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546 An Pediatr (Barc) 2004;61(6):546-50 NOTAS CLÍNICAS Síndrome mieloproliferativo transitorio neonatal en ausencia de síndrome de Down P. Bastida Vilá, T. Olivé Oliveras, C. Díaz de Heredia Rubio y J.J. Ortega Aramburu Servicio de Hematología. Hospital Universitario Materno-Infantil Vall d’Hebron. Barcelona. España. El síndrome mieloproliferativo transitorio o leucemia transitoria neonatal es una entidad que suele asociarse a pacientes afectados de síndrome de Down. Se resuelve de manera espontánea en 4 o 5 meses, salvo en el 25% de los casos en que puede desarrollarse posteriormente una leucemia megacarioblástica aguda, o bien un síndrome mielodisplásico. Rara vez se ha descrito sin anomalías constitucionales y aún menos en gemelos. Se presentan 3 pacientes, fenotípicamente normales, afectados por esta enfermedad. Uno de ellos fue diagnosticado por presen- tar un síndrome de “blueberry muffin baby”. El estudio anatomopatológico de las lesiones cutáneas orientó el diagnóstico. Los otros eran dos trillizas monocoriales. Su hermana bicorial con las dos anteriores no presentó alte- raciones hematológicas. En todos se descartó la cromoso- mopatía constitucional. Sólo recibieron tratamiento de soporte sin quimioterapia. La evolución fue favorable, de- sapareciendo la blastosis medular y periférica en 4 o 5 me- ses. Con un período de seguimiento de 18 y 19 meses no han presentado nueva patología hematológica. Se debe ser cauto antes de iniciar la quimioterapia en estos pacientes. Se comenta el diagnóstico diferencial con la leucemia con- génita y las implicaciones pronósticas y terapéuticas que conlleva. Palabras clave: Síndrome mieloproliferativo transitorio neonatal. Leu- cemia transitoria neonatal. Leucemia congénita. Síndrome de “blueberry muffin baby”. Síndrome de Down. TRANSIENT NEONATAL MYELOPROLIFERATIVE DISORDER IN THE ABSENCE OF DOWN SYNDROME Transient neonatal leukemia or transient neonatal mye- loproliferative disorder is commonly associated with Down syndrome. It usually resolves spontaneously in 4-5 months. However, 25 % of patients will subsequently develop acute megakaryoblastic leukemia or myelodys- plastic syndrome. It has seldom been described without constitutional anomalies and is even less frequent in twins. We present three phenotypically normal patients with this disorder. One of them was diagnosed because he presented blueberry muffin syndrome. Diagnosis was gui- ded by pathological examination of the skin lesions. The other two patients were monochorionic triplets. Their bi- chorionic sister presented no hematological disorders. Constitutional chromosomal abnormalities were ruled out in all three patients. They received support treatment only without chemotherapy. The clinical course was favorable with disappearance of marrow and peripheral blastosis in 4-5 months. Follow-up of 18 and 19 months has not re- vealed any hematological disorders. Caution must be exer- cised before initiating chemotherapy in these patients. We discuss the differential diagnosis with congenital leu- kemia and the prognostic and therapeutic implications that this entails. Key words: Transient neonatal myeloproliferative disorder. Tran- sient neonatal leukemia. Congenital leukemia. Blueberry muffin syndrome. Down syndrome. INTRODUCCIÓN La leucemia aguda durante el período neonatal es poco frecuente con una incidencia inferior al 1% de todas las leucemias infantiles. Es la segunda causa de enfermedad oncológica neonatal, siendo el neuroblastoma la prime- ra, y la principal causa de mortalidad asociada a neopla- sia en este período1. Es más frecuente la forma mieloide que la linfoide y suele presentarse con hiperleucocitosis, hepatosplenomegalia, afectación cutánea y de sistema nervioso central (SNC). El síndrome mieloproliferativo transitorio neonatal o leucemia transitoria neonatal se define como una enfer- Correspondencia: Dra. P. Bastida Vilá. Servicio de Hematología. Hospital Universitario Materno-Infantil Vall d’Hebron. P.