Logo Studenta

Historia De La Filosofia-206-238

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

P r in c ipa l e s o b r a s 
DE K íERKEGAARD
O lo u n o o lo otro: 
-Un fragm en to de 
vida»
( 1 8 4 3 )
T e m o r y tem blor
( 1 8 4 3 )
E l co n ce p to
d e la angustia
( 1 8 4 4 ) 
Fragm en tos filo só fico s
( 1 8 4 4 )
D iario d e 
u n sed u ctor ( 1 8 4 5 )
u La vida sólo 
se puede entender 
mirando hacia 
atrás, pero se 
debe vivir 
mirando hacia
delante
S0REN
KíERKEGAARD
Ex ist e n c ia l ism o
DE KIERKEGAARD A H EIDEGG ER
El hombre como individuo se plantea el problema del misterio 
de su existencia, a través del cual pretende comprender la realidad 
del mundo en el que vive.
S 0R E N KíERKEGAARD
E l f u n d a d o r d e l e x i s t e n c i a l i s m o n a c i ó e n C o p e n h a g u e , 
d o n d e p a s ó l a m a y o r p a r t e d e s u v i d a . S u o b r a i n s p i r ó 
a m u c h o s f i l ó s o f o s d e l s i g l o xx , s o b r e t o d o a los 
e x i s t e n c i a l i s t a s . K i e r k e g a a r d e s t a b a c o n v e n c i d o d e q u e 
n i n g u n a d o c t r i n a f i l o s ó f i c a e r a c a p a z d e e x p l i c a r la 
e x p e r i e n c i a ú n i c a d e la e x i s t e n c i a c o m o i n d i v i d u o .
LA CORRIENTE FILOSÓFICA más importante de Europa 
durante el período inmediatamente posterior a la 
segunda guerra mundial fue el existencialismo, que 
floreció no sólo en las universidades, sino en campos tan 
diversos como la literatura, el teatro y el cine. Se trata, sin 
duda alguna, de uno de los movimientos intelectuales 
más importantes de todo el siglo xx y ha contribuido 
de forma muy notable a conformar el pensamiento 
contemporáneo. Además, ha producido una enorme 
cantidad de célebres novelas y obras de teatro.
Una de las cosas que más llama la atención es 
que esta corriente se puso de moda mucho después 
de que se sentaran sus bases ideológicas. El más grande 
filósofo existencialista del siglo xx, Martin Heidegger, 
escribió sus obras más importantes en la década de los 
años veinte, e incluso los filósofos precursores de dicho 
movimiento se alejan mucho más en el tiempo, hasta 
el siglo xix: Kierkegaard y Nietzsche (véanse
págs. 172-179). De hecho, el repentino auge- 
de la ideología existencialista que tuvo 
lugar durante los años cuarenta y 
cincuenta fue en realidad una 
reacción contra la trágica 
experiencia de la barbarie nazi, 
de la que Europa empezaba 
entonces a despertar.
Yo y Dios
Tradicionalmente, se suele 
atribuir la fundación del 
existencialismo al gran filósofo 
danés S0 ren Kierkegaard (1813­
1855), quien escribió toda su 
obra en una época en la que 
el panorama filosófico estaba 
dominado por el recién fallecido 
Hegel. Éste, según Kierkegaard, 
había pretendido explicarlo todo 
mediante un gran sistema de ideas 
en el que las cosas concretas, las 
entidades individuales, apenas eran 
mencionadas, cuando en realidad 
la única verdadera existencia es la 
de esos objetos individuales. Así,
las abstracciones y generalizaciones no existen como 
tales, sino que tan sólo constituyen una serie de 
ayudas que el propio hombre ha creado para pensar y 
relacionar el conjunto de la realidad. Pero si lo que se 
pretende en el fondo es llegar a entender esta última, e>
“ LA SUPREMA 
PARADOJA 
DE TO D O 
PENSAM IENTO 
ES QUE PRETENDE 
DESCUBRIR 
ALGO QUE ES 
INCAPAZ DE
PENSAR
S 0 r e n K i e r k e g a a r d
imprescindible centrarse en los seres individuales, 
que es en definitiva lo único que existe. Esto resulta 
especialmente cierto por lo que se refiere al ser humane 
Según Hegel, el individuo tan sólo puede realizarse 
integrándose en esa entidad abstracta y enorme que es 
el Estado, cuando, en realidad, afirma Kierkegaard, la 
suprema entidad moral es el propio individuo y, por 
consiguiente, es todo ese conjunto de aspectos 
subjetivos y personales que conforman su vida cotidiana 
lo único que debe importar. Dado el valor trascendental 
que posee la actividad moral del hombre, la actividad 
humana más importante es la toma de decisiones: al
L a TOMA DE DECISIONES
L a p a r e j a q u e a p a r e c e s o b r e e s t a s l í n e a s h a d e c i d i d o c o n t r a e r 
m a t r i m o n i o , u n a d e l a s d e c i s i o n e s p e r s o n a l e s m á s i m p o r t a n t e s 
e n l a v i d a d e u n a p e r s o n a . S e g ú n K i e r k e g a a r d , y a q u e el 
i n d i v i d u o e s l a m á x i m a e n t i d a d m o r a l y l a t o m a 
d e d e c i s i o n e s c o n s t i t u y e l a a c t i v i d a d h u m a n a m á s 
i m p o r t a n t e , a l r e a l i z a r e s a s e l e c c i o n e s el h o m b r e c r e a 
y d a s e n t i d o a s u v i d a .
elegir el ser humano crea su propia vida y se encuentra 
¡ consigo mismo. Kierkegaard confiere a este 
| razonamiento una interpretación religiosa según 
la más pura tradición protestante, en la que la relación 
del alma individual con Dios cobra un protagonismo 
[ fundamental.
D O S EXISTENCIALISMOS
> Muchos filósofos posteriores han respetado el modo 
en que Kierkegaard sitúa la figura de Dios, aunque sin 
i compartir en absoluto su fe religiosa. Consecuencia de 
i esto último es el hecho de que se hayan desarrollado 
dos corrientes paralelas que han alcanzado su máximo 
apogeo en el siglo xx: el existencialismo religioso y el 
I. existencialismo humanista. Por lo que respecta al 
primero, baste decir que algunos de los teólogos más 
originales del siglo xx se han inscrito en esta corriente, 
derivada directamente de la obra de Kierkegaard, entre 
los que destacan Karl Barth, PaulTillich y Rudolf 
Bultmann. Pero es sobre todo la segunda corriente, la 
de un existencialismo estrictamente filosófico que no 
recurre para nada a la fe religiosa, la que vamos a estudiar
M a r t in H e id e g g e r 
U n o d e lo s m á x i m o s r e p r e s e n t a n t e s d e l e x i s t e n c i a l i s m o , M a r t i n 
H e i d e g g e r c o n t i n ú a e j e r c i e n d o u n a g r a n i n f l u e n c i a e n e l 
p e n s a m i e n t o c o n t e m p o r á n e o . E n u n p r i n c i p i ó q u i s o e n t r a r e n la 
o r d e n d e lo s j e s u í t a s y m á s t a r d e f u e a l u m n o d e H u s s e r l , a q u i e n 
s u s t i t u i r í a e n la u n i v e r s i d a d d e F r i b u r g o .
P r in c ipa l e s o b r a s 
d e H e id e g g e r
Q u é e s e l s e r ( 1 9 2 6 ) 
Ser y tiem p o 
( 1 9 2 7 )
K an t y e l p rob lem a 
d e la m etafísica 
( 1 9 2 9 )
Q u é e s la m etafísica 
( 1 9 2 9 )
Carta so b re el 
h u m an ism o ( 1 9 4 7 )
Q u é e s la filoso fía 
( 1 9 5 6 )
en este capítulo. Como el otro, este existencialismo 
humanista hunde sus raíces en la obra del filósofo danés, 
pero también en la de Nietzsche, que era ateo, y su 
máximo representante en el siglo xx fue Martin 
Heidegger.
S e d u c i d o p o r el n a z is m o
Martin Heidegger (1889-1976) nació en Badén,
Alemania, el mismo año en que Wittgenstein nacía en 
Viena. Pasó toda su vida en Alemania como profesor 
universitario. Durante su etapa de estudiante fue alumno 
en la universidad de Friburgo del reputado Edmund 
Husserl (1859-1938), del que aprendió su peculiar 
método, que veremos un poco más adelante. 
Precisamente, la obra maestra de Heidegger, Ser y 
tiempo, publicada en 1927, se basa en dicho método 
y está dedicada a Husserl.
Heidegger se alistó en el partido nazi y cuando 
Hitler subió al poder se convirtió en el primer rector 
nacionalsocialista de la universidad de Friburgo; 
además, dados los orígenes judíos de Husserl,
Heidegger se desvinculó en público de éste, actitud 
que, lógicamente, pesaría como una losa en su 
reputación durante el resto de su vida. Un año 
más tarde renunció al cargo, pero una vez acabada 
la segunda guerra mundial se le cerraron las 
puertas a la enseñanza durante seis años. Muchos de 
los detractores de la filosofía de Heidegger se han validode su pasado nazi para rebatir sus postulados, pero
esa actitud es en realidad tan 
injusta como cuando 
otros muchos filósofos 
sufrieron toda una 
campaña de 
desprestigio por 
el simple hecho 
de ser comunistas. 
En definitiva, la 
idea de que un 
pensador debe ser
í£El hombre, solo 
entre todos los 
seres, cuando 
es guiado por 
la voz del Ser, 
experimenta la 
mayor de todas 
las maravillas: 
que lo-que- 
existe sea ”
M a r t in H e id e g g e r
K a r l B a r t h 
El su iz o K arl B arth ( 18 8 6 ­
19 68), u n o d e los teó log o s 
m ás im portan tes del 
s ig lo x x , in ició un 
m o vim ien to d e re form a 
e n el p en sam ien to 
protestante. D esd e las 
cátedras d e teo log ía 
d e G óttin gen , M ünster 
y B o n n se o p u so 
rad ica lm en te a la 
a scen sió n del 
n ac io n a lso c ia lism o y 
firm ó la D ec laración d e 
B arm en , q u e s e con virtió 
en la b a se doctrinal d e la 
id eo lo g ía antinazi. En su 
o b ra D o g m á t i c a 
eclesiástica ( 19 3 2 -19 6 2 ) , 
con vierte la resu rrecc ión 
d e C risto e n e l p ilar 
central del cristian ism o.
S e r y tiem p o 
Escrita c o n un estilo 
d ifíc il y e sp e so , Ser y 
tiem po ( 19 2 7 ) e s la obra 
m ás im portante del 
filó so fo a lem án . En e lla , 
H e id e g g er se v a le d e la 
fe n o m en o lo g ía de 
H usserl p ara p ro fu n d izar 
e n los fu n dam en tos d e la 
e x isten cia h u m an a a 
partir d e la sigu ien te 
p regu n ta : «¿Qué sen tid o 
tien e la existencia?». 
Esta ob ra e je rc ió una 
in flu en cia d ec is iva en 
Sartre y otros 
ex isten cialistas.
una persona digna de admiración desde un punto 
de vista humano es totalmente romántica, e incluso 
infantil, y son muchos los ejemplos que nos 
proporciona la historia de la filosofía como para 
tomarla en serio.
