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1 TEMA VIII ARTE GÓTICO. EL ARTE DE LA BAJA EDAD MEDIA. CONTEXTO HISTÓRICO-SOCIAL DEL ARTE GÓTICO. S. XIII, XIV Y XV. El Arte Gótico se inició a mediados del siglo XII en la Isla de Francia, región en torno a París, siendo el estilo dominante en Europa entre los siglos XIII y XV. Fue también, como el estilo románico, un arte de carácter universal. Los siglos del Gótico coincidieron con un espectacular auge del comercio local y de gran distancia que propició el crecimiento y prosperidad de las ciudades, proceso iniciado en el siglo XI y de máximo apogeo en el XIII. La manifestación más representativa del arte gótico fue la catedral, que sustituyó al monasterio románico. La burguesía fuel el motor de las ciudades, con los comerciantes y artesanos, situándose poco a poco al nivel de la nobleza en cuanto a riqueza y poder, costeando, por ello, numerosas obras arquitectónicas y pictóricas. La atracción urbana también atrajo a las órdenes religiosas y en el siglo XIII aparecieron las órdenes mendicantes (limosneras), que desarrollaban sus actividades en las ciudades, haciendo gala de pobreza, en contraposición de la vida retirada de los monasterios benedictinos. Las primeras y más importantes fueron la de los franciscanos o frailes menores, fundada por San Francisco de Asís, y las de los dominicos o predicadores, fundada por el español Santo Domingo de Guzmán. La población urbana seguía siendo analfabeta y para la burguesía y nobleza surgieron las escuelas catedralicias al lado de las catedrales, impartiendo una instrucción elemental. En el siglo XIII surgieron las Universidades o Estudios Generales, donde se introdujo una profunda renovación de la filosofía y teología, plasmada en la llamada Escolástica, que proponía la conciliación entre la fe cristiana y el pensamiento filosófico de la Antigüedad, en especial el de Platón y Aristóteles. Esta nueva situación creó un nuevo sentido de la vida, más cercano a la naturaleza y al hombre, que comenzaron a ser vistos como una creación bella y perfecta de Dios. Sin embargo, el impacto terrible de la Peste Negra desde 1348 cambió la situación, coincidiendo, además, con una época de malas cosechas durante el siglo XIV. También contribuyó la Guerra de los Cien Años (1337-1453) entre Inglaterra y Francia y a ello se sumó el llamado Cisma de Occidente (1378-1417), llegando a sucederse hasta tres Papas al mismo tiempo. No obstante, todo ello no incidió de manera considerable en el desarrollo artístico. CARACTERÍSTICAS DEL ARTE GÓTICO. Es un estilo internacional europeo. Es un arte religioso y simbólico. Su objetivo era enseñar la verdad sin renunciar a la belleza formal. Seguía teniendo una función didáctica, a través de las imágenes y de la arquitectura, ya que la población era en su mayoría analfabeta. Sus manifestaciones más importantes fueron la Catedral. Las tres artes mayores (arquitectura, escultura y pintura) continuaban formando un conjunto orgánico e inseparable. La escultura y la pintura también tuvieron un desarrollo más escaso que la arquitectura, aunque ya se fueron despegando del marco arquitectónico y adquiriendo las figuras mayor naturalidad y humanidad. Los grandes promotores fueron los burgueses. La arquitectura civil, tanto pública (ayuntamientos, lonjas) como privada (palacios) adquirió un gran desarrollo. Los artistas gozaron de una mejor posición social y económica, sobre todo los maestros de obras. Se agruparon en gremios, con las tres categorías típicas: aprendices, oficiales y maestros, únicos autorizados a tener talleres. 2 ETAPAS DEL ARTE GÓTICO. a. Gótico preclásico: siglo XII. Cabecera de la Abadía de Saint Denis. b. Gótico puro o clásico: siglo XIII. Notre Dame, Chartes y Reims. c. Gótico radiante: siglo XIV. Sainte Chapelle de París. d. Gótico flamígero. siglo XV. Abundancia de ornamentación (llamas). ARQUITECTURA GÓTICA. Características y Obras. El precedente más claro del Arte Gótico fue el Arte Cisterciense. La Orden del Císter se fundó en 1098 en la abadía francesa de Citeaux (cistercium romana), en oposición a la relajación de la orden cluniacense que había abandonado la austeridad. El verdadero impulsor de esta nueva orden fue San Bernardo de Claraval (1090-1153), abad de dicho monasterio de Claraval, en la Champaña francesa. San Bernardo justificaba que en las catedrales e iglesias se utilizara decoración, pero no en los monasterios, donde el exceso ornamental entraba en contradicción con la sobriedad que debía inspirar la vida de los monjes. La arquitectura cisterciense se caracterizó, en sus comienzos, por la carencia absoluta de elementos decorativos; solo la cruz rellenaba espiritualmente el espacio. Sin embargo, incorporó los adelantos técnicos de la época, en especial, el arco apuntado y la bóveda de crucería. Por ello, muchas veces se ha considerado al estilo cisterciense como de transición hacia el Gótico, aunque en la actualidad no se considera así ya que: El arte cisterciense no es un estilo independiente sino una reacción contra el románico. El arte gótico no es una evolución del cisterciense sino de origen independiente. La construcción gótica más representativa fue la Catedral. Sus características son: Buena y sólida construcción: se usan sillares bien cortados de piedra caliza o arenisca. Plantas de salón y basilical de cruz latina. Bóvedas de crucería en nave central y estrelladas y de terceletes. Empleo del arco apuntado, carpanel y conopial. 4 pisos: arquerías (1º), tribuna, galería tan ancha como la nave lateral sobre la que discurre (2º), triforio, galería estrecha a modo de pasillo (3º) y vidrieras. Luego quedarían solo 3 y finalmente 2, desapareciendo la tribuna y, en ocasiones, el triforio. Crucero con cimborrio y bóveda sobre trompas. Columnas y pilares con columnas adosadas. Girola o deambulatorio (pasillo por detrás del altar para visitar capillas). Contrafuertes separados del muro con arbotantes y pináculos (agujas). Criptas debajo del altar, ábsides y absidiolos. Portadas muy gruesas (abocinadas) y uso de buenos sillares. Tracerías en las ventanas, con rosetones y motivos geométricos, con gabletes o molduras triangulares. Principios de la luminosidad y de la verticalidad, frente a la oscuridad y horizontalidad del Románico. La luz es coloreada. Portadas muy gruesas (abocinadas) y uso de buenos sillares. FRANCIA La arquitectura gótica nació hacia 1140 en la Isla de Francia, concretamente en la Abadía de Saint Denis, al norte de París, donde se utilizó por primera vez y de forma sistemática la bóveda de crucería. 