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Población pobre y población vulnerable en Colombia Una separación semántica que raya con la realidad económica

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Población Pobre y Población Vulnerable en Colombia: 
Una Separación Semántica que Raya con la Realidad 
Económica 
 
 
Wilson Fernando Rodríguez Gómez 
 
 
 
 
 
Universidad Nacional de Colombia 
Facultad de Ciencias Económicas 
Bogotá, Colombia 
2017 
2 
 
Población Pobre y Población Vulnerable en Colombia: Una 
Separación Semántica que Raya con la Realidad Económica 
 
 
Wilson Fernando Rodríguez Gómez 
 
 
Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de: 
Magister en Ciencias Económicas 
 
 
Director: 
Dr. Manuel Muñoz Conde 
 
 
 
 
 
Universidad Nacional de Colombia 
Facultad de Ciencias Económicas 
Bogotá, Colombia 
2017 
3 
 
RESUMEN 
En Colombia, el Plan Nacional de Desarrollo “Todos por un Nuevo País”, clasifica a la 
población colombiana en cinco clases sociales diferentes: Extrema pobreza, pobres, vulnerables, 
clase media y clase alta. En el siguiente documento se tratará de responder preguntas que surgen 
de esta clasificación, como: ¿Realmente existen características que permitan diferenciar la 
población vulnerable de la población pobre? ¿Hablamos de individuos diferentes? 
Este trabajo no pretende dar una definición inequívoca de pobreza, así como tampoco 
pretende señalar una metodología especifica como idónea para la medición de la pobreza. Por el 
contrario, lo que se buscó y finalmente se comprobó, es la inutilidad de clasificar dos poblaciones 
bajo categorías diferentes -pobres y vulnerables-, pero que no presentan diferencias significativas 
en su calidad de vida. 
Palabras clave: Pobreza, vulnerables, mediciones de pobreza, calidad de vida. 
 
 
4 
 
ABSTRACT 
In Colombia, the National Development Plan "Todos por un Nuevo País" classifies the 
Colombian population into five different social classes: extreme poverty, poor, vulnerable, middle 
class and upper class. The following document will try to answer questions that arise from this 
classification, such as: Are there really characteristics that make it possible to differentiate the 
vulnerable population from the poor? Are we talking about different individuals? 
This paper does not pretend to give an unequivocal definition of poverty, nor does it intend 
to point out a specific methodology as suitable for the measurement of poverty. On the contrary, 
what was sought and finally proved is the useless to classify two populations under different 
categories -poor and vulnerable-, but which do not present significant differences in their quality 
of life. 
Keywords: Poverty, vulnerable, measurement of poverty, quality of life. 
 
5 
 
AGRADECIMIENTOS 
Este trabajo está especialmente dedicado a mis padres Leonidas Rodríguez y Rosa Helena 
Gómez, a quienes les debo todo lo que soy. Gracias por ser siempre mi apoyo, guía y principal 
fuente de inspiración. A mi hermano Efren Rodríguez por las constantes discusiones en torno a 
temas humanísticos y su constante retroalimentación. A mi hermana Anny Guerrero por ser un 
motivo de esperanza en la búsqueda por un mundo mejor. A Jinna Cortes por sus incansables 
muestras de amor y comprensión. A Consuelo Soler, Nohora Cadena y Carolina Marin, quienes 
desde diferentes ámbitos han acompañado mi crecimiento personal y han dejado huella en mí. 
Finalmente, a Manuel Muñoz por su acompañamiento y dirección a lo largo de la investigación. 
 
6 
 
 
7 
 
Contenido 
Lista de abreviaturas ................................................................................................................... 8 
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 9 
1. LA POBREZA ................................................................................................................... 13 
1.1 Antecedentes ....................................................................................................................... 13 
1.2 Mediciones de pobreza ....................................................................................................... 15 
2. MEDICIONES DE POBREZA EN COLOMBIA ............................................................. 18 
2.1 Medición de pobreza monetaria .......................................................................................... 18 
2.2 Medición de la pobreza multidimensional .......................................................................... 25 
3. VULNERABILIDAD ........................................................................................................ 31 
4. PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO......................................................................... 35 
4.1 Características de la población participe en la ECV 2016 .................................................. 39 
5. RESULTADOS.................................................................................................................. 41 
1. Resultados para el área urbana ........................................................................................... 41 
2. Resultados para el área rural .............................................................................................. 46 
6. CONCLUSIONES ............................................................................................................. 53 
7. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................... 56 
8. ANEXOS ........................................................................................................................... 58 
 
 
 
8 
 
Lista de abreviaturas 
Abreviatura Término 
IPM Índice de Pobreza Multidimensional 
ECH Encuesta Continua de Hogares 
GEIH Gran Encuesta Integrada de Hogares 
ECV Encuesta de Calidad de Vida 
ENIG Encuesta de Ingresos y Gastos 
NBI Necesidades Básicas Insatisfechas 
FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación 
OMS Organización Mundial de la Salud 
MESEP Misión para el Empalme de las Series de Empleo Pobreza y Desigualdad 
DNP Departamento Nacional de Planeación 
CAOI Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas 
DANE Departamento Administrativo Nacional de Estadística 
ELPS Encuesta Longitudinal de Protección Social 
LI Línea de Indigencia o extrema pobreza 
LP Línea de Pobreza 
PMA Pobres Metodología Anterior 
PNM Pobres Nueva Metodología 
MCM Metodología Casas-Muñoz 
VP Vulnerables Permanentes 
CM Clase Media 
CO Coeficiente de Orshansky 
PR Población de Referencia 
 
 
9 
 
INTRODUCCIÓN 
De acuerdo con el (Banco Mundial 2001) el primero de los ocho Objetivos de Desarrollo del 
Milenio (ODM) era “Erradicar la pobreza extrema y el hambre”. Aunque en este frente se han 
tenido importantes avances, el objetivo no se cumplió en su totalidad1, por lo que la ONU presenta 
como nueva fecha el 2030 para dar por erradicada la pobreza en su plan “El camino hacia la 
dignidad”2. En Colombia la medición de este objetivo se realizó sobre la base de 20.4% de la 
población bajo indigencia en 1990 alcanzando 8.1% (4.5 millones de personas) en 2015, en teoría 
se cumplió el objetivo que era de 8.8%3. No obstante, hay que analizar qué tanto de dicho avance 
corresponde a cambios metodológicos de medición, específicamente los realizado por la MESEP 
durante el 2006. 
Así mismo, históricamente a nivel nacional el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de 
turno se fija como meta la reducción de la pobreza y la extrema pobreza, como prioridad de su 
política social. El Plan de Desarrollo 2014-2018 “Todos por un Nuevo País” no es la excepción a 
la regla y plantea la movilidad social como medida para reducir la pobreza y fomentar la equidad. 
Por esta razón, indicadores como el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) y la incidencia de 
pobreza y pobreza extrema monetaria, son oficialmente utilizados para hacer seguimiento a las 
políticas de reducción de pobreza. 
Si bien todossomos conscientes de la importancia que tiene la lucha contra la pobreza, y en 
consecuencia su medición, debemos tener claro que no es por medio de la manipulación de la cifra 
que se erradican las condiciones de pobreza. Por tanto, se debe trabajar para que las medidas 
relacionadas con pobreza sean lo más cercanas posibles a la realidad, pero es necesario también 
evitar caer en el error de buscar alcanzar los objetivos inicialmente mencionados, a través de 
cambios metodológicos como los realizados en Colombia. El cual, en lugar de buscar un consenso 
 
1 Según el informe de Naciones Unidas 2015 las personas que viven en extrema pobreza en el mundo paso de 1.751 
millones en 1999 a 836 millones en 2015, una reducción del 52%. Sin embargo, el objetivo de erradicación no se 
cumplió, aún queda mucho por hacer lo que se espera alcanzar en los Objetivos Desarrollo Sostenible. 
2 Ver: El camino hacia la dignidad para 2030: acabar con la pobreza y transformar vidas protegiendo el planeta. 
Informe de síntesis del Secretario General sobre la agenda de desarrollo sostenible después de 2015. 
3http://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/como-le-fue-a-colombia-con-los-objetivos-del-
milenio/15769297/1 
10 
 
entre la población, carecen de legitimidad por los múltiples cuestionamientos que enfrenta respecto 
a su composición. 
Este fue el caso de Colombia donde, en 2011 se dieron a conocer los resultados de la nueva 
metodología en la medición de la pobreza monetaria, tras el cambio de la Encuesta Continua de 
Hogares (ECH) a la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) dada en el segundo trimestre de 
2006, así como la implementación de la Encuesta de Ingresos y Gastos4 (ENIG) 2006-2007. 
Con la nueva metodología, de ahora en adelante (NM), se conserva la misma tendencia en 
las cifras de pobreza que con la medición anterior, en adelante (AM), aunque en un rango inferior. 
Con base en las estimaciones de (FEDESARROLLO 2012) el cambio metodológico implicó una 
reducción de 12,2 puntos porcentuales (pp) en la línea de pobreza (LP) con la NM respecto a los 
9,6 pp con la metodología anterior. Concretamente, para el 2010 la brecha entre las dos 
metodologías (7 pp en la LP), implicó que cerca de 3’150.000 colombianos dejaron de ser pobres 
por cuenta de un tecnicismo metodológico. Se aclara que esta diferencia es especialmente marcada 
en el sector rural y que también significo que 1’250.000 colombianos dejaran de pertenecer a la 
indigencia. 
En un reciente trabajo (Casas y Muñoz 2017), estiman que, manteniendo las características 
de la metodología anterior “mientras con la NM la indigencia nacional pasó de 17.7% en 2002 a 
7.9% en 2015, con los resultados del documento, usando la media se pasó de 19.3% a 9.21% en el 
mismo periodo; y con la mediana de 19.5% a 9.37%”. Es decir, si bien existen importantes avances, 
de haberse mantenido la metodología anterior no se hubiese alcanzado el objetivo en reducción de 
la indigencia a 8.8% como si paso con la NM. 
Así mismo estos autores sostienen en su trabajo que: 
“la NM ha señalado que la incidencia de la pobreza en Colombia pasó de 49.7% en 2002 a 
27.8% en 2015 (una reducción de 21.9%), pero si se usa la media se pasó de 60.2% a 42.4% 
(una reducción de 17.7%), y si se utiliza la mediana se pasó de 60.6% a 42.9% (una reducción 
de 17.7%). Nótese que las diferencias porcentuales pueden esconder en parte el trasfondo de 
la discusión. Por ejemplo, si se tiene en cuenta que la NM indicó, para 2015, que la pobreza 
se ubicó en 27.8% y los resultados del documento con la mediana indicaron que fue de 42.9% 
 
