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Ho'oponopono, transforma tu realidad

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Ho’oponopono
Transforma tu realidad
Óscar Martín
Bubok Publishing S.L., 2013 1ª edición
Editado por Bubok
© Óscar Martín
Todos los derechos reservados
A todo buscador que en su camino no se deja intimidar por los obstáculos
encontrados en el mismo…
Índice
¿Qué es Ho’oponopono? ....………………... 1
¿En qué puede ayudarte Ho’oponopono? .... 9
La responsabilidad en la creación de
nuestra realidad …………………………….. 13
Las memorias dolorosas …………………… 24
Cómo practicar Ho’oponopono …………… 35
Fluyendo y aceptando .....…………………... 58
Ho’oponopono y el Amor ………………….. 66
Dudas sobre Ho'oponopono …...………….. 77
El regalo de Morrnah Simeona .…...………. 96
¿Qué es Ho’oponopono?
"A ohe pau ko ike me halau kau" (No toda la sabiduría está en la escuela)
-proverbio hawaiano
Ho’oponopono es una herramienta de sanación muy antigua, proveniente de Hawai.
Traducido viene a decir algo así como “corregir un error”; esta técnica ha sido
utilizada durante muchísimo tiempo en las antiguas tradiciones hawaianas.
Hablando un poco sobre la tradición de Hawai, podemos destacar que tenían un sistema
muy completo de bienestar. En algunos aspectos era muy parecido a la antigua tradición
Ayurverda hindú o a la medicina tradicional china, donde los masajes y la acupresión
tenían una gran importancia. Pero no solo se centraban en tratar el aspecto físico de las
personas, sino que entendían que un ser humano es un conjunto de distintos aspectos,
entre los cuales se encuentra su parte espiritual o energética.
Ellos sabían que el bienestar emocional y mental era una parte sumamente importante
para la salud en general. En este asunto, cabe destacar que una de las enseñanzas de
mayor relevancia que se transmitía de generación en generación era la de perdonar y
olvidar. Los hawaianos eran muy conscientes de que el perdón sin el olvido de nada
sirve, pues aquello que no se olvida sigue vivo en el interior, siendo causa de efectos a
nivel físico, en la realidad de las personas.
En “Cuentos de la Rainbow Night", la historia oral de Kail’ohe Kame’ekua, ella dice
que había “aha” o reuniones familiares, donde el consejo de familia (kupuna) se
pronunciaba cuando en la misma no había demasiado maná (poderenergía) y sabiduría.
Según las antiguas tradiciones, se cuenta que cuando existía algún conflicto en los
miembros de una familia o con alguien externo a ésta, se realizaba una reunión familiar
(a veces se reunían todos los miembros) donde se ponía solución a los problemas. Si la
disputa era complicada, se invitaba a la reunión a un “kahuna”, que era el equivalente a
un maestro o consejero, una persona sabia y respetada.
En el libro " Nana i ke kumu", María Pukui describe que en estas reuniones los
miembros de la familia se juntaban para “corregir o enderezar” relaciones rotas y
disputas de todo tipo. En ocasiones, muchas familias realizaban las reuniones aun no
existiendo problemas, en una manera de previsión de los mismos. También se hacían
cuando uno de los miembros se encontraba enfermo, pues ellos sabían que la
enfermedad era causada por estados como la ira, la culpa o la falta de perdón. Estas
reuniones podían durar horas, o incluso días. Los miembros de la familia exponían sus
problemas; todos tenían su momento de hablar, siendo escuchados sin interrupción, de
esta forma <<sacaban>> fuera de sí aquello que tenían que decir. Cuando en este
proceso las cosas se ponían difíciles, si un kahuna había sido invitado ponía orden en la
situación, haciendo de mediador. Una vez todos los problemas fueran expuestos, los
miembros de la familia realizaban un ritual de aceptación de responsabilidad en la
manifestación de los problemas y una petición de perdón por haberlos causado.
En resumidas cuentas, esta era la forma en la cual los hawaianos solucionaban
conflictos de todo tipo, muchos de ellos provenientes de generaciones pasadas. Ellos
sabían que los problemas se heredaban y manifestaban en la personalidad de la gente,
como si de alguna forma la huella emocional se transmitiera por genética. Por lo tanto,
en las reuniones no solo se centraban en sanar un conflicto en concreto (manifestación),
sino que el verdadero fin era limpiar la causa del mismo, la cual podía provenir de
distintas líneas temporales contenidas en el árbol genealógico familiar.
También eran conscientes de que todo lo que ocurre en nuestra realidad es
responsabilidad nuestra, incluso aquellas cosas que no nos gustan. Morrnah Simeona
fue una kahuna que enseñó una versión actualizada de Ho’oponopono en Estados
Unidos, Asia y Europa. Respecto a Ho’oponopono, ella dijo: “en el área de resolución
de problemas, el mundo es un reflejo de lo que ocurre en nuestro interior. Si estás
experimentando desequilibrio o malestar, el lugar a mirar es en tu interior, no fuera
hacia el objeto que percibes como causante de tu problema. Cada tensión,
desequilibrio o enfermedad puede ser corregido sólo trabajando en ti mismo”.
En la actualidad la figura más representativa de Ho’oponopono es el doctor Ihaleakala
Hew Len. El Dr. Len aprendió la técnica de Ho’oponopono directamente de Morrnah
Simeona, y tiene una experiencia personal mundialmente conocida que transmite a la
perfección el poder y efectividad de esta antigua técnica hawaiana.
El Dr. Len fue psicólogo de personal en la unidad forense para criminales enfermos en
el Hospital Estatal de Hawai durante algunos años. Lo realmente asombroso de la
historia personal del Dr. Len durante el tiempo en el que estuvo en dicho hospital, fue la
forma en la que estuvo trabajando con los enfermos. Cuando entró en el hospital firmó
un acuerdo para tener una sala en el mismo donde no visitaría a ningún paciente,
únicamente estudiaría sus expedientes médicos. Es de suma importancia señalar que
por aquel entonces los pacientes ingresados en el pabellón en el que él trabajaba eran
considerados locos criminales y era un lugar muy peligroso. Por normal general, los
empleados no duraban más de un mes en su puesto de trabajo. Era tal la tensión y el
peligro, que los trabajadores caminaban con la espalda apoyada en la pared para poder
ver a sus agresores. El ausentismo laboral era inmenso.
A los pocos meses de que el Dr. Len llegara al pabellón, las cosas comenzaron a
cambiar con el trabajo que realizaba. Muchos enfermos que se encontraban fuertemente
sedados comenzaron a ver reducida su medicación. Otros que estaban considerados
como irrecuperables, recibieron el alta médica. Los empleados comenzaron a ir a
trabajar con gusto y alegría. El nivel de sanación que experimentaron los enfermos fue
tal, que llegó un momento donde había más trabajadores que pacientes, y pocos años
después el pabellón tuvo que ser cerrado pues ya no quedaban enfermos que atender.
¿Qué es lo que hacía el Dr. Len para realizar semejante milagro de sanación en los
enfermos del hospital, sin que él atendiera personalmente ningún caso? El Dr. Len
estudiaba uno a uno los expedientes de los enfermos, y luego utilizaba Ho’oponopono,
lo cual implicaba una cuestión en concreto: aceptar la responsabilidad que tenía él
mismo sobre la manifestación en su realidad de esas personas enfermas, y sanar aquella
parte que lo provocaba. Sanaba dentro de sí todo aquello que causaba los problemas de
salud de los pacientes, tal y como la antigua tradición hawaiana le había enseñado.
"Cuando un problema nos aparece, el intelecto siempre busca a alguien o alguna
cosa para culpar. Nosotros seguimos buscando ahí fuera -de nosotrosel origen de
nuestros problemas. No percibimos que
el origen está siempre dentro de nosotros."
-Dr. Len
¿En qué puede ayudarte Ho’oponopono?
Ho’oponopono es una técnica ancestral que ha aportado solución a causas y efectos de
multitud de aspectos en miles y miles de personas en todo el mundo. Esta poderosa
herramienta puede sanar asuntos de toda índole, desde problemas de salud hasta
situaciones psicológicas y emocionales, pasando por problemas económicos, laborales,
de pareja... No hay límites para Ho’oponopono.
Una de las primeras ventajas o cambios que la persona queutiliza Ho’oponopono
comienza a experimentar es tranquilidad y estabilidad interior, lo cual es algo de
incalculable valor. Si nos detenemos a pensar en los casos de diferentes personas,
podemos darnos cuenta de que ante una misma situación un individuo puede enfrentar
las circunstancias de una manera, y otra persona de una forma totalmente distinta. Por
ejemplo: alguien es despedido del trabajo. Puede darse el caso de que una persona en
concreto encare la situación como una oportunidad de cambio (quizá a un puesto de
trabajo mejor o tal vez comenzar un negocio propio) y otra vea en esa circunstancia en
particular una crisis de terribles consecuencias.
Todo está en nuestro interior, nuestro enfoque de las situaciones marca la diferencia
entre el éxito y el fracaso, entre la dicha y la desdicha, entre la alegría y la tristeza. Por
lo tanto, el hecho de que gracias a Ho’oponopono comiences a sentir tranquilidad
interior hará que la forma en la cual observes tu vida y sus circunstancias sea desde una
perspectiva más positiva y estable. ¿Acaso ello soluciona los problemas que pueda
haber en tu vida? Obviamente no… pero no es lo mismo estar tranquilo y consciente en
una situación determinada, lo cual te otorga mayor poder y perspectiva para afrontar la
situación, que dejarse llevar por la negatividad y el descontrol psicoemocional, lo cual
resultará en que el problema será mucho mayor, pues hay que sumarle la reacción
emocional de la persona ante el mismo.
Existen multitud de casos y testimonios que demuestran la efectividad de
Ho’oponopono. Personas que han alcanzado una autoestima más fuerte, que han
encontrado su pasión en la vida (y que les ha supuesto una nueva trayectoria profesional
y económica), que han sanado de enfermedades tan complicadas como la depresión o
incluso el cáncer.
