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Población Pobre y Población Vulnerable en Colombia: Una Separación Semántica que Raya con la Realidad Económica Wilson Fernando Rodríguez Gómez Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Económicas Bogotá, Colombia 2017 2 Población Pobre y Población Vulnerable en Colombia: Una Separación Semántica que Raya con la Realidad Económica Wilson Fernando Rodríguez Gómez Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de: Magister en Ciencias Económicas Director: Dr. Manuel Muñoz Conde Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Económicas Bogotá, Colombia 2017 3 RESUMEN En Colombia, el Plan Nacional de Desarrollo “Todos por un Nuevo País”, clasifica a la población colombiana en cinco clases sociales diferentes: Extrema pobreza, pobres, vulnerables, clase media y clase alta. En el siguiente documento se tratará de responder preguntas que surgen de esta clasificación, como: ¿Realmente existen características que permitan diferenciar la población vulnerable de la población pobre? ¿Hablamos de individuos diferentes? Este trabajo no pretende dar una definición inequívoca de pobreza, así como tampoco pretende señalar una metodología especifica como idónea para la medición de la pobreza. Por el contrario, lo que se buscó y finalmente se comprobó, es la inutilidad de clasificar dos poblaciones bajo categorías diferentes -pobres y vulnerables-, pero que no presentan diferencias significativas en su calidad de vida. Palabras clave: Pobreza, vulnerables, mediciones de pobreza, calidad de vida. 4 ABSTRACT In Colombia, the National Development Plan "Todos por un Nuevo País" classifies the Colombian population into five different social classes: extreme poverty, poor, vulnerable, middle class and upper class. The following document will try to answer questions that arise from this classification, such as: Are there really characteristics that make it possible to differentiate the vulnerable population from the poor? Are we talking about different individuals? This paper does not pretend to give an unequivocal definition of poverty, nor does it intend to point out a specific methodology as suitable for the measurement of poverty. On the contrary, what was sought and finally proved is the useless to classify two populations under different categories -poor and vulnerable-, but which do not present significant differences in their quality of life. Keywords: Poverty, vulnerable, measurement of poverty, quality of life. 5 AGRADECIMIENTOS Este trabajo está especialmente dedicado a mis padres Leonidas Rodríguez y Rosa Helena Gómez, a quienes les debo todo lo que soy. Gracias por ser siempre mi apoyo, guía y principal fuente de inspiración. A mi hermano Efren Rodríguez por las constantes discusiones en torno a temas humanísticos y su constante retroalimentación. A mi hermana Anny Guerrero por ser un motivo de esperanza en la búsqueda por un mundo mejor. A Jinna Cortes por sus incansables muestras de amor y comprensión. A Consuelo Soler, Nohora Cadena y Carolina Marin, quienes desde diferentes ámbitos han acompañado mi crecimiento personal y han dejado huella en mí. Finalmente, a Manuel Muñoz por su acompañamiento y dirección a lo largo de la investigación. 6 7 Contenido Lista de abreviaturas ................................................................................................................... 8 INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 9 1. LA POBREZA ................................................................................................................... 13 1.1 Antecedentes ....................................................................................................................... 13 1.2 Mediciones de pobreza ....................................................................................................... 15 2. MEDICIONES DE POBREZA EN COLOMBIA ............................................................. 18 2.1 Medición de pobreza monetaria .......................................................................................... 18 2.2 Medición de la pobreza multidimensional .......................................................................... 25 3. VULNERABILIDAD ........................................................................................................ 31 4. PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO......................................................................... 35 4.1 Características de la población participe en la ECV 2016 .................................................. 39 5. RESULTADOS.................................................................................................................. 41 1. Resultados para el área urbana ........................................................................................... 41 2. Resultados para el área rural .............................................................................................. 46 6. CONCLUSIONES ............................................................................................................. 53 7. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................... 56 8. ANEXOS ........................................................................................................................... 58 8 Lista de abreviaturas Abreviatura Término IPM Índice de Pobreza Multidimensional ECH Encuesta Continua de Hogares GEIH Gran Encuesta Integrada de Hogares ECV Encuesta de Calidad de Vida ENIG Encuesta de Ingresos y Gastos NBI Necesidades Básicas Insatisfechas FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación OMS Organización Mundial de la Salud MESEP Misión para el Empalme de las Series de Empleo Pobreza y Desigualdad DNP Departamento Nacional de Planeación CAOI Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas DANE Departamento Administrativo Nacional de Estadística ELPS Encuesta Longitudinal de Protección Social LI Línea de Indigencia o extrema pobreza LP Línea de Pobreza PMA Pobres Metodología Anterior PNM Pobres Nueva Metodología MCM Metodología Casas-Muñoz VP Vulnerables Permanentes CM Clase Media CO Coeficiente de Orshansky PR Población de Referencia 9 INTRODUCCIÓN De acuerdo con el (Banco Mundial 2001) el primero de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) era “Erradicar la pobreza extrema y el hambre”. Aunque en este frente se han tenido importantes avances, el objetivo no se cumplió en su totalidad1, por lo que la ONU presenta como nueva fecha el 2030 para dar por erradicada la pobreza en su plan “El camino hacia la dignidad”2. En Colombia la medición de este objetivo se realizó sobre la base de 20.4% de la población bajo indigencia en 1990 alcanzando 8.1% (4.5 millones de personas) en 2015, en teoría se cumplió el objetivo que era de 8.8%3. No obstante, hay que analizar qué tanto de dicho avance corresponde a cambios metodológicos de medición, específicamente los realizado por la MESEP durante el 2006. Así mismo, históricamente a nivel nacional el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de turno se fija como meta la reducción de la pobreza y la extrema pobreza, como prioridad de su política social. El Plan de Desarrollo 2014-2018 “Todos por un Nuevo País” no es la excepción a la regla y plantea la movilidad social como medida para reducir la pobreza y fomentar la equidad. Por esta razón, indicadores como el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) y la incidencia de pobreza y pobreza extrema monetaria, son oficialmente utilizados para hacer seguimiento a las políticas de reducción de pobreza. Si bien todossomos conscientes de la importancia que tiene la lucha contra la pobreza, y en consecuencia su medición, debemos tener claro que no es por medio de la manipulación de la cifra que se erradican las condiciones de pobreza. Por tanto, se debe trabajar para que las medidas relacionadas con pobreza sean lo más cercanas posibles a la realidad, pero es necesario también evitar caer en el error de buscar alcanzar los objetivos inicialmente mencionados, a través de cambios metodológicos como los realizados en Colombia. El cual, en lugar de buscar un consenso 1 Según el informe de Naciones Unidas 2015 las personas que viven en extrema pobreza en el mundo paso de 1.751 millones en 1999 a 836 millones en 2015, una reducción del 52%. Sin embargo, el objetivo de erradicación no se cumplió, aún queda mucho por hacer lo que se espera alcanzar en los Objetivos Desarrollo Sostenible. 2 Ver: El camino hacia la dignidad para 2030: acabar con la pobreza y transformar vidas protegiendo el planeta. Informe de síntesis del Secretario General sobre la agenda de desarrollo sostenible después de 2015. 