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MIRAÑA

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CARACTERIZACIÓN DE LA CACERÍA DE SUBSISTENCIA EN LA 
COMUNIDAD INDÍGENA MIRAÑA PARQUE NACIONAL NATURAL
CAHUINARÍ, AMAZONAS, COLOMBIA
ADRIANA YEPES GUZMÁN
TRABAJO DE GRADO 
Presentado como requisito parcial
Para obtener el titulo de
BIÓLOGA
CLARA SOLANO
Director
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA 
FACULTAD DE CIENCIAS
CARRERA DE BIOLOGÍA
Bogotá D.C.
Julio 2002
1
CARACTERIZACIÓN DE LA CACERÍA DE SUBSISTENCIA EN LA 
COMUNIDAD INDÍGENA MIRAÑA PARQUE NACIONAL 
NATURAL CAHUINARÍ, AMAZONAS COLOMBIA
ADRIANA YEPES GUZMÁN
APROBADO
______________________________________
 Dr. CLARA SOLANO
Coordinadora del Proyecto Andes Tropicales
Fundación Natura
Directora
______________________________________
Dr. Fabio Gómez
Profesor 
Pontificia Universidad Javeriana
Codirector
______________________________________
Dr. Hugo López
Profesor 
Instituto de Ciencias Universidad Nacional
Jurado
2
______________________________________
Dr. Germán Jiménez
Profesor 
Pontificia Universidad Javeriana 
Jurado
______________________________________
Dra. ANGELA UMAÑA
Decano Académico de la Facultad de Ciencias
Pontificia Universidad Javeriana 
______________________________________
Dra. LUZ MERCEDES SANTAMARÍA
Directora Carrera de Biología
Pontificia Universidad Javeriana
3
NOTA DE ADVERTENCIA
Artículo 23 de la Resolución Nº 13 de Julio de 1946: “ La Universidad no se hace responsable por los 
conceptos emitidos por los alumnos en sus tesis de grado”.
4
AGRADECIMIENTOS
Primero que todo le doy gracias a Dios y a mi familia por el apoyo que siempre me 
han brindado y por su ayuda en los momentos difíciles. A mi papá, mamá y hermana 
les doy las gracias por las cartas y llamadas que me alegraron tanto en aquellos 
momentos de soledad y nostalgia por encontrarme lejos de las personas a las que 
amo. 
A la Fundación Natura y en especial a la Doctora Clara Solano, directora del trabajo, 
por haberme permitido vivir esta maravillosa experiencia al conocer uno de los 
lugares más hermosos de Colombia con su gente tan especial. A ella agradezco la 
confianza que siempre demostró tenerme, el apoyo, la ayuda y toda la información 
brindada durante la realización de este proyecto. También le doy mi más sincero 
agradecimiento a la Doctora Rocio Polanco jefe del programa conservación y manejo 
de fauna de la Fundación Natura por su confianza en el proyecto y por haber 
financiado por medio de Mac-artur los gastos del mismo, ella siempre fue un 
constante apoyo. 
Quiero expresar además mi agradecimiento a Javier Castiblanco un gran amigo que 
me apoyó y ayudó en la elaboración del documento, aclarando muchas dudas, 
proporcionándome información y animándome siempre a continuar. Igualmente a 
Francisco Rodríguez quien siempre estuvo a mi lado y su apoyo y ayuda siempre fue 
incondicional. 
5
A todos los funcionarios del Parque Cahuinarí, Rene, Ines, Salomón, Jesús y en 
especial a Mara Contreras y Edgar Castro pues gracias a ellos en la reunión realizada 
con la comunidad se logró dar luz verde al proyecto. Gracias a ellos por todo lo que 
me enseñaron, por recibirme como a una amiga y por los momentos agradables que 
compartimos. 
A toda la comunidad Miraña por esa gran acogida, por su amabilidad, por todas esas 
tardes en que compartimos grandes cosas como los juegos de micro y baloncesto, las 
muchas charlas que tuvimos, las fiestas tradicionales en las que aprendí mucho de su 
cultura. 
En especial a las familias de Andrea Miraña, María Miraña, Dario Perea y Alcibiades 
Miraña quienes me acogieron como a una hija en sus casas y de manera desinteresada 
me brindaron compañía, alimento y momentos de felicidad. Gracias a ellos nunca me 
sentí como una extraña. En especial a Doña María y a Doña Andreita quienes fueron 
como madres para mi y su ternura y comprensión nunca me harán olvidarlas. 
Finalmente a todo el grupo cazadores que colaboraron desinteresadamente en la toma 
de los datos. Muy especialmente a Antonio Godoy y Ricardo Miraña por permitirme 
ir de rebusque con ellos al Cahuinarí pues tuve la oportunidad de ir a un salado y ver 
dantas. Finalmente Ivan Miraña quien fue la persona que más me apoyó y con quien 
fuimos de rebusque al Cahuinarí a alumbrar borugo y babilla y a cazar paujil y 
gallineta. A él lo considero un gran amigo y una persona muy valiosa. 
6
TABLA DE CONTENIDO
Pag.
AGRADECIMIENTO v
LISTA DE FIGURAS x
LISTA DE TABLAS xiii
LISTA DE ANEXOS xiv
RESUMEN xv
1. INTRODUCCIÓN 1
2. REVISIÓN DE LITERATURA 4
2.1. ANTECEDENTES DE LAS INVESTIGACIONES 4
 REALIZADAS EN CACERÍA.
2.2. ÁREA DE ESTUDIO. 12
2.2.1. Localización y características generales de la región amazónica. 12
2.2.2. Descripción del área de estudio. 14
2.2.2.1 Ubicación Geográfica PNN Cahuinarí. 14
2.2.2.2. Geología. 16
2.2.2.3. Suelos. 17
2.2.2.4. Clima. 18
2.2.2.5. Hidrología. 19
2.2.2.6. Formaciones Vegetales y Flora. 20
2.2.2.7. Fauna. 22
2.2.3. Población Humana dentro del área. 23
7
2.2.3.1. Contexto histórico cultural. 23
2.2.3.2. Contexto actual de los Miraña – Bora. 26
2.2.3.2.1 Economía. 26
2.2.3.2.2 Organización sociopolítica de la comunidad. 28
3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN 34
3.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA. 34
3.2. JUSTIFICACIÓN. 34
4. OBJETIVOS 37
2.3. OBJETIVO GENERAL 37
4.2. OJETIVOS ESPECÍFICOS 37
5. MATERIALES Y MÉTODOS 38
5.1. ETAPA PREVIA DE CONCERTACIÓN CON LAS
 COMUNIDADES Y SOCIALIZACIÓN DE LA PROPUESTA. 38
5.2. ESPECIES COSECHADAS 38
5.2.1. Frecuencia de Cacería. 40
5.2.2. Biomasa. 41
5.2.3. Tasa de Aprovechamiento y consumo de carne. 42
5.2.4. Intensidad y Eficiencia. 43
5.2.5. Distribución mensual de la cacería. 44
5.3. MÉTODOS Y TÉCNICAS DE CAZA 44
5.4. ÁREAS DE CACERÍA 45
5.5. USOS Y PERCEPCIÓN. 46
5.6. CARACTERÍSTICAS Y CONDICIONES DE VIDA
8
DE LOS CAZADORES. 47
6. RESULTADOS 48
6.1. ESPECIES COSECHADAS 48
6.1.1. Frecuencia de Cacería. 48
6.1.2. Biomasa. 53
6.1.3. Tasa de Aprovechamiento y consumo de carne. 56
6.1.4. Intensidad y Eficiencia. 58
6.1.5. Distribución mensual de la cacería. 64
6.2. MÉTODOS Y TÉCNICAS DE CAZA 66
6.3. ÁREAS DE CACERÍA 74
6.4. USOS Y PERCEPCIÓN. 83
6.5. CARACTERÍSTICAS Y CONDICIONES DE VIDA
DE LOS CAZADORES. 90
7. DISCUSIÓN 93
7.1. ESPECIES COSECHADAS 93
7.1.1. Frecuencia de cacería y biomasa. 93
7.1.2. Tasa de Aprovechamiento y consumo de carne. 98
7.1.3. Intensidad y Eficiencia. 102
7.1.4. Distribución mensual de la cacería. 104
7.2. MÉTODOS Y TÉCNICAS DE CAZA 106
7.3. ÁREAS DE CACERÍA 109
7.4. USOS Y PERCEPCIÓN. 113
7.4.1. Percepción 113
9
7.4.2. Usos 121
7.5. CARACTERÍSTICAS Y CONDICIONES DE VIDA
DE LOS CAZADORES. 124
8. CONCLUSIONES 126
9. RECOMENDACIONES 131
10. LITERATURA CITADA. 133
11. ANEXOS 141
LISTA DE FIGURAS Pag
Figura 1. Ubicación geográfica del Parque Nacional Natural Cahuinarí 15
Figura 2. Asentamientos ubicados dentro del área del Parque 
Nacional Natural Cahuinarí incluidas las cabañas del Parque 29
Figura 3. Comunidad de San Francisco y Solarte 32
Figura 4. Comunidad Las Palmas 32
Figura 5. Comunidad Puerto Remanso del Tigre 33
Figura 6. Comunidad de Mariapolis 33
Figura 7. Paujil una de las especies de aves más cosechada durante el estudio 51
Figura 8. Entre los reptiles la babilla negra es apreciada por su rico sabor 51
Figura 9. Tortuga taricaya una de las especies más cazadas durante el estudio 51
Figura 10. Porcentaje de cacería y número de individuos según 
grupo taxonómico 52
Figura 11. Especies más cazadas con número de individuos y porcentajes 
de cacería 52
10
Figura 12. Biomasa aportada por grupo taxonómico 53
Figura 13. Especies con mayor porcentaje de biomasa e individuos capturados 54
Figura 14. La Danta (Tapirus terrestris)fue la especie que más biomasa 
aportó a los retornosde caza (32.8%) 54
Figura 15. Relación entre intensidad y eficiencia para cada una de las 
