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Servicio de Obstetricia y Ginecología Seminario 
 
Rocío de los Llanos Moreno Selva 
 
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Fecha: 11 de Abril de 2012 
Nombre: Dra. Rocio Moreno Selva R2 
Tipo de Sesión: Seminario 
 
 
 
EMBARAZO PARTO Y PUERPERIO NORMAL: MECANISMOS DEL P ARTO 
EN DIFERENTES PRESENTACIONES Y POSICIONES. CLÍNICA Y 
ASISTENCIA AL PARTO EN LAS DIFERENTES PRESENTACIONE S Y 
POSICIONES. 
 
 
El proceso del parto viene preparándose desde la segunda mitad de la gestación, con la 
formación del segmento uterino inferior (SUI), la maduración cervical y la acomodación 
de la presentación fetal. A la formación del SUI y a la maduración cervical contribuyen 
las contracciones de Braxton Hicks, evidentes a partir de la semana 28- 30 y que son 
indoloras, arrítmicas y de escasa intensidad. 
Entendemos por mecanismo del parto los movimientos que debe realizar el feto (objeto 
del parto) para atravesar el canal del parto, bajo el impulso del motor (contracciones 
uterinas y músculos abdominales maternos). Cada uno de estos tres elementos debe 
cumplir su propio cometido e interactuar de manera eficiente con los otros dos. 
 
MOTOR DEL PARTO: 
Se denomina motor del parto a las fuerzas que impulsan al objeto del parto a través del 
canal del parto. Estos son las contracciones uterinas y a la prensa muscular abdominal. 
Las contracciones uterinas se dividen en una fase de sístole, una fase breve de meseta en 
la que se mantiene la presión máxima y una fase de diástole o relajación, en la que no 
llega a desaparecer el tono uterino que se mantiene en unos 10mmHG. 
 
La sístole tiene las siguientes características: 
• Intensidad que viene dada por la presión máxima alcanzada en el acmé de la 
contracción, sin restarle el tono basal. Rara vez supera los 40-50 mmHg. El 
aumento excesivo de intensidad se denomina hipersistolia y su disminución 
hiposistolia. 
• La frecuencia de las contracciones varía según el caso y el momento del parto, 
pero suelen repetirse cada 2 o 4 minutos, contando desde el acmé de la 
contracción al de la siguiente. El aumento de la frecuencia se denomina 
polisistolia y la disminución, bradisistolia. 
• La duración de la contracción se cuenta desde que comienza a ascender la onda 
hasta el punto en que adquiere de nuevo el tono basal. 
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El punto en que la contracción se hace dolorosa recibe el nombre de umbral de Polaillon 
y depende de la sensibilidad individual de cada mujer. La onda contráctil comienza en 
uno de los cuernos uterinos a nivel del ostium tubárico en condiciones normales y se 
propaga en dirección descendente al resto del órgano. Se ha comprobado la existencia 
de un triple gradiente descendente, (comienza antes, es más intensa y dura más en el 
fondo que en el cuerpo que en el cuello). 
Las contracciones de parto producen un alargamiento del ovoide uterino a expensas del 
SUI y del cérvix, con una disminución concomitante de los diámetros horizontales. Este 
cambio de forma tiene dos efectos, por un lado provoca la presión del eje fetal hacia la 
pelvis y por otro contribuye a la dilatación cervical. Al ir progresando el primer período 
del parto (periodo de dilatación) el segmento uterino superior (segmento activo) se 
hace progresivamente más grueso, con mayor contenido en fibras y se halla sometido a 
una presión cada vez mayor que impulsa el contenido del útero hacia el segmento 
uterino inferior (segmento pasivo) y el cérvix, cuyas fibras musculares lisas sabemos 
que sufren un progresivo alargamiento. 
Las contracciones de parto son las únicas contracciones musculares fisiológicas que son 
dolorosas, sin conocerse exactamente la causa de este dolor. Podría ser debido a hipoxia 
del miometrio, compresión de los nervios del cérvix y del segmento uterino inferior, 
distensión del cuello con la dilatación y estiramiento del peritoneo suprayacente... Son 
también contracciones involuntarias y en su mayor parte independientes del control 
extrauterino. 
Contracción de la prensa muscular abdominal: 
Durante el expulsivo (segundo período del parto), no son suficientes las contracciones 
uterinas, siendo necesarios esfuerzos voluntarios de empuje por parte de la paciente, 
sincrónicos con la contracción, que emplean el diafragma y la musculatura de la pared 
abdominal. Estas contracciones ocurren por la sensación de distensión perineal. Son por 
tanto, voluntarias y reflejas. 
 
