Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA AGRONÓMICA, ALIMENTARIA Y DE BIOSISTEMAS GRADO EN BIOTECNOLOGÍA PAPEL DE LAS MUTACIONES DE GENES IMPLICADOS EN LA HISTORIA NATURAL DE LA LEUCEMIA LINFOCÍTICA CRÓNICA TRABAJO FIN DE GRADO Autora: CARMEN SÁNCHEZ DE LA PEÑA Tutor: José Antonio García Marco Cotutora: Rosario Haro Hidalgo Octubre de 2020 ii UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA AGRONÓMICA, ALIMENTARIA Y DE BIOSISTEMAS GRADO DE BIOTECNOLOGÍA PAPEL DE LAS MUTACIONES DE GENES IMPLICADOS EN LA HISTORIA NATURAL DE LA LEUCEMIA LINFOCÍTICA CRÓNICA TRABAJO FIN DE GRADO Carmen Sánchez de la Peña MADRID, 2020 Director: José Antonio García Marco Responsable de la Unidad de Citogenética Molecular del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Puerta de Hierro iii TITULO DEL TFG- PAPEL DE LAS MUTACIONES DE GENES IMPLICADOS EN LA HISTORIA NATURAL DE LA LEUCEMIA LINFOCÍTICA CRÓNICA Fdo: VºBº Tutora Rosario Haro Hidalgo Profesora Titular en Microbiología Departamento de Biotecnología-Biología vegetal ETSIAAB - Universidad Politécnica de Madrid VºBº Director del TFG José Antonio García Marco Responsable de la Unidad de Citogenética Molecular del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Puerta de Hierro Madrid, Octubre de 2020 Memoria presentada por CARMEN SÁNCHEZ DE LA PEÑA para la obtención del título de Graduado en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Madrid iv DEDICATORIA A mi padre, por hacerse sentir incluso sin estar. Por enseñarme a querer, a cuidar de los míos, a estudiar, a trabajar; por mostrarme el respeto y la libertad; pero, sobre todo, por enseñarme a vivir y recordármelo cada día. A él no solo le dedico este trabajo, si no que llevo ya un tiempo dedicándole mi vida entera, cada logro, cada avance, cada esfuerzo. Nunca llegó a entender lo que verdaderamente significaba la Biotecnología, y si leyera este trabajo tampoco se enteraría de nada; pero esta etapa de mi vida la comencé con él y quiero terminarla con él, aunque solo pueda ser dedicándole uno de esos logros de la vida, como es este trabajo. AGRADECIMIENTOS A mi madre, por aguantar mis cambios de humor, mis tonterías, mis agobios de última hora, mis llantos, mis risas. Por enseñarme a tirar para adelante juntas, por anticiparse a cualquier circunstancia de mi vida y por ser pesada y pesada y pesada. Porque no hay mayor placer que poder mirarla todas las mañanas y agradecer su existencia. A mi hermana, por ser mi otra mitad. Porque se tiene el cielo ganado conmigo, como ella dice. Por demostrarme que 5 años de diferencia no son nada si hay una compenetración tan grande como la nuestra. Por tirar de mí y poner coherencia a mi mente. A mis abuelos y el resto de mi familia, por estar pendiente todo el día de mí, y en estos tiempos, también del trabajo. A los ANTELAHEI, mis amigos de la facultad, por hacerme sentir integrada constantemente en estos 4 años. En especial gracias a Beni, por el aguante y la paciencia, pero sobre todo por estar ahí los 365 días del año desde el segundo cuatrimestre de carrera, y ser mi persona especial. Parte de mis logros son gracias a él. Y también destacar el apoyo incondicional de Alejandro durante los dos últimos años y en especial este último, eternamente agradecida. A LPA, mis amigas del colegio, por ser imprescindibles y entenderme como nadie lo hace. Cada una de ellas me aporta algo que me hace muy feliz. A ISHTAR, el grupo de teatro, por darme tanta vida estos 4 años. A toda la gente que tengo en Salamanca y en mis dos pueblos, porque, aunque no hayan estado directamente en estos 4 años, forman parte de mi vida desde bastante antes. A Rafa y Pepe, por brindarme esta oportunidad tan grande; y a Rosario, por su disposición constante, su eficacia, rapidez y dedicación. v ÍNDICE GENERAL ÍNDICE DE TABLAS…………………………………………………………………..VI ÍNDICE DE FIGURAS…………………………………………………………………VI LISTA DE ABREVIATURAS………………………………………………………...VII RESUMEN……………………………………………………………………….........VIII ABSTRACT……………………………………………………………………….......VIII 1. CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS………………………………..1 1.1. Características generales de la leucemia linfocítica crónica…………………........1 1.2. Epidemiología y etiología………………………………………………………....2 1.3. Clasificación de la enfermedad……………………………………………………4 1.4. Diagnóstico y tratamiento…………………………………………………...…….5 1.5. Objetivos……………………………………………………………………….....6 2. CAPÍTULO 2. GEN TP53…………………………………………………………...7 2.1. Funciones del gen TP53 y su papel en el cáncer…………………………………...7 2.2. Papel de las mutaciones del gen TP53 en la LLC………………………………….7 2.3. Diagnóstico y tratamiento de los pacientes con el gen TP53 alterado……………..8 2.4. Tipos de alteraciones en TP53…………………………………………………….8 2.5. Evolución y selección clonal…………………………………………………….10 3. CAPÍTULO 3. GEN NOTCH1……………………………………………………..12 3.1. Características del gen NOTCH1………………………………………………...12 3.2. Papel de las mutaciones del gen NOTCH1 en la LLC y tratamientos…………….13 3.3. Transformación de Richter, evolución/selección clonal y alteraciones en TP53…14 4. CAPÍTULO 4. GENES IGHV……………………………………………………...16 4.1. Origen de los genes IGHV………………………………………………………..16 4.2. Papel de los genes IGHV en la LLC y tratamiento………………………………..17 4.3. Tipos de genes IGHV…………………………………………………………….19 5. CAPÍTULO 5. GEN ATM……………………………………………………….….21 5.1. Características del gen ATM……………………………………………………..21 5.2. Papel de las mutaciones de ATM en la LLC……………………………………...21 5.3. Características de las alteraciones en ATM y tratamientos……………………….22 6. CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES…………………………………………………24 7. CAPÍTULO 7. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………..25 vi ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Casos nuevos de LLC en diferentes poblaciones estadounidenses según El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos…………………………………………………3 Tabla 2. Clasificación de la leucemia linfocítica crónica en base al sistema de estadios de Rai…………………………………………………………………………………………….......4 Tabla 3. Clasificación de la leucemia linfocítica crónica en base al sistema de estadios de Binet……………………………………………….......................................................................5 Tabla 4: Características moleculares de los genes IGHV con relevancia clínica…………20 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Organización del gen TP53 y distribución de mutaciones por codón……………9 Figura 2. Tipos de alteraciones bialélicas en TP53………………………………………10 Figura 3. Posibles escenarios de evolución y selección clonal a lo largo del curso de la enfermedad……………………………………………………………………………………...11 Figuras 4a y 4b. Estructura del gen NOTCH1 y de la proteína transmembrana de tipo I que codifica……………………………….........................................................................................12 Figura 5. Síntesis y activación de NOTCH1………………………………………..........13 Figura 6. Diagrama del gen NOTCH1 mostrando la ubicación de mutaciones a nivel del exón 34 y la región 3´UTR………………………………………………………………………14 Figura 7. El locus IGH@ humano………………………………………………………..16 Figura 8. Recombinación VJ de los genes de la cadena ligera de las inmunoglobulinas y recombinación VDJ de los genes de la cadena pesada de las inmunoglobulinas………………...17 Figura 9. Origen de las células LLC……………………………………………………...18 LISTA DE ABREVIATURAS ADN: Ácido desoxirribonucleico ANK: Repeticiones de Akirina ARN: Ácido ribonucleico A-T: Ataxia telangiactasia ATM: Gen de la ataxia telangiectasia mutada BCL2: Linfoma de células B2 BCR: Receptor de células B BMMSC: Células mesenquimales BTK: Tirosinquinasa de Bruton Cdk: Quinasas dependientes de ciclinas del17p: Deleción en el brazo corto del cromosoma 17 del11q22-q23: Deleción en el brazo largo del cromosoma 11 EGF: Factor de crecimiento epidérmico FDCs: Células dendríticas foliculares FISH: Hibridación in situ H: Homología HCDR3: región determinante de la complementariedad de las inmunoglobulinas. HD: Dominio de dimerización IGHV: Región variable de las cadenas pesadas de las inmunoglobulinas iwCLL: International Workshop on Chronic Lymphocytic Leukemia Kb: Kilobases kDa: Kilodalton LLC: Leucemia linfocítica crónica LNR: Repeticiones de cisteínas M: Mutado NF-kB: Factor nuclear potenciador de las cadenas ligeras kappa de las células B activadas NGS: Secuenciación masiva NLCs: Células nodrizas del estroma tisular NLS: Secuencias de localización nuclear NM: No mutado NOTCH1-EC: Componente extracelular de NOTCH1 NOTCH1-ICD: Componente intracelular de NOTCH1 Pb: Pares de bases PI3K: Fosfatidilinositol 3-quinasa Fluorescente PIKK: Fosfatidilinositol-3-quinasa PLCG2: Fosfoinosítido fosfolipasa C gamma 2 pre-NOTCH1: precursor inactivo de NOTCH1 14q32.33: Brazo largo del cromosoma 14 11q22-q23: Brazo largo del cromosoma 11 RAM: Módulo asociado a RBP-Kappa SHM: Hipermutación somática SLP: Supervivencia libre de progresión SNPs: Polimorfismos en un solo nucleótido SV: Supervivencia global TAD: Dominio de transactivación TPT: Tiempo previo al tratamiento TP: Tiempo hasta la progresión Wt: Configuración génica común/germinal en la población viii RESUMEN La leucemia linfocítica crónica es una enfermedad muy heterogénea, en parte debido a la evolución clonal, que provoca la aparición de nuevas alteraciones genéticas a medida que la enfermedad progresa. En función de dichas alteraciones, se da una enfermedad de mayor o menor riesgo. Los pacientes con mutaciones en el gen TP53 o mutaciones en el gen NOTCH1, pertenecen a los grupos de riesgo más elevados. El gen TP53 determina la proteína supresora de tumores p53, que participa en el ciclo celular, en la reparación de daños del ADN y en la apoptosis; y el gen NOTCH1 determina un receptor