Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL DELEGACIÓN SUR DEL DISTRITO FEDERAL UMAE HOSPITAL DE ESPECIALIDADES CENTRO MÉDICO NACIONAL “CMN SIGLO XXI” TIEMPO DE PROGRESIÓN DE LA LEUCEMIA LINFOCÍTICA CRÓNICA CON MARCADORES DE MAL PRONÓSTICO ZAP-70 Y CD38 EN PACIENTES MEXICANOS TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE ESPECIALISTA EN HEMATOLOGÍA PRESENTA DR. ALBERTO HUITRÓN ALCOCER ASESOR DR. JUAN FERNANDO PÉREZ ROCHA MEXICO, DF. FEBRERO 2015. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 ______________________________ Dra. Diana G. Menez Díaz Jefe de la División de Educación en Salud UMAE Hospital de Especialidades CMN Siglo XXI ______________________________ Dr. Luis Antonio Meillón García Profesor Titular del Curso de Especialización en Hematología Universidad Nacional Autónoma de México ______________________________ Dr. Juan Fernando Pérez Rocha Médico Adscrito al servicio de Hematología NO. DE REGISTRO: R-2015-3601-10 3 4 HOJA DE DATOS AUTOR Apellido Paterno: Apellido Materno: Nombre: Teléfono: Universidad: Facultad o escuela: Carrera: N° de cuenta: Huitrón Alcocer Alberto 55 1617 8950 Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Medicina Especialidad en Hematología 512213233 ASESOR Apellido Paterno: Apellido Materno: Nombre: Pérez Rocha Juan Fernando TESIS Título: N° de páginas: Año: NÚMERO DE REGISTRO: “Tiempo de progresión de la leucemia linfocítica crónica con marcadores de mal pronóstico ZAP-70 y CD38 en pacientes mexicanos” 44 2015 R-2015-3601-10 5 AGRADECIMIENTOS A Dios por su infinita bondad, a mis padres por su apoyo incondicional, a mis hermanos por su inmensa ayuda a lo largo de mi carrera, a mis maestros por sus invaluables enseñanzas, y a mis compañeros: Cristy, Babe y Chocha por hacer de estos tres años una aventura inolvidable. Agradezco al Dr. Luis A. Meillon García por su apoyo en la revisión de este trabajo. Un agradecimiento especial al Dr. Juan Fernando Pérez Rocha por permitirme colaborar con El en el desarrollo de este proyecto, a la Dra. Nancy Delgado López y al Dr. Carlos Hernández por su valiosa ayuda en el análisis estadístico del estudio. 6 ÍNDICE RESUMEN…………………………………..……………………………………………..7 INTRODUCCIÓN………………………… ……………………………………………..10 MATERIAL Y MÉTODOS……………………..…………………..…………………….25 RESULTADOS………………………………….……………………………...………..28 DISCUSIÓN………………..…………………………………………………..………...33 CONCLUSIONES………………………………….………………………..…………...36 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………..…………………37 ANEXOS…………………………………………………………………………………44 7 RESUMEN Título: “Tiempo de progresión de la leucemia linfocítica crónica con marcadores de mal pronóstico ZAP-70 y CD38 en pacientes mexicanos” Introducción: La leucemia linfocítica crónica (LLC) es la leucemia más prevalente a nivel mundial, en México se estima corresponde al 9% de las leucemias en el adulto, se han identificado diversos factores de mal pronóstico en la enfermedad, dentro de estos se encuentran las alteraciones citogenéticas, el estado no mutado de la porción variable del gen de la cadena pesada de la inmunoglobulina y la expresión de marcadores celulares identificables por citometría de flujo como son CD38 y ZAP-70; estos últimos correlacionan directamente con el estado mutacional del gen de la cadena pesada de inmunoglobulina. La presencia de los marcadores CD38 y ZAP-70 se asocia a disminución en el tiempo de progresión de la enfermedad, expresado como el tiempo de inicio de tratamiento. Puesto que las escalas de estatificación mundialmente aceptadas (Rai y Binet ) fueron validadas hace más de 30 años cuando no se conocía la importancia de estos marcadores, es necesario evaluar su impacto clínico para posteriormente integrar una escala de estatificación actualizada. Objetivo: Determinar si la presencia de marcadores de mal pronóstico CD38 y ZAP- 70 en LLC, se asocia a disminución en el tiempo de progresión de la enfermedad en pacientes mexicanos. 8 Material y métodos: Se realizó el estudio de una cohorte retrospectiva de pacientes con LLC, se incluyeron todos los pacientes con diagnóstico de LLC que se encuentran en seguimiento en la consulta externa del servicio de Hematología del Hospital de Especialidades CMN Siglo XXI, que cumplieron los criterios de inclusión y se determinó el tiempo de inicio del primer tratamiento y la linfocitosis progresiva (tiempo de progresión de la enfermedad), así como el estadio de Rai y Binet en el que se diagnosticaron. Resultados: Se analizaron 55 pacientes, 30 hombres y 25 mujeres, con edad media de 66 años, el 44.5% se diagnosticó en estadio Rai 0, con una media de linfocitosis al diagnóstico de 40,576 linfocitos/L, 34 pacientes (61.8%) ameritaron tratamiento en el curso de su enfermedad, con una media de inicio del tratamiento de 11 meses. El criterio de inicio de tratamiento más frecuente fue la presencia de síntomas B (38.2%). Se encontró positividad para CD38 en 22.2% de los pacientes, en el caso del marcador ZAP-70 se encontró positivo en 71.1%. Se encontró una asociación estadísticamente significativa entre la presencia de CD38 y el diagnóstico en estadio avanzado de Rai (p=0.001), así mismo se encontró asociación entre la ausencia del marcador de mal pronóstico CD38 y la ausencia de linfocitosis progresiva (p=0.03). Conclusiones: la Leucemia linfocítica crónica en México se diagnostica a edad más temprana en comparación a los pacientes estadounidenses y europeos, así como existe mayor prevalencia del marcador de mal pronóstico ZAP-70 en la población 9 mexicana. El marcador CD38 positivo se asocia a diagnóstico de la enfermedad en estadios avanzados, la negatividad de este marcador se asocia a ausencia de linfocitosis progresiva en el curso de la enfermedad. 10 INTRODUCCIÓN La leucemia linfocítica crónica (LLC) es una neoplasia compuesta por linfocitos B mono mórficos pequeños, localizados en sangre periférica, medula ósea y ganglios linfáticos. Usualmente coexpresan CD5 y CD23. En la ausencia de involucro extramedular, se requiere más de 5,000/L linfocitos monoclonales, con fenotipo característico en sangre periférica1. La primera descripción de LLC se publicó hace más de 150 años, la etiología de la LLC permanece desconocida, además de que se considera una enfermedad incurable fuera del tratamiento con trasplante de células progenitoras hematopoyéticas. En estados unidos se diagnostican aproximadamente 15,500 nuevos casos por año. Se considera la leucemia más prevalente debido la relativa alta supervivencia2. En México según Alemán H y col., seencontraron 49 casos a lo largo de 35 años, en otro estudio por Ruiz- Argüelles y col, se encontraron en un periodo de 15 años, 19 pacientes con LLC en un grupo de 211 adultos con leucemia, representando el 9%3,4, en otro estudio también por Ruiz- Argüelles y col, donde se incluyeron 1968 adultos con leucemia se encontraron 6.6% pacientes con LLC5. Dentro de los factores de riesgo genéticos más importante es la historia familiar de LLC, se ha encontrado que 8 a 10% de los pacientes tienen