Ex a m i n a r s ó l o la e x p e r ie n c ia
Ser y tiempo se presenta como el primero de lo que 
debían haber sido dos volúmenes, pero el caso es 
que nunca llegó a escribirse el segundo ya que la 
filosofía de Heidegger tomó otros derroteros. Por esta 
razón se suele distinguir el «primer Heidegger» del 
«último Heidegger». De hecho, durante esa segunda 
etapa el filósofo alemán no escribió ninguna obra 
original, sino que se dedicó a volver sobre las teorías 
de otros filósofos, sobre todo las de Nietzsche y los 
presocráticos, y algunos poetas, como Novalis. En 
definitiva, Ser y tiempo constituye la obra maestra de 
Heidegger y se suele considerar como la base ideológica 
del existencialismo del siglo xx.
El empleo que se hace en esta obra del método 
fenomenológico de Husserl es tan importante, que antes 
de pasar a considerar su contenido es preciso aclarar en 
qué consiste dicho método. Husserl coincide con 
Descartes al sostener que la única cosa de cuya 
existencia el ser humano no tiene duda alguna es de la
EXISTO, Y TODO ] 
LO QUE NO ESTÁ
EN M í ES U N j 
MERO FENÓMENO 
COMPUESTO 
A SU VEZ DE 
MÚLTIPLES | 
F E N Ó M E N O S ” I
R e n e M a g r i t t e , ¿ ! z ; c a n s a n c io d e ¡a m d a , 1927 
H u s s e r l c o i n c i d e c o n H u m e a l a f i r m a r q u e c u a n d o u n o o b s e r v a u n objeto, u n a m e s a p o r 
c o n s c i e n t e d e d i c h o o b j e t o y n o d e u n o m i s m o . P r o p o n e q u e l a f i l o s o f í a s e b a s e s o b r e u n 
e x a m i n e ú n i c a m e n t e a q u e l l o q u e s e e x p e r i m e n t a e i g n o r e t o d o a q u e l l o q u e n o h a y a s i d o 
E s t e m é t o d o e s lo q u e s e h a d e n o m i n a d o f e n o m e n o l o g í a .
E d m u n d H u s s e r l
propia conciencia individual, punto de partida del que 
tiene que arrancar todo intento por construir nuestra 
percepción de la realidad. Pero, al mismo tiempo, 
coincide también con Hume al afirmar que si uno
mira, por ejemplo, una mesa, la 
conciencia que se tiene es la de 
la mesa, no la de estar mirándola. 
Así, por lo general la conciencia 
actúa siempre de esta manera, sobre 
los objetos mismos y no sobre el ser 
como otro objeto. De todos modos, 
todo intento por demostrar la 
existencia independiente de 
estos objetos con respecto a la 
conciencia están condenados al 
fracaso: es imposible probar la 
existencia del mundo exterior.
Uegado a este punto, Husserl 
hace una original sugerencia: no 
quedarse atascados en el problema 
imposible de resolver acerca de la 
existencia independiente de los 
objetos con respecto a la 
conciencia ya que, según afirma, 
no hay duda de que éstos existen 
como objetos conscientes para 
nosotros, independientemente de 
que tengan o no otras categorías 
de existencia. Así, Husserl sugiere 
estudiarlos únicamente desde esta 
perspectiva, como objetos cuya 
existencia no admite ninguna duda 
desde nuestra conciencia, y dejar de 
lado cualquier otro tipo de
e j e m p l o , s e e s 
m é t o d o q u e 
c o m p r o b a d o .
E d m u n d H u s s e r l
E d m u n d H u sse r l es e l in ic ia d o r d e la fe n o m e n o lo g ía , 
u n a co r r ie n te f i lo s ó f ic a q u e p r e te n d e lle g a r a la e s e n c ia 
d e la s co sa s a tra vé s d e la c o n c ie n c ia . E ste n u e v o 
e n fo q u e e je rc ió u n a g r a n in f lu e n c ia e n c a m p o s m u y 
diversos, c o m o la f i lo s o f ía d e la c ie n c ia , la d e l le n g u a je , 
la d e la re lig ió n y la d e la s c ie n c ia s socia les.
consideración. Para ello, hay que poner entre paréntesis 
toda clase de cuestiones que no se puedan responder 
y centrarse tan sólo en aquello que sí se pueda 
investigar.
La v i d a m u n d a n a
Mediante este método Husserl da lugar a una nueva 
corriente filosófica basada en el análisis de la conciencia 
y los objetos. Se trata de un método sistemático que 
recibió el nombre de fenomenología porque reducía la 
realidad a un conjunto de fenómenos. No obstante, este 
término ha trascendido su dimensión filosófica inicial y 
en la actualidad se habla de la «fenomenología» de una 
actividad determinada, con lo que se sugiere una 
detallada descripción o análisis del conjunto de 
experiencias conscientes que esa actividad comporta 
consigo.
Así, por ejemplo, la filosofía de las matemáticas 
estudia los fundamentos lógicos de dicha disciplina, 
la naturaleza del número, etcétera, mientras que la 
fenomenología de las matemáticas contempla esta 
disciplina como una actividad consciente en la que 
intervienen numerosas experiencias. Por supuesto, 
se puede establecer una fenomenología de cualquier 
disciplina, no sólo relativa a nuestra percepción de los 
objetos materiales sino también al arte, la religión, la 
ciencia y, por supuesto, a aspectos «internos» de nosotros
mismos, como los pensamientos, los sentimientos, la 
memoria, el dolor, etcétera. La suma total de las cosas 
que percibimos equivale exactamente al conjunto de 
cosas que somos conscientes de estar percibiendo, 
aunque sea bajo la forma de fenómenos. No obstante, 
éste es nuestro único mundo, en el que vivimos y 
percibimos, de ahí que Husserl acuñe la expresión 
Lebenswelt, que literalmente significa «el mundo de 
la vida». Precisamente, lo que propone la filosofía 
fenomenológica de Husserl es un estudio exhaustivo 
de nuestro Lebenswelt.
¿ Q ué es l a e x i s t e n c i a ?
Heidegger conoció este enfoque de la mano del 
propio Husserl, pero la cuestión a la que dirigía sus 
investigaciones partía de un punto de partida 
diferente. Una de las cosas que más le había llamado 
la atención a Heidegger es el hecho de que, desde 
Descartes, el problema del conocimiento se había 
convertido en la principal obsesión de la filosofía 
occidental. La concepción cartesiana concebía la 
realidad escindida en mente y materia, sujeto y objeto, 
observador y observado, conocedor y conocido.
Lo más probable es que el joven Heidegger no tuviera 
noticia de las investigacionesde los pragmáticos 
estadounidenses, pero lo cierto es que su objeción 
a la epistemología tradicional tenía mucho en común 
con la obra de aquéllos. Para Heidegger, este enfoque 
era del todo erróneo ya que, según él, no se puede 
separar al ser humano del mundo cuando éste lo
P r in c ipa l e s o b r a s 
d e H u sserl
I n v e s t ig a c io n e s 
ló g ic a s (2 volúm enes, 
1 9 0 0 - 1 9 0 1 ) 
I d e a s ; in tro d u c c ió n 
g e n e ra l a la 
fe n o m e n o lo g ía 
p u r a
( 1 9 1 3 )
F ilo so fía 
p r im e ra 
( 1 9 2 3 - 1 9 2 4 ) 
L ó g ica fo rm a l 
y t ra s c e n d e n ta l 
( 1 9 2 9 )
P e n s a m ie n t o s y s e n t im ie n t o s s il e n c io s o s
E ste ó leo d e f i n a le s d e l s ig lo x i x p in t a d o p o r A n d r é C ollin , P o b r e s , in v i ta a la in tro sp ec c ió n . 
S e n ta d o s e n s ile n c io , la s f i g u r a s p a r e c e n e s ta r s u m id a s e n u n a p r o fu n d a c o n te m p la c ió n 
d e s u s resp ec tivo s se n tim ie n to s in ter io res , c o m o s i n i s iq u ie ra f u e r a n c o n s c ie n te s d e s u
p r o p ia e x is te n c ia .
C o N m o L NAZt 
SOBRE LA CULTURA
C o m o o c u r r e e n t o d a 
d i c t a d u r a , los n a z i s 
. c o n t r o l a r o n t o d a 
m a n i f e s t a c i ó n c u l t u r a l 
e intelectual. E l 
M i n i s t e r i o d e 
A d i e s t r a m i e n t o P ú b l i c o 
y P r o p a g a n d a ejerció 
u n c o n t r o l a b s o l u t o 
s o b r e t o d o s los a s p e c t o s 
d e la c u l t u r a a l e m a n a , 
c o m o los c e n t r o s 
e d u c a t i v o s , las 
instituciones, el, e m e , 
el arte, la. p r e n s a y la 
Iglesia. M u c h o s 
i n t electuales t u v i e r o n 
q u e e m i g r a r d e 
A l e m a n i a o a r r i e s g a r s e 
a a c a b a r e n c a m p o s d e 
c o n c e n t r a c i ó n .
C o n c i e n c i a d e l a e x i s t e n c i a 
H e i d e g g e r e s t a b a c o n v e n c i d o d e q u e t o d o s t e n e m o s u n a 
c o n c i e n c i a i n m e d i a t a d e n u e s t r a e x i s t e n c i a , p e r o p a r a q u e s e 
a l c a n c e est e n i v e l d e c o n o c i m i e n t o e s p r e c i s o q u e t e n g a l u g a r 
e n el c o n t e x t o d e a l g ú n t i p o d e a c t i v i d a d . A s í p u e s , e l «ser» e s 
i n s e p a r a b l e d e l « m u n d o » .
que la realidad se mueve; ello explica que sea 
imprescindible la dimensión del tiempo y, por 
consiguiente, que la existencia de la que somos 
conscientes sea temporal. De nuevo, no se podría 
“
DEBEMOS 
ANALIZAR 
SOMOS 
NOSOTROS
La p s ic o l o g ía 
DE LA GESTALT
E l p r i n c i p i o m á s 
i m p o r t a n t e d e la 
p s i c o l o g í a d e la G e s t a l t 
es q u e n i n g ú n a n á l i s i s 
d e las p a r t e s p u e d e 
p r o p o r c i o n a r u n 
c o n o c i m i e n t o d e l 
c o n j u n t o . L a Gestalt, 
q u e a p a r e c e a f í n a l e s 
d e l siglo xix, s e v a l e d e 
la f e n o m e n o l o g í a a l 
d e s c r i b i r el c o n j u n t o 
d e e x p e r i e n c i a s 
p s i c o l ó g i c a s i n m e d i a t a s . 
E l p r i n c i p a l objetivo 
d e la p s i c o t e r a p i a d e 
la Gest a l t e s a l i v i a r la 
f r a g m e n t a c i ó n y 
c o n f u s i ó n d e u n a 
c o n d u c t a n e u r ó t i c a 
y p s i c ó t i c a 
e s t a b l e c i e n d o u n a 
r e l a c i ó n e n t r e el 
i n d i v i d u o y s u 
e n t o r n o .
observa, sino que es una parte integral de aquél; 
en otras palabras, es inconcebible imaginar al ser 
humano fuera de algún tipo de mundo. De ese 
modo, la cuestión principal se desplaza del proceso 
de conocimiento a la existencia, al ser. ¿En qué 
consiste esta existencia en o con la que nos 
encontramos? ¿Qué hace que algo exista? ¿Por 
qué no existe la nada?
