Logo Studenta

Gieco es Gorila, no León_ que su engaño no nos sea indiferente

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

“Gieco es Gorila, no León: que su engaño no nos sea indiferente” 
 
 
 
 
 
Progresivamente, Gieco, va haciendo honor al título de una de sus canciones: “el 
imbécil”. 
El “chantautor” dijo: 
“Yo vivía en un pueblo (Cañada Rosquín, Santa Fe) donde estaba prohibido hablar 
de peronismo y mencionar la palabra “judío”. Me crié en ese ambiente. A medida 
que fui creciendo armé mi propia opinión. Perón era todo. Desde un obrero hasta 
un facho. Alguna vez el mismo Perón dijo algo muy cierto: “Está el partido 
conservador, el radical y los de izquierda”. Y cuando le preguntaron por el 
peronismo, explicó: “¿El peronismo? Ah, peronistas somos todos”. Pero al mismo 
tiempo Perón hizo cosas terribles, como cuando echó a los militantes de la Plaza 
de Mayo. Cuando estaba en España decía “si yo fuera joven estaría en la 
Argentina tirando bombas como los pibes”. Esos pibes fueron claves para que 
pudiera volver, lo votaron y cuando le cuestionaron qué hacía el hijo de puta de 
José López Rega a su lado los rajó de la plaza y los traicionó. De ahí salió “sólo le 
pido a dios: si un traidor puede más que unos cuantos”. Yo en algún momento 
estuve entre Cámpora y Perón”. 
http://www.radiosnet.com.ar/radiodenoticias.com.ar/nota.php?ID=260 
En primer lugar, cabe preguntarle a este infeliz gorila hasta en lo peludo, a qué 
Dios le pide, dado que confeso es su “ateísmo militante”. Debe ser un acólito del 
“soy ateo gracias a Dios”, lo que termina corroborando los argumentos ontológicos 
de la existencia de Dios que hace siglos nos hablaba San Anselmo... pero esa es 
otra cuestión. 
Ahora bien, resulta ser que según Gieco, “el traidor que puede más que unos 
cuantos”, es nada menos que el extinto Teniente General Juan Domingo Perón, ex 
tres veces presidente de la República Argentina por genuino mandato popular, 
democrático y constitucional. Del delirado comentario del chantautor, se 
desprende su simpatía por las agrupaciones subversivas, aquella que en la 
década del ´70 hacían estragos contra toda la “pobre inocencia de la gente” que 
moría bajo su accionar, “monstruoso y que pisaba fuerte”. Una paradoja total 
ser apologista de la paz en una canción y como militante (léase, militonto), sea 
partícipe de organizaciones extremistas que nada tenían que ver con el sentir 
nacional, e inclusive financiada por el MI5, Mossad y CIA. 
En la letra de marras, Gieco termina diciendo: “desahuciado el que tiene que 
marchar, a vivir una cultura diferente”. Pero omite Gieco referir, que los 
“jóvenes traicionados” pretendían imponer una cultura extraña y foránea a 
nuestras raíces nacionales centenarias, hacían apologías de banderas ajenas al 
azul y blanco, y su idealismo tenía una cuota de ideas genocidas, y “barbudas”. 
Quien pide que la guerra no le sea indiferente, tal vez debió aclarar que la guerra a 
la que se refería, era la guerra revolucionaria a la que él hace apología. 
Gieco, quien pretende que su engaño “nos sea indiferente”, se presenta como un 
pacifista y humanista, pero su maldad, odio, y rencor inhumano es alevosamente 
notorio, hasta en la letra de sus canciones, donde hasta llegó hacer apologías de 
uno de los peores delitos más aberrantes, degradantes e inhumanos, como ser el 
filicidio, en la letra de su canción “Santa Tejerina”, en la que hace apología a la 
mujer que asesinó a su criatura. 
Perón jamás traicionó a nadie como Gieco nos dice. Hasta el 25 de mayo de 1973, 
toda “resistencia a la opresión” estaba legitimada, sea cual fuere y venga de quien 
venga. En realidad el legitimado era el pueblo, según el art. 21 de la CN, teniendo 
poco que ver el tirano prófugo exiliado y proscripto a 10 mil km de distancia, de las 
acciones de quienes decían ampararse en la constitución derogada por decreto. 
Perón siempre fue claro desde su derrocamiento, en que su norte era el retorno a 
la democracia y con ello el retorno a los días felices, que una facción minoritaria 
del pueblo en nombre de una falsa democracia acabó, haciendo de un país justo, 
libre y soberano, una republiqueta colonizada. 
http://www.radiosnet.com.ar/radiodenoticias.com.ar/nota.php?ID=260
Perón no discriminó ningún medio para lograr la meta por la que el 9 de junio de 
1956 fueron asesinados civiles y militares. Entre esos medios, la violencia estaba 
legitimada, como así también la acción pacífica, más prudente y útil, la de los 
trabajadores argentinos, quienes oprimieron y resistieron por 18 años de lucha sin 
hacerle ningún mal ni al país, ni al inocente pueblo, ni a sus recursos humanos 
como otros han hecho a costa de derramar litros de sangre inocente. 
Desde el 25 de mayo de 1973, la violencia pasó a ser subversiva (en tanto estaba 
fuera de toda ley), apátrida (en tanto se ejercía por la imposición de una ideología 
extraña y genocida que respondía a uno de los imperialismos, ajeno a toda tercera 
posición), cruel (en tanto se asesinaba a ciudadanos que nada tenían que ver con 
luchas políticas como ser niños de 3 años), y discordante con la doctrina 
profundamente cristiana y humanista del peronismo. Perón no traicionó a nadie 
en cuanto su “modelo argentino para el proyecto nacional” era conocido por 
todos, inclusive los guerrilleros que iban a visitarlo a España y a intentar doblegar 
el pensamiento y la voluntad del General. Acá a las víctimas nos lo pretenden 
presentar como victimarios. A Rucci, lo asesinaron con la plena vigencia de las 
instituciones. ¿A quién se la quiere contar este gorilón? Perón en cada entrevista 
dejó en claro cuál era su proyecto, y que opinaba de la inutilidad de la violencia 
inclusive de los medios empleados por Ernesto Guevara de la Serna. 
El Engaño de Gieco no nos es indiferente… la letra de su canción “La Memoria” 
debió llamarse “La Amnesia”, en tanto hay eventos que “no están grabados en 
su memoria”, como ser los genocidios de los bombardeos de Plaza de Mayo del 
16 de junio de 1955, o los fusilamientos a civiles y militares del 9 de junio de 1956, 
no obstante solo recuerda eventos afines a su ideología incluyendo hechos no 
sucedidos en nuestras tierras. 
Igualmente, sabemos que al chantautor, “el futuro no le fue indiferente”, en tanto 
por su bífida lengua habla de marxismo, solidaridad con los pobres, etcétera, pero 
desde 1983 al igual que Mercedes Sosa, cobraron millones de dólares por 
participar de actos políticos y “políticamente correctos”, por ser partícipes de la 
campaña desmalvinizadora financiada por el MI5, y por cuanto acto izquierdo 
humanista acudan. Si Mercedes Sosa y León Gieco son “socialistas” ni quiero 
imaginarme según sus conceptos qué serían para ellos el capitalismo… pero en 
fin, se demuestra la falsa dialéctica mundial en estos asuntos. 
Está muy bien que él haga un distingo entre Perón y el Presidente que dio 
amnistía a todos los delincuentes ni bien asumió, porque como rezan las sagradas 
escrituras no se puede estar con Dios y con mamón al mismo tiempo. El 
verdadero traidor fue Cámpora y los suyos, y él mismo. 
En cuanto a las pobrecitas víctimas traicionadas que morían por sus ideales, y 
que pretenden hacernos creer que era mayoría del pueblo argentino, Perón les fue 
claro: “por perder un voto no vamos a ponernos tristes”. Eso es lo que les 
representaban al Perón electo con las elecciones porcentualmente más grandes 
de la historia: “un voto”. Ni más ni menos. Porque Perón no los expulsó ni traicionó 
cuando los echó de la Plaza. Lo hizo mucho antes cuando pidió que se saquen la 
camiseta peronista y se vayan el 22 de enero de 1974 a los diputados de la JP, o 
el 7 de febrero de 1974. Para terminar y descubrir quiénes eran los verdaderos 
