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Memorias de la Repressão

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COLECCION MEMORIAS DE LA REPRESION LASCONMEMORACIONES:
LAS DISPUTASENLASFECHAS
<<IN-FELICES>>
l
2.
3.
4.
Los fraóayos de /a memoria, Elizabeth Jelin.
Del estrado a la pantalla: Las imágenes del juicio a los
ex comandantes en .4rgenf/na, Claudla Feld.
Las conmemoraciones: las disputas en las fechas «In-
fe//ces«, Elizabeth Jelin(comp.).
Los archivos de la represión: documentos, memoria y
uerdad, Ludmila da Silva Catela y Elizabeth Jelin
(comps.) . EUZABETH JEUN (COmp.)
EN PREPARACIÓN AZUN CANDINA POLOMER
tachas /oca/es. comum/dados e /denf/dadas. Elizabeth Jelin
y Ponciano Pino (comps.).
Monumentos, memoriales y marcas territoriales, V\dor\a
Langland y Elizabeth Jelin (comps.).
FEDERICO GUILLERMO LORENZ
ALDO MARCHESI
MYRIAN GONZÁLEZ VERÁ
ALESSANDRA CARVALHO
LUDMILA DA SILVA CATELA
INO1CE
siglo veintiuno de espada editores, s.a
sigla veintiuno de argentina editores
Presentación Vll
Introducción...
ELIZABETH JELIN
l EI día interminable. Memoria e instalación del 1 1 de
septiembre de 1 973 en Chile (1 974-1 999) .. 9
AZUN CANDINA POLOMER
EPÍlOgO de EUZABETH JEUNTodos los derechos reservados. Prohibida la reproducción
total o parcial de esta obra por cualquier procedimiento
(ya sea gráfico, electrónico, óptico, químico, mecânico, üo-
tocopta etc.) y el almacenamiento o transmisión. de sus
contenidos en suportes magnéticos, sonoros, visuales o de
cualquier atro tipo sin permito expreso del editor.
2 &De quién es el 24 de marzo? Las luchas por la
memoria del golpe de 1 976 53
FEDERICO GUILLERMO LORENZ
3 &«Guerra» o «Terrorismo de Estado»? Recuerdos
enfrentados sobre el pasado reciente uruguayo .... 101
ALDO MARCHESI
© de esta edición,judia 2002
SIGLO XXI DE ESP/tÚA EDITORES, S. A
Príncipe de Vergara, 78. 28006 Madrid
En coedición con Social Science Research Council
4 «Fecha feliz» en Paraguay. Los festejos del 3 de
noviembre, cumpleaõos de Alfredo Stroessner
MYRIAN GONZÁLEZ VERÁ
149
© Los autores 31 de marzo de 1964 en Brasil: memorias deshi-
lachadas....
ALESSANDRA CARVALHO y LUDMILA DA SILVA CATELA
DERECHOS RESERVADOS CONFORME A LA LEY
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Impreso y fecho en Espaíia
Printed and ttiade itt Spaltt
Diseíio de la cubierta: Juanjo Barco/Afins llustración
ISBN: 84 323-1095-6
Depósito legal: M. 28.087-2002
FOtOCOmpOSICIÓn: INFORTEX, S. L.
Julián Camarillo, 26, 1.' 6
]8037 Madrid
Impreso en Ciosas-Orcoyen, S.. L. Polígono lgarsa.
Pa;acuellos de Jarama(Madrid)
6. Los sentidos de la conmemoración
ELIZABETH JELIN
Los autores
244
Alessandra Carvalho y Ludmila da Salva Catela 6. LOS SENTIDOS DE LA CONMEMORACIÓN
Elizabeth JelinLangland, Victoria (2000), «Praia de Flamengo 132: La Casa de Las Memorias»
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H"r,apo/alfa d« S«f'd d« Como/.m4 Río 'ie jan.iro: Jorre Zahar Editor
Las mechas y aniversários son coyunturas en las que las memorias
son producidas y activadas. Son ocasiones públicas, espacios abier-
tos, para expresar y actuar los diversos sentidos que se le otorga
al pesado, re6orzando algunos, ampliando y cambiando otros. Hay
algunas constantes que se reiteran en los distintos países, que
responden a los marcos institucionales y a las modalidades en
que diversos actores sociales se apropian de ellas y las encuadran
en sus propias identidades y en sus propios proyectos.