EL ANÁLISIS DEL SER
Nuestro ser se com pone de la existencia de todo 
aquello de lo que tenemos una conciencia inmediata 
e indudable. De ese modo, sugiere Heidegger, el 
camino para abordar la cuestión de la existencia 
es llevar a cabo un análisis fenomenológico de todo 
aquello de lo que tenemos conciencia cuando 
somos conscientes de nuestra propia existencia.
Y eso es lo que hace al principio mismo de 
Ser y tiempo. He un modo lento, arduo 
sistemático e incluso pedestre vamos 
separando las diferentes hebras de que 
se com pone la conciencia de nuestra 
existencia. Por ejemplo, Heidegger 
demuestra cómo esa conciencia 
sería imposible de alcanzar en el 
caso de que no se viese reflejada 
en un escenario, pantalla o mundo, 
y de ahí que nuestro ser tenga 
una inalienable condición 
«terrenal». En definitiva, el ser es 
inseparable de algún tipo de 
mundo. Por otro lado, tampoco 
se podría tener conciencia si 
no se tuviese la sensación de'
MISMOS”
M a r t i n H e i d e g g e r
ser consciente de nuestra propia 
existencia si ésta no afectara a la 
misma consciencia: por poco 
que sea, debe involucrarnos 
para que haya conciencia. Y así 
sucesivamente. De este 
modo, si en un principio
I;..-.
EL SER ES TIEMPO
H e i d e g g e r tituló s u o b r a m á s i m p o r t a n t e S e r y t ie m p o t r a s h a b e r l l e g a d o a l a c o n c l u s i ó n d e c 
el s e r e s t i e m p o . Así, l a e x i s t e n c i a v i e n e a s e r c o m o u n a p e r s o n i f i c a c i ó n d e l t i e m p o d e m a n e r a 
q u e el s e r h u m a n o n o es, e n r e a l i d a d , m á s q u e u n a e n c a r n a c i ó n d e d i c h o t i e m p o , i d e a q u e 
h a b r í a d e e j e r c e r u n a e n o r m e i n f l u e n c i a e n l a t e o l o g í a c r i s t i a n a .
se podía pensar que la conciencia de 
nuestra propia existencia era algo tan 
inmediato, directo y transparente que 
no admitía ningún tipo de análisis, 
Heidegger demuestra todo lo contrario 
realizando un minucioso y enriquecedor 
estudio de este proceso. La conclusión 
a la que llega es que, a grandes rasgos, 
nuestro modo de ser posee una triple 
estructura cuyos elementos corresponden 
al pasado, al presente y al futuro, de 
manera que lo que queda tras un último 
análisis del ser es el tiempo, y de ahí el 
título de la obra.
S e r u n o m i s m o
I Una vez aclarado este punto de partida, 
Heidegger pasa a estudiar el contexto del 
hombre. Según éste, el ser humano no nace 
como un individuo apartado del resto del 
mundo, sino que ya desde el principio 
posee una dimensión social, pues la 
existencia humana viene marcada 
precisamente por la coexistencia con otras 
personas. Por ello, uno de los problemas 
que hay que afrontar es cómo encontrar 
una auténtica existencia personal. 
Continuamente nos vemos obligados 
a encarar un más que incierto futuro 
tomando decisiones sin saber exactamente 
qué consecuencias tendrán, de ahí que 
nuestra existencia se vea continuamente 
asediada por la culpa y la ansiedad, sobre 
todo a la hora de afrontar la muerte. 
Además, si hasta ahora teníamos el 
consuelo de todo un respaldo metafísico 
que daba en cierto modo algún sentido a 
dicha existencia, ahora nos encontramos 
con que nada de eso existe, por lo que, 
en definitiva, nuestras vidas carecen de 
sentido, son en el fondo un absurdo cuyo 
único sentido es el que queramos darle 
nosotros mismos.
U n a v i d a p l e n a s i n Dios
Estas cuestiones constituyen la base del 
¡existencialismo del siglo xx, que recoge 
jel reto planteado por Nietzsche y trata de 
buscar sentido, a partir de un conjunto de valores 
a un universo sin Dios, un mundo que carece de 
cualquier tipo de sentido o finalidad en sí misma, 
a la vez que trata de justificar una vida fugaz tras 
ia que no hay ningún más allá. Tras la segunda 
guerra mundial esta serie de ideas adquieren un 
nivel de popularidad inusitado para tratarse de 
una corrientefilosófica, y ésta posee su centro
L a ANGUSTIA VITAL EXISTENCIALISTA 
S e g ú n a f i r m a H e i d e g g e r , el s e r h u m a n o d e b e e s t a r t o m a n d o d e c i s i o n e s 
c o n t i n u a m e n t e s i n t e n e r c e r t e z a d e lo s r e s u l t a d o s ; d e h e c h o , l o ú n i c o d e lo q u e t i e n e 
c e r t e z a e s q u e t i e n e q u e h a c e r f r e n t e a u n a v i d a d e c u l p a y a n s i e d a d . E l g r ito 
( 1 8 9 3 ) , d e l p i n t o r n o r u e g o E d v a r d M u n c h , e x p r e s a p e r f e c t a m e n t e l a a n s i e d a d y el 
p e s i m i s m o d e l a r t i s t a p r o v o c a d o s p o r l a c o n f u s i ó n y l a s o l e d a d d e l a e x i s t e n c i a .
internacional en París; de hecho, la mayoría de los 
escritores existencialistas más importantes fueron 
franceses, y de entre ellos destacó especialmente la 
figura de Jean-Paul Sartre, quien más que un filósofo fue 
un renombrado novelista y dramaturgo de fama mundial 
que trataremos con mayor más detenimiento en el 
siguiente capítulo sobre la filosofía francesa 
contemporánea.
P r in c ip a le s o b r a s 
d e B e r g s o n 
T ie m p o y libre 
vo lu n tad : e n sa y o 
s o b re los datos 
in m ed iatos 
d e la con c ien c ia 
( 1 8 8 9 )
M ateria y m em oria 
( 1 8 9 6 )
La e v o lu c ió n cread ora 
( 1 9 0 7 )
Las d o s fu en tes 
d e la m oral 
y la re lig ión 
( 1 9 3 2 )
Cuando 
pensamos en 
el presente como 
algo que va a ser, 
todavía no existe;
y cuando 
pensamos en él 
como algo que está 
existiendo, ya 
es pasado ^
H e n r i B e r g s o n
B e r g s o n y l a f i l o s o f í a
FRANCESA CONTEMPORÁNEA
LA FILOSOFÍA C O M O UNA 
RAMA DE LA LITERATURA
Durante el siglo xx, la filosofía eri Francia se ha desarrollado como una rama más 
de la cultura literaria en general, sin demasiados especialistas interesados 
en la ciencia, la lógica o el análisis.
HENRI BERGSON (1859-1941) nació en París y tuvo el 
francés como lengua materna, aunque su madre era 
inglesa y su padre, polaco de origen judío. Durante toda 
su vida trabajó como profesor universitario de filosofía, 
aunque lo que le reportó una enorme fama mundial fue 
su brillante producción ensayística por la que en 1927 le 
fue concedido el premio Nobel de literatura. Entre sus 
obras más conocidas destacan Ensayo sobre los datos 
inm ediatos de la conciencia (1 <S89), Materia y 
m em oria (1896) y La evolución creadora (1907). En los 
últimos años de su vida su pensamiento tomó un cariz 
religioso y, según se dice, se convirtió al catolicismo poco 
antes de su muerte. No obstante, lo mantuvo en secreto 
para así no afligir todavía más al pueblo judío, que por 
aquel entonces sufría la persecución nazi en una Francia 
ocupada.
L a f u e r z a v i t a l 
S e g ú n B e r g s o n , e n l a e v o l u c i ó n s e d a u n a 
c o n s t a n t e t e n d e n c i a h a c i a u n a m a y o r 
c o m p l e j i d a d e i n d i v i d u a l i d a d , a l a q u e d e n o m i n a 
é la n v ita l, o « f u e r z a vital’.
I n t u i c i ó n
Bergson sostiene que el ser humano se puede 
explicar a partir de un proceso de evolución. Según 
afirma, en un principio la función de los sentidos 
en los organismos vivos no fue la de proporcionar una 
serie de «representaciones» de la realidad circundante, 
sino la de estimular reacciones como 
protección ante los peligros del 
entorno. Así, primero los órganos 
sensoriales, luego el sistema nervioso 
central y, más tarde, la mente 
constituyeron en su día y durante 
mucho tiempo un mecanismo de 
supervivencia para el organismo 
que, lógicamente, incidía en 
la conducta. Desde 
entonces hasta 
nuestros días, lo que 
proporcionan no son imágenes 
objetivas del mundo que nos rodea 
sino mensajes que hacen que 
actuemos de una determinada 
manera. De ese modo, la visión 
que tenemos de nuestra realidad
H e n r i B e r g s o n
D u r a n t e l a p r i m e r a g u e r r a m u n d i a l B e r g s o n lle v ó a c a b o 
d i v e r s a s m i s i o n e s d i p l o m á t i c a s i n c l u y e n d o u n a e n A m é r i c a , y 
c u a n d o s e f u n d ó , e n 1 9 2 0 , l a L i g a d e l a s N a c i o n e s , s e c o n v i r t i ó e n 
el p r i m e r p r e s i d e n t e d e l C o m i t é p a r a l a C o o p e r a c i ó n 
i n t e l e c t u a l
circundante no es en absoluto un conjunto de 
fotografías detalladas, sino unos cuantos datos 
seleccionados, siempre pragmáticos y útiles. En realidad, 
tan sólo prestamos atención a aquello que nos interesa, 
de modo que nuestra concepción de la realidad se basa 
en esos intereses cuya última finalidad es asegurar 
nuestra propia integridad. Según Bergson, es 
imprescindible que el hombre sea consciente de todo 
esto para llegar a com prender la verdadera naturaleza 
del conocimiento.
Por lo que respecta a la evolución, sostiene que las 
teorías de los procesos de selección natural a través del 
azar no constituyen una explicación válida de la realidad 
evolutiva. En el fondo, parece que haya una especie 
de impulso en busca de una mayor individualidad y 
complejidad, a pesar de que este proceso implica un 
riesgo y una vulnerabilidad más intensos. Este impulso
M a r c e l P r o u s t 
D u r a n t e s u é p o c a d e 
e s t u d i a n t e , el 
n o v e l i s t a f r a n c é s 
M a r c e l P r o u s t ( 1 8 7 1 ­
1 9 2 2 ) l e y ó c o n a v i d e z 
las o b r a s d e H e n r i 
B e r g s o n . l a m á s 
c é l e b r e d e ellas, 
d e c o n t e n i d o 
a u t o b i o g r á f i c o ,
E n b u s c a d e l t ie m p o 
p e rd id o ( 1 9 1 3 - 1 9 2 7 ) , 
es u n a e x p l o r a c i ó n 
s o b r e l a e s e n c i a 
m i s m a d e l t i e m p o 
e n el m a r c o d e la 
F r a n c i a p r o m n c i a l 
d e f i n a l e s d e l 
siglo XIX. F n esta ob r a , 
la e x p e r i e n c i a 
h u m a n a n o s e 
p r e s e n t a b a j o u n a 
l í n e a n a r r a t i v a 
c r o n o l ó g i c a 
tradi c i o n a l , s i n o q u e 
s e e v o c a m e d i a n t e 
sutiles a s o c i a c i o n e s d e 
i d e a s a t r a v é s d e la 
m e m o r i a .
es lo que denomina élan vital, que viene 
a significar «corriente o fuerza vital».
