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59 conocimiento disciplinario de los profesores de Artes Visuales: antecedentes para una discusión pendiente Antonio Silva Este texto discute la importancia del conocimiento disciplinario de los docentes de Artes Visuales, las categorías del conocimiento base para la enseñanza y las fuentes de conocimiento y orientaciones curriculares en la sala de clases; aspectos que a juicio del autor han sido desatendidos en el discurso académico de la educación artística en contextos de habla hispana. Se plantea que, dado el actual proce- so de transformaciones y reformas educacionales, existe la urgencia de articular un amplio tejido de investigaciones de distinto rango y alcance para abordar el desarrollo del conocimiento disciplinario en la formación de los profesores de Artes Visuales. Este desafío que se avizora es mayúsculo si se considera la permanente expansión de la producción del conocimiento en la actualidad. Para este propósito, la revisión de investigaciones sobre el conocimiento disciplinario y “su bajada” a la sala de clases, se rea- liza en torno a las propuestas de varios autores. En particular, se relevan los aportes de aquellos autores que han demostrado especí- ficamente rendimiento y pertinencia en procesos de reforma: Lee Shulman, quien ha desarrollado un marco teórico respecto de las Antonio Silva 60 problemáticas que circundan el razonamiento y acción pedagógica de los docentes; Lars Lindström, quien ha propuesto un diagrama analítico del contenido disciplinario de las Artes Visuales, la peda- gogía y la educación de las Artes Visuales; y Liora Bresler, quien ha creado un modelo para identificar las orientaciones curriculares en el aula de los profesores de Artes Visuales. contexto educacional Durante la última década, la educación de las Artes Visuales en Chi- le ha ido desplazándose desde un lugar de evidente descuido en las políticas educacionales, hacia una lenta incorporación en los siste- mas de evaluación y medición de la calidad de la educación de los docentes del área. Las Artes Visuales han quedado al margen de al- gunas políticas educacionales1, ocupando así un lugar marginal den- tro del sistema educacional (Errázuriz, 1994). Este escenario está pronto a terminar. Ejemplo de esto ha sido su discreto ingreso al sistema de evaluación docente, la reciente publicación de estándares para la formación de profesores del área y, en los próximos años, la aplicación de una prueba de conocimientos pedagógicos y discipli- nares para ejercer la docencia. Si bien se podrá argumentar que esto le ha otorgado amplia libertad a los docentes, también se ha gene- rado una subcultura en la que el profesor de Artes Visuales (Bresler, 1998), no solo es muchas veces el único profesional del área en la escuela, sino también el único habilitado —por la especificidad dis- ciplinaria— para abordar los objetivos, contenidos y metodologías específicas para enseñar. Este aislamiento ocurre tanto al interior de su escuela como en la comunicación y vinculación con sus pares. 1 Ejemplo de esto es la omisión de las artes del aún vigente Programa de textos escolares, piedra angular de la implementación de la reforma educacional de 1997-2003. Este programa provee de textos escolares y material didáctico para alumnos y profesores en el 93% de las escuelas del país. CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 61 En el actual contexto educacional, se hace necesario pregun- tarse por las implicancias que tendrá la presión impuesta por una reforma orientada hacia la tecnificación de los procesos educativos, si acaso la regulación bajo estándares pedagógicos y disciplinarios redundarán en una mejora sustantiva de la calidad de la formación de los docentes y la enseñanza de las Artes Visuales, y si todas es- tas transformaciones tendrán implicancias en la valoración social y cultural del arte. En este escenario reaparece una discusión sobre el cuerpo de conocimiento de las Artes Visuales y su lugar en el currículum. La tensión existente en el discurso curricular oscila entre las propues- tas establecidas y aquellas nuevas que permitan revisar, ampliar e innovar el discurso educacional. Esta discusión ha sido abordada por relevantes investigadores en las últimas décadas2; sin embargo, en Chile observamos una ausencia tanto de debate como de una agenda para abordar y discutir las implicancias de las transforma- ciones que vienen. Antecedentes sobre el estudio del conocimiento de los profesores y creencias en la formación de profesores Estas últimas tres décadas se han caracterizado por una profusa dis- cusión en la literatura educacional anglosajona acerca del conoci- miento base que debe poseer un profesor. Algunos autores como Elbaz (1983) han notado que las vivencias personales de un pro- fesor constituyen un cimiento que da forma al conocimiento ex- periencial. En una dirección similar, Connelly y Clandinin (1988, 1995) han estudiado el conocimiento personal de los profesores enfocándose en sus narrativas personales. Los autores argumentan 2 Bresler 1995, 1996, 1998; Efland, 1976; Efland, Freedman, Sthur, 1996; Eisner, 1994; Wolf 1992; Freedman y Hernández, 1998. Antonio Silva 62 que este conocimiento personal está radicado en su práctica docen- te, en la cual los profesores son protagonistas y autores de su propia historia. Las investigaciones de Connelly y Clandinin destacan, a su vez, la importancia del autoconocimiento que deben tener los docentes y la comprensión de los procesos de enseñanza para su ta- rea como planificadores y hacedores del currículum (Craig y Ross, 2008). Otros enfoques examinan el conocimiento base en la maes- tría para la enseñanza (craft knowledge) adquirida por los docentes en su práctica. Especial énfasis se le ha dado al estudio de profe- sores expertos y novatos. La maestría adquirida por los profesores expertos les permite enfrentar dilemas que surgen durante el pro- ceso de enseñanza (Grimmett y MacKinnon, 1992). Desde una perspectiva distinta, otros autores (Van Driel et al., 1997) señalan que el conocimiento está entrelazado con creencias y concepciones sobre la enseñanza, y a su vez está influenciado por sus contextos de enseñanza. Como parte de la investigación acerca del conocimiento de los profesores, se ha identificado el estudio sobre las creencias de los profesores (Calderhead, 1996). Los investigadores han exami- nado las relaciones entre creencias y conocimiento sobre la mate- ria, identificando diferencias que tienden a variar entre los autores. Clandinin y Connelly (1987: 487) observaron una “desconcertante variedad de términos”. Nespor (1987) propuso un marco teórico llamado “Estudio sobre las creencias de los profesores”, fundamen- tado en la investigación en terreno de ocho profesores. Este autor identifica un sistema de creencias, basado más fuertemente en los componentes eficaces y evaluativos que en un sistema de conoci- miento. En esta línea, Nespor argumenta que existe un acuerdo acerca de cómo puede ser evaluado el conocimiento, pero no acerca de cómo evaluar sentimientos, recuerdos, experiencias personales y creencias. Por su parte, Pajares (1992) afirma que las creencias de los profesores se forman tempranamente y tienden a perseverar durante sus vidas, filtrando nuevas experiencias y conocimientos CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 63 adquiridos. Pajares concluye que “el conocimiento y las creencias están inextricablemente entrelazados” (1992: 435). Por otra parte, otro grupo de autores ha señalado