Otra de las grandes ventajas es que en muchos casos las personas que están en nuestra
vida también pueden obtener los beneficios de nuestra práctica de Ho’oponopono, pues
éstas son un <<reflejo>> de lo que hay en nuestro interior. Atraemos a nuestra realidad
personas y circunstancias, las cuales están porque responden a la vibración interior que
tenemos. Por lo tanto, sanando nosotros pueden sanar los demás, aunque esto no debería
ser nuestra motivación o sentido a la hora de utilizar Ho’oponopono, pues nuestro
trabajo es ocuparnos de nosotros mismos. Si en el proceso de sanación las personas
cercanas se ven afectadas positivamente, éste será un efecto colateral que debía de
darse. Pero que esto ocurra en ocasiones no significa que siempre deba ser así, pues no
está en nuestras manos influir o cambiar las condiciones de los demás.
Hemos de tomar conciencia y responsabilidad únicamente de lo que a nosotros nos
concierne. Y en este aspecto hay mucho trabajo que hacer.
La responsabilidad en la creación de nuestra realidad
Desde hace algunos años, la ciencia ha demostrado que atraemos a nuestra realidad
todo lo que en ella hay. En este aspecto, la física cuántica es pionera en dichos
descubrimientos, habiendo demostrado cosas increíbles respecto a la atracción y
creación de circunstancias y situaciones en nuestra propia vida.
En este asunto, hemos de ser conscientes de que tenemos algo así como dos
<<niveles>> mentales: la parte consciente y la subconsciente. La consciente es aquella
de la cual tú te percatas, la que utilizas día a día de una manera más funcional. Es el
<<yo>> que reacciona e interactúa con el mundo: cuando conduces un automóvil,
hablas por teléfono, comes alimentos, realizas un trabajo… La parte consciente recibe
del exterior una información (objetos, personas, situaciones…) equivalente a 15 bits
por segundo. Sin embargo esta información recibida (o mejor dicho, de la que eres
consciente) no es toda la que hay. Según muchos estudios realizados, la parte
subconsciente recibe además 11.000.000 de bits por segundo. Lo cual quiere decir que
somos conscientes de una parte muy pequeña de nuestra propia realidad, algo así como
el 5% de la misma. Para entenderlo, vamos a poner un ejemplo: una persona entra en un
restaurante y percibe las dimensiones del local, la gente que se encuentra en el mismo,
colores, mobiliario… Sin embargo, su mente subconsciente ha captado mucho más:
desde las comidas que hay expuestas en el local, hasta la vestimenta en detalle de cada
una de las personas que allí se encuentran, así como toda la decoración que pueda tener
el lugar y una cantidad abrumadora de datos de los cuales no somos conscientes si nos
preguntaran sobre ellos.
Todo lo que hay en nuestra realidad llega a nosotros, nada se nos escapa. Sin embargo,
nuestra parte consciente es selectiva y filtra la información, pues sino podría llegar a
ser abrumadora la cantidad de datos que recibimos. Esto, aunque sea un mecanismo
funcional muy útil, tiene una desventaja: realmente sabemos poco, muy poco de lo que
ocurre a nuestro alrededor, al menos conscientemente. Pero nuestro subconsciente capta
todo, lo archiva, lo guarda…
En lo que a la atracción y creación de nuestra realidad se refiere, hemos de señalar que
atraemos situaciones a nuestra vida mediante el uso de la mente. Pero lo hacemos con la
parte subconsciente, donde están instaladas las creencias y programaciones que dan
base a nuestra personalidad. La parte consciente puede querer elegir crear o atraer algo
en concreto, sin embargo si en el subconsciente hay programaciones que enfocan hacia
una dirección contraria, el proceso creativo consciente será muy complicado.
Podríamos poner el caso de una persona que tiene <<mala suerte>> en el amor: siempre
encuentra en su vida el mismo perfil de hombres/mujeres, que perpetúan en su creencia
cosas como que los hombres son egoístas o que las mujeres son manipuladoras. Una y
otra vez da con personas iguales, y piensa que no tiene suerte en el amor, que es una
víctima a la cual le tocan los peores especimenes.
Pues aquí hemos de decir que no es cuestión de buena o mala suerte (más bien eso no
existe), sino que dentro de esa persona hay programas y creencias que hacen que a su
vida lleguen personas que tienen un determinado perfil. Si alguien opina que todos los
hombres son malos, ¿qué ocurrirá en su realidad? Que aparecerán hombres que
demuestren que está en lo correcto al creer de esa manera, por lo tanto atraerá personas
que harán cosas para que siga creyendo de igual forma. Otro ejemplo podría ser aquella
persona que piensa que no tiene suerte en la vida, que nada le sale bien, que sus sueños
nunca se cumplen, que el éxito es para otros… ¿Qué observará en su realidad, en su
manifestación personal? Justamente aquello que cree, y verá cómo lo que desea no se
materializa; y además, en su vida habrá personas que consiguen fácilmente lo que
quieren, demostrándole que está en lo correcto al pensar que otros pueden conseguirlo y
él no.
En la edad adulta, un individuo ha pasado por gran cantidad de experiencias, y su mente
ha registrado una amplia información, la cual ha quedado grabada en su subconsciente,
y está dando forma en todo momento a su vida en el momento presente. Esto queda
también demostrado en la rama de la psicología, la cual conoce desde hace mucho
tiempo que una persona que ha sufrido un trauma en una época pasada puede
experimentar, en el día presente, problemas debido a esa experiencia. En muchos casos
esa situación traumática incluso no es recordada por la persona que la sufrió, pues la
mente tiene mecanismos de defensa para bloquear, e incluso hacer olvidar, situaciones
dolorosas; por lo tanto protege al individuo del recuerdo para que pueda continuar
avanzando en su vida sin que el sufrimiento le esté obstaculizando en su caminar. Sin
embargo, el hecho de que no lo recuerde o no sea consciente de ello no implica que en
su realidad no experimente las consecuencias de lo ocurrido en el pasado.
Pero no es necesario vivir un fuerte trauma o problema para que información negativa
haga estragos en nuestra realidad. Desde nuestra más tierna infancia vamos registrando
en nuestro subconsciente todas lasexperiencias que ocurren en nuestra vida, incluso
aquellas que no suponen, conscientemente, una gran diferencia. Si por ejemplo un niño
vive en un entorno familiar donde es querido y amado, pero sus padres se pelean –
aunque lo hagan a puerta cerrada en la privacidad del dormitorio o se lancen miradas
agresivas en silencio para que el niño no se entere-, la parte subconsciente registrará
todo lo que ocurra, aunque el infante no sea consciente de ello y tenga una existencia
armónica y feliz. Estos recuerdos pueden ocasionar que en su futura vida de pareja
encuentre personas con quienes tenga conflictos, peleas y problemas en las relaciones
en general, pues ha sido programado con la información de que las parejas pelean y se
llevan mal. ¿Por qué? Pues porque los padres son los referentes por excelencia de los
niños. Son su fuente de información directa, de quienes primero aprenden. Por lo tanto
la información que reciben en su entorno familiar es de suma importancia a la hora de
moldear su personalidad a todos los niveles.
Con el paso del tiempo las memorias (recuerdos, información…) limitantes, negativas y
subconscientes atraerán a la realidad situaciones que perpetúen su existencia, pues al
ser creadores de nuestra propia vida aunque una parte consciente de nosotros quiera
manifestar una realidad en determinada dirección, contenemos subconscientemente
información y creencias en un porcentaje mucho mayor (algo así como el 95%), lo cual
ofrece más peso y poder a la hora de manifestar en nuestra vida. Y en lo que se refiere a
dar forma a nuestra propia realidad, todo se puede reducir a una simple frase: lo que
creemos, lo creamos. En este punto, podemos ver claramente cómo aunque tengamos a
nivel consciente una parte que diga “<<sí, yo puedo>>”, si en nuestro interior está
firmemente arraigado el “<<no, no puedo>>”, la manifestación será situaciones en las
cuales no consigamos o logremos lo que deseamos. Es una especie de lucha entre David
(el 5% consciente) y Goliat (el 95% subconsciente). Pero como en el caso de la famosa
historia bíblica, podemos hacer mucho para vencer al gigante que nos amenaza e impide
que vayamos en la dirección que hemos elegido.
Todo esto ha de llevarnos a una, a veces, dolorosa conclusión: todo lo que existe en
nuestra realidad, incluido aquello que no queremos e incluso que odiamos, es nuestra
responsabilidad. Es nuestra porque proviene de nosotros, de la información que
tenemos archivada. Somos nosotros, consciente o inconscientemente, los que estamos
atrayendo a nuestra vida personas y situaciones en concreto. En lo que se refiere a las
personas hay que destacar que compartimos con ellas memorias dolorosas, pues llegan
a nuestra vida debido a que son una proyección nuestra. Podríamos decir algo así que
somos como una especie de imán que atrae individuos con una personalidad en
concreto, como el ejemplo que citábamos anteriormente de aquella persona que no tiene
éxito en sus relaciones de pareja.
Ser conscientes de la propia responsabilidad en la creación de nuestra realidad no tiene
por qué implicar tener un sentimiento de culpa. Algunos pueden pensar que qué culpa
tienen ellos de haber tenido una mala infancia, unos educadores poco hábiles o un árbol
genealógico conflictivo y lleno de problemas. Sin embargo, el victimismo no es
tampoco una opción (de hecho, es una de las peores), por lo tanto en la aceptación de lo
que hay (que está, nos guste o no) podemos no solo sentir una especie de relajación o
respiro porque, al menos, ya sabemos de dónde vienen los problemas, sino que además
tenemos el poder de cambiar por nuestra propia iniciativa, pues al igual que hemos
creado y manifestado situaciones negativas en nuestra vida, tenemos el mismo potencial
para darle la vuelta a nuestra situación personal y obtener aquello que siempre hemos
querido: éxito, paz, alegría, ilusión…
Observar nuestra realidad puede darnos una idea de qué hay dentro de nosotros que
necesita ser sanado, y ser conscientes de ello nos habilita para que podamos realizar un
auténtico cambio en nuestra vida, trabajar en nuestro interior para obtener resultados en
el exterior.