3http://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/como-le-fue-a-colombia-con-los-objetivos-del- milenio/15769297/1 10 entre la población, carecen de legitimidad por los múltiples cuestionamientos que enfrenta respecto a su composición. Este fue el caso de Colombia donde, en 2011 se dieron a conocer los resultados de la nueva metodología en la medición de la pobreza monetaria, tras el cambio de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) a la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) dada en el segundo trimestre de 2006, así como la implementación de la Encuesta de Ingresos y Gastos4 (ENIG) 2006-2007. Con la nueva metodología, de ahora en adelante (NM), se conserva la misma tendencia en las cifras de pobreza que con la medición anterior, en adelante (AM), aunque en un rango inferior. Con base en las estimaciones de (FEDESARROLLO 2012) el cambio metodológico implicó una reducción de 12,2 puntos porcentuales (pp) en la línea de pobreza (LP) con la NM respecto a los 9,6 pp con la metodología anterior. Concretamente, para el 2010 la brecha entre las dos metodologías (7 pp en la LP), implicó que cerca de 3’150.000 colombianos dejaron de ser pobres por cuenta de un tecnicismo metodológico. Se aclara que esta diferencia es especialmente marcada en el sector rural y que también significo que 1’250.000 colombianos dejaran de pertenecer a la indigencia. En un reciente trabajo (Casas y Muñoz 2017), estiman que, manteniendo las características de la metodología anterior “mientras con la NM la indigencia nacional pasó de 17.7% en 2002 a 7.9% en 2015, con los resultados del documento, usando la media se pasó de 19.3% a 9.21% en el mismo periodo; y con la mediana de 19.5% a 9.37%”. Es decir, si bien existen importantes avances, de haberse mantenido la metodología anterior no se hubiese alcanzado el objetivo en reducción de la indigencia a 8.8% como si paso con la NM. Así mismo estos autores sostienen en su trabajo que: “la NM ha señalado que la incidencia de la pobreza en Colombia pasó de 49.7% en 2002 a 27.8% en 2015 (una reducción de 21.9%), pero si se usa la media se pasó de 60.2% a 42.4% (una reducción de 17.7%), y si se utiliza la mediana se pasó de 60.6% a 42.9% (una reducción de 17.7%). Nótese que las diferencias porcentuales pueden esconder en parte el trasfondo de la discusión. Por ejemplo, si se tiene en cuenta que la NM indicó, para 2015, que la pobreza se ubicó en 27.8% y los resultados del documento con la mediana indicaron que fue de 42.9% 4 Aprovechando la encuesta para actualizar el IPC, se utiliza la EIG, aplicada cada diez años, con fines como el de medir la pobreza por LP. 11 y con la media 42.4%, esto indica que, para la NM durante ese año, hubo alrededor de 13.4 millones de pobres en el país; en cambio, con la mediana y la media habría 20.6 y 20.4 millones de pobres. Por ende, se estarían desconociendo 7.2 y 7 millones de pobres que requieren asistencia pública” (Casas y Muñoz, 2017) Según el (Consejo Nacional de Política Económica y Social 2012), “el arreglo institucional para la medición de pobreza busca asegurar transparencia, oportunidad y credibilidad de las cifras de pobreza”. No obstante, esta metodología ha sido muy criticada por sus implicaciones prácticas y lo que significa para el grupo de la población que está ligeramente por encima de la LP, quienes técnicamente no son considerados pobres, aunque su calidad de vida demuestre lo contrario. Esto implicaría que con la MESEP se redujo la cifra de pobreza, no por acciones y políticas públicas efectivas, sino por un cambio metodológico, sobre el cual existen serios cuestionamientos ya que lo alejan de la realidad socioeconómica de Colombia. Este cambio en la medición se justificó de acuerdo con la MESEP basados en: (1) La ENIG 2006-2007 permitía tener información de hábitos de consumo más contemporáneos; (2) se tendría una línea de pobreza rural estadísticamente más robusta basados en la ENIG 2006-20075; (3) Nueva población de referencia más relevante para la medición de la pobreza6; (4) Se elimina el proceso de ajuste a cuentas nacionales7; (5) Se usa un Coeficiente de Orshansky exógeno8. Algunos de estos aspectos serán discutidos más adelante. A su vez, se aprovechó la entrada de un nuevo indicador de pobreza multidimensional, que implicaba entender causas y efectos distintos de la pobreza. Algunos expertos consideran que la pobreza en si misma ya es multidimensional, ya que incluso las mediciones monetarias evalúan distintas dimensiones de satisfacción de necesidades básicas. En este caso, lo único unidimensional de la pobreza monetaria, es que al final capta los recursos disponibles para poder comprar en el 5 La metodóloga anterior la estimaba a partir de la encuesta del primer seguimiento del programa Familias en Acción, la cual solo representaba un subconjunto de la población rural (los más pobres). 6 La metodología anterior tomaba como referencia el 25% más pobre de la población, la nueva metodología toma como base el perfil de consumo de la población cercana a la media de la población nacional. 7 La metodología anterior utilizó este ajuste buscando corregir el subreporte de ingreso de los hogares en las encuestas de hogares. La MESEP elimina el ajuste por considerar que generaban sesgos no controlados en la distribución del ingreso y la composición urbano-rural de la pobreza. 8 Se usa el promedio urbano para América Latina. El rural conserva la proporcionalidad entre los dominios rural y urbano en la encuesta ENIG 2006-2007 12 mercado, mientras la pobreza multidimensional considera aspectos que no son comprados por el ingreso. Como se afirmó anteriormente, en Colombia le Plan de Desarrollo “Todos por un Nuevo País”, en su búsqueda por alcanzar la equidad y por tanto combatir la pobreza, clasifica la población en cuatro clases sociales y centra sus objetivos en la movilidad social. Según (Muñoz 2016) dicha clasificación en el Plan de Desarrollo consiste en: “Los pobres son los hogares cuyos ingresos son menores a la línea de pobreza; los vulnerables son aquellos hogares que no son pobres por ingresos, pero éstos son menores a US$ 10 PPA per cápita diario, los de clase media son los hogares que tienen ingresos de más de US$ 10 y hasta US$ 50 PPA per cápita diario, y clase alta aquellos con más de US$ 50 per cápita diario” Muñoz hace un estudio profundo de la manera como se soporta esta clasificación en el Plan de Desarrollo, donde se usan cifras “poco transparentes, contradictorias y, sobre todo, arbitrarias”. Por esta razón se hace importante hacer un análisis detallado y juicioso de lo que significa entérminos prácticos, para la población, hacer parte de una u otra clase; en el presente trabajo, específicamente, clase pobre y vulnerable. Entonces, ¿Realmente existen características que permitan diferenciar la población vulnerable de la población pobre? ¿Hablamos de individuos diferentes? A continuación, se tratará de determinar si existen condiciones suficientes para clasificar a individuos pobres e individuos vulnerables como dos clases sociales o grupos poblacionales diferentes, según sus condiciones y calidad de vida, acudiendo a los datos presentados por la Encuesta de Calidad de Vida (ECV) 2016. Lo cierto hasta ahora es que hay una distinción entre dos poblaciones que parecen ser iguales y nos enfrentamos al riesgo de definir a los pobres dentro del contexto de vulnerabilidad. De ser así, cualquier punto de corte es arbitrario si no hay dos grupos poblacionales disímiles, por lo que no interesa el ancho de banda si no existe una diferencia significativa. 13 1. LA POBREZA 1.1 Antecedentes La pobreza es un concepto que todos utilizamos en nuestra cotidianidad, la mayor de las veces para indignarnos por sus escandalosas cifras y representaciones, a la vez que muchos abogamos por eliminarla o por lo menos reducirla. Pero ¿realmente comprendemos que es y cómo se valora la pobreza? Pareciera ser que las poblaciones de mayores ingresos subestiman su proporción y consecuencias; las poblaciones de ingresos medios quieren alejarse de ella lo más posible o hasta creen formar parte de los pobres dados los aprietos económicos que enfrentan en ciertos periodos; y, quienes realmente pertenecen a la población catalogada pobre, no tienen tiempo de pensar en ello ya que cada minuto es una lucha por sobrevivir. Este texto no busca dar una definición única e inequívoca de la pobreza. Se trabajará sobre las metodologías de medición aplicadas por las instituciones del Estado para identificar la magnitud de la pobreza y trataremos de estudiar si existen diferencias suficientes para mantener un segmento de la población bajo el rotulo de “vulnerable”. Quizás la mayor dificultad radica en que la pobreza no es un concepto homogéneo. Según Giraldo (2013), clasificar la pobreza es imponer una clasificación que presente el orden social como natural, único y universal. El ciudadano es un cliente que accede a través del mercado a los servicios sociales; si no puede, se le define como pobre y sujeto de programas focalizados. No obstante, más allá de la definición de pobreza es imperativa su medición, lo que en un mundo de extrema complejidad da paso a múltiples y variadas alternativas. Es igualmente importante que no se confunda la satisfacción ante la vida con la felicidad. “la primera es un juicio general acerca de la vida que proviene de la valoración, mientras que la segunda es una emoción, un estado de ánimo o un sentimiento que forma parte de la vida tal como se experimenta.” (Deaton 2015). Esto ya que, una parte importante de países con los mayores índices de pobreza, figuran también entre los más felices. Sin embargo, la felicidad que pueda sentir y expresar un individuo no lo separa de su condición de pobreza y de las consecuencias que esto acarrea. 