transmembrana de tipo I, que participa en la proliferación, diferenciación celular y apoptosis. Tienen funciones celulares importantes, por lo que sus alteraciones se relacionan con un mal pronóstico. Las mutaciones en ambos genes no son muy abundantes en el momento del diagnóstico, pero su prevalencia aumenta a medida que la enfermedad progresa, por lo que son responsables de la evolución clonal, y guían las decisiones de tratamiento. Los pacientes sin mutaciones en los genes IGHV tienen peor pronóstico en la enfermedad que aquellos que sí que tienen mutaciones, por tanto, también guían las decisiones de tratamiento, aunque no con tanta relevancia como las alteraciones en TP53. Las mutaciones en el gen ATM también se asocian con un mal pronóstico, pero no tanto como las alteraciones en TP53, ya que el tamaño del clon con dicha mutación influye en el pronóstico. Además, los pacientes con alteraciones en alguno de estos genes, tienen en común la deficiente respuesta a la inmunoquimioterapia. Por todo esto, la enfermedad sigue siendo incurable y es necesario detectar dichas alteraciones genéticas específicas con técnicas de citogenética molecular, y así conocer el pronóstico de los pacientes y tomar decisiones de tratamiento en función de las mismas. En este trabajo se amplía información de las alteraciones en dichos genes, y se habla sobre las causas de su mal pronóstico y las posibles alternativas de tratamiento. ABSTRACT Chronic lymphocytic leukemia is a very heterogeneous disease, partly due to clonal evolution, that causes the emergence of new genetic alterations as the disease progresses. According to these alterations, patients can have a high or a low-risk disease. Patients with mutations in the TP53 gene or mutations in the NOTCH1 gene, belong to the highest risk groups. The TP53 gene determines the tumor suppressor protein, p53, which participates in the cell cycle, in the repair of DNA damage and in apoptosis; and the NOTCH1 gene determines a type I transmembrane receptor, that participates in proliferation, cell differentiation and apoptosis. They have important cellular functions, so their alterations cause a poor prognosis. The mutations in both genes are not very common at the time of diagnosis, but their prevalence increases as the disease progresses, so they are responsible for clonal evolution, and guide treatment decisions. Patients without mutations in the IGHV genes have a worse prognosis than those who do have mutations, so they also guide treatment decisions, although not with such importance as ix alterations in TP53. Mutations in the ATM gene are also associated with a poor prognosis, but not as much as alterations in TP53, because the size of the clone with this mutation has an influence on the prognosis. In addition, patients with alterations in any of these genes, have in common a poor response to immunochemotherapy. For all this, the disease is still incurable, and it is necessary to detect these alterations with molecular cytogenetic techniques, and thus know de prognosis of the patients and make treatment decisions. This paper shows more information about these genes, the causes of their poor prognosis and possible alternative therapies. 1 1. CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS 1.1. Características generales de la leucemia linfocítica crónica La leucemia linfocítica crónica (LLC) es una neoplasia maligna de células B, que se caracteriza por la acumulación de linfocitos B neoplásicos de aspecto maduro en la sangre, la médula ósea y los órganos linfoides secundarios (Kipps et al., 2017). Las células LLC derivan de la expansión clonal de linfocitos B maduros, que expresan CD5/CD19 y niveles bajos de inmunoglobulinas en su membrana. Estas células, se encuentran mayoritariamente secuestradas en la fase G0 del ciclo celular y su supervivencia se debe a la existencia de mecanismos de resistencia a la apoptosis. Entre estos mecanismos se encuentra una expresión muy elevada de proteínas anti-apoptóticas (Kitada et al., 1998) y factores intrínsecos derivados del microambiente estromal (Burger, 2011). Además, las células LLC también expresan altos niveles del ligando PD-L1 (participa en la muerte celular programada) y PD-L2 (suprime las respuestas efectoras de las células T que expresan la proteína PD-1). Esto lleva a un agotamiento de las células T y altera la respuesta inmune de los pacientes con esta enfermedad. Se ha visto que una vez que las células LLC son extraídas del organismo, su viabilidad en cultivos in vitro desciende dramáticamente; lo que da especial relevancia a la dependencia de estas células de señales proporcionadas por otros tipos celulares (Collins et al., 1989). Además, se ha descubierto que las células LLC siguen el gradiente de quimiocinas y llegan a los ganglios linfáticos, donde forman "centros de proliferación". En ellos, estas células contactan con células del estroma no malignas, garantizando su supervivencia; por lo que el microambiente es muy importante en la progresión de la enfermedad. Los distintos tipos celulares en el estroma de la médula ósea que sustentan la viabilidad de las células LLC son: células nodrizas del estroma tisular (NLCs), linfocitos T, células dendríticas foliculares (FDCs), células endoteliales y células mesenquimales (BMMSC). Por otro lado, la infiltración de distintos tejidos es un proceso activo en el que las células LLC son capaces de modificar la estructura de los órganos produciendo citoquinas y quimiocinas, hasta llegar a reemplazar las poblaciones celulares originales, creando un microambiente o nicho favorable para el mantenimiento y progresión de la masatumoral (Plander et al., 2011). En todos los individuos con LLC tiene lugar la infiltración de la médula ósea. Esta puede alcanzar distintos grados, desde la conservación de gran parte de la arquitectura original del tejido, a una infiltración masiva y difusa con reemplazo del tejido hematopoyético normal (Rozman, Montserrat and Rodriguez-Fernandez, 1984). El desarrollo clínico de la LLC recién diagnosticada es muy variable. Menos del 30% de los pacientes tienen un curso indolente de la enfermedad, pudiendo llegar a morir por causas no relacionadas con la LLC; un 15% de los pacientes son sintomáticos rápidamente, o desarrollan una enfermedad de alto riesgo y requieren tratamiento poco después del diagnóstico, pudiendo llegar a morir a los 2-3 años después del diagnóstico, debido a la agresividad de la enfermedad y 2 por ausencia de respuesta o refractariedad al tratamiento; mientras que el resto de pacientes suelen tener un curso relativamente indolente durante los primeros 5-10 años, seguido de una fase de progresión en la que es determinante la adquisición de alteraciones genéticas adicionales (Te Raa and Kater, 2016). Un tumor comienza a partir de una sola célula, que sufre una alteración genética y se replica, dando lugar a células idénticas a la original y formando una población clonal dominante. Normalmente, de esa población clonal una célula sufre otras alteraciones genéticas diferentes y se replica, dando lugar a una población subclonal más pequeña, que puede llegar a convertirse en dominante después de un tratamiento, por ejemplo. Esto se denomina expansión o evolución clonal, ocurre con el progreso de la enfermedad y hace que los tumores sean heterogéneos. La LLC es una enfermedad muy heterogénea y por tanto los pacientes albergan poblaciones clonales y subclonales durante la evolución de la enfermedad. Estas poblaciones pueden estar en equilibrio, permaneciendo estables; o pueden evolucionar, emergiendo como dominantes (Landau et al., 2013). Mientras que la mayoría de pacientes no tratados y una minoría tratados mantienen poblaciones clonales estables, la heterogeneidad de la LLC evoluciona bajo presiones selectivas de tratamientos como la quimioterapia, que favorecen la selección de clones resistentes y agresivos que emergen después del tratamiento. Esta evolución clonal es una característica clave en la progresión y recaída del cáncer. En la LLC la evolución clonal después del tratamiento o en el momento de la recaída se ha identificado como “la regla, no la excepción” (Landau et al., 2015). Se dan dos patrones principales de evolución clonal, evolución lineal y evolución ramificada. En el modelo de evolución lineal, una secuencia lineal de eventos mutacionales tiene lugar dentro de un solo clon; mientras que en el modelo de evolución ramificada, se da una heterogeneidad espacial y temporal, y dos o más clones podrían coexistir y evolucionar en paralelo (González- Rincón et al., 2019). En un estudio en el que participaron 49 pacientes con LLC, se observó que 47 tuvieron evolución clonal en el momento de la recaída (Landau et al., 2015). Por último, señalar que los síntomas habituales de la enfermedad incluyen fatiga, pérdida de peso involuntaria, sudores nocturnos excesivos y mayor frecuencia de infecciones asociadas con hipogammaglobulinemia, entre otros. El mecanismo involucrado en este último no está claro, pero se cree que juega un papel importante la IL-10, un factor inmunosupresor derivado de las células T que puede ser producido por las células cancerosas (Izcue, Coombes and Powrie, 2006). Además, algunos pacientes pueden presentar síntomas asociados con citopenia autoinmune, y pueden desarrollar crecimiento ganglionar generalizado, hepatomegalia y esplenomegalia. 