Comunicación y Autoestima

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LA NATURALEZA DE LA COMUNICACIÓN
Introducción
Podemos definir la comunicación como el proceso mediante el cual una persona le transmite información a otra. Por naturaleza, el ser humano tiene la necesidad de comunicarse para establecer relaciones hasta su propia supervivencia.
A partir de la comunicación creamos o compartimos mensajes, sentimientos o necesidades, a través de varios canales y lenguajes, pero el proceso de comunicación en puede darnos señas del estado de otra persona, su estado de ánimo, su personalidad o su salud mental, lo cual se explicará a profundidad en el presente ensayo.
DESARROLLO
Autoestima y comunicación
La gente con alta autoestima difiere de aquellos con baja autoestima en su estilo de comunicación. Tienden a mostrar diferente contacto visual, postura y expresión.
Individuos con alta autoestima comúnmente piensan mejor de los otros, esperan a ser de agrado de los otros, evalúan su propio rendimiento favorablemente, actúan bien en frente de otros, trabajan duro para aquellos que se los demandan, se sienten cómodos interactuando con sus superiores, y se defienden ante las críticas negativas. En contraste, los individuos con baja autoestima comúnmente no aprueban a los otros, esperan ser desagradables ante los otros, se sienten amenazados por sus superiores y encuentran difícil el defenderse a si mismos ante aquellos que los critican, igualando criticismo con rechazo.
Así como como nuestro autoconcepto y autoestima afectan el cómo nos percibimos a nosotros mismos, de igual manera afectan nuestra comunicación al moderar mensajes competentes internos en nuestra charla con uno mismo e influenciando nuestro estilo de comunicación personal.
Las percepciones de uno mismo moderan el cómo hablamos con nosotros mismos.
La percepción de uno mismo influye en como hablamos sobre nosotros mismos con otros. Si nos sentimos bien sobre nosotros mismos, es más probable que nos comuniquemos positivamente. Por ejemplo, gente con un fuerte autoconcepto y mayor autoestima usualmente toman el crédito de sus logros. De igual manera, la gente con sanas percepciones de si misma están inclinadas a defender sus puntos de vista al encararse contra argumentos de oposición. Si nos sentimos mal sobre nosotros mismos, es más probable que nos comuniquemos negativamente, minimizando nuestros logros.
¿Por qué algunas personas se hacen menos, a pesar de lo que han logrado? La gente con baja autoestima está ligada a estar insegura respecto al valor de sus contribuciones y esperan que otros los vean negativamente. Como resultado, la gente con pobres percepciones de si mismos o baja autoestima se hacen menos para evitar el criticismo de los demás. Así, para evitar la posibilidad de que los otros les comenten sobre su inutilidad, ellos lo hacen primero.
Creencias y comunicación
Las creencias son inferencias hechas por un observador sobre los estados de expectativa subyacentes. Una creencia es cualquier simple proposición, consciente o inconsciente, inferida por lo que una persona dice o hace. El contenido de una creencia no puede ser directamente observado por otros, debe ser inferida por un observador sobre la base del comportamiento manifiesto del creyente. Lo que el creyente dice o hace se vuelve una pista de su sistema de creencias.
La creencia general de un individuo sobre la comunicación verbal puede afectar sus motivos para desarrollar comunicación verbal. Por ejemplo, una manera de entender el acercamiento verbal contra la tendencia de evitarlo es determinar la estructura de creencias que la gente tiene respecto a argumentar: Si las creencias controlan predisposiciones, el nivel de argumentación de una persona puede estar relacionado con sus creencias sobre argumentar.
Es posible que, entre la gente de alta interdependencia, argumentar está percibido como una actividad incómoda de valor dudoso, que lleva al enojo y comportamiento irracional. Interdependientes pueden fomentar creencias negativas, que puede disminuir la motivación de realizar un argumento y aumentar la evasión de la comunicación verbal.
Salud mental y comunicación
Es importante comprender que una comunicación efectiva y asertiva personal, familiar y social optimiza el nivel de la salud mental.
Desde que existimos en el vientre de nuestra madre entramos en una dinámica de interacción comunicacional familiar, en la que recibimos mensajes, información y enseñanza implícita y explícita. La enseñanza implícita es una fuente importante para el aprendizaje comunicacional: en toda interacción se intercambia gran cantidad de información a través del lenguaje oral, la expresión corporal, la expresión facial, el tono de voz.
El discurso, el lenguaje y/o la escucha pueden ser disparejos en individuos con diagnóstico de enfermedad mental. Dificultades en estas áreas pueden resultar en inteligibilidad reducida de los mensajes, o en habilidad de escuchar reducida. Esto impone limitantes en la comunicación de pensamientos y sentimientos. Esto frecuentemente engendra mensajes de intolerancia, ridículos y rechazo por la sociedad. Esto puede fomentar sensaciones de aislamiento, hostilidad y enojo en los afectados, que son frecuentemente acompañadas de baja autoestima, falta de confianza en si mismo e inutilidad.
La comunicación exitosa se preocupa de la habilidad de lograr y mantener una interacción de declaración y respuesta que logre un mutuo resultado aceptable.
Los psiquiatras están interesados en el contenido del discurso y los aspectos lingüísticos de la comunicación de un paciente, que son lo más importante al establecer el diagnosis psiquiátrico. Ellos se basan en lo que los pacientes les dicen de su historia, sentimientos, quejas, pensamientos actuales, esperanzas y miedos.
Estos son las comunicaciones verbales que predominan dentro del criterio, pero comunicaciones no verbales también son de importancia. El lenguaje corporal, los gestos, los manierismos, comportamientos o actividades inusuales, expresiones faciales y signos de emoción en la expresión o el tono de voz, todos comunican a los médicos con experiencia información sobre la psiquis del paciente.
De manera similar, la apariencia y comportamiento como el que tan cerca alguien se para junto a la persona con la que se están comunicando son relevantes. Los psiquiatras están entrenados para reconocer estos signos e interpretar su importancia como evidencia de patologías psicológicas o como un proceso mental normal.
CONCLUSION
La gente se está volviendo cada vez mas alerta e interesada en la comunicación, que se ha convertido en un gran tópico de conversación y está pensada es la raíza de muchos problemas. De todas formas, aún existe una falta de consenso respecto a la naturaleza de la competencia en comunicación o a la mejor manera de identificar la habilidad de comunicarse correctamente.
La competencia comunicativa es la vara de medir de la calidad de las relaciones interpersonales y es necesaria para llenar la necesidad general de todas las personas de tener control sobre su ambiente.
Los ambientes comunicativos de hoy en día presentan muchos desafíos que hacen a esta competencia tan importante y altamente relevante, aunque al parecer, la mayoría cree no necesitar ningún entrenamiento o educación en una actividad que realizan día a día.
BIBLIOGRAFÍA
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