Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
P r in c ipa l e s o b r a s DE K íERKEGAARD O lo u n o o lo otro: -Un fragm en to de vida» ( 1 8 4 3 ) T e m o r y tem blor ( 1 8 4 3 ) E l co n ce p to d e la angustia ( 1 8 4 4 ) Fragm en tos filo só fico s ( 1 8 4 4 ) D iario d e u n sed u ctor ( 1 8 4 5 ) u La vida sólo se puede entender mirando hacia atrás, pero se debe vivir mirando hacia delante S0REN KíERKEGAARD Ex ist e n c ia l ism o DE KIERKEGAARD A H EIDEGG ER El hombre como individuo se plantea el problema del misterio de su existencia, a través del cual pretende comprender la realidad del mundo en el que vive. S 0R E N KíERKEGAARD E l f u n d a d o r d e l e x i s t e n c i a l i s m o n a c i ó e n C o p e n h a g u e , d o n d e p a s ó l a m a y o r p a r t e d e s u v i d a . S u o b r a i n s p i r ó a m u c h o s f i l ó s o f o s d e l s i g l o xx , s o b r e t o d o a los e x i s t e n c i a l i s t a s . K i e r k e g a a r d e s t a b a c o n v e n c i d o d e q u e n i n g u n a d o c t r i n a f i l o s ó f i c a e r a c a p a z d e e x p l i c a r la e x p e r i e n c i a ú n i c a d e la e x i s t e n c i a c o m o i n d i v i d u o . LA CORRIENTE FILOSÓFICA más importante de Europa durante el período inmediatamente posterior a la segunda guerra mundial fue el existencialismo, que floreció no sólo en las universidades, sino en campos tan diversos como la literatura, el teatro y el cine. Se trata, sin duda alguna, de uno de los movimientos intelectuales más importantes de todo el siglo xx y ha contribuido de forma muy notable a conformar el pensamiento contemporáneo. Además, ha producido una enorme cantidad de célebres novelas y obras de teatro. Una de las cosas que más llama la atención es que esta corriente se puso de moda mucho después de que se sentaran sus bases ideológicas. El más grande filósofo existencialista del siglo xx, Martin Heidegger, escribió sus obras más importantes en la década de los años veinte, e incluso los filósofos precursores de dicho movimiento se alejan mucho más en el tiempo, hasta el siglo xix: Kierkegaard y Nietzsche (véanse págs. 172-179). De hecho, el repentino auge- de la ideología existencialista que tuvo lugar durante los años cuarenta y cincuenta fue en realidad una reacción contra la trágica experiencia de la barbarie nazi, de la que Europa empezaba entonces a despertar. Yo y Dios Tradicionalmente, se suele atribuir la fundación del existencialismo al gran filósofo danés S0 ren Kierkegaard (1813 1855), quien escribió toda su obra en una época en la que el panorama filosófico estaba dominado por el recién fallecido Hegel. Éste, según Kierkegaard, había pretendido explicarlo todo mediante un gran sistema de ideas en el que las cosas concretas, las entidades individuales, apenas eran mencionadas, cuando en realidad la única verdadera existencia es la de esos objetos individuales. Así, las abstracciones y generalizaciones no existen como tales, sino que tan sólo constituyen una serie de ayudas que el propio hombre ha creado para pensar y relacionar el conjunto de la realidad. Pero si lo que se pretende en el fondo es llegar a entender esta última, e> “ LA SUPREMA PARADOJA DE TO D O PENSAM IENTO ES QUE PRETENDE DESCUBRIR ALGO QUE ES INCAPAZ DE PENSAR S 0 r e n K i e r k e g a a r d imprescindible centrarse en los seres individuales, que es en definitiva lo único que existe. Esto resulta especialmente cierto por lo que se refiere al ser humane Según Hegel, el individuo tan sólo puede realizarse integrándose en esa entidad abstracta y enorme que es el Estado, cuando, en realidad, afirma Kierkegaard, la suprema entidad moral es el propio individuo y, por consiguiente, es todo ese conjunto de aspectos subjetivos y personales que conforman su vida cotidiana lo único que debe importar. Dado el valor trascendental que posee la actividad moral del hombre, la actividad humana más importante es la toma de decisiones: al L a TOMA DE DECISIONES L a p a r e j a q u e a p a r e c e s o b r e e s t a s l í n e a s h a d e c i d i d o c o n t r a e r m a t r i m o n i o , u n a d e l a s d e c i s i o n e s p e r s o n a l e s m á s i m p o r t a n t e s e n l a v i d a d e u n a p e r s o n a . S e g ú n K i e r k e g a a r d , y a q u e el i n d i v i d u o e s l a m á x i m a e n t i d a d m o r a l y l a t o m a d e d e c i s i o n e s c o n s t i t u y e l a a c t i v i d a d h u m a n a m á s i m p o r t a n t e , a l r e a l i z a r e s a s e l e c c i o n e s el h o m b r e c r e a y d a s e n t i d o a s u v i d a . elegir el ser humano crea su propia vida y se encuentra ¡ consigo mismo. Kierkegaard confiere a este | razonamiento una interpretación religiosa según la más pura tradición protestante, en la que la relación del alma individual con Dios cobra un protagonismo [ fundamental. D O S EXISTENCIALISMOS > Muchos filósofos posteriores han respetado el modo en que Kierkegaard sitúa la figura de Dios, aunque sin i compartir en absoluto su fe religiosa. Consecuencia de i esto último es el hecho de que se hayan desarrollado dos corrientes paralelas que han alcanzado su máximo apogeo en el siglo xx: el existencialismo religioso y el I. existencialismo humanista. Por lo que respecta al primero, baste decir que algunos de los teólogos más originales del siglo xx se han inscrito en esta corriente, derivada directamente de la obra de Kierkegaard, entre los que destacan Karl Barth, PaulTillich y Rudolf Bultmann. Pero es sobre todo la segunda corriente, la de un existencialismo estrictamente filosófico que no recurre para nada a la fe religiosa, la que vamos a estudiar M a r t in H e id e g g e r U n o d e lo s m á x i m o s r e p r e s e n t a n t e s d e l e x i s t e n c i a l i s m o , M a r t i n H e i d e g g e r c o n t i n ú a e j e r c i e n d o u n a g r a n i n f l u e n c i a e n e l p e n s a m i e n t o c o n t e m p o r á n e o . E n u n p r i n c i p i ó q u i s o e n t r a r e n la o r d e n d e lo s j e s u í t a s y m á s t a r d e f u e a l u m n o d e H u s s e r l , a q u i e n s u s t i t u i r í a e n la u n i v e r s i d a d d e F r i b u r g o . P r in c ipa l e s o b r a s d e H e id e g g e r Q u é e s e l s e r ( 1 9 2 6 ) Ser y tiem p o ( 1 9 2 7 ) K an t y e l p rob lem a d e la m etafísica ( 1 9 2 9 ) Q u é e s la m etafísica ( 1 9 2 9 ) Carta so b re el h u m an ism o ( 1 9 4 7 ) Q u é e s la filoso fía ( 1 9 5 6 ) en este capítulo. Como el otro, este existencialismo humanista hunde sus raíces en la obra del filósofo danés, pero también en la de Nietzsche, que era ateo, y su máximo representante en el siglo xx fue Martin Heidegger. S e d u c i d o p o r el n a z is m o Martin Heidegger (1889-1976) nació en Badén, Alemania, el mismo año en que Wittgenstein nacía en Viena. Pasó toda su vida en Alemania como profesor universitario. Durante su etapa de estudiante fue alumno en la universidad de Friburgo del reputado Edmund Husserl (1859-1938), del que aprendió su peculiar método, que veremos un poco más adelante. Precisamente, la obra maestra de Heidegger, Ser y tiempo, publicada en 1927, se basa en dicho método y está dedicada a Husserl. Heidegger se alistó en el partido nazi y cuando Hitler subió al poder se convirtió en el primer rector nacionalsocialista de la universidad de Friburgo; además, dados los orígenes judíos de Husserl, Heidegger se desvinculó en público de éste, actitud que, lógicamente, pesaría como una losa en su reputación durante el resto de su vida. Un año más tarde renunció al cargo, pero una vez acabada la segunda guerra mundial se le cerraron las puertas a la enseñanza durante seis años. Muchos de los detractores de la filosofía de Heidegger se han validode su pasado nazi para rebatir sus postulados, pero esa actitud es en realidad tan injusta como cuando otros muchos filósofos sufrieron toda una campaña de desprestigio por el simple hecho de ser comunistas. En definitiva, la idea de que un pensador debe ser í£El hombre, solo entre todos los seres, cuando es guiado por la voz del Ser, experimenta la mayor de todas las maravillas: que lo-que- existe sea ” M a r t in H e id e g g e r K a r l B a r t h El su iz o K arl B arth ( 18 8 6 19 68), u n o d e los teó log o s m ás im portan tes del s ig lo x x , in ició un m o vim ien to d e re form a e n el p en sam ien to protestante. D esd e las cátedras d e teo log ía d e G óttin gen , M ünster y B o n n se o p u so rad ica lm en te a la a scen sió n del n ac io n a lso c ia lism o y firm ó la D ec laración d e B arm en , q u e s e con virtió en la b a se doctrinal d e la id eo lo g ía antinazi. En su o b ra D o g m á t i c a eclesiástica ( 19 3 2 -19 6 2 ) , con vierte la resu rrecc ión d e C risto e n e l p ilar central del cristian ism o. S e r y tiem p o Escrita c o n un estilo d ifíc il y e sp e so , Ser y tiem po ( 19 2 7 ) e s la obra m ás im portante del filó so fo a lem án . En e lla , H e id e g g er se v a le d e la fe n o m en o lo g ía de H usserl p ara p ro fu n d izar e n los fu n dam en tos d e la e x isten cia h u m an a a partir d e la sigu ien te p regu n ta : «¿Qué sen tid o tien e la existencia?». Esta ob ra e je rc ió una in flu en cia d ec is iva en Sartre y otros ex isten cialistas. una persona digna de admiración desde un punto de vista humano es totalmente romántica, e incluso infantil, y son muchos los ejemplos que nos proporciona la historia de la filosofía como para tomarla en serio. Ex a m i n a r s ó l o la e x p e r ie n c ia Ser y tiempo se