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Medicine. 2019;12(88):5161-9 5161 Hemoptisis D. Chiluiza, A. García y C.A. Quezada* Servicio de Neumología. Hospital Universitario Ramon y Cajal. IRICYS. Madrid. España. Resumen La hemoptisis es la expectoración de sangre proveniente del árbol traqueobronquial. Es importante iden- tificar su etiología y su localización para elegir el tratamiento adecuado. La radiografía de tórax es la pri- mera prueba de imagen que se debe realizar y, en función de la sospecha clínica, es útil en la elección de otras modalidades diagnósticas como la tomografía computadorizada, la angio-TC multidetector (MD) o la broncoscopia. El objetivo del tratamiento es: detener el sangrado, evitar la aspiración, y tratar la cau- sa. La evaluación de la gravedad de la hemoptisis es el aspecto más importante para decidir si el manejo se debe realizar de forma ambulatoria o si el paciente requiere ingreso hospitalario. La broncoscopia es una técnica que consigue el control del sangrado y garantiza la permeabilidad de la vía aérea, aislando el árbol bronquial no afectado del área sangrante. La embolización está indicada cuando se observa que las arterias responsables del sangrado pertenecen a la circulación bronquial, malformaciones arteriove- nosas o patológicas visualizadas en la angio-TCMD. La cirugía en la actualidad es excepcional y está re- servada para aquellos pacientes en los que el tratamiento etiológico sea quirúrgico. Abstract Hemoptysis Hemoptysis is defined as the spitting of blood derived from bronchial tubes. Proper treatment requires etiology identification and location. The first imaging test is chest radiography; according clinical suspicion, other diagnostic tests can be useful (computed tomography, multidetector CT angiography – MD-CTA– or bronchoscopy). Treatment goals are: bleeding cessation, aspiration prevention, and treatment of the underlying cause. Severity assessment is key in the deciding management typology: outpatient or hospitalization basis. Bronchoscopy allows both bleeding control and airway maintenance capabilities. According with MD-CTA results regarding origin of the bleeding (bronchial artery, arteriovenous malformations or pathological) artery embolization is indicated. Nowadays, surgery is exceptional, only indicated when the underlying cause treatment requires it. Palabras Clave: - Hemoptisis - Angiotomografía computadorizada multidetector - Embolización - Broncoscopia Keywords: - Hemoptysis - Multidetector CT angiography - Embolization - Bronchoscopy ACTUALIZACIÓN Introducción La hemoptisis es la expectoración de sangre proveniente del árbol traqueobronquial. Ante un paciente con sospecha de hemoptisis se debe confirmar su existencia, establecer su gra- vedad, localizar el origen y determinar su causa. Este artícu- lo pretende actualizar los conceptos diagnósticos y terapéu- ticos. Definición La hemoptisis se define como la expectoración de sangre procedente del tracto respiratorio inferior. La mayoría de los casos de hemoptisis ocurren en adultos con una edad media de 62 años, con una ratio hombre: mujer de 2:11. En la definición de hemoptisis se incluyen tres entidades: la tinción del esputo con estrías de sangre que se denomina expectoración hemoptoica; la hemoptisis franca que es la emisión únicamente de sangre y la hemoptisis amenazante o masiva que se define como aquella expectoración de sangre en una cantidad con riesgo vital2. La definición de hemopti- sis masiva varía ampliamente en los trabajos publicados, con *Correspondencia Correo electrónico: carlosandres.quezada@salud.madrid.org 5162 Medicine. 2019;12(88):5161-9 MEDICINA DE URGENCIAS (II) valores que oscilan entre un volumen de sangre expectorada de 100 a 600 ml en un tiempo que varía también según los autores. Por ello, se prefiere el término de hemoptisis ame- nazante, definida como aquella que supone un riesgo para la vida del paciente, el cual viene determinado por el volumen total del sangrado, la velocidad de este y la reserva cardiopul- monar del paciente1-3. Es importante distinguir la hemoptisis verdadera de otros sangrados procedentes del tracto respiratorio superior o del tracto gastrointestinal. Es una potencial causa de emer- gencia médica y requiere un diagnóstico y tratamiento rápi- dos. Se estima que el tratamiento conservador de la hemop- tisis masiva tiene una mortalidad entre el 50 y el 100%4-6. Etiología Aunque hay muchas causas de hemoptisis, la más frecuente a nivel mundial es la tuberculosis. En la tabla 1 se resumen las principales causas de hemoptisis. En el mundo occidental, el 50% de los casos de hemoptisis son idiopáticos y el otro 50% se reparten entre las siguientes causas7,8: 1. Enfermedades inflamatorias de las vías aéreas (25,8%), incluyendo tuberculosis (2,7%) y aspergilosis (1,1%). 2. Cáncer de pulmón y metástasis (17,4%). 3. Bronquiectasias (6,8%). 4. Causas cardiovasculares como edema agudo de pul- món, estenosis mitral (4,2%) y embolia de pulmón (2,6%). 