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Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original
Thesis · July 2019
DOI: 10.13140/RG.2.2.27436.41603
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Iñaki Marro
Hebrew University of Jerusalem
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TEOLOGÍA DE GN 6,1-4: 
UN SEGUNDO PECADO ORIGINAL 
 
 
 
 
 
 
 
 
IÑAKI MARRO 
TESINA DE LICENCIATURA EN TEOLOGÍA BÍBLICA 
PROF. DR. D. ENRIC CORTÈS 
 
ATENEU UNIVERSITARI SANT PACIÀ 
BARCELONA-JERUSALÉN 
JULIO DE 2019 
 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 2 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mi abuelo Paco 
 
 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 3 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
En primer lugar, quisiera agradecer al departamento de Biblia del Ateneo Pontificio 
San Paciano la oportunidad que me ha brindado de poder tener como director al Dr. D. 
Enric Cortès i Minguella, una auténtica joya académica y humana. Trabajar con un 
veterano de su envergadura resulta siempre enriquecedor, por su visión de conjunto y 
distancia crítica. A él reconozco el acierto de haberme exigido, con la humildad propia 
del sabio, un tema que él pudiera dirigir. El sabor agridulce de aquella condición inicial 
se torna ahora en un profundo agradecimiento, por haber descubierto un filón en el que 
veo cómo, vertiendo todo conocimiento previo, siempre quedan nuevas vetas por 
descubrir, alguna de las cuales, si Dios quiere, albergo la esperanza de poder seguir 
estudiando en un futuro cercano. 
Gracias también a mi familia, en especial a mis padres, por sus ánimos, cuando el 
viento contrario parecía frustrar toda oportunidad de centrarme en la tesina de Barcelona. 
Por último, dedico un recuerdo afectuoso a mis colegas asiriólogos, en especial, a D. 
Sánchez (Universidad de Granada), así como a los profesores J. Trebolle (Universidad 
Complutense de Madrid), V. Trabazo (Universidad de Santiago de Compostela), A.C. 
Rendu-Loisel (Universidad de Estrasburgo), P. Attinger (Universidad de Berna) y H. 
Drawnel (John Paul II Catholic University of Lublin). A todos vosotros, gracias por 
vuestra paciencia, consejos e intuiciones. 
 
 
 
 
 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 4 
ÍNDICE 
1. PRÓLOGO……………………………………………………………………………5 
2. LISTADO DE ABREVIATURAS…….…………………………………………..…10 
3. INTRODUCCIÓN: LOS PECADOS PRIMORDIALES…………………...……….13 
4. CRÍTICA TEXTUAL Y VERSIONES MÁS ANTIGUAS DE GN 6,1-4 
4.1. Crítica textual a Gn 6,1-4…………………………………………………………...19 
4.2. Versiones más antiguas de Gn 6,1-4………………………………………………..29 
4.2.1. Pentateuco samaritano……………………………………………………………29 
4.2.2. Septuaginta……………………………………………………...……………….30 
4.2.3. Targum Onquelos………………………………………………………………...32 
4.2.4. Targum Neofiti…………………………………………………………………...33 
4.2.5. Targum Pseudojonatán…………………………………………………………...35 
4.2.6. Peshitta…………………………………………………………………………...36 
4.2.7. Vetus latina y Vulgata……………………………………………………….…...37 
4.3. Gn 6,1-4 en los manuscritos de Qumrán…………………………………………....38 
4.4. Gn 6,1-4 en los midrashim………………………………………………………….40 
4.5. Conclusiones a las versiones más antiguas de Gn 6,1-4……….…………………..42 
5. CRÍTICA LITERARIA Y TEOLOGÍA DE GN 6,1-4 
5.1. El difícil encaje de un «texto que flota»: Delimitación de Gn 6,1-4…………..…….44 
5.2. Crítica literaria de Gn 6,1-4……………………………………………...…………47 
5.3. Crítica de las fuentes de Gn 6,1-4…………………………………………………..91 
5.3.1. «Con un rugido»: Lectura mesopotámica de Gn 6,1-4 …………………………...91 
5.3.2. «El pecado de los ángeles»: Lectura helenística (henóquica y qumránica) de 
Gn 6,1-4…………………………..………………………………………….…………94 
5.4. Valoración de la composición literaria de Gn 6,1-4………………….……………..96 
6. CONCLUSIONES Y ULTERIORES PERSPECTIVAS……………...……………100 
7. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………..…….105 
 
 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 5 
1. PRÓLOGO 
La especulación acerca de los orígenes, así como el conocimiento de los pecados 
primordiales y la transmisión de las gestas de los antiguos nunca han dejado de fascinar 
a la humanidad. Gn 6,1-4 constituye un ejemplo paradigmático de esos relatos que 
aturden al ser escuchados, tanto por su antigüedad como por su ambicioso poder 
explicativo, envuelto siempre en esa clave de misterio tan propia de los relatos de los 
orígenes. 
La presente tesina de licenciatura trata de ofrecer una argumentación teológica sólida 
acerca de Gn 6,1-4 como un segundo pecado original1. Ésta sería, sencillamente, la 
Teología de Gn 6,1-4, y de ahí la parquedad del título. Para probar la hipótesis inicial, se 
partirá, en primer lugar, de un riguroso análisis del texto desde las coordenadas del 
método histórico-crítico2, que nos proporcionará herramientas para presentar una 
traducción fiel al TM, así como a la mens de su redactor, tras haber cotejado el TM con 
numerosas versiones más y menos antiguas. De la historia de las traducciones se 
desprenderá también la historia de la interpretación teológica del pasaje, hasta nuestros 
días. En este trabajo, no obstante, se trata de abarcar los diferentes estratos de la recepción 
e interpretación del pasaje, partiendo desde su eventual sustrato mesopotámico, cuyos 
ecos resonarían, por ejemplo, en las diferentes versiones recuperadas de Atrahasis3, hasta 
 
1 Tal y como se desprenderá de los siguientes apartados, esta idea no es nueva. Ya autores recientes como 
Enric Cortès (cf. E. CORTÈS, Una comunitat jueva a la recerca de la causa del mal moral, Barcelona: 
Facultat de Teologia de Catalunya 2010), siguiendo la estela trazada por antiguas intuiciones, han hablado 
de ello. Existe un estrecho paralelismo literario entre los distintos pecados originales de Génesis (Gn 3: 
Adán y Eva; Gn 4: Caín y Abel; Gn 6,1-4: las unionesde los hijos de los dioses con las hijas de los hombres; 
Gn 9,20-27: los hijos de Noé; Gn 11,1-9: la torre de Babel). Diferentes caras de un mismo traspaso de 
fronteras; un clásico pecado (espiritual) de hybris; un sueño prometeico que rompe el orden y merece un 
castigo. 
2 De la mano de los comentarios «clásicos»; principalmente de H. GUNKEL, Genesis übersetzt und erklärt, 
Göttingen: Vandenhoeck – Ruprecht 1901, pp. 50-54 y C. WESTERMANN, «Genesis. I. Teilband. Genesis 
1-11», en Biblischer Kommentar Altes Testament, Neukirchen-Vluyn: Neukirchener Verlag des 
Erziehungsvereins 1974, pp. 491-517. 
3 Cf. W. G. LAMBERT – A. R. MILLARD – M. CIVIL, Atra-Hasis: The Babylonian Story of the Flood:With 
the Sumerian Flood Story, Londres: Oxford University Press: Clarendon Press 1969. Tal y como se verá 
más adelante, resulta imprescindible contrastar también la tablilla XI de la epopeya de Gilgamesh (cf., esp., 
la edición crítica de A. R. GEORGE, The Gilgamesh epic. Introduction, critical editions and cuneiform texts, 
vols. I (pp. 700-725) y II (pp. 878-898), New York: Oxford University Press 2003). Puede resultar útil 
consultar el apartado que dedico en mi trabajo anterior a los paralelos literarios mesopotámicos a Gn 6-9 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 6 
llegar a su alusión en la literatura intertestamentaria (henóquica, principalmente)4 y 
neotestamentaria, como fundamento de la angelología5. De este modo, ni renunciamos al 
análisis de las partes (método histórico-crítico) ni a la interpretación sinóptica del 
conjunto (teología), presente, sobre todo, en la segunda gran parte del trabajo, que se sirve 
de un método lingüístico-literario para comparar nuestro pasaje con sus múltiples 
alusiones más o menos cercanas en la literatura próximo-oriental precedente, coetánea y 
posterior. 
La elección de Gn 6,1-4 viene motivada por nuestro anterior trabajo final del máster 
en culturas y lenguas de la Antigüedad, defendido en octubre de 2016 en la Universidad 
de Barcelona, que llevaba por título Paralelos literarios mesopotámicos e indoeuropeos 
del relato bíblico del arca de Noé6. El acercamiento de aquel primer trabajo, debido sin 
duda en parte al contexto y público civil al que se dirigía, era lingüístico-literario7. Se 
pretendía: 
[…] analizar literariamente el relato bíblico del arca de Noé desde la perspectiva de 
la tan criticada como clásica hipótesis documentaria, poniéndolo en relación con la 
primera creación de Génesis 1-2, así como con su lectura e interpretación en la que 
fuera su primera cuna: la tradición judía. En segundo lugar, se expondrán los distintos 
paralelos literarios mesopotámicos e indoeuropeos acerca del ciclo de Noé. Por último, 
a modo de conclusión, se añade un cuadro sinóptico global del conjunto de tradiciones 
y textos contrastados (MARRO, Paralelos, 9). 
Aquel primer trabajo, a pesar de incluir en su título Gn 6-9, en seguida dejó de lado 
los vv. 1-4 que, en la mayoría de paralelos, así como en el propio TM, al menos en una 
 
(MARRO, Paralelos, 42-83), así como, por su originalidad, el dedicado a los paralelos «indoeuropeos» 
(Ibíd., 85-108). 
4 En el sentido de «peritestamentaria»; es decir, textos de la época del Segundo Templo (ca. 515 a.C. – ca. 
70 d.C.). 
5 Tal y como se repetirá más adelante, se puede establecer un «triángulo hermenéutico» entre Atrahasis, 
Génesis y el Libro de los Vigilantes. Cf. H.S. KVANVIG, «The Watchers Story, Genesis and Atra-Hasis, a 
Triangular Reading», Henoch 24 (2002) 17-21. 
6 I. MARRO, Paralelos literarios mesopotámicos e indoeuropeos del relato bíblico del Arca de Noé [en 
línea], Universitat de Barcelona 
<https://www.academia.edu/29610310/Paralelos_literarios_mesopot%C3%A1micos_e_indoeuropeos_del
_relato_b%C3%ADblico_del_Arca_de_No%C3%A9> [Consulta: 24 junio 2018]. 
7 Ibíd., 9. 
https://www.academia.edu/29610310/Paralelos_literarios_mesopot%C3%A1micos_e_indoeuropeos_del_relato_b%C3%ADblico_del_Arca_de_No%C3%A9
https://www.academia.edu/29610310/Paralelos_literarios_mesopot%C3%A1micos_e_indoeuropeos_del_relato_b%C3%ADblico_del_Arca_de_No%C3%A9
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 7 
primera lectura, poco tenían que ver con el relato de Noé8. Así, sólo de pasada habíamos 
tocado Gn 6,1-4, en especial, desde la literatura hagádica, que tanto abunda en ellos 
(MARRO Paralelos, 36ss)9. Ya entonces nos fascinaron aquellos versículos, pero veíamos 
con claridad que su estudio merecería, al menos, un trabajo de las mismas dimensiones 
que estábamos dedicando a Noé. Habíamos puesto sobre la mesa una gran cantidad de 
material disponible, pero el tiempo y espacio se nos había acabado. Ahora, este nuevo 
escenario nos brinda la ocasión de paladear y sacar a la luz algo más de la enjundia de 
esos cuatro breves pero poderosos versículos. El cambio de escenario (del civil al 
eclesiástico) exige, no obstante, sin perder el rigor necesario, levantar la mirada, atentos 
al poder revelador que esos versículos pueden despertar en el exegeta y lector creyente. 
La teología, como ninguna otra ciencia, busca el sentido (por qué y para qué) de las 
realidades que estudia, tomando como axioma la existencia de Dios. También en este 
estudio trataremos de, habiendo separado las partes, leer mejor el conjunto; buscar su 
sentido. El trabajo de la Universidad de Barcelona concluía recordando cuán bellos eran 
tanto los detalles como el conjunto, contemplado en la distancia, sirviéndose de la imagen 
del cuadro impresionista: 
[…] ha tratado más bien de ofrecer una visión panorámica del relato del diluvio. 
Como sucede con un cuadro impresionista, se trata de un relato bello en sus detalles 
concretos, pues cada una de sus pinceladas merecería voluminosas obras y vidas 
enteras consagradas a su estudio. Con todo, a menudo, la visión de conjunto es 
igualmente hermosa, pues para captar la harmonía de un cuadro impresionista, como 
en las series de Nenúfares de Monet, hay que contemplarlo en la distancia. Éste ha 
sido, pues, el objetivo de este trabajo universitario: contemplar el relato del diluvio 
presente en Gn 6-9 en la distancia, desde la perspectiva que nos facilitan los relatos 
paralelos más cercanos al universo bíblico (MARRO, Paralelos, 119). 
Así pues, este segundo trabajo se limitará a Gn 6,1-4, tomándolo como una unidad en 
sí y tratando de indagar de la manera más rigurosa y científica la intención del autor al 
redactarlo (o compilarlo), así como su recepción y el sentido que ha ido cobrando a lo 
largo de la historia, hasta el día de hoy. Por lo que se refiere al estilo de la redacción, 
 
