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- Dolor abdominal agudo

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8 Nursing. 2009, Volumen 27, Número 5
DETERMINAR LA CAUSA del dolor 
abdominal agudo es a menudo un 
proceso complicado que requiere mucho 
tiempo. Dado que el dolor puede ser 
inespecíico y que el abdomen contiene 
numerosos órganos y estructuras, el 
clínico que intenta determinar el origen 
del dolor debe descartar muchas causas 
posibles.
Las causas del dolor abdominal se 
incluyen en 3 categorías genéricas: 
inlamación, distensión de los órganos 
e isquemia. En algunos casos la causa 
subyacente es un proceso potencialmente 
mortal, de manera que siempre es 
esencial efectuar una valoración 
diagnóstica rápida y precisa. En este 
artículo se expone la valoración de 
un paciente con dolor abdominal y la 
manera en que usted debe intervenir 
adecuadamente. Pero comencemos con 
la consideración de un par de situaciones 
hipotéticas.
Laura G., de 42 años de edad, acude 
al servicio de urgencias (SU) con un 
cuadro de dolor abdominal intermitente 
y meteorismo desde hace 1 mes. La 
paciente indica que no ha presentado 
modiicaciones en sus hábitos intestinales 
y que tampoco tiene otros antecedentes 
clínicos signiicativos.
Cuando usted examina a la señora 
Laura G. observa que muestra una 
prominencia de las regiones umbilical, 
hipogástrica e ilíaca izquierda. Esta 
zona presenta matidez en la percusión; 
en la palpación usted percibe bajo sus 
dedos una masa dura. El hemograma 
completo demuestra una anemia intensa. 
La tomografía computarizada (TC) 
abdominal y pélvica realizada de urgencia 
muestra la presencia de un tumor 
ovárico izquierdo benigno y totalmente 
capsulado. La paciente es intervenida 
quirúrgicamente para la extirpación 
del tumor, la anemia desaparece y su 
evolución es buena.
Pedro B., de 45 años de edad, 
presenta un cuadro de dolor sordo y 
profundo en la zona periumbilical que 
se desplaza hacia el cuadrante inferior 
derecho. Señala que el dolor comenzó 
hace aproximadamente 24 h. No tiene 
náuseas, vómitos ni modiicaciones en 
los hábitos intestinales. En la anamnesis 
indica que fue tratado por cáncer 
testicular hace 10 años y que en aquel 
momento el problema se inició con un 
cuadro de dolor abdominal similar al 
que experimenta ahora.
El señor Pedro B. muestra una 
elevación del recuento leucocitario 
con desviación a la izquierda, lo que 
posiblemente indica una infección 
bacteriana o un proceso inlamatorio. 
En la TC abdominal y pélvica se 
demuestra la inlamación del apéndice. 
El señor Pedro B. es hospitalizado para 
la realización de una apendicectomía y, 
después de ello, se recupera de manera 
completa.
Objetivo general. Proporcionar a los profesionales de enfermería una visión global 
del dolor abdominal.
Objetivos de aprendizaje. Tras la lectura de este artículo, usted será capaz de:
1. Analizar las técnicas que se utilizan para la valoración abdominal.
2. Identificar las causas comunes de dolor abdominal.
 olor 
abdominal 
agudo
D olor 
abdominal 
agudo
D
Susan Simmons Holcomb, ARNP,BC, PhD
Nursing. 2009, Mayo 9
Son muchos los problemas –algunos de ellos potencialmente mortales– 
que pueden causar dolor abdominal. Veamos cómo interpretar 
los datos con rapidez y precisión.
10 Nursing. 2009, Volumen 27, Número 5
Delimitación del dolor
¿Por dónde empezar en un paciente con 
dolor abdominal? Desde el punto de 
vista anatómico, el abdomen se divide en 
4 cuadrantes y en 9 regiones. Podemos 
utilizar estas subdivisiones para delimitar 
la zona del dolor y documentar los 
hallazgos (véase el cuadro anexo ¿Dónde 
le duele?). No obstante, usted debe tener 
en cuenta que el dolor abdominal puede 
irradiar hacia muchas localizaciones, 
como los hombros, el área del corazón 
(la zona subesternal y la parte izquierda 
del tórax), la parte baja y media de la 
espalda, y la ingle.
