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U s o i n te rn o 6 Med Clin (Barc). 2008;131(Supl 5):6-11 FUNDAMENTO Y OBJETIVOS: Dado el cada vez más destacado interés de los estudios de percepción pública de la ciencia, en concreto de la biome- dicina, en elaborar marcos de referencia comunes a las políticas euro- peas y nacionales, este artículo pretende aportar una panorámica de los últimos estudios de percepción de la biomedicina en España. En concreto, revisamos las últimas encuestas realizadas a nivel nacional y europeo y qué niveles de convergencia o divergencias presentan. MATERIAL Y MÉTODO: Exploramos comparativamente la Tercera Encuesta Nacional sobre Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología realiza- da por la FECYT, atendiendo especialmente aquellas secciones donde se plantean cuestiones biomédicas, con el Eurobarómetro de Investi- gación médica y salud publicado por la Comisión Europea. RESULTADOS: Los tres ejes en torno a los cuales se ha podido realizar el análisis comparativo en ambas encuestas son: nivel de interés, nivel de información y actitudes en torno a políticas de ciencia, tecnología y biomedicina. La divergencia en algunos resultados, como el grado de interés de la ciudadanía por estos temas, depende en parte de las di- ferentes metodologías empleadas en el diseño de las encuestas. CONCLUSIONES: Por ello, se demanda tanto la realización de más estu- dios a nivel nacional específicos o sectoriales de biomedicina, como la utilización de indicadores estandarizados a nivel europeo. También, se hace necesaria la realización de análisis cualitativos que permitan reforzar las relaciones ciencia, tecnología y sociedad. Palabras clave: Percepción social de ciencia y tecnología. Política científica. Cultura científica. Biomedicina. Social Perception of Biomedicine in Spain BACKGROUND AND OBJETIVES: There is increasing concern that studies of public understanding of science, especially biomedicine, should be expected to bring shared frameworks to European and national poli- cies. The present article aims to provide a critical overview of the most recent studies of public understanding of biomedicine in Spain. Speci- fically, this essay reviews the similarities and differences in the latest European and Spanish surveys. MATERIAL AND METHOD: Throughout this article we compare the Third Na- tional Survey of Social Perception of Science and Technology produ- ced by the Spanish National Science and Technology Foundation, fo- cusing on issues related to biomedicine, and the Medical and Health Research. A special Eurobarometer Public Survey published by the European Commission. RESULTS: The two surveys were compared attending to the three main common items of science, technology and biomedicine: the level of in- terest, the level of information and political attitudes. Some discre- pancies in the results of the two studies, such as public interest in these subjects, may partly be due to the different methodologies used in the survey designs. CONCLUSIONS: Further national studies exploring public understanding of science, technology and biomedicine at the national level, as well as the use of European standards, would be of great help in other cross–national studies and policies. Improving qualitative studies would also be useful to strengthen relations among science, techno- logy and society. Key words: Social Perception of Science and Technology. Scientific Policies. Scientific Literacy. Biomedicine. Introducción Durante mucho tiempo se ha considerado que la ciencia y la tecnología eran espacios inmunes al influjo de aspectos so- ciales, económicos, políticos, etc. La ciencia se ocupa de cuestiones de hecho, no admite juicios de valor y produce conocimiento universal que sólo el científico, el experto, po- see. Esta concepción clásica de la ciencia y la tecnología, cuyo máximo exponente político se nos revela en Science. The Endless Frontier (1945) de V. Bush1, mantiene su neu- tralidad, su uso indistinto positivo o negativo, y apela a la responsabilidad de inventores y usuarios, a la vez que consi- dera que son los expertos, los especialistas en ciencia y tec- nología, quienes deben gestionar los cambios (aunque ante esta postura «optimista», mayoritaria, hay otra pesimista que sostiene que la tecnología es autónoma, posee lógica propia y se rige por unas reglas ajenas a nosotros, es más fuerte, esclaviza y toma vida propia). Pero el