Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
LECCIÓN 4. LEISHMANIOSIS CANINA 1. GENERALIDADES La leishmaniosis recibe diferentes denominaciones en función de su clínica y enclave geográfico. También se la conoce como "Úlcera de los Chicleros", "Kala-Azar", "Botón de Oriente", "Espundia", etc. Se distinguen dos tipos clínicos que dan lugar a dos formas de leishmaniosis: - Leishmaniosis visceral - Leishmaniosis cutánea Su distribución es muy amplia (especialmente si consideramos ambos tipos clínicos) localizándose tanto en Europa, como África, Asia y América. En Europa, se localiza en países mediterráneos y en Portugal, destacando la elevada prevalencia de algunas regiones italianas y sur de Francia, donde se han llegado a constatar prevalencias del 87.8%. En España, se trata de un proceso menos generalizado, destacando la elevada prevalencia observadas en Barcelona y Madrid, seguidas a cierta distancia por Córdoba, Zaragoza, Granada, etc. 2. ETIOLOGÍA Es una enfermedad producida por formas parásitas que se desarrollan intracelularmente en el hospedador definitivo y que es transmitida por mosquitos del género Phlebotomus. El agente causal es un protozoo heteroxeno, parásito de diversas especies de mamíferos (género Leishmania). Se presenta bajo dos formas, amastigote, en el hospedador vertebrado y promastigote, en el hospedador invertebrado. Todas las especies que integran este género muestran dificultades para su diferenciación morfológica, por lo que ha de recurrirse a otros métodos, serológicos, bioquímicos o moleculares. Se engloban dentro de cuatro complejos: - Complejo trópica: L. tropica, L. major, L. aethiopica - Complejo mexicana: L. mexicana, L. amazonensis - Complejo braziliensis: L. braziliensis, L. peruvana, L. braziliensis panamensis - Complejo donovani: L. donovani, L. infantum, L. chagasi El complejo trópica origina una leishmaniosis cutánea y los complejos mexicana y braziliensis leishmaniosis mucocutánea. Los procesos viscerales de la leishmaniosis son causados por el complejo donovani, L infantum la especie de mayor trascendencia en el perro. El ciclo natural del parásito se encuentra mantenido por el perro y por animales salvajes, siendo éstos fuente de contagio para el hombre en determinadas circunstancias (zoonosis). 1 3. EPIDEMIOLOGÍA Las fuentes del parásito son los hospedadores vertebrados, siendo los verdaderos reservorios para el hombre algunos roedores y, sobre todo, el perro. El ciclo evolutivo del parásito y, por tanto, la epidemiología de la enfermedad están relacionados con el clima. En áreas de climas que determinan condiciones de temperatura extremas, sólo se desarrollará la enfermedad entre primavera y verano, produciéndose el contagio en estos momentos. Asimismo, es necesario para que se complete el ciclo hábitats con una humedad relativa elevada. En casi todos los focos de leishmaniosis humana se han encontrado procesos de leishmaniosis canina, por lo que se tiende a pensar que es un parásito habitual del perro y que el hombre entraría a formar parte de su ciclo. En la cadena de transmisión, el insecto vector es fundamental. Sin él no hay propagación de la enfermedad. Los flebotominos tienen distintos nombres ("mosca de la arena", "beatilla", "mosca peluda") y, de entre de ellos, los dos géneros más importantes en la transmisión son el género Phlebotomus y el género Lutzomyia, este último en el continente americano. El contagio es siempre por vía percutánea, a través de la picadura de un mosquito. Las leishmanias no son vehiculadas con la saliva sino regurgitadas por el insecto para hacer sitio para la ingestión de sangre. No obstante, se consideran posibles otras formas de contagio, dirigidas sobre todo a la especie humana: - Aplastamiento del vector. - Otros artrópodos hematófagos (aún no demostrado). - Jeringas hipodérmicas. - Transmisión congénita. - Transmisión venérea. - Contacto directo entre animales con lesiones cutáneas. 