4 Aprovechando la encuesta para actualizar el IPC, se utiliza la EIG, aplicada cada diez años, con fines como el de 
medir la pobreza por LP. 
11 
 
y con la media 42.4%, esto indica que, para la NM durante ese año, hubo alrededor de 13.4 
millones de pobres en el país; en cambio, con la mediana y la media habría 20.6 y 20.4 
millones de pobres. Por ende, se estarían desconociendo 7.2 y 7 millones de pobres que 
requieren asistencia pública” (Casas y Muñoz, 2017) 
Según el (Consejo Nacional de Política Económica y Social 2012), “el arreglo institucional 
para la medición de pobreza busca asegurar transparencia, oportunidad y credibilidad de las cifras 
de pobreza”. No obstante, esta metodología ha sido muy criticada por sus implicaciones prácticas 
y lo que significa para el grupo de la población que está ligeramente por encima de la LP, quienes 
técnicamente no son considerados pobres, aunque su calidad de vida demuestre lo contrario. 
Esto implicaría que con la MESEP se redujo la cifra de pobreza, no por acciones y políticas 
públicas efectivas, sino por un cambio metodológico, sobre el cual existen serios cuestionamientos 
ya que lo alejan de la realidad socioeconómica de Colombia. 
Este cambio en la medición se justificó de acuerdo con la MESEP basados en: (1) La ENIG 
2006-2007 permitía tener información de hábitos de consumo más contemporáneos; (2) se tendría 
una línea de pobreza rural estadísticamente más robusta basados en la ENIG 2006-20075; (3) 
Nueva población de referencia más relevante para la medición de la pobreza6; (4) Se elimina el 
proceso de ajuste a cuentas nacionales7; (5) Se usa un Coeficiente de Orshansky exógeno8. Algunos 
de estos aspectos serán discutidos más adelante. 
A su vez, se aprovechó la entrada de un nuevo indicador de pobreza multidimensional, que 
implicaba entender causas y efectos distintos de la pobreza. Algunos expertos consideran que la 
pobreza en si misma ya es multidimensional, ya que incluso las mediciones monetarias evalúan 
distintas dimensiones de satisfacción de necesidades básicas. En este caso, lo único unidimensional 
de la pobreza monetaria, es que al final capta los recursos disponibles para poder comprar en el 
 
5 La metodóloga anterior la estimaba a partir de la encuesta del primer seguimiento del programa Familias en Acción, 
la cual solo representaba un subconjunto de la población rural (los más pobres). 
6 La metodología anterior tomaba como referencia el 25% más pobre de la población, la nueva metodología toma 
como base el perfil de consumo de la población cercana a la media de la población nacional. 
7 La metodología anterior utilizó este ajuste buscando corregir el subreporte de ingreso de los hogares en las encuestas 
de hogares. La MESEP elimina el ajuste por considerar que generaban sesgos no controlados en la distribución del 
ingreso y la composición urbano-rural de la pobreza. 
8 Se usa el promedio urbano para América Latina. El rural conserva la proporcionalidad entre los dominios rural y 
urbano en la encuesta ENIG 2006-2007 
12 
 
mercado, mientras la pobreza multidimensional considera aspectos que no son comprados por el 
ingreso. 
Como se afirmó anteriormente, en Colombia le Plan de Desarrollo “Todos por un Nuevo 
País”, en su búsqueda por alcanzar la equidad y por tanto combatir la pobreza, clasifica la 
población en cuatro clases sociales y centra sus objetivos en la movilidad social. Según (Muñoz 
2016) dicha clasificación en el Plan de Desarrollo consiste en: 
“Los pobres son los hogares cuyos ingresos son menores a la línea de pobreza; los vulnerables 
son aquellos hogares que no son pobres por ingresos, pero éstos son menores a US$ 10 PPA 
per cápita diario, los de clase media son los hogares que tienen ingresos de más de US$ 10 y 
hasta US$ 50 PPA per cápita diario, y clase alta aquellos con más de US$ 50 per cápita diario” 
Muñoz hace un estudio profundo de la manera como se soporta esta clasificación en el Plan 
de Desarrollo, donde se usan cifras “poco transparentes, contradictorias y, sobre todo, arbitrarias”. 
Por esta razón se hace importante hacer un análisis detallado y juicioso de lo que significa entérminos prácticos, para la población, hacer parte de una u otra clase; en el presente trabajo, 
específicamente, clase pobre y vulnerable. 
Entonces, ¿Realmente existen características que permitan diferenciar la población vulnerable de 
la población pobre? ¿Hablamos de individuos diferentes? A continuación, se tratará de determinar 
si existen condiciones suficientes para clasificar a individuos pobres e individuos vulnerables 
como dos clases sociales o grupos poblacionales diferentes, según sus condiciones y calidad de 
vida, acudiendo a los datos presentados por la Encuesta de Calidad de Vida (ECV) 2016. 
Lo cierto hasta ahora es que hay una distinción entre dos poblaciones que parecen ser iguales 
y nos enfrentamos al riesgo de definir a los pobres dentro del contexto de vulnerabilidad. De ser 
así, cualquier punto de corte es arbitrario si no hay dos grupos poblacionales disímiles, por lo que 
no interesa el ancho de banda si no existe una diferencia significativa. 
 
 
13 
 
1. LA POBREZA 
1.1 Antecedentes 
La pobreza es un concepto que todos utilizamos en nuestra cotidianidad, la mayor de las 
veces para indignarnos por sus escandalosas cifras y representaciones, a la vez que muchos 
abogamos por eliminarla o por lo menos reducirla. Pero ¿realmente comprendemos que es y cómo 
se valora la pobreza? Pareciera ser que las poblaciones de mayores ingresos subestiman su 
proporción y consecuencias; las poblaciones de ingresos medios quieren alejarse de ella lo más 
posible o hasta creen formar parte de los pobres dados los aprietos económicos que enfrentan en 
ciertos periodos; y, quienes realmente pertenecen a la población catalogada pobre, no tienen 
tiempo de pensar en ello ya que cada minuto es una lucha por sobrevivir. 
Este texto no busca dar una definición única e inequívoca de la pobreza. Se trabajará sobre 
las metodologías de medición aplicadas por las instituciones del Estado para identificar la 
magnitud de la pobreza y trataremos de estudiar si existen diferencias suficientes para mantener 
un segmento de la población bajo el rotulo de “vulnerable”. 
Quizás la mayor dificultad radica en que la pobreza no es un concepto homogéneo. Según 
Giraldo (2013), clasificar la pobreza es imponer una clasificación que presente el orden social 
como natural, único y universal. El ciudadano es un cliente que accede a través del mercado a los 
servicios sociales; si no puede, se le define como pobre y sujeto de programas focalizados. No 
obstante, más allá de la definición de pobreza es imperativa su medición, lo que en un mundo de 
extrema complejidad da paso a múltiples y variadas alternativas. 
Es igualmente importante que no se confunda la satisfacción ante la vida con la felicidad. 
“la primera es un juicio general acerca de la vida que proviene de la valoración, mientras que la 
segunda es una emoción, un estado de ánimo o un sentimiento que forma parte de la vida tal como 
se experimenta.” (Deaton 2015). Esto ya que, una parte importante de países con los mayores 
índices de pobreza, figuran también entre los más felices. Sin embargo, la felicidad que pueda 
sentir y expresar un individuo no lo separa de su condición de pobreza y de las consecuencias que 
esto acarrea. 
14 
 
Lo que es evidente a todas luces es que si queremos luchar contra la pobreza es necesario e 
indispensable identificar la población que enfrenta este flagelo, conocerlos, entenderlos y, ante 
todo, más importante aún, no tratar de evadir el problema camuflándolo o renombrándolo. 
El principal conflicto a la hora de hablar de la pobreza es que muchos la perciben, con 
suficiente justificación, como un juicio de valor, un aspecto meramente subjetivo, una realidad 
que, aunque está a la vista y alcance de todos, su magnitud depende de los ojos que la observen. 
Lo anterior hace indispensable que la sociedad acuerde y acepte un criterio para definir o no a una 
persona como pobre, que no solo dependa del acceso a oportunidades ya que, aunque se presentan 
oportunidades, no todos están preparados o determinados para usarlas. 
Al respecto Manuel Muñoz escribe: 
“Es también claro que la necesidad de tener indicadores de pobreza está dada por el propósito 
de disminuirla o erradicarla. Esto nos lleva a que el indicador o indicadores que se decida 
utilizar debe servir a este propósito y no es aceptable, por lo menos desde el punto de vista de 
la política social, entrar en discusiones eternas de si, por ejemplo, el indicador de NBI debe 
incluir la no tenencia del servicio de energía eléctrica, cuando sabemos que su inclusión o 
exclusión no cambia en forma significativa la cifra sobre magnitud de la pobreza. Es decir, 
cuando se proponen indicadores alternativos o algunas reformas a los existentes, esto se debe 
hacer en la creencia de que los cambios que se presentan sean significativos y nos ayuden a 
mejor captar la pobreza y a conocer más las características de las personas que las sufren” 
Manuel Muñoz en: (Corredor 1999) 
Sin embargo, esta es una tarea compleja. Según (Sen 1976) la medición de la pobreza 
enfrenta dos problemas: por un lado, la identificación de los pobres, es decir, la elección de un 
criterio que defina quien esta y quien no en situación de pobreza; y, por otro lado, la construcción 
de un índice de pobreza que utilice la información de la cual se dispone sobre los pobres. 
Para algunos sectores, la pobreza es un asunto de privación y puede ser entendida como la 
carencia de un mínimo de necesidades –bien sea solo nutricionales o con bienes y servicios como 
vivienda, salud, educación, etc-, a las que la población tiene derecho y la comunidad debe 
contribuir, en la medida de sus posibilidades, a satisfacerlas9. Es así como las políticas en la lucha 
 