que la relación entre creencias y la práctica docente puede variar dependiendo de los factores de contexto de los profesores (Fang, 1996). Cabe señalar que un nú- mero significativo de estos investigadores han identificado incon- sistencias entre las creencias de los profesores y su práctica docente (Calderhead, 1996; Ertmer, 2005; Kane, Sandretto y Heath, 2002; Fang, 1996). En la investigación de profesoresde educación artística, al- gunos autores han abordado el estudio de las creencias3. En par- ticular, destaca el Índice de creencias en educación artística (Art Education Belief Index) elaborado por Eisner. El diseño de este índice de creencias busca obtener datos sobre profesores novatos respecto a su socialización profesional, identificando la orientación pedagógica e influencia en torno a dos ejes: uno centrado en el con- tenido disciplinario y otro en las creencias sobre los niños. A partir de una revisión del Índice de creencias de Eisner, Grauer (1995) afirma que tener creencias compartidas favorece al desarrollo de prácticas colaborativas en entornos educativos. Los profesores tienen fuertes creencias sobre el conocimiento del contenido disciplinario. Esto significa que muchas veces los do- centes asumen ciertas creencias epistemológicas establecidas sobre un ámbito o dominio de conocimiento, el cual tiende a ejercer una influencia significativa sobre la enseñanza y el aprendizaje (Prawat, 1992). En esta línea, Kowalchuk (2000) argumenta que las deci- siones en la sala de clases de profesores novatos de Artes Visuales están fuertemente determinadas por las creencias personales acerca de la disciplina que se enseña. Bresler (1993) propone que para abordar la brecha entre las creencias declaradas de los profesores y 3 Bresler, 1993; Bullock y Galbraith, 1992; Eisner, 1973 en Grauer 1995; Grauer, 1998; Kowalchuk, 2000. Antonio Silva 64 su desempeño en el aula, debe tenerse en cuenta tres niveles que se superponen: la presión institucional de los valores establecidos, el significado personal asignado por el docente y la teoría sustentada por la academia. Precisiones sobre didáctica y pedagogía En la literatura de investigación educativa anglosajona, el término didáctica no es utilizado de la misma manera que en la literatura educacional hispanohablante, heredera esta última de la tradición de Europa continental. Lo que habitualmente se conoce como teoría didáctica en esta tradición, ha sido abordado por los estu- dios de currículum (curriculum studies) en los países anglosajones. Más aún, según acota Kansanen (2009), didáctica es un término que acarrea una connotación negativa y es casi inexistente en las publicaciones de investigación en profesores. Kansanen (2009) sostiene que esta es una de las razones por las que la investiga- ción sobre profesores y enseñanza en contextos anglosajones no ha alcanzado la profusión que ha ocupado tradicionalmente en Alemania4. Diversos autores, para referirse a la didáctica alemana, optan por conservar el término didaktik (Hopmann y Riquarts, 1995, en Kansanen, 2009; Deng, 2011). En la didáctica alemana (didaktik), la enseñanza es concebida como un encuentro enrique- cedor entre el estudiante (aprendiz) y el contenido (Klafki, 2000). Este encuentro contempla una tríada didáctica, en la que tienen lugar estudiante, docente y contenido. Si bien la didáctica entrega 4 El marco curricular en los estados alemanes está organizado bajo el nombre de Lehrplan, el cual unifica las materias y contenidos entregando mucha libertad a los docentes, quienes enfrentan la enseñanza orientados por los métodos y principios de la didáctica general (Allgemeine Didaktik), la que genera normas de acción. A su vez, las materias en el proceso de enseñanza son abordadas desde la didáctica específica (Fachdidaktik) de cada disciplina. CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 65 un conocimiento, al mismo tiempo pretende normar y regular la práctica docente. Por su parte, la didáctica francesa es la que mayor influencia ha tenido en educación en contextos hispanohablantes (Bolívar, 2005). En particular, destaca el concepto de “transposi- ción didáctica” desarrollado por Michel Verret en 1975, y reela- borado luego por Yves Chevallard en el ámbito de la didáctica de la matemática. Chevallard (2009) plantea que la relación binaria docente-estudiante debe incorporar como componente el saber enseñado (savoir enseigné), para articular el objeto de estudio de la didáctica. De esta manera, este autor propone un sistema didáctico compuesto por el docente, los estudiantes y el saber enseñado. Esta relación ternaria está inserta en un sistema de enseñanza, el cual a su vez está en interacción con distintos agentes de la sociedad —en un espacio al que el autor denomina Noosfera— entre quienes se cuentan los especialistas en la disciplina. Chevallard sostiene que la transposición didáctica involucra adecuaciones en dos niveles. En un primer nivel, el saber sabio (savoir savant), legitimado por la comunidad académica y designado como un saber enseñar (el currículum y programas de estudio), es reorganizado; lo que re- sulta es una versión didáctica del saber. En un segundo nivel, la adecuación del conocimiento se produce entre el saber enseñar y el saber enseñado5. En este punto, la teoría de la transposición didáctica da cuenta de uno de sus aspectos más críticos: la des- incretización del saber en el sistema burocrático escolar, a conse- cuencia de las transformaciones adaptativas que descontextualizan los saberes académicos. En este punto, Verret (en Gómez, 2005) es categórico al señalar que algunos saberes no son escolarizables. Por su parte, Chevallard plantea que en la transposición didáctica hay 5 Un ejemplo de este punto lo explica Kansanen (2009) respecto del contexto finlandés, donde los investigadores han modificado —por la presión de publicar en inglés de acuerdo con los parámetros de AERA— la terminología “pensamiento didáctico” a “pensamiento pedagógico” (pedagogical thinking), luego de una tradición académica de más de 50 años refiriéndose al “pensamiento didáctico”. Antonio Silva 66 una distancia en el paso del saber del docente al saber del estudian- te; hay dos regímenes de saberes que se interrelacionan, pero en ningún caso llegan a superponerse. Para el autor, esta distancia es inmensa, por lo que enfatiza la necesidad de arrancar de la ilusión de superposición entre el conocimiento académico y el didáctico, estableciendo una ruptura epistemológica que permita observar esta distancia. De acuerdo con Pepin (2009), tanto en la didáctica alemana (didaktik) como en la francesa se observa un énfasis en el pen- samiento filosófico, donde el desarrollo de modelos teóricos no requiere de su verificación empírica. Lo anterior contrasta con la tradición en la investigación educacional anglosajona, cuya teoría está construida a partir de estudios empíricos. Junto a lo anterior, no hay que perder de vista que la mayor parte de las investigaciones en educación se realizan en inglés y están regidas por la terminolo- gía que siguen los estándares de la American Educational Research Association (AERA). Si bien el uso del término pedagogía (pedagogy) ha ido ganando un lugar cada vez más notorio en la investigación sobre profesores en la literatura anglosajona sobre educación, acer- cándose al de didaktik de la tradición germana (Kansanen, 2009), no parece conveniente traducir pedagogy como didáctica —en lo que incurren Bolívar (1993, 2005) y otros autores españoles—, ya que se pierden las especificidades