Además de la localización del dolor, 
sus características ofrecen datos respecto 
a su causa. Las ibras nerviosas delta 
de tipo A inervan los tejidos cutáneos 
y el peritoneo parietal; la estimulación 
causada por un elemento irritante, 
como material purulento, sangre, bilis u 
orina, da lugar con frecuencia a un dolor 
localizado. Las ibras de tipo C inervan 
el tejido visceral, de manera que el dolor 
originado en los distintos órganos suele 
ser más generalizado y profundo.
El dolor visceral se puede clasiicar en 
los 3 subtipos siguientes:
 Dolor por tensión. Se debe a la 
distensión de un órgano, como ocurre en 
los cuadros de obstrucción intestinal o de 
estreñimiento. La acumulación de sangre 
por un traumatismo y la acumulación de 
material purulento o líquido secundaria 
a una infección u otras causas también 
pueden originar este tipo de dolor. 
El dolor por tensión que se describe 
como un dolor cólico puede deberse 
al incremento de la fuerza contráctil 
peristáltica a medida que el intestino 
intenta eliminar los elementos irritantes. 
Los pacientes con dolor abdominal 
por tensión pueden tener diicultades 
para sentirse cómodos y a menudo se 
retuercen hasta encontrar una postura 
cómoda.
 Dolor inlamatorio. Puede deberse a 
la inlamación del peritoneo visceral o 
parietal, como ocurre en la apendicitis 
aguda. Este dolor se describe como 
profundo y terebrante (con sensación de 
perforación). En las fases iniciales, si está 
afectado el peritoneo visceral, el dolor 
no se puede localizar con facilidad; a 
medida que se afecta el peritoneo parietal 
es más fácil localizarlo. La mayor parte 
de los pacientes con dolor abdominal de 
origen inlamatorio intenta no moverse 
en absoluto.
 Dolor isquémico. Es el tipo más grave 
de dolor visceral –y, afortunadamente, 
el menos frecuente–; si no se restablece 
rápidamente el lujo sanguíneo, la zona 
afectada se necrosa. Los episodios de 
dolor de origen isquémico se inician 
súbitamente y son extremadamente 
intensos, presentan una gravedad 
creciente y no responden a los 
analgésicos. De la misma forma que 
los pacientes con dolor de origen 
inlamatorio, los que padecen dolor 
isquémico intentan permanecer quietos 
y sin cambiar de posición. La causa 
más habitual del dolor abdominal de 
origen isquémico es la estrangulación 
intestinal1.
¿Dónde le duele?
Usted puede utilizar los 4 cuadrantes abdominales que se muestran en la figura 
superior y las 9 regiones abdominales de la figura inferior con el objetivo de 
determinar la causa del dolor abdominal de su paciente.
Dolor en 
el cuadrante 
superior derecho 
o en la zona 
perigástrica 
debido a problemas 
biliares y hepáticos
Dolor suprapúbico 
o en el sacro 
debido a problemas 
en el recto
Dolor epigástrico de-
bido a problemas en el 
estómago, el duodeno 
o el páncreas
Dolor periumbilical 
debido a problemas 
en el intestino delgado, 
el apéndice o el colon 
proximal
Dolor hipogástrico 
debido a problemas 
en el colon, la vejiga 
o el útero. El dolor de 
origen colónico puede 
ser más difuso de lo 
que se muestra en la 
ilustración
Cuadrante 
superior 
derecho
Cuadrante 
inferior 
derecho
Cuadrante 
superior 
izquierdo
Cuadrante 
inferior 
izquierdo
Hipocondrio derecho Hipocondrio izquierdo
Fosa lumbar izquierdaFosa lumbar derecha
Región ilíaca (o inguinal) derecha Región ilíaca (o inguinal) izquierda
Epigastrio
Zona umbilical
Hipogastrio
Nursing. 2009, Mayo 11
Consejos para la valoración
Veamos ahora cómo puede usted 
iniciar la valoración de un paciente 
con dolor abdominal. Primero debe 
realizar una historia clínica que incluya 
los antecedentes ginecológicos (en las 
mujeres) y los antecedentes personales 
y familiares de problemas abdominales, 
como la enfermedad por relujo 
gastroesofágico (ERGE), los cálculos 
biliares y renales, el cáncer de colon y la 
enfermedad intestinal inlamatoria.