5. Tratamiento anticoagulante o trombolisis (3,5%) Fisiopatología El mecanismo de producción de la hemoptisis surge de la particular anatomía de la circulación pulmonar. La sangre llega al pulmón procedente de dos sistemas: las arterias pul- monares y las arterias bronquiales. Las arterias pulmonares son un sistema de baja presión y son las responsables del intercambio gaseoso7,8. Las arterias bronquiales forman parte de la circulación sistémica, tienen mayor presión y mucho menor flujo; de ellas depende la irrigación de los bronquios y la pleura visce- ral. A pesar de su menor contribución al flujo sanguíneo pul- monar, las arterias bronquiales son el origen de la mayoría de las hemoptisis. Los vasos de esta red bronquial causantes de hemorragia suelen ser vasos neoformados, generalmente secundarios a una enfermedad inflamatoria (bronquiectasias, absceso pulmonar, tuberculosis). Las paredes de las arterias bronquiales son más frágiles y delgadas y no son capaces de realizar un vasoespasmo tan potente como los vasos sistémi- cos. Por tanto, los medios físicos y farmacológicos tienen solamente un leve efecto sobre ellas. La causa más frecuente de su hemorragia es la ulceración de la pared del vaso causa- da por un proceso destructivo del parénquima pulmonar, como por ejemplo una neoplasia. En estos casos, el cese de la hemorragia suele ser debido al sellado temporal realizado por un coágulo, cuya disolución conduce a una recaída más grave. Desafortunadamente, no siempre es factible la dife- renciación de la red vascular origen de la hemorragia. Se han publicado estudios angiográficos y broncoscópicos que de- muestran que el 90% de las hemoptisis se origina en las ar- terias bronquiales, el 5% en las arterias pulmonares y el 5% en las arterias bronquiales no sistémicas7-9. El objetivo ante un caso de hemoptisis es detectar si exis- te riesgo vital para el paciente, cuantificando el sangrado e identificando los signos vitales del paciente como la oxigena- ción mediante saturación de oxígeno y/o gasometría arterial, monitorización de la tensión arterial, frecuencia cardíaca y respiratoria, cianosis y deterioro del nivel de consciencia9. Las causas de hemoptisis amenazante y los criterios de deri- vación sin demora a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) se exponen en las tablas 2 y 3, respectivamente. Diagnóstico En todo paciente con hemoptisis es fundamental poner en marcha diferentes estrategias diagnósticas con el objetivo de identificar la causa y la localización de la hemorragia. El pri- TABLA 1 Causas de la hemoptisis Causas pulmonares Fibrosis quística Bronquiectasias Enfisema Malformación arteriovenosa pulmonar Embolia pulmonar Carcinoma broncogénico/metástasis Tumores benignos Hemoptisis catamenial Tuberculosis/infección por bacterias no tuberculosas Neumonía necrotizante y abscesos pulmonares Micetoma y otras infecciones fúngicas Infecciones víricas Hipertensión pulmonar Cardiovasculares y hematológicasEstenosis mitral Fallo del ventrículo izquierdo Endocarditis tricuspídea Cardiopatías congénitas Edema agudo de pulmón Coagulación intravascular diseminada Trombocitopenia Leucemia Hemofilia Sistémicas Amiloidosis Síndrome de hemorragia alveolar (poliangeítis microscópica, granulomatosis de Wegener, enfermedad de Goodpasture, hemosiderosis pulmonar idiopática) Lupus eritematoso sistémico Enfermedad de Behçet Esclerodermia Iatrogénicas Biopsia pulmonar/punción aspiración con aguja fina Intubación traqueal, traqueotomía Complicación broncoscopia Radioterapia y braquiterapia endobronquial Fármacos anticoagulantes Otras causas Traumatismos Consumo de cocaína y otras sustancias inhaladas Idiopáticas Medicine. 2019;12(88):5161-9 5163 HEMOPTISIS mer paso es confirmar que se trata realmente de una hemop- tisis, es decir, que la sangre proviene del aparato respiratorio y no del tracto gastrointestinal ni de la región orofaríngea. En algunas ocasiones, es difícil discernir el origen del sangra- do, en este sentido, la historia clínica y el examen físico tie- nen un papel muy importante a la hora de diferenciar ambos orígenes. Si el diagnóstico no queda claro, es necesaria la realización de una exploración otorrinolaringológica10. En el caso de la hemoptisis, el sangrado va precedido de tos, el paciente presenta antecedentes cardiorrespiratorios, el color del esputo es rojo brillante, espumoso y suele presentar un pH alcalino. En la hematemesis, el sangrado es de color oscuro, precedido de náuseas o vómitos, el paciente presenta antecedentes de patología gastrointestinal y el pH es ácido. Una vez se confirme que la sangre proviene del aparato respiratorio, es importante determinar su etiología y la gra- vedad. Es fundamental realizar preguntas encaminadas a la cuantificación de la sangre expectorada, la sintomatología acompañante, los antecedentes del paciente que nos permi- tan identificar factores de riesgo (tabaquismo), el tratamiento con fármacos anticoagulantes y la existencia de enfermeda- des respiratorias previas (tabla 4). Anamnesis y exploración física La historia clínica es primordial en un paciente con hemop- tisis. Es fundamental recoger datos que permitan orientar la gravedad (a través del registro de las constantes vitales y cuantificación del sangrado) y el grado de compromiso res- piratorio del paciente, ya que nos permitirá determinar cuál es la mejor estrategia