3 Iglesia abacial de Saint Denis. siglo XII. 1140. La iglesia de Saint Denis era el lugar de enterramiento de los reyes de Francia. El abad Suger realizó en 1140 una reforma en la cabecera, según consta en sus propios escritos, en la que plasmó sus ideas sobre la estética. Para él, la realidad material y el resplandor de las cosas de este mundo eran un reflejo de la belleza y de la luz divina. Por lo tanto, a través de la contemplación de aquellas el hombre podía elevarse hasta el conocimiento de Dios, lo cual era un punto de vista radicalmente opuesto a su contemporáneo San Bernardo. De las realizaciones del abad Suger en Saint Denis solo se conservan la anteiglesia y la cabecera. Su gran aportación reside en la última, consistente en un deambulatorio y siete capillas radiales comunicadas entre sí, cubierto todo por tramos de bóvedas de crucería, que descansan sobre columnas. Esto permitió abrir en los muros de las capillas amplios ventanales, en concordancia con la declarada predilección del abad por la luz. Catedral de Notre Dame de París. siglos XII-XIII. 1163. La Catedral de París, iniciada en 1163 según proyecto del rey Luis VII, es una muestra del primer góticofrancés preclásico. Su planta es de salón y consta de nártex, cinco naves, las laterales con prolongación por la doble girola, y un transepto que no sobresale en planta, de la misma altura que la nave central. Posteriormente, se añadieron las capillas entre contrafuertes. En alzado se divide en tres partes: arquerías, tribuna sobre una de las naves laterales y ventanas. El sistema de cubierta se soluciona con bóveda de crucería sexpartita en la nave central y sencilla en las laterales. A cada tramo de la nave central le corresponden dos de las laterales. La fachada muestra un sistema en H con las torres en terraza, sus dimensiones tienen 35 m. de altura y por primera vez se emplean arbotantes. Catedral de Chartres. Siglo XIII. 1220. La diócesis de Chartres era una de las más ricas de Francia, como centro de culto a la Virgen (albergaba preciosas reliquias suyas) y de grandes ferias anuales que coincidían con las fiestas en su honor. Pero un incendio en 1194 destruyó la vieja catedral del siglo XI y solo se salvó la fachada occidental o Portada Real, más reciente, que se había levantado tras otro incendio anterior de 1134. La reconstrucción se inició de inmediato y en 1220 estaba prácticamente concluida. Su planta es de cruz latina, con un nártex de dos tramos enmarcado por dos torres, tres naves hasta el crucero y cinco a partir de él, con doble girola y tramos trapezoidales de crucería en la doble girola, con tres grandes absidiolos y otras dos pequeñas en los extremos de la cabecera. Tiene tres pisos con triforio y se cubre con crucería simple en la nave central y en las laterales. Al suprimir la tribuna obligó a la utilización de arbotantes para contrarrestar los empujes laterales de la nave central. Tiene cimborrio sobre trompas, cubierto con crucería simple. Como soportes utilizaron pilares compuestos con cuatro columnas adosadas, disponiéndose alternativamente pilares poligonales con columnas cilíndricas y pilares cilíndricos con columnas poligonales. Además de fachada occidental se erigieron otras dos fachadas monumentales en los extremos del transepto, con tres portadas cada una, correspondiendo cada una con la división interna del mismo. Las vidrieras son de lo más antiguo en toda Francia. Catedral de Reims. siglo XIII. hacia 1210. En esta catedral eran ungidos y coronados los reyes de Francia. La fábrica anterior, de época carolingia, sufrió un incendio en 1210, lo que obligó a su reconstrucción. Su planta es de cruz latina, con tres naves separadas por pilares compuestos, con bóveda de crucería en la central y en las laterales, al igual que en el transepto. A partir de aquí se conforman cinco naves hasta la cabecera, con tramos trapezoidales en la girola y cinco capillas absidiales. El alzado sigue el mismo modelo que Chartres, con arquerías, triforio y ventanales. Lo soportes son solo pilares poligonales y columnillas cilíndricas adosadas. Destaca su monumental fachada occidental en H, como Notre Dame, con dos torres en terraza, con tres calles tanto verticales como horizontales –una fachada armónica-. En el primer cuerpo las puertas 4 se configuran a modo de pórtico abocinado con tres grandes gabletes. Un gran rosetón centra el cuerpo intermedio y el tercero remata en frontón triangular. Sainte Chapelle de París. siglo XIII. 1243-1246. Este edificio entra dentro del llamado Gótico Radiante, pero lo que realmente caracteriza el periodo es la reducción del muro al mínimo a favor de las vidrieras, separadas entre sí por estrechas y delgadas columnas. La Sainte Chapelle o Capilla Santa de París fue construida por encargo del rey Luis IX (San Luis), entre 1243 y 1246, en el Palacio Real de París, para albergar las reliquias que había adquirido del emperador bizantino: la supuesta corona de espinas de Cristo y un fragmento de la Vera Cruz. El edificio consta de dos capillas superpuestas de una sola nave-. LO más espectacular es la superior, de una luminosidad extraordinaria por las altísimas vidrieras que se levantan. En el ábside, un baldaquino coronado por un templete contenía las reliquias de la Pasión de Cristo. Fachada de la Iglesia de la Trinidad (Vendôme). siglo XV. 1500. Corresponde al Gótico Flamígero por sus combinaciones de curvas y contracurvas, con una decoración profusa y muy complicada, que llega a encubrir la estructura del templo: artificiosas tracerías en los vanos, arcos novedosos, carpaneles y conopiales y bóvedas estrelladas con profusión de como los palacios y las lonjas. Las múltiples tracerías en forma de llamas inundan toda la fachada y, en especial, las del gablete de la portada central y las del gran ventanal superior, así como la superposición de arcos en las portadas: carpaneles, conopiales, apuntados y, de nuevo, conopiales. ITALIA El clasicismo italiano impidió la penetración temprana del Gótico y duró poco, ya que el Renacimiento se implantó pronto en la península italiana. Fue un estilo peculiar denominado Gótico mediterráneo o Gótico horizontal, bajo la influencia del Císter y las nuevas órdenes mendicantes: franciscanos y dominicos, que impusieron una arquitectura sobria. Solo la Catedral de Milán mostró una clara influencia francesa, iniciada en el siglo XIV y construida por arquitectos franceses y alemanes. El gótico italiano presenta las siguientes características: Son de escasa altura, de una sola nave o tres, en cuyo caso, las laterales tienen la misma altura que la central. Se usa el arco apuntado y la bóveda de crucería simple, aunque también se dieron las cubiertas de madera por influencia paleocristiana. No se abren grandes ventanales con vidrieras, por lo que se mantuvo la tradición de la pintura al fresco en las paredes. Escasean los elementos decorativos, en especial las esculturas, por influencia de cistercienses y mendicantes. En las fachadas son usuales los revestimientos de placas de mármol y los mosaicos, por influencia del arte romano. La arquitectura civil tuvo un gran desarrollo por el creciente influjo del poder de las ciudades- estado italianas. El tipo de palacio que se dio fue el palacio defensivo, cerrado, con aspecto de fortaleza rematada por grandes almenas y una torre vigía de gran altura. Ejemplos son: el Palacio Comunal de Siena y el Palacio de la Señoría de Florencia. El tipo de palacio abierto a la ciudad a través de vanos y galerías también se desarrolló, como el Palacio Ducal de Venecia. ARQUITECTURA GÓTICA ESPAÑOLA En España se asumieron las influencias francesas y las italianas sin problema alguno, diferenciándose diferentes periodos con características propias: 5 Siglo XIII: es un periodo de plenitud del Gótico castellano con las tres grandes catedrales de Burgos, León y Toledo, por iniciativa de sus obispos