CANAL DEL PARTO 
Formado por el canal duro y el blando. 
Canal óseo o duro: 
Es la pelvis, formada por los huesos coxales ( isquion, íleon y pubis), el sacro y el 
cóccix. La línea innominada la divide en pelvis mayor y menor: 
- Pelvis mayor o falsa: por encima de la línea innominada, carece de interés 
obstétrico. 
- Pelvis menor o verdadera: por debajo de la línea innominada. Es la que 
conforma el canal del parto. El canal óseo es un cilindro curvo irregular. 
Las dimensiones pélvicas más importantes desde el punto de vista obstétrico con: 
- Diámetro transverso del estrecho superior de 13.5cm 
- Diámetro interespinoso, ente ambas espinas ciáticas, mide unos 10cm, siendo el 
diámetro más pequeño de la pelvis. 
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La sínfisis y las articulaciones sacroilíacas tienen cierto grado de movilidad que se 
incrementa durante el embarazo, como consecuencia de cambios hormonales. A lo largo 
de la gestación se observa una separación de la sínfisis púbica de unos 4 mm, que 
incrementa el diámetro transversal (más en multíparas). En cambio, durante el parto, 
incluso durante las contracciones uterinas, el ensanchamiento de la sínfisis púbica tiene 
mucha menor importancia. El deslizamiento de las articulaciones sacroilíacas es 
facilitada por la relajación de los ligamentos sacrociáticos que puede forzarse con la 
hiperflexión coxofemoral, lo que provoca una ascensión de la sínfisis pubiana 
permitiendo una ampliación del estrecho inferior. También se produce, durante el paso 
de la cabeza por el estrecho inferior una retropulsión del coxis que permite ampliar 
hasta 2 cm el diámetro anteroposterior del estrecho inferior. 
Los planos de entrada y salida de la pelvis son diferentes: el estrecho superior tiene su 
diámetro mayor de forma oblicua o transversa, por lo que la cabeza fetal, para entrar en 
el canal, tiene que hacer coincidir su diámetro máximo (el antero-posterior) con este 
diámetro mayor; y el estrecho inferior tiene el diámetro mayor sagitalmente, por lo que 
para salir, la cabeza fetal tiene que hacer coincidir su diámetro mayor con éste. Entonces 
el feto, en su paso a través de la pelvis va a tener que realizar movimientos de rotación 
sobre su propio eje. 
Canal blando 
Está constituido por: segmento uterino inferior, cuello, vagina y periné. 
 
Formación de segmento uterino inferior: 
Por la acción de las contracciones durante el trabajo de parto se producen una serie de 
cambios anatómicos diferenciándose dos segmentos anatómicos: 
– Segmento superior o activo: posee capacidad contráctil, pues se corresponde 
con paredes gruesas y musculosas, retrayéndose y expulsando el feto. 
– Segmento inferior o pasivo: deriva del istmo del útero ingrávido y se forma de 
manera gradual a medida que avanza el embarazo adelgazándose más durante el trabajo 
de parto. Este segmento junto con el cuello uterino responderán a la fuerza de 
contracción del segmento superior dilatándose y conformando un tubo fibromuscular 
expandido que facilitará el paso del feto hacia la vagina. 
Con cada contracción las fibras musculares del segmento superior se retraen y elongan 
sin volver a la longitud anterior. En consecuencia, el segmento superior va aumentando 
de grosor y el inferior adelgaza. La frontera entre ambos segmentos forma un reborde en 
la superficie interna uterina denominado anillo fisiológico de retracción. En caso de 
adelgazamiento extremo del segmento inferior,el anillo se encuentra muy exagerado, 
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pudiéndose palpar un relieve fácilmente, resultando esto patológico. Entonces es 
llamado anillo de Bandl (implica peligro de ruptura inminente del segmento inferior). 
 