Las memorias dolorosas
En Ho’oponopono se dice que el ser humano se encuentra, por decirlo de alguna
manera, dividido en cuatro niveles.
◦ La Divinidad: es aquella parte superior, el origen, la fuente. Lo que muchos llaman
Dios. El ser humano está siempre, constantemente, conectado con la
Divinidad.
◦ La mente supraconsciente: es el eslabón de nosotros que está conectada con la Fuente
o Divinidad, nuestro nexo de unión. Muchas creencias o culturas le llaman de distintas
maneras, entre ellas el Alma, el Yo
Superior… Se podría decir que es nuestro auténtico <<Yo>>, la esencia que no está ni
apegada ni vinculada a los juegos de la mente y las emociones, o la identificación con
el cuerpo físico, pues todo esto es temporal (válido para esta vida o
encarnación), pero más allá de ello existe una parte nuestra que es auténtica, pura.
◦ La mente consciente: la parte consciente es la que utilizamos día a día, con la cual
interactuamos en todo momento. Es aquello con lo que comúnmente nos identificamos
como <<yo>>, la personalidad, y lo que usamos para realizar todo tipo de acciones,
como trabajar o hablar con otras personas. Mediante esta parte nosotros queremos,
deseamos y elegimos, y todo ello en base a lo que percibimos de nuestra realidad. Pero
hemos de ser conscientes de algo que se dijo con anterioridad: realmente sabemos muy
poco, pues la parte consciente recibe únicamente el 5% de la información disponible,
pues es selectiva. Aun así su importancia es vital, pues gracias a ella nosotros
elegimos, decidimos -en parte- el rumbo que llevará nuestra vida.
◦ El subconsciente: también llamado <<el niño interior>>. Es aquella parte de nosotros
que conoce, almacena y gestiona el 95% de la información que recibe de nuestra vida.
Su importancia es vital, ya que aunque no seamos conscientes de lo que el
subconsciente tiene, es la parte que atrae a nuestra vida las situaciones, personas y
circunstancias que la componen.
La forma en la cual opera nuestra parte consciente es que extrae información del
subconsciente, de esta forma realiza la toma de decisiones. No lo hace por sí misma,
pues recordemos que sólo conoce el 5% de la información y esto le vale para
interactuar con la realidad, lo que está sucediendo, sino que es en base a lo que hay
almacenado en el subconsciente la forma en la cual analiza, deduce y decide. Es por
ello que muchas personas repiten, sin saber por cuál razón, patrones de
comportamiento, pues éstos se encuentran almacenados a un nivel profundo, y es la
parte consciente la que accede a ellos.
De esta forma podemos entender un concepto: apenas tenemos pensamientos y
comportamientos originales o nuevos, pues debido a lo que hay almacenado en nuestro
interior nos comportamos o tomamos decisiones de distinta índole, y todo ello basado
en viejas <<memorias>>.
Las memorias son toda aquella información grabada en nuestro subconsciente. Son los
recuerdos y experiencias que tenemos almacenados en nuestro interior, muchos de los
cuales desconocemos, pues recordemos una vez más (es de vital importancia) que
somos conscientes del 5% de la información recibida, siendo el otro 95% almacenado
sin que nos percatemos de ello. Toda esta información queda grabada en nuestro
interior y es accesible por la parte consciente para actuar en el día a día.
Además del conocimiento respecto a cómo el consciente accede al subconsciente para
<<vivir>> el día a día, hay un asunto aparte que hemos de conocer y que puede explicar
algunos comportamientos o patrones que escapan a nuestro entendimiento: las
experiencias de otras vidas. En Ho’oponopono se le da mucha importancia al hecho de
que llegamos al mundo (a esta encarnación o vida) con memorias heredadas de nuestro
árbol familiar. Las experiencias de nuestros ancestros son transmitidas generación tras
generación. Hoy en día, la ciencia ha demostrado que las células tienen memoria,y si
entendemos que un individuo es la combinación de los genes de dos personas que se
unen, comprenderemos que los componentes que fueron aportados para la composición
del nuevo ser tienen memorias, que de esta forma se transmiten a la nueva criatura que
se está gestando. Por lo tanto, las experiencias grabadas en la memoria celular se
transforman en parte de la nueva forma de vida, y si ésta en el transcurso del tiempo que
tiene disponible forma parte de la creación de otro individuo, le pasará al nuevo ser las
memorias que recibió de sus padres más las suyas propias, fruto de sus experiencias
personales. Esto puede recordarnos a las famosas muñecas rusas (matrioshka), donde
unas encajan dentro de otras, resultando en que dentro de la de mayor tamaño existe un
número ‘X’ de muñecas de menores dimensiones, como si fueran <<capas>>.
Por lo tanto, tras lo explicado anteriormente, podemos llegar a la conclusión de que
aunque tengamos una parte consciente que es la que decide qué hacer, ésta decisión se
encuentra influenciada y afectada por toda la carga que existe en el subconsciente, en la
memoria celular. Y no solo la decisión, sino que digamos que nuestro contexto -nuestra
propia realidad- es creada o manifestada conforme a aquella información que tenemos
almacenada. Como ejemplo podríamos hablar de una persona que siente que no tiene
éxito; puede tener muchos proyectos en la cabeza, ideas para salir adelante, cambiar su
situación. Sin embargo, de forma <<misteriosa>> todo le sale mal, por mucho empeño
que ponga en cambiar su vida. En este punto se podría decir casi con total rotundidad y
seguridad que la información de su subconsciente le boicotea su situación personal,
pues es seguro que tendrá grabaciones o memorias de <<mala suerte y escasez>>, y
aunque tenga algunos momentos en su día donde, con ilusión e ímpetu, piense en qué
hacer para salir adelante y tener prosperidad, el resto del tiempo tendrá pensamientos y
sentimientos de limitación, y esto es lo que más fuerza hace en el resultado final, en el
rumbo que toma su propia realidad.
En este aspecto no podemos olvidar que, debido a las programaciones, en los
momentos clave tomamos decisiones y acciones, influenciados por las memorias, que
harán que podamos tomar un rumbo que nos aleje del objetivo que nos hemos
propuesto. La forma en la cual nos comportamos está basada en lo que tenemos grabado
en el subconsciente, que es el contendor de toda la información que disponemos. Por
ello cuando reaccionamos automática o impulsivamente sobre algo, casi sin pensar, lo
hacemos dependiendo de lo que haya grabado en nuestro interior. Imagina una persona
que debido a las circunstancias de su vida se encuentra casi constantemente en
conflictos con otras personas, donde tiene muchas situaciones en las cuales ha de luchar
por su vida. ¿Qué ocurrirá si un día tiene un conflicto con alguien? Su primera reacción
será estar a la defensiva, además de listo para atacar. Las programaciones que ha ido
almacenando a lo largo de su vida le han preparado para reaccionar instintivamente en
determinados momentos, pues sus experiencias previas y educación le han dado la
información a su subconsciente de que cuando existe un conflicto, hay que estar
preparado rápidamente para defenderse y luchar; y esto se hace apenas habiendo
pensamientos conscientes de por medio.
¿Qué nos ofrece Ho’oponopono en este aspecto? Ni más ni menos que una excelente
herramienta para borrar las memorias dolorosas que tengamos grabadas. Ahora bien:
nosotros no sabemos qué información negativa hay en nuestro interior que haga que
tengamos ciertos conflictos en la vida. Quizá tengamos alguna idea respecto a algo en
concreto, pero la mayor parte de las ocasiones desconocemos qué hay dentro de
nosotros para que nos comportemos de tal o cual forma, o qué fue lo que hizo que
adquiriésemos ciertos patrones de conducta. Y mucho menos lo sabremos si las
memorias son, como ya se dijo con anterioridad, heredadas de nuestro árbol
genealógico, de nuestros ancestros.
El borrado de memorias dolorosas es algo posible con Ho’oponopono, y lo más
maravilloso de todo es que no necesitamos saber qué es lo que hay que borrar. El
practicante únicamente realiza la acción de borrado, dejando en manos de Dios o la
Divinidad la decisión de qué memorias han de ser sanadas para lograr cambios en
nuestra vida. Por un lado esto es algo maravilloso, pues cuando nos rendimos y
permitimos que lo Superior opere en nuestra vida, podemos tener la total seguridad y
certeza de que siempre será por nuestro bien, dejando que lo más Elevado sea lo que
opere en nuestro interior sin que nuestra mente-ego marque las pautas de
comportamiento, o sea quien diga qué cosas tienen que ser sanadas primero. El ego nos
confunde la mayor parte del tiempo, haciéndonos creer cosas que no son, sintiéndose
herido cuando no está conforme con las ideas de otros, u orgulloso y crecido cuando se
siente alabado por los demás. La visión del ego es, por norma general, limitada y
escasa, por lo tanto dejarnos llevar por la mano divina que mágicamente orquesta la
vida es la mejor opción que tenemos. Y si confiamos en ella a la hora de sanar lo que
hay en nuestro interior, podemos estar totalmente seguros de que todo ocurrirá de la
mejor de las maneras que es posible para nosotros.
Sin embargo, son tantas las cosas que hemos de sanar (somos totalmente inconscientes
de ello) que la práctica de Ho’oponopono ha de ser algo constante en nuestro día a día.
Incluso en aquellas épocas o momentos donde todo vaya bien, el borrado de memorias
ha de ser una práctica habitual, pues recordemos que sólo nos enteramos
conscientemente del 5% de lo que está ocurriendo en nuestra realidad, por lo tanto no
sabemos qué información está llegando a nosotros y puede estar creando memorias
dolorosas, patrones erróneos y conflictivos.
Cómo practicar Ho’oponopono
La práctica de Ho’oponopono es sencilla, pues básicamente se trata de la repetición de
una serie de palabras que realizan el borrado de las memorias dolorosas que se
encuentran en nuestro interior.
Cuando se practica Ho’oponopono no hay que tener ningún sentimiento especial de
<<fe>> en su efectividad, aunque es sumamente importante creer en ello bajo la
perspectiva de que si lo haces serás más consciente de su utilidad en la mayor parte de
los momentos de tu día, por lo tanto lo practicarás con más constancia. Pero creas o no,
de igual manera funciona. Por compararlo de alguna manera, se podría decir que es
igual que la electricidad: creas o no en ella existe, aunque no puedas verla mas que en
su manifestación, ya sea encendiendo una bombilla o usando una computadora.