14 Lo que es evidente a todas luces es que si queremos luchar contra la pobreza es necesario e indispensable identificar la población que enfrenta este flagelo, conocerlos, entenderlos y, ante todo, más importante aún, no tratar de evadir el problema camuflándolo o renombrándolo. El principal conflicto a la hora de hablar de la pobreza es que muchos la perciben, con suficiente justificación, como un juicio de valor, un aspecto meramente subjetivo, una realidad que, aunque está a la vista y alcance de todos, su magnitud depende de los ojos que la observen. Lo anterior hace indispensable que la sociedad acuerde y acepte un criterio para definir o no a una persona como pobre, que no solo dependa del acceso a oportunidades ya que, aunque se presentan oportunidades, no todos están preparados o determinados para usarlas. Al respecto Manuel Muñoz escribe: “Es también claro que la necesidad de tener indicadores de pobreza está dada por el propósito de disminuirla o erradicarla. Esto nos lleva a que el indicador o indicadores que se decida utilizar debe servir a este propósito y no es aceptable, por lo menos desde el punto de vista de la política social, entrar en discusiones eternas de si, por ejemplo, el indicador de NBI debe incluir la no tenencia del servicio de energía eléctrica, cuando sabemos que su inclusión o exclusión no cambia en forma significativa la cifra sobre magnitud de la pobreza. Es decir, cuando se proponen indicadores alternativos o algunas reformas a los existentes, esto se debe hacer en la creencia de que los cambios que se presentan sean significativos y nos ayuden a mejor captar la pobreza y a conocer más las características de las personas que las sufren” Manuel Muñoz en: (Corredor 1999) Sin embargo, esta es una tarea compleja. Según (Sen 1976) la medición de la pobreza enfrenta dos problemas: por un lado, la identificación de los pobres, es decir, la elección de un criterio que defina quien esta y quien no en situación de pobreza; y, por otro lado, la construcción de un índice de pobreza que utilice la información de la cual se dispone sobre los pobres. Para algunos sectores, la pobreza es un asunto de privación y puede ser entendida como la carencia de un mínimo de necesidades –bien sea solo nutricionales o con bienes y servicios como vivienda, salud, educación, etc-, a las que la población tiene derecho y la comunidad debe contribuir, en la medida de sus posibilidades, a satisfacerlas9. Es así como las políticas en la lucha 9 Para Sen (1992) “Si la sociedad piensa que no se debe permitir que las personas mueran de hambre o de frío, entonces definirá la pobreza como la falta de comida y techo necesarios para conservar la vida. Si la sociedad siente que tiene 15 contra la pobreza mantendrán un equilibrio entre las posibilidades y deseos que tiene la comunidad para con sus conciudadanos. No obstante, estas políticas tienen serias barreras, ya que, por una parte, dependen de ir en la misma línea ideológica e incluso compartir –o por lo menos no afectar- los intereses de la organización política de turno y otras fuentes de poder, y por otra, debe tener clara la distancia entre lo que se “debe” satisfacer –entendido como necesidades de la población- y lo que se “puede” –limitado por el contexto y nivel de ingresos en que se encuentre la comunidad. Ante la necesidad de identificar a quienes hacen parte de los catalogados pobres, una primera aproximación a la pobreza para (Deaton 2015) tiene que ver con “El énfasis en lo que Amartya Sen llama ‘capacidades’ [que] conduce a un examen de la condición de estar libre de privaciones en términos de las posibilidades disponibles merced de las circunstancias objetivas, y no en términos de lo que la gente piensa o siente respecto de esas circunstancias.” 1.2 Mediciones de pobreza Para tratar de identificar a los pobres, de acuerdo con (Sen 2014), las metodologías de medición de pobreza se pueden clasificar en: Mediciones indirectas, como la construcción de las líneas de pobreza monetaria; y mediciones directas, donde se incluyen los índices de pobreza multidimensional10. Para Sen, un concepto de pobreza apropiado debe contar con dos ejercicios bien definidos y conexos. Primero, un proceso de “identificación” donde por medio de una metodología se incluya a un grupo de individuos bajo la categoría de pobres; segundo, un proceso de “agregación” donde, con otra metodología, se integren las características de pobres en una imagen global de la pobreza. En este sentido, para Amartya Sen, “Si se acepta este enfoque, entonces la medición de la pobreza se hade considerar como un ejercicio descriptivo, que evalúa las penurias de las personas en términos de los estándares prevalecientes de necesidades. Es un ejercicio empírico y no ético, en el cual los hechos se relacionan con lo que se considera como privación y no directamente con las alguna responsabilidad de brindar a todas las personas una medida establecida de bienestar que vaya más allá de la simple supervivencia, por ejemplo, buena salud, entonces deberá añadir a la lista de cosas necesarias los recursos para prevenir o curar la enfermedad (…) En sociedades donde los ingresos son bajos, la comunidad difícilmente puede comprometerse más allá de la supervivencia física” 10 En Colombia se incluyen dentro de estas metodologías el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) 16 políticas recomendadas. La privación referida tanto a aspectos relativos como absolutos” (Sen 1992) Siguiendo con Sen, una buena medición de pobreza tiene que cumplir con los axiomas de monotonicidad11 y transferencia12. De acuerdo con algunas corrientes, la medición de la pobreza tiene que ver simplemente con calcular la cantidad de pobres, ya que esto expresa la relación entre el número personas (q) con un ingreso (𝑌𝑖) menor al definido como línea de pobreza (Z) sobre la población total (n). Sin embargo, para Sen, la pobreza adopta muchas formas, incluso la incapacidad de desarrollar “capacidades básicas en educación y salud”. (Sen 1985) 𝐻 = 𝑞 𝑛 Según Sen, esta primera metodología enfrenta algunas limitaciones: “Esta ‘tasa de incidencia’ (H) tiene por lo menos dos serias limitaciones. En primer lugar, no da cuenta de la magnitud de la brecha de los ingresos de los pobres con respecto a la línea de pobreza: una reducción de los ingresos de todos los pobres, sin afectar los ingresos de los ricos, no modificará en absoluto la tasa de incidencia. En segundo lugar, es insensible a la distribución del ingreso entre los pobres; en particular, ninguna transferencia de ingresos de una persona pobre a una más rica puede incrementar esta tasa”. (Sen 1992) Un segundo indicador estudiado por Sen es la “brecha de pobreza”, que permite medir la brecha entre los ingresos de un individuo (𝑌𝑖) y la línea de pobreza (z). Así, podemos encontrar el índice de pobreza de la población basados en la brecha ponderada agregada de quienes están bajo la línea de pobreza. 𝑔𝑖 = 𝑧 − 𝑦𝑖 Basados en la cantidad de individuos que comparten esta brecha, se puede calcular lo que Sen llama “relación de brecha de ingreso”, que representa el faltante de ingresos promedio de la población bajo la línea de pobreza para llegar al ingreso (z) que define la línea de pobreza. 11 Axioma de monotonicidad: Si lo demás se mantiene constante, la reducción del ingreso de una persona que se encuentre bajo la línea de pobreza debe aumentar el indicador de pobreza. 12 Axioma de transferencia: Si lo demás se mantiene constante, transferencias de ingresos de una persona que se encuentre bajo la línea de pobreza a otra que se encuentre por encima de la línea de pobreza debe aumentar el indicador de pobreza. 17 𝐼 = ∑ 𝑔𝑖 𝑞𝑧 𝑖∈𝑆(𝑧) No obstante, para Sen el índice H no es sensible a la magnitud de la brecha de ingresos, mientras que el índice I no es sensible al número de pobres. Por esta razón, Sen propone el índice de pobreza derivado (P): 𝑃 = 𝐻 [𝐼 + (1 − 𝐼)𝐺] Donde G es el coeficiente de Gini de la distribución de ingresos de los pobres. Este índice se entiende, según Sen, como: “I representa la pobreza medida por brecha proporcional entre el ingreso medio de los pobres y la línea de pobreza (…) además, existe la brecha ocasionada por la desigual distribución del ingreso medio, que se expresa mediante el coeficiente de Gini (G) de esa distribución multiplicado por la relación del ingreso promedio.” De igual forma “P se encuentra en el intervalo cerrado [0,1], 𝑃 = 0 si todos tienen un ingreso mayor que z, y 𝑃 = 1 si todos tienen un ingreso igual a cero”. Este indicador únicamente depende del ingreso de los pobres, es decir, es invariante a cambios en los ingresos de la población por encima de la LP. Por su parte, los países de la OCDE definen sus líneas de pobreza en términos relativos como el 50% del ingreso medio, lo que implica líneas de pobreza en términos de PPP del 2000, superiores a $30 dólares día. Para EEUU, las líneas de pobreza están basadas en una canasta mínima nutricional que para el 2008 se encontraba en $29 dólares día para un individuo solo. (Birdsall 2010). En el caso Colombiano, según el (Consejo Nacional de Política Económica y Social 2012) la primera metodología para la construcción de líneas de pobreza monetaria en Colombia, se implementó en 1987, con modificaciones en 1998, 2005 y 2011; el indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) en 1987 y el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) en 2011. Esta diversidad en las metodologías de medición, que sin duda puede ampliarse, tiene defensores y contradictores en cada una de las opciones, lo que conlleva a preguntarnos ¿cuál es la metodología más apropiada para identificar acertadamente la magnitud de pobreza en nuestra sociedad? ¿Existe coherencia entre cada una de las metodologías? ¿Son comparables? A continuación, se presentará una breve descripción de las dos metodologías usadas en Colombia para medir la pobreza. 