4. PATOGENIA 4.1. FACTORES CONDICIONANTES 4.1.1. Dependientes del parásito En primer lugar habría que considerar la virulencia de la cepa en cuestión. También es importante considerar que su localización habitual es el interior de las células del sistema mononuclear fagocítico. No se conoce muy bien cómo evitan que sean destruidas por los macrófagos. Se ha demostrado que, una vez que son fagocitados, son englobados en un fagolisosoma en el que permanecen sin ser destruidos por lo que se supone que inhiben la digestión enzimática. Es posible que el parásito secrete ciertas sustancias que inactiven las enzimas digestivas del fagolisosoma y radicales libres de oxígeno (RLO), o bien, como indican otros autores, que las enzimas y los RLO pierdan actividad en contacto con determinados componentes del parásito. 2 Una vez dentro del macrófago, el parásito se difunde por todo el organismo, para lo cual hay dos teorías: algunos autores consideran que el parásito segrega determinados mitógenos que inducen a la división del macrófago y que cada célula hija llevará su carga correspondiente de amastigotes; otros afirman que los macrófagos parasitados terminan rompiéndose y liberando amastigotes que serán fagocitados por otros macrófagos. 4.1.2. Dependientes del hospedador La instauración de la enfermedad viene determinada por estados inmunitarios débiles que pueden estar condicionados por: - La edad del hospedador: La leishmaniosis humana en España sólo se ha observado en niños y enfermos de VIH. - El estado sanitario, determinado por la presencia o no de enfermedades debilitantes. 4.2. MECANISMOS DE ACCIÓN PATÓGENA En el punto de inoculación se suele desarrollar un granuloma parasitario, a partir del cual se producirá una distribución de las formas infectantes desde los monocitos hasta las células del sistema retículoendotelial de órganos como: hígado, bazo, médula ósea, piel, ganglios linfáticos. En dichos órganos, los amastigotes pueden desarrollar una serie de acciones patógenas que podemos clasificar como: - Expoliadora - Mecánica - Tóxica/inmunológica: el parásito secreta una serie de antígenos frente a los cuales el hospedador responde con la producción de anticuerpos que se depositan en forma de sustancia amiloide produciendo una pérdida de funcionalidad del órganos afectado. Las leishmanias llegan a distribuirse por todo el organismo y dan lugar a dos fenómenos patológicos, que son básicamente los responsables del cuadro clínico: 1) La formación de microgranulomas locales (si es una leishmaniosis cutánea) o por todo el territorio orgánico. Estos microgranulomas están formados por células de un infiltrado inflamatorio que se acantonaron en torno a los macrófagos parasitados. 2) Depósitos de sustancia amiloide en casi todos los órganos del sistema retículoendotelial que van alterando la funcionalidad de dichos órganos. 5. SÍNTOMAS Y LESIONES La leishmaniosis no tiene un patrón específico de presentación; las manifestaciones son muy variables, tanto por la clínica como por la intensidad. El periodo de latencia es también muy variable, desde 3-6 meses hasta periodos de un año o más. La sintomatología comienza cuando el parásito está ya establecido; muchas veces es inespecífica y poco intensa, y los 3 síntomas no son constantes para todos los animales. De hecho, no se puede considerar un cuadro clínico general ya que en cada individuo la enfermedad se desarrolla de una forma u otra en función de determinados factores, por ejemplo el órgano afectado. Las alteraciones más frecuentes que se observan en dichos órganos son las siguientes: 5.1. HÍGADO Y BAZO La presencia de amastigotes en este órgano va a determinar alteraciones del metabolismo del hígado que llevan consigo una movilización del glucógeno hepático. El organismo tendrá que recurrir a las reservas grasas como fuente de energía, loque se traducirá en un adelgazamiento del animal (Fig. 1). Se detecta dolor a la palpación hepática y esplénica. Bioquímicamente se produce un aumento en las transaminasas e incluso en los niveles de bilirrubina en sangre. Desde el punto de vista lesional se observará una reacción inflamatoria proliferativa con formación de granulomas y depósitos de sustancia amiloide en estos órganos. La lesión más característica en el hígado es una inflamación crónica proliferativa y en el bazo una inflamación hiperplásica con depleción linfocitaria. Las proteínas séricas se ven alteradas, con un aumento de la concentración de globulinas y disminución de albúmina. 