Bergson sostiene que, dado que todo 
está en continuo cambio, el discurso del 
tiempo es esencial para entender la realidad 
y éste lo percibimos en nuestro propio 
interior de la forma más directa e inmediata, 
no a través de los conceptos ni tan siquiera 
de los sentidos. Bergson denomina este 
tipo de conocimiento sin intervención 
alguna «intuición». Además, destaca también 
la existencia de un conocimiento intuitivo 
que gobierna las decisiones a la hora de 
actuar y, por consiguiente, un conocimiento 
inmediato de nuestra propia conciencia 
de libre albedrío. De todos modos, este 
conocimiento inmediato de la esencia 
interior de los objetos es bastante diferente 
del conocimiento que nos proporciona 
la inteligencia con respecto al mundo 
exterior.
La r e a l i d a d f l u y e
La inteligencia nos proporciona la 
posibilidad de crear los utensilios que nos permiten 
predecir y controlar la realidad, de manera que a través 
de ella el mundo se nos aparece como algo asequible, 
fragmentado en diversas unidades manejables mediante 
las dimensiones de espacio y tiempo. Se trata del mundo 
cotidiano, el de los negocios y, por supuesto, el de la 
ciencia, que podemos dominar a través de la inteligencia 
y los logros de la moderna tecnología que de ella se 
derivan. Pero, en realidad, ese mundo no es más que un 
producto simplificado y hecho a medida para que resulte 
asequible a nosotros, de igual modo que cuando un 
cartógrafo representa toda una riquísima región con 
un conjunto de recuadros o fragmentos lineales sobre un 
plano. No hay duda de que ese mundo resulta de lo másproductivo y práctico, pues no en vano nos permite 
hacer con él lo que queramos, pero en el fondo no es la 
verdadera realidad. Ésta es un perpetuo continuum en el 
que no hay instantes fragmentados ni tramos marcados, 
sino que sigue un curso ininterrumpido y constante. Lo 
mismo ocurre con el espacio: en la verdadera realidad no 
hay puntos ni lugares separados unos de otros, pues esto 
no son más que creaciones de la mente.
S e r y t i e m p o
De este modo, vivimos de forma simultánea en dos 
mundos. En el mundo interior de nuestro conocimiento 
inmediato todo es un continuum , un perpetuo fluir, 
mientras que en el mundo exterior, que percibimos 
a través de nuestra inteligencia, la realidad aparece 
fragmentada en múltiples espacios y períodos de tiempo 
mesurables. Lógicamente, el tiempo de este último 
mundo, el de los relojes por ejemplo, es una creación
U n i d a d e s m a n e j a b le s 
B e r g s o n s o s t i e n e q u e n u e s t r o i n t e l e c t o n o s p r e s e n t a u n m u n d o s i m p l i f i c a d o 
p o r l a s d i m e n s i o n e s d e e s p a c i o y t i e m p o , p e r o q u e e n el f o n d o d i s t a m u c h o 
d e s e r l a v e r d a d e r a r e a l i d a d .
mental que nada tiene que ver con el tiempo «real» en el 
que se encuentra ese perpetuo fluir del que tenemos una 
experiencia directa. En este punto de su formulación, 
Bergson identifica este curso continuo con la vida misma 
y con esa fuerza vital (élan vital) que protagoniza todo 
el proceso de evolución. Como se recordará, Heidegger 
también llega a la misma conclusión al identificar el ser 
con el tiempo, aunque queda claro que ambos filósofos 
arrancan de un punto de partida totalmente diferente y 
siguen una trayectoria independiente.
En vida del propio Bergson no faltaron algunos 
célebres pensadores que criticaron sus teorías, como 
es el caso de Bertrand Russell. La principal objeción 
esgrimida por éstos era que, reconociendo la enorme
L a r e a l id a d c o m o u n c o n t i n u o f l u ir
B e r g s o n c o n c l u y e q u e los o b j e t o s i n d i v i d u a l e s b a j o lo s q u e s e n o s 
p r e s e n t a el m u n d o e x t e r i o r n o s o n m á s q u e m a n i f e s t a c i o n e s d e la
m e n t e , m i e n t r a s q u e e l « t i e m p o r e a l ” e s u n f l u i r c o n t i n u o .
u El movimiento 
del agua de un 
torrente es distinto 
del que se produce 
en el lecho del 
mismo, aunque no 
tiene más remedio 
que amoldarse a su 
curso irregular ”
H e n r i B e r g s o n
SlMONE DE BEAUVOIR
La n ov elista y en sayista 
ex isten cialista fran cesa 
S im on e d e B ea u v o ir 
( 19 0 8 -19 8 6 ), q u e m an tu vo 
u n a larga re lació n con 
Sartre, fu e u n a d e las 
fu n d ad o ras d e la 
m o d ern a filo so fía 
fem inista. Su ob ra m ás 
c o n o cid a e s El segundo 
sexo ( 19 4 9 ), en la q u e 
arrem ete con tra e l m ito 
d e l «eterno fem enino».
P r in c ipa l e s o br a s 
d e Sa r t r e
La n áu sea ( 1 9 3 8 ) 
La p sico lo g ía d e la 
im ag in ación ( 1 9 4 0 ) 
El se r y la nada 
( 1 9 4 3 )
El ex isten c ia lism o es 
u n h um an ism o 
( 1 9 4 5 )
La e d a d d e la razón 
( 1 9 4 5 )
El p rob lem a 
d e l m étod o 
( 1 9 6 0 )
L a n á u sea 
Sartre escrib ió 
La n á u sea , su prim era 
g ran ob ra , en lo s añ os 
en q u e e n señ ab a en 
Le H avre, Escrita en 
fo rm a d e diario, narra 
los sen tim ien tos de 
rech azo q u e exp erim en ta 
su p rotagon ista cu an d o 
se en fren ta al m u n do 
d e la m ateria , in clu ido 
su p ro p io cu erp o .
belleza de las analogías y comparaciones con que 
Bergson presentaba su doctrina, en realidad no la 
sustentaba con argumentos racionales, sino que lo dejaba 
todo en manos de la intuición del lector. Además, le 
reprochaban que sus teorías no resistían un análisis 
lógico. Sus partidarios replicaron que Bergson se valía 
de las cualidades de los más creativos escritores, ya 
que lo que pretendía era lanzar una serie de ideas al aire 
más que presentar un conjunto de argumentos lógicos. 
En cualquier caso, sus teorías tuvieron una enorme 
aceptación y constituyen un punto de inflexión 
importante en la filosofía del siglo xx.
J k a n ' P a u l Sa r t r e
Sartre (1905-1980) compartía sobradamente este genio 
literario y filosófico, ya que no sólo fue un brillante 
escritor, sino que además sus novelas y obras de teatro 
alcanzaron un enorme éxito internacional, algo que 
ningún otro filósofo había conseguido hasta entonces; 
tan sólo había el precedente de Rousseau, autor de dos 
novelas de gran éxito, y Camus, a quien estudiaremos un 
poco más adelante. En 1964 se le concedió el premio 
Nobel de literatura, pero lo rechazó En realidad, lo más 
probable es que quede para la posteridad más como un 
escritor muy original que como filósofo.
Nació en París y ya desde pequeño sintió una gran 
afición por la lectura, de ahí que titulara más tarde 
Palabras (1963) una obra de contenido autobiográfico 
sobre su juventud y se dedicara a la enseñanza de 
la filosofía. En 1938 publicó 
La náusea, en la que se narra el 
proceso de desintegración de la 
mente del protagonista. En 1940 
apareció su primera gran obra 
de contenido estrictamente 
filosófico, La imaginación. La 
segunda guerra mundial marcó la 
vida de Sartre.Tras alistarse en el 
ejército francés fue capturado y 
encarcelado por los alemanes, 
período en el que aprovechó 
para estudiar la filosofía de 
Heidegger y escribir su primera 
obra de teatro.Tras su liberación 
se trasladó a vivir al París 
ocupado, donde escribió su obra 
filosófica más importante, El ser 
y la nada (1943). El final de la 
segunda guerra mundial 
coincidió con su salto a la fama, 
en parte como filósofo pero 
sobre todo por sus dos obras 
de teatro Las moscas y Puerta 
cerrada. En 1945, la conferencia 
El existencialismo es un 
hum anism o hizo que el
movimiento existencialista se propagara por toda Euro 
y se pusiera de moda. Ese mismo año renunció a su 
puesto como profesor y se dedicó por completo 
a la escritura. Su compañera, Simone de Beauvoir, fue la
cc EL
INFIERNO 
S O N LOS
O T R O S
55
J e a n - P a u l S a r t r e 
S a r t r e f u e u n o d e lo s m á x i m o s r e p r e s e n t a n t e s 
d e l e x i s t e n c i a l i s m o . S e g ú n él, l a c o n c i e n c i a q u e 
el h o m b r e p o s e e d e s u p r o p i a l i b e r t a d le l l e v a 
a l a a n g u s t i a , d e l a q u e i n t e n t a librarse. A q u í 
a p a r e c e r e t r a t a d o e n s u a p a r t a m e n t o p a r i s i n o 
d e l a R u é B o n a p a r t e .
J e a n -P a u l Sa r t r e
primera escritora feminista que alcanzó renombre 
internacional tras la publicación de El segundo sexo 
(1949). Entre sus más cercanos colaboradores 
destacaban Albert Camus, que en 1957 recibió el premio 
Nobel de literatura, y el gran filósofo Maurice Merleau- 
Ponty, con quien Sartre fundó el diario Les temps 
m odem es (Los tiempos 
modernos'). Al mismo tiempo, se 
volcó de lleno en la defensa de 
todo tipo de movimientos 
revolucionarios de izquierdas, 
así como del comunismo. 
Considerándose a sí mismo un 
materialista histórico, emprendí' 
la redacción de una extensa ob 
Crítica de la razón dialéctica, 
en la que pretendía conciliar el 
existencialismo con el marxismo 
pero de la que sólo llegó a 
publicar un único volumen.
Desde el punto de vista de 
su trayectoria como filósofo, 
se distinguen tres etapas bien 
definidas, en cada una de las 
cuales se situó bajo la tutela 
de uno o dos pensadores. Así, 
Husserl dominó su primera 
etapa, en la que publicó Im 
náusea, La im aginación y El 
m uro (1939). Heidegger dominó 
la segunda, que fue el período 
más fructífero de Sartre y en el 
que publicó El ser y la fiada
P r in c i p a le s o b r a s 
d e C a m u s 
El m ito 
d e S ísifo( 1 9 4 2 )
El e x tra n je ro 
( 1 9 4 2 )
La p e s te 
( 1 9 4 7 )
El h o m b re 
e n r e b e ld ía 
( 1 9 5 1 )
La c a íd a 
( 1 9 5 6 )
(1943) y El existencialismo es un 
hum anism o (1945). Por último, la última 
etapa vino marcada por la obra de Hegel 
y Marx. Por lo que respecta a las dos 
primeras etapas, se dio la paradoja de que 
Sartre era mucho más famoso que los 
filósofos cuyas teorías estaba divulgando, 
de ahí que a la larga dichas teorías 
acabaran asociándose más al filósofo 
francés que a sus propios autores.
