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Endodoncia-Reconstruccion-2001

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208
ENDODONCIA
Volumen 19
Número 3
Julio-Septiembre 2001
Artículo Original
RESUMEN
La reconstrucción del diente endodonciado exige al
odontólogo reemplazar la estructura dentaria
perdida, retener el material restaurador y reforzar la
estructura remanente. La elección entre las
diferentes técnicas y materiales disponibles exige la
valoración previa de los factores endodóncicos,
protésicos, restauradores y periodontales que
concurran en cada caso. En este trabajo se propone
un protocolo restaurador para el diente
endodonciado realizado a partir de las evidencias
científicas disponibles.
PALABRAS CLAVE
Diente endodonciado; Restauraciones complejas;
Odontología restauradora; Protección cuspídea.
ABSTRACT
Restoration of endodontically treated teeth must solve
three main problems: replace of the loss dental
structure, retention of the restorative material and
reinforcement of the remanent dental structure. The
selection between the different restorative techniques
and materials requires the previous consideration of
endodontic, restorative, prosthetic and periodontal
factors. A restorative protocol for endodontically
treated teeth based upon evidence is proposed.
KEY WORDS 
Endodontically treated teeth; Complex dental
restoration; Restorative dentistry; Cusp coverage.
Médico y Odontólogo. Profesor Asociado
de Patología y Terapéutica Dental en
Odontología Integrada de Adultos. 
Departamento de Estomatología. 
Facultad de Odontología. 
Universidad de Sevilla.
Correspondencia:
Dr. Juan J. Segura Egea
C/ Cueva de Menga 1, portal 3, 6º C
41020 Sevilla
J.J. Segura Egea Reconstrucción del diente
endodonciado: Propuesta de un
protocolo restaurador basado en
la evidencia
ENDODONCIA
Volumen 19
Número 3
Julio-Septiembre 2001
Reconstrucción del diente endodonciado: Propuesta de un 
protocolo restaurador basado en la evidencia
 209INTRODUCCIÓN
El tratamiento del diente endodonciado termina
cuando ha sido restaurado y su función es completa.
En la actualidad, el profesional odontoestomatólogo
que se encuentra ante el problema de la restauración
de un diente endodonciado dispone en su arsenal tera-
péutico de una amplia gama de materiales y técnicas
para dicho fin. Sin embargo, aun así, la reconstrucción
del diente endodonciado supone, en la mayoría de los
casos, un reto importante para el odontólogo, ya que
éste ha de resolver tres problemas fundamentales con
los que se encuentra: 
1. La pérdida de estructura dentaria; 
2. La menor resistencia a la fractura ante las fuerzas
oclusales; y 
3. La necesidad de proporcionar retención suficiente
al material restaurador que sustituirá a la materia
dental perdida. 
Resolver con éxito estos problemas supone haber
conseguido los objetivos claves de la restauración del
diente endodonciado: el reemplazo de la estructura
dentaria perdida, el refuerzo de la estructura denta-
ria remanente y la retención del material de restaura-
ción utilizado(1). Por otra parte, los tres objetivos han
de ser conseguidos manteniendo un perfecto sellado
de la restauración que evite la filtración marginal a
nivel coronario, causa frecuente del fracaso endo-
dóncico(2, 3).
El reemplazo de la estructura dentaria perdida en
el diente endodonciado puede resolverse en la actua-
lidad con diferentes materiales. En el sector anterior
las resinas compuestas ofrecen los requerimientos esté-
ticos que se precisan, y en el sector posterior la amal-
gama de plata y las nuevas resinas compuestas pro-
porcionan la resistencia necesaria. El refuerzo de la
estructura dentaria remanente y la retención del mate-
rial de restauración exigen al odontólogo la aplicación
de técnicas restauradoras específicas y la utilización
de sistemas de anclaje especiales. A continuación se
analizan los factores a tener en cuenta en la restau-
ración del diente endodonciado y se propone un pro-
tocolo restaurador basado en la evidencia.