Usted debe preguntar a su paciente 
cuándo se inició el dolor, cuál es 
su localización y cómo describe sus 
características y su intensidad. Es 
importante saber si el dolor es constante 
o intermitente, si despierta a su paciente 
por las noches o si hay factores que lo 
agravan o lo alivian.Si su paciente señala 
que el consumo de comida empeora o 
alivia su dolor abdominal, pregúntele qué 
tipo de comida. También es necesario 
valorar y documentar la posible presencia 
de signos y síntomas asociados, como 
iebre, náuseas o vómitos, modiicaciones 
en los hábitos intestinales, disminución 
del peso corporal, pirosis o hemorragia 
rectal.
Si su paciente indica la presencia 
de náuseas y vómitos, además de 
modiicaciones en los hábitos intestinales, 
es necesario determinar si ha viajado 
recientemente, si ha consumido 
alimentos caducados o ha bebido agua 
que podría estar contaminada, o si se ha 
bañado en lagos o en piscinas públicas. 
Es importante la información relativa 
a la frecuencia de los movimientos 
intestinales. Si su paciente señala que 
tiene diarrea, tiene que determinar si 
las heces son líquidas, sueltas o una 
combinación de ambas, y también si el 
propio paciente ha observado la presencia 
de sangre en las heces.
En los pacientes con modiicaciones 
de los hábitos intestinales pero sin 
diarrea, tiene que determinar el color y 
la consistencia de las heces, si lotan o se 
hunden, y si se acompañan de moco o de 
olores especiales.
Los vómitos que anteceden al dolor 
abdominal o que se asocian al inicio del 
mismo pueden sugerir una infección 
como posible causa del dolor. El dolor 
abdominal que se inicia antes de los 
vómitos puede indicar una apendicitis 
o bien, de manera menos frecuente, una 
colecistitis. Sospeche una colecistitis en 
los pacientes con dolor en el cuadrante 
superior derecho abdominal y con 
antecedentes familiares de enfermedad 
calculosa biliar en edades tempranas2. 
Otros factores de riesgo para la colecistitis 
son el sexo femenino, la edad de 40 o 
más años y el peso corporal excesivo. 
Entre los signos y síntomas asociados, 
estos pacientes pueden presentar vómitos 
y iebre3.
A medida que usted continúa su 
valoración, pregunte a su paciente si 
está tomando algún nuevo medicamento 
que podría ser la causa del dolor 
abdominal (p. ej., los antiinlamatorios 
no esteroideos) o si se le ha establecido 
recientemente el diagnóstico de algún 
problema que podría cursar con síntomas 
abdominales, como puede ser una ERGE.
En los niños el dolor en el abdomen 
puede deberse a la denominada migraña 
abdominal. Es necesario determinar el 
patrón de los síntomas, especialmente si 
el dolor abdominal se asocia a vómitos o 
tiene un carácter cíclico. Es importante la 
información relativa a la frecuencia y a la 
duración de los síntomas asociados, como 
los vómitos. Usted también debe valorar 
los antecedentes personales o familiares 
de migraña1.
La valoración física que realice debe 
incluir las fases de examen, auscultación, 
percusión y palpación.
 El examen del abdomen permite 
determinar la presencia de movimientos, 
como las oleadas de líquido o el 
incremento de la peristalsis. Tiene que 
descartar la presencia de cicatrices 
debidas a intervenciones quirúrgicas 
previas; el paciente podría presentar 
adherencias en el intestino que fueran 
la causa de un cuadro de obstrucción 
intestinal. Valore el contorno del 
abdomen; la distensión generalizada 
puede indicar un aumento de los gases, 
pero la prominencia localizada puede 
deberse a la distensión de la vejiga o a 
una hernia.
