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[123]Acné rosacea

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Sinonimia Acnérosácea, cuperosis.
Definición Dermatosis crónica de origen desco-
nocido; se localiza en lacaray se caracteriza por un
componente vascular permanente, y accesos de tipo
acneiforme que muchas veces terminan en una for-
ma hipefrófica llamada rinofima. Suele acompa-
ñarse de afección ocular.
Datos epidemiológicos La frecuencia varía de
O.I a IVo de la consulta dermatológica. En Suecia
tiene una prevalencia de I}Vo. Predomina en muje-
res de raza blanca de 30 a 50 años de edad, arazón
de 3:1 a 5:1; en jóvenes afecta más a varones.
Etiopatogenia Se considera un síndrome, si bien se
desconoce la causa. Hay informes de casos familiares,
pero no pruebas aceptables de predisposición genética.
Parecen tener cierta influencia la luz solar, el calor, el
frío y los episodios de rubor facial.
No está claro el vínculo con factores endocrinos o gas-
trointestinales (recientemente se ha enconfado relación
con úlcera gástrica o gastritis y presencia de Helicobacter
pylori), alimentarios, infecciosos o seborreicos; sólo en
20Vo de los enfermos hay antecedentes de acné, y al pa-
recer no hay afección de las glándulas sebáceas. Tampo-
co hay datos de un mecanismo inmunitario. Las formas
granulomatosas pueden representar una reacción a cuer-
po extraño a estructuras queratinizadas, o de hipersensi-
bilidad al ácaro Demodex folliculorum.
Aunque los factores psicológicos no son importan-
tes, se produce vasodilatación de origen neurológico o
emocional, por lo que algunos la consideran una angio-
neurosis. Hoy se concede gran importancia a la sensibi-
lidad a neurotransmisores endógenos, como la sustancia
P, endorfinas y encefalinas.
El rinofima es una etapa final ocasionada por proli-
feración de glándulas sebáceas y tejido fibroso.
Clasificación 1) Eritematotelangiectásica (cupe-
rósica). 2) Papulopustular (acneiforme). 3) Fimato-
sa (hipertrófica o rinofima). 4) Ocular y la variante
granulomatosa.
Cuadro clínico Se localiza en la cara, dorso y
aletas nasales, surcos nasogenianos, mejillas, re-
giones malares, parte media de la frente y, con me-
npr frecuencia, en el mentón, alrededor de la boca
o en el cuello. Suele ser bilateral. Las localizacio-
nes extrafaciales son raras; siempre acompañan a
lesiones en la cara, y se observan en la región es-
ternal, la piel cabelluda e incluso el abdomen.
Se caracteriza por eritema, telangiectasias, piel
seborreica, así como pápulas y pústulas pequeñas y
superficiales; en etapas avanzadas hay lesiones hi-
pertróficas (fig. 123-l).
La evolución es crónica, con exacerbaciones
producidas por cosméticos, exposición a la luz so-
lar, calor o bebidas alcohólicas. A veces hay remi-
siones o puede permanecer estacionaria sin llegar a
pasar por todas las formas clínicas. No hay sínto-
mas; si acaso, prurito leve.
Las maniftstaciones oculares son frecuentes
(507o); se inician después del tercer decenio de la
vida; pueden preceder a las lesiones cutáneas, y se
exacerban en primavera y verano; afectan a los párpa-
dos, la conjuntiva y la córnea; hay blefaritis esc¿lmo-
s4 a menudo con chalazión; conjuntivitis difusa;
vasos dilatados en arcada en el plexo límbico su-
perficial, y queratitis rosácea que puede ser margi-
nal, acompañarse de infiltrado subepitelial, y ser
progresiva.
El rinoftma predomina en varones de 40 a 50
años de edad, y es excepcional en orientales; el si-
tio más frecuente es la nariz y lo son menos la fren-
te y las mejillas; origina gran tumefacción, con
consistencia blanda y poros dilatados. Luego hay
fibrosis, telangiectasias o dilataciones varicosas,
con lo que la nariz adopta un aspecto abollonado
que semeja apéndices nasales (hg. 123-2).