5.2. MÉDULA ÓSEA Se produce un cierto grado de hemólisis, que se traduce en la aparición de formas inmaduras en sangre periférica. También suele presentarse una leucocitosis (con neutrofilia), si bien en estados muy avanzados puede llegar a desarrollarse una leucopenia. La hemólisis, junto con la degeneración del tejido hematopoyético podrían ser la causa de la anemia observada en el curso de la enfermedad. 5.3. PIEL En la piel se producen distintos tipos de alteraciones, entre los que se incluyen: - Depilaciones por la presencia de amastigotes en los folículos pilosos o por depósitos de complejos inmunes sobre la membrana basal. - Dermatitis asociadas normalmente a depilaciones y que pueden evolucionar a úlceras especialmente en los salientes óseos (cara, cadera, extremidades, etc.). Las úlceras suelen ser húmedas, de bordes elevados y fondo deprimido, sonrosado y de forma moruliforme (úlceras aframbuesadas). - Onicogriposis o crecimiento excesivo de las uñas a consecuencia del desarrollo de los parásitos en la matriz angular de las mismas. Este síntoma es indicativo cuando los animales se encuentran en suelos que permitan el desgaste normal de las uñas. 5.4. GANGLIOS Los ganglios suelen presentar adenomegalia, especialmente los submandibulares y el poplíteo. Inicialmente están grandes y blandos y, conforme avanza el proceso, se transforman en estructuras duras al tacto. Lesionalmente constituye una linfadenitis hiperplásica que no provocan dolor a la palpación. 4 El aumento de tamaño también se puede manifestar en el bazo (esplenomegalia). 5.5. OTROS SÍNTOMAS -Síntomas generales. Se observan de manera inespecífica e incluyen fiebre, astenia y apatía. Los animales afectados se muestran anoréxicos y esto se traduce en un progresivo adelgazamiento que se va haciendo más manifiesto a medida que avanza la enfermedad. Los animales están apáticos, torpes y les falta agilidad, un fenómeno evidente sobre todo en perros guardianes. El adelgazamiento comienza a ser manifiesto por la cabeza, lo cual lleva a un pronunciamiento de los salientes óseos que dan al perro el aspecto de animal viejo, característica típica de la leishmaniosis. Si el animal no se pone en tratamiento a tiempo y no se cuida la dieta, entra en coma y acaba muriendo. - Síntomas renales. Al palpar la zona renal se detecta dolor y puede haber un incremento de los niveles séricos de urea y creatinina. Lesionalmente, esta alteración renal cursa con nefritis intersticial (de carácter difuso normalmente) y una glomerulonefritis membranosa proliferativa producida por el depósito de sustancia amiloide en las membranas mesangiales del glomérulo. - Hemorragias nasales. Los complejos inmunes circulantes interfieren la agregación plaquetaria y estimulan la eliminación de sustancias vasoactivas. - Conjutivitis o queratoconjuntivitis y ciertas manifestaciones nerviosas como anestesia cutánea o parálisis de extremidades posteriores también pueden observarse en perros con leishmaniosis. En ambos casos suelen relacionarse con el depósito de complejos inmunes circulantes. Figura 1. Encorvamiento dorsolumbar, emaciación y onicogriposis en un perro con leishmaniosis. - Síntomas digestivos. En ocasiones también pueden apreciarse procesos digestivos con diarreas o vómitos, aunque no es común, que se han asociado a una gastroenteritis crónica proliferativa. 