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Sinonimia Eritemamultiforme, eritemapolimor- fo menor de Hebra. Definición Dermatosis agudamucocutánea, auto- limitada e inmunopatológica; al principio se acom- paña de fiebre y síntomas generales; las lesiones cutáneas son acrales, centrÍpetas, simétricas y poli- morfas, constituidas por eritema, pápulas, vesícu- las, ampollas y placas urticarianas que evolucionan en dos a cuatro semanas; puede ser recurrente. Es de origen infeccioso, aunque muchos designan el mis- mo nombre a un cuadro similar dependiente de fár- macos o neoplasia. Datos epidemiológicos En la consulta dermato- lógica se presenta en menos de IVo; constituye 4.417o de las dermatosis medicamentosas, se rela- ciona con f¡írmacos en 50 por ciento. Aparece a cualquier edad; predomina en varones a razón de 3:1; es más frecuente entre el segundo y cuarto de- cenios de la vida; 207o de los afectados son niños o adolescentes. Se han observado epidemias de ori- gen infeccioso durante primavera y verano. Etiopatogenia Es un síndrome de hipersensibilidad por factores múltiples: infecciones virales, bacterianas (lepra), micóticas, parasitarias o por micoplasmas, colage- nopatías y vasculitis, neoplasia, factores físicos, altera- ciones endocrinas, dermatitis por contacto o reacciones medicamentosas. Puede ser idiopático. En niños y adultos el factor infeccioso es el más fre- cuente: virus del herpes simple (HSV) en 15 a 63Vo o Mycoplasma sp. En la patogenia intervienen complejos inmunitarios circulantes que se localizan en las paredes vasculares y se relacionan con fijación del complemento; también se ha especulado acerca de la pafticipación de las concentraciones aumentadas de cininas proinflamato- rias circulantes. Con métodos de hibridación in situ, en 30 a75Vo se ha encontrado DNA viral (HSV) en células epiteliales; también puede demostrarse mediante reac- ción en cadena de la polimerasa (PCR). En ancianos predominan las reacciones por medrca- mentos y neoplasias. Los principales fármacos causales son: sulfamidas, penicilina, tiazidas, fenitoína, carbama- zepina, pirazolonas; la enfermedad aparece una a tres se- manas después de la administración. No está relacionado con los síndromes de Stevens- Johnson y de Lyell, aunque por histopatología comparte la necrosis de queratinocitos. Cuadro clínico Comienza de manera repentina, con pródromos como fiebre, dolor de garganta, tos y malestar general. Las lesiones cutáneas son simé- tricas, acrales y centrípetas; predominat er caÍa, tronco, codos, rodillas, palmas, plantas y dorso de manos; hay eritema, pápulas, vesículas, ampollas y lesiones urticarianas; se agrupan en placas de dife- rente tamaño y forma. La lesión clásica es el "her- pes iris de Bateman" o "lesión en diana" (fig. 40-l). Esta comienza como una mancha eritemato- sa circular, que evoluciona con rapidez a pápula, y luego se transforma en una ampolla central que fi- nalmente se deprime en el centro por una zona de necrosis; a veces se encuentran pápulas elevadas y edematosas (erythema papulatum). Según la grave- dad, se consideran una forma menor y otra mayor, aunque para algunos esta última es el síndrome de Stevens-Johnson (cap. 10). Las lesiones generan ardor y prurito leves, y evolucionan individualmente en tres a siete días; el cuadro se resuelve por sí solo en dos a cuatro sema- nas, dejando hiperpigmentación residual. Cuando se origina por medicamentos la evolución es más breve. Se ha señalado que el eritema polimorfo re- lacionado con herpes predomina en las extremida- des (897o) y hay lesiones en diana o pápulas; en la forma relacionada con fármacos, las lesiones son difusas y centrípetas, así como más extensas y pur- púricas. Se han identificado dos subgrupos: uno re- currente y uno persistente, que pueden relacionarse con infección viral, en especial por virus de Eps- tein-Barr, así como con enfermedad maligna; pue- de haber muchas recaídas, y en general no hay afección de mucosas (cuadro 40-1). En 25 a 60Vo afecta a mucosas: conjuntival, bu- cal y genital; hay eritema, edema, ulceración, y seudomembranas. Datos histopatológicos La epidermis muestra necrosis; puede haber degeneración hidrópica de la basalt en la dermis papilar hay edema e infiltrados linfohistiocíticos perivasculares, con neutrófilos y eosinófilos. Si hay ampollas, son subepidérmicas; 159 16CI Capítulo 40 Enfermedades arnool lares v vesiculares Cuadro 40- l . Di ferentes t ipos c l ín icos de er i tema pol imorfo Carocterísticos Clásico (no medicomentoso) Recurrente Persistente Causa D str bución Fotctropismo Datos ciínicos Presenc a de ampo as Fenómeno de Kóbner (Koebner) Síntomas Duración Frecuencra de brotes Necros s de querat noctos Nie f rÁf l ln< v .)r -rr? | < Hlpocomp ementem a Comp elos nmun tarios circu antes l l ( \ / ^¡1,, .