18 2. MEDICIONES DE POBREZA EN COLOMBIA 2.1 Medición de pobreza monetaria La línea de pobreza (LP) y pobreza extrema (LI), se construyeron bajo la premisa que los pobres adquieren todo a través del mercado. Dicha medición permite ser fácilmente comparable con otros países y sus implicaciones son entendibles para el grueso de la población que no cuenta con amplios conocimientos técnicos, ya que sus resultados se definen con base en si un individuo o grupo familiar tiene más o menos ingresos que el valor que define cada una de las líneas. Ilustración 1: La distribución de esta ilustración se presenta únicamente como ejemplo para el lector. No corresponde a una distribución de ingresos especifica. La población cuyos ingresos se encuentren entre 0 y el valor establecido para la LI serán catalogados en extrema pobreza; ya que la pobreza y pobreza extrema no son excluyentes, aquellos cuyos ingresos se encuentren entre 0 y la LP serán catalogados pobres. 19 La medición de la pobreza monetaria se basa en el ingreso per cápita de la unidad de gasto13, los valores de línea de pobreza (LP) y línea de indigencia (LI). En los ingresos se tienen en cuenta los salarios, ganancias y honorarios, ingresos en especie, otras fuentes de ingreso y transferencias monetarias gubernamentales. No se incluyen transferencias gubernamentales en especie. Primero se define la LI desde la valoración de los hábitos de consumo de un segmento denominado población de referencia. Se seleccionan los alimentos de mayor consumo14 y se ajustan cantidades consumidas, de tal forma que cumpla con un mínimo de calorías15 dado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Posteriormente, se valora la canasta basados en los precios recolectados por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos (ENIG). El valor de la canasta se define como la LI. Para Sen, es “difícil trazar una raya en alguna parte. Los llamados ‘requerimientos nutricionales mínimos’ encierran una arbitrariedad intrínseca que va mucho más allá de las variaciones entre grupos y regiones”, esto ya que, si bien es relativamente fácil elegir una dieta de costo mínimo que cubra los requerimientos nutricionales básicos con unos bienes específicos, “la dieta resultante es de un costo exageradamente bajo, pero monótona en grado monumental, y los hábitos alimentariosde la gente no están determinados en la realidad por tales ejercicios de minimización de costos”. Los ingresos necesarios para cumplir estos requerimientos nutricionales dependerán de los hábitos de consumo del individuo. (Sen 1992) Con el más reciente cambio metodológico, según el (Consejo Nacional de Política Económica y Social 2012) se corrigen sesgos originados por tres situaciones: Omisión de la información de ingresos, reporte de valores extremos y falsa declaración de ingresos con monto cero. Dicho ajuste se realiza entre poblaciones homogéneas, imputando un valor de ingreso de quienes no presentan los problemas mencionados a otros que si lo tienen. Finalmente, el ingreso 13 “La unidad de gasto hace referencia a la persona que atiende sus propios gastos, o al grupo de personas que comparten la vivienda y tienen arreglos para satisfacer en común sus necesidades esenciales (gastos de alimentación, servicios de la vivienda, equipamiento y otros gastos del hogar”. DANE. 2009. Metodología Encuesta de Nacional de Ingresos y Gastos 2006-2007. Número 84. Pág. 16. La unidad de gasto a diferencia del hogar no contempla: Empleado(a) del servicio doméstico; Parientes del servicio doméstico; Trabajador; Pensionista. 14 “Un alimento hace parte de la canasta básica de alimentos si: 1) Lo consume el 30% o más de los hogares, 2) representa por lo menos 1% del total de gastos en alimentos y 3) Aporta por lo menos 1% del total de calorías consumidas.” Compes 150. Bogotá, mayo 28 de 2012. 15 Las necesidades energéticas mínimas totales por persona es 1.680kcal/día. Ver “Metodología de la FAO para medir la privación de alimentos. Actualizando las necesidades energéticas mínimas” Roma, Octubre de 2008. 20 total de la unidad de gasto se divide entre los miembros que la conforman, para hallar así el ingreso per cápita de la unidad de gasto. Para determinar la LP, se multiplica la LI por el coeficiente de Orshansky, el cual resulta de dividir el gasto total entre el gasto en alimentos. Al respecto, existen serias diferencias a la hora de definir cuál debería ser el grupo poblacional que se debe tener en cuenta para calcular dicho coeficiente. La MESEP presenta dos posibilidades para estimar el Coeficiente de Orshansky: De manera endógena, cuya fuente primaria está basada en la ENIG 2006-2007, en el cual los resultados son 2.87 en lo urbano y 2.09 en lo rural; Y de manera exógena, cuya fuente secundaria son los datos estimados por la CEPAL para los países de América Latina, cuyos resultados son en promedio con pauta depurada16 para la zona urbana 2.417 y para la zona rural 2.1. Según la MESEP, tanto las estimaciones a partir de la ENIG 2006-2007 como los de la EIG 1994-1995 superan los valores endógenos estimados por la CEPAL. Por esta razón, “con el fin de utilizar un CO que resultara más comparable al promedio de los países de la región, la MESEP tomo la decisión de adoptar un Orshansky exógeno para la zona urbana de 2.4, igual al promedio de América Latina. Para la zona rural la MESEP partió del Orshansky exógeno, pero mantuvo la proporcionalidad urbana/rural observada en los Orshansky endógenos. El valor resultante del CO es 1.74.” (MESEP 2012) Ahora bien, la MESEP en un análisis de consistencia de la ENIG 2006-2007 encontró serias dificultades asociadas a la definición de un coeficiente de Orshansky endógeno a partir de una información subreportada del gasto en alimentos (MESEP 2012, p. 34). Sin embargo, un Orshansky exógeno aleja la estadística del verdadero contexto colombiano y las condiciones de vida de su población, a la vez que, si el argumento para tomar un coeficiente de Orshansky exógeno se sustenta en la mala calidad de los datos18 proporcionados por la ENIG 2006-2007, se cuestiona por qué se utilizó para deducir de ella la canasta de alimentos. De esta manera el Orshansky de 2.4 16 El promedio con pauta depurada hace referencia a que la Cepal excluye algunos rubros no esenciales. 17 Según Casas y Muñoz (2017) “Si para el cálculo del CO se hubiese tomado el promedio de América Latina se habría obtenido un coeficiente de 2.6 (…) al aplicar el criterio de la CEPAL, denominado pauta depurada, se suprimió el dato de Brasil, dando como resultado 2.35, pero se ajustó y quedó en 2.4” 18 La (MESEP 2012) cita la evaluación realizada por Cortés (2009) para sostener que la ENIG 2006-2007 es internamente consistente, pero qué, no obstante, el rubro de alimentos está subestimado. 21 es similar al de Paraguay, país cuyo PIB es apenas el 10% del PIB Colombiano y su PIB per-cápita representó el 70% del colombiano para 2016. “La retórica de los alimentos era y continúa siendo conveniente porque las personas tienden a igualar la pobreza con el hambre, y quizás estén más de acuerdo con las transferencias a los pobres cuando piensan que están haciendo transferencias a los pobres que no tienen suficiente para comer. Los cálculos basados en la nutrición hacen que la línea de pobreza parezca una línea de “expertos”, aunque en verdad no hay expertos en lo que “necesita” una familia pobre… excepto quizás una familia pobre.” (Deaton, p.208, 2015) De acuerdo con (Casas and Muñoz 2017) existen importantes diferencias entre la Nueva Metodología (NM) propuesta por la MESEP y la Anterior Metodología (AM). En primer lugar, mientras la NM estimó una sola LP y LI, la AM estimó 13 LI y 13 LP para cada una de las principales ciudades; Además, la NM situó la población de referencia (PR) entre los percentiles 30 a 59, en cuanto la AM la situaba entre los percentiles 1 a 25; De igual forma, la NM relajó los criterios de inclusión de alimentos que compusieron la canasta de alimentos, a diferencia de la AM que hacía el esfuerzo de elegir una canasta barata, pero respetaba los hábitos alimenticios de cada PR, de esta manera, en la NM la canasta se ajusta en calorías como lo recomienda la FAO, mientras en la AM se superan los requerimientos de algunos nutrientes privilegiando los hábitos efectivos de la población; Así mismo, la NM utilizó los mismos precios para el dominio urbano, por lo que subestimó la pobreza de las grandes ciudades, en cuanto la AM los precios que se utilizó fueron correspondientes a cada dominio; Finalmente, la NM usó un Coeficiente de Orshansky exógeno mientras la AM usaba el Coeficiente de Engel. A continuación se presenta una tabla tomada de (Casas and Muñoz 2017) con las principales diferencias entre la NM y la AM para el cálculo de LP y LI. 22 LÍNEA PASO SUB–PASOS METODOLOGÍA AM NM INDIGENCIA CANASTA NORMATIVA DE ALIMENTOS i) Requerimiento calórico promedio por persona (umbral) Dominio Urbano 2297 2049 Dominio Rural 2262 2090 ii) Requerimiento proteínas promedio por persona (umbral) Dominio Urbano 62 NO Dominio Rural 61 NO iii) Selección Población de Referencia Dominio Urbano 1–25. 30–59 Dominio Rural 1–100 30–59 iv) Diseño y establecer contenido N° Grupos Alimentarios 9/10*. 