presenta como el primero de lo que debían haber sido dos volúmenes, pero el caso es que nunca llegó a escribirse el segundo ya que la filosofía de Heidegger tomó otros derroteros. Por esta razón se suele distinguir el «primer Heidegger» del «último Heidegger». De hecho, durante esa segunda etapa el filósofo alemán no escribió ninguna obra original, sino que se dedicó a volver sobre las teorías de otros filósofos, sobre todo las de Nietzsche y los presocráticos, y algunos poetas, como Novalis. En definitiva, Ser y tiempo constituye la obra maestra de Heidegger y se suele considerar como la base ideológica del existencialismo del siglo xx. El empleo que se hace en esta obra del método fenomenológico de Husserl es tan importante, que antes de pasar a considerar su contenido es preciso aclarar en qué consiste dicho método. Husserl coincide con Descartes al sostener que la única cosa de cuya existencia el ser humano no tiene duda alguna es de la EXISTO, Y TODO ] LO QUE NO ESTÁ EN M í ES U N j MERO FENÓMENO COMPUESTO A SU VEZ DE MÚLTIPLES | F E N Ó M E N O S ” I R e n e M a g r i t t e , ¿ ! z ; c a n s a n c io d e ¡a m d a , 1927 H u s s e r l c o i n c i d e c o n H u m e a l a f i r m a r q u e c u a n d o u n o o b s e r v a u n objeto, u n a m e s a p o r c o n s c i e n t e d e d i c h o o b j e t o y n o d e u n o m i s m o . P r o p o n e q u e l a f i l o s o f í a s e b a s e s o b r e u n e x a m i n e ú n i c a m e n t e a q u e l l o q u e s e e x p e r i m e n t a e i g n o r e t o d o a q u e l l o q u e n o h a y a s i d o E s t e m é t o d o e s lo q u e s e h a d e n o m i n a d o f e n o m e n o l o g í a . E d m u n d H u s s e r l propia conciencia individual, punto de partida del que tiene que arrancar todo intento por construir nuestra percepción de la realidad. Pero, al mismo tiempo, coincide también con Hume al afirmar que si uno mira, por ejemplo, una mesa, la conciencia que se tiene es la de la mesa, no la de estar mirándola. Así, por lo general la conciencia actúa siempre de esta manera, sobre los objetos mismos y no sobre el ser como otro objeto. De todos modos, todo intento por demostrar la existencia independiente de estos objetos con respecto a la conciencia están condenados al fracaso: es imposible probar la existencia del mundo exterior. Uegado a este punto, Husserl hace una original sugerencia: no quedarse atascados en el problema imposible de resolver acerca de la existencia independiente de los objetos con respecto a la conciencia ya que, según afirma, no hay duda de que éstos existen como objetos conscientes para nosotros, independientemente de que tengan o no otras categorías de existencia. Así, Husserl sugiere estudiarlos únicamente desde esta perspectiva, como objetos cuya existencia no admite ninguna duda desde nuestra conciencia, y dejar de lado cualquier otro tipo de e j e m p l o , s e e s m é t o d o q u e c o m p r o b a d o . E d m u n d H u s s e r l E d m u n d H u sse r l es e l in ic ia d o r d e la fe n o m e n o lo g ía , u n a co r r ie n te f i lo s ó f ic a q u e p r e te n d e lle g a r a la e s e n c ia d e la s co sa s a tra vé s d e la c o n c ie n c ia . E ste n u e v o e n fo q u e e je rc ió u n a g r a n in f lu e n c ia e n c a m p o s m u y diversos, c o m o la f i lo s o f ía d e la c ie n c ia , la d e l le n g u a je , la d e la re lig ió n y la d e la s c ie n c ia s socia les. consideración. Para ello, hay que poner entre paréntesis toda clase de cuestiones que no se puedan responder y centrarse tan sólo en aquello que sí se pueda investigar. La v i d a m u n d a n a Mediante este método Husserl da lugar a una nueva corriente filosófica basada en el análisis de la conciencia y los objetos. Se trata de un método sistemático que recibió el nombre de fenomenología porque reducía la realidad a un conjunto de fenómenos. No obstante, este término ha trascendido su dimensión filosófica inicial y en la actualidad se habla de la «fenomenología» de una actividad determinada, con lo que se sugiere una detallada descripción o análisis del conjunto de experiencias conscientes que esa actividad comporta consigo. Así, por ejemplo, la filosofía de las matemáticas estudia los fundamentos lógicos de dicha disciplina, la naturaleza del número, etcétera, mientras que la fenomenología de las matemáticas contempla esta disciplina como una actividad consciente en la que intervienen numerosas experiencias. Por supuesto, se puede establecer una fenomenología de cualquier disciplina, no sólo relativa a nuestra percepción de los objetos materiales sino también al arte, la religión, la ciencia y, por supuesto, a aspectos «internos» de nosotros mismos, como los pensamientos, los sentimientos, la memoria, el dolor, etcétera. La suma total de las cosas que percibimos equivale exactamente al conjunto de cosas que somos conscientes de estar percibiendo, aunque sea bajo la forma de fenómenos. No obstante, éste es nuestro único mundo, en el que vivimos y percibimos, de ahí que Husserl acuñe la expresión Lebenswelt, que literalmente significa «el mundo de la vida». Precisamente, lo que propone la filosofía fenomenológica de Husserl es un estudio exhaustivo de nuestro Lebenswelt. ¿ Q ué es l a e x i s t e n c i a ? Heidegger conoció este enfoque de la mano del propio Husserl, pero la cuestión a la que dirigía sus investigaciones partía de un punto de partida diferente. Una de las cosas que más le había llamado la atención a Heidegger es el hecho de que, desde Descartes, el problema del conocimiento se había convertido en la principal obsesión de la filosofía occidental. La concepción cartesiana concebía la realidad escindida en mente y materia, sujeto y objeto, observador y observado, conocedor y conocido. Lo más probable es que el joven Heidegger no tuviera noticia de las investigacionesde los pragmáticos estadounidenses, pero lo cierto es que su objeción a la epistemología tradicional tenía mucho en común con la obra de aquéllos. Para Heidegger, este enfoque era del todo erróneo ya que, según él, no se puede separar al ser humano del mundo cuando éste lo P r in c ipa l e s o b r a s d e H u sserl I n v e s t ig a c io n e s ló g ic a s (2 volúm enes, 1 9 0 0 - 1 9 0 1 ) I d e a s ; in tro d u c c ió n g e n e ra l a la fe n o m e n o lo g ía p u r a ( 1 9 1 3 ) F ilo so fía p r im e ra ( 1 9 2 3 - 1 9 2 4 ) L ó g ica fo rm a l y t ra s c e n d e n ta l ( 1 9 2 9 ) P e n s a m ie n t o s y s e n t im ie n t o s s il e n c io s o s E ste ó leo d e f i n a le s d e l s ig lo x i x p in t a d o p o r A n d r é C ollin , P o b r e s , in v i ta a la in tro sp ec c ió n . S e n ta d o s e n s ile n c io , la s f i g u r a s p a r e c e n e s ta r s u m id a s e n u n a p r o fu n d a c o n te m p la c ió n d e s u s resp ec tivo s se n tim ie n to s in ter io res , c o m o s i n i s iq u ie ra f u e r a n c o n s c ie n te s d e s u p r o p ia e x is te n c ia . C o N m o L NAZt SOBRE LA CULTURA C o m o o c u r r e e n t o d a d i c t a d u r a , los n a z i s . c o n t r o l a r o n t o d a m a n i f e s t a c i ó n c u l t u r a l e intelectual. E l M i n i s t e r i o d e A d i e s t r a m i e n t o P ú b l i c o y P r o p a g a n d a ejerció u n c o n t r o l a b s o l u t o s o b r e t o d o s los a s p e c t o s d e la c u l t u r a a l e m a n a , c o m o los c e n t r o s e d u c a t i v o s , las instituciones, el, e m e , el arte, la. p r e n s a y la Iglesia. M u c h o s i n t electuales t u v i e r o n q u e e m i g r a r d e A l e m a n i a o a r r i e s g a r s e a a c a b a r e n c a m p o s d e c o n c e n t r a c i ó n . C o n c i e n c i a d e l a e x i s t e n c i a H e i d e g g e r e s t a b a c o n v e n c i d o d e q u e t o d o s t e n e m o s u n a c o n c i e n c i a i n m e d i a t a d e n u e s t r a e x i s t e n c i a , p e r o p a r a q u e s e a l c a n c e est e n i v e l d e c o n o c i m i e n t o e s p r e c i s o q u e t e n g a l u g a r e n el c o n t e x t o d e a l g ú n t i p o d e a c t i v i d a d . A s í p u e s , e l «ser» e s i n s e p a r a b l e d e l « m u n d o » . que la realidad se mueve; ello explica que sea imprescindible la dimensión del tiempo y, por consiguiente, que la existencia de la que somos conscientes sea temporal. De nuevo, no se podría “ DEBEMOS ANALIZAR SOMOS NOSOTROS La p s ic o l o g ía DE LA GESTALT E l p r i n c i p i o m á s i m p o r t a n t e d e la p s i c o l o g í a d e la G e s t a l t es q u e n i n g ú n a n á l i s i s d e las p a r t e s p u e d e p r o p o r c i o n a r u n c o n o c i m i e n t o d e l c o n j u n t o . L a Gestalt, q u e a p a r e c e a f í n a l e s d e l siglo xix, s e v a l e d e la f e n o m e n o l o g í a a l d e s c r i b i r el c o n j u n t o d e e x p e r i e n c i a s p s i c o l ó g i c a s i n m e d i a t a s . E l p r i n c i p a l objetivo d e la p s i c o t e r a p i a d e la Gest a l t e s a l i v i a r la f r a g m e n t a c i ó n y c o n f u s i ó n d e u n a c o n d u c t a n e u r ó t i c a y p s i c ó t i c a e s t a b l e c i e n d o u n a r e l a c i ó n e n t r e el i n d i v i d u o y s u e n t o r n o . observa, sino que es una parte integral de aquél; en otras palabras, es inconcebible imaginar al ser humano fuera de algún tipo de mundo. De ese modo, la cuestión principal se desplaza del proceso de conocimiento a la existencia, al ser. ¿En qué consiste esta existencia en o con la que nos encontramos? ¿Qué hace que algo exista? ¿Por qué no existe la nada? EL ANÁLISIS DEL SER Nuestro ser se com pone de la existencia de todo aquello de lo que tenemos una conciencia inmediata e indudable. De ese modo, sugiere Heidegger, el camino para abordar la cuestión de la existencia es llevar a cabo un análisis fenomenológico de todo aquello de lo que tenemos conciencia cuando somos conscientes de nuestra propia existencia. Y eso es lo que hace al principio mismo de Ser y tiempo. He un modo lento, arduo sistemático e incluso pedestre vamos separando las diferentes hebras de que se com pone la conciencia de nuestra existencia. Por ejemplo, Heidegger demuestra cómo esa conciencia sería imposible de alcanzar en el caso de que no se viese reflejada en un escenario, pantalla o mundo, y de ahí que nuestro ser tenga una inalienable condición «terrenal». En definitiva, el ser es inseparable de algún tipo de mundo. Por otro lado, tampoco se podría tener conciencia si no se tuviese la sensación de' MISMOS” M a r t i n H e i d e g g e r ser consciente de nuestra propia existencia si ésta no afectara a la misma consciencia: por poco que sea, debe involucrarnos para que haya conciencia. Y así sucesivamente. De este modo, si en un principio I;..