8 El relato de Noé comenzaría propiamente con los inmediatamente posteriores vv. 5-8 («yahvistas», cf. 
MARRO, Paralelos, 16-24). 
9 L. GINZBERG, The Legends of the Jews. I. Bible Times and Characters From the Creation to Jacob, 
Philadelphia: The Jewish Publication Society of America 1937. 
 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 8 
tendremos siempre en mente un público amplio, ya que, a menudo, lo humano y lo divino 
se tocan. Por eso mismo también, reconocemos no pretender dejar cerrado el tema con 
este humilde empeño, puesto que, en las cuestiones humanas, siempre cabe avanzar un 
poco más y, en las divinas, a duras penas alcanzamos la espalda del misterio (cf. Ex 
33,23), un misterio al que hay que acercarse siempre descalzado (cf. Ex 3,5). En este 
mismo sentido, sería triste que el propio autor de este trabajo, por inadvertencia, cayera 
en la primordial tentación de traspasar las propias fronteras (Gn 6,1-4), a la que ha 
consagrado su estudio. 
El presente trabajo constará de tres apartados, seguidos por las conclusiones y la 
bibliografía: 
a) Los pecados primordiales 
 El primer apartado consistirá en una introducción a los pecados 
primordiales dentro de la Biblia y en su entorno literario precedente y 
posterior. Se presentarán los principalesproblemas (interpretativos) del 
pasaje, versículo a versículo. 
b) Crítica textual y versiones más antiguas de Gn 6,1-4 
 El segundo apartado tratará de analizar críticamente el texto masorético de 
Gn 6,1-4, ofreciendo primero una versión española propia comentada 
máximamente fiel al texto hebreo, que se contrastará con las anotaciones del 
aparato crítico de la BHS10 y la BHQ11 (critica textus, margen inferior), para 
estudiar en un segundo momento la masora (parva y magna), completada por 
Weil12. Por último, se expondrán algunas de las versiones más antiguas 
conservadas de Gn 6,1-4, que incluyen los targumim, el texto de los LXX, el 
Pentateuco samaritano, la Peshitta, así como sus ecos en los midrashim, etc., 
o los fragmentos paralelos del llamado Génesis apócrifo de Qumrán, por la 
importancia que pueden revestir en cuanto a la interpretación de Gn 6,-14. 
c) Crítica literaria y teología de Gn 6,1-4 
 En el apartado dedicado al análisis literario, procuraremos identificar 
primero el género literario del relato, contextualizarlo en la medida de lo 
 
10 K. ELLIGER – W. RUDOLPH – G. E. WEIL, Biblia Hebraica Stuttgartensia, Stuttgart: Deutsche 
Bibelgesellschaft 41997. 
11 A. SCHENKER (praeses) et al. (eds.), Biblia Hebraica Quinta, Fascicle 1: Genesis (preparado por 
Abraham Tal), Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft 2015. 
12 G. E. WEIL, Masora magna (pars altera), Roma: Pontificium Institutum Biblicum 1971. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 9 
posible, buscar las distintas fuentes que puedan subyacer en el texto, ver qué 
es en esas fuentes el mito, hasta qué punto y cómo se ha podido copiar y cómo 
se inserta en el contexto de Génesis, tratando de indagar qué finalidad puede 
haber perseguido el autor al hacerlo. 
 
Por lo que se refiere a la ortotipografía, abreviaturas, modo de citar y de presentar la 
bibliografía, seguimos, en la medida de lo posible, las directrices del Llibre d’estil per a 
escrits de teologia i filosofia13, aprobado conjuntamente en 2008 por la Facultad de 
teología de Cataluña, la Facultad de Filosofía de Cataluña (URL) y la Asociación bíblica 
de Cataluña. Añadimos, no obstante, un listado (en principio, exhaustivo) de las 
abreviaturas utilizadas a lo largo del trabajo. 
 
 
 
13 A. BORRELL et al., Llibre d’estil per a escrits de teologia i filosofia, Barcelona: Facultat de Teologia de 
Catalunya 2008. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 10 
2. LISTADO DE ABREVIATURAS 
 
 
1Hen Primer libro de Enoc 
1QapGn Génesis apócrifo 
4Esd Cuarto libro de Esdras 
AHw Akkadisches Handwörterbuch 
Ant. Antigüedades judías 
Aq Áquila 
AT Antiguo Testamento 
BAram. arameo babilónico 
BHQ Biblia Hebraica Quinta 
BHS Biblia Hebraica Stuttgartensia 
Bib Biblica 
BNP Biblia de Nuestro Pueblo 
CAD The Assyrian Dictionary of the Oriental Institute of 
the University of Chicago 
CAL The Comprehensive Aramaic Lexicon 
CD Documento de Damasco 
Codd. codex 
conj. conjunción 
corr. corregido 
CT crítica textual 
CT Cuneiform tablet 
DCCLT Digital Corpus of Cuneiform Lexical Texts 
DDD Dictionary of Deities and Demons 
DJD Discoveries in the Judean Desert 
ed. editorial 
emph. Enfatización 
ePSD The Pennsylvania Sumerian Dictionary 
et. etiópico 
explic. explicitación de información implícita 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 11 
facil-gram. facilitación gramatical 
GenRab Génesis Rabbah 
Gig. Libro de los gigantes 
harm-ctext. Armonización contextual 
HSeSt Harvard Semitic Studies 
HSeSt Harvard Semitic Studies 
ibíd.. ibídem (‘en el mismo lugar’) 
JAram. arameo judaico 
JNES Journal of Near Eastern Studies 
JSJ.S Journal for the Study of Judaism. Supplements 
JSOT Journal for the Study of Old Testament 
Jub Jubileos 
KTU Keilalphabetische Texte aus Ugarit 
lib-synt. libertad sintáctica 
LPE Peshitta de Leiden 
LXX Septuaginta 
M marginalia (‘notas marginales’) 
mlt mss edd muchos manuscritos editaron 
Mm Masora magna 
Mp Masora parva 
mss. manuscritos 
NT Nuevo Testamento 
nt. nota 
Or. Orientalia 
P Priestercodex (Fuente sacerdotal) 
p. página 
par. paralelos 
passim aquí y allá, por todos lados 
pB paleobabilónico 
Pentsam Pentateuco samaritano 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 12 
Pesh Peshitta 
pos. pospuesto 
pp. páginas 
prep. preposición 
Sanh Sanhedrin (Talmud) 
seg. seguido de 
sic. ‘así’ (estaba en el original) 
SPCK Society for Promoting Christian Knowdlege 
SupplJSJ Supplements to the Journal for the Study of Judaism 
Tanh Midrás tanhuma 
tb. también 
Teod. Teodoción 
TestNef Testamento de Neftalí 
TestRub Testamento de Rubén 
TestXIIPa Testamento de los XII patriarcas 
TgJon Targum Jonatán 
TgN Targum Neofiti 
TgO Targum Onquelos 
TgPsJon Targum Pseudojonatán 
TgSam Targum Samaritano 
theol. Motivación teológica 
TM Texto masorético 
trad. traductor; traducción 
URL Universidad Ramón Llull 
v. versículo 
Vg Vulgata 
Vl Vetus latina 
vol. volumen 
vs. versus (‘contra’) 
ZAW Zeitschrift für die alttestamentliche Wissenschaft 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 13 
3. INTRODUCCIÓN: LOS PECADOS PRIMORDIALES 
 
La explicación del mal moral en el mundo como fruto de seres en principio racionales 
y libres ha ocupado siempre un lugar preeminente en las diversas tradiciones religiosas 
de la humanidad. Suscita un especial interés indagar la causa de la experiencia universal 
de lo que en la tradición católica recibe el nombre de concupiscencia: «No hago el bien 
que quiero, sino el mal que no quiero» (Rm 7,19). A la hora de elucidar la cuestión, se 
tocan conceptos como conciencia, libertad, tentación, responsabilidad, heredabilidad de 
la culpa, perdón y salvación, así como la eventual mediación de seres malignos de 
naturaleza espiritual, en guerra con el Sumo Bien y con los hombres que, supuestamente, 
aunque deberían obedecer a su Creador, se le habrían rebelado en el origen de los tiempos. 
La creencia actual en un pecado original o ancestral como un estado en el que el 
hombre se encuentra al nacer a causa de la caída primera de Adán y Eva en el paraíso se 
remonta, al menos, al s. II, en el contexto de la disputa de san Ireneo de Lyon contra el 
dualismo gnóstico14, retomada por los Padres (Tertuliano, Cipriano, Ambrosio, etc.) y, en 
especial, por Agustín15. En la misma línea, también 4Esd (ca. s. II d.C.) menciona en 
repetidas ocasiones el pecado de Adán (cf. 4Esd 7,48), considerado como una carga; una 
«enfermedad» que hereda su descendencia (cf. 3,21s.); una «mala semilla plantada en el 
corazón de Adán» al principio, que ha causado mal hasta el día de hoy (4,30). 
Si bien es cierto que esa «condición» o «naturaleza pecadora» del hombre se refiere 
repetidamente en el Génesis (cf., p.ej., 6,5-8; 8,21), en la «historia de los orígenes» 
(Urgeschichte: Gn 1-11), no son uno, sino hasta cinco, los «pecados originales» que 
hallamos; a saber: a) Adán y Eva (3); b) Caín y Abel (4); c) el pecado de los hijos de los 
dioses con las hijas de los hombres (6,1-4); d) los hijos de Noé (9,20-27) y, e) la torre de 
Babel (11). Este elenco de pecados contra Dios y los hombres, transido de una aparente 
desobediencia, ira, lujuria y soberbia, no muestra sino diferentes caras de un mismo 
pecado individual y colectivo de traspaso de fronteras (Grenzüberschreitung)16. 
 