REFORZAR LA ESTRUCTURA DENTARIA
REMANENTE: PROTECCIÓN CUSPÍDEA
El refuerzo es necesario porque el diente endo-
donciado normalmente queda debilitado ante las fuer-
zas oclusales, siendo alto el riesgo de fractura com-
parado con el de los dientes vitales. El tratamiento
endodóncico, al eliminar el contenido vital de la cáma-
ra pulpar y de los conductos radiculares, deja al dien-
te sin pulpa y con un tejido calcificado que contiene
mucha menos humedad que el tejido vital. La pro-
gresiva mineralización y deshidratación de los túbu-
los dentinarios, con la consiguiente disminución gra-
dual de la resiliencia dentinaria, hace que, con el paso
del tiempo, el diente endodonciado se vuelva menos
elástico y más frágil(4). Las fuerzas oclusales así como
las fuerzas de palanca causadas por los ataches o fija-
ciones de las prótesis generarán así una mayor defor-
mación por flexión, pudiendo las tensiones generadas
llegar a ser excesivas y provocar fracturas de cúspides
no protegidas o fracturas coronarias en el área de
menor circunferencia, el área cervical.
Sin embargo, numerosos estudios indican que la
poca resistencia a las fracturas ante las fuerzas oclu-
sales que muestran los dientes endodonciados se debe,
fundamentalmente, a la pérdida de estructura denta-
ria producida por la caries, la preparación de la cavi-
dad de acceso y el ensanchamiento del conducto radi-
cular, especialmente, a nivel cervical(5, 6). La fragilidad
de la estructura dentaria remanente conlleva una pér-
dida de resiliencia (energía mecánica que el diente
almacena cuando se deforma elásticamente), siendo
éste el principal factor que exige el refuerzo de dien-
tes con poca circunferencia cervical. La manipulación
de la cámara pulpar es la que mayor debilidad oca-
siona al diente tratado. El techo de la cámara posee la
configuración de un arco, y su morfología ofrece una
resistencia extraordinaria a la presión y a la tensión(7).
Cuando se elimina el techo cameral para obtener el
acceso endodóncico, se reduce considerablemente esta
resistencia intrínseca del diente. Además, durante el
ensanchamiento de los conductos se extrae una por-
ción de tejido dentinario radicular, sin que la poste-
J.J. Segura Egea Reconstrucción del diente endodonciado: Propuesta de un 
protocolo restaurador basado en la evidencia
 210 rior obliteración de los mismos, aun empleándose pun-
tas de plata, refuercen en absoluto la zona(8).
El refuerzo de la estructura dentaria remanente debe
plantearse desde el momento mismo del inicio del tra-
tamiento de conductos. Eliminar sólo la cantidad de
tejido dentario imprescindible para conseguir una aper-
tura, acceso y preparación de conductos correctos, será
la mejor manera de reforzar el diente desvitalizado. Sin
embargo, existen situaciones en las que, paradójica-
mente, la eliminación de esmalte y/o dentina puede
estar indicada para reforzar la estructura y prevenir su
posterior fractura y el fracaso de la restauración(9). Es
éste el caso de las cúspides muy debilitadas, sin sopor-
te dentinario, para las que las tensiones oclusales
aumentan la posibilidad de su fractura. En estas situa-
ciones la «protección cuspídea» o «cobertura cuspídea»,
entendida como la reducción de la cúspide o cúspides
debilitadas hasta permitir cubrirlas completamente con
el material restaurador, garantiza la forma de resis-
tencia adecuada y una mayor longevidad de la res-
tauración(10, 11). El objetivo de la protección cuspídea es
permitir un espesor de material de restauración que
proporcione la resistencia adecuada(12).