-. EL SER ES TIEMPO H e i d e g g e r tituló s u o b r a m á s i m p o r t a n t e S e r y t ie m p o t r a s h a b e r l l e g a d o a l a c o n c l u s i ó n d e c el s e r e s t i e m p o . Así, l a e x i s t e n c i a v i e n e a s e r c o m o u n a p e r s o n i f i c a c i ó n d e l t i e m p o d e m a n e r a q u e el s e r h u m a n o n o es, e n r e a l i d a d , m á s q u e u n a e n c a r n a c i ó n d e d i c h o t i e m p o , i d e a q u e h a b r í a d e e j e r c e r u n a e n o r m e i n f l u e n c i a e n l a t e o l o g í a c r i s t i a n a . se podía pensar que la conciencia de nuestra propia existencia era algo tan inmediato, directo y transparente que no admitía ningún tipo de análisis, Heidegger demuestra todo lo contrario realizando un minucioso y enriquecedor estudio de este proceso. La conclusión a la que llega es que, a grandes rasgos, nuestro modo de ser posee una triple estructura cuyos elementos corresponden al pasado, al presente y al futuro, de manera que lo que queda tras un último análisis del ser es el tiempo, y de ahí el título de la obra. S e r u n o m i s m o I Una vez aclarado este punto de partida, Heidegger pasa a estudiar el contexto del hombre. Según éste, el ser humano no nace como un individuo apartado del resto del mundo, sino que ya desde el principio posee una dimensión social, pues la existencia humana viene marcada precisamente por la coexistencia con otras personas. Por ello, uno de los problemas que hay que afrontar es cómo encontrar una auténtica existencia personal. Continuamente nos vemos obligados a encarar un más que incierto futuro tomando decisiones sin saber exactamente qué consecuencias tendrán, de ahí que nuestra existencia se vea continuamente asediada por la culpa y la ansiedad, sobre todo a la hora de afrontar la muerte. Además, si hasta ahora teníamos el consuelo de todo un respaldo metafísico que daba en cierto modo algún sentido a dicha existencia, ahora nos encontramos con que nada de eso existe, por lo que, en definitiva, nuestras vidas carecen de sentido, son en el fondo un absurdo cuyo único sentido es el que queramos darle nosotros mismos. U n a v i d a p l e n a s i n Dios Estas cuestiones constituyen la base del ¡existencialismo del siglo xx, que recoge jel reto planteado por Nietzsche y trata de buscar sentido, a partir de un conjunto de valores a un universo sin Dios, un mundo que carece de cualquier tipo de sentido o finalidad en sí misma, a la vez que trata de justificar una vida fugaz tras ia que no hay ningún más allá. Tras la segunda guerra mundial esta serie de ideas adquieren un nivel de popularidad inusitado para tratarse de una corrientefilosófica, y ésta posee su centro L a ANGUSTIA VITAL EXISTENCIALISTA S e g ú n a f i r m a H e i d e g g e r , el s e r h u m a n o d e b e e s t a r t o m a n d o d e c i s i o n e s c o n t i n u a m e n t e s i n t e n e r c e r t e z a d e lo s r e s u l t a d o s ; d e h e c h o , l o ú n i c o d e lo q u e t i e n e c e r t e z a e s q u e t i e n e q u e h a c e r f r e n t e a u n a v i d a d e c u l p a y a n s i e d a d . E l g r ito ( 1 8 9 3 ) , d e l p i n t o r n o r u e g o E d v a r d M u n c h , e x p r e s a p e r f e c t a m e n t e l a a n s i e d a d y el p e s i m i s m o d e l a r t i s t a p r o v o c a d o s p o r l a c o n f u s i ó n y l a s o l e d a d d e l a e x i s t e n c i a . internacional en París; de hecho, la mayoría de los escritores existencialistas más importantes fueron franceses, y de entre ellos destacó especialmente la figura de Jean-Paul Sartre, quien más que un filósofo fue un renombrado novelista y dramaturgo de fama mundial que trataremos con mayor más detenimiento en el siguiente capítulo sobre la filosofía francesa contemporánea. P r in c ip a le s o b r a s d e B e r g s o n T ie m p o y libre vo lu n tad : e n sa y o s o b re los datos in m ed iatos d e la con c ien c ia ( 1 8 8 9 ) M ateria y m em oria ( 1 8 9 6 ) La e v o lu c ió n cread ora ( 1 9 0 7 ) Las d o s fu en tes d e la m oral y la re lig ión ( 1 9 3 2 ) Cuando pensamos en el presente como algo que va a ser, todavía no existe; y cuando pensamos en él como algo que está existiendo, ya es pasado ^ H e n r i B e r g s o n B e r g s o n y l a f i l o s o f í a FRANCESA CONTEMPORÁNEA LA FILOSOFÍA C O M O UNA RAMA DE LA LITERATURA Durante el siglo xx, la filosofía eri Francia se ha desarrollado como una rama más de la cultura literaria en general, sin demasiados especialistas interesados en la ciencia, la lógica o el análisis. HENRI BERGSON (1859-1941) nació en París y tuvo el francés como lengua materna, aunque su madre era inglesa y su padre, polaco de origen judío. Durante toda su vida trabajó como profesor universitario de filosofía, aunque lo que le reportó una enorme fama mundial fue su brillante producción ensayística por la que en 1927 le fue concedido el premio Nobel de literatura. Entre sus obras más conocidas destacan Ensayo sobre los datos inm ediatos de la conciencia (1 <S89), Materia y m em oria (1896) y La evolución creadora (1907). En los últimos años de su vida su pensamiento tomó un cariz religioso y, según se dice, se convirtió al catolicismo poco antes de su muerte. No obstante, lo mantuvo en secreto para así no afligir todavía más al pueblo judío, que por aquel entonces sufría la persecución nazi en una Francia ocupada. L a f u e r z a v i t a l S e g ú n B e r g s o n , e n l a e v o l u c i ó n s e d a u n a c o n s t a n t e t e n d e n c i a h a c i a u n a m a y o r c o m p l e j i d a d e i n d i v i d u a l i d a d , a l a q u e d e n o m i n a é la n v ita l, o « f u e r z a vital’. I n t u i c i ó n Bergson sostiene que el ser humano se puede explicar a partir de un proceso de evolución. Según afirma, en un principio la función de los sentidos en los organismos vivos no fue la de proporcionar una serie de «representaciones» de la realidad circundante, sino la de estimular reacciones como protección ante los peligros del entorno. Así, primero los órganos sensoriales, luego el sistema nervioso central y, más tarde, la mente constituyeron en su día y durante mucho tiempo un mecanismo de supervivencia para el organismo que, lógicamente, incidía en la conducta. Desde entonces hasta nuestros días, lo que proporcionan no son imágenes objetivas del mundo que nos rodea sino mensajes que hacen que actuemos de una determinada manera. De ese modo, la visión que tenemos de nuestra realidad H e n r i B e r g s o n D u r a n t e l a p r i m e r a g u e r r a m u n d i a l B e r g s o n lle v ó a c a b o d i v e r s a s m i s i o n e s d i p l o m á t i c a s i n c l u y e n d o u n a e n A m é r i c a , y c u a n d o s e f u n d ó , e n 1 9 2 0 , l a L i g a d e l a s N a c i o n e s , s e c o n v i r t i ó e n el p r i m e r p r e s i d e n t e d e l C o m i t é p a r a l a C o o p e r a c i ó n i n t e l e c t u a l circundante no es en absoluto un conjunto de fotografías detalladas, sino unos cuantos datos seleccionados, siempre pragmáticos y útiles. En realidad, tan sólo prestamos atención a aquello que nos interesa, de modo que nuestra concepción de la realidad se basa en esos intereses cuya última finalidad es asegurar nuestra propia integridad. Según Bergson, es imprescindible que el hombre sea consciente de todo esto para llegar a com prender la verdadera naturaleza del conocimiento. Por lo que respecta a la evolución, sostiene que las teorías de los procesos de selección natural a través del azar no constituyen una explicación válida de la realidad evolutiva. En el fondo, parece que haya una especie de impulso en busca de una mayor individualidad y complejidad, a pesar de que este proceso implica un riesgo y una vulnerabilidad más intensos. Este impulso M a r c e l P r o u s t D u r a n t e s u é p o c a d e e s t u d i a n t e , el n o v e l i s t a f r a n c é s M a r c e l P r o u s t ( 1 8 7 1 1 9 2 2 ) l e y ó c o n a v i d e z las o b r a s d e H e n r i B e r g s o n . l a m á s c é l e b r e d e ellas, d e c o n t e n i d o a u t o b i o g r á f i c o , E n b u s c a d e l t ie m p o p e rd id o ( 1 9 1 3 - 1 9 2 7 ) , es u n a e x p l o r a c i ó n s o b r e l a e s e n c i a m i s m a d e l t i e m p o e n el m a r c o d e la F r a n c i a p r o m n c i a l d e f i n a l e s d e l siglo XIX. F n esta