historia familiar. Se encontró un riesgo relativo de 4.56 en familiares de primer grado6. En otro estudio se identificó el cromosoma 2q21.2 asociado a la herencia de la LLC7. Se han identificado también 6 locus nuevos asociados con el desarrollo de LLC, 5 de ellos han sido validados de manera independiente8. Dentro de los factores genéticos 11 adquiridos se han encontrado asociación con anormalidades de los cromosomas 11, 12, 13 y 17, incluso se encontró que estas pueden predecir sobrevida y tiempo de inicio de tratamiento9. Se identificaron también los genes asociados a las anormalidades citogenéticas de mal pronóstico como del 17p13 y 11q22 (TP53 y ATM respectivamente). No se ha logrado esclarecer el gene o genes que contribuyen a la patogénesis de la LLC con trisomía del 12, que también se ha asociado a mal pronóstico. En cuanto a la alteración del 13q14, que constituye un factor citogenético de buen pronóstico, se ha asociado los microRNA 15/16, cuyo efecto regulador negativo de BCL2, constituyo la primera asociación de enfermedad y alteraciones de microRNA10. Por otro lado se ha encontrado heterogeneidad en la deleción de 13q14, de manera que algunas deleciones que involucran el gen de retinoblastoma se asocian a enfermedad agresiva11. Debido a la baja capacidad proliferativa de la LLC, se ha establecido la citogenética de interfase (FISH) como el método estándar para la detección de las alteraciones citogenéticas en LLC9. La deleción 17p13 se comporta de manera más homogénea, con un punto de ruptura que generalmente cae en 17p11.2 y se extiende de forma telomérica para incluir la mayor parte del brazo corto, generando perdida de función de TP53. Se han asociado también alteraciones epigenéticas como metilación de genes promotores y acetilación de histonas, tales como la hipometilación global del DNA, metilación del promotor de DAPK1 (death associated protein kinase 1)12, además se asociaron perfiles de metilación que facilitan la señalización a través de vías de proliferación celular, incluyendo MAPK (mitogen-activated protein kinase) y NF-kB (nuclear factor-k light-chain enhancer of activated B cells) 12 Los pacientes con LLC utilizan un conjunto muy restringido del receptor de la célula B, aproximadamente el 14% de los casos expresan la cadena pesada VH1-69, y el 18% VH4-34, lo que denota un repertorio muy restringido que sugiere que la estimulación por alo y auto antígenos específicos genera la expansión clonal maligna. El estado mutacional del gen de la cadena pesada de la inmunoglobulina, definido como no mutado cuando presenta menos de 2% de desviación de su secuencia original, se ha considerado también como un factor de mal pronóstico. Aproximadamente la mitad de los casos presentan el estado no mutado. El origen de la célula leucémica en esta patología se pensó inicialmente pudiera derivar tanto de la célula B “naive”, como de células B post germinales de memoria, sin embargo recientemente se ha encontrado el origen en la célula B de memoria, independientemente del estado mutacional del gen de la cadena pesada de la inmunoglobulina13. Esta célula pudiera escapar a la mutación del gen de la cadena pesada de inmunoglobulina al favorecerse un crecimiento independiente de células T ayudadoras, o bien independiente del centro germinal no requiriendo la mutación. Por otro lado pudiera tratarse de células B auto reactivas que debieran sufrir apoptosis, pero que evaden la muerte celular a través de estimulación tónica del BCR (B cell receptor) o a través de eventos de transformación genética. En el esfuerzo por reconocer los antígenos y epítopes reconocidas por la IGH mutada y no mutada en LLC, se encontró que existe estereotipia en la región determinante complementaria 3 (CDR3) de la IGH, la cual define la especificidad al antígeno, esto se asoció a peor pronóstico y se observó en el 40% de los pacientes con estado no 13 mutado del gen de IGH14. El efecto final sobre la célula B es la facilitación de la señalización a través de BCR por múltiples antígenos. Es de destacar también que la densidad de BCR en la superficie de la célula B se encuentra disminuida, sin embargo se ha encontrado aumento en la señalización intracelular mediada por ZAP-70 ( Zeta-associated protein 70) al estimularse el BCR15. Por el contrario las células con estado mutacional positivo no responden de la misma manera a la estimulación de BCR generando anergia. De manera convencional se considera una enfermedad ocasionada por apoptosis disminuida y acumulación pasiva de linfocitos B clonales, esto en base a la observación de que más del 98% de los linfocitos circulantes se encuentran arrestados en la fase G0 o G1 temprana, sobreexpresando proteínas antiapoptóticas como BCL2. Sin embargo como se mencionó anteriormente la célula B de LLC tiene también capacidad proliferativa aumentada mediada por el receptor de la célula B. Se estima la producción de nuevas células leucémicas de al menos 10.9 por día, siendo el balance entre producción y muerte lo que determina el riesgo de progresión de la enfermedad16. La presencia del marcador de activación CD38, se ha correlacionado con aumento en la expresión de factores de proliferación como ZAP-70, ki67 y telomerasa en contraste con la células CD38 negativas17. El microambiente juega también un papel importante en la cinética de la célula B de LLC, se conoce un fenotipo distinto entre la célula de LLC joven con expresión más alta de CD5 y menor de CXCR4 (chemokine receptor 4) y de manera contraria una expresión menor de CD5 y mayor de CXCR4 en la célula quiescente, lo que sugiere que las células nuevas expresan primordialmente genes relacionados a proliferación, activación y señalización, mientras que las células quiescentes 14 expresan genes de apoptosis y migración. Lo anterior lleva a la hipótesis de la regulación a la alza de CXCR4 promoviendo la reentrada de la célula al microambiente tumoral, donde recibe nuevamente señales de activación y proliferación y disminuye nuevamente su expresión de CXCR4 como las células jóvenes, siendo liberadas nuevamente a la circulación. De esta manera el microambiente tumoral compuesto por una mezcla de células del sistema inmune, elementos del estroma, y células vasculares, donde se transmiten señales mediante presentación de antígenos, interacciones célula-célula y de manera paracrina, participa de manera importante en la fisiopatología de la enfermedad. Las células tipo nodriza o (Nurse-like Cells NLC) abundantes en los órganos linfoides secundarios de pacientes con LLC, expresan de manera constitutiva quimiocinas tales como CXCL12 ligando para CXCR4 el cual promueve supervivencia de la célula, mediante la activación de la vía de STAT3 (signal transducer and activator of transcription 3) y MAPK18. Además de esto existen otros ligandos que inducen proliferación también producidos por NLC, tales como BAFF (B-cell activating factor y APRIL (proliferation inducing ligand) que inducen al factor nuclear k-B y a MCL-1. De manera similar la