Ho’oponopono es muy potente; si eres consciente de ello, lo trabajas y practicas podrás
obtener muy buenos resultados. Esto es muy importante (la práctica y constancia) pues
podría ocurrir que quizá dejaras de utilizarlo poco antes de comenzar a experimentar
cambios en tu vida.
Otro importante asunto a tener en cuenta es que al utilizar Ho’oponopono estás
poniendo la solución de los problemas
–causados por las memorias dolorosas- en algo Superior y que sabe qué es exactamente
lo que hay que borrar, por lo tanto esto nos liberará de estar enfocados en lo que
nosotros creemos que es la causa de nuestros problemas (o de algunos en concreto). Si
recordamos el ejemplo de la cebolla, que está compuesta por capas, podremos entender
que un problema puede dar pie a otro, y éste al siguiente. Nuestra limitada visión puede
estar enfocada y pensando en la capa superior, sin ser consciente de que la causa de la
misma proviene de algo más profundo. Por ello es de suma importancia, en el proceso
de la práctica de Ho’oponopono, liberarnos de la intención/sentimiento de querer
controlar la situación, y soltarnos y dejarnos llevar en este maravilloso proceso de
sanación, pues nuestro trabajo será atendido de la manera más conveniente para
nosotros.
En Ho’oponopono existen cuatro sentencias o palabras que son las más utilizadas, y son
las siguientes: “lo siento,perdóname, te amo, gracias”.
¿Cómo se utilizan estas frases/palabras?
De una manera tan sencilla como elegir alguna de ellas y repetirla la mayor parte de las
veces posibles. No es necesario utilizar todas (aunque es totalmente válido si así lo
sientes), puedes elegir la que más te guste o te <<vibre>> en un momento dado. El
asunto clave es la constancia en la repetición. No es necesario hacerlo en voz alta,
puede hacerse mentalmente y su efecto será exactamente el mismo.
Cada vez que repetimos una de las palabras, se realiza un proceso de limpieza de las
memorias dolorosas que hay en nuestro interior. Aunque hemos de tener algo en cuenta:
de nada vale repetirlas quince minutos al día, si el resto del tiempo estamos
preocupados por las circunstancias de nuestra vida. A modo de ejemplo, para entender
este concepto, podríamos utilizar una balanza: si en uno de los extremos ponemos los
quince minutos de práctica de Ho’oponopono, y en el otro el resto del tiempo del día,
en el cual estamos apesadumbrados o tristes por las situaciones que tenemos,
obviamente esto último tendrá más peso en nuestra realidad, y seguirá siendo lo que
tenga una mayor influencia en nuestra vida (y en la creación de la misma). Y no hemos
de olvidar nunca que aquello que estamos sintiendo, en lo que nos enfocamos, es lo que
atraeremos a nuestra realidad. Si el sentimiento predominante es, por ejemplo,
desilusión o tristeza, estaremos enviando frecuencias de baja vibración que atraerán
situaciones y personas que nos hagan mantener esas emociones en nuestra vida, lo cual
se traducirá en que recibiremos más motivos para estar desilusionados y tristes.
Cuando practicamos las herramientas de Ho’oponopono no es necesario que estemos
sintiendo una emoción de amor, ilusión, gratitud o algo similar, esto es indiferente para
su trabajo. Igualmente, si tenemos un momento de enfado o nos sentimos tristes, estas
emociones tampoco afectarán a su efectividad. Puedes practicar Ho’oponopono en
cualquier momento, sea cual sea tu estado de ánimo, y sus efectos serán exactamente
igual de potentes y sanadores. Tampoco es necesario visualizar nada, ni enfocarse en
algún problema, cuestión o persona, pues esto no servirá. La Divinidad sabe qué es
exactamente lo que hay que borrar, qué te conviene solucionar, por lo tanto nuestra
mejor baza a este respecto es <<soltar>> el interés que tengamos en que suceda algo en
concreto y simplemente <<limpiar>> mediante las palabras elegidas.
Al practicar Ho’oponopono con cualquiera de sus palabras estamos siendo conscientes
de que hay algo dentro de nosotros que está causando los problemas que tenemos.
Como ya se explicó anteriormente, tenemos muchas memorias heredadas de nuestros
ancestros, pero también muchas otras que nosotros mismos hemos creados con nuestros
pensamientos y actos. Sea como fuere, al repetir cualquiera de las palabras de
Ho’oponopono estamos diciendo algo así como <<lo siento por aquello que hay en mí
y que está creando problemas en mi vida>>. Mas no hemos de sentirnos culpables,
pues ese sentimiento es muy negativo y nocivo para nosotros mismos. Simplemente
hemos de ser conscientes de que en nuestro interior hay cosas y asuntos que resolver,
reconocerlo, pero que ello no implique que nos debamos sentir mal por su existencia.
En realidad de lo que se trata es de tomar responsabilidad de que los problemas que
tenemos están causados por cosas que hay en nuestro interior. Está muy extendida la
costumbre de echar la culpa a los otros de lo que nos sucede, lo cual nos deja en una
posición de suma impotencia pues jamás podremos controlar lo que otros hagan. Sin
embargo, cuando somos conscientes de que nosotros tenemos responsabilidad en lo que
ocurre en nuestra vida, y que estamos atrayendo las personas y situaciones que en ella
hay, tenemos la oportunidad de tomar el control a la hora de sanar todo aquello que nos
causa problemas y limitaciones de distinta índole. Si en vez de sentirnos culpables por
ello nos enfocamos en la gran ventaja que supone el poder solucionarlo, nos
posicionaremos en un lugar donde la propia responsabilidad de lo que nos ocurre será
una gran baza para nosotros, pues al igual que causamos nuestros problemas también
podemos solucionarlos.
A continuación se detallará el significado y utilidad de cada palabra/sentencia de
Ho’oponopono. A este respecto hay algo que enfatizar: cualquier palabra es válida para
sanar las memorias que existan en nuestro interior. El hecho de que una palabra en
concreto tenga una mayor utilidad para un aspecto definido no implica que no sirva para
solucionar otras cosas. Por lo tanto, lo más importante y válido es que utilices la
palabra con la que mejor te sientas en un momento dado al pronunciarla. Además,
puedes cambiar el uso de las mismas a tu gusto, pudiendo utilizar el día de hoy una y
mañana otra distinta, obteniendo siempre beneficiosos y grandes resultados. Recuerda
siempre queTODASlas palabras sirven para borrar y limpiar cualquier problema
existente, así que usa la que más te guste o te haga sentir bien aunque veas que en su
definición es adecuada para un problema en concreto.
◦ Lo siento: es el reconocimiento de que algo en tu interior, sin saber qué es, está
causando problemas en tu vida.
◦ Perdóname: eres consciente de tu responsabilidad en aquello que hay dentro de ti y
que moldea tu propia realidad, aun siendo a veces de forma negativa. Te perdonas por
crear los problemas que tienes y te liberas de la culpa.
◦ Te amo: esta sentencia es
transformadora a todos los niveles, una expresión de amor que es capaz de sanar
cualquier problema.
◦ Gracias: depositas tu fe en que todo será resuelto de la manera más conveniente y
beneficiosa.
◦ Llave de luz: con esta frase es como si apagásemos el interruptor de los programas
negativos, arrojando luz sobre ellos y borrando las memorias implicadas.
◦ Gotas de rocío: esta sentencia tiene orígenes alquímicos, transmutando los estados
tales como la tristeza, miedo, ira…
◦ Hielo azul: frase utilizada para dolores físicos o emocionales.
◦ Papel para moscas: indicada para problemas de pareja.
◦ Verde esmeralda: para problemas de salud física.
◦ Llovizna: limpia aquellos problemas relacionados con el dinero.
◦ La paz del yo: para borrar memorias que nos impidan sentir paz interior.
◦ Fuente perfecta: sirve para borrar creencias.
◦ Azul índigo búdico blanco: utilizada terapéuticamente en casos de mejoras de salud.
En su práctica hemos de ser conscientes de que estamos realizando un acto de borrado
de memorias, confiando en que la Divinidad está haciendo su trabajo, dando así
permiso a que la limpieza sea realizada.
Es muy recomendable que en algún momento del día, antes de comenzar a repetir una
palabra elegida, digamos una frase del tipo: <<Divinidad, te pido por favor que borres
en mí todo aquello que haya que hace que tenga problemas en mi vida>>. Esto será
de gran utilidad pues nos programa inconscientemente en el hecho de que estamos
permitiendo que lo Superior se encargue del proceso de borrado de memorias
dolorosas, creando así una mayor confianza en la resolución de los conflictos. Si tienes
un problema en concreto, o si te sientes enfadado o triste por algo en especial, antes de
borrar puedes decir: <<Divinidad, te pido por favor que borres en mí aquello que está
creando este problema. Lo dejo en tus manos, tú sabes qué es lo que más me
conviene>>.
Cuando practicas las frases de Ho’oponopono tal vez puedas tener distintas
sensaciones. Quizá te sientas más animado, alegre, feliz (esto es debido a las altas
vibraciones de las palabras). Si es así genial. Pero también podría ser que no
experimentaras nada. A este respecto, solamente decir que aceptes la situación tal cual
es, con las sensaciones que se vivan en el momento presente. El trabajo se está
realizando igualmente; que tengas sensaciones alegres y positivas no quiere decir que
esté funcionando mejor que cuando no las tienes. Que el hecho de sentirte mejor o
sentirte igual no sirva para que establezcas un juiciorespecto a la utilidad de
Ho’oponopono, pues ésta siempre es grande y hace lo que tiene que hacer, en todo
momento.