9 Para Sen (1992) “Si la sociedad piensa que no se debe permitir que las personas mueran de hambre o de frío, entonces 
definirá la pobreza como la falta de comida y techo necesarios para conservar la vida. Si la sociedad siente que tiene 
15 
 
contra la pobreza mantendrán un equilibrio entre las posibilidades y deseos que tiene la comunidad 
para con sus conciudadanos. No obstante, estas políticas tienen serias barreras, ya que, por una 
parte, dependen de ir en la misma línea ideológica e incluso compartir –o por lo menos no afectar- 
los intereses de la organización política de turno y otras fuentes de poder, y por otra, debe tener 
clara la distancia entre lo que se “debe” satisfacer –entendido como necesidades de la población- 
y lo que se “puede” –limitado por el contexto y nivel de ingresos en que se encuentre la comunidad. 
Ante la necesidad de identificar a quienes hacen parte de los catalogados pobres, una primera 
aproximación a la pobreza para (Deaton 2015) tiene que ver con “El énfasis en lo que Amartya 
Sen llama ‘capacidades’ [que] conduce a un examen de la condición de estar libre de privaciones 
en términos de las posibilidades disponibles merced de las circunstancias objetivas, y no en 
términos de lo que la gente piensa o siente respecto de esas circunstancias.” 
1.2 Mediciones de pobreza 
Para tratar de identificar a los pobres, de acuerdo con (Sen 2014), las metodologías de 
medición de pobreza se pueden clasificar en: Mediciones indirectas, como la construcción de las 
líneas de pobreza monetaria; y mediciones directas, donde se incluyen los índices de pobreza 
multidimensional10. 
Para Sen, un concepto de pobreza apropiado debe contar con dos ejercicios bien definidos y 
conexos. Primero, un proceso de “identificación” donde por medio de una metodología se incluya 
a un grupo de individuos bajo la categoría de pobres; segundo, un proceso de “agregación” donde, 
con otra metodología, se integren las características de pobres en una imagen global de la pobreza. 
En este sentido, para Amartya Sen, 
“Si se acepta este enfoque, entonces la medición de la pobreza se hade considerar 
como un ejercicio descriptivo, que evalúa las penurias de las personas en términos de los 
estándares prevalecientes de necesidades. Es un ejercicio empírico y no ético, en el cual los 
hechos se relacionan con lo que se considera como privación y no directamente con las 
 
alguna responsabilidad de brindar a todas las personas una medida establecida de bienestar que vaya más allá de la 
simple supervivencia, por ejemplo, buena salud, entonces deberá añadir a la lista de cosas necesarias los recursos para 
prevenir o curar la enfermedad (…) En sociedades donde los ingresos son bajos, la comunidad difícilmente puede 
comprometerse más allá de la supervivencia física” 
10 En Colombia se incluyen dentro de estas metodologías el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) 
16 
 
políticas recomendadas. La privación referida tanto a aspectos relativos como absolutos” (Sen 
1992) 
Siguiendo con Sen, una buena medición de pobreza tiene que cumplir con los axiomas de 
monotonicidad11 y transferencia12. De acuerdo con algunas corrientes, la medición de la pobreza 
tiene que ver simplemente con calcular la cantidad de pobres, ya que esto expresa la relación entre 
el número personas (q) con un ingreso (𝑌𝑖) menor al definido como línea de pobreza (Z) sobre la 
población total (n). Sin embargo, para Sen, la pobreza adopta muchas formas, incluso la 
incapacidad de desarrollar “capacidades básicas en educación y salud”. (Sen 1985) 
𝐻 =
𝑞
𝑛
 
Según Sen, esta primera metodología enfrenta algunas limitaciones: 
“Esta ‘tasa de incidencia’ (H) tiene por lo menos dos serias limitaciones. En primer lugar, no 
da cuenta de la magnitud de la brecha de los ingresos de los pobres con respecto a la línea de 
pobreza: una reducción de los ingresos de todos los pobres, sin afectar los ingresos de los ricos, 
no modificará en absoluto la tasa de incidencia. En segundo lugar, es insensible a la 
distribución del ingreso entre los pobres; en particular, ninguna transferencia de ingresos de 
una persona pobre a una más rica puede incrementar esta tasa”. (Sen 1992) 
Un segundo indicador estudiado por Sen es la “brecha de pobreza”, que permite medir la 
brecha entre los ingresos de un individuo (𝑌𝑖) y la línea de pobreza (z). Así, podemos encontrar 
el índice de pobreza de la población basados en la brecha ponderada agregada de quienes están 
bajo la línea de pobreza. 
𝑔𝑖 = 𝑧 − 𝑦𝑖 
Basados en la cantidad de individuos que comparten esta brecha, se puede calcular lo que 
Sen llama “relación de brecha de ingreso”, que representa el faltante de ingresos promedio de la 
población bajo la línea de pobreza para llegar al ingreso (z) que define la línea de pobreza. 
 
11 Axioma de monotonicidad: Si lo demás se mantiene constante, la reducción del ingreso de una persona que se 
encuentre bajo la línea de pobreza debe aumentar el indicador de pobreza. 
12 Axioma de transferencia: Si lo demás se mantiene constante, transferencias de ingresos de una persona que se 
encuentre bajo la línea de pobreza a otra que se encuentre por encima de la línea de pobreza debe aumentar el indicador 
de pobreza. 
17 
 
𝐼 = ∑
𝑔𝑖
𝑞𝑧
𝑖∈𝑆(𝑧)
 
No obstante, para Sen el índice H no es sensible a la magnitud de la brecha de ingresos, 
mientras que el índice I no es sensible al número de pobres. Por esta razón, Sen propone el índice 
de pobreza derivado (P): 
𝑃 = 𝐻 [𝐼 + (1 − 𝐼)𝐺] 
Donde G es el coeficiente de Gini de la distribución de ingresos de los pobres. Este índice 
se entiende, según Sen, como: “I representa la pobreza medida por brecha proporcional entre el 
ingreso medio de los pobres y la línea de pobreza (…) además, existe la brecha ocasionada por la 
desigual distribución del ingreso medio, que se expresa mediante el coeficiente de Gini (G) de esa 
distribución multiplicado por la relación del ingreso promedio.” De igual forma “P se encuentra 
en el intervalo cerrado [0,1], 𝑃 = 0 si todos tienen un ingreso mayor que z, y 𝑃 = 1 si todos tienen 
un ingreso igual a cero”. Este indicador únicamente depende del ingreso de los pobres, es decir, es 
invariante a cambios en los ingresos de la población por encima de la LP. 
Por su parte, los países de la OCDE definen sus líneas de pobreza en términos relativos como 
el 50% del ingreso medio, lo que implica líneas de pobreza en términos de PPP del 2000, superiores 
a $30 dólares día. Para EEUU, las líneas de pobreza están basadas en una canasta mínima 
nutricional que para el 2008 se encontraba en $29 dólares día para un individuo solo. (Birdsall 
2010). 
En el caso Colombiano, según el (Consejo Nacional de Política Económica y Social 2012) 
la primera metodología para la construcción de líneas de pobreza monetaria en Colombia, se 
implementó en 1987, con modificaciones en 1998, 2005 y 2011; el indicador de Necesidades 
Básicas Insatisfechas (NBI) en 1987 y el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) en 2011. 
Esta diversidad en las metodologías de medición, que sin duda puede ampliarse, tiene 
defensores y contradictores en cada una de las opciones, lo que conlleva a preguntarnos ¿cuál es 
la metodología más apropiada para identificar acertadamente la magnitud de pobreza en nuestra 
sociedad? ¿Existe coherencia entre cada una de las metodologías? ¿Son comparables? A 
continuación, se presentará una breve descripción de las dos metodologías usadas en Colombia 
para medir la pobreza. 
18 
 
2. MEDICIONES DE POBREZA EN COLOMBIA 
2.1 Medición de pobreza monetaria 
La línea de pobreza (LP) y pobreza extrema (LI), se construyeron bajo la premisa que los 
pobres adquieren todo a través del mercado. Dicha medición permite ser fácilmente comparable 
con otros países y sus implicaciones son entendibles para el grueso de la población que no cuenta 
con amplios conocimientos técnicos, ya que sus resultados se definen con base en si un individuo 
o grupo familiar tiene más o menos ingresos que el valor que define cada una de las líneas. 
 
Ilustración 1: La distribución de esta ilustración se presenta únicamente como ejemplo para el lector. No corresponde a una 
distribución de ingresos especifica. La población cuyos ingresos se encuentren entre 0 y el valor establecido para la LI serán 
catalogados en extrema pobreza; ya que la pobreza y pobreza extrema no son excluyentes, aquellos cuyos ingresos se encuentren 
entre 0 y la LP serán catalogados pobres. 
 