comunidades trabajadas durante los cuatro meses de estudio 59
Figura 16. Relación entre intensidad y eficiencia para las especies 
con cacería dirigida 62
Figura 17. Porcentaje de biomasa e individuos capturados para los cuatro 
meses de estudio 64
Figura 18. Distribución de mensual de la fauna cosechada 
para cada grupo taxonómico 65
Figura 19. El arco y flecha fue el segundo tipo de arma más utilizado 68 
Figura 20. Porcentaje de individuos cazados según el tipo de arma 
utilizado para la cacería 68
Figura 21. Número de individuos, para las 9 especies más cazadas, 
cosechados con los diferentes tipos de armas 69
Figura 22. La escopeta y la conoa fuero muy utilizados para la captura
de la mayoría de las especies cosechadas 70
Figura 23. % de número de individuos y biomasa para cada técnica empleada 71
Figura 24. Individuos por grupo taxonómico cosechados por las diferentes
técnicas 72
11
Figura 25. Individuos cosechados por técnica utilizada para 
las 9 especies más cazadas 73
Figura 26. Bocana río Cahuinarí 74
Figura 27. Río Caquetá sitio de desplazamiento y de cacería para los Miraña 75
Figura 28. Bosque de rebalse a orillas del río Cahuinarí 75
Figura 29. Porcentajes de biomasa y numero de individuos capturados 
en los espacios de uso más importantes 77
Figura 30. Individuos capturados por grupo taxonómico en los diferentes
espacios de uso 78
Figura 31. Número de individuos para las nueve especies más cazados 
capturados en los diferentes espacios de uso 79
Figura 32. Análisis de correspondencia entre los tipos de hábitat y 
las especies más cazadas 81
Figura 33. Mapa con los sitios de cacería para las cuatro comunidades Miraña
 traslapadas con PNN Cahuinarí 82
Figura 34. Carne que consumen los cazadores de la comunidad indígena 
Miraña según las 36 encuestas realizadas 84
Figura 35. Razones para ir de rebusque o cacería según las 36 encuestas 
realizadas a los cazadores de la comunidad indígena Miraña 84
Figura 36. Delfines en colmillo de puerco tallado por los Miraña 85
Figura 37. Porcentaje de numero de individuos y biomasa por categoría de uso 88
Figura 38. Puerco de monte recién nacido capturado como mascota 89
Figura 39. Vivienda típica de los Miraña 92
12
Figura 40. Porcentaje de cazadores según el número de presas capturadas 92
LISTA DE TABLAS.
Tabla 1. Especies cosechadas durante los meses de estudio en número 
de individuos y biomasa 49
Tabla 2. Porcentajes de biomasa para todas las especies de mamíferos cosechas 55
Tabla 3. Porcentajes de biomasa para las especies de aves 56
Tabla 4. Porcentaje de biomasa para las especies de reptiles 56
Tabla 5. Tasa de aprovechamiento y consumo promedio de carne 
por persona para cada comunidad 58
Tabla 6. Intensidad (Horas de esfuerzo / Numero de cazadores)/mes 
y eficiencia (kilogramos / horas de esfuerzo) para las cuatro comunidades 59
Tabla 7. Homogeneidad entre los sitios con respecto a la eficiencia 60
Tabla 8. Homogeneidad entre los sitios con respecto a la intensidad 61
Tabla 9. Numero de individuos, faenas, duración, intensidad y eficiencia para 
las especies con cacería dirigida capturadas durante la época de estudio 61
Tabla 10. Homogeneidad entre los especies con cacería diriguida con 
respecto a la eficiencia 63
Tabla 11. Homogeneidad entre los especies con cacería dirigida con 
respecto a la eficiencia 63
Tabla 12. Captura mensual para las especies más cazadas durante el estudio 66
Tabla 13. Tipos de armas utilizados, descripción 67
Tabla 14. Número de individuos por grupo taxonómico cosechados por 
13
los diferentes tipos de armas 69
Tabla 15. Técnicas utilizadas para la cacería, numero de individuos 
porcentaje, biomasa y porcentaje en biomasa para cada técnica empleada 71
Tabla 16. Hábitats utilizados para la cacería 76
Tabla 17. Especies consideradas como dañinas por los cazadores 87
Tabla 18. Animales según grupo taxonómico cosechados para las 
distintas categorías de uso por la comunidad indígena Miraña. 89
LISTA DE ANEXOS.
Anexo 1. Cartilla ilustrativa para facilitar a los cazadores la toma de los datos 141
Anexo 2. Ejemplo del cuaderno para la toma de datos 
(Fotografía y Formato de caza) 157
Anexo 3. Matriz utilizada para procesar los datos de los registros de cacería 158
Anexo 4. Encuesta de uso y percepción de fauna cinegética 160
Anexo 5. Matriz utilizada para procesar los datos de las encuestas 
sobre uso y percepción 161
Anexo 6. Encuesta características y condiciones de vida de los cazadores 163
Anexo 7. Matriz utilizada para procesar los datos de las encuestas sobre 
características y condiciones de vida de los cazadores 164
Anexo 8. Compararación de varios estudios en porcentaje de individuos 
y biomasa cosechada para mamíferos, aves y reptiles 166
Anexo 9. Tasas de aprovechamiento en cuatro estudios realizados en 
la Amazonía Colombiana para mamíferos, aves y reptiles 167
14
RESUMEN
En este estudio se caracterizó la cacería de subsistencia efectuada por la comunidad 
indígena Miraña que traslapa su territorio tradicional con el Parque Nacional Natural 
Cahuinarí en el área del bajo Caquetá en la Amazonia colombiana. El trabajo tuvo 
como fin identificar las especies cosechas (capturadas) en número de individuos y 
biomasa, los métodos y técnicas utilizados por los indígenas, la localización de las 
áreas de cacería, los usos y percepción de la fauna cinegética, y establecer algunas 
características y condiciones de vida de los cazadores. 
La fase de campo se realizó durante los meses de abril a agosto del 2001, en el primer 
mes se realizó la concertación con las comunidades y el Parque Cahuinarí, dándose a 
conocer la metodología a realizar, la cual básicamente consistía en cuadernos con 
fotografías a color de las especies cinegéticas acompañado de formatos para anotar 
las variables del estudio; metodología que resulto ser muy útil y fácil de entender por 
los cazadores. Durante los cuatro meses posteriores se llevaron los registros de caza 
contando con la participación directa de los cazadores de la comunidad, quienes con 
la ayuda del investigador tomaron los datos de las presas capturadas. Se registraron 
un total de 30 especies cosechadas y 221 individuos entre mamíferos, aves, reptiles y 
anfibios; siendo el grupo de los mamíferos el más representativo tanto en número de 
especies como en número de individuos capturados y biomasa aportada. Las especies 
más cazadas fueron Agouti paca, Podocnemis expansa y Dasyprocta fuliginosa en su 
orden. 
15
Se estableció que el uso de armas tradicionales ha sido reemplazado por armas como 
la escopeta y que la cacería efectuada por la comunidad es básicamente de consumo 
(mas del 80% de individuos fueron destinados para este fin). En general, las faenas se 
realizan en cercanía a los asentamientos y sobre todo en sitios cercanos a cuerpos de 
agua como ríos, quebradas y quebradones.
16
1. INTRODUCCIÓN
La cacería de subsistencia es una actividad realizada por muchas comunidades del 
neotrópico. Sin embargo los patrones pueden variar de una comunidad a otra, 
dependiendo de la disponibilidad de recursos, aspectos culturales y circunstancias de 
tipo biológico. Por tanto el estudio de cacería debe abordarse a partir de lo local 
(Jorgenson 1993) de tal forma que se tengan datos tanto de las poblaciones de fauna 
silvestre implicadas como del contexto en el cual los pobladores hacen uso de ella.
Para los grupos indígenas la cacería es una actividad principalmente de subsistencia 
que puede presentar patrones estacionales y que constituye la principal fuente de 
proteína animal (Redford & Robinson 1991). Los animales también pueden ser 
utilizados como mascotas, comercio o utilizados para hacer herramientas o artes 
manuales y ornamentos con sus huesos, dientes y garras, mientras que otras partesdel 
cuerpo pueden ser utilizadas para fines rituales y medicinales (Jorgenson 1993).