En primer lugar, en el momento de los golpes de Estado,
los militares de los diversos países elaboran el sentido de sus ac-
ciones políticas de manera muy similar: sus discursos ponían el
éníasis en su rol <<salvadon>, como defensores y garantes últimos
de la nación (Stern, 2000).'La amenaza era vista como externa
al cuerpo social, cristalizada en <<la subversión)}, la {anti-patria>>
o la inâlltración del <<comunismo internacionab>. En el mismo mo-
mento de las intervenciones militares, los vencedores interpretan
su accionar y el acontecimiento producido en términos de su
inserción en un proceso de larga duración, haciendo referencias
a los momentos fundacionales de la nación y declarando su papel
en su continuidad. Ya las proclamas iniciales y la manera cómo
el acontecimiento es presentado a la población expresan el sentido
que se pretende instalar, la visión salvadora. Este evento, entonces,
instala su propia determinación de conmemorarse, y es en ese
presente que se proyecta hacia el futuro el propio sentido de la
acción (Nora, 1998; Rousso en Feld, 2000). En los grandes acon-
tecimientos, la temporalidad se comprime: pesado y presente ela-
boran el libreto para la rememoración futura. Sin embargo, el
éxito no está asegurado, y ese discurso con vocación fundacional
se irá revisando y resigniâcando en períodos siguientes, depen-
MANUALES
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O Dfa, 1974, 1984, 1994, 1995 y 1997
Es/ada de São Pan/a, 1974, 1984, 1994, 1995 y 1997.
I''eg'a, 1974, 1984, 1994
lsfo E, 1984, 1994.
HOMEPAGE
httP:/7www.torturanuncamais-r].org.br.
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Elizabeth Jelin
Los sentidos de la conmemoración 247
diendo de la configuración de âuerzas políticas en los espacios
de disputa que se generan en distintas coyunturas económicas
y políticas.
Cuán público y amplio es su mensqe, o cuán cerrado a la
corporación militar y a los cuarteles, depende de las circLmstancias
y de la correlación de fuerzas políticas. En Chile, la convocatória
de los militares para la conmemoración de los primeros ll de
septiembre era participativa, dirigida a la población ofreciendo
un espacio de festejo y de giesta. En Uruguay, la conmemoración
era menos festiva pe.ro igualmente orientada a la participación.
En Argentina, por el contrario, la conmemoración era :bucho
más cerrada, solemne y austera, dirigida de manera prioritária
a la propia,institución militar, para Éomlecer su unidad (nunca
bien lograda) y su espíritu de cuerpo. En Brasil, la conmemo-
raclón siguió dos carriles: el interno a las Fuerzas Armadas, re-
plegadas sobre sí mismas, y el énfasis en el {lmilagro económico»
como eje de la memoria social, adejando así los componentes au-
toritários del discurso público masivo. '
Con la transición y el repliegue de las üuerzas armadas, el
lugar en el espacio. público se ve ocupado por otros actores que
dan a la. pecha sentidos muy diferentes y contrapuestos.' Siempre
les queda a los militares el espacio institucional propio para rea-
firmar sus identidades y su auto-justinicación.
EI caso paraguayo es diferente en este punto. EI grado de per-
sonalización del poderes extremo, y la 6iWra de Stroessner en-
carnando el poder combina todas las formas de conmemoración:
desde lo solemne de los saludos protocolares hasta la âlesta po-
pular. La institucionalidad, en este caso, es muy baja. Más que
conmemoraciones encaradas a través de canales institucionales
ligados al poder, .se condensa la acción en el homenaje a la en-
carnación de] poder. La pecha privada y personal del cumpleaõos
se transforma en pecha pública y política. No hay instituciones
del Estado, hay un hombre todopoderoso a quien adorar.
