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EL ESPEJO MÁGICO Y LA FRAGMENTACIÓN DE LA VERDAD Foto tomada por ShotPot, disponível en Pexels. Había una vez, en un tiempo olvidado, donde una única verdad reinaba supremamente entre el Cielo y la Tierra, reflejada por un espejo mágico. Todo lo que se manifestaba en el mundo espiritual resonaba fielmente en el mundo material. Ninguna duda se atrevía a desafiar la absoluta veracidad de los acontecimientos. El espejo de la verdad reposaba delicadamente entre los dos mundos, custodiando celosamente la integridad de la realidad. En este mundo, vivía Mahura, una joven incansable que trabajaba codo a codo con su madre, moliendo maíz día y noche. Un fatídico día, un movimiento torpe hizo que su pilón chocara con el espejo, destrozándolo en mil pedazos. Horrorizada, Mahura partió en busca del perdón de Dios. Para su sorpresa, encontró al creador descansando serenamente a la sombra del imponente árbol sagrado. Después de escuchar las sinceras disculpas de Mahura, el Señor declaró que, a partir de ese momento, la verdad ya no sería una entidad única e incuestionable. Cada fragmento del espejo disperso por el mundo contendría solo una parte de la verdad, reflejando la realidad del lugar donde se encontrara. Y así, la verdad fue fragmentada, esparciéndose por los confines del mundo. Quien encontrara un pedacito del espejo, encontraría solo una faceta de la verdad, una pequeña pieza del rompecabezas de la realidad. Mahura, consciente del impacto de sus acciones, llevó consigo el conocimiento de que la verdad era tan vasta y multifacética como los fragmentos del espejo. Y así, cada individuo, al encontrar un pedazo del espejo, era recordado de la importancia de considerar todas las perspectivas, pues la verdad se revelaba en la intersección de todas las verdades parciales. Y así, la búsqueda de la verdad se convirtió en un viaje de descubrimiento, donde cada pedacito del espejo guiaba a los buscadores hacia una comprensión más profunda y completa de la realidad, libre de las ataduras de una única y absoluta verdad. Este trabajo ha sido dedicado al dominio público por la licencia Creative Commons Zero (CC0). La obra está libre de derechos de autor en todo el mundo, permitiendo que cualquier persona copie, modifique, distribuya y ejecute el trabajo, incluso con fines comerciales, sin necesidad de permiso. https://www.pexels.com/pt-br/foto/face-rosto-cara-segurando-6337335
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