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PED_Historia_Medieval_I

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BLOQUE 1: TEMAS 1-5.
1. Distinga cuáles eran los puntos básicos de las siguientes herejías: Arrianismo, Nestorianismo, Monofisismo, y explique cómo condicionaron la relación de estos grupos con la Iglesia de Roma (20 líneas, una página).
Éstas son las tres herejías más importantes que surgieron en Oriente durante los siglos III y IV. Para condenarlas se reunieron los primeros Concilios Ecuménicos. Veamos brevemente cuáles son sus puntos básicos y qué consecuencias tuvo en la Iglesia de Roma:
· Arrianismo. De las tres personas que forman la Trinidad, el Hijo, encarnado en Jesús de Nazaret, había sido creado por el Padre antes de todos los tiempos y, aunque era una criatura superior no podía ser igualado en divinidad al Padre. IGLESIA DE ROMA - I Concilio Ecuménico de Nicea (año 325). De allí salió el Credo o Símbolo de Nicea, diciéndose del Hijo que fue “engendrado, no creado, consustancial al Padre”. II Concilio Ecuménico de Constantinopla (381): se condenó el arrianismo.
· Nestorianismo. Cristo poseía dos naturalezas, una divina y otra humana, ambas completas pero separadas, aunque la naturaleza humana prevalecía sobre la divina. María había engendrado un hombre en el que habitó la naturaleza divina. IGLESIA DE ROMA – III Concilio Ecuménico de Éfeso (431): Defiende la tesis de una única persona con dos naturalezas, divina y humana a la vez, sin separación ni confusión entre ellas. María se convertía en la madre de Dios. 
· Monofisismo. Las dos naturalezas de Cristo estaban fundidas aunque la divina se sobreponía a la humana. IGLESIA DE ROMA – IV Concilio Ecuménico de Calcedonia (451): en Cristo las dos naturalezas se hallan “inconfusas e inmutables, indivisas e inseparables”.
2. Enfrentamientos e influencias de la dinastía Sasánida en Bizancio (10 líneas, media página).
Ardashir I, fundador de la dinastía sasánida luchó sin tregua contra el Imperio Romano. Su política exterior basculó entre el enfrentamiento y la amistad con Bizancio. Yezdigerdes I fue tutor de Teodosio II. El 421 ambos imperios firmaron un tratado en que se comprometían a no edificar nuevas fortalezas. En época de Kavad I se originaron graves disturbios que ocasionaron su caída, y los hunos heftalitas le ayudaron a recuperar el trono; tras una corta guerra se firmó la paz con Bizancio (506), con quien volvería a enfrentarse por su alianza con los lajmíes. El belicista Cosroes I arrebató a Bizancio (540) el país de los lacios. Recuperar esta región (562) supuso a Bizancio el pago de 30.000 monedas de oro anuales. Cosroes II se refugió en la corte bizantina cuando fue despuesto por el general Bahram. Tras el asesinato del emperador Mauricio, se erigió en vengador suyo. 
BLOQUE 2: TEMAS 6-10.
1. ¿Qué fue la querella iconoclasta en Bizancio? (20 líneas, una página).
Se denomina querella iconoclasta al problema que surgió sobre la postura religiosa en relación con el culto a los iconos o a las imágenes. Hubo diferentes posturas. En las difíciles épocas de las invasiones las imágenes eran adoradas como apoyos para obtener la salvación. A fines del siglo VII se produjo una crisis espiritual como consecuencia del éxito de los ataques árabes. La fe en los iconos se tambaleó, pues no eran capaces de salvar a la comunidad de la invasión islámica. La crisis de valores exigía además una nueva religiosidad, de forma que se centrara la atención en unos símbolos religiosos más concretos, especialmente en la cruz de Cristo. Algunos historiadores creen que hubo influencia islámica o judía en la postura contraria al culto a los iconos. León III dio órdenes al papa Gregorio II de retirar los iconos de de Roma, lo que ha sido interpretado como un primer edicto iconoclasta. Éste se opuso y reivindicó la independencia de la autoridad romana para fijar una postura religiosa. Cuatro años más tarde León III promulgó un edicto imperial general contra el culto a las imágenes. Las relaciones entre Constantinopla y el papado se hicieron muy tensas. La gran victoria bizantina de León en Akroinon diez años más tarde se interpretó como que la nueva postura de los griegos contra la idolatría habría merecido la aprobación divina. Esta postura fue más firme con Constantino V, que escribió dos tratados en los que describía la posición teológica de la iconoclasia. El Concilio de Hierea (754) decretó la supresión de los iconos como testimonio de idolatría. La primera vuelta a la iconodulia fue en el II Concilio Ecuménico de Nicea (787). La derrota ante los búlgaros en Constantinopla (813) hace que los bizantinos consideren el fracaso como la cólera de Dios por haber retomado la iconodulia. 