traidores, paso a citar al propio Perón antes de que los expulse al grito de 
“imberbes y estúpidos y mercenarios al servicio del dinero extranjero”, y para que 
“algunos cuantos no lo olviden fácilmente” tampoco… 
Gieco, más gorila que león, tiene que saber que el presidente más votado de la 
historia fue quien él califica como traidor. Si él y los suyos tenían críticasy 
adversidades para con el General, no hubiesen integrado el FREJULI, luego de la 
patada en cierto lugar indecoroso a Cámpora, y al decir de Perón, “hay 5 partidos 
socialistas y comunistas, si no les gusta al peronismo que vayan a alguno de ellos 
y listo”. Por ende, traidor no fue Perón, sino que fueron ustedes, y no traidores al 
peronismo sino a la Patria toda. No nos la vengan a contar con sandeces 
mitómanas. No mordisquitos. A los peronistas no nos la van a contar… 
Diego_mazzieri@hotmail.com 
DISCURSO DE PERÓN A LA JUVENTUD DEL 7 DE FEBRERO DE 1974. 
He escuchado las opiniones de los señores, y quisiera circunscribir un poco más el 
tema. Porque, hablando sobre generalidades, no se llega a concretar una cosa 
más o menos firme. El problema que nosotros estamos interesados en plantear, 
en primer término, es político-ideológico. En la juventud peronista, en estos 
últimos tiempos, especialmente, se han perfilado algunos deslizamientos 
cuyo origen conocemos, y que permiten apreciar que se está produciendo 
en el Movimiento una infiltración que no es precisamente justicialista. 
El Movimiento ha demorado, a lo largo de 30 años de existencia, su absoluta falta 
de sectarización. El Movimiento ha sido cualquier cosa menos sectario. Nosotros 
hemos brindado siempre dentro del Movimiento la amplitud más absoluta; pero 
esa amplitud tiene su límite. Es decir, nosotros no queremos poner un cartabón 
para que cada uno piense estricta y sectariamente lo que nosotros afirmamos, 
pero no podemos admitir que con ese pretexto se pretenda meter dentro de 
nuestro Movimiento ideologías y doctrinas totalmente extrañas y 
antagónicas a nuestra manera de sentir y de apreciar. 
Este es el problema. No escapemos del problema, porque hay que plantearlo 
crudamente, como es. En otras palabras, hay mucha gente que ha tomado la 
camisa peronista para hacer deslizamientos, no bien disimulados, hacia ideas con 
las cuales nosotros no estamos de acuerdo, es decir: con las que el Movimiento 
no está de acuerdo. Y esto se ha manifestado ya, abiertamente, en algunos 
sectores, llámense como se llamen. A mí no me interesa el nombre; me interesa 
qué hay dentro de ese nombre, y esto es lo fundamental para nosotros. 
No se puede organizar creyendo que esa tarea es sólo juntar gente, que bien 
puede estar engañada, o no estar en la realidad, o pensar de otra manera. 
Organizar no es juntar gente; es aunar voluntades conscientes con una finalidad, 
es decir, con un objetivo. Cuando digo voluntades conscientes, quiero decir 
hombres a los cuales se les haya dicho "Nosotros queremos esto. ¿Lo quiere 
usted también? Venga con nosotros". "¿No quiere usted esto? Allá usted". 
Nosotros, durante treinta años, hemos venido haciendo esto. Claro que hemos 
soportado dieciocho años durante los cuales, primero, nos quisieron destruir por el 
terror, fusilándonos; después nos quisieron absorber engañosamente, para 
asimilarnos a otras cosas que nosotros nunca hemos querido. A continuación, nos 
quisieron dividir. Otros emplearon las tres cosas juntas. Ninguno de los cuatro 
métodos les permitió sacar la menor ventaja sobre el peronismo; pero ahora 
hemos llegado a un momento en que todos gritamos las mismas cosas, aun 
cuando todos no tenemos las mismas intenciones. Eso es previo a cualquier 
organización. No interesa lo que se grite; interesa lo que se siente y lo que se 
piensa, y también lo que se hace, que no siempre es confesable. Entonces, a eso 
debemos ir, antes de tratar el problema de la organización o de lo que debemos 
hacer. 
Debemos dilucidar este asunto, como ya lo planteé en otra oportunidad. La 
juventud, como todos los demás argentinos, tiene derecho a pensar y a sentir 
como le parezca. Este es un derecho inalienable del hombre dentro de la 
democracia, que es lo que defendemos. Lo que no puede ser es que nos estemos 
tirando la suerte como entre gitanos: decimos que somos una cosa y a lo mejor 
somos otra. Esto hay que plantearlo descarnadamente. Si no lo planteamos de 
esa manera, y seguimos así, en tropel y entreverados, las cosas no podrán ser 
buenas ni ahora ni más adelante. 
Aquí hay que trabajar hasta alcanzar una unidad de criterio, descartando todo 
aquello que no convenga a esa finalidad. No se obliga a nadie a estar en el 
movimiento peronista. A la juventud, en fin, la queremos toda y a todos. Sabemos 
el mérito que tienen en el trabajo y en la lucha que han realizado. No, eso no lo 
niega nadie, ni lo puede negar. Eso ya está en la historia. Hay héroes y hay 
mártires, que es lo que se suele necesitar en esta clase de lucha. Pero eso ha sido 
en la lucha cruenta, que ya ha pasado. ¿Por qué nos vamos a estar matando entre 
nosotros? ¿Para seguir diciendo que somos valientes? Esto es una cosa que no 
es difícil de comprender. 
Después de la guerra de los treinta años, Federico el Grande debía desmovilizar 
su ejército, pero se dijo: No. Un ejército que ha guerreado durante treinta años yo 
no lo quiero en Alemania; y lo mandó a Río Grande do Sul. Aquí vino a parar ese 
ejército desmovilizado, y no tardó mucho tiempo en comenzar a hacerles la guerra 
a los brasileños en San Pablo y Río Grande, que se llamó la Guerra de los 
Farrapos. Pero aquí tenemos que cambiar la modalidad; no podemos seguir 
pensando que lo vamos a arreglar todo luchando, peleando y matándonos, Ya 
pasé esa época; ahora viene otra. Los que quieren seguir peleando, bueno, 
van a estar un poco fuera de la ley, porque ya no hay pelea en este país. 
Hay pacificación, que es la base sobre la cual nosotros hemos armado todo 
nuestro quehacer y hemos fijado nuestros objetivos, para pelear, si hay que 
pelear, yo decreto la movilización y esto se acaba rápidamente; convoco a todos 
para pelear, y van a pelear organizadamente, uniformados y con las armas de la 
Nación. Pero no es eso en lo que estamos. Con eso no vamos a hacer sino echar 
al país un paso más atrás de lo que está. Para dar pasos adelante tenemos que 
hacer primero la pacificación, después el ordenamiento. No interesa cómo. 
Yo no quiero que sean todos justicialistas en el país, no convendría que así fuera. 
El Justicialismo está demostrando con muchas acciones que se da cuenta, de que 
es necesaria una oposición que, de cuando en cuando, le pise los talones y le 
haga realizar lo que hay que hacer. Eso lo comprendemos porque no es de esta 
época, sino de todos los tiempos. Por eso quiero dejar bien sentado que el 
problema a resolver en este momento, antes de pensar en una organización, es 
ver quién es quién, quiénes constituyen el Justicialismo dentro de la juventud y 
quiénes no. 
¿Qué vamos a hacer? No los vamos a juntar a todos mediante artificios, que 
no van a ser reales porque va a haber muchos que se metan diciendo viva 
Perón y están pensando que se muera Perón. Ustedes comprenderán que esto 
no puede ser; hasta es una falta de ética política. En el país no se ha dado nunca 
el fenómeno de la infiltración política. Es la primera vez que se da en la historia de 
la República Argentina esto de gente que se infiltra en un partido o movimiento 
político con otras finalidades que las que tiene dicho movimiento. Ha sido 
inteligente que nunca lo hayan hecho, porque esto no puede tener éxito desde que 
va a llegar un momento en que se los va a descubrir y se les vendrá la estantería 