ob r a , la e x p e r i e n c i a h u m a n a n o s e p r e s e n t a b a j o u n a l í n e a n a r r a t i v a c r o n o l ó g i c a tradi c i o n a l , s i n o q u e s e e v o c a m e d i a n t e sutiles a s o c i a c i o n e s d e i d e a s a t r a v é s d e la m e m o r i a . es lo que denomina élan vital, que viene a significar «corriente o fuerza vital». Bergson sostiene que, dado que todo está en continuo cambio, el discurso del tiempo es esencial para entender la realidad y éste lo percibimos en nuestro propio interior de la forma más directa e inmediata, no a través de los conceptos ni tan siquiera de los sentidos. Bergson denomina este tipo de conocimiento sin intervención alguna «intuición». Además, destaca también la existencia de un conocimiento intuitivo que gobierna las decisiones a la hora de actuar y, por consiguiente, un conocimiento inmediato de nuestra propia conciencia de libre albedrío. De todos modos, este conocimiento inmediato de la esencia interior de los objetos es bastante diferente del conocimiento que nos proporciona la inteligencia con respecto al mundo exterior. La r e a l i d a d f l u y e La inteligencia nos proporciona la posibilidad de crear los utensilios que nos permiten predecir y controlar la realidad, de manera que a través de ella el mundo se nos aparece como algo asequible, fragmentado en diversas unidades manejables mediante las dimensiones de espacio y tiempo. Se trata del mundo cotidiano, el de los negocios y, por supuesto, el de la ciencia, que podemos dominar a través de la inteligencia y los logros de la moderna tecnología que de ella se derivan. Pero, en realidad, ese mundo no es más que un producto simplificado y hecho a medida para que resulte asequible a nosotros, de igual modo que cuando un cartógrafo representa toda una riquísima región con un conjunto de recuadros o fragmentos lineales sobre un plano. No hay duda de que ese mundo resulta de lo másproductivo y práctico, pues no en vano nos permite hacer con él lo que queramos, pero en el fondo no es la verdadera realidad. Ésta es un perpetuo continuum en el que no hay instantes fragmentados ni tramos marcados, sino que sigue un curso ininterrumpido y constante. Lo mismo ocurre con el espacio: en la verdadera realidad no hay puntos ni lugares separados unos de otros, pues esto no son más que creaciones de la mente. S e r y t i e m p o De este modo, vivimos de forma simultánea en dos mundos. En el mundo interior de nuestro conocimiento inmediato todo es un continuum , un perpetuo fluir, mientras que en el mundo exterior, que percibimos a través de nuestra inteligencia, la realidad aparece fragmentada en múltiples espacios y períodos de tiempo mesurables. Lógicamente, el tiempo de este último mundo, el de los relojes por ejemplo, es una creación U n i d a d e s m a n e j a b le s B e r g s o n s o s t i e n e q u e n u e s t r o i n t e l e c t o n o s p r e s e n t a u n m u n d o s i m p l i f i c a d o p o r l a s d i m e n s i o n e s d e e s p a c i o y t i e m p o , p e r o q u e e n el f o n d o d i s t a m u c h o d e s e r l a v e r d a d e r a r e a l i d a d . mental que nada tiene que ver con el tiempo «real» en el que se encuentra ese perpetuo fluir del que tenemos una experiencia directa. En este punto de su formulación, Bergson identifica este curso continuo con la vida misma y con esa fuerza vital (élan vital) que protagoniza todo el proceso de evolución. Como se recordará, Heidegger también llega a la misma conclusión al identificar el ser con el tiempo, aunque queda claro que ambos filósofos arrancan de un punto de partida totalmente diferente y siguen una trayectoria independiente. En vida del propio Bergson no faltaron algunos célebres pensadores que criticaron sus teorías, como es el caso de Bertrand Russell. La principal objeción esgrimida por éstos era que, reconociendo la enorme L a r e a l id a d c o m o u n c o n t i n u o f l u ir B e r g s o n c o n c l u y e q u e los o b j e t o s i n d i v i d u a l e s b a j o lo s q u e s e n o s p r e s e n t a el m u n d o e x t e r i o r n o s o n m á s q u e m a n i f e s t a c i o n e s d e la m e n t e , m i e n t r a s q u e e l « t i e m p o r e a l ” e s u n f l u i r c o n t i n u o . u El movimiento del agua de un torrente es distinto del que se produce en el lecho del mismo, aunque no tiene más remedio que amoldarse a su curso irregular ” H e n r i B e r g s o n SlMONE DE BEAUVOIR La n ov elista y en sayista ex isten cialista fran cesa S im on e d e B ea u v o ir ( 19 0 8 -19 8 6 ), q u e m an tu vo u n a larga re lació n con Sartre, fu e u n a d e las fu n d ad o ras d e la m o d ern a filo so fía fem inista. Su ob ra m ás c o n o cid a e s El segundo sexo ( 19 4 9 ), en la q u e arrem ete con tra e l m ito d e l «eterno fem enino». P r in c ipa l e s o br a s d e Sa r t r e La n áu sea ( 1 9 3 8 ) La p sico lo g ía d e la im ag in ación ( 1 9 4 0 ) El se r y la nada ( 1 9 4 3 ) El ex isten c ia lism o es u n h um an ism o ( 1 9 4 5 ) La e d a d d e la razón ( 1 9 4 5 ) El p rob lem a d e l m étod o ( 1 9 6 0 ) L a n á u sea Sartre escrib ió La n á u sea , su prim era g ran ob ra , en lo s añ os en q u e e n señ ab a en Le H avre, Escrita en fo rm a d e diario, narra los sen tim ien tos de rech azo q u e exp erim en ta su p rotagon ista cu an d o se en fren ta al m u n do d e la m ateria , in clu ido su p ro p io cu erp o . belleza de las analogías y comparaciones con que Bergson presentaba su doctrina, en realidad no la sustentaba con argumentos racionales, sino que lo dejaba todo en manos de la intuición del lector. Además, le reprochaban que sus teorías no resistían un análisis lógico. Sus partidarios replicaron que Bergson se valía de las cualidades de los más creativos escritores, ya que lo que pretendía era lanzar una serie de ideas al aire más que presentar un conjunto de argumentos lógicos. En cualquier caso, sus teorías tuvieron una enorme aceptación y constituyen un punto de inflexión importante en la filosofía del siglo xx. J k a n ' P a u l Sa r t r e Sartre (1905-1980) compartía sobradamente este genio literario y filosófico, ya que no sólo fue un brillante escritor, sino que además sus novelas y obras de teatro alcanzaron un enorme éxito internacional, algo que ningún otro filósofo había conseguido hasta entonces; tan sólo había el precedente de Rousseau, autor de dos novelas de gran éxito, y Camus, a quien estudiaremos un poco más adelante. En 1964 se le concedió el premio Nobel de literatura, pero lo rechazó En realidad, lo más probable es que quede para la posteridad más como un escritor muy original que como filósofo. Nació en París y ya desde pequeño sintió una gran afición por la lectura, de ahí que titulara más tarde Palabras (1963) una obra de contenido autobiográfico sobre su juventud y se dedicara a la enseñanza de la filosofía. En 1938 publicó La náusea, en la que se narra el proceso de desintegración de la mente del protagonista. En 1940 apareció su primera gran obra de contenido estrictamente filosófico, La imaginación. La segunda guerra mundial marcó la vida de Sartre.Tras alistarse en el ejército francés fue capturado y encarcelado por los alemanes, período en el que aprovechó para estudiar la filosofía de Heidegger y escribir su primera obra de teatro.Tras su liberación se trasladó a vivir al París ocupado, donde escribió su obra filosófica más importante, El ser y la nada (1943). El final de la segunda guerra mundial coincidió con su salto a la fama, en parte como filósofo pero sobre todo por sus dos obras de teatro Las moscas y Puerta cerrada. En 1945, la conferencia El existencialismo es un hum anism o hizo que el movimiento existencialista se propagara por toda Euro y se pusiera de moda. Ese mismo año renunció a su puesto como profesor y se dedicó por completo a la escritura. Su compañera, Simone de Beauvoir, fue la cc EL INFIERNO S O N LOS O T R O S 55 J e a n - P a u l S a r t r e S a r t r e f u e u n o d e lo s m á x i m o s r e p r e s e n t a n t e s d e l e x i s t e n c i a l i s m o . S e g ú n él, l a c o n c i e n c i a q u e el h o m b r e p o s e e d e s u p r o p i a l i b e r t a d le l l e v a a l a a n g u s t i a , d e l a q u e i n t e n t a librarse. A q u í a p a r e c e r e t r a t a d o e n s u a p a r t a m e n t o p a r i s i n o d e l a R u é B o n a p a r t e . J e a n -P a u l Sa r t r e primera escritora feminista que alcanzó renombre internacional tras la publicación de El segundo sexo (1949). Entre sus más cercanos colaboradores destacaban Albert Camus, que en 1957 recibió el premio Nobel de literatura, y el gran filósofo Maurice Merleau- Ponty, con quien Sartre fundó el diario Les temps m odem es (Los tiempos modernos'). Al mismo tiempo, se volcó de lleno en la defensa de todo tipo de movimientos revolucionarios de izquierdas, así como del comunismo. Considerándose a sí mismo un materialista histórico, emprendí' la redacción de una extensa ob Crítica de la razón dialéctica, en la que pretendía conciliar el existencialismo con el marxismo pero de la que sólo llegó a publicar un único volumen. Desde el punto de vista de su trayectoria como filósofo, se distinguen tres etapas bien definidas, en cada una de las cuales se situó bajo la tutela de uno o dos pensadores. Así, Husserl dominó su primera etapa, en la que publicó Im náusea, La im aginación y El m uro (1939). Heidegger dominó la segunda, que fue el período más fructífero de Sartre y en el que publicó El ser y la fiada