que cada contexto y tradición ha desarrollado. De esta manera, el principal constructo planteado por Shulman que se expone a continuación —pedagogical content knowledge (PCK)—, es el que utilizan los académicos que publican en lengua inglesa. Gran parte de estas investigaciones, extensamen- te discutidas en la literatura educacional anglosajona, han recibido escasa atención en la didáctica de las Artes Visuales en contextos de habla hispana. CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 67 Discusión sobre el conocimiento base y formación profesional A continuación se presenta una revisión de la investigación y pro- puestas realizadas por Lee Shulman e investigadores asociados sobre el conocimiento base y la formación profesional. Si bienla contri- bución de Shulman a la educación, y en particular a la formación de profesores, excede el propósito de este capítulo, esta se puede sintetizar en torno a cuatro ejes: (1) Sistematización de las fuentes y las bases del conocimiento de un profesor especialista. (2) Reco- nocimiento del estatus y atributos de la enseñanza6. (3) Postulado de que la investigación se debe a la enseñanza7. (4) Definición del conocimiento base de los profesores para la creación de estándares de evaluación y certificación8. La revisión se focaliza en el primer aspecto: la sistematización de las fuentes y las bases del conocimien- to de un profesor especialista. 6 En este ámbito, Shulman busca otorgarle a la enseñanza el reconocimiento que tienen otras formas de trabajo académico (scholarly). Reivindica, por lo tanto, el estatus de la enseñanza, situándola, por la complejidad en la toma de decisiones, al mismo nivel que la medicina. Caracterizó la enseñanza como una profesión con seis atributos (Shulman, 1998: 518): obligación de servir a otros, comprensión de los fundamentos teóricos de la práctica docente, un dominio de práctica especializada, el ejercicio del discernimiento en condiciones de inevitable incertidumbre, la necesidad de aprender de la experiencia como integración de la teoría y la práctica y la existencia de una comunidad profesional que monitoree la calidad y acumule conocimiento. 7 Shulman elaboró propuestas teóricas respaldadas por extensos estudios empíricos en colaboración con profesores, principalmente en tres instituciones: Instituto para la Investigación en Enseñanza de la Universidad de Michigan, la Facultad de Educación de la Universidad de Stanford y la Fundación Carnegie para el Progreso de la Enseñanza. Si bien esta no es una característica exclusiva del autor, lo que lo distingue es el convencimiento de que toda investigación se debe a la enseñanza y tiene por fin traducirse en mejoras aplicables en la práctica docente. Shulman (1997: 6) lo sintetiza así: “[la] investigación comienza con la curiosidad pero termina en la enseñanza”. 8 Shulman establece puentes entre docente y policy maker, enfatizando la importancia de que los docentes conozcan las normativas y regulaciones. Asimismo, aunando esfuerzo para permear a los policy makers sobre la importancia de definir el conocimiento base de los profesores para la creación de estándares de evaluación y certificación. Antonio Silva 68 Shulman desarrolló una extensa investigación sobre la for- mación profesional de los profesores, la cual contribuyó al progre- so de estándares pedagógicos y disciplinarios (National Board of Studies), en el contexto de la reforma educacional que tuvo lugar en Estados Unidos en la década de los 80. Shulman instaló esta dis- cusión entre los investigadores en educación y policy makers9 bajo el nombre del “paradigma perdido”10. Para Shulman, lo perdido en la investigación sobre la enseñanza refiere al estudio del contenido que deben enseñar los docentes y su interacción con la pedagogía. Tanto investigadores como policy makers —en Norteamérica— es- taban principalmente centrados en estudiar perspectivas orientadas a los estudiantes, planificación de clases, pautas de evaluación y estrategias sobre el manejo de la clase. La ausencia de esta dimen- sión de la formación de profesores es, para Shulman (1986: 7-8), lo perdido en “la mayor parte de las investigaciones y, como conse- cuencia, la mayoría de nuestros programas estatales de evaluación y certificación de profesores”. Si bien el marco teórico de Shulman ha dejado profundas huellas en las áreas de ciencias, matemáticas, lenguaje y tecnología, su aplicación hasta la fecha en las áreas de las artes y humanidades ha sido menos explorada. La brecha que señala este autor sobre el conocimiento de base de los profesores apunta a uno de los aspec- tos centrales en la discusión sobre calidad en la actual reforma edu- cacional en Chile: la preparación disciplinaria durante la formación docente y la profesionalización de este conocimiento a lo largo de la carrera. Shulman se preguntó acerca de qué tipo de cosas son de ex- clusivo conocimiento del profesor, que solo él o ella pueden hacer (Berry et al., 2008). ¿Cómo decide un profesor qué va a enseñar? 9 Policy maker es la persona con el poder o posición política institucional para influenciar o definir las políticas públicas. 10 En su discurso inaugural de la presidencia de AERA (American Educational Research Association). CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 69 ¿Cómo representa el contenido? ¿Cómo enfrenta los errores y ma- los entendidos de sus estudiantes? A partir de estas preocupaciones, Shulman y sus colegas en Stanford elaboran un mapeo de las fuentes de conocimiento docente, desde el conocimiento previo al conoci- miento adquirido durante su formación y la profundidad del cono- cimiento del contenido (content knowledge) en un profesor novicio. Desde su formación como psicólogo educacional cognitivista, Shul- man se pregunta cómo ocurre el aprendizaje para la enseñanza; más específicamente, cómo se desarrolla y enriquece el aprendizaje con la experiencia docente. Para responder estas preguntas, se plantea la necesidad de contar con un marco teórico que permita establecer y entender aquellos dominios y categorías del conocimiento del con- tenido (content knowledge) que un profesor de secundaria requiere. En los años siguientes, Shulman y sus colegas asociados de- sarrollaron el PCK (pedagogical content knowledge), el cual ha sido ampliamente reconocido como la base para el estudio de las rela- ciones del conocimiento disciplinario y el desarrollo curricular, y como marco teórico por ser considerado tanto en la elaboración de estándares disciplinarios para profesores como en el mejoramiento de la implementación de materiales curriculares. Marco epistemológico para la enseñanza e integración de contenido y pedagogía Como se señalaba anteriormente, Shulman (1986) aboga por la im- portancia de la vinculación del contenido con la pedagogía, como algo absolutamente central en la discusión acerca de la profesiona- lización del conocimiento de un profesor. Shulman y sus asociados en Stanford11 proponen categorías de conocimiento base y fuentes 11 Grossman, 1990; Grossman et al., 1989; Shulman, 1987; Shulman y Sykes, 1986; Wilson, Shulman y Richert, 1987. Antonio Silva 70 de conocimiento para la enseñanza12, con el propósito de concep- tualizar las bases y fuentes del conocimiento y operacionalizarlas en un modelo de acción pedagógica con una focalización en el proceso de interacción entre el conocimiento del contenido y el conoci- miento pedagógico. Para Shulman (1986, 1987), el conocimiento base para la enseñanza es el conjunto de entendimientos, habilida- des y disposiciones que tiene