Borramiento y dilatación cervical 
Durante el período prodrómico de un trabajo de parto normal las contracciones de 
escasa intensidad ya inician la modificación de las características del cuello. Las 
modificaciones cervicales que se producen durante el trabajo de parto son debidas a la 
fuerza de las contracciones, que hacen aumentar la presión hidrostática en las partes 
blandas a través de las membranas fetales, y, en su ausencia, a través de partes de la 
presentación fetal que comprimen el segmento inferior y cuello. Dichas modificaciones 
consisten en borramiento y dilatación cervical. El borramiento determina la expulsión 
del tapón mucoso a medida que el canal cervical vaya acortándose. Mientras que en la 
primigesta el borramiento precede a la dilatación cervical, en las multíparas son 
procesos prácticamente simultáneos. 
 
 
Durante el período de dilatación del parto se distinguen dos fases, una latente y una 
activa. La fase latente se inicia cuando la madre percibe contracciones regulares y 
termina con cuando se alcanza una dilatación de 3-5 cm. Después empieza el trabajo de 
parto activo, que sería el parto “clínico”. Existe gran variabilidad en la velocidad de 
modificación cervical por lo que se asume como normal hasta 10-12 horas en nulíparas 
y hasta 6-8 horas en multíparas. Cuando el cuello alcanza la dilatación de 10 cm, 
comienza el segundo estadío del trabajo de parto que comprende el descenso del feto 
por el canal del parto. 
 
Cambios en vagina, vulva y periné 
Ya durante la gestación se aprecia un aumento del número de fibras elásticas, hipertrofia 
de las fibras muscula res y reblandecimiento de la mucosa de la vagina que, en 
definitiva, permiten una ampliación del conducto para facilitar el período expulsivo del 
parto. También aumenta la circulación sanguínea y las secreciones vaginales. A nivel de 
periné y vulva se observan modificaciones similares de manera que se hacen más 
PRIMIPARA MULTÍPARA 
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extensibles al final del embarazo. Tras completar la 
dilatación cervical, la cabeza fetal alcanza el suelo de la 
pelvis, comienza a producirse la dilatación radial y el 
desplazamiento axial del diafragma urogenital, 
formando un conducto fibromuscular unido el estrecho 
inferior de la pelvis ósea. El estiramiento de los tejidos 
blandos es mayor en la pared posterior que en la 
anterior. Los elevadores del ano se separan y se 
distienden para formar un conducto cuyas dimensiones 
son similares a las de la cabeza fetal. Cuando desciende 
la cabeza, el ano se dilata y el recto queda aplanado 
contra el saco y los elevadores del ano. La vagina 
también se dilata para formar el revestimiento del 
conducto. 
 
OBJETO DEL PARTO 
Es importante la estática fetal considerando cuatro características: 
 
Actitud 
Es la relación que guardan entre sí las distintas partes del feto y en parte es el resultado 
de la acomodación del feto a la forma y tamaño de la cavidad uterina. Habitualmente la 
actitud es la de flexión completa. 
Situación 
Es la relación entre el eje longitudinal de la madre y el feto. Puede ser longitudinal (el 
eje longitudinal del útero y el fetal coinciden), transversa (los ejes longitudinales 
materno y fetal son perpendiculares) u oblicua (los ejes forman un ángulo de 45º), pero 
esta situación generalmente se convierte en longitudinal o transversa en el transcurso del 
parto. 
Presentación 
Es la parte del feto que toma contacto con el estrecho superior de la pelvis materna 
• Cefálica: según la actitud, la presentación cefálica puede ser de occipucio o vértice (la 
cabeza está fuertemente flexionada y el punto guía es la fontanela menor); de sincipucio 
(cabeza algo deflexionada y el punto guía es la sutura sagital); bregmática (cabeza más 
deflexionada que en la presentación de sincipucio y el punto guía es la fontanela mayor 
o bregmática); de frente (punto guía es la sutura metópica); y de cara (es el grado 
máximo de deflexión de la cabeza fetal y el punto guía es la línea medio- facial, que se 
identifica con el mentón). 
 