^¡ l - . -- . . ^¡ . ih - Simétr ca, acral, mucosas Esporádico Pápu as, esiones en diana Pos ble Ausente Ausentes o eves I a 3 semanas Esporád cos Focal Raro lYuy raro Yuy raro HSV f^ecuente Srmétr ca acra , muccsas Frecuente Pápulas, d iana Pos ble Frecuente Ausentes o leves 2 semanas faúlt ples Acentuada Raro Xuy raro Yuy raro rBV o rn. r ¡ c / ' ¡ r - . rq.2. .qr5 Disem nada Ausente Pio r l ¡< c<innp< ncrrá+ ea< Frecuente Ausente Graves Persrstente In nre"rump oos Ocasrona Común Común Común se observa exocitosis. Dado que las alteraciones pueden variar desde edema y alteración mínima de la dermis hasta necrosis epidérmica, se han const- derado tres patrones: dérmico puro, dermoepidér- mico y epidérmico. Para algunos las variedades histológicas dependen del sitio y tiempo de evolu- ción, aunque la necrosis parece más intensa en ca- sos originados por fármacos. Los linfocitos son en general CD4+, con algu- na expresión de CD25. La microscopia electrónrca corrobora edema intracelular de células epiteliales, y vacuolización con pérdida de desmosomas y or- ganelos citopiásmicos. Datos de laboratorio Leucocitosis y sedimenta- ción eritrocítica acelerada. La inmunofluolescen- cia directa revela depósitos de fibrina y C3 en la unión dermoepidérmica, y de C3 e lgM alrededor de vasos. Diagnóstico diferencial Urticaria (f ig. 20-1), eritema anular centrífugo (fig. 58-1), penfigoide (fig. aa-1), dermatit is herpetiforme (fig. 37-1), af- tas (fig. 157-6), herpes simple (figs. 157-i a 151- 3), enfermedad de Behqet (f igs. 40-2 y 40-3). como afección ocular, cutánea y articular; el sustrato es una vasculopatía. Es de distribución mundial, endémica en el Mediteffáneo, Japón y Turquía, y rara en América y Europa occidental. Es más fre- cuente en varones, arazón de 5:1. Se obser- va a cualquier edad, con predominio durante el tercero y cuarto decenios de la vida. La prevalencia es de 0.3 a I por 10 000. Es una enfermedad autoinmunitaria. con una reacción humoral o celular aberrante, tal vez iniciada por virus (HSV-I) o bacterias, principalmente estreptococo o M. tuberculo- sls. Puede haber alteración de la función de los linfocitos I en especial disminución de los T supresores; los cambios histomorfológi- cos dependen de citocinas como interleucina-8 y factor estimulante de colonias de granulo- citos-macrófagos; también está aumentada la función de neutrófilos, como fagocitosis y generación de aniones superóxido; se en- cuentran complejos inmunitarios circulantes y activación de complemento. El aumento de óxido nítrico parece ser la causa del proceso inflamatorio y la actividad. En quienes tienen afección ocular se relaciona con el haplotipo HLA-85: en los que presentan artrit is, con HLA-821; y en la afección mucocutánea, con HLA-Bl2: también se ha encontrado vínculo con HLA-Bw5 l, principalmente en Japón v en el Mediterráneo. # Enfermedad (síndrome) de Behget Afección sistémica autoinmunitaria de ori- gen desconocido, probablemente viral; se ca- racteriza por úlceras bucales y genitales, así Eri tema pol morfo Clasificación Tipos L Mucocutáneo 2. Artírico (con uno o más signos mucocu- táneos) 3. Neurológico (cerebro, y alguna de lasma- nifestaciones de los tipos 1 y 2, o todas) 4. Ocular (uveítis, con alguna de las mani- festaciones de los tipos l,2 y 3 o todas) Se caracteriza por los signos mayores que siguen: A) úlceras bucales (90 a l00%o), en paladar, lengua, labios, carrillos o faringe; son lesiones de tipo afta mayores o menores, o herpetiformes. dolorosas y que curan sin dejar cicatriz; hay alrededor de tres recurren- cias al año. B) ÚIceras genitales (64 a88Vo), que son profundas, dolorosas y dejan cicafriz y atrofia; se localizan en vulva, vagina, glan- de, escroto y área perineal. C) Afección ocu- lar (27 