14 «En la persona del primer Adán ofendimos a Dios, desobedeciendo su precepto» (Adv. Haer. V, xvi, 3). 
15 Se trata de un tema recurrente en toda la obra de Agustín. Cf., esp. Gen. Man., II, 9.12 o Grat. Chr., II, 
40.45. 
16 Para una visión de conjunto, cf. «Die theologische Bedeutung der Urgeschichte», en C. WESTERMANN, 
Forschung am Alten Testament, Gesammelte Studien II, München: Chr. Kaiser Verlag 1974, 96-114. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 14 
Gn 6,1-4,atribuido tradicionalmente a la mano yahvista (al menos, no P), ha sido 
considerado recientemente por muchos autores, a pesar de su dificultad, la clave 
compositiva de la historia de los orígenes (Urgeschichte) bíblica17. Uno de los principales 
problemas interpretativos reside en la traducción (y, por ende, primera interpretación) de 
los ֱ֙אֹלִהים ָֽ Tal y como se justificará más adelante, hemos optado por la traducción .ְבֵני־ה 
plural: «hijos de los dioses», en consonancia con el color antiguo y mitológico del 
pasaje18, con el que se ha pretendido concluir la Urgeschichte19. 
Para comprender el monólogo divino de 6,3, así como los ֱ֙אֹלִהים ָֽ de 6,2.4, hay que ְבֵני־ה 
recordar cómo, en los orígenes, la divinidad nunca se presentaba sola, y el proceso de 
abstracción y de revelación progresiva hacia el monoteísmo de Israel pasa por diversas 
etapas, desde un politeísmo inicial, caminando hacia el henoteísmo y la monolatría, hasta 
llegar al monoteísmo20. Numerosos pasajes bíblicos nos recuerdan esta pedagogía divina 
y camino de purificación. Cf. p.ej.: «¿Qué nación grande hay que tenga dioses tan 
cercanos a sí como lo está YHWH, nuestro Dios, siempre que lo invocamos?» (Dt 4,7). 
Ciertamente, en un pueblo pequeño, rodeado de naciones tan poderosas, no podía 
resultar tarea fácil desautorizar por completo la existencia de los numerosos dioses de los 
panteones vecinos. Todas las culturas circundantes tenían muchos dioses (el que más, 
probablemente, el hitita, con «los mil dioses de la tierra de Hatti»21). El principal dios de 
los panteones; el «padre» de los dioses menores y de los hombres, del mismo modo que 
 
17 Cf., p.ej., R. OBERFORCHER, Die Flutprologe als Kompositionsschlüssel der biblischen Urgeschichte. 
Ein Beitrag zur Redaktionskritik, Innsbruck-Wien-München: Tyrolia Verlag 1981. 
18 Obviamente, no somos los primeros en traducir así. Cf., p. ej., W. BÜHRER, «Göttersöhne und 
Menschentöchter: Gen 6,1-4 als innerbiblische Schriftauslegung», ZAW 123, núm. 4 (2011), 495-515 y G. 
OBERHÄNSLI-WIDMER, «Göttersöhne, Menschentöchter und Giganten, unheilvolle Allianzen als Urgrund 
des Bösen: Genesis 6,1-4 biblisch, apokalyptisch und rabbinisch gelesen», Judaica 66, núm. 3 (2010), 229-
258. 
19 Los dioses serían los astros, divinidades inferiores. Cf. M. WITTE, Die biblische Urgeschichte: 
Redaktions-und theologiegeschichtliche Beobachtungen zu Genesis 1,1-11,26, BZAW, Berlín: Walter de 
Gruyter 1998. pp. 293-98. 
20 Para la no siempre evidente distinción terminológica, cf., p. ej., M. HEISER, Monotheism, polytheism, 
monolatry, or henotheism? Toward an assessment of divine plurality in the Hebrew Bible, Bulletin for 
Biblical Research (IBR) 18, núm. 1 (2008), 1-30. 
21 Cf. J. VIRGILIO TRABAZO, Textos religiosos hititas. Mitos, plegarias y rituales. Edición bilingüe, Madrid: 
Trotta 2002, pp. 35-57. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 15 
los principales de la tierra (nobles y reyes), evitaba vivir en soledad, y una gran corte lo 
rodeaba. La Biblia no es ajena a ello: Dios también tiene una corte; es pastor del ejército 
celestial y de los ángeles; su nombre es «YHWH de los ejércitos» (1Sam 1,3 passim), 
ante quien, incluso el rey de Israel clamaba: «Delante de [los] dioses tañeré para ti» (Sal 
138,1b)22. 
En cuanto al significado del pasaje estudiado, en su situación actual, posee un claro 
carácter etiológico: trata de probar cómo una humanidad pervertida provocó el desastre 
del diluvio. Su cariz mitológico-primordial siempre ha cautivado a antiguos y modernos. 
Los pretendidos matrimonios entre seres divinos e hijas de los hombres probarían la 
depravación de la humanidad y justificarían la decisión de destruir la tierra habitable (Gn 
6,1-8)23. En el contexto literario del relato del diluvio, esta parte primera parece haber 
sido redactada por una mano yahvista («no P»)24, que presenta a unos «hijos de los 
dioses» incapaces de contener sus deseos ni de mantenerse en los límites establecidos, 
incurriendo en el clásico pecado de ὕβρις25. La virtud reside en mantenerse en el medio26 
establecido por Dios, que es quien establece la medida, mientras que el pecado consiste 
en avanzar hasta los tentadores extremos, para traspasar las propias fronteras. La culpa 
de estos hijos de los dioses habría sido llegarse a las hijas de los hombres, lo cual 
provocará el posterior arrepentimiento del Señor de haber creado a la humanidad (Gn 8,7; 
tb. 1Sam 15,11.35). Las tradiciones de los hijos de los dioses y la de los gigantes parecen 
ser independientes, tal y como se verá en los apartados posteriores. Había tradiciones del 
sur de Judá que recordaban a unos gigantes (cf. Núm 13,33, Dt 2,10-11; 3,11, Bar 3,26-
 
ים ֶנ ֶֶ֖גד 22 ּך֙ ֱאֹלִהִ֣ ֲאזְַּמֶרָֽ . 
23 Cf. S. GUIJARRO, et M. S. GARCÍA (eds.), Comentario al Antiguo Testamento (vol. I), Salamanca: La Casa 
de la Biblia 1997, 60s. 
24 Cf. MARRO (2016, 16-23): «Aplicación de la hipótesis documentaria al relato del arca de Noé (Gn 6-9)». 
Al margen de esta clásica interpretación como un primitivo J (o, al menos, no P), se ha entendido también 
como un comentario final de P, o, simplemente, se ha leído de forma literal en el conjunto del estadio final 
del TM. Cf. H. S. KVANVIG, «Gn 6,1-4 and the fate of the Antediluvians», en Primeval History: Babylonian, 
Biblical and Enochic. An Intertextual Reading, Supplements to the Journal of Study of Judaism 149, Leiden: 
Brill 2011. 
25 En la Teogonía de Hesíodo, las distintas razas de hombres que se van sucediendo (bronce, hierro, etc.) 
se condenan por su hybris. Heráclito la señala como una falta contra el Nous o dios legal. Cf. diferentes 
citas clásicas (griegas, en inglés) relacionadas con este pecado de fronteras, en 
http://www.theoi.com/Daimon/Hybris.html [Consulta 22 junio 2017]. 
26 Cf. ARISTÓTELES, Eth. nic., lib. II, cap. VI: «In medio (stat)virtus». 
http://www.theoi.com/Daimon/Hybris.html
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 16 
28, Eclo 16,7), mientras que de los hijos de los dioses se habla bastante menos, al parecer, 
descritos como consejeros que rodean el trono del Señor (= ¿ángeles? Cf. 1Re 22,19-20, 
Job 1,1ss.) o, incluso, la expresión sirve como título real (Sal 2,7; 89,27). 
Autores como Eugene H. Maly27, no obstante, proceden con mucha cautela a la hora 
de establecer el significado preciso de estos versículos, que parecen aislados respecto de 
los relatos precedentes y que, por tanto, reflejarían una vieja leyenda, prácticamente 
copiada, sobre la cual se habría insertado simplemente el Nombre de Dios en el v.3. Según 
estos autores, serían posteriores tanto la identificación de los hijos de los dioses con, por 
ejemplo, los ángeles o los hombres en general, como la de las hijas de los hombres con 
las mujeres en general o una concepción clara de los nefilim, a pesar de que éstos sí 
parecen ser los mismos que se mencionan en Nm 13,33. 
Los hijos de los dioses, así pues, habrían sido entresacados de un mito arcaico en el 
que dioses inferiores tienen acceso al mundo de los hombres. Movidos por el sexo 
caprichoso y la violencia, mezclan el espacio divino y el humano. Con todo, el resto de 
Génesis se olvidará del destino de estos hijos de los dioses, así como de sus descendientes, 
los gigantes, para interesarse solamente por la historia de los hombres. Habrá que acudir 
a la literatura intertestamentaria, en especial al libro de Enoc para saber qué fue de 
aquellos seres tras el diluvio. 
Queda claro, pues, cómo de la múltiple literatura antigua y reciente acerca de nuestros 
versículos se desprende que, el problema de Gn 6,1-4, no es tanto textual sino 
interpretativo. Lo que a simple vista aparece como un problema textual se convierte 
pronto en un problema de trasfondo; en un humus cultural compartido al que, el lector 
actual, difícilmente accede si no es a través de la literatura circundante al texto bíblicoque ha llegado hasta nuestros días, a menudo mucho más fragmentada y dispersa de lo 
que nos gustaría. Gn 6,1-4, como una y otra vez repiten los estudiosos28 es, 
probablemente, el fragmento de Génesis más difícil de encuadrar desde un punto de vista 
literario y, desde un punto de vista teológico, el más difícil de interpretar. Para tratar de 
arrojar algo de luz a los versículos, no bastarán, pues, la crítica textual o literaria clásicas, 
sino que deberemos ahondar en las claves hermenéuticas de las narraciones bíblicas (y 
 
27 E. H. MALY, Comentario Bíblico San Jerónimo, Madrid: Cristiandad 1971, 78. 
28 Cf., p.ej., KVANVIG (2011, 274). 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 17 
próximo-orientales) antiguas. Seguiremos aquí, especialmente, las propuestas de J. L. 
Ska29, que tocará enunciar en el apartado de crítica literaria. 
Gn 6,1-4, a modo de «paréntesis contextual» de la apenas esbozada historia de Noé, 
hijo de Lamec, hijo de Matusalén (Gn 5,29), padre, a sus quinientos años, de Sem, Cam 
y Jafet (5,32), nos sitúa en un tiempo primordial, adentrándonos en una amalgama de 
tradiciones; una narración jalonada de imágenes elocuentes para sus primeros 
destinatarios, de las que el compilador se servirá literariamente para prologar el 
inmediatamente posterior relato del diluvio (Gn 6,5-9,17). Como en todo mito, las 
fronteras espaciotemporales se difuminan. Se nos sitúa en la época primera de la 
multiplicación de los hombres (6,1) y en la época legendaria de los nefilim, los giborim y 
de los hombres de renombre (6,4). Aparecen distintos personajes: los hombres (6,1, en 
masculino genérico, ם ָאד ָ֔ ָֽ ם יְֻּל֥דּו :a los cuales se referirá en plural justo después ,ה ֶהָֽ ל ) y sus 
hijas, por una parte, y los hijos de los dioses30 ( ֱאֹלִהים֙ ָֽ YHWH, los nefilim ,(ְבֵני־ה 
(¿gigantes?) y los giborim (¿valientes = héroes?). En cuanto a la trama (acción), se 
describen tres acciones: (6,1) la (primera) multiplicación de los hombres; (6,2) el 
«desposorio»31 de los hijos de los dioses con las hijas de los hombres y (6,3) el discurso 
condenatorio de YHWH, seguidas de un comentario del «narrador» (6,4). 
 