El mal manejo de estos recursos faunísticos puede estar causando un impacto 
negativo sobre las especies silvestres sometidas a presión de cacería por indígenas y 
colonos en el Neotrópico pues a pesar de que la cacería de subsistencia se ejerce de 
forma selectiva sin alterar sustancialmente el hábitat natural, en algunas ocasiones ha 
contribuido al empobrecimiento de la fauna en extensas regiones amazónicas 
(Andrade et al. 1990). Este problema puede agravarse cuando las especies tienen 
valor comercial. La comercialización local de productos de caza es un aspecto poco 
17
documentado pese a que es un hecho bastante generalizado (Redford & Robinson 
1991). 
Es por tanto de gran importancia evaluar la actividad de caza analizando la intensidad 
con que cada comunidad practica las actividades de subsistencia, dependiendo del 
estado de su territorio de uso, de la específica historia cultural, tradiciones y oferta 
ambiental que cada ecosistema les brinda, determinando así la cantidad de recurso 
que cada una consume y haciéndose necesario realizar estudios sobre el manejo de 
estos. 
El estudio tiene como objetivo evaluar la cacería de subsistencia en cuatro 
comunidades de la etnia Miraña – Bora (San Francisco, Solarte, Remanso y 
Mariapolis) que se traslapan con el Parque Nacional Natural Cahuinarí. Dicha 
evaluación es de gran importancia pues los Miraña manejan su territorio con 
elementos de su conocimiento tradicional, extrayendo fauna silvestre sin conocer los 
efectos que ejercen sobre las poblaciones naturales de fauna y a la vez, poniendo en 
riesgo su consumo para el futuro al disminuir la cosecha de las mismas. 
Este estudio se realizó durante los meses de Abril a Agosto del 2001. Durante el 
primer mes se realizó la concertación con las comunidades y en una reunión 
efectuada el 28 de Abril se dio a conocer los objetivos, finalidad y metodología a 
emplear. La toma de datos se empezó a realizar el primero de Mayo y concluyo el 30 
de Agosto contando con la participación directa de un grupo de 40 cazadores quienes 
18
con la ayuda del investigador llevaron los registros de cacería en un cuaderno 
previamente entregado que contenía fotos a color de las especies que podrían ser 
cazadas y formatos de eventos de caza (Anexo 1).
Los resultados de esta investigación pretenden aportar información que sirva como 
insumo para la formulación e implementación del plan de manejo territorial de los 
recursos naturales construido por la comunidad Miraña con la participación de la 
Unidad de Parques Nacionales de Colombia y la Fundación Natura. Pues es 
importante mencionar que los indígenas son autónomos sobre su territorio tradicional 
y por tanto son ellos los encargados de su manejo y de crear las posibles soluciones 
respecto al uso que se les debe dar a los recursos naturales. 
Por tanto el resultado de este trabajo y de estudios futuros que se desarrollen sobre 
este tema en el área resultarán de gran valor para la formulación de propuestas de 
manejo del recurso de fauna silvestre cinegética.
19
2. REVISIÓN DE LITERATURA
2.1. ANTECEDENTES DE LAS INVESTIGACIONES REALIZADAS EN 
CACERÍA.
El estudio sobre la biodiversidad y la cacería de subsistencia han tomado un papel 
relevante en la conservación y sustentabilidad de los recursos naturales en el 
Neotrópico (Jorgenson, 1996). Lo cual es de vital importancia pues en América 
Latina principalmente en los trópicos los animales silvestres son fundamentales para 
la supervivencia de los seres humanos pues son la única fuente alimentaria que 
proporciona proteínas en la dieta de muchos grupos indígenas (Redford, 1992).
Los animales cazados no solo son utilizados para consumo también se utilizan como 
mascotas, aunque algunas veces son criados para luego comérselos, venderlos a 
zoológicos (Jorgenson 1993) o usarlos para hacer herramientas, artes manuales y 
ornamentos con sus huesos, dientes y garras, mientras que otras partes del cuerpo son 
utilizadas para fines medicinales y rituales. Otro de los usos que se les da a los 
animales es el de comercializar productos como las pieles, cueros y plumas que se 
utilizan para la confección de muchos artículos (Jorgenson 1993 & Jorgenson 1995).
En el Neotrópico se han realizado varios estudios sobre cacería los cuales muestran 
gran variedad en la composición de especies y las tasas de extracción como lo 
reportaron Robinson y Redford (1987) en un estudio comparativo para 16 
20
comunidades indígenas y 6 comunidades de colonos en bosques tropicales de 
Paraguay y Perú. Ellos encontraron que para las comunidades indígenas los 
mamíferos fueron el grupo con mayor recolección seguido de las aves y los reptiles. 
Para los colonos el porcentaje de captura fue más alto en mamíferos y en reptiles. 
Esto evidencia las diferencias que existen entre estos dos tipos de comunidades ya 
que culturalmente los colonos buscan beneficios económicos al cazar y por ello 
prefieren mamíferos que representan un mayor aporte en carne, mientras que los 
indígenas cazan para suplir sus necesidades alimenticias y por tanto no le dan mucha 
importancia al tamaño de sus presas. Este estudio también muestra la importancia de 
tomar decisiones basadas en la información sobre el uso local de los recursos ya que 
cada uno de los casos debe entenderse dentro de su propio contexto aunque presenten 
rasgos similares. 
En un estudio realizado por Vickers (1984) en el cual hizo una comparación de 12 
trabajos: ocho en comunidades indígenas y cuatro en comunidades mestizas de 
Colombia, Ecuador, Paraguay y Venezuela, analizando los componentes de fauna y el 
beneficio para las comunidades, encontró que para ambos grupos los Mamíferos 
fueron más frecuentemente capturados (64 – 74 %), seguido por las aves (21-33%) y 
reptiles (3 – 5 %); el aporte de los mamíferos a la captura es aún mayor cuando se 
considera su contribución en peso (mamíferos: 91 – 92 %, aves: 4 – 6 % y reptiles: 3 
– 4 %). 
21
Jorgenson (1993) realizó un estudio de la cacería de subsistencia por indígenas Mayas 
en Quintana Roo, México por un periodo de 17 meses y determinó que cazaban 
exclusivamente mamíferos (66%) y aves (34%). Registrándose ocho especies de 
mamíferos y 4 de aves. Entre los mamíferos más cazados esta el coati o guache 
(Nasua nasua), la ardilla de bolsillo (Orthogeomis hispidus) y finalmente el borugo 
(Agouti paca). En las aves se observó una alta frecuencia para la chachalaca común 
(Ortalis vetula).
Bodmer (1994) estimó la sostenibilidad de la caza comparando la tasa de extracción 
con la productividad y la producción de una especie dada, En la reserva comunal 
Tamshiyacu – Tahuayo, situada en el norte del Perú. Encontrando que en un año se 
cosecharon 1278 mamíferos con una biomasa aproximada de 22136 Kilogramos en 
un área de 500 Km2. Los ungulados representaron el 78% de la biomasa total.
Suárez et al (1995) realizaron un estudio por un periodo de un año en el que 
analizaron la cacería de pequeños mamíferos pequeños por dos grupos étnicos al 
noroeste del Ecuador. Estos dos grupos emplean trampas para la cacería y en total se 
obtuvieron 857 individuos capturados pertenecientes a siete especies de roedores y 
cuatro de marsupiales. Siendo el ratón de monte (Proechimys semispinosus) la 
especie que represento más del 50% del total animales capturados.
Townsend (1996) trabajó en el aprovechamiento de fauna silvestre y acuática por los 
indígenas Sirionó en Bolivia. En un año fueron capturados 2303 animales de los 
22
cuales losmamíferos fueron los más frecuentemente cazados (77%), seguido de los 
reptiles (14%) y por último las aves con solo un 7%. Al considerar los kilogramos de 
biomasa extraída, los mamíferos aportaron el 93%, los reptiles un 6% y las aves tan 
solo un 1%.
Leaños & Cuellar (2000) realizaron un monitoreo de la cacería en 23 comunidades 
Izoceñas situadas al Sudeste de la ciudad de Santa Cruz (Bolivia), durante un periodo 
de tres años se registraron 5341 (61%) mamíferos, 3132 (35.8%) aves y 280 (3.2) 
reptiles capturados. Con los cráneos de los animales cazados se pudo deducir que 
existe una mayor presión de caza sobre los adultos y las crías de la especie Mazama 
gouazoubira, mientras que la mayor presión de caza para el Tapirus terrestris se 
ejerce sobre las crías.
Siren et al. (2000) realizaron por cuatro meses una investigación sobre la cacería de 
subsistencia en la comunidad Quichua de Sarayacu (Ecuador), donde de forma 
participativa 14 familias de cinco centro poblados reportaron sus salidas de caza. Los 
resultados de este trabajo muestran que en la zona de estudio especies pequeñas como 
roedores en especial el Borugo y especies de aves pequeñas están siendo 
biológicamente sub-explotadas y cazadas cerca de los asentamientos mientras que 
especies grandes de ungulados son sobre-explotadas y cazadas lejos de los 
asentamientos humanos. 