a907a), principalmente uveítis, pero puede haber conjuntivitis, queratitis y neuri- t is óptica. D) Lesiones cutáneas (48 a88%), que son polimorfas, como pápulas, vesículas, pústulas, erupciones acneiformes, seudofoli- culitis, dermografismo y eritema nudoso; es posible que haya lesiones papulonodulares, síndrome de Sweet y piodermia gangrenosa. Puede haber signos menores, que compren- den afección articular (18 a 64Vo), como ar- tritis deformante; cardiovascular (1 a 37Vo), como tromboflebitis y aneurismas; del siste- ma nervioso central (10 a297o), y gastroin- testinal (0 a 597o), así como pulmonar y genital, como epididimitis y orquitis. Para el diagnóstico se ha sugerido la pre- sencia de tres criterios mayores o dos mayores y dos menores, si bien puede haber formas incompletas. La evolución es crónica y recidivante en días a meses, con fiebre y ataque al estado general. La afección ocular se presenta du- rante los primeros dos años, y en20Vo puede ocaslonar ceguera. Enfe tm e dade s re lac ionadas; policondri- tis recidivante, esclerodermia. Según el estudio histopatológico puede ser vascular o extravascular, con vasculopa- tía (que afecta vasos de dermis y tejido celu- lar) o sin ella, y acneiforme. Hay infiltrado mononuclear, con trombosis o sin ella; puede Caoítulo 40 161 haber necrosis y depósito de fibrina mural y reacción neutrofílica. A veces hay histiocitos. Las lesiones acneiformes no están bien docu- mentadas, la imagen es supurativa o de foli- culitis granulomatosa. El diagnóstico diferencial incluye aftas (fig. 157-6), penfigoide de mucosas, pénfigo, infecciones herpéticas y bacterianas (figs. 157-r y 157-3), síf i l is (f ig. 55-9), SIDA (fig. 57-3), enfermedades del tejido conectivo como lupus, enfermedad neurológica de ori- gen isquémico, artritis, granulomatosis de Wegener, sarcoidosis, poliarteritis nodosa y reacciones a fiármacos. Los datos de laboratorio pueden mostrar leucocitosis y eosinofilia, anticuerpos antinu- cleares y autoanticuerpos contra la mucosa bucal; incremento de proteína C reactiva y complemento (C9), sedimentación acelerada, decremento de la razón OKT4:OKT8. Si hay nefropatía: microhematuria, proteinuria o am- bas. Hay patergia en 40 a 88% (reactividad cutánea exagerada, con formación de pápu- la o pústula, a antígenos inespecíficos intro- ducidos por escarif icación y pinchazos estériles). El pronóstico es incierto, y depende de la gravedad y los tipos de tejidos afectados; es peor en varones. Son eficaces: prednisona, 60 mg/día; tali- domida, 100 a 400 mg/día; colquicina (col- chicina), I a 2 mgldía; levamizol, 150 mg dos veces por semana; diaminodifenilsulfona (DDS), 100 mg/día, y ciclosporina A, 5 mg/kgldía; otros inmunosupresores, como azatioprina, 2.5 mgkgldía, ciclofosfamida, 2 a 3 mg/kg/día, y clorambucil, 6 a 8 mgkgldía;, interferón alfa2¡ recombinante; factor de transferencia, tratamiento fibrinolítico, plas- maféresis, vacuna Sabin, y aciclovir. Local- mente se han usado tetraciclinas, glucocorti- coides y anestésicos; en los ojos, midriáticos y glucocorticoides; en la boca, higiene, medi- cación sintomática y soluciones con tetraci- clinas y eritromicina. Tratamiento Medidas sintomáticas locales y an- tihistamínicos sistémicos. E,n pacientes graves pne- den uti l izarse -tlucocorticoides por r,ía oral. Si la causa son medicamentos, deben interrun-rpirse; si el problema es inf'eccioso, se da el tratamiento espe- cí l ' ico El t ratamiento Dre\ent i \o consiste cn aci- 162 Capítulo 40 clovir, 400 mg dos veces al día durante 5 días al inicio del herpes; si no se precisa la causa se ad- ministra durante 6 meses. Otras opciones son va- laciclovir; azatioprina, 100 mg/día; DDS, 100 mg/día, o talidomida, 100 a 200 mgldía. Arbesfeld S, Kurban AK Behget's disease: new perspectives on an enigmatic syndrome. J Am Acad Dermatol 1988;19(5): 161-'79 Assier H, Bastuji-Garin S, Revuz J, Roujeau JC Erythema mul- tifbrme with mucous membrane involvement and Stevens- Johnson syndrome are clinically different disorders with distinct cause Arch Dermatol I 995 ; I 3 I :539-43. Clark Huff J, Weston WL, Tonnesen MG Erythema multiforme: a critical review of characteristic, diagnostic criteria, and causes. J Am Acad Dermatol 1983;8(6):763-75. 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