abajo. Es una cosa natural que no suceda, y no sé dónde puede haber ocurrido; 
pero acá está sucediendo. 
Lo que tenemos que hacer es ponernos de acuerdo; si no, pasarán cosas 
verdaderamente aberrantes, como un grupo de peronistas que se opone a que se 
sancione al terrorismo. Entonces, ¿están en el terrorismo? El peronismo no 
está en el terrorismo; por lo tanto, el peronismo está contra el terrorismo, 
porque es el Partido del Gobierno, el movimiento del Gobierno. ¿Cómo se 
puede conciliar una cosa con otra? ¿Cómo se puede estar en el gobierno y no dar 
los medios indispensables para queél se pueda defender? ¿Qué quieren: que el 
Gobierno caiga? 
Es decir, hay cosas que verdaderamente no se pueden explicar. Antes de pensar 
en una organización, hay que pensar que sea realmente una organización, y no 
una bolsa de gatos que dentro de poco empiecen nuevamente a mostrar las uñas. 
Por ello, es necesaria esa purificación. 
Aclaremos bien que muchos de ellos no saben lo que piensa o qué es el 
Justicialismo y, al no saberlo, se podrán fuera de él, sin darse cuenta. Sacan solos 
los pies del plato. Muchos otros, en cambio, lo hacen inconfesablemente, con 
una finalidad distinta de la nuestra. Esos arrastran a mucha gente. En todas 
las fracciones políticas siempre existen los que con gran propiedad han sido 
llamados "idiotas útiles", que, sin saber, se incorporan detrás de una 
tendencia que a lo mejor es totalmente la inversa de lo que ellos quieren. 
Son idiotas, útiles para los otros. 
 Por eso digo que la juventud tiene en estos momentos un problema; el mismo 
que tenía hace cuatro meses cuando yo la reuní y les dije: "Muchachos, tienen que 
organizarse". Les aclaré: cuidado, organizarse no es juntar gente ni poner 
engañados detrás de un dirigente que a lo mejor merece todo, menos ser 
dirigente". Lo mejor que debe tener un dirigente es su conducta. Un dirigente que 
está diciendo una cosa y queriendo hacer otra es el peor dirigente que puede 
haber, porque en medio de todo es un estafador; un estafador de la fe de los 
demás. 
En esto, si no se tiene bien claro quién es quién, no se puede realizar una 
organización. En estos momentos, la masa no tiene problema si el problema está 
exclusivamente en el horizonte directivo. Por lo tanto, es un problema de los 
dirigentes, y éstos ¿qué deben hacer? Decir quién es quién. Decir quién es 
quién ya es mucho más fácil. Además de esto, deben decir qué es lo que 
quieren. Porque han tenido hasta la imprudencia -dentro de su mala intención- de 
comunicar abiertamente lo que ellos son y lo que quieren. 
Lo venimos viendo. Tengo todos los documentos y, además, los he estudiado. 
Bueno, ésos son cualquier cosa menos justicialistas. Entonces, ¿qué hacen 
en el Justicialismo? Porque si yo fuera comunista, me iría al Partido 
Comunista y no me quedaría ni en el Partido ni en el Movimiento 
Justicialista. Quiero dejar sentado que nosotros debemos ir pensando en aclarar 
este punto; si no, es inútil que nos organicemos, porque vamos a juntar gente 
engañada, y aquí la que queremos es juntar gente que esté plenamente 
convencida de nuestra doctrina y de nuestra ideología. Esos son los que sirven los 
otros, no. 
Al que va engañado y al que va con una segunda finalidad no hay que 
organizarlos; a ésos hay que dejarlos que sigan así como están, hasta que se 
vayan. Pero el problema está en el horizonte directivo, es decir: los dirigentes. 
Para mí, la falla de organización que se ha hecho en la juventud está, 
precisamente, en los dirigentes, y hay que acordarse de que las organizaciones no 
valen tanto por el número de sus adherentes como por la calidad de sus 
dirigentes, y si nosotros los justicialistas, pensamos que esos dirigentes pueden 
ser de otra tendencia y no del justicialismo, no puede haber para nosotros peores 
dirigentes. 
Los he escuchado a los muchachos, y estoy de acuerdo con todos ellos, pero para 
un proceso ulterior. Antes tenemos que dilucidar ese asunto: ¿Somos o no somos 
justicialistas? ¿Estamos en el Justicialismo, o estamos en alguna otra cosa que no 
es precisamente el Justicialismo y que no la critico? Cada uno puede, pensar lo 
que quiera, pero tiene que colocarse en el tablero político, allí donde le 
corresponde estar, y no meterse a hacer enredos entre los otros que no piensan 
como él. 
Para mí éste es el concepto. Un profundo conocimiento de la situación me ha 
llevado a esta conclusión. Antes de organizamos, tenemos que pensar -la masa ya 
sabemos lo que es- en el horizonte directivo. Quién es quién en ese horizonte. No 
interesa que represente mucho o represente poco; para mí, un malvado, aunque 
represente mucho, es mucho peor que uno bueno que represente muy poco. 
Así es como veo yo el problema político. Prefiero un dirigente honesto que tenga 
diez detrás de él y no un deshonesto que tenga diez mil, porque ese es el que me 
va a derrumbar a la larga. Este es el problema, muchachos, sobre el que hay que 
pensar y sobre el que hay que empezar a trabajar poco a poco. No creo que 
todavía debamos empezar a hacer, porque la organización es la herramienta, 
como muy bien ha dicho el compañero: se hace para realizar un trabajo, no para 
realizar todos los trabajos. Cada organización tiene una finalidad, desde que es 
instrumento. No le vamos a dar a un dentista una pala, ni a un jardinero un 
escalpelo, porque no les van a servir. 
Tenemos que hacer una organización para lo que debemos realizar. Esa 
organización ha de ser para la Reconstrucción Nacional, en primer término, y 
para la Liberación Nacional, en segundo término. No queremos liberar 
ruinas; queremos liberar una nación. No queremos liberar un cadáver; 
queremos liberar un ser que trabaje y se desenvuelva. 
En estos momentos, no podemos hablar todavía de liberación. ¿Liberación 
de qué, si todo lo tenemos hipotecado? Un país que debe siete mil quinientos 
millones de dólares, al exterior, y tres billones de pesos en lo interno, ¿no creen 
ustedes que es un país hipotecado? Primero tenemos que liberarnos de esa 
hipoteca, y cuando lo hayamos hecho, debemos poner al país en pie y marchar 
hacia sus grandes destinos. Sin eso, ¿para qué nos queremos liberar? 
Compañeros: Este es un asunto que debemos pensarlo muy seriamente. Todos 
esos que hablan de la tendencia revolucionaria, ¿qué es lo que quieren hacer con 
la tendencia revolucionaria? Yo sé que hay muchas fallas, ¿pero en qué gobierno 
no hay fallas? Sé que hay muchos que no sirven, pero no los puedo echar porque 
hay una ley que no me lo permite. Esa ley de prescindibilidad, que se pidió, ha 
permitido sacar a mucha gente que, como decía el compañero, hasta hace poco 
eran gorilas. No sé si lo seguirán siendo, porque ahora hay muchos gorilas 
que se han afeitado. 
El proceso que estamos haciendo lo hemos llamado de Reconstrucción; pero al 
decir Reconstrucción no queremos decir arreglar sólo las casas, la economía o la 
industria, sino también los hombres. Es cuestión de estar en contacto con ellos 
para darse cuenta de cómo han quedado. Lo difícil es conseguir los mejores, 
porque el hombre bueno no se viene a ofrecer. El que lo hace, generalmente, no lo 
es. Al hombre capaz hay que ir a buscarlo a su casa. Todo ese trabajo es de 
Reconstrucción. 
Por eso, muchachos, antes de terminar esta charla de hoy, les pido que para la 
próxima reunión piensen -y así tratamos el asunto del horizonte directivo, que es lo 
que nos interesa, porque es el verdadero problema que existe en este momento-, 
piensen en quién es quién. 
Eso es lo que necesitamos saber, pensando que más vale un buen hombre al 
frente de cinco -como ya lo he dicho- que uno malo al frente de cinco mil. Yo 
me quedo con ese que está con cinco y no con aquel otro que tiene cinco 
mil. 
 