¿Pero qué ocurre cuando te sientes mal, triste o desanimado? Comienzas a practicar una
herramienta para que todo vaya mejor en tu vida y, ¡parece que va peor! Si esto te
ocurre no te preocupes, porque es incluso una buena señal. Lo que está sucediendo es
que el proceso de sanación está removiendo muchas cosas en tu interior y esto puede
traducirse en que quizás tengas unos días donde te sientas <<revuelto>>. Estás sanando
a nivel subconsciente, y la liberación de ciertos problemas se hace mediante la
expresión emocional, como es la tristeza, desánimo, intranquilidad. O quizá pudiera
ocurrir que tuvieras algún síntoma físico como dolores de cabeza. Mas no te preocupes,
porque eso pasará con el tiempo (sigue limpiando) y puedes estar tranquilo al respecto.
De hecho, considera esta situación como algo positivo pues tienes una prueba (si acaso
te hace falta) de que el trabajo interior de Ho’oponopono se está realizando.
Otras herramientas de Ho’oponopono que puedes utilizar son:
◦ Sanando el niño interior: con anterioridad se comentó que el subconsciente, donde
están almacenadas las memorias doloras, también es llamado el <<niño interior>>.
Mirando un poco más allá de este concepto, el niño interior es aquella parte nuestra de
la infancia, que sigue muy viva dentro de nosotros. Pensamos que por ser adultos hemos
dejado de ser niños, mas eso es una equivocación porque el concepto <<niño>> nada
tiene que ver con la edad. Si nos fijamos en los niños, éstos tienen una asombrosa
capacidad para disfrutar, vivir el presente sin preocupaciones, reír, cantar, ser felices y
alegres casi en cualquier circunstancia y situación. Incluso cuando hay grandes
problemas, un niño tiene la capacidad de apartarlos de su foco de atención (pues de
nada sirve estar pensando en ellos constantemente) y centrarse en disfrutar con aquello
que esté a su alcance. Un niño siempre encontrará la forma y manera de estar contento
pues es su estado natural. Jugará con aquello que tenga disponible, inventará historias,
pondrá su atención en disfrutar del momento presente, pues la alegría y el juego son su
esencia natural.
Según vamos creciendo olvidamos esa parte mágica y maravillosa que caracteriza a los
niños, el ego toma totalmente el control de nuestra vida y las preocupaciones se
convierten en el foco de nuestra atención. Por otro lado, y esto es de vital importancia,
los niños pueden sufrir traumas que aunque no le impidan disfrutar y ser felices, sí que
les marcan de por vida, y es en el estadio de ser adultos cuando estos problemas
afloran y causan disturbios y perturbaciones en distintas facetas y aspectos de la vida.
También es preciso decir que el hecho de que un niño no haya sufrido un fuerte trauma
en su vida no significa que no se haya encontrado dolido por diferentes circunstancias y
experiencias.
Sanar a nuestro niño interior no sólo nos facilita el borrar los traumas del pasado, sino
que además nos ayuda a limpiar diferentes problemas y memorias dolorosas que
tengamos, pues recordemos que el niño interior representa al subconsciente, donde todo
se encuentra almacenado. Si contactamos regularmente con nuestro niño interior, le
atendemos y damos amor, ayudándole así a sanar, él nos devolverá el favor siendo
partícipe en el borrado de otras memorias dolorosas, convirtiéndose así en un aliado de
un potencial increíble. Una persona que atienda a diario a su niño interior conseguirá
avanzar más rápidamente en el borrado de memorias dolorosas que una que únicamente
repite las palabras de Ho’oponopono. Con esto no quiero decir que sanar al niño
interior es suficiente y no haya que utilizar las palabras, sino que hago énfasis en que si
utilizamos las dos técnicas los resultados obtenidos serán mucho mayores. Un niño
interior cuidado, sanado y amado estará constantemente borrando memorias dolorosas,
estemos o no recitando las palabras de Ho’oponopono.
¿Cómo sanar a nuestro niño interior? La manera es sencilla. Basta con que busquemos
un momento de nuestro día donde estemos tranquilos, relajados, sin ser molestados.
Podemos preparar un ambiente con una luz tenue, música de relajación o aquello que
nos invite a sentirnos en calma. Después, cerraremos los ojos y nos visualizaremos a
nosotros mismos siendo niños. En este punto puede ser de gran ayuda revisar
fotografías antiguas y de esta forma obtener la imagen de nosotros que más nos guste.
Una vez que nos visualizamos siendo niños, nuestro papel será acercarnos
cuidadosamente, hablar con el niño, darle cariño, amor, tomarle de las manos,
sonreírle, escucharle si tiene algo que decirnos o dedicarle nosotros palabras bonitas,
de apoyo. Es muy posible que el niño nos diga que está dolido por algo que le ocurrió,
o tal vez nos sorprenda comentándonos que en la actualidad somos demasiado serios y
<<ocupados>>, que nos hemos olvidado de disfrutar, sonreír, jugar…
Quizá en nuestros primeros contactos el niño esté tan asustado que no se fíe de nosotros
y no quiera que le agarremos de las manos o le demos un abrazo. Hemos de ser
cuidadosos, tratarle como a cualquier niño, atento a su reacción para no asustarle. Poco
a poco nos ganaremos su confianza y se abrirá a nuestras intenciones de darle cariño y
amor.
Si nuestro niño interior se encuentra atendido, lleno de cariño por nuestra parte,
habremos conseguido sanar algo de vital importancia en nuestra vida y que, sin duda
alguna, tendrá grandes y positivas repercusiones en nuestra realidad a todos los niveles.
En la práctica de la sanación del niño interior podemos encontrarnos con el problema
de que nos cueste visualizarle. Esto puede ser debido a que no tenemos práctica con la
visualización (cosa que se solucionará con el tiempo y el uso) o que el niño interior
esté tan asustado y dolido que no se muestre siempre; pero esto, al igual que en el caso
anterior, se solventará con la práctica y el tiempo.
◦ Agua solar azul: esta es una herramienta para el borrado de memorias que se utiliza
mediante el poder sanador del agua. Para ello has de tener una botella de color azul
claro u oscuro (no vale de plástico), llenarla de agua y taparla con un tapón que no sea
de metal. Luego poner la botella en contacto directo con la luz del sol durante al menos
una hora. El agua solar se encargará de <<arrastrar>> memorias dolorosas. Una vez
cargada con la energía solar, puedes beberla o utilizarla para aclararte después del
baño, regar plantas… Esta agua es muy beneficiosa, además, para distintos problemas
de salud. El color azul conserva la energía fotónica durante más tiempo, estando ésta
disponible en el agua durante veinticuatro horas.
◦ Vaso de agua: utiliza un vaso de vidrio transparente (da igual el color) y llénalo con
tres cuartas partes de agua. Colócalo en cualquier lugar de la casa, en tu oficina,
trabajo… El agua limpiará y borrará las memorias existentes. Cambia el agua por lo
menos dos veces al día. Si hay algún problema o situación en concreto que te preocupe,
puedes poner debajo del vaso de agua un papel donde escribas la situación. También
puedes poner el nombre de una persona con quien tengas una relación conflictiva o
quizá alguien que esté enfermo.
Recuerda: la forma de usar las palabras y frases sanadoras de Ho’oponopono es
solamente la repetición de las mismas, nada más. Hay que entender que es así de
simple. Puedes estar esperando en la fila del banco a que llegue tu turno y estar
repitiendo mentalmente la palabra <<gracias>>, y de esta simple manera estarás
borrando memorias dolorosas. Sin enfocarte en nada, sin pedir nada, sin pretender
sentir algo en concreto o estar en un estado de meditación o de conciencia alterada,
únicamente repetir la palabra elegida, una y otra vez, la mayor parte del tiempo posible.
O puedes estar dirigiéndote hacia algún lugar en tu automóvil (o usando el transporte
público) y recitar “gracias” una y otra vez.
Otro aspecto a tener en cuenta y que es de suma importanciaes que Ho’oponopono es
para sanarnos a nosotros, es un trabajo personal, solución a memorias dolorosas que
hay en nuestro interior. Si en nuestra realidad hay personas con problemas, ya sean
éstos de salud o de cualquier otro tipo, no podemos utilizar Ho’oponopono para
sanarlos a ellos, pues no funciona así. Puede ser utilizado para sanar en nosotros las
memorias dolorosas que hacen que esas personas se encuentren en nuestra realidad con
ciertos problemas o dolencias, mas el hacerlo no implica o significa que les sanemos a
ellos. Como ya se dijo con anterioridad, al utilizar Ho’oponopono distintos aspectos de
nuestra vida pueden cambiar, y en este asunto quizá podemos observar que la vida de
otras personas se vean influidas, pero ello no quiere decir que siempre deba de ser así.
Si por ejemplo tenemos un hijo que es desordenado en casa y no es responsable en, por
ejemplo, tener ordenada y limpia su propia habitación, podemos utilizar Ho’oponopono
para sanar en nosotros las memorias que hacen que en nuestra realidad nuestro hijo sea
desordenado. Pero no hemos de hacerlo con la intención de que él cambie su
comportamiento, sino más bien para limpiar y sanar lo que hay en nuestro interior.
Quizá la realidad sea que nosotros somos unos obsesivos de la limpieza y el orden, y
tras utilizar Ho’oponopono podemos ver que nuestro hijo no es tan desordenado, y que
éramos nosotros los intolerantes con ciertas actitudes que con un poco de cariño,
comunicación y comprensión podrían solucionarse.
Ho’oponopono es SIEMPRE para ser usado en nosotros, para sanar en nuestro interior. Y
ese es el concepto principal de esta herramienta: sanar dentro para que lo de fuera
pueda cambiar hacia algo mejor.
Fluyendo y aceptando
Uno de los asuntos más importantes que hemos de tener en cuenta en Ho’oponopono es
la errónea utilidad que le suponen muchas personas para conseguir cosas en concreto.
Por ejemplo: alguien está pendiente del resultado de una entrevista de trabajo que ha
hecho y comienza a practicar Ho’oponopono con la intención de borrar todo aquello
que impida que sea contratado por la empresa que le acaba de entrevistar. Esto es un
error pues con Ho’oponopono las cosas no funcionan así.