un docente en relación con las nece- sidades de aprendizaje de los estudiantes. Esta conceptualización sobre la base y fuentes de conocimiento establece el fundamento para identificar el conocimiento requerido para promover prácticas educativas de alta calidad, cuya aspiración es apoyar y guiar a pro- fesores en el qué y el cómo enseñar y mediante qué medios alcanzar las metas educativas. La evolución de las conceptualizaciones del conocimiento base necesarios para la enseñanza articularon el constructo PCK (pedagogical content knowledge)13 y desarrollaron y expandieron el modelo de acción y razonamiento en múltiples dimensiones (Grossman, Wilson y Shulman, 1989). De la revisión de los estu- dios que desarrollaron el PCK, tres conclusiones generales surgen en un primer nivel de análisis: · La categorización del conocimiento base varía de un estudio al otro y los términos son desarrollados y categorizados dife- rentemente de artículo en artículo. · Hay evidencia de que el conocimiento base para enseñar se desarrolla durante la experiencia docente. · El conocimiento base para la enseñanza debiera ayudara profesores a transformar el conocimiento en las formas más 12 A partir de los resultados del proyecto “El conocimiento crece en la práctica docente” (Knowledge growth in a profession). 13 Este modelo fue formulado principalmente en dos artículos (Shulman 1986, 1987), además de un corpus de más de 30 artículos y sobre 60 tesis doctorales (Shulman citado en Berry, Loughran y Van Driel, 2008; Craig y Ross, 2008; Shulman, 1999). CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 71 apropiadas de la enseñanza de acuerdo con las necesidades de aprendizajes de los estudiantes. A continuación se revisan cinco de los estudios que dan sus- tento al marco teórico del PCK (ver Tabla 1). En el primero de estos, Shulman (1986) propone categorías de enseñanza del conoci- miento base, formuladas en un estudio que involucró a estudiantes de pedagogía y profesores novicios de secundaria de ciencias, mate- mática, ciencias sociales e inglés. En particular, Shulman distingue tres categorías de conocimiento: conocimiento del contenido de la materia (subject matter knowledge) a partir de la conceptualización disciplinaria elaborada por Schwab (1964); conocimiento curri- cular, involucrando programas y materiales para la enseñanza, y el PCK (pedagogical content knowledge). En este estudio, Shulman define el PCK como… …los tópicos regularmente enseñados en una sector disciplinario, las más útiles representaciones de esas ideas, las analogías más poderosas, ilustraciones, ejemplos, explicaciones y demostraciones —en una pa- labra, los caminos de representación y un abordaje que lo haga más comprensible a otros (1986: 9). Junto con el conocimiento del contenido (content knowledge), Shulman sugiere diferentes formas de conocimiento: conocimien- to proposicional, el cual refiere a principios educacionales; cono- cimiento de caso, el cual apoya la toma de decisiones basada en documentación de casos; y conocimiento estratégico acerca de la experiencia de la práctica. Uno o más componentes de estas dimen- siones (el contenido y diferentes formas de conocimiento) pueden interactuar entre sí. Antonio Silva 72 TABLA 1. MArcO TEórIcO DEL PcK (PEDAGOGICAL CONTENT KNOWLEDGE) Autores Foco del estudio Términos utilizados Proyecto / participantes Shulman, 1986 La necesidad de un marco teórico. La comprensión del conocimiento de la materia de los profesores conocimiento del contenido De la materia El conocimiento crece en la práctica docente PcK curricular Formas de conocimiento Proposicional casos Estratégico Shulman & Sykes, 1986 Define el conocimiento base para establecer un consejo Profesional de Estándares Educación liberal general Grupo de trabajo sobre la enseñanza como profesión, Foro carnegie sobre Educación y Economía, retrato de un profesor de Biología conocimiento del contenido disciplinario conocimiento pedagógico especifico del contenido conocimiento curricular comprensión de la diversidad de los estudiantes Habilidades de desempeño Fundamentos de la comprensión profesional Shulman, 1987 categorías de conocimiento base Marco teórico del PcK Modelo de razonamiento y acción pedagógica conocimiento base contenido El conocimiento crece en la práctica docente retrato de un profesor experto y un profesor novicio General pedagógico curricular PcK Enseñantes y sus características contextos educacionales Metas y valores de la educación Fuentes de conocimiento Sabiduría (scholarship) del contenido disciplinario Materiales y contexto del proceso de la educación Sabiduría (scholarship) educacional Experiencia CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 73 Wilson, Shulman & richert, 1987 El ámbito de conocimiento de la materia y el papel que desempeña en la enseñanza conocimiento base De la materia El conocimiento crece en la práctica docente 21 profesores novicios curricular Enseñantes Metas y valores de la educación PcK Pedagógico general contenido PcK De la materia Pedagógico general Enriquecido y mejorado por conocimiento curricular Enseñantes contextos Pedagogía Grossman 1990 El PcK y fuentes del conocimiento de los profesores conocimientos de pedagogía general Enseñantes y aprendizaje Seis profesores de secundaria: tres con preparación pedagógica y tres sin preparación Manejo de clases curriculum e instrucción conocimientos de la materia Estructura sintáctica contenido Estructura sustantiva PcK concepciones y propósitos de la enseñanza conocimiento de cómo los estudiantes aprenden conocimiento curricular conocimiento de las estrategias de instrucción conocimiento del contexto comunidad Distrito Escuela Antonio Silva 74 Shulman y Sykes (1986) proponen lineamientos para el es- tablecimiento de un Consejo Nacional de Estándares de Docencia Profesional14 (NBPTS). Los autores definen siete categorías como fundamento para el conocimiento base de la enseñanza: educación general liberal, conocimiento disciplinario en el área, conocimiento específico sobre el contenido, conocimiento curricular, comprensión de la diversidad de los estudiantes y habilidades de desempeño. En síntesis, Shulman y Sykes plantean el conocimiento pedagógico es- pecífico (content-specific pedagogical knowledge) como una forma de conocimiento que incluye conceptos centrales de las disciplinas. Es decir, esta categoría implica la comprensión profesional acerca de cómo enseñar los contenidos centrales de las materias y cómo trans- formar el contenido de estas materias en formas enseñables de acuer- do con el nivel de los estudiantes. Según los autores, la capacidad para transformar el contenido requiere conocimiento curricular de caminos alternativos para enseñar el currículum, para lo cual es esen- cial que los profesores sean conocedores de los materiales curriculares. A continuación, Shulman (1987) propone siete categorías de conocimiento base para la enseñanza: conocimiento del contenido, conocimiento pedagógico general, conocimiento curricular, PCK, conocimiento de los estudiantes y sus características, conocimiento de los contextos educacionales y conocimiento de las metas y valores de la educación. Lo que distingue el PCK de las otras categorías es que, mientras estas últimas identifican dimensiones específicas del conocimiento, el PCK constituye un conjunto de cuerpos de cono- cimiento en el que las categorías interactúan entre sí (por ejemplo, conocimiento del contenido y conocimiento de los estudiantes y sus características). En síntesis, el PCK mezcla contenido y