2. Describe la relación entre los carolingios y el Papado (20 líneas, una página).
Su relación es muy estrecha desde el principio, ya que los primeros carolingios buscaron su legitimación en el apoyo de la Iglesia. La Iglesia franca no tenía un poder que la protegiera frente a los grupos poderosos que se iban formando y se fueron contagiando de los vicios de la sociedad y costumbres bárbaras. La Iglesia legitimó a los carolingios porque estos apoyaban la evangelización de nuevos pueblos y por la amplia red clientelar que había sabido ganarse entre la nobleza. Los carolingios, con Pipino de Heristal primero, y Carlos Martel después, hicieron una gran labor evangelizadora, convirtiéndose así no en una acción aislada de un grupo de monjes desligados de la política, sino en una empresa oficial apoyada por las más altas instancias. Conquista y evangelización irán juntas, beneficiándose ambas partes, Iglesia y Monarquía. Pipino el Breve apoyó la celebración de concilios nacionales para reglamentar la disciplina eclesiástica y para la reforma litúrgica, y resolvió el problema de las confiscaciones de tierras de la Iglesia que su padre había repartido entre los nobles. De esta forma, el pacto entre carolingios y el Papado se saldaba con beneficio para las dos partes: los Papas esperaban encontrar un nuevo defensor eficaz frente a sus enemigos, y la nueva dinastía de los carolingios la certeza de que su legitimidad procedía, no sólo de su propio poder, sino de Dios, a través del Papa. Se habían puesto los cimientos de una futura discordia que marcaría durante siglos la historia de Europa: la lucha entre el Papado y el Imperio. Desde este momento el Papa se consideró a sí mismo investido del derecho de conferir o retirar coronas, de hacer y deshacer reyes. Por otro lado, las coronaciones reales irán unidas a su consagración por la Iglesia.
BLOQUE 3: TEMAS 11-15.
1. Relacione el desarrollo urbano con el auge del comercio (20 líneas, una página).
Los historiadores tienen diversas teorías sobre el despertar de la vida urbana desde el siglo X. Algunas de las “teorías clásicas” ven la causa en el desarrollo comercial. 
Pirenne explicaba el desarrollo urbano del siglo XI como una consecuencia directa del nacimiento del gran comercio y el nacimiento de una nueva clase social, los mercaderes, que habrían instalado sus almacenes y tiendas junto a las ciudades y burgos y que transportaban sus mercancías de una ciudad a otra. Formaron asociaciones para defender sus derechos y fueron el origen de los movimientos comunales que surgirían posteriormente, con lo que contribuyen al desarrollo urbano. Historiadores posteriores, cuya teoría se conoce como “teoría actual”, han matizado la teoría de Pirenne. Sin embargo, en ningún momento cuestionan la importancia que el desarrollo comercial tuvo en el resurgir de las ciudades.
En las ciudades medievales se realizaban actividades comerciales. En las de pequeño tamaño se desarrollaba un mercado semanal; en las de tamaño medio vivían numerosos comerciantes; y, por encima de ellas, las grandes ciudades viven de su actividad comercial.
Las ciudades europeas surgidas en esta época no tienen nada que ver con las de Bizancio o el mundo musulmán, en las que la actividad comercial y artesanal era muy grande.
2. Principales Órdenes Militares (nacionales y extranjeras): Su origen, fines y lugares de asentamiento (20 líneas, una página).
Hubo muchasÓrdenes Militares, tanto nacionales como extranjeras, contando algunos hasta un centenar. Las principales Órdenes Militares nacionales son Calatrava, Santiago, Alcántara y Montesa. Entre las no nacionales nos encontramos la de los caballeros del Templo de Jerusalén, la de los Caballeros Hospitalarios –Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén (Caballeros de Malta) y la Orden Teutónica (Alemania); Sán Lázaro de Jerusalén y la del Espíritu Santo de Montpellier también destacaron.
