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Arte no Processo Terapêutico

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TRABAJO FINAL ARTE Y LÚDICA
LINA MARCELA HIDALGO DIAZ
DOCENTE:
FANNY BERNAL OROZCO
UNIVERSIDAD DE MANIZALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
MANIZALES, NOVIEMBRE 2021
Ejercicio final 
De acuerdo a lo que hemos analizado en los encuentros académicos, realice un ejercicio de acompañamiento en una situación, dónde usted considere puede utilizar el Arte como estrategia mediadora para acompañar un proceso terapéutico.
1. Defina la entidad dónde realiza el ejercicio: Colegio, Entidad, Fábrica, Universidad, Hospital, Escuela, Comisaría, Centro de Salud, etc. 
2. Qué características tiene, a quien brinda atención. 
3. Identifique la situación problema
4. Qué tipo de personas va a abordar
5. ¿Qué aspectos del Arte considera puede pueden ser herramienta de conexión emocional que permitan la expresión de emociones y sentimientos?  
6. ¿Cómo va a realizar este abordaje, desde las artes plásticas, la escritura, las narrativas, las lecturas, las metáforas, otras?
7. ¿Qué estrategias va a utilizar?
8. ¿Qué piensa que va a lograr con estas estrategias?
1. Defina la entidad dónde realiza el ejercicio
2. Qué características tiene, a quien brinda atención.  (1 y 2)
El presente trabajo de acompañamiento terapéutico, se llevará a cabo en un centro de acompañamiento psicológico especializado llamado “AHORA QUE YA NO ESTÁS” que acompaña antes, durante y después de un fallecimiento para promover la atención y recuperación durante el proceso de duelo de las familias afectadas, a través de su convenio con la entidad “FUNERARIA PREVENCIÓN EXEQUIAL JARDINES DEL PUTUMAYO LTDA”, donde además de prestar servicios funerarios integrales inmediatos para la ciudadanía en general, también se preocupa por el bienestar social y psicológico de sus clientes. 
0. Identifique la situación problema
1. Qué tipo de personas va a abordar. (3 y 4)
El proceso terapéutico se realizará especialmente con la integrante de una familia tras la pérdida de sus padres de 88 y 89 años de edad a causa del covid-19; la paciente llamada “M” tiene 62 años de edad, donde el principal motivo de consulta es realizada por una de sus nietas, ya que refiere que ha observado que  su abuelita “M” después de ese episodio, la ve angustiada, estresada, que no quiere hablar de lo sucedido, que ha perdido el apetito, y que en ocasiones cuando habla, refiere que siente culpa por no haber sido “lo suficientemente buena hija”. La paciente “M” era la principal cuidadora de sus padres.
 
La paciente tiene una sola hija, de la cual tiene dos nietas y un nieto.
 “M” en la consulta refiere que es la 3 de 7 hermanos, y que desde muy pequeña tuvo que coger la obligación de la casa (hacer de comer, cuidar de sus hermanos pequeños…). Nunca fue a la escuela, ya que siempre estuvo en casa; a la edad de 18 años tuvo a su hija y se separó del padre de su hija, por lo cual volvió a la casa de sus padres y vivió con ellos hasta sus últimos días de vida.
En relación a la pérdida de “M”, refiere que siente que se “quedó sola en el mundo” ya que no puede creer que se hayan ido sus dos padres casi al mismo tiempo, además también dice que siente rabia por sus hermanos, ya que menciona que ellos nunca han valorado su “trabajo de ser la cocinera de la casa toda la vida”. Por otro lado, también menciona mucho que ella no fue “lo suficientemente buena hija” ya que refiere que a veces su madre era un poco “brava” y que ella le respondía a veces con rabia, entonces siente mucha culpa por ello (sentimientos contradictorios) y además porque nunca se pudo despedir de ella. Por último, menciona que a veces se olvida de que ellos ya no están, y que espera sentir sus pasos al salir del cuarto de ellos. 
En consecuencia, se puede decir que “M”, está pasando por una etapa del duelo donde principalmente no ha aceptado aún la pérdida de sus padres, es decir, está en una etapa de negación, junto con la etapa de ira o culpa hacia ella misma y hacia sus hermanos tras la pérdida. A partir de esto, ella ha dejado de comer, se siente angustiada, estresada constantemente, tristeza y dolor profundo, falta de concentración y evita en muchas ocasiones hablar de lo sucedido. 
0. ¿Qué aspectos del Arte considera pueden ser herramienta de conexión emocional que permitan la expresión de emociones y sentimientos?