19 
 
La medición de la pobreza monetaria se basa en el ingreso per cápita de la unidad de gasto13, 
los valores de línea de pobreza (LP) y línea de indigencia (LI). En los ingresos se tienen en cuenta 
los salarios, ganancias y honorarios, ingresos en especie, otras fuentes de ingreso y transferencias 
monetarias gubernamentales. No se incluyen transferencias gubernamentales en especie. 
Primero se define la LI desde la valoración de los hábitos de consumo de un segmento 
denominado población de referencia. Se seleccionan los alimentos de mayor consumo14 y se 
ajustan cantidades consumidas, de tal forma que cumpla con un mínimo de calorías15 dado por la 
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de 
la Salud (OMS). Posteriormente, se valora la canasta basados en los precios recolectados por la 
Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos (ENIG). El valor de la canasta se define como la LI. 
Para Sen, es “difícil trazar una raya en alguna parte. Los llamados ‘requerimientos 
nutricionales mínimos’ encierran una arbitrariedad intrínseca que va mucho más allá de las 
variaciones entre grupos y regiones”, esto ya que, si bien es relativamente fácil elegir una dieta de 
costo mínimo que cubra los requerimientos nutricionales básicos con unos bienes específicos, “la 
dieta resultante es de un costo exageradamente bajo, pero monótona en grado monumental, y los 
hábitos alimentariosde la gente no están determinados en la realidad por tales ejercicios de 
minimización de costos”. Los ingresos necesarios para cumplir estos requerimientos nutricionales 
dependerán de los hábitos de consumo del individuo. (Sen 1992) 
Con el más reciente cambio metodológico, según el (Consejo Nacional de Política 
Económica y Social 2012) se corrigen sesgos originados por tres situaciones: Omisión de la 
información de ingresos, reporte de valores extremos y falsa declaración de ingresos con monto 
cero. Dicho ajuste se realiza entre poblaciones homogéneas, imputando un valor de ingreso de 
quienes no presentan los problemas mencionados a otros que si lo tienen. Finalmente, el ingreso 
 
13 “La unidad de gasto hace referencia a la persona que atiende sus propios gastos, o al grupo de personas que 
comparten la vivienda y tienen arreglos para satisfacer en común sus necesidades esenciales (gastos de alimentación, 
servicios de la vivienda, equipamiento y otros gastos del hogar”. DANE. 2009. Metodología Encuesta de Nacional de 
Ingresos y Gastos 2006-2007. Número 84. Pág. 16. 
La unidad de gasto a diferencia del hogar no contempla: Empleado(a) del servicio doméstico; Parientes del servicio 
doméstico; Trabajador; Pensionista. 
14 “Un alimento hace parte de la canasta básica de alimentos si: 1) Lo consume el 30% o más de los hogares, 2) 
representa por lo menos 1% del total de gastos en alimentos y 3) Aporta por lo menos 1% del total de calorías 
consumidas.” Compes 150. Bogotá, mayo 28 de 2012. 
15 Las necesidades energéticas mínimas totales por persona es 1.680kcal/día. Ver “Metodología de la FAO para medir 
la privación de alimentos. Actualizando las necesidades energéticas mínimas” Roma, Octubre de 2008. 
20 
 
total de la unidad de gasto se divide entre los miembros que la conforman, para hallar así el ingreso 
per cápita de la unidad de gasto. 
Para determinar la LP, se multiplica la LI por el coeficiente de Orshansky, el cual resulta de 
dividir el gasto total entre el gasto en alimentos. Al respecto, existen serias diferencias a la hora de 
definir cuál debería ser el grupo poblacional que se debe tener en cuenta para calcular dicho 
coeficiente. La MESEP presenta dos posibilidades para estimar el Coeficiente de Orshansky: De 
manera endógena, cuya fuente primaria está basada en la ENIG 2006-2007, en el cual los 
resultados son 2.87 en lo urbano y 2.09 en lo rural; Y de manera exógena, cuya fuente secundaria 
son los datos estimados por la CEPAL para los países de América Latina, cuyos resultados son en 
promedio con pauta depurada16 para la zona urbana 2.417 y para la zona rural 2.1. 
Según la MESEP, tanto las estimaciones a partir de la ENIG 2006-2007 como los de la EIG 
1994-1995 superan los valores endógenos estimados por la CEPAL. Por esta razón, “con el fin de 
utilizar un CO que resultara más comparable al promedio de los países de la región, la MESEP 
tomo la decisión de adoptar un Orshansky exógeno para la zona urbana de 2.4, igual al promedio 
de América Latina. Para la zona rural la MESEP partió del Orshansky exógeno, pero mantuvo la 
proporcionalidad urbana/rural observada en los Orshansky endógenos. El valor resultante del CO 
es 1.74.” (MESEP 2012) 
Ahora bien, la MESEP en un análisis de consistencia de la ENIG 2006-2007 encontró serias 
dificultades asociadas a la definición de un coeficiente de Orshansky endógeno a partir de una 
información subreportada del gasto en alimentos (MESEP 2012, p. 34). Sin embargo, un 
Orshansky exógeno aleja la estadística del verdadero contexto colombiano y las condiciones de 
vida de su población, a la vez que, si el argumento para tomar un coeficiente de Orshansky exógeno 
se sustenta en la mala calidad de los datos18 proporcionados por la ENIG 2006-2007, se cuestiona 
por qué se utilizó para deducir de ella la canasta de alimentos. De esta manera el Orshansky de 2.4 
 
16 El promedio con pauta depurada hace referencia a que la Cepal excluye algunos rubros no esenciales. 
17 Según Casas y Muñoz (2017) “Si para el cálculo del CO se hubiese tomado el promedio de América Latina se habría 
obtenido un coeficiente de 2.6 (…) al aplicar el criterio de la CEPAL, denominado pauta depurada, se suprimió el 
dato de Brasil, dando como resultado 2.35, pero se ajustó y quedó en 2.4” 
18 La (MESEP 2012) cita la evaluación realizada por Cortés (2009) para sostener que la ENIG 2006-2007 es 
internamente consistente, pero qué, no obstante, el rubro de alimentos está subestimado. 
21 
 
es similar al de Paraguay, país cuyo PIB es apenas el 10% del PIB Colombiano y su PIB per-cápita 
representó el 70% del colombiano para 2016. 
“La retórica de los alimentos era y continúa siendo conveniente porque las personas tienden 
a igualar la pobreza con el hambre, y quizás estén más de acuerdo con las transferencias a 
los pobres cuando piensan que están haciendo transferencias a los pobres que no tienen 
suficiente para comer. Los cálculos basados en la nutrición hacen que la línea de pobreza 
parezca una línea de “expertos”, aunque en verdad no hay expertos en lo que “necesita” una 
familia pobre… excepto quizás una familia pobre.” (Deaton, p.208, 2015) 
De acuerdo con (Casas and Muñoz 2017) existen importantes diferencias entre la Nueva 
Metodología (NM) propuesta por la MESEP y la Anterior Metodología (AM). En primer lugar, 
mientras la NM estimó una sola LP y LI, la AM estimó 13 LI y 13 LP para cada una de las 
principales ciudades; Además, la NM situó la población de referencia (PR) entre los percentiles 
30 a 59, en cuanto la AM la situaba entre los percentiles 1 a 25; De igual forma, la NM relajó los 
criterios de inclusión de alimentos que compusieron la canasta de alimentos, a diferencia de la AM 
que hacía el esfuerzo de elegir una canasta barata, pero respetaba los hábitos alimenticios de cada 
PR, de esta manera, en la NM la canasta se ajusta en calorías como lo recomienda la FAO, mientras 
en la AM se superan los requerimientos de algunos nutrientes privilegiando los hábitos efectivos 
de la población; Así mismo, la NM utilizó los mismos precios para el dominio urbano, por lo que 
subestimó la pobreza de las grandes ciudades, en cuanto la AM los precios que se utilizó fueron 
correspondientes a cada dominio; Finalmente, la NM usó un Coeficiente de Orshansky exógeno 
mientras la AM usaba el Coeficiente de Engel. 
A continuación se presenta una tabla tomada de (Casas and Muñoz 2017) con las principales 
diferencias entre la NM y la AM para el cálculo de LP y LI. 
 
 
 
 
 
22 
 
LÍNEA PASO SUB–PASOS 
METODOLOGÍA 
AM NM 
INDIGENCIA 
CANASTA 
NORMATIVA 
DE 
ALIMENTOS 
i) Requerimiento calórico 
promedio por persona (umbral) 
Dominio Urbano 2297 2049 
Dominio Rural 2262 2090 
ii) Requerimiento proteínas 
promedio por persona (umbral) 
Dominio Urbano 62 NO 
Dominio Rural 61 NO 
iii) Selección Población de 
Referencia 
Dominio Urbano 1–25. 30–59 
Dominio Rural 1–100 30–59 
iv) Diseño y establecer contenido 
N° Grupos 
Alimentarios 
9/10*. 9 
Criterios de 
inclusión 
alimentos 
4 3 
Detalles de la dieta SI NO 
v) Costo de la canasta Precios implícitos Media Mediana 
ACTUALIZACIÓN LÍNEA: 
IPC** de 
alimentos 
IPC de 
alimentos 
POBREZA 
FÓRMULA LP=LI/CE*** LP=(LI)(CO) 
ACTUALIZACIÓN LÍNEA: 
IPC de 
alimentos 
IPC ingresos 
bajos 
AJUSTE A CUENTAS NACIONALES SI NO 
ENCUESTA DE INGRESOS Y GASTOS 
1994–1995 y 
PS 2003**** 
2006–2007 
* La canasta rural siguió la metodología de la CEPAL, y por eso incluyó 10 grupos alimentarios. 
** Índice de precios al consumidor. 
*** Coeficiente de Engel. 
**** Encuesta de primer seguimiento al programa denominado “Familias en acción”, de 2003. 
Fuente: Tomada de (Casas and Muñoz 2017) 
Según el DANE19, en Colombia la incidencia de la pobreza20 para el total nacional, en 2016 
se ubicó en 28%, tomando comobase el valor de la línea de pobreza monetaria para un hogar de 
cuatro personas en $966.692 (costo per cápita mínimo $241.673), lo que implica que el año pasado 
13’268.000 personas tuvieron ingresos por debajo de la LP. Por su parte, la población en extrema 
pobreza represento el 8,5%, tomando como base el valor de la línea de pobreza extrema monetaria 
para un hogar de cuatro personas en $458.768 (costo per cápita mínimo de $114.692), lo que 
significó que 4’003.000 personas el año pasado estuvieron bajo indigencia. 
 
19 Responsable de calcular y publicar los resultados de las dos mediciones oficiales de pobreza en Colombia: Pobreza 
Monetaria y Pobreza Multidimensional. 
20 Porcentaje de la población que tiene un ingreso per cápita en el hogar por debajo de la LP en relación a la población 
total. 
23 
 
 
Ilustración 2, Fuente DANE, Pobreza y condiciones de vida, Elaboración propia. Para los años 2006 y 2007 no hay datos 
disponibles, ya que dejo de calcularse mientras hacían los cambios metodológicos. 
 