El origen tiene que ver con el desarrollo de la caballería europea, la cristianización de ésta y el reconocimiento de la labor guerrera por parte de la Iglesia. Luchaban una batalla meritoria con las armas terrenales por el bien de la salvación y el conjunto de la Iglesia.
La función primordial de todas las Órdenes Militares fue la de luchar contra los infieles enemigos de la Iglesia, y como último objetivo, en el caso de las fundadas en Jerusalén, el mantenimiento de los Santos Lugares en manos cristianas y la defensa de los peregrinos que viajaran a la recién conquistada ciudad. A esta labor guerrera se le unieron otras de tipo asistencial, como la atención a los enfermos y heridos, con creación de hospitales, la protección y atención a los peregrinos y la liberación de los cautivos. Se les encomendaba la defensa, organización y repoblación de amplias zonas. Muchas veces hicieron de intermediarios entre reyes y papas, y también de mensajeros entre Europa y Tierra Santa. Realizaron actividades de banca internacional y préstamo tanto para papas y reyes como para particulares, lo que, probablemente, fue una de las causas de la caída y disolución de la orden del Temple en Francia e Inglaterra.
BLOQUE 4: COMENTARIOS.
1. Comentar el siguiente mapa, siguiendo el esquema propuesto por el equipo docente (dos páginas). 
Estamos ante un mapa histórico que nos muestra, tal y como nos indica la leyenda, las suggested routes of Vikings o las rutas que se supone que los vikingos realizaron desde el siglo VIII hasta el siglo XI, o los ataques e invasiones vikingas, de los pueblos nórdicos en la escena europea.
Las invasiones vikingas tuvieron rutas y objetivos distintos ya procedieran de Noruega y Dinamarca o de Suecia. El primer ataque de los vikingos noruegos tuvo por objetivo Gran Bretaña e Irlanda, siendo su principal zona de expansión las islas del norte de Gran Bretaña, hacia el 795. Después se extendieron por las costas de Escocia e invadieron Irlanda, hacia el 820. Estos ataques produjeron un éxodo masivo de monjes celtas a Francia. Durante esos mismos años empezaron las incursiones de los vikingos suecos o “varegos” hacia el este y el sur, a través de lo que hoy es Rusia, Bielorrusia y Ucrania, llegando a Constantinopla el 839. Los vikingos noruegos y daneses, en sus ataques hacia el Sur de Europa, asaltaron la costa norte el 844 y 859, rodeando la Península Ibérica. En este momento empieza lo que se conoce como la segunda gran expedición vikinga tanto en Hispania como en el Mediterráneo, atacando todas las costas, llegando hasta Luna (Italia) y saqueándola al confundirla con Roma en el año 860. Durante esos mismos años, los vikingos suecos se apoderaron de Novgorod, que significa “Nueva ciudad” el 862, donde situaron su principal centro comercial. Los Varegos, descendiendo por los ríos Volga y Dniéper, llegaron al al Mar Negro y al Mar Caspio hacia el 880. En el 941 llegaron a atacar Estambul.
Europa sufrió los embates de las invasiones de los normandos, así como las de los húngaros o magiares y los musulmanes o sarracenos. Las zonas de invasión de los normandos empezaron desde el norte, los húngaros atacaron por el este y los musulmanes por el sur. Éstas son lo que se conoce como las “segundas invasiones”, siendo las primeras las de las migraciones germánicas que contribuyeron al final del Imperio de Occidente.
No están claras las causas que motivaron esta expansión. Se han argumentado diversas causas: cambio climático en la zona de Escandinavia, exceso de población, espíritu aventurero, búsqueda de nuevas tierras donde asentarse, afán de pillaje, pero podríamos decir con toda seguridad que , independientemente de las causas citadas anteriormente, estas invasiones se produjeron casi como consecuencia directa de la crisis que se estaba produciendo en el Imperio Bizantino- o aprovechando la situación-, en que se produjo una clara división de sus territorios y guerras civiles, cesaron las conquistas exteriores, disminuyeron los bienes de la corona, y la fidelidad de los nobles se ponía en prueba por la continua alternancia en el poder. En este contexto las invasiones del exterior se hicieron propicias, y provocaron una transformación de la sociedad, dieron origen al régimen feudal y al nacimiento de nuevos poderes locales.