diagnóstico-terapéutica. La anamnesis debe ir encaminada a recoger los datos que enumeramos a continuación (tabla 5). En la exploración física se debe inspeccionar el aspecto de la piel y las mucosas para descartar adecuadamente la pre- sencia de signos sugerentes de vasculitis (púrpura palpable, lesiones cutáneas), la presencia de trabajo respiratorio, el uso de la musculatura accesoria, si existe cianosis, taquicardia o ingurgitación yugular, explorar los miembros inferiores identificando edemas y signos de trombosis venosa profunda y, en los miembros superiores, observar la presencia de acro- paquias11. Se realizará una adecuada auscultación cardíaca y pulmonar en busca de estertores crepitantes que nos orien- ten hacia el sitio afectado, la exploración abdominal nos ayu- dará a identificar la presencia de patología asociada. Evaluación de la gravedad Los factores que determinarán la presencia de una hemopti- sis amenazante (aquella que compromete la vida del pacien- te) son: TABLA 2 Causas más frecuentes de hemoptisis amenazante Bronquiectasias Tuberculosis Neumonía necrotizante y abscesos pulmonares Micetoma e infecciones fúngicas Carcinoma broncogénico TABLA 3 Indicaciones para derivación a Unidad de Cuidados Intensivos Etiología sugestiva de hemoptisis amenazante (tuberculosis, carcinoma broncogénico, etc.) Alteraciones en el intercambio gaseoso (frecuencia respiratoria > 30 respiraciones por minuto, necesidad de altas demandas de oxígeno (> 8 l/minuto), necesidad de ventilación mecánica) Inestabilidad hemodinámica (hemoglobina < 8 g/dl, coagulopatía, hipotensión con necesidad de vasopresores o fluidos) Hemoptisis masiva (> 200 ml en 48 horas o > 50-100 ml en pacientes con obstrucción crónica de las vías aéreas) Comorbilidades (neumonectomía previa, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, fibrosis quística) TABLA 4 Diferencias entre hemoptisis y hematemesis Hemoptisis Hematemesis Antecedentes personales Patología cardiorrespiratoria Patología gastrointestinal Sintomatología Dolor torácico, disnea, tos Melenas, náuseas, vómitos Aspecto de la sangre Espumosa, roja brillante Oscura, negra pH de la sangre Alcalino Ácido Material mezclado Esputo Restos de alimentos Analítica Anemización infrecuente Anemización frecuente Adaptada de Soto Campos J, et al11. TABLA 5 Anamnesis del paciente con hemoptisis Antecedentes personales Historia de tabaquismo, cálculo del IPA Uso de cocaína Antecedentes de enfermedades cardiopulmonares o patología renal Intervención quirúrgica a nivel torácico: cateterismo arterial pulmonar, prótesis aórtica, colocación de stent, realización de broncoscopia con toma de muestras Alteraciones de la coagulación Tratamientos oncológicos con factores de crecimiento endotelial vascular (bevacizumab) Tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos, anticoagulantes Factores de riesgo para trombosis venosa profunda como cirugía reciente, hospitalización o inmovilización prolongada Antecedentes de patología gastrointestinal Viajes recientes o en el pasado Contacto con pacientes con tuberculosis Exposición a gases tóxicos (anhídrido trimetílico utilizado en pinturas, resinas, tapicerías para automóviles) Exposición al asbesto Historia familiar Antecedentes familiares de trombos Antecedentes familiares de hemoptisis, aneurismas cerebrales, epistaxis, sangrado gastrointestinal Enfermedad actual Cuantificación del sangrado en las últimas 24 horas Sangrado acompañado de esputo Determinar si el sangrado es agudo o crónico (interrogar sobre episodios previos) Identificar la existencia de sangrado a otro nivel (nariz, encías, recto) Valorar la presencia de disnea Síntomas de infección respiratoria (tos, expectoración purulenta, fiebre) Pérdida de peso Observar la presencia de lesiones cutáneas (máculas, pápulas, nódulos) sugerentes de vasculitis IPA: índice paquetes/año. Adaptada de Weinberger S, et al12. 5164 Medicine. 2019;12(88):5161-9 MEDICINA DE URGENCIAS (II) 1. Volumen del sangrado expectorado (mayor o igual a 500 ml en 24 horas o 100 ml en una hora)2. El riesgo de muerte está asociado con el riesgo de asfixia y, en menor medida, con las posibles complicaciones hemodinámicas del sangrado. Se prefiere, sin embargo, emplear una clasificación combinada basada además en el estado clínico del paciente: a) hemoptisis no amenazante para la vida (cantidad de sangre expectorada menor de 100 ml por hora o si es de mayor cuantía que no suponga un riesgo para la vida del paciente) y b) hemoptisis amenazante (cantidad de sangre expectorada mayor de 100 ml por hora o que, aun siendo de menor cuan- tía, supone un riesgo para la vida del paciente por la patolo- gía asociada que presenta)11,13. 2. La velocidad del sangrado. 