verano deberá emplear-
se camiones cerrados y prote-
gidos del viento. Una buena po-
sibilidad es trasladar las plantas 
ordenadas en el interior de bins 
y proteger toda la carga median-
te u na carpa. 
Las plantas trasladadas en in-
vierno, a raíz desnuda, requieren 
un flete menor; basta con usar 
cajas, de cartón u otro material, 
para ordenar las plantas por va-
riedad y cantidad y cubrir las 
raíces con polietileno, aserrín, 
sacos húmedos u otros mate-
riales, que protejan de la 
deshidratación. 
Idealmente, estas plantas, en 
caso de ser necesario, deberán 
ir al frigorífico protegidas de la 
misma manera, y por el menor 
tiempo posible. Además, antes 
de ser almacenadas, se deberá 
aplicar una solución fungicida a 
este material protector de raíces 
para evitar pudriciones. 
Al llevarlas a terreno, nueva-
mente las raíces deberán sumer-
girse en una solución fungicida. 
Este tratamiento no es necesa-
rio para las plantas en contene-
dores, dado que ellas se plantan 
con el cubo de tierra. 
2. Almacenamiento previo a la 
plantación. 
Las plantas que vienen en re-
ceso, no revisten mayores 
problemas en sus cuidados pre-
vios a la plantación, porque 
luego de tratar sus raíces con 
una solución fungicida y mante-
nerlas protegidas de la deshidra-
tación sólo resta llevarlas a 
terreno oportunamente. 
Sin embargo, las plantas que 
ya tienen brotes y hojas, caso 
específico de las plantaciones 
de octubre, noviembre, di-
ciembre, deberán obligadamen-
te recibir en el vivero, un período 
de manejo de aclimatamiento 
paulatino a la luz directa. Este 
manejo debe continuarse en el 
predio y consiste solamente en 
tratarlas por dos semanas, apro-
ximadamente, recibiendo el sol 
en forma indirecta y gradual has-
ta llegar a la condición de terre-
no. 
3. Plantación. 
Partiendo de la premisa que la 
elección del suelo para hacer la 
plantación ha sido adecuada; la 
preparación del mismo es funda-
mental. En el caso del kiwi es es-
pecial mente importante que al 
momento de plantar, el suelo es-
té mullido. libre de malezas. ni-
velado en el sentido del riego y 
por terrazas de plantación. 
Los mejores resultados, se 
han obtenido cuando el suelo ha 
sido trabajado en el verano pre-
vio a la plantación, con arado 
subsolador en dos sentidos, ara-
do cincel en dos sentidos y 
rastra, hasta dejarlo mullido. 
De preferencia, la plantación 
misma debe realizarse en corru-
gado, es decir, una línea de plan-
tación de 20 a 30 cm más alta 
que la superficie entre líneas. 
De esta forma, cuando la planta·ción sea adulta, podrá ser rega-
[~]¡rhj 
da por el sistema de bordes, 
siendo éstos, la línea de planta-
ción. 
Previamente, o al momento de 
la hoyadura, el suelo debe ser 
trabajado con una pala mecáni-
ca para formar estos bordes de 
plantación, los que inicialmente, 
los primeros dos años, serán de 
1 metro de ancho aproximada-
mente. 
Esta dimensión podrá mante-
nerse o aumentarse a 1,5-2 
metros dependiendo de la dis-
tancia de plantación y la ma-
quinaria a usar. 
Los aspectos más importan-
tes a considerar en estos traba-
jos son: que las plantas deben 
ser protegidas del mojamiento 
directo del terreno, especial-
mente de la zona patrón-injerto, 
para evitar pudriciones del 
cuello y facilitar el control de 
malezas. Sin embargo, el surco 
de riego deberá ir sobre el borde 
o línea de plantación para ase-
gurar el mejor mojamiento de 
las raíces, especialmente los 
primeros años. Luego del segun-
do a tercer año se puede alejar el 
riego de la línea de plantación, 
para regar exclusivamente lazo-
na entrelíneas. 
Cualquiera sea el sistema de 
riego usado es recomendable 
establecer una superficie con 
cobertura de pasto entrelínea, 
que ayudará a mantener alta la 
humedad relativa. De esta for-
ma, si ésta superficie empasta-
da está libre de malezas compe-
titivas, y permanentemente cor-
tada, servirá de piso a la ma-
quinaria, permitirá a las raíces 
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ocupar por completo esa zona y 
desarrollarse superficialmente, 
con todas las ventajas en el 
aprovechamiento de la fertilidad 
natural del suelo, y además 
contribuir a mantener la hume-
dad relativa alta, que tanto bene-
ficia el desarrollo de esta planta. 
4. Tutores. 
Es conveniente guiar la planta 
en su desarrollo hasta llegar al 
alambre superior, por un tutor, 
de preferencia con aristas, para 
evitar la tendencia natural a 
enrrollarse sobre el mismo. 
El eje deberá amarrarse a es-
pacios cortos con un material 
que no estrangule, para mante-
ner su verticalidad, base futura 
importante de la estabilidad del 
sistema, cualquiera que sea ele-
gido. 
Este tutor puede ser de mate-
rial barato y de duración limita-
da, ya que las plantas van entre 
los postes de la estructura y es-
tos tutores sólo cumplen la fun-
ción de tales, hasta que ellas lle-
gan a apoyarse en el alambre su-
perior. 