Las consecuencias de estas segundas invasiones en general, y de los escandinavos en particular, han sido cruciales en la historia de Europa, determinando cambios políticos, sociales y económicos, como se ha esbozado en párrafos anteriores, y dejando innumerables muestras culturales en todos los pueblos europeos por donde pasaron.
2. Comentar el siguiente texto según las pautas establecidas por el equipo docente (dos páginas).
	El orden eclesiástico no compone sino un sólo cuerpo. En cambio la sociedad está dividida en tres órdenes. Aparte del ya citado, la ley reconoce otras dos condiciones: el noble y el siervo que no se rigen por la misma ley. Los nobles son los guerreros, los protectores de las iglesias. Defienden a todo el pueblo, a los grandes lo mismo que a los pequeños y al mismo tiempo se protegen a ellos mismos. La otra clase es la de los siervos. Esta raza de desgraciados no posee nada sin sufrimiento. Provisiones y vestidos son suministradas a todos por ellos, pues los hombres libres no pueden valerse sin ellos. Así pues la ciudad de Dios que es tenida como una, en realidad es triple. Unos rezan, otros luchan y otros trabajan. Los tres órdenes viven juntos y no sufrirían una separación. Los servicios de cada uno de estos órdenes permite los trabajos de los otros dos. Y cada uno a su vez presta apoyo a los demás. Mientras esta ley ha estado en vigor el mundo ha estado en paz. Pero, ahora, las leyes se debilitan y toda paz desaparece. Cambian las costumbres de los hombres y cambia también la división de la sociedad.
ADALBERON DE LAON, "Carmen ad Robertum regem francorum" (a.998). Recoge. M. Artola,
"Textos fundamentales para la Historia", Madrid, 1968, p. 70
Nos encontramos ante un fragmento de “Carmen ad Robertum regen francorum” de Adalberon de Laon, Francia. Se trata de un poema satírico escrito en forma de diálogo por el monje Adalberon el año 998 a Roberto II, rey de los francos. En dicho poema se argumenta contra las reformas monásticas de su época. Este poema pertenece a “Textos fundamentales para la Historia”, de M. Artola, que recoge los textos más significativos de los distintas etapas históricas.
El texto gira en torno a la idea principal que se resume en “…la ciudad de Dios que es tenida como una, en realidad es triple”, que se encuentra hacia la mitad del párrafo. Antes de la exposición explícita de esta idea describe cómo está dividida la sociedad y la función de cada “orden” social. En la segunda parte defiende esta división de la sociedad matizando que esta jerarquización ha proporcionado paz al mundo, y expone cómo las cosas están cambiando, y que ese cambio supone la pérdida de la paz.
Roberto II fue el segundo de la dinastía de los Capeto, que empezó con su padre Hugo el 987 tras la muerte del último carolingio, Luis V. En esta época el reino estaba fragmentado en unos 160 condados, en los que el poder público era acaparado por sus señores. Los nuevos reyes Capeto intentarán afirmar su realeza y poder frente a ellos. 
El 998, año en que se escribió este “Carmen ad Robertum regem francorum” está en la finalización del primer milenio, con lo que si realmente existió el llamado “terror milenario” en base al Apocalipsis de San Juan por algunos historiadores, estamos a puntode que se superara la “Edad Oscura” del Medievo.
 Adalberon hace una distinción entre el orden eclesiástico y la sociedad en general. Afirma que el “orden eclesiástico no compone sino un solo cuerpo” y “la sociedad está dividida en tres órdenes”. Los tres órdenes en que está dividida esta sociedad son, el propio orden eclesiástico así como los nobles y los siervos. Se muestra partidario de esta división de la sociedad, en que “los tres órdenes viven juntos y no sufrirían una separación”, es más, se complementan y se necesitan formando, todos juntos, un estado de paz en el mundo.