9 Criterios de inclusión alimentos 4 3 Detalles de la dieta SI NO v) Costo de la canasta Precios implícitos Media Mediana ACTUALIZACIÓN LÍNEA: IPC** de alimentos IPC de alimentos POBREZA FÓRMULA LP=LI/CE*** LP=(LI)(CO) ACTUALIZACIÓN LÍNEA: IPC de alimentos IPC ingresos bajos AJUSTE A CUENTAS NACIONALES SI NO ENCUESTA DE INGRESOS Y GASTOS 1994–1995 y PS 2003**** 2006–2007 * La canasta rural siguió la metodología de la CEPAL, y por eso incluyó 10 grupos alimentarios. ** Índice de precios al consumidor. *** Coeficiente de Engel. **** Encuesta de primer seguimiento al programa denominado “Familias en acción”, de 2003. Fuente: Tomada de (Casas and Muñoz 2017) Según el DANE19, en Colombia la incidencia de la pobreza20 para el total nacional, en 2016 se ubicó en 28%, tomando comobase el valor de la línea de pobreza monetaria para un hogar de cuatro personas en $966.692 (costo per cápita mínimo $241.673), lo que implica que el año pasado 13’268.000 personas tuvieron ingresos por debajo de la LP. Por su parte, la población en extrema pobreza represento el 8,5%, tomando como base el valor de la línea de pobreza extrema monetaria para un hogar de cuatro personas en $458.768 (costo per cápita mínimo de $114.692), lo que significó que 4’003.000 personas el año pasado estuvieron bajo indigencia. 19 Responsable de calcular y publicar los resultados de las dos mediciones oficiales de pobreza en Colombia: Pobreza Monetaria y Pobreza Multidimensional. 20 Porcentaje de la población que tiene un ingreso per cápita en el hogar por debajo de la LP en relación a la población total. 23 Ilustración 2, Fuente DANE, Pobreza y condiciones de vida, Elaboración propia. Para los años 2006 y 2007 no hay datos disponibles, ya que dejo de calcularse mientras hacían los cambios metodológicos. La situación es más crítica en las zonas rurales con 38,6% de la población bajo LP y 18,1% bajo LI, frente a las cabeceras con 24,9% y 5,6% respectivamente. Esta brecha, cuya diferencia entre los índices de pobreza en zonas rurales y cabeceras, representó en 2002 el 36% y para el 2016 continuó un acelerado crecimiento, superando incluso el 55%. De igual forma, esta diferencia fue aún más notoria en pobreza extrema, la cual paso del 171% al 223% para el mismo periodo. Lo anterior ratifica -empeorando con los más recientes resultados del Censo Nacional Agropecuario-, un constante abandono total del campo por parte las autoridades nacionales21. 21 Según el Censo Nacional Agropecuario 2014, solo el 9.6% de los productores agrícolas recibieron algún tipo de asistencia técnica, solo un 11% solicito un crédito agropecuario, el 73% de los menores de 5 años en el campo no asiste a un jardín, el analfabetismo en personas mayores a 15 años alcanza el 11.5%, el 41.1% de las áreas censadas está en poder del 0.4% de los propietarios, el 83.3% no tiene maquinaria para realizar sus diferentes actividades agropecuarias. 0% 20% 40% 60% 80% 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 POBREZA MONETARIA Nacional Cabeceras Centros poblados y rural disperso 13 ciudades y A.M. Otras cabeceras 24 Ilustración 3, Fuente DANE, Pobreza y condiciones de vida, elaboración propia. Para los años 2006 y 2007 no hay datos disponibles, ya que dejo de calcularse mientras hacían los cambios metodológicos. El solo hecho de que esta metodología no tenga en cuenta otras dimensiones, fomenta un amplio debate sobre su pertinencia. Por lo anterior, sin importar la forma en que se haya construido la LP, esta terminara por subestimar la pobreza (Corredor, 1999). Entonces, el problema de las líneas de pobreza no está dado por su plausibilidad, sino por su falta de legitimidad. No hay ninguna garantía de que un individuo acepte determinada línea de pobreza como un punto limítrofe razonable que separe a una persona pobre de una no pobre. “No sabemos en realidad donde debería estar la línea de pobreza; sin embargo, su posición precisa hace una enorme diferencia”22 (Deaton 2015). 22 Un ejemplo claro es lo sucedido en la India tras los cambios metodológicos implementados a la medición propuesta por el economista P.C. Mahalanobis. Ver: El gran escape. Angus Deaton, (2015) Pág, 285 0% 20% 40% 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 POBREZA EXTREMA MONETARIA Nacional Cabeceras Centros poblados y rural disperso 13 ciudades y A.M. Otras cabeceras 25 2.2 Medición de la pobreza multidimensional Para Sen, la identificación de los pobres por medio de unas “necesidades básicas” utiliza dos métodos. Por un lado, el ya visto “método del ingreso”, que toma una línea de ingreso con la que se puede acceder a una canasta básica, y donde la población que se encuentre por debajo de esta línea será catalogada pobre. Este método permite aislar aspectos culturales o ideológicos que impidan al individuo satisfacer su canasta básica aun cuando tiene los ingresos para hacerlo. Por otra parte, el “método directo”, donde se tiene en cuenta si la canasta de consumo actual del individuo satisface o no las necesidades básicas; este no toma como base ningún supuesto de comportamiento o elección del consumidor, ni siquiera tiene en cuenta niveles de ingreso (Sen 1992). Además, se puede decir que, aunque las economías han crecido en los últimos años, no siempre los indicadores de pobreza reflejan este crecimiento con una reducción en su medición. Incluso con avances visibles en acceso a educación y servicios públicos, entre otros indicadores sociales, los ingresos de la población en términos reales no han mejorado significativamente. Por esta razón, se implementó el concepto de pobreza multidimensional (Alkire and Foster 2007, 2011), el cual observa patrones de pobreza distintos a la pobreza monetaria, al reflejar múltiples conjuntos de privaciones. Mediante esta metodología se considera pobre a quien carece de x número de variables del total de las supuestas. En este sentido, el IPM fue desarrollado para Colombia por el Departamento Nacional de Planeación (DNP)23 basados en la metodología de (Alkire and Foster 2007, 2008, 2011). Dicho indicador consta de 5 dimensiones con ponderaciones iguales: 23 El IPM es un complemento del NBI en Colombia. 26 Fuente: Conpes 150, Mayo 2012. Elaboración propia. Con el IPM, un hogar y cada individuo que la compone se considera pobre si carece de al menos 5 de las 15 variables, según su ponderación sobre el índice. Pero, debe considerarse que, carecer de alguna de estas variables que se consideran básicas, hacen al individuo pobre en cierto sentido y no dejará de serlo porque en otras de las variables consideradas básicas no existan las mismas carencias. Algunas críticas sostienen que dicha metodología –aunque podría decirse que todas- puede considerarse arbitraria, ya que no son claros los fundamentos bajo los cuales se determinan las dimensiones a evaluar y su respectiva ponderación dentro del índice, así como la razón por las que se excluyen muchas otras dimensiones y variables. En la literatura, cada dimensión tiene igual peso, lo que se cuestiona ya que no es equiparable la dimensión en alimentación con una en integración social. El umbral multidimensional define quienes están privados y quienes no, es discrecional y tiene que ver con el comportamiento de los datos. Sin embargo, parafraseando lo dicho por Muñoz en (Corredor, 1999) sobre esta misma critica al NBI, “El hecho de que el método le de la misma importancia a cada indicador simple no es, de por si criticable ya que los bienes o servicios que se han incluido en el indicador se Condiciones educativas del hogar (0.2) Bajo logro educativo (0.1) Analfabetismo (0.1) Condiciones de la niñez y juventud (0.2) Inasistencia escolar (0.05) Rezago escolar (0.05) Barreras de acceso a servicios para el cuidado de la primera infancia (0.05) Trabajo infantil (0.05) Trabajo (0.2) Desempleo de larga duración (0.1) Empleo informal (0.1) Salud (0.2) Sin aseguramiento en salud (0.1) Barreras de acceso a servicio de salud (0.1) Servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda (0.2) Sin acceso a fuente de agua mejorada (0.04) Inadecuada eliminación de excretas (0.04) Pisos inadecuados (0.04) Paredes exteriores inadecuadas (0.04) Hacinamiento critico (0.04) 27 consideran todos básicos ¿Por qué deberían tener ellos distinta importancia?”, lo mismo podría comentarse sobreel IPM. De igual forma existe un sistema cultural que no es fácilmente medible. Por ejemplo, para la CAOI24 “vivir bien va mucho más allá de la sola satisfacción de necesidades (…), más allá del mismo bienestar basado en la acumulación de bienes”. El IPM definió vivienda inadecuada como piso en tierra y paredes en madera burda, tabla, tablón, guadua, otro vegetal, zinc, tela, cartón, desechos o no tiene paredes; lo cual difiere mucho de la concepción que tienen de vivienda los pueblos indígenas, quienes consideran digna una vivienda rodeada de bosques, agua y fauna25. La población puede no considerarse pobre bajo la metodología del IPM en relación con sus capacidades26. Sin embargo, mientras no supere la pobreza por ingresos, no alcanzará autonomía y dependerá del asistencialismo para alcanzar una vida digna. La carencia de datos robustos y comparables entre individuos genera dificultades para la determinación y precisión de los índices de pobreza multidimensional, específicamente en la selección de las dimensiones que se deben tener en cuenta. Es claro que, a mayor número de variables identificadas, medibles y analizadas en este indicador, se pueden focalizar políticas públicas más eficientes en la lucha contra la pobreza, más aún si estas dimensiones están interconectadas entre sí. En el más reciente estudio de (Oxford Poverty & Human Development Initiative (OPHI) CAF 2016) se proponen cinco dimensiones faltantes en el análisis de la pobreza: Empoderamiento y agencia, Seguridad física, empleo y calidad del trabajo, la posibilidad de ir por la vida sin sufrir vergüenza o humillación por ser pobre, conectividad social, y bienestar psicológico y subjetivo. El estudio sugiere que estos indicadores tienen especial validez ya que gozan de criterios como comparabilidad internacional, evaluación de aspectos instrumentales y valores intrínsecos, e identifican cambios en cada dimensión a través del tiempo. Aunque se presentan razones de por 24 Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas. Ver Buen Vivir / Vivir bien. Filosofía, políticas, estrategias y experiencias regionales andinas. 