V iv ir a i . m á x im o
P o r lo g e n e r a l , e s l a g e n t e j o v e n l a q u e r o m p e c o n l a s r e g l a s y l a s c o n v e n c i o n e s 
i m p u e s t a s p o r l a s o c i e d a d . P o r ello, f u e r o n m u c h o s lo s q u e s e s i n t i e r o n 
f a s c i n a d o s a n t e l a c é l e b r e i d e a d e S a r t r e s e g ú n l a c u a l t o d o s s o m o s -lib r e s d e 
e l e g i r n u e s t r o d e s t i n o *.
N O S CREAMOS 
A NOSOTROS MISMOS 
Una de las aportaciones más interesantes 
realizadas por Sartre, y que tal vez 
constituye el rasgo más característico de 
toda su obra filosófica, es la trágica noción 
de la libertad individual. En un mundo sin 
Dios, afirma, no nos queda más alternativa 
que elegir y, por consiguiente, crear 
nuestros propios valores. Al hacerlo, 
estamos construyendo los fundamentos 
sobre los que se ha de basar nuestra propia 
existencia y definiendo cómo hemos de 
ser: en definitiva, nos creamos a nosotros 
mismos.
Muchos encontraron esta noción de libertad y su 
consiguiente responsabilidad demasiado aterradora 
como para hacerle frente, de ahí que se refugiasen en la 
falsa idea de que estaban sometidos a una serie de reglas 
y normas preexistentes, que es lo que Sartre denominó. 
Según éste, toda persona es libre de elegir su propio 
destino, y vivir al máximo significa elegir una 
determinada opción vital y vivir de acuerdo con ella a 
modo de «compromiso», tal como afirma Sartre. Muchos 
jóvenes de aquella época encontraron fascinante esta 
idea, que tomaron como pretexto para ir más allá de lo 
establecido. Más tarde, sin embargo, ya durante su etapa 
marxista, el propio Sartre reconoció que había ido 
demasiado lejos al suponer que la libertad de toda 
persona no se encuentra sometida a las indudables 
limitaciones que impone la sociedad en la que vive.
E l ABSURDO
El escritor Albert Camus (1913-1960), amigo de Sartre, 
acuñó los términos de «absurdo» o «el absurdo» 
refiriéndose al destino del hombre, obligado a vivir en 
un mundo qtie carece de cualquier tipo de sentido o 
finalidad.Todo intento por intentar dar sentido a la 
existencia está condenado al fracaso. Pero, entonces, 
surge la siguiente pregunta: ¿Para qué vivir una vez 
que se ha asumido que la vida carece de sentido? La 
respuesta la encontramos en las célebres palabras con 
que introduce su ensayo El m ito de Sísifo (1942): «Sólo 
hay un único problema filosófico verdadero, y éste es el 
suicidio.Valorar si vale la pena vivir la vida equivale a
responder el interrogante fundamental de la filosofía». 
Al final, concluye que destruirse a uno mismo es una 
manera de capitular. En un claro llamamiento al orgullo 
-«no hay nada igual al espectáculo del orgullo 
humano»- apela a seguir una vida de rechazo 
estoico para acomodarse en ese sinsentido 
cósmico; es decir, propugna una vida que, en 
cierto sentido, es una forma de rebelión 
contra las circunstancias en las que se 
encuentra todo ser humano. Además de en El 
m ito de Sísifo y en libro titulado El hombre 
en rebeldía (1951), Camus desarrolla 
magistralmente esta idea en una serie de 
novelas:/?/ extranjero (1942), La peste 
(1947) y La caída (1956). En 1960 falleció 
en un accidente de coche mientras 
se encontraba en plena 
redacción de El p rim er 
hombre, que se publicó, 
inacabada, en 1994.
La extraordinaria talla 
humana de Camus hizo 
que fuera descrito como « 
un santo sin Dios». Nacido 
en una humilde familia 
blanca de Argelia, cuando 
fue acusado por la 
izquierda francesa de 
no apoyar el Frente 
de Liberación Nacional
A l b e r t C a m u s
L a s o b r a s d e C a m u s r e f l e j a n l a a l i e n a c i ó n y el d e s e n c a n t o d e l 
i n t e l e c t u a l d e p o s g u e r r a y s e f u n d a m e n t a n e n el p e n s a m i e n t o 
e x i s t e n c i a l i s t a . E n 1 9 5 7 , a lo s 4 4 a ñ o s , C a m u s r e c i b i ó e l p r e m i o 
N o b e l d e liter a t u r a .
P r in c ipa l e s o b r a s d e 
M erleau-P o n t y
E s tru c tu ra del- 
c o m p o i ta m ie n to 
( 1 9 4 2 ) 
F e n o m e n o lo g ía 
d e la p e rc e p c ió n 
( 1 9 4 5 ) 
H u m a n is m o y te r ro r 
( 1 9 4 7 )
Las a v e n tu ra s d e 
la d ia lé c tic a ( 1 9 5 5 )
El mundo no 
es lo que yo pienso, 
sino lo
que vivo en él ”
M a u r ic e
M e r i .e a u - P o n t y
de Argelia declaró: «Creo en la 
justicia, pero defenderé a mi 
madre antes que a la justicia».
En otra ocasión, com entó a un 
amigo: «Ocurra lo que ocurra, 
te defenderé contra el pelotón 
de fusilamiento, pero tendrás 
que estar de acuerdo en 
la posibilidad de cjue me 
disparen a mí». En los últimos 
años de su vida rompió 
la amistad con Jean-Paul Sartre 
ante la ferviente defensa que 
éste hacía de la barbarie 
comunista.
LA VOZ DEL CUERPO 
El menos famoso pero tal vez el 
mejor de los filósofos afincados 
en París por aquella época 
fue Maurice Merleau-Ponty 
(1908-1961). Sus obras más importantes son Estructura 
del com portam iento (1942) y, sobre todo, 
Fenomenología de la percepción (1945). Su principal 
aportación a la historia de la filosofía fue la de reconocer 
la importancia del cuerpo humano.Tanto los 
fenomenologistas como los existencialistas habían 
postulado que el ser humano era, por encima de todo, 
un núcleo de conciencia y, por tanto, algo que podía 
considerarse desde una dimensión abstracta o inmaterial,
aunque por supuesto ninguno 
de ellos llegó a manifestarlo 
explícitamente. Merleau-Ponty. 
en cambio, insiste en la idea de 
que para com prender nuestra 
identidad como seres humano? 
es imprescindible que el 
hombre se reconozca como 
un objeto físico, ubicado 
en un espacio y tiempo 
determinados. Pero, además, 
no sólo todo lo que el ser 
humano pueda percibir lo 
hace a través de su peculiar 
y única dimensión física, 
sino que toda la realidad 
pasa necesariamente 
a través del punto de vista 
personal de cada uno de 
nosotros. Incluso suponiendo 
que seamos algo más que 
nuestro cuerpo, siempre somos conscientes de éste, 
sin el que no podríamos percibir o actuar. Entonces, 
¿debe considerarse el cuerpo humano como un objeto 
o como un sujeto? En cierta manera, se puede decir 
que es ambos y, al mismo tiempo, ninguno de los 
dos: no se trata de un sujeto que experimenta sin 
necesidad de su cuerpo, ya que es un objeto físico 
en el mundo, pero por otro lado tampoco se puede 
decir que sea un simple objeto como los demás, 
ya que es consciente de poseer toda una serie de 
experiencias.
Merleau-Ponty trató con una gran capacidad de 
penetración los principales problemas filosóficos 
referentes a la subjetividad, tales como su condición 
parcial y, por tanto, incompleta. Dada la gran complejidad 
de estas cuestiones, la obra de Merleau-Ponty exige un 
gran esfuerzo por parte del lector, hecho que sin duda 
ha influido a la hora de que no haya gozado de la misma 
popularidad que Camus o Sartre, aun a pesar de que su 
obra sea de una mayor calidad y originalidad que la de 
éstos.
M a u r ic e M e r l e a u - P o n t y
M e r l e a u - P o n t y f u e u n o d e los m á x i m o s r e p r e s e n t a n t e s d e 
l a f e n o m e n o l o g í a t r a s H u s s e r l . P a r a él, l a p e r c e p c i ó n e s 
l a f u e n t e d e l c o n o c i m i e n t o y d e b e e s t u d i a r s e a n t e s q u e la 
c i e n c i a c o n v e n c i o na l .
L a ú n i c a l o c a l i z a c i ó n e n e l e s p a c i o y e l t i e m p o
M e r l e a u - P o n t y r e c o n o c e p o r p r i m e r a v e z e n l a f i l o s o f í a d e l s i g l o x x l a i m p o r t a n c i a d e l c u e r p o 
h u m a n o . E n e s t e c u a d r o d e B e r t h e M o r i s o t , M u je r c o n s u h ijo e n e l ja rd ín ( 1 8 8 3 - 1 8 8 4 ) , l a s d o s 
f i g u r a s p a r e c e n c o m o p e r d i d a s e n s u s u b j e t i v a u b i c a c i ó n e n el e s p a c i o y el t i e m p o .
A s e n t a m i e n t o d e l e s t r u c t u r a l is m o
Cuando Jean-Paul Sartre falleció en 1980, más de 
50.000 personas acudieron a su funeral: por primera 
vez, un filósofo se había convertido en un fenómeno de 
masas. Pero la verdad es que por aquel entonces ya habu 
dejado de estar entre la vida intelectual parisina de 
vanguardia, que hacia finales de los años sesenta se habu 
desplazado al estructuralismo, una corriente que se 
enclavaba perfectamente en el enfoque «lingüístico» 
al que tendía la filosofía. Simplificando bastante, el 
estructuralismo se basa en la idea de que cualquier 
discurso, filosófico o del tipo que sea, no es más que una 
estructura lingüística. El texto, en el fondo, no representa
nada más que una sucesión 
de palabras; es decir, no 
hay nada «más allá» del 
lenguaje. De ese modo, 
los partidarios del 
estructuralismo tienden a 
interpretar un texto a partir 
de un conjunto de normas 
que regulan los diferentes 
usos del lenguaje y lo 
reducen a niveles de 
discurso, lenguaje, 
comunicación, etcétera.
Este enfoque de crítica 
textual se conoce con 
el nombre de 
«deconstruccionismo».
L o u i s A l t h u s s e r
A l t b u s s e r f u e el m á x i m o f i l ó s o f o m a r x i s t a d e lo s a ñ o s s e s e n t a y 
s e t e n t a . S u s o b r a s m á s i m p o r t a n t e s s o n P a r a M a r x ( 1 9 6 5 ) y L e e r «El 
capital» ( 1 9 6 5 ) . A l t b u s s e r s o s t e n í a q u e l a i d e o l o g í a d e l a c l a s e 
g o b e r n a n t e e s u n a f o r m a d e c o n t r o l d e l a s clases.