3. Reserva cardiopulmonar disminuida13. Pruebas complementarias iniciales Se recomienda realizar las siguientes pruebas complementa- rias en un paciente con hemoptisis. Analítica básica Hemograma, bioquímica y coagulación. Nos permitirá defi- nir si el paciente presenta anemia y, en caso afirmativo, si requiere transfusión de concentrados de hematíes, el aumen- to de reactantes de fase aguda (elevación de la proteína C reactiva, leucocitosis) sugiere la existencia de un proceso in- flamatorio y/o infeccioso, es importante detectar una dismi- nución de la función renal, así como la existencia de alguna coagulopatía10. Si se sospecha de insuficiencia cardíaca resul- ta útil la determinación plasmática del péptido natriurético cerebral (BNP y Nt-ProBNP)12. En función de la sospecha clínica,se solicitarán adicionalmente anticuerpos antinuclea- res (ANA), antígenos nucleares extraíbles (ENA) y anticuer- pos anticitoplasma de neutrófilos (ANCA). Gasometría arterial o pulsioximetría Útil para evaluar el posible impacto del sangrado sobre la ventilación y la oxigenación13. Sistemático y sedimento urinario Útil para descartar nefropatía o hematuria (ante la sospecha de vasculitis o síndrome de Goodpasture). Electrocardiograma Ante la sospecha de tromboembolismo pulmonar, situación de edema agudo de pulmón o alteraciones de la conducción cardíaca13. Estudios microbiológicos en relación con la sospecha clínica Hemocultivos, cultivos de esputo, prueba Mantoux Citología de esputo Ante la sospecha de neoplasia como responsable. Radiografía de tórax Es la primera prueba de imagen que se debe realizar ante un paciente con hemoptisis, ya que se encuentra fácilmente dis- ponible, nos permite identificar el sitio de sangrado y orien- tar la etiología (presencia de neoplasia pulmonar, neumonía, atelectasias, lesiones cavitadas y opacidades pulmonares en relación con una hemorragia alveolar)14. En ocasiones, la in- formación que aporta es limitada y puede ser normal en un 50% de los casos, incluso en pacientes con sospecha de neo- plasia y en bronquiectasias13. Pruebas dirigidas Tomografía computadorizada multidetector de tórax La tomografía computadorizada multidetector (TCMD) se debe realizar en todo paciente con expectoración hemoptoi- ca. Es una prueba no invasiva y es de gran ayuda para el diagnóstico de la patología de la vía aérea, el parénquima pulmonar (útil en la identificación de bronquiectasias, infec- ciones respiratorias, neoplasias) y si se utiliza medio de con- traste también de los vasos pulmonares (angio-TCMD). La TCMD es capaz de identificar adecuadamente el sitio del sangrado en el 63-100% de casos. Sin embargo, existen limi- taciones de la TCMD si existen coágulos a nivel de la vía aérea, dado que estos se pueden confundir con lesiones tu- morales, la broncoscopia es una importante herramienta diagnóstica para diferenciarlos14. Angio-TCMD de tórax En el caso de hemoptisis franca, la angio-TCMD es capaz de definir la localización, la causa y los vasos comprometidos de una manera no invasiva, precisa y rápida. Es útil en la carac- terización de las arterias sistémicas bronquiales (causa de la hemoptisis en un 90% de los casos), seudoaneurismas o arte- rias sistémicas no bronquiales15. La realización de una angio- TCMD previamente a una embolización permite planificar de mejor manera el tratamiento, además, sirve para valorar sistemáticamente la vía aérea, el parénquima pulmonar y el mediastino. Los signos de sangrado a nivel del parénquima pulmonar son los nódulos centrolobulillares y las opacidades en vidrio deslustrado. Los pulmones están irrigados por un doble sistema de vascularización que incluye las arterias sistémicas bronquia- les y las arterias pulmonares16. El diámetro normal de las arterias bronquiales es menor de 1,5 mm en su origen (aorta) y de 0,5 mm en el punto de entrada a nivel del segmento broncopulmonar, por lo tanto, se consideran patológicas cuando su diámetro excede los 2 mm. No se ha evidenciado una adecuada correlación entre el tamaño de la arteria y su riesgo de sangrado15. Las arterias sistémicas no bronquiales tienen su origen a nivel de las arterias intercostales, en ramas de los troncos supraaórticos, arterias axilares, arterias mamarias internas y a nivel de las ramas de la aorta infradiafragmática (arterias fré- nicas inferiores, arterias gástricas, tronco celíaco) y son causa de hemoptisis en un 41-88% de los casos, su trayecto no es paralelo a los bronquios y entran al parénquima pulmonar a través de la pleura o el ligamento pulmonar inferior15. Se consideran patológicas cuando su diámetro excede los 2 mm y son tortuosas. La alteración del parénquima pulmonar cir- cundante y su visualización en la grasa extrapleural, asociado Medicine. 2019;12(88):5161-9 5165 HEMOPTISIS a engrosamiento pleural, nos puede orientar hacia su partici- pación como posible causa del sangrado en un paciente con hemoptisis amenazante. Las arterias pulmonares son causa de sangrado en un 5-10% de los casos, y en la mitad de los pacientes existe ha- bitualmente hipertrofia de las arterias bronquiales. La angio- TCMD ha reemplazado a la arteriografía como método diagnóstico para identificar las arterias responsables del san- grado. En la actualidad, se realiza la arteriografía previa a la embolización de las arterias patológicas. Sin embargo, si el paciente se encuentra hemodinámicamente inestable, se pue- de realizar la arteriografía directamente sin la realización previa de la angio-TCMD. Es fundamental orientar el estudio radiológico de acuer- do con la patología que se sospecha. Así, en un paciente con expectoración hemoptoica y sospecha de bronquiectasias, la prueba