pedagogía de manera que los docentes puedan entender lo que es esencial so- bre la materia (subject matter) y lo que es periférico, permitiendo al 14 Corresponde a la traducción de National Board for Professional Teaching Standards (NBPTS). CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 75 docente organizar los tópicos centrales del contenido y representar- los de acuerdo con las habilidades y preferencias de los aprendices. FIGurA 1 MODELO DE rAZOnAMIEnTO Y AccIón PEDAGóGIcA DE SHuLMAn Modelo de razonamiento y acción pedagógica (MraP) conocimiento del profesor razonamiento pedagógico acción pedagógica relación entre comprensión del profesor y práctica docente (del) contenido pedagógico curricular comprensión transformación instrucción evaluación reflexión nueva comprensión proceso no lineal repertorio instruccional prepara selecciona representa adapta confecciona habilidades docentes requeridas en el proceso de transformación del contenido Shulman aboga por la importancia del conocimiento curricu- lar, en particular de los materiales curriculares (curriculum materials). El docente tiene que saber la estructura del currículum y el alcance de la enseñanza. A partir de estas categorizaciones propuestas y en con- cordancia con los estudios anteriormente mencionados, este autorle asigna alta importancia tanto al conocimiento curricular como a los materiales curriculares, en la medida que estos son un puente entre el conocimiento base y las fuentes de conocimiento de un profesor. La novedad de este artículo reside en que la propuesta conceptuali- za la práctica docente, lo que Schön (1983) ya había sistematizado como práctica en y durante la acción. Shulman propone un ciclo de constante razonamiento, llamado “Modelo de razonamiento y acción pedagógica” (MRAP). El MRAP (ver Figura 1) identifica las siguientes etapas de razonamiento pedagógico: comprensión de Antonio Silva 76 lo que se enseña, transformación del contenido, instrucción, eva- luación, disposición a la reflexión sobre la práctica docentes y una nueva comprensión como resultado del proceso de razonamiento y acción pedagógica. Estos componentes no necesariamente tienen lugar en una secuencia lineal. La etapa a la que mayor atención le otorgan Shulman y sus colegas es la fase de la transformación del contenido. De acuerdo con este modelo, transformación es cuando el profesor prepara, representa, selecciona, adapta y confecciona un repertorio de instrucciones para los estudiantes. Estas cinco formas de transformación abarcan un proceso de planificación, diseño de estrategias de enseñanza, así como selección, adaptación y desarro- llo de materiales curriculares en una manera que sean comprensi- bles para los estudiantes. Wilson, Shulman y Richert (1987) examinan el ámbito del conocimiento de la materia (subject matter knowledge) utilizado en la sala de clases y su rol para la enseñanza. Este estudio presenta las conclusiones principales de El conocimiento crece en la profesión, investigación en la cual se exponen los resultados del seguimiento a un grupo de docentes en su primer y segundo año de docencia. Sis- tematizan el conocimiento base y el MRAP propuesto por Shulman (1987) y si bien varios componentes del conocimiento base son pos- tulados, no se proporciona una explicación sobre la relación entre diferentes dimensiones del conocimiento. Se enfocan en el MRAP, afirmando que la “transformación del conocimiento de la materia está en el corazón de la enseñanza de secundaria” (Wilson et al., 1987: 117). Los resultados del estudio sugieren que los profesores desarrollan el PCK durante su práctica; además, los profesores enri- quecen y mejoran su PCK por medio del conocimiento que provie- ne del currículum, los estudiantes, el contexto y la pedagogía. Por sobre todo, los autores señalan que el PCK es un camino de razona- miento pedagógico que facilita la representación del conocimiento de la materia, uniendo la comunicación entre profesor y estudiantes. Pam Grossman (1990) presenta un estudio que involucra a seis profesores de secundaria, tres con preparación pedagógica y CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 77 tres sin preparación. La autora se enfoca en el conocimiento base de los profesores, su PCK, las fuentes de ese conocimiento y, en último término, mapea la adquisición del PCK. Identifica cuatro dimensiones de conocimiento base para la enseñanza: conocimien- to de la materia, conocimiento general de la pedagogía, PCK y conocimiento del contexto. El PCK es descrito como un tipo de conocimiento que combina varias dimensiones. La primera es una dimension global, previamente establecida por Grossman y Richert (1988), que incluye las concepciones del propósito de la enseñanza. Las otras dimensiones derivan de estas concepciones y propósitos: conocimiento del entendimiento de los estudiantes, conocimiento curricular y conocimiento de estrategias instruccionales. Grossman concluye que el PCK puede ser desarrollado a través de un número de factores tales como el aprendizaje por medio de la observación, experiencia docente en clases y experiencia disciplinar previa. Si bien en los artículos examinados Shulman plantea que el PCK es una amalgama entre contenido y pedagogía, Gess-Newsome (1999) observa que el PCK puede ser tanto un conocimiento de naturaleza integrativa como transformativa a partir de la interac- ción de los distintos conocimientos base que convergen. Si bien el PCK ocupa un lugar prominente en el saber acadé- mico de la enseñanza y ha probado ser útil en el desarrollo docente, este ha escapado notoriamente de la atención de los investigadores en educación de las Artes Visuales en la discusión sobre el conoci- miento base para la enseñanza. Se han observado algunas de las limitaciones en las formula- ciones del PCK que se refieren a la subestimación de la importancia de la escuela, el contexto del departamento15 en el que se inserta al 15 La crítica al PCK como un modelo circunscrito principalmente a la esfera individual del profesor fue luego incorporada por Shulman (Shulman y Shulman, 2004) en una reelaboración del programa Fostering a Community of Learners (FCL) de Browne y Campione. Los autores sugieren un modelo de interrelación, donde la comunidad y los individuos están simultánea e independientemente interactuando. Este modelo involucra no solo los niveles individuales y comunitarios, sino también el estrato de las políticas públicas. Antonio Silva 78 docente (Grossman y Stodolsky, 1994) y los estudiantes (Darling- Hammond). Darling-Hammond señala que la enseñanza requie- re de “un conocimiento base altamente contextualizado y fluido” (2006: 84), orientado a las necesidades de los estudiantes. Por su parte, Grossman y Stodolsky (1994) plantean que el contexto de la sala de clases de un profesor debiera tomar en consideración la pertenencia del docente al departamento de área de su respectiva escuela. Asimismo, el contexto incluye el hecho de que las áreas di- fieren en el grado de reconocimiento que tienen tanto en el contex- to escolar como en la comunidad (Grossman y Stodolsky, 1995). Grauer (1998), en un estudio sobre el desarrollo de la rela- ción entre el conocimiento y las creencias en profesores de educa- ción primaria que enseñan artes, encontró inapropiado el empleo del PCK. Grauer sostiene que los profesores de educación primaria no requieren de conocimiento disciplinar, y por lo tanto requieren de un proceso diferente de elaboración del conocimiento de la ma- teria, más enfocado en la pedagogía que en el contenido