EL REY Y EL ANILLO MÁGICO DE LA FELICIDAD

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EL REY Y EL ANILLO MÁGICO DE LA FELICIDAD
Foto de João Gabriel
Había una vez un rey que, a pesar de todas sus riquezas y poder, sentía un vacío en su
corazón. En una noche sombría, convocó a su sirviente más leal y le dijo: "Mi fiel 
sirviente, he buscado por todas partes, pero aún no he encontrado la verdadera 
felicidad. He oído hablar de un anillo mágico que trae alegría a quien lo mira. Tráeme 
ese anillo y serás generosamente recompensado".
El sirviente partió en su jornada, decidido a encontrar el anillo mágico. Viajó por 
tierras lejanas, consultó a sabios y magos, pero ninguno de ellos sabía de la 
existencia de ese anillo. Desanimado y sin el anillo, el sirviente decidió regresar al 
rey.
En su camino de regreso, encontró a un viejo orfebre que le entregó un anillo común 
con una frase oculta en el interior. Él explicó que la frase mágica dentro del anillo 
solo podía ser leída en momentos de gran desesperación o alegría.
Al llegar al rey, el fiel sirviente entregó el anillo y transmitió el consejo del viejo 
orfebre. Más tarde, la ciudad del rey estaba siendo invadida. En el apogeo de la 
desesperación, el rey miró el anillo que le había entregado el sirviente y leyó la 
inscripción: "Esto también pasará". Esa simple frase le dio la fuerza para reorganizar a 
sus tropas y repeler la invasión.
Durante la gran celebración de la victoria, en un momento de intensa felicidad, el 
sirviente recordó al rey que leyera nuevamente la inscripción en el anillo. Al hacerlo, 
el rey se dio cuenta de que los momentos de alegría también son pasajeros. Esa 
revelación lo ayudó a mantenerse humilde y equilibrado, independientemente de las 
circunstancias.
Y así, el rey aprendió a aceptar la impermanencia de la vida. Siempre que se sentía 
triste o demasiado orgulloso, miraba el anillo y recordaba: "Esto también pasará". Y 
así, encontró la verdadera felicidad.
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