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14. LA ESQUIZOFRENIA: MODELOS EXPLICATIVOS 1. INTRODUCCIÓN Este capítulo considerará los correlatos psicológicos de las conductas y experiencias que motivan un diagnóstico de esquizofrenia. Intentará relacionar “los conceptos y objetos de la observación clínica con los conceptos y datos experimentales de la psicología general”. La meta más ambiciosa de la investigación psicológica en esta área es especificar una sola disfunción, o patrón de disfunciones, del que puedan derivarse las diversas anormalidades que dan lugar al diagnóstico de esquizofrenia. Requisitos mínimos de un modelo psicológico general para la esquizofrenia: a) Que sea consistente con las observaciones clínicas y los informes de los pacientes sobre sus experiencias. b) Que proporcione una explicación plausible para la aparición de una amplia gama de síntomas psicóticos, y su variabilidad en el tiempo. c) Que dé origen a predicciones comprobables con respecto a la ejecución en tareas experimentales. d) Que sea consistente con la heterogeneidad de los hallazgos neuropatológicos/neuroquímicos. Aun cuando hubiese una disfunción psicológica “esencial” común a la mayoría de los que reciben un diagnóstico de esquizofrenia, se esperaría un cuadro clínico que variase considerablemente en función de: 1) Diferencias individuales independientes de la psicosis 2) Estrategias de afrontamiento 3) Influencias ambientales 4) Gravedad de la disfunción esencial 2. ¿CONTINUIDAD O DISCONTINUIDAD? Un punto de la mayor importancia para los modelos psicológicos sobre los fenómenos psicóticos es el de si guardan continuidad con la normalidad. Esta cuestión tiene dos aspectos distintos. El primero es el de si para un determinado individuo los cambios en la experiencia/conducta son graduales o bruscos. Aunque pueden observarse ambos patrones, se hace cada vez más patente que en muchos pacientes se dan signos y síntomas prodrómicos de recaída esquizofrénica. Las manifestaciones subjetivas del déficit psicológico esencial son catalogadas como “síntomas básicos” y se atribuyen a “deterioros en el procesamiento de la información, a la falta de jerarquías de habituación y a alteraciones bioquímicas del sistema límbico genéticamente determinadas”. Tales experiencias nos permiten vincular el déficit psicológico de base biológica a los fenómenos característicos de la esquizofrenia. Retomando la cuestión anterior de en qué medida, en los diferentes individuos, las experiencias psicóticas forman un continuo con la normalidad, es un aspecto ambiguo, según Bishop y se pueden dar al menos tres interpretaciones distintas: La primera y más directa, es la pretensión de que la esquizofrenia forma un continuo con la normalidad a nivel de fenómenos clínicos. Según Claridge, la esquizofrenia muestra “una genuina continuidad de conducta, que se transforma poco a poco en un espectro de enfermedad que puede manifestarse en varios grados de trastorno, haciendo así virtualmente imposible delinear una categoría todo o nada (excepto en el mismo extremos donde sí se torna evidente algún grado de discontinuidad)” . Esta opinión ha llevado al desarrollo de escalas para evaluar experiencias psicóticas y similares a las psicóticas como continuos. El tipo de experiencia en el extremo de cada continuo hipotético es un síntoma psicótico, y los otros tipos de experiencia en cada escala tienen un tema similar, pero son menos anormales en grado variable. Parece probable que ciertas conductas y experiencias típicas de la esquizofrenia sean efectivamente continuas con la normalidad, pero sigue siendo posible que otras experiencias indiquen un cambio a un estado cualitativamente distinto. La segunda pretensión, algo más débil, de continuidad entre esquizofrenia y normalidad se refiere a la continuidad de los índices de psicosis, como las alteraciones en el procesamiento de la información, que correlacionan con los síntomas clínicos sin ser idénticos. Es de particular interés si se considera el índice como reflejo de una alteración psicológica primaria de la que se derivan los síntomas. La tercera y menos controvertida de la pretensión de continuidad es la de que existe un continuo de predisposición a los síntomas esquizofrénicos. Los resultados experimentales de un estudio longitudinal de los fenómenos experimentados previamente a la esquizofrenia apuntan hacia una evolución gradual de las experiencias psicóticas. 