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• Podálica: según la actitud fetal podemos hablar de nalgas puras o simples (el feto se 
halla con los muslos flexionados sobre el abdomen y las piernas extendidas por delante 
del tórax); nalgas completas o incompletas (el feto tiene flexionados los muslos sobre 
el abdomen y flexionadas las rodillas o sólo una, respectivamente); de pies completos o 
incompletos (presentando los dos pies o sólo uno); de rodillas completas o 
incompletas. 
• Compleja: resultado de una situación oblicua o transversa. El feto puede presentar 
cualquier parte en relación con el plano de entrada en la pelvis. 
Posición 
Es la relación que hay entre el dorso del feto y el abdomen materno, considerando éste 
como una circunferencia completa 
En las situaciones longitudinales, 
• Dorso anterior: el dorso del feto está en contacto con la línea medioventral del 
abdomen materno. 
• Dorso izquierda/derecha anterior: dorso fetal a 45º a la izquierda/derecha de la 
línea medioventral del abdomen materno. 
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• Dorso izquierda/derecha transversa: dorso fetal a 90º a la izquierda/derecha de la 
línea medioventral del abdomen materno. 
• Dorso izquierda/derecha posterior: dorso fetal a 135º a la izquierda/derecha de la 
línea medioventral del abdomen materno. 
• Dorso posterior: el dorso del feto está en contacto con la línea mediodorsal del 
abdomen materno. 
En las situaciones transversas, llamamos anterior o posterior a la relación del dorso del 
feto con el abdomen materno según el dorso del feto esté en contacto con la línea 
medioventral del abdomen materno o con la mediodorsal, respectivamente; y 
dependiendo de dónde se encuentre la cabeza fetal en el abdomen materno hablaremos 
de cefalo derecha o izquierda. 
 
PROGRESIÓN MECÁNICA DURANTE EL PARTO 
 Se basa en la adaptación de los diámetros de la presentación fetal a la forma y 
dimensiones del canal del parto. Para ello, el feto va a realizar una serie de movimientos 
pasivos, determinados por la actividad contráctil del útero y la fuerza de los músculos 
abdominales maternos. Se trata de atravesar los tres estrechos de la pelvis (superior, 
medio e inferior), oponiendo los menores diámetros cefálicos y usando los mayores de 
cada uno de los estrechos. Aunque por motivos didácticos se describen los movimientos 
por separado, muchos tienen lugar casi de forma simultánea. 
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Encajamiento en el estrecho superior 
Previamente al descenso fetal debe haberse producido el encajamiento. El 
encajamiento se produce cuando el DBP (máximo diámetro sagital) sobrepasa el 
estrecho superior de la pelvis y, por tanto, el punto guía de la presentación se localiza en 
el tercer plano de Hodge. Dado este punto se puede asumir una pelvis capaz a las 
dimensiones fetales. 
Se suele producir durante las últimas semanas de embarazo o bien comenzar una vez 
iniciado el trabajo de parto, sobre todo en multíparas. En primíparas se suele producir 
antes el encajamiento que se acompaña, a continuación, del descenso fetal, mientras que 
en multíparas el descenso suele empezar con el encajamiento. En la mayoría de casos el 
vértice entra en la pelvis materna en posición transversa u oblicua, más frecuentemente 
izquierda. El canal pelviano es irregular y no siempre todos los diámetros cefálicos 
pasan a través de los pelvianospor lo que la cabeza fetal debe ir cambiando de posición 
para adaptarse al canal del parto. 
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Descenso 
Para favorecer su descenso, el feto debe adaptarse a la curvatura del sacro con pequeñas 
desviaciones de la cabeza. Cuando la sutura sagital equidista de pubis y sacro nos 
encontramos ante una presentación sinclítica. El descenso de la cabeza puede realizarse 
en sinclitismo o asinclitismo. La desviación lateral de la cabeza hasta una posición más 
