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Contaminación del Aire

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Contaminación del Aire
Contaminación del Aire
La contaminación del aire o contaminación atmosférica es la presencia de partículas y sustancias extrañas que pueden alterar la calidad del aire, provocando daños a la salud y al medio ambiente.
El aire está compuesto por nitrógeno (78%), oxígeno (21%) y otros gases en menor proporción. Entre estos se destacan el dióxido de carbono CO2 y el metano, que actúan como gases invernaderos. También en la atmósfera se encuentran suspendidas partículas sólidas y líquidas, como esporas y gotas de agua.
La contaminación atmosférica data desde tiempos remotos. Sin embargo, desde finales del siglo XVIII, con la Revolución industrial, han aumentado las fuentes de contaminación, como las industrias, el transporte y la extracción de materias primas. También ha crecido nuestro conocimiento sobre los efectos dañinos de tales eventos en nuestra salud y la de otros seres vivos.
Manera en que se produce la contaminación del aire
En la atmósfera se produce el movimiento del aire, con lo cual se pueden transportar los agentes contaminantes desde el sitio de producción a zonas más alejadas. Así, la contaminación atmosférica actúa a nivel local, alterando la calidad del aire de ciudades y pueblos, o a nivel global, afectando el medio ambiente del planeta.
La contaminación del aire puede producirse tanto en el medio ambiente como en espacios cerrados. La calidad del aire dentro de la casa, la escuela, el sitio de trabajo y otras edificaciones puede afectarse por el humo del cigarrillo, ciertos materiales de construcción como el amianto y productos como barnices, pinturas o insecticidas.
La contaminación del aire puede ser localizada o difusa. La contaminación localizada está asociada a las fuentes fijas de contaminación, como las industrias y las centrales eléctricas. La contaminación difusa se presenta con fuentes contaminantes móviles como el transporte terrestre y aéreo.
Causas de la contaminación del aire
Son muchas y muy variadas las causas de la contaminación. Estas pueden ser de origen natural o generado por los seres humanos:
· Incendios forestales: la combustión incontrolada de grandes extensiones de bosques libera al aire gases y partículas.
· Erupciones volcánicas: la erupción de un volcán trae consigo una gran emisión de gases y partículas de origen natural. Lamentablemente, no podemos controlar esta fuente de contaminación del aire.
· Agricultura y ganadería: la producción agrícola y la cría de ganado es una de las principales fuentes de emisión de agentes contaminantes. Ciertas prácticas en el campo son altamente contaminantes, como el arado de la tierra, que libera el dióxido de carbono atrapado en el suelo, así como la dispersión de partículas. La utilización de fertilizantes nitrogenados en la agricultura emiten gran parte de los compuestos de nitrógeno, como el amoniaco y el óxido de nitrógeno.
· Actividades industriales: inicialmente se construyeron las industrias dentro de los límites de ciudades, hasta que se reconoció su gran poder contaminante y fueron desplazadas a las afueras de centros poblacionales. Sin embargo, sus actividades siguen afectando el aire.
· Vehículos con motor a combustión: los vehículos que emplean combustibles fósiles para su funcionamiento emiten grandes cantidades de gases contaminantes, principalmente dióxido de carbono. Estos vehículos incluyen vehículos ligeros con motor de gasolina, vehículos con motor diésel, motocicletas y aviones.
· Incineración de desechos urbanos y rurales: en algunas ciudades aún se quema la basura para eliminarla. Esta forma de manejo de los desechos es altamente contaminante.
Consecuencias de la contaminación del aire
Los efectos de la contaminación del aire se pueden sentir en diferentes ámbitos:
Alteración de los ecosistemas
La acumulación de los compuestos de nitrógeno en los ecosistemas provoca un aumento en la disponibilidad de este elemento en el suelo. Esto provoca que el suelo sea más ácido, disminuye la materia orgánica y la biodiversidad del mismo.
La lluvia ácida se produce cuando gases contaminantes en el aire se combinan con el agua en la atmósfera, precipitando hacia la superficie. Los ácidos que se producen son el ácido sulfúrico y el ácido nítrico.
Las plantas que reciben esos ácidos sufren daños en las hojas, además de problemas en el crecimiento y en los procesos de absorción y regeneración de las raíces. Las lluvias ácidas están relacionadas con la reducción de los bosques europeos desde finales del siglo XX.
Problemas de salud
La mala calidad del aire, tanto en espacios interiores como exteriores, perjudica a las personas, especialmente los niños y los ancianos, que suelen ser los más sensibles.
Los problemas de salud relacionados con la contaminación atmosférica son las enfermedades respiratorias y el cáncer de pulmón, las enfermedades cardiovasculares y leucemias.
Disminución del ozono en la estratosfera
Los compuestos orgánicos volátiles, conocidos como clorofluorocarbonados (CFC) se utilizaron por mucho tiempo como refrigerantes en aires acondicionados, propelentes de aerosoles y para limpiar metales y componentes electrónicos.
A finales del siglo XX se descubrió que los CFC eran capaces de alcanzar la estratosfera y allí reaccionar con el ozono, destruyéndolo.
Al disminuir el ozono en la estratosfera, disminuye la capacidad de protección de la superficie terrestre contra las radiaciones ultravioleta dañinas. Estos rayos promueven el envejecimiento de la piel y daños en los ojos, además de problemas con el sistema inmunológico.
También las plantas y animales se ven afectados por este aumento en las radiaciones UV. Por ejemplo, el fitoplancton marino se reduce, con lo que se ven alterado las cadenas alimenticias que dependen de estos organismos como fuente primaria de alimento.
Los rayos UV además provocan daños en los materiales expuestos al sol, afectando su durabilidad.
Calentamiento global
Muchos de los contaminantes gaseosos en el aire producen lo que se conoce como efecto invernadero. Este consta de la propiedad de algunos gases para impedir la irradiación de calor de la Tierra al exterior, provocando un aumento en la temperatura de la superficie terrestre a nivel global.
Además, el incremento del efecto invernadero altera los fenómenos climáticos en la atmósfera, provocando fuertes inundaciones y sequías.

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