P r in c i p a le s o b r a s d e C a m u s El m ito d e S ísifo( 1 9 4 2 ) El e x tra n je ro ( 1 9 4 2 ) La p e s te ( 1 9 4 7 ) El h o m b re e n r e b e ld ía ( 1 9 5 1 ) La c a íd a ( 1 9 5 6 ) (1943) y El existencialismo es un hum anism o (1945). Por último, la última etapa vino marcada por la obra de Hegel y Marx. Por lo que respecta a las dos primeras etapas, se dio la paradoja de que Sartre era mucho más famoso que los filósofos cuyas teorías estaba divulgando, de ahí que a la larga dichas teorías acabaran asociándose más al filósofo francés que a sus propios autores. V iv ir a i . m á x im o P o r lo g e n e r a l , e s l a g e n t e j o v e n l a q u e r o m p e c o n l a s r e g l a s y l a s c o n v e n c i o n e s i m p u e s t a s p o r l a s o c i e d a d . P o r ello, f u e r o n m u c h o s lo s q u e s e s i n t i e r o n f a s c i n a d o s a n t e l a c é l e b r e i d e a d e S a r t r e s e g ú n l a c u a l t o d o s s o m o s -lib r e s d e e l e g i r n u e s t r o d e s t i n o *. N O S CREAMOS A NOSOTROS MISMOS Una de las aportaciones más interesantes realizadas por Sartre, y que tal vez constituye el rasgo más característico de toda su obra filosófica, es la trágica noción de la libertad individual. En un mundo sin Dios, afirma, no nos queda más alternativa que elegir y, por consiguiente, crear nuestros propios valores. Al hacerlo, estamos construyendo los fundamentos sobre los que se ha de basar nuestra propia existencia y definiendo cómo hemos de ser: en definitiva, nos creamos a nosotros mismos. Muchos encontraron esta noción de libertad y su consiguiente responsabilidad demasiado aterradora como para hacerle frente, de ahí que se refugiasen en la falsa idea de que estaban sometidos a una serie de reglas y normas preexistentes, que es lo que Sartre denominó. Según éste, toda persona es libre de elegir su propio destino, y vivir al máximo significa elegir una determinada opción vital y vivir de acuerdo con ella a modo de «compromiso», tal como afirma Sartre. Muchos jóvenes de aquella época encontraron fascinante esta idea, que tomaron como pretexto para ir más allá de lo establecido. Más tarde, sin embargo, ya durante su etapa marxista, el propio Sartre reconoció que había ido demasiado lejos al suponer que la libertad de toda persona no se encuentra sometida a las indudables limitaciones que impone la sociedad en la que vive. E l ABSURDO El escritor Albert Camus (1913-1960), amigo de Sartre, acuñó los términos de «absurdo» o «el absurdo» refiriéndose al destino del hombre, obligado a vivir en un mundo qtie carece de cualquier tipo de sentido o finalidad.Todo intento por intentar dar sentido a la existencia está condenado al fracaso. Pero, entonces, surge la siguiente pregunta: ¿Para qué vivir una vez que se ha asumido que la vida carece de sentido? La respuesta la encontramos en las célebres palabras con que introduce su ensayo El m ito de Sísifo (1942): «Sólo hay un único problema filosófico verdadero, y éste es el suicidio.Valorar si vale la pena vivir la vida equivale a responder el interrogante fundamental de la filosofía». Al final, concluye que destruirse a uno mismo es una manera de capitular. En un claro llamamiento al orgullo -«no hay nada igual al espectáculo del orgullo humano»- apela a seguir una vida de rechazo estoico para acomodarse en ese sinsentido cósmico; es decir, propugna una vida que, en cierto sentido, es una forma de rebelión contra las circunstancias en las que se encuentra todo ser humano. Además de en El m ito de Sísifo y en libro titulado El hombre en rebeldía (1951), Camus desarrolla magistralmente esta idea en una serie de novelas:/?/ extranjero (1942), La peste (1947) y La caída (1956). En 1960 falleció en un accidente de coche mientras se encontraba en plena redacción de El p rim er hombre, que se publicó, inacabada, en 1994. La extraordinaria talla humana de Camus hizo que fuera descrito como « un santo sin Dios». Nacido en una humilde familia blanca de Argelia, cuando fue acusado por la izquierda francesa de no apoyar el Frente de Liberación Nacional A l b e r t C a m u s L a s o b r a s d e C a m u s r e f l e j a n l a a l i e n a c i ó n y el d e s e n c a n t o d e l i n t e l e c t u a l d e p o s g u e r r a y s e f u n d a m e n t a n e n el p e n s a m i e n t o e x i s t e n c i a l i s t a . E n 1 9 5 7 , a lo s 4 4 a ñ o s , C a m u s r e c i b i ó e l p r e m i o N o b e l d e liter a t u r a . P r in c ipa l e s o b r a s d e M erleau-P o n t y E s tru c tu ra del- c o m p o i ta m ie n to ( 1 9 4 2 ) F e n o m e n o lo g ía d e la p e rc e p c ió n ( 1 9 4 5 ) H u m a n is m o y te r ro r ( 1 9 4 7 ) Las a v e n tu ra s d e la d ia lé c tic a ( 1 9 5 5 ) El mundo no es lo que yo pienso, sino lo que vivo en él ” M a u r ic e M e r i .e a u - P o n t y de Argelia declaró: «Creo en la justicia, pero defenderé a mi madre antes que a la justicia». En otra ocasión, com entó a un amigo: «Ocurra lo que ocurra, te defenderé contra el pelotón de fusilamiento, pero tendrás que estar de acuerdo en la posibilidad de cjue me disparen a mí». En los últimos años de su vida rompió la amistad con Jean-Paul Sartre ante la ferviente defensa que éste hacía de la barbarie comunista. LA VOZ DEL CUERPO El menos famoso pero tal vez el mejor de los filósofos afincados en París por aquella época fue Maurice Merleau-Ponty (1908-1961). Sus obras más importantes son Estructura del com portam iento (1942) y, sobre todo, Fenomenología de la percepción (1945). Su principal aportación a la historia de la filosofía fue la de reconocer la importancia del cuerpo humano.Tanto los fenomenologistas como los existencialistas habían postulado que el ser humano era, por encima de todo, un núcleo de conciencia y, por tanto, algo que podía considerarse desde una dimensión abstracta o inmaterial, aunque por supuesto ninguno de ellos llegó a manifestarlo explícitamente. Merleau-Ponty. en cambio, insiste en la idea de que para com prender nuestra identidad como seres humano? es imprescindible que el hombre se reconozca como un objeto físico, ubicado en un espacio y tiempo determinados. Pero, además, no sólo todo lo que el ser humano pueda percibir lo hace a través de su peculiar y única dimensión física, sino que toda la realidad pasa necesariamente a través del punto de vista personal de cada uno de nosotros. Incluso suponiendo que seamos algo más que nuestro cuerpo, siempre somos conscientes de éste, sin el que no podríamos percibir o actuar. Entonces, ¿debe considerarse el cuerpo humano como un objeto o como un sujeto? En cierta manera, se puede decir que es ambos y, al mismo tiempo, ninguno de los dos: no se trata de un sujeto que experimenta sin necesidad de su cuerpo, ya que es un objeto físico en el mundo, pero por otro lado tampoco se puede decir que sea un simple objeto como los demás, ya que es consciente de poseer toda una serie de experiencias. Merleau-Ponty trató con una gran capacidad de penetración los principales problemas filosóficos referentes a la subjetividad, tales como su condición parcial y, por tanto, incompleta. Dada la gran complejidad de estas cuestiones, la obra de Merleau-Ponty exige un gran esfuerzo por parte del lector, hecho que sin duda ha influido a la hora de que no haya gozado de la misma popularidad que Camus o Sartre, aun a pesar de que su obra sea de una mayor calidad y originalidad que la de éstos. M a u r ic e M e r l e a u - P o n t y M e r l e a u - P o n t y f u e u n o d e los m á x i m o s r e p r e s e n t a n t e s d e l a f e n o m e n o l o g í a t r a s H u s s e r l . P a r a él, l a p e r c e p c i ó n e s l a f u e n t e d e l c o n o c i m i e n t o y d e b e e s t u d i a r s e a n t e s q u e la c i e n c i a c o n v e n c i o na l . L a ú n i c a l o c a l i z a c i ó n e n e l e s p a c i o y e l t i e m p o M e r l e a u - P o n t y r e c o n o c e p o r p r i m e r a v e z e n l a f i l o s o f í a d e l s i g l o x x l a i m p o r t a n c i a d e l c u e r p o h u m a n o . E n e s t e c u a d r o d e B e r t h e M o r i s o t , M u je r c o n s u h ijo e n e l ja rd ín ( 1 8 8 3 - 1 8 8 4 ) , l a s d o s f i g u r a s p a r e c e n c o m o p e r d i d a s e n s u s u b j e t i v a u b i c a c i ó n e n el e s p a c i o y el t i e m p o . A s e n t a m i e n t o d e l e s t r u c t u r a l is m o Cuando Jean-Paul Sartre falleció en 1980, más de 50.000 personas acudieron a su funeral: por primera vez, un filósofo se había convertido en un fenómeno de masas. Pero la verdad es que por aquel entonces ya habu dejado de estar entre la vida intelectual parisina de vanguardia, que hacia finales de los años sesenta se habu desplazado al estructuralismo, una corriente que se enclavaba perfectamente en el enfoque «lingüístico» al que tendía la filosofía. Simplificando bastante, el estructuralismo se basa en la idea de que cualquier discurso, filosófico o del tipo que sea, no es más que una estructura lingüística. El texto, en el fondo, no representa nada más que una sucesión de palabras; es decir, no hay nada «más allá» del lenguaje. De ese modo, los partidarios del estructuralismo tienden a interpretar un texto a partir de un conjunto de normas que regulan los diferentes usos del lenguaje y lo reducen a niveles de discurso, lenguaje, comunicación, etcétera. Este enfoque de crítica textual se conoce con el nombre de «deconstruccionismo». L o u i s A l t h u s s e r A l t b u s s e r f u e el m á x i m o f i l ó s o f o m a r x i s t a