23
Bodmer et al. (2001) realizaron un estudio de ecología poblacional y de 
sustentabilidad de la cacería de mamíferos en la cuenca del Río Samiria en la 
Amazonia peruana. Dicho estudio se realizó durante tres años y tuvieron en cuenta la 
inundación por estacionalidad, encontrando que existen diferencias en la ecología de 
los mamíferos dependiendo de los efectos extrínsecos de la inundación. También se 
demostró que la mayor frecuencia de cacería se presenta en el periodo de creciente y 
la menor cantidad de caza ocurre durante el periodo seco. Los ungulados fueron el 
grupo más susceptible a la sobrecaza en los bosques inundables.
Estudios de Cacería realizados en Colombia:
Rubio et al. (1996) realizaron un trabajo sobre los conceptos y metodologías para la 
preselección y análisis de alternativas de manejo de fauna de caza con indígenas 
Embera en el Parque Nacional Natural de Utría, en el Chocó colombiano. El trabajo 
se llevó a cabo por la disminución de la fauna cazada en el área del Parque en 
mención, que se encuentra traslapado con tres resguardos indígenas de la etnia 
Embera. La danta (Tapirus bairdii), el mono araña (Ateles fusciceps), el mono 
aullador (Alouatta palliata) y el puerco de monte (Tayassu pecari) principalmente, 
son las especies más predilectas para la caza, por lo que la escasez de estas ha 
afectado la alimentación de los Embera y la interrupción de importantes procesos 
ecológicos. El proyecto se realizó en varias etapas, las cuales tenían como objetivo 
principal encontrar alternativas de manejo de fauna que garantizaran la caza que los 
Embera necesitan sin afectar el equilibrio del Parque Nacional Natural Utría.
24
En el Amazonas también se han realizado diversos trabajos sobre cacería en 
diferentes comunidades indígenas, como es el caso de Campos (1987) con su trabajo 
“Aspectos etnozoológicos relacionados con la actividad de la caza de los indígenas 
Ticuna, San Martín de Amacayacú (Amazonas)”. En él se describió las actividades de 
caza por parte de los cazadores, las jornadas de cacería, se identificó los animales 
cazados y los lugares en donde estos fueron capturados, siendo los mamíferos el 
grupo más cazado del total de los animales cosechados, principalmente en bosque 
primario. 
Bedoya (1997), quien también trabajó con los indígenas Ticuna, pero de la 
comunidad de Buenos Aires, Amacayacú, identificó los patrones de cacería en dicha 
comunidad. Los mamíferos fueron los animales más cazados por los indígenas 
Ticuna, aportando la mayor cantidad de especies, número de individuos y peso. 
Sarmiento (1998) realizó una caracterización de los patrones de cacería durante un 
año en la comunidad indígena Andoque y en el asentamiento de Puerto de Santander 
en la región de Araracuara, medio Río Caquetá (Amazonas), en el que se registraron 
765 animales capturados pertenecientes a 78 especies. De los cuales, 463 animales 
fueron mamíferos y aportaron 16087.1 Kg, 126 fueron reptiles y aportaron 1018.3 Kg 
y 104 aves que aportaron 98.1 kg al peso total cosechado.
25
De la Hoz (1998) también trabajo en el asentamiento de Puerto Santander y la 
comunidad Andoque realizando además el estudio de anfibios, crustáceos , insectos y 
huevos que aportaron un 3.7% de biomasa, los mamíferos el 60.5%, los reptiles 
21.2% y las aves 13.6% de biomasa.
En la región Andina colombiana, Castellanos (1999) realizó un trabajo sobre el 
“Diagnóstico del uso de la fauna silvestre y la cacería en algunos sectores 
pertenecientes a la zona de influencia del Santuario de Flora y Fauna de Guanantá – 
Alto Río Fonce (Santander)”. En él, se caracterizó cualitativa y cuantitativamente el 
uso de la fauna silvestre de la zona y se describieron aspectos socioeconómicos que 
se relacionan con los usos y patrones de caza, estos son diferentes en bosques o áreas 
naturales, ya que dispone de mayor diversidad de especies cosechadas aportando 
mayor proteína animal con menor número de individuos. Por el contrario, en zonas 
con cultivos se enfoca a unas pocas especies cosechando un mayor número de 
individuos con un aporte proteico bajo. 
Lozano & Alvarez (2000), realizaron un estudio cuantitativo y cualitativo de la 
cacería y el consumo de carne de monte por parte de las comunidades indígenas 
Ticuna ubicadas en la zona sur del Parque Nacional Natural Amacayacu (Amazonas, 
Colombia), en un periodo de 5 meses se registraron 141 animales pertenecientes a 28 
especies. El 55.4% de los animales capturados fueron mamíferos, el 35.6% reptiles y 
el 9% aves.
26
Finalmente Zambrano (2001) realizó una caracterización de la cacería de subsistencia 
durante los meses de Junio a Noviembre del 2000 en la comunidad indígena Miraña 
Parque Nacional Natural Cahuinarí, Amazonas (Colombia). Encontrando un total de 
172 individuos cazados pertenecientes a 19 especies. De los cuales 75 fueron 
mamíferos, 13 aves, 65 reptiles y 19 anfibios. Siendo las especies más cazadas 
Podocnemis expansa (charapa) con 36 individuos y Agouti paca (borugo) con 34 
individuos cosechados.
La cacería ha tenido un dramático impacto en la diodiversidad de los bosques 
tropicales de todo el mundo, disminuyendo las poblaciones de animales y en algunos 
casos llevando a las especies a la extinción local (Robinson & Bennett 1993). A pesar 
de esto, los indígenas dependen de la carne de cacería para suplir sus necesidades 
básicas de alimentación. Por lo cual es necesario realizar trabajos relacionados con el 
manejo de fauna silvestre, entre ellos investigaciones en cacería ya que ayudan a dar 
una visión global de lo que está pasando con las poblaciones de fauna silvestre 
presentes en los bosques tropicales. 
27
2.2. ÁREA DE ESTUDIO.
2.2.1. Localización y características generales de la región amazónica.
La amazonía es el sistema fluvial más grande del mundo. Su cuenca comprende más 
de 6.000.000 de Km2 los cuales abarcan parte de los territorios de Brasil, Colombia, 
Bolivia, Ecuador y Perú, constituyendo la más importante reserva existente en el 
mundo y suministrando aproximadamente el 20% de la descarga fluvial del planeta 
(Castaño 1993). 
La amazonía colombiana se encuentra localizada en el sureste del territorio nacional. 
Tiene una extensión de 380.200 Km2, aproximadamenteel 34.4% del territorio 
nacional. Limita con Venezuela por el departamento del Guainía, con Ecuador por el 
Departamento del Putumayo, por el Perú con el departamento de Putumayo y 
Amazonas y por el Brasil con el departamento de guainía, Vaupés y Amazonas (Vidal 
1988).
Las cifras indican que en la amazonía existe una alta biodiversidad pese a que los 
inventarios de fauna y flora son bastante incompletos y fragmentados, la alta 
diversidad biótica se relaciona igualmente con el alto grado de endemismo. A esto se 
le debe agregar que la región es considerada como uno de los más importantes 
centros de especialización en el Neotrópico (Castaño 1993). La diversidad de los 
vertebrados puede llegar a las 1.922 especies de las cuales gran parte tienen 
28
importancia por su explotación. Encontrándose cerca del 67.4% de especies de la 
fauna de todo el país. (Domínguez 1985). 
La región se encuentra aislada del resto del territorio nacional debido básicamente a 
la falta de sistemas de transporte acordes al medio. Tiene una población dispersa. Los 
servicios sociales son escasos debido al aislamiento, la limitada población, tamaño de 
los centros poblados y la falta de estructura administrativa regional y local. Dichos 
factores han desfavorecido hasta ahora la asignación de recursos económicos para la 
instalación de la infraestructura social. Las condiciones de vida de la población están 
afectadas fundamentalmente por la carencia y deficiencia de vivienda, nutrición, 
salud, y educación, que muestran índices muy bajos (COLCIENCIAS 1994). 
La población indígena constituye aproximadamente un 16% de la población total. La 
mayoría de los habitantes están asentados en las márgenes de los ríos Amazonas, 
Putumayo, Napo, y Caquetá. El área de los resguardos indígenas comprende cerca de 
60.000 km2, sobresaliendo el resguardo “Predio Putumayo” con una área superior a 
los 52,000 km2. Las comunidades aseguran su subsistencia a partir de una utilización 
sostenida y diversificada de los recursos naturales del área. En la medida que todavía 
conservan los rasgos fundamentales de su cultura tradicional, garantizan su 
supervivencia y la conservación del frágil medio ecológico que habitan (Castaño 
1993)
29
Las oportunidades de empleo para los indígenas son muy escasas; en muchos casos, 
el incremento de cultivos ilegales ha ocasionado cambios en los patrones culturales 
aborígenes, tal como sucedió en épocas anteriores con la explotación del caucho y la 
comercialización de pieles. En el plano político estas comunidades giran en torno a la 
maloca. De igual manera suelen mantener el dominio de algunas quebradas o ríos, 
para tener acceso a los sitios de cultivo, caza y pesca. Las comunidades indígenas de 
la región han tenido una adaptación milenaria al medio ambiente amazónico que ha 
redundado en la acumulación de un acervo inmenso y muy valioso de conocimientos 
sobre las mejores formas de utilizar los recursos naturales sin destruirlos 
(COLCIENCIAS 1994). 
