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Revista de Humanidades: Tecnológico de Monterrey ISSN: 1405-4167 claudia.lozanop@itesm.mx Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey México Becerra, Luz María Reseña de " Puerta al tiempo: Literatura latinoamericana del siglo XX" de Maricruz Castro Ricalde Revista de Humanidades: Tecnológico de Monterrey, núm. 19, otoño, 2005, pp. 253-260 Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Monterrey, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=38401913 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto http://www.redalyc.org/revista.oa?id=384 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=38401913 http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=38401913 http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=384&numero=5657 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=38401913 http://www.redalyc.org/revista.oa?id=384 http://www.redalyc.org Lectura obligada sin obligaciLectura obligada sin obligaciLectura obligada sin obligaciLectura obligada sin obligaciLectura obligada sin obligaciooooon den den den den de Puerta al tiempo:Puerta al tiempo:Puerta al tiempo:Puerta al tiempo:Puerta al tiempo: Literatura latinoamericanaLiteratura latinoamericanaLiteratura latinoamericanaLiteratura latinoamericanaLiteratura latinoamericana del siglo XXdel siglo XXdel siglo XXdel siglo XXdel siglo XX Luz María Becerra Universidad Iberoamericana Maricruz Castro Ricalde (coordinadora). Puerta al tiempo: Literatura latinoamericana del siglo XX. México: ITESM/Miguel Ángel Porrúa, 2005. 383 pp. (ISBN: 970-701-604-3). l ejercicio de comprensión entendido por la vía estética verbal es un diálogo con los autores, a quienes les ha correspondido antes el acto de la creación. Me refiero con esto a varios encuentros y diálogos: del diálogo entre autor y crítico, diálogo del que lee a ambos y el lector experto o el lector no cultivado. El libro es el tema común. En esta ocasión me complace dar cuenta de los encuentros del libro Puerta al tiempo: Literatura latinoamericana del siglo XX; deseo referirme al trenzado de trece autores reunidos con un objetivo común: aproximarse a los textos que pueden comprenderse como formas estéticas de ver y de percibir una realidad determinada. El libro es una propuesta de revisión de un siglo de literatura latinoamericana. En ella, los críticos elaboran investigaciones “de las preocupaciones sociales y culturales que prevalecen en la centuria que inicia”, acceden por diferentes vías, como la monográfica, los panoramas generales, las discusiones en torno a los estereotipos de poetas, o bien a través de la reescritura sobre escritoras y su inclusión al canon, por mencionar solo algunas. El oficio de los críticos abre a otros lectores en otro momento histórico la recepción de una lectura literaria que le concede un significado distinto, purificador. Puesto que todos los autores de Puerta al tiempo son catedráticos está por demás decir que los ensayos E 254 reunidos no son un mero pasatiempo, sino que en la vida universitaria, en la vida académica, se gestan proyectos que culminan en ideas renovadoras a partir de los objetos de estudio. Todos ellos marcan derroteros en cuanto a realizaciones prácticas para la sociedad. Se muestra en el corpus textual de Puerta al tiempo, la intención de la colección a la que pertenece el libro, “Humanidades Tec”, y cito algunas líneas en torno a la colección: “Así pretendemos que esta colección ensanche el horizonte que desde las humanidades permite reinterpretar y comprender nuestra sociedad. [con ello la colección] sigue contribuyendo en la creación del pensamiento crítico…”; pues bien, las divagaciones momentáneas, la crítica ligera, diletante están ausentes de los quince ensayos de crítica literaria. Los autores han ejercido su dominio y se nota esto en la posibilidad de comunicar diversos enfoques a partir de textos poéticos de autores como Martí y Darío; Guillén, Borges, Parra; ensayistas, cuentistas y novelistas: Rodó, María Luisa Bombal, Luisa Valenzuela, García Márquez, Cortázar, Onetti, Sábato, Arguedas, Asturias, Arlt y Vargas Llosa. También se ejercen panoramas sobre teatro y se traza una revisión de literatura escrita por mujeres, se abre la puerta a discusiones sobre conceptos del realismo mágico y lo real maravilloso desde tramas y urdimbres. El libro Puerta al tiempo ya desde su título muestra un anclaje en el espacio temporal, engloba la aproximación a un diálogo geográfico de literatura latinoamericana, Argentina, Chile, Cuba, Nicaragua, Guatemala y Perú representados. El caso de México se aclara por Maricruz Castro Ricalde, coordinadora del volumen, en la introducción: “debemos