célula T CD4+ encontrada en los pseudo folículos de LLC a través de CD154 y su unión a CD40 expresado en la célula de LLC, induce la vía del factor nuclear k-B. Estos mecanismos de estimulación se han vinculado con resistencia al tratamiento con agentes como fludarabina, ciclofosfamida y dexametasona19.Recientemente se ha encontrado la participación de micro vesículas derivadas de la célula leucémica, capaces de activar la vía de AKT/mTOR en células mesenquimales estromales, siendo este un mecanismo nuevo de interacción de la célula de LLC con su microambiente20. La célula T tiene también 15 un rol en la fisiopatología de la enfermedad, presentando ciertas alteraciones como; aumento de 2.5 a 4 veces en la cuenta de estas, cambio de la respuesta Th1 por Th2 anérgica, mediada por producción de citosinas inmunomoduladoras por parte de la célula leucémica, existe también un aumento de las células T reguladoras, mediado por la interacción de CD27 y CD70, induciendo la expresión de BCL2 y haciendo a la célula T reguladora resistente a la apoptosis, estas alteraciones implican ventaja en la supervivencia de la célula leucémica al permitir la evasión de la inmunidad celular, mediante el bloqueo de la sinapsis inmunológica impidiendo el reconocimiento de antígeno y la citotoxicidad celular21,22. De acuerdo al conocimiento actual, la patogénesis de la enfermedad involucra un hospedero susceptible, la estimulación tónica por un antígeno estereotipado (de baja afinidad) lo que genera la expansión de una clona pre maligna, posteriormente la adquisición de mutaciones somáticas, en el contexto de un microambiente que facilita la supervivencia de estas células, logra hacer que estas células escapen de la inmuno vigilancia y puedan expandirse, finalmente y debido a la acumulación de alteraciones citogenéticas estas células dependerán menos del microambiente y de la estimulación del receptor de la célula B para su proliferación. En cuanto a las manifestaciones clínicas de la enfermedad, cabe señalar que un gran número de pacientes principalmente aquellos en estadio temprano se presentaran sin manifestaciones relacionadas a la leucemia, incluso se realizara el diagnostico de sospecha en base a resultados de análisis de laboratorio de rutina o realizados por motivo de otra patología no relacionada. El hallazgo más común es la leucocitosis a expensas de aumento en la cuenta de linfocitos, en un grupo menor de pacientes se encuentra fatiga, pérdida de peso, saciedad temprana debida a 16 esplenomegalia, petequias y ganglios linfáticos palpables, sin embargo este grupo de pacientes sintomáticos corresponde solo al 15% al diagnóstico, no obstante durante el curso de la enfermedad la mayoría de los pacientes presentara síntomas y eventualmente requerirán tratamiento. Los síntomas más comunes de progresión son incremento en la fatiga, aumento del tamaño del bazo y ganglios linfáticos así como empeoramiento de los parámetros hematológicos, rara vez se documenta infiltración de otros órganos. También se documentan ocasionalmente fiebre, diaforesis nocturna y perdida de peso23. De acuerdo a la clasificación de la OMS (organización mundial de la Salud) la leucemia linfocítica crónica es equivalente al linfoma de linfocitos pequeños con la única diferencia en su apariencia leucémica. También cabe señalar que la variante T de la LLC se clasifica ahora como leucemia pro linfocítica T de acuerdo a la OMS1. En 1996 se actualizaron los criterios publicados en 1988 por la NCI-WG para el diagnóstico de LLC en los que se incluía el criterio diagnóstico de más de 5,000 linfocitos de aspecto maduro por µL en sangre periférica, haciendo la distinción con la leucemia prolinfocítica con un corte de hasta 55% de prolinfocitos, haciendo también hincapié en la diferenciación de la fase leucémica del linfoma del manto, en esta guía también se obviaba la presencia de linfocitosis persistente por más de 4 semanas, pues al contar con las características histológicas y fenotípicas características no era necesario para el diagnóstico. (National Cancer Institute Working Group) 24. En 2008 la IWCLL (International Workshop on Chronic Lymphocytic Leukemia) publica una actualización del consenso previo en el cual se corrobora que el diagnóstico de la enfermedad requiere la presencia de al menos 5 x 109 /L linfocitos 17 B en sangre periférica, y que requiere además la confirmación de clonalidad por citometría de flujo. Comenta también que se debe sospechar la enfermedad en pacientes con menos de 5,000 linfocitos B por micro litro en sangre periférica, sin embargo si no se demuestra linfadenopatía u organomegalia, citopenias o síntomas relacionados a la enfermedad, se debe considerar entonces el diagnóstico de linfocitosis B monoclonal, la cual tiene una tasa de progresión a LLC de 1 a 2% por año25. En el caso del linfoma de linfocitos pequeños la cantidad de linfocitos no debe exceder 5,000/µL, además de que requiere la presencia de linfadenopatía y/o esplenomegalia, así como confirmación diagnóstica por estudio histopatológico. El análisis por citometría de flujo muestra de manera característica la coexpresión del antígeno asociado a células T CD5 en conjunto con marcadores de célula B tales como CD19, CD20 y CD23. La inmunoglobulina de superficie, CD20 y CD79b se encuentran bajos comparados con las células B normales26. Existe también restricción de cadenas ligeras ya sea kappa o lambda en la clona leucémica. La citometría de flujo es útil de igual manera en el diagnóstico diferencial, especialmente en el caso de la leucemia prolinfocítica en la que solo el 50% de los casos expresan CD5 y típicamente expresa CD20 alto al igual que Inmunoglobulina de superficie, también permite distinguir del linfoma del manto que aunque también expresa CD5, generalmente no expresa CD23. Otros estudio recomendando al diagnóstico es la citogenética, usando técnica de FISH (Fluorescence In Situ Hybridization) la cual puede identificar lesiones citogenéticas en más del 80% de los casos27. La alteración citogenética más comúnmente encontrada (hasta en 55% de los casos) es la deleción del brazo largo del cromosoma 13 [del(13q14.1], algunas otras alteraciones frecuentes son la 18 trisomía del cromosoma 12, deleciones en el brazo largo del cromosoma 11 [del(11q)] y deleción del brazo corto del cromosoma 17 [del(17p)]. El análisis citogenético también es útil en el diagnóstico diferencial de patologías como el linfoma del manto que presenta la translocación t(11;14). En cuanto al significado clínico de las alteraciones citogenéticas existen algunas identificadas como del mal pronóstico tales como del(17p) que se ha asociado a resistencia a los regímenes de quimioterapia que contienen análogos de purinas y alquilantes. También la deleción del brazo largo del cromosoma 11 se ha asociado a mal pronóstico28. Como previamente se mencionó el estado mutacional del gen de la región variable de la cadena pesada de la inmunoglobulina así como la presencia de marcadores tales como