Para evitar golpes de sol en el 
eje, y a la vez proteger de la hu-
medad por los riesgos frecuen-
tes se recomienda pintar, por lo 
menos la zona del cuello y la 
unión patrón-injerto, con latex 
blanco más un fungicida, duran-
te la primavera. 
5. Cuidados del primer año. 
Riego 
El abastecimiento de agua 
oportuna, regular y en la canti-
dad adecuada permitirá un creci-
miento sostenido durante la 
temporada. Es recomendable 
llevar un surco lo más cercano 
posible a la línea de plantación y 
que rodee a la planta formando 
un anillo para asegurar el total 
majamiento de la zona radical. 
El cumplimiento constante de 
esta norma de manejo asegurará 
un óptimo crecimiento, que se 
traducirá en mayor número de 
brotes y yemas que fructificarán 
en un futuro cercano. 
Control de malezas 
Esta labor es de gran impor-
tancia por la competencia que 
implican las malezas para las 
plantas, además de propor-
cionar condiciones favorables 
para el desarrollo de hongos 
causantes de pudriciones del 
cuello y de nemátodos que afec-
tan severamente las raíces. 
Durante el primer año, se tra-
baja manualmente el borde alto 
de plantación para terminar de 
formarlo y mantener limpio el 
surco de riego. Sin embargo, tra-
tamientos con herbicidas de con 
tacto o sistemáticos a la línea y 
la taza ha dado excelentes resul-
tados. 
Protección del tronco 
Durante el otoño y mucho an-
tes que la planta entre en rece-
so, se debe proteger el tronco 
mediante la aplicación de una 
mezcla de latex y un fungicida, 
previo a cubrirlo con un material 
que lo aisle del daño directo, 
que puedan ocasionarle las he-
ladas de otoño e invierno. Los 
materiales más usados con este 
fin han sido el papel y las telas 
de desecho. La idea es que, co-
mo las plantas tardan en comen-
zar su receso invernal, las hela-
das tempranas de otoño provo-
can daños fuertes a la parte 
aérea, especialmente a la unión 
patrón-injerto, e incluso al 
patrón mismo. Principalmente, 
la zona afectada es 1 metro 
sobre el suelo. Sin embargo, los 
últimos años, se ha visto, en 
plantas vigorosas que crecen 
tardíamente, daños graves sobre 
todo en el tronco, incluso a la al-
tura del alambre. 
Control de nemátodos 
El suelo debe ser muestreado y 
analizado para determinar la 
población de nemátodos exis-
tentes. 
Cuando se planta a raíz desnu-
da, es posible sumergir las 
raíces en una solución nematici-
da. Pero además, el primero y 
segundo año o más, si es nece-
sario, se puede utilizar nematici-
das sistemáticos aplicados a la 
zona radical. 
El kiwi, a pesar de soportar 
una población alta de nemáto-
dos, se ve muy afectado en su 
desarrollo, especialmente en los 
primeros años. 
Mantención de entrelíneas 
Cualquiera sea el sistema de 
plantación elegido, es funda-
mental nivelar las entrelíneas 
para facilitar un riego adecuado 
RIEGO-HUMECTACION AMBIENTAL-
PROTECCION DE HELADAS 
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y dar un piso que permita hacer 
las labores mecánicas sin daño 
de raíces. Pero además, la expe-
riencia en Chile indica que, en lo 
posible, al primer año deberá 
quedar establecido un sistema 
de manejo con cobertura de pas-
to artificial o natural para propor-
cionar un ambiente de humedad 
relativa alta. 
Se ha observado daños fuer-
tes en el follaje durante el vera-
no por movimientos de suelo 
exagerados y contínuos que no 
permiten mantener húmeda esta 
zona. Especialmente, en áreas 
con problemas de calidad de 
agua, suelos con pH medianos a 
altos y humedad relativa am-
biente baja. 
NUTRICION 
Aparentemente el kiwi extrae 
eficientemente los nutrimentos, 
ya que no se han detectado un 
gran número de deficiencias en 
esta especie. 
Macroelementos 
-Nitrógeno 
El nutrimento más requerido 
por el kiwi es el nitrógeno, ele-
mento esencial para el buen cre-
cimiento de la planta y el de-
sarrollo de brotes para el año si-
guiente. 
Las dosis utilizadas tanto en 
Nueva Zelandia como en Califor-
nia, son por lo general de 175 
kg/ha de nitrógeno o alrededor 
de 0.5 kg de nitrógeno por planta 
en plena producción. 
En este frutal la época de apli-
cación no es muy crítica, ya que 
las plantas leñosas almacenan 
el nitrógeno desde su aplicación 
hasta el momento que lo utili-
zan. Generalmente los producto-
res aplican un 50 a 75% de nitró-
geno en el momento de la brota-
ción, el resto en noviembre 
cuando el fruto está cuajado. 
El tipo de nitrógeno tampoco 
es relevante para la producción 
exitosa del kiwi. Algunos pro-
ductores prefieren utilizar sulfa-
to de amonio en suelos con pH 
alto, mientras que otros usan 
urea o nitrato de amonio. Tam-
bién es frecuente el uso de ferti-
1 izantes líquidos de acción rápi-
da. 