3. EL MODELO DE VULNERABILIDAD-ESTRÉS La vulnerabilidad se considera como el resultado tanto de factores genéticos como de propensión adquirida, y los estresores ambientales precipitan los episodios psicóticos. Esta vulnerabilidad varía de una persona afectada a otra, de forma que en algunos sólo un estrés grave podrá producir los síntomas esquizofrénicos, mientras que en otros bastará con estresores menores. Maher señala “la vulnerabilidad extrema significa que probablemente aparecerá temprano en la vida un síndrome esquizofrénico constante y continuo, ya que los estresores menores tienden inevitablemente a ser frecuentes y repetidos” Spring sostiene que una estrategia para demostrar que un rasgo es un marcador de vulnerabilidad a la esquizofrenia debe reunir tres clases de evidencia: 1. Anormalidades encontradas en parientes biológicos de primer grado de los esquizofrénicos 2. Anormalidades demostradas en individuos esquizofrénicos que ya no presenten un alto grado de psicoticismo 3. Anormalidades presentes en individuos considerados con riesgo de esquizofrenia a causa de rasgos de personalidad esquizotípica o de características biológicas asociadas a la esquizofrenia. Los factores potenciales de vulnerabilidad que se han estudiado con frecuencia incluyen déficit en el procesamiento de la información, anomalías de la reactividad autonómica, y competencia social y limitaciones de afrontamiento. En una reciente revisión, Parnas y Mednick concluyen “la vulnerabilidad básica consiste en la fragilidad y desintegración de los esquemas afectivo-lógicos que modulan nuestro elemental y multifacético intercambio de información con el ambiente”. Enfoque consistente con el modelo de disfunción psicológica en la esquizofrenia de la sección 8. La aceptación del enfoque de vulnerabilidad-estrés requiere que desarrollemos un modelo psicológico no sólo del estado psicótico, sino también de las características preexistentes en el individuo vulnerable. Se debe intentar especificar las características de los ambientes que aumentan la probabilidad de recaída. Una de las mejor establecidas es la que relaciona la recaída con las actitudes de los familiares clave. Brown, Monck, Carstairs y Wing estimaron la emoción, hostilidad y dominancia que expresaban los familiares clave hacia el paciente. Los pacientes de familias con alta emoción expresada (EE) presentaban una tasa de recaída muy elevada. El contacto frecuente (+ 36 horas /semana) también tenía un efecto adverso, especialmente al combinarse con alta emoción expresada. Se han hecho replicaciones de este estudio, donde se encontró que la medicación regular era un factor protector adicional. Fallon ha revisado el estado actual del concepto de emoción expresada. Aunque la relación entre EE y el curso de la esquizofrenia está bien establecida, éste advierte que “la comprensión actual de cuál es la naturaleza exacta de su función predictiva es limitada”. También señala la necesidad de ulterior investigación sobre la relación de EE y la necesidad de medicación neuroléptica continuada, dados los conocidos efectos secundarios perjudiciales de esta última. Leff presenta un modelo para la interacción de acontecimientos vitales, EE familiar y medicación profiláctica. El estrés agudo de un acontecimiento vital se contrasta con el estrés de larga duración de vivir con una familiar con EE elevada, y por consiguiente, el modelo predice diferencias en el curso temporal de la sintomatología resultante. 4. PROBLEMAS METODOLÓGICOS Problemas metodológicosmás importantes asociados a la investigación psicológica en esquizofrenia: a) Los efectos de la medicación antipsicótica. El estudio experimental de la esquizofrenia se ha complicado por la utilización generalizada de drogas antipsicóticas. Aunque sus efectos van dirigidos a normalizar las funciones psicológicas, esto no puede asumirse sin más. b) El estadio del trastorno. Cromwell: “Las fases premórbida (alto riesgo), prodrómica, aguda y crónica del trastorno se manifiestan de formas diferentes”. A esto se añade el estadio de recuperación parcial que, por razones prácticas, es aquel en el que se toman medidas. No pueden asumirse correlatos psicológicos similares para estos diferentes estadios. c) Grupos control. Muchos estudios han utilizado únicamente sujetos normales como controles. Sin embargo, si los hallazgos han de considerarse específicamente relacionados con la esquizofrenia, resulta necesario un grupo de control psiquiátrico. d) La heterogeneidad de la esquizofrenia. Aunque la introducción de criterios diagnósticos más específicos y la utilización de entrevistas estructuradas han significado una clara mejora, no puede decirse que hayan eliminado este problema. Frecuentemente ha resultado útil emplear esquemas de subclasificación para asegurar muestras más homogéneas. 