optimismo reinante tras la segunda guerra mundial en el mundo occidental, que legitimó una política de «che- que en blanco» para los científicos, experimentó en los años sesenta y setenta una serie de cambios. Se produjeron diver- sos acontecimientos que propiciaron una forma diferente de considerar y reflexionar sobre la ciencia y las relaciones en- tre ésta y la sociedad. Uno de los primeros fue, sin duda, el bombardeo nuclear de las ciudades de Hiroshima y Nagasa- ki, seguido del inicio de la carrera espacial y diversos acci- dentes medioambientales, como accidentes nucleares civi- les, vertidos de residuos contaminantes o envenenamientos por fármacos. Los movimientos pacifistas, medioambientalis- tas y feministas alzaron sus voces, de las cuales una de las más prominentes es la de Rachel Carlson2 en su Silent Spring (1963). Así pues, esos fallos tecnológicos y usos in- debidos del conocimiento científico llamaron la atención de la sociedad sobre las actividades científicas y tecnológicas. La oposición pública aparecía como un importante obstáculo para la innovación, y el interés por medir la percepción pú- blica se incrementó. En los últimos años se han producido enormes avances en diversas disciplinas, como la genética, la biotecnología o las tecnologías de la información. Aunque hay un acuerdo casi unánime en que la generación y la aplicación de conoci- miento científico y tecnológico desempeña un papel funda- mental en la mejora de la calidad de vida de la sociedad y en la modernización productiva y ayuda a que los países se inserten en el escenario mundial. Esos avances han produci- do debates sobre su utilización actual o futura, sus implica- ciones sociales y éticas, etc., y también han variado muchas cosas en nuestro entorno. Por ejemplo, las tecnologías de la información y de la comunicación han cambiado nuestra for- ma de trabajar y de comunicarnos, así como nuestras rela- ciones personales y sociales. La información llega a cual- quier parte del mundo de manera instantánea conectando personas y lugares que se encuentran a miles de kilómetros. El conocimiento científico universal y su gran desarrollo re- ciente han hecho posible una universalización tecnoeconó- mica, pero también la profundización de las desigualdades sociales, a la vez que ha incrementado la apropiación de ese Percepción social de la biomedicina en España Eulalia Pérez Sedeño y María José Miranda Suárez Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad. Centro de Ciencias Humanas y Sociales. CSIC. Madrid. España. Correspondencia: Dra. E. Pérez Sedeño. Albasanz, 26-28. 28037 Madrid. España. Correo electrónico: eulalia.psedeno@cchs.csic.es; mariaj.miranda@cchs.csic.es U s o i n te rn o PÉREZ SEDEÑO E ET AL. PERCEPCIÓN SOCIAL DE LA BIOMEDICINA EN ESPAÑA. Med Clin (Barc). 2008;131(Supl 5):6-11 7 conocimiento de forma asimétrica. Al mismo tiempo, nues- tras sociedades han experimentado un gran desarrollo políti- co que ha abierto todos los ámbitos de la política pública al escrutinio social y la participación ciudadana; pero la ciencia y la tecnología siguen siendo percibidas como algo ajeno y distante por algunos ciudadanos, aunque la intensa activi- dad en el ámbito de la difusión y divulgación científica de la última década puede cambiar esa percepción. Por eso es necesario abrir las políticas públicas sobre ciencia y tecnolo- gía a las sensibilidades y las opiniones de los ciudadanos afectados e interesados, de forma que se facilite la factibili- dad práctica de la innovación y se profundice en la demo- cratización de los sistemas. Y además, hay que orientar los sistemas de ciencia y tecnologíahacia las necesidades de las poblaciones, de forma que se propicie un desarrollo so- cial integral de los países en el que también sea atendida la demanda social sin valor de mercado. Esas experiencias de- ben ser compartidas en y con la sociedad mostrando la im- portancia que poseen para su bienestar. La toma de decisio- nes debe ser cada vez más solidaria, debido a que estamos en una sociedad cada vez más globalizada y los menos favo- recidos apenas entienden la ciencia y la tecnología, aunque los medios les «informan», los «movilizan» e incluso los «di- rigen». El desafío es claro: sensibilizar, orientar y abrir social- mente la ciencia y la tecnología. Un reto que afecta especial- mente a los países en desarrollo y, en ese sentido, España parece ajustarse al patrón de «país en desarrollo». Estudios