En California se recomienda 
no usar fertilizantes nitrogena-
dos dentro de 3 a 4 meses antes 
de la cosecha, debido a que se 
sospecha que el exceso de 
nitrógeno causa el ablandamien-
to de la fruta si se aplica 2 o 3 
meses antes de la cosecha, 
aunque no se cuenta con pruebas 
definitivas a este respecto en el 
caso del kiwi. 
Las plantas jóvenes de kiwi 
son muy sensibles al exceso de 
nitrógeno. Plantas de 1 y 2 años 
sufren daños con la misma can-
tidad de nitrógeno que se puede 
usar sin peligro en durazneros, 
perales y vides. El exceso de fer-
tilizante nitrogenado produce la 
quemadura inmediata de las ho-
jas de los brotes en crecimiento 
y el amarillamiento de los már-
genes de las hojas. Solamente 
el exceso severo de nitrógeno 
destruye el brote en crecimien-
to.Las dosis de fertilización 
nitrogenada generalmente reco-
mendadas para plantas de un año 
son de un total de 30-45 gramos 
de nitrógeno dividida en 3 apli-
caciones iguales, efectuadas 
durante la época de crecimien-
to, el fertilizante se esparce 
sobre un área de 1 metro cuadra-
do. En Chile, esto sería en no-
viembre, enero y febrero. Las 
plantas de 2 años tienen por lo 
general un buen crecimiento 
con un total de 100 gramos de 
nitrógeno para la temporada, di-
vidido en 3 o 4 aplicaciones, 
mientras que las plantas de 3 y 4 
años se desarrollan bien con un 
total de 200-225 gramos de nitró-
geno, dividido en 3 aplicaciones; 
en la brotación de las yemas, flo-
ración, y 45-50 días después de 
la floración. Se debe cubrir un 
área de 4 a 5 metros cuadrados. 
-Potasio 
Las deficiencias de potasio 
aparecen generalmente en 
suelos con un bajo nivel de este 
elemento, después de varias co-
sechas abundantes. La ·aplica-
ción de 80 a 120 kg de potasio al 
suelo, en banda, durante el in-
vierno corrige casi siempre la 
deficiencia de potasio y mejora 
el tamaño de los frutos. 
Microelementos 
Los micronutrimentos que se 
consideran más importantes en 
el kiwi son generalmente hierro, 
cinc y manganeso. Es frecuente 
observar deficiencias de hierro y 
cinc en California, especialmen-
te en suelos con un pH alto 
(sobre 7,4). La deficiencia de 
hierro es difícil de corregir por-
que es complicado reducir el pH 
del suelo existiendo árboles o 
plantas. Los mejores resultados 
se obtienen aplicando quelatos 
de hierro al sistema de goteo. 
Las pulverizaciones de hierro no 
benefician la planta. 
La deficiencia de cinc es co-
mún en algunos huertos. Para 
corregir esta deficiencia se apli-
can quelatos de cinc directa-
mente al suelo o a través del sis-
tema de goteo. El sulfato de 
cinc, pulverizado en el otoño pa-
rece ser beneficioso, sin embar-
go, a este respecto se necesita 
más investigación. 
Análisis foliar 
El análisis de muestras de pe-
cíolos o de hojas dan resultados 
bastante buenos en kiwi ayudan-
do a identificar necesidades de 
nutrimentos. 
Se deben muestrear solamen-
te los brotes con fruta, y se debe 
tomar la primera, segunda o ter-
cera hoja después de la fruta. 
Estas mismas hojas se muestre-
an a principios del verano (no-
viembre para Chile) a mediados 
de verano (enero) o antes de la 
cosecha. Se necesitan 50 pe-
cíolos o 30 hojas para tomar una 
buena muestra. Si las hojas son 
grandes hay que cortarlas longi-
tudinalmente para tener una 
muestra adecuada. 
FORMACION Y PODA 
a) La formación consiste fun-
damentalmente en el desarrollo 
de un sólo tronco de alrededor 
de 1,8 metros de altura y dos 
cordones, de 2 metros de largo 
cada uno. Desde estos cordones 
salen los cargadores frutales. Se 
desarrolla básicamente de la si-
guiente manera: 
Las matas recién plantadas se 
despuntan a 50-70 cm de largo. 
Después de 2 a 3 meses de cre-
cimiento, se elige el brote verti-
cal más fuerte que será el futuro 
tronco de la planta y se cortan o 
despuntan los demás brotes. Se 
amarra el brote seleccionado a 
la estaca hasta que crezca por 
encima de los alambres de la 
estructura. Luego se despunta 
justo debajo del alambre para in-
ducir brotación y crecimiento de 
nuevos brotes, que dan origen a 
futuros cordones. Se eligen los 
dos mejores brotes y se amarra 
suavemente el alambre central 
de la estructura. En la época de 
receso los cordones se cortan a 
60 cm. 
Durante el segundo año, se 
eliminan todos los brotes latera-
les en el tronco y sobre la base 
de la planta. Debe estimularse el 
crecimiento lateral de los brotes 
en el cordón y dejarlo seguir cre-
ciendo por el alambre central. 
En la segunda temporada de 
receso, se despuntan los brotes 
laterales y los cordones, para 
obligar a los brotes a crecer y 
producir futuros cargadores fru-
tales. 