5. ANORMALIDADES COGNITIVAS Y PERCEPTIVAS COMO ALTERACIÓN ESENCIAL DE LA ESQUIZOFRENIA Berze observó que en la esquizofrenia “percepción y memoria se han entremezclado irremediablemente”. Podría esperarse, por tanto, que los modelos de PI humanos normales nos permitiesen especificar el patrón de disfunciones psicológicas que “sigue siendo elusivo del síndrome esquizofrénico”. Se esperaría especificar las bases neurológicas de esta disfunción y se aspiraría a integrar los factores biológicos y sociales relevantes para el trastorno. Es la estrategia general de investigación: ANORMALIDAD NEUROANATÓMICA ANORMALIDAD NEUROQUÍMICA ALTERACIÓN DEL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN ANORMALIDADES DE LA CONDUCTA Y DE LA EXPERIENCIA (SÍNTOMAS) El pensamiento desorganizado se ha considerado desde hace tiempo como uno de los rasgos más distintivos de la esquizofrenia. Kraepelin proporcionó numerosos principios descriptivos para el pensamiento esquizofrénico, pero se preocupó poco por interrelacionarlos. Observó que “los pacientes pierden del modo más impresionante la facultad de ordenar lógicamente el curso de su pensamiento”. Señaló “la eficiencia mental siempre disminuye hasta un punto considerable”. Estas descripciones son un comienzo necesario para la comprensión del deterioro cognitivo de los esquizofrénicos. Bleuler fue el primero en intentar especificar un único defecto psicológico subyacente que explicase todos los síntomas del trastorno; éstos eran el resultado de la ruptura de los procesos asociativos. Estos últimos son las conexiones entre ideas que permiten a los normales organizar e interrelacionar muchos pensamientos aislados y excluir los pensamientos irrelevantes. También distinguió entre síntomas primarios y síntomas secundarios: - Los síntomas primarios son consecuencia directa de la enfermedad orgánica que él suponía subyacía a la esquizofrenia; la alteración de la asociación se consideraba un síntoma primario. - Los síntomas secundarios reflejan los procesos psíquicos normales o intentos de adaptación a la alteración primaria. Investigaciones recientes también han considerado algunos aspectos de la sintomatología esquizofrénica como resultado de la interacción del individuo cognitivamente deteriorado con su entorno. Los informes subjetivos de los mismos pacientes se encontraban entre los datos que con más fuerza sugerían hipótesis sobre la naturaleza de la desorganización esquizofrénica. Un extenso estudio mediante entrevista de McGhie y Chapman con pacientes recién ingresados se concentró en los cambios recientes en las experiencias subjetivas de los pacientes, y los resultados se presentaron en forma de citas seleccionadas. McGhie y Chapman sugirieron que los informes indicaban que el trastorno primario de la esquizofrenia era una disminución de las funciones selectivas e inhibitorias de la atención., Muchas otras anormalidades cognitivas, perceptivas, afectivas y conductuales se consideraron resultado de este déficit atencional primario. Barnett y Mundt han hipotetizado que “los déficit atencionales y la ausencia de aspectos cognitivos organizadores de la producción lingüística pueden ser los síntomas nucleares psicopatológicos de la esquizofrenia negativa. Estos déficit, sin embargo, son demasiado sutiles para ser reconocidos en exámenes psiquiátricos convencionales”. Cutting, Matussek y Conrad, fueron los primeros en indicar que el primer estadio de la esquizofrenia podría explicarse en términos de la ruptura de la percepción Gestalt, y que esta alteración podría formar la base de la percepción delirante. Matussek describe a un paciente que era consciente de la “falta de continuidad en su percepción tanto en el espacio como en el tiempo. Veía el entrono sólo en fragmentos. No había apreciación de conjunto. Sólo veía detalles sobre un fondo sin significado”. Posteriormente, Arieti utilizó el término “fragmentación perceptiva y aperceptiva” para estos fenómenos. Los trabajos de Shakow le llevaron a la conclusión de que el esquizofrénico “no puede ver el bosque por los árboles… y examina cada árbol con meticuloso cuidado”. 