de percepción pública de la ciencia, la tecnología y la biomedicina Los estudios de percepción pública de la ciencia y la tecno- logía se originan en el mundo anglosajón, con los movimien- tos de scientific literacy (alfabetización científica) y public understanding of science (comprensión pública de la cien- cia). El primero es un movimiento de origen norteamericano que pretende medir el grado de alfabetización científica de la sociedad diseñando encuestas con preguntas científicas básicas sobre hechos bien establecidos. Es decir, se plante- an preguntas sobre contenidos, sin tener en cuenta la com- plejidad de la actividad científica. Pero la ciencia no es sólo conocimiento, en el sentido de «información», sobre hechos o datos; los procedimientos, los procesos, la naturaleza del conocimiento en función de los temas y de las técnicas apli- cadas son sumamente importantes, así como los valores so- ciales que en ella se expresan. El segundo de los movimientos señalados, fundamentalmen- te de origen británico, pretende valorar la capacidad de la sociedad para entender la ciencia, sus aplicaciones y sus re- laciones con la sociedad, por lo que sus preguntas no plan- tean cuestiones de contenido científico, sino que son de tipo social, político o económico. Así pues, se pone en cuestión el componente semántico más tradicional de la noción de cultura científica que se reduce al plano del conocimiento científico. En efecto, nos parece más adecuado, dado que la noción de cultura científica incorpora ya destrezas y habili- dades comunicativas, lo que conlleva perfilar un tipo de cul- tura relativa también a las formas organizacionales de la pro- ducción científica y, sobre todo, sus interacciones, que entran también a formar parte de los procesos de percep- ción pública de la ciencia. Los trabajos de percepción pública de la ciencia han ido to- mando forma gracias al desarrollo combinado y paralelo del trabajo de los grupos de investigación de John D. Miller en Estados Unidos y John Durant en Reino Unido en torno a encuestas norteamericanas y europeas. Su énfasis en espe- cificar dimensiones de análisis concretas en cuestionarios comparables favoreció que estas investigaciones se exten- diesen a Europa y otros países, de modo que en los noventa ya comenzaban a tener un nivel significativo de fundamenta- ción empírica. Desde hace varias décadas se vienen realizando encuestas periódicas sobre interés, percepción y opiniones públicas acerca de la ciencia y la tecnología en general o aspectos particulares de ellas. En el ámbito estadounidense, The Na- tional Science Board de la National Science Foundation (NSF) elabora bianualmente el informe Science and Engine- ering Indicators. Con él no sólo se continúa elaborando en- cuestas sobre actitudes públicas hacia la ciencia y la tecno- logía, realizadas desde los años setenta, sino que también se plantean estrategias y recomendaciones de promoción que incorporar a las políticas nacionales. En la experiencia euro- pea, destaca el papel de la Comisión Europea en la puesta en marcha de marcos de acción a través de programas como el Forecasting and Assesment of Science and Techno- logy (Programa FAST). Con él se pretendía pronosticar y analizar las consecuencias de la incorporación de nuevas tecnologías a los Programas Marco de I+D. De ahí la emer- gencia de líneas de análisis específicas, como robótica o bio- tecnología, en los Eurobarómetros que han medido en los últimos tiempos cuestiones de percepción de la ciencia en el ámbito europeo. La elección específica de la percepción pú- blica de la ciencia como objeto de estudio de opinión y acti- tudes mediante el Eurobarómetro de 1992 a 2003 se debe, fundamentalmente, a tres razones. En primer lugar, las deci- siones en las que influye la ciencia cada vez forman parte más directa de nuestros actos cotidianos, aunque sea de for- ma inconsciente. Además, para que una sociedad avanzada pueda desarrollarse y participar eficazmente en las decisio- nes que le afectan, es imprescindible que posea una mínima cultura científica que se extienda horizontalmente por toda ella. Finalmente, en la actual sociedad del conocimiento, la formación científica de los ciudadanos es cada vez más una exigencia de la democracia. En la primera encuesta general que se realizó en Europa (Eu- robarómetro 35.1, 1991) ya se comenzó a investigar la actitud de la población europea en torno a la biotecnología, aunque también