Durante la tercera temporada 
se estimula el crecimiento del 
brote y de la limitada produc-
ción de fruta. Si es necesario se 
puede ralear la carga excesiva 
de modo de asegurar una buena 
cosecha el cuarto año. La poda 
de la tercera temporada consis-
te en ralear los cargadores y li-
mitar su largo. La conducción de 
plantas masculinas y femeninas 
debe ser similar durante los pri-
meros cuatro años. 
La poda de producción tiene 
por objetivo regular el creci-
miento y la producción, evitando 
el exceso de sombra o fructifica-
ción excesiva. 
La fruta en la planta del kiwi 
crece en la base de la mayoría 
de los cargadores nuevos que se 
originan de cargadores más 
viejos, siempre que éstas hayan 
recibido suficiente sol el verano 
anterior. 
En la poda cada año se selec-
cionan un cargador, proveniente 
de cada uno de los cargadores 
frutales del año anterior, para re-
emplazar los cargadores anti-
guos. Cuando hay que eliminar 
cargadores más viejos, se deja 
un pitón de 3 a 4 cm para impul-
sar un nuevo crecimiento, utili-
zable como futuro cargador de 
fruta. El hecho de dejar los car-
gadores por más de dos años 
origina mucha fruta pequeña. 
Los cargadores, con las ye-
mas para la producción del si-
guiente año, deben estar distan-
ciados 20-25 cm a cada lado del 
cordón. Después de cada tem-
porada de receso se deja un to-
tal de 30 a 40 cargadores largos 
para producir la cosecha del pró-
ximo año. Su longitud depende 
de la edad y vigor de la planta. 
Un volumen demasiado alto 
de producción, significa menor 
tamaño de los frutos en esa tem-
porada y una cosecha baja al 
año siguiente. Si la producción 
es demasiado grande, es nece-
sario ralear la fruta 14 a 30 días 
después de la floración. 
En algunos casos se requiere 
poda de verano en plantas adul-
tas de parrones y pérgolas para 
evitar el exceso de sombra, que 
a veces causa el ablandamiento 
de la fruta e impide la inducción 
DEL CURTO 
CHILE 
~ 
de yemas florales para la pro-
ducción del próximo año. Lapo-
da de verano permite eliminar 
brotes muy verticales y vigoro-
sos que se originan en la parte 
exterior de la planta y los brotes 
torcidos. 
En el hemisferio sur la poda 
de verano se hace en diciembre 
y enero. En el verano, el kiwi cul-
tivado en crucetas necesitará 
que los cargadores excesiva-
mente largos y entrelazados 
sean recortados para permitir 
que continúen las operaciones 
de cultivo. 
Las plantas masculinas se po-
dan dos o tres veces al año. La 
semana siguiente a la floración, 
en noviembre se cortan la mayo-
ría de los cargadores nuevos y 
viejos en la parte exterior de las 
plantas masculinas, dejando el 
crecimiento nuevo al centro. No 
se debe podar en exceso o el sol 
quemará los cordones. En el oto-
ño se procede a eliminar el cre-
cimiento masculino excesivo, 
que esté ocupando el espacio 
reservado para las plantas feme-
ninas. En la temporada de rece-
so, se deben ralear los cargado-
res viejos, y torcidos, mante-
niendo la mayoría de los carga-
dores, para producir nuevos bro-
tes y flores al año siguiente. 
SINOPSIS ENTOMOLOGICA 
DEL KIWI EN CHILE 
Una prospección realizada 
entre la V y VII Regiones ha per-
mitido encontrar numerosas es-
pecies ya adaptadas al kiwi, al-
TAMBIEN A LA VANGUARDIA 
EN EL AREA DEL KIWI 17 
18 
gunas de las cuales han requeri-
do ocasionalmente de progra-
mas de control. Entre las espe-
cies detectadas están: 
a) Escamas: 
En diversas localidades, espe-
cialmente cerca de huertos de 
paltos se ha encontrado a Hemi-
berlesia rapax, la escama blanca 
del palto o escama voráz, tam-
bién asociada a Aspidistus nerii, 
escama blanca de la hiedra, 
sobre ramas, ramillas, pecíolos, 
cara superior de las hojas y fru-
tos, a pesar de la pubescencia 
que los cubre. 
En la Región Metropolitana y 
VI Región, se han encontrado 
poblaciones moderadas de Es-
cama de San José provenientes 
con seguridad de las planta-
ciones de durazneros cercanas. 
Parece ser que la Escama de 
San José es capaz de reprodu-
cirse y prosperar bien en kiwi, 
por lo que podría llegar a consti-
tuir un problema hacia el futuro 
si las poblaciones se incremen-
tan y no sólo se encuentran sobreramillas sino también sohre fru-
tos. De ser así, se pueden pre-
sentar problemas con la fruta 
destinada a Europa. 
b) Conchuelas: 
La Conchuela Negra del Olivo 
(Saissetia oleae) se ha encontra-
do en el pecíolo de las hojas y 
cara superior de éstas hasta la 
iniciación del 2° estado ninfal. 
Es probable que estos indivi-
duos provengan de ninfas naci-
das en vides fuertemente ataca-
das con las cuales el kiwi estaba 
asociado. En la localidad donde 
se ha visto este problema, la 
conchuela no logra completar 
su desarrollo en este huésped, 
pues no se han encontrado res-
tos de hembras adultas sobre el 
kiwi. 
c) Curculionidos: 
Se han encontrado dos espe-
cies de capachitos sobre plan-
tas de kiwi, siendo probable que 
algunas otras también puedan 
alimentarse de ellas en lugares 
bien definidos. 