de elección es una TC volumétrica de alta resolución (HRTC) sin medio de contraste; en el caso de un paciente con expectoración hemoptoica y sospecha de cáncer de pul- món (mayores de 40 años, fumadores o exfumadores con un índice paquetes/año –IPA– mayor o igual a 30) se realizará una TCMD con medio de contraste y, en el caso de sangrado activo o hemoptisis amenazante que requiera tratamiento con embolización, la prueba de elección es la angio-TCMD desde la base del cuello hasta las arterias renales13. Broncoscopia diagnóstica Es útil para confirmar el diagnóstico, identificar el sitio de sangrado (sensibilidad 73-93%) y su causa (2-8%)17. Desem- peña un papel importante tanto en el diagnóstico como en el tratamiento. El momento óptimo para su realización es con- trovertido, si bien debe considerarse una técnica de elección durante la evaluación del diagnóstico etiológico, puede que sea necesario diferirla tras la evaluación inicial16. Su realiza- ción en fases tempranas del episodio de hemoptisis aumenta la probabilidad de identificar el sitio del sangrado, aunque no modifica la actitud terapéutica o los resultados obtenidos. La identificación del sitio de sangrado es más probable en una hemoptisis activa o durante las primeras 24-48 horas desde el inicio del episodio, en ambas circunstancias la capa- cidad diagnóstica de la broncoscopia es similar. Tradicional- mente se consideraba la primera prueba a realizar, en la ac- tualidad, con la implementación de la embolización como el tratamiento de elección, fue sustituida como prueba a em- plear en la fase aguda, y es preferible realizarla durante las 48 horas posteriores al episodio10. La localización de coágulos o sangre fresca en la región apical, en el caso de una hemopti- sis activa, nos orienta al sitio del sangrado; sin embargo, en el caso de que no exista sangrado activo, la presencia de coá- gulos en los lóbulos inferiores no permite discriminar su ori- gen18. Si se observan coágulos frescos adheridos, no se deben retirar debido al riesgo de resangrado. Se debe diferir una nueva exploración, con el objetivo de permitir su retirada con un riesgo menor de generar un sangrado activo. La broncoscopia permite, además de una adecuada ins- pección de la mucosa bronquial, recoger muestras para un estudio microbiológico y citológico, al tiempo que permite la realización de un lavado broncoalveolar en el caso de sospe- char una hemorragia alveolar. El uso del broncoscopio rígido también es controvertido, siendo un tema de continuo debate. Su uso dependerá del escenario clínico (principalmente en el caso de hemoptisis masiva) y de la experiencia del broncoscopista, una de sus ventajas radica en que se puede manejar adecuadamente la vía aérea y la mayor capacidad de succión. Entre sus desven- tajas está la necesidad de anestesia general y la dificultad para alcanzar la vía aérea distal19. Diagnóstico diferencial El diagnóstico diferencial de las causas de hemoptisis es amplio, y su frecuencia relativa cambia en función del con- texto clínico. Así, en AtenciónPrimaria, los diagnósticos más frecuentes como causa de hemoptisis son las infeccio- nes respiratorias, la bronquitis crónica, las neoplasias y las bronquiectasias20,21. A nivel hospitalario, las bronquiecta- sias, el cáncer de pulmón, la bronquitis crónica y la neumo- nía representan más del 70% de las etiologías responsa- bles20,21. Las diferencias podrían explicarse porque las bronquiectasias y el cáncer de pulmón son las causas más frecuentes de hemoptisis masiva, lo que daría como resulta- do más hospitalizaciones. La probabilidad de presentar la tuberculosis como causa de hemoptisis varía según la región geográfica, representa entre el 7-85% de los casos de hemoptisis masiva, con una menor incidencia en Estados Unidos de América y la inci- dencia más alta en Sudáfrica22. En España, la tasa de inciden- cia de tuberculosis pulmonar para 2016 se ha comunicado en 7,28 casos por cada 100.000 habitantes23. Son causas menos frecuentes de hemoptisis la tromboembolia pulmonar, la en- dometriosis pulmonar, el síndrome de Goodpasture y la as- piración de un cuerpo extraño (tabla 6)20,21. TABLA 6 Causas y localización de la hemoptisis Origen traqueobronquial Bronquiectasias Neoplasias Bronquitis Broncolitiasis Cuerpo extraño Causas parenquimatosas Tuberculosis Neumonía Absceso pulmonar Contusión pulmonar Micetoma Granulomatosis con poliangeítis Lupus eritematoso sistémico Síndrome de Goodpasture Origen pulmonar Malformación arteriovenosa Tromboembolismo pulmonar Misceláneas Coagulopatías Endometriosis Adaptada de Earwood J, et al24. 5166 Medicine. 2019;12(88):5161-9 MEDICINA DE URGENCIAS (II) Tratamiento Medidas generales En primer lugar, lo más importante es valorar la gravedad del paciente (determinada por la cantidad del sangrado y el grado de repercusión clínica) para decidir su ubicación (sala de ob- servación convencional, hospitalización o en una sala de cui- dados intensivos). Los pacientes que presentan expectoración hemoptoica, habitualmente no requieren hospitalización13, excepto que la causa que originó el cuadro lo amerite. La hemoptisis franca habitualmente requiere ingreso. En el caso de que la hemoptisis haya cedido, el volumen expectorado sea menor de 100 ml/hora, el paciente se encuentre asintomático, con buen estado general y el estudio de la sospecha etiológica se pueda diferir se puede valorar el tratamiento ambulatorio; en caso contrario, se recomienda el ingreso. El manejo hospitalario de la hemoptisis incluye: 1. Dieta absoluta. 