Pronombres posesivos

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Pronombres posesivos
Aparte de los adjetivos posesivos, la otra forma de partículas gramaticales capaces de expresar una relación de posesión, son los pronombres posesivos. Sin embargo, cumplen un rol diferente dentro de la oración, ya que, en lugar de acompañar y determinar a un sustantivo o un nombre, los pronombres sirven para sustituirlo, haciendo más económico y práctico al idioma.
En su forma, los pronombres posesivos son idénticos a los adjetivos posesivos no apocopados: mío(s), mía(s), tuyo(s), tuya(s), nuestro(s), nuestra(s), suyo(s), suya(s), pero solamente se utilizan en reemplazo de un sustantivo ya mencionado antes en la oración, respecto del cual existe un vínculo de posesión.
Por ejemplo, en la oración: “olvidé en casa mi cuaderno, ¿me prestas el tuyo?” encontraremos dos partículas que indican posesión: un adjetivo (“mi”) y un pronombre (“tuyo”). Este último se reconocible porque sustituye al sustantivo (“cuaderno”), de modo de no tener que volver a nombrarlo (nos evita tener que decir “tu cuaderno”). Lo sabemos, además, porque está acompañado de un artículo (“el”).
Otros ejemplos de uso de pronombres posesivos son:
· Ayer remolcaron un automóvil y pensé que podía ser el mío.
· Mi padre es abogado, ¿y el suyo?
· En mi bolso no hay nada, busca en el tuyo.
· Un ladrón podría llevarse lo nuestro.