El Burrito de la Vid (Naupac-
tus xantographus) se encuentra 
desde Aconcagua hasta Curicó, 
(especialmente en plantaciones 
efectuadas en suelos ocupados 
antes por vides). Según algunos 
agricultores, los adultos pueden 
causar daño severo en brotes 
tiernos en primavera. El resto 
del verano y otoño muerden los 
bordes de las hojas más nuevas 
sin que el efecto sea muy noto-
rio. La importancia cuarentena-
ria del adulto, en fruta destinada 
a Estados Unidos, al esconderse 
en las bandejas o la caja, sería 
de mayor trascendencia. 
Sin embargo no debe descar-
tarse el posible ataque de las lar-
vas de burrito a las raíces del ki-
wi, lo que no ha sido comproba-
do, en cuyo caso, pasaría a ser 
una plaga de importancia prima-
ria. 
La otra especie encontrada en 
la VI Región es el Capachito de 
los Frutales, (Asynonychus cer-
vinus) el que demuestra una ma-
yor voracidad en su estado adul-
to, comiéndose los brotes y ho-
l~),trh] 
jas nuevas. También las larvas 
viven en el suelo y sus hábitos 
son similares a los del Burrito de 
la Vid. 
d) Thrips: 
En la época en que se realizó 
esta prospección se encontró 
solamente al thrips de la ce-
bolla, (Thrips tabaci) en forma 
abundante sobre las hojas, en 
cuya cara superior se observa-
ron gran cantidad de huevos ba-
jo la epidermis. 
En primavera y durante la flo-
ración, es posible que aparezcan 
especies tales como Frankli-
niella sp., Thrips sp. y otras, 
sobre flores y frutitos recién for-
mados. El daño más importante 
será la necrosis superficial de 
los frutos atacados, lo que des-
merece su calidad. 
e) Afidos: 
En plantaciones nuevas de 1 y 
2 años, es frecuente encontrar 
ataques de pulgones sobre ápi-
ces de los brotes y hojas tiernas, 
encarrujándolas y deteniendo el 
crecimiento, lo que hace nece-
sario efectuar tratamientos de 
control varias veces en la tempo-
rada, desde que aparecen los 
primeros individuos y antes que 
se manifieste el daño. Sólo se 
ha identificado al pulgón de los 
cítricos (Aphis citricola) sobre 
kiwi, pero una prospección a tra-
vés de toda la temporada vegeta-
tiva con seguridad permitirá en-
contrar otras especies de áfidos 
sobre este huésped. 
f) Lepidópteros: 
En primer término debe seña-
larse las cuncunillas de la espe-
SOC. AGRICOLA LA MONTAÑA LTDA. 
SOC. AGRICOLA NOCEDAL LTDA. 
PRODUCTORES Y EXPORTADORES DE KIWI 
Fundo La Cabrería Rinconada de Los Andes 
Fono: 422914-Casilla 163 
cie Copitarsia consueta las que 
durante la temporada pasada 
aparecieron en gran número du-
rante noviembre, causando un 
daño severo en vides y otros fru-
tales, entre los que se cuenta el 
kiwi. 
También se ha visto daño muy 
ocasional de gusanos cortado-
res sobre el follaje (géneros 
Agrotis y Euxoa). 
También se ha encontrado en 
kiwi al enrollador de la vid y el pe-
ral (Proeulia auraria) en la VI y VII 
Regiones, aunque sólo en forma 
muy ocasional. Este insecto 
tendría importancia cuarentena-
ria, en el caso de los Estados 
Unidos. 
g) Acaras: 
De los ácaros fitófagos, que 
atacan frutales, se han detec-
tado dos especies en planta-
ciones de kiwi: la Falsa Arañi-
ta de la vid (Brevipalpus chilen-
sis), aunque no se han observa-
do síntomas de daño, como el 
que se presenta en vides. 
Las poblaciones se encuentran 
bien controladas por el predator 
Amblyseus chilensis. Parece di-
fícil que esta especie pueda lle-
gar a constituir un gran proble-
ma en este huésped debido a las 
características de sus yemas y 
corteza. 
La otra especie encontrada es 
la Arañita Bimaculada, (Tetrany· 
chus urticae), también en forma 
ocasional. Se ubica únicamente 
en la cara superior de las hojas y 
el moteado que produce al ali-
mentarse es muy notorio sobre 
el fondo verde intenso de las ho-
jas. Se la ha observado desde el 
mes de enero en adelante en 
plantas jóvenes sin alcanzar a 
producir daño severo como en 
otros frutales. 
Puede señalarse como 
conclusión, que en general y por 
el momento, el kiwi en Chile se 
encuentra libre de plagas prima-
rias que requieran de tratamien-
tos permanentes y frecuentes. 
Las plagas encontradas son lo-
cales con excepción del Burrito 
de la Vid y todas son inespecífi-
cas. También, es probable que 
con el tiempo algunas de ellas 
alcancen importancia económi-
ca. 
ENFERMEDADES DEL KIWI 
El historial de esta especie en 
Chile es aún bastante breve y 
hasta el momento no han apare-
cido problemas fitosanitarios 
con carácter de epidémicos que 
limiten o dificulten su cultivo. 