2. Control de diuresis. 3. Monitorización de constantes vitales: incluyendo pre- sión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y saturación de oxígeno. 4. Reserva de concentrados de hematíes. 5. Reposo en decúbito lateral del lado afecto, con el fin de evitar la aspiración de sangre al pulmón no afectado. 6. Cuantificación de la hemoptisis. 7. Oxígeno suplementario si el paciente presenta insufi- ciencia respiratoria. 8. Administración de fármacos antitusígenos (codeína 28,7 mg cada 6-8 horas)16. 9. Administración de tratamiento antibiótico empírico solo si se sospecha una infección. 10. Agentes antifibrinolíticos (ácido tranexámico, ácido aminocaproico). No existe suficiente evidencia que permita recomendar la utilización del ácido tranexámico intravenoso u oral de forma sistemática en pacientes con hemoptisis, aun- que se sugiere que puede reducir la duración de la hemorra- gia. El ácido tranexámico inhalado (500 mg tres veces al día) en pacientes con hemoptisis no masiva demostró ser superior al placebo en cuanto a la disminución de la cantidad de la hemoptisis y la resolución de la misma25. Hemoptisis no amenazante aislada Además de las medidas generales recomendadas en un pa- ciente con hemoptisis, en el caso de una hemoptisis no ame- nazante aislada, se recomienda la observación estrecha du- rante al menos 12 horas. Si cede el sangrado y el paciente se encuentra hemodinámicamente estable y asintomático puede considerarse su estudio ambulatorio. Hemoptisis no amenazante recurrente Requiere ingreso hospitalario y se recomienda la realización de una angio-TCMD y una broncoscopia en las primeras 48 horas. Dependiendo de los hallazgos encontrados en la angio-TCMD (arterias bronquiales hipertróficas), es reco- mendable la embolización bronquial. Hemoptisis amenazante Los principales objetivos del tratamiento en un paciente con hemoptisis amenazante son: 1. Asegurar la vía aérea: si existe insuficiencia respiratoria grave o el paciente no es capaz de eliminar la sangre acumu- lada en la vía aérea, es fundamental realizar maniobras para proteger la vía aérea, entre ellas la intubación orotraqueal. Se prefiere utilizar un tubo con un calibre entre 8 y 9 mm, con el fin de facilitar la broncoscopia diagnóstica y terapéutica. 2. Mantener la estabilidad hemodinámica. 3. Localizar y detener la hemorragia. 4. Identificar la causa de la hemoptisis y tratarla. La angio-TCMD es la primera prueba a realizar en los pacientes con hemoptisis amenazante, excepto en aquellos casos en los que es urgente controlar el sangrado y proteger inmediatamente la vía aérea por el riesgo que conlleva, don- de la broncoscopia es la primera prueba a realizar una vez que el paciente se encuentre intubado; en este caso, si con la broncoscopia no se consigue un diagnóstico, es necesaria la realización de una angio-TCMD para identificar la causa y, en el caso de encontrar arterias bronquiales hipertróficas, proceder a la embolización de las mismas. En pacientes he- modinámicamente inestables, se puede realizar directamente una arteriografía (útil para el diagnóstico y para el tratamien- to a través de embolización)13. El paciente debe ser trasladado a una UCI con el fin de mantener una monitorización estrecha. Si existe insuficien- cia respiratoria grave, es necesaria la realización de una fibro- broncoscopia para la aspiración de secreciones o coágulos que obstruyan la vía aérea principal. La intubación selectiva (unilateral) puede ser realizada para proteger el pulmón sano y mejorar la ventilación mientras se toman medidas definitivas para controlar el sangrado. La intubación selectiva del bronquio principal derecho, realizada en el caso de sangrado proveniente del lado izquierdo, puede obstruir la entrada al lóbulo superior derecho, comprometiendo el intercambio gaseoso. En su defecto, en casos de sangrado en el lado izquierdo, se puede realizar una intubación orotraqueal con la consecuente co- locación de un catéter con balón a nivel del bronquio prin- cipal izquierdo bajo visión endoscópica. La utilización de un tubo orotraqueal de doble luz se ha empleado como medio para aislar el pulmón afectado, al mismo tiempo que se previene la aspiración, pero requiere personal entrenado para su colocación. Una vez que se ha estabilizado al pa- ciente desde el punto de vista hemodinámico y respiratorio, es necesaria la embolización. Broncoscopia terapéutica La broncoscopia flexible es el procedimiento de primera elección ante un paciente con hemoptisis amenazante. Sin Medicine. 