Ho’oponopono facilita que TODOen tu vida sea mejor, que lo más conveniente para ti
llegue a tu realidad. Sin embargo, nuestra escasa visión no nos permite ver más allá de
nuestros deseos y de aquello que percibimos en nuestra vida. Supongamos el caso de
una persona que acaba de ser despedida de un puesto de trabajo. En un principio podría
ser una mala noticia que le generara malestar emocional; tal vez se sienta triste,
decaído. Pero con el paso de los días un amigo le habla de la empresa donde trabaja, en
la cual buscan un empleado con su mismo perfil profesional, y tras realizar una
entrevista es contratado, descubriendo que en su nuevo puesto de trabajo gana más
dinero, el ambiente es mejor e incluso tiene más tiempo libre. Lo que en un principio
fue una mala noticia, en realidad fue un paso necesario para que en su vida llegara una
situación mejor.
Hay un refrán que dice: “ todo lo que en esta vida sucede, conviene”. Y es así,
justamente, como deberíamos enfocar lo que nos ocurre en la vida. Si fomentáramos y
cultiváramos una confianza en que todo va bien, y que si nos ponemos en manos de lo
Divino siempre nuestras necesidades estarán atendidas, aceptaremos las situaciones tal
cual llegan a nosotros y entenderemos que están en nuestra realidad porque es lo mejor
que debemos experimentar, aunque a veces no nos guste… A esto se le llama fluir.
En lo que se refiere a Ho’oponopono, nuestro concepto principal ha de ser que gracias
a esta poderosa herramienta, todo lo que sea conveniente para nosotros llegará a
nuestra vida. Si tienes deseos de que cosas en concreto ocurran es muy normal tener
expectativas, mas no deberíamos apegarnos a resultados en específico pues no somos
totalmente conscientes de qué es lo mejor para nosotros, y cómo la Divinidad puede
sorprendernos si fluimos y aceptamos que lo mejor para nuestra vida, sea lo que sea,
llegará para satisfacernos a todos los niveles.
Tal y como se dijo anteriormente, nosotros estamos constantemente creando nuestra
propia realidad. Mediante nuestros deseos estamos atrayendo a nuestra vida aquello
que queremos. Sin embargo hemos de ser conscientes de un asunto de suma
importancia: cuando estamos muy apegados a algo, ponemos limitaciones y bloqueos a
que aquello que queremos llegue a nosotros. Suena paradójico, ¿verdad? Deseas algo
con tantas ganas que realmente lo que haces es retrasar su llegada. La explicación de
esto es sencilla. Todo es vibración, y mediante la vibración que emitimos (nuestro
estado de ánimo) hacemos que lo que deseamos llegue a nuestra vida. Querer algo con
fuerza e ilusión no es para nada malo o negativo, sin embargo sí que lo es cuando
estamos sumamente apegados a que ocurra lo que queremos.
Cuando nuestro deseo de que algo en concreto ocurra es tan fuerte que altera nuestro
sistema de ánimo, indudablemente pasaremos por estadios emocionales que variarán
desde la alegría e ilusión, a la tristeza y desánimo. Y éstos cambiarán dependiendo de
lo que recibamos del exterior. Una persona puede sentirse muy ilusionada por acceder a
un puesto de trabajo; emite vibraciones de alegría y confianza para manifestar su deseo.
Pero si está totalmente apegada a ello como si nada más en su vida existiera, si
recibiera una noticia como que han entrevistado a otro posible candidato, su estado de
ánimo cambiará y comenzará a sentir dudas y miedos.
Por lo tanto, el desapego es un asunto clave a trabajar, tanto en el uso de Ho’oponopono
como en nuestra vida en general. Nuestra realidad se compone de muchas cosas,
diferentes aspectos que deberíamos atender. Y si nos limitamos a centrar nuestra
atención a un solo asunto en concreto, lo que estaremos haciendo es dejar de atender
otras cosas en nuestra vida, y será entonces cuando pongamos bloqueos a que llegue lo
que hemos deseado, pues la realidad será que deseamos tanto algo que tenemos miedo
de no conseguirlo, y por ello pasamos demasiado tiempo pensando en ello, anhelándolo
y pidiendo para que ocurra.
Eliminar las expectativas de un resultado en concreto es un trabajo un tanto complicado
de realizar, pues el desear algo lleva casi de forma inequívoca implícito un fuerte
sentimiento de que eso en concreto ocurra. Pero si cultivamos una creencia de que pase
lo que pase nuestras necesidades serán atendidas de forma abundante y sorprendente,
nos estaremos abriendo al universo de las posibilidades y los milagros. En ese
momento es cuando la paradoja anteriormente citada deja de actuar y facilitamos que
nuestros deseos sean cumplidos, aunque hemos de ser siempre conscientes de que tal
vez no sean de la manera que esperamos.
En resumidas cuentas, podríamos decir que al utilizar Ho’oponopono hemos de estar
abiertos y confiados en que la abundancia a todos los niveles llegará a nuestra vida.
Cuando realizamos un trabajo interno de sanación, siendo conscientes de que estamos
eliminando <<basura>> que está creando bloqueos y problemas en nuestra vida,
facilitamos que todo lo bueno que existe en el universo llegue a nuestra realidad. Y ese
es el verdadero fin y trabajo a realizar, en donde hemos de poner nuestro objetivo y
atención. Si pensamos que sólo seremos felices si conseguimos tal o cual cosa,
estaremos creando ataduras hacia nuestros deseos, nos limitaremos a nosotros mismos y
nos cerraremos a que la vida nos sorprenda de diversas y maravillosas maneras.
Volviendo al ejemplo de una persona que está centrada en que una oportunidad laboral
en concreto salga adelante, podríamos decir que si su apego es tan fuerte que no vea
nada más en su aspecto profesional, se encontrará cerrado a que otro trabajo mejor
llegue a su realidad o a que la vida le facilite las personas y circunstancias para que
inicie un negocio propio.
Al utilizar Ho’oponopono hemos de ser conscientes de que el trabajo real que estamos
haciendo es elde limpiar memorias que están creando problemas en nuestra vida, sean
del tipo que sean. Nosotros creamos nuestros problemas y mediante la sanación de
memorias también creamos las soluciones a los mismos. Pero cuando nos apegamos
demasiado a un resultado en concreto estamos creando más memorias dolorosas, pues
el deseo obsesivo crea más memorias de dolor y sufrimiento.
Puedes tener deseos, puedes querer que te ocurran cosas, pero posiciónate siempre en
una situación de apertura, de ser consciente de que puedes ser premiado con lo que
quieres o con algo distinto, pero que quizás sea infinitamente mejor.
Ho'oponopono y el Amor
Como ya se ha visto con anterioridad, Ho’oponopono trata básicamente del borrado y
limpieza de memorias dolorosas. Estas memorias son sanadas mediante una serie de
palabras y/o frases, todas las cuales llevan implícitas una alta vibración. El significado
de la palabra “gracias” o la frase “te amo” no necesita ser explicado en detalle para
comprender, rápidamente, lo que expresan: perdón, unión, comprensión,
agradecimiento… Amor.
Hoy en día la mayor parte de las personas, cuando escuchan la palabra <<amor>>,
rápidamente piensan en una pareja de enamorados, o una madre cuidando a sus hijos.
Vinculamos el amor con un significado emocional hacia una persona o, por ejemplo, un
animal de compañía como podría ser un perro o un gato. Sin embargo esta definición es
totalmente limitante, pues el Amor va mucho más allá.
El Amor es todo aquel pensamiento, palabra o acto destinado a unir. En lo que a las
relaciones personales se refiere, fácilmente entendemos este concepto, pues dos
personas que se aman se encuentran unidas, no siendo la cercanía física un ingrediente
imprescindible para que el Amor exista. Pero saliéndonos de este contexto en
particular, podemos ver que el Amor está en todas partes.
Si entendemos el Amor como Unión, lo vemos en cualquier expresión de la vida. Para
comprender más fácilmente este concepto vamos a hablar de una palabra totalmente
contraria: odio. Cuando una persona piensa en el odio, entiende que aparte de estar
cargada de una vibración bajísima, mucha negatividad, además expresa claramente
separación. Si odias a alguien lo que menos quieres es pasar tiempo cerca de esa
persona. Si odias tu trabajo, preferirás estar en cualquier lugar menos en tu puesto
laboral. Separación, distanciamiento y rechazo son significados de la palabra odio.
Pero cuando hablamos de la palabra Amor es justo todo lo contrario. Y para amar no es
necesario tener un sentimiento como el que puede tener un individuo por su pareja, o un
hermano con un hermano. Cuando amas tu trabajo adoras realizarlo. Si amas a tu equipo
de fútbol favorito, disfrutarás al máximo viendo sus encuentros deportivos. Aquella
persona que ama el mar, se sentirá en la gloria cada vez que esté cerca del mismo o
disfrutará como un niño bañándose en él. En todos estos casos, la persona implicada
obviamente tiene un sentimiento hacia aquello que ama, pero nada tiene que ver con,
por ejemplo, el que pueda sentir hacia su madre, aunque el resultado final sea el mismo:
un sentimiento bonito, puro, elevado, que nace desde el Corazón.
Cuando empezamos a comprender que el verdadero significado de Amor es Unión,
entendemos que el Amor es una de las leyes máximas del Universo, pues el Amor es la
fuerza que hace que se unan los elementos para formar otros, o el proceso por el cual
las plantas realizan la fotosíntesis gracias a la energía que el sol tan amorosamente les
ofrece. Amor es la cooperación de distintas entidades, en apariencia separadas, para
juntas formar algo como resultado de su unión. En lo que a la procreación de las
especies se refiere, el amoroso encuentro entre dos individuos de la misma especie,
diferentes pero a la vez complementarios, desemboca en el nacimiento de un nuevo ser.
En el caso de Ho’oponopono, con su práctica lo que estamos haciendo es un ejercicio
basado en el Amor. Al aceptar y hacernos responsables de las memorias dolorosas que
existen en nuestro interior las estamos amando, pues no existe rechazo, sino aceptación,
por lo tanto conscientemente nos unimos a ellas, y aquí comienza el primer ejercicio de
Amor. Para, a continuación, con la repetición de las palabras o frases elegidas
limpiarlas, dando permiso a la Divinidad para que haga el trabajo necesario dentro de
nosotros mismos. Nos unimos no solo a nuestras memorias, sino que además estamos
reforzando el vínculo de unión con la Divinidad, que es la expresión más pura de Amor
que pueda existir.