ZAP-70 y CD38, son factores independientes de mal pronóstico. Otros marcadores en suero como CD23 soluble, timidina cinasa y B2-microglobulina pueden predecir la sobrevida o sobrevida libre de progresión29. El análisis del frotis de medula ósea usualmente presenta infiltración por células linfoides maduras en más del 30%, si bien no es estrictamente necesario para el diagnóstico, puede ayudar a distinguir las citopenias secundarias a infiltración de aquellas causadas por mecanismos inmunológicos o por fármacos, debido a esto se sugiere realizar aspirado de medula ósea previo inicio del tratamiento. Existen 2 escalas de estatificación clínica aceptadas mundialmente, la de Rai que se publicó en 197530, que se modifica posteriormente en 1987 disminuyendo sus grupos de riesgo de 5 a 3, y la de Binet publicada en 198131. Estos dos sistemas son sencillos y se basan solo en el examen físico y la biometría hemática. De acuerdo a la escala original de Rai el estadio 0 se define por la presencia de linfocitosis mayor a 15,000/µL, estadio I si cumple criterios para estadio 0 mas 19linfadenopatía, estadio II en caso de presentar hepato o esplenomegalia más criterio de estadio 0, estadio III anemia menor a 11g/dL más linfocitosis mayor a 15,000/µL y estadio IV aquel que presente criterio de linfocitosis más trombocitopenia menor a 100,000/µL. Dichos estadios clínicos se correlacionaron con la mediana de sobrevida, siendo de más de 150 meses para el estadio 0, 101 meses para el estadio I, 71 meses para el estadio II, 19 meses para el estadio III, y 19 meses para el estadio IV. Por otra parte la escala de Binet, clasifica 3 grupos, los pacientes que al diagnóstico se presentan sin anemia ni trombocitopenia (<10g/dL de hemoglobina, menos de 100,000 plaquetas/µL) y menos de 3 áreas de crecimiento ganglionar, se clasifican en el estadio A con una media de supervivencia comparable a la del grupo control, si se presentan sin el criterio de anemia o trombocitopenia pero con crecimiento de igual o más de 3 áreas ganglionares se clasifican en el estadio B con una media de supervivencia de 84 meses y finalmente si se presentan con anemia o trombocitopenia de acuerdo a los valores previamente mencionados, independientemente del número de áreas ganglionares afectadas, se clasifican dentro del estadio C con una media de supervivencia de 24 meses. Una vez realizado el diagnóstico y estatificación del paciente, se deberá evaluar si este cumple criterios de inicio de tratamiento, en general los pacientes recientemente diagnosticados en estadios iniciales (Rai 0, Binet A) no requieren tratamiento y deben ser monitorizados hasta que exista evidencia de progresión, esta recomendación deriva de los resultados encontrados en estudios de los grupos español (PETHEMA)32, ingles (Medical Research Council) y el grupo francés (French Cooperative Group on CLL) donde no se encontró que el tratamiento con alquilantes en este grupo de pacientes tuviera un efecto benéfico sobre la 20 sobrevida33,34. Mismos resultados que se confirmaron en un metaanálisis realizado en 199935. De acuerdo a las recomendaciones de la IWCLL 2008 los criterios de inicio de tratamiento son: evidencia de falla medular progresiva manifestada por el desarrollo o empeoramiento de anemia o tromobocitopenia, esplenomegalia masiva o progresiva (al menos 6cm debajo del reborde costal izquierdo), crecimientos ganglionares mayores a 10cm en su diámetro máximo o linfadenopatía progresiva o sintomática, linfocitosis con incremento mayor a 50% e 2 meses, o doblaje de la cuenta de linfocitos en menos de 6 meses (de acuerdo a la recomendación, en pacientes con menos de 30,000 linfocitos/µL al diagnóstico, este criterio no debe ser usado como único para indicación de tratamiento), anemia autoinmune o trombocitopenia autoinmune que responda pobremente a esteroide o terapia estándar y finalmente se incluye como criterio de inicio de tratamiento la presencia de síntomas constitucionales, tales como pérdida de peso inintencionada de 10% o más en 6 meses, fatiga significativa (ECOG mayor a 2 o peor) fiebre mayor a 38C por 2 o más semanas sin evidencia de infección, diaforesis nocturna por más de 1 mes sin evidencia de infección. La NCCN (National Comprehensive Cancer Network) en su guía de manejo para linfoma no Hodgkin 2014 versión 4, divide a los pacientes candidatos a tratamiento de acuerdo a su estado funcional, en aquellos no aptos para tolerar análogos de purinas, en quienes se pueden ofrecer esquemas como: obinutuzumab mas clorambucilo, rituximab mas clorambucilo, rituximab como monoterapia, pulso de esteroides y clorambucilo como monoterapia. En el caso de los pacientes con adecuado estado funcional sugiere evaluar mediante FISH en búsqueda de alteraciones citogenéticas de mal pronóstico, subdividiendo así a los pacientes sin 21 deleción de 11q o 17p, pacientes con deleción 17p y pacientes con deleción 11q. Si no presenta las alteraciones antes mencionadas y es menor de 70 años se recomienda el esquema FCR (fludarabina, ciclofosfamida, rituximab) entre otros, si presenta la deleción 17p sugiere el uso de: alemtuzumab mas rituximab, FCR, FR (Fludarabina, rituximab), ibrutinib, obinutuzumab mas clorambucil, y para aquellos con deleción 11q sugiere: FCR, Bendamustina mas rituximab, PCR (pentostatina, ciclofosfamida, rituximab) y obinutuzumab más clorambucilo. Las definiciones de respuesta al tratamiento son propuestas por la IWCLL en sus recomendaciones del 2008 e incluyen: respuesta completa, que requiere cuenta de linfocitos menor a 4,000/µL, ausencia de ganglios mayores a 1.5cm de diámetro por examen físico, ausencia de hepatomegalia o esplenomegalia por examen físico, ausencia de síntomas constitucionales, neutrófilos mayores de 1,500/µL, plaquetas más de 100,000/µL, hemoglobina mayor a 11g/dL sin necesidad de eritropoyetina o transfusiones, respuesta parcial se considera en los pacientes que presentan una disminución en la cuenta de linfocitos de 50% o más, reducción de linfadenopatía de más del 50% del tamaño inicial del ganglio, ausencia de incremento en el tamaño de los ganglios y ausencia de nuevas áreas afectadas, reducción de 50% o más del tamaño del bazo o hígado, esto asociado a parámetros de la biometría hemática indicados para el criterio de remisión completa, enfermedad progresiva se define como aumento de 50% o más en linfadenopatía o hepatoesplenomegalia, aumento de 50% o más de cuenta de linfocitos (más de 5,000/µL), transformación a una histología más agresiva, ocurrencia de citopenias atribuibles a la enfermedad (neutropenia, anemia o trombocitopenia), se define enfermedad estable en pacientes que no logran respuesta completa o parcial, pero no cumplen criterios de 22 progresión, Falla al tratamiento se considera en pacientes que no logran una respuesta clínicamente benéfica (Respuesta completa o parcial), Recaída se define en aquellos pacientes que lograron respuesta completa o parcial y que después de un periodo de 6 meses o más presentan progresión de