disciplina- rio. Como sustituto al PCK, Grauer propuso una disciplina basada en la pedagogía (discipline-based pedagogy) como un marco alterna- tivo para cimentar el conocimiento disciplinario en conjunto con la comprensión pedagógica del contenido disciplinario. Orientaciones del debate sobre el conocimiento base en Artes Visuales Al llevar a cabo una revisión sobre el cuerpo de conocimientos que constituye la educación de las Artes Visuales, nos encontramos, por una parte, con las tensiones en juego entre los defensores de la importancia del arte en la educación (como Dewey, Perkins y Eisner) y, por otra, con las presiones externas que han puesto en duda el rol del arte en la educación (Efland, 1990). Al respecto, Erickson (1979) señala en un análisis histórico sobre la formación de la educación artística como disciplina, que por mucho tiempo CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 79 la educación artística no fue considerada una disciplina dentro del currículum escolar. A partir del análisis del trabajo de investigado- res que han discutido la estructura del conocimiento disciplinario de la educación artística (entre los que cuentan Barkan, Efland, Eisner, Lanier, Ecker, Arnstine), Erikson concluye que el estatus de la educación artística ha resultado en un largo desacuerdo acerca de la teoría —el cuerpo de conocimiento— y el currículum escolar —el qué enseñar—. En particular, cabe destacar la influencia de Barkan (1962) en la fundamentación de la educación artística y su contribución a la expansión de su estructura de conocimiento, concibiendo la educación artística ya no solo centrada en la autoex- presión,sino también incorporando la estética en su cuerpo de co- nocimientos. Siguiendo la lectura de Efland (1988), Barkan influye decisivamente en conferir a la educación artística una estructura en su conocimiento base, organizada en tres disciplinas: producción de arte, historia del arte y la crítica de arte. En su prólogo a una de las últimas compilaciones sobre in- vestigación cualitativa en las artes16, Eisner (2008) examina las razones de por qué durante mucho tiempo el arte no fue conside- rado una forma de conocimiento. Para este autor (Eisner, 1981, 1985), la discusión sobre la naturaleza del arte como forma de co- nocimiento se ha basado en creencias epistemológicas relaciona- das principalmente con las emociones y el mundo sensible. Este argumento tiene sus raíces en una concepción platónica, en la cual el arte es concebido como una forma sensorial. Estas creencias se extienden hasta la tradición positivista, pero no es sino hasta fines del siglo XIX que el conocimiento estético comienza a ganar un lugar en el currículum (en Norteamérica). Como ha notado Wolf (1992: 955), el conocimiento artístico y estético difieren de otras formas de conocimiento básicamente “en intención, en modos de 16 Handbook of the arts in qualitative research: Perspectives, methodologies, examples, and issues, editado por Gary Knowles y Ardra Cole el año 2008. Antonio Silva 80 hacer sentidos, en sus métodos y en la mirada sobre la verdad o la excelencia”. Por su parte, Eisner en su prólogo afirma que la prác- tica estética (como dibujo, danza, música, teatro, etc.) involucra múltiples formas de conocimiento, los que no necesariamente son medibles por medio de parámetros científicos. Diversos autores concuerdan que la asignatura escolar de las Artes Visuales se caracteriza por conformar un cuerpo de cono- cimiento “inestructurado” (Efland, 2000; Koroscic, 1996; Short, 1995), en el cual coexisten diferentes cuerpos de conocimiento. Surge entonces la pregunta acerca de cómo estos cuerpos de co- nocimiento se seleccionan, entendiendo que bajo ningún aspecto esta selección es neutral ni asegura el futuro estatus del currículum artístico en la escuela. Koroscik (1996) señaló ya hace dos décadas que el rápido crecimiento del cuerpo de conocimientos del arte, tanto en la pro- ducción de obra como de trabajo académico, incrementa la de- manda cognitiva y curricular sobre los estudiantes y los profesores. Algunos autores han colocado el énfasis del conocimiento base en los desafíos de la evaluación del conocimiento procedimental y de- clarativo en la educación en Artes Visuales (Cunliffe, 2005). En otra línea de investigación, Gadsden (2008) aborda el carácter va- riable del cuerpo de conocimientos de la educación artística en un mundo en constante cambio y la posibilidad que esto conlleva en la formación de una nueva epistemología. La cultura visual es una de estas nuevas epistemologías y ha sido enunciada por varios autores17 como una respuesta a las de- mandas por ampliar los enfoques (multiculturalismo, feminismo, poscolonialismo, etc.) y las temáticas a objetos culturales. Asimis- mo, da cuenta de una manera de reorientar el campo de conoci- miento de la educación artística. Su advenimiento al interior de la 17 Bolin y Blandy, 2003; Boughton et al., 2002; Duncum, 2001; Efland, 2007; Freedman, 2000; Hernández, 2005; Tavin, 2000. CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 81 educación artística es, para Duncum, consecuencia de la “simbiosis entre las nuevas tecnologías, nuevos posibilidades económicas y cambios sociales en formación” (2001: 103). El concepto de cul- tura visual señala no solo la necesidad de repensar la multiplicidad de representaciones visuales y el rol de los sujetos como espectado- res, sino además la interrelación de todas aquellas formas de visión y visualización de la sociedad durante la formación identitaria de sujetos en contextos educativos, particularmente en sociedades de- mocráticas (Freedman, 2003). Wilson (2003) ha alertado sobre las implicancias pedagógicas de un creciente cuerpo de conocimien- tos de la cultura visual y su inclusión en el currículum artístico. En síntesis, la expansión del cuerpo de conocimientos de las Artes Visuales nos plantea la interrogante acerca de cómo abordan los profesores este cuerpo de conocimientos y, en específico, cuál es el conocimiento experto que poseen actualmente, con el que en- señan en las escuelas. Es decir, surge la pregunta acerca del (o los) enfoque(s) que orienta(n) la preparación para enseñar, en el con- texto de la formación de los futuros profesores de Artes Visuales. A la luz de la revisión de literatura examinada, aún que- dan sin abordar algunos planteamientos relevantes en vista a con- ceptualizar y representar el conocimiento base de un profesor de Artes Visuales. A continuación, se presentan dos propuestas que permiten sistematizar el cuerpo de conocimientos existente en la educación de las Artes Visuales: en primer lugar, los distintos conocimientos que están presentes en la educación de las Artes Visuales en el contexto de la experiencia en los países nórdicos, a partir del modelo del PCK de Shulman, desarrollado por Lars Lindström de la Universidad de Estocolmo; y, en segundo térmi- no, la categorización de los enfoques de orientación curricular en las Artes Visuales desarrollado por Liora Bresler de la Universidad de Illinois. Antonio Silva 82 Propuestas para sistematizar el conocimiento base de las Artes Visuales FIGurA 2 cOnOcIMIEnTO BASE En ArTES VISuALES SEGún LArS LInDSTröM (2011) Lindström (2011) examina el PCK de Shulman en relación con la tradición de la ämnesdidaktik (didáctica del contenido) en los países nórdicos. Al respecto identifica el PCK como un modelo más aco- tado que permite delimitar el conocimiento base en la educación de las Artes Visuales, conocimiento base sobre el que no hay acuer- do y varía entre los