1.2. Epidemiología y etiología La incidencia de la LLC varía entre individuos de diferentes regiones geográficas; aunque se estima que presenta una incidencia ajustada a la edad de 4-5 casos por cada 100.000 habitantes, por año (García Vela and García Marco, 2018). Además, es la leucemia más frecuente en adultos 3 en occidente (0.06% de individuos en Europa y Estados Unidos); pero es menos común en Asia (0.01% de individuos). El riesgo de desarrollar LLC es dos veces mayor en hombres que en mujeres (2:1) y aumenta con la edad; la media de edad en el momento del diagnóstico oscila entre los 67 y 72 años. El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, en su programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales, ha estimado la cantidad de casos nuevos de LLC en diferentes poblaciones, como se muestra en la Tabla 1 (Kipps et al., 2017). Tabla 1. Casos nuevos de LLC en diferentes poblaciones estadounidenses según El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. POBLACIONES HOMBRES MUJERES GENERAL 6,3/100.000 3,3/100.000 POBLACIONES BLANCAS 6,8/100.000 3,5/100.000 POBLACIONES AFROAMERICANAS 4,9/100.000 2,4/100.000 POBLACIONES HISPANOAMERICANAS 2,7/100.000 1,6/100.000 POBLACIONES INDÍGENAS 1,7/100.000 1,3/100.000 POBLACIONES DE ASCENDENCIA ASIÁTICA 1,7/100.000 0,3/100.000 Se dan dos factores principales que contribuyen en la susceptibilidad a padecer la enfermedad, los factores genéticos y los ambientales. En cuanto a los factores genéticos, se sabe que el 9% de los pacientes registrados en el Consorcio de Investigación de la LLC, tienen un pariente con la enfermedad; los familiares de primer grado de pacientes con LLC tienen un riesgo 8,5 veces mayor de desarrollar esta enfermedad (Cerhan and Slager, 2015); y la concordancia de LLC es mayor entre gemelos monocigóticos que entre gemelos dicigóticos (Lichtenstein et al., 2000). Además, los estudios de asociación de todo el genoma han identificado polimorfismos en un solo nucleótido (SNPs) en casi 30 loci, asociados con LLC familiar, lo que demuestra que la variación genética contribuye al riesgo hereditario. Por otro lado, los factores ambientales contribuyen también en la susceptibilidad a padecer la enfermedad, pero en un porcentaje mucho menor a los genéticos. El Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos afirma que la exposición al Agente Naranja es un factor de riesgo para la LLC (Baumann Kreuziger, Tarchand and Morrison, 2014). También, hay evidencias de que la exposición a insecticidas podría ser un factor de riesgo para la enfermedad (Schinasi et al., 2015). Sin embargo, apenas hay evidencias que demuestren que la radiación ionizante, las infecciones virales, las transfusiones de sangre y ciertas dietas o estilos de vida, aumenten el riesgo a padecer LLC (Kipps et al., 2017). 4 1.3. Clasificación de la enfermedad Se dan dos sistemas de clasificación de la enfermedad, basados en el grado de linfocitosis y el examen físico del paciente. Se aplican para tratar de definir el pronóstico y necesidad de tratamiento de los pacientes con LLC, en función del volumen tumoral. En 1975, Rai y colaboradores informaron de sus observaciones respecto a la supervivencia relacionada con la carga y actividad tumoral en un grupo de 125 pacientes; los estratificaron en función de la infiltración por linfocitos neoplásicos en los ganglios linfáticos, bazo y médula ósea (Rai et al., 1975). De este modo, se desarrolló el sistema de estadios propuesto por Rai, que se usa más en Estados Unidos y es el más utilizado en la práctica clínica. En su origen establecía cinco grupos en base al tiempo transcurrido hasta la progresión de la enfermedad; hoy en día se consideran tres niveles de riesgo (Tabla 2). Más tarde Binet, en 1977, corroboró los resultados de Rai con datos de 129 pacientes, originándose el sistema de estadios de Binet (Binet et al., 1981). Este sistema define tres categorías en función del número de sitios linfoides afectados y los recuentos sanguíneos (Tabla 3), y se emplea más en Europa. Estas escalas de pronóstico son simples y fáciles deestablecer, debido a que los criterios recaen principalmente en la exploración física y estudios de laboratorio de rutina. Tabla 2. Clasificación de la leucemia linfocítica crónica en base al sistema de estadios de Rai. ESTADIOS RAI CARACTERÍSTICAS ESPERANZA DE VIDA MEDIA 0/I (RIESGO BAJO) Elevada linfocitosis en sangre periférica e infiltración en médula ósea. Ausencia de citopenia, linfoadenopatías o esplenomegalia. 13 años II (RIESGO INTERMEDIO) Presencia de linfoadenopatías, linfocitosis y/o esplenomegalia. Ausencia de citopenia. 8 años III/IV (RIESGO ALTO) Presencia de anemia (Hb<11g/dL), linfocitosis y trombocitopenia 2 años 5 Tabla 3. Clasificación de la leucemia linfocítica crónica en base al sistema de estadios de Binet. ESTADIOS BINET CARACTERÍSTICAS ESPERANZA DE VIDA MEDIA A (RIESGO BAJO) Hasta 2 sitios linfoides infiltrados. Ausencia de anemia (Hb > 10g/dL) o trombocitopenia (Plt > 100000/mm3). 13 años B (RIESGO INTERMEDIO) Más de 2 sitios linfoides infiltrados. Ausencia de anemia (Hb > 10g/dL) o trombocitopenia (Plt > 100000/mm3). 8 años C (RIESGO ALTO) Independientemente de los sitios linfoides infiltrados. Presencia de anemia (Hb < 10g/dL) o trombocitopenia (Plt < 100000/mm3). 2 años En la actualidad, el estudio de la LLC se caracteriza por la generación de marcadores pronóstico independientes de la etapa clínica, que permiten el estudio de algunas alteraciones genéticas que confieren malas respuestas clínicas al tratamiento y, por consiguiente, supervivencias más cortas. El consorcio internacional del grupo para el estudio de la LLC, desarrolló una escala en la que se identificaron cinco factores pronóstico independientes: la mutación o deleción en el gen TP53, el estado mutacional de los genes que codifican para la región variable de las cadenas pesadas de las inmunoglobulinas (IGHV), la expresión de β2 microglobulina, el estadio clínico y la edad del paciente (Best-Aguilera et al., 2018). Todos en conjunto se nombraron “Índice Pronóstico Internacional de Leucemia Linfocítica Cronica”. Este separa cuatro grupos de riesgo con diferentes posibilidades de supervivencia global a cinco años, y propone un enfoque terapéutico para los casos en que el tratamiento está indicado. En este trabajo se hablarán de dos de los factores pronósticos nombrados anteriormente (TP53 e IGHV) y otros dos genes cuyas mutaciones también condicionan la evolución de la enfermedad en gran medida (NOTCH1 y gen de la ataxia telangiectasia mutada o ATM). 1.4. Diagnóstico y tratamiento Siguiendo las recomendaciones del International Workshop on Chronic Lymphocytic Leukemia (iwCLL), la mayoría de los casos de LLC se diagnostican mediante un hemograma, una revisión citológica y un estudio inmunofenotípico mediante citometría de flujo de sangre periférica (García Vela and García Marco, 2018). Para su diagnóstico se requiere la presencia de linfocitosis persistente (>5x109 linfocitos B/L) en un análisis rutinario de sangre periférica, durante al menos 3 meses. La citometría de flujo y la inmunohistoquímica de las células mononucleares en la sangre, la médula o los ganglios linfáticos, pueden ayudar a distinguir la LLC de otros tipos de linfoma. Las células B de la LLC son CD5+, CD19+ y CD23+; expresan niveles bajos de CD20; carecen de expresión de CD10; y se tiñen mal con el anticuerpo monoclonal FMC7, que reconoce un 6 epítopo del CD20 (Deans and Polyak, 2008). También expresan CD200 o glucoproteína de membrana OX-2, que puede ayudar a distinguir la LLC del linfoma de células del manto (Alapat et al., 2012); y en el 95% de los pacientes expresan el antígeno de superficie oncoembrionario ROR1. Una vez diagnosticada la LLC, es necesario identificar alteraciones cromosómicas o mutaciones mediante técnicas de citogenética molecular, como el estudio del cariotipo, la hibridación fluorescente in situ (FISH), la secuenciación Sanger o la secuenciación masiva (NGS). Esto es necesario debido a que cada mutación tiene una patogenicidad y un impacto pronóstico diferente en la enfermedad, pudiendo condicionar el tratamiento y la supervivencia de los pacientes. Es importante añadir que el curso clínico de los pacientes con LLC, se caracteriza por una secuencia continua de respuestas al tratamiento y recaídas, con un acortamiento de la supervivencia libre de progresión (SLP) a lo largo de los ciclos (Felipe Casado et al., 2011). El pronóstico de los pacientes con fracaso de los tratamientos más activos es bastante pobre, con una mediana de supervivencia de 10 meses. En los estadios iniciales de la enfermedad, o con enfermedad avanzada, pero sin criterios de LLC activa, el tratamiento estándar consiste en la estrategia de “ver y esperar”, realizando controles sanguíneos y exploraciones clínicas periódicas. El tratamiento farmacológico se recomienda sólo en los pacientes con enfermedad activa, definida según los criterios del National Cancer Institute, independientemente del estadio de la enfermedad (Felipe Casado et al., 2011). 1.5. Objetivos En este trabajo se va a estudiar el papel que tienen las mutaciones de los genes TP53, NOTCH1, IGHV y ATM en la historia natural de la LLC. Se hablará del origen de los mismos, de su función en condiciones normales, de la patogenicidad de sus mutaciones, de los tipos de mutaciones, y también se mencionarán algunos tratamientos en función del gen alterado. Para ello será necesaria la búsqueda de información y aprendizaje sobre la LLC. Es importante tener una base sobre la evolución de la enfermedad para luego ir desarrollando el trabajo. También será fundamental conocer las distintas mutaciones que pueden provocar la progresión de la LLC e investigar sobre aquellos genes cuya mutación desencadena una LLC más agresiva. No es una parte principal del trabajo, pero es importante adquirir información sobre los tratamientos alternativos, porque se emplean para las mutaciones en los genes de los que se va a hablar en este trabajo. Por último, se relacionarán todos estos objetivos para poder extraer las conclusiones necesarias al final. 