29 J. L. SKA, Our fathers have told us, Roma: Pontificio Instituto Bíblico 2000. 
30 Tal y como se explicará con mayor detalle en el apartado siguiente de crítica textual, preferimos traducir 
la expresión ֱ֙אֹלִהים ָֽ en plural que, a nuestro parecer, resulta más acorde con el contexto mitológico ְבֵני־ה 
primordial próximo-oriental, que, como no podía ser de otra manera, ha dejado su huella en la Biblia. Baste 
leer (en hebreo), con detalle y amplitud de miras, todo el Sal 82, esp. El v. 6: Yo dije: dioses sois (ים ֱאֹלִהִ֣
ם ) e hijos del Altísimo (ַאֶּתֶ֑ ֹון ְבֵנ י ֶעְליִ֣ ) todos vosotros. La expresión resuena también en la primera tentación y 
el primer pecado original: seréis como dioses (Gn 3,5): ֙ים ִוְהִייֶתם אֹלִהָ֔ ֵּכָֽ . 
31 Cf. el apartado siguiente para el uso de la «fórmula de matrimonio» (Eheformel, cf. GUNKEL, Genesis, 
ֶהם֙ ַוִּיְק֤חּו :(51 ים ל נ ִׁשָ֔ (‘tomaron por esposas’ = desposarse). Esto pondría en duda la «ilegitimidad» de tales 
uniones. Para referir una unión ilegítima, bastaría haber usado באו; ‘se llegaron’. En todo caso, parece referir 
a uniones mantenidas en el tiempo, probablemente al modo de la prostitución sagrada, ejercida en los 
templos paganos babilonios y levantinos, tanto por las mujeres libres, al menos una vez en la vida, 
invocando el favor de Milita (nombre griego de Ishtar, Belit = Astarté = Afrodita…), como por los 
hieródulos, varones y hembras (cf. HERÓDOTO, Hist. I, 99). Según Eusebio, la tradición se habría 
mantenido, al menos, hasta el s. IV d.C., en Biblos y Afka (Líbano), relacionada con los cultos a Astarté y 
a Adonis. Para la «prostitución sagrada», cf., p. ej., J. DAY, «Does the Old Testament Refer to Sacred 
Prostitution and Did it Actually Exist in Ancient Israel», Biblical and Near Eastern Essays (McCarthy 
Carmel), London: T & T Clark, (2004) 2-21 o, para la comparación con la cultura circundante, S. MORRIS, 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 18 
 
Los primeros comentaristas modernos describieron este pasaje como Die Engelehen 
(‘los desposorios de los ángeles’)32 o Die Göttersohne und die Riesen (‘los hijos de los 
dioses y los gigantes’)33. De los títulos se desprenden ya parte de los principales 
problemas interpretativos que hasta el día de hoy han suscitado nuestros versículos. A 
continuación, tratamos de esbozarlos de manera sucinta, para tratarlos, en mayor detalle, 
en los dos apartados siguientes (críticas textual y literaria), puesto que en la traducción 
de las palabras nos jugamos la interpretación del texto: 
6,1: ¿La multiplicación de los hombres tiene que ver con la mencionada al inicio de 
Atrahasis (II, i,1-2)? 
6,2: Naturaleza de los ֱ֙אֹלִהים ָֽ divina, angélica o humana? ¿A qué hijas de los¿ .ְבֵני־ה 
hombres nos referimos? ¿A todas en general? ¿a hieródulas, a vírgenes…? 
א־י ֨דֹון :6,3 Expresiones insólitas (hápax) en la biblia. Posibles explicaciones .ְּבַׁשַּג ם ;ל ָֽ
desde el acadio o el arameo o la lírica (abreviación). Dependiendo de ello, el difícil 
versículo se lee desde la literatura helenística e intertestamentaria (esp. el Libro de los 
Vigilantes [1HenVig: 6-36], ca. 160 a.C.), desde el hebreo normal, o desde una versión 
original acadia de Atrahasis, cuyo inicio cuadraría también con 6,1. En tal caso, al menos 
6,1 y 6,3 sí serían, como en Atrahasis, verdadero prólogo del diluvio. Por otro lado, surge 
la necesidad de explicar el significado de la cifra de 120 años, a la que se reduce la edad 
de los hombres, en la que quizá resuenan los «todavía no habían pasado 120 años» de 
Atrahasis II,i,1, passim34. 
6,4: ¿Era necesaria la glosa explicativa del compilador? ¿Quiénes eran ים ,ַהְּנִפִלִ֞
presentados como contemporáneos (o anteriores) a la unión de los hijos de los dioses con 
las hijas de los hombres? ¿Se pueden identificar con la descendencia de estas uniones, 
con los llamados ים ִרִ֛ ?aquellos varones de renombre ,ַהִּגּב 
 
 
«Temple / Sacred Prostitution in Ancient Mesopotamia Revisited: Religion in the Economy», UF 38 (2006) 
631-663. 
32 H. GUNKEL, Genesis, 50-54. 
33 C. WESTERMAN, Genesis, 491-517. 
34 La frase se convierte en un «eco» que resuena a lo largo del poema. Cf., p.ej., I,352.416, passim. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 19 
4. CRÍTICA TEXTUAL Y VERSIONES MÁS ANTIGUAS DE GN 6,1-4 
4.1 Crítica textual a Gn 6,1-4 
Gn 6,1-4, en su conjunto, no presenta especiales dificultades desde un punto de vista 
estrictamente textual35. Con todo, existen lecturas variantes que hay que cotejar y, en 
concreto, Gn 6,3, con sus dos hápax, merece una especial atención36. Recoger las 
diferentes lecturas y versiones antiguas, así como las anotaciones de los masoretas, reviste 
una importancia capital para el posterior apartado (crítica literaria), en tanto que desvela 
(o permite entrever) la interpretación que en cada fase de la historia y contexto 
sociocultural se ha dado a nuestro texto. En el presente apartado se tratará, pues, de 
analizar críticamente el texto masorético de Gn 6,1-437, ofreciendo primero una versión 
española propia comentada máximamente fiel al texto hebreo, fruto de un análisis 
lexicográfico y sintáctico38, así como del contraste con las anotaciones de los aparatos de 
las principales ediciones críticas del TM39. Se prestará atención también a la masora 
(parva y magna), completándola con la obra de Weil40. 
 
35 Tomamos como referencia la edición crítica hebrea del Códice de Leningrado ofrecida por: A. SCHENKER 
(praeses), et al. (eds.), Biblia Hebraica Quinta, Fascicle 1: Genesis (preparado por Abraham Tal), 
Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft 2015, así como de la, hasta entonces, edición de referencia para el 
TM: 
K. ELLIGER; W. RUDOLPH; G. E. WEIL,Biblia Hebraica Stuttgartensia, Stuttgart: Deutsche 
Bibelgesellschaft 1997. 
36 Los hápax son, respectivamente, י ֨דֹון y ְּבַׁשַּג ם. 
37 Un «tercer pecado original» causa el cataclismo universal. Los hijos de Dios habrían tomado por mujeres 
a las hijas de los hombres, traspasando por tercera vez los límites establecidos por el Creador, como 
sucediera antes ya en el relato de Adán y Eva (Gn 3) y Caín y Abel (Gn 4,1-16). 
38 Para la gramática y sintaxis, nos servimos, principalmente, de P. JOÜON, S.J. et T. MURAOKA, A Grammar 
of Biblical Hebrew, Roma: Editrice Pontificio Istituto Biblico 2008, así como de B. K. WALTKE et M. 
O’CONNOR, An Introduction to Biblical Hebrew Syntax, Winona Lake: Eisenbrauns 1990. En el apartado 
de crítica literaria se comentarán más a fondo las características morfosintácticas relevantes para la 
contextualización y comprensión del texto. 
39 Para el comentario al aparato textual, nos servimos del enjundioso apartado Commentary on the Critical 
Apparatus (BHQ: 91*-94*), reformulándolo en algunas ocasiones según nuestras lecturas previas a Gn 6,1-
4 e intuiciones personales. 
40 G. E. WEIL, Masora magna (pars altera), Roma: Pontificium Institutum Biblicum 1971. Se puede 
consultar también directamente la Mm de L en línea: http://www.tanach.us/LCFolios/LC_Folio_4r.pdf 
[consulta 22/09/18]. El folio 4rev. contiene Gn 5,26-6,19. 
http://www.tanach.us/LCFolios/LC_Folio_4r.pdf
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 20 
 
ְֶ֖יִהי֙ 1֙ ל ַוָֽ י־ֵהֵחִ֣ ם ִּכָֽ ָאד ָ֔ ָֽ ב ה ר ה ַעל־ְּפֵנִ֣י ל ֶ֑ מ ֲאד ָֽ ֹות ה נ ם׃ יְֻּל֥דּו ּוב ֶהָֽ ֱאֹלִהים֙ ַוִּיְר֤אּו 2 ל ָֽ ֹות ְבֵני־ה ם ֶאת־ְּבנִ֣ ָאד ָ֔ ָֽ י ה ֙ת ִּכ֥ ב ט 
ּנ ה ֶהם֙ ַוִּיְק֤חּו ֵהֶ֑ ים ל ל נ ִׁשָ֔ ֙ר ִמּכ רּו׃ ֲאֶׁש֥ ָֽ ח אֶמר 3 ּב ֙ה ַוּי ִ֣ א־י ֨דֹון ְיהו ָ֗ י ל ָֽ ם֙ רּוִח֤ ָאד ָֽ ם ב ל ָ֔ ּוא ְּבַׁשַּג ם ְלע ר הִ֣ ֶ֑ ׂש ּו ב יִ֣ י֙ו ְוה י מ ָ֔
ים ֵמָא֥ה ה׃ ְוֶעְׂשִר ָֽ נ ים 4 ׁש ּו ַהְּנִפִלִ֞ יִ֣ ָאֶרץ֙ ה ים ב ֵהם֙ ַּבּי ִמִ֣ ן ְוַגִ֣ם ה ר ַאֲָֽחֵרי־ֵכָ֗ אּו ֲאֶׁש֨ ֱאֹלִהים֙ ְּבֵנ֤י י ב ֹ֜ ָֽ ֹות ה ם ֶאל־ְּבנִ֣ ָאד ָ֔ ָֽ ה 
ּו ֶהֶ֑ם ְוי ְלד ה ל ּמ ים ֵהֵ֧ ִרִ֛ ר ַהִּגּב י ֵמעֹול ם ֲאֶׁש֥ ם׃ ַאְנֵׁש֥ ַהֵּׁשָֽ
1 Cuando comenzaron a multiplicarse los hombres sobre la faz de la tierra y les 
nacieron41 hijas, 
2 vieron los hijos de los dioses42 que las hijas de los hombres eran buenas43, y tomaron 
mujeres44 de entre todo lo que escogieron45. 
 
 ,qal pas. perf. 3ª p. com. pl. LXX: ἐγενήθησαν, Vg: procreassent. Nótese el punto pasivo del verbo יְֻּל֥דּו 41
que podría indicar cómo ‘les habían sido engendrados’ o ‘les habían nacido’, quizá porque en todo 
nacimiento hay algo que se escapa de los progenitores, una intervención divina. Por otro lado, el género del 
sujeto permanece ambiguo. 
42 Tal y como se mostrará con detalle más adelante en la crítica literaria, los paralelos mitológicos próximo-
orientales (a nuestro parecer, evidentes) de nuestro texto nos llevan a optar por una traducción en plural de 
 .האלוהים
ת֙֙ 43 ב LXX: καλαί, Vg: pulchrae. El atractivo de las hijas de los hombres no tiene por qué ser simplemente ,ט 
físico (belleza, יפות), sino espiritual: buenas o, incluso, convenientes, provechosas, algo bueno o agradable; 
armoniosas. Resuena todavía el eco de la creación: y vio Dios que era bueno (וראה֙+֙כי֙+֙טוב). Lo creado 
directamente por YHWH es bueno (1,4.10.12.18.21.25), así como los «frutos» de su creación, entre los que 
se cuentan los árboles (2,9), pero también las hijas de los hombres (6,2). Ambos son «agradables a la vista 
y buenos para comer» ( ד ֥ ה ֶנְחמ ֶ֑ל ֣טֹובוְ֙ ְלַמְרֶא ְלַמֲאכ ). La contemplación de la bondad de las «criaturas», en 
cualquier caso, la realizan seres dotados de inteligencia y libertad (en el segundo caso, presumiblemente, 
miembros del «ejército celeste»). La dinámica del pecado demuestra, una vez más, tener un origen 
espiritual, posesivo, tal y como recordará más adelante Sab 2,24. Se desea algo bueno en sí, pero que 
(todavía) no es lícito tomarlo, o no de esa manera. 
44 Para la justificación de la traducción entre todo lo que escogieron, cf. infra, crítica literaria al v.2. Escogen 
mujeres, del mismo modo que se escogió / tomó (לקח) el fruto del árbol. El paralelismo gramatical y 
teológico entre 3,6 y 6,2 es claro, siempre en el contexto de la dinámica de la tentación-pecado. Se trata 
también de la fórmula estándar de contraer matrimonio (Eheformel) לקח֙+֙ל֙+֙אשה. 
45 Traducimos escogieron en la línea de la tradición inveterada común en la Antigüedad (Grecia, Levante, 
Mesopotamia) que, a nuestro parecer, subyace en el versículo, y que remite a la práctica de la prostitución 
sagrada o los cultos a la fertilidad: el forastero escogía su preferida entre todas las mujeres (vírgenes) que 
estaban sentadas en el templo esperando, para perder su virginidad o practicar la prostitución, al tiempo 
que el desconocido invocaba a la diosa en cuestión para implorar la fertilidad sobre la mujer o el conjunto 
del pueblo. La bibliografía al respecto es abundante. Cf., p.ej., J. DAY, «Does the Old Testament Refer to 
Sacred Prostitution and Did it Actually Exist in Ancient Israel?», Biblical and Near Eastern Essays, 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 21 
3 Entonces, dijo YHWH: «No permanecerá mi espíritu en el hombre por siempre, con 
un rugido46. Como él es carne, durarán sus días 120 años»47. 
4 Los gigantes habitaban en la tierra en aquellos días, y también después de que se 
llegaran los hijos de los dioses a las hijas de los hombres y de que les 
engendraran48(hijos). Aquéllos fueron los valientes que existieron desde antiguo; 
varones49 de renombre. 
 