DOCUMENTO III - Perón Habla a los Periodistas. 
(Segunda Conferencia Mensual de Prensa) 
Texto de la Segunda Conferencia de Prensa del Exmo. Presidente de la Nación 
Teniente General Juan Domingo Perón con los Representantes de los Medios de 
Comunicación Masiva acreditados en Casa de Gobierno. 
8/02/1974 
NO SOMOS SECTARIOS PERO TAMPOCO SOMOS TONTOS 
 
Periodista: - dejando de lado los infiltrados, me gustaría preguntarle respecto a la 
denominada tendencia revolucionaria de la juventud peronista. Dado que usted es 
un avezado político, quisiera que nos explique si ellos han equivocado el proyecto 
político del denominado “socialismo nacional” o simplemente si se han equivocado 
en el tiempo. 
Sr. Presidente: - este es un asunto que yalo he explicado varias veces. 
Todo esto lo considero desde dos puntos de vista: como Presidente de la 
República y como Jefe del Movimiento Justicialista. 
Para mí, como Presidente de la República, pueden funcionar todas las tendencias 
que quieran; no tiene ninguna importancia, porque el nuestro es un régimen que 
busca la institucionalización del país en una democracia integrada, donde 
cada uno tiene derecho a pensar y sentir como se le dé la gana. Eso es una cosa 
que yo miro como Presidente de la República, para mí eso es perfectamente 
tolerable, mientras esté dentro de la ley y la constitución, puede haber 
cualquier actividad, naturalmente siempre que sea lícita. 
Ahora, como Jefe del Movimiento Justicialista, ya no. Aunque nuestro 
movimiento no ha sido nunca sectario sino que ha tenido una gran amplitud, 
que juega desde la extrema derecha a la extrema izquierda, sin irse a las 
ultras. Así es como lo vemos nosotros, pero indudablemente que esa 
amplitud dentro del movimiento tiene su límite. Cuando puede servir para 
que se coloquen dentro de nuestra situación del Movimiento Justicialista, 
hombres que no pertenecen al mismo, ni por sus principios, ni por su forma 
de pensar, eso ya es una cosa que corresponde a los organismos del 
movimiento ir realizando una limpieza. Es decir, nosotros no somos 
sectarios pero tampoco somos tontos. 
 