6. PROBLEMAS PARA ESPECIFICAR LA NATURALEZA DE LA ALTERACIÓN PERCEPTIVO- COGNITIVA DE LOS ESQUIZOFRÉNICOS. Se encuentran numerosas dificultades cuando se intenta especificar la naturaleza de la alteración del PI, que muchos considerarían básica para la condición esquizofrénica. En primer lugar, es obvio que no hay ningún modelo a gran escala consensuado del funcionamiento cognitivo normal. Cada modelo utiliza un marco conceptual diferente y frecuentemente, se diseña para explicar la ejecución en una pequeña serie de tareas. Davis y Logie han problematizado sobre la “tensión entre la necesidad de relevancia ecológica en investigación, y los requisitos de rigor científico, que pueden conseguirse con mayor facilidad en el laboratorio”. Un problema más es que los esquizofrénicos tienden a realizar mal la mayor parte de las tareas cognitivas. Para clarificar la naturaleza del deterioro, se necesita demostrar un mayor déficit en una tarea que en otra, es decir, un déficit diferencial. Para Chapman y Chapman un déficit diferencial puede surgir por razones puramente psicométricas, como el poder discriminante de los test utilizados. Sostienen que a menos que se igualen las tareas en estas variables, la atribución de un déficit diferencial a la variable diagnóstica podría estar injustificada. Sin embargo, Strauss señala que igualar las tareas en cuanto a poder discriminativo “puede eliminar la varianza que debe ser estudiada para hacer inferencias válidas sobre la naturaleza de los procesos implicados en la ejecución de la tarea”. Es preferible utilizar una aproximación experimental para rechazar hipótesis alternativas sobre los procesos específicos que podrían explicar un determinado déficit observado en la esquizofrenia. Es evidente que muchos de los síntomas clave de la esquizofrenia representan alteraciones de la experiencia consciente, y existen dificultades para dibujar el mapa de los hechos de experiencia a partir de constructos que se elaboraron para explicar la ejecución en tareas experimentales. Según Gray ,aunque el modelo que estudiaremos más adelante “permite plantear, e incluso responder hasta cierto punto, preguntas útiles en relación a la conciencia, deja sin solucionar el punto más básico- el nexo teórico entre la existencia de experiencia consciente y el sustrato neurológico del cerebro- al igual que todas las teorías similares hasta la fecha. Por último, puesto que las bases neurológicas de los diferentes componentes de la cognición normal no se comprendenbien, es difícil vincular la alteración del PI a las bien documentadas anormalidades biológicas de los pacientes esquizofrénicos. 7. ALTERACIONES DEL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN EN LA ESQUIZOFRENIA En el intento por especificar la naturaleza de la alteración del procesamiento de la información en la esquizofrenia se han utilizado numerosos paradigmas derivados de la psicología experimental humana. Hay una vasta literatura sobre los “déficit psicológicos” de los esquizofrénicos, por ejemplo, su pobre ejecución en una variedad de tareas. Los resultados de esta investigación se elaboran teóricamente de dos formas: - Primero, se asume que la única medida empírica que ha sido evaluada es indicadora de un constructo más general. - Segundo, se postula entonces que el constructo implicado en el déficit está causalmente relacionado con la esquizofrenia. Este planteamiento es a menudo injustificado. Una estrategia poderosa sería intentar diseñar experimentos en los que la alteración del PI propuesta predijera una ejecución superior de los esquizofrénicos. Pero, este efecto debería tener una magnitud suficiente para contrarrestar la ejecución generalmente disminuida de los esquizofrénicos como resultado de factores tales como baja motivación. La prominencia de las alteraciones atencionales en las observaciones de los clínicos y en los informes de los pacientes sobre sus experiencias ha producido una extensa investigación. Aunque los esquizofrénicos efectivamente ejecuten peor una serie de tareas “atencionales, la naturaleza del deterioro y su especificidad continúan estando poco claros. Una distinción útil, basada en el modelo de Broadbent, era la que se planteaba entre el “filtrado” y pigeon-holin. El primero es un mecanismo de selección