en torno a la ciencia y la tecnología en general. Des- de entonces, han sido incorporadas en todas las encuestas sucesivas (Eurobarómetro 39.1, 46.1, 52.1, 58) sin grandes cambios significativos en los cuestionarios, a excepción del Eurobarómetro 46.1, de 1996. A raíz de la quinta encuesta, se publicó el informe Europeans and Biotechnology in 2002, bajo la dirección de G. Gaskell. En él, pese a que se comprueba en general una actitud de desconfianza respecto a las biotecnolo- gías, se muestra un mayor apoyo a la biomedicina por sus po- sibles beneficios para la salud. En este sentido, y siguiendo las propuestas del programa FAST, hay que distinguir entre la biotecnología, basada en el uso potencial de la modificación genética de los organismos, desde las bacterias a los anima- les; y el área de biomedicina y salud, que abarca investiga- ción, tratamiento y prevención de enfermedades, hábitos de vida saludables, etc. Como veremos, esta área es la de prime- ra preferencia para los ciudadanos en la tercera encuesta. Pero el programa FAST ya previó un cambio con respecto al optimismo de gobierno e industria, pues habían comenzado a levantarse críticas sobre la biotecnología: era urgente prestar atención a temas tales como la percepción y la aceptación pú- blicas de los usos de la biotecnología debido a la desconfianza respecto a la ética de las grandes empresas, los valores de los científicos —que habían dejado a un lado el desinterés merto- niano y el altruismo— y la excesiva relación entre las empre- sas y las agencias u organismos gubernamentales. Por lo que se refiere a España, el Centro de Investigaciones Sociológicas U s o i n te rn o (CIS) y otros organismos, como la Fundación BBVA, han pro- movido, desde los noventa, algunos estudios y encuestas so- bre percepción de tecnologías específicas, como el caso de las biotecnologías, algunos de los cuales se caracterizan por contrastar ciertos resultados sorprendentes o controvertidos de los Eurobarómetros. En el ámbito iberoamericano, pese a que hace más de vein- te años que se realizan estudios de percepción, hasta hace poco no se ha empezado a hacer encuestas normalizadas con cierta periodicidad. En ese sentido, la Organización de Estados Iberoamericanos y la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología han promovido este tipo de estudios comparati- vos, que han conseguido progresivamente respaldo institu- cional, como el de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) o el Centro REDES de Argentina, en- tre otros. Estas tres instituciones tienen en la actualidad un objetivo prioritario, lograr un estándar iberoamericano de in- dicadores de percepción social y cultura científica, que está en fase de elaboración. En España, la FECYT realiza, desde el año2002 y con una periodicidad bianual, encuestas nacionales sobre percep- ción pública de la ciencia y la tecnología que, al igual que los Eurobarómetros, consideran de manera separada los te- mas de biotecnología y biomedicina y salud. Dichas encues- tas miden habitualmente tres planos distintos de la relación de la sociedad con la ciencia: grado de interés e información en cuestiones de ciencia y tecnología, nivel de conocimien- tos científicos y actitudes hacia la ciencia y la tecnología. A continuación presentamos los principales resultados de la Tercera Encuesta Nacional sobre Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, realizada por FECYT3 en 2006, en colaboración, en este caso, con el CIS. En su análisis, la pondremos en relación con el Eurobarómetro Medical and Health Research. A special Eurobarometer public survey4 publicado por la Comisión Europea en 2007. El principal objetivo de la encuesta, en línea con las prece- dentes, es analizar la forma en que la sociedad española per- cibe la ciencia y la tecnología, así como la evolución de esta percepción en el tiempo. Para hacer posible esta compara- ción longitudinal, la encuesta mantiene buena parte de los in- dicadores anteriores. Por otra parte, se han renovado algunos indicadores, lo que se traduce en la incorporación de un nue- vo bloque que analiza la ciencia y la tecnología como política pública. Esta tercera encuesta presenta, además, la particu- laridad de permitir el análisis estadísticamente significativo de los resultados desagregados por comunidades autónomas. Esto ha sido posible gracias al aumento de la muestra, dado que se han realizado cerca de 7.000 entrevistas en todo