países de esa región. Para este propósito, elabora un modelo sobre el conocimiento base de la educación de las Artes Visuales basado en una conceptualización integrativa del PCK; es decir, la combinación entre pedagogía y contenido disciplinario. El autor diseña un mapa conceptual para organizar el contenido dis- ciplinario (las Artes Visuales), la pedagogía (educación) y el conte- nido pedagógico (educación de las Artes Visuales). Este mapa (ver Figura 2) comprende 15 tipos de conocimiento base que rodean a la educación y las Artes Visuales: políticas educacionales en la edu- cación artística; estudios de la infancia y la juventud; apreciación cultura visual Estudios de la infancia y la juventud Etnografía visual Análisis del discurso Teoría e historia del arte, medios y diseño Análisis de imágenes Habilidades y procedimientos basados en producción artística Políticas educacionales en educación artística Teorías del aprendizaje y construcción de sentido Aprendizaje del arte y educación en museos Educación a través del arte Enseñanza y aprendizaje multimodal Filosofía de la educación artística Investigación basada en las artes Estudios curriculares en arte comunicación visual Evaluación educativa Educación Las artes visuales Educación de las artes visuales CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 83 del arte y educación en museos; educación a través del arte; filoso- fía de la educación artística; enseñanza y aprendizaje multimodal; evaluación educativa; estudios curriculares en arte; comunicación visual; investigación basada en las artes; habilidades y procedimien- tos basados en producciones artísticas; análisis de imágenes; teoría e historia del arte, medios y diseño; análisis del discurso, etnografía visual y cultura visual. Es interesante observar en el diagrama de Lindström cómo han sido organizados los contenidos del conocimiento base de la educación de las Artes Visuales en los países nórdicos. Ambos cono- cimientos, educación y Artes Visuales,se superponen y organizan en cuatro zonas: a la izquierda se ubica el conocimiento originado en el mundo de las Artes Visuales, mientras que a la derecha se ubica el conocimiento originado en el mundo de la educación. En la parte inferior del diagrama se ubican los conocimientos que, de acuerdo con Lindström, tienen el foco puesto en la comunicación visual, en la cual la realidad es mediada por el lenguaje y artefactos (herramientas y objetos). Finalmente, en la parte superior, se ubica la cultura visual, cuyo énfasis está puesto en el contexto de las pro- ducciones e interpretaciones del arte. La idea que sostiene este modelo reside en la diversidad de co- nocimientos que coexisten y varían en sus énfasis de país en país. A partir de una revisión de las tendencias y problemáticas de la educa- ción de las Artes Visuales en los países nórdicos, Lindström (2008) concluye que existen múltiples visiones sobre la educación artística. Una de las explicaciones que esboza el autor refiere a la ubicación de los programas de estudios al interior de las universidades (facul- tades de educación, escuelas de arte, escuelas de arquitectura, etc.), resultando tendencias distintas en cada uno de los países, lo que refuerza el acento en uno u otro conocimiento base. En cuanto a la transferabilidad del modelo de conocimiento base de la educación de las Artes Visuales, Lindström (2011) afirma que este se propo- ne como una estructura dinámica y que puede incorporar conoci- mientos emergentes, como por ejemplo, los imaginarios que traen consigo los futuros profesores de artes (cultura juvenil). Antonio Silva 84 Orientaciones curriculares de los profesores de Artes Visuales Los estudios realizados por Liora Bresler (1993, 1994, 1995, 1996) representan un hito en la investigación sobre el conocimiento de los profesores de educación primaria y el discurso académico de las artes, y en particular, la relación entre el conocimiento disciplinario de los profesores y su interpretación del currículum de las Artes Vi- suales. Para Bresler (1993), el marco teórico del PCK de Shulman es especialmente útil para abordar el conocimiento disciplinario de los profesores. La autora encuentra en los estudios sobre conoci- miento disciplinario de los docentes de Artes Visuales un denomi- nador común: el supuesto de que la enseñanza debe estar arraigada tanto en la comprensión de lo que ocurre con los docentes en el aula como en la profundidad del compromiso con la enseñanza. Bresler (1993) releva la necesidad que durante la investigación se resguarde la “voz” de los docentes, para así alcanzar un diálogo en- tre investigador y profesor. Asimismo, propone confrontar el tipo de conocimiento de los profesores con el grado de comprensión (idealmente significativa) del objeto a enseñar. Como resultado de su investigación etnográfica a profesores de arte, Bresler elabora una categorización de sus orientaciones cu- rriculares. Basándose en el currículum operacional propuesto por Goodlad, Klein y Tye18, Bresler (1994) identifica tres orientacio- nes curriculares en los profesores de Artes Visuales: a) Imitativo, 18 El currículum operacional es parte de un marco conceptual propuesto por Goodlad para organizar la planificación y toma de decisiones sobre el currículum. En esta estructura organizativa Goodlad plantea cinco formas de currículum: currículum ideológico, currículum formal, currículum operacional, currículum percibido y currículum experiencial. El currículum operacional vendría a ser lo que se le presenta a los estudiantes en la sala de clases y ocurre en el día a día en las escuelas. Lo interesante de este modelo es que permite identificar desde la mirada de un investigador observador las considerables diferencias entre lo que percibe el profesor que es el currículum, lo que enseña, lo que en efecto ocurre en la sala de clases y lo que perciben los estudiantes. CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 85 centrado en la repetición. b) Complementario, centrado en com- pensar la dimensión afectiva de los estudiantes. c) Expansivo, centrado en habilidades de pensamiento de orden superior. Esta ca- tegorización permite identificar los conocimientos disciplinares, las creencias acerca de cómo los estudiantes aprenden arte y el rol del arte al interior del currículum escolar. Bresler (1995, 1996) amplia su investigación de casos a profesores de música, teatro y danza, identificando cuatro enfoques de orientación pedagógica común a las artes: subordinada, afectiva, de integración social y cogniti- va. Estas orientaciones dan cuenta de qué manera los objetivos y contenidos del currículum son abordados y enseñados; específica- mente, las concepciones y metas de la educación, estrategias y mé- todos de enseñanza, prácticas de evaluación y orientaciones de las actividades de aprendizaje. A continuación se presenta una síntesis de estas orientaciones. · En la orientación subordinada el currículum de arte está al servicio de otras áreas curriculares. Las actividades tienden a ser imitativas de obras académicas reconocidas. La ense- ñanza es directa y explícita, centrada en el profesor, y con especial énfasis en los hábitos y la disciplina más que en la enseñanza de conocimientos y habilidades disciplinares. Hay escasa promoción de habilidades cognitivas a través de las Artes Visuales y el rol del arte es más bien un “condimento” para mejorar el aprendizaje en otras áreas. · La orientación afectiva promueve el autodescubrimiento y la autoexpresión. A pesar de que el docente puede tener un alto interés