º Vall d’Hebron, 119-129. 08035 Barcelona. España. Correo electrónico: pbastida@vhebron.net Recibido en febrero de 2004. Aceptado para su publicación en septiembre de 2004. 00 An Pediatr (Barc) 2004;61(6):546-50 547 Bastida Vilá P, et al. Leucemia transitoria neonatal medad congénita, con blastosis en período neonatal, en niños con síndrome de Down que se resuelve de forma espontánea2. Ocasionalmente se ha descrito en recién na- cidos fenotípicamente normales, algunos de ellos con mosaicismos para la trisomía 21. Otros tienen alteraciones cromosómicas que únicamente afectan a las células blás- ticas y desaparecen al entrar en remisión3. Inicialmente es indistinguible de la leucemia neonatal y la morbimortali- dad acompañante puede ser elevada. Sólo la evolución clínica establece el diagnóstico diferencial de manera de- finitiva. Se presentan 3 pacientes afectados de esta pato- logía y se comentan las implicaciones en cuanto al pro- nóstico y tratamiento. OBSERVACIONES CLÍNICAS Caso 1 Niña de 24 días de vida que acudió por haber presen- tado en los primeros días de vida un síndrome de “blue- berry muffin baby”. Correspondía a una primera gesta- ción de 41 semanas que cursó sin incidencias. El peso de nacimiento fue de 3.600 g y las serologías maternas ha- bían sido negativas. El estudio anatomopatológico de las lesiones cutáneas informó de la existencia de un infil- trado uniforme, que afectaba difusamente a la dermis superficial y profunda (fig. 1), por células de núcleo arri- ñonado e identado con cromatina fina y ausencia de nu- cléolos; el citoplasma era escaso y de límites mal defini- dos. El estudio inmunohistoquímico demostró intensa positividad para lisozima y algo menos para CD117. Al- gunas células mostraban también expresión de CD68 y HLA-DR. Los marcadores de Langerhans CD1a y S100, los linfoides CD79a, CD7, CD3 y TdT y los mieloides CD56 y mieloperoxidasa fueron todos negativos. En la explora- ción física no se observaron manifestaciones hemorrági- cas ni hepatosplenomegalia ni características de síndrome de Down. Persistía una lesión cutánea de 1 cm de diá- metro, de coloración vinosa, residual del exantema pre- vio. En el hemograma los leucocitos eran de 6,7 × 109/l con una neutropenia de 1,1 × 109/l, el 94% eran linfocitos de aspecto maduro con amplio citoplasma basófilo y el 6%, monocitos. La hemoglobina era de 17 g/dl y las pla- quetas de 293 × 109/l. En médula ósea a microscopia óp- tica se observó una infiltración del 32% por células de as- pecto inmaduro, grandes, con núcleo arriñonado y citoplasma amplio agranular con alguna vacuola, de as- pecto monocitoide. La tinción de peroxidasas fue negati- va y la de butirato esterasas positiva en el 100% de las cé- lulas blásticas. Por citometría de flujo se detectó una celularidad monocitaria inmadura del 39 % positiva para CD11b, CD135, CD64, HLA-DR, CD65, CD33 y CD15. El estudio citogenético mostró un cariotipo 46XX en 20 me- tafases y la investigación de la reorganización del gen MLL fue negativa en 200 núcleos analizados. Se conside- ró que la paciente presentaba bien una leucemia mono- blástica congénita o bien un síndrome mieloproliferativo transitorio neonatal. Ante la posibilidad de que se tratara del segundo diagnóstico, se mantuvo en observación con controles hematológicos periódicos. La neutropenia se hizo más acentuada con cifras mínimas de 0,160 × 109/l y se instauró una intensa anemia de 6 g/dl que precisó transfusión de concentrado de hematíes (tabla 1). A los 2 meses de vida se repitió el aspirado medular y se obtu- vo una celularidad abundante con una infiltración leucé- mica del 52% de morfología similar al diagnóstico inicial. Como complicaciones infecciosas durante este período presentó otitis y gastroenteritis que respondieron bien al tratamiento administrado. Posteriormente, y de forma progresiva, fueron mejorando las alteraciones hematoló- gicas alcanzandocifras prácticamente normales a los 5 meses de vida. El estudio citológico e inmunológico realizado en médula