7 2. CAPÍTULO 2. GEN TP53 2.1. Funciones del gen TP53 y su papel en el cáncer El gen TP53 ha sido definido durante mucho tiempo como el "guardián del genoma". Empezó a adquirir importancia en el cáncer a finales de la década de 1970, y desde entonces se ha convertido en uno de los genes más estudiados. Hoy en día, se sabe que es un gen supresor de tumores que codifica la proteína supresora de tumores p53. Dicha proteína regula el ciclo celular, y cuando el ácido desoxirribonucleico (ADN) está dañado, lo retiene en fase G1 hasta que la célula haya completado los procesos de reparación del mismo, evitando así la replicación de anomalías genéticas potencialmente dañinas (Bieging, Mello and Attardi, 2014). Por el contrario, si el daño es irreparable, activa la expresión de proteínas pro-apoptóticas, induciendo la apoptosis celular; de manera que, su inactivación es el principal objetivo en el cáncer (Levine, 1997). Además, puede inducir autofagia, senescencia, necrosis y regula procesos fisiológicos como el desarrollo, la reproducción, la autorrenovación y el metabolismo (Miller et al., 2016). Las alteraciones genéticas en dicho gen se han identificado en el 50% de los tumores (Oren and Rotter, 2010); es decir, es el gen más mutado en las células somáticas humanas, provocando distintos tipos de tumores. El gen se puede inactivar mediante la sustitución de una sola base o por pérdida de alelos, y debido a un virus o a proteínas celulares (Tommasino et al., 2003); sin embargo, lo más común es que se dé una mutación con cambio de sentido en el gen, causando cambios en un solo aminoácido en muchas posiciones diferentes (Olivier, Hollstein and Hainaut, 2010). Además, la herencia de una mutaciónen TP53 causa una predisposición a padecer cáncer en edades tempranas. Por último, el TP53 es muy polimórfico y algunos de estos polimorfismos aumentan la susceptibilidad a padecer cáncer, y modifican los fenotipos del cáncer en los pacientes portadores de alguna alteración en TP53 (Whibley, Pharoah and Hollstein, 2009). Cabe destacar, que se puede acceder a los datos sobre la prevalencia de mutaciones en TP53 en el cáncer humano a través de la base de datos IARC TP53. Ahí se recopilan todas las variaciones del gen que se dan en los diferentes tumores, con anotaciones sobre el fenotipo del tumor, las características del paciente y el impacto estructural y funcional de las mutaciones (Petitjean et al., 2007). 2.2. Papel de las mutaciones del gen TP53 en la LLC Los pacientes con LLC que tienen el gen TP53 mutado o presentan una deleción en el brazo corto del cromosoma 17 (del17p), que implica también al gen TP53, pertenecen al grupo de riesgo más elevado. Solo se presenta en el 10% de los casos, pero su prevalencia aumenta a lo largo del desarrollo de la enfermedad. Pacientes con estas alteraciones se asocian con una supervivencia menor y tienen una respuesta alterada a la inmunoquimioterapia (Campo et al., 2018). Las alteraciones en TP53 pertenecen a los marcadores pronósticos y predictivos más importantes que guían las decisiones de tratamiento en la LLC. De hecho, en la actualidad, los 8 únicos marcadores que influyen en las decisiones de tratamiento y son de importancia pronóstica son las mutaciones en TP53 y del17p (Rosenquist et al., 2013); lo que confirma aún más la importancia clínica de los pequeños subclones defectuosos de TP53 (Rodríguez-Vicente et al., 2017), de los cuales se hablará más adelante. 2.3. Diagnóstico y tratamiento de los pacientes con el gen TP53 alterado La del17p se identifica por FISH; sin embargo, esta técnica puede no detectar aproximadamente el 30-40% de pacientes que portan alteraciones en TP53 (Campo et al., 2018). Por ello, las alteraciones en TP53 se detectan con la secuenciación Sanger o NGS. Estas 3 técnicas de diagnóstico molecular deben realizarse antes del comienzo de la terapia, para seleccionar el tratamiento adecuado; y también en cada recaída subsiguiente o en la refractariedad al tratamiento. Esto es debido a que las alteraciones en TP53 pueden surgir durante el curso de la enfermedad (evolución clonal) y después de un tratamiento (selección clonal). Hasta hace poco, los únicos tratamientos efectivos para pacientes con LLC que albergaban alteraciones en TP53 eran alemtuzumab (anticuerpo anti-CD52) y el trasplante alogénico de células madres hematopoyéticas (Campo et al., 2018). Actualmente, se encuentran el ibrutinib (inhibidor de la tirosin quinasa de Bruton o BTK); idelalisib (inhibidor de la fosfatidilinositol 3- quinasa o PI3K); y el venetoclax (inhibidor del linfoma de células B2 o BCL2). Por lo tanto, identificar las aberraciones de TP53 es importante para determinar el tratamiento más apropiado para los pacientes con la enfermedad (Pospisilova et al., 2012). Estas nuevas terapias han producido respuestas y tiempos de supervivencia favorables en una alta proporción de pacientes con alteraciones en TP53; y han logrado respuestas similares en pacientes con LLC en recaída o refractariedad, independientemente de los factores de riesgo asociados a respuestas más deficientes a la inmunoquimioterapia. No obstante, los pacientes pueden desarrollar resistencia a estas terapias dirigidas a lo largo del tratamiento. Por ejemplo, las mutaciones en los genes que codifican a BTK y a la fosfoinosítido fosfolipasa C gamma 2 (PLCG2), se han asociado con resistencias al ibrutinib, mientras que la regulación “aguas arriba” de miembros anti-apoptóticos de la familia de proteínas BCL2, se ha asociado con resistencia al venetoclax. 2.4. Tipos de alteraciones en TP53 En la LLC se dan distintos tipos de alteraciones en TP53. Pueden surgir a través de mutaciones cromosómicas, como la del17p o debido a mutaciones génicas, como las mutaciones con cambio de sentido, mutaciones sin sentido o mutaciones en el sitio de empalme. Las mutaciones génicas están muy concentradas en el dominio de unión al ADN, codificado por los exones 4-8 del gen TP53; pero también pueden aparecer en el dominio de oligomerización o en el dominio carboxilo terminal (Figura 1). Las mutaciones con cambio de sentido en la región codificante de TP53 conducen a un cambio de aminoácido en la proteína p53 y representan aproximadamente el 75% de las mutaciones identificadas en TP53. Pueden resultar en la 9 expresión de una proteína p53 mutada que no puede activar la respuesta supresora de tumores, y tiene un efecto dominante negativo sobre cualquier p53 con configuración génica común/germinal (wt) en la línea germinal restante. Por el contrario, la del17p, las mutaciones por desplazamiento del marco de lectura, mutaciones sin sentido y mutaciones en el sitio de corte y empalme, provocan la pérdida de la proteína p53 funcional; y aunque todavía puede expresarse en presencia de un segundo alelo wt, no se ha demostrado que esto disminuya el impacto pronóstico adverso de tales anomalías (Leroy et al., 2017). Figura 1. Organización del gen TP53 y distribución de mutaciones por codón (Campo et al., 2018). El gen TP53 está localizado en el locus p13.1 en el brazo corto del cromosoma 17 y comprende 11 secuencias de exones que codifican la proteína p53. La proteína p53 está constituida por 393 codones en los cuales están distribuidos el dominio de transactivación, dominio rico en prolinas, dominio de unión al ADN, dominio de oligomerización y el extremo carboxilo terminal. Si bien la mayoría de las mutaciones génicas se agrupan dentro del dominio de unión al ADN (codones 100 a 300, exones 4 a 8), se han detectado mutaciones genéticas en casi todos los codones, como se observa en la distribución de variantes. En la LLC, la mayoría de las alteraciones en TP53 consisten en defectos bialélicos, es decir, una alteración en un alelo y otra en el otro alelo. El defecto bialélico que se da en el 80% de los pacientes viene dado por una del17p en un alelo, junto con una mutación distinta en TP53 en el otro alelo (Zenz et al., 2010); sin embargo, hay una proporción de pacientes que portan otras combinaciones bialélicas (Figura 2). Por último, es importante añadir que las mutaciones en TP53 en ausencia de del17p representan el 30% de las alteraciones en TP53; mientras que las del17p en ausencia de otras mutaciones en TP53, representan el 10% de los defectos (Malcikova et al., 2014). 10 Figura 2. Tipos de alteraciones bialélicas en TP53 (Campo et al., 2018). En condiciones normales, ambos alelos albergan un TP53 wt; sin embargo, en pacientes con LLC y alteraciones en TP53 bialélicas, pueden ocurrir distintos tipos: un TP53 wt en un alelo y una del17p en el otro con una frecuencia del 10%; una del17p en un alelo y una mutación génica en el otro con una frecuencia del 60%; o una mutación génica en un alelo y un TP53 wt en el otro / dos mutaciones génicas distintas, una en cada alelo / dos mutaciones génicas iguales, una en cada alelo, con una frecuencia del 30%. 2.5. Evolución y selección clonal La evolución y selección clonal tiene mucha importancia en los pacientes con alteraciones en TP53. Es importante destacar que las alteraciones en TP53 son menos frecuentes en el momento del diagnóstico (7-10%); mientras que el 40-50% de los casos con LLC avanzada o resistente al tratamiento adquieren alteraciones en TP53. Se cree que puede ser debido a la presión de la inmunoquimioterapia, que conduce a la evolución clonal, sobre todo en los subclones aberrantes de TP53 (Ghia et al., 2016) (Figura 3). Además, antes de la terapia pueden estar presentes subclones menores que albergan mutaciones en TP53, o pueden desarrollarse durante la recaídadebido al efecto genotóxico de la quimioterapia sobre las células tumorales. A veces, estos subclones menores están presentes en frecuencias muy bajas pudiendo ser indetectables por secuenciación Sanger, y es muy probable que se expandan a clones dominantes bajo la presión selectiva de la inmunoquimioterapia. Gracias a la NGS se sabe que el 59% de los clones mutados en TP53 detectados, ya estaban presentes en pequeños subclones antes del tratamiento. Además, estudios recientes han demostrado que los pacientes que albergan pequeños subclones tienen el mismo pronóstico desfavorable que los pacientes con clones más grandes. Esto indica que incluso los pequeños subclones detectados en el momento del diagnóstico, son de relevancia clínica (Rossi and Gaidano, 2016). 