2010 25 El Departamento para la Prosperidad Social planteó el Índice de Pobreza Multidimensional para población indígena de Colombia, donde se revisan las variables, puntos de corte, y dimensiones adicionales para el IPM nacional, teniendo en cuenta preferencias y necesidades de la población indígena, con base en consensos sociales, grupos focales y aspectos empíricos. 26 En términos de Sen. Ver Desarrollo y Libertad. 1998. 28 qué deberían evaluarse estas dimensiones, persiste el debate de por qué otras variables no se incluyen, como lo son: efectos del medio ambiente, participación política, entre otras27. Dimensión Pobreza en esta dimensión Empoderamiento y agencia Actuar bajo presión u obligación Seguridad física Ser víctima de robo a la propiedad, violencia física o muerte La capacidad de ir por la vida sin sentir vergüenza Estigma de la pobreza, discriminación, humillación, falta de dignidad, discriminación Calidad del empleo Informalidad, malas condiciones en el lugar de trabajo, subempleo Conectividad social Aislamiento social, falta de redes de protección, contactos sociales, soledad Bienestar psicológico y subjetivo Falta de significado en la vida, anomia, insatisfacción Elaboracion propia con base en información de (Oxford Poverty & Human Development Initiative (OPHI) CAF 2016) Ahora bien, demos tener en cuenta que gran parte de los indicadores teóricamente deseables no se pueden construir por falta de información confiable y adecuada, por lo que los indicadores, en muchas ocasiones, deben ajustarse a los datos disponibles. Además, aunque es posible que se ajusten los sistemas de recolección de datos para ampliar las dimensiones, lo cierto es que existe, en algunos casos, indisposición de los sujetos hacia cierto tipo de preguntas. Según el DANE, en Colombia el porcentaje de personas en situación de pobreza para el total nacional en 2016, bajo pobreza Multidimensional, se ubicó en 17,8%, es decir, 8’586.000 personas, siendo en las cabeceras de 12,1% y en la zona rural 37,6%. 27 En algunos casos la no inclusión de estas variables se debe a aspectos como la dificultad en su medición o su alta correlación con otras variables ya incluidas. 29 Ilustración 4, Fuente DANE, Pobreza y condiciones de vida, elaboración propia La brecha entre las zonas rurales y las cabeceras es igualmente, o incluso más preocupante, cuando se observa desde la métrica de pobreza multidimensional, donde el sector rural tiene el doble de pobreza que las cifras nacionales y más de tres veces que el índice urbano. Incluso más crítico, es que esta inequidad se ha venido profundizando en tan solo seis años que se tienen de medición, pasando de una diferencia entre los dos índices rural y urbano, del 126% en el 2010 a cerca del 211% en 2016. De 2010 a 2016 se ha presentado una mejora gradual en cada una de las dimensiones evaluadas, con excepción de desempleo de larga duración la cual tuvo un ligero incremento pasando de 9,9% a 10,8% respectivamente. Las variables que presentan los avances más importantes son: Sin seguridad en salud, pasando de 21% en 2010 a 9,6% en 2016; Bajo logro educativo, pasando de 55,4% en 2010 a 46,4% en 2016; y trabajo informal, pasando de 80,9% en 2010 a 73,6% en 2016. Otras de las variables donde se han visto avances significativos son: Rezago escolar y hacinamiento crítico. Sin embargo, las demás variables que se pueden observar en la Ilustración 5 no han visto mayores cambios en los 6 años de medición. 0% 20% 40% 60% 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 POBREZA MULTIDIMENSIONAL Nacional Cabecera Centros poblados y rural disperso 30 Ilustración 5, Fuente DANE, Pobreza y condiciones de vida, elaboración propia 0,0% 20,0% 40,0% 60,0% 80,0% Analfabetismo Bajo logro educativo Barreras a servicios para cuidado de la primera infancia Barreras de acceso a servicios de salud Desempleo de larga duración Hacinamiento crítico Inadecuada eliminación de excretas Inasistencia escolar Material inadecuado de paredes exteriores Material inadecuado de pisos Rezago escolar Sin acceso a fuente de agua mejorada Sin aseguramiento en salud Trabajo infantil Trabajo informal MD POR VARIABLES 2010 2016 31 3. VULNERABILIDAD Son muchos los trabajos que se han realizado en torno al concepto de pobreza, y las políticas se orientan sobre como compartir el crecimiento y la riqueza, focalizados en términos pro-pobres28 como primordial segmento de la población en la cual focalizar políticas públicas. No obstante, se torna importante dar un giro, complementario más no excluyente, para prestar más atención en quienes no son catalogados ni como ricos ni como pobres, la llamada clase media (Birdsall 2010). Para Birdsall, en muchos casos puede que no existan importantes desventajas entre los beneficios que obtienen los pobres o la clase media en cuanto a las políticas económicas implementadas. La verdadera desventaja podría estar entre los ricos y el resto, y entre la estabilidad en el corto plazo o el alto crecimiento agregado que preserva el status quo, beneficiando una pequeña minoría en la parte superior de la distribución de los ingresos. Birdsall define como clase media a quienes ganan el equivalente a $1029 dólares al día o más, pero que además se encuentran en el percentil 95 de la distribución de ingresos en su propio país. Las personas que ganan menos de $10 dólares30 día conforman la población catalogada pobre, y quienes se encuentran por encima del percentil 95 son clasificados como “ricos”. En contraposición, trabajos como los de (Banerjee and Duflo 2008) y (Ravallion 2010), citados por Birdsall,definen la clase media como aquellos que ganan entre $2 y $10, y entre $2 y $13 dólares al día respectivamente, es decir, quienes han escapado de la línea de pobreza reconocida por el Banco Mundial: $2 dólares día. Durante las crisis se produce un considerable aumento de la pobreza, especialmente porque una importante proporción de los no pobres son vulnerables a descensos de la economía. Aquí Birdsall cita a (Kanbur and Lustig 2000), quienes sostienen que esto se debe a que el ingreso permanente de esta porción de la población es tan bajo que no tienen la posibilidad de acumular ahorros para prevenir y afrontar momentos de dificultad. Si una proporción de la población escapa de la línea de pobreza, se espera que adquiera en cierta medida seguridad económica, lo cual para 28 Birdsall lo define como crecimiento con beneficios para los pobres, al menos tanto o más, que para el resto de la población. 29 En términos de poder de paridad de compra de 2005 30 Birdsall toma como valor mínimo para ser clase media un único valor absoluto y no uno relativo a cada economía dado que en economías relativamente abiertas las poblaciones son vulnerables a factores tanto externos como internos, a la vez que se presentan algunos estándares de consumo a nivel global. 32 Birdsall implica que, durante los ciclos negativos de la economía, incluso ante factores de riesgo individual como enfermedad o pérdida de empleo, los hogares no tengan que vender sus activos, sacar a los niños del colegio, entre otras medidas que afecten su bienestar y futuro, para combatir la situación inesperada. Cabe anotar, que países de ingresos medios y bajos, como Colombia, tienen mayor probabilidad de sufrir shocks económicos31, por tanto, mayor exposición de sus poblaciones vulnerables ante variables que no pueden controlar. Birdsall cita a Hausmann, quien sostiene que los choques externos tienden a producir crecimientos acelerados que pueden ser ampliamente favorables, pero que, en ultimas, son solo temporales (Hausmann, Pritchett, and Rodrik 2005). En este sentido, la vulnerabilidad comprende la capacidad, inseguridad y sensibilidad de los individuos para responder ante situaciones de cambios no previstos o planificados, estas capacidades tienen que ver con la resistencia o ajuste ante crisis (Moser 1998). Otros la entienden como la magnitud en que se ve perjudicado un individuo ante un determinad evento, con el agravante que algunos individuos pueden no reponerse a choques transitorios y por tanto enfrentar efectos permanentes (Dercon 2005). Por otra parte, la vulnerabilidad es manifestada no solo por cierta exposición a perturbaciones o peligros, sino que comprende la sensibilidad y resistencia del sistema en que están presentes estos riesgos. La comprensión de la relación entre el entorno humano y la vulnerabilidad de sus individuos es uno de los ejes principales en el camino hacia la sostenibilidad, bien sea económica, social, política o ambiental. Para (Turner et al. 2003) la vulnerabilidad es el grado al cual un sistema, subsistema o componente de un sistema probablemente experimentan un daño debido a la exposición a un riesgo, perturbación o tensión. Dado lo anterior, (Turner et al. 2003) presentan dos modelos: risk-hazard (RH) y pressure- and-release (PAR), que han sido ampliamente usados en varias investigaciones. El primero procura entender el impacto de un riesgo en función al acontecimiento del riesgo y la respuesta de sensibilidad del individuo expuesto. Sin embargo, cuenta con deficiencias como: (1) no se ocupa de los medios por los cuales los sistemas en cuestión amplifican o atenúan los impactos del riesgo, (2) no tiene en cuenta diferencias entre los sistemas expuestos que implican consecuencias 31 Perry (2009) citado por Birdsall (2010) 33 variables