Algunas enfermedades tales 
como podredumbre de las raíces 
(Phytophthora spp) y podre-
d u mbre gris (Botrytis cinerea), 
nódulo en las raíces (Meloidogy· 
ne) y agallas de la corona (Agro· 
becterium tumefaciens), han si-
do diagnosticadas en algunas 
plantaciones, pero su incidencia 
es aún baja y con escasa impor-
tancia económica. 
Los problemas observados en 
Chile y algunas enfermedades 
presentes en otros países que, 
eventualmente, pudieran tener 
importancia en kiwi en nuestro 
país son las siguientes: 
a) Podredumbre de las raíces: 
La podredumbre de las raíces, 
MALLA 
SOMBREADORA Y 
CORTAVIENTO 
50, 65 Y 80°/o 
ARIENBERG 
CIA. COMERCIAL DE SACOS S.A. 
EXPOSICION 202-SANTIAGO-CHILE-
TELEFONO 98031 - TELEX 340799 MARI EN CK. 21 
22 
causada por especies del géne-
ro Phytophthora, se ha observa-
do tanto en viveros como en 
plantaciones comerciales de ki-
wi, ubicadas en suelos con tex-
turas arcillosas y/o en suelos ex-
cesivamente húmedos. Las es-
pecies de Phytophthora se con-
sideran como habitantes del 
suelo las cuales predominan en 
suelos mal drenados con niveles 
freáticos altos o en zonas muy 
lluviosas. Su incidencia tam-
bién puede aumentar si se man-
tienen riegos muy frecuentes y 
que conduzcan a una sobre satu-
ración hídrica permanente del 
suelo. 
La podredumbre de raíces se 
visualiza como una marchitez 
generalizada de la planta que 
puede evolucionar a una necro-
sis total en muy breve plazo. Al 
examinar las raíces y cuello de 
las plantas enfermas fácilmente 
se detectará la presencia de 
abundantes raíces y raicillas 
necrosadas y de tejidos cancro-
sos a nivel del cuello. 
La penetración del hongo 
causal ocurre a través de las 
raíces o en la zona del cuello de 
las plantas. 
El control de esta enfermedad 
se debería abordar de la siguien-
te manera: 
1. Preventivamente: 
Evitando realizar las planta-
ciones en suelos con problemas 
de drenaje, sobre saturados o en 
suelos intensamente cultivados 
con especies muy susceptibles. 
El sumergimiento de las 
raíces en una suspensión de Ri-
domil o Aliette podría prevenir 
de una eventual infección duran-
te las labores del transplante. 
2. Curativamente: 
Si existieran focos de podre-
dumbre de las raíces se sugiere 
el uso de Ridomil o Aliette apli-
cados en forma localizada al 
suelo. Tres aplicaciones, otoño, 
invierno y primavera serían 
aconsejables en las dosis suge-
ridas por los fabricantes. 
b) Podredumbre gris: 
La podredumbre gris, causada 
por Botrytis cinerea, es esen-
cial mente un problema de post-
cosecha que afecta los frutos 
durahte el almacenamiento. Sin 
embargo, se asume que en gran 
medida la infección primaria 
ocurriría durante la floración o 
durante la cosechamisma en el 
huerto. Botrytis cinerea coloniza 
los restos florales desde donde 
se puede infectar los frutos in-
mediatamente después de la 
cuajadura. La podredumbre gris 
se favorece con climas húme-
dos y templados o fríos. 
En kiwi, Botrytis cinerea no 
constituye hasta el momento un 
problema grave. En todo caso el 
mayor daño sería esperable du-
rante post-cosecha, en particu-
lar si se desea efectuar un alma-
cenamiento prolongado de la 
fruta, por la tanto es fundamen-
tal: evitar machucones, pe-
queños golpes (por ejemplo gol-
pe contra los anillos) durante la 
cosecha y selección de la fruta; 
eliminar frutos dañados y con 
podredumbres incipientes y 
conservar en frío a 0-1° C . Bajo 
estas condiciones la tasa de cre-
cimiento de Botrytis cinerea es 
mínima. 
ALIETTE.R 
~HÓNE·PDULENC 
m Fungicida sistémico curativo, ascendente y descendente para 
control de PHYTOPHTHORA. 
• Penetra rápidamente en los tejidos. 
• Estimula y desarrolla los mecanismos naturales 
de defensa de las plantas. 
• Tiene larga persistencia de acción. 
Hoechst 13 
c) Nódulo de las raíces: 
El nemátodo de los nudos que 
corresponde a especies del gé-
nero Meloidogyne (p. ej. M. 
hapla) es el causante de numero-
sos nódulos en las raíces que 
pueden adquirir el tamaño de pe-
queñas agallas, visibles a ojo 
desnudo. En Chile se ha diag-
nosticado la presencia de Me-
loidogynes spp. en diferentes 
plantaciones. Preventivamente 
podría ser aconsejable el uso de 
algún nematicida aplicado al ho-
yo de plantación o por surgi-
miento a las raíces. 
d) A gal las de corona: 
Las agallas de corona son pro-
ducidas por Agrobacterium tu-
mefaciens, las cuales se han ob-
servado esporádicamente en ki-
wi en Chile. La presencia de 
agallas puede causar una reduc-
ción de crecimiento y vigor de 
las plantas, en particular si es-
tos se localizan alrededor del 
cuello. 