ASUNTOS POLICIALES 
Periodista: - Señor Presidente: cuando usted tuvo la primera conferencia de 
prensa con nosotros yo le pregunté qué medidas iba a tomar el Gobierno para 
parar la escalada de atentados fascistas que sufrían los militantes populares. A 
partir de los hechos conocidos por todos, de Azul, y después de su mensaje 
llamando a defender al gobierno, esa escalada fascista se ha ampliado mucho 
más. En el término de dos semanas hubo exactamente veinticinco unidades 
básicas voladas, que no pertenecen precisamente a la ultra izquierda, hubo doce 
militantes muertos y ayer se descubrió el asesinato de un fotógrafo. 
Evidentemente esto está hecho por grupos parapoliciales de ultra derecha. 
Sr. Presidente: - ¿usted se hace responsable de los que dice? Eso de 
parapoliciales lo tiene que probar. 
Tomen los datos necesarios para que el Ministerio de Justicia inicie causa 
contra esta señorita. 
Periodista: - quiero saber qué medidas va a tomar el gobierno para investigar 
tantos atentados fascistas. 
Sr. Presidente: - Las que está tomando; esos son asuntos policiales que 
están provocados por la ultra izquierda y la ultra derecha, la ultraizquierda, 
que son ustedes y la ultra derecha que son los otros. De manera que 
arréglense entre ustedes, la policía procederá y la justicia también. 
Indudablemente que el Poder Ejecutivo lo único que puede hacer es 
detenerlos a ustedes y entregarlos a la justicia, a ustedes y a los otros. Lo 
que nosotros queremos es paz y lo que ustedes no quieren es paz. 
Periodista: -le aclaro que soy militante del Movimiento Peronista desde hace 
trece años. 
Sr. Presidente: -hombre lo disimula muy bien. (Nota: jajaja qué grande el 
General). 
 