A lo largo de la historia de la humanidad, una forma que se ha convertido en una vía o “canal” para la exploración, reflexión y expresión del mundo emocional y del mundo inconsciente es el ARTE, donde, por ejemplo, a través de la pintura, el creador puede plasmar su mundo interno al mundo externo (espacio potencial), como lo menciona Winnicott (como se citó en Marxen, 2011) “este espacio potencial ofrece un punto intermedio entre la realidad psíquica personal y el mundo real” (p.55). Entonces lo que aqueja al paciente internamente puede ser plasmado al exterior a través del arte, que en este caso serían “impresiones o imágenes” que quedan tangibles ante su creador. 
De acuerdo a lo mencionado anteriormente, para dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué aspectos del Arte considera pueden ser herramienta de conexión emocional que permitan la expresión de emociones y sentimientos?
Para su respuesta, es de vital importancia hacer la relación estrecha que tiene el arte y la terapia en el mundo de la psicología; ya que por ejemplo, el arte visto desde un punto terapéutico, este es una gran herramienta terapéutica muy efectiva ya que es un medio de expresión diferente para los pacientes, donde estos se pueden comunicar a través de la pintura, dibujo, poemas etc. 
 Entonces de acuerdo a esto, el arte en sí es una herramienta de conexión emocional, por los siguientes motivos:
· Al realizar cualquiera técnica del arte en el ámbito de la terapia, ayuda a estimular el proceso creativo del paciente y su respectiva confrontación con lo que lo aqueja. García (2018) afirma que “al construir una imagen u objeto sensorial se crea un espacio donde la flexibilidad, aceptación, confrontación con sus emociones y tolerancias son reales”. (p. 24).
· El paciente al manipular los objetos artísticos, hace que su mente se conecte directamente con el inconsciente permitiendo que afloren sentimientos, emociones, miedos… que permanecían ocultos.
· El arte como proceso terapéutico, es espontáneo, ya que el paciente plasma lo que siente de forma natural, expresando de forma libre y creativa sus emociones, ayudando así, por ejemplo, no solo a reestructurar el dolor ante un duelo, sino que también ayuda a canalizar ese sufrimiento.
· El arte es concebido principalmente como un medio de comunicación no verbal, entonces al no necesitar de la palabra como soporte principal hace que el paciente perciba el espacio como seguro, contenedor, en dónde puede dar rienda suelta a su creatividad y entrar en contacto con su “yo” interior, permitiéndole ser más consciente y teniendo mayor control de personalidad; entonces una herramienta muy poderosa al momento de abordar un proceso terapéutico, y más cuando la persona evita hablar de lo que lo aqueja, por lo tanto, permite la expresión de las emociones y sentimientos de una forma indirecta, sin necesidad de que el paciente tenga que expresarlo verbalmente, y esto se puede afirmar cuando, Marxen (2011) dice “ esta posibilidad que ofrece el arte para la expresión indirecta en un contexto terapéutico se ha denominado en arteterapia” (p. 14). Es decir, que la esencia del mensaje está en las imágenes de lo creado por el paciente.
· El arte es un mediador y canalizador para la expresión del mundo emocional, ya que, facilita el flujo espontáneo de emociones y experiencias que no pueden ser fácilmente verbalizadas; entonces, las diversas técnicas que tiene el arte contienen propiedades curativas dentro del propio proceso creativo que realiza el paciente.   
0. ¿Cómo va a realizar este abordaje, desde las artes plásticas, la escritura, las narrativas, las lecturas, las metáforas, entre otras?
Cabe aclarar que el proceso de duelo que se produce tras una pérdida, es diferente para cada persona,donde se pueden manifestar diferentes síntomas emocionales y físicos, tales como la ansiedad, miedo, culpa, confusión, negación, depresión, tristeza profunda, ira etc. Entonces, cuando la persona se enfrenta a una pérdida familiar como lo es en este caso, su mundo emocional aparece con distinta medida e intensidad frente al suceso; dependiendo de la persona y en la fase del duelo en la que se encuentre, ya que el duelo es subjetivo para cada persona, por tanto, se puede decir que el duelo es un proceso adaptativo y no un estado, por lo que se irá dando en el tiempo y requerirá de la realización de tareas psíquicas llamadas "trabajo de duelo" basada en la teoría de WILLIAM WORDEN, donde este psiquiatra plantea cuatro tareas que debe ir realizando la persona para elaboración de su duelo ante la pérdida de su ser querido. 