5 5.6. PROCESOS BENIGNOS En general, el cuadro es muy similar, pero mucho menos llamativo. Pueden presentarse lesiones cutáneas que remiten espontáneamente o tras tratamientos dirigidos hacia otras posibles causas. Sin embargo, el parásito sigue en el animal, con lo que en cualquier momento puede aparecer de nuevo sintomatología. En zonas endémicas, no es raro que haya perros totalmente asintomáticos debido al establecimiento de un equilibrio entre el parásito y el hospedador. La única forma de detectar la enfermedad es mediante encuestas seroepidemiológicas. Esta situación es muy frecuente en muchos núcleos geográficos y en esos casos los hospedadores vertebrados (perros) constituyen un importante y peligroso reservorio del parásito. Por ejemplo, en Córdoba, el 19% de los perros son portadores asintomáticos. 6. DIAGNÓSTICO 6.1. CLÍNICO Es orientativo en zonas endémicas. 6.2. ASERTIVO 6.2.1. Directo Se realiza mediante observación de amastigotes en distintas localizaciones. Se puede recurrir a punciones/biopsias de ganglios, médula ósea, bazo, piel (Fig. 2). NUNCA el diagnóstico asertivo directo se realiza por observación del parásito en frotis sanguíneos. 6.2.2. Indirecto Mediante cultivos en medios específicos bifásicos como el "NNN", semisólidos como el agar-sangre semisólido de Locke, o líquidos, como el RPMI 1640. No se recomienda para muestras de piel por ser éstas las más contaminadas. Por inoculación en cricetos, con el inconveniente de que se necesitan hasta seis semanas para que se puedan ver las lesiones. Figura 2. Punción de bazo: macrófago con amastigotes. Por métodos serológicos, algunos inespecíficos (proteinogramas...) o bien específicos, mediante reacciones antígeno- 6 anticuerpo. Entre los específicos destacan los siguientes: inmunofluorescencia indirecta (IFI), ELISA, aglutinación directa o inmunoblot. Algunos de estos métodos están disponibles en el mercado en forma de kit para el diagnóstico de leishmaniosis en el perro. Recientemente también se han incorporado al diagnóstico las técnicas de biología molecular mediante la detección de fragmentos de ácidos nucleicos (ADN). 7. TRATAMIENTO Los productos ensayados en animales son de origen humano y presentan resultados no del todo satisfactorios. Los más empleados son derivados antimoniales que requieren un estricto control durante el tratamiento por asociarse a problemas de toxicidad e incluso a reacciones anafilácticas. Entre ellos se incluyen los siguientes: - Estibogluconato sódico (Solustibosan). - Antimoniato de meglumine (Glucantime). De este último es necesario inyectar entre 10 y 20 dosis vía intramuscular. Debido a su toxicidad, es recomendable vigilar al animal tras las primeras dosis y ver cómo reacciona. Entre las lesiones secundarias se pueden citar polineuritis, lesiones cardiacas, hepáticas y renales. También se han utilizado derivados de las purinas como le alopurinol y otros fármacos como la anfotericina B (antibiótico), la pentamidina (diamidina) o el ketoconazol (derivado del imidazol). Entre los nuevos fármacos son de particular interés las lepidinas, derivados de la 8-aminoquinolina. También en estudio, la utilización de liposomas como vehiculadores de fármacos, ofrece grandes expectativas. En general, no hay tratamiento efectivo. Los existentes son caros, muy prolongados en el tiempo y no curativos. Además, ha de tenerse en cuenta que los animales pueden actuar como portadores, siendo reservorios de la enfermedad para los humanos y otros perros. 8. PROFILAXIS Y CONTROL 8.1. EN EL HOSPEDADOR INTERMEDIARIO Algunas de las medidas que se recomiendan son las siguientes: - Uso de insecticidas en casa y en zonas donde se desarrollen losmosquitos. - Empleo de repelentes como protección individual. - Creación de condiciones adversas para el desarrollo de los hospedadores intermediarios (medidas indirectas). 8.2. EN EL HOSPEDADOR DEFINITIVO El tratamiento preventivo y curativo no es completamente eficaz ya que se considera que la curación parasitológica no es factible. A pesar de que desaparezcan los síntomas, el parásito queda acantonado en determinados órganos y si se suspende el tratamiento (para evitar la excesiva toxicidad del mismo) es posible que la enfermedad vuelva a hacerse sintomática. Otras medidas de lucha son el aislamiento de portadores y la inmunoprotección con vacunas recombinantes, aún en estado de experimentación. 7 LECCIÓN 4. LEISHMANIOSIS CANINA
Compartir