ante los peligros y (3) el rol de la política económica, especialmente en estructuras sociales e instituciones en los diferentes grados de exposición y consecuencias. Al reconocer estas debilidades se condujo al segundo modelo, en el cual se define el riesgo como una función de la perturbación y la vulnerabilidad de la unidad expuesta. Este modelo acentúa las diferencias en la vulnerabilidad por los diferentes individuos expuestos, por ejemplo, la clase, la etnia, la raza, el sexo, etc. De acuerdo con esto, el concepto de vulnerabilidad está enmarcado en: (i) Exposición: con componentes como individuos, hogares, clases, estados, etc; y características como frecuencia, magnitud, duración, etc. (ii) Sensibilidad: con condiciones humanas como población, instituciones, estructuras económicas, etc; y condiciones ambientales como recursos naturales, clima, entre otros. (iii) Resiliencia: incluye reacción, impacto, ajustes y adaptación. Este marco intenta demostrar las complejas y múltiples interacciones que se ven involucradas en el análisis de la vulnerabilidad. (Turner et al. 2003). Ahora bien, como también interesa su medición, según (Lopez-Calva y Ortiz-Juarez 2014), podemos catalogar las clases sociales en cuatro grupos según su nivel de ingreso per cápita: “(1) Pobres: hogares con un ingreso per cápita por debajo de la línea de pobreza (US$4,06 PPA); (2) Vulnerables: hogares con un ingreso per cápita entre la línea de pobreza (LP) y US$10PPA; (3) Clase media: hogares con un ingreso per cápita entre US$10 y US$50 PPA y (4) Clase alta: hogares con un ingreso mayor a US$50 PPA” (R. Angulo, A. Gaviria, L. Morales 2013) Siendo la clase vulnerable aquellos individuos que superaron la línea de pobreza pero que continúan con una alta probabilidad de recaer en la pobreza ante choques globales o idiosincráticos. Según (R. Angulo, A. Gaviria, L. Morales 2013) esta metodología soluciona algunas inconsistencias de las metodologías que establecen el límite inferior de la clase media muy cerca de la línea de pobreza32, ya que no se puede catalogar como clase media a los hogares que superan apenas marginalmente los ingresos de LP. Para el caso colombiano, el DNP define la vulnerabilidad como: “grado en el cual un hogar o individuo sufre o puede sufrir uno o más episodios de pobreza o la per 32 Ver (Banerjee and Duflo 2009) 34 sistencia de esta como consecuencia de un estímulo o shock”, siendo así una dimensión de la pobreza. Como ya se mencionó, el Plan Nacional de Desarrollo “Todos por un Nuevo País” utiliza para Colombia la LP como límite inferior y US$10 PPA como límite superior para identificar a la clase vulnerable. Bajo estas condiciones, aunque hay importantes avances en la reducción de pobreza, según (R. Angulo, A. Gaviria, L. Morales 2013), al 2011 casi tres cuartas partes de la población colombiana era “pobre” o “vulnerable” -bajo las líneas de (Lopez-Calva and Ortiz-Juarez 2014)-, y el ritmo al que reducimos la pobreza es inferior al del promedio de América Latina. El concepto de vulnerabilidad, bien parece ser oportuno y necesario para una adecuada separación de la clase pobre de la clase media. En palabras de (R. Angulo, A. Gaviria, L. Morales 2013): “los hogares vulnerables pueden, como resultado de choques globales o idiosincrásicos, caer fácilmente en la pobreza, los hogares de clase media son por el contrario mucho menos vulnerables y puede suponerse entonces que han abandonado la pobreza de manera casi definitiva”. A pesar de ello, la vulnerabilidad tiene algunas dificultades en su medición, ya que, de acuerdo con (Sen 1992): “El marco de la comparación no es independiente, desde luego, de la actividad política en la comunidad estudiada, ya que el sentimiento de privación de una persona está íntimamente ligado a sus expectativas, a su percepción de lo que es justo y a su noción de quién tiene derecho a disfrutar qué”.35 4. PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO Para el presente estudio, se presentará un criterio comparativo basado en las condiciones y calidad de vida de las poblaciones en pobreza y vulnerabilidad, tomando como fuente de datos la Encuesta de Calidad de Vida (ECV) de 2016, cuya muestra es representativa para el total nacional. La ECV 2016 se realiza en 10 dominios: Bogotá DC., Antioquia, Valle, Región Atlántica, Región Oriental, Región Central, Región Pacifica, San Andrés, Orinoquia-Amazonia y Buenaventura. Cada desagregación es representativa a nivel de cabecera (área metropolitana, área urbana y cabecera municipal) y centros poblados – rural disperso (centros urbanos, caseros, inspecciones de policía, corregimiento municipal y área rural dispersa. La ECV 2016 recopila datos importantes de múltiples variables, para lo cual plantea un formulario que consta de 13 capítulos y 299 preguntas. Los capítulos recolectan información de: A) Identificación y control, B) Datos de la vivienda, C) Datos del hogar, D) Características y composición del hogar, E) Salud, F) Cuidado de niños y niñas menores de 5 años, G) Educación, H) Fuerza de trabajo, I) Tecnologías de información y comunicación, J) Trabajo infantil, K) Necesidades jurídicas, L) Tenencia y financiación de la vivienda que ocupa el hogar, M) Condiciones de vida del hogar y tenencia de bienes. Así mismo, se considerará el concepto de pobreza y extrema pobreza sujeto a la medición de pobreza monetaria dada por el DANE para 2016, es decir, hablamos de pobres refiriéndonos a quienes reciben menos de $966.692 para un hogar de cuatro personas o $241.673 per cápita al mes -$266.043 para las cabeceras y $159.543 para las áreas rurales-, y de indigencia (extrema pobreza) a quienes reciben menos de $458.768 para un hogar de cuatro personas o $114.692 per cápita al mes -$119.685 para las cabeceras y $97.867 para las áreas rurales-. De igual forma, de acuerdo con el planteamiento del Plan Nacional de Desarrollo Todos por un Nuevo País, nos referimos como vulnerables a aquellas personas que no son pobres por la medición monetaria, pero cuyos ingresos son menores a US$ 10 PPA33 per cápita diario, como clase media aquellos con ingresos entre US$ 10 y US$ 50 PPA per cápita diario; y como clase alta aquellos con ingresos de más de US$ 50 per cápita diario. 33 El Poder de Paridad Adquisitivo (PPA) estimado por el Banco Mundial como factor de conversión para Colombia en 2015 fue de $ 1.200,75 Consultar: http://wdi.worldbank.org/table/4.16 36 De esta manera, nuestro enfoque será sobre los 7’200.000 colombianos que según la metodología propuesta en el trabajo de (Casas and Muñoz 2017) siguen bajo condiciones de pobreza, pero que ahora reciben el nombre de población vulnerable, definida según el DNP como: “el grado en el cual un sistema o una población resultan o pueden resultar perjudicados o deteriorados como consecuencia de un estímulo o shock (Turner 2003).”34 De acuerdo a los estudios enfocados en población vulnerable, se ha comprendido que no solo tiene impactos en el bienestar, sino que además se convierte en causa de pobreza o persistencia de la misma. Para lo anterior se tomó las LI y LP construidas por (Casas and Muñoz 2017) a la que llamaremos Metodología Casas-Muñoz (MCM) cuya construcción se basa en la propuesta de la MESEP con dos cambios fundamentales respecto a la NM: el uso de un CO endógeno para cada dominio (2.87 para el dominio urbano, y 2.1 para el rural), y el uso de cuatro criterios de inclusión de alimentos, es decir, se agrega el criterio según el cual “el alimento se incluye si el gasto de cada producto representa el 5% o más del gasto dentro del grupo al que pertenece el alimento” (Casas and Muñoz 2017). Los valores de la LP nacional estimados son superiores respecto a la NM, en promedio, 12,63% para 2007. Posteriormente las líneas fueron actualizadas por el Índice de precios al consumidor (IPC), tanto para las cabeceras como para las áreas urbanas a 2016. Lo anterior nos permite clasificar las personas que hacen parte de la muestra de la ECV 2016 en cada clase social, con base tanto a la NM como en la MCM. Finalmente, se identifica el grupo poblacional que clasificaba como pobre con la MCM y que ahora es considerado vulnerable con la NM. Posteriormente, se trabaja con diferencia de medias. Esto, dado que se cuenta simultáneamente con variables categóricas y dependientes, con grupos independientes. Para lo anterior, dos grupos de interés –Pobres con metodología Casas-Muñoz y pobres con nueva metodología- se compararán basados en el umbral de pobreza. Si el umbral que determina que una persona sea catalogada pobre por su nivel de ingresos es $241.673 per cápita al mes, el supuesto es que un individuo con ingresos de $240.673 per cápita al mes es prácticamente idéntica que un individuo con ingresos de $242.673 per cápita al mes. Con 34 Para ampliar el concepto de población vulnerable Ver: Una aproximación a la vulnerabilidad. DNP (2007). 