Es una clara exposición del sistema feudal, que empezó a aplicarse en Francia desde la época de Carlos Martel. Con los Capeto resurgirá la monarquía feudal por excelencia. Se dio de tal forma este sistema con los francos que podría decirse que en aquellos territorios en los que mayoritariamente se habían instalado, de una u otra rama, el feudalismo se impuso con mayor fuerza. Recordemos que el feudalismo tienen su origen en las consecuencias del desmoronamiento del imperio carolingio, época de gran inseguridad, en que el rey repartía tierras entre los principales nobles y los monasterios, y estos se encargaban de la defensa, impartían justicia y cobraban impuestos a los campesinos. Estas tierras recibían el nombre de feudo o señorío. Los nobles estaban ligados al rey por un pacto de fidelidad. A su vez, los nobles y monasterios podían tener vasallos propios: una cadena de lazos personales ligaba al rey con todos los nobles del reino.
Este texto constituye un documento importantísimo sobre cómo estaba constituida la sociedad en la época, y los peligros que en el orden eclesiástico veían venir. Está escrito en la misma época que se describe, por lo que se trata de un texto muy fiable.
BLOQUE 5: COMENTARIO DE UN LIBRO RECOMENDADO
Realice el comentario de un libro elegido por usted entre la lista de libros aconsejados para la PED (página web), que debe contener al menos las siguientes partes:
a) un esquema comentado del contenido del libro,
b) un breve resumen del mismo;
c) un comentario crítico sobre la aportación realizada por el estudio en el campo de la Historia Medieval;
d) la opinión personal del alumno sobre él.
e) El espacio destinado será de un mínimo de cuatro páginas y un máximo de cinco.
Estamos ante el libro titulado “Las cruzadas” escrito en 2004 por Carlos de Ayala Martínez, Doctor en Historia Medieval por la Universidad Autónoma de Madrid, donde es, en la actualidad, Profesor Titular de su Departamento de Historia Medieval, y editado por la Editorial Sílex, Serie Historia.
Nos encontramos ante una obra donde se aborda con profundidad y desde distintos puntos de vista el tema de las Guerras Santas y las Cruzadas que tuvieron lugar en Oriente Próximo y Egipto principalmente desde los siglos X al XV. El autor divide su obra en 10 capítulos:
1. Presentación. Consiste en una justificación de la obra, haciendo una síntesis de lo que nos vamos a encontrar en ella.
2. Guerras Santas y Cruzadas. Relación entre “las guerras de los dioses” y “la guerra por Dios”. Se explica el origen de las guerras en relación con la religión cristiana, y el papel del papado en ellas. Concepto de Cruzada.
3. El mundo mediterráneo en vísperas de las cruzadas. Contexto histórico del momento en que se iniciaron las cruzadas: el escenario islámico, Bizancio y las comunidades cristianas de Oriente y el Occidente latino en el Mediterráneo.
4. El arquetipo: la primera cruzada. En este capítulo vemos el desarrollo de la primera cruzada con sus antecedentes de Clermont y su proyección histórica. Se nos acerca al escenario social, tanto a la movilización popular como a la de los nobles y los Caballeros de Cristo. Muchas de las ideas de este capítulo son muy importantes para entender ésta y todas las cruzadas.
5. Nacimiento y consolidación de los “Estados” cruzados. Se centra, sobre todo, en Jerusalén, cómo pasa de Ciudad Santa a Reino, y la consiguiente “secularización” de la monarquía jerosolimitana. 
6. “Secularización” del fenómeno cruzado. Paralelamente a la secularización de la gestión política de Jerusalén, se produce una secularización del fenómeno cruzado, donde aparecen más objetivos en la Cruzada, y donde entran en escena factores importantísimo como, por ejemplo, el papel de Saladino y sus consecuencias. Se nos explica la segunda cruzada.
7. La “desnaturalización” del fenómeno cruzado. Se habla de la tercera, cuarta, quinta y sexta cruzada, en que las estrategias van cambiando y se repiten una y otra vez los mismos errores, con los consiguientes resultados.
8. El fin de la presencia cristiana en Tierra Santa. El autor nos habla de la definitiva caída de Jerusalén. Vemos también la séptima cruzada y las crisis que sobrevino a continuación. Aparece por primera vez el “factor mongol”. Vemos la caída de Acre y la evacuación de Palestina.
9. Otros ámbitos para la cruzada. En este capítulo aborda la Reconquista en la Península Ibérica, con las particularidades que tiene, con sus semejanzas y diferencias con respecto a las otras cruzadas. Finalmente nos acercamos a la expansión de la cruzada en el Báltico.