la enfermedad, enfermedad refractaria es definida como la presencia de progresión de la enfermedad dentro de un periodo de 6 meses del ultimo tratamiento anti leucémico. Como se mencionó inicialmente la leucemia linfocítica crónica es una enfermedad heterogénea, por este motivo el pronóstico varía sustancialmente en cada paciente, dependiendo del estadio clínico y de la presencia de marcadores de mal pronóstico. La edad y el género también se han considerado como factores pronósticos independientes, sin embargo en otros estudios se ha encontrado sobrevida menor en pacientes jóvenes cuando se les compara con controles de la misma edad, además de que se reportan mayor número de muertes relacionadas a la enfermedad en pacientes jóvenes. En Estados Unidos la sobrevida a 5 años es de 83% para aquellos menores de 65 años y 68% para aquellos mayores de 6536. En el presente se utilizan las escalas de riesgo y pronóstico de Rai y Binet para establecer la necesidad de inicio de tratamiento en conjunto con los criterios ya mencionados, sin embargo estas escalas se establecieron hace más de 30 años, cuando no se conocían los mecanismos fisiopatológicos que ahora se conocen, en especial los relacionados al factor pronóstico que establece la presencia de marcadores de membrana y citoplásmicos, que ahora es posible analizar mediante citometría de flujo, tales como CD38 y ZAP-70. CD38 es una glicoproteína transmembrana tipo II de 45 kDa, con una pequeña cola citoplasmática, un único dominio transmembrana y un dominio extracelular 23 grande37. Esta molécula se localiza en la membrana citoplasmática y también en la parte interna de la membrana nuclear. Se expresa en diferentes células sanguíneas tanto mieloides como linfoides, así como en plaquetas, eritrocitos, e incluso en tejidos distintos a la sangre, como cerebro, ojo, páncreas, musculo liso, osteoclastosy osteoblastos. Esta molécula funciona como una enzima cuya importancia estriba en la regulación de la señalización intracelular mediada por calcio, la mayoría de las reacciones enzimáticas catalizadas por CD38 están involucradas en la liberación de depósitos intracelulares de calcio, que son prácticamente independientes de la vía de inositol trifosfato. Además de sus funciones enzimáticas se conoce también como antígeno de diferenciación linfocitaria, con propiedades de receptor y molécula de adhesión (siendo su ligando CD31 expresado en células endoteliales). Se asocia de manera lateral con los complejos de señalización principales, en la célula B es capaz de interactuar con el complejo BCR/CD19. La unión de su agonista produce diferentes respuestas in vitro, dependiendo del estadio de diferenciación en el que se encuentre la célula B. En células inmaduras inhibe la síntesis de DNA e induce apoptosis, suprimiendo la linfopoyesis38, en células B del centro germinal media señales para la sobrevida del linfocitos, y en células B maduras circulantes induce proliferación al promover la expresión de CD25, MHC-II (mayor histocompatibility complex type II) y ciertas citosinas39. También ejerce un mecanismo antiapoptótico al aumentar la expresión de BCL-240. CD38 predice tasas de sobrevida global disminuida cuando se expresa en 20-30% o más de las células de LLC, con variación de acuerdo a la serie analizada41. Existe una relación directa entre la expresión de CD38 y el estado mutacional del gen de la porción variable de la cadena pesada de inmunoglobulina, encontrándose el estado no mutado en la 24 mayoría de los pacientes que expresan CD38 y viceversa. El efecto proliferativo de CD38 se ha documentado en diferentes series, en las que se asoció a un aumento en el marcador Ki-67 en comparación con linfocitos CD38 negativos17, en otros estudios se asoció el marcador CD38 con linfocitos nuevos. En el estudio por Calissano et al. Se concluyó que la expresión de CD38 puede ser transitoria, posteriormente se encontraron datos sugestivos que las células CD38 pueden eventualmente expresar el marcador. ZAP-70 es una proteína de 70kD, con actividad proteína cinasa, que pertenece a la familia de Src. Funciona como una enzima que fosforila la cadena zeta de CD3-TcR en las células T. No se expresa de manera normal en las células B ya que estas utilizan otra enzima llamada Syk (spleen tyrosine kinase) para la fosforilación de sustratos intracelulares durante la activación celular. Su dominio SH2 reconoce secuencias de aminoácidos de los complejos de reconocimiento de TcR o BCR, los blancos moleculares para el domino SH2 deben ser residuos de tirosina fosforilados. El estado mutacional de la IgVH (porción variable de la cadena pesada de inmunoglobulina) concuerda en 93% con la presencia de ZAP-70 en células B de LLC42. De manera que la presencia de más de 20% de células ZAP-70 positivas se asocia a un pronóstico adverso y sobrevida disminuida. Cabe señalar que existe variabilidad en los resultados de medición de ZAP-70, debido a la técnica utilizada para su marcaje y también al método de medición de positividad. Se ha encontrado correlación entre la expresión de ZAP-70 y tiempo de inicio de tratamiento acortado, con resultados estadísticamente significativos43. 25 MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó una análisis retrospectivo basado en recolección de datos (anexo 1) encontrados en los expedientes clínicos de pacientes que cumplieron los criterios de inclusión establecidos. Nuestro universo de trabajo correspondió a los pacientes del Servicio de Hematología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, con diagnóstico de Leucemia Linfocítica Crónica, que son vistos en la consulta externa de nuestro servicio y que se encuentran vivos. Criterios de Inclusión: o Diagnóstico de Leucemia Linfocítica Crónica, de acuerdo a los criterios de la NCI (National Cancer Institute). o Mayores de 18 años de edad. o Cualquier género. o Que cuenten con análisis de sangre periférica por citometría de flujo de la clona leucémica. Criterios de exclusión: o Pacientes con datos incompletos en el expediente. Se analizaron las siguientes variables: o Tiempo de Inicio al primer tratamiento: definido como el tiempo que transcurre entre el diagnóstico de la enfermedad y el inicio del primer tratamiento específico para la enfermedad 43. 