R e n o v a c ió n
DE LAS VIEJAS IDEAS 
En la década de los sesenta y 
setenta LouisAlthusser (1918-1990) 
intentó integrar las teorías 
dominantes del estructuralismo con 
el marxismo de forma que sustituyó 
a Sartre como principal filósofo 
marxista de la época. Al mismo 
tiempo, y paralelamente al anterior, 
Jacques Lacan (1901-1981) llevó a 
cabo una lectura estructuralista de 
la obra de Freud y el psicoanálisis. 
Para Lacan, el inconsciente está 
«estructurado como el lenguaje», de 
manera que el deconstruccionismo 
aparece como un perfecto 
instrumento para llegar a 
entenderlo.
Michel Foucault 
(1926-1984) sostiene 
que todo discurso es 
un instrumento que, en 
manos del que lo emite, 
sirve para ejercer algún 
tipo de control sobre 
los demás, por lo que 
un texto sólo puede 
deconstruirse desde esta 
perspectiva. Además, 
de igual modo que la 
personalidad de una 
hombre se revela por 
sus acciones, el análisis 
deconstructivo de 
un texto permite 
conocer mejor el carácter 
de la persona que se
J a c q u e s L a c a n
E l p s i c o a n a l i s t a f r a n c é s J a c q u e s L a c a n lle v ó 
a c a b o u n a r e l e c t u r a d e F r e u d d e s d e el 
e s t r u c t u r a l i s m o l i n g ü í s t i c o . C o m o 
c o n s e c u e n c i a d e ello, s e c o n v i r t i ó e n u n a 
i m p o r t a n t e i n f l u e n c i a d e n t r o d e la c o r r i e n t e 
e s t r u c t u r a l i s t a .
esconde tras dicho texto. 
Al igual que sus 
predecesores, este grupo 
de filósofos parisinos 
logró alcanzar una gran 
reputación internacional. 
Pero, no obstante, una cosa 
los diferenciaba: si 
Bergson, Camus y Sartre 
habían sido unos 
excelentes escritores 
(a los tres, de hecho, les 
fue otorgado el premio 
Nobel de literatura), 
los estructuralistas y 
posestructuralistas 
tendieron a utilizar una 
prosa tortuosa, densa 
y opaca. Precisamente este estilo 
fue motivo de crítica por parte de 
los filósofos analíticos de habla 
inglesa, para quienes en muchas 
ocasiones esas complicadas 
oraciones, tras ser analizadas, 
revelaban una retórica vacía tras la 
que se escondía un conjunto de 
vagas nociones triviales, falsas, 
contradictorias e, incluso, sin 
sentido alguno. Así, cuando 
en 1992 la universidad de 
Cambridge realizó un homenaje al 
estructuralista más importante de 
aquel entonces Jacques Derrida, se 
levantó toda una ola de protestas 
por parte de muchos filósofos 
británicos, que lo consideraron 
como una afrenta. No obstante, 
esta polémica ha 
contribuido en gran 
medida a que el 
estructuralismo haya 
mantenido su vigencia.
La esencia retórica 
del estructuralismo y el 
posestructuralismo, 
que puede desagradar 
a algunos filósofos, es 
capaz sin embargo de 
gozar de las simpatías 
de aquellos que no 
abordan un texto 
desde un enfoque de 
análisis lógico, como 
es el caso, por ejemplo, 
de los estudiantes de 
literatura.
M i c h e l F o u c a u l t 
F o u c a u l t a r r e m e t i ó c o n t r a 
l a f e n o m e n o l o g í a y el 
e x i s t e n c i a l i s m o . S e g ú n él, t o d o 
d i s c u r s o s e c o n v i e r t e e n u n 
i n s t r u m e n t o d e p o d e r s o b r e los 
d e m á s .
J a c q u e s D e r r id a
F u n d a d o r d e l 
d e c o i i s t r u c c i o n i s m o , a l c a n z ó 
u n a g r a n r e p u t a c i ó n h a c i a 
f i n a l e s d e lo s a ñ o s s e s e n t a . S u 
o b j e t o d e e s t u d i o f u e la r e l a c i ó n 
e n t r e f i l o s o f í a y l e n g u a j e .
(í¿Cómo 
podemos estar 
seguros de que 
no somos unos 
impostores? ”
J a c q u e s L a c a n
E l f u n e r a l d e S a r t r e 
Sartre fa llec ió a c a u sa d e un 
cá n ce r d e p u lm ó n e l 1 5 de 
abril d e 19 80. El cortejo 
fú n eb re q u e lo lle v ó d esd e 
el h osp ita l d e B ro u ssa is , al 
su r d e París, al cem en terio 
d e M on tparn asse el 19 d e 
abril fu e seg u id o p o r u n as 
50 .000 p erso n as. Entre éstas 
se en co n traban 
p erso n a lid ad e s d e l m u n do 
p o lítico e intelectual, 
e n ca b ez a d a s p o r su 
c o m p a ñ e ra d e tod a la v id a, 
S im on e d e B eau vo ir, y los 
acto res fra n cese s Y v e s 
M ontand y Sim on e 
Signoret.
P r in c ipa l e s o b r a s 
d e P o p p e r
La ló g ic a d e la 
in vestigac ió n 
científica 
( 1 9 3 4 )
La s o c ie d a d 
a b ie r ta y s u s 
e n e m ig o s 
( 1 9 4 5 )
La p ob reza 
d e l h istoricism o 
( 1 9 5 7 ) 
B ú sq u ed a 
interm inable 
( 1 9 7 6 )
P o p p e r
DE LA CIEN CIA 
A LA POLÍTICA
El conocimiento científico se ha 
convertido en un campo repleto de 
conjeturas, constantemente abierto a la 
revisión de sus postulados a la luz de 
la experiencia. Estos mismos principios 
se pueden aplicar a la política.
incompatibles con las del sabio inglés. Entre sus 
numerosas y determinantes aportaciones a la humanidac 
destacan su teoría específica de la relatividad, publicada 
en 1905, y la teoría general de la relatividad, aparecida en 
1915. Ambas dieron lugar a una enorme polémica en la 
comunidad científica internacional, que no obstante 
reconoció unánimemente su indudable trascendencia.
Lo más desconcertante de todo era que si se demostraba 
que las teorías de Einstein eran ciertas, entonces las leye> 
newtonianas imperantes durante tanto tiempo no eran 
correctas.
Una vez formuladas, se llevaron a cabo numerosos 
experimentos para ver cuál de las dos teorías era la 
correcta, y al final se demostró que las válidas eran 
las de Einstein. Lógicamente, las repercusiones que esto 
tuvo en la filosofía fueron extraordinarias. Desde 
Descartes, la búsqueda de la certeza absoluta había 
constituido una de las obsesiones de toda la filosofía 
occidental, problemaque habían resuelto en cierta 
medida las leyes de Newton, las cuales permitían sentar 
las bases de un saber científico universal que posibilitaba 
la comprensión de la realidad de este mundo además de 
proporcionar una gran cantidad de prácticos avances. 
Por todo ello, los fundamentos sobre los que se asentaba
El conjunto 
de la ciencia no 
es más que una 
mejora del 
pensamiento 
de cada día ^
A i.b e r t E in s t e in
DURANTE LOS DOS SIGLOS posteriores a Newton, 
el hombre occidental creyó que había encontrado el 
conocimiento verdadero y universal encarnado en la 
nueva ciencia moderna, de manera que cuando se 
descubría una nueva ley o fenómeno científico éste 
quedaba cerrado a todo cambio posterior. Ésta era 
precisamente la principal y más apreciada característica 
de la ciencia, su validez: el saber científico se convertía 
así en el conocimiento más fiable de que disponía el ser 
humano y adquiría, por ello, el valor de verdad absoluta. 
Desde esta óptica, todo avance de la ciencia aparecía 
como un complemento a lo ya sabido en forma de 
nuevos descubrimientos que hacían que el progreso en 
este campo fuera cada vez mayor; aunque, en realidad, 
la base era siempre la misma, y los 
nuevos descubrimientos no hacían 
sino corroborar lo que ya se sabía. 
Aquellos que estaban familiarizados 
con las teorías de Locke y Hume 
eran conscientes de que las leyes 
científicas no estaban cerradas a 
correcciones posteriores, pero en 
vista de los extraordinarios avances 
que durante mucho tiempo se 
derivaron de la aplicación de esas 
leyes, la mayoría de la gente acabo 
convenciéndose de que eran 
infinitamente probables, es decir, se 
encontraban tan cerca de la validez 
absoluta que desde un punto de 
vista práctico los resultados eran 
los mismos.
A l b e r t E in s t e i n
E l f í s i c o a l e m á n A l b e r t E i n s t e i n , q u e n o f u e u n 
a l u m n o brillante, f u e u n g e n i o q u e c a m b i ó el 
c u r s o d e l a h i s t o r i a c o n s u s t e o r í a s d e l a r e l a t i v i d a d , 
l a s c u a l e s r e v o l u c i o n a r o n el e s t u d i o d e l a c i e n c i a 
y l a filosofía.
C o n o c i m i e n t o i n c i e r t o
A principios del siglo xx apareció en 
escena un genio comparable al de 
Newton, un alemán de origen judío 
llamado Albert Einstein (1879-1955) 
que formuló unas teorías
P a n o r a m a t e c n o l ó g ic o
L a m o d e r n a e r a i n d u s t r i a l s u r g i ó c o m o c o n s e c u e n c i a d e la 
a p l i c a c i ó n d e la c i e n c i a n e w t o n i a n a y p e r m i t i ó c r e e r a l h o m b r e ■ 
o c c i d e n t a l q u e h a b í a d e s c u b i e r t o el v e r d a d e r o c o n o c i m i e n t o .
S i n e m b a r g o , l a s t e o r í a s d e E i n s t e i n d e m o s t r a r o n q u e é s t e n o e r a 
d e l t o d o v á l i d o , h e c h o q u e t u v o u n a s c o n s e c u e n c i a s e n o r m e s 
e n el d e s a r r o l l o d e l a f i l o s o f í a y l a c i e n c i a .
este saber habían permanecido intocables a lo largo de 
los siglos como garantía de su validez universal.Y, ahora, 
de repente, se demostraba que todo ese saber era falso. 
Entonces, ¿qué era? Porque, indudablemente, gracias a 
aquél se habían llevado a cabo progresos trascendentales 
en nuestra concepción del mundo y sus aplicaciones 
prácticas habían dado origen a todo un período histórico
I “TAN SÓLO EL 
I DESAFÍO A LA 
ESPECULACIÓN, Y 
N O U N A SIMPLE 
I A C U M U L A C IÓ N DE 
H E C H O S, PUEDE 
PERM ITIRNOS 
\\ AVANZAR”
A l b e r t E i n s t e i n
----
de una importancia fundamental, la revolución industrial. 
Todas esas teorías, sin embargo, dejaban ahora de tener 
validez, hecho que llevaba a replantearse la misma 
concepción de conocimiento.