que actúa sobre la base de las características físicas del input sensorial. El pigeon-holing actúa como un sesgo hacia ciertas categorías de respuesta en detrimento de otras, y puede considerarse como una manera de aprovechar la redundancia y pautación del input sensorial para reducir las demandas del PI. Investigaciones recientes son consistentes con este punto de vista. La distinción entre procesamiento automático y controlado también ha tenido influencia en esta área. La teoría de Schneider y Shiffrin intentaba integrar el trabajo en las áreas relacionadas de la atención selectiva, la investigación visual y la investigación en memoria a corto plazo. Los procesos automáticos se consideran implicados en la activación de una secuencia fija de operaciones mentales en respuesta a la configuración de un determinado input. Implican acceso directo a la memoria a largo plazo, no requieren capacidad de procesamiento, y se dan fuera de la conciencia consciente. El entrenamiento intensivo da lugar al desarrollo del procesamiento automático, pero una vez establecido es relativamente inflexible y difícil de suprimir. Los procesos controlados son secuencias temporales de operaciones mentales bajo el control del individuo. Requieren atención, implican demandas de capacidad limitada de procesamiento y, a menudo, son de naturaleza serial. Aunque relativamente lentos, y sujetos a interferencias de otros procesamientos automáticos simultáneos, pueden adaptarse con flexibilidad a los requisitos de la tarea. Se sugiere que los esquizofrénicos muestran un déficit en el procesamiento controlado, pero un procesamiento automático adecuado o incluso superior. En consistencia con este enfoque, las tareas con gran cantidad de procesamiento son aquellas en las que la ejecución de los esquizofrénicos estará probablemente más deteriorada. Sin embargo, Nuechterlein y Dawson señalan que la reducción en la capacidad de procesamiento disponible para operaciones cognitivas relevantes para la tarea, podría ser el resultado de varios factores: 1) La toma de decisión ejecutiva, o función de control, que distribuye la capacidad de procesamiento no responde apropiadamente a las demandas de la tarea a pesar de que haya una reserva de capacidad de procesamiento normal. (Representa un problema estratégico) 2) Se dedica más capacidad de procesamiento a estímulos internos o externos irrelevantes para la tarea 3) Se requiere procesamiento que exige capacidad consciente para completar operaciones cognitivas que normalmente se completan de forma automática por procesamiento en paralelo (Tiene un interés particular, ya que hay un énfasis creciente en la necesidad de establecer nexos entre las alteraciones de la cognición y los síntomas esquizofrénicos). 4) La reserva total de capacidad de procesamiento es más pequeña Según Venables, un fallo en el procesamiento automático daría lugar a actividad a nivel de procesamiento secuencial conscientemente controlado. Una alteración del procesamiento automático sería consistente con los estudios que demuestran una mayor disminución en la ejecución de los esquizofrénicos cuando aumenta la cantidad de procesamiento, ya que los procesos automáticos sirven para expandir la capacidad reduciendo la carga en los procesos controlados. La sugerencia de que las experiencias de los esquizofrénicos corresponden a la ruptura de la percepción Gestalt puede relacionarse con la propuesta de Knight acerca de que los esquizofrénicos muestran un fallo en la organización perceptiva. Esta será más aparente cuando los estímulos sean menos familiares, cuando el número de unidades a procesar sea grande, cuando el tiempo disponible para procesar una unidad sea limitado, o cuando sea necesaria una organización rápida. Para hacer esta formulación, se apoya en la investigación que utiliza el paradigma de “amplitud por aprehensión”. También enfatizó sobre los hallazgos de Schwartz Place y Gilmore. “En este estudio se pedía a los sujetos esquizofrénicos y normales que indicaran el número de líneas presentes en una presentación visual. A medida que la organización de las presentaciones se volvía más compleja, la ejecución de los controles se deterioraba, pero a los esquizofrénicos no les afectó la variable organización. El nivel medio de ejecución de los esquizofrénicos fue superior al de los controles, y los autores mantienen que esto es consistente con el fallo de los primeros