La situación es más crítica en las zonas rurales con 38,6% de la población bajo LP y 18,1% 
bajo LI, frente a las cabeceras con 24,9% y 5,6% respectivamente. Esta brecha, cuya diferencia 
entre los índices de pobreza en zonas rurales y cabeceras, representó en 2002 el 36% y para el 
2016 continuó un acelerado crecimiento, superando incluso el 55%. De igual forma, esta diferencia 
fue aún más notoria en pobreza extrema, la cual paso del 171% al 223% para el mismo periodo. 
Lo anterior ratifica -empeorando con los más recientes resultados del Censo Nacional 
Agropecuario-, un constante abandono total del campo por parte las autoridades nacionales21. 
 
 
21 Según el Censo Nacional Agropecuario 2014, solo el 9.6% de los productores agrícolas recibieron algún tipo de 
asistencia técnica, solo un 11% solicito un crédito agropecuario, el 73% de los menores de 5 años en el campo no 
asiste a un jardín, el analfabetismo en personas mayores a 15 años alcanza el 11.5%, el 41.1% de las áreas censadas 
está en poder del 0.4% de los propietarios, el 83.3% no tiene maquinaria para realizar sus diferentes actividades 
agropecuarias. 
0%
20%
40%
60%
80%
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
POBREZA MONETARIA
Nacional Cabeceras
Centros poblados y rural disperso 13 ciudades y A.M.
Otras cabeceras
24 
 
 
Ilustración 3, Fuente DANE, Pobreza y condiciones de vida, elaboración propia. Para los años 2006 y 2007 no hay datos 
disponibles, ya que dejo de calcularse mientras hacían los cambios metodológicos. 
 El solo hecho de que esta metodología no tenga en cuenta otras dimensiones, fomenta un 
amplio debate sobre su pertinencia. Por lo anterior, sin importar la forma en que se haya construido 
la LP, esta terminara por subestimar la pobreza (Corredor, 1999). Entonces, el problema de las 
líneas de pobreza no está dado por su plausibilidad, sino por su falta de legitimidad. No hay 
ninguna garantía de que un individuo acepte determinada línea de pobreza como un punto limítrofe 
razonable que separe a una persona pobre de una no pobre. “No sabemos en realidad donde debería 
estar la línea de pobreza; sin embargo, su posición precisa hace una enorme diferencia”22 (Deaton 
2015). 
 
 
22 Un ejemplo claro es lo sucedido en la India tras los cambios metodológicos implementados a la medición propuesta 
por el economista P.C. Mahalanobis. Ver: El gran escape. Angus Deaton, (2015) Pág, 285 
0%
20%
40%
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
POBREZA EXTREMA MONETARIA
Nacional Cabeceras
Centros poblados y rural disperso 13 ciudades y A.M.
Otras cabeceras
25 
 
2.2 Medición de la pobreza multidimensional 
Para Sen, la identificación de los pobres por medio de unas “necesidades básicas” utiliza dos 
métodos. Por un lado, el ya visto “método del ingreso”, que toma una línea de ingreso con la que 
se puede acceder a una canasta básica, y donde la población que se encuentre por debajo de esta 
línea será catalogada pobre. Este método permite aislar aspectos culturales o ideológicos que 
impidan al individuo satisfacer su canasta básica aun cuando tiene los ingresos para hacerlo. Por 
otra parte, el “método directo”, donde se tiene en cuenta si la canasta de consumo actual del 
individuo satisface o no las necesidades básicas; este no toma como base ningún supuesto de 
comportamiento o elección del consumidor, ni siquiera tiene en cuenta niveles de ingreso (Sen 
1992). 
Además, se puede decir que, aunque las economías han crecido en los últimos años, no 
siempre los indicadores de pobreza reflejan este crecimiento con una reducción en su medición. 
Incluso con avances visibles en acceso a educación y servicios públicos, entre otros indicadores 
sociales, los ingresos de la población en términos reales no han mejorado significativamente. 
Por esta razón, se implementó el concepto de pobreza multidimensional (Alkire and Foster 
2007, 2011), el cual observa patrones de pobreza distintos a la pobreza monetaria, al reflejar 
múltiples conjuntos de privaciones. Mediante esta metodología se considera pobre a quien carece 
de x número de variables del total de las supuestas. 
En este sentido, el IPM fue desarrollado para Colombia por el Departamento Nacional de 
Planeación (DNP)23 basados en la metodología de (Alkire and Foster 2007, 2008, 2011). Dicho 
indicador consta de 5 dimensiones con ponderaciones iguales: 
 
23 El IPM es un complemento del NBI en Colombia. 
26 
 
 
Fuente: Conpes 150, Mayo 2012. Elaboración propia. 
Con el IPM, un hogar y cada individuo que la compone se considera pobre si carece de al 
menos 5 de las 15 variables, según su ponderación sobre el índice. Pero, debe considerarse que, 
carecer de alguna de estas variables que se consideran básicas, hacen al individuo pobre en cierto 
sentido y no dejará de serlo porque en otras de las variables consideradas básicas no existan las 
mismas carencias. 
Algunas críticas sostienen que dicha metodología –aunque podría decirse que todas- puede 
considerarse arbitraria, ya que no son claros los fundamentos bajo los cuales se determinan las 
dimensiones a evaluar y su respectiva ponderación dentro del índice, así como la razón por las que 
se excluyen muchas otras dimensiones y variables. En la literatura, cada dimensión tiene igual 
peso, lo que se cuestiona ya que no es equiparable la dimensión en alimentación con una en 
integración social. El umbral multidimensional define quienes están privados y quienes no, es 
discrecional y tiene que ver con el comportamiento de los datos. 
Sin embargo, parafraseando lo dicho por Muñoz en (Corredor, 1999) sobre esta misma 
critica al NBI, “El hecho de que el método le de la misma importancia a cada indicador simple no 
es, de por si criticable ya que los bienes o servicios que se han incluido en el indicador se 
Condiciones 
educativas del 
hogar (0.2)
Bajo logro educativo 
(0.1)
Analfabetismo (0.1)
Condiciones de 
la niñez y 
juventud (0.2)
Inasistencia escolar 
(0.05)
Rezago escolar (0.05)
Barreras de acceso a 
servicios para el 
cuidado de la primera 
infancia (0.05)
Trabajo infantil (0.05)
Trabajo (0.2)
Desempleo de larga 
duración (0.1)
Empleo informal (0.1)
Salud (0.2)
Sin aseguramiento en 
salud (0.1)
Barreras de acceso a 
servicio de salud (0.1)
Servicios 
públicos 
domiciliarios y 
condiciones de 
la vivienda (0.2)
Sin acceso a fuente de 
agua mejorada (0.04)
Inadecuada 
eliminación de excretas 
(0.04)
Pisos inadecuados 
(0.04)
Paredes exteriores 
inadecuadas (0.04)
Hacinamiento critico 
(0.04)
27 
 
consideran todos básicos ¿Por qué deberían tener ellos distinta importancia?”, lo mismo podría 
comentarse sobreel IPM. 
De igual forma existe un sistema cultural que no es fácilmente medible. Por ejemplo, para la 
CAOI24 “vivir bien va mucho más allá de la sola satisfacción de necesidades (…), más allá del 
mismo bienestar basado en la acumulación de bienes”. El IPM definió vivienda inadecuada como 
piso en tierra y paredes en madera burda, tabla, tablón, guadua, otro vegetal, zinc, tela, cartón, 
desechos o no tiene paredes; lo cual difiere mucho de la concepción que tienen de vivienda los 
pueblos indígenas, quienes consideran digna una vivienda rodeada de bosques, agua y fauna25. 
La población puede no considerarse pobre bajo la metodología del IPM en relación con sus 
capacidades26. Sin embargo, mientras no supere la pobreza por ingresos, no alcanzará autonomía 
y dependerá del asistencialismo para alcanzar una vida digna. 
La carencia de datos robustos y comparables entre individuos genera dificultades para la 
determinación y precisión de los índices de pobreza multidimensional, específicamente en la 
selección de las dimensiones que se deben tener en cuenta. Es claro que, a mayor número de 
variables identificadas, medibles y analizadas en este indicador, se pueden focalizar políticas 
públicas más eficientes en la lucha contra la pobreza, más aún si estas dimensiones están 
interconectadas entre sí. 
En el más reciente estudio de (Oxford Poverty & Human Development Initiative (OPHI) 
CAF 2016) se proponen cinco dimensiones faltantes en el análisis de la pobreza: Empoderamiento 
y agencia, Seguridad física, empleo y calidad del trabajo, la posibilidad de ir por la vida sin sufrir 
vergüenza o humillación por ser pobre, conectividad social, y bienestar psicológico y subjetivo. 
El estudio sugiere que estos indicadores tienen especial validez ya que gozan de criterios como 
comparabilidad internacional, evaluación de aspectos instrumentales y valores intrínsecos, e 
identifican cambios en cada dimensión a través del tiempo. Aunque se presentan razones de por 
 
24 Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas. Ver Buen Vivir / Vivir bien. Filosofía, políticas, estrategias y 
experiencias regionales andinas. 2010 
25 El Departamento para la Prosperidad Social planteó el Índice de Pobreza Multidimensional para población indígena 
de Colombia, donde se revisan las variables, puntos de corte, y dimensiones adicionales para el IPM nacional, teniendo 
en cuenta preferencias y necesidades de la población indígena, con base en consensos sociales, grupos focales y 
aspectos empíricos. 
26 En términos de Sen. Ver Desarrollo y Libertad. 1998. 
28 
 
qué deberían evaluarse estas dimensiones, persiste el debate de por qué otras variables no se 
incluyen, como lo son: efectos del medio ambiente, participación política, entre otras27. 
Dimensión Pobreza en esta dimensión 
Empoderamiento y agencia Actuar bajo presión u obligación 
Seguridad física Ser víctima de robo a la propiedad, violencia física o 
muerte 
La capacidad de ir por la vida sin sentir 
vergüenza 
Estigma de la pobreza, discriminación, humillación, 
falta de dignidad, discriminación 
Calidad del empleo Informalidad, malas condiciones en el lugar de 
trabajo, subempleo 
Conectividad social Aislamiento social, falta de redes de protección, 
contactos sociales, soledad 
Bienestar psicológico y subjetivo Falta de significado en la vida, anomia, insatisfacción 
Elaboracion propia con base en información de (Oxford Poverty & Human Development Initiative (OPHI) CAF 2016) 
 Ahora bien, demos tener en cuenta que gran parte de los indicadores teóricamente deseables 
no se pueden construir por falta de información confiable y adecuada, por lo que los indicadores, 
en muchas ocasiones, deben ajustarse a los datos disponibles. Además, aunque es posible que se 
ajusten los sistemas de recolección de datos para ampliar las dimensiones, lo cierto es que existe, 
en algunos casos, indisposición de los sujetos hacia cierto tipo de preguntas. 
Según el DANE, en Colombia el porcentaje de personas en situación de pobreza para el total 
nacional en 2016, bajo pobreza Multidimensional, se ubicó en 17,8%, es decir, 8’586.000 
personas, siendo en las cabeceras de 12,1% y en la zona rural 37,6%. 
 