U N A EDUCACIÓN POLIFACÉTICA 
En el capítulo dedicado a Locke ya vimos las 
implicaciones que las nuevas teorías newtonianas 
tuvieron en el campo de la filosofía y cómo algunas 
de sus más importantes consecuencias incidieron 
directamente en la vida política y social en las décadas 
posteriores. En el siglo xx, fue Karl Popper (1902-1994) 
el encargado de llevar la revolución newtoniana a estas 
disciplinas. Popper, hijo de un acomodado abogado, 
nació en Viena en 1902. Sus padres se convirtieron 
del judaismo al cristianismo, por lo que recibió una 
formación dentro de la más pura tradición luterana. 
Durante su juventud fue afín a la ideología marxista, pero 
la violencia empleada por los regímenes comunistas 
para imponer sus ideas le llevó a decantarse por la 
socialdemocracia.
Demostró su socialismo vistiendo como un 
trabajador más, viviendo entre los desempleados y 
ayudando a niños con deficiencias. Esto último le 
permitió entrar en contacto con el psicoanalista Alfred 
Adler. Al mismo tiempo, frecuentaba los círculos 
musicales de vanguardia encabezados por Schoenberg 
y entabló amistad con el compositor Webern. En 
vacaciones solía dedicarse a practicar el montañismo, 
y acabó casándose con una de las bellezas de su 
promoción. En definitiva, su vida en Viena resultaba de lo 
más variada y enriquecedora, y tenía todo lo que podía 
desear. Hasta que apareció el nazismo. En 1937, un año 
antes de que Hitler tomara el poder en Austria, Popper
K a r l P o p p e r
E l f i l ó s o f o d e l a c i e n c i a a u s t r í a c o K a r l P o p p e r n a c i ó 
y c r e c i ó e n V i e n a , a u n q u e a d q u i r i ó l a n a c i o n a l i d a d 
b r i t á n i c a e n 1 9 4 5 . F u e p r o f e s o r d e l ó g i c a e n l a L o n d o n 
S c h o o l o f E c o n o m i c s .
A l fr e d A d le r
El p sicoan alista austríaco 
A lfred A d le r ( 18 7 0 - 19 3 7 ) 
fu e u n o d e los integrantes 
d e un círcu lo d e cien tíficos 
a fin es a F reu d estab lecid o 
e n V ien a d e sd e 19 00.
Sin em b arg o , y a e n 1 9 1 1 
m ostró sus p rim eras 
d e sav en e n c ia s c o n aq u é l al 
so sten er q u e la «voluntad 
d e poder» e je rcía una 
m a y o r in flu en cia en la 
co n d u cta h u m an a q u e el 
p ro p io im p u lso sex u al. Sus 
ob ras m ás co n o cid a s son 
S o b r e el c a r á c t e r n e u r ó t i c o 
( 1 9 1 2 ) y C o n o c i m i e n t o d e l 
h o m b r e ( 19 2 7 ) . U n a d e sus 
p rin c ipa les a p o rtacio n es fu e 
la introducción d e l térm in o 
«sentim iento de 
inferioridad», q u e m u ch as 
v e c e s se su e le llam ar, 
in correctam en te, «com plejo 
d e inferioridad».
A r n o l d S c h o e n b e r g 
A n tes d e h ab er cum p lid o 
los n u ev e a ñ o s, e l 
c o m p o sito r austroh ú n garo 
A rn o ld S ch o e n b e rg ( 18 7 4 ­
1 9 5 1 ) y a h ab ía com p u esto 
p eq u eñ a s o b ras p ara d o s 
v io lin es . Tras u n a etap a 
rom án tica , e n la q u e 
c o m p u so su s C a n c i o n e s 
d e G u r r a ( 19 0 0 - 1 9 1 1 ) , 
S c h o en b erg cam b ió 
e l c u rso d e la m ú sica del 
siglo x x c o n la f o r m u l a c i ó n 
del d o d eca fo n ism o , 
m éto d o d e com p o sic ió n 
e n el q u e las 1 2 notas q u e 
co m p re n d e la o ctava 
rec ib en el m ism o v a lo r y 
d e ja a u n la d o lo s aco rd es -• 
y g ru p o s d e notas q u e 
caracterizaban la arm o n ía 
tradicional. Entre las obras 
m ás im portantes d e esta 
e tap a aton al figu ran C i n c o 
p i e z a s p a r a o r q u e s t a ,
O p u s 1 6 ( 19 0 9 ) y el 
C o n c i e r t o p a r a vio l í n , 
O p u s 36 ( 19 3 4 -19 3 6 ) .
E c o n ó m ic a s y c ie n c i a s 
p o l í t i c a s 
In tegrada e n la 
u n iversid ad d e Londres, 
la L o n don S ch oo l o f 
E co n o m ics an d Political 
Sc ie n ce fu e fu n d ad a en 
18 9 5 p o r los reform istas 
so c ia les in g leses S id n ey 
( 18 5 9 - 19 4 7 ) y B eatrice 
( 18 5 8 - 19 4 3 ) W ebb. 
P o r su s au lash an 
p asa d o n u m erosas 
p erso n a lid ad e s, co m o el 
m ism o P o p p e r y el 
e sp ec ia lista e n c ien cias 
p o líticas in g lés H arold 
Lask i ( 18 9 3 - 19 5 0 ) . En la 
actu alidad , con stituye sin 
d u d a a lg u n a u n o d e los 
cen tros m ás p restig iosos 
d e tod a E urop a p ara el 
e stu d io d e las c ien cias 
socia les .
aceptó un puesto en una universidad de Nueva Zelanda, 
donde permaneció durante toda la segunda guerra 
mundial. Al acabar ésta, en 1945, se trasladó a Inglaterra, 
donde permanecería el resto de su carrera profesional 
como profesor de lógica en la London School of 
Economics. La vida que llevó en este país no tenía nada 
que ver con la de su juventud en Viena, y optó por 
recluirse en sí mismo para poder dedicarse a su obra, 
la cual cubre un extensísimo elenco de disciplinas. De 
hecho, no paró de publicar hasta el mismo año de su 
muerte, a la edad de 92 años.
H ay c e r t e z a e n la c i e n c i a
Popper llega a la conclusión de que si en todos los siglos 
de tradición científica heredada por la ciencia 
newtoniana no se había logrado demostrar la validez de 
las teorías sobre las que se asentaba la ciencia, no hay 
nada que permita determinar que una teoría es correcta 
o no. Así, las supuestas leyes científicas no son en el 
fondo verdades absolutas acerca del mundo, sino que, 
como teorías que son, constituyen meros productos de la 
mente humana. Si una teoría funciona bien a lo largo de 
siglos de continua y satisfactoria aplicación, eso quiere 
decir que se aproxima bastante a la verdad, aunque se 
puede dar el caso de que tras esos siglos de validez 
aparezca alguien proponiendo una teoría mejor y, por 
tanto, todavía más próxima a la verdad.
Popper aplica esta idea a toda la teoría del 
conocimiento. Según él, la realidad física existe 
independientemente de la mente humana y no tiene 
nada que ver con la experiencia que de ella tiene el 
hombre, de ahí que en definitiva nunca pueda llegarse a
U
'LA C IE N C IA E 
TAL VEZ LA Ú N IC A
ACTIVIDAD 1 
H U M A N A EN LA 1 
QUE LOS ERRORES 
SON CRITICADOS 
SISTEMÁTICAMENTE 
Y, CON EL TIEMPO.
CORREGIDOS
K a r l P o p p e r
H a c e r u s o d e l o s r e s u l t a d o s p r á c t ic o s
P a r a P o p p e r , l a r e a l i d a d f í s i c a e x i s t e d e f o r m a i n d e p e n d i e n t e a l a m e n t e h u m a n a , d e a h í q u e n u n c a s e l l e g u e a 
c o n o c e r d e l t o d o . S e c r e a n t e o r í a s q u e t r a t a n d e e x p l i c a r l a , t e o r í a s q u e d u r a n m i e n t r a s s i r v e n . S i n e m b a r g o , d e 
v e z e n c u a n d o s e d e m u e s t r a q u e a l g u n a d e e s a s t e o r í a s e s i n a d e c u a d a y s e s u s t i t u y e p o r o t r a m e j o r .
conocer del todo. El ser humano formula diversas teorías 
que tratan de explicarla y éstas perm anecen en vigencia 
mientras siguen funcionando. No obstante, la experiencis 
demuestra que tarde o temprano acaban presentando 
una serie de limitaciones con respecto a un aspecto 
determinado de la realidad, por lo que se sustituyen por 
otra mejor, que ofrezca una mayor amplitud de miras que 
la anterior. Este proceso no sólo es aplicable a la ciencia, 
sino a todos los otros aspectos de la realidad 
humana, incluso a los más cotidianos. De ese 
modo, la relación que el ser humano establece 
con la realidad se realiza a través de la continua 
resolución de los interrogantes que plantea; 
pero este avance no se logra añadiendo nuevas 
certezas a una doctrina de conocimiento 
preexistente, sino que se efectúa mediante la 
continua sustitución de las teorías imperantes 
por otras mejores. Así pues, según Popper, la 
búsqueda de la seguridad absoluta, que tanto 
ha obsesionado a los filósofos desde Descartes 
a Russell, ha de dejarse por imposible, ya que 
no es accesible al hombre.
Por consiguiente, nunca se podrá 
demostrar si una ley científica es cierta o no, 
de igual modo que el conjunto de las ciencias 
o las matemáticas no podrán descansar sobre 
unos fundamentos definitivos. El 
«justificacionismo», tal como lo denomina el 
propio Popper, es erróneo por definición. Si 
alguien construye una casa sobre un lodazal, 
será preciso hundir los pilares con la suficiente 
profundidad como para que soporten la
L a e x i s t e n c i a d e D i o s n o s e r á n u n c a u n h e c h o c i e n t í f i c o 
A u n q u e u n a t e o r í a n o p u e d a p r o b a r s e , b a s t a c o n u n s i m p l e e l e m e n t o q u e ' l a c o n t r a d i g a 
p a r a q u e q u e d e i n v a l i d a d a . D e e s e m o d o , u n a a f i r m a c i ó n d e l t i p o «D i o s existe», a u n q u e 
p u e d e s e r cierta, n o p u e d e s e r *c o n t r a s t a d a », d e m o d o q u e n u n c a p o d r á s e r p r o b a d a 
y a l c a n z a r el g r a d o d e p r i n c i p i o científico.
estructura del edificio; y cada vez que 
se pretenda añadir un piso más a la 
casa, habrá que hundir más y más los 
pilares. Pero este proceso no tiene 
límites: no hay ningún nivel «último» 
del que no puedan pasar los 
fundamentos ni ninguna estructura 
«natural» sobre la que ceñirse.
No obstante, aunque una teoría no 
pueda demostrarse, sí puede en cambio 
refutarse, por lo que se puede probar 
o no su validez. Como ya vimos 
anteriormente (véase pág. 115), por 
muchos cisnes que veamos de color 
blanco, nunca podremos probar la 
verdad de la afirmación «Todos los 
cisnes son blancos», ya que basta 
con encontrar un día un cisne negro 
para que quede invalidada. Así, el 
método que propone Popper es 
intentar demostrar la invalidez de una 
teoría por su refutación, situación que 
convierte la crítica en el principal 
instrumento para avanzar en el 
conocimiento. Un enunciado que no 
pueda refutarse mediante la observación no puede ser 
puesto a prueba, por lo que en ningún caso podrá 
considerarse científico, ya que el que una teoría sea 
compatible con todos los hechos conocidos no 
demuestra en absoluto que sea verdadera. La afirmación 
«Dios existe» puede ser perfectamente cierta, pero a 
nadie se le ocurriría considerarla como una proposición 
científica.
modelo de sociedad es ya válida antes de que llegue 
a instaurarse; de todos modos, si ya se ha llevado a la 
práctica, las nefastas consecuencias sociales que conlleva 
deben ser excusa suficiente como para buscar otro tipo 
de sociedad.