sujetos en organizar la información presentada.” Hemsley señala que esto se puede considerar como una situación en la que los intentos de los sujetos normales para detectar y utilizar las mínimas regularidades presentes en la presentación más compleja interfieren con el recuento de las líneas. Por el contrario, los esquizofrénicos aprovechan poco las regularidades espaciales existentes, de ahí que sus ejecuciones empeoren cuando éstas podrían ayudar a contar, pero mejoren cuando tales regularidades no estén presentes. La más reciente replicación de este trabajo sugiere un debilitamiento, más que una ruptura completa, de la organización del input visual. La propuesta de que los esquizofrénicos son lentos en procesar información ha sido intensivamente investigada durante muchos años. Su lentitud generalizada en una serie de tareas está bien establecida y se ha sugerido que “los estudios de tiempo de reacción (TR) son lo más cercano a la estrella del norte en la investigación en la esquizofrenia”. El hallazgo más robusto parece ser que los esquizofrénicos muestran una ejecución cada vez peor a medida que aumenta el número de alternativas de respuesta, lo que implica una alteración en los procesos involucrados de selección y producción de respuesta. Las tareas de PI han sido prominentes en la investigación que intenta identificar marcadores de vulnerabilidad al trastorno. Incluyen estudios de familiares biológicos de los esquizofrénicos, así como pacientes en remisión. Spring señala que “persiste una cuestión fundamental acerca de si las alteraciones cognitivas deben ser interpretadas como marcadores de la predisposición a la esquizofrenia, como indicadores de que la predisposición ha comenzado a expresarse parcialmente,o como signos de un riesgo sustancial de volverse esquizofrénico”. Dos estudios de alto riesgo han identificado déficit atencionales como precursores de psicopatología, posteriormente relacionada con la esquizofrenia o con mal funcionamiento. Spring y cols. Plantean la interesante posibilidad de que la distraibilidad y los déficit en memoria verbal puedan estar íntimamente relacionados con la vulnerabilidad a los síntomas positivos, mientras que los déficits en atención sostenida pueden ser más sensibles a la vulnerabilidad a síntomas negativos. 10. ALTERACIONES COGNITIVAS Y SINTOMATOLOGÍA ESQUIZOFRÉNICA Se distinguen entre dos áreas de teorización y experimentación que están relacionadas. La primera pretende explicar los principales síntomas positivos de los esquizofrénicos en términos del deterioro cognitivo. La segunda sugiere que ciertos aspectos del funcionamiento de los esquizofrénicos pueden reflejar la acción de los mecanismos de control que “implican procesos psicológicos conscientes e inconscientes, que se centran en regular la cantidad de demanda orientada a adecuarse a la capacidad adaptativa disponible”. Si consideramos las anormalidades de la experiencia que tienen lugar al principio del trastorno, es fácil entender la conexión entre la alteración propuesta del PI y el diagnóstico de síntomas psicóticos de la esquizofrenia. Se ha señalado el papel crucial que tienen estas experiencias perceptivas anormales, incluidas las alucinaciones, en la formación de delirios. Entre los rasgos más destacados del pensamiento delirante está la perspectiva anormal de la relación entre acontecimientos. Por ejemplo, los objetos que comparten ciertas cualidades que se han hecho muy visibles se consideran relacionados de forma significativa. Estas sensaciones de afinidad, basadas en la contigüidad temporal o espacial entre experiencias, pueden desarrollar una asunción de relación causal entre ellas. Las observaciones clínicas de este tipo pueden vincularse al modelo actual. Einhon y Hogarth señalan que la gente normal aborda el razonamiento causal para dar significado al mundo, y que es más probable que esto ocurra cuando las percepciones violan las expectativas y se hacen notables. La contigüidad espacial y temporal es de gran importancia para concluir que existe una relación causal. Sin embargo, al evaluar la fuerza de esa relación también se toman en cuenta los casos en que se da X en ausencia de Y, e Y en ausencia de X. En el caso del paciente esquizofrénico “la influencia debilitada de las regularidades pasadas sobre la percepción actual” no da lugar sólo a la intrusión en la consciencia de material redundante, también influye