2.2.2. Descripción del área de estudio.
2.2.2.1 Ubicación Geográfica Parque Nacional Natural Cahuinarí.
El Parque Nacional Natural Cahuinarí fue creado en 1987, tiene una extensión de 
575.000 hectáreas, localizadas en la parte sur del departamento del Amazonas, 
municipio de Leticia, en el epicentro del medio y bajo Caquetá, a 1º 36’ de latitud sur 
y a los 71º 00’ de Longitud, al oeste de Greenwich (Castaño 1998) (Figura 1), su 
territorio se encuentra traslapado en un 80% con el resguardo indígena Predio-
Putumayo de las etnias Miraña – Bora (Guiro et al. 1996). Este parque se ubica en la 
parte norte y centro del interfluvio Caquetá-Putumayo y entre las poblaciones de 
Araracuara y Pedrera.
30
Figura 1. Ubicación geográfica del Parque Nacional Natural Cahuinarí. 
31
2.2.2.2. Geología.
El área del medio y bajo Caquetá forma parte de las tierras bajas de la cuenca 
amazónica (Duivenvoorden & Lips 1993). En un estudio realizado por la Fundación 
Puerto Rastrojo (Hildebran 1996) en el área del parque se distinguen seis grandes 
unidades geomorfológicas: 
La llanura coluvio – aluvial del río Caquetá es muy amplia e incluye grandes 
depósitos de sedimentos del cuaternario. El Río alcanza un ancho de 2000 metros en 
esta zona.
La llanura coluvio – aluvial del río Cahuinarí en su curso alto atraviesa 
principalmente una zona correspondiente al Terciario Superior Amazónico, Mientras 
que su curso medio y bajo corta el plano sedimentario del Terciario Superior 
Amazónico y depósitos del cuaternario. Su ancho máximo es de 250 metros.
La llanura coluvio – aluvial del río Pamá afluente del Cahuinarí es mucho más 
pequeña, disecta principalmente el plano sedimentario del Terciario Superior y su 
valle coluvio – aluvial es muy estrecho.
La llanura coluvio – aluvial del río Bernardo que nace en la planicie sedimentaria del 
Terciario Superior, pero la casi totalidad de su recorrido transcurre disectando el 
32
plano sedimentario del Terciario Inferior Amazónico y en especial en su curso bajo 
depósitos sedimentarios del cuaternario. El valle coluvio – aluvial es relativamente 
amplio incluyendo varios lagos de gran tamaño.
El plano sedimentario del terciario tiene la mayor extensión de todas las unidades 
geomorfológicas resulta de procesos erosión y sedimentación, de meteorización y 
depósitos de materiales que vienen sucediendo desde el Precámbrico cuando aparecen 
en la zona una serie de cordilleras que son erosionadas durante el Cámbrico. El 
material es depositado en zonas aledañas a estos cerros y sobre cerros de menor altura 
hasta conformarse una peniplanicie que cubre toda el área de estudio. Estos planos no 
son influenciados por los sedimentos de los diferentes ríos pues se trata de zonas 
nunca inundadas.
El sexto y último conjunto incluye las áreas donde se presentan afloramiento rocosos 
del Precámbrico y el Paleozoico y que se denominan formas o estructuras de roca 
dura. 
2.2.2.3. Suelos.
Suelos mal drenados, poco evolucionados, desarrollados en lugares inundables y que 
corresponden a Tropaquepts, Tropofluvents, se encuentran a ambos lados de los ríos 
Cahuinarí, Pamá y especialmente en la margen derecha del río Caquetá. En el 
transcurso de la zona de estudio en suelos de tierra firme hay suelos ácidos, muy 
33
evolucionados, desarrollados a partir de sedimentos finos, con un relieve 
moderadamente ondulado y drenaje mesurado correspondiente Ultisoles y Oxisoles 
(Duivenvoorden & Lips, 1993).
2.2.2.4. Clima.
El clima se caracteriza como pluvio isogamétrico no estacional, con una precipitación 
anual que fluctúa entre 3000 y 3500 mm. El mes de Octubre se presenta como él más 
seco del año con un 140 mm. iniciando un periodo de “verano” que se prolonga hasta 
Enero (200 mm.). Los meses más lluviosos son Febrero y Junio aunque localmente se 
considera como periodo lluvioso desde finales de Marzo hasta Junio. Se excluye 
Febrero porque a pesar de tener más precipitación (376.6 mm.) que cualquier otro 
mes está entre los meses de menos días lluviosos. Por lo tanto, para definir la 
estacionalidad en la zona no es suficiente la precipitación mensual sino que es 
necesario incluir su distribución mensual. En resumen se distingue una época seca 
entre Agosto y principios de Marzo. Un ligero “veranillo” entre Julio y Agosto y una 
época de lluvias para el resto del año (Duivenvoorden & Lips, 1993).
La temperatura ambiental varía muy poco entre los meses, presentándose un 
promedio de 28ºC. Las amplitudes diarias son más significativas con diferencias de 
hasta 14ºC (23ºC en la madrugada y los 33ºC al medio día).
34
2.2.2.5. Hidrología.
El río Cahuinarí nacede dos quebradas: una se origina en el cerro Maine Hanari, 
sobre afloramientos rocosos y baja con aguas claras sin materiales en suspención y 
bien oxigenada, uniéndose con la otra quebrada que nace en la planicie del Terciario 
Superior, sobre sedimentos arcillosos. Ya formado el río sigue atravesando la planicie 
hasta su desembocadura en el río Caquetá. En su curso medio el río Cahuinarí recibe 
las aguas del río Pavemei que es de aguas obscuras, posteriormente se le une el río 
Pamá con aguas de color transparente a oliváceo. El Cahuinarí presenta una variación 
en el nivel del agua entre la época seca y la época de lluvias de cerca de 9 metros. 
(Hildebran 1999) 
Hacia el oriente, en la pequeña cuenca contigua, corre el río Bernardo que nace en la 
planicie del terciario inferior y desemboca sobre el Caquetá, este río al igual que el 
río Pavemei es lento y de aguas obscuras o negras.
El bajo río Caquetá, es de aguas blancas, con una limitada penetración de luz, con 
alto grado de materiales en suspensión. El Caquetá sostiene una gran cantidad de 
peces y otros animales acuáticos por lo que la pesca se ve favorecida. Mientras que 
sus afluentes son pobres en vida animal. (Hildebran 1999).
35
2.2.2.6. Formaciones Vegetales y Flora. 
Las formaciones vegetales amazónicas están basadas en el grado de inundabilidad y 
el grado de desarrollo del bosque: Bosques de tierra firme, bosques inundables, 
sabanas y pequeñas áreas cubiertas de vegetación especializada. A continuación se 
hace una breve descripción de los tipos de formaciones vegetales y las especies más 
abundantes para cada uno en un estudio realizado por Hildebran (1996) en el cual se 
estableció la existencia de 2.390 de árboles y bejucos para la zona de estudio. Este 
registro es el mayor que se halla realizado en diversidad arbórea en el Amazonas.
Los bosques de tierra firme se refieren a zonas nunca inundadas por el río, con 
árboles de gran tamaño que pueden alcanzar los 40 metros de altura y con una alta 
biodiversidad de especies vegetales, entre las que sobresalen por su abundancia 
Richardella suramuensis, y el género Iryanthera. En estas zonas no es fácil transitar, 
por su relieve suave y la poca vegetación del sotobosque. Por encima de los 20 
metros sobre el nivel mínimo del río, el terreno se hace más abrupto, apareciendo 
lomas largas y pendientes y pequeñas zonas planas interrumpidas por valles 
profundos de riachuelos y quebradas (Hildebran 1996). 
Los bosques inundables corresponden a los bosques de rebalse que son zonas 
inundadas por el río durante periodos más o menos cortos durante todo el año. Estos 
bosques se subdividen en: 
36
Rebalse muy bajo que corresponde a zonas inundadas por más de 9 meses al año que 
generalmente se extienden sobre el fondo de antiguos lagos colmatados o sobre zonas 
de aguas mansas en las orillas de los ríos donde la sedimentación es intensa. Se 
caracterizan por tener una baja densidad de árboles no muy gruesos y poca cantidad 
de especies de flora predominando las familias Apocynaceae y Caesalpinaceae. 
Rebalse bajo que incluye áreas inundadas por más de seis meses al año, este tipo de 
formación vegetal se suele encontrar sobre las terrazas muy bajas a la orilla de ríos y 
quebradones. Presenta poca densidad de arboles y palmas. Las especies más 
frecuentes son Eschweilera, Licania, Micrantha y Pouteria. 
Los bosques de rebalse medio que solo se inundan de tres a seis meses al año y que se 
desarrollan sobre diques naturales bajos y sobre terrazas bajas. Presenta gran número 
de árboles de considerable grosor, el área basal es la mayor de los bosques inundables 
presentando mayor número de especies (Oxandra, Polyantha, Macrolobium, 
Aspidosperma).
Finalmente el rebalse alto que solo se inunda durante un mes al año ubicándose sobre 
terrazas medias y sobre los diques naturales altos. Estos bosques en general son bien 
desarrollados con gran diversidad de palmas y muchas especies de bejucos. Las 
especies más abundantes son Heterostemon, Virola elongata, Socratea exhorriza.