 La auscultación permite valorar los 
sonidos intestinales y la presencia de 
ruidos adicionales como los soplos. Los 
sonidos intestinales normales son sonidos 
de chasquidos y borboteo peristálticos 
que aparecen con una frecuencia de 5 a 
34 por minuto. Los sonidos intestinales 
hipoactivos pueden indicar un cuadro de 
íleo. Los sonidos intestinales hiperactivos 
pueden deberse a obstrucción intestinal 
en sus fases tempranas. Los soplos 
arteriales con componentes sistólico y 
diastólico son sonidos anómalos que se 
deben al paso de la sangre a través de 
arterias con estenosis, como la aorta o las 
arterias renales, ilíacas o femorales.
 La percusión puede ayudarle a 
identiicar los bordes de órganos como 
el hígado y también a determinar la 
presencia de aire o de masas sólidas, 
como los tumores. Sobre el estómago y 
los intestinos suele detectarse timpanismo 
(un sonido similar al de un tambor) 
cuando estas estructuras están rellenas 
de aire. Sin embargo, sobre estructuras 
sólidas como el hígado, el bazo, los 
tumores y otras masas se percibe una 
sensación de matidez.
 La palpación facilita la valoración 
de las zonas de sensibilidad dolorosa 
localizada y generalizada, y también 
permite descartar la presencia de masas 
y de aumento de tamaño de los órganos. 
La palpación debe ir desde las zonas 
supericiales a las profundas, aunque 
siempre que hay tener en cuenta que 
un paciente con dolor abdominal puede 
no tolerar en absoluto la palpación del 
abdomen. En algunos casos muestra un 
relejo de defensa muscular (contracción 
de los músculos abdominales), lo 
que impide la valoración adecuada 
del abdomen mediante palpación. En 
estos casos, la lexión de las rodillas del 
paciente puede relajar el abdomen, lo 
Si usted sospecha 
un aneurisma 
aórtico, la palpación 
podría estar contraindicada 
o quizá debería realizarla 
un médico.
12 Nursing. 2009, Volumen 27, Número 5
Algunas causas de dolor abdominal agudo
Causa Signos y síntomas
Aneurisma aórtico Generalmente asintomático, pero puede dar lugar a dolor abdominal y en la espalda
abdominal Masa pulsátil que puede ser palpable
Apendicitis Dolor abdominal sobre el ombligo, con irradiación hacia el cuadrante inferior derecho
 A menudo asociado a fiebre. El examen clínico puede demostrar reacción de rebote y positividad en los signos 
del obturador, el psoas y Rovsing
 El hemograma completo muestra incremento de los leucocitos con desplazamiento hacia la izquierda, así como 
aumento de los neutrófilos
Colecistitis El dolor en el cuadrante superior derecho (hacia la zona epigástrica) se puede irradiar hacia el hombro o la espalda
 Pueden aparecer náuseas y vómitos
 Cólico biliar (dolor que aumenta de intensidad a lo largo de 2-3 min y que se mantiene durante 20 min o más)
 Signo de Murphy positivo
Estreñimiento Posible dolor cólico o de características agudas que puede simular una apendicitis
 El paciente puede presentar una sensibilidad dolorosa difusa a la palpación, así como heces palpables
Diverticulitis Dolor en el cuadrante inferior izquierdo, a menudo más intenso después de las comidas y con alivio después 
de la defecación
 Posible fiebre
 Posible diarrea o estreñimiento
 El abdomen puede presentar distensión y timpanismo junto a sensibilidad dolorosa a la palpación en el cuadrante 
inferior izquierdo
Rotura de embarazo ectópico Inicio súbito de un cuadro de dolor en el cuadrante inferior izquierdo o derecho
 Posible hemorragia vaginal
Gastroenteritis Dolor abdominal difuso en forma de calambres, posiblemente acompañado de náuseas, vómitos, diarrea y fiebre
 Posibles ruidos intestinales hiperactivos, distensión abdominal y sensibilidad dolorosa difusa a la palpación
Íleo u obstrucción intestinal Dolor difuso que aparece en forma de oleadas de calambres con una duración de 5-15 min
 Náuseas seguidas de vómitos en los casos de obstrucción intestinal
 Es posible eliminar las heces distales a la obstrucción, con diarrea