DOCUMENTO IV – Perón Habla a los Periodistas. 
Texto completo de la primera conferencia de prensa convocada por el Teniente 
General Juan Domingo Perón, con los representantes de los medios acreditados 
en Casa de Gobierno, realizada el 20/II/1973 
Fragmento: los que siguen en la conspiración: 
Periodista: - en anteriores discursos que usted pronunciara en la C.G.T., hizo 
referencia a la existencia de una conspiración o de alguna tarea de tipo 
subversivo. Esas mismas expresiones fueron vertidas aquí, en la sala de 
periodistas, por dirigentes políticos que estuvieron conversando con usted. 
Sr. Presidente: - los comunistas. 
Periodista: - los Demócratas Cristianos del Dr. Sueldo. 
Sr. Presidente: - Sí. 
Periodista: - habló de actividades subversivas que conspiraban contra la 
estabilidad democrática de país, y contra el gobierno. Yo quisiera saber si usted 
puede darnos una referencia mayor de cuáles serían esos elementos y de qué 
modo habría que ubicarlos. 
Sr. Presidente: - para poder apreciar eso con cierto criterio de racionalidad es 
preciso pensar que el país está saliendo de una situación difícil, es decir, está en 
la iniciación de la posguerra. Indudablemente durante muchos años en el país ha 
habido una guerra sorda pero guerra al fin. Una guerra civil que se ha desarrollado 
por cincuenta mil medios y de distintas maneras; un enfrentamiento irreducible 
entre sectores. 
El buen juicio de un sector de los hombres que actuaban en el poder, que la fuerza 
les confería, les dio la idea de normalizar institucionalmente al país para que fuera 
el pueblo argentino que decidiera el destino del futuro. Allí pudieron actuar todos y 
ser candidatos para el gobierno, la administración pública, etcétera. 
El pueblo decidió por una gran mayoría que fuéramos nosotros y, por lo tanto, 
tenemos que estar a la altura de esa responsabilidad. Entonces, lógicamente 
iniciamos un camino de pacificación, porque ese es el fin con que se prometió toda 
esta institucionalización. Dentro de ese concepto, que nosotros apoyamos 
para la pacificación del país y su institucionalización, comenzamos por una 
Reconstrucción y una Liberación que son indispensables. Contra eso hay 
hombres que siguen pensando como antes, que es mejor pelear que ponerse 
a trabajar para reconstruir el país. Y esos ya no están en contra, ahora son 
recontras como dicen los muchachos. 
Es indudable que nosotros no podemos persuadir rápidamente a esa gente: y 
esos son indudablemente, los que siguen en la conspiraron. Entre ellos hay 
algunos hombres que todavía creen que una dictadura militar puede ser 
conveniente para el país. Es decir, no han aprovechado la experiencia del tiempo 
y del pasado. 
Hay otros que quieren copar el Gobierno violentamente, porque creen que hay que 
poner sistemas más drásticos y duros, empezando a destruir muchas cosas. 
Son distinta maneras de pensar, ellos compran armas y por intersticios entran sus 
armas, creen que un día podrán hacer algo. 
Yo no lo dudo, pero… ellos están convencidos. Esa gente es la que conspira. 
En esto hay sectores de ultra izquierda, pero también los hay de ultra 
derecha. 
Eso nos da el derecho de pensar que estamos en los cierto; y sin embargo 
tenemos que cuidarnos, pero no violentamente. Yo sé que se reúnen en la casa 
de “fulano de tal”; hablan de esto y de lo otro, pero siempre hay aluno que cuenta; 
hasta me dicen quienes estuvieron y qué dijeron. A mí me sería muy fácil ordenar 
a la policía que detengan a “Zultano”, y “Mengano” y llevarlos preso; pero no, 
¿Para qué?, si yo sé que ellos no van a llegar a nada, porque yo he sido 
conspirador en mis tiempos… 
Cuando el pueblo y sus fuerzas políticas están unidos para la defensa 
institucional, no hay golpe de estado. Esto sucedió en nuestro país cuando los 
partidos políticos han ido a golpear los cuarteles. 
Ahora con la experiencia pasada, no hay nadie a quien se le ocurra semejante 
cosa. 
En cuanto a esos muchachos intolerantes…, bueno, siempre lo ha habido. De esta 
manera que, puesto que he pasado por todo esto, ¡cómo no voy a estar en claro! 
No hay que dar por el pito más que lo que el pito vale. 
El conspirar no es, por así decirlo, una cosa peligrosa, por lo menos por ahora. Y 
si podemos conformar una institucionalización firme, con la defensa de todo el 
poder político de la Nación, no hay fuerza que pueda torcer la voluntad popular. 
De eso estoy convencido, de manera que no hay que tomar las cosas a la 
tremenda. ¿Para qué, cuando no es necesario? Lo he dicho muchas veces: SOY 
UN GENERAL, Y OBEDEZCO AL GENERAL QUE LLEVO DENTRO. Pero soy un 
león herbívoro, un general al que los años han hecho pacifista y al que no le da 
por pelear, porque no quiere pelear. 
 