ósea demostró la desaparición de la celularidad blástica observada anteriormente. Con un se- guimiento de 18 meses no se ha observado nueva enfer- medad hematológica. Casos 2 y 3 Dos niñas de 24 h de vida fueron remitidas desde el servicio de neonatología por leucocitosis y células blásti- cas en sangre periférica. Eran la primera y segunda trilli- zas de 1.370 y 1.110 g, respectivamente, fruto de una se- gunda gestación de 30 semanas, bicorial y triamniótica, que había cursado con transfusión fetofetal entre estas dos hermanas monocoriales. Se había practicado fotocoa- gulación con láser de las anastomosis placentarias a las 22 semanas de gestación. El estudio de cariotipo por am- niocentesis fue de 46XX en los tres fetos. Las serologías maternas a lúes, hepatitis, toxoplasma y virus de la in- munodeficiencia humana (VIH) fueron negativas. El par- to fue por cesárea por dinámica uterina espontánea. Las 2 pacientes presentaron enfermedad de membrana hiali- na y precisaron ventilación mecánica. Los hemocultivos 00 Figura 1. Infiltrado que afecta a la dermis superficial y profunda respetando epidermis. Población ce- lular uniforme de núcleo arriñonado e identa- do con cromatina fina y ausencia de nucléo- los. El citoplasma es escaso y de límites mal definidos. Bastida Vilá P, et al. Leucemia transitoria neonatal 548 An Pediatr (Barc) 2004;61(6):546-50 y cultivos de líquido cefalorraquídeo (LCR) fueron negati- vos. El grupo sanguíneo era O Rh+ en ambas. En la ex- ploración a las 24 h de vida se observó hepatosplenome- galia y máculas papulosas cutáneas. El hemograma de la primera trilliza fue el siguiente: leucocitos, 12 × 109/l, de los cuales el 44 % eran células blásticas; hemoglobina, 14 g/dl, y plaquetas, 54 × 109/l. En el aspirado de médula ósea de cresta tibial anterior se observó una celularidad abundante con una infiltración del 71 % por células blásticas (fig. 2) de tamaño media- no, cromatina laxa, escasos nucléolos, abundante clas- matosis y citoplasma basófilo muy escaso. La tinción de peroxidasas fue negativa y en el estudio inmunohemato- lógico se obtuvo positividad para CD34 (33%), HLA-DR (17%), CD56 (21%), CD11b (37%) y CD45 (100%). Había una positividad más débil para CD13 y CD33. El estudio citogenético en médula ósea después de cultivo de 24 h mediante técnica de bandas G mostró la existencia de trisomía 21 en 20 metafases analizadas y por fluorescen- cia e hibridación in situ se confirmó la existencia de una señal extra del gen AML1 en 150 metafases analizadas. Al mismo tiempo, el estudio cromosómico en linfocitos de sangre periférica ayudó a descartar la cromosomopatía constitucional, ya que todas las metafases analizadas pre- sentaban un cariotipo 46XX. Se realizó estudio anatomo- patológico de las lesiones cutáneas en el que se observó la presencia de una infiltración de aspecto blástico. La segunda trilliza, monocorial con la comentada anterior- mente, presentaba alteraciones hematológicas similares. Los resultados de los estudios citológicos, inmunológicos y citogenéticos eran también de las mismas característi- cas, con una infiltración medular y periférica al diagnós- tico del 50% (tabla 1). Ante la grave afectación del estado general, la inmadu- rez, la enfermedad respiratoria y la posibilidad de que se tratara de una forma transitoria, se consideró contraindi- cada la administración de quimioterapia. Se mantuvieron en observación, recibiendo únicamente ventilación me- cánica, antibióticos y soporte transfusional. La blastosis periférica fue disminuyendo, al mismo tiempo que las le- siones cutáneas, la hepatosplenomegalia y las necesida- des transfusionales. A los 2 meses de vida se repitió el estudio citológico y citogenético en médula ósea que de- mostró con ambas técnicas la desaparición de la pobla- 00 TABLA 1. Evolución de las cifras hematológicas de las 3 pacientes Al diagnóstico A los 3 meses A los 6 meses A los 12 meses Leucocitos totales (×109/l) Caso 1 6,7 6,4 10,1 7,8 Caso 2 12,1 22,8 5,9 8,2 Caso 3 21,1 3,9 5,8 6,4 Hemoglobina (g/dl) Caso 1 17,1 6,4 11,xx 12,6 Caso 2 14,1 13,8 10,1x 13,1 Caso 3 12,8 6,4 8,8 12,1 Plaquetas (×109/l) Caso 1 293,1 410,1 393,1 331,1 Caso 2 58,1 22,1 101,1 284,1 Caso 3 179,1 17,1 78,1 239,1 Blastosis periférica (%) Caso 1 – – – – Caso 2 44,1 1,5 – – Caso 3 50,1 3,1 – – Polimorfonucleares (×109/l) Caso 1 1,1 0,160 2,1 2,1 Caso 2 2,1 1,3 1,6 2,7 Caso 3 4,1 0,6 2,1 3,1 Figura 2. Infiltrado medular de un 71 % por células in- maduras de tamaño mediano, cromatina laxa escasos nucleolos, abundante clasmatosis y ci- toplasma basófilo muy escaso. An Pediatr (Barc) 2004;61(6):546-50 549 Bastida Vilá P, et al. Leucemia transitoria neonatal ción clonal existente anteriormente. En la actualidad, des- pués de un seguimiento de 19 meses no han presentado nueva patología hematológica. La tercera trilliza, bicorial con las dos anteriores, no presentó alteraciones hematológicas. DISCUSIÓN Las características clinicobiológicas de la leucemia con- génita difieren significativamente de las del resto de leu- cemias infantiles. El predominio de las formas mielomo- nocíticas es bien conocido. Las alteraciones cromosómicas afectan en el 50% a la región 11q23, con translocaciones (4;11) o bien (11;19). Hay una elevada frecuencia de co- expresión de marcadores mieloides y linfoides, que indica la afectación de precursores hematopoyéticos muy indife- renciados. El pronóstico es infausto, con unas tasas de supervivencia inferiores al 30% en la mayoría de las series publicadas2, si bien se han descrito casos de remisiones espontáneas4. Las lesiones cutáneas son frecuentes y a menudo constituyen el signo guía; preceden en el 7% de los casos a la afectación medular y la biopsia cutánea pue- de indicar el diagnóstico. Pueden estar constituidas por nódulos subcutáneos o máculas papulosas azuladas dan- do el aspecto de “blueberry muffin baby”5,6. Hay que rea- lizar el diagnóstico diferencial con otras entidades como infecciones virales intrauterinas, histiocitosis, neuroblasto- ma u otras alteraciones hematológicas (hematopoyesis dérmica). Así, en nuestro primer paciente el estudio ana- tomopatológico de las lesiones cutáneas orientaba a una leucemia monoblástica y fue el motivo de consulta. Es de todos conocido que los pacientes con síndrome de Down presentan una mayor predisposición a padecer leucemias mieloides agudas durante el primer año de la vida. Tienen diferenciación megacarioblástica y a menu- do van precedidas de un síndrome mieloproliferativo transitorio. Recientemente se ha descrito que existen mu- taciones a nivel del factor de transcripción GATA1 que pueden ser importantes en cuanto a la leucemogénesis en estos enfermos7. El síndrome mieloproliferativo transitorio o leucemia transitoria neonatal, como prefieren denominarla algu- nos autores8, se observa en el 10% de los niños con sín- drome de Down. Cursa con blastosis medular y periféri- ca de naturaleza clonal, hepatosplenomegalia y lesiones cutáneas. Inicialmente tiene una morbimortalidad elevada y es indistinguible de la leucemia congénita9. Remite de forma natural en semanas o meses, salvo entre el 25 y el 30 % de los casos en que evoluciona posteriormente a una leucemia aguda (LAM-M7) o un síndrome mielodis- plásico, con un intervalo de normalidad de hasta 3 años de duración10. La búsqueda de criterios para diferenciar la leucemia congénita del síndrome mieloproliferativo tran- sitorio hasta la actualidad ha sido infructuosa y sólo la evolución clínica es definitiva, como ocurrió en nuestros tres enfermos. Hayashi et al11 señalaron que los rasgos di- ferenciales en la leucemia transitoria eran: hemoglobina normal, plaquetas normales o ligeramente disminuidas, hiperleucocitosis y menor porcentaje de células blásticas en médula ósea queen sangre periférica11. Típicamente desarrollan lesiones cutáneas al nacimiento o en la pri- mera semana de la vida, la leucocitosis puede ser mayor de 100 × 109/l y las células leucémicas en médula ósea tienen las mismas características que las halladas en las lesiones cutáneas1. Es