El cubrimiento de las cúspides aporta como princi-
pales ventajas las que a continuación se enumeran: 1)
evita los contactos oclusales en las interfases diente-
material de restauración; 2) evita las fracturas de las
cúspides; 3) reduce la hendidura producida por la defor-
mación elástica y la distensión térmica del material res-
taurador; 4) desplaza los márgenes de la restauración
a zonas de más fácil autoclisis; y 5) consigue una mayor
protección del tejido dentario remanente(9, 12).
Los molares endodonciados tienen un riesgo de
fractura especialmente elevado si no se realizapro-
tección cuspídea(13), mejorando enormemente su pro-
nóstico si éste se lleva a cabo(14). A la vista de estos
datos, Hunter y Flood(15) recomiendan como restaura-
ción mínima para los dientes posteriores tratados endo-
dóncicamente la protección cuspídea y la restauración
colada, aunque otros autores prefieren las restaura-
ciones de amalgama de plata con protección cuspí-
dea(16). En el estudio realizado por Linn y Messer(17) se
observó que la conservación del reborde marginal no
preserva completamente la cúspide adyacente no pro-
tegida, que en caso de protección selectiva sólo queda
reforzada la cúspide cubierta, y que el recubrimiento
de todas las cúspides, ya sea con amalgama o con res-
tauración colada, refuerza toda la superficie oclusal.
Aunque la restauración de amalgama es menos con-
sistente y requiere mayor eliminación de tejido den-
tario que la restauración colada, la amalgama refuer-
za ligeramente la estructura dentaria remanente(18). Así
pues, la protección cuspídea deberá ser utilizada en
la restauración del diente endodonciado siempre que
se den las condiciones que la indican: presencia de
defectos oclusales amplios que, si bien no afecten com-
pletamente a las cúspides, las pongan en peligro; y las
pérdidas completas de cúspides(19).
RETENCIÓN DE LA RESTAURACIÓN
Por lo que al tercer objetivo perseguido en la
reconstrucción del diente endodonciado se refiere,
la retención de la restauración puede realizarse utili-
zando los mismos medios de anclaje adicional que se
aplican a los dientes vitales: pins, pits, rieleras y, ade-
más, existe la posibilidad adicional de utilizar medios
de retención intraconducto: tornillos, espigas o per-
nos, y pin de composite o de amalgama. Además, la
utilización de perno-muñón colado añade a la reten-
ción el reemplazo de la estructura coronal(1).
Las razones que clásicamente se han esgrimido para
la utilización de pernos en la restauración de dientes
endodonciados han sido tres: retener la restauración,
proteger y reforzar la estructura dentaria restante. La
función de retención del perno es necesaria cuando
queda una cantidad insuficiente de estructura denta-
ria remanente(7); en estos casos, la colocación de un
perno que sobresalga en sentido oclusal proporcio-
na esta retención coronaria.
Dado que las coronas de los dientes desvitalizados
suelen estar parcial o completamente destruidas, las
fuerzas oclusales no pueden ser transmitidas al dien-
te restante y al periodonto de forma natural. Los per-
nos ayudan a dirigir las fuerzas oclusales y laterales en
ENDODONCIA
Volumen 19
Número 3
Julio-Septiembre 2001
Reconstrucción del diente endodonciado: Propuesta de un 
protocolo restaurador basado en la evidencia
 211sentido más apical. Al proporcionar rigidez suficiente
cuando los dientes son sometidos a una carga, esta
redistribución de fuerzas también ayuda a mantener la
integridad máxima de la restauración final, pues al dis-
minuir la deformación recurrente en los márgenes de
la corona, se evita la desintegración del cemento.
Siempre que falten dos o más paredes próximas adya-
centes, debería considerarse el uso de un perno(1).