DOCUMENTO V: ¡IMBERBES Y ESTÚPIDOS, INFILTRADOS! 
DISCURSO DEL PRESIDENTE JUAN DOMINGO PERON DEL 1ºDE MAYO DE 
1974. 
(LA RESPUESTA DE LOS MONTONEROS Y SUBVERSIVOS APÁTRIDAS 
ESTÁN TRANSCRIPTAS EN ROJO.) 
HABLA PERON: "...Compañeros: hoy, hace veintiún años [se refiere a 1953] que 
en este mismo balcón, y con un día luminoso como el de hoy, hablé por última vez 
a los trabajadores argentinos. Fue entonces cuando les recomendé que ajustasen 
sus organizaciones, porque venían días difíciles... No me equivoqué, ni en la 
apreciación de los días que venían, ni en la calidad de la organización sindical, 
que a través de veinte años... pese a esos estúpidos que gritan... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Qué pasa, qué pasa, qué pasa, general, está lleno 
de gorilas el gobierno popular! - ¡Se va a acabar, se va a acabar, la burocracia 
sindical! 
HABLA PERON "...Decía que a través de estos veintiún años, las organizaciones 
sindicales se han mantenido inconmovibles, y hoy resulta que algunos imberbes 
pretenden tener más mérito que los que durante veinte años lucharon... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Qué pasa, qué pasa, qué pasa, general, está lleno 
de gorilas el gobierno popular! 
HABLA PERON: "...Por eso compañeros, quiero que esta primera reunión del Día 
del Trabajador sea para rendir homenaje a esas organizaciones y a esos 
dirigentes sabios y prudentes que han mantenido su fuerza orgánica, y han visto 
caer a sus dirigentes asesinados, sin que todavía haya sonado el escarmiento... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Rucci traidor, saludos a Vandor! - ¡Qué pasa, qué 
pasa, qué pasa, general, está lleno de gorilas el gobierno popular! - ¡Montoneros, 
Montoneros, Montoneros! 
HABLA PERON: "...Compañeros, nos hemos reunido nueve años en esta misma 
plaza, y en esta misma plaza hemos estado todos de acuerdo en la lucha que 
hemos realizado por las reivindicaciones del pueblo argentino. Ahora resulta que, 
después de veinte años, hay algunos que todavía no están conformes de todo lo 
que hemos hecho... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Si este no es el pueblo, el pueblo donde está! - 
¡Conformes, conformes, conformes, general, conformes los gorilas, el pueblo va a 
luchar! 
(En este momento comienzan a retirarse las columnas de Montoneros y Juventud 
Peronista) 
HABLA PERON: "...Compañeros, anhelamos que nuestro movimiento sepa 
ponerse a tono con el momento que vivimos. La clase trabajadora argentina, como 
columna vertebral de nuestro movimiento, es la que ha de llevar adelante los 
estandartes de nuestra lucha. Por eso compañeros, esta reunión, en esta plaza, 
como en los buenos tiempos debe afirmar decisión absoluta para que en el futuro 
cada uno ocupe el lugar que corresponde en la lucha que, si los malvados no 
cejan, hemos de hacer... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Conformes, conformes, conformes, general, 
conformes los gorilas, el pueblo va a luchar! - ¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el 
que se va! (continúan retirándose las columnas). 
HABLA PERON: "...Compañeros, deseo que antes de terminar estas palabras 
lleven a toda la clase trabajadora argentina el agradecimiento del gobierno por 
haber sostenido un pacto social que será salvador para toda la República... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Conformes, conformes, conformes, general, 
conformes los 
gorilas, el pueblo va a luchar! - ¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va! 
HABLA PERON: "Compañeros, tras ese agradecimiento y esa gratitud puedo 
asegurarles que los días venideros serán para la reconstrucción nacional y la 
liberación de la nación y del pueblo argentino. Repito compañeros, que será para 
la reconstrucción del país y en esa tarea está empeñado el gobierno a fondo. Será 
también para la liberación, no solamente del colonialismo que viene azotando a la 
República a través de tantos años, sino también de estos infiltrados que trabajan 
de adentro, y que traidoramente son más peligrosos que los que trabajan desde 
afuera, sin contar que la mayoría de ellos son mercenarios al servicio del dinero 
extranjero... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va! 
(Continúan retirándose las columnas) 
HABLA PERON: "Finalmente compañeros, deseo que continúen con nuestros 
artistas que también son hombres de trabajo; que los escuchen y los sigan con 
alegría, con esa alegría de que nos hablaba Eva Perón, a través del apotegma de 
que en este país los niños han de aprender a reír desde su infancia... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va! 
(Continúan retirándose las columnas) 
HABLA PERON: "Queremos un pueblo sano, satisfecho, alegre, sin odios, sin 
divisiones inútiles, inoperantes e intrascendentes. Queremos partidos políticos que 
discutan entre sí las grandes decisiones... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va! 
(Continúan retirándose las columnas) 
HABLA PERON: "No quiero terminar sin antes agradecer la cooperación que le 
llega al gobierno de parte de todos los partidos políticos argentinos... 
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va! 
(Continúan retirándose las columnas) 
HABLA PERON: "Para finalizar compañeros, les deseo la mayor fortuna, y espero 
poder verlos de nuevo en esta plaza el 17 de Octubre..." 
Finalizado el discurso se producen algunos disturbios entre miembros de sectores 
sindicales y de la derecha peronista (acicateados y envalentonados por las 
palabras de Perón) y algunos miembros de los sectores de la Juventud Peronista y 
Montoneros que se retiraban. 
 
FRAGMENTO Mensaje del Teniente General Perón a los gobernadores de 
provincias, pronunciado el 2 de agosto de 1973, en la residencia presidencial 
de Olivos. 
 
DESVIACIONES IDEOLÓGICAS 
La delincuencia juvenil que ha florecido de una manera espectacular en el 
país, es uno de los índices más claros de lo que se hizo en la destrucción del 
hombre. 
Los procedimientos administrativos, con todas las deformaciones que los señores 
gobernadores han de haber encontrado en cada una de las provincias, indican 
otro sector de la descomposición. 
Las desviaciones ideológicas y el florecimiento de la ultraizquierda, que ya no se 
tolera ni en la ultraizquierda. Yo he visitado a los países detrás de la cortina, y ya 
la ultraizquierda ha muerto. Esta ultraizquierda aun para los países comunistas es 
un material de exportación, pero no de importación. 
Todo esto indica el proceso de descomposición del hombre, que es lo más grave 
que pueda haber ocurrido en el país. No hablemos de las demás cosas que 
sabemos bien, y que saben ustedes mejor que yo cómo han sido destruidas en 
todas partes. Porque la destrucción aquí ha comenzado por lo más grave que 
puede producirse: la destrucción del Hombre; ha seguido por lo más grave que 
pueda haber después de eso, que es la destrucción del Estado. Es el Estado que 
se ha destruido; son sus instituciones las que han sido atacadas en sus 
basamentos. Por eso debe darse principio a la reconstrucción, porque en la 
reconstrucción hay que seguir probablemente el sistema inverso de la destrucción. 
La destrucción, en las instituciones como en los pueblos, comienza por la cabeza, 
como sucede con el pescado, éste empieza a pudrirse por la cabeza. 
Nosotros debemos buscar esos factores en cada uno de los estamentos que 
manejamos y que gobernamos, para ir reconstruyendo eso, y dedicar a la cultura y 
a la educación el más grande sector que podamos, porque es allí donde vamos a 
incidir sobre la reconstrucción del hombre, que es la más importante. La cultura y 
la educación deben tener en nuestro país un rasgo prominente en la acción que 
desempeñemos. 
 