sobre la evaluación de la covariación entre X e Y. De ahí que se puedan inferir relaciones causales anormales sobre la base de una simple coexistencia. Berze indica que en la esquizofrenia, sólo la regulación superior puede evitar que la recién encontrada relación entre elementos individuales del pensamiento sea contradictoria con las reglas del pensamiento y el conocimiento empírico. Esta “regulación superior” correspondería a la influencia de las regularidades pasadas. Recientes investigaciones sugieren realmente que existe un estilo de razonamiento anormal en algunos sujetos delirantes, además de las conocidas alteraciones perceptivas. En una tarea de razonamiento probabilístico los sujetos delirantes requieren menos información antes de llegar a una decisión. Una vez que han llegado con certeza, los sujetos delirantes probablemente cambiarán drásticamente su estimación de probabilidad tras un ítem de información desconfirmatoria. Este hallazgo es consistente con los modelos de esquizofrenia que enfatizan la mayor influencia de los estímulos ambientales inmediatos, en comparación con los efectos del aprendizaje previo. Slade propuso un modelo para las alucinaciones esquizofrénicas que indicaba tres áreas principales de posible investigación psicológica. En primer lugar, la investigación de los factores intraindividuo que predisponen al desarrollo de alucinaciones; en segundo lugar, el papel del arousal en desencadenar los fenómenos alucinatorios; en tercer lugar, la influencia del input sensorial cambiante en la probabilidad de la experiencia alucinatoria. Parece que la falta de un input estructurado es lo importante para producir las experiencias perceptivas anormales que Leff sugiere “se solapan considerablemente con las de los enfermos mentales”. Se ha demostrado que las alucinaciones auditivas se pueden manipular, a corto plazo, en un grupo de pacientes esquizofrénicos mediante variaciones del input auditivo. Estos hallazgos no proporcionan una explicación directa de la existencia de alucinaciones esquizofrénicas, sino sólo de hasta qué punto pueden variar bajo manipulaciones a corto plazo del input sensorial. El modelo cognitivo propuesto anteriormente propone que la condición esquizofrénica se caracteriza por una reducción en la influencia de las regularidades de la experiencia pasada sobre la percepción actual. Esto, da lugar a un input sensorial ambiguo, desestructurado. Se puede razonar que las alucinaciones están relacionadas con el deterioro cognitivo que, incluso en condiciones normales, hace que los mensajes ambiguos alcancen la conciencia y por tanto se fracase al inhibir la salida del material de la memoria a largo plazo. Bentall y Slade mantienen que las alucinaciones son el resultado de un déficit en la habilidad metacognitiva de poner a prueba la realidad. El cual se relaciona con la propensión de los alucinadores a confundir los acontecimientos internos con los estímulos externos. Hoffman presenta un argumento para considerar que la intencionalidad en producir imágenes es un factor importante que influye sobre la experiencia de alucinaciones. El modelo de esquizofrenia de Frith ofrece una explicación de las alucinaciones que está relacionada con el enfoque de Hoffman. Distingue dos vías de acción, “intención estimular” e “intención deseada”. Además de un monitor con dos importantes funciones: detectar el desemparejamiento entre intención y acción, y mantener la distinción entre intención deseada e intención estimular. Es la conexión entre las intenciones deseadas y el monitor lo que se considera interrumpido en la esquizofrenia. Los síntomas positivos son el resultado de la existencia de lo que en realidad son intenciones deseadas, pero no son reconocidas como tales. “La experiencia de que se inicien pensamientos sin ninguna intención aparente de tenerlos sería descrita por el paciente como inserción del pensamiento. Alternativamente, si sus procesos normales de pensamiento adoptaran la forma de habla interna, podría describir la experiencia como oír voces dentro de la cabeza”. Hasta aquí hemos tratado la sintomatología positiva, sin embargo, es raro que los esquizofrénicos presenten sólo síntomas positivos o negativos. Sigue sin estar claro si esta distinción representa: a) Dos trastornos subyacentes y distintos b) Diferente gravedad del mismo trastorno c) Diferencias individuales en la reacción al mismo trastorno d) Diferentes