imprescindible realizar el diagnós- tico diferencial con entidades que puedan causar reaccio- nes leucemoides en respuesta a infecciones, anemias he- molíticas o hipoxia. Este síndrome raramente se ha descrito en pacientes fenotípicamente normales12. En estos casos se suele ob- servar mosaicismos de la trisomía 2113 o alteraciones cro- mosómicas limitadas a las células blásticas como marca- dores de clonalidad, que desaparecen con la resolución del cuadro hematológico14, como ocurrió en nuestros úl- timos 2 casos. Se recuperan en semanas o meses sin qui- mioterapia, pero se ha descrito la aparición posterior de leucemias mieloides. En una reciente revisión de 10 pa- cientes afectados de síndrome mieloproliferativo transi- torio y mosaicismo para cromosoma 21, nueve sobre- vivieron, pero dos habían desarrollado una leucemia megacarioblástica al año y a los 2 años, respectivamente1. Nuestros dos últimos pacientes presentaban trisomía 21 limitada a la clona leucémica y una señal extra del gen AML1 según técnica de FISH (hibridación in situ con fluorescencia). Se descartó la cromosomopatía constitu- cional estudiando al mismo tiempo los linfocitos de san- gre periférica. Eran trillizas monocoriales y la tercera trilliza, bicorial con las dos anteriores, no presentó altera- ciones hematológicas. Es bien conocida la existencia de leucemia compartida en gemelos15-17. La hipótesis causal es el inicio intrauterino en uno de ellos y la diseminación de la clona leucémica a través de anastomosis vasculares en una placenta monocoriónica. Habitualmente existe un intervalo de tiempo entre ambos diagnósticos y casi nun- ca se diagnostican en período neonatal inmediato. Se po- dría decir que en nuestros últimos 2 casos hubo el mismo mecanismo de transferencia placentaria entre las dos trillizas monocoriales en forma de síndrome mieloprolife- rativo transitorio neonatal. La ausencia de colonización leucémica en la tercera trilliza, bicorial con las dos ante- riores, confirmaría esta hipótesis. En conclusión, la leucemia transitoria neonatal es posi- ble en pacientes no afectados por el síndrome de Down, las lesiones cutáneas pueden ser el signo guía y la trans- ferencia placentaria también ocurre en esta enfermedad. En cuanto al mecanismo de remisión espontánea en es- tos enfermos se han postulado tres hipótesis: la primera contempla la posibilidad de que no se trate de una ver- dadera leucemia, sino de una proliferación mieloide tran- sitoria; la segunda que la carga tumoral sea eliminada por 00 Bastida Vilá P, et al. Leucemia transitoria neonatal 550 An Pediatr (Barc) 2004;61(6):546-50 el sistema inmunológico del paciente, y la tercera que las células leucémicas representan una clona mieloide pro- cedente de una célula progenitora con capacidad proli- ferativa aumentada durante un tiempo limitado, que si luego interviene algún otro factor desarrollaría una ver- dadera leucemia4. Son necesarios estudios más completos para sacar conclusiones definitivas. Se recomienda que los recién nacidos diagnosticados de leucemia congénita, ante la posibilidad de remisión espon- tánea, reciban inicialmente tratamiento de soporte, y que se reserve la quimioterapia para los casos de franca progre- sión de la enfermedad. Es necesario mantener controles hematológicos periódicos hasta un mínimo de 3 años. BIBLIOGRAFÍA 1. Isaacs H Jr. Fetal and neonatal leukemia. J Pediatr Hematol Oncol 2003;25:348-61. 2. Bresters D, Reus A, Veerman A, Van Wering E, Does-van den Berg A, Kaspers G. Congenital leukaemia: The Duth expe- rience and review of the literature. Br J Haematol 2002;117: 513-24. 3. Polski JM, Galambos C, Gale G, Dunphy C, Evans L, Batanian J. Acute megakaryoblastic leukemia after transient myeloprolife- rative disorder with clonal karyotype evolution in a phenoty- pically normal neonate. J Pediatr Hematol Oncol 2002;24:50-4. 4. Dinulos J, Hawkins D, Clark B, Francis J. Spontaneous remis- sion of congenital leukaemia. J Pediatr 1997;131:300-3. 5. 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