TAREAS DEL DUELO:
1. Aceptación de la pérdida
Cuando alguien muere, incluso si la muerte es esperada, siempre hay cierta sensación de que no es verdad. La primera tarea del duelo es afrontar plenamente la realidad de que la persona está muerta, que se ha marchado y no volverá. Parte de la aceptación de la realidad es asumir que el reencuentro es imposible, al menos en esta vida (Worden, sf, p.5)
2. Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida
Cuando se habla del dolor físico literal que mucha gente experimenta y el dolor emocional y conductual asociado con la pérdida, en esta etapa es necesario reconocer y trabajar este dolor o éste se manifestará mediante algunos síntomas u otras formas de conducta disfuncional. Cualquier cosa que permita evitar o suprimir de forma continua este dolor es probable que prolongue el curso del duelo (Worden, sf, p.6).
 La negación de esta segunda tarea, de trabajar el dolor, es no sentir, es decir, que la persona trata de bloquear sus sentimientos y negar el dolor que está presente, por ejemplo, idealizar al muerto o evitar las cosas que le recuerden a la persona fallecida.
3. Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente
Adaptarse a un nuevo medio significa cosas diferentes para personas diferentes, dependiendo de cómo era la relación con el fallecido y de los distintos roles que desempeñaba… El superviviente no es consciente de todos los roles que desempeñaba el fallecido hasta algún tiempo después de la pérdida (Worden, sf, p.7).
De acuerdo a este trabajo del duelo, detener esta tarea es no adaptarse a la pérdida, haciendo que la persona luche contra sí misma fomentando su propia impotencia, no desarrollando las habilidades de afrontamiento necesarias o aislándose del mundo y no asumiendo las exigencias del medio. 
4. Recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo.
Worden (sf) afirma que “La disponibilidad de un superviviente para empezar nuevas relaciones depende no de “renunciar” al cónyuge muerto sino de encontrarle un lugar apropiado en su vida psicológica, un lugar que es importante pero que deja un espacio para los demás” (p. 8).
Se dice que esta tarea es una de las más difíciles de completar, ya que en muchas ocasiones las personas se quedan bloqueadas en este punto y más tarde se dan cuenta de que su vida, en cierta manera, se detuvo cuando se produjo la pérdida, por ejemplo, algunas personas encuentran la pérdida tan dolorosa que hacen un pacto consigo mismos de no volver a querer nunca más.  
De acuerdo a lo mencionado anteriormente, este presente trabajo tiene como objetivo realizar una intervención terapéutica con una paciente que se encuentra en un proceso de duelo ya que ha perdido a sus padres y por tanto, poder conocer cómo está afrontando esta nueva etapa de su vida. Por tanto, esta intervención se hará a través de la ARTETERAPIA, como un efectivo medio terapéutico y de apoyo al tratar las psicopatologías que se pueden presentar ante una etapa como lo es el duelo. 
En base a esto se entiende por Arteterapia, como lo define Marxen (2011) que “es una técnica terapéutica en la que el paciente puede comunicarse con los materiales artísticos, los cuales facilitan la expresión y la reflexión”. (p. 13). 
Es decir, que la arteterapia es un medio que le permite al paciente canalizar y facilitar la expresión y resolución de sus conflictos emocionales o psicológicos mediante la creación artística, como, por ejemplo, a través de las artes plásticas (pintura, dibujo, mándalas…) o también a través de la escritura etc. Por tanto, “las imágenes y objetos artísticos creados en un entorno seguro y en presencia del arteterapeuta posibilitan la contención, expresión, exploración y resolución de emociones conflictivas” (Marxen, 2011, p.14).
Entonces, a través de la práctica de la arteterapia ya mencionada, se busca acompañar a la paciente en este nuevo camino lleno de incertidumbres y miedos ayudándola a buscar nuevas maneras para afrontar la vida a partir de ahora. De acuerdo a esto, el proceso terapéutico se abordará desde las artes plásticas, más específicamente a través del MÁNDALA.
0. ¿Qué estrategias va a utilizar?
Como se mencionó anteriormente, la estrategia o técnica a utilizar para la intervención va a ser el MANDALA, donde Serna (2019; citando a Worden, 2013) ha identificado cuatro ventajas del uso de esta técnica en el acompañamiento de un proceso terapéutico como lo sería en este caso, el duelo.
De acuerdo a esto, las cuatro ventajas son: 
 1) Ayuda a facilitar la expresión, confrontación y reflexión de los sentimientos y emociones que se tiene frente a la pérdida. 