2019;12(88):5161-9 5167 HEMOPTISIS embargo, la utilización del broncoscopio rígido combinado con el broncoscopio flexible es el procedimiento más com- pleto en estos casos, ya que permite ventilar adecuadamente al paciente, asegurar la vía aérea y realizar hemostasia me- diante la instilación de vasoconstrictores a nivel endobron- quial. A pesar de las ventajas del broncoscopio rígido, la falta de broncoscopistas adiestrados en la técnica y la necesidad de realizarlo bajo anestesia general y en un quirófano ha ocasio- nado que el broncoscopio flexible sea la herramienta más utilizada. Suero salino frío La utilización de suero salino frío en grandes cantidades (más de 500 ml) no ha sido evaluada en estudios recientes. Sin embargo, se ha observado que la colocación de pequeñas cantidades de suero salino frío (4ºC) en alícuotas de 50 cc cada una (sin sobrepasar los 500ml) ha resultado eficaz para el control de la hemorragia4. Agentes vasoconstrictores El uso de adrenalina 1:20.000 y su instilación endobronquial progresiva (1 ml cada vez), no ha sido estudiada ampliamen- te en ensayos clínicos y solo la experiencia avala su uso4. En pacientes de alto riesgo, se ha sustituido el uso de adrenalina por terlipresina u orlipresina, aunque de forma empírica. El uso de agentes vasoconstrictores, en la práctica clínica, ha resultado eficaz en el caso de sangrado leve a moderado, como sucede en el sangrado posterior a la realización de biopsias transbronquiales. Sin embargo, su utilización no ha resultado eficaz en el sangrado masivo. Como efecto adverso, se han descrito taquicardia y fibrilación ventricular. De ad- ministrarse, debe hacerse con precaución en pacientes con patología cardiovascular26. Agentes fibrinolíticos El ácido tranexámico se ha utilizado en series de casos para el tratamiento de la hemoptisis. Se utiliza sin diluir una dosis de 500 mg/5 ml a través del canal de trabajo del broncosco- pio25,27. Fibrinógeno-trombina Se ha utilizado en pacientes con hemoptisis (más de 150 ml/12 horas) en los que la embolización no estuvo dis- ponible o se encontraba contraindicada. Se procedió a la ins- tilación de fibrógeno-trombina a través de un catéter intro- ducido en el broncoscopio si el sangrado persistía a pesar de la instilación de suero salino frío y adrenalina28. Sistemas de bloqueo bronquial Intubación endobronquial selectiva. Se realiza con un tubo endotraqueal de luz única, realizando una intubación selectiva del pulmón sano mientras se ejecutan otras me- didas de tratamiento de la hemoptisis (embolización, ciru- gía). Sistemas de bloqueo bronquial. El objetivo es ocluir el sitio del sangrado y proteger el pulmón no afectado. Exis- ten varios sistemas de oclusión bronquial, entre ellos el ba- lón de Fogarty, disponibles en varios tamaños, desde 4 Fr que se utilizan para ocluir los bronquios segmentarios y 14 Fr para ocluir los bronquios principales, el bloqueador endobronquial Arndt, que en su extremo distal posee un anclaje para fijarlo a la punta del fibrobroncoscopio para transportarlo hacia el sitio adecuado, el E-Z-Blocker con forma de Y para fijarlo en la carina principal y que tiene 2 balones que pueden ser insuflados dependiendo del bron- quio que se quiera aislar, el Cohen Flexitip Endobronchial, con su extremo distal curvado que puede ser guiado con el ex- tremo proximal del mismo, y el bloqueo unipulmonar con un tubo endotraqueal de doble luz habitualmente es la téc- nica menos recomendada, ya que a través del tubo de doble luz no es posible la introducción del fibrobroncoscopio estándar y su colocación es dificultosa por la escasa visión durante el sangrado activo13. Se ha documentado el uso de tapones de silicona (spigot de Wantanabe) en casos de hemoptisis masiva como terapia previa a la realización de la embolización endobronquial, y la utilización de mallas de celulosa oxidada regenerada (Surgi- cel) que le confiere una cualidad ácida que genera un am- biente bactericida, lo que a su vez reduce la incidencia de infecciones, también promueve la agregación plaquetaria, facilitando la formación del coágulo29. El uso de n-butil cia- noacrilato en el tratamiento de la hemoptisis también ha re- sultado efectivo para disminuir el sangrado en estudios de series de casos. Fotocoagulación con láser (Nd: YAP, Nd: YAG, láser de diodos) Es útil cuando la causa del sangrado es broncoscópica- mente visible, es eficaz en aproximadamente un 74% de los casos. Situaciones especiales: hemoptisis en paciente con cáncer de pulmón Entre los pacientes con cáncer, la hemoptisis es más común en el cáncer de pulmón. Es el síntoma que se presenta en el 7-10% de los pacientes con cáncer de pulmón, y aproxima- damente el 20% tendrá hemoptisis durante el curso de su enfermedad30. La hemorragia pulmonar es una complicación conocida del agente antiangiogénico bevacizumab, especial- mente en pacientes con carcinoma broncogénico de células escamosas. El uso de bevacizumab está contraindicado en pacientes con carcinoma de pulmón de células escamosas y en cualquier paciente con hemoptisis (más de 2,5 ml de san- gre) en un plazo de tres meses. Aunque la hemoptisis es común en el carcinoma bronco- génico, la hemoptisis terminal masiva (por ejemplo, de la erosión del tumor a un vaso sanguíneo) es poco frecuente y solo ocurre en el 3% de 877 pacientes en una serie31. Cuando ocurre, la hemoptisis masiva asociada con el carcinoma bron- cogénico tiene un pronóstico extremadamente desalentador (mortalidad del 59-100%), lo que la convierte en una emer- gencia de cuidados paliativos. Otras causas de hemoptisis masiva son la bronquiectasia, la tuberculosis pulmonar y la infección pulmonar por hongos. 