el te- rritorio nacional, mientras que en 2004 la muestra fue de 2.501 entrevistados y en 2002, de 3.088. El trabajo de campo se realizó durante septiembre y octubre de 2006 a población española de más de 15 años. Las en- trevistas se realizaron presencialmente en el domicilio de los encuestados. La distribución muestral es polietápica, estrati- ficada por conglomerados, con selección de las unidades primarias de muestreo (municipios) y de las unidades se- cundarias (secciones) de forma aleatoria proporcional. La selección de las personas se realizó mediante rutas aleato- rias, con cuotas de sexo y edad. El error muestral para datos totales es de ±1,2. La presentación de los resultados se articula en tres blo- ques principales. En el primero, se analiza el nivel de inte- rés e información por temas científicos y tecnológicos, lo cual incluye: a) el análisis de las preferencias informativas (por temas y por medio de comunicación utilizado); b) la evaluación de la satisfacción de los ciudadanos con el gra- do de información recibida y su confianza en los medios de comunicación, y c) el estudio de la percepción de los ciuda- danos respecto a la formación científico-técnica recibida. El segundo apartado se centra en la imagen social de la cien- cia y la tecnología. La primera parte, dedicada a la visión de la ciencia, analiza la valoración de los ciudadanos respecto a los aspectos negativos y positivos del conocimiento cientí- fico, así como de las ventajas y dificultades del progreso científico y técnico. Se trata, igualmente, de comprobar si existe una percepción diferenciada de ciencia y tecnología o si éstas presentan perfiles similares para la ciudadanía. En la segunda parte del bloque se aborda la imagen de la cien- cia como profesión y la valoración que se tiene de los inves- tigadores, incluidos los que se marchan al extranjero para proseguir con sus carreras. Por último, el tercer apartado corresponde al conjunto de indicadores que permitan con- siderar la ciencia y la tecnología desde la perspectiva de las políticas públicas. En él se trata la percepción de los ciuda- danos sobre los recursos que las distintas entidades dedi- can a la investigación, considerados también de manera comparativa entre comunidades autónomas y respecto de la Unión Europea. En segundo lugar, se detallan los ámbitos a los que la población considera que se debe dedicar una atención preferencial. Finalmente, cerrando el informe, se analiza la confianza que los ciudadanos depositan en una serie de instituciones, con especial atención a las relaciona- das con la ciencia y la tecnología. El Eurobarómetro, por su parte, se realizó en un contexto en el que la investigación biomédica es una de las prioridades de la investigación europea, tal y como se puede comprobar en la elaboración del programa marco para el período 2007-2013 aprobado por la Comisión Europea el 6 de abril de 2006. El incremento en la inversión de esta área se con- cibe siempre unido a la capacidad de transformar exitosa- mente los resultados de las investigaciones en nuevos pro- ductos, servicios y procesos, favoreciendo para ello la colaboración entre países. El trabajo de campo de este Eu- robarómetro se llevó a cabo entre el 7 de junio y el 12 de julio de 2006. La muestra la constituyeron 24.796 personas de los 25 estados que componen la Unión Europea, así como de los países que estaban ingresando en ese momen- to (Bulgaria y Rumanía). Interés por temas científico-tecnológicos y biomédicos Los principales objetivos del Eurobarómetro han sido medir las actitudes de la ciudadanía europea en torno a los proyectos colaborativos de investigación en biomedicina, así como su cofinanciación europea, a la vez que conectarlo con su grado de interés por la ciencia y la tecnología en general y la biome- dicina en particular. Para ello se les preguntó el grado de inte- rés en torno a ciertos tópicos en una escala tipo Likert con un número par de opciones de respuesta. Los temas de interés eran: naturaleza y medio ambiente (84%), investigación médica y de salud (71%), noticias europeas e internacionales (70%), temas económicos y sociales (68%), deportes y actividades al aire libre (66%), ciencia y tecnología (60%), arte y literatura (52%), y famosos y entretenimiento (42%). El análisis de estos resultados por países muestra que el 62% de la población española está interesada en investiga- ción en medicina y salud y un 50%, en ciencia y tecnología. Pese a que baja aproximadamente 10 puntos respecto a la media europea, son cifras mucho más elevadas que las que muestra la tercera encuesta nacional de percepción de cien- cia y tecnología de la FECYT, en la que los temas científicos y tecnológicos ocupan una posición discreta en la escala de interés informativo de la población española (fig. 1). El 10% de los encuestados los citan entre sus temas de interés in- PÉREZ SEDEÑO E ET AL. PERCEPCIÓN SOCIAL DE LA BIOMEDICINA EN ESPAÑA. 