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3. Surgimiento de la conciencia en el proceso de la actividad laboral y su naturaleza socio-histórica. LA ESENCIA DE LAS DIFERENCIAS ENTRE LA PSIQUIS HUMANA Y LA DE LOS ANIMALES Sin duda existe una inmensa diferencia cualitativa entre la psiquis humana y la del animal más altamente organizado. Así, no es posible hacer ninguna comparación entre al lenguaje de los animales y el lenguaje humano, pues mientras el animal solamente puede emitir señales a sus congéneres, en relación con fenómenos limitados por una situación inmediata, directa, el hombre puede en cambio informar a otras personas con ayuda del lenguaje, sobre el pasado, presente y el futuro y transmitirles a ellos su experiencia social. Gracias al lenguaje, en la historia de la humanidad ocurrió la reorganización de las posibilidades reflectoras y así la representación del mundo en el cerebro del hombre se hizo más adecuada. Gracias al lenguaje, cada hombre utiliza la experiencia acumulada por la sociedad durante su práctica secular y puede adquirir conocimientos sobre hechos con los cuales personalmente nunca se enfrentó. Además, el lenguaje le da posibilidad al hombre de formarse conceptos sobre el contenido de la mayoría de sus impresiones sensoriales. La diferencia entre el lenguaje de los animales y el del hombre establece además diferencias en el pensamiento. Esto se explica por el hecho de que cada función psíquica particular se desarrolla en interacción con las otras funciones. Mediante muchos experimentos los investigadores han demostrado que de los animales superiores es propio sólo el pensamiento práctico (manual, según Pávlov). Así, solamente con un proceso de entrenamiento previo, el mono puede resolver tareas circunstanciales de uno u otro tipo, e inclusive crear instrumentos. Las formas abstractas del pensamiento en los monos no han sido observadas por ninguno de los investigadores que han estudiado la psiquis de los animales. El animal puede actuar solamente dentro de los marcos de una situación visualmente percibida, los cuales no puede rebasar o abstraer y de la cual no puede asimilar sus principios abstractos. El animal es un esclavo de la situación percibida en forma inmediata. La conducta del hombre se caracteriza por su capacidad da abstraerse o apartarse de una situación concreta dada y prever las consecuencias que puedan surgir en relación con dicha situación. De esta forma, el pensamiento concreto o práctico de los animales los somete a sus impresiones directas sobre una situación dada, mientras que la capacidad del hombre de pensar abstractamente supera la dependencia directa de la situación dada. El hombre es capaz de reflejar no solo las influencias directas del medio, sino que puede prever aquellas que pueden suceder. El hombre está en capacidad de obrar en correspondencia con la necesidad conocida, o sea conscientemente. Esta es la primera distinción, esencial entre la psiquis humana y el animal. La segunda distinción entre el animal y el hombre consiste en la capacidad de éste de crear y conservar las herramientas. El animal crea herramientas o instrumentos en una situación concreta. Fuera de la situación concreta el animal nunca identifica los instrumentos como tales, ni se aprovisiona de ellos, una vez que el instrumento juega su papel en esa situación dada, inmediatamente deja de existir para el mono como instrumento. Así, si el mono acaba de utilizar un palo como instrumento para acercar una fruta, al poco tiempo después puede roerlo u observar tranquilamente cómo esto lo hace otro mono. De esta manera los animales no viven en un mundo de objetos permanentes y el objeto adquiere determinado sentido sólo en una situación concreta, en el proceso de la actividad. Además, la actividad de los animales nunca se realiza colectivamente y, en el mejor de los casos, los monos pueden observar la actividad de sus congéneres, pero nunca van a actuar conjuntamente ayudándose unos a otros. A diferencia del animal, el hombre crea los instrumentos de acuerdo con un plan previsto de antemano, los utiliza según el fin al que estén destinados, y los conserva. El hombre vive en unmundo de objetos relativamente permanentes, emplea los instrumentos conjuntamente con otros hombres y asimila de