d e lo s a ñ o s s e s e n t a y s e t e n t a . S u s o b r a s m á s i m p o r t a n t e s s o n P a r a M a r x ( 1 9 6 5 ) y L e e r «El capital» ( 1 9 6 5 ) . A l t b u s s e r s o s t e n í a q u e l a i d e o l o g í a d e l a c l a s e g o b e r n a n t e e s u n a f o r m a d e c o n t r o l d e l a s clases. R e n o v a c ió n DE LAS VIEJAS IDEAS En la década de los sesenta y setenta LouisAlthusser (1918-1990) intentó integrar las teorías dominantes del estructuralismo con el marxismo de forma que sustituyó a Sartre como principal filósofo marxista de la época. Al mismo tiempo, y paralelamente al anterior, Jacques Lacan (1901-1981) llevó a cabo una lectura estructuralista de la obra de Freud y el psicoanálisis. Para Lacan, el inconsciente está «estructurado como el lenguaje», de manera que el deconstruccionismo aparece como un perfecto instrumento para llegar a entenderlo. Michel Foucault (1926-1984) sostiene que todo discurso es un instrumento que, en manos del que lo emite, sirve para ejercer algún tipo de control sobre los demás, por lo que un texto sólo puede deconstruirse desde esta perspectiva. Además, de igual modo que la personalidad de una hombre se revela por sus acciones, el análisis deconstructivo de un texto permite conocer mejor el carácter de la persona que se J a c q u e s L a c a n E l p s i c o a n a l i s t a f r a n c é s J a c q u e s L a c a n lle v ó a c a b o u n a r e l e c t u r a d e F r e u d d e s d e el e s t r u c t u r a l i s m o l i n g ü í s t i c o . C o m o c o n s e c u e n c i a d e ello, s e c o n v i r t i ó e n u n a i m p o r t a n t e i n f l u e n c i a d e n t r o d e la c o r r i e n t e e s t r u c t u r a l i s t a . esconde tras dicho texto. Al igual que sus predecesores, este grupo de filósofos parisinos logró alcanzar una gran reputación internacional. Pero, no obstante, una cosa los diferenciaba: si Bergson, Camus y Sartre habían sido unos excelentes escritores (a los tres, de hecho, les fue otorgado el premio Nobel de literatura), los estructuralistas y posestructuralistas tendieron a utilizar una prosa tortuosa, densa y opaca. Precisamente este estilo fue motivo de crítica por parte de los filósofos analíticos de habla inglesa, para quienes en muchas ocasiones esas complicadas oraciones, tras ser analizadas, revelaban una retórica vacía tras la que se escondía un conjunto de vagas nociones triviales, falsas, contradictorias e, incluso, sin sentido alguno. Así, cuando en 1992 la universidad de Cambridge realizó un homenaje al estructuralista más importante de aquel entonces Jacques Derrida, se levantó toda una ola de protestas por parte de muchos filósofos británicos, que lo consideraron como una afrenta. No obstante, esta polémica ha contribuido en gran medida a que el estructuralismo haya mantenido su vigencia. La esencia retórica del estructuralismo y el posestructuralismo, que puede desagradar a algunos filósofos, es capaz sin embargo de gozar de las simpatías de aquellos que no abordan un texto desde un enfoque de análisis lógico, como es el caso, por ejemplo, de los estudiantes de literatura. M i c h e l F o u c a u l t F o u c a u l t a r r e m e t i ó c o n t r a l a f e n o m e n o l o g í a y el e x i s t e n c i a l i s m o . S e g ú n él, t o d o d i s c u r s o s e c o n v i e r t e e n u n i n s t r u m e n t o d e p o d e r s o b r e los d e m á s . J a c q u e s D e r r id a F u n d a d o r d e l d e c o i i s t r u c c i o n i s m o , a l c a n z ó u n a g r a n r e p u t a c i ó n h a c i a f i n a l e s d e lo s a ñ o s s e s e n t a . S u o b j e t o d e e s t u d i o f u e la r e l a c i ó n e n t r e f i l o s o f í a y l e n g u a j e . (í¿Cómo podemos estar seguros de que no somos unos impostores? ” J a c q u e s L a c a n E l f u n e r a l d e S a r t r e Sartre fa llec ió a c a u sa d e un cá n ce r d e p u lm ó n e l 1 5 de abril d e 19 80. El cortejo fú n eb re q u e lo lle v ó d esd e el h osp ita l d e B ro u ssa is , al su r d e París, al cem en terio d e M on tparn asse el 19 d e abril fu e seg u id o p o r u n as 50 .000 p erso n as. Entre éstas se en co n traban p erso n a lid ad e s d e l m u n do p o lítico e intelectual, e n ca b ez a d a s p o r su c o m p a ñ e ra d e tod a la v id a, S im on e d e B eau vo ir, y los acto res fra n cese s Y v e s M ontand y Sim on e Signoret. P r in c ipa l e s o b r a s d e P o p p e r La ló g ic a d e la in vestigac ió n científica ( 1 9 3 4 ) La s o c ie d a d a b ie r ta y s u s e n e m ig o s ( 1 9 4 5 ) La p ob reza d e l h istoricism o ( 1 9 5 7 ) B ú sq u ed a interm inable ( 1 9 7 6 ) P o p p e r DE LA CIEN CIA A LA POLÍTICA El conocimiento científico se ha convertido en un campo repleto de conjeturas, constantemente abierto a la revisión de sus postulados a la luz de la experiencia. Estos mismos principios se pueden aplicar a la política. incompatibles con las del sabio inglés. Entre sus numerosas y determinantes aportaciones a la humanidac destacan su teoría específica de la relatividad, publicada en 1905, y la teoría general de la relatividad, aparecida en 1915. Ambas dieron lugar a una enorme polémica en la comunidad científica internacional, que no obstante reconoció unánimemente su indudable trascendencia. Lo más desconcertante de todo era que si se demostraba que las teorías de Einstein eran ciertas, entonces las leye> newtonianas imperantes durante tanto tiempo no eran correctas. Una vez formuladas, se llevaron a cabo numerosos experimentos para ver cuál de las dos teorías era la correcta, y al final se demostró que las válidas eran las de Einstein. Lógicamente, las repercusiones que esto tuvo en la filosofía fueron extraordinarias. Desde Descartes, la búsqueda de la certeza absoluta había constituido una de las obsesiones de toda la filosofía occidental, problemaque habían resuelto en cierta medida las leyes de Newton, las cuales permitían sentar las bases de un saber científico universal que posibilitaba la comprensión de la realidad de este mundo además de proporcionar una gran cantidad de prácticos avances. Por todo ello, los fundamentos sobre los que se asentaba El conjunto de la ciencia no es más que una mejora del pensamiento de cada día ^ A i.b e r t E in s t e in DURANTE LOS DOS SIGLOS posteriores a Newton, el hombre occidental creyó que había encontrado el conocimiento verdadero y universal encarnado en la nueva ciencia moderna, de manera que cuando se descubría una nueva ley o fenómeno científico éste quedaba cerrado a todo cambio posterior. Ésta era precisamente la principal y más apreciada característica de la ciencia, su validez: el saber científico se convertía así en el conocimiento más fiable de que disponía el ser humano y adquiría, por ello, el valor de verdad absoluta. Desde esta óptica, todo avance de la ciencia aparecía como un complemento a lo ya sabido en forma de nuevos descubrimientos que hacían que el progreso en este campo fuera cada vez mayor; aunque, en realidad, la base era siempre la misma, y los nuevos descubrimientos no hacían sino corroborar lo que ya se sabía. Aquellos que estaban familiarizados con las teorías de Locke y Hume eran conscientes de que las leyes científicas no estaban cerradas a correcciones posteriores, pero en vista de los extraordinarios avances que durante mucho tiempo se derivaron de la aplicación de esas leyes, la mayoría de la gente acabo convenciéndose de que eran infinitamente probables, es decir, se encontraban tan cerca de la validez absoluta que desde un punto de vista práctico los resultados eran los mismos. A l b e r t E in s t e i n E l f í s i c o a l e m á n A l b e r t E i n s t e i n , q u e n o f u e u n a l u m n o brillante, f u e u n g e n i o q u e c a m b i ó el c u r s o d e l a h i s t o r i a c o n s u s t e o r í a s d e l a r e l a t i v i d a d , l a s c u a l e s r e v o l u c i o n a r o n el e s t u d i o d e l a c i e n c i a y l a filosofía. C o n o c i m i e n t o i n c i e r t o A principios del siglo xx apareció en escena un genio comparable al de Newton, un alemán de origen judío llamado Albert Einstein (1879-1955) que formuló unas teorías P a n o r a m a t e c n o l ó g ic o L a m o d e r n a e r a i n d u s t r i a l s u r g i ó c o m o c o n s e c u e n c i a d e la a p l i c a c i ó n d e la c i e n c i a n e w t o n i a n a y p e r m i t i ó c r e e r a l h o m b r e ■ o c c i d e n t a l q u e h a b í a d e s c u b i e r t o el v e r d a d e r o c o n o c i m i e n t o . S i n e m b a r g o , l a s t e o r í a s d e E i n s t e i n d e m o s t r a r o n q u e é s t e n o e r a d e l t o d o v á l i d o , h e c h o q u e t u v o u n a s c o n s e c u e n c i a s e n o r m e s e n el d e s a r r o l l o d e l a f i l o s o f í a y l a c i e n c i a . este saber habían permanecido intocables a lo largo de los siglos como garantía de su validez universal.Y, ahora, de repente, se demostraba que todo ese saber era falso. Entonces, ¿qué era? Porque, indudablemente, gracias a aquél se habían llevado a cabo progresos trascendentales en nuestra concepción del mundo y sus aplicaciones prácticas habían dado origen a todo un período histórico I “TAN SÓLO EL I DESAFÍO A LA ESPECULACIÓN, Y N O U N A SIMPLE I A C U M U L A C IÓ N DE H E C H O S, PUEDE PERM ITIRNOS \\ AVANZAR” A l b e r t E i n s t e i n ---- de una importancia fundamental, la revolución industrial. Todas esas teorías, sin embargo, dejaban ahora de tener validez, hecho que llevaba a replantearse la misma concepción de