En ocasiones se utiliza un perno con el supuesto
propósito de reforzar un diente no vital. Éste es un
error de concepto(5). La preparación del espacio del
perno debilitará sustancialmente al diente y ningún
método conocido de restauración reforzará suficien-
temente el diente de forma comparable con su resis-
tencia previa a la fractura. Por ello no debe prepa-
rarse un espacio para un perno en dientes sometidos
a tratamiento endodóncico a menos que sea impres-
cindible para retener una restauración coronaria.
Cuando la retención del muñón y la protección de la
estructura dental restante no sean necesarias, no esta-
rá indicada la utilización de pernos.
Para facilitar la selección del perno a utilizar deben
comprenderse con claridad los factores que afectan
a la retención: 1) diseño del perno; 2) longitud y pro-
fundidad de colocación; 3) tipo de cemento; 4) núme-
ro de postes; y 5) diámetro del perno(20).
Respecto al diseño, los pernos de lados paralelos
con rosca son los que mayor retención proporcionan,
mientras que los cementados, de lados paralelos y con-
figuración aserrada, tienen una retención intermedia.
Los pernos que menos retienen son los de estructura
cónica y superficie lisa.
Los conceptos tradicionales sobre la longitud del
perno recomiendan que mida lo mismo que la coro-
na clínica y que cuente con dos terceras partes del
largo de la raíz restante. El aumento de la longitud del
perno aumenta directamente la retención con inde-
pendencia del sistema utilizado(7). El fulcro de un perno
corto se aproxima más a la tabla oclusal en condi-
ciones normales y no se localiza en la parte de la raíz
apoyada por el hueso alveolar en pacientes con ante-
cedentes de pérdida ósea periodontal. En los enfer-
mos con pérdida ósea alveolar producida por enfer-
medad periodontal, el fulcro del perno debe alejarse
lo más posible de la tabla oclusal, para lo que es nece-
sario que su longitud aumente al máximo.
Respecto al número de pernos, es posible colocar
más de un perno en dientes con raíces múltiples. No
hay duda que un mayor número de unidades propor-
cionará mayor retención general, por lo que, cuando
sea factible, pueden utilizarse pernos adicionales para
reforzar raíces o retener al material del muñón. Sin
embargo, normalmente no se necesita tanta retención.
Por lo que se refiere al diámetro del perno, el tama-
ño del perno depende del ancho de la raíz y la morfo-
logía del conducto(21). En general, la anchura del perno
no debe exceder un tercio del ancho radicular en su
dimensión más estrecha. Hay pruebas de que el diá-
metro del perno carece de todo efecto importante en la
retención y sólo debilita el esfuerzo restaurativo, por lo
que debe emplearse siempre el menor diámetro de
perno que sea práctico para una situación clínica dada(22).
Si se utilizan pernos anchos y cortos, aumentan la sus-
ceptibilidad a las fracturas del segmento radicular, ya
debilitado por el ensanchamiento de la preparación(7).
Respecto a la elección entre pernos y muñones pre-
fabricados o colados, cada uno tiene sus ventajas e
inconvenientes. Los sistemas de pernos y muñón pre-
fabricados tienen como ventajas su uso relativamen-
te sencillo, el ahorro de tiempo, la posibilidad de una
sola sesión terapéutica, la facilidad para el sellado tem-
poral y su coste económico. El inconveniente princi-
pal radica en que la raíz ha de aceptar un perno que
no está expresamente diseñado para ella, además de
que su aplicación se limita cuando desaparece gran
parte de la estructura coronaria del diente.
En cuanto a los sistemas de perno-muñón colados,
las ventajas son su fácil adaptación a la configuración
radicular y a conductos y orificios irregulares, su robus-
tez y la evidencia considerable de su eficacia(1,7,12,14,16,20,
21,24,25). Los inconvenientes son su coste excesivo, la
necesidad de varias sesiones terapéuticas, la menor
capacidad retentiva, la dificultad para el sellado tem-
poral entre una sesión y otra, el riesgo de imprecisión
del colado y la necesidad de extraer parte de la estruc-
tura coronal.