anunciar la preparación de un siguiente volumen dedicado en exclusiva a este país.” En este mismo espacio de la introducción se lee la preocupación por delimitar unas coordenadas temporales “y por fuerza, seleccionar un puñado de autores, obras y temas que se impregnan de una significación distinta para el receptor interesado y el estudioso del siglo XXI.” Asimismo, en este tomo, las miradas a textos que forman parte del canon literario, se salen de un enquistamiento y se posan sobre el acervo siempre en movimiento porque su quehacer es el de mediadora, mirada puesta en práctica para actualizar la reflexión, desnudar las falsas opiniones, poner en escena temas con opiniones nuevas, ampliar las competencias o saberes inscritos en todo texto. Luz María Becerra 255 Los críticos que exponen sus ideas son provocadores de un diálogo productivo, punto de partida hacia una confrontación de discursos. Porque en la literatura siempre se está en búsqueda de sentido, de imaginar, sobre el universo simbólico de lo creado, otros universos simbólicos, y a propósito de esto, cito la frase de Barthes: “La crítica no es una traducción, sino una perífrasis.” Así, al revisar a creadores del canon, Puerta al tiempo desafía, a la vez que muestra, que la lectura crítica de la que se vale es provisional porque siempre se está construyendo. La literatura latinoamericana es, por su crítica, una arquitectura de relaciones entre los textos, los críticos y los lectores de ambos. Finalmente, desde este ámbito entramos por “la puerta al tiempo” al encuentro del diálogo con la cultura. Los que integran dicho volumen son 13 investigadores y la lista es la siguiente: Osmar Sánchez, Remedios Álvarez, Berenice Romano, Laura Perales, Adriana Hernández, Emma Ramírez, David García, Eduardo Parrilla, María Eugenia González, Luz María Lepe, Cristina Rivera Garza (con Heriberto Yépez, Ana Clavel y Amaranta Caballero Prado), Maricruz Castro y Raymond L. Williams. Los quince ensayos reunidos por estos autores en Puerta al tiempo, preservan de alguna manera “la consideración de la obra literaria como parte de un proceso histórico que posibilita su resignificación…”. El primer ensayo, que lleva el título “José Martí desde Rubén Darío: verso, prosa, modernismo”, abre la puerta a la discusión “con el movimiento de renovación literaria que se inicia en Hispanoamérica hacia las dos décadas finales del siglo XIX”. El autor propone recuperar “algunos hitos que considera claves en el propósito de ayudar a entender la relación de José Martí con el modernismo” y, así, a contrapelo de la gran bibliografía que existe afín con la imagen de Darío como único renovador de la poesía. La discusión muestra en forma paralela la lectura de Darío sobre los textos de Martí y revisa opiniones que han intervenido en ese diálogo. Las propuestas de Osmar Sánchez se someten a un análisis riguroso de las dos figuras literarias y a sus obras para establecer un diálogo con el modernismo y sus procedimientos desde uno y otro autor con intención clara de inclinarse más sobre la figura del cubano. Con otro contexto se cierra la “puerta al tiempo”y el libro: se trata del artículo “Vargas Llosa, el posboom y la generación del noventa” Lectura obligada sin obligación de Puerta al tiempo: Literatura... 256 de Raymond L. Williams, quien acierta en recorrer la narrativa de Vargas Llosa desde la mirada del boom, el posboom y el acercamiento con narradores de los noventa. El lector se adentrará en las características no solamente de las novelas del autor peruano sino de las ideas que convergen con autores más jóvenes y también con narrativas de los setenta y ochenta. Se detiene en obras claves, como Conversación en la Catedral, como novela moderna y total. Para reaccionar en contra de lo totalizante, aparece la ubicación de la obra Pantaleón y las visitadoras (1974) junto con La Tía Julia y el escribidor (1977), las cuales representan desde el punto de vista de Williams la ruptura del escritor con su narrativa, porque tienen que ver con un registro de entretenimiento y por ende son obras más breves. Con este procedimiento transita el autor del artículo, ubicando obras posteriores del escritor del boom y del posboom en diálogo con narrativas de escritores que empiezan a publicar en la década de los noventa. El penúltimo texto es escrito por la coordinadora de dicho volumen, Maricruz Castro Ricalde, y lleva por título “Erotismo y poder en Cambio de Armas de Luisa Valenzuela”. A través del libro de cuentos publicado en 1982, la investigadora, en primera instancia, hace una reflexión sobre la historia de América Latina desde el acontecimiento de las dictaduras y pronuncia que no se puede ver la historia de Latinoamérica sin