 
27 En algunos casos la no inclusión de estas variables se debe a aspectos como la dificultad en su medición o su alta 
correlación con otras variables ya incluidas. 
29 
 
 
Ilustración 4, Fuente DANE, Pobreza y condiciones de vida, elaboración propia 
La brecha entre las zonas rurales y las cabeceras es igualmente, o incluso más preocupante, 
cuando se observa desde la métrica de pobreza multidimensional, donde el sector rural tiene el 
doble de pobreza que las cifras nacionales y más de tres veces que el índice urbano. Incluso más 
crítico, es que esta inequidad se ha venido profundizando en tan solo seis años que se tienen de 
medición, pasando de una diferencia entre los dos índices rural y urbano, del 126% en el 2010 a 
cerca del 211% en 2016. 
De 2010 a 2016 se ha presentado una mejora gradual en cada una de las dimensiones 
evaluadas, con excepción de desempleo de larga duración la cual tuvo un ligero incremento 
pasando de 9,9% a 10,8% respectivamente. Las variables que presentan los avances más 
importantes son: Sin seguridad en salud, pasando de 21% en 2010 a 9,6% en 2016; Bajo logro 
educativo, pasando de 55,4% en 2010 a 46,4% en 2016; y trabajo informal, pasando de 80,9% en 
2010 a 73,6% en 2016. Otras de las variables donde se han visto avances significativos son: Rezago 
escolar y hacinamiento crítico. Sin embargo, las demás variables que se pueden observar en la 
Ilustración 5 no han visto mayores cambios en los 6 años de medición. 
0%
20%
40%
60%
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
POBREZA MULTIDIMENSIONAL
Nacional Cabecera Centros poblados y rural disperso
30 
 
 
Ilustración 5, Fuente DANE, Pobreza y condiciones de vida, elaboración propia 
 
 
0,0% 20,0% 40,0% 60,0% 80,0%
Analfabetismo
Bajo logro educativo
Barreras a servicios para cuidado de la primera infancia
Barreras de acceso a servicios de salud
Desempleo de larga duración
Hacinamiento crítico
Inadecuada eliminación de excretas
Inasistencia escolar
Material inadecuado de paredes exteriores
Material inadecuado de pisos
Rezago escolar
Sin acceso a fuente de agua mejorada
Sin aseguramiento en salud
Trabajo infantil
Trabajo informal
MD POR VARIABLES
2010 2016
31 
 
3. VULNERABILIDAD 
Son muchos los trabajos que se han realizado en torno al concepto de pobreza, y las políticas 
se orientan sobre como compartir el crecimiento y la riqueza, focalizados en términos pro-pobres28 
como primordial segmento de la población en la cual focalizar políticas públicas. No obstante, se 
torna importante dar un giro, complementario más no excluyente, para prestar más atención en 
quienes no son catalogados ni como ricos ni como pobres, la llamada clase media (Birdsall 2010). 
Para Birdsall, en muchos casos puede que no existan importantes desventajas entre los 
beneficios que obtienen los pobres o la clase media en cuanto a las políticas económicas 
implementadas. La verdadera desventaja podría estar entre los ricos y el resto, y entre la estabilidad 
en el corto plazo o el alto crecimiento agregado que preserva el status quo, beneficiando una 
pequeña minoría en la parte superior de la distribución de los ingresos. 
Birdsall define como clase media a quienes ganan el equivalente a $1029 dólares al día o más, 
pero que además se encuentran en el percentil 95 de la distribución de ingresos en su propio país. 
Las personas que ganan menos de $10 dólares30 día conforman la población catalogada pobre, y 
quienes se encuentran por encima del percentil 95 son clasificados como “ricos”. En 
contraposición, trabajos como los de (Banerjee and Duflo 2008) y (Ravallion 2010), citados por 
Birdsall,definen la clase media como aquellos que ganan entre $2 y $10, y entre $2 y $13 dólares 
al día respectivamente, es decir, quienes han escapado de la línea de pobreza reconocida por el 
Banco Mundial: $2 dólares día. 
Durante las crisis se produce un considerable aumento de la pobreza, especialmente porque 
una importante proporción de los no pobres son vulnerables a descensos de la economía. Aquí 
Birdsall cita a (Kanbur and Lustig 2000), quienes sostienen que esto se debe a que el ingreso 
permanente de esta porción de la población es tan bajo que no tienen la posibilidad de acumular 
ahorros para prevenir y afrontar momentos de dificultad. Si una proporción de la población escapa 
de la línea de pobreza, se espera que adquiera en cierta medida seguridad económica, lo cual para 
 
28 Birdsall lo define como crecimiento con beneficios para los pobres, al menos tanto o más, que para el resto de la 
población. 
29 En términos de poder de paridad de compra de 2005 
30 Birdsall toma como valor mínimo para ser clase media un único valor absoluto y no uno relativo a cada economía 
dado que en economías relativamente abiertas las poblaciones son vulnerables a factores tanto externos como internos, 
a la vez que se presentan algunos estándares de consumo a nivel global. 
32 
 
Birdsall implica que, durante los ciclos negativos de la economía, incluso ante factores de riesgo 
individual como enfermedad o pérdida de empleo, los hogares no tengan que vender sus activos, 
sacar a los niños del colegio, entre otras medidas que afecten su bienestar y futuro, para combatir 
la situación inesperada. 
Cabe anotar, que países de ingresos medios y bajos, como Colombia, tienen mayor 
probabilidad de sufrir shocks económicos31, por tanto, mayor exposición de sus poblaciones 
vulnerables ante variables que no pueden controlar. Birdsall cita a Hausmann, quien sostiene que 
los choques externos tienden a producir crecimientos acelerados que pueden ser ampliamente 
favorables, pero que, en ultimas, son solo temporales (Hausmann, Pritchett, and Rodrik 2005). 
En este sentido, la vulnerabilidad comprende la capacidad, inseguridad y sensibilidad de los 
individuos para responder ante situaciones de cambios no previstos o planificados, estas 
capacidades tienen que ver con la resistencia o ajuste ante crisis (Moser 1998). Otros la entienden 
como la magnitud en que se ve perjudicado un individuo ante un determinad evento, con el 
agravante que algunos individuos pueden no reponerse a choques transitorios y por tanto enfrentar 
efectos permanentes (Dercon 2005). 
Por otra parte, la vulnerabilidad es manifestada no solo por cierta exposición a 
perturbaciones o peligros, sino que comprende la sensibilidad y resistencia del sistema en que están 
presentes estos riesgos. La comprensión de la relación entre el entorno humano y la vulnerabilidad 
de sus individuos es uno de los ejes principales en el camino hacia la sostenibilidad, bien sea 
económica, social, política o ambiental. Para (Turner et al. 2003) la vulnerabilidad es el grado al 
cual un sistema, subsistema o componente de un sistema probablemente experimentan un daño 
debido a la exposición a un riesgo, perturbación o tensión. 
Dado lo anterior, (Turner et al. 2003) presentan dos modelos: risk-hazard (RH) y pressure-
and-release (PAR), que han sido ampliamente usados en varias investigaciones. El primero 
procura entender el impacto de un riesgo en función al acontecimiento del riesgo y la respuesta de 
sensibilidad del individuo expuesto. Sin embargo, cuenta con deficiencias como: (1) no se ocupa 
de los medios por los cuales los sistemas en cuestión amplifican o atenúan los impactos del riesgo, 
(2) no tiene en cuenta diferencias entre los sistemas expuestos que implican consecuencias 
 
31 Perry (2009) citado por Birdsall (2010) 
33 
 
variables ante los peligros y (3) el rol de la política económica, especialmente en estructuras 
sociales e instituciones en los diferentes grados de exposición y consecuencias. Al reconocer estas 
debilidades se condujo al segundo modelo, en el cual se define el riesgo como una función de la 
perturbación y la vulnerabilidad de la unidad expuesta. Este modelo acentúa las diferencias en la 
vulnerabilidad por los diferentes individuos expuestos, por ejemplo, la clase, la etnia, la raza, el 
sexo, etc. 
De acuerdo con esto, el concepto de vulnerabilidad está enmarcado en: (i) Exposición: con 
componentes como individuos, hogares, clases, estados, etc; y características como frecuencia, 
magnitud, duración, etc. (ii) Sensibilidad: con condiciones humanas como población, 
instituciones, estructuras económicas, etc; y condiciones ambientales como recursos naturales, 
clima, entre otros. (iii) Resiliencia: incluye reacción, impacto, ajustes y adaptación. Este marco 
intenta demostrar las complejas y múltiples interacciones que se ven involucradas en el análisis de 
la vulnerabilidad. (Turner et al. 2003). 
Ahora bien, como también interesa su medición, según (Lopez-Calva y Ortiz-Juarez 2014), 
podemos catalogar las clases sociales en cuatro grupos según su nivel de ingreso per cápita: 
“(1) Pobres: hogares con un ingreso per cápita por debajo de la línea de pobreza (US$4,06 
PPA); (2) Vulnerables: hogares con un ingreso per cápita entre la línea de pobreza (LP) y 
US$10PPA; (3) Clase media: hogares con un ingreso per cápita entre US$10 y US$50 PPA y 
(4) Clase alta: hogares con un ingreso mayor a US$50 PPA” (R. Angulo, A. Gaviria, L. Morales 
2013) 
Siendo la clase vulnerable aquellos individuos que superaron la línea de pobreza pero que 
continúan con una alta probabilidad de recaer en la pobreza ante choques globales o 
idiosincráticos. Según (R. Angulo, A. Gaviria, L. Morales 2013) esta metodología soluciona 
algunas inconsistencias de las metodologías que establecen el límite inferior de la clase media muy 
cerca de la línea de pobreza32, ya que no se puede catalogar como clase media a los hogares que 
superan apenas marginalmente los ingresos de LP. 
Para el caso colombiano, el DNP define la vulnerabilidad como: “grado en el cual un hogar 
o individuo sufre o puede sufrir uno o más episodios de pobreza o la per 
 