26 o Linfocitosis progresiva: incremento de 50% de cuenta linfocitaria en un periodo de 2 meses o duplicación de la cuenta de linfocitos en menos de 6 meses, esta última puede ser obtenida por extrapolación de la cuenta de linfocitos absolutos obtenida en intervalos de 2 semanas en un periodo de 2 a 3 meses 25. o Expresión de ZAP-70: mediante análisis por citometría de flujo, en linfocitos CD19+/CD5+ de acuerdo al control de isotipos, se determinaron positivos los resultados mayores o iguales a 20% de expresión 44. o Expresión de CD38: mediante análisis por citometría de flujo, en linfocitos CD19+/CD5+ de acuerdo al control de isotipos, se determinaron positivos los resultados mayores o iguales a 20% de expresión 44. o Estadio inicial de acuerdo a las escala de Rai y Binet: Rai estadio 0 se define por la presencia de linfocitosis mayor a 15,000/µL, estadio I si cumple criterios para estadio 0 mas linfadenopatía, estadio II en caso de presentar hepato o esplenomegalia más criterio de estadio 0, estadio III anemia menor a 11g/dL más linfocitosis mayor a 15,000/µL y estadio IV aquel que presente criterio de linfocitosis más trombocitopenia menor a 100,000/uL30. Binet A: pacientes que al diagnóstico se presentan sin anemia ni trombocitopenia (<10g/dL de hemoglobina, menos de 100,000 plaquetas/µL) y menos de 3 áreas de crecimiento ganglionar, Binet B: si se presentan sin el criterio de anemia o trombocitopenia pero con crecimiento de igual o más de 3 27 áreas ganglionares, Binet C: si se presentan con anemia o trombocitopenia de acuerdo a los valores previamente mencionados, independientemente del número de áreas ganglionares afectadas 31. Análisis estadístico: Se realizó estadística descriptiva paramétrica y no paramétrica de acuerdo a la distribución de los datos, determinado por sesgo y kurtosis. Para las variables cuantitativas se utilizó mediana y quartiles o bien media y desviación estándar. Para las variables cualitativas se utilizaron proporciones. Para la determinación de diferencias entre el tiempo de progresión entre los pacientes que presenten ZAP70 y/o CD 38 positivo y los que no los presentan se utilizó la prueba de U de Mann- Whitney, se consideró significativa una p < 0.05. 28 RESULTADOS Se analizaron un total de 147 expedientes de la clínica de linfoproliferativos crónicos, de los cuales se encontraron 60 pacientes con diagnóstico de leucemia linfocítica crónica, de estos se excluyeron 5, puesto que no contaban con citometría de flujo. Entre los 55 pacientes estudiados la media de edad al diagnóstico fue de 66 años, con predominio del género masculino (30 hombres y 25 mujeres) que correspondió a un porcentaje de 54.5% y 45.4% respectivamente. La media de linfocitos totales al diagnóstico fue de 40,576 linfocitos/L, el estadio de Rai al diagnóstico más frecuente correspondió a Rai 0 representando el 45.5% de los pacientes (n=25), seguido de Rai I y Rai III que constituyeron el 16.4% de los pacientes respectivamente (n=9), finalmente Rai II y Rai IV que se encontró en 10.9% (n=6) de los pacientes respectivamente. En cuanto a la escala de Binet, el 65.5% de los pacientes se presentaron en estadio A (n=36), 10.9% en estadio B (n=6) y 23.6% en estadio C (n=13). 29 VARIABLE RESULTADO Media de edad al diagnóstico (años) 66 Mínima 36 Máxima 86Sexo Hombres Mujeres 30 (54.5%) 25 (45.4%) Media de linfocitos totales al diagnóstico (linfocitos/L) 40,576 Mínima 5,020 Máxima 238,000 Estadio de Rai inicial 0 I II III IV 25 (45.5%) 9 (16.4%) 6 (10.9%) 9 (16.4%) 6 (10.9%) Estadio de Binet Inicial A B C 36 (65.5%) 6 (10.9%) 13 (23.6%) Recibió tratamiento Si No 34 21 Media de Inicio del primer tratamiento (meses) 11 Criterio de Inicio del tratamiento Síntomas B Estadio avanzado Linfocitosis Progresiva Anemia Hemolítica 13 (38.2%) 12 (35.3%) 8 (23.5%) 1 (2.9%) Linfocitosis Progresiva Si No 20 35 CD38 Positivo Negativo 12 (22.2%) 42(77.8%) ZAP70 Positivo Negativo 27 (71.1%) 11(28.9%) Respecto a los marcadores del mal pronóstico, CD38 se encontró positivo en 12 pacientes correspondiente al 22.2% y negativo en 42 pacientes correspondiente al 77.8%, no se encontró determinación de CD38 en 1 paciente. ZAP-70 se encontró positivo en 27 pacientes correspondiente a 71.1%, y negativo en 11 pacientes correspondiente al 28.9%, no se encontró determinación de ZAP-70 en 17 pacientes. De los 55 pacientes analizados 34 recibieron tratamiento (61.8%) y 21 no han recibido tratamiento (38.2%). La media de tiempo transcurrido entre el diagnóstico y el primer tratamiento fue de 11 meses mientras que el criterio de inicio de Tabla1. Estadística descriptiva de pacientes con LLC, Hospital de Especialidades CMN S XXI 30 tratamiento más frecuente fue la presencia de síntomas B que correspondió al 38.2% (n=13), seguido del estadio avanzado de Rai y Binet en 35.3% (n=12), linfocitosis progresiva en 23.5% (n=8) y 1 caso de anemia hemolítica autoinmune sin respuesta a manejo con esteroide que correspondió al 2.9%. En cuanto a la asociación entre la presencia de marcadores de mal pronóstico y la variables establecidas, se encontró una tendencia a la disminución en el tiempo de inicio del primer tratamiento en el grupo de pacientes con CD38 positivo, el cual tuvo una media en meses de 17.2, mientras que en el grupo de CD38 negativo se encontró una media en meses de 30.3, sin embargo dicha diferencia no fue estadísticamente significativa (p=0.26). En el grupo con ZAP-70 positivo (15 pacientes) se encontró una media de tiempo al inicio del primer tratamiento de 8.8 meses, mientras que en el grupo de ZAP-70 negativo (7 pacientes) la media fue de 1.0 meses. 0 5 10 15 20 25 30 35 Tiempo de Inicio del primer tratamiento Tiempo de Inicio del primer tratamiento CD38- 30.3 CD38+ 17.2 Tiempo de Inicio del primer Tratamiento de acuerdo a CD38 Grafico 1. Correlación de tiempo de inicio de tratamiento en presencia o ausencia de CD38. 31 Gráfica 2. Correlación entre tiempo de inicio de tratamiento y ZAP-70 positivo Rai 0 Rai I Rai II Rai III Rai IV Binet A Binet B Binet C 10 6 2 6 3 16 3 8 6 1 2 1 1 8 1 21 2 4 1 4 6 1 5 23 7 2 8 2 29 5 8 Estadio Clinico Zap 70+ (n=27) Zap 70 - (n=11) CD38+ (n=12) CD38- (n=42) p=0.001 Gráfica 3. Correlación entre estadio clínico y marcadores de mal pronóstico 32 Con respecto a la asociación entre el estadio de Rai y Binet inicial y la presencia de marcadores de mal pronóstico, se encontró asociación estadísticamente significativa (p=0.001), entre el estadio de Rai avanzado y la presencia de CD38 positivo, de la misma manera se encontró asociación entre la ausencia de CD38 y el diagnóstico de la enfermedad en estadio temprano de Rai (p=0.001). no así para el marcador ZAP-70 en el que no se pudo establecer relación estadísticamente significativa con el estadio de Rai Inicial (p=0.57). En el caso de la escala de Binet no se encontraron asociaciones estadísticamente significativas con la presencia de CD38 (p=0.27) y ZAP-70 (p=0.72). Se encontró correlación entre la ausencia de expresión del marcador CD38 y la ausencia de linfocitosis progresiva (grafica 4), lo que resulto estadísticamente significativo (p=0.03), no así en el caso de ZAP-70 en el que no se encontró asociación estadísticamente significativa con la linfocitosis progresiva (p=0.9). 0 5 10 15 20 25 30 35 CD38+ (n=12) CD38- (n=42) ZAP-70+ (n=27) ZAP-70- (n=11) Linfocitosis Progresiva no (n=35) si (n=20) p=0.03 Gráfica 4. Correlación entre linfocitosis progresiva y expresión de marcadores de mal pronóstico. 