El control de las agallas se de-
ben enfocar preventivamente, 
evitando los daños en las raíces 
y cuello, eliminando las plantas 
afectadas durante la plantación 
y tratando las raíces y cuello de 
la planta con productos especí-
ficos. 
Otros agentes fitopatógenos, 
indicados en la literatura, en ki-
wi, pero con una secundaria im-
portancia económica son: Ar-
millaria mellea, Botryosphaeria 
dothidea, Glomerella sp, Pho-
mopsis sp, Sclerotinia sclero-
tiorum, Alternaria alternata, Pho-
ma sp y Pseudomonas viridifla-
va. 
PROBLEMAS PATOLOGICOS 
DE POST-COSECHA 
Existen varias enfermedades, 
todas causadas por hongos 
descritos en otros países como 
problemas relativamente poco 
importantes en post-cosecha. 
Sin embargo, la importancia 
económica de estas enfermeda-
des podría aumentar al almace-
nar kiwi en ambientes húmedos 
o por períodos relativamente lar-
gos (varios meses). Entre los 
hongos filopatógenos como 
causantes primarios de podre-
dumbres están: 
Botrytis cinerea 
Phoma 
Glomerella cingulata (Colle-
totrichum) 
Diaporte actinidae (Phomopsis 
sp.) 
Botryophaeria dothidea (Do-
thiorella sp.) 
Secundariamente se han 
descrito entre otras las siguien-
tes especies: Cladosporium her-
barum, Penicillium sp. y Alterna-
ria alternata. 
De acuerdo con información 
californiana (Plant Disease 67: 
382-383) solamente B. cinerea y 
Penicillium sp. son capaces de 
podrir la fruta almacenada a ba-
jas temperaturas (5ºC). Botrytis 
cinerea coloniza y fructifica rápi-
damente en los restos florales 
por lo cual parece esencial un 
adecuado cepillado de la fruta, 
para eliminar los sépalos y res-
tos florales en general. 
Los problemas de post-
cosecha pueden tener un mayor 
impacto económico si se desea 
almacenar kiwi por largo tiempo. 
El kiwi conserva su firmeza y 
cualidades por 4 meses o más si 
se almacena a 2-3ºC y con un 85-
90% de humedad relativa. Bajo 
estas condiciones se detiene el 
desarrollo de la podredumbre, 
pero no se inactivan los agentes 
causales, por ejemplo Botrytis 
cinerea. Por lo tanto durante la 
comercialización a temperatura 
ambiente se pueden reactivar y 
podrir muy rápidamente la fruta. 
MANEJO DE POST-COSECHA 
El correcto manejo de la tem-
peratura, es esencial para opti-
mizar la vida de post-cosecha 
del kiwi. Esto significa un 
enfriamiento rápido dentro de 
las primeras horas después de 
la cosecha, almacenamiento a 
OºC, evitar el alza de temperatu-
ra durante el manejo posterior, y 
efectuar el transporte lo más 
cercano posible a OºC. Debido a 
la extrema sensibilidad del kiwi 
el ablandamiento de la pulpa, 
aún en la presencia de niveles 
muy bajos de etileno, se debe 
extremar el cuidado durante to-
do el manejo de post-cosecha 
del kiwi de evitar la generación y 
exposición al etileno. Cuando se 
desea almacenamiento prolon-
gado, la única forma efectiva de 
evitar el ablandamiento excesi-
vo de la pulpa es controlando la 
atmósfera. Al transportar kiwi 
blando, se debe tener especial 
cuidado de inmovilizar la fruta 
dentro del envase para reducir 
daños durante el transporte. 
Enfriamiento 
El enfriado rápido es funda-. 
mental para minimizar el ablan-
damiento; demoras en el 
enfriado de sólo pocas horas, 
pueden provocar el inicio del 
ablandamiento de la pulpa, el 
que continuará durante el poste-
rior almacenamiento. El grado 
de ablandamiento de la pulpa 
dependerá, en parte, de la madu-
rez y, especialmente de la expo-
sición al etileno durante el pe-
ríodo. La fruta con un estado 
avanzado de madurez es más 
vulnerable a los retrasos en 
puesta en frío, y posteriormente, 
se ablandará más y más rápida-
mente que fruta de menor madu-
rez. 
El fruto de kiwi puede perder 
agua rápidamente después de la 
cosecha. La marchitez se hace 
evidente con un 3 a 4% de pérdi-
da de agua. Al igual que con to-
da fruta fresca, el grado de 
deshidratación se relaciona di-
rectamente con el déficit de pre-
sión del vapor de agua que exis-
ta entre la fruta y su medio am-
biente. La temperatura y hume-
dad relativa son los dos factores 
que controlan este déficit de 
presión del vapor. En condi-
ciones de altas temperaturas y 
baja humedad relativa, comunes 
durante la cosecha, la pérdida 
de agua puede ser de 25 a 50 ve-
ces más que OºC y 95% de hu-
medad relativa, condiciones re-
comendadas para el almacena-
miento de kiwi. Por lo tanto, una 
hora en el terreno, después de la 
cosecha, puede resultar en la 
misma pérdida de agua que du-
rante 1 o 2 días de almacenaje. 
Esta es otra razón importante 
para el enfriamiento rápido del 
kiwi. 