Así como los triunfadores de los golpes instalan una memoria
.propio acontecimiento, también las controversias sobre los
sentidos del pesado se inician con el acontecimiento conílictivo
mo Sólo que asas otras versiones y sentidos pueden estar
reprimidas, censuradas y prohibidas durante mucho tiempo, que-
dando en espacios más privados o familiares, o en acciones de
protesta que son reprimidas, silenciadas y ocultadas por el ré-
gimen, como las protestas estudiantiles en Brasil, sólo reflqadas
en los informes rescatados en los archivos de la policia secreta.
Víctimas y opositores, por su parte, interpretan esas mechas
de maneras diferentes. Sus canales de expresión pueden estar
muy cerrados al principio, pera poco a poco, con mayor o menor
represión, encontrarán los caminos para llevar sus actuaciones
al 'espacio público. La performatividad expresiva juega un papel
central en esta etapa, convirtiéndose en seõal o guião para la
construcción de identi6icaciones colectivas: a ninguna mujer se
la puede reprimir solamente por usar ropa negra o por ir a un
cementerio, y hacerlo se convierte en protesta y en seííal, coi-no
ocurrió en Santiago durante los primeros altos de la dictadura.
También hubo una actividad conmemorativa significativa en las
comunidades de exiliados en otros países, actividad que reper-
cutir en el propio país. Y con el tiempo, estas fuerzas sociales
comenzaron a ocupar el escenario público, a veces de manera
conflictiva con la derecha y el poder (como en Chile), atrás ela-
borando su propia ritualidad conmemorativa (inclusive con fe-
chos alternativas, como en Uruguay).
Llegamos entonces a obra constante en esta historia comparada
y compartida: el protagonismo del movimiento social de derechog
humanos y el papel secundário que tienen los partidos políticos
y el propio Estado democrático en las conmemoraciones. Cla-
ramente. no son actores centrales en la elaboración de memo-
rias sociales o en el intento de dejar <<legadop>. Son más bien
los actores sociales -.organizados en el movimiento de derechos
humanos o dispersos en la forma de protestas populares, hete-
rogéneas y diversas-- quienes intentan presentar memorias al-
ternativas a las de los militares, reclamando por una versión del
pesado que rescate y denuncie la represión y el suírimiento. Son
ellos también quienes demandam justicia y protestam por la im-
punidad. La instalación societal de un sentido alternativo al militar
es producto de esta acción, y depende de la pel'sistencia e in-
sistencia de estos agentes que se mantenga o se opaque la con-
memoración con este sentido alternativo.
Se podría decir, entonces, que mientras que los militares
cuentan con los recursos institucionales para mantener su con-
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Elízabeth Jelin
Los sentidos de la conmemoración 249
memoración aún después de haber doado el poder, las 6uerzas
democráticas necesitan elevar adelante mucho es6uerzo y energia
para mantener en la esfera pública su mensaje. En cuanto estas
energias decaen, la contnemoración misma pierde fuerza, como
ocurrió en Argentina en los primeros aços de los noventa. Ade-
más, a pesar de numerosos intentos y presiones, en general el
movimiento de derechos humanos ha 6racasado en el propósito
de impulsar su mensaje a través de las instituciones del Estado.
EI aparato estatal parece muy peco permeable, lo cual indica la
continuidad del poder de grupos ligados al discurso salvacionista
militar. Sólo cuando hay presidentes que han sido afectados per-
sonalmente por la dictadura --como 'Ricardo Lagos en Chile o
Fernando H- Cardoso en Brasil--, se encarar iniciativas políticas
tules como abolir la fecha del golpe del calendário oficial o hacerse
presentes en las conmemoraciones sociales.