y el apoyo de los reyes. Las dos primeras acusan la influencia francesa y la de Toledo es la más original, con mezclas francesas y musulmanas. Siglo XIV: se inició en Castilla, aunque perjudicada por la influencia de la Peste Negra, mientras que en Aragón y Cataluña se desarrolló el comercio exterior, construyéndose las catedrales de Barcelona, Gerona y Palma de Mallorca. La influencia francesa fue reemplazada por la del Císter y las órdenes mendicantes. Siglo XV: corresponde en Francia y parte de Europa al gótico flamígero, acusándose en la decoración. En España se desarrolló el llamado Gótico isabelino o Estilo Reyes Católicos, con obras como San Juan de los Reyes (Toledo). Siglo XVI: todavía se construyeron algunas catedrales de influencia gótica como la de Segovia. Catedral de León. s. XIII. La Catedral de León se inició en 1243 y se inspira directamente en Reims, aunque de menor tamaño. El maestro Enrique, de origen posiblemente francés y buen conocedor de las catedrales de Reims, Chartres y Amiens, comenzó la cabecera hacia1255. Había trabajado en la catedral de Burgos, lo que habría influido para su trabajo en este edificio. A su muerte, en 1277, lo sustituyó Juan Pérez, que continuó las obras en ambas catedrales. La catedral tiene planta de cruz latina, con tres naves hasta el crucero, muy grueso y con cuatro tramos, a partir del cual se prolonga la cabecera con tramos trapezoidales de crucería y cinco capillas absidiales poligonales. Las naves se cubren con bóvedas de crucería sexpartita, más ancha la central, al igual que en el crucero. En la cabecera se aprecia una girola y el crucero se cubre con crucería simple. También se observa un nervio espinazo recorriendo las naves laterales y las del crucero. El alzado presenta tres pisos: arquerías apuntadas, triforio y vidrieras coloreadas, las mejores conservadas de todo el gótico español. Las dos torres occidentales sobresalen del cuerpo de las naves. Hay tres fachadas monumentales, con tres portadas cada una en correspondencia con el interior de las naves. El complejo sistema de contrafuertes y arbotantes, que se despegan del muro central, permiten aligerar el muro, dejando el suficiente espacio libre para el conjunto de las bellísimas vidrieras. Catedral de Burgos. s. XIII. La Catedral de Burgos (1222-1260) tiene influencia francesa de la catedral de Bourges en su trazado, de Notre Dame en los contrarrestos exteriores y de Reims en las fachadas y escultura de las portadas. Los trabajos fueron dirigidos por el Maestro Enrique. Muestra una planta de tres naves, cubiertas con crucería, transepto de nave única, también de crucería, que sobresale y una girola con cinco capillas exagonales, de las que destaca la famosa Capilla del Condestable, realizada por Simón de Colonia. Su alzado consta de tres pisos: arquerías apuntadas, un triforio calado de los más esbeltos del gótico y las vidrieras. Su cimborrio, de dos cuerpos, rematado con pináculos y cubierto por bóveda de crucería estrellada fue realizado por el alemán Juan de Colonia, autor también de las agujas caladas que rematan las torres de la fachada occidental, a imitación de la catedral de Colonia. Destacan las fachadas norte y sur de la Coronería y del Sarmental, ésta última mandada construir por el obispo Mauricio, promotor de la construcción de la catedral, quien figura en el parteluz de la portada. Por encima, el tímpano apuntado presenta ya la nueva iconografía del gótico: Cristo salvador en el centro, el tetramorfos con animales y personas escribiendo el evangelio en pupitres y en el friso inferior los doce apóstoles. Catedral de Toledo. s. XIII. Fue iniciada en 1222 y se levantó siguiendo la planta de Notre Dame. Tiene cinco naves, crucero que no sobresale y doble girola. Las cubiertas son de crucería simple y posee capillas entre los contrafuertes. La cabecera muestra alternancia de capillas absidiales rectas y semicirculares. No es demasiado alto este edificio y muestra tres pisos: arquerías apuntadas, triforio y ventanales. El triforio 6 muestra, a partir de la zona del crucero, arquillos lobulados por influencia musulmana, ya que se levantó sobre la mezquita Mayor de Toledo. El cimborio se cubre con crucería de terceletes y los tramos de las girolas son triangulares, desdoblándose en la segunda girola. Las fachadas presentan triple portada con gabletes como remates de las abocinadas portadas. Catedral de Barcelona. s. XIV. Se inicio su construcción en 1298 y es uno de los primeros ejemplos del llamado “Gótico catalán”, relacionado con el gótico italiano. Presenta una gran sobriedad en concordancia con la propuesta de pobreza de las órdenes cistercienses y mendicantes. Su planta es de salón, con tres naves y dos de capillas entre los contrafuertes, correspondiendo dos por cada tramo del cuerpo de la iglesia. Se cubren todas con crucería simple, más ancha la central que las laterales y de casi igual altura. Esa amplitud espacial está en consonancia con la amplitud promovida por los mendicantes para su predicación. Al exterior se suprimen los arbotantes y se emplean robustos contrafuertes exteriores, que se disponen en forma de que entre ellos se organizan las capillas laterales. La fachada de la catedral quedó sin acabar hasta finales del siglo XIX, en que se levantó la actual, aplicando un estilo neogótico y levantando la gran aguja a los pies que hoy se puede admirar. Catedral de Gerona. s. XIV. Fue iniciada en 1312 y luego acabada por el arquitecto Guillermo Bofill, que planeó un edificio de tres naves, pero ante el temor de que hubiese demasiada oscuridad tras su acabado, se replanteó el proyecto y se reconvirtió, en 1416, tras la decisión del obispo Dalmau y la reunión de doce grandes arquitectos, en una planta de una sola nave a partir del crucero, con la solución de tres grandes rosetones de transición hacia la nave única. Bofill fue el encargado de construir la mayor bóveda en piedra del gótico, dividiéndola en cuatro bóvedas cuatripartitas de 34 m. de altura. La catedral muestra, pues, una planta salón de una nave hasta la cabecera, tres a partir de aquí, una girola y capillas absidiales alrededor. También presenta capillas entre contrafuertes, dos por cada tramo. Tiene tres pisos en la zona de las tres naves: arquerías muy apuntadas, un pequeño triforio y las vidrieras. Catedral de Mallorca. s. XIV. El exterior es impactante, con 42 m. de altura y 110 m. de espacios laterales, repleto de contrafuertes y nuevos contrafuertes aún más pequeños entre los anteriores, es decir, los contrafuertes más elevados sostienen una doble hilera de arbotantes. La catedral tiene planta salón con tres naves y capillas entre los contrafuertes, cubiertas con crucería. La cabecera es escalonada y recta, con tres tramos. Hay poca diferencia de altura entre las naves, pero la suficiente para permitir la inclusión de rosetones. Hay dos pisos: arquerías apuntadas y vidrieras. Los soportes son largos y altos pilares poligonales octogonales, sobrias y sin molduras. No se diferencia el transepto. La fachada occidental se remata con dos altas torres acabadas en pináculos. Catedral de Sevilla. s. XV. Este edificio data de 1402-1506 y fue construido sobre la Mezquita Mayor de Sevilla, de la que hoy solo persiste la famosa y esbelta torre de La Giralda. Tiene planta rectangular, con cinco naves de crucería, la central ligeramente más elevada, con un transepto que no sobresale y una cabecera plana con deambulatorio recto. El alzado prescinde del triforio a favor de una galería volada. Los soportes son pilares ligeros y compuestos con columnillas adosadas y un buen número de bóvedas estrelladas. El exterior contrarresta la impresión general de bloque gracias a la esbeltez de los arbotantes, contrafuertes y pináculos. Iglesia de San Juan de los Reyes (Toledo). s. XV. Es una obra de Juan Guas, hijo de un escultor francés. Fue levantada por los Reyes Católicos para conmemorar la batalla de Toro, en 1476, por la que Isabel consolidaba su posición como reina en la guerra civil de Castilla con su oponente Juana La Beltraneja. Antes de 1492 estaba todo concluido. Responde al Gótico isabelino, caracterizado por la profusión decorativa propia del gótico final. 