5168 Medicine. 2019;12(88):5161-9 MEDICINA DE URGENCIAS (II) Manejo La hemoptisis, incluso en pequeñas cantidades, puede ser ex- tremadamente atemorizante para el paciente y las personas que lo observan. En un extremo del espectro, la angustia de un poco de esputo manchado de sangre asociado con la tos puede aliviarse tranquilizándolo. En el otro extremo, si la hemoptisis es masiva, puede anunciar un evento que pone fin a la vida, y presenciar lo que puede ser un desangrado requie- re atención urgente a todos los que son testigos. El tratamiento debe adaptarse al estado general del pa- ciente, la gravedad de la hemoptisis, la causa subyacente y los deseos del paciente y su familia. Con frecuencia, el mejor apoyo para el paciente y su familia es el suministro de infor- mación orientada a objetivos y recomendaciones para el ma- nejo. Puede ser necesario compartir información pronóstica rápidamente con el paciente y/o su familia para ayudarles a determinar los mejores objetivos de la atención y, posterior- mente, las mejores decisiones médicas. Usando un enfoque de equipo, las necesidades psicosociales y espirituales pueden ser atendidas con la misma rapidez que los síntomas físicos. El tratamiento paliativo de la hemoptisis se relaciona principalmente con el manejo de la experiencia del paciente y su familia, y los esfuerzos para detener el sangrado, si esto es consistente con los objetivos generales de la atención. Como mínimo, todo lo que se requiere es tranquilidad cuan- do la cantidad de sangre es pequeña. Toallas oscuras, sábanas oscuras, mantas oscuras y apósitos absorbentes con una base impermeable pueden ser usados para disminuir el impacto visual. El medio ambiente se puede manejar asegurando que el esputo teñido de sangre no se acumule en una taza blanca visible a la cabecera de la cama y que la sangre brillante con rayas rojas en los tejidos blancos se mantenga fuera de la vista. Los pacientes con hemoptisis masiva deben ser colocados inmediatamente en una posición en la que el presunto pul- món sangrante esté en la posición dependiente (por ejemplo, un paciente cuyo pulmón derecho esté sangrando debe ser colocado en la posición de decúbito derecho hacia abajo). El propósito de estas posiciones es proteger el pulmón que no sangra, ya que el derrame de sangre en el pulmón que no sangra puede prevenir el intercambio de gases, bloqueando las vías respiratorias con coágulos o llenando los alvéolos con sangre. En los raros casos en que la causa subyacente puede ser reversible, se pueden considerar pruebas diagnósticas (bron- coscopia y, si no se identifica una lesión endobronquial, an- giograma para identificar un vaso alimentador que podría ser susceptible de embolización de la arteria bronquial32 y pro- cedimientos de intervención, si esto es consistente con los objetivos de la atención. Para los pacientes con hemoptisis masiva, esto podría requerir cuidados de apoyo urgentes con transfusión de sangre o plaquetas, reversión de la anticoagu- lación y administración de agentes procoagulantes. La radio- terapia en una sola dosis puede detener el sangrado de una fuentemaligna si el paciente está lo suficientemente estable como para obtener imágenes y planificar. La broncoscopia terapéutica con taponamiento con balón y la infusión de agentes vasoactivos, como la epinefrina, pueden tener éxito como medida de temporización. Se han utilizado antifibrino- líticos administrados por vía oral o vía nebulizada, pero la utilidad está guiada principalmente por la anécdota y algunos pequeños informes de casos33,34. Una serie de casos sugiere que la vasopresina nebulizada podría ser efectiva para la he- moptisis de leve a moderada en pacientes de cuidados palia- tivos35. Si el área del sangrado se puede visualizar directa- mente, también se pueden utilizar técnicas broncoscópicas como la coagulación con láser o la electrocauterización, con tasas de respuesta del 60-100%. Si la hemoptisis es abrumadora y/o está acompañada de inestabilidad hemodinámica grave y los objetivos de la aten- ción no apoyan los intentos de diagnóstico o intervención, la sedación urgente puede ser requerida. Responsabilidades éticas Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales. Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Bibliografía • Importante •• Muy importante ✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión ✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica ✔ Epidemiología ✔1. Roig Cutillas J, Llorente Fernández JL, Ortega Morales FJ, Orriols Mar- tínez R, Segarra Medrano A, et al. Manejo de la hemoptisis amenazante. Arch Bronconeumol. 1997;33:31-40. ✔2. Schünemann HJ, Jaeschke R, Cook D, Bria WF, El-Solh AA, Ernst A, et al. An official ATS statement: Grading the quality of evidence and stren- gth of recommendations in ATS Guidelines and recommendations. Am J Crit Care Med. 2006;174:605-614. ✔3. Ibrahim WH. Massive haemoptysis: The definition should be revised. Eur Respir J. 2008;32:1131. ✔4. 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