 El abdomen puede presentar distensión y se pueden auscultar ruidos intestinales de tono alto
 Sensibilidad dolorosa difusa a la palpación y reacción de defensa muscular
Pancreatitis Dolor en el cuadrante superior derecho y hacia la zona epigástrica, con posible irradiación hacia la espalda; 
se puede asociar a náuseas, vómitos y fiebre
 Posible íleo
 En los casos graves, shock, ictericia y derrame pleural
 De manera infrecuente se puede observar positividad en los signos de Grey Turner y Cullen
Enfermedad ulcerosa péptica Generalmente, dolor epigástrico 1-3 h después de las comidas y a menudo asociado a episodios de despertar nocturno
 El dolor súbito e intenso con irradiación hacia el hombroderecho, junto con signos peritoneales, puede indicar perforación
 La hematemesis y la melena sugieren hemorragia
Peritonitis Dolor abdominal difuso que se puede acompañar de fiebre, náuseas y vómitos. El dolor aumenta con cualquier 
tipo de movimiento
 Distensión y rigidez abdominales. Aparece una reacción de rebote pero, a diferencia de lo que ocurre en la apendicitis, 
tiene carácter difuso más que localizado. Puede existir una reacción de defensa muscular
 Posibles signos y síntomas de shock
Nursing. 2009, Mayo 13
que facilita su palpación. En pacientes 
con muchas cosquillas este problema se 
puede evitar si usted coloca la mano del 
paciente debajo de la suya y palpa la zona 
en primer lugar con la propia mano del 
paciente; después, el cambio de manos 
le permite a usted realizar una palpación 
directa4. Si la presencia de un soplo 
plantea la sospecha de que su paciente 
puede presentar un aneurisma aórtico, la 
palpación podría estar contraindicada o 
quizá debería realizarla un médico.
Para valorar zonas especíicas de 
sensibilidad dolorosa a la palpación, 
utilice técnicas especíicas. El signo de 
Murphy permite valorar la sensibilidad 
dolorosa y la inlamación de la vesícula 
biliar. Para ello, doble sus dedos bajo las 
costillas inferiores derechas del paciente 
o aplique presión sobre las costillas y, 
después, pida a su paciente que tome 
aire profundamente. El aumento evidente 
del dolor con interrupción súbita de 
la inspiración representa la positividad 
del signo de Murphy y es indicativa de 
colecistitis aguda.
La valoración de la respuesta de 
dolor de rebote (signo de Blumberg) 
se debe dejar para el inal, ya que esta 
maniobra puede dar lugar a un dolor 
de intensidad suiciente como para que 
el paciente impida que se le vuelva a 
tocar el abdomen. Coloque sus dedos 
lenta y irmemente en la zona del dolor 
y, después, retírelos con rapidez. La 
reacción de rebote es positiva cuando 
el paciente muestra un aumento de la 
intensidad del dolor después de que 
usted retira los dedos. La reacción 
de rebote sugiere una inlamación 
peritoneal, por ejemplo, secundaria a 
apendicitis.
Si usted sospecha que su paciente 
padece apendicitis, debe valorar el signo 
de Rovsing y la reacción de rebote. Para 
ello, aplique una presión profunda y 
homogénea en el cuadrante inferior 
izquierdo del abdomen del paciente y, 
después, retire rápidamente sus dedos. 
La aparición de dolor en el cuadrante 
inferior derecho mientras se aplica 
una presión sobre el lado izquierdo 
(positividad del signo de Rovsing) 
sugiere una apendicitis, así como 
también la aparición de dolor en el 
cuadrante inferior derecho cuando se 
retira súbitamente la presión (reacción de 
rebote referida).
También puede valorar la posibilidad 
de una apendicitis mediante el 
denominado signo del psoas o signo 
del obturador. Coloque su mano 
inmediatamente por encima de la rodilla 
derecha del paciente y pídale que levante 
el muslo frente a la resistencia ejercida 
por la mano. De manera alternativa, 
pida a su paciente que se gire hacia su 
lado izquierdo; después, el paciente 
debe extender la pierna derecha desde 
la cadera. La lexión de la pierna en el 
nivel de la cadera contrae el músculo 
psoas, mientras que la extensión 
induce la distensión de este músculo. 