8 Med Clin (Barc). 2008;131(Supl 5):6-11 U s o i n te rn o formativo. Es un porcentaje similar al que suscitan temas dispares, como el terrorismo o los viajes, pero que queda muy por debajo de los temas que encabezan la tabla, como son los deportivos (30%), los de medicina y salud (26%) y el cine y los espectáculos (20%). El desequilibrio de datos entre la encuesta europea y la es- pañola se puede explicar en parte si comparamos las opcio- nes de respuesta en ambas. En el Eurobarómetro se obliga al encuestado a posicionarse en cada ítem, mientras que en la española se ha de elegir tres tópicos de una variedad mu- cho más amplia que la europea. Por otro lado, el análisis sociodemográfico del Eurobaróme- tro plantea que el perfil de los nuevos Estados miembro y en proceso de ingreso es diferente de los antiguos Estados miembro, que muestran un interés mucho más alto, ya que la población estudiada en los primeros es mucho más joven, con menos estudios y menos experiencia personal con en- fermedades. La población europea está en general más inte- resada en el conocimiento de los resultados de las investiga- ciones (78%) que en sus objetivos (65%) y su metodología (57%). Dicha visión instrumental de la biomedicina se perci- be también en la encuesta española, donde expresan un elevado índice de acuerdo (del 1 al 5) en que la investiga- ción científica y tecnológica ayudará a curar enfermedadescomo el sida, el cáncer, etc. (4,27 puntos). Lo que no exime que valoren que las aplicaciones de la ciencia y la tecnología hayan generado importantes riesgos para la salud (3,18 puntos). En general, el 94% de la población encuestada está de acuerdo en que el desarrollo económico y la posibilidad de hacer frente a enfermedades y epidemias son las venta- jas fundamentales del progreso científico y técnico. De ahí que los médicos sean la profesión más valorada (con un 4,29 sobre 5). Información de ciencia y tecnología, biomedicina Respecto el tipo de fuentes de información que se manejan, varía también en función del interés que muestran los euro- peos en temas de ciencia y tecnología, y de investigación médica y de salud en el Eurobarómetro. Como era de espe- rar, una amplia mayoría de la ciudadanía europea encuesta- da señala que la televisión es la principal fuente de informa- ción; en concreto, el 70% de la muestra que afirma estar interesada en la investigación biomédica. Un 39% afirma consultar periódicos y, más aún, un 24% afirma que perso- nal médico e investigador es fuente de información también. En la encuesta nacional de percepción también aparece la televisión como el principal medio de comunicación utilizado para abordar temas de ciencia y tecnología, aunque Internet también comienza a ser un recurso cada vez más utilizado. De todos modos, en general se refleja una visión crítica res- pecto a la cantidad de información que se obtiene de los medios de comunicación en general, ya que se considera que es insuficiente, tanto en televisión (45%) como en pren- sa diaria (47%) y radio (48%) (fig. 2). En cuanto a la confianza depositada en la calidad de infor- mación que se recibe de estas fuentes, el Eurobarómetro muestra que en general la mayoría confía en el personal mé- dico e investigador (53%), aunque no esté directamente re- lacionado con la investigación de la cual se está informando. También se muestra un alto grado de confianza (47%) en el personal universitario o de centro de investigación. En todo Deportes Medicina y salud Alimentación y consumo Arte y cultura Sucesos Educación Política Medio ambiente y ecología Trabajo y empleo Viajes/turismo Ciencia y tecnología Economía y empresas Temas de famosos Inmigración Astrología/ocultismo Otros No sabe 30 23 20 19 17 16 15 14 13 12 11 10 10 8 5 2 2 3 7 0 10 20 30 Fig. 1. Temas informativos por los que se tiene interés (máximo 3 respuestas). Fuente: FECYT; 2006. Ninguno Televisión Internet Revistas de divulgación científica o técnica Prensa diaria Radio Prensa gratuita Revistas información general NS/NC 46 25 25 22 17 4 4 9 6 Fig. 2. Medios de información que le inspiran más confianza a la hora de mantenerse informado sobre ciencia y tecnología (máximo 2). Fuente: FECYT; 2006. PÉREZ SEDEÑO E ET AL. PERCEPCIÓN SOCIAL DE LA BIOMEDICINA EN ESPAÑA. Med Clin (Barc). 