7 La iglesia presenta una sola nave, con capillas laterales entre contrafuertes y un transepto no destacado en planta. El crucero se cubre con un extraordinario cimborrio sobre trompas y bóveda de crucería con gran cantidad de tramos rectos. Las demás bóvedas de la nave central son de crucería también con gran diversidad geométrica. Hay limpieza de líneas en su interior y los soportes son pilares con columna adosadas. Tiene dos pisos: arquerías apuntadas y vidrieras y la cabecera es ochavada con bóveda de crucería estrellada. Presenta los elementos propios del periodo flamígero, pero añade elementos propios como escudosy otros motivos heráldicos, así como bandas epigráficas de inspiración islámica. Catedral de Salamanca. s. XVI. La Catedral de Salamanca fue iniciada en 1510 por Juan Gil de Hontañón y Antonio Egas. Tiene planta rectangular de salón enorme y está dividida en 3 grandes naves, cuyo crucero no sobresale. La cabecera es plana. Tiene capillas entre contrafuertes más bajas que las naves laterales. Al exterior resaltan los arbotantes, mientras que el interior destaca por su amplitud y diafanidad, con grandes y altos pilares. Las cubiertas muestran crucería y numerosas bóvedas estrelladas. Colegio de San Gregorio (Valladolid). s. XV. Muestra el típico modelo de la época de fachada-retablo. Otras muestras son San Pablo de Valladolid, Santa María de Aranda de Duero, San Esteban de Salamanca y la fachada de la Universidad de Salamanca. Su autor es Gil de Siloé y muestra un gran arco conopial enmarcando la puerta y una serie de divisiones ornamentales con decoración heráldica, vegetal y humana. En el centro aparece un gran escudo de los Reyes Católicos y dos leones rampantes sosteniéndolo. ESCULTURA GÓTICA. Características y Obras. La escultura gótica se liberó progresivamente del marco arquitectónico, representando a las figuras con gran naturalismo en busca de la belleza ideal puesta al servicio del mensaje religioso. Las actitudes se humanizaron y ganaron en expresividad. Al mismo tiempo, se desarrollo un sentido narrativo para contar cosas al fiel que lo atrajeran al templo, al tiempo que se ampliaban los programas iconográficos, aumentando los temas relacionados con los Santos y la Virgen, siendo muy destacable La Leyenda Dorada de Jacobo de la Vorágine hacia 1263, con una narración muy descriptiva de la vida y hechos de los santos del calendario cristiano. Las características de la escultura gótica son: Portadas: se representan tres temas: el Juicio Final, temas de la vida de la Virgen (muerte y asunción) y vidas de Santos. El tímpano de las Portadas acoge el tema principal: Cristo Varón de Dolores y apóstoles); en las jambas se alinean apóstoles y profetas; en el parteluz se representa a la Virgen de pie y con el Niño en el brazo izquierdo, como madre de Dios, según el modelo bizantino de la Odigitría. En las arquivoltas se disponen pequeñas figuras sobre ménsulas y bajo doseletes siguiendo la línea del arco, no en sentido radial como en el Románico. Hay relieves e imágenes en sepulcros. En escultura exenta, se representa el Cristo de tres clavos y la Virgen con el Niño. Hay movimiento y expresión en los gestos con gran naturalismo. Ejemplos: sepulcro del doncel de Sigüenza (Guadalajara). FRANCIA. La escultura gótica se inicio en Francia hacia la segunda mitad del siglo XII, desde donde se extendió a Europa. Portada real de la Catedral de Chartres. mediados s. XII. Es la portada occidental. De igual anchura que la nave central, consta de tres vanos con arcos apuntados muy abiertos y esculturas que cubren sus jambas, dinteles, tímpanos y arquivoltas de 8 diferentes artistas. Las de las jambas aún presentan la estructura típica de estatuas-columna. En la puerta central se representa la “Visión Apocalíptica”, aún con claras reminiscencias románicas: Cristo en Majestad, bendiciendo y con el Libro de la Vida, rodeado del tetramorfos en el tímpano, los apóstoles en el dintel y loa ancianos del Apocalipsis en las arquivoltas. La puerta izquierda norte representa la Ascensión de Cristo y la sur está dedicada a la Virgen. El tratamiento de las figuras muestra un naturalismo incipiente con cierta tendencia a la idealización de los rostros. Esta portada se puede considerar protogótica, ya que marca el comienzo de un estilo que continúa y evoluciona en obras posteriores hasta alcanzar el gótico pleno. En cambio, el Pórtico de la gloria de Santiago, aún siendo algo posterior, de finales del siglo XII y más avanzado en varios aspectos, carece de continuidad en la escultura gótica española. La Anunciación y la Visitación de la Catedral de Reims 2ª mitad s. XIII. La fachada occidental de Reims, llena de escultura muestra un amplio repertorio de diferentes artistas. Destacan en particular el grupo de la Anunciación, cuyas figuras fueron realizadas por dos autores distintos, y el de la Visitación, por un tercer autor. El naturalismo es muy notable en el grupo de la Visitación, en el que se refleja con maestría la diferencia de edad entre María y su prima Isabel. Sin embargo, la humanización de las actitudes se aprecia mejor en la sonrisa del ángel y el gesto de humildad de la Virgen del grupo de la Anunciación. Demás, las dos figuras de la Visitación reciben un tratamiento clásico, inspirado e modelos romanos antiguos: contraposto, perfección en los pliegues del manto y la actitud serena. Pozo de Moisés de Claus Sluter. s. XV. Cartuja de Champmol. Fue realizado por el holandés Claus Sluter para la Cartuja de Champmol hacia 1350-1405. Trabajó Sluter en Borgoña a finales del siglo XIV y principios del XV, un territorio que se había convertido en foco artístico de primer orden. Acaso fue el mejor escultor de su época y entre sus obras sobresale este Pozo de Moisés, destinado al centro del claustro de la cartuja citada (cerca de Dijon), construida por orden de Felipe el Atrevido, duque de Borgoña. Se trata de un basamento en forma de prisma hexagonal, que se ensancha en su parte superior para servir de soporte a una desaparecida crucifixión. Su forma, similar a un pozo, parece relacionar simbólicamente la muerte de Cristo crucificado con la fuente de la vida. En sus seis lados se representa a sendos profetas, uno de los cuales, Moisés, da nombre a la obra. Son figuras