Procedemos analizando por orden los distintos versículos, desde los aparatos críticos 
de la BHS y BHQ, completados por las anotaciones masoréticas (parva y magna). La 
estructura que seguimos es: a) identificación de expresiones problemáticas y aparato 
textual de la BHQ50; b) Comentario breve a la Crítica Textual (CT), consistente en una 
traducción adaptada y, a menudo, aumentada o mejorada en algún punto, desde Tal, 
Genesis 2015, 91*-94*; c) Masoras parva y magna al versículo en cuestión51. 
 
6,1 
CT: No presenta problemas. 
 
London: T & T Clark 2004, pp. 2-21. Para una explicación exhaustiva de la opción traductológica, cf. la 
crítica literaria al v. 2 del apartado siguiente. 
 
46 Es decir, el diluvio que está a punto de sobrevenir. Aquí, necesariamente, el traductor debe posicionarse. 
Consideramos shagamu como, en su origen mítico (voz acadia), proveniente de Adad / Baal / Elohim y, de 
ahí, traducimos la bet como instrumental (‘mediante’) y no causal. 
47 El hombre siempre ha sido de condición mortal, y si al principio no había muerte o era tan longevo, no 
se debía sino a la gracia de Dios. Los 120 años conectan tanto con Atrahasis como con la vida de Moisés 
(cf. Dt 34,7), quien, en sus 120 años, hasta el día en que murió, «no perdió su vigor» ( ֥ס ה ְול א־נ ֵלח ָֽ ). 
ּו֙ 48 ֙ ְוי ְלד ם ֶהֶ֑ ל qal waw consec. perf. 3a p. c. pl., LXX: καὶ ἐγεννῶσαν, Vg: genuerunt. Mantenemos 
conscientemente la ambigüedad de sujeto en la traducción: ellos a ellas o ellas por ellos. 
49 En este caso usa la forma masculina marcada י y no el genérico que se ha usado (.constr. masc. pl) ַאְנֵׁש֥
antes ם ד ָ֔ א ָֽ .’el hombre’, ‘la humanidad‘ :ה 
50 Adaptamos las abreviaturas de la BHQ según el Libro de estilo de la Facultad. 
51 G.E. WEIL, Masora magna (pars altera), ed. Pontificium Institutum Biblicum, Romae 1971. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 22 
Mp: יְֻּל֥דּו aparece cinco veces con waw defectiva en el TM: 3x Gen (6,1; 36,5; 50,23) 
+ 2x 2Sam (3,5; 21,22)52. 
Mm: ם ד ָ֔ א ָֽ ה 
 
6,253 
ֱאֹלִהים֙ ָֽ | Pentsam, Aq, Teod, Vg, Pesh | οἱ ἄγγελοι τοῦ θεοῦ LXXMSS (theol) ְבֵני־ה 
οἱ υἱοὶ τῶν δυναστευόντων Sim, TgO, TgJon, TgSamMS (theol) | ܪܝܢܐ ܒܢܝ PeshMS TgN 
(theol).CT: ֱ֙אֹלִהים ָֽ Las versiones .(בני֙האלהים) sería la expresión original, atestada en Smr ְבֵני־ה 
griegas, en general, conservan la expresión literal, si bien vacilan al traducir ֱ֙אֹלִהים ָֽ en ה 
singular (τοῦ θεοῦ: Hex54 y Teod) o en plural (τῶν θεῶν: Αq). En esta misma línea 
traducen la Vg (filii Dei) y los mss de la Pesh ( ܪܝܢܐ ܒܢܝ ). Sin embargo, el códice 
Alejandrino de LXX, así como otros LXXMss55, «suavizan» las claras reminiscencias 
politeístas, al traducir οἱ ἄγγελοι τοῦ θεοῦ56. La relevancia que adquirió esta traducción 
la confirman Filón de Alejandría (Gig. 6)57, Flavio Josefo (Ant. 1:73)58, así como Vl59. El 
hecho de que esté tan atestiguada ha llevado a algunos autores a considerarla la versión 
original de LXX, que habría sufrido una revisión posterior, ya que así la hallamos también 
 
52 Cf. C. D. GINSBURG, The Massorah: Compiled from Manuscripts Alphabetically and Lexically Arranged. 
4 vols. London, 1880-1905. Repr., KTAV (1975), vol. 4, 336 § ,י. 
53 Comentado solamente por la BHQ. En realidad, no es tanto un problema de crítica textual como de 
interpretación teológica a la que accedemos desde las distintas traducciones. 
54 Algunas copias de la recensión origeniana presentan οἰ ἂγγελοι (Codd. III, 37, 72, 75. Cf. tb. Syro-hex. 
in marg. ܡܐܓܖܐ). 
55 Cf. nt. anterior. 
56 Cf. M. RÖSEL, Übersetzung als Vollendung der Auslegung, Berlín: Walter de Gruyter 1994, pp. 146-47. 
No hay que olvidar que tales ángeles de Dios ya existen en el conjunto del Génesis masorético (28,12; 
י :(32,2 ים ַמְלֲאֵכ֥ ֱאֹלִהָֽ . 
57 ἰδόντες δὲ οἱ ἄγγελοι τοῦ θεοῦ τὰς θυγατέρας τῶν ἀνθρώπων, ὅτι καλαί εἰσιν, ἔλαβον ἑαυτοῖς γυναῖκας 
ἀπὸ πασῶν, ὧν ἐξελέξαντο (Gig. 1,6). 
58 πολλοὶ γὰρ ἄγγελοι θεοῦ γυναιξὶ συνιόντες ὑβριστὰς ἐγέννησαν παῖδας καὶ παντὸς ὑπερόπτας καλοῦ διὰ 
τὴν ἐπὶ τῇ δυνάμει πεποίθησιν ὅμοια τοῖς ὑπὸ γιγάντων τετολμῆσθαι λεγομένοις ὑφ᾽ Ἑλλήνων καὶ οὗτοι 
δράσαι παραδίδονται (Ant. 1,73). 
59 «Et videntes autem angeli Dei filias hominum quod essent formonsae acceperunt sibi mulieres ex 
omnibus quas elegerunt» (FISCHER, Genesis 102). 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 23 
en Job 1,6; 2,160. El paso de la traducción «antropomórfica» a la literal del texto hebreo, 
según A. Tal61, podría deberse a la interpretación de los Padres, los cuales veneraban a 
Enós, en cuyo tiempo «comenzó a invocarse el nombre del Señor» (4,26), e identificaron 
a estos personajes como descendientes de Enós y de Set (su padre). De ahí se habría 
derivado probablemente la traducción literal de Teodoción (υἱοὶ τοῦ θεοῦ)62. El plural 
(τῶν θεῶν) de la traducción de Áquila podría estar relacionado con el significado de 
«jueces» atribuido a אלהים, por ejemplo en Ex 21,6, corroborado por el midrás63 y TgN 
) y un manuscrito de Pesh (בני֙דייניא) ܪܝܢܐ ܒܢܝ )64. R. Simeon bar Yohay «los llamaba hijos 
de los jueces (בני֙דייניא) y maldecía a aquellos que los llamaban los hijos de los dioses (֙֙בני
 ,La traducción de Símaco (οἱ υἱοὶ τῶν δυναστευόντων), a su vez .(GnR 26,5) «(אלהים
trataría de desposeerlos de la naturaleza divina, en la línea de TgO y TgJon (בני֙רברביה), 
‘los hijos de los principales’. Así también traduce un manuscrito tardío del TgSam (֙ברי
 Frente a estas «suavizaciones» teológicas (smoothing), Jerónimo no vacila en .(שלטניה
traducir literalmente desde el hebreo, apelando a Sal 82,165. Cf. infra la información 
adicional de la Mp y Mm. 
En los textos de Qumrán hallamos la forma arameizante֙עירי֙השמים, ‘los mensajeros 
(ángeles) de los cielos’ (CD, 2,16), expresión que recuerda a ]1) עירין...֙בני֙שמ]יןQapGn ii 
16). 
 
60 Los «ángeles de Dios» se reúnen, junto con el Satán, ante el Señor. Cf. M. HARL, La Bible d’Alexandrie: 
La Genèse. Traduction du texte grec de la Septante, introduction avec notes, Paris: Cerf 1994, p. 125. 
61 TAL, Genesis, 92*. 
62 La traducción de Teodoción (†200 d.C.), prosélito judío helenista nacido en Éfeso, tenía un gran afán 
literalista (transliteraba los nombres hebreos de plantas, animales, ropajes y objetos rituales, así como 
palabras de significado incierto). De ahí el aprecio de los Padres por su traducción (cf., p.ej., HERMAS, El 
Pastor o JUSTINO, Diálogo con Trifón) o su uso por Orígenes en sus Hexapla, para cubrir las lagunas de la 
LXX en 1Sam 17,12ss; Jer 33,14-26, 39,4-13 y varios libros de Job (curiosamente, donde también hallamos 
la expresión que nos ocupa, si bien en este caso, traducida como οἱ ἄγγελοι τοῦ θεοῦ). 
63 S. HOROVITZ (ed.), Melchilta dRabbi Ismael, cum variis lectionibus et adnotationibus. Completed by 
Israel Abraham Rabin, Jerusalem: Wahrmann Books 1970, ad loc. 
64 A. VAN DER KOOIJ, «Peshitta Genesis 6: ‘Sons of God’ – Angels or Judges?», JNSL 23 (1997) 43-51. Se 
trata del ms 8/5bI. 
ֹורמִ֙ 65 ף ְזמָ֗ ֥ ים ְלָא֫ס ב אֱֹֽלִהָ֗ ֥ ל ִנּצ ֶרב ַּבעֲַדת־ֵאֶ֑ ים ְּבֶק ט ֱאֹלִהִ֣ ִיְׁשּפ ָֽ . Dios está sentado en la «reunión de los dioses». Cf. tb., 
más adelante v.6: ים אֲִֽני־ָאַ֭מְרִּתי ם ֱאֹלִהִ֣ ֹון ּוְבֵנ י ַאֶּתֶ֑ ם ֶעְליִ֣ ּכְֻּלֶכָֽ . Son «dioses» e hijos de Elyon (Dios altísimo, por 
encima de todo lo creado). 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 24 
Por último, llama la atención como Pesh usa la forma hebrea ܐܠܘܤܝܡ. En vez de la 
aramea אלהא, tal y como enfatiza Bar Bahlul (Duval, Bar Bahlul, 1:169)66. 
En síntesis, la expresión ( ֱאֹלִהים֙ ־֙)ְבֵני ָֽ ה aparece traducida de tres maneras; al parecer, 
en función de la perspectiva teológica adoptada: 
a) «hijos»: perspectiva neutra (Pentsam, Aq, Teod, Vg, Pesh) 
b) «ángeles»: perspectiva antropomórfica (LXXMSS) 
c) «potentes»: perspectiva desmitificante y temerosa del Dios único (Sim, TgO, 
TgJon, TgSamMS) | ܪܝܢܐ ܒܢܝ PeshMS TgN 
6,2b 
 .Pesh (lib-synt) ܐܢܝܢ .Pentsam (LXX) (Vg) Tg | seg67 ַוִּיְק֤חו
CT: A diferencia del TM y de sus versiones, la Pesh cambia la función sintáctica de 
la palabra siguiente ים que pasa de ser objeto directo (OD) a complemento del OD ,נ ִׁשָ֔
(‘como [en calidad de] mujeres), al añadir el pronombre ܐܢܝܢ ‘ellas’, que toma la función 
de OD: «y tomáronlas en calidad de mujeres». 
Mp: ֱ֙אֹלִהים ָֽ .x 4 veces (cf. Mm 3449) :ְבֵני־ה 
ת ב .x 4 veces, en escritura (doblemente) defectiva (en formas relacionadas)68 :ט 
רּו֙ ָֽ ח ּב : x 3 veces con la vocal qamets (cf. Mm 45). 
Mm:֙ ֱאֹלִהים ָֽ Mm 3449: Se citan los contextos (precedentes) de las cinco :ְבֵני־ה 
ocurrencias bíblicas de la expresión: Gn 6,2.4; Job 1,6; 2,1; 38,7. 
 