37
Las restingas se encuentran en un punto intermedio entre rebalse alto y bosques de 
tierra firme y se suele encontrar en la parte alta de terrazas medias. Durante las 
crecientes normales del río en los meses más lluviosos quedan rodeadas de agua a 
manera de pequeñas islas y son sitios predilectos para la cacería (Hildebran 1999). 
Presenta una gran densidad de arbolitos y palmas pero posee pocos bejucos. Las 
especies más abundantes son Astrocaryum sciophyllum, Jessenia bataua.
Los cananguchales se refiere a la formación vegetal que se desarrolla en áreas de 
depresión encharcada durante la mayor parte del año, con suelos orgánicos profundos 
y en la cual domina la palma de canangucho (Mauritia flexuosa). Otras especies 
abundantes son: Xylopia spruceana y Odontadenia sp.
Finalmente las sabanas se encuentran en suelos con limitantes extremos (arenosos, 
con mal drenaje o con rocas subyacentes o afloradas). Con vegetación rala y 
achaparrada.
2.2.2.7. Fauna.
Entre los mamíferos que se encuentran en el parque están grandes carnivos como el 
Jaguar (Panthera onca), el puma (Puma concolor), la nutria (Lontra longicaudis), el 
perro de agua (Pteronura brasiliensis). Otras especies de grandes mamíferos son 
venados (Mazama americana y Mazama gouazoubira), los cerdos salvajes (Tayassu 
pecari), cerrillo (Tayassu tajacu) y la danta (Tapirus terrestris) uno de los animales 
38
silvestres más grandes de Colombia después del oso de anteojos (Garcés & De la 
Zerda 1994)
Entre los primates se encuentran el tití pielroja (Cebuella pygmea), el bebeleche 
(Saguinus nigricollis), el maicero (Cebus albifrons), el churuco (Lagothrix 
lagotricha) y el mono aullador (Alouatta seniculos) entre otros.
Entre las aves las camaranas (Nothocrax urrumutum), paujiles (Crax globulosa), 
tentes (Psophia crepitans), guacamayas (Ara ararauna) y pericos (Brotogeris 
cyanoptera) y otras muchas especies hacen que la avifauna esté altamente 
diversificada en el área.
En el grupo de los reptiles se encuentran especies de tortugas como la charapa 
(Podocnemis expansa), la taricaya (Podocnemis unifilis), el morrocoy (Geochelone 
denticulata). Especies de caimanes como la babilla negra (Melanosuchus niger) y 
serpientes como la boa (Boa constrictor). 
2.2.3. Población Humana dentro del área.
2.2.3.1. Contexto histórico cultural.
El territorio de Parque se encuentra traslapado en un 80% con el territorio tradicional 
de los Miraña que abarca los ríos Cahuinarí y sus afluentes donde se sitúa su lugar de 
39
nacimiento (origen), estos constituyen un sub-territorio en el sentido que se limita el 
área tradicionalmente ocupada por los clanes (linajes). El territorio general es más 
amplio e incluye un conjunto de lugares sagrados y míticos en los cuales los 
antepasados y los héroes mitológicos dejaron “pensamiento”. Este territorio se 
extiende por el río Caquetá al menos desde Manacaro hasta el chorro del Quinche y 
por todo el río Cahuinarí hasta sus cabeceras. El territorio mitológico a su vez se 
extiende hasta la desembocadura del río Caquetá en el Amazonas. Este territorio 
incluye toda el área del Parque Cahuinarí y se extiende más allá de sus límites sur y 
occidental (Hildebran 1996).
El territorio tradicionalmente está manejado por el chaman quien además es la 
persona encargada de curar y cuidar a su gente, el chaman es un puente permanente 
entre su gente y los dueños (de sitios, recursos, animales) y la relación de negociación 
e intercambio que se establece con estos dueños. Pues para realizar las labores de 
pesca, caza, establecimiento de casa y chagras es necesariopedir permiso a los 
dueños para obtener beneficios como la caza, pesca, establecimiento de viviendas y 
chagras. 
Antiguamente los Miraña – Bora habitaban la parte baja y media del río Cahuinarí, de 
su afluente el río Pamá y del rió Bernardo. Pero el esclavismo iniciado con la llegada 
de los misioneros (siglos XVII y XVIII) y posteriormente los centros caucheros de la 
Casa Arana hacia 1915 – 1920 (causando la muerte a más de 40.000 indígenas) 
40
produjeron la migración de este grupo hacia las cuencas vecinas del Igara – Paraná y 
posteriormente se asentaron sobre el río Caquetá dejando al Cahuinarí despoblado. 
Los indígenas Miraña fueron famosos por la acción esclavista y por entrar 
rápidamente en el comercio de indios con los brasileros, pues cambiaban machetes, 
hachas, armas de fuego, telas y espejos por hombres, mujeres y niños de tribus 
vecinas (Pineda, 1985).
Después del conflicto con el Perú por la explotación de caucho por parte de la Casa 
Arana, hacia la década de los 50 la bonanza de pieles período que se extendió hasta 
1974 causó no solo una alta presión sobre especies como la babilla, la nutria, el 
jaguar, el tigrillo y la charapa sino que además la relación permanente con el blanco 
tuvo una gran influencia negativa en los patrones culturales del grupo en su estructura 
y su organización social. Pasando de una organización de linajes patrilineales y 
exogámicos con vida seminómada que por lo general ocupaban una maloca y con 
poblamientos dispersos y relativamente aislados a una organización uninuclear, 
sedentaria y gobernada por linajes donde el capitán representa el liderazgo (Correa 
1995). 
41
2.2.3.2. Contexto actual de los Miraña – Bora.
2.2.3.2.1 Economía.
Los procesos de desarticulación cultural presentados por la llegada de la sociedad 
capitalista occidental crearon entre los Miraña dos grupos que se mantienen 
actualmente. Los Tradicionalistas que buscan recuperar la parte cultural y los 
antitradicionalistas cuyo fin primordial esta regido por la sociedad de consumo y la 
parte cultural y tradicional es poca o inexistente. Sin embargo, es importante resaltar 
que ambos grupos actualmente están buscando el buen manejo de su territorio y ven 
al Parque como su verdadera oportunidad económica pues ayuda a generar empleo 
(Hildebran 1996).
Sin embargo, pese a los grandes cambios ocurridos a través de la historia de este 
grupo, los Miraña siguen haciendo un uso sostenible de sus recursos naturales basado 
en la economía de subsistencia. El sistema económico se basa en la agricultura de 
tumba-quema, la pesca, la caza y la recolección de frutos silvestres. Todas las 
actividades económicas están fundamentadas en una estricta división del trabajo de 
acuerdo al sexo. 
Los hombres se encargan de la tumba y quema para el establecimiento de chagras, a 
la pesca, cacería, cultivo y preparación del tabaco y coca, recolección de productos 
silvestres, curativos y a la transmisión del conocimiento tradicional. Las mujeres se 
42
encargan del cultivo y cosecha de las chagras, a la crianza de los hijos y preparación 
de los alimentos. 
La agricultura es la actividad más importante, seguida de la pesca pues el río Caquetá 
presenta una riqueza íctica que les proporciona sustento durante todo el año. La caza 
presenta patrones estacionales haciéndose intensiva en los meses secos (Noviembre – 
Febrero) y reducida en los meses de lluvias (Mayo – Agosto). Esta actividad ha 
venido cambiando con el pasar de los años pues anteriormente se pedía permiso a los 
dueños de la selva para salir de rebusque sobre todo si se iba lejos de los 
asentamientos. Aunque algunos conservan dicha tradición, en general los métodos y 
técnicas han cambiado, pues el uso de la escopeta ha reemplazado el uso de armas 
tradicionales (Cerbatana, arco y flecha, lanzas y trampas) (Hildebran 1999).
Los indígenas Miraña tienen un calendario propio que se inicia con el verano del 
chontaduro (Bactris gasipaes) en Enero – Febrero. Sigue el verano de la uva 
(Pourouma cecropiaefolia) de Marzo a Mayo. Luego viene el verano del guacure 
(Poraqueiba sericea) de Mayo a Junio. Después el verano del caimo (Pouteria 
caimito) de Agosto a Septiembre y finalmente el verano de la piña (Ananas comosus) 
de Octubre a Noviembre. El verano es la época de tumba y quema. Se identifica con 
la llegada de aves, la abundancia de peces, mamíferos de varias especies y charapas. 
Durante las épocas de transición estacional, los Miraña adoptan medidas especiales 
de protección. Extremando medidas de precaución pues esta es la época de 
43
enfermedades debido a los cambios climáticos y a la presencia de animales 
ponzoñosos y gusanos. 
2.2.3.2.2 Organización sociopolítica de la comunidad.
En la actualidad existen cuatro comunidades de la etnia Miraña – Bora asentadas 
sobre el río Caquetá (San Francisco, Solarte, Remanso y Mariapolis). Además de 
estas comunidades se encuentra la de Santa Isabel una comunidad perteneciente a los 
Yucuna – Matapi. El total de la población indígena estimada en el área, no sobrepasa 
las 400 personas según el último censo realizado en Julio del 2001. En la Figura 2 se 
observa la ubicación de dichos asentamientos y de las cabañas de vigilancia y centro 
administrativo del Parque Cahuinarí.