32 Ver (Banerjee and Duflo 2009) 
34 
 
sistencia de esta como consecuencia de un estímulo o shock”, siendo así una dimensión de 
la pobreza. Como ya se mencionó, el Plan Nacional de Desarrollo “Todos por un Nuevo País” 
utiliza para Colombia la LP como límite inferior y US$10 PPA como límite superior para 
identificar a la clase vulnerable. 
Bajo estas condiciones, aunque hay importantes avances en la reducción de pobreza, según 
(R. Angulo, A. Gaviria, L. Morales 2013), al 2011 casi tres cuartas partes de la población 
colombiana era “pobre” o “vulnerable” -bajo las líneas de (Lopez-Calva and Ortiz-Juarez 2014)-, 
y el ritmo al que reducimos la pobreza es inferior al del promedio de América Latina. 
El concepto de vulnerabilidad, bien parece ser oportuno y necesario para una adecuada 
separación de la clase pobre de la clase media. En palabras de (R. Angulo, A. Gaviria, L. Morales 
2013): “los hogares vulnerables pueden, como resultado de choques globales o idiosincrásicos, 
caer fácilmente en la pobreza, los hogares de clase media son por el contrario mucho menos 
vulnerables y puede suponerse entonces que han abandonado la pobreza de manera casi 
definitiva”. 
 A pesar de ello, la vulnerabilidad tiene algunas dificultades en su medición, ya que, de 
acuerdo con (Sen 1992): “El marco de la comparación no es independiente, desde luego, de la 
actividad política en la comunidad estudiada, ya que el sentimiento de privación de una persona 
está íntimamente ligado a sus expectativas, a su percepción de lo que es justo y a su noción de 
quién tiene derecho a disfrutar qué”.35 
 
4. PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO 
Para el presente estudio, se presentará un criterio comparativo basado en las condiciones y 
calidad de vida de las poblaciones en pobreza y vulnerabilidad, tomando como fuente de datos la 
Encuesta de Calidad de Vida (ECV) de 2016, cuya muestra es representativa para el total nacional. 
La ECV 2016 se realiza en 10 dominios: Bogotá DC., Antioquia, Valle, Región Atlántica, Región 
Oriental, Región Central, Región Pacifica, San Andrés, Orinoquia-Amazonia y Buenaventura. 
Cada desagregación es representativa a nivel de cabecera (área metropolitana, área urbana y 
cabecera municipal) y centros poblados – rural disperso (centros urbanos, caseros, inspecciones 
de policía, corregimiento municipal y área rural dispersa. 
La ECV 2016 recopila datos importantes de múltiples variables, para lo cual plantea un 
formulario que consta de 13 capítulos y 299 preguntas. Los capítulos recolectan información de: 
A) Identificación y control, B) Datos de la vivienda, C) Datos del hogar, D) Características y 
composición del hogar, E) Salud, F) Cuidado de niños y niñas menores de 5 años, G) Educación, 
H) Fuerza de trabajo, I) Tecnologías de información y comunicación, J) Trabajo infantil, K) 
Necesidades jurídicas, L) Tenencia y financiación de la vivienda que ocupa el hogar, M) 
Condiciones de vida del hogar y tenencia de bienes. 
Así mismo, se considerará el concepto de pobreza y extrema pobreza sujeto a la medición 
de pobreza monetaria dada por el DANE para 2016, es decir, hablamos de pobres refiriéndonos a 
quienes reciben menos de $966.692 para un hogar de cuatro personas o $241.673 per cápita al mes 
-$266.043 para las cabeceras y $159.543 para las áreas rurales-, y de indigencia (extrema pobreza) 
a quienes reciben menos de $458.768 para un hogar de cuatro personas o $114.692 per cápita al 
mes -$119.685 para las cabeceras y $97.867 para las áreas rurales-. 
De igual forma, de acuerdo con el planteamiento del Plan Nacional de Desarrollo Todos por 
un Nuevo País, nos referimos como vulnerables a aquellas personas que no son pobres por la 
medición monetaria, pero cuyos ingresos son menores a US$ 10 PPA33 per cápita diario, como 
clase media aquellos con ingresos entre US$ 10 y US$ 50 PPA per cápita diario; y como clase alta 
aquellos con ingresos de más de US$ 50 per cápita diario. 
 
33 El Poder de Paridad Adquisitivo (PPA) estimado por el Banco Mundial como factor de conversión para Colombia 
en 2015 fue de $ 1.200,75 Consultar: http://wdi.worldbank.org/table/4.16 
36 
 
De esta manera, nuestro enfoque será sobre los 7’200.000 colombianos que según la 
metodología propuesta en el trabajo de (Casas and Muñoz 2017) siguen bajo condiciones de 
pobreza, pero que ahora reciben el nombre de población vulnerable, definida según el DNP como: 
“el grado en el cual un sistema o una población resultan o pueden resultar perjudicados o 
deteriorados como consecuencia de un estímulo o shock (Turner 2003).”34 De acuerdo a los 
estudios enfocados en población vulnerable, se ha comprendido que no solo tiene impactos en el 
bienestar, sino que además se convierte en causa de pobreza o persistencia de la misma. 
Para lo anterior se tomó las LI y LP construidas por (Casas and Muñoz 2017) a la que 
llamaremos Metodología Casas-Muñoz (MCM) cuya construcción se basa en la propuesta de la 
MESEP con dos cambios fundamentales respecto a la NM: el uso de un CO endógeno para cada 
dominio (2.87 para el dominio urbano, y 2.1 para el rural), y el uso de cuatro criterios de inclusión 
de alimentos, es decir, se agrega el criterio según el cual “el alimento se incluye si el gasto de cada 
producto representa el 5% o más del gasto dentro del grupo al que pertenece el alimento” (Casas 
and Muñoz 2017). 
Los valores de la LP nacional estimados son superiores respecto a la NM, en promedio, 
12,63% para 2007. Posteriormente las líneas fueron actualizadas por el Índice de precios al 
consumidor (IPC), tanto para las cabeceras como para las áreas urbanas a 2016. Lo anterior nos 
permite clasificar las personas que hacen parte de la muestra de la ECV 2016 en cada clase social, 
con base tanto a la NM como en la MCM. Finalmente, se identifica el grupo poblacional que 
clasificaba como pobre con la MCM y que ahora es considerado vulnerable con la NM. 
Posteriormente, se trabaja con diferencia de medias. Esto, dado que se cuenta 
simultáneamente con variables categóricas y dependientes, con grupos independientes. Para lo 
anterior, dos grupos de interés –Pobres con metodología Casas-Muñoz y pobres con nueva 
metodología- se compararán basados en el umbral de pobreza. 
Si el umbral que determina que una persona sea catalogada pobre por su nivel de ingresos es 
$241.673 per cápita al mes, el supuesto es que un individuo con ingresos de $240.673 per cápita 
al mes es prácticamente idéntica que un individuo con ingresos de $242.673 per cápita al mes. Con 
 
34 Para ampliar el concepto de población vulnerable Ver: Una aproximación a la vulnerabilidad. DNP (2007). 
37 
 
la salvedad que los primeros en este caso (debajo de la LP) serán catalogados como pobres, 
mientras los segundos serán llamados vulnerables. 
Se presentarán los resultados obtenidos para una serie de variables de la ECV 2016, donde 
se compara la calidad de vida de quienes serían catalogados pobres con la MCM y con la NM son 
clasificados como vulnerables (2.265 hogares) frente a los hogares que actualmente son 
clasificados como pobres y que tienen un nivel de ingreso por debajo de la línea de pobreza, 
proporcional a la magnitud que diferencia la nueva LP de la estipulada por la MCM (1.490 
hogares). A los primeros se les llamará Pobres con Metodología Casas-Muñoz (PMCM) y a los 
segundos Pobres con Nueva Metodología (PNM). Se hablará de Vulnerables Permanentes (VP) 
como aquellos que conservan esta categoría, tanto en la anterior como en la nueva metodología. 
Es decir, la nueva metodología sitúa la LP en las cabeceras en $266.043 y en las áreas rurales 
$159.543 mensuales per cápita, mientras la metodología Casas-Muñoz calculada en este 
documento ubica la LP de las cabeceras en $340.705 y en las áreas rurales $204.367 mensuales 
per cápita. Esto representa una diferencia de $74.662 y $44.824 respectivamente. Por tanto, 
compararemos esta población con los actualmente clasificados pobres cuyos ingresos sean 
menores al umbral de la LP en estas dos mismas proporciones. 
Es importante destacar que las líneas de vulnerabilidad no tienen segregación entre las zonas 
rural y urbana, lo cual genera un fuerte ruido en los datos, ya que un hogar con un ingreso de 
$205.000 per cápita en el sector rural será catalogado como vulnerable, aun cuando su ingreso es 
bastante inferior a la LP del área rural. Por esta razón, se presentan los resultados tanto para el área 
rural como para el área urbana. 
 