TENEMOS UNA JUVENTUD MARAVILLOSA 
Tenemos que educar a un pueblo que está mal encaminado, y debemos 
encaminar una juventud que está, por lo menos, cuestionada en algunos graves 
sectores. Lo que ocurrió en Ezeiza es como para cuestionar ya a la juventud que 
actuó en ese momento. Esa juventud está cuestionada. Tenemos una juventud 
maravillosa, ¡pero cuidado con que ella pueda tomar uncamino equivocado! Y ésa 
es obligación nuestra, ésa es tarea nuestra. 
No se trata de limitar las aspiraciones ni los pensamientos del hombre. Se trata de 
educar al hombre, y de darle el sentido de equilibrio sin el cual nosotros no iremos 
a ninguna parte. 
Tenemos que volver a la Grecia de Pericles, donde en cada frontispicio había una 
leyenda que decía: Todo en su medida y armoniosamente. Nosotros somos un 
movimiento de izquierda. 
Pero la izquierda que propugnamos es una izquierda justicialista por sobre todas 
las cosas; no es una izquierda comunista ni anárquica. Es un izquierda justicialista 
que quiere realizar una comunidad dentro de la cual cada argentino tenga la 
posibilidad de realizarse; no más allá. En definitiva no hay ni necesidad de llamarle 
izquierda, sino Justicialismo. 
Nosotros hemos visto fracasar al capitalismo individualista, pero hemos visto 
también fracasar al capitalismo estatal. Ellos han sido ya perimidos por la 
evolución; y no sólo aquí: lo mismo en Budapest o en cualquier parte. No vayamos 
sobre lo que nosotros venimos sosteniendo desde hace treinta años y que es lo 
que le ha dado el éxito actual al Movimiento Justicialista. 
Ahora sí, seamos capaces de realizarlo todo en su medida y armoniosamente. 
Tenemos un ejemplo en nuestro propio proceder. En los dos gobiernos 
justicialistas anteriores, nos apresuramos un poco y creamos una oposición, 
justificada o no, pero oposición que al final dio en tierra con nosotros. No lo 
habíamos hecho todo en su medida y armoniosamente. 
 
LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES 
La autocrítica es indispensable en cada una de estas circunstancias. Ahora hay 
muchos gorilas que dicen: "Ahora estamos de acuerdo, hemos aprendido". Ellos 
también estaban equivocados. 
Ellos, por retardatarios; nosotros, por apresurados. En el futuro, lo que tenemos 
que hacer es terminar en el país tanto con los apresurados como con los 
retardatarios, y hacerlo todo en su medida y armoniosamente. 
Esto es lo que impone el gobierno de nuestros días, y el Justicialismo de nuestros 
tiempos. Somos revolucionarios, porque vamos a los cambios estructurales que 
hagan más felices a los argentinos y más próspera y más grande nuestra Patria. 
Lo que hagamos en su medida y armoniosamente será lo constructivo. Lo que 
quisiéramos hacer violenta, apresurada o retardatariamente, no es el camino que 
debemos elegir. Yo creo que gobernar en estos tiempos y en esta Argentina no es 
difícil, a pesar del caos que nos han dejado. 
No es difícil, si llamamos a todos los hombres de buena voluntad que, como 
argentinos, quieran luchar por la grandeza de nuestra tierra y por la felicidad de 
nuestro pueblo. Yo creo que en ningún corazón bien intencionado pueden estar 
ausentes estas premisas, que son las premisas de todos los tiempos. 
Señores: yo no quiero seguir abundando en otras consideraciones. Creo que estos 
dos asuntos a que me he referido son los fundamentales. 
 
SER ESCLAVOS DE LA LEY 
Estoy empeñado en una tarea política: llamar a todos los políticos, cualquiera sea 
su ideología y cualquiera su orientación, para que se pongan en esta obra, que 
será la tarea común. He hablado ya con los que han sido nuestros compañeros de 
lucha en el Frente Justicialista de Liberación; he conversado con el doctor Balbín; 
voy a hablar mañana con quienes formaron entonces La Hora del Pueblo; y 
después lo haré con nuestros opositores finales, cualquiera que sea su ideología. 
Incluso con el Partido Comunista, que si se coloca dentro de la ley y acciona 
dentro de la ley, será amparado y defendido por nosotros. Pero dentro de la ley. 
Cuidado con sacar los pies del plato, porque entonces tendremos el derecho de 
darle con todo. 
No admitimos la guerrilla, porque yo conozco perfectamente el origen de esa 
guerrilla. 
Los partidos comunistas que en otros países han visto que dentro de la ley iban a 
su destrucción, han querido salirse de la ley para defenderse mejor. Eso no es 
posible. No es posible dentro de un país donde la ley ha de imponerse. Porque la 
única manera de no ser esclavos, es ser esclavos de la ley; y eso nosotros 
tendremos que imponerlo, de cualquier manera. 
Yo conozco el origen de todo esto. He estado en París, precisamente en las 
barricadas, y he conversado y participado con mucha gente que estuvo allí; y que 
estuvo para eso, para las barricadas. 
Y sé bien cuáles son los procedimientos que quieren poner en marcha, y que se 
han puesto en marcha en eso que llamaron Segunda Revolución Francesa, el 30 y 
31 de julio de 1968, en París, cuando colocaron en el frontispicio de la Sorbona un 
gran letrero que decía: "Ustedes son las guerrillas que han de liberarnos de lo que 
nos quieren vender: la muerte climatizada con el nombre de porvenir. El orden 
industrial debe desaparecer. El mercado de consumo debe morir de muerte 
violenta. Buscamos un gobierno que sea capaz de poner la imaginación de por 
medio". 
Así rezaba el letrero. Pero la finalidad era formar las guerrillas. Guerrillas que 
después hemos visto funcionar en todas partes. 
Bien: eso es un asunto que la ley no tolera, y que en consecuencia nosotros no 
podemos tolerar. Nosotros no le ponemos ningún inconveniente, si ese partido 
político -se llame Comunista, se llame E.R.P. o se llame Mongo Aurelio, cualquiera 
sea el nombre que tenga- quiere funcionar dentro de la ley, como estamos 
nosotros. 
Tampoco le temeríamos fuera de la ley, pero no es lo correcto para un gobierno; 
ya eso se ha visto funcionar en otras partes, y no es lo correcto. En lo que sea 
fuera de la ley, es la Justicia y la Policía las que deben entender.

Continuar navegando