la documentación escrita de lo que significa en términos de violencia. Desde esta perspectiva configura los registros de análisis e interpretación y pone en relieve la voz de las protagonistas, resaltando que todas son mujeres en contextos de opresión y violencia extrema. Por lo tanto, el espacio del cuerpo femenino hace la urdimbre en relación con el poder. Castro Ricalde muestra cómo, en los cinco cuentos de la escritora estudiada, están claramente las marcas de género que ella sitúa en los años ochenta. Bajo esta mirada la investigadora nos ofrece el contexto de Cambio de Armas dentro de la literatura latinoamericana, lo cual, sin duda, es un acierto pedagógico para los lectores universitarios que apenas se adentran al estudio de la literatura vista desde América Latina. El segundo de los textos es “Rodó: una mirada de fe en Latinoamérica”, de Remedios Álvarez Santos. Desde mi punto de Luz María Becerra 257 vista, este ensayo es un homenaje al libro Ariel (1900). Álvarez Santos destaca primordialmente la ética sin dejar de lado la manivela de la política y la cultura como marco de referencia. En el análisis que la ensayista hace de Ariel manifiesta la intertextualidad de éste con las obras de Shakespeare, como fuente inmediata. La tesis fundamental del escritor uruguayo es la disertación sobre la juventud, nos dice la académica. El mensaje de Rodó va dirigido a los jóvenes americanos “pues ve en sus almas tierra fértil para cosechar la eticidad”, afirma Álvarez. En diálogo con los demás ensayos, éste también marca la importancia del contexto de la obra. Lo temático cobra forma en dos textos del conjunto del volumen. Uno es el de Berenice Romano y el otro de Luz María Lepe; ambas llegan a la temática de la muerte por diferentes autores. Berenice desde el espacio poético narrativo que le proporciona María Luisa Bombal en “Una escritora chilena: María Luisa Bombal.” El artículo, además del análisis de La última niebla (1935) y La amortajada (1938), pone en relieve la prosa como riqueza de sensaciones y de momentos límite, “como el amor, el sexo, y la muerte que se pueden prolongar en otro tipo de existencia posible”, explica. Luz María retoma dos modelos del tema en autores como Borges y Arguedas, bajo el título: “Arguedas y Borges: La última palabra. Posibilidades para interpretar dos obras referidas a la muerte”. De Arguedas retoma la novela póstuma El zorro de arriba y el zorro de abajo y de Borges, la obra poética Los conjurados (1985). Los dos autores, escribe Lepe, hablan del tema de la muerte explícitamente: “Así el límite de la estrategia textual de ambos autores modelos no es sólo el fin de la obra sino el límite de la muerte, desde donde no es posible ni más palabras, ni más escritura”. Vemos que los dos artículos se refieren a ese momento límite y la representación de la muerte, pero cada uno hace referencia a las obras elegidas para su estudio. Sin embargo, las afirmaciones son muy parecidas; como otro tipo de existencia en Berenice, en tanto que Luz María lo relaciona con la escritura (“detener el límite con la escritura”, según lo interpreta de los autores que estudia y bajo la reflexión de Foucault). De tal suerte que se abre un triple diálogo: uno en el interior del texto aquí presentado; otro, en correlación con los escritores y la escritora (Borges, Arguedas y Bombal); y el tercero, entre las dos Lectura obligada sin obligación de Puerta al tiempo: Literatura... 258 críticas, autoras de los artículos. Posibilidades múltiples de visita y lectura. Respecto al panorama más amplio sobre literatura latinoamericana están dos textos: “Re-visión de la literatura escrita por mujeres en Latinoamérica”, por Laura E. Perales, y “El teatro latinoamericano. Un siglo de intenso trabajo dramático”, de Adriana María Hernández. Uno y otro trabajo retoman muy de cerca a algunos autores y autoras, como en el caso de Laura Perales, quien empieza por revisar a Delmira Agustini, Alfonsina Storni y Gabriela Mistral. Aborda en su estudio cuestiones de género, mientras que la línea que traza Adriana Hernández es enmendar el olvido de la crítica literaria hacia el género y las obras de autores dramáticos. Al referirse a la crítica literaria, supongo que lo hace principalmente cuando aparecen publicadas obras de interés general sobre literatura latinoamericana. El lector encontrará información sobre el tema en detalle, pues el texto sigue un curso positivista, relacionando épocas con autores y tendencias. Otro abordaje a poetas latinoamericanos lo expone Osmar Sánchez en “Nicolás Guillén (1922,1930, 1970) entre palabras propias y palabras ajenas”, y el estudio “Las antiparras de Parras: collage, principio dialógico y sátira en la antipoesía”, de