en el arte, carece de conocimiento experto y su pedagogía está centrada en el estudiante y acompaña- da de escasa guía e instrucción. La evaluación tiende a estar enfocada en aspectos emocionales de la experiencia de los estudiantes. Aquí el arte estimula una respuesta emocional sin una reflexión crítica. Se busca crear un ambiente que sea familiar y relajado. Antonio Silva 86 · En la orientación de integración social el currículum actúa como una herramienta de control social, para perpetuar el currículum académico. El arte está orientado a construir comunidad, en actividades como efemérides o celebraciones religiosas. Las actividades se desarrollan mediante procedi- mientos realizados paso a paso, por medio de instrucciones; se observa una baja complejidad cognitiva y creativa en el proceso de aprendizaje. · Finalmente, la orientación cognitiva enfatiza la promoción de habilidades complejas del pensamiento. La enseñanza de este tipo de profesor involucra variados procedimientos pe- dagógicos que apoyan el aprendizaje de los estudiantes por medio de demostraciones procedimentales a cargo del do- cente, retroalimentación sobre el proceso de aprendizaje y construcción de un andamiaje para la adquisición de nuevo conocimiento. La evaluación abarca, a diferencia del resto de las orientaciones, un repertorio de técnicas y conceptos tanto formales como expresivos. La orientación pedagógica de un profesor cognitivo es expansiva y en su práctica se- lecciona y desarrolla materiales curriculares heurísticos que guían el desarrollo de problemas. Bresler (1994) previene que estas orientaciones difícilmente se dan en forma pura; más bien tienden a combinarse. Asimismo, es interesante observar de qué manera estas orientaciones varían no solo en sus estrategias pedagógicas, sino también en las visio- nes sobre el rol de la escuela, las creencias sobre el aprendizaje y la enseñanza y las ideologías que asumen —que a su vez dan cuenta de las tendencias históricas existentes en la educación artística—. Este examen a las creencias y orientaciones del currículum de las Artes Visuales revela conflictos entre la función del arte en la es- cuela y la innovación curricular. Bresler (1996) argumenta que el conocimiento del profesor es interactivo, dinámico y contextual, y que el desarrollo de una mirada crítica va a depender tanto de CONOCIMIENTODISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 87 estar expuesto a nuevas ideas y enfoques pedagógicos, así como a la posibilidad de experimentar, experienciar y compartir en la sala de clases estas problemáticas. En último término, la categorización propuesta por Bresler permite dar cuenta de qué manera los ob- jetivos del currículum de las Artes Visuales son o no abordados por los docentes y qué oportunidades de aprendizaje tienen los estudiantes. Desafíos frente a un escenario de cambios y reformas Con el objetivo de dar un marco teórico para abordar la discusión sobre el conocimiento disciplinar de los profesores de Artes Visua- les, se han examinado y discutido autores relevantes de la literatu- ra educacional especializada de las últimas décadas. La revisión de investigaciones sobre la estructura del conocimiento disciplinario nos da cuenta de la complejidad de esta tarea. Particular interés pre- senta el “Modelo de razonamiento y acción pedagógica” desarro- llado por Shulman, como un modelo para apoyar la formación de profesores de secundaria y promover el conocimiento experto. Al respecto, existe escasa investigación disponible sobre cómo y bajo qué criterios los profesores de Artes Visuales seleccionan el saber sabio del que habla Chevallard. Shulman plantea que esta trans- formación no debe perder la complejidad conceptual, dar cuenta de los conceptos centrales del contenido y hacerlos comprensibles a los estudiantes. Cabe preguntarse si están dadas las condiciones institucionales para que un docente de Artes Visuales pueda adqui- rir este saber experto, aquel que se aprende durante la práctica; es decir, si tiene durante su carrera docente oportunidades de estar en constante interacción con otros docentes que ya han adquirido esta maestría; si acaso conoce el currículum y metas de la educación; si recibe apoyo (escuela, municipio o gobierno) para el desarro- llo profesional de su carrera (para mantenerse actualizado); si tiene Antonio Silva 88 acceso a espacios museales y de mediación a la cultura y las artes, etc. En la línea del marco teórico del PCK, Lindström entrega una herramienta analítica y conceptual para organizar los contenidos disciplinarios de las Artes Visuales, así como de la educación y de la educación de las Artes Visuales. Este modelo permitirá identificar la estructura de conocimiento del currículum de las Artes Visuales en Chile, sus conocimientos pedagógicos, disciplinarios y también aquellos emergentes. En la dimensión operacional del currículum, la investigación de Bresler permite identificar en la práctica de los docentes de Artes Visuales sus concepciones de la educación, métodos de enseñanza y orientaciones de las actividades de aprendizaje subyacentes; esto es, aquello que se enseña en el aula. En síntesis, para que una reforma sea exitosa, se requiere de docentes flexibles al cambio, que im- plementen ricos y variados procedimientos pedagógicos y de eva- luación, es decir —y siguiendo a Bresler— con fuerte orientación cognitiva. Por consiguiente, se hace necesario avanzar en conocer cuáles son las creencias y orientaciones curriculares de los docentes, así como las dificultades que enfrentan día a día para enseñar. Las Artes Visuales en Chile han sido incorporadas a un pro- ceso de tecnificación y regulación de sus procesos educativos. Se prevé un futuro escenario de reforma del cual hay poca claridad respecto a las implicancias que se espera que tengan estos cambios, tanto en la enseñanza del arte como en su valoración social. De esta manera, emergen diversas preguntas sobre los potenciales cambios en y para la educación de las Artes Visuales. ¿Qué ocurre con el cada vez más creciente cuerpo de conocimiento del arte? ¿Cómo se está abordando en las escuelas y facultades encargadas de formar a los docentes el incremento de la compleja demanda curricular? ¿Qué grado de conocimiento tienen los docentes del área sobre las normativas, regulaciones y estándares de evaluación y certificación? ¿Cuáles son las investigaciones y estudios de campo a partir del cual se están informando los policy makers, formadores de profesores y educadores del área? CONOCIMIENTO DISCIPLINARIO DE LOS PROFESORES DE ARTES VISUALES 89 Pues bien, si una tarea tan relevante como la que tiene la edu- cación artística19 no cuenta con una comprensión fundamentada de su aporte a la formación y con un decidido apoyo institucional en las distintas etapas de la formación docente y de la enseñanza en las escuelas, estaremos lejos, muy lejos aún de realizarla. Como lo han demostrado Shulman y Bresler, sin desarrollo profesional que atienda los propósitos señalados —esto es, apoyo institucional de- cidido y recursos para el aprendizaje que apoyen la tarea docente de aquellos docentes que no han alcanzado la maestría— difícilmente se alcanzará con éxito un desarrollo curricular en profundidad, sig- nificativo y de calidad. referencias Barkan, M. (1962). Transition in art education: Changing conceptions of curriculum content and teaching. En National Art Education Association, 15(7), pp. 12-18+27-28. Berry, A., Loughran, J., y Van Driel, J. (2008). 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