El incremento del dolor abdominal 
con cualquiera de estas maniobras 
(positividad del signo del psoas) sugiere 
que el músculo psoas presenta irritación 
debido a la inlamación del apéndice.
Para valorar el signo del obturador, 
pida a su paciente que lexione su rodilla 
derecha y, después, que lexione el muslo 
derecho a nivel de la cadera y que realice 
una rotación interna de la pierna también 
en el nivel de la cadera, con el objetivo 
de inducir la distensión del músculo 
obturador interno. La aparición de 
dolor hipogástrico derecho (positividad 
del signo del obturador) sugiere una 
irritación del músculo obturador debido 
a inlamación del apéndice.
Si usted considera que el dolor 
abdominal del paciente puede estar 
relacionado con una pielonefritis o con 
cálculos renales, tiene que valorar la 
sensibilidad dolorosa a la palpación en 
los ángulos costovertebrales. Para ello, 
coloque la palma de una de sus manos 
en los ángulos costovertebrales derechos 
y golpéela con la supericie cubital de 
su puño. Después, repita la misma 
maniobra en los ángulos costovertebrales 
izquierdos. La aparición de dolor con la 
percusión sugiere pielonefritis.
Pruebas diagnósticas 
y tratamiento
Las pruebas analíticas que se citan a 
continuación pueden ser útiles para 
restringir el diagnóstico diferencial de las 
causas del dolor abdominal:
 Hemograma completo para descartar 
signos de infección, cáncer e inlamación.
 Peril metabólico completo para 
determinar la glucemia y descartar 
cuadros de disfunción renal o hepática, 
alteraciones en el equilibrio de los 
electrólitos o problemas relacionados con 
la disminución de la concentración de 
albúmina.
 Estudio de una muestra de heces para 
descartar infección o parásitos.
 Análisis de orina para descartar 
infección o presencia de cálculos renales.
 Concentraciones de amilasa y lipasa, 
que pueden estar elevadas en los 
pacientes con problemas pancreáticos.
 Examen de Helicobacter pylori para 
descartar una enfermedad ulcerosa 
péptica.
 Prueba de embarazo y estudio 
microscópico de las secreciones vaginales 
en las mujeres, con objeto de descartar 
un embarazo ectópico e infecciones como 
la vaginosis bacteriana o la candidiasis 
vulvovaginal.
 Pruebas para descartar las 
enfermedades de transmisión sexual en 
los hombres y las mujeres sexualmente 
activos.
Se pueden llevar a cabo los estudios de 
imagen siguientes:
 La TC puede ser la primera prueba 
de imagen a realizar debido a que su 
grado de sensibilidad, de especiicidad 
y de precisión es superior al del estudio 
radiológico convencional del abdomen2.
 La ecografía abdominal y pélvica tiene 
una capacidad diagnóstica superior a la 
de la radiografía simple y puede ayudar 
al clínico a identiicar la presencia de 
cálculos renales o biliares, apendicitis y 
problemas ginecológicos.
 La radiografía abdominal simple puede 
revelar cálculos, dilatación intestinal, 
Dado que algunas de las 
causas de dolor abdominal son 
potencialmente mortales, es muy 
importante que usted lleve a cabo 
la clasificación del paciente con 
rapidez y precisión.
14 Nursing. 2009, Volumen 27, Número 5
presencia de líquido indicativa de 
obstrucción intestinal, y patrones de 
heces y de gases.
En el cuadro anexo Algunas causas de 
dolor abdominal agudo hay más detalles 
acerca de los signos y los síntomas 
especíicos de los problemas abdominales 
más frecuentes.