robustas y voluminosas, de gran fuerza expresiva y acentuado realismo, hasta el punto de que parecen auténticos retratos, cada uno con sus rasgos individuales bien caracterizados. ITALIA Las creaciones más novedosas e interesantes se dieron en la Toscana, cuyos principales focos artísticos fueron Pisa, Florencia y Siena, ciudades-estado enriquecidas por el comercio y controladas por poderosas burguesías. Púlpito del Baptisterio de Pisa. Nicola Pisano. s. XIII. Nicola Pisano, muerto hacia 1284, fue el iniciador de la escultura gótica en Pisa, aunque tal vez fuera originario de la región de Apulia, en el sureste de Italia. La influencia de la Antigüedad clásica en su obra es indiscutible. Esta es su primera obra documentada, hacia 1260. Con él establece un nuevo tipo de púlpito, hexagonal, con relieves en cada uno de sus seis lados y apoyado en columnas, algunas de las cuales descansan sobre leones. Los relieves representan pasajes del Nuevo testamento, como el de la Natividad de la imagen y, en su tratamiento, recuerda los sarcófagos romanos del vecino cementerio pisano. Sus figuras son corpulentas, en composiciones abigarradas que, no obstante, insinúan una relativa profundidad espacial. Puertas del Baptisterio de Florencia. Andrea Pisano. s. XIV. Andrea Pisano (1270-1349) no tiene relación de parentesco ni de estilo con el anterior. Su obra más conocida son las primeras puertas (1330-1336) del baptisterio referido. Las del lado sur tiene 28 escenas enmarcadas en cuadrifolios: veinte sobre la vida de San Juan Bautista y ocho más con personificaciones de las virtudes. 9 Cada escena, como el Bautismo de Cristo, incluye un número reducido de figuras de estilo naturalista, con referencias espaciales mínimas pero suficientes. LA ESCULTURA GÓTICA EN ESPAÑA. A fines del siglo XII algunas obras anunciaban ya nueva estética del Gótico, como el Pórtico de la Gloria de Santiago, pero la escultura gótica española propiamente dicha se inició en España en el siglo XIII en la Catedral de Burgos, no por evolución de obras anteriores sino por influencia directa de los artistasfranceses. En general, guarda una estrecha relación con la arquitectura, por lo que, los mejores ejemplos se encuentran en la Corona de Castilla durante los siglos XIV y XV. Este último fue el gran momento de la escultura gótica castellana, con abundante producción que refleja el gusto por lo decorativo del gótico final. En cambio, el carácter sobrio de la arquitectura catalano-aragonesa, sin portadas monumentales, no propició el desarrollo de la escultura, que se plasmó principalmente en sepulcros y retablos en alabastro policromado. Portada del Sarmental. Catedral de Burgos. s. XIII. Se localiza esta portada en el lado sur de la Catedral de Burgos y data de 1240 aproximadamente, con un carácter arcaizante. Presenta el mismo esquema de la puerta central de la Catedral de Chartres, aunque casi cien años anterior a ésta. Fue mandada levantar por el obispo Mauricio, promotor también del proyecto de la catedral. Bajo su portada abocinada de arcos apuntados muy abiertos se representa, en el tímpano, en los tres frisos horizontales, a Cristo en Majestad bendiciendo y con el Libro de la Vida, rodeado de los cuatro evangelista, que se muestran escribiendo en sus pupitres junto al símbolo que les representa, motivo plasmado en la iglesia de Sasamón, a pocos km. de la capital burgalesa, donde el mismo maestro habría trabajado. En el dintel se representan los doce apóstoles sentados y algunos mirando hacia arriba la escena que está sucediendo. En las arquivoltas, los ancianos del Apocalipsis. En cada zona: tímpano, dintel y arquivoltas, trabajaron diferentes autores relacionados con talleres franceses distintos. Resulta de interés el tratamiento de los evangelistas, que denota el naturalismo y la humanización propios del Gótico, al representarlos en sus posicione sobre atriles, como si de escribanos de la época s tratara. En el parteluz aparece el obispo Mauricio de pie, del que algunos investigadores niegan su persona, atribuyéndosela a San Indalecio, el fundador de la diócesis de Burgos. Las figuras de las jambas, al parecer, no son góticas sino del XVII según algunas teorías. Virgen Blanca. Catedral de León. s. XIII. Después en Burgos, León se convirtió en otro centro importante en la escultura castellana. La llamada Virgen Blanca se encuentra en el parteluz de la fachada occidental de la Catedral de León, aunque la actual es una copia y el original está en el interior. Se apoya en un pedestal, coronada y cobijada bajo dosel. Es un magnífico ejemplo de escultura gótica inspirada en el modelo bizantino de Odigitría, de pie, en contraposición al tipo románico, sedente, inspirado en la Kiriotisa. A pesar del naturalismo en las proporciones, el tratamiento de los ropajes y la humanización de los dulces gestos de la Virgen y el Niño que esbozan una dulce sonrisa, no existe aún verdadera comunicación entre ellos. Cartuja de Miraflores. s. XV. Gil de Siloé trabajó entre 1486 y 1500 en Burgos, centro, por entonces, de atracción de artistas extranjeros. Su rasgo más característico fue el virtuosismo técnico con que tallaba tanto la madera como el alabastro, materiales a los que el escultor de origen flamenco dotó de unas cualidades táctiles inigualables. Sus obras están consideradas como las más bellas de la escultura gótica del momento. En esta iglesia de la Cartuja, fundada por Juan II de Castilla, a mediados del siglo XV, hizo su retablo mayor y dos sepulcros. Se trata de la escultura del retablo mayor y dos sepulcros monumentales: el de Juan II e Isabel de Portugal y el del Infante Alfonso, padres y hermano de Isabel la Católica respectivamente, que 10 encargó las obras. Una aportación original del Gótico fue el retablo, destinado al muro tras el altar. Podía estar esculpido o pintado e incluso combinar ambas técnicas. La Cartuja de Miraflores fue levantada entre 1496 y 1499 y su retablo mayor tallado en madera por Gil de Siloé y su taller, aunque su perfecta unidad de estilo denota la permanente supervisión del trabajo de sus colaboradores. Fue dorado y policromado por Diego de la Cruz. Las escenas se refieren a la vida de Cristo en una original disposición en círculos. El central, definido por una corona de ángeles simboliza la Hostia consagrada (la eucaristía) y está dedicado a la Trinidad: Cristo en la cruz, sostenido por Dios Padre y el Espíritu Santo, este representado como un joven con corona imperial y no bajo su tradicional forma de paloma. El sepulcro monumental de Juan II e Isabel de Portugal (1486-1493) fue realizado en alabastro y es exento, con una novedosa planta estrellada con ocho puntas, resultado de la intersección de un rombo y un rectángulo. Las figuras yacentes de los reyes reciben un tratamiento idealizado y no reflejan sus rasgos individuales, pues la realización del sepulcro fue muy posterior a su muerte. El conjunto se complementa con figuras de los evangelistas, apóstoles, santos, las virtudes y escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Por las mismas fechas se debió de realizar el sepulcro del Infante Alfonso, hermano de Isabel la Católica, muerto en 1468. También está ejecutado en alabastro, en este caso situado en la