11 Figura 3. Posibles escenarios de evolución y selección clonal a lo largo del curso de la enfermedad (figura realizada con BioRender). Al principio, solo se da una población clonal (azul); pero a medida que la enfermedad avanza, empiezan a darse otras poblaciones más pequeñas o subclonales (morado, rojo y amarillo), por aparición de alteraciones genéticas nuevas, como mutaciones en TP53 (evolución clonal). Tras el primer tratamiento con inmunoquimioterapia, las diferentes poblaciones clonales y subclonales se reducen; pero el tratamiento provoca que un subclón (rojo) se vuelva agresivo y dominante (selección clonal), debido a una expansión clonal dominante, provocando su crecimiento; además de aparecer otra población subclonal (verde). Tras el segundo tratamiento con inmunoquimioterapia, de nuevo las poblaciones clonales y subclonales se reducen en menor medida, y vuelve a ocurrir la misma evolución y selección clonal que antes. Sin embargo, si el segundo tratamiento es una terapia dirigida, esto provoca que otro subclón se vuelva agresivo (verde) y crezca, dando lugar a otra evolución clonal distinta, por aparición de mutaciones emergentes en el seno de la terapia dirigida (BTK, PLCG2, BCL2). 12 3. CAPÍTULO 3. GEN NOTCH1 3.1. Características del gen NOTCH1 NOTCH1 es un gen que codifica para una proteína transmembrana tipo I de paso único, que es funcional como un heterodímero ligado no covalentemente (Figuras 4a y 4b). Está constituido por el componente extracelular (NOTCH1-EC) y el intracelular (NOTCH1-ICD) (Figura 4b); este último es un factor de transcripción activado por ligando (jagged 1). Cuando el ligando se une, unas γ-secretasas liberan dicho componente, que sufre múltiples escisiones proteolíticas permitiendo su translocación al núcleo, donde forma un complejo transcripcional de vida corta que conduce a la activación transcripcional de múltiples genes, incluyendo aquellos que codifican para el factor nuclear potenciador de las cadenas ligeras kappa de las células B activadas (NF-kB) y c-MYC (Figura 5). Después se fosforila en su dominio PEST y se inactiva. NF-kB es un factor de transcripción que desempeña un papel central en el crecimiento cardiovascular, la respuesta al estrés y la inflamación; es activado por citoquinas, especies reactivas de oxígeno, productos de la pared celular bacteriana, vasopresores, virus y por daño en el ADN (Brasier, 2006). C-MYC es un protooncogén que actúa como factor de transcripción y participa en la regulación del ciclo celular, la proliferación y diferenciación celular, la apoptosis y la inmortalización (Pérez and Peña, 2011). Por otro lado, se sabe que NOTCH1 juega un papel importante en la proliferación, diferenciación celular y apoptosis, y tiene un papel fisiológico en el desarrollo de células B de la zona marginal; aunque no se expresa en las células B circulantes de donantes sanos. Sin embargo, en los pacientes con LLC, las células B circulantes expresan constitutivamente NOTCH1 y NOTCH2, y sus respectivos ligandos, Jagged1 y Jagged2 (Zent and Burack, 2014). Además, la activación de NOTCH1 in vitro confiere resistencia a la apoptosis a través de la activación de la vía NF-kB (Rosati et al., 2009). Figuras 4a y 4b. Estructura del gen NOTCH1 (NIH, 2020) y de la proteína transmembrana de tipo I que codifica (Galvano et al., 2019). NOTCH1 está localizado en el locus q34.3 en el brazo largo del cromosoma 9 y comprende 34 secuencias de exones (A) que codifican una proteína transmembrana tipo I de paso único (B). Dicha proteína es un heterodímero constituido por NOTCH1-EC, una porción transmembrana (TM) y NOTCH1-ICD. NOTCH1-EC está constituido por repeticiones del factor de crecimiento epidérmico (EGF); repeticiones de cisteínas (LNR) y un dominio de dimerización (HD). NOTCH1-ICD está constituido por el módulo asociado a RBP-Kappa (RAM), que ayuda a la activación génica; por dos secuencias de localización nuclear (NLS), que permiten la translocación al núcleo; por repeticiones de Akirina (ANK); por el dominio de transactivación (TAD) y por el dominio PEST (secuencia rica en prolinas, ácido glutámico, serinas y treoninas). 13 Figura 5. Síntesis y activación de NOTCH1 (figura realizada con BioRender). NOTCH1 se sintetiza en forma de precursor inactivo (pre-NOTCH1) y se procesa en el aparato de Golgi a través de hidrólisis generadas por convertasas. El producto de estas reacciones es la formación de las subunidades IC, TM y EC, que se ensamblan en la membrana plasmática como un heterodímero activo. La activación de NOTCH1 ocurre cuando el ligando Jagged 1, expresado en una célula adyacente, se une a la proteína. Dicha unión induce un cambio conformacional en TM, que provoca la liberación del dominio EC por parte de la desintegrasa, ADAM metalopeptidasa, que se encuentra en el espacio extracelular; y la liberación del dominio IC por la γ-secretasa. El dominio IC se transloca al núcleo, donde se une a factores de transcripción de la familia CSL activando la expresión de genes blanco. 3.2. Papel de las mutaciones del gen NOTCH1 en la LLC y tratamientos En la LLC y desde un punto de vista clínico, las mutaciones en NOTCH1 suelen asociarse con alteraciones en TP53, resistencia a la inmunoquimioterapia, trisomía en el cromosoma 12, IGHV no mutado, baja expresión de CD20, pacientes CD38 positivos, o transformación a Síndrome de Richter (SR) / linfoma B difuso de células grandes (DLBCL); por lo que dichas mutaciones se dan en estadios de LLC de alto riesgo y se asocian con un cuadro clínico progresivo que exige tratamiento poco después del diagnóstico. Además, dos estudios han revelado que pacientes con mutaciones en NOTCH1 presentan una disminución de la supervivencia global; es decir, las mutaciones en NOTCH1 funcionan como un predictor independiente de supervivencia global en la enfermedad, porque identifican a un subconjunto de pacientes de alto riesgo con un pronóstico adverso similar al asociado con anomalías de TP53. Según un estudio donde se analizó la frecuencia y distribución de las mutaciones NOTCH1 en 309 pacientes (Rossi et al., 2012), se observó que en 34 pacientes el gen NOTCH1 estaba mutado; mientras que en los 275 pacientes restantes, NOTCH1 era wt (Rossi et al., 2012). De estos 34 pacientes, en 29 la mutación había sido por una deleción que provocó el desplazamiento del marco de lectura 2 pares de bases (pb) (c.7544_7545delCT); y en los 8 pacientes restantes había sido por inserciones u otras deleciones que también provocaron el desplazamiento del marco de lectura. 14 De resultados como los de este estudio se extrajeron algunas conclusiones generales. Las mutaciones en NOTCH1 son recurrentes, provocan fundamentalmente desplazamientos del marco de lectura y cambios sin sentido, y se acumulan en mayor medida en el exón 34 y en la región 3´UTR (Figura 6). El 80% de las mutaciones que ocurren en el exón 34 se deben a una deleción de 2 pb (c.7544_7545delCT), que afecta al extremo carboxilo terminal del dominio PEST, que en condicionesnormales limita la intensidad y duración de la activación en NOTCH1. Tanto las mutaciones que se dan en el exón 34 como en la región 3´UTR provocan la formación de un nuevo sitio de corte y empalme, dando lugar a la aparición de codones de terminación prematuros. Los cuales originan una proteína NOTCH1 constitutivamente activa y más estable, que carece del dominio PEST, responsable de la degradación de la proteína, que no se degrada y se acumula. Esto desencadena una señalización desregulada, que resulta en un aumento de la actividad de señalización de la vía NOTCH1 con múltiples consecuencias, incluida una mayor actividad de la vía NF-kB canónica y no canónica, cuya sobreexpresión tiene un papel crítico en la patogénesis de la LLC, promoviendo la proliferación y la supervivencia de las células leucémicas (Xu et al., 2015). Figura 6. Diagrama del gen NOTCH1 mostrando la ubicación de mutaciones a nivel del exón 34 y la región 3´UTR (Dos Santos and Slavutsky, 2017). En cuanto a los tratamientos, se observó peor evolución clínica en los pacientes tratados con una inducción de rituximab seguida de una consolidación; de este modo, la aparición de fármacos que actúan a nivel de las vías de señalización del receptor de células B (BCR) o de BCL2 ha beneficiado a estos pacientes, mejorando su respuesta al tratamiento. 