Por lo tanto, hablar de Ho’oponopono es hablar de Amor, pues con esta herramienta nos
estamos uniendo a los procesos de sanación necesarios para limpiar las memorias
dolorosas. Y en dichos procesos no existe el rechazo, el odio, la culpa o cualquier bajo
sentimiento relacionado con aquella <<basura>> que pueda haber dentro de nosotros.
Si realmente queremos sanar y trascender todo aquello que nos causa problemas en
nuestra vida, hemos de aprender en primer lugar a desprendernos de las bajas
vibraciones como la culpa o la ira por aquello de lo que pensamos que somos
totalmente responsables. Como ya se dijo anteriormente, el tener conciencia de la
propia responsabilidad respecto a lo que nos causa problemas (las memorias
dolorosas) no tiene que implicar un bajo sentimiento relacionado con ello. Dicha
conciencia para lo que debería valernos es para saber de dónde proceden los
problemas y qué hacer para solucionarlos, pero no para cargarnos más y más con
tristezas y odios por no ser o estar como nos gustaría.
Voy a proponer un claro y sencillo ejemplo para entender este concepto. Una persona
decide optar por un puesto laboral en específico. Cuando se informa de las condiciones
necesarias para el acceso, se da cuenta de que se requiere una serie de formaciones y
conocimientos técnicos que no posee. En este caso, ¿tendría sentido alguno que esta
persona se sintiera mal consigo misma por no disponer de la formación necesaria para
el puesto laboral? Obviamente no. En todo caso si está muy interesada en el puesto
laboral (u otro similar en una empresa distinta), la solución que podría aportar sería
realizar los cursos necesarios para poder disponer de la titulación requerida. Esta
persona no se sentirá mal consigo misma por no estar en las condiciones necesarias
para optar al puesto laboral; reconoce su responsabilidad en lo que ocurre (no dispone
de la titulación), pero ello no le causa un sentimiento de culpa, y entiende con total
tranquilidad y aceptación qué es lo que le falta para poder trabajar en aquello que
desea.
Con las memorias dolorosas ocurre exactamente lo mismo. Cuando aceptamos que
están, nos guste o no, alcanzamos un estado de paz y aceptación con aquella parte
interior nuestra que, muy posiblemente, hemos estado rechazando, e incluso odiando,
durante mucho tiempo. El victimismo es una de las mayores lacras de esta humanidad,
pues nos sitúa en una posición de seres totalmente impotentes ante los acontecimientos,
y esto es justamente todo lo contrario de la realidad pues TODOS disponemos del
potencial suficiente para satisfacer todos nuestros deseos y necesidades. Y esto no
depende de formaciones universitarias, títulos o cosas así, sino que parte de la base de
reconocernos a nosotros mismos como creadores de nuestra propia realidad en todos
los ámbitos de la misma.
Si comenzamos a aplicar el verdadero significado del Amor en nuestra vida,
comenzaremos a fluir más armónicamente con la misma, y esto comienza con el sano y
necesario ejercicio de amarnos a nosotros mismos. Aceptarnos, cuidarnos, mimarnos,
atendernos a todos los niveles. Dejar de criticarnos, juzgarnos y tratarnos como si
fuésemos nuestro peor enemigo. Tal vez no estemos, actualmente, en la mejor versión
que nuestras fantasías personales puedan ofrecernos, pero ello no debe implicar un
sentimiento de rechazo hacia nuestra propia persona. Porque… ¿cómo pretender que
otro nos ame si nosotros no nos amamos?, ¿cómo aspirar a recibir los mayores dones y
tesorosde esta vida si nosotros mismos no nos creemos merecedores de ello? Es
imprescindible empezar a amarnos, y esto se origina en un concepto clave: aceptación.
Nos aceptamos tal y como somos ahora, con aquellas partes que nos gustan y las que no.
Una vez que entendemos que rechazarnos no vale para nada, comenzamos a caminar por
la senda correcta. Al aceptarnos nos amamos, y cuando esto empieza a ocurrir nos
damos cuenta de que somos merecedores de más, y que trabajando en lo que nos toca
podemos conseguirlo, al igual que muchos otros lo han hecho.
Cuando aceptamos a los demás y no los juzgamos y condenamos, no pretendemos que
sean como a nosotros nos gustaría, les estamos amando. Esto no tiene nada que ver con
el sentimiento especial y único que puedes sentir hacia tu pareja o un miembro de tu
familia, pero es amar igualmente pues Amor es Unión, no rechazo. Aceptas a los demás
tal y como son, no les deseas ningún mal, no les envías energías nefastas como el odio o
la envidia, y sigues adelante con tu vida, deseándole que le vaya de la mejor manera
posible, que encuentre su camino, que sea feliz. Eso es amar a los otros, y cuando lo
practicas incluso con aquellos a los que consideras tus enemigos, estás realizando un
proceso de sanación personal de un valor incalculable, pues todas las emociones
negativas que puedas sentir hacia los demás habitan en un solo lugar: tú interior. Y ahí,
dentro de ti, se pudren y enquistan, causando trastornos en tu vida a todos los niveles.
Al practicar Ho’oponopono estamos realizando un auténtico ejercicio de Amor, pues
aceptamos las memorias dolorosas, y con esta responsabilidad damos paso a que sean
borradas sin sentimientos de culpa o rechazo. Simplemente las dejas ir, haces tu trabajo
y continúas con tu vida, esperando ser servido con lo mejor que la misma pueda
ofrecerte.
No hay sanación sin Amor, pues la enfermedad y los problemas son rechazo,
separación, y la cura es la aceptación y la unión de todas las partes implicadas.
Dudas sobre Ho'oponopono
En este apartado se detallará una serie de preguntas comunes y habituales sobre
Ho’oponopono y su práctica.
◦ ¿He de estar todo el día practicando las frases de Ho’oponopono?
Tal y como se dijo, Ho’oponopono es un trabajo basado en la constancia, por lo tanto
cuanto más tiempo lo practiques mejor. Por otro lado ten siempre presente que si
utilizas una frase durante un tiempo determinado, pero el resto del día tus pensamientos
son de tristeza, desilusión y fracaso, éstos tendrán más fuerza a la hora de atraer cosas a
tu vida. Cada vez que practicas Ho’oponopono no solo estás realizando un trabajo de
borrado de memorias, sino que además estás quitándole tiempo a esa parte interna y
automática que te hace tener pensamientos negativos. Por lo tanto sí: pasa el máximo
tiempo posible de tu día utilizando las frases de Ho’oponopono.
◦ Se me olvida practicar…
No te extrañe que esto te ocurra. Es muy posible que una vez que descubres esta
maravillosa herramienta seas al principio muy constante en su práctica. Sin embargo, la
rutina del día a día, las obligaciones y demás pueden hacer que pases por alto su
práctica. Puedes recurrir a algunos trucos para recordarte repetir las frases: en tu lugar
de trabajo o casa puedes poner una nota que ponga <<borrar>> o <<gracias>>. Tal vez
podrías llevar en tu muñeca una banda elástica que al verla te recuerde practicar las
frases. Otra buena opción sería poner alarmas en tu teléfono para que suenen en
distintos momentos del día y te recuerden la práctica de Ho’oponopono.
◦ No siento nada distinto tras practicar Ho’oponopono, todo sigue igual.
Hay cambios que necesitan su tiempo para manifestarse. Pongamos como ejemplo el
hecho de plantar una semilla: por mucho que deseemos que crezca, que dé sus frutos, no
vamos a acelerar el proceso. Lo único que vamos a conseguir es que tengamos ansiedad
y apego por el resultado. En ese caso, nuestro único trabajo es proporcionarle a la
semilla las condiciones adecuadas para que crezca y dejar a la Vida que haga su
trabajo. En lo que a Ho’oponopono se refiere hemos de aplicar el mismo principio,
trabajar el borrado de memorias y tratar de olvidarnos de ver los resultados. Éstos
llegarán cuando deban hacerlo, en su momento justo, ni antes ni después. Y recuerda
que lo harán de la forma más beneficiosa para ti, la cual no ha de ser precisamente la
que esperas. Por ello sólo has de trabajar las frases de Ho’oponopono con constancia,
diariamente, y seguir con tu vida, abierto, atento y confiado en que todo se dará de la
mejor manera posible.
◦ Tengo un deseo en concreto, con un resultado específico.
Es muy normal y común esperar resultados específicos ante nuestros deseos. Aquella
persona que por ejemplo crea un negocio, tiene el deseo de que sea próspero, que
realice grandes ventas y todo le vaya bien. Lo que hemos de tener en cuenta lo máximo
posible es que no debemos tener apego en exceso por un resultado en concreto, como si
nada más existiese en la vida. Podemos querer que algo ocurra, pero que ello no nos
quite el sueño ni la ilusión por hacer cosas distintas, por atender otras facetas e
intereses de nuestra vida. Cuando dejamos de estar pensando constantemente en lo que
queremos para liberar la mente dedicándola a otras cuestiones, permitimos que el flujo
natural de la vida se dé. Como ejemplo, voy a contar una pequeña fábula:
Un gato grande ve cómo un gatito trataba de agarrarse la cola, dando vueltas sobre sí
mismo constantemente. Entonces le pregunta:
-¿Por qué lo haces?
Y el gatito dijo:
-Porque he aprendido que lo mejor es la felicidad, y mi cola es la felicidad.
Y el gato grande le respondió:
-Yo también sé que mi cola es la felicidad, pero me he dado cuenta que cuando la
persigo se me escapa, y cuando voy haciendo lo que tengo que hacer, ella viene detrás
de mí por dondequiera que yo vaya.
Ten deseos, con resultados específicos si así lo sientes, pero trabaja el desapego y
atiende tu vida, pues ésta se encuentra llena de multitud de cuestiones que has de
atender. Y al utilizar Ho’oponopono no lo hagas para que algo en concreto ocurra
porque no te funcionará. Simplemente <<borra>> y deja que la Vida te sorprenda…
◦ Me canso de repetir siempre la misma palabra.