pared, bajo arcosolio, en arco carpanel, en actitud orante. El Doncel de Sigüenza. s. XV. Se trata de don Martín Vázquez de Arce, muerto muy joven en la lucha contra los musulmanes. Fue esculpido su sepulcro por el Maestro Sebastián en la segunda mitad del siglo XV. Muestra una gran novedad, con respecto a otros sepulcros: el difunto está vivo, leyendo relajadamente un libro. A los pies atiende un paje, de pequeño tamaño, las necesidades del joven noble. El sepulcro fue labrada en alabastro y se apoya sobe la pared en la capilla familiar del joven con armadura y la cruz de Santiago en el pecho. Hay naturalismo y serenidad, buenas proporciones en el cuerpo, así como juegos de luces y sombras en el personaje, que, según el punto de vista, aparece leyendo o mirando por encima al propio espectador. PINTURA GÓTICA. Características y Obras. La arquitectura gótica, al reducir el muro para colocar vidrieras, hizo disminuir la superficie para la pintura mural, a favor de otras técnicas como: La miniatura, que no se limitó a la ilustración de libros de uso monástico sino que se extendió también a libros de horas, salterios e incluso libros profanos hechos en talleres laicos para satisfacer la demanda de monarcas, nobles y burgueses. La pintura sobre tabla y al temple, que desarrolló la producción de retablos colocados tras el altar mayor o en las capillas laterales, dedicadas a los santos. El retablo se dividía en paneles en calles verticales y horizontales, con una base o predela y el guardapolvo o marco aliente para proteger al retablo. Se diferenciaron cuatro estilos principales: Estilo gótico-lineal (1200-1330). Estilo italo-gótico o Trecento italiano (siglo XIV). Estilo gótico-internacional (1350-1440). Estilo gótico flamenco (siglo XV). De todos ellos destacaron dos focos esenciales: la pintura italiana del siglo XIV o Trecento, camino hacia el llamado Renacimiento y la pintura flamenca del siglo XV. Las características de la pintura gótica son: Frescos y Temple (pigmento disuelto en agua y huevo sobre tabla). Colores con mezcla, expresividad y naturalismo. Sentido narrativo. 11 Búsqueda del volumen en figuras y objetos, dotándolas de corporeidad mediante la gradación tonal de colores (colores tonales), a diferencia de los colores planos del románico. El interés creciente por representar la profundidad espacial y el paisaje de fondo, que se plasmó en los primeros pasos en la técnica de la perspectiva. Ejemplo: retablo del Marqués de Santillana de Jorge Inglés. ESTILO GÓTICO-LINEAL (1200-1330). El estilo gótico lineal fue una etapa de gran producción de miniaturas con dosfocos principales: Francia e Inglaterra. La influencia románica continuó en esta época a través del predominio de la línea, que destaca con claridad los contornos de las figuras, delimitando zonas de colores planos. También es influido por las vidrieras, que se ensamblaban con plomo. Cantigas de Santa María. S. XIII. Alfonso X el Sabio (1252-1284) promovió la realización de ediciones ricamente ilustradas de sus obras, destacando las “Cantigas de Santa María”, que recopilaban en lengua gallega una colección de milagros de la Virgen María. Frente a cada texto: un folio dividido en recuadros, entre seis y doce, narra el mismo milagro en imágenes. Participaron diferentes artistas, aunque no se aprecian grandes diferencias estilísticas entre ellos. Las miniaturas emplean colores suaves delimitados por un dibujo bien definido, propio del gótico lineal; pero es destacable la creación de amplios escenarios, a pesar del reducido tamaño de las superficies disponibles. ESTILO ITALO-GÓTICO O TRECENTO ITALIANO (SIGLO XIV). A diferencia de Francia y casi toda Europa, en Italia se mantuvo la tradición de la pintura mural, junto a la pintura sobre tabla. Una y otra, a lo largo de la Edad Media, habían permanecido fieles a la llamada maniera greca o influencia bizantina, de formas rígidas y planas sobre fondos dorados. Sin embargo, desde el siglo XIII el panorama empezó a cambiar a partir de dos escuelas principales: la sienesa y la florentina, alcanzando en la centuria siguiente su pleno desarrollo: La escuela florentina tuvo su mejor representante en Giotto, uno de los grandes pintores de toda la historia, que superó la linealidad para dotar a sus figuras de volumen y profundidad mediante una aplicación natural de la luz y el color, con el que logra el modelado, siendo un verdadero precursor del Renacimiento. La escuela sienesa se interesó menos por las formas naturales para crear un estilo refinado y elegante, con pintores como Duccio o Simone Martini, que desarrollaba la tradición del gótico lineal, empleando a menudo los tradicionales fondos dorados. GIOTTO. Pinturas de la Capilla de la Arena en Padua. s. XIV. Giotto residió preferentemente en Florencia (1266-1337), pero su fama le llevó a trabajar en diferentes partes de Italia; así, hacia 1305, en plena madurez, realizó una de sus grandes obras: la decoración mural interior al fresco de la Capilla de la Arena, en Padua. Se trataba de la capilla funeraria privada de un burgués enriquecido, Enrico Scrovegni. Aquí Giotto desarrolló, en escenas independientes encuadrada en falsos marcos pintados, un amplio programa iconográfico que comienza con la vida de los padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana; sigue con la vida de Cristo y culmina en el Juicio Final del muro oeste. Giotto rompió definitivamente con los convencionalismos del estilo bizantino en una labor innovadora. Sus características son: La monumentalidad y volumetría de sus figuras, que adquieren corporeidad mediante un correcto juego de luces y sombras, superando los colores planos de la tradición bizantina. 12 La expresividad de los rostros y la naturalidad de los gestos y actitudes. La representación de un espacio y un paisaje de fondo que enmarca las escenas e integra a las figuras en una composición unitaria, en contraposición a los fondos dorados y sin referencias espaciales. DUCCIO. Maestá. S. XIV. Duccio (hacia 1260-1319), fue el renovador de la escuela de Siena, aunque no tuvo ni el éxito ni la fama de Giotto. Tampoco se desvinculó de la tradición bizantina, como bien se puede apreciar en estas obras, que reproduce el panel central del gran retablo (1308-1311) para la Catedral de Siena. Aunque el gesto maternal de la Virgen, con la aveza inclinada, en un bello juego de línea y color nos acerca al Renacimiento, la frontalidad y el fondo dorado sobre el que se la representa entronizada con el Niño, siendo homenajeada por santos ángeles y patronos de la ciudad, es típicamente bizantino. Sin embargo, la elegancia sienesa, muy del gusto de las cortes europeas por entonces, ejerció una gran influencia fuera de Italia, mucho mayor que las innovaciones formales de Giotto. LA PINTURA ITALOGÓTICA EN ESPAÑA. A partir de la 2ª mitad del siglo XIV, la pintura italo-gótica irrumpió con fuerza en Cataluña, cuyas relaciones comerciales y políticas con Italia fueron constantes desde fines del s. XIII en que se inició la expansión mediterránea aragonesa. Capilla de San Miguel. Monasterio de Pedralbes. S. XIV. Fue realizada por Ferrer Bassa (hacia 1285-1348), un pintor y miniaturista catalán, quien introdujo el gusto italo-gótico en