Como reílexión final, se pueden plantear tres cuestiones. Pri-
mero, está claro que, en momentos públicos significativos como
las pechas de conmemoración, no todos comparten las
: ' ''''
mesmas
memorias. La memoria se re6iere a las maneras en que la gente
construye un sentido del pesado, y cómo relacionan' ese pesado
con el presente en el acto de rememorar o recordar. Quienes
vivieron personalmente el evento o período que se recuerda tie-
nen sus propias interpretaciones, tecidas por sus identiâicaciones
y comunidades políticas de pertenencia. Están también quienes
partic:pan. como parte de un cuerpo colectivo que comporte una
base de saberes culturales a través de complejos procesos de iden-
tjnicación, pertenencia y transmisión. En tanto estamos hablando
de circunstancias traumáticas, éstas pueden dejar vacíos, huecos
y fracturas en la posibilidad de expresarse y de transmitir relatos.
En el limite, lo traumático implica que no se encuentren las pa-
labras, y en consecuencia que no haya memorias narrativas, blo-
queando la comunicación y la transmisión. Solamente hay re-
petición de sintomas y silenciou. Lo indecible se dica entonces
en fragmentos y mensajes quebrados.
En este punto de la posibilidad de transmisión, una cuestión
necesariamente abierta se re6iere a las visiones y a la participación
de las cohortes más jóvenes, que no han vivido personajmente
los eventos que son conmemorados. Hlay ocasiones en que los
jóvenes mani6iestan una total falta de interés por reconocer y ha-
cer propios ciertos eventos del pesado. Otras veces, algunos jó-
venes se comprometem totalmente y mani6lestan posiciones mi:
litantes en relación con esos eventos, como si el discurso y el
sentido de los mayores les hubiera llegado a través de una {cadena
de transmisión)>, literalmente entendida. Pueden entonces ser mi-
litantes activos de esa memoria, aunque corren el peligro de no
haber elaborado el inensale, de no haberlo resigni6lcado en tér-.
manos de su propia subjetividad. Las consignas se repiten, .pera
no como parte de un sentido del pesado en términos de la si-
tuación presente y el horizonte de futuro, sino como repetición
ritualizada, más como reiteración del sintoma que como apren'
dizaje, dificultando la elaboración y la ampliación de la mirada
(Todorov, 1998;Jelin, 2002y
Las di6erencias entre cohortes ---entre quienes han vivido la
represión en distintos momentos de sus vidas personales: entre
elmos y los muyjóvenes que no tienen memorias personales del
período de represión-- y las relaciones y diálogos que se esta-
blecen entre generaciones y cohortes producen una dinâmica so-
cietal específica en lo referente a las cuestiones de las memorias.
La in6ormación y el conocimiento, los silencios, sentimientos,
ideas e ideologias son los bienes simbólicos que pueden ser trans-
mitidos. Sin embargo, queda siempre y necesariamente abierta
la cuestión sobre cuáles serán las nuevas interpretaciones, tanto
en el plano individual como en el grupal.
En segundo lugar, las fechos de conmemoración,.como parte
de la memoria mesma, sufren transformaciones a lo largo del
tiempo, visibles especialmente en las mani6estaciones públicas y
en los discursos políticos, cuando se los compara aóo trás adio.
éSe puede entonces separar pesado y presente? éEs posible que
l Desde la perspectiva de la participación en los eventos conmemorativos,
una cuestión abieru es el grado en que está presente un «deber de memoria»
que lleva a una participación ritualizada, anclada en un automatismo de la pre-
sencia, justificado por una normatividad no reflexiva (<cno se puede no ir»)
La conmemoración y la participaciónpueden, sin embargo, incorporar una
dimensióia propiamente política de la acción, donde la acción per6ormática es
en sí un gesto político. La memoria del pesado, en ese caso, está ligada a la
confrontación entre proyectos políticos orientados bacia el futuro
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250
Elizabeth Jelin
raüvo un evento único
En tercer lugar, queda abierto el tema de la relación entre
los procesos sociales y el Estado, o más bien los procesos de le-
es, sin duda, la parte más sólida de la
' 'r' v p Lb J uubALAa
memoria, y su ausencia
se siel)te en el espacio de las buchas por la conmemoraclon.
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