anterior o posterior en la pelvis se conoce con el nombre de asinclitismo. Grados 
moderados de asinclitismo son la norma durante el trabajo de parto normal para facilitar 
el descenso fetal. En el asinclitismo anterior (oblicuidad de Naegele) se nos presenta el 
parietal anterior y la línea sagital se acerca más al sacro. Si el asinclitismo es posterior 
(oblicuidad de Litzmann-Varnier) la línea sagital queda más cerca de la sínfisis pubiana 
y es el parietal posterior del feto el que más se presenta. 
El descenso fetal consiste en el engranaje de toda una serie de movimientos que 
permiten el acoplamiento del feto al canal del parto. Es un mecanismo dinámico 
favorecido por la presión ejercida por los músculos abdominales, la presión del líquido 
amniótico y el impulso de la fuerza ejercida por las contracciones uterinas. 
Flexión 
Cuando la cabeza va descendiendo se encuentra resistencias (cuello y paredes de la 
pelvis) por lo que debe realizar un movimiento de flexión, aproximando el mentón al 
tórax, para pasar de presentar el diámetro fronto-occipital (12 cm) a presentar el menor 
diámetro cefálico (suboccipito- bregmático de 9,5 cm). De esta manera se ejerce un 
mecanismo de palanca. 
 Rotación interna 
Es un movimiento de rotación a modo de berbiquí por el cual el feto adapta su diámetro 
mayor al nuevo diámetro mayor del estrecho inferior, el anteroposterior. Parece que este 
movimiento está inducido por factores pelvianos que determinan la rotación interna de 
la cabeza. El movimiento más frecuente es la rotación del occipucio hacia la sínfisis 
pubiana, aunque también puede rotar hacia la concavidad sacra. De esta forma el feto 
realiza una traslación de 90º si había penetrado en el diámetro transverso de la pelvis o 
de 45º si lo había hecho en diámetro oblicuo. De forma simultánea con la rotación 
interna de la cabeza, se produce la orientación de los hombros en el estrecho superior de 
la pelvis. Cuando la cabeza rota a occípito-anterior, el diámetro biacromial se orienta en 
el diámetro transverso para después ir descendiendo. 
Extensión 
La cabeza en posición anteroposterior y flexionada llega al IV plano de Hodge con el 
occipucio por debajo de la sínfisis púbica. A continuación se produce una extensión o 
deflexión cervical que hace que la base del occipital contacte directamente con el borde 
inferior de la sínfisis, ejerciendo un movimiento de palanca. Se aprecia la salida 
progresiva por la vulva de sincipucio, sutura mayor o bregma, frente, nariz, boca y 
mentón. Si no se extendiese y descendiera en flexión chocaría directamente contra la 
pared posterior del periné, desgarrando los tejidos. Inmediatamente después de la 
expulsión se flexiona de nuevo y el mentón apoya en la región anal. 
Restitución o rotación externa 
Mientras que en el momento de la deflexión, los hombros del feto se orientan en la 
pelvis penetrando en ella por el diámetro transverso, el feto con la cabeza apoyada en el 
periné realiza una restitución de su posición con una rotación externa a posición 
transversa, de forma que se coloca en la misma posición que tenía al entrar en la pelvis. 
Con esta rotación externa se consigue, a su vez, la rotación del cuerpo para adoptar el 
diámetro biacromial con el diámetro antero-posterior del estrecho inferior de la pelvis 
Expulsión fetal 
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Tras la expulsión de los hombros, primero el anterior por debajo del pubis y luego el 
posterior por el periné, se produce la expulsión del resto del cuerpo sin dificultad. Los 
tiempos de duración de descenso fetal esperados son de 50 minutos para primíparas y 
20 minutos para multíparas, con muy amplia variabilidad, por lo que se aceptan unos 
límites superiores de normalidad que son de 2 horas en primíparas y 1 hora en nulíparas, 
con 1 hora adicional en caso de administrarse analgesia epidural. 
 