Recuerda que cualquier palabra o frase de Ho’oponopono es válida para realizar la
limpieza de memorias dolorosas. Puedes utilizar la que quieras en el momento que lo
desees. Usa siempre aquella con la que te sientas más agusto, aunque veas que está
indicada para un asunto en concreto. Por ejemplo: la palabra “llovizna” está enfocada a
problemas de dinero, pero ello no significa que no valga para todo lo demás. Si te
sientes bien utilizando todo el tiempo esta palabra hazlo, y sanará todo tipo de
cuestiones en tu vida, no solo lo relacionado con el dinero.
◦ Es difícil estar practicando todo el día.
Al principio puede que te cueste estar practicando constantemente, pero con el tiempo
se volverá algo habitual. Ten en cuenta que los pensamientos predominantes son los
que, por ley de atracción, manifestarán cosas en tu realidad. Por lo tanto si tienes
tiempo para pensar negativamente, también lo tienes para practicar Ho’oponopono, con
las grandes ventajas y beneficios que ello te dará. Crear nuevas costumbres siempre es
más complicado al principio, pero luego se va haciendo más fácil con el día a día. Usa
los recordatorios para realizar la repetición de las palabras y frases para que de esta
forma la rutina habitual no te haga olvidarte de practicar.
Como se suele decir: tocar el piano se aprende tocando el piano.
◦ No tengo claro que me vaya a funcionar.
Ho’oponopono funciona SIEMPRE, a todo el mundo. No necesitas tener cualidades
especiales, no tienes que ser alguien con una elevación espiritual o algo similar. Todos
estos conceptos son mentales, y Ho’oponopono va más allá de todo eso. Finalmente, el
hecho de que te funcione o no dependerá únicamente del uso que le des, por lo tanto
está en tu mano manifestar los resultados o no hacerlo.
◦¿Por qué estas palabras?Como ya se comentó al principio, Ho’oponopono es una técnica de una gran antigüedad,
que lleva funcionando cientos de años. No está claro cuál es el origen exacto de las
palabras, pero lo que sí que se sabe es que fueron <<canalizadas>> (recibidas en un
estado parecido a un trance, en un proceso alterado de conciencia que hace que ésta se
encuentre a un nivel más elevado), y que su uso constante ha realizado auténticos
milagros en miles de personas y situaciones de todo tipo. Esto es lo que de verdad
debería importarnos.
◦¿Puedo utilizar las palabras de Ho’oponopono y, a la vez, las otras herramientas?
Por supuesto que puedes hacerlo. Nada es excluyente, todo es complementario. En tu
día a día puedes practicar las frases, beber agua solar y tener en tu espacio vasos de
agua con papelitos debajo. O utilizar sólo una de las herramientas. Es tu decisión qué
utilizar y qué no. Pero a este respecto te diré que cuantas más herramientas uses mejor,
aunque si eliges practicar sólo una, como las frases y palabras, te funcionará igual de
bien. La diferencia entre utilizar una o varias herramientas será que aplicarás más
fuerza y trabajo.
◦ Tras utilizar las frases me siento mal o han empeorado algunas cosas en mi vida.
Cuando utilizas Ho’oponopono estás sanando a nivel inconsciente, y ello en muchas
ocasiones tiene el resultado de reflejarse a nivel emocional. También es posible que
algunas dolencias físicas (actuales o pasadas) tomen protagonismo. Esto es algo así
como una crisis de sanación, como cuando el cuerpo tiene fiebre, lo cual es resultado
de que está luchando y peleando para derrotar a un agente invasor, lo cual es buena
señal (aunque nos sintamos mal por ello).
En lo que se refiere a las circunstancias externas de nuestra vida, éstas también pueden
verse afectadas. Si por ejemplo estamos inmersos en un trabajo del cual no podemos
salir por nuestro propio miedo, o una relación de pareja a la cual estamos, insanamente,
enganchados, tal vez la práctica de Ho’oponopono en sus resultados no se traduzca a
que seamos nosotros mismos quienes tomemos la decisión de abandonar algo que no
nos conviene, sino que sea ese <<algo>> el que se aleje de nosotros porque, debido a
la limpieza que estamos realizando, es un asunto que ya no aplica en nuestra vida, ya no
se comparten memorias dolorosas. Recordemos siempre que nosotros creamos y
atraemos todo lo que hay en nuestra realidad, y todo ello es debido a las memorias que
tenemos en nuestro interior. Si mediante Ho’oponopono sanamos las memorias que
manifestaban una relación emocional destructiva, dicha relación desaparecerá de
nuestra vida. Quizás nuestro apego y patrones mentales puedan en un principio ver ese
hecho manifiesto como algo malo (la pareja nos dejó), cuando la realidad es que ha
ocurrido algo muy positivo. Aunque lo ideal es que fuésemos nosotros los que
tomásemos ciertas decisiones, pero no siempre ocurre así.
◦ Cuando bebo el agua solar o utilizo los vasos de agua, ¿he de hacer algo más en
concreto con esas herramientas?
No hay que hacer nada, no hay que enfocarse, visualizar o recitar nada. Si decides
beber el agua solar, sólo has de beberla. Si usas los vasos de agua en tu casa o trabajo,
simplemente déjalos estar y renueva el agua mínimo dos veces al día. No tienes que
hacer nada más.
◦¿Cuánto tiempo tardaré en ver los resultados?
El concepto <<tiempo>> es muy relativo, y éste depende de muchas circunstancias,
variando tanto en las personas como las situaciones. Hay quienes ven resultados a los
días, otros a las semanas y algunos a los meses. Sea como fuere, nuestra verdadera
ocupación es realizar el trabajo, la tarea de limpieza, y desapegarnos del deseo de ver
resultados, pues éstos llegarán cuando deban hacerlo. Y no olvidemos que tal vez
estemos teniendo expectativas en que los resultados se apliquen sobre algo en concreto,
cuando quizá éstos aparezcan en otras facetas que al ser cambiadas, y bajo un efecto
tipo dominó, alterarán el resto. Por lo tanto, hemos de estar centrados en la parte que
nos toca -la limpieza o borrado- y confiar en que todo se dará de la mejor manera
posible para nosotros.
◦ Si lo que hay en mi realidad es mi responsabilidad, también lo será que las
personas estén enfermas o tengan problemas. ¿Puedo usar Ho’oponopono para
ayudar a los demás?
Las personas que se encuentran en tu vida no están por casualidad. Con todas ellas
compartes memorias; y aunque nos cueste aceptarlo, las personas que están enfermas en
tu realidad también comparten memorias contigo que les hace estar en una condición de
enfermedad. Esto se traduce en que tanto tú como ellos tenéis, en común, memorias que
causan las enfermedades o problemas de cualquier tipo.
Pretender usar Ho’oponopono con la única intención de sanar o ayudar a otros es una
equivocación, pues aunque compartáis memorias que causen, por ejemplo, una
enfermedad, cada uno tiene un camino interior y personal que ha de recorrer. Es muy
posible que cuando tú sanas memorias esto se vea reflejado en que las condiciones de
las personas de tu vida cambien. Pero ello no significa que si utilizas Ho’oponopono
con la intención de sanar las memorias dolorosas que compartes con alguien que está
enfermo, el resultado sea su sanación. Habrá ocasiones en las cuales al usar
Ho’oponopono podrás ver sanaciones en los demás, pero este hecho no significa que
siempre deba de ser así. Recordemos que en la historia personal del Dr. Len él lo que
hacía era sanar aquella parte en su interior que causaba las enfermedades en los otros,
pero no lo hacía con el fin de sanarlos, sino que se sanaba así mismo.
El mejor trabajo que puedes hacer es el de borrado de tus memorias, sin poner
intención en ello. Si cuando lo haces observas que personas de tu alrededor se
benefician de alguna manera, querrá decir que así ha sido dispuesto por la Divinidad.
Pero si ello no ocurre no significa que no esté funcionando, pues tal vez la enfermedad
o situación problemática que la otra persona esté experimentado sea algo totalmente
necesario para su propio aprendizaje. Por lo tanto se puede ver que aunque tus
memorias faciliten que en tu vida existan personas con enfermedades o problemas, la
responsabilidad que tienes siempre llega hasta un límite. Por ejemplo: tienes una mala
relación con tu jefe y estás utilizando Ho’oponopono. El resultado, en lo que a esa
relación se refiere, podría ser que tu jefe cambiara su humor y fuera más amigable
contigo o que te despida, lo cual podría facilitar la llegada de una oportunidad laboral
mejor. Está en manos de la Divinidad el resultado del proceso, y si tras limpiar las
memorias dolorosas que compartes con esa persona vuestros caminos han de seguir
unidos, la vida adecuará la situación para que sea de la mejor manera posible. En caso
contrario, os separará pues ya nada os une y cada uno seguirá su propia evolución por
separado.
◦¿Puedo enviar Ho’oponopono a otra persona?
Ho’oponopono no es una energía que se envíe a otros, como por ejemplo podría ser en
el caso de Reiki u otras técnicas energéticas. Ho’oponopono para lo que sirve
únicamente es para sanar memorias dolorosas en nuestro interior. Su cometido es la
auto-responsabilidad de que hay asuntos dentro de nosotros que manifiestan en nuestra
realidad situaciones de todo tipo, ya sea una enfermedad física, problemas económicos
o encuentros con personas con un perfil determinado que nos causan que tengamos
relaciones conflictivas.
He visto que en ocasiones algunas personas, al tener un conflicto con otra, utilizan
Ho’oponopono para sanar a aquella persona con quien tuvieron el problema; y lo hacen
desde una posición en la que ellos se ven como <<justos>> y los otros como
<<pecadores>>. Sin embargo este no es el fin de Ho’oponopono ni nos hace
responsables de nosotros mismos. Si por ejemplo nos quejamos de ciertas actitudes de
nuestra pareja, la sanación tal vez no sea que el otro cambie, sino que podría ser
perfectamente que nuestra interpretación de sus acciones sea diferente, lo cual podría
solucionar

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