Eduardo E. Parrilla Sotomayor. El universo poético de Guillén existe desde varios espacios y éstos, a su vez, se van trasformando, materia que retoma Osmar para recuperar el trazo de Guillén en cuanto a su línea estilística y temática. Este texto, de impecable registro, versa sobre el poema-son de Guillén. Asimismo, Parrilla Sotomayor resalta la presencia de Nicanor Parra como poeta hispanoamericano y su contexto con observación a lo literario. Su tema, la antipoesía, lo lleva a encuentros o antiencuentros con Huidobro y Neruda; muestra las características y las distintas etapas del poeta en estudio, se vale de las ideas Bajtín y abre un diálogo plurifónico como la misma poesía de Parra. Dos textos que se aproximan y tocan aristas similares son “La trama y la urdimbre: el realismo mágico y lo real maravilloso”, de María Eugenia González Ricaño, y “Las infinitas posibilidades del olvido: Cien años de soledad como novela polisémica” de Eduardo Parrilla. Si bien en este ensayo se muestran posibilidades de interpretación, como la histórica o la humorística, o la mítica, González Ricaño hace lo propio al tratar las categorías de lo mágico y lo Luz María Becerra 259 maravilloso. La primera categoría entra en el discurso de las lecturas hechas por Parrilla traducidas en lo alquímico o en lo mítico. Cada uno por su lado aborda el estudio que, sin duda, alude al escritor seleccionado (García Márquez, por una parte; Asturias y Carpentier, por la otra), pero desde una perspectiva global de correspondencia y en mi lectura general de Puerta al tiempo estos dos ensayos se reencontraron. Parrilla concluye con la decadencia y María Eugenia amplía y compara estilísticas de Asturiasy Carpentier; no obstante, la fusión de ambos temas radica en el mito (y de igual modo lo deja ver Parrilla). Emma Ramírez nos adentra en lo más revelador del tema de la dictadura latinoamericana a través de la narrativa de Miguel Ángel Asturias. En “El señor presidente: una ciudad infernal”, pone el acento en el discurso de la ciudad, ésta transformada en putrefacción por el peso de la dictadura. Rastrea los orígenes de la ciudad y se concreta en caminos que son calles habitadas. Personajes que de tanto peso llamado corrupción, aunado a la autoridad del tirano, lo único que encuentran es destrucción. Paralelo que hace Emma Ramírez con los círculos del infierno de Dante. Tercia de escritores es lo que nos ofrece David García a través del estudio “Tríptico del pensamiento existencialista en la literatura latinoamericana del siglo XX: Arlt, Onetti y Sábato”. El capítulo que ofrece este estudioso contempla la definición del existencialismo y discurre las posibilidades que llevaron a los escritores mencionados a manifestarse desde esta filosofía, porque aparece en el Cono Sur como un “signo cultural que identifica a esta parte de Latinoamérica”. La urbe se inscribe, según este investigador, como escenario para configurar su malestar existencial “por medio de su narrativa cruel por naturaleza, porque así comprendieron el destino del hombre.” Con esto como telón de fondo, García se acerca al análisis de las obras. El ensayo de Cristina Rivera Garza (escrito junto con Clavel, Yépez y Caballero) lo he dejado al final porque su estilo es diferente de los otros ensayos expuestos en el terreno del análisis, contextos y panoramas. Éste es un texto que nace, según se explica desde sus líneas, con la intención de invitar al lector a una lectura contemporánea de Julio Cortázar. Desde el título se alude al juego de palabras: “Corta- Lectura obligada sin obligación de Puerta al tiempo: Literatura... 260 a (l)-azar: lecturas de Julio Cortázar a inicios del siglo XXI”. Los diálogos que se incluyen con los tres participantes (o de alguna manera coautores de este ensayo) giran alrededor de la revisión del canon del Cronopio Mayor. El texto de Cristina Rivera y sus cómplices aborda la lectura de Rayuela y la ponen en vigencia desde una disposición de tres líneas claras: la contemporaneidad de la literatura del escritor argentino, la política presente en la obra cortazariana y la construcción de los personajes desde la perspectiva de género. Entra en este concierto la voz de Gertudre Stein como paradigma teórico, y con toda complicidad estos cuatro estudiosos, críticos y creadores se apropian del personaje de La Maga. En un divertido discurso de entre voces, cada apartado específica las voces que intervienen. Así se leen la voz, la anti-voz, todas la voces y en el centro, la de Cortázar. Con este sabor los dejo y la invitación está explícita para entrar a Puerta al tiempo. Por favor, cierren la puerta para disfrutar, a solas o acompañados, de la lectura obligada de este libro. Luz María Becerra