La gran variedad de causas del dolor 
abdominal hace que los tratamientos 
también sean muy variados. En general, 
la cirugía está indicada en los cuadros 
de obstrucción intestinal, apendicitis 
aguda, rotura de quiste ovárico y 
aneurisma aórtico. Los antibióticos se 
deben prescribir si la causa del dolor 
es una infección, como los cuadros 
de pielonefritis o de infección del 
tracto urinario inferior. No obstante, 
si la infección se debe a un absceso 
también puede estar indicado el drenaje 
quirúrgico. El dolor abdominal por 
gastroenteritis vírica debe tratarse con 
administración de líquidos, reposo 
intestinal y antieméticos en los pacientes 
mayores de 12 años de edad.
Su papel
Dado que algunas de las causas de dolor 
abdominal son potencialmente mortales, 
es muy importante que usted lleve a cabo 
la clasiicación del paciente con rapidez 
y precisión. Otras intervenciones de 
enfermería son la valoración continuada, 
el control del dolor del paciente, el 
ofrecimiento de apoyo emocional, 
el restablecimiento del equilibrio 
hidroelectrolítico y la aplicación de 
intervenciones especíicas 
para tratar la causa 
subyacente del dolor. Por 
ejemplo, si el dolor 
se asocia a infección, 
usted también va a 
tener que adoptar 
las medidas 
necesarias para 
regularla temperatura 
corporal del paciente 
y administrar 
antibióticos, según 
esté prescrito.
El tratamiento del 
dolor del paciente 
se debe llevar a cabo 
con los medicamentos 
prescritos y mediante 
intervenciones no 
farmacológicas, 
incluyendo la 
adopción de posturas 
diversas, los masajes 
en la espalda y 
las almohadillas 
de calentamiento 
(si no están 
contraindicadas).
Para proteger a 
su paciente frente a 
complicaciones como 
las arritmias cardíacas 
y las convulsiones, 
mantenga el equilibrio electrolítico. Los 
pacientes con diarrea, vómitos o iebre 
son los que muestran una tendencia 
mayor a desequilibrios electrolíticos. 
Es necesario determinar las 
concentraciones de electrólitos antes 
de iniciar el tratamiento de reposición 
electrolítico, con reevaluación periódica 
de ellas a lo largo del tratamiento.
Si el dolor abdominal del paciente se 
debe a ERGE, hernia hiatal, enfermedad 
ulcerosa péptica o diverticulitis, usted 
debe informarle sobre los alimentos que 
ha de evitar y también sobre la cronología 
de las comidas en relación con la 
actividad física. El paciente debe evitar 
de manera general el consumo de 
cantidades excesivas de comida y 
el consumo de grasas, alimentos 
fritos, especias, café, té, derivados del 
tomate y alcohol. (Algunos pacientes 
también deben evitar otros alimentos 
especíicos.) Además, no debe comer en 
las 2-3 h antes de acostarse, y tampoco 
debe tumbarse o realizar ejercicio 
inmediatamente después de comer.
Aconseje a su paciente que mantenga 
un peso corporal normal y que 
disminuya su peso si presenta sobrepeso 
u obesidad; el riesgo de ERGE y de 
cálculos en la vesícula biliar aumenta 
en función del peso corporal. Por 
otra parte, el paciente debe reducir su 
estrés, abandonar el tabaco, disminuir o 
eliminar el consumo de alcohol y reducir 
el uso de medicamentos que puedan 
lesionar el esófago, como los corticoides 
y los antiinlamatorios no esteroideos, 
incluyendo el ácido acetilsalicílico 
(aspirina).
Divide y vencerás
A pesar de que el dolor abdominal 
puede plantear diicultades para su 
diagnóstico y tratamiento, usted debe 
recordar cuáles son las estructuras que 
se localizan en cada sección del abdomen 
y tiene que conocer los tipos distintos 
de dolor; ambos aspectos pueden 
ofrecerle datos de gran utilidad 
para determinar el origen del dolor 
del paciente y, así, eliminarlo con 
rapidez. N
BIBLIOGRAFÍA
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Williams & Wilkins, 2008.
Susan Simmons Holcomb es enfermera en el Olathe 
Medical Services, Inc., en Olathe (Kansas), y consultora 
de educación continuada en enfermería en el Kansas 
City Community College.
La autora declara que no tiene intereses económicos 
relacionados con el contenido de este artículo.

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