Logo Studenta

art2

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

esquizofrenia esquizo-afectiva, epilepsia e incluso la depresión que puede presentar el retarda-
do mental.
Por otro lado, el que parece importante, la alta frecuencia con que parece asociarse el
trastorno sociopático de la personalidad con alcoholismo, en cuyo caso consideraciones de ti-
po dinámico nos podrían llevar igualmente a plantear que probablemente el pobre control de
impulsos de estos individuos así como una baja tolerancia a la frustración y la necesidad de
obtener una gratificación inmediata son los elementos primarios que llevaron al abuso del al-
cohol y que por ende al alcoholismo sería en estos casos un padecimiento secundario.
Sin embargo por otro lado parece que debemos tener en claro que ningún estudio
científico ha logrado probar la existencia de una relación causa efecto entre un padecimiento
psiquiátrico determinado y alcoholismo por lo cual el uso del término alcoholismo secundario
no sería quizá el más adecuado, a pesar de que toda la literatura hace énfasis en la alta fre-
cuencia con el que el alcoholismo coexiste con otros padecimientos siquiátricos y por ende en
la necesidad de que el personal tratando enfermos alcohólicos, esté entrenado para detectar
estos padecimientos. pues el pronóstico y el plan de tratamiento variarán de acuerdo con ello.
independientemente de cual padecimiento fuese el primario y cual es secundario.
En este sentido, el nombre que Francisco Alonso Fernández le da a estos enfermos,
enfermos alcohólicos, enfermos psiqUiátricos, puede resultar ser un término más adecuado,
por ser más descriptivo y menos comprometedor que el de alcoholico secundario.
Quizá entonces en un futuro cercano nos deberíamos abocar a revisar nuestra
terminología, aún cuando para mí ello no es lo más importante, sino el tener claro el conoci-
miento de que tipo de enfermedades psiquiátricas por su frecuencia deberían ser descartadas
en los enfermos alcohólicos y como el alcoholismo puede enmascarar estos padecimientos.
BIBLlOGRAFIA
Fernández, F. Alonso, Alcohol - Dependencia, Madrid, Ediciones Pirámide S. A.. 1981,58-63.
Loberg. T. "MMPI Bases Persona lity Subtypes of Alcoholics. Relationships to drinking History, Psycho-
metrics" and neurophychological deficit "The Jaurnal af Studies on Alcohor 4219) 766-790. Sep.
1981.
Rund. Douglas A.; Summer, William K.; Levin Michael. "Alcohol use and psychiatric Ilness in emer-
gency patients". The Jaurnaf af the American Medical Assaciation. 245 (12): 1240 - 1241. 1981.
Little. Ruth E. ScD.; James Lgayle, M. O. "Epilepsy and Alcoholism". Alcohol Wor/d, Health and Re-
search. 5 (2): 35-36. 1980-1981.
HIPOGLUCEMIA REACTIVA IDIOPATICA EN PSIQUIATRIA
Conceptos actuales
01. LUIS Callos Ramlrez Zamora ("1
Dr. cric Mora Morales (00)
En los últimos 25 años se ha discutido con insistenCia la relación causa efecto entre la
Hipoglucemia Reactiva Idíopática (H.R.I.) y sintomatologia psiquiátrica vaga e inespecífica.
En particular, los síntomas que se han asociado a H.R.I. son los siguientes: palpitaciones, su-
doración. palidez, ansiedad, hambre y temblores. Todos estos síntomas están supuestamente
relacionados con la respuesta adrenérgica a la hipoglucemia.
Se mencionan además síntomas más indefinidos y menos funcionales como sensación
de fatiga, irritabilidad, despersonalización y falta de motivación. El problema es más serio
cuando se presenta lipotimia, mareos o vértigos.
(0) Residente de Postgrado en EndOCrinología
(•• ) Jefe del servicio de Endocrinologia. Hospital Dr. Calderón Guardia.
9
Esta discusión sobre la H.R.!. ha transcendido los límites de la literatura médica y en
los Estados Unidos es frecuente, aun hoy, leer y escuchar opiniones sobre este tema en los di-
ferentes medios de comunicación colectiva. La discusión ha llegado a tal punto que se ha acu-
ñado el nombre del "Culto a la Hipoglucemia".
Lo anterior ocasiona exceso de consultas por parte del público y de diagnósticos poco
fundamentados por parte de los médicos, pues en torno a este tema ha existido gran confu-
sión por las siguientes razones:
1. Criterios variables para definir la hipoglucemia.
2. La indole inespecífica de los síntomas.
3. La dificultad para medir la glucemia cuando los síntomas aparecen en el ambiente ha-
bitual del paciente.
A pesar de la confusión existente, algunos aspectos de importancia se han aclarado:
1. Anthony y cols. en 1973 (1) demostraron que casi todos los pacientes con este diag-
nóstico en los Estados Unidos tenian evidencia de patología psiconeurótica.
Johnson y cols. en 1980, en la Clínica Mayo, estudiaron 192 pacientes con este diag-
nóstico IH.R.I.) y encontraron una alta incidencia de trastornos en la personalidad y
desórdenes psiquiátricos.
2. Farris y cols. (2) en 1974 demostraron, por otra parte, que hasta el 24% de una pobla-
ción normal tenía concentraciones plasmáticas de glucosa por debajo de 60 mg/dl
después de una prueba de tolerancia a la glucosa con 100 gr por vía oral. Además, re-
cientemente Klachko (5) en 1978, demostró que en pacientes normales se encontraba
hipoglicemia química sin síntomas después de un test de tolerancia a la glucosa hasta
en el 20% de los pacientes (cifras menores de 45 mg/dl) por lo cual el Test de Toleran-
cia a la Glucosa en una prueba inutil o en el mejor de los casos poco específicas para
diagnosticar la H. R.1.
3. Finalmente, Johnson y cols. (5) demostraron que Jos síntomas ya descritos se presen-
taron en pacientes que tenían en ese momento cifras de glicemia normales.
Todo lo anterior lleva a la conclusión de que definitivamente se abusa del diagnóstico
de Hipoglicemia Reactiva Idiopática. (3)
Como corolario, Madison y cols. (5) y Lefebre y cols. (4) en publicaciones en 1983 y
1984 concluyen en que lo razonable es hacer el diagnóstico de Hipoglucemia Reactiva Idiopá-
tica únicamente en aquellos pacientes en quienes se les demuestre glucemias menores de 45
mg/dl después de haber ingerido una comida similar a la usual y en presencia de los síntomas
descritos. En consecuencia el test de tolerancia a la glucosa, Que estuvo en boga para diag-
nosticar este cuadro, solo debe hacerse en condiciones especiales, en común acuerdo tanto el
especialista en psiquiatría como en endocrinología; con una adecuada preparación del pacien-
te y estrecha colaboración del laboratorio.
BIBlIOGRAFIA
Anthony, D. Y cols; Diabetes 22:663, (1973l.
Farris, B. L. Y cols; Diabetes 23:189 (1974).
Sherwin, R.S.: Felig, P: Hipoglucemia, página 925. Endocrinology and Metabolism, Editorial Mc Graw
Hill, 1981.
Lefebure. P.J. HypogJucemia, capítulo 50, página 987. Diabetes Mellitus, Ellemberg.-Rifkin, Excerpta
Medica Co. 1983.
Madison, L.: Idiopathic Reactive Hypoglucemia, an update, 1984 (comunicación personal).
10

Continuar navegando