2) Identifica conflictos de los que la persona puede no estar consciente.
3) Aumenta la consciencia de lo que el sujeto ha perdido, es decir, ayuda a la primera tarea del duelo, que sería ayudar a facilitar la aceptación de la pérdida.
4) Permite identificar en qué punto del proceso del duelo se encuentra la persona (en qué tarea del duelo se encuentra).
El Mándala, es en sí misma una mediación para de los procesos emocionales, ya que, Serna (2019; citando a Godoy, 2013) refiere que “su aplicación es muy útil para el cumplimiento de las cuatro tareas del duelo, ya que puede ser adaptada a cualquier etapa del proceso” (p. 5).
Considero que es muy importante que en este caso, la paciente sea quien elija el modelo que más le atraiga del mándala o el modelo que más la inspire, además que también seleccione los materiales a utilizar (lápices de colores, acuarelas, etc.) que sean de su preferencia; para esto, como primer paso es que la paciente busque, por ejemplo, el significado de la elección de los colores, la intensidad de la coloración, las percepciones que le inspiran el dibujo geométrico frente al suceso que está viviendo. Entonces, al ser un proceso muy vivencial hace que ayuda al proceso del duelo; todo esto, con el fin de que el proceso de acompañamiento sea un proceso libre, que le brinde seguridad, que sea espontáneo para que pueda fluir la creatividad y por tanto, que ayude con el proceso terapéutico, por ejemplo, que permite ahondar en el dolor, liberar tristezas, sentir paz y relajación al realizar la actividad etc. 
0. ¿Qué piensa que va a lograr con estas estrategias?
Teniendo en cuenta que el pintar o colorear “MANDALAS”, que al ser como tal un proceso creativo y de mediación emocional, convierte el proceso terapéutico como una forma de abrir las puertas hacia el interior de la persona, por ejemplo, mediante el pintar de “afuera hacia adentro” hace que la persona quiera “buscar su centro” y contactarse con la esencia de su mundo interior, o que si la persona pinta de “adentro hacia fuera”, significa la exteriorización de sus emociones.
De acuerdo a esto, los logros que se pueden obtener con esta estrategia en el acompañamiento serían: 
· El principal propósito con esta estrategia es que a través del coloreado de los mándalas, la paciente pueda ir elaborando poco a poco el duelo; para que así se le facilite disminuir la carga emocional, liberar energías bloqueadas para que así pueda estar en mejores condiciones personales para afrontar, comprender y aceptar la pérdida. 
· facilitar la comunicación con el mundo interno y externo, con el finde potenciar habilidades de autoconocimiento y así poder llegar a una transformación de la realidad subjetiva, y con esto ayudar a la disminución y/o cura del dolor emocional de la paciente frente a su pérdida, para ir incrementando poco a poco los niveles de bienestar y aceptación del proceso.
· Al explorar y reflexionar acerca de su mundo interior y exterior a través del proceso con el mándala, podrá lograr el bienestar tanto psíquico como emocional y social a través del proceso creativo como forma de expresión y fortalecimiento personal (facilitar la calma interior, potenciar la resiliencia, autoestima...)
· Este proceso da la oportunidad de ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida y desde ahí comenzar a resignificar la vida.
· Desarrollar cualidades y habilidades de afrontamiento que son consideradas esenciales en el proceso de duelo, como lo son el aprender a conocerse a sí misma, aprender a tomar el control y tranquilizarse, desarrollar la paciencia etc. 
· Potenciar la autonomía e independencia para el mejoramiento integral de las condiciones de vida y, por consiguiente, los retorna al equilibrio integral del Ser.
BIBLIOGRAFÍA
Marxen, E. (Ed.). (2011). Diálogos entre arte y terapia. Barcelona, España: Editorial Gedisa
García, E. (2018). Pedagogía Emocional; el Arte como Herramienta Emocional aplicada en el barrio San Benito de la ciudad de Cali. (Tesis de grado). Universidad del Valle, Santiago de Cali, Colombia.
Worden, W. (s.f). EL TRATAMIENTO DEL DUELO: Asesoramiento psicológico y terapia. https://www.funeralnatural.net/sites/default/files/libro/fichero/williamworden_duelo.pdf
Serna, J, A. (2019). Intervenciones psicológicas basadas en el arte para acompañar procesos de duelo: un estado del arte.
https://revistas.ucm.es/index.php/ARTE/article/view/64538/4564456554468

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