Las comunidades están dispersas a lo largo de aproximadamente 80 Kilómetros 
sobre el río Caquetá, están organizadas políticamente en capitanías, lideradas por el 
capitán que es escogido por las personas que habitan cada comunidad. Las capitanías 
a su vez están afiliadas a la organización política de los Bora – Miraña (Asociación 
indígena PANI), la cual cuenta con un consejo de ancianos, las capitanías de San 
Francisco, Solarte, Remanso y Mariapolis y la participación de líderes para la toma de 
todas las decisiones relacionadas con el territorio (Hildebran, 1996). 
44
Figura 2. Asentamientos ubicados dentro del área del Parque Nacional Natural Cahuinarí incluidas las cabañas del Parque.
45
A continuación se hace una pequeña descripción de las comunidades que se 
encuentran traslapadas con el Parque Cahuinarí, en las cuales se realizó la toma de los 
datos durante los meses de Abril a Agosto del 2001. 
San Francisco (Figura 3) se encuentra en un punto equidistante de Araracuara y 
Pedrera, lo cual determina su relativa neutralidad comercial (Hildebran, 1996). Está 
constituida por 4 familias. A la Capitanía de San Francisco pertenecen las 3 familias 
de las Palmas y la familia de Enrique Miraña asentada en la punta de la Isla Solarte. 
El número de personas en esta comunidad no sobrepasa los 65 individuos incluyendo 
las seis familias de las Palmas. Cuenta un puesto de salud en el cual escasean los 
medicamentos esenciales, la escuela que solo cuenta con 5 alumnos.
El asentamiento de las Palmas (Figura 4), que como se mencionó anteriormente 
pertenece a la capitanía de San Francisco, está integrado en su mayoría por Boras que 
emigraron del Cahuinarí y se reinstalaron en esta zona (Hildebran, 1996).
Solarte es una comunidad pequeña situada al frente de la Isla Solarte (Figura 3), solo 
consta de tres familias con 32 personas en total. Dos de estas familias tienen potreros 
para ganadería y presencia de animales para cría como cerdos y gallinas. La familia 
de Rafael Miraña vivía anteriormente en San Francisco y en este momento está 
recién instalada en Solarte por lo que en la actualidad no tiene presencia de chagras 
para cultivar sus alimentos. La escuela de Solarte es pequeña y solo tiene 6 alumnos.
46
Puerto Remanso del Tigre (Figura 5) es la comunidad más grande del territorio, en 
ella se encuentra la sede del PANI y por tanto es el centro de las reuniones del la 
Asociación.Además de ello la parte tradicional también es de gran importancia pues 
Don José Enrique Miraña es el Cacique tradicional, curandero y pensador. Hijo del 
antiguo capitán Cogua y heredero de su poder político y espiritual, (Hildebran, 1996). 
El Cacique Boa como es llamado es la máxima autoridad de los Miraña. En esta 
comunidad actualmente hay una fuerte tendencia a recuperar y reforzar la identidad 
cultural de los Miraña. Actualmente la comunidad tiene aproximadamente 120 
personas. Tiene un puesto de salud y la escuela más grande del territorio.
La comunidad de Mariapolis (Figura 6) está conformada por indígenas Miraña – Bora 
y Perea – Carijona, existe un puesto de salud que es el mejor dotado de los tres 
existentes en el territorio, aunque no por esto se encuentra en óptimas condiciones, 
también tiene una escuela con un número aproximado de 20 alumnos. En ella existía 
anteriormente la presencia de un cuarto frío para almacenar pescado el cual causó el 
empobrecimiento no solo económico, sino además cultural y organizativo de la 
comunidad (Hildebran, 1996). La dependencia económica de sus habitantes es muy 
fuerte. Los indígenas de esta comunidad buscan en la actualidad afianzar sus 
costumbres tradicionales y culturales y por ello han construido una maloca 
comunitaria con la participación de todos los miembros pertenecientes a la 
comunidad incluidos los de Manacaro una comunidad afiliada a la capitanía de 
Mariapolis. Actualmente la comunidad tiene aproximadamente 100 personas.
47
Figura 3. Comunidad de San Francisco y Solarte. 
Figura 4. Comunidad Las Palmas
48
Figura 5. Comunidad Puerto Remanso del Tigre.
Figura 6. Comunidad de Mariapolis.
49
3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN
3.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA.
El presente trabajo pretende establecer durante un período de cuatro meses los 
patrones de caza que se presentan en la comunidad Indígena Miraña, para lo cual se 
formularon las siguientes preguntas:
¿Existen diferencias entre el número de especies, individuos cosechados y biomasa 
aportada entre los cuatro grupos taxonómicos cazados por los Miraña (Mamíferos, 
Reptiles, Aves y Anfibios)? ¿Existen diferencias en la tasa de aprovechamiento para 
las cuatro comunidades Miraña traslapadas con el Parque Cahuinarí? ¿Cuáles son las 
especies Mayormente cazadas por estas comunidades, en que áreas y con qué 
métodos de caza? y ¿Cuáles son los usos que se le dan a la fauna cinegética?
3.2. JUSTIFICACIÓN.
La Fundación Natura conjuntamente con la UAESPNN, PNN Cahuinarí, realizó un 
programa denominado Parques en Peligro entre los años 1994 y 2000. Uno de los 
componentes del programa de consolidación del área protegida se enfocó en la 
investigación participativa para promover la generación de conocimiento sobre el uso 
de los recursos naturales como estrategia para monitorear y plantear el plan de 
manejo de los recursos del territorio Miraña y del Parque. Como parte de dicho plan 
50
de manejo la Fundación Natura ha venido realizando en el área un estudio de la 
cacería realizada por las comunidades que traslapan con el Parque. En la primera fase 
se caracterizó la cacería de subsistencia en la comunidad indígena Miraña durante la 
época de lluvias en los meses de Junio a Noviembre. En principio se buscaba 
establecer diferencias entre la época seca y la época de lluvia pero por razones 
logísticas y de recursos el proyecto se retrasó efectuando esta segunda fase 
igualmente en el período de lluvias. Sin embargo los patrones de cacería pueden 
variar en especies y número de individuos cosechados de un año a otro, haciéndose 
necesario realizar estudios que permitan observar y evaluar dichas diferencias para 
ampliar de esta forma el conocimiento de la fauna de importancia cinegética. 
A partir de la evaluación de la cosecha se pretende comprender la dinámica de las 
poblaciones silvestres y cómo estas responden a la caza, como parte de un proceso de 
caracterización del uso – efecto. Por lo tanto el trabajo constituye una línea base del 
monitoreo de los recursos cinegéticos para poder evaluar los cambios de caza a través 
del tiempo y en posteriores trabajos que se realicen en el Parque Nacional Natural 
Cahuinarí evaluar la sostenibilidad de la fauna local. 
El estudio promueve el intercambio de conocimiento tradicional local y científico, 
desarrollado de manera participativa y constituye una herramienta que aporta al 
diseño de un plan de uso y manejo de la fauna silvestre, que se ajuste a las políticas 
de fauna del Ministerio del Medio Ambiente, para la explotación de recursos de 
manera sostenible, lográndose de esta forma que los Miraña encuentren en la cosecha 
51
una opción alimenticia a largo plazo, debido a que actualmente y a lo largo de su 
historia este grupo étnico ha venido realizando un manejo tradicional de su territorio, 
desconociendo en realidad el efecto que puede causar la caza en las poblaciones de 
especies cinegéticas. 
La importancia de este trabajo por tanto no es solo científica al caracterizarse la 
cacería de subsistencia, sino que también tiene una gran importancia etnobiológica ya 
que dichas comunidades podrían manejar de manera sostenible sus recursos para 
evitar, si es que se presenta el caso, la extinción local de algunas especies que puedan 
estar en peligro. Debe mencionarse que el Parque Cahuinarí actualmente está 
liderando un proceso de coadministración que busca la autonomía de los Miraña 
sobre el área, es decir que ellos sean los encargados de administrar y manejar el 
Parque y sus recursos. Por lo tanto, los resultados del presente trabajo constituyen un 
insumo para crear de manera participativa lineamientos que aseguren medidas o 
futuras investigaciones en lo concerniente al uso y manejo de los recursos 
cinegéticos, decisiones que deben ser tomadas por los Miraña.
52
4. OBJETIVOS
4.1. OBJETIVO GENERAL
Caracterizar la cacería de subsistencia de mamíferos, aves, reptiles y anfibios en la 
comunidad indígena Miraña, Parque Nacional Natural Cahuinarí, Amazonía 
colombiana, por un período de cuatro meses.
4.2. OJETIVOS ESPECÍFICOS
4.2.1. Identificar las especies de mamíferos, aves, reptiles y anfibios que consumen 
los indígenas Miraña, su frecuencia de cacería y biomasa.
4.2.2. Identificar los métodos y técnicas que se emplean para la cacería de 
subsistencia.
4.2.3. Localizar las áreas en donde se está llevando a cabo la cacería.
4.2.4. Establecer los usos que se le dan al animal cazado.
4.2.5. Determinar las características y condiciones de vida de los cazadores indígenas.
53
5. MATERIALES Y MÉTODOS
5.1. ETAPA PREVIA DE CONCERTACIÓN CON LAS COMUNIDADES Y 
SOCIALIZACIÓN DE LA PROPUESTA.