J.J. Segura Egea Reconstrucción del diente endodonciado: Propuesta de un 
protocolo restaurador basado en la evidencia
 212 ELECCIÓN DEL TRATAMIENTO Y PROTOCOLO
RESTAURADOR
Antes de efectuar cualquier procedimiento dental,
el odontólogo debe examinar al paciente y establecer
un diagnóstico. Después podrá formular un plan de
tratamiento con base en los antecedentes médico-den-
tales, el examen clínico y radiográfico, y las necesi-
dades del enfermo. Siguiendo estos criterios, se pro-
pone un árbol lógico de decisión para la reconstruc-
ción del diente endodonciado (Fig. 1).
Ante un diente con tratamiento endodóncico, antes
de proceder a su restauración, se deben realizar una
serie de consideraciones endodóncicas, protésico-res-
tauradoras y periodontales.
1º Consideraciones endodóncicas
Antes de los procedimientos restaurativoses fun-
damental que la terapéutica endodóncica sea eficaz.
En endodoncia, el éxito previsible exige una obtura-
ción tridimensional, uniforme y densa del sistema de
conductos radiculares, ubicada a 0,5-1,0 mm del ápice
radiográfico. En el caso de personas con tratamiento
endodóncico previo, se requiere valorar éste y sus
resultados. Si el diente presenta signos o síntomas
de fracaso (inflamación activa, sensibilidad a la pre-
sión, exudado, fístula, parulis...) es preciso efectuar
controles y procedimientos de retratamiento antes de
restaurar el diente. Si tras el retratamiento y/o el con-
trol persisten los problemas, la restauración deberá
diferirse o habrá que optar por la exodoncia.
Cuando se notan deficiencias en la obturación, como
obturación incompleta del conducto radicular, con-
ductos mal condensados o instrumentados, obtura-
ciones de pasta, puntas de plata con adaptación defi-
ciente, así como conductos no tratados, aun ante la
ausencia de signos y síntomas clínicos indicativos de
fallo, se deben corregir antes de los procedimientos
restaurativos.
Al evaluar un tratamiento endodóncico previo debe
prestarse atención particular al sellado coronal. Los estu-
dios realizados por Swanson y Madison(2, 3) señalan que
la microfiltración coronal es un factor relevante en los
fracasos endodóncicos. Estudiando in vitro la microfil-
tración coronal, Torabinejad y cols.(23) evaluaron la can-
tidad de días necesarios para que Proteus vulgaris o
Staphylococcus epidermidis penetraran por todo el con-
ducto radicular. Los resultados indicaron que el 50%
de los conductos radiculares presentaban contamina-
ción total después de 19 días de exposición a S. epi-
dermidis, en tanto que otro 50% estaba contaminado
completamente por P. vulgaris después de 42 días.
2º Consideraciones protésico-restauradoras
El diseño de una restauración para un diente endo-
donciado depende primordialmente de la cantidad de
estructura dental remanente(21), aunque también son
factores importantes el tipo de diente, su morfología
y ubicación en la arcada, el patrón de oclusión y las
posibles fuerzas protésicas y oclusales que se aplica-
rán sobre él y su periodonto. Entre todos ellos, el grado
de destrucción de la corona y la intensidad de las fuer-
zas oclusales soportadas son los factores determinan-
tes del nivel de compromiso coronario existente (Tabla
1), y son las claves de la decisión sobre qué materia-
les y técnicas restaurativas se emplearán para devol-
ver al diente su forma y función normales.
Ya se ha insistido anteriormente en que, contra la
creencia popular, los pernos no refuerzan al diente.
La función primaria del perno es obtener retención
para el muñón. Por el contrario, la preparación para
perno puede debilitar adicionalmente al diente.
Resultados de numerosas investigaciones subrayan
la necesidad de conservar tanta dentina como sea posi-
ble durante el tratamiento de endodoncia y los pro-
cedimientos restaurativos subsecuentes(21).