 
 
 
 
 
ASISTENCIA AL PARTO EN OTRAS PRESENTACIONES O POSICIONES 
 
SITUACIÓN OBLÍCUA O TRANSVERSA: 
En la situación transversa los ejes longitudinales materno y fetal forman un ángulo de 
90º, y en la oblicua describen un ángulo agudo. En la situación transversa la cabeza se 
sitúa en una fosa iliaca; las nalgas en la otra, y uno de los hombros en el estrecho 
superior de la pelvis. Así, la cabeza puede estar hacia la izquierda o a la derecha. El 
acromion es el punto guía de la presentación. El dorso del feto puede estar orientado 
hacia delante (las más frecuentes) o hacia atrás; son más raras las variedades dorso 
superior e inferior. 
Durante el embarazo la situación transversa no suele presentar complicaciones mayores. 
Las complicaciones suelen aparecer en el parto o cuando se produce la rotura de 
membranas (tres veces más frecuente de lo habitual). El eje mayor del feto no está 
alineado con el eje mayor uterino por lo que las líneas de fuerza se concentran en las 
zonas más débiles de éste. Este hecho, junto con la alteración de la dinámica uterina, 
puede provocar distensión de las fibras musculares por encima de su límite de 
resistencia, y desencadenar una rotura uterina. Respecto a la alteración de la dinámica 
uterina, puede producirse hipodinamia (por falta de presentación fetal), hiperdinamia 
(de lucha por desproporción) e hipertonía. La complicación más temida es el prolapso 
de cordón, en el momento de la rotura de membranas, debido a que. También puede 
ocurrir la procidencia de miembros fetales en la pelvis con salida a la vagina. 
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La conducta dependerá de la edad gestacional, de la integridad de las membranas, de la 
posición de la placenta y del peso fetal estimado. En las situaciones transversas y 
oblicuas el parto es imposible por vía vaginal. Existe la posibilidad de que antes del 
parto, o al iniciarse éste, se produzca una versión espontánea (ocurre raramente), y la 
situación oblicua o transversa se transforme en longitudinal. Es necesario tener en 
cuenta que en la mayoría de los casos la causa que originó la situación oblicua o 
transversa no se ha modificado (polihidramnios, pelvis estrecha, tumor previo…) y por 
lo tanto no se ha eliminado el peligro para la madre y el feto. La evolución espontánea 
de las situaciones oblicuas a longitudinal es más probable si se mantienen las 
membranas íntegras con las contracciones uterinas. La paciente debe colocarse en el 
decúbito lateral que deje situada la parte caudal del feto por encima del nivel de la parte 
cefálica, esperando que por la gravedad, junto con las contracciones, el feto realice una 
versión espontánea. 
Antes del inicio del parto se debe tener una conducta expectante. Debe extremarse la 
atención durante el embarazo, ya que se trata de un caso de alto riesgo para la madre y 
el feto. Durante el embarazo, antes del inicio de la dinámica uterina y con bolsa íntegra, 
puede intentarse una versión externa. Se realiza a partir de la semana 36 de gestación, 
transforma la situación oblicua o transversa en cefálica actuando sobre el feto a través 
de la pared abdominal. Si existen causas que pueden hacer imposible una versión 
espontánea, se recurrirá a la cesárea cuando el feto tenga madurez suficiente o a 
término, según las circunstancias. 
Cuando el parto se inicia espontáneamente, en ausencia de contraindicaciones, se puede 
intentar la versión externa, pero si persiste la situación transversade realizará 
obligatoriamente una cesárea. Durante la cesárea la extracción fetal puede ser más 
dificultosa. Al ser la entrada en la cavidad uterina a través de la incisión segmentaria 
transversa baja, no hallaremos polo fetal. Deberemos realizar maniobras de versión. 
Si se inicia el trabajo de parto en gestaciones pretérmino, de muy escaso peso, por 
debajo de la viabilidad y con feto muerto debe evitarse cualquier intervencionismo. 
Estos fetos pueden parirse mediante “conduplicato corpore” (el feto es expulsado 
totalmente doblado al exterior con los hombros por delante), sin mayor peligro para la 
madre. 
La versión interna, no puede considerarse una opción adecuada, por su amplia 
morbilidad. Únicamente en el caso de gestaciones gemelares en las que se afronta parto 
vaginal por presentación cefálica en primer feto, puede valorarse la realización de 
versión interna y gran extracción del segundo feto. 
 