esta región que fue bien aceptado. La obra en cuestión fue un encargo de la abadesa del recién fundado Monasterio de Pedralbes (Barcelona), pintando la Capilla de San Miguel en el claustro (1341-1346). En las paredes principales, los cuadros están organizados en dos registros horizontales que permiten la lectura de izquierda a derecha. En el registro superior se representan siete escenas de la pasión de Cristo, en el inferior los siete gozos de la Virgen y en los laterales 15 santos. En su estilo resulta evidente la influencia italiana, tanto la sienesa de Duccio, en las figuras alargadas de idealizada belleza, actitudes delicadas y expresiones dulces, como la florentina de Giotto, en la corporeidad de las figuras e interés por la representación espacial, paisajística o arquitectónica. ESTILO GÓTICO INTERNACIONAL (1350-1440). Este estilo se denomina así porque se impuso en toda Europa sin apenas diferencias, difundiéndose a partir de la corte papal de Aviñón, en el sur de Francia, adonde se había trasladado la sede pontificia desde 1309. Fue, una síntesis entre el estilo lineal de origen francés y el naturalismo italiano, más en su elegante versión sienesa que en la florentina, con un acentuado carácter cortesano que se aprecia en el gusto por los detalles y en su exquisito refinamiento. En España adquirió más importancia en la Corona de Aragón que en la de Castilla, por la implantación de la influencia italiana, especialmente la sienesa. EL ESTILO INTERNACIONAL EN ESPAÑA. Retablo de San Jorge. s. XV. Es obra de Bernat Martorell (1390-1452), pintor y miniaturista catalán, acaso el mejor representante del gótico internacional en Cataluña. Este retablo fue realizado hacia 1435, su mejor obra, en el que destaca la tabla central, con un San Jorge medieval en su lucha contra el dragón para liberar a la doncella. 13 Es una de las pinturas más características ya que reúne todos los rasgos típicos de este estilo: elegancia, amaneramiento, carácter cortesano, delicadeza y escenografía o teatralidad. Este tema se presta a todo ello por sus similitudes entre su leyenda y los ideales caballerescos medievales. LA PINTURA FLAMENCA SIGLO XV. En la Baja Edad Media muchas ciudades de los Países Bajos se transformaron en prósperos centros comerciales e industriales y, por ello, a la tradicional clientela de obras se le añadió una adinerada burguesía. En ese ambiente surgió, en el siglo XIV, una excepcional escuela pictórica denominada flamenca, aunque en realidad no se circunscribía exclusivamente a Flandes (Brujas, Gante o Amberes) sino que se extendió a todos los actuales territorios de Bélgica y los Países Bajos. La mayoría de sus creaciones eran de pequeño formato, ya que se producía más para casas y oratorios de la pequeña burguesía local que para iglesias y palacios. El tipo más frecuente era el tríptico, con tres tablas, de las que las laterales servían de portezuelas. En la tabla se había aplica preferentemente el temple, pero desde el siglo XIV se empezó a aplicar una nueva técnica más consistente y duradera denominada óleo, una técnica perfeccionada en el siglo XV por los hermanos Van Eyckmediante el uso de los aceites de linaza y de nuez. Esta innovadora técnica proporcionaba colores más brillantes y además facilitaba la pintura por capas y los retoques. Los temas eran fundamentalmente religiosos, pero con frecuencia se fundía lo sacro y lo cotidiano en el siguiente sentido: Los personajes sagrados aparecen en los ambientes cotidianos de la época, familiarizándose con las casas y paisajes de la burguesía flamenca, así como con los vestuarios de los santos y personajes de la obra. Los objetos y detalles de ese mundo cotidiano encierran a menudo un significado simbólico de carácter religioso. Por otra parte, el espíritu individualista y el afán burgués se refleja en que quienes encargaban las obras se representaban junto a personajes sagrados casi del mismo tamaño, lo que terminaría por desembocar en el retrato, como nuevo género pictórico. En cuanto a los rasgos formales o características, se pueden destacar: Un acentuado realismo. Un minucioso detallismo, con un dibujo muy preciso, representando cualquier elemento por pequeño que fuera. Marcado interés por lo anecdótico o secundario: pequeños objetos, animales, etc., que reciben un tratamiento exquisito. Gusto por el paisaje, a través de una ventana, mirador o simplemente abierto con una ciudad al fondo perfectamente divisable. Combinación entre luz y color para dotar de volumen a las figuras y los objetos y de profundidad al espacio representado. Sentido narrativo de la composición. En realidad, los pintores flamencos consiguieron una fiel imitación de la realidad mediante la observación directa y atenta de la realidad, acorde con las nuevas leyes del Renacimiento que propugnaban el estudio teórico y científico de la perspectiva. HUBERT Y JAN VAN EYCK. Políptico del Cordero Místico. s. XV. En la primera mitad del siglo XV trabajaron los hermanos Hubert y Jan Van Eyck en la Catedral de San Bavon de Gante. Hubert murió cuando estaba realizando el Políptico, obras que había sido encargada por un regidor de Gante para una capilla de la catedral. La terminó Jan Van Eyck en 1432. 14 Se trata de una serie de tablas, doce, divididas en dos pisos, en las que se desarrolla todo un programa iconográfico complejo, inspirado en el Apocalipsis, lleno de referencias religiosas difíciles de descubrir e interpretar. El donante y su mujer aparecen retratados en la cara exterior de las puertas, reflejando ese afán de perpetuarse a través del arte que caracterizaba a la nueva mentalidad burguesa. En el piso superior de la tabla central se representa a Cristo en Majestad flanqueado por la Virgen y San Juan (tema bizantino de la Deesis) y en las tablas laterales, a Adán y Eva en los extremos, y a ángeles cantores y músicos. En el piso inferior, el centro lo ocupa el tema principal: la Adoración del Cordero Místico, en un fondo de paisaje que se continúa en las cuatro tablas laterales, donde se personifican las virtudes cardinales. A la izquierda, la justicia representada por jueces y la fortaleza por caballeros; a la derecha, la templanza simbolizada por ermitaños y la prudencia por peregrinos precedidos por el gigante San Cristóbal, patrón de los viajeros. Respecto a sus rasgos formales, es preciso fijarse en: La minuciosidad con que se representan todos los elementos. El extraordinario tratamiento de las telas. La importancia del paisaje de la naturaleza como elemento unificador y la profundidad desde un punto de vista elevado para dar cabida a la multitud. La técnica del óleo que aporta el brillo de los colores. El juego de las luces y de las sombras, siempre hacia la izquierda, en correspondencia con la luz real de la capilla donde se habría de situar el políptico, iluminada por ventanales localizados a la derecha. El Matrimonio Arnolfini. 