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78 a 92)(Capítulos Sinonimia Impétigo contagioso, impétigo ampo- llar, impétigo de Tilbury-Fox. Definición Dermatosis contagiosay autoinocula- ble muy frecuente, p-g$ qlarnrgnlg:4¡!!os- Se ca- r acferiza por .UpgU+ casi siempre efímeras, que son reemplazadas por e*iE{.es, las cuales se dese- can con rapidez para formar c¡¡s@*slicé¡¡IAs que recubren una erosión puramente ApijéfJ1ice. Datos epidemiológicos Ocupa uno de los prime- ros cinco lugares en la consulta dermatológica en niños; no hay predilección por sexo ni clase social; parece predominar en verano, climas tropicales y en desnutridos; influyen en su frecuencia trauma- ti smo s. picadurasde insecto s. inf ec ciones oidln^ e:iEacrrtiíneas v mala higiene perso+al. Etiopatogenia Puede originarse por.estafilococos, eslepltgf¡s-ocombinacionesdeambos,EEáTec-ffi: ciavaría en diferentes estudios; en México predomina la causa estafilocócica. Las especies presentes más a menu- do son Staphylornc.,ts aureus y estrepfococo beta-he- mof ítico def grupo A (Srreptococcus pyogenes\. Se han aislado estafilococos en casi 50Vo de la oobla- ción sana, en fosas nasales, axilas, ingles y perineo, 1o que origina su frecuente pafiicipación como agente cau- sal, dado que en el impétigo primario las lesiones suelen depender de una infección de los orificios naturales. Al mismo tiempo, su presencia casi constante en lesiones costrosas hace suponer que actúa como colonizador se- cundario. Los estafilococos del fagotipo 71 pueden eli- minar a los estreptococos del grupo A o reducir su población al producir una sustancia con propiedades bactericidas, lo que podría explicar la baja frecuencra de estreptococos y la presencia casi constante de estafi- Iococos. Por otra parte, días antes de la aparición del impéti- go se han aislado estreptococos del grupo A, a partir de- piel sana; y después de la infección cutánea, de naiz y garganta. La nefritis posestreptocócica se relaciona con complejos inmunitarios. Al igual que en la enfermedad de Ritter, en los casos de impétigo ampollar se ha demos- trado que las ampollas se producen porque las toxinas es- tán dirigidas contra desmogleína 1, como ocurre en el pénfigo seborreico. Clasificación Impétigo primario y secundario. D- ferentes autores han propuesto múltiples formas con base en detalles de morfología,localización o causa- pero no siempre es posible seguir esta clasificación- ni se considera práctica. Otras formas importantes son: impétigo ampollar, contagioso de Tilbury- Fox, en capas de la piel cabelluda, de las mucosas. circinado seco, miliar, e intertrigos piógenos. f,¿lelfgSlA¡s& El impétigo puede ser primario (aparecer sobre una piel sin dermatosis previa) o secundario {sobre una dermatosis preexistente). La Jotma primaria se l,ocaliza a menudo gEgdgdode- -los orificios naturales: boca, fosas nasales, pabello- -nes auricular-es y ójos, como consecuencia de una infección en estos sitios que genera las lesiones cu- táneas ( f ig.78-1); en umbilical. La lesión inicial es una amoolla de contenido claro. rodeada de un halo eritematoso, que en pocas horas se transfonna en pústula; el techo se rompe y aparece un eruda- do seroso o seropurulento que se deseca y ori*eina las costras melicéricas (estafilococo). L6lgUones 304 lmpét igo vulgar son de evolución aguda, tienden a la curación es- pontánea en 4os a tres semanas, dejan uiffifero- sionada y después una @; al i¡rgiqatÉiz- Puede haber lesiones vesr eq@ que car4. A veces las lesiones se extienden con rapidez por autoinoculación y sobrevienen lesiones adya- centes o a distancia; la extensión periférica forma lesiones circinadas o anulares. La forma secundaria o 'tsrIrfigiaizació! prede aparecer en cualquier parte del cue{po; las lesiones son las mismas: eritema, ampollas, pústulas y cos- tras melicéricas. F¡ta form¡ sa.i .i"mFt .sgbre una dermatórúrruriglngsaprevia ( fi e. 7 8-2). Impgtiso gmpgllar ico , e rdáñffii61 estafilocócica "uyn-ffiiinicial es la ampolla; da imágenes circinadas; pue- Va pre- nan los cabellos; cuando éstas se adhieren a los pelos originan el impétigo granular de la nuca y la barba. Im{¡étign de lnq ryt.ffis Consta de placas ero- sivas en labios y mucosa bucal; si afecta las comi- suras se produce queilitis