33 DISCUSIÓN En el presente estudio encontramos que el diagnóstico de la LLC en nuestro país, se realiza a una edad más temprana que la reportada en países europeos y Estados unidos, con una media de 66 años, este resultado es similar a lo previamente publicado en México por Alemán Hoey y cols.3, quienes reportaron una edad media de presentación de 63.5 años, mientras que en Estados unidos se estima una edad media de presentación de 72 años, esto de acuerdo a los datos presentados por la NCI (National cancer institute). Se encontró un predominio discreto de la enfermedad en hombres con una relación de 1.2 (h:m) corroborando lo reportado en otras series 31. La mayoría de nuestros pacientes se diagnostican en etapas tempranas de Rai y Binet, resultados que no difieren de lo previamente publicado30, asociado a esto se encontró que la mayoría de los pacientes no requieren tratamiento al diagnóstico, dicho comportamiento es acorde a lo reportado en la literatura 25. En relación a los marcadores de mal pronóstico CD38 y ZAP-70, se encontró la presencia del marcador CD38 positivo en 22% de los pacientes estudiados, en la literatura se encuentran estudios en los que se ha visto que el marcador CD38 se presenta en el 23 al 50% de los pacientes 33,45, por lo que en nuestra población la presencia de este marcador no difiere con los resultados de otros estudios. En cuanto al significado clínico de la presencia de CD38 encontramos una asociación entre la ausencia de linfocitosis progresiva en pacientes CD38 negativos, con un valor estadísticamente significativo, esto es acorde a lo publicado por Del Poeta y 34 cols., quienes encontraron también menor incidencia de linfocitosis progresiva en pacientes con CD38 negativo ( el estudio se realizó en pacientes europeos). Por otro lado encontramos asociación estadísticamente significativa entre el diagnóstico en estadios avanzados de Rai y la presencia de CD38, lo que corrobora los hallazgos reportados en otros estudios, como el publicado por Del Poeta y cols. en el cual se demostró además la correlación entre la falta de respuesta a tratamiento y la presencia de CD38, así como la disminución en la sobrevida libre de progresión en pacientes CD38+. En nuestro estudio se observó solo una tendencia a un tiempo de inicio de tratamiento acortado en pacientes CD38 positivos, sin embargo esta asociación no fue estadísticamente significativa, esto pudiera deberse a que los grupos de pacientes CD38+ y CD38- son heterogéneos en cuanto a número, y probablemente se requiera una muestra mayor para poder obtener resultados estadísticamente significativos. En nuestra población la presencia del marcador ZAP-70 se encontró en 71.1% de los pacientes analizados, lo que representa una incidencia mucho mayor a la reportada en otros estudios realizados en pacientes europeos y estadounidenses donde el marcador se encuentra presente en 36% de los pacientes 46. Estos hallazgos son importantes pues indican que la biología de la enfermedad en nuestro país es distinta y pudiera estar asociado al diagnóstico en edades más tempranas, sin embargo el presente estudio carece del impacto epidemiológico necesario para establecer dicha asociación puesto que el grupo de pacientes con ZAP-70 negativo es muy pequeño en comparación con el grupo de pacientes con dicho marcador positivo. En cuanto al impacto del marcadorZAP-70 en el tiempo 35 de progresión determinado por el tiempo de inicio del primer tratamiento, observamos mayor frecuencia de inicio de tratamiento temprano en pacientes ZAP- 70+ (grafico 2), sin embargo en el análisis estadístico comparativo entre los grupos con el marcador positivo y negativo no se logró establecer una diferencia significativa, esto pudiera deberse también a la heterogeneidad de ambos grupos en cuanto a número. Con relación a la presencia del marcador ZAP-70 y el estadio de Rai al diagnóstico, no se observó asociación estadísticamente significativa. La ausencia de linfocitosis progresiva también mostro una relación con la negatividad de ZAP- 70, sin embargo esta correlación no fue estadísticamente significativa, esto puede ser debido a que en este grupo solo se encontraron 11 pacientes. 36 CONCLUSIONES De acuerdo a los resultados de nuestro estudio, podemos concluir que existen diferencias en el comportamiento clínico de la LLC en México, en comparación con los países europeos y Estados Unidos, en donde la edad de presentación de la enfermedad es más avanzada. En cuanto a la biología de la enfermedad encontramos que en nuestro país la presencia del marcador de mal pronóstico ZAP-70 es más alta. Se corroboro el conocimiento previo del impacto del marcador de mal pronóstico CD38 en la progresión de la enfermedad, evidenciado por linfocitosis progresiva y diagnóstico en etapas avanzadas de Rai. Estos conocimientos imparten una pauta para el inicio del estudio de la epidemiologia y la biología de la LLC en México, aportando datos de interés e importancia clínica, para el diseño de una escala de estratificación de riesgo y pronóstico actualizada, que incluya los marcadores de mal pronóstico analizados por citometría de flujo y adecuados a la población mexicana. 37 BIBLIOGRAFÍA 1. Swerdlow, S. (2008). WHO classification of tumours of haematopoietic and lymphoid tissues. 1st ed. Lyon, France: International Agency for Research on Cancer. 2. Lanasa M. Novel Insights into the Biology of CLL. Hematology. 2010;2010(1):70-76. 3. Alemán-Hoey DD, Ruiz-Argüelles GJ, Verduzco-Rodriguez L, López-Ariza B, Labardini JR. Leucemia linfocítica crónica. I. Experiencia de 35 años en el Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán. Rev Invest Clin (Méx) 1982;34:151-6. 4. Ruiz-Argüelles GJ, Velázquez BM, Apreza-Molina MG, et al. Chronic lymphocytic leukemia is infrequent in Mexican mestizos. Int J Hematol 1999;69:253-5. 5. Ruiz-Argüelles GJ, Cantú-Rodríguez OG, Mercado-Díaz L, Apreza Molina et al. La frecuencia de algunas neoplasias linfoproliferativas crónicas es menor en México que en poblaciones caucásicas. Estudio Multicéntrico. Med Int Mex 1996;12:41. 6. Amundadottir LT, Thorvaldsson S, Gudbjartsson DF, et al.Cancer as a complex phenotype: pattern of cancer distribution within and beyond the nuclear family. PLoS Med. 2004;1:e65. 7. Sellick GS, Wild RW, Slager SL, et al. A high-density SNP genome-wide linkage search of 206 families identifies susceptibility loci for chronic lymphocytic leukemia. Blood. 2007;110:3326–3333. 38 8. Di Bernardo MC, Crowther-Swanepoel D, Broderick P, et al. A genome-wide association study identifies six susceptibility locif or chronic lymphocytic leukemia. Nat Genet. 2008;40(10):1204–1210. 9. Dohner H, Stilgenbauer S, Benner A, et al. Genomic aberrations and survival in chronic lymphocytic leukemia. N EnglJ Med. 2000;343:1910 –1916. 10. Cimmino A, Calin GA, Fabbri M, et al. miR-15 and miR-16 induce apoptosis by targeting BCL2. Proc Natl Acad Sci U S A.2005;102:13944 –13949. 11. Ouillette P, Erba H, Kujawski L, Kaminski M, Shedden K. Malek SN. Integrated genomic profiling of chronic lymphocytic leukemia identifies subtypes of deletion 13q14. Cancer Res.2008;68:1012–1021. 12. Raval A, Tanner SM, Byrd JC, et al. Downregulation of death-associated protein kinase 1 (DAPK1) in chronic lymphocytic leukemia. Cell. 2007;129:879–890. 