El odontólogo restaurador debe valorar la estruc-
tura y morfología peculiares de cada diente, así como
el grado en que participan en la estética y la masti-
cación del paciente. Estos dos factores permiten cla-
sificar a los dientes de cara a su restauración en dos
grupos bien diferenciados, los del sector anterior, en
los que prima la función estética, y los del posterior,
con predominio de la función masticatoria.
ENDODONCIA
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Reconstrucción del diente endodonciado: Propuesta de un 
protocolo restaurador basado en la evidencia
 213
Los dientes anteriores con rebordes marginales, cín-
gulo y reborde incisal intactos o poco afectados pue-
den reconstruirse con resinas compuestas adheridas,
mientras que el mayor compromiso de los rebordes
marginales y el cíngulo, la presencia de restauracio-
nes proximales importantes, la destrucción del rebor-
de incisal, una oclusión desfavorable borde-borde o
una estética inaceptable, pueden hacer necesaria la
DIENTE ENDODONCIADO
¿Tratamiento de conductos defectuosos – Inflamación
activa – Sensibilidad a la presión – Exudado – Fístula – Parulis
Enf. periodontal – Pérdida importante de estructura?
Presentes
Irreversibles
Exodoncia
Presentes
Reversibles
Ausentes
Retratar
Control
Reconstrucción
Valorar:
• Reborde marginal • Cíngulo
• Reborde incisal • Sup. Proximales
• Tamaño dentario • Fractura
• Estética • Oclusión
Diente anterior
Siempre requiere protección cuspídea:
• Cúspides remanentes • Oclusión
• Estructura remanente • Reborde gingival
• Riesgo de fractura • Pilar de prótesis
Diente posterior
Compromiso
coronario
mínimo
Compromiso
coronario
medio
Compromiso
coronario
máximo
Compromiso
coronario
mínimo
Compromiso
coronario
medio
Compromiso
coronario
máximo
Estética
Oclusión
No precisa
cobertura completa
Tto. Conservador:
Rec. Composite
Conducto pequeño
y circular con reborde
supragingival:
Perno prefabricado
Muñón de composite
Corona recubr. total
Precisa cobertura
completa
Poste y muñón colados
o prefabricados
Conducto pequeño
y circular con reborde
supragingival:
Perno-muñón colado
Corona recubr. total
Tto. Conservador:
• Rec. Composite
• Rec. Amalgama
• Onlay MOD
Conducto elíptico
y/o reborde supragingival:
Perno-muñón colado
Aumento de amalgama
Corona recubr. total
Conducto circular y
reborde supragingival:
Perno prefabricado
Muñón de amalgama
Corona recubr. total
• Muñón de amalgama con
retención radicular o pins.
• Muñón de composite
con retención radicular
–Corona recubr. total–
Figura 1. Reconstrucción del diente endodonciado.
J.J. Segura Egea Reconstrucción del diente endodonciado: Propuesta de un 
protocolo restaurador basado en la evidencia
 214
utilización de postes y muñones colados o prefabri-
cados y/o su recubrimiento completo con corona meta-
locerámica. La forma del conducto radicular (circular
o elíptica) y la situación supragingival o subgingival
del reborde dentario remanente indicará la combina-
ción de perno prefabricado y muñón de composite
o el perno-muñón colado, respectivamente(24).
Los dientes posteriores presentan diferentes nece-
sidades restauradoras por su estructura y por las ele-
vadas fuerzas oclusales que soportan durante la fun-
ción(25); por ello, los factores oclusales serán definiti-
vos para decidir el tipo de restauración. En dientes
posteriores las fuerzas oclusales se dirigen en sentido
más axial que en los dientes anteriores, donde las fuer-
zas son más laterales. Además, la dirección y el grado
de la carga oclusal pueden aumentar si el diente fun-
cionará como pilar para una prótesis fija o removible.