Datos histopatológicos Los cambios son inespe-
cíficos: en la epidermis, hiperqueratosis, paraquera-
tosis o atrofia; en la dermis, vasodilatación intensa
con infiltrados perivasculares de linfocitos e histio-
citos, o formación de granulomas tuberculoides. El
tejido conectivo aparece fragmentado y desorgani-
zado. En casos crónicos hay fibrosis e hiperplasia
glandular.
Datos de laboratorio Puede buscarse D. follicu-
lorum mediante biopsia de superficie con ciano-
acrilato (cap. 1 y fig. 2-8); la presencia de cuatro o
más ácaros por folículo se considera patológica
506
Rosá cea
Diagnóstico diferencial Acné vulgar (fig. 30-l),
erupciones acneiformes, dermatitis peribucal (fig.
4-5), lupus eritematoso (fig. 30-1), demodecidosis
(fie.2-1), erupción polimorfa lumínica (fig. 18-3),
tubercúlides de la cara (fig. 91-13), dermatofitosis
corticoestropeada de la cara, sarcoidosis, rosácea
fulminans o piodermia facial (cap. 2).
Tratamiento Es difícil. Se recomienda lavado
diario con agua y jabón; deben evitarse las cremas
oleosas, las pomadas con glucocorticoides, la ex-
posición alaluz solar, fuentes de calor o frío, bebi-
das alcohólicas y alimentos picantes, calientes o
muy condimentados, así como el uso de microcom-
putadoras. Es recomendable una psicoterapia su-
perficial.
Localmente se emplean lociones desengrasan-
tes, como las que se utilizan para el acné, que pue-
den diluirse a partes iguales con agua destilada. Es
posible usar lociones con calamina, u otros astrin-
gentes comerciales suaves, así como peróxido de
benzoílo en gel al 5 por ciento. Si se encuentran
muchos ácaros debe usarse una crema de glicerola-
do neutro de almidón, o una loción de agua de ro-
sas con polisulfuro de potasio al 5Vo, a diario, uno
o dos meses. También se utilizan metronidazol en
crema a 0.1 y 0.75Vo, y soluciones de eritromicina,
solución de sulfacetamida al I07o con azufre al 5
por ciento y gel de ácido azelaico al 15 por ciento.
Por vía sistémica se usan: cloroquinas, como
hidroxicloroquina, 250 mg/día durante tres a cuatro
meses; tetraciclinas, 250 a150 mgldía, o minocicli-
na, 50 a 100 mg/día, por periodos de seis semanas
(estos medicamentos también mejoran las lesiones
oculares) ; metronidazol, 250 mg cada 12 horas du-
rante tres semanas a tres meses; eritromicina, 250 mg
tres veces al día, claritromicina 250 mg dos veces
al día por cuatro semanas y luego diariamente otras
cuatro semanas, doxiciclina 100 mg dos veces al
día por cuatro semanas y luego diario por otras cua-
tro semanas, o bien, isotretinoína, 0.5 a 1 mglkg/día
durante 12 semanas. La orobable relación con H.
Capítulo 123 5O7
pylori podría explicar el beneficio del metronidazol
y la claritromicina por vía oral.
En ojos, se requieren aseo local frecuente, anti-
sépticos, y uso de lágrimas artificiales. Cuando hay
blefaritis se emplea disulfuro de selenio. Puede ser
necesario administrar glucocorticoides tópicos para
evitar perforación corneal.
Para el rinofima lo mejor es la descorticación
quirúrgica total o parcial con escalpelo, electrociru-
gía o láser. En telangiectasias se han usado electro-
coagulación, criocirugía y láser de anilinas.
La National Rosacea Society es una organíza-
ción que apoya la investigación y la educación de
médicos, pacientes y público en general. Puede
solicitarse información Dor correo electrónico a
rosaceas@ aol.com
Brandáo Meirelles C, Milward de Andrade C, Coelho DAS,
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Bibliografía
Rosá cel508 capítulo 123lrg
Fig. 123-1. Rosácea. Fig. 123-2. Rinofima.

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