2008;131(Supl 5):6-11 9 U s o i n te rn o PÉREZ SEDEÑO E ET AL. PERCEPCIÓN SOCIAL DE LA BIOMEDICINA EN ESPAÑA. 10 Med Clin (Barc). 2008;131(Supl 5):6-11 caso, ambos están seguidos de periodistas especializados (31%) e instituciones internacionales (25%). Sin embargo, a la hora de desglosar estos resultados por países, España es uno de los países que menos confianza muestra con el per- sonal médico o investigador (27%). Políticas de biomedicina El Eurobarómetro también muestra una correlación entre la valoración positiva de los proyectos de investigación en me- dicina y salud colaborativos y su relación con la financiación europea. Obviamente se enfatiza más en los estados que lle- van más tiempo en la Unión Europea y han recibido este tipo de financiación. Sin embargo, España muestra uno de los niveles más bajos (33%) en la valoración de la financia- ción europea para estos proyectos, junto a Lituania (30%), Irlanda (25%) y Reino Unido (22%), nivel que viene a coin- cidir con el escaso conocimiento que muestra la población encuestada en torno a la existencia de proyectos de investi- gación en salud y medicina donde colaboran varios grupos de investigación europeos (el 31% en España y Lituania; el 30% en Reino Unido, y el 28% en Irlanda). En la encuesta de FECYT, la percepción que se muestra de la investigación científica y tecnológica española en Europa es que está retrasada respecto a la media europea (53%) y el papel que otorga a la Unión Europea en el respaldo de la investigación científico-tecnológica es similar a la del Euro- barómetro. Aunque se mantenga en ese sentido por debajo de la media europea, en el contexto de la encuesta nacional es una proporción importante, pues muestra un 20,4% de respaldo a la Unión Europea y un 27,8% al gobierno central, frente a otros tipos, como los gobiernos autonómicos (7,7%) y las empresas (2,8%). Aunque se demandan más recursos para la investigación científica-tecnológica (20%), no se en- cuentra entre las partidas más solicitadas, como es el caso de la seguridad ciudadana (50%), el medio ambiente (40%) y las obras públicas (33%) (fig. 3). De nuevo se constata esa imagen tradicional y utilitarista de la ciencia y la tecnología en general, y de la biomedicina en particular, al observar en la encuesta nacional las preferen- cias en cuanto a los temas fundamentales en torno a los cuales se ha de orientar el trabajo de los investigadores es- pañoles. Entre todos los ámbitos, destaca claramente el de la medicina y la salud, con un 80% de las respuestas. Me- dioambiente y energía son otros dos campos considerados preferentes por un buen número de ciudadanos. Sin embar- go, no se entiende como prioritaria la investigación aerospa- cial (apenas un 1% de las respuestas) ni en transportes (4%). Tampoco se otorga mucha importancia (6%) a la in- vestigación en seguridad y defensa, a pesar de que éste era un ámbito para el que se pedía de manera mayoritaria el au- mento del gasto. Tal inversión, pues, parece que se vincula no tanto al I+D como al incremento de otras partidas del presupuesto (fig. 4). No obstante, esta primera elección de ámbitos de investiga- ción preferenciales nos deja unas categorías muy amplias, en las que tienen cabida numerosos temas. La encuesta in- daga también con más detalle en los principales objetivos a España está más adelantada España está al mismo nivel España está más retrasada NS/NC 7 100 80 60 40 20 0 6 10 36 27 28 47 55 53 10 11 10 2002 2004 2006 Fig. 3. Posición de España respecto de la media de la Unión Europea en lo que concierne a la investigación científica y tecnológica. Fuente: FECYT; 2006. NS/NC Cáncer SIDA Enfermedades degenerativas Enfermedades cardiovasculares Células madre/ ingeniería Salud mental Vacunas Diabetes 74 31 29 16 14 10 7 6 1 Fig. 5. Ámbitos en los que querría que se orientara principalmente el esfuerzo investigador en salud. Fuente: FECYT; 2006. Transportes Medicina y salud Medio ambiente Fuentes nergéticas Alimentación Ciencias humanas y sociales Tecnologías de la información y las comunicaciones Agricultura Seguridad y defensa Tecnología aeroespacial NS/NC 80 27 20 13 11 7 6 6 4 1 3 Fig. 4. Ámbitos en los que se considera que debería ser prioritario el esfuerzo de investigación aplicada cara al futuro. Fuente: FECYT; 2006. U s o i n te rn o PÉREZ SEDEÑO E ET AL. PERCEPCIÓN SOCIAL DE LA BIOMEDICINA EN ESPAÑA. Med Clin (Barc). 