PARTO EN PODÁLICA 
El mecanismo del parto tiene unas características específicas de este tipo de 
presentación: 
Acomodación del polo pelviano 
al estrecho superior: 
El diámetro bitrocantéreo se 
reduce por compresión y se 
superpone a uno de los diámetros 
oblicuos, siendo dicho diámetro el 
que regirá el parto. 
Descenso y encajamiento de la 
pelvis fetal: 
Es el periodo que transcurre desde 
que la presentación se acomodó al 
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estrecho superior hasta que la presentación alcanza el III plano de Hodge, a menudo se 
acompaña de un asinclitismo del trocánter anterior. Si las nalgas son completas este 
paso dura más tiempo, casi nunca antes de alcanzar la dilatación completa (la 
circunferencia correspondiente a la presentación es mayor). Si las nalgas son 
incompletas dicho paso se produce antes. 
Acomodación del polo pelviano al estrecho inferior: 
Se produce tras un giro de 45º del diámetro bitrocantéreo al diámetro antero-posterior 
de la pelvis materna. 
Desprendimiento del polo pelviano: 
Se desprende primero la nalga anterior, posteriormente el surco interglútero y por 
último la nalga posterior. Si las nalgas fuesen completas los miembros inferiores se 
desprenden junto con las nalgas. No es infrecuente la salida de meconio, debido al 
aumento de la presión abdominal, que en esos momentos recorre el canal del parto. La 
salida de dicho meconio es un evento fisiológico sin relación con sufrimiento fetal. Una 
vez que se ha liberado diámetro bisacromial el objeto del parto sufre una rotación 
externa, deshaciendo el movimiento de rotación interna que se produjo para que la 
pelvis fetal se adaptase al diámetro anteroposterior materno del IV plano. Dicha 
rotación coincide con otro importante evento en planos más altos: la acomodación de 
los hombros (diámetro bisacromial) al mismo diámetro oblicuo del estrecho 
superior, donde momentos antes se había encajado el diámetro bitrocantéreo. Cómo 
éste, también se adaptan mediante compresión. 
Descenso y encajamiento de los hombros: 
Siguiendo el diámetro oblicuo que utilizó el diámetro bitrocantéreo. 
Acomodación de los hombros al estrecho inferior: 
Coincide con la expulsión del abdomen y se produce mediante un giro de 45º hacia el 
diámetro antero-posterior de la pelvis materna. En estos momentos la cabeza está 
adaptando el diámetro suboccipitobregmático al diámetro oblicuo del estrecho 
superior opuesto al que utilizaron la pelvis y los hombros. 
Desprendimiento de los hombros: 
 Primero el anterior y luego el posterior. Los brazos salen simultáneamente. En este 
preciso momento la cabeza desciende al estrecho inferior. 
Acomodación de la cabeza al estrecho inferior: 
Mediante rotación interna de 45º. El occipucio se coloca debajo de la sínfisis del pubis. 
Desprendimiento de la cabeza: 
Mediante flexión progresiva y utilizando como punto de apoyo para dicha flexión el 
occipucio. 
 
La morbimortalidad en los partos de nalgas es elevada, debida fundamentalmente a la 
prematuridad y sus complicaciones, malformaciones asociadas al parto de nalgas, rotura 
prematura de membranas con amnionitis, desprendimiento prematuro de placenta, 
prolapso de cordón y atrapamiento de la cabeza fetal. 
 
Existen toda una serie de parámetros que deben valorarse en el momento de tomar una 
decisión sobre la vía del parto en presentación podálica: 
 
Parto pretérmino: 
La mayoría de los autores abogan por la realización de una cesárea electiva en 
embarazos de menos de 32 semanas de gestación, y en los de 32 a 37 semanas, la 
elección de la vía de parto debe seguir los mismos criterios que en las gestaciones a 
término con presentación podálica. 
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 Parto a término 
La vía de parto de elección está en continuo debate. El último protolocolo de la SEGO 
recoge los siguientes puntos: 
• Se recomienda la versión cefálica externa para reducir la tasa de presentaciones 
podálicas a término. (A) 
• La mujer debe ser informada que la cesárea programada en la presentación 
podálica a término, reduce la mortalidad perinatal y la morbilidad neonatal a 
corto plazo en comparación con el parto vaginal. (A) 
• La mujer debe ser informada que no hay evidencia que en la presentación 
podálica, la salud de los niños a largo plazo, dependa de la vía del parto. (A) 
• La mujer debe ser informada que el parto vaginal de un feto único a término en 
presentación podálica, es una opción razonable en un hospital que disponga de 
un protocolo específico tanto para la selección de las candidatas, como para el 
control y atención del parto. (B) 
• Ni la paridad ni la edad materna son criterios excluyentes para un intento de 
parto por vía vaginal. (A) 
• El parto vaginal puede intentarse en casos de un feto con un crecimiento 
intrauterino fetal adecuado y un peso estimado inferior a 4000 gramos. (B 
• No hay ninguna evidencia de la influencia del DBP en el pronóstico del parto de 
nalgas. 
• Se realizará una valoración clínica de la pelvis; no es necesaria la pelvimetría 
radiológica. El mejor indicador de una apropiada proporción feto-pélvica es el 
adecuado progreso del parto. (C) 
• La actitud de la cabeza fetal se determinará preferiblemente por ecografía; en su 
defecto se establecerá radiológicamente. Solamente la actitud en flexión o 
indiferente son subsidiarias de intento de parto vaginal. (C) 
• El tipo de presentación se determinará por exploración clínica y/o ecográfica; en 
su defecto se establecerá radiológicamente. Solo las presentaciones de nalgas 
puras o de nalgas completas son subsidiarias de intento de parto vaginal. (C) 
• La inducción en el parto de nalgas puede ser considerada si las condiciones 
individuales son favorables.(C) 
• La oxitocina podrá ser utilizada para corregir una dinámica uterina inadecuada 
tras la administración de analgesia neuroaxial. (B) 
• Puede considerarse aceptable la utilización de oxitocina en casos de ausencia de 
progresión de la dilatación con hipodinamia primaria, tras valorar la existencia 
de una adecuada proporción feto-pélvica. (C) 
• La amniorrexis se practicará con los mismos criterios que en la presentación 
cefálica. (B) 
• Es preferible la monitorización electrónica fetal continua durante el periodo de 
dilatación y el expulsivo. (C) 
• La analgesia se utilizará con los mismos criterios que en la presentación cefálica. 
Sin embargo, dada la alta probabilidad de tener que practicar maniobras para la 
extracción de los hombros y cabeza fetal, se aconseja que llegado este momento, 
la mujer cuente con algún tipo de analgesia eficaz, preferiblemente neuroaxial. 
(C) 
• Con dinámica uterina adecuada, se recomienda la práctica de una cesárea si la 
dilatación cervical se detiene durante dos horas o más. (C) 
• La duración de la fase pasiva de la segunda etapa del parto puede durar hasta 90 
minutos, permitiendo que las nalgas desciendan en la pelvis. Una vez que 
comienza la fase activa y se inicianlos pujos, el parto debe ser inminente 
Servicio de Obstetricia y Ginecología Seminario 
 