Así, en una sociedad que permita la crítica interna 
y la oposición (lo que Popper denomina una «sociedad 
abierta») será mucho más fácil resolver los problemas
Lo único que
se puede hacer
es intentar probar
la falsedad de la
mejor teoría ^ 
K a r l P o p p e r
S i r J o h n E c c le s 
L a s i n v e s t i g a c i o n e s 
d e l fisió l o g o 
a u s t r a l i a n o f o h n 
E c c l e s ( 1 9 0 3 - 1 9 9 7 ) 
h a n s i d o e s e n c i a l e s 
p a r a el e s t u d i o d e las 
e n f e r m e d a d e s 
n ervi o s a s . E n 1 9 6 3 
c o m p a r t i ó el p r e m i o 
N o b e l c o n A l a n 
H o d g k i n y A n d r e w 
H u x l e y p o r s u s 
e s t u d i o s s o b r e el 
s i s t e m a n e r v i o s o 
central. E n t r e s u s 
o b r a s s e e n c u e n t r a 
E l ser y su cereb ro 
( 1 9 7 7 ) , q u e escribió 
e n c o l a b o r a c i ó n c o n 
P o p p e r .
La s o c i e d a d a b i e r t a
Popper expone esta teoría en La 
lógica de la investigación científica, 
publicada en alemán en 1934 y en 
español en 1963.'I ras aplicarla 
sistemáticamente a las diversas 
disciplinas de la ciencia, se da cuenta 
de que esta teoría es perfectamente 
aplicable a las ciencias sociales. El 
resultado es La sociedad abierta y sus 
enemigos, obra publicada en 1945 
y en la que aplica su principio sobre 
la validez de cualquier postulado 
a la política y la sociología. Así, 
llega a la conclusión de que nunca estájustificada la imposición de un único 
punto de vista: la manifestación más 
indeseable e insostenible de la 
sociedad moderna es aquella regida 
por un poder centralizado y en la que 
toda disensión es perseguida. Esta 
visión crítica de ese nada deseable
P o l i c í a d e l e s t a d o
P a r a P o p p e r , l a p e o r s o c i e d a d é s a q u e l l a e n l a q u e el p o d e r e s t á c e n t r a l i z a d o y t o d a 
d i s e n s i ó n e s p e r s e g u i d a , ta l c o m o a p a r e c e e n l a n o v e l a M il n o v e c ie n t o s o c h e n ta y c u a tro 
( 1 9 4 9 ) , e n l a q u e G e o r g e O r w e l l d e s c r i b e e l m o d e l o d e s o c i e d a d q u e c o n l l e v a r í a el 
e s t a b l e c i m i e n t o d e u n r é g i m e n a u t o r i t a r i o .
P r in c i p a le s o b r a s 
d e E i n s te i n 
S o b re la 
e le c tro d in á m ic a 
d e lo s c u e rp o s 
e n m o v im ie n to 
( 1 9 0 5 ) 
e n l a q u e p u b l i c ó 
s u teoría 
espec í f i c a d e la 
r e l a t i v i d a d 
T e o r ía g e n e ra l 
d e la re la tiv id a d 
( 1 9 1 6 )
se produce a un ritmo vertiginoso. Por ello mismo, es 
inconcebible pretender crear y perpetuar una sociedad 
ideal: sumido en un proceso imparable de continuas 
transformaciones, el ser humano debe dedicarse a 
resolver los incesantes problemas que plantea esta 
situación. En prim er lugar, por supuesto, se encuentra 
la prioridad de erradicar los más acuciantes problemas 
sociales, como la pobreza, las amenazas a la paz, una 
educación y medicina deficientes, etcétera. Dado que 
la perfección y la seguridad absolutas se hallan fuera de 
nuestro alcance, el hombre debe empeñarse menos en 
construir escuelas y hospitales modélicos y centrarse 
más en resolver las lagunas sociales más importantes 
y con una mayor repercusión en la sociedad. En 
definitiva, si no está a nuestro alcance hacer feliz a la 
gente, al menos sí que se puede intentar aliviarla de sus 
pesares y más insoportables limitaciones.
Los fenómenos 
sociales se 
parecen a los 
estrictamente 
físicos, pues sus 
límites van más 
allá del ámbito 
de la 
tecnología ^
K aki. P o p p e r
M a n if e s t a c ió n d e p r o t e s t a
S e g ú n P o p p e r , l a c r í t i c a y la o p o s i c i ó n p r e s e n t e s e n u n a s o c i e d a d 
«a b i e r t a » c o n s t i t u y e n el m á s i m p o r t a n t e y e f e c t i v o m e d i o d e q u e 
d i s p o n e t o d a s o c i e d a d p a r a a v a n z a r y p r o g r e s a r . P o r ello, u n a 
s o c i e d a d e n l a q u e l a d i s e n s i ó n n o e s t á p e r m i t i d a r e s u l t a d e lo m á s 
d e s a c o n s e j a b l e .
prácticos de toda índole que en una en la que, por el 
contrario, no exista ese com ponente de crítica, de forma 
que el progreso será mucho más rápido y menos 
costoso. Por si fuera poco, se trata de un planteamiento 
del todo objetivo, fuera de cualquier consideración de 
tipo moral.
En la política, al igual que ocurre en la ciencia, se 
sustituyen sin cesar teorías ya establecidas por otras que, 
en principio, han de dar un mejor resultado. La sociedad, 
pues, también se encuentra en perpetuo cambio y esto
E n t e r r a r el m a r x is m o
A la vez que desarrolla estas teorías, Popper se dedica a 
em prender una severa crítica de todas aquellas doctrinan 
que definen la esencia de la sociedad ideal, sobre todo fe- 
de Platón y Marx. De hecho, su crítica al marxismo se 
considera como la más seria y efectiva que se ha 
realizado hasta la fecha y, por otro lado, catapultó 
al filósofo austríaco hacia la fama. No en vano, 
al poco de publicar La sociedad abierta , obra en la 
que deshace el mito marxista, un tercio de la humanidad 
se encontraba sometida a regímenes políticos que se 
autodenominaban marxistas. Es evidente que hoy en 
día esa crítica al marxismo ya ha perdido gran parte de 
su vigencia, pero la apología que Popper realiza de una 
sociedad abierta y tolerante continúa conservando 
una extraordinaria vitalidad.
Sir E r n s t G o m b r ic h
El h isto riado r d e arte 
d e o r ig en austríaco 
Ernst G o m b rich ( 19 0 9 - ) 
lle g ó a In glaterra en 
19 3 6 , d o n d e en tró e n el 
W arburg Institute d e la 
u n iversid ad d e Londres.
Su s o b ra s m ás im portantes 
so n H i s t o r i a d e l a r t e 
( 19 5 0 ) y A r t e e ilus i ó n 
(19 6 0 ), e n las q u e se 
v a le d e las teorías 
d e l arte fo rm u lad as 
p o r P op p er.
. E l im in a r l o s m a l e s s o c ia l e s
L a s o c i e d a d m o d e r n a s e e n c u e n t r a e n p e r p e t u o c a m b i o y, c o m o m á s a c u c i a n t e s p r o b l e m a s sociales, c o m o l a e d u c a c i ó n y l a p o b r e z a
c o n s e c u e n c i a d e ello, e s i m p o s i b l e a l c a n z a r l a s o c i e d a d p e r f e c t a . L a d e s c o m p r e s i ó n d e lo s s u b u r b i o s e n G r a n B r e t a ñ a m e j o r ó las
P o p p e r a b o g a p o r a u n a r t o d o s los e s f u e r z o s e n l a e r r a d i c a c i ó n d e los c o n d i c i o n e s d e v i d a d e l a s c l a s e s u r b a n a s c o n m e n o s r e c u r s o s .
La REVOLUCIÓN 
de ElNSTEIN
L
os trem en d o s p ro g reso s 
rea lizados p o r la c iencia h an 
rev o lu c io n ad o n u estro c o n c ep to 
d e co n o c im ien to y, p o r tan to , la 
filosofía e n general. D ado q u e el 
conoc im ien to científico es el sab er 
m ás fiable y p rác tico q u e p o se e 
el se r h u m an o , to d o in ten to p o r 
defin ir o delim itar la na tu ra leza del 
co n o c im ien to co m o tal se en cu en tra 
in ex tricab lem en te ligado a la 
ciencia. D e h ech o , a lo largo 
d e la h istoria d e la filosofía ha 
h a b id o m u ch o s m o m en to s e n los 
q u e la esenc ia de l conoc im ien to 
se h a iden tificado co n la ciencia, 
so b re to d o e n los ú ltim os cua tro 
siglos.
Alo largo de l siglo xx h an 
ten id o lugar to d a u n a 
serie d e p ro fu n d as 
transfo rm aciones q u e h a n llevado 
a la n ec es id ad d e rep la n tea r los 
fu n d am en to s so b re los q u e hasta 
en to n ces se h ab ía asen tad o el 
conocim ien to . Así, só lo e n el cam po 
d e la física ya en co n tram o s dos 
g ran d es cam bios: p o r u n 
lado, la teo ría d e la 
rela tiv idad d e Einstein, 
q u e rev o luc ionó la ciencia 
tradicional; y p o r otro, 
la teo ría cuántica, 
incom patib le co n las de 
la rela tiv idad y cuyos 
resu ltad o s p rác ticos son 
ex traord inarios. Y, sin 
em bargo , resu lta 
im posib le q u e am bas 
teo rías se an correctas; d e 
hecho , lo m ás p ro b ab le es
q u e am bas se an erróneas, p e ro lo 
cierto es q u e n o p a ra n d e g en e ra r 
n u ev o s resu ltados pe rfec tam en te
válidos. Esto nos dem uestra cóm o 
incluso las m ejo res teo rías so b re las 
q u e se asien ta n u es tro conoc im ien to 
n o dejan d e ser fru tos d e la m en te 
h u m a n a y, p o r consigu ien te , es tán 
sujetas al e rro r y la co rrección , y 
co n d e n ad a s a se r sustitu idas tarde 
o te m p ran o p o r otras. El conoc im ien to 
h u m an o es falible p o r defin ición 
y hay q u e d esca rta r la im agen 
trad ic ional d e la c iencia com o 
u n sa b er d e validez e te rn a 
e incuestionab le .
P
E l c o n o c i m i e n t o
CIENTÍFICO 
ES EL SABER MÁS 
FIDEDIGNO Y ÚTIL 
QUE POSEE EL SER 
HUMANO
ero los científicos no 
só lo se h a n lim itado 
a cam biar p o r com ple to 
n u es tra co n c ep c ió n del 
co n o c im ien to com o tal, sino 
que , d e h ech o , h a n h e c h o 
m u ch o m ás q u e los filósofos 
p a ra revo luc ionar los cim ientos 
sob re los q u e d escan sab a la 
p e rc ep c ió n del h o m b re co n

Continuar navegando