3.3. Transformación de Richter, evolución/selección clonal y alteraciones en TP53 El mal pronóstico de los pacientes con alteraciones en NOTCH1, principalmente se debe a la elevada probabilidad de transformación de la LLC a SR; a la resistencia a la inmunoquimioterapia, que provoca la selección de clones con estas alteraciones; a la elevada frecuencia con la que aparecen dichas alteraciones a medida que la enfermedad progresa; y a la posibilidad de que puedan coincidir con alteraciones en TP53. Los pacientes con LLC provocada por alteraciones en NOTCH1 tienen una probabilidad mayor de que la enfermedad derive o se transforme a SR o DLBCL, como ya se ha indicado anteriormente. Es una variedad de linfoma no Hodgkin de rápido crecimiento y en general de mal pronóstico. El SR complica la evolución de un 5-10% de pacientes con LLC (Gorospe Sarasúa et 15 al., 2017) y pertenece a la fase más agresiva de la enfermedad, porque es rápidamente letal en la mayoría de los pacientes. Además, se han identificado mutaciones en NOTCH1 en la fase RS que ya estaban presentes a niveles subclonales en la fase LLC. En estos casos el clon que albergaba la mutación en la fase de LLC es seleccionado progresivamente en la transformación a RS. También se ha analizado la frecuencia de mutaciones en NOTCH1 en pacientes con LLC resistentes a la inmunoquimioterapia y se ha observado que es considerablemente mayor que en el momento del diagnóstico. Se dan mutaciones activadoras en NOTCH1 en el 10% de los pacientes con LLC en el momento del diagnóstico y en el 20% de los pacientes con la enfermedad resistentes a la inmunoquimioterapia; por lo que estas alteraciones funcionan como predictor independiente de mal pronóstico (Fabbri et al., 2011). Sin embargo, las alteraciones en NOTCH1 son bastante más frecuentes en pacientes que se encuentran en una fase agresiva de LLC. En este entorno clínico desfavorable, la aparición o selección de mutaciones en NOTCH1 durante la progresión de la enfermedad tiene implicaciones diagnósticas y terapéuticas. Estas mutaciones a nivel subclonal pueden actuar como biomarcador medible si se detectan con métodos de alta sensibilidad (NGS); permitiendo la detección precoz del riesgo de progresión o quimiorrefractariedad e influyendo en el tratamiento clínico de la LLC. Gracias a la NGS se ha demostrado que el 25% de las mutaciones en NOTCH1 están presentes en subclones de las células tumorales. Estos pequeños subclones son detectados en el 12% de los pacientes con LLC en estadio temprano de la enfermedad, y se ha observado que tienen el mismo pronóstico desfavorable que los pacientes con clones mayoritarios de mutaciones en NOTCH1. Por último, las mutaciones en NOTCH1 tienden a ser mutuamente excluyentes con las alteraciones en TP53 en el mismo paciente con LLC; es decir, cuando uno de estos genes presenta una mutación, el otro excepcionalmente está mutado. Por ello, ambas mutaciones coinciden en un porcentaje muy pequeño. Es importante añadir que el 50% de los pacientes con LLC que tienen mutaciones en NOTCH1 y alteraciones en TP53 derivan a SR. Esto puede ser porque la aparición de mutaciones en NOTCH1 y alteraciones en TP53 en el mismo clon causa una mayor agresividad clínica que puede provocar la transformación a un linfoma agresivo. No obstante, la LLC de alto riesgo no solo se caracteriza por presentar alteraciones en TP53, sino que puede albergar otras lesiones genéticas adicionales que pueden estar implicadas en el fenotipo agresivo de la enfermedad (Stilgenbauer and Zenz, 2010). De hecho, el 40% de los pacientes con LLC agresiva carecen de alteraciones en TP53. El papel que tienen las mutaciones de NOTCH1 en la agresividad de la LLC es independiente del efecto ejercido por las alteraciones en TP53, al igual que el impacto que tienen en la supervivencia. 16 4. CAPÍTULO 4. GENES IGHV 4.1. Origen de los genes IGHV Para entender el estado mutacional del IGHV se tiene que hablar del origen del mismo. Durante la maduración de las células B normales en los órganos linfoides primarios, la recombinación V-D-J o el reordenamiento de segmentos V o “Variables”, D o “Diversidad” y J o “Unión” de los genes de las cadenas pesadas de las inmunoglobulinas, unido a la recombinación V-J o reordenamiento de los segmentos V y J de los genes de la cadena ligera (Kappa y Lambda), proporcionan la base para la estructura del BCR, responsable del reconocimiento antigénico (Chiorazzi, Rai and Ferrarini, 2005) (Figuras 7 y 8). Además, estos genes también tienen otros dos segmentos, el C o “Constante” y el L o “Líder/Guía”. Al generarse este reconocimiento antigénico, la célula B ingresa al centro germinal de los folículos linfoides, donde tiene lugar el proceso conocido como hipermutación somática (SHM), mecanismo por el cual la célula B sufre un número variable de mutaciones en los segmentos V de las cadenas ligeras y pesadas de las inmunoglobulinas, es decir, en el sitio de unión al antígeno. Las mutaciones que se dan principalmente son sustituciones de una sola base nitrogenada, con inserciones o deleciones ocasionales. De esta forma, el repertorio de células B puede reconocer alrededor de 1012 especificidades antigénicas diferentes. En este contexto, la probabilidad teórica de que dos clones de células B independientes puedan llevar exactamente el mismo BCR solo por azar, es prácticamente insignificante Figura 7. El locus IGH@ humano (Stanganelli et al., 2016). Está localizado en el brazo largo del cromosoma 14 (14q32.3), contiene los diferentes segmentos IGHV, IGHD, IGHJ e IGHC; con un total de 170-176 genes en un área aproximada de 1250 Kilobases (Kb). El repertorio funcional es de aproximadamente 76-84 genes por genoma haploide. 17 Figura 8. Recombinación VJ de los genes de la cadena ligera de las inmunoglobulinas y recombinación VDJ de los genes de la cadena pesada de las inmunoglobulinas (figura realizada con BioRender). ARN: ácido ribonucleico. En cuanto a la recombinación VDJ, en primer lugar, ocurre la recombinación somática entre el segmento D y el segmento J del locus de la cadena pesada; eliminándose posteriormente la región de ADN que ha sido cortada para el proceso. En segundo lugar, ocurre la recombinación del complejo DJ con el segmento V, eliminándose posteriormente la región de ADN cortada. De esta manera, se forman genes VDJ que se transcriben y se traducen para dar lugar a la cadena pesada de las inmunoglobulinas. La formación de la cadena ligera sucede de la misma manera, peroel primer paso no ocurre debido a que no hay regiones D. Como se aprecia en la figura, también se dan segmentos C y L. 4.2. Papel de los genes IGHV en la LLC y tratamiento En el año 1999, dos grupos de trabajo demostraron, independientemente, que el nivel de mutaciones presentes en IGHV permite dividir a los pacientes con LLC en dos grandes grupos, acorde al porcentaje de homología respecto de la línea germinal (Damle et al., 1999; Hamblin et al., 1999). Aquellos pacientes con ≥98% de homología presentan ausencia de mutación en IGHV, y se asocian con una progresión clínica más rápida, estadios avanzados, morfología atípica, reordenamientos genómicos de mal pronóstico y recaída más temprana tras el tratamiento; además, dichas células sin mutación se originan a partir de una célula B que no ha sufrido diferenciación ni SHM en los centros germinales, y sus patrones de metilación se aproximan a los de las células B de memoria pre-germinal (Figura 9). Por el contrario, los casos con homología <98% presentan mutación en IGHV, tienen un mejor pronóstico y sus células surgen de una célula B del centro post-germinal que expresa una inmunoglobulina que ha sufrido SHM y, en algunos casos, cambio de isotipo (Figura 9); similar a lo que ocurre en las células B normales durante la respuesta inmune. De ahí que sus patrones de metilación se aproximen a los de las células B de memoria post-germinal. Cabe destacar que los centros germinales se encuentran en los ganglios linfáticos, y es donde las células B experimentan la selección durante la respuesta inmune y la SHM. 18 Estos datos iniciales fueron posteriormente confirmados por numerosos investigadores, demostrando que el estado mutacional del IGHV en pacientes con LLC tiene un valor pronóstico adverso independiente en la historia natural de la enfermedad (Ghia et al., 2007). Además, se estima que el 35-40% de los pacientes tienen células LLC que no han experimentado SHM y, por tanto, no tienen mutación en IGHV; y el 60-65% de los pacientes tienen células LLC que han experimentado SHM, y por tanto, tienen mutación en IGHV (Rodríguez Preciado and Barros- Núñez, 2016). Figura 9. Origen de las células LLC (Kipps et al., 2017). Aquellas con IGHV no mutado se originan a partir de linfocitos B CD5+ que no llegan a entrar en los centros germinales y no experimentan SHM ni proliferación; mientras que las células LLC con IGHV mutado se originan a partir de linfocitos B CD5+ que entran en la zona azul oscura de los centros germinales, donde proliferan y sufren SHM. Después, se obtienen tres tipos de linfocitos B: con baja afinidad por el antígeno, con una afinidad mejorada o con una SHM limitada. De manera que sufren una selección en la zona azul clara de los centros germinales. Los linfocitos con baja afinidad sufren apoptosis; los linfocitos con una SHM limitada se convierten en células LLC con una SHM limitada; y los linfocitos con una afinidad mejorada interaccionan con linfocitos Th y FDCs, produciendo un cambio de isotipo que da lugar a células LLC con IGHV mutado. Otra característica que expresan un tercio de los pacientes, son los receptores “estereotipados”. Son secuencias de aminoácidos de estructura primaria altamente homólogas en la región determinante de la complementariedad de las inmunoglobulinas (HCDR3), producto de la recombinación V-D-J (Messmer et al., 2004). Esto sustenta la implicación de estímulos antigénicos específicos en la patogénesis de la LLC (Murray et al., 2008). Además, se ha descrito que la presencia de estos receptores “estereotipados” es significativamente más frecuente en los casos de LLC con ausencia de mutaciones en IGHV (Stamatopoulos et al., 2007), e integran grupos o clústeres de homología. Por ello, las secuencias “estereotipadas” deben cumplir determinadas características para ser incluidas en un clúster determinado: uso de los mismos