conocimiento. U N A EDUCACIÓN POLIFACÉTICA En el capítulo dedicado a Locke ya vimos las implicaciones que las nuevas teorías newtonianas tuvieron en el campo de la filosofía y cómo algunas de sus más importantes consecuencias incidieron directamente en la vida política y social en las décadas posteriores. En el siglo xx, fue Karl Popper (1902-1994) el encargado de llevar la revolución newtoniana a estas disciplinas. Popper, hijo de un acomodado abogado, nació en Viena en 1902. Sus padres se convirtieron del judaismo al cristianismo, por lo que recibió una formación dentro de la más pura tradición luterana. Durante su juventud fue afín a la ideología marxista, pero la violencia empleada por los regímenes comunistas para imponer sus ideas le llevó a decantarse por la socialdemocracia. Demostró su socialismo vistiendo como un trabajador más, viviendo entre los desempleados y ayudando a niños con deficiencias. Esto último le permitió entrar en contacto con el psicoanalista Alfred Adler. Al mismo tiempo, frecuentaba los círculos musicales de vanguardia encabezados por Schoenberg y entabló amistad con el compositor Webern. En vacaciones solía dedicarse a practicar el montañismo, y acabó casándose con una de las bellezas de su promoción. En definitiva, su vida en Viena resultaba de lo más variada y enriquecedora, y tenía todo lo que podía desear. Hasta que apareció el nazismo. En 1937, un año antes de que Hitler tomara el poder en Austria, Popper K a r l P o p p e r E l f i l ó s o f o d e l a c i e n c i a a u s t r í a c o K a r l P o p p e r n a c i ó y c r e c i ó e n V i e n a , a u n q u e a d q u i r i ó l a n a c i o n a l i d a d b r i t á n i c a e n 1 9 4 5 . F u e p r o f e s o r d e l ó g i c a e n l a L o n d o n S c h o o l o f E c o n o m i c s . A l fr e d A d le r El p sicoan alista austríaco A lfred A d le r ( 18 7 0 - 19 3 7 ) fu e u n o d e los integrantes d e un círcu lo d e cien tíficos a fin es a F reu d estab lecid o e n V ien a d e sd e 19 00. Sin em b arg o , y a e n 1 9 1 1 m ostró sus p rim eras d e sav en e n c ia s c o n aq u é l al so sten er q u e la «voluntad d e poder» e je rcía una m a y o r in flu en cia en la co n d u cta h u m an a q u e el p ro p io im p u lso sex u al. Sus ob ras m ás co n o cid a s son S o b r e el c a r á c t e r n e u r ó t i c o ( 1 9 1 2 ) y C o n o c i m i e n t o d e l h o m b r e ( 19 2 7 ) . U n a d e sus p rin c ipa les a p o rtacio n es fu e la introducción d e l térm in o «sentim iento de inferioridad», q u e m u ch as v e c e s se su e le llam ar, in correctam en te, «com plejo d e inferioridad». A r n o l d S c h o e n b e r g A n tes d e h ab er cum p lid o los n u ev e a ñ o s, e l c o m p o sito r austroh ú n garo A rn o ld S ch o e n b e rg ( 18 7 4 1 9 5 1 ) y a h ab ía com p u esto p eq u eñ a s o b ras p ara d o s v io lin es . Tras u n a etap a rom án tica , e n la q u e c o m p u so su s C a n c i o n e s d e G u r r a ( 19 0 0 - 1 9 1 1 ) , S c h o en b erg cam b ió e l c u rso d e la m ú sica del siglo x x c o n la f o r m u l a c i ó n del d o d eca fo n ism o , m éto d o d e com p o sic ió n e n el q u e las 1 2 notas q u e co m p re n d e la o ctava rec ib en el m ism o v a lo r y d e ja a u n la d o lo s aco rd es -• y g ru p o s d e notas q u e caracterizaban la arm o n ía tradicional. Entre las obras m ás im portantes d e esta e tap a aton al figu ran C i n c o p i e z a s p a r a o r q u e s t a , O p u s 1 6 ( 19 0 9 ) y el C o n c i e r t o p a r a vio l í n , O p u s 36 ( 19 3 4 -19 3 6 ) . E c o n ó m ic a s y c ie n c i a s p o l í t i c a s In tegrada e n la u n iversid ad d e Londres, la L o n don S ch oo l o f E co n o m ics an d Political Sc ie n ce fu e fu n d ad a en 18 9 5 p o r los reform istas so c ia les in g leses S id n ey ( 18 5 9 - 19 4 7 ) y B eatrice ( 18 5 8 - 19 4 3 ) W ebb. P o r su s au lash an p asa d o n u m erosas p erso n a lid ad e s, co m o el m ism o P o p p e r y el e sp ec ia lista e n c ien cias p o líticas in g lés H arold Lask i ( 18 9 3 - 19 5 0 ) . En la actu alidad , con stituye sin d u d a a lg u n a u n o d e los cen tros m ás p restig iosos d e tod a E urop a p ara el e stu d io d e las c ien cias socia les . aceptó un puesto en una universidad de Nueva Zelanda, donde permaneció durante toda la segunda guerra mundial. Al acabar ésta, en 1945, se trasladó a Inglaterra, donde permanecería el resto de su carrera profesional como profesor de lógica en la London School of Economics. La vida que llevó en este país no tenía nada que ver con la de su juventud en Viena, y optó por recluirse en sí mismo para poder dedicarse a su obra, la cual cubre un extensísimo elenco de disciplinas. De hecho, no paró de publicar hasta el mismo año de su muerte, a la edad de 92 años. H ay c e r t e z a e n la c i e n c i a Popper llega a la conclusión de que si en todos los siglos de tradición científica heredada por la ciencia newtoniana no se había logrado demostrar la validez de las teorías sobre las que se asentaba la ciencia, no hay nada que permita determinar que una teoría es correcta o no. Así, las supuestas leyes científicas no son en el fondo verdades absolutas acerca del mundo, sino que, como teorías que son, constituyen meros productos de la mente humana. Si una teoría funciona bien a lo largo de siglos de continua y satisfactoria aplicación, eso quiere decir que se aproxima bastante a la verdad, aunque se puede dar el caso de que tras esos siglos de validez aparezca alguien proponiendo una teoría mejor y, por tanto, todavía más próxima a la verdad. Popper aplica esta idea a toda la teoría del conocimiento. Según él, la realidad física existe independientemente de la mente humana y no tiene nada que ver con la experiencia que de ella tiene el hombre, de ahí que en definitiva nunca pueda llegarse a U 'LA C IE N C IA E TAL VEZ LA Ú N IC A ACTIVIDAD 1 H U M A N A EN LA 1 QUE LOS ERRORES SON CRITICADOS SISTEMÁTICAMENTE Y, CON EL TIEMPO. CORREGIDOS K a r l P o p p e r H a c e r u s o d e l o s r e s u l t a d o s p r á c t ic o s P a r a P o p p e r , l a r e a l i d a d f í s i c a e x i s t e d e f o r m a i n d e p e n d i e n t e a l a m e n t e h u m a n a , d e a h í q u e n u n c a s e l l e g u e a c o n o c e r d e l t o d o . S e c r e a n t e o r í a s q u e t r a t a n d e e x p l i c a r l a , t e o r í a s q u e d u r a n m i e n t r a s s i r v e n . S i n e m b a r g o , d e v e z e n c u a n d o s e d e m u e s t r a q u e a l g u n a d e e s a s t e o r í a s e s i n a d e c u a d a y s e s u s t i t u y e p o r o t r a m e j o r . conocer del todo. El ser humano formula diversas teorías que tratan de explicarla y éstas perm anecen en vigencia mientras siguen funcionando. No obstante, la experiencis demuestra que tarde o temprano acaban presentando una serie de limitaciones con respecto a un aspecto determinado de la realidad, por lo que se sustituyen por otra mejor, que ofrezca una mayor amplitud de miras que la anterior. Este proceso no sólo es aplicable a la ciencia, sino a todos los otros aspectos de la realidad humana, incluso a los más cotidianos. De ese modo, la relación que el ser humano establece con la realidad se realiza a través de la continua resolución de los interrogantes que plantea; pero este avance no se logra añadiendo nuevas certezas a una doctrina de conocimiento preexistente, sino que se efectúa mediante la continua sustitución de las teorías imperantes por otras mejores. Así pues, según Popper, la búsqueda de la seguridad absoluta, que tanto ha obsesionado a los filósofos desde Descartes a Russell, ha de dejarse por imposible, ya que no es accesible al hombre. Por consiguiente, nunca se podrá demostrar si una ley científica es cierta o no, de igual modo que el conjunto de las ciencias o las matemáticas no podrán descansar sobre unos fundamentos definitivos. El «justificacionismo», tal como lo denomina el propio Popper, es erróneo por definición. Si alguien construye una casa sobre un lodazal, será preciso hundir los pilares con la suficiente profundidad como para que soporten la L a e x i s t e n c i a d e D i o s n o s e r á n u n c a u n h e c h o c i e n t í f i c o A u n q u e u n a t e o r í a n o p u e d a p r o b a r s e , b a s t a c o n u n s i m p l e e l e m e n t o q u e ' l a c o n t r a d i g a p a r a q u e q u e d e i n v a l i d a d a . D e e s e m o d o , u n a a f i r m a c i ó n d e l t i p o «D i o s existe», a u n q u e p u e d e s e r cierta, n o p u e d e s e r *c o n t r a s t a d a », d e m o d o q u e n u n c a p o d r á s e r p r o b a d a y a l c a n z a r el g r a d o d e p r i n c i p i o científico. estructura del edificio; y cada vez que se pretenda añadir un piso más a la casa, habrá que hundir más y más los pilares. Pero este proceso no tiene límites: no hay ningún nivel «último» del que no puedan pasar los fundamentos ni ninguna estructura «natural» sobre la que ceñirse. No obstante, aunque una teoría no pueda demostrarse, sí puede en cambio refutarse, por lo que se puede probar o no su validez. Como ya vimos anteriormente (véase pág. 115), por muchos cisnes que veamos de color blanco, nunca podremos probar la verdad de la afirmación «Todos los cisnes son blancos», ya que basta con encontrar un día un cisne negro para que quede invalidada. Así, el método que propone Popper es intentar demostrar la invalidez de una teoría por su refutación, situación que convierte la crítica en el principal instrumento para avanzar en el conocimiento. Un