66 La cuestión suscitó bastante literatura judía y cristiana antiguas. Cf., p.ej., las nt de HARL, Genèse, 125; 
A. KAMESAR, Jerome, Greek Scholarship and the Hebrew Bible. Oxford: Clarendon 1993, pp. 146-47 y L. 
R. WICKHAM, «The Sons of God and the Daughters of Men: Genesis VI 2 in Early Christian Exegesis», 
pp. 135-74, en J. BARR (ed.), Language and Meaning: Studies in Hebrew Language and Biblical Exegesis, 
Oudtestamentische Studiën 19, Leiden: Brill 1974. También los comentadores medievales judíos ofrecen 
diversas explicaciones a la expresión (p.ej., Qimhi, ad loc.). 
67 ‘Seguido de’. 
68 Las formas, no aducidas por Weil, serían 6,2; 41,26 (x2) y 41,35. Habría que sumar también Dt 6,10:. ים ִרִ֛ ע 
ֹ֥לת תוְ֙ ְּגד ר ֹטֹבֹ֖ ית֙ ֲאֶׁש֥ ִנָֽ ל א־ב 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 25 
רּו֙ ָֽ ח Mm 45: Se citan los contextos (precedentes) de las tres ocurrencias que, a :ּב 
pesar de estar sin vocalizar en los ejemplos aducidos, los masoretas vocalizaron con 
qamets: Gn 6,2; Is 66,4; Prov 1,29. 
 
6,3 
ה֙֙ ְיהו ָ֗ Pentsam Vg Pesh Tg | Κυριός ὁ θεός LXX (ampl.). 
CT: A diferencia de otros casos como 2,4, en los que la expresión completa יהוה֙אלוהים 
se traducía en las versiones griegas solamente como ὁ θεός, en este caso el texto griego 
usa la fórmula completa Κυριός ὁ θεός69. Lo mismo ocurre en 5,29; 6,5.8; 7,1; 5,15; 9,12; 
etc. 
6,3b 
ֹון .Pentsam Sim (TgJon TgN) | καταμείνῃ LXX Vg Pesh TgO (harm-ctext) י ד 
CT: Elmisterioso hápax se ha interpretado de dos maneras. Para LXX, Vg y Pesh, su 
significado sería ידור, ‘permanecer’, atestiguado también en el fragmento parafrástico 
4Q252 i 2 de Qumrán y en Jub 5,8. También se halla en el glosario medieval arameo 
samaritano Hammelis, que yuxtapone יטמר, ‘esconder’ (¿hitpael?) y יכנס, ‘reunir’, con ידון 
(sus lemas proceden de los mss del TgSam de que disponía)70. Jerónimo, de acuerdo con 
el significado ‘juzgar’, se esfuerza por desarrollar la idea de que el juicio implica la 
misericordia divina (refiriéndose a Os 4,14 y al Sal 89,32-35). Sin embargo, no renuncia 
al sentido de ‘duración’, cuya huella no sólo queda en su traducción, sino también en sus 
Quaestiones71. La segunda interpretación deriva la palabra de la raíz דון, ‘juzgar’, 
reflejada en una lectura variante del TgSam, perdida, pero atestada en Hammelis: יתקנס, 
‘deberá ser castigado’. Éste es el sentido de la palabra usada por Símaco: κρίνει. Refleja, 
por ejemplo, la interpretación de R. Yudah B. Betera (s. II d.C.): «No volveré a castigar 
jamás con este castigo», lo cual conecta este pasaje con Gn 9,8-12 (GenRab 26,6). De 
 
69 Cf. M. RÖSEL, «Übersetzung der Gottesnamen in der Genesis-Septuaginta», Ernten, was man sät: 
Festschrift für Klaus Koch zu seinem 65. Geburtstag, Neukirchen-Vluyn: Neukirchener Verlag 1991, pp. 
370-71. 
70 Z. BEN-HAYYIM, The Literary and Oral Tradition of Hebrew and Aramaic among the Samaritans. 5 
vols. Jerusalem: The Academy of the Hebrew Language 1957-1977, 2:446; A. TAL, «Samaritan Literature», 
431-33, en A. DAVID CROWN (ed.), The Samaritans, Tübingen: J. C. B. Mohr (Paul Siebeck) 1989. 
71 Cf. C. T. R. HAYWARD, Saint Jerome’s “Hebrew Questions on Genesis”, Oxford: Clarendon 1995, pp. 
130-32. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 26 
hecho, los rabinos son conscientes de la existencia de dos interpretaciones. Teniendo 
presente la historia de la generación del diluvio, que sigue inmediatamente este episodio, 
pronunciaban homilías en ambos sentidos (cf. GenRab 26,6 y Sanh 10,3). El TgO 
interpreta la palabra de forma similar, pero cambia el sujeto del verbo y lo extiende: ֙לא
 .’no subsistirá esta generación malvada a este juicio ante mi‘ ,יתקיים֙דרא֙בישא֙הדין֙קדמי
Así, Onquelos subraya «éste» ( דיןה ), conectando el pasaje con la narración siguiente de 
la corrupción de la humanidad, pero especifica que no concierne a futuras generaciones. 
Así, el arrepentimiento podrá abolir el castigo. TgJon y TgN expresan esta percepción en 
una forma muy expandida, combinando דין, ‘juicio’ y ֙יהביתרוחי , ‘puse mi espíritu’, en un 
comentario que sigue el modelo del midrás. 
 
6,3c 
ם֙ ד א ָֽ ב Pentsam Sim Vg Pesh (TgJon TgN TgFrag) | seg. τούτοις LXX (TgO) 
(emph). 
CT: El texto griego añade el demostrativo τούτοις (entre obelos en la Siro-hexaplar) 
con el fin de acentuar que la afirmación no atañe a la humanidad entera (a pesar del לעולם, 
‘para siempre’). Éste es el mismo espíritu del TgO, cuando afirma ֙בישא֙הדיןדרא .72. La 
conexión entre esta «generación malvada» y «la generación del diluvio» queda reflejada 
en Sanh. X,3. Nótese la forma plural del texto griego, que confirma la comprensión de 
 .como colectivo אדם
 
6,3d 
 .mlt mss edd -ām, vs. LXX (Pesh Tg Vg) διὰ τὸ εἶναι αὐτοὺς σάρκας ְבַשַגֹ֖ם
CT: Se trata de un hápax que ha suscitado mucha literatura anterior en los comentarios. 
La clave parece residir en cómo se separa la palabra, a partir de la última vocal. Hay 
bastantes manuscritos del TM que presentan pátah (breve: -am), lo cual apuntaría hacia 
una conjunción compuesta causativa ב+ש+גם (Qimhi); lit. ‘en’ (prep.) + ‘lo que’ (relat.) 
 
72 Cf. Z. FRANKEL, Ueber den Einfluss der palästinischen Exegese auf die alexandrinische Hermeneutik, 
Leipzig: Barth 1851; pp. 46-47; L. PRIJS, Jüdische Tradition in der Septuaginta, Leiden: Brill 1948, pp. 74-
75. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 27 
+ ‘también’ (conj.) = ‘puesto que’. LXX (διὰ τὸ εἶναι αὐτοὺς σάρκας), Pesh ( ܖ ܡܛܠ ), Tg 
 .y Vg (quia) también traducen así (מן֙בגלל֙דאינון)
Otros, sin embargo, presentan qamets (larga: -ām), en cuyo caso la terminación parece 
ser más bien un pronombre 3 pl. pospuesto (GenRab 26,6). Las objeciones contra ambos 
análisis son abundantes, principalmente por la ausencia del pronombre relativo ש en el 
conjunto de la Torá. De ahí que hayan surgido intentos de atribuir la palabra a la raíz שגג, 
‘inadvertencia’, ‘transgresión’73. Sin embargo, la presencia del relativo ש en Jue 5,774 
llevó a Gunkel a la conclusión de que la partícula no queda confinada a un hebreo bíblico 
tardío (Genesis, 58). En cualquier caso, las versiones no atestiguan textos divergentes del 
TM. De ahí que se trate de un problema más lingüístico que textual, que comentaremos 
con detalle en el apartado de crítica literaria. 
Mp:֙ ֹון La Mp lo considera un hapax, pero Weil aduce que una vez más (se :י ד 
encuentra) ְ֙֙וי דֹון (Neh. 3,7) (con la waw). 
ם֙ ל ָ֔ Aparece 18 veces en escritura defectiva, 10 [sic.] de ellas pospuesta. Cf. Mm :ְלע 
25. 
Mm:֙֙ם ל ָ֔ Mm 25: De las 18 ocurrencias en escritura defectiva, se citan los contextos :ְלע 
(precedentes) de las 10 (en realidad son 11) ocurrencias en las que la expresión aparece 
pospuesta; a saber: Gn 3,22; 6,3; Ex 3,15; 15,18; 21,6; 31,17; 32,13; Lv 25,46; Dt 5,29; 
32,40; 1Re 1,31. 
 
6,4 
ים֙֙ ַהְנִפִלִ֞ Aq Sim TgO TgN (TgJon) | והנפילים Pentsam LXX Teod Vg Pesh (explic). 
CT: Tanto LXX como Vg traducen נפלים como ‘gigantes’, en la línea de su significado 
en Nm 13,32s., donde se describen como «de gran estatura» ( י ֹות ַאְנֵׁש֥ ִמּדָֽ ) «hijos de Anaq» 
( ֲענ ק ְּבֵנ֥י ), que formaban una estirpe (ים gigantesca’. Nótese cómo se usa la misma‘ (ִמן־ַהְּנִפִלֶ֑
expresión γίγαντες para traducir los términos גברים y רפאים (14,5, etc.). Las traducciones 
de Sim (βίαιοι), Pesh (ܘܓܢܒܪܐ) y los Tg (גיבריה, etc.) apenas difieren, aunque no 
impliquen necesariamente enormidad. Aquila refiere solamente la etimología 
 
73 J. SKINNER, A Critical and Exegetical Commentary on Genesis. The International Critical Commentary, 
Edinburgh: T & T Clark 21956, p. 143s. 
ּו 74 ְדלֵ֧ ֹון ח זִ֛ ל ְפר ֵא ּלּו ְּבִיְׂשר ֵדֶ֑ ְמִּתי֙ שַ֙ ַע֤ד ח ה ַּק ָ֔ ְמִּתי ְּדבֹור ם ַׁשַּק֥ ל׃ ֵא ֵאָֽ ְּבִיְׂשר 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 28 
(ἐπιπίπτοντες), siguiendo un midrás que juega con la raíz נפל: «hicieron caer al mundo 
(por inmoralidad)… y cayeron» (cf. GenRab 26,7). Pentsam, LXX, Vg, Teod y Pesh 
conectan explícitamente el pasaje con el v. anterior (δέ), una conexión que solamente está 
implícita en el TM y las otras fuentes (Qimhi, ad loc.). Puede deberse a la voluntad de 
enfatizar la conexión entre estas criaturas y las obras inmorales previamente narradas y 
condenadas en el v. 3: la apariencia de los «gigantes» es el resultado del trato carnal de 
los «hijos de los dioses» con las mujeres humanas. Estaría acorde con la aversión hacia 
ellos, tal y como se expresa en el midrás judío75. 
 