https://www.ncbi.nlm.nih.gov/core/lw/2.0/html/tileshop_pmc/tileshop_pmc_inline.html?title=Click%20on%20image%20to%20zoom&p=PMC3&id=5336551_nihms845596f1.jpg 19 genes V-D-J y porcentaje de identidad de aminoácidos en HCDR3 ≥60%. (Stamatopoulos et al., 2007). Cabe destacar que, inicialmente se describieron 48 subconjuntos diferentes de secuencias con HCDR3 homóloga en pacientes con LLC de origen mediterráneo. En la actualidad, se han descrito más de 200 clústeres diferentes, entre los cuales se definieron 19 clústeres mayores que contienen al menos 20 secuencias cada uno y constituyen los de mayor frecuencia. El porcentaje de pacientes con receptores “estereotipados” puede variar de 9,5 a 32% (Stanganelli et al., 2016). En algunos casos, la presencia de BCRs “estereotipados” asignados a un clúster determinado se correlaciona con el curso clínico de la enfermedad, independientemente del estado mutacional del IGHV. Es importante añadir que el repertorio de inmunoglobulinas producidas por las células LLC es más limitado que el repertorio de inmunoglobulinas que pueden producir las células B de cualquier persona sana (Kipps et al., 2017). Esto se debe a que 1 de cada 75 pacientes tienen células LLC que expresan inmunoglobulinas que son prácticamente idénticas (Widhopf et al., 2004). La limitada diversidad de inmunoglobulinas proporciona la evidencia de que las células B en la LLC se seleccionan en función de la actividad de unión de su inmunoglobulina de superficie, lo que sugiere que la señalización del BCR juega un papel crucial en la patogénesis de la enfermedad. También refleja el uso sesgado en la LLC de ciertos genes IGHV que tienen mutaciones somáticas y uniones limitadas, y una diversidad combinatoria de cadenas ligeras y pesadas. Por último, en cuanto al tratamiento, en los pacientes sin del17p o mutaciones conocidas en TP53, se emplea el estado mutacional de IGHV para definir la estrategia de tratamiento. Los pacientes con IGHV no mutado pueden ser tratados con ibrutinib. Los pacientes con IGHV mutado pueden ser tratados con inmunoquimioterapia (fludarabina, ciclofosfamida y rituximab, o bien bendamustina y rituximab). Estos pacientes tienen muy buenos resultados a largo plazo como tratamiento de primera línea. 4.3. Tipos de genes IGHV En condiciones normales, los fragmentos V se agrupan por homología de secuencia en siete familias (VH1-VH7), que al unirse luego a los segmentos D y J originan un amplio repertorio de reordenamientos IGHV posibles. Se ha observado que los pacientes con LLC muestran un repertorio de genes IGHV sesgado, siendo los más utilizados los que pertenecen a las familias VH1, VH3 y VH4. Además, la presencia de los distintos genes IGHV en la LLC varía en función de las regiones geográficas. Los genes IGHV más comunes en los países occidentales son IGHV1- 69, IGHV3-7, IGHV4-34 e IGHV3-23 (Stanganelli et al., 2016); en la población asiática se encuentra una expresión muy baja del gen IGHV1-69 (Hojjat-Farsangi et al., 2009); y el gen IGHV3-21 se expresa más en la población del norte de Europa que en la mediterránea (Cahill et al., 2012). 20 En las últimas décadas, el estudio molecular de los genes IGHV expresados por el BCR ha permitido identificar subgrupos de pacientes con diferentes características biológicas, presentación clínica y evolución de la enfermedad, indicando que la reactividad funcional del Ag del BCR está implicada en el comportamiento de los clones malignos (Hadzidimitriou et al., 2011). Las primeras evidencias mostraron que el uso del gen IGHV3-21 en la LLC representaba un factor pronóstico adverso, independientemente del estado mutacional del IGHV (Bomben et al., 2009). Posteriormente, se observó que en la población mediterránea solamente tenían un mal pronóstico los pacientes con el gen IGHV3-21 y receptor estereotipado perteneciente al cluster #2. Esta observación fue confirmada (Baliakas et al., 2015) en un amplio estudio que abarca 8593 casos de LLC, en elque se sostiene que aquellos pacientes con el gen IGHV3-21 no estereotipados presentan un curso clínico dependiente de su estado mutacional. Otro ejemplo lo constituye el gen IGHV3-23, que representa un factor pronóstico negativo independiente en pacientes sin mutación en IGHV. En la Tabla 4 se presentan datos de la literatura que describen los genes IGHV de uso frecuente en la LLC, la presencia de BCRs estereotipados y su significado clínico. Tabla 4: Características moleculares de los genes IGHV con relevancia clínica. GEN IGHV ESTADO MUTACIONAL BCR ESTEREOTIPADO CLÚSTERES COMPORTAMIENTO CLÍNICO IGHV1-69 NM (Predominio 100% H) Sí #3. #5, #7, #9 Corto TPT IGHV3-23 M No - Corto TPT (en el contexto de LLC-M IGHV3-21 Predominio M Predominio M Predominio M Predominio M - Sí Sí Sí - #2 #2 #2 Corta SV Corto TPT, Corto TP Corta SV, Corto TPT Corto TPT IGHV3-72 M Sí Enfermedad estable e indolente IGHV4-34 M Sí #4, #16 #4: menor edad al diagnóstico y enfermedad indolente IGHV4-39 Predominio NM Sí #8 Transformación a Richter NM: no mutado; M: mutado; H: Homología; TPT: tiempo previo al tratamiento; TP: tiempo hasta la progresión; SV: supervivencia global. El mal pronóstico para pacientes con el gen IGHV3-21 es independiente del estado mutacional, y la presencia de receptores estereotipados no tiene impacto en la SV o TPT. El mal pronóstico para pacientes con el gen IGHV3-21 depende de la presencia de receptores estereotipados de cluster #2 y a su vez, el pronóstico de los pacientes con el gen IGHV3-21 no estereotipado depende de su estado mutacional. 21 5. CAPÍTULO 5. GEN ATM 5.1. Características del gen ATM El gen ATM se sitúa en el brazo largo del cromosoma 11 (11q22-q23), abarca más de 150 kb de ADN genómico con 62 exones codificantes. Dicho gen codifica la proteína quinasa ATM, de 350 kilodalton (kDa) y compuesta por 3056 aminoácidos, que pertenece a la familia de quinasas de tipo fosfoinositidol 3-quinasa (PIKK). Esta proteína activa múltiples dianas “aguas abajo” y ejerce varias funciones involucradas en la respuesta a roturas de la doble hebra del ADN, activando la señalización que sincroniza la reparación del mismo, deteniendo el ciclo celular en fase G1 y desencadenando la apoptosis mediante la activación de p53 por fosforilación (Stankovic and Skowronska, 2014). También se ha demostrado que ATM participa en la respuesta al estrés oxidativo, el recubrimiento de los telómeros durante la replicación y en procesos involucrados en el desarrollo linfoide, como la SHM o cambio de isotipo. Cabe destacar que la inactivación bialélica heredada del gen ATM conduce al síndrome de ataxia telangiactasia (A-T), que se asocia con una mayor predisposición al desarrollo de tumores linfoides (Taylor et al., 1996). Aproximadamente, el 10% de todos los pacientes homocigotos con A-T desarrollan una neoplasia maligna. Es un trastorno neurológico progresivo que provoca desórdenes inmunológicos, inestabilidad cromosómica y fallos en la reparación del ADN. 5.2. Papel de las mutaciones de ATM en la LLC La deleción en el brazo largo del cromosoma 11 (del11q22-q23) afecta al gen ATM y está asociada con un mal pronóstico en la LLC. Desde el punto de vista clínico provoca una linfadenopatía generalizada muy marcada. Se detecta en aproximadamente el 20% de los pacientes con LLC en el momento del diagnóstico. Se ha observado que estos pacientes tienen una supervivencia media que se encuentra entre los pacientes con un cariotipo normal y aquellos que tienen alteraciones en TP53 (Döhner et al., 2000). En la mayoría de los casos, la deleción es superior a 20 megabases; aunque puede haber deleciones de 2-3 megabases; y aparte del gen ATM, abarca otros genes como RDX, FRDX1, RAB39, CUL5, ACAT1, NPAT, KDELC2, EXPH5, MRE11, H2AX y BIRC3. Normalmente, las deleciones más pequeñas tienden a coincidir con otras mutaciones en el gen ATM; y los pacientes con del11q22-q23 en general requieren tratamiento poco después del diagnóstico. No obstante, el tamaño del clon que alberga la deleción tiene un impacto pronóstico. Si más del 25% de las células del clon portan la deleción, el tiempo que transcurre hasta el tratamiento se ve reducido; sin embargo, un clon con menos del 25% de células con la deleción, permanece estable a lo largo del tiempo y sin necesidad de tratamiento (Marasca et al., 2013). La mayoría de las mutaciones en ATM descritas en la LLC se encuentran en células somáticas y se adquieren en diferentes momentos durante el curso de la enfermedad; sin embargo, en una pequeña proporción de pacientes, se detectan en la línea germinal. No obstante, en la 22 mayoría de los estudios realizados para intentar demostrar la relación de las mutaciones germinales en ATM con la enfermedad, no se han obtenido evidencias. Esto puede ser porque son polimorfismos raros, mutaciones de significado desconocido o mutaciones con cambio de sentido raras (Nadeu et al., 2016). En un estudio se analizó la región de codificación de ATM en 318 pacientes con LLC (140 con la del11q22.3; 178 sin la deleción y 281 controles). En comparación con individuos sanos, las mutaciones patogénicas en ATM aumentaron en individuos con la deleción, pero no en aquellos sin la deleción. Estos resultados sugieren que la heterocigosidad de la línea germinal del ATM no juega un papel en la LLC, pero influye en la rápida progresión de la enfermedad a través de la pérdida de ATM (Skowronska, Austen, et al., 2012). 