La protección cuspídea debe realizarse en todos los
casos(9, 12). Cuando el compromiso coronario es míni-
mo (Tabla 1), la reconstrucción con resina compues-
ta o con amalgama, o bien el onlay MOD es suficien-
te(26). En los demás casos, especialmente si el diente
se va a utilizar como pilar de prótesis, debe realizar-
se cobertura completa con corona de recubrimiento
total, aunque el recubrimiento coronal completo puede
no ser necesario en casos de dientes posteriores que
ocluyan contra prótesis removibles o completas(25). Si
el compromiso coronario es medio (falta el 40-80% de
la corona clínica o se han perdido 2 ó 3 cúspides) y/o
las fuerzas oclusales son moderadas, existiendo un
riesgo de fractura medio, el muñón de amalgama o
composite con retención intrarradicular puede ser sufi-
ciente. Sin embargo, cuando la lesión coronaria es
importante (falta el 90-100% de la corona clínica o se
han perdido todas las cúspides) y/o las fuerzas oclu-
sales son intensas, con alto riesgo de fractura, el perno-
muñón colado o prefabricado, según la situación del
margen dentario remanente sea, respectivamente, supra
o subgingival, es la indicación más adecuada(24).
3º Consideraciones periodontales 
El pronóstico final de una pieza determinada depen-
de del estado periodontal. Antes de colocar restaura-
ciones definitivas sobre el diente endodonciado es nece-
sario tratar la enfermedad periodontal si éstaestá pre-
sente(15). El periodonto sano conlleva el mejor pronós-
tico para el diente, y hace más exactos procedimientos
como la toma de impresiones y la copia de márgenes.
El tratamiento periodontal previo será especialmente
necesario en los casos de lesiones endoperiodontales(5).
El periodonto sano que recibe fuerzas oclusales
Tabla 1 Grados de compromiso coronario en el diente endodonciado
Compromiso coronario Diente anterior Diente posterior
Mínimo Rebordes marginales intactos Falta <40% de corona clínica
Reborde incisal intacto Pérdida de una sola cúspide
Cíngulo intacto Fuerzas oclusales mínimas
Oclusión favorable Bajo riesgo de fractura
Estética aceptable
Medio Lesiones próximo-marginal leves Falta 40-80% de corona clínica
Leve afectación del reborde incisal Pérdida de 2 ó 3 cúspides. 
Leve afectación del cíngulo Fuerzas oclusales moderadas
Fuerzas oclusales moderadas Riesgo de fractura medio
Máximo Gran afectación de los rebordes Falta 90-100% de corona clínica
Fractura corono-radicular Pérdida de todas las cúspides
Problemas estéticos Fuerzas oclusales intensas
Oclusión desfavorable Alto riesgo de fractura
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Reconstrucción del diente endodonciado: Propuesta de un 
protocolo restaurador basado en la evidencia
 215excesivas que superan su capacidad de adaptación
sufre trauma oclusal, caracterizado por movilidad y
sensibilidad dentaria. La eliminación del trauma oclu-
sal es un factor esencial para la salud periodontal del
diente endodonciado a reconstruir(1). A menudo se
subestima la necesidad de asegurar un equilibrado
oclusal adecuado durante y después del tratamiento
endodóncico y restaurador. Un ajuste cuidadoso de la
oclusión, además de evitar el trauma oclusal, propor-
cionará habitualmente al paciente un diente restau-
rado cómodo y eficaz(25).
CONCLUSIONES
La reconstrucción definitiva del diente endodon-
ciado exige un análisis previo de los factores endo-
dóncidos, restauradores, protésicos y periodontales de
cada caso. Sólo una valoración cuidadosa de los mis-
mos posibilitará la elección de la opción restauradora
más adecuada. En esta decisión deben valorarse las
evidencias disponibles, desterrándose errores de con-
cepto que, por más que se repitan en la literatura, care-
cen de toda base científica.
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