2008;131(Supl 5):6-11 11 los que la población española considera que se deben dirigir los esfuerzos de la ciencia. En el área de medicina y salud, que era la primera en la lista de preferencias de los ciudadanos, destaca la petición de investigar la cura del cáncer (citada en tres de cada cuatro respuestas). A continuación se señala como prioridad el avance en la investigación de otras enfermedades, como el sida y las enfermedades degenerativas (ambas en torno al 30% de las respuestas). La ingeniería genética y la utiliza- ción de células troncales son consideradas como tema de investigación prioritario con menos fuerza que los anteriores(el 16% de las respuestas), pero en cualquier caso superan en la escala de preferencias a objetos de estudio como las vacunas o la diabetes (fig. 5). Pero hay otros ámbitos, por ejemplo en alimentación, donde surgen temas relacionados con la biomedicina y la biotecno- logía, en los que la ciudadanía muestra interés porque se desarrolle la investigación (fig. 6). Así vemos que destacan la dieta y salud, junto a la nutrición (íntimamente relacionados) o los alimentos biológicos, mien- tras sólo un 8% de los entrevistados indicó los alimentos transgénicos como un tema de investigación prioritario. Breves consideraciones finales Hasta aquí hemos presentado, de manera general, un breve análisis de la percepción que la sociedad española posee sobre la ciencia y la tecnología y, en especial, sobre la bio- tecnología, bien entendido que la III Encuesta Nacional de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología no va enca- minada específicamente al área biotecnológica. Este tipo de encuestas tradicionales proporciona información muy valiosa acerca de las tendencias generales referidas a cómo los ciu- dadanos no expertos ven la ciencia y la tecnología. Por ese motivo, esperamos que la FECYT y otras instituciones sigan realizando este tipo de estudios o se animen a llevar a cabo otros específicos o sectoriales. Sin embargo, consideramos que, para aprehender la compleji- dad de las relaciones entre la ciencia y el público, es necesario realizar otras actuaciones complementarias. Estudios de tipo cualitativo ayudan a obtener una imagen más rica de las rela- ciones entre la ciencia y los no expertos y, por lo tanto, también pueden sugerir cómo reforzar las relaciones entre ambos mun- dos. La confianza del público en actores e instituciones y la re- levancia de las investigaciones e innovaciones para los intere- ses sociales son algunas de ellas. Estos trabajos sobre «comprensión pública de la ciencia» apuntan hacia la necesi- dad de crear líneas de acercamiento bidireccionales. Parte de su enseñanza es que el esfuerzo por acercar la ciencia al pú- blico no puede ser únicamente un esfuerzo de «alfabetización» o divulgación desde los expertos hacia el público general. Ex- pertos y políticos han de dialogar con la sociedad atendiendo a sus demandas, respetando sus opiniones y escuchando sus aportaciones. Sólo de esta manera podrán desarrollarse inter- venciones tecnocientíficas socialmente sensibles y eficaces. Declaración de conflicto de intereses Las autoras han declarado no tener ningún conflicto de inte- reses. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 Bush V. Science: the endless frontier. A rapport to the President. Washing- ton: United States Government Printing Office; 1945. 2 Carson R. Primavera silenciosa. Barcelona: Crítica; 1963. 3 FECYT. III Encuesta Nacional sobre Percepción de la Ciencia y la Tecnolo- gía (2006) [citado 30 Jun 2008]. Disponible en: http://www.fecyt.es/ fecyt/docs/tmp/345032001.pdf 4 Comisión Europea. Medical and Health Research 2006. A special Euroba- rometer public survey [citado 20 Jun 2008]. Disponible en: ftp://ftp.cor- dis.europa.eu/pub/fp7/docs/ebs_265_en.pdf NS/NC Dieta y salud Nutrición Seguridad alimentaria Alimentos biológicos Cadenas de procesado Alimentos de producción alimentaria Alimentos funcionales Alimentos transgénicos 37 33 30 29 12 11 10 8 6 Fig. 6. Ámbitos en los que querría que se orientara principalmente el esfuerzo investigador en alimentación. Fuente: FECYT; 2006.
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