1434. s. XV. Es un retrato de boda de una familia de mercaderes y hombre de negocios de origen italiano, pintado por Jan Van Eyck. Por primera vez se pinta una escena íntima de carácter privado, en la habitación del propio matrimonio. El detallismo y el simbolismo inundan la habitación. Se trata de una representación simbólica del sacramento del matrimonio. La escena discurre en el interior de la cámara nupcial. El esposo coge suavemente la mano de su esposa al tiempo que levanta la derecha en actitud solemne. Al fondo aparece un espejo convexo que revela la presencia de dos personajes más en la habitación: el propio pintor y posiblemente un testigo. Este juego visual implica al mismo espectador en la escena y le convierte también en testigo del enlace. Sobre el espejo aparece una frase del pintor: “Jan Van Eyck estaba allí”, como testigo también del acto. El tema de los espejos ya empieza a ser utilizado y será un elemento de juego muy utilizado desde el siglo XV al XVIII, en función de las experimentaciones científica de la óptica que comienzan a ensayarse: cajas negras, lentes y espejos. El mismo espejo, aquí, sirve como punto de fuga y convergencia de la vista del espectador. Por otro lado, aparece toda una serie de detalles y objetos simbólicos: la lámpara está especialmente trabajada, con toda serie de detalles; la presencia del perro, simboliza la fidelidad; la manzana de la ventana, que alude al estado de inocencia antes del pecado original; la pequeña estatua de Santa Margarita, patrona del parto, en el cabecero de la cama; y los pies descalzos, que simbolizan el vínculo sagrado con el hogar. El mismo marco del espejo apare e decorado con escenas de la Pasión. ROGER VAN DER WEYDEN. s. XV. Descendimiento de la Cruz. s. XV. Se trata de la tabla central de un tríptico del que no se conservan las puertas laterales que pintó Van der Weyden antes de 1435, año en que se estableció en Bruselas, para la capilla que la Cofradía de los Ballesteros tenía en una iglesia de la ciudad de Lovaina. 15 Simula ser un grupo escultórico en un marco espacial de fondo dorado, lo que justifica la ausencia de paisaje y concentra la atención en el asunto y las expresiones de los personajes. Además del detallismo y el tratamiento de las telas y carnaciones, destaca esta obra por su magnífica composición, en la que un abigarrado grupo de personajes se desenvuelven con naturalidad en un reducido espacio. Es reseñable el juego de líneas compositivas: las figuras de los extremos engloban todo el conjunto, en cuyo centro destacan las figuras de Cristo y la Virgen, que coinciden en su postura curvilínea y resumen todo el dolor de la escena. EL BOSCO. El Jardín de las delicias. s. XV. El Bosco, Hieronymus van Aeken Bosch (1450-1516), es el pintor flamenco más original y creó un gran interés en Felipe II. En su pintura el contenido es más importante que la forma, por lo que su estilo es más bien arcaico y contrasta con los otros pintores flamencos. Sus temas so alegoría de múltiples alegorías y significados, ya que parecen guardar relación con ideas alquímicas, sectas ocultas y supersticiones. Se ha pretendido interpretar su obra como una crítica irónica y burlona de los vicios y corrupciones de la época. Su imaginación no tiene límites en la creación de formas fantásticas y extrañas que funden lo humano con los mundos vegetal, animal y mineral, en claro precedente surrealista. Sus paisajes están ejecutados desde un punto de vista muy alto, los que le permite dispones de un amplio espacio para infinitud de escenas y detalles. Este tríptico es una de sus mejores realizaciones. En la tabla izquierda se representa la creación de Adán y Eva por Dios, en un paisaje dominado por la Fuente de la Vida. Cerca de Eva merodean conejos, sapos y culebras, que probablemente simbolizan el pecado que se avecina. En la tabla central, conocida como el Jardín de las Delicias, se despliega una multitud de figuras desnudas y firmas insólitas queparece una exaltación del amor libre y los placeres carnales, simbolizados en las fresas y los madroños que todos comen, buscan o se pasan. Algunos interpretan el lago de la zona superior como el estanque de la Lascivia, con la fuente del Adulterio en su centro. La tabla derecha parece representar un inquietante infierno en el que tiene cabida todo tipo de torturas y horrores, con un rostro en el centro, tal vez, para algunos, el autorretrato del pintor. Las interpretaciones son casi tan numerosas como elementos extraños contiene la obra. La más extendida considera este tríptico considera como una sátira moralizante: el hombre al incurrir en el pecado original abandona el Paraíso para caer en todo tipo de vicios y excesos cuyo desenlace no puede ser otro que las torturas del infierno. No faltan, sin embargo, otras interpretaciones como la que relaciona el contenido de esta obra con la secta herética de los Adamitas o Hermanos del Libre Espíritu, partidarios de un retorno a la pureza anterior al pecado original, por lo que defendían una total libertad sexual para librarse de la opresión del cuerpo y alcanzar la independencia del alma. LA PINTURA HISPANO-FLAMENCA. A mediados del siglo XV se introdujo en España la influencia flamenca con sus innovaciones en el plano formal: detallismo, óleo, interés paisajístico. Llegó a través de las numerosas obras que se importaron de aquellos territorios, pero también con la presencia de artistas flamencos en España y en otros casos mediante la formación de españoles en centros de producción flamencos. LUIS DALMAU. Virgen de los Consellers. s. XV. El estilo hispano-flamenco se inició en la Corona de Aragón con el pintor de origen valenciano Luis Dalmau, muerto en Barcelona en 1462, que viajó a Flandes entre 1431 y 1436, donde conoció la pintura de Jan Van Eyck. Su obra más conocida es ésta de la Virgen de los Consejeros de 1445 y fue encargada por el Consell de la ciudad de Barcelona. Refleja claramente la influencia de Van Eyck en detalles como los ángeles cantores, el sitial de la Virgen o el pavimento del suelo. Destacan en particular los retratos de los cinco consejeros entre las figuras de Santa Eulalia y San Andrés y la arquitectura gótica con paisaje al fondo. 16 BARTOLOMÉ BERMEJO. Santo Domingo de Silos. s. XV. Bartolomé Bermejo, de origen cordobés, es, sin embargo, el más alto representante de la escuela aragonesa. Con otros artistas realizó el retablo de Santo Domingo de Silos en 1474 para la localidad zaragozana de Daroca. Obra suya es la gran tabla central, pieza magistral del gótico hispano-flamenco, que representa al santo benedictino entronizado como abad y rodeado de las siete virtudes. Se trata de una pintura sobre tabla que combina las técnicas del temple y del óleo. Destacan la minuciosidad de los detalles y el perfecto modelado del rostro del santo de gran realismo. Bermejo utiliza aquí recursos medievales, casi bizantinos, como los fondos de oro, con relieves, estofados y especialmente el hieratismo y la frontalidad. FERNANDO GALLEGO. Piedad. s. XV. Es el pintor más representativo del Gótico final en Castilla y León. Su principal fuente de inspiración fue Van der Weyden, del que tomó su dramatismo y expresividad, como se aprecia claramente en la Piedad, la Virgen Madre con su Hijo en brazos descendido de la cruz, de. Está pintada al óleo y los donantes, como diferencia de la pintura flamenca, son de menor tamaño que la Virgen y Cristo, que tampoco presentan proporciones muy correctas. Destaca, sin embargo, la calidad del paisaje del fondo.
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