10. Epílogo: Críticas y continuidad. En este epílogo Carlos de Ayala presenta algunos datos que ayuden al lector a tomar conciencia de la complejidad del fenómeno de las cruzadas, y que les permita entender que esa complejidad también fue vivida y sentida por sus protagonistas.
La bibliografía sobre las cruzadas es inmensa ya que éste es uno de los temas claves en la Historia Medieval, y el conocimiento adecuado sobre el tema hace que el espectador de la Historia del siglo XXI tenga una base de conocimientos imprescindible para entender muchos de los acontecimientos que suceden en la actualidad. La importancia que ha tenido en toda la Historia los sucesos acaecidos en el Próximo Oriente como civilización, y los relacionados con las dos religiones monoteístas más decisivas en la Historia de la Humanidad, el Cristianismo y el Islamismo, es tal, que la visión crítica actual pasa por la visión, lo más “objetiva” posible de lo sucedido en el pasado. 
Esta obra escrita hace sólo ocho años tiene, desde mi punto de vista, una gran importancia. Podría pasar como una obra más pero tiene una serie de características que la diferencia de otras obras:
· En primer lugar, se trata de uno de los pocos historiadores españoles que se ha asomado a este complejo ámbito “universal” de la cruzada. Es la primera obra desde la de Miguel Ángel Ladero de hace cuarenta años que ofrece una síntesis española de la reconquista en el contexto de las cruzadas en Europa.
· En segundo lugar, el autor afronta la tarea con gran humildad, citando continuamente a los “clásicos” de los que se ha alimentado.
· Además añade una reflexión crítica al fenómeno cruzado, desde un punto de vista actual, y la crítica que realizaron quienes vivieron aquellas épocas.
· También extiende el espíritu de la cruzada y su actuación a cualquier otra forma de rebeldía contra la autoridad de la Iglesia, por lo que las cruzadas se prolongaron en el tiempo, cambiando el inicial objetivo de las cruzadas: guerra dirigida por el Papa, dirigida a la liberación de Jerusalén y de cuantos símbolos de la Tierra Santa cristiana consideran mancillados por el infiel y con una dimensión esencialmente escatológica, es decir, vinculada a la venganza definitiva de Dios, que erradicaría la increencia, derrocaría el Anticristo y establecería el definitivo reinado de Dios sobre la tierra.
· Por último sería interesante destacar el carácter divulgativo del libro, asequible a un lector no especialista.
Sin embargo, desde mi punto de vista, hay varios puntos que me habría parecido interesante incluir en este libro. Entiendo que el lector realmente interesado en asimilar todos los sucesos descritos en “Las Cruzadas” debe consultar los datos que no conoce en algún Atlas Histórico. Sin embargo, mi opinión es que si la intención del escritor, tal y como dice en su “Presentación”, es que “el presente libro no tiene otraaspiración que la de la síntesis divulgativa”, añadiendo más adelante “Para hacer más ágil la lectura hemos renunciado a las notas a pie de página […] el lector encontrará al final de cada capítulo la información bibliográfica que ha servido de soporte al mismo…”, debería haberle facilitado la tarea de la “síntesis divultativa”, añadiendo, por ejemplo:
· Un glosario que contuviera los términos utilizados, ya que muchos de ellos no son comprensibles para la mayoría de los lectores,
· Mapas generales donde se pudieran visualizar los movimientos de los ejércitos, y las ciudades y zonas estratégicas que forman parte de las Cruzadas. 
· Algún cuadro sinóptico comparativo o breve resumen donde aparecieran los distintos estados implicados en las Cruzadas, así como sus dirigentes con sus años de reinado o de liderazgo, de forma que fuera más fácil entender qué estaba sucediendo en cada sitio.
· Las notas a pie de página con la ubicación concreta de lo que habla en cada momento. Entiendo que la agilidad de la lectura no se ve interrumpida por estas notas, quien no quiera leerlas no lo hará, y a quien le interese las tendrá en cuenta.
Como conclusión, “Las Cruzadas” de Carlos de Ayala Martínez es una obra que completa las expectativas que tenía como lector. Valoro especialmente su humildad citando siempre sus fuentes, la visión “panorámica” de todos los hechos y la extensa bibliografía apuntada en cada capítulo.
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