13. Klein U, Tu Y, Stolovitzky GA, et al. Gene expression profiling of B cell chronic lymphocytic leukemia reveals a homogeneous phenotype related to memory B cells. J Exp Med. 2001;194:1625–1638. 14. Murray F, Darzentas N, Hadzidimitriou A, et al. Stereotyped patterns of somatic hypermutation in subsets of patients with chronic lymphocytic leukemia: implications for the role of antigen selection in leukemogenesis. Blood. 2008;111:1524–1533. 15. Chen L, Huynh L, Apgar J, et al. ZAP-70 enhances IgM signaling independent of its kinase activity in chronic lymphocytic leukemia. Blood. 2008;111:2685– 2692. 39 16. Messmer BT, Messmer D, Allen SL, et al. In vivo measurements document the dynamic cellular kinetics of chronic lymphocytic leukemia B cells. J Clin Invest. 2005;115:755–764. 17. Damle RN, Temburni S, Calissano C, et al. CD38 expression labels an activated subset within chronic lymphocytic leukemia clones enriched in proliferating B cells. Blood. 2007;110:3352–3359. 18. Burger M, Hartmann T, Krome M, et al. Small peptide inhibitors of the CXCR4 chemokine receptor (CD184) antagonize the activation, migration, and antiapoptotic responses of CXCL12 in chronic lymphocytic leukemia B cells. Blood. 2005;106:1824 –1830. 19. Kurtova AV, Balakrishnan K, Chen R, et al. Diverse marrow stromal cells protect CLL cells from spontaneous and druginduced apoptosis: development of a reliable and reproducible system to assess stromal cell adhesion- mediated drug resistance. Blood. 2009;114:4441– 4450. 20. Ghosh AK, Secreto CR, Knox TR, Ding W, Mukhopadhyay D, Kay NE. Circulating microvesicles in B-cell chronic lymphocytic leukemia can stimulate marrow stromal cells: implications for disease progression. Blood. 2010;115:1755–1764. 21. Beyer M, Kochanek M, Darabi K, et al. Reduced frequencies and suppressive function of CD4_CD25hi regulatory T cells in patients with chronic lymphocytic leukemia after therapy with fludarabine. Blood. 2005;106:2018 – 2025. 40 22. Ramsay AG, Johnson AJ, Lee AM, et al. Chronic lymphocytic leukemia T cells show impaired immunological synapse formation that can be reversed with an immunomodulating drug. J Clin Invest. 2008;118:2427–2437. 23. Hoffman, R. (2013). 76 Chronic Lymphocytic Leukemia. In Hematology Basic Principles and Practice (6th ed., Vol. 1, p. 1336). Philadelphia: Elsevier. 24. Cheson BD, Bennett JM, Grever M, Kay N, Keating MJ, O'Brien S, et al. National Cancer Institute-sponsored Working Group guidelines for chronic lymphocytic leukemia: revised guidelines for diagnosis and treatment. Blood. 1996;87(12):4990-7. 25. Hallek M, Cheson BD, Catovsky D, Caligaris-Cappio F, Dighiero G, Dohner H, et al. Guidelines for the diagnosis and treatment of chronic lymphocytic leukemia: a report from the International Workshop on Chronic Lymphocytic Leukemia updating the National Cancer Institute-Working Group 1996 guidelines. Blood. 2008;111 (12):5446-56. 26. Ginaldi L, De Martinis M, Matutes E, Farahat N, Morilla R, Catovsky D. Levels of expression of CD19 and CD20 in chronic B cell leukaemias. J Clin Pathol. 1998;51:364-369. 27. Döhner H, Stilgenbauer S, Benner A, et al. Genomic aberrations and survival in chronic lymphocytic leukemia. N Engl J Med. 2000;343:1910-1916. 28. Grever MR, Lucas DM, Dewald GW, et al. Comprehensive assessment of genetic and molecular features predicting outcome in patients with chronic lymphocytic leukemia: results from the US Intergroup Phase III Trial E2997. J Clin Oncol. 2007;25:799-804. 41 29. Magnac C, Porcher R, Davi F, et al. Predictive value of serum thymidine kinase level for Ig-V mutational status in B-CLL. Leukemia. 2003;17:133-137. 30. Rai KR, Sawitsky A, Cronkite EP, et al. Clinical staging of chronic lymphocytic leukemia. Blood 1975;46:219–234.31. Binet JL, Auquier A, Dighiero G, et al. A new prognostic classification of chronic lymphocytic leukemia derived from a multivariate survival analysis. Cancer 1981;48:198–204. 32. Montserrat E, Fontanillas M, Estape J, for the Spanish PETHEMA Group. Chronic lymphocytic leukemia treatment: an interim report of PETHEMA trials. Leuk Lymphoma. 1991;5:89-92. 33. Dighiero G, Maloum K, Desablens B, et al. Chlorambucil in indolent chronic lymphocytic leukemia. N Engl J Med. 1998;338:1506-1514. 34. Shustik C, Mick R, Silver R, Sawitsky A, Rai K, Shapiro L. Treatment of early chronic lymphocytic leukemia: intermittent chlorambucil versus observation. Hematol Oncol. 1988;6:7-12. 35. CLL Trialists’ Collaborative Group. Chemotherapeutic options in chronic lymphocytic leukemia: a meta-analysis of the randomized trials. J Natl Cancer Inst. 1999;91:861-868. 36. Kaushansky K, Williams WJ. Williams hematology. 8th ed. New York: McGraw-Hill Medical; 2010. xxiii, 2439 p.p. 516-517. 37. Liu Q, Kriksunov IA, Graeff R, Munshi C, Lee HC, Hao Q (2005) structure of human CD38 extracellular domain. Structure 13(9):1331–1339. 42 38. Kumagai M, Coustan-Smith E, Murray DJ, Silvennoinen O, Murti KG, Evans WE, Malavasi F, Campana D (1995) Ligation of CD38 suppresses human B lymphopoiesis. J Exp Med 181(3):1101–1110. 39. Brachtl G, Pinon Hofbauer J, Greil R, Hartmann TN. The pathogenic relevance of the prognostic markers CD38 and CD49d in chronic lymphocytic leukemia. Annals of hematology. 2014;93(3):361-74. 40. Zupo S, Rugari E, Dono M, et al. CD38 signaling by agonistic monoclonal antibody prevents apoptosis of human germinal center B cells. Eur J Immunol 1994;24:1218–22. 41. Vroblova V, Smolej L, Vrbacky F, Jankovicova K, Hrudkova M, Maly J, Krejsek J (2009) Biological prognostic markers in chronic lymphocytic leukemia. Acta Med (Hradec Kralove) 52(1):3–8. 42. Rosenwald A, Alizadeh AA, Widhopf G, et al. Relation of gene expression phenotypeJ Exp Med 2001;194:1639–47. 43. Adams R, Cheung C, Banh R, Saal R, Cross D, Gill D et al. Prognostic value of ZAP-70 expression in chronic lymphocytic leukemia as assessed by quantitative polymerase chain reaction and flow cytometry. Cytometry Part B: Clinical Cytometry. 2013;86(2):80-90. 44. Rassenti L, Kipps T. Clinical utility of assessing ZAP-70 and CD38 in chronic lymphocytic leukemia. Cytometry Part B: Clinical Cytometry. 2006;70B(4):209-213. 45. Ibrahim S, Keating M, Do KA, et al. CD38 expression as an important prognostic factor in B-cell chronic lymphocytic leukemia. Blood 2001;98:181– 186. 43 46. Del Principe M, Del Poeta G, Buccisano F, et al. Clinical significance of ZAP- 70 protein expression in B-cell chronic lymphocytic leukemia Blood. 2006;108:853-861 44 Anexo I Sexo Hombre Mujer Linfocitos totales al diagnóstico ________________________/L Estadio de Rai inicial Rai__________ Estadio de Binet Inicial Binet__________ Tiempo de Inicio del primer tratamiento ________________ Meses Criterio de Inicio del tratamiento Linfocitosis Progresiva Si No CD38+ Si No % de positividad __________% ZAP70+ Si No % de positividad __________% CD38+/ZAP70+ Si No CD38-/ZAP70- Si No Portada Índice Resumen Introducción Material y Métodos Resultados Discusión Conclusiones Bibliografía Anexos
Compartir