Rocío de los Llanos Moreno Selva 
 
14
después de 60 minutos. Los pujos maternos son esenciales para un parto seguro 
y deben ser alentados. (A) 
 
PRESENTACIÓN DE CARA 
La asistencia a un parto en presentación de cara debe tomar en consideración el tamaño 
fetal, las dimensiones de la pelvis y la existencia de anomalías fetales. Si las 
dimensiones pélvicas son adecuadas y el parto evoluciona en posición mentoanterior, 
las probabilidades de un parto vaginal son buenas: 
• Si se estima que la pelvis es inadecuada para el parto vaginal atraumático, se debe 
realizar una cesárea. 
Si se estima que las dimensiones pélvicas son adecuadas para el paso fetal, se debe 
adoptar una conducta expectante con control del estado maternofetal y del progreso del 
parto. 
• Una posición mentoposterior o mentotransversa durante el período de dilatación no es 
indicación de cesárea. En dos tercios de los casos, cuando la pelvis tiene unas 
dimensiones adecuadas y el tamaño fetal no es excesivo, se produce la rotación 
mentoanterior durante el expulsivo. Si la dilatación cervical progresa adecuadamente no 
es necesario intervenir. Si existe hipoactividad uterina, se puede utilizar la estimulación 
con oxitocina. 
• Si la dilatación y el descenso de la presentación ocurren con normalidad, con rotación 
a mentoanterior, se debe mantener la conducta expectante y permitir el parto vaginal. En 
este caso, se aconseja practicar una episiotomía amplia para evitar desgarros vaginales y 
vulvoperineales. 
• Si ocurre prolongación o detención del parto, se deben valorar de nuevo las relaciones 
entre la pelvis y el feto. Si no se tiene la seguridad de que la pelvis sea adecuada para el 
paso del feto, se debe efectuar cesárea. Cuando existe mentoposterior o 
mentotransversa, el descenso de la presentación es lento y la rotación interna quizá no 
ocurra hasta que el parto esté muy avanzado. Si se produce la rotación a mentoposterior, 
el parto no progresa y se debe realizar una cesárea. 
 
PRESENTACIÓN EN SINCIPUCIO 
La presentación de sincipucio es más frecuente al comienzo del parto. En general, es 
una situación transitoria. Cuando la cabeza es empujada hacia la pelvis, se suele 
producir la flexión y la presentación desciende. En raras ocasiones, se produce una 
deflexión mayor. 
• Si el parto progresa adecuadamente, se debe adoptar una conducta expectante. 
• Cuando el progreso es lento, se debe excluir la existencia de una desproporción 
pelvicocefálica. Si existe, se debe practicar cesárea. En un feto pequeño puede persistir 
la actitud de la cabeza fetal hasta la expulsión. 
En el caso de parto vaginal la integridad del periné está muy comprometida, ya que al 
desprenderse la cabeza por la circunferencia fronto-occipital, el periné es distendido al 
máximo en el sentido transversal por la parte más ancha del cráneo, que es el diámetro 
biparietal.

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