6,4b 
ֱאֹלִהים֙ ְבֵנ֤י ָֽ ה 
CT: cf. supra v. 2 
 
6,4c 
ּו .Pentsam (facil-gram) ויולידו | LXX Vg Pesh Tg ְוי ְלדֹ֖
CT: Al usar el causativo hifil, el Pentsam hace de los padres el sujeto de la acción76, 
mientras que para el TM, seguido por Pesh y los Tg, el sujeto son las madres, al usarse 
qal. La diferencia entre la conjugación qal ‘concebir hijos’ (4,1, etc.) y el hifil ויולידו 
‘engendrar’ (5,3, etc.) no se observa rigurosamente en el TM (4,18, etc.). Se podría inferir 
entonces desde esta irregularidad que los padres se consideran el sujeto también en el 
TM, lo cual justificaría el discurso de los ángeles en 1Hen, Καὶ γεννήσομεν ἑαυτοῖς 
τέκνα, ‘y engendramos de ellos hijos’ (6,2). 
 
Mp: ים֙֙ ַהְּנִפִלִ֞ : Hay tres ocurrencias de la palabra: dos en forma defectiva (prima י, aquí 
y en Nm 13,33b)֙y una en forma plena (prima י, Nm 13,33a). 
 ֙֙ ֱאֹלִהיםָֽ ְּבֵנ֤י֙ה : Aparece cuatro veces. Weil remite a Mm 3449 (igual que en el v.2, cf. 
supra). 
ֹות֙ .Aparece tres veces: Gn 6,4; Nm 25,1; Ez 13,17. Cf. Mm 2820 :ֶאל־ְּבנִ֣
 
75 Cf. una discusión detallada en E.A. SPEISER, Genesis, New York: Doubleday 1964, pp. 45-46; R.S. 
HENDEL, «Of Demigods and the Deluge: Toward an Interpretation of Genesis 6:4» JBL 106 (1987) 13-26; 
RÖSEL, Übersetzung als Vollendung, 150. 
76 Las matres waw y yod (ausentes en el v. 1), cuadrarían con la vocalización masorética del v.1 y cabe 
pensar que ambas ocurrencias (v.1. y v.4) debieran tener, en tal caso, un matiz pasivo (cf. supra nt. 3). 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 29 
ם֙ יַ֙הֵּׁשָֽ .La colocación constituye un hápax :ַאְנֵׁש֥
Mm: 
v.4: ֙֙ ֱאֹלִהים ָֽ ְּבֵנ֤י֙ה : Mm 3449 (igual que en el v.2, cf. supra). 
v.4: ֹ֙ות Mm 2820: Se añaden las tres ocurrencias (contextos precedentes) y :ֶאל־ְּבנִ֣
sus notas (וסימנהון): Gn 6,4; Nm 25,1; Ez 13,17. 
 
Conclusiones a la crítica textual: 
De la lectura del apartado se desprende que Gn 6,1-4 constituye un texto críticamente 
estable, tal y como se mencionaba al inicio. Sus dificultades son, volvemos a repetirlo, 
literarias e interpretativas y, por tanto, las trataremos en el análisis literario, al que 
dedicaremos el apartado próximo. De ahí la brevedad de nuestra crítica textual que, con 
todo, nos ha facilitado un material óptimo para cotejar las distintas interpretaciones del 
texto desde sus primeras versiones, siempre a partir de la enjundia que entraña una 
traducción antigua, recibida y acogida en una comunidad creyente. 
 
4.2. Versiones más antiguas de Gn 6,1-4 
En el presente apartado presentamos las versiones antiguas de mayor importancia a 
Gn 6,1-4, así como los targumim y midrashim y manuscritos de Qumrán que comentan 
nuestro pasaje. 
 
4.2.1. Pentateuco samaritano 
En cuanto a la datación del Pentateuco samaritano77, el pueblo homónimo estaría 
formado por los descendientes de los miembros del Reino del Norte (Israel) que no fueron 
deportados a Babilonia, y que, al regresar el resto, entraron en conflicto, tal y como relatan 
Neh 13,2878 y Flavio Josefo79, hasta escindirse y fundar la comunidad de Samaría, hacia 
 
77 Escrito en «paleohebreo», escritura (fenicia) común en Palestina hasta la deportación de Babilonia (s. VI 
a.C.), en donde aprenderían la escritura cuadrada (כתב֙מרבע) aramea que, por su elegancia, reservarían (los 
judíos) para los rollos de la Torá. 
78 A propósito de los matrimonios mixtos: «Un hijo del sumo sacerdote, Yoyadá, hijo de Eliasib, era yerno 
del joronita Sanbalat. Lo alejé de mi presencia (BNP)». 
79 Ant. XI.7.2; 8.2. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 30 
el 432 a.C. Otros estudiosos fechan el cisma en la destrucción del templo del monte 
Garizim en el 128 a.C. La datación del texto, pues, oscilaría entre estas dos fechas. 
Pentsam80 1 ויראו֙בני֙האלהים֙את֙בנות֙֙ 2ויהי֙כי֙החל֙האדם֙לרב֙על֙פני֙האדמה֙ובנות֙ילדו֙להם׃
֙הנה֙ויקחו֙להם֙נשים֙מכל֙אשר֙בחרו֙׃֙טובתהאדם֙כי֙
֙רוחי֙באדם֙לעולם֙בשגם֙הוא֙בשר֙והיו֙ימיו֙מאה֙ועשרים֙שנה׃֙לא֙ידוןויאמר֙יהוה֙ 3
להים֙אל֙בנות֙האדם֙והנפלים֙היו֙בארץ֙בימים֙ההם֙וגם֙אחרי֙כן֙אשר֙יבאו֙בני֙הא 4 
 ׃אנשי֙השם֙אשר֙מעולםלהם֙המה֙הגברים֙֙ויולידו
Versión 
española 
del 
Pentsam81 
1 Cuando comenzaron a multiplicarse los hombres sobre la faz de la 
tierra y les nacieron hijas, 2 vieron los hijos de los dioses que las hijas 
de los hombres eran buenas, y tomaron mujeres de entre todas las que 
prefirieron. 3 Entonces, dijo YHWH: «No permanecerá mi espíritu en el 
hombre por siempre, con un rugido. Como él es carne, durarán sus días 
120 años». 4 Los gigantes habitaban en la tierra en aquellos días, y 
también después de que se llegaran los hijos de los dioses a las hijas de 
los hombres y de que les engendraran (hijos). Aquéllos fueron los 
valientes que existieron desde antiguo; varones de renombre. 
 
Tal y como se puede observar del contraste entre el TM y el Pentsam, los textos 
coinciden por completo, más allá de leves diferencias en la vocalización y probablemente, 
en la forma verbal ויולידו. 
 
4.2.2. Septuaginta 
Como es sabido, la versión griega de los LXX se remontaría a los ss. III-II a.C., en el 
entorno de la ciudad de Alejandría. 
 
 
80 Más allá de la clásica pero anticuada ya versión de August Freiherrn von Gall (1918), tomamos el texto 
hebreo samaritano de la edición actualmente de referencia: The Samaritan Pentateuch: a critical editio 
maior = ֙:֙מהדורה֙ביקורתית֙מקיפההתורה֙לפי֙נוסח֙השומרונים , Berlín-Boston (Mass.): De Gruyter 2018. 
81 La versión es nuestra desde el texto hebreo samaritano que, en realidad, coincide por completo con la del 
TM. Cf. la versión latina de B. WALTON, Biblia Sacra Polyglotta, tom. I, Graz (Austria): U. Verlagsanstalt 
1963, p. 23. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 31 
LXX 
(Wevers, 
Göttingen 
1974)82 
1 καὶ ἐγένετο ἡνίκα ἤρξαντο οἱ ἄνθρωποι πολλοὶ γίνεσθαι ἐπὶ τῆς γῆς 
καὶ θυγατέρες ἐγενήθησαν αὐτοῖς. 
 2 ἰδόντες δὲ οἱ υἱοὶ τοῦ θεοῦ τὰς θυγατέρας τῶν ἀνθρώπων ὅτι καλαί 
εἰσιν, ἔλαβον ἑαυτοῖς γυναῖκας ἀπὸ πασῶν ὧν ἐξελέξαντο. 
 3 καὶ εἶπεν κύριος ὁ θεός οὐ μὴ καταμείνῃ τὸ πνεῦμά μου ἐν τοῖς 
ἀνθρώποις τούτοις εἰς τὸν αἰῶνα διὰ τὸ εἶναι αὐτοὺς σάρκας, ἔσονται 
δὲ αἱ ἡμέραι αὐτῶν ἑκατὸν εἴκοσι ἔτη. 
 4 οἱ δὲ γίγαντες ἦσαν ἐπὶ τῆς γῆς ἐν ταῖς ἡμέραις ἐκείναις καὶ μετ᾽ 
ἐκεῖνο ὡς ἂν εἰσεπορεύοντο οἱ υἱοὶ τοῦ θεοῦ πρὸς τὰς θυγατέρας τῶν 
ἀνθρώπων καὶ ἐγεννῶσαν ἑαυτοῖς· ἐκεῖνοι ἦσαν οἱ γίγαντες οἱ ἀπ᾽ 
αἰῶνος οἱ ἄνθρωποι οἱ ὀνομαστοί. 
Versión 
española de 
N. F. 
Marcos83 
1 [Noé tenía quinientos años y engendró Noé tres hijos: Sem, Kham y 
Iáfet]. Y sucedió que cuando empezaron los hombres a multiplicarse 
sobre la tierra les nacieron hijas. 2 Pero al ver los hijos de Dios que las 
hijas de los hombres eran hermosas, se tomaron mujeres de entre todas 
las que habían elegido. 3 Y dijo el Señor Dios: «No permanecerá mi 
espíritu en estos hombres para siempre porque son carne; así que sus 
días serán ciento veinte años». 4 Por aquellos días los gigantes84 
estaban sobre la tierra y después, cuando los hijos de Dios se llegaban 
a las hijas de los hombres y engendraban para sí mismos; aquellos eran 
los gigantes de antaño, los hombres famosos. 
 
El τούτοις del v.3 (ἐν τοῖς ἀνθρώποις τούτοις) restringe el castigo, en tanto que 
limitación de la esperanza de vida o, quizá, pérdida de la participación en la vida 
 
82 J. W. WEVERS (ed.), Genesis (vol. I), en Septuaginta. Vetus Testamentum Graecum Auctoritate 
Academiae Scientiarum Gottingensis editum. Göttingen: Vandenhoeck & Ruprecht 1974. 
83 N. F. MARCOS et al., La biblia griega Septuaginta, Salamanca: Sígueme 2008-2011, vol. 1, pp. 58-59. 
84 (N. F. Marcos): «El griego traduce por «gigantes» dos palabras hebreas diferentes en este mismo 
versículo, los נפלים (cf. también Nm 13,33) y los גברים, los héroes. El traductor identifica a estos seres 
mitológicos con el resultado de la unión de los hijos de Dios con las hijas de los hombres». 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 32 
venidera85, a aquel grupo de hombres, no a todos, como, de una manera genérica, expresa 
el ֙ם ָאד ָֽ del TM. Por otro lado, la LXX agrupa los nefilim y gibborim bajo el hiperónimo ב 
de los gigantes, suavizando, de algún modo, los problemas que presenta la distinción 
hebrea, que se centraba más en el destino de los hombres que en el de los gigantes. 
 