otros la experiencia para su utilización y a su vez la transmite a otros. El tercer rasgo distintivo de la actividad psíquica del hombre es la transmisión de la experiencia social. El animal y el hombre disponen en su arsenal una experiencia acumulada por las generaciones anteriores en forma de actuaciones instintivas ante determinado tipo de estímulo. Tanto los unos como los otros adquieren una experiencia individual en todas las posibles situaciones que se les presentan en la vida, pero sólo el hombre asimila la experiencia social. La experiencia social ocupa un lugar predominante en la conducta de cada hombre en particular. La experiencia social transmitida al hombre desarrolla en gran medida su psiquis. Desde la más tierna edad, el niño empieza a dominar las formas de utilización de los instrumentos y las formas del trato. Las funciones psíquicas del hombre cambian cualitativamente gracias al dominio de cada sujeto en particular sobre los instrumentos del desarrollo cultural de la humanidad. En el hombre se desarrollan las funciones superiores propiamente humanas (lenguaje, memoria, atención arbitraria y pensamiento abstracto). 1-El concepto "actividad” se emplea en relación con el animal en forma convencional, el sentido de actividad vital. Tanto el nivel de desarrollo de los sentidos como el desarrollo del pensamiento abstracto influyen en el grado de adecuación del reflejo de la realidad. Por eso, la cuarta y más esencial diferencia entre el animal y el hombre está en los sentimientos. Naturalmente que el hombre y los animales superiores no permanecen indiferentes a lo que ocurre a su alrededor, los objetos y los acontecimientos pueden suscitar en los animales y en el hombre determinados tipos de reacción en dependencia de lo que los influye, o sea emociones positivas o negativas. Sin embargo, solamente en el hombre puede existir la capacidad desarrollada de sentir la pena o la alegría de otro hombre, solamente él puede embriagarse con la naturaleza o experimentar determinados sentimientos al tomar conciencia de algún hecho vital. Una importantísima distinción entre la psiquis humana y el animal radica en las condiciones en que ha transcurrido el desarrollo. Si durante el desarrollo del mundo animal el desarrollo de la psiquis transcurrió de acuerdo con las leyes de la evolución biológica, el desarrollo de la psiquis propiamente humana y de la conciencia humana se somete a las leyes del desarrollo histórico social Sin la asimilación de la experiencia de la humanidad, sin el contacto con los semejantes, no es posible el desarrollo de los sentimientos propiamente humanos, no se desarrolla la capacidad de atención dirigida, ni la memoria, ni la capacidad de pensar abstractamente y no se forma la personalidad humana. Sobre esto evidencian los casos de niños criados entre animales. Todos los “niños salvajes" manifestaron reacciones animales primitivas y en ellos no fue posible descubrir todas aquellas particularidades que diferencian al hombre del animal. Mientras que un mono pequeño que por casualidad se quedó solo, sin la manada, de todas formas, se comportara como mono, el hombre, en cambio, sólo se convierte en hombre cuando su desarrollo tiene lugar entre otros hombres. La psiquis humana es producto de toda la evolución anterior de la materia. El análisis del desarrollo de la psiquis nos permite hablar de las premisas biológicas para el surgimiento de la conciencia. Sin duda que los antepasados del hombre poseían la capacidad de pensar objetiva y activamente, así como de formar múltiples asociaciones. El antepasado del hombre al poseer extremidades como las manos podía construir instrumentos elementales y utilizarlos en una situación concreta. Todas estas manifestaciones las podemos encontraren los monos antropomorfos contemporáneos. Sin embargo, no se puede deducir que la conciencia apareció en forma inmediata con la evolución de los animales, pues el hombre es un producto de las relaciones sociales, La manada fue el presupuesto biológico de las relaciones sociales, los antepasados del hombre vivían en manadas, lo que les permitía defenderse de los enemigos en la mejor forma posible y prestarse una ayuda mutua. Psicología General, Petrovsky (Página 81-83)
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