38 
 
 
Ilustración 6. Elaboración propia 
La línea 1representa el umbral de extrema pobreza. La línea 3 representa el umbral 
de pobreza según la nueva metodología, la línea 4 representa el umbral de pobreza según 
la metodología Casas-Muñoz. La población cuyos ingresos se encuentran entre la línea 3 
y 4 serán los catalogados PMCM en el presente trabajo. La población que se encuentra 
entre la línea 2 y 3 son quienes tienen un ingreso menor al umbral de pobreza en la misma 
proporción que la diferencia entre las líneas 3 y 4, es decir de $74.662 y $44.824 para el 
área urbana y rural respectivamente, esta población será catalogada PNM para efectos de 
comprarlos. 
De igual forma, se supone que la clasificación en la categoría pobre o vulnerable es una 
función determinística de Z, lo que quiere decir que los individuos no participan en la decisión de 
a que categoría pertenecen, a la vez que no pueden ajustar el valor de Z (en este caso la LP) enrespuesta a los criterios de elegibilidad en cada una de las categorías, es decir, Z no es manipulable. 
Finalmente, dado que siempre que comparemos individuos que tengan ligeras variaciones 
en sus ingresos se pueden presentar diferencias en la calidad de vida, se probará por medio de la 
prueba t student para muestras independientes, con un 95% de intervalo de confianza, si estas 
diferencias son estadísticamente significativas. 
39 
 
4.1 Características de la población participe en la ECV 2016 
Con la ECV 2016 tenemos una muestra de 22.454 viviendas, 22.893 hogares y 74.349 
individuos. Del total de hogares, el 62.1% se encuentra en cabeceras y el 37.9% en centro poblado 
o área rurales dispersas. 
Del total de individuos, el 49.3% son hombres y 50.7% son mujeres. La edad media es de 
33 años, con un mínimo de 0 y un máximo de 105 años. Si tomamos las líneas de pobreza definidas 
por el DANE en la NM, y las clasificaciones del Plan Nacional “Todos por un Nuevo País”, para 
el total de hogares a nivel nacional la clasificación es la siguiente: 
CLASIFICACION DE LOS HOGARES POR INGRESO PERCAPITA 
 
 Frecuencia Porcentaje 
Porcentaje 
acumulado 
 Pobreza extrema 1227877 8,5 8,5 
Pobreza 2239681 15,5 24 
Vulnerables 2561359 17,7 41,7 
Clase media 7188745 49,8 91,5 
Clase alta 1229814 8,5 100,0 
Total 14447476 100,0 
 
 
 
Más específicamente, de los hogares en las cabeceras, el 7.2% viven en pobreza extrema, 
15.2% en pobreza, 12% son vulnerables, 55.5% pertenecen a la clase media y 10.1% a la clase 
alta. En las áreas rurales el 13.4% viven en pobreza extrema, 16.5% en pobreza, 39.4% son 
vulnerables, 28.2% pertenecen a la clase media y 2.5% a la clase alta. 
Sobre el número de personas que conforman cada hogar podemos ver que los hogares por debajo 
de la LP cuentan en promedio con más personas que aquellos hogares por encima de la LP. 
 
 
 
40 
 
Personas por hogar según clase a la que pertenece 
Clase por area de la vivienda Media N Mínimo Máximo 
Extrema pobreza 4 1227877 1 20 
Pobreza 4 2239681 1 14 
Vulnerable 4 2561359 1 15 
Clase Media 3 7188745 1 14 
Clase alta 2 1229814 1 8 
Total 14447476 
 
CANTIDAD DE PERSONAS POR SEXO Y CLASE A LA QUE PERTENECE 
 
 
Sexo 
Total Hombre Mujer 
 Clase alta Recuento 1418254 1388360 2806614 
% 50,5% 49,5% 100,0% 
Clase Media Recuento 11204165 10934038 22138203 
% 50,6% 49,4% 100,0% 
Extrema 
pobreza 
Recuento 2139088 2449631 4588719 
% 46,6% 53,4% 100,0% 
Pobreza Recuento 4269105 4735829 9004934 
% 47,4% 52,6% 100,0% 
Vulnerable Recuento 4799633 4967047 9766680 
% 49,1% 50,9% 100,0% 
Total Recuento 23830245 24474905 48305150 
% 49,3% 50,7% 100,0% 
 
 
Por otra parte, de los jefes de hogar 65.2% son hombres y 34.8% mujeres. Según la clase 
social a la que pertenecen son: en extrema pobreza 57.2% hombres y 42.8% mujeres; en pobreza 
60.8% hombres y 39.2% mujeres; vulnerables 66.7% hombres y 33.3% mujeres; clase media 
66.9% hombres y 33.1% mujeres; clase alta 68% hombres y 32% mujeres. 
En el anexo A se pueden encontrar más características demográficas de los jefes de hogar y 
su conyugue para cada una de las clases sociales, en temas como edad, educación, salud y trabajo. 
 
41 
 
5. RESULTADOS 
A continuación, se presentarán los resultados por separado para el área urbana y para el área 
rural. Los estadísticos de prueba resultado de la comparación de medias por medio de prueba T 
student para muestras independientes, junto con tablas de frecuencia adicionales se pueden 
consultar en el anexo. 
1. Resultados para el área urbana 
En primer lugar, comparamos una serie de variables que tienen una fuerte relación con las 
evaluadas en la medición del IPM, identificando lo siguiente: 
1. Respecto a la valoración en Servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda: 
De las variables que tienen relación con el acceso a fuente de agua mejorada, se encontró: 
Al 66.1% de los PNM le llega agua al hogar las 24 horas del día, durante los 7 días de la 
semana, a la vez que en los PMCM alcanza 68.3%, y en los VP 68.1%; por otra parte, la CM llega 
a 75.7%. Además, el 11.4% de los PNM compra, principalmente, agua embotellada o en bolsa para 
beber, similar al 12.1% que lo hace de los PMCM, y el 15.8% de los VP; en la CM llega al 16.9%. 
 
 HOGARES QUE CUENTAN CON ACUEDUCTO 
Población por clases 
Sí No 
Clase Media 94,7% 5,3% 
VP 93,5% 6,5% 
PMCM 93,9% 6,1% 
PNM 92,9% 7,1% 
 
En cuanto a los hogares que cuentan con acueducto, observamos una diferencia de tan solo 
1% entre PNM, PMCM y VP, pero se observa además una diferencia de 2.4% para con la CM. 
De las variables que tienen relación con la inadecuada eliminación de excretas, se encontró: 
 
 
42 
 
 
¿CON QUÉ TIPO DE SERVICIO SANITARIO CUENTA EL HOGAR? 
Población 
por clases 
Inodoro 
conectado a 
alcantarillado 
Inodoro 
conectado a 
pozo séptico 
Inodoro 
sin 
conexión Letrina Bajamar 
No tiene 
servicio 
sanitario 
Clase 
Media 
90,1% 7,0% 1,3% 0,1% 1,1% 0,3% 
VP 86,4% 10,6% 1,9% 0,8% 0,3% 
PMCM 85,0% 8,7% 4,1% 0,2% 1,5% 0,5% 
PNM 82,7% 9,7% 3,9% 0,7% 1,7% 1,3% 
 
 EL SERVICIO SANITARIO ESTA UBICADO: 
Población por clases 
Dentro de la vivienda 
Fuera de la vivienda, pero en el 
lote o terreno 
Clase Media 94,4% 5,6% 
VP 90,7% 9,3% 
PMCM 87,6% 12,4% 
PNM 84,9% 15,1% 
 
De las variables que tienen relación con pisos y paredes inadecuadas, se encontró: 
 MATERIAL PREDOMINANTE DE LOS PISOS 
Población 
por clases 
Alfombra 
o tapete 
de pared 
a pared 
Madera 
pulida y 
lacada, 
parqué Mármol 
Baldosa, 
vinilo, 
tableta, 
ladrillo 
Madera 
burda, 
tabla, 
tablón, 
otro 
vegetal 
Cemento, 
gravilla 
Tierra, 
arena 
Clase 
Media 
0,3% 1,0% 0,5% 75,0% 2,2% 20,6% 0,4% 
VP 0,5% 1,4% 0,3% 59,7% 3,0% 34,3% 0,8% 
PMCM 0,5% 0,1% 59,2% 3,9% 34,1% 2,1% 
PNM 0,1% 0,7% 0,6% 51,4% 4,6% 39,8% 2,7% 
 
 
 
43 
 
 MATERIAL PREDOMINANTE DE LAS PAREDES EXTERIORES 
Poblaci
ón por 
clases 
Bloqu
e, 
ladrill
o, 
made
ra 
pulida 
Tapia 
pisad
a, 
adob
e 
Bahareq
ue 
revocad
o 
Bahareq
ue sin 
revocar 
Made
ra 
burda
, 
tabla, 
tabló
n 
Material 
prefabrica
do 
Guadu
a, 
caña, 
esterill
a, otro 
vegeta
l 
Zinc, 
tela, 
carbón, 
latas, 
desech
os, 
plástico 
Sin 
pared
es 
Clase 
Media 
93,6
% 
1,6% 1,1% 0,2% 2,6% 0,6% 0,1% 0,1% 0,0% 
VP 91,3
% 
3,0% 1,1% 0,3% 3,0% 1,1% 0,3% 
PMCM 89,8
% 
2,4% 2,2% 0,4% 4,1% 0,4% 0,4% 0,2% 0,1% 
PNM 86,8
% 
2,1% 2,1% 1,3% 6,4% 0,7% 0,4% 0,2% 
 
En las variables anteriormente analizadas, relacionadas con fuentes de agua, no existen 
diferencias significativas entre los PNM, PMCM y VP. Tampoco existen diferencias significativas 
entre PNM y PMCM, pero si entre PNM y VP en lo relacionado con adecuada eliminación de 
excretas. Finalmente, existen diferencias entre estos tres grupos en las variables relacionadas con 
material predominante de las paredes y pisos. 
Cabe resaltar que, en todas las variables se encuentran diferencias estadísticamente 
significativas entre estos grupos analizados y la CM. 
2. Respecto a la valoración en Salud: 
Tanto los PMCM (62.7%) como los PNM (71.6%), se encuentran en su mayoría afiliados al 
régimen subsidiado EPS-S -en cuanto a seguridad social en salud se refiere-, a diferencia de los 
VP con 50.6% y la CM que tiene en este mismo régimen un 30.9% y que en su mayoría se 
encuentran en el régimen contributivo (64.7%). 
Además, se encontró que el 35.8% de las PMCM, el 42.3% de las PNM, el 42.5% de los VP, 
a diferencia de tan solo el 29.2% de la CM, tuvieron su primer hijo antes de los 18 años. Por otra 
parte, el 7.0% de los PMCM y 7.1% de los PNM no asiste al médico ni al odontólogo por falta de 
dinero. En los VP esta cifra es 5.6%. 
44 
 
En este caso se presentan diferencias significativas en el régimen de seguridad social en 
salud, entre PMCM, PNM y VP, pero en la edad

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