37 la salvedad que los primeros en este caso (debajo de la LP) serán catalogados como pobres, mientras los segundos serán llamados vulnerables. Se presentarán los resultados obtenidos para una serie de variables de la ECV 2016, donde se compara la calidad de vida de quienes serían catalogados pobres con la MCM y con la NM son clasificados como vulnerables (2.265 hogares) frente a los hogares que actualmente son clasificados como pobres y que tienen un nivel de ingreso por debajo de la línea de pobreza, proporcional a la magnitud que diferencia la nueva LP de la estipulada por la MCM (1.490 hogares). A los primeros se les llamará Pobres con Metodología Casas-Muñoz (PMCM) y a los segundos Pobres con Nueva Metodología (PNM). Se hablará de Vulnerables Permanentes (VP) como aquellos que conservan esta categoría, tanto en la anterior como en la nueva metodología. Es decir, la nueva metodología sitúa la LP en las cabeceras en $266.043 y en las áreas rurales $159.543 mensuales per cápita, mientras la metodología Casas-Muñoz calculada en este documento ubica la LP de las cabeceras en $340.705 y en las áreas rurales $204.367 mensuales per cápita. Esto representa una diferencia de $74.662 y $44.824 respectivamente. Por tanto, compararemos esta población con los actualmente clasificados pobres cuyos ingresos sean menores al umbral de la LP en estas dos mismas proporciones. Es importante destacar que las líneas de vulnerabilidad no tienen segregación entre las zonas rural y urbana, lo cual genera un fuerte ruido en los datos, ya que un hogar con un ingreso de $205.000 per cápita en el sector rural será catalogado como vulnerable, aun cuando su ingreso es bastante inferior a la LP del área rural. Por esta razón, se presentan los resultados tanto para el área rural como para el área urbana. 38 Ilustración 6. Elaboración propia La línea 1representa el umbral de extrema pobreza. La línea 3 representa el umbral de pobreza según la nueva metodología, la línea 4 representa el umbral de pobreza según la metodología Casas-Muñoz. La población cuyos ingresos se encuentran entre la línea 3 y 4 serán los catalogados PMCM en el presente trabajo. La población que se encuentra entre la línea 2 y 3 son quienes tienen un ingreso menor al umbral de pobreza en la misma proporción que la diferencia entre las líneas 3 y 4, es decir de $74.662 y $44.824 para el área urbana y rural respectivamente, esta población será catalogada PNM para efectos de comprarlos. De igual forma, se supone que la clasificación en la categoría pobre o vulnerable es una función determinística de Z, lo que quiere decir que los individuos no participan en la decisión de a que categoría pertenecen, a la vez que no pueden ajustar el valor de Z (en este caso la LP) enrespuesta a los criterios de elegibilidad en cada una de las categorías, es decir, Z no es manipulable. Finalmente, dado que siempre que comparemos individuos que tengan ligeras variaciones en sus ingresos se pueden presentar diferencias en la calidad de vida, se probará por medio de la prueba t student para muestras independientes, con un 95% de intervalo de confianza, si estas diferencias son estadísticamente significativas. 39 4.1 Características de la población participe en la ECV 2016 Con la ECV 2016 tenemos una muestra de 22.454 viviendas, 22.893 hogares y 74.349 individuos. Del total de hogares, el 62.1% se encuentra en cabeceras y el 37.9% en centro poblado o área rurales dispersas. Del total de individuos, el 49.3% son hombres y 50.7% son mujeres. La edad media es de 33 años, con un mínimo de 0 y un máximo de 105 años. Si tomamos las líneas de pobreza definidas por el DANE en la NM, y las clasificaciones del Plan Nacional “Todos por un Nuevo País”, para el total de hogares a nivel nacional la clasificación es la siguiente: CLASIFICACION DE LOS HOGARES POR INGRESO PERCAPITA Frecuencia Porcentaje Porcentaje acumulado Pobreza extrema 1227877 8,5 8,5 Pobreza 2239681 15,5 24 Vulnerables 2561359 17,7 41,7 Clase media 7188745 49,8 91,5 Clase alta 1229814 8,5 100,0 Total 14447476 100,0 Más específicamente, de los hogares en las cabeceras, el 7.2% viven en pobreza extrema, 15.2% en pobreza, 12% son vulnerables, 55.5% pertenecen a la clase media y 10.1% a la clase alta. En las áreas rurales el 13.4% viven en pobreza extrema, 16.5% en pobreza, 39.4% son vulnerables, 28.2% pertenecen a la clase media y 2.5% a la clase alta. Sobre el número de personas que conforman cada hogar podemos ver que los hogares por debajo de la LP cuentan en promedio con más personas que aquellos hogares por encima de la LP. 40 Personas por hogar según clase a la que pertenece Clase por area de la vivienda Media N Mínimo Máximo Extrema pobreza 4 1227877 1 20 Pobreza 4 2239681 1 14 Vulnerable 4 2561359 1 15 Clase Media 3 7188745 1 14 Clase alta 2 1229814 1 8 Total 14447476 CANTIDAD DE PERSONAS POR SEXO Y CLASE A LA QUE PERTENECE Sexo Total Hombre Mujer Clase alta Recuento 1418254 1388360 2806614 % 50,5% 49,5% 100,0% Clase Media Recuento 11204165 10934038 22138203 % 50,6% 49,4% 100,0% Extrema pobreza Recuento 2139088 2449631 4588719 % 46,6% 53,4% 100,0% Pobreza Recuento 4269105 4735829 9004934 % 47,4% 52,6% 100,0% Vulnerable Recuento 4799633 4967047 9766680 % 49,1% 50,9% 100,0% Total Recuento 23830245 24474905 48305150 % 49,3% 50,7% 100,0% Por otra parte, de los jefes de hogar 65.2% son hombres y 34.8% mujeres. Según la clase social a la que pertenecen son: en extrema pobreza 57.2% hombres y 42.8% mujeres; en pobreza 60.8% hombres y 39.2% mujeres; vulnerables 66.7% hombres y 33.3% mujeres; clase media 66.9% hombres y 33.1% mujeres; clase alta 68% hombres y 32% mujeres. En el anexo A se pueden encontrar más características demográficas de los jefes de hogar y su conyugue para cada una de las clases sociales, en temas como edad, educación, salud y trabajo. 41 5. RESULTADOS A continuación, se presentarán los resultados por separado para el área urbana y para el área rural. Los estadísticos de prueba resultado de la comparación de medias por medio de prueba T student para muestras independientes, junto con tablas de frecuencia adicionales se pueden consultar en el anexo. 1. Resultados para el área urbana En primer lugar, comparamos una serie de variables que tienen una fuerte relación con las evaluadas en la medición del IPM, identificando lo siguiente: 1. Respecto a la valoración en Servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda: De las variables que tienen relación con el acceso a fuente de agua mejorada, se encontró: Al 66.1% de los PNM le llega agua al hogar las 24 horas del día, durante los 7 días de la semana, a la vez que en los PMCM alcanza 68.3%, y en los VP 68.1%; por otra parte, la CM llega a 75.7%. Además, el 11.4% de los PNM compra, principalmente, agua embotellada o en bolsa para beber, similar al 12.1% que lo hace de los PMCM, y el 15.8% de los VP; en la CM llega al 16.9%. HOGARES QUE CUENTAN CON ACUEDUCTO Población por clases Sí No Clase Media 94,7% 5,3% VP 93,5% 6,5% PMCM 93,9% 6,1% PNM 92,9% 7,1% En cuanto a los hogares que cuentan con acueducto, observamos una diferencia de tan solo 1% entre PNM, PMCM y VP, pero se observa además una diferencia de 2.4% para con la CM. De las variables que tienen relación con la inadecuada eliminación de excretas, se encontró: 42 ¿CON QUÉ TIPO DE SERVICIO SANITARIO CUENTA EL HOGAR? Población por clases Inodoro conectado a alcantarillado Inodoro conectado a pozo séptico Inodoro sin conexión Letrina Bajamar No tiene servicio sanitario Clase Media 90,1% 7,0% 1,3% 0,1% 1,1% 0,3% VP 86,4% 10,6% 1,9% 0,8% 0,3% PMCM 85,0% 8,7% 4,1% 0,2% 1,5% 0,5% PNM 82,7% 9,7% 3,9% 0,7% 1,7% 1,3% EL SERVICIO SANITARIO ESTA UBICADO: Población por clases Dentro de la vivienda Fuera de la vivienda, pero en el lote o terreno Clase Media 94,4% 5,6% VP 90,7% 9,3% PMCM 87,6% 12,4% PNM 84,9% 15,1% De las variables que tienen relación con pisos y paredes inadecuadas, se encontró: MATERIAL PREDOMINANTE DE LOS PISOS Población por clases Alfombra o tapete de pared a pared Madera pulida y lacada, parqué Mármol Baldosa, vinilo, tableta, ladrillo Madera burda, tabla, tablón, otro vegetal Cemento, gravilla Tierra, arena Clase Media 0,3% 1,0% 0,5% 75,0% 2,2% 20,6% 0,4% VP 0,5% 1,4% 0,3% 59,7% 3,0% 34,3% 0,8% PMCM 0,5% 0,1% 59,2% 3,9% 34,1% 2,1% PNM 0,1% 0,7% 0,6% 51,4% 4,6% 39,8% 2,7% 43 MATERIAL PREDOMINANTE DE LAS PAREDES EXTERIORES Poblaci ón por clases Bloqu e, ladrill o, made ra pulida Tapia pisad a, adob e Bahareq ue revocad o Bahareq ue sin revocar Made ra burda , tabla, tabló n Material prefabrica do Guadu a, caña, esterill a, otro vegeta l Zinc, tela, carbón, latas, desech os, plástico Sin pared es Clase Media 93,6 % 1,6% 1,1% 0,2% 2,6% 0,6% 0,1% 0,1% 0,0% VP 91,3 % 3,0% 1,1% 0,3% 3,0% 1,1% 0,3% PMCM 89,8 % 2,4% 2,2% 0,4% 4,1% 0,4% 0,4% 0,2% 0,1% PNM 86,8 % 2,1% 2,1% 1,3% 6,4% 0,7% 0,4% 0,2% En las variables anteriormente analizadas, relacionadas con fuentes de agua, no existen diferencias significativas entre los PNM, PMCM y VP. Tampoco existen diferencias significativas entre PNM y PMCM, pero si entre PNM y VP en lo relacionado con adecuada eliminación de excretas. Finalmente, existen diferencias entre estos tres grupos en las variables relacionadas con material predominante de las paredes y pisos. Cabe resaltar que, en todas las variables se encuentran diferencias estadísticamente significativas entre estos grupos analizados y la CM. 2. Respecto a la valoración en Salud: Tanto los PMCM (62.7%) como los PNM (71.6%), se encuentran en su mayoría afiliados al régimen subsidiado EPS-S -en cuanto a seguridad social en salud se refiere-, a diferencia de los VP con 50.6% y la CM que tiene en este mismo régimen un 30.9% y que en su mayoría se encuentran en el régimen contributivo (64.7%). Además, se encontró que el 35.8% de las PMCM, el 42.3% de las PNM, el 42.5% de los VP, a diferencia de tan solo el 29.2% de la CM, tuvieron su primer hijo antes de los 18 años. Por otra parte, el 7.0% de los PMCM y 7.1% de los PNM no asiste al médico ni al odontólogo por falta de dinero. En los VP esta cifra es 5.6%. 44 En este caso se presentan diferencias significativas en el régimen de seguridad social en salud, entre PMCM, PNM y VP, pero en la edad
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