4.2.3. Targum Onquelos 
Se trata de un tárgum de la época tanaíta (35-120 d.C.), atribuido a אונקלוס, romano 
converso, redactado en arameo babilónico. 
TgOn 1 אְ֙לִמסֵגיַ֙על־ַאֵפי ִריֻאוְ֙בֵני־ֲאנ ׁש א ַוֲהו הַ֙כדׁ֙ש אְ֙להֹון׃ ַארע אִ֙איִתיִליד ַוחזֹו֙ 2אדמתאּ֙ובנ ת 
אֲ֙אֵריַ֙֙֙֙רבְרַבי אְבֵני֙֙ ןי תְ֙בנ תֲ֙אנ ׁש לְ֙֙נִׁשיןִאיִניןּ֙ונִסיֻבוְ֙להֹוןַׁ֙֙֙֙שִפיר דאיתבחרו ְדִאתְרִעיֻאו ִמכ 
֙׃
אִ֙יתַקַייםַוֲאַמר֙יוי֙ 3 ֵדין֙ל א֙האִ֙ביׁש ר א֙֙ד ַלםְ֙בִדילְ֙דִאנֻוןִ֙בסר ַמיְ֙לע ֵדיהֹוןִ֙ביִׁשיןְקד ְ֙ועֹוב 
הְ֙וַעסִריןְׁ֙שִנין֙ אְ֙יִהיבְ֙להֹוןְ֙מא ֙׃ִאםְ֙יֻתוֻבוןַארכ 
ַרי אגִ֙ 4 ַתרֵ֙כין֙יב ִאינֻוןְ֙וַאף֙ב אְ֙ביֹוַמי א֙ה ִלי֙ן ְהוֹוְ֙בַארע עליןְ֙בֵניַ֙רבְרַבי אְ֙לו תְ֙בנ ת֙ ד֙י ְדע 
ן אְ֙וי ְלד ַרי א מנהו ]ְלהֹון ֲאנ ׁש א [ִ֙אנֻוןִ֙גיב ְלמ א ֲאנ ִׁשין֙עלמא דמן ְדֵמיע דׁשמן׃ ִדׁשמ 
versión 
española 
del TgOn86 
1 Y sucedió que cuando comenzaron los hijos de los hombres a 
multiplicarse sobre la faz de la tierra, también les nacieron hijas. 2 Y 
vieron los hijos de los principales a las hijas de los hombres, que eran 
bellas, y tomaron para sí mujeres, de entre todas las que quisieron. 3Y 
dijo el Señor: No permanecerá en pie esta generación malvada ante mi 
por siempre, porque son carne, y sus obras son malvadas; se les dará un 
término de ciento veinte años, por ver si se convierten. 4 Había valientes 
en la tierra en aquellos días, y también después de que se llegaran los 
 
85 Así lo entenderá parte de la literatura midrásica posterior. Cf. infra 3.4. Gn 6,1-4 en los midrashim. 
86 La traducción es nuestra. Cf. tb. la versión latina de B. WALTON (1963: pág. 23): «1 Et factum est cum 
coepissent filii hominum, multiplicari super faciem terrae et filiae natae essent eis. 2 Et vidissent filii 
principum filias hominum, quod essent pulchrae: acceperunt sibi uxores, ex omnibus quas voluerunt. 3 Et 
dixit Dominus; Non permanebit generatio pessima haec coram me in aeternum; eo quod caro sunt, et opera 
eorum pessima; terminus dabitur eis centum et viginti annorum, si forte convertantur. 4 Gigantes erant in 
terra in diebus illis: et etiam postquam ingressi sunt filii principum ad filias hominum, et genuerunt ex eis: 
Ipsi sunt potentes a seculo, viri nominis». 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 33 
hijos de los principales a las hijas de los hombres y generaran de ellas. 
Estos son los poderosos del siglo, varones de renombre. 
 
A rasgos generales, observamos una «desacralización» o des-espiritualización del TM: 
Los hijos de los dioses del TM se presentan ahora como humanos, en tanto que hijos de 
los principales, y el atractivo de las mujeres es a las claras físico (son bellas, v. 2). Del 
permanecer el espíritu (de Dios) en el hombre (TM) se pasa a, simplemente, permanecer 
en pie; el castigo se aplica sobre una generación concreta, la presente, que es malvada, y 
lo mismo sus obras. Así, el énfasis recae sobre un pecado humano, y el castigo tendrá un 
valor pedagógico, al perseguir la conversión (v. 3). De modo análogo a los LXX, los 
nefilim desaparecen del relato, para dejar paso solamente a los valientes (gibborim) y a 
los poderosos del siglo, en principio, los frutos de las uniones (v. 4). 
 
4.2.4. Targum Neofiti 
La datación del TgN no está clara. Diez Macho remonta su redacción al s. I d.C., como 
parte de una tradición textual precristiana, mientras que McNamara lo retrasa hasta el s. 
IV d.C. En cuanto al dialecto del tárgum, está escrito en «arameo palestinense», por 
oposición al «arameo babilonio» del TgOn. 
TgN87 ֙1 ֙אפי֙ארעא֙ובנן֙נקבן֙אתילידו֙להון למסגי֙עלא֙שאנ בנירון֙שוהוה֙ארום:֙
֙]ן֙[ישלהון֙אנ ונסבו אנון חיזו פוריןש ארום֙אשאנ בניית֙בנתהון֙ד֙יאדיינ בניוחמון֙ 2
֙מן֙כל֙מה֙די֙בחרו׃
כסדר֙דינא֙דדריה֙דמבולא֙הלא֙מחתם֙֙֙כל֙דריה֙דעתידין֙למקום֙לא֙יתדנון֙יייואמר֙ 3
֙ולמי֙֙]ה[הוא֙קדמוי֙סדר֙דינא֙דדר גוא֙עלמא֙הא֙רוחי֙יהבית֙֙֙֙יציה֙מןשדמבולא֙למובדה
רין֙שין֙הא֙יהבית֙לכון֙ארכא֙מאה֙ועשר֙ועובדיהון֙בישאינון֙בבגלל֙ד֙מןא֙שאנ֙בבני
֙ולא֙עבדו׃֙יעבדון֙תתובה֙דילמא֙דינין֙ש
 
87 A. DÍEZ MACHO, Neophyti 1. Targum Palestinense ms de la biblioteca vaticana. Tom I: Génesis, Madrid-
Barcelona: Consejo Superior de Investigaciones Científicas 1968, pp. 32-33. Añadimos también sus notas 
a la traducción española. M = variantes o glosas marginales de Neofiti 1, en el texto arameo marcadas en 
cursiva. 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 34 
לות֙בנתהון֙֙בני֙דיניאבתר֙כדין֙די֙עלו֙֙הוון֙בארעא֙ביומיה֙האינון֙ולחוד֙מן֙גיבריה 4
 מהן׃שין֙בשמפר֙גיבריןרוי֙עלמא֙שדי֙מן֙֙גיבריאא֙וילידו֙להון֙אינון֙שאנ֙דבני
Versión 
española de 
Díez Macho 
(1968) 
1 Y ocurrió que empezaron los hijos de los hombres a multiplicarse 
sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas. 2 Y vieron los hijos de los 
jueces88 las hijas de los hijos de los hombres que eran hermosas de 
aspecto y se tomaron mujeres entre todas las que escogieron. 3 Y 
Yahweh89 dijo: No será juzgada ninguna de las generaciones que han90 
de surgir en el futuro según el juicio de la generación del diluvio. En 
verdad está sellado (=decidido) delante de (mí) el procedimiento de 
juzgar a la generación del diluvio: destruirla y aniquilarla de en medio 
del mundo. He aquí que di mi espíritu a los hijos de los hombres puesto 
que son carne, y sus obras son malas; he aquí que (os)91 he dado un 
plazo de ciento veinte años a fin de que hicieran penitencia y no la han 
hecho. 4 En aquellos días había en la tierra los gigantes y también 
después de que los hijos de los jueces entraron a las hijas de los hijos92 
de los hombres y les engendraron. Ellos son los gigantes que hubo en 
el principio del mundo93, gigantes renombrados. 
 
En general, comparte, con otras palabras, los acentos del TgOn (cf. supra): los hijos 
de los dioses son aquí hijos de los jueces, las hijas de los hombres son hermosas de 
aspecto (v. 2), el castigo tiene un valor penitencial y se aplica a la generación del diluvio 
(v. 3). También desaparecen los nefilim, para dar paso solamente a los gigantes. A 
diferencia del TgOn y de acuerdo con el TgPsJon, el TgN interpreta י ֨דֹון (TM) como juzgar 
(cf. v. 3). 
 
88 M: «de los reyes» (corregir: «de los ángeles»). 
89 M: «El Verbo de Yahweh». 
90 M: «… tras el juicio de la generación del diluvio. Queda sellado (o «Él sella»?) el juicio de la generación 
del diluvio de destruir y aniquilar totalmente. ¿No di acaso mi espíritu a (en) los hijos de los hombres para 
que hiciesen obras buenas mientras son (corr.: «porque son») carne de malas obras? He aquí que os (corr.?: 
«les») he dado un plazo de ciento veinte años a fin de que hicieran…». 
91 Tanto en el texto como en M «os» (lekon), que probablemente hay que corregir en «les» (lehon). 
92 M: «… en aquellos días habitaban en la tierra gigantes y también después de que los hijos de los ángeles 
se juntaran a las hijas de los hijos…». «» 
93 M: «ellos son los gigantes que existieron desde los días del mundo, (o: «desde los tiempos antiguos»). 
MARRO, I., Teología de Gn 6,1-4: Un segundo pecado original 
 35 
 
4.2.5. Targum Pseudojonatán 
De nombre y fecha disputados, su datación oscila entre los ss. IV y XII d.C. La 
datación más tardía se basa en la mención de Fátima como madre de Ismael, según la 
tradición árabe musulmana, lo cual retrasaría la redacción hasta los ss. VII y XV d.C. 
 
TgPsJon ֙ 1֙֙איתילידו֙להון֙׃ׁ֙שפירתאוהוה֙ארוםׁ֙שריאו֙בני־נׁשא֙למסגי֙על֙אנפי֙ארעא֙ובנתא
ית֙בנת֙אינׁשא֙ארוםׁ֙שפירן֙הינון֙וכסלן֙ופקסן֙ומהלכן֙בגילוי֙֙בני רברביאוחמון֙ 2 
֙ביׁשרא֙והרהירו֙ליזנו֙ונסיבו֙להון֙נׁשין֙מכל֙דאיתרעיו֙׃
דעתידין֙למיקום֙בסדר֙דיניא֙דדרא֙֙֙דריא ביׁשאכל֙יתדנון לא֙֙במימריהואמר֙ייי֙ 3 
י֙יעבדון֙דמבולא֙למובדא֙ולמיׁשתציה֙מגו֙עלמא֙הלא֙יהבית֙רוח֙קדׁשי֙בהום֙מן֙בגלל֙ד
עובדין֙טבין֙והא֙אבאיׁשו֙עובדיהון֙הא֙יהבית֙להון֙ארכא֙מאה֙ועׁשריןׁ֙שנין֙מן֙בגלל֙
֙דיעבדון֙תתובא֙ולא֙עבדו֙׃
ׁשמחזאי֙ועזאל֙הינון֙נפלן֙מןׁ֙שמיא֙והוו֙בארעא֙ביומיא֙האינון֙ואוף֙בתר֙כן֙דעלון֙בני֙֙ 4 
 מא֙אינׁשיׁ֙שמהן֙׃דמע֙ל֙גיבריןרברביא֙לות֙בנת֙אינׁשא֙וילידן֙להון֙והינון֙מתקריין֙
Versión 
española 
desde 
Maher 
(1992)94 
 
1Cuando los hijos de los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz 
de la tierra e hijas bellas les nacieron, 2 los hijos de los principales vieron 
que las hijas de los hombres eran bellas, que se pintaban los ojos y los 
labios, y andaban con la carne desnuda, concibieron pensamientos 
libidinosos, y tomaron mujeres para ellos de entre todas las que les 
gustaron.

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