angular o "boqueras"; en estos casos puede acompañarse de queratitis flicte- nular. Impétigo circinado seco o geográfico de Sa- bouraud La ampolla tiene poco líquido; se for- man círculos escamosos completos o no; algunos Io. consideran como una etapa de transición con pi- tiriasis alba. Impétiee mlliar QS5gj-"rw9úculas; es di- fícil separarlo de la miliaria o sudamina. Ime#rilsoaetljsstxas Se presentan ej Jqiljllrer -nliegue-; predominan en t, . Complicaciones En general ninguna; puede ha- ber fielr¡e. malestar general y adenoparíanegion¿l. En impétigos muy extensos y en climas calurosos se ha informado glomerulonefritis en 2 a 5Vo de los en- fermos; se cree que la nefritis se relaciona con es- treptococo B hemolítico de las cepas 49 y M tipo 2. Datos histopatológicos No se requiere biopsia. Se presenta una ampolla subcórnea con abundantes neutrófilos; en ocasiones en el piso de la ampolla se observan algunas células acantolíticas. El estra- Capítulo 78 305 to de Malpighi inferior a la ampolla puede mostrar espongiosis y exocitosis. En la dermis superior hay un infiltrado inflamatorio moderado de neutrófilos y linfocitos. En etapas posteriores se observa una costra compuesta de exudado seroso y restos nu- cleares de neutrófilos. Datos de laboratorio No son indispensables. Para estudios bacteriológicos pueden tomarse muestras en caldo de infusión de cerebro-corazón, y úllizar como medios de cultivo agar-sangre de borrego aI 5To,MacConkey y agar-sal de manitol, y medio líquido de tioglicolato de sodio con dex- trosa e indicador. Hay poca respuesta de antiestrep- tolisina O (SOVo). Diagnóstico diferencial Herpes simple (figs. 157-1 a 157 -3), dermatitis por contacto aguda (hg. 5- I ), si- fílides papulocostrosas, tiñas inflamatorias (fig. 97-5), pénfigo (fig. a3-1), penfigoide (fi1. aa-l), de*rnati- tis hgqpeti-fg--rmp (fig. 37-1). Tratamiento Lavado con agua y jabón, y aplica- ción local de un antiséptico débil en fomentos o ba- ños, para eliminar mec¡ínicamente las costras; puede utilizarse sUlfutpjs-c@, o agua de alibour (sulfato de cobre + sulfato de zinc) o solución deglrcenetede+lorlerirlina. No se reco- miendan las soluciones de permanganato de potasio a 1 por 10 000, por la pigmentación oscura persis- tente y su alto poder sensibilizante. Se puede agregan una crema con vodoclorohidroxiouinoleína (clioqui- nol fVioformo@1; a 0.5 a3Vo, o ácido fusídico o mupirocina a 2Eo; otras opciones son bacitracina, polimixina, gentamicina, rifampicina y eritromicina tópicas. Tienen interés histórico los colorantes. Los gluceQ-oÍicoides estiín contra s. En pacientes con lesiones muy diseminadas, en paficular los menores de edad, se justifica la adminis- tración d" qübióti"or rittét eritromicina, oxacllin4_o_d1@qiljgglgs . cómoda ,€la admrnrstracrón de nuevos macrólidos, como la azitromicina y claritromicina. Se recomiendan pe- riodos de tratamiento breves con antibióticos espe- cíficos contra estreptococos o estafilococos, aunque se han informado resistencias a antibacterianos es- de afectar p3lelJ-plgntas. Cuando ocurre en las me Es una infección estreotocócica: la lesión ini- -cial es la vesícula, y no afecta palmas ni plantas. tándar. En general basta una dosis de penicilina a 600 000 U en niños. También oueden das cada ocho horas, o cloxacilina, clindamicina, y 306 Capítulo 78 ampicilina más ácido clavulánico o sulbactam, en dosis de 500 mg tres veces al día o 4O mglkg/dia. Las medidas higiénicas adecuadas y el tratamiento de las infecciones primarias evitan la recidiva. En lo referente a epidemias intranosocomiales en recién nacidos, aislamiento y mejoramiento de las precauciones generales: lavado de manos con jabo- nes antisépticos, cultivo de piel y narinas del perso- nal de enfermeía. En caso denefritis o enidemi contactos deben recibir I seis horas durante tres-dígs. Arnold HL Jr, Odom RB, James WD. And¡ews' Diseases of the Skin: Clinical Dermatology, 8th ed. Philadelphia: Saun- ders,1990:268-88. I nfeccrones bacter ianas Cañiza¡es O. A manual of dermatology for developing coun- tries. Oxford, New York: Oxfo¡d Medical Publications, 7982:55-70. Goldfarb J. New antimicrobial agents. Pediatr Clin North Am 1995;42(3):7 l7 -35 . Chapel KL, Rasmussen JE. 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