estadios del mismo trastorno (agudo- crónico) O una combinación de b)c) y d). Tampoco está claro el hecho de que los síntomas negativos vayan asociados a un mal pronóstico y a un deterioro cognitivo más grave, que es inconsistente con la propuesta de que representan una forma de estrategia de afrontamiento para minimizar el malestar. En la esquizofrenia la evidencia sugiere una anormalidad neuroevolutiva. Una implicación de esto es que la terapia, tanto la farmacológica como la psicológica, será más eficaz si se administra al principio del curso del trastorno, antes de que el individuo haya hecho muchos ajustes, tanto con respecto a sus creencias periféricas como a las nucleares. Se puede especular que la ruptura del “sentido de sí mismo” que se observa con frecuencia en la esquizofrenia pueda estar relacionada con la alteraciónpropuesta en el PI. Se considera que las “regularidades almacenadas” corresponden a las partes “transitivas”*de la experiencia consciente que relacionan entre sí las partes sustantivas de la conciencia y le otorgan sus distintivos atributos “de flujo”. Por tanto, el sentido del sí mismo en los sujetos normales es, en parte, el resultado del modo consistente en el que el material almacenado opera sobre el input sensorial actual. En base a esta perspectiva, en el modelo cognitivo está implícita una ruptura del sentido de sí mismo. *Nota: Recordatorio de la distinción de James entre los aspectos transitivos y sustantivos de la experiencia consciente: los primeros vinculan las partes sustantivas entre sí y dan a la conciencia sus atributos distintivos “de flujo”. Una cualidad de las partes transitivas de la conciencia enfatizada por James es la de que son intencionales o dirigidas a una meta, y sostenía que lo que da al pensamiento su identidad personal es: 1) la semejanza fundamental entre los fenómenos que forman parte del flujo y 2) la continuidad a largo plazo ante la mente. Allí donde se interrumpe el flujo de conciencia se produce la psicopatología. Una vez alcanzados los niveles óptimos de medicación, los esquizofrénicos varían en la medida de su deterioro cognitivo residual. Esto puede representar una vulnerabilidad continua. Modelo propuesto de anormalidades cognitivas y síntomas de esquizofrenia Con frecuencia también se observan síntomas de ansiedad y depresión precediendo, durante y subsiguientes al episodio psicótico. En base al modelo cognitivo propuesto se esperaría un aumento de arousal en la primera fase del trastorno. Se pronosticaría que el emparejamiento repetido entre estímulos reales y esperados, consecuente al fracaso en generar expectativas apropiadas, produciría este efecto. Que se experimente como “excitación placentera” o como “ansiedad” depende en parte de la apreciación cognitiva que realice el sujeto. La evaluación y tratamiento de la depresión puede ser crucial para la evolución. La aparición de depresión es uno de los factores de riesgo de suicidio más frecuente. Al evaluar la depresión es conveniente distinguir las alteraciones cognitivas, como visión negativa de sí mismo, el futuro y el mundo, de los índices conductuales como apatía, retirada, enlentecimiento y pérdida de interés. Problemas específicos en la evaluación de depresión en pacientes esquizofrénicos: 1) Puede estar enmascarada por sintomatología positiva más llamativa 2) Puede resultar difícil distinguir el efecto aplanado del estado de ánimo deprimido 3) Otros síntomas negativos como la pobreza del habla pueden confundirse con depresión 4) La medicación antipsicótica puede producir efectos secundarios motores y conductuales que pueden ser confundidos con depresión. Sin embargo, también tiene muchas veces un efecto depresor. Posibles razones de la existencia de sintomatología depresiva en los diagnosticados de esquizofrenia: a) Sobreestimulación/hiperarousal prolongados. Las disminuciones en depresión emocional, curiosidad e implicación interpersonal pueden entenderse a veces como una maniobra protectora “para amortiguar los estímulos externos en una persona cuyos procesos cognitivos y perceptivos se están volviendo abrumados y disfuncionales”. b) Depresión (consciente), una visión negativa realista del futuro. c) Reducción del esfuerzo positivo debida a experiencias vitales negativas como resultado del trastorno. (por ejemplo, ruptura de relaciones, pérdida de trabajo)
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