5.3. Características de las alteraciones en ATM y tratamientos Normalmente, las mutaciones en ATM son por desplazamiento del marco de lectura (inserciones y deleciones) o por mutaciones con cambio de sentido. Las inserciones y deleciones provocan el truncamiento de la proteína ATM y la pérdida de su función, causando un efecto patogénico en la LLC. Sin embargo, las mutaciones con cambio de sentido permiten la expresión de ATM mutada, causando también un efecto patogénico en la enfermedad. No obstante, el impacto de las mutaciones de ATM en la LLC va a depender en función de si conducen o no a una pérdida completa de la función de ATM. Esta pérdida completa puede ocurrir a través de alteraciones bialélicas en el gen (presencia de una mutación en ATM en un alelo y de una del11q22-q23 en el otro alelo, o una mutación en ATM en cada alelo); o por el efecto dominante negativo de una sola mutación. En estudios in vitro se observaron respuestas defectuosas al daño del ADN en las células de LLC que habían perdido la función de ATM. Además, se observaron defectos en la activación de p53 y apoptosis en células cuya ATM había sufrido una inactivación bialélica tras la exposición a agentes citotóxicos como la fludarabina, clorambucilo y ciclofosfamida (Austen et al., 2007). Es importante añadir que el fenotipo celular y clínico de pacientes con la enfermedad que han perdido la función de ATM es menos pronunciado que aquellos pacientes con alteraciones en TP53. Se ha demostrado que la inactivación bialélica del ATM disminuye el tiempo necesario hasta el tratamiento y la supervivencia global. Por el contrario, si se da la deleción en un alelo, pero el otro alelo no está afectado, se obtiene una proteína ATM wt completamente funcional. Las células con ATM funcional son capaces de inducir respuestas al daño de la doble hebra del ADN y muestran una fosforilación robusta del ATM en las dianas “aguas abajo”, tras la exposición a los mismos agentes citotóxicos anteriores. En un estudio publicado por el Grupo Ingles de LLC (Skowronska, Parker, et al., 2012), se demuestra que el estado mutacional de ATM se relaciona con la respuesta al tratamiento, supervivencia e impacto pronóstico similar a las alteraciones en TP53. En dicho estudio, se observó que los pacientes con una mutación en ATM y con la deleción 11q22-q23,se asociaron con un estadio avanzado de la enfermedad, una afectación ganglionar voluminosa y una 23 disminución de la SLP, en comparación con aquellos que tenían un ATM wt, solo la deleción, o solo la mutación en ATM; pero similar a los pacientes con alteraciones monoalélicas o bialélicas en TP53. Además, la supervivencia global de los pacientes con alteraciones en ATM bialélicas se redujo significativamente en comparación con aquellos con ATM wt o solo la mutación en ATM. Curiosamente, la presencia de mutaciones en ATM monoalélicas no tuvieron un impacto uniforme en la SLP del paciente; al contrario que la del11q22.3. Esto podría ser porque las mutaciones monoalélicas pueden conferir cierta actividad residual al ATM. Pacientes con LLC y del11q22-q23 que son tratados con quimioterapia tienen un mal pronóstico, que no afecta tanto a la respuesta primaria al tratamiento, sino a la SLP y supervivencia global del paciente. En cambio, los tratamientos más recientes con inhibidores de BCR (ibrutinib, acalabrutinib, etc) e inhibidores de BCL2 (venetoclax) han cambiado el curso clínico para la mayoría de estos pacientes y no tienen un impacto pronóstico tan adverso en la SLP y supervivencia global. 24 6. CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES 1- La LLC sigue siendo una enfermedad incurable a pesar de los avances en la incorporación de nuevas terapias dirigidas a dianas específicas. Por tanto, es necesario mejorar el conocimiento de los marcadores pronóstico y de los mecanismos celulares y moleculares de la enfermedad. 2- Todos los pacientes que tienen alguno de los cuatro genes del trabajo alterados (TP53, NOTCH1, IGHV y ATM), responden mal a la inmunoquimioterapia; por tanto, esta terapia deja, en términos generales, de ser el tratamiento por excelencia de este cáncer; y se han tenido que desarrollar otras pautas terapéuticas alternativas. 3- Los pacientes con alteraciones en TP53 todavía pertenecen a un grupo de alto riesgo y aún se necesitan datos y ensayos específicos de las nuevas terapias para comprender el pronóstico a largo plazo. 4- Gracias a la aplicación de la secuenciación génica masiva, se ha mejorado el pronóstico de la LLC, debido a que se han podido detectar subclones con alteraciones en TP53 y NOTCH1, que con otras técnicas como la secuenciación Sanger, no se podrían detectar. 5- El tipo de mutación que ocurre en los diferentes genes condiciona la gravedad y evolución de la enfermedad. 6- La progresión de la LLC se produce, en parte, debido a la evolución clonal y a su interacción con el microambiente estromal, que favorece la supervivencia de las células LLC. 7- Aunque las alteraciones en TP53 sean los marcadores pronósticos más importantes, y en ocasiones se consideren como los únicos que pueden guiar las decisiones de tratamiento, es necesario no desestimar otras alteraciones genéticas que hacen que la LLC sea agresiva, como aquellas tratadas en este trabajo. 8- Los pacientes con mutaciones en IGHV pertenecen a un grupo de menor riesgo, porque sus células LLC han experimentado hipermutaciones somáticas en respuesta a estímulos antigénicos, y aunque no dejan de ser células tumorales, atraviesan un proceso necesario en las células B de pacientes en situación clínica estable; de ahí que tengan mejor pronóstico y respondan a la quimioterapia; al contrario que aquellos sin mutaciones en IGHV. 25 7. CAPÍTULO 7. BIBLIOGRAFÍA Alapat, D. et al. (2012) ‘Diagnostic usefulness and prognostic impact of CD200 expression in lymphoid malignancies and plasma cell myeloma’, American Journal of Clinical Pathology. 137 (1), 93–100. Austen, B. et al. (2007) ‘Mutation status of the residual ATM allele is an important determinant of the cellular response to chemotherapy and survival in patients with chronic lymphocytic leukemia containing an 11q deletion’, Journal of Clinical Oncology. 25(34), 5448–5457. doi:10.1200/jco.2007.11.2649. Baliakas, P. et al. (2015) ‘Not all IGHV3-21 chronic lymphocytic leukemias are equal: Prognostic considerations’, Blood. 125(5), 856–859. doi:10.1182/blood-2014-09-600874. Baumann Kreuziger, L. M., Tarchand, G. and Morrison, V. A. (2014) ‘The impact of Agent Orange exposure on presentation and prognosis of patients with chronic lymphocytic leukemia’, Leukemia and Lymphoma, 55(1), pp. 63– 66. doi: 10.3109/10428194.2013.794267. Best-Aguilera, C. et al. (2018) ‘El tratamiento moderno de la leucemia linfocítica crónica: una aproximación a la terapia personalizada’, Rev Hematol Mex. 19(2), 77-82. Bieging, K. T., Mello, S. S. and Attardi, L. D. (2014) ‘Unravelling mechanisms of p53-mediated tumour suppression’, Nature Reviews Cancer. 14(5), 359–370. doi:10.1038/nrc3711. Binet, J. L. et al. (1981) ‘A new prognostic classification of chronic lymphocytic leukemia derived from a multivariate survival analysis’, Cancer. 48(1), 198–206. doi:10.1002/1097-0142(19810701)48:1<198::aid- cncr2820480131>3.0.co;2-v. Bomben, R. et al. (2009) ‘Molecular and clinical features of chronic lymphocytic leukaemia with stereotyped B cell receptors: Results from an Italian multicentre study’, British Journal of Haematology. 144(4), 492–506. doi:10.1111/j.1365-2141.2008.07469.x. Brasier, A. R. (2006) ‘The NF-kappaB regulatory network.’, Cardiovascular toxicology. 6(2), 111-30. doi: 10.1385/ct:6:2:111. Burger, J. A. (2011) ‘Nurture versus nature: the microenvironment in chronic lymphocytic leukemia.’, Hematology / the Education Program of the American Society of Hematology. American Society of Hematology. Education Program. 2011(1), 96–103. doi:10.1182/asheducation-2011.1.96. Cahill, N. et al. (2012) ‘IGHV3-21 gene frequency in a Swedish cohort of patients with newly diagnosed chronic lymphocytic leukemia’, Clinical Lymphoma, Myeloma and Leukemia. 12(3), 201–206. doi:10.1016/j.clml.2012.01.009. Campo, E. et al. (2018) ‘TP53 aberrations in chronic lymphocytic leukemia: An overview of the clinical implications of improved diagnostics’, Haematologica, 103(12), pp. 1956–1968. doi: 10.3324/haematol.2018.187583. Cerhan, J. R. and Slager, S. L. (2015) ‘Familial predisposition and genetic risk factors for lymphoma’, Blood. 126(20), 2265–2273. doi:10.1182/blood-2015-04-537498. Chiorazzi, N., Rai, K. R. and Ferrarini, M. (2005) ‘Chronic lymphocytic leukemia’, New England Journal of Medicine. 52(8), 804–815. doi:10.1056/nejmra041720. Collins, R. J. et al. (1989) ‘Spontaneous programmed death (apoptosis) of B‐chronic lymphocytic leukaemia cells following their culture in vitro’, British Journal of Haematology, 71(3), pp. 343–350. doi: 10.1111/j.1365- 26 2141.1989.tb04290.x. Damle, R. N. et al. (1999) ‘Ig V gene mutation status and CD38 expression as novel prognostic indicators in chronic lymphocytic leukemia’, Blood. 94(6), 1840-1847 doi: 10.1182/blood.v94.6.1840.418k06_1840_1847. Deans, J. P. and Polyak, M. J. (2008) ‘FMC7 is an epitope of CD20’, Blood. 111(4), 2492–2492. doi:10.1182/blood- 2007-11-126243 url. Döhner, H. et al. (2000) ‘Genomic aberrations and survival in chronic lymphocytic leukemia’, New England Journal of Medicine. 343(26), 1910–1916. Fabbri, G. et al. (2011) ‘Analysis of the chronic lymphocytic leukemia coding genome: Role of NOTCH1 mutational activation’, Journal of Experimental Medicine. 208(7), 1389–1401. doi:10.1084/jem.20110921. Felipe Casado, L. et al. (2011) ‘Evaluación económica de rituximab en combinación con fludarabina y ciclofosfamida en comparación con fludarabina y ciclofosfamida en el tratamiento de la leucemia linfática crónica’, Gaceta Sanitaria. 25(4), 274–281. doi:10.1016/j.gaceta.2011.03.005. Galvano, C. et al. (2019) ‘Mutaciones del gen NOTCH1 en la leucemia linfocítica crónica’, Salud(i)Ciencia. 23(4), 332-338. doi: 10.21840/siic/159835. García Vela, J. A. and García Marco, J. A. (2018)
Compartir