El enfriado por aire forzado es 
un método muy conveniente pa-
ra el enfriado rápido del kiwi. 
Consiste en la creación de una 
leve diferencia de presión sobre 
los costados opuestos de los 
bins o pallets de fruta, de modo 
que aire frío fluya a través de los 
orificios de ventilación laterales 
23 
de los envases, y enfríe rápida-
mente la fruta. El contacto direc-
to entre el aire frío y la fruta re-
sulta en la eliminación rápida 
del calor. Para que este sistema 
sea eficiente, se necesita alre-
dedor de un 5% de ventilación 
lateral. También se puede utili-
zar otro sistema, modificación 
del anterior, llamado "enfriado 
por aire forzado de serpentín" 
para enfriar frutas en pallets que 
tienen alrededor de un 5% de 
ventilación en el fondo. 
Condiciones 
de almacenamiento 
El kiwi se debe almacenar a 
una temperatura lo más cercana 
posible a fos OºC y con una hu-
medad relativa de 95%. Se debe 
utilizar un flujo de aire suficien-
te para mantener la temperatura 
uniforme, a través de la masa del 
producto (normalmente alrede-
dor de 15 a 20 metros por minuto 
es adecuado). La atmósfera se 
debe mantener libre de etileno 
(siempre menos de 20 ppb). Es-
tas condiciones son esenciales 
para minimizar el ablandamiento 
de la pulpa y para que la fruta no 
se deshidrate. 
El uso de atmósfera controla-
da (2% 02 y 5% C02) para alma-
cenar kiwi por largos períodos, 
ha resultado efectivo. Sin em-
bargo, este sistema actualmen-
te no se utiliza en California y 
tiene un uso bastante reducido 
en Nueva Zelandia, debido al 
problema que significa eliminar 
eletileno. 
Humedad relativa 
Debido a que el kiwi se 
deshidrata con facilidad, es 
esencial una humedad relativa 
alta en la cámara de almacena-
miento. Esto se logra con más 
facilidad utilizando una superfi-
cie gran<;le de serpentines de refri-
geración y minimizando la dife-
rencia de temperatura entre los 
serpentines y el aire de la cáma-
ra. Se puede además utilizar hu-
midificación complementaria, lo 
cual requiere descongelamiento 
más frecuente de los serpenti-
nes de refrigeración. 
Para evitar pérdidas de agua 
excesivas en el almacenamiento 
por largos períodos, se puede 
envasar la fruta con cubiertas de 
plástico. No obstante lo ante-
rior, es indispensable que exista 
una alta humedad relativa en el 
almacenamiento ya que siempre 
existe un gradiante entre la fru-
ta, el envase y el medio ambien-
te que influirá sobre el grado de 
pérdida de agua de la fruta mis-
ma. En almacenamiento por cor-
tos períodos, puede ser efectivo 
el uso de envases acondiciona-
dos para evitar la deshidrata-
ción. 
Un adecuado flujo de aire en 
la cámara de almacenamiento 
es importante para asegurar la 
eliminación de calor provenien-
tes de todas las fuentes (respira-
ción de la fruta, equipos, luces, 
escapes en las murallas y puer-
tas, etc.). Un flujo de aire dema-
siado bajo o irregular puede dar 
como resultado la formación de 
sectores calientes. Sin embar-
go, el flujo de aire tampoco debe 
ser excesivo, ya que acelera la 
pérdida de agua de la fruta. 
Kiwi 
Sobre patrones Bruno. 
Feijoa 
Cítricos 
Sobre patrones Macrophy-
lla y Troyer 
Transporte 
En el transporte de la fruta es 
de fundamental importancia 
mantener la cadena de frío y 
controlar el nivel de etileno en el 
medio. El efecto de interrup-
ciones breves en la cadena de 
frío es más importante en fruta 
que se ha ablandado que en fru-
ta firme, ya que al calentarse la 
fruta blanda inicia una rápida 
producción de etileno. Esta pro-
ducción acelerada de etileno no 
puede ser revertida al devolver la 
fruta a bajas temperaturas, y por 
lo tanto se seguirá ablandando. 
Cuando se realiza premadura-
ción antes de períodos largos 
de transporte, la fruta no deberá 
ablandarse más allá de las 7 a 9 
libras (3 a 4 kgf), utilizando un 
presionómetro con una punta de 
8 mm. Cuando se practica pre-
maduración, es aún más impor-
tante realizar el enfriado rápido y 
evitar el recalentamiento. Ade-
más, para evitar el ablandamien-
to excesivo, se debe aislar esta 
fruta de cualquier otra que pro-
duzca etileno o de otras fuentes 
productoras de etileno durante 
su transporte. Se debe hacer no-
tar que se necesita más investi-
gación para conocer mejor los lí-
mites y posibilidades de la pre-
maduración del kiwi a inicios de 
temporada. 
La inmovilización de la fruta 
dentro de su envase ayuda a re-
ducir los daños de los frutos 
más blandos durante el trans-
porte. Para elJo se requiere de al-
mohadillas bastante gruesas y 
frutas de tamaño uniforme. La 
tapa debe ejercer presión sobre 
la almohadilla superior. 
VIVERO 
LAS 
HUALTATAS 
Reservas: 
Teléfonos: 510128 San Felipe 
98526 Santiago

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