enunciado que no pueda refutarse mediante la observación no puede ser puesto a prueba, por lo que en ningún caso podrá considerarse científico, ya que el que una teoría sea compatible con todos los hechos conocidos no demuestra en absoluto que sea verdadera. La afirmación «Dios existe» puede ser perfectamente cierta, pero a nadie se le ocurriría considerarla como una proposición científica. modelo de sociedad es ya válida antes de que llegue a instaurarse; de todos modos, si ya se ha llevado a la práctica, las nefastas consecuencias sociales que conlleva deben ser excusa suficiente como para buscar otro tipo de sociedad. Así, en una sociedad que permita la crítica interna y la oposición (lo que Popper denomina una «sociedad abierta») será mucho más fácil resolver los problemas Lo único que se puede hacer es intentar probar la falsedad de la mejor teoría ^ K a r l P o p p e r S i r J o h n E c c le s L a s i n v e s t i g a c i o n e s d e l fisió l o g o a u s t r a l i a n o f o h n E c c l e s ( 1 9 0 3 - 1 9 9 7 ) h a n s i d o e s e n c i a l e s p a r a el e s t u d i o d e las e n f e r m e d a d e s n ervi o s a s . E n 1 9 6 3 c o m p a r t i ó el p r e m i o N o b e l c o n A l a n H o d g k i n y A n d r e w H u x l e y p o r s u s e s t u d i o s s o b r e el s i s t e m a n e r v i o s o central. E n t r e s u s o b r a s s e e n c u e n t r a E l ser y su cereb ro ( 1 9 7 7 ) , q u e escribió e n c o l a b o r a c i ó n c o n P o p p e r . La s o c i e d a d a b i e r t a Popper expone esta teoría en La lógica de la investigación científica, publicada en alemán en 1934 y en español en 1963.'I ras aplicarla sistemáticamente a las diversas disciplinas de la ciencia, se da cuenta de que esta teoría es perfectamente aplicable a las ciencias sociales. El resultado es La sociedad abierta y sus enemigos, obra publicada en 1945 y en la que aplica su principio sobre la validez de cualquier postulado a la política y la sociología. Así, llega a la conclusión de que nunca estájustificada la imposición de un único punto de vista: la manifestación más indeseable e insostenible de la sociedad moderna es aquella regida por un poder centralizado y en la que toda disensión es perseguida. Esta visión crítica de ese nada deseable P o l i c í a d e l e s t a d o P a r a P o p p e r , l a p e o r s o c i e d a d é s a q u e l l a e n l a q u e el p o d e r e s t á c e n t r a l i z a d o y t o d a d i s e n s i ó n e s p e r s e g u i d a , ta l c o m o a p a r e c e e n l a n o v e l a M il n o v e c ie n t o s o c h e n ta y c u a tro ( 1 9 4 9 ) , e n l a q u e G e o r g e O r w e l l d e s c r i b e e l m o d e l o d e s o c i e d a d q u e c o n l l e v a r í a el e s t a b l e c i m i e n t o d e u n r é g i m e n a u t o r i t a r i o . P r in c i p a le s o b r a s d e E i n s te i n S o b re la e le c tro d in á m ic a d e lo s c u e rp o s e n m o v im ie n to ( 1 9 0 5 ) e n l a q u e p u b l i c ó s u teoría espec í f i c a d e la r e l a t i v i d a d T e o r ía g e n e ra l d e la re la tiv id a d ( 1 9 1 6 ) se produce a un ritmo vertiginoso. Por ello mismo, es inconcebible pretender crear y perpetuar una sociedad ideal: sumido en un proceso imparable de continuas transformaciones, el ser humano debe dedicarse a resolver los incesantes problemas que plantea esta situación. En prim er lugar, por supuesto, se encuentra la prioridad de erradicar los más acuciantes problemas sociales, como la pobreza, las amenazas a la paz, una educación y medicina deficientes, etcétera. Dado que la perfección y la seguridad absolutas se hallan fuera de nuestro alcance, el hombre debe empeñarse menos en construir escuelas y hospitales modélicos y centrarse más en resolver las lagunas sociales más importantes y con una mayor repercusión en la sociedad. En definitiva, si no está a nuestro alcance hacer feliz a la gente, al menos sí que se puede intentar aliviarla de sus pesares y más insoportables limitaciones. Los fenómenos sociales se parecen a los estrictamente físicos, pues sus límites van más allá del ámbito de la tecnología ^ K aki. P o p p e r M a n if e s t a c ió n d e p r o t e s t a S e g ú n P o p p e r , l a c r í t i c a y la o p o s i c i ó n p r e s e n t e s e n u n a s o c i e d a d «a b i e r t a » c o n s t i t u y e n el m á s i m p o r t a n t e y e f e c t i v o m e d i o d e q u e d i s p o n e t o d a s o c i e d a d p a r a a v a n z a r y p r o g r e s a r . P o r ello, u n a s o c i e d a d e n l a q u e l a d i s e n s i ó n n o e s t á p e r m i t i d a r e s u l t a d e lo m á s d e s a c o n s e j a b l e . prácticos de toda índole que en una en la que, por el contrario, no exista ese com ponente de crítica, de forma que el progreso será mucho más rápido y menos costoso. Por si fuera poco, se trata de un planteamiento del todo objetivo, fuera de cualquier consideración de tipo moral. En la política, al igual que ocurre en la ciencia, se sustituyen sin cesar teorías ya establecidas por otras que, en principio, han de dar un mejor resultado. La sociedad, pues, también se encuentra en perpetuo cambio y esto E n t e r r a r el m a r x is m o A la vez que desarrolla estas teorías, Popper se dedica a em prender una severa crítica de todas aquellas doctrinan que definen la esencia de la sociedad ideal, sobre todo fe- de Platón y Marx. De hecho, su crítica al marxismo se considera como la más seria y efectiva que se ha realizado hasta la fecha y, por otro lado, catapultó al filósofo austríaco hacia la fama. No en vano, al poco de publicar La sociedad abierta , obra en la que deshace el mito marxista, un tercio de la humanidad se encontraba sometida a regímenes políticos que se autodenominaban marxistas. Es evidente que hoy en día esa crítica al marxismo ya ha perdido gran parte de su vigencia, pero la apología que Popper realiza de una sociedad abierta y tolerante continúa conservando una extraordinaria vitalidad. Sir E r n s t G o m b r ic h El h isto riado r d e arte d e o r ig en austríaco Ernst G o m b rich ( 19 0 9 - ) lle g ó a In glaterra en 19 3 6 , d o n d e en tró e n el W arburg Institute d e la u n iversid ad d e Londres. Su s o b ra s m ás im portantes so n H i s t o r i a d e l a r t e ( 19 5 0 ) y A r t e e ilus i ó n (19 6 0 ), e n las q u e se v a le d e las teorías d e l arte fo rm u lad as p o r P op p er. . E l im in a r l o s m a l e s s o c ia l e s L a s o c i e d a d m o d e r n a s e e n c u e n t r a e n p e r p e t u o c a m b i o y, c o m o m á s a c u c i a n t e s p r o b l e m a s sociales, c o m o l a e d u c a c i ó n y l a p o b r e z a c o n s e c u e n c i a d e ello, e s i m p o s i b l e a l c a n z a r l a s o c i e d a d p e r f e c t a . L a d e s c o m p r e s i ó n d e lo s s u b u r b i o s e n G r a n B r e t a ñ a m e j o r ó las P o p p e r a b o g a p o r a u n a r t o d o s los e s f u e r z o s e n l a e r r a d i c a c i ó n d e los c o n d i c i o n e s d e v i d a d e l a s c l a s e s u r b a n a s c o n m e n o s r e c u r s o s . La REVOLUCIÓN de ElNSTEIN L os trem en d o s p ro g reso s rea lizados p o r la c iencia h an rev o lu c io n ad o n u estro c o n c ep to d e co n o c im ien to y, p o r tan to , la filosofía e n general. D ado q u e el conoc im ien to científico es el sab er m ás fiable y p rác tico q u e p o se e el se r h u m an o , to d o in ten to p o r defin ir o delim itar la na tu ra leza del co n o c im ien to co m o tal se en cu en tra in ex tricab lem en te ligado a la ciencia. D e h ech o , a lo largo d e la h istoria d e la filosofía ha h a b id o m u ch o s m o m en to s e n los q u e la esenc ia de l conoc im ien to se h a iden tificado co n la ciencia, so b re to d o e n los ú ltim os cua tro siglos. Alo largo de l siglo xx h an ten id o lugar to d a u n a serie d e p ro fu n d as transfo rm aciones q u e h a n llevado a la n ec es id ad d e rep la n tea r los fu n d am en to s so b re los q u e hasta en to n ces se h ab ía asen tad o el conocim ien to . Así, só lo e n el cam po d e la física ya en co n tram o s dos g ran d es cam bios: p o r u n lado, la teo ría d e la rela tiv idad d e Einstein, q u e rev o luc ionó la ciencia tradicional; y p o r otro, la teo ría cuántica, incom patib le co n las de la rela tiv idad y cuyos resu ltad o s p rác ticos son ex traord inarios. Y, sin em bargo , resu lta im posib le q u e am bas teo rías se an correctas; d e hecho , lo m ás p ro b ab le es q u e am bas se an erróneas, p e ro lo cierto es q u e n o p a ra n d e g en e ra r n u ev o s resu ltados pe rfec tam en te válidos. Esto nos dem uestra cóm o incluso las m ejo res teo rías so b re las q u e se asien ta n u es tro conoc im ien to n o dejan d e ser fru tos d e la m en te h u m a n a y, p o r consigu ien te , es tán sujetas al e rro r y la co rrección , y co n d e n ad a s a se r sustitu idas tarde o te m p ran o p o r otras. El conoc im ien to h u m an o es falible p o r defin ición y hay q u e d esca rta r la im agen trad ic ional d e la c iencia com o u n sa b er d e validez e te rn a e incuestionab le . P E l c o n o c i m i e n t o CIENTÍFICO ES EL SABER MÁS FIDEDIGNO Y ÚTIL QUE POSEE EL SER HUMANO ero los científicos no só lo se h a n lim itado a cam biar p o r com ple to n u es tra co n c ep c ió n del co n o c im ien to com o tal, sino que , d e h ech o , h a n h e c h o m u ch o m ás q u e los filósofos p a ra revo luc ionar los cim ientos sob re los q u e d escan sab a la p e rc ep c ió n del h o m b re co n
Compartir