Para iniciar este proyecto primero fue necesario una etapa de concertación con las 
comunidades indígenas, en la cual se dio a conocer la propuesta y beneficios que para 
la comunidad podría dar el proyecto. En una reunión realizada el 26 de Abril del año 
2001, contando con la participación de las autoridades, lideres y cazadores de la 
comunidad, luego de algunos compromisos adquiridos por el investigador 
(Socialización de la primera fase, colaboración con la elaboración del pensum de 
ciencias para las escuelas, reunión para socializar parte de los resultados del proyecto 
actual), se dio luz verde al proyecto y se identificaron los cazadores que de manera 
voluntaria quisieron participar en la toma de datos.
5.2. ESPECIES COSECHADAS.
La toma de datos se realizó entre el primero de Mayo y el 31 de Agosto en las cuatro 
comunidades traslapadas con el PNN Cahuinarí (San Francisco, Solarte, Remanso, 
Mariapolis), cada una de las comunidadesera visitada una vez al mes para revisar y 
participar en la toma de los datos de las faenas de cacería.
54
Durante el primer mes los cazadores recibieron de forma individual la información 
necesaria para realizar la toma de los datos. A aquellos cazadores que se 
comprometieron a llevar los registros cuando el investigador no estuviera presente, se 
les entrego un lápiz de mina negra # 2, una cinta métrica de 150 cm para medir las 
presas capturadas, una cartilla ilustrativa y un cuaderno con fotografías de las 
especies que podrían ser cazadas (Anexo 2), cuya lista fue sacada de la “Cartilla de 
enseñanza de los animales que uno come”, realizada por Bedoya & Wild (1999), 
seguido de seis formatos para registrar los eventos de cacería (Anexo2). Con los 
cazadores que no se comprometieron a llevar los registros debido principalmente a 
que existía apatía o indiferencia ante el proyecto, las faenas de cacería solo eran 
registradas cuando el investigador conocía del evento de caza y se encontraba en la 
comunidad.
Para identificar las especies cazadas y para facilitarle al cazador la toma de estos 
datos, el cuaderno entregado (Anexo 2) contenía fotos a color de las posibles 
especies que podrían ser cazadas con sus respectivos nombre común, nombre 
científico y nombre indígena, seguido de dichas fotos el cuaderno contenía 6 formatos 
(evento de cacería) para la toma de todos los datos que debían ser anotados por faena. 
En la cartilla ilustrativa (Anexo 1) se daba información de manera gráfica sobre 
dichos datos, para que ellos con la ayuda y explicación del investigador, no 
cometieran errores en el momento de apuntar alguna información correspondiente al 
animal cazado como el estado reproductivo, la edad y la longitud total del cuerpo. 
Finalmente con los datos de cada registro se realizó una matriz (anexo 3) para ordenar 
55
los datos, en la cual las columnas corresponden a cada aspecto considerado en el 
formato eventos de caza y las filas a los datos de cada individuo capturado.
Este cuaderno era revisado periódicamente (1 – 2 veces por mes) en las casas de los 
cazadores para validar conjuntamente con el cazador la información proporcionada, 
además se intentó estar presente cuando algunos de los cazadores regresaban de sus 
faenas, para realizar la toma de datos de manera inmediata y directa, momento en el 
cual además de la toma de datos se realizó un registro fotográfico de los animales 
recolectados por faena. El investigador asistió a pocas faenas de cacería debido 
principalmente a que esta actividad es exclusivamente masculina por lo que no llevan 
a las mujeres a los rebusques. Los registros de caza se organizaron en una base de 
datos en donde las columnas corresponden a cada aspecto considerado en el formato 
de registro (nombre del animal, lugar de cacería, espacio de uso, etc.) y las filas a 
cada evento de cacería. 
5.2.1. Frecuencia de Cacería.
Para determinar la frecuencia de cacería de cada una de las especies cinegéticas se 
llevó un registro de los eventos de caza realizado por un grupo de 21 cazadores 
permanentes (aquellos que llevaron los registros durante toda la época de estudio) y 
19 esporádicos (cazadores que solo participaron cuando el investigador estuvo 
presente para anotar los registros). 
56
Posteriormente se elaboraron tablas de contingencia (Everitt, 1992) y con base en 
estas se hicieron pruebas de independencia Ji-cuadrado (Agresti, 1990) para 
establecer relaciones entre las variables. En todos los casos se usó un nivel de 
significancia del 5% (Steel y Torrie, 1988). Esta prueba se aplicó para establecer si 
existían diferencias estadísticamente significativas entre el número de animales 
cosechados ya sea por grupo taxonómico (mamíferos, aves, reptiles y anfibios) o para 
las nueve especies más cazadas (borugo, guara, charapa, churuco, paujil, puerco de 
monte, pava negra, taricaya y armadillo) respecto a los aspectos considerados en los 
registros de cacería (método, técnica, sitio de caza, uso, etc.)
5.2.2. Biomasa
Para determinar la biomasa de los animales cosechados el formato eventos de caza 
(anexo 2) contenía un ítem para registrar el peso de los animales capturados. Los 
pesos se tomaron con romanas de 25 kg. por lo que el peso de los animales grandes 
fue calculado. Todos los pesos se tomaron con vísceras, es decir el peso total del 
animal.
Posteriormente se elaboraron tablas de contingencia (Everitt, 1992) y con base en 
estas se hicieron pruebas de independencia Ji-cuadrado (Agresti, 1990) para 
establecer relaciones entre las variables, usando un nivel de significancia del 5% 
(Steel y Torrie, 1988). Esta prueba se aplicó para establecer si existían diferencias 
estadísticamente significativas entre el número de animales cosechados por grupo 
57
taxonómico (mamíferos, aves, reptiles y anfibios) y para las nueve especies más 
cazadas (borugo, guara, charapa, churuco, paujil, puerco de monte, pava negra, 
taricaya y armadillo) respecto al peso aportado.
5.2.3. Tasa de Aprovechamiento y consumo de carne.
Para los animales consumidos por la comunidad (201) se realizó un estimativo de la 
tasa de aprovechamiento, este índice mide el número de animales para consumo por 
una persona promedio en una comunidad (Redford & Robinson 1987), la tasa de 
aprovechamiento también se estimó por grupo taxonómico y por comunidad.
HR= Ac / C x t
Donde: 
HR= Tasa de Aprovechamiento, Ac = Número de Animales cazados para consumo,
C = Número de Consumidores y t = Duración en años (Tiempo de estudio). 
 
Se realizó además un estimativo del consumo promedio de carne por persona durante 
la época de estudio, medido de la siguiente manera:
 CxP= (P / t) / C
Donde: CxP = Consumo promedio de carne por persona , P = Peso en Kg., t = 
Tiempo en meses (Tiempo de estudio) y C = Número de consumidores 
58
5.2.4. Intensidad y Eficiencia.
Para las cuatro comunidades y para las especies con cacería dirigida se realizaron 
estimativos de intensidad y eficiencia (Siren et al 2000) medidos de dos formas:
♦ Intensidad: 
 I = He / t 
Donde: I = Intensidad, He = Horas esfuerzo y t = Tiempo en meses (Tiempo de 
estudio).
 I = (He / I) / t
Donde: I = Intensidad, He = Horas esfuerzo, I = Individuos capturados y t = Tiempo 
en meses (Tiempo de estudio).
♦ Eficiencia: 
E = I / He
Donde: E = Eficiencia, I = Individuos Capturados, He = Horas de esfuerzo
E = P / He
Donde: E = Eficiencia, P = Peso en kg. y He = Horas de esfuerzo.
Con estos estimativos se realizaron tablas de contingencia y análisis de varianza de 
una vía (Agresti, 1990) para establecer si existían o no diferencias significativas en la 
59
intensidad y la eficiencia de la cacería entre los sitios (comunidades) y para las 
especies con cacería dirigida. 
5.2.5. Distribución Mensual de la cacería.
Para establecer la distribución de la cacería mes a mes, el formato eventos de cacería 
tenía un ítem en el cual se anotaba la fecha en la que se produjo la captura. Estos 
datos al igual que todos los demás tomados por faena se organizaron en la matriz de 
eventos de cacería (Anexo 3).
Se elaboraran tablas de contingencia y en el análisis estadístico se aplicaron pruebas 
Ji-cuadrado (Agresti, 1990) comparando los animales cosechados por grupo 
taxonómico y el mes en que fueron capturados. También se realizó dicha prueba con 
las 9 especies más cazadas para determinar si existían o no diferencias en la captura 
mensual de los animales respecto al grupo taxonómico y/o la especie cosechada. 
5.3. MÉTODOS Y TÉCNICAS DE CAZA
Para la identificación de los métodos y las técnicas que utilizan los indígenas Miraña 
para la cacería de las especies, se incluyó en la cartillailustrativa (Anexo 1) dibujos 
de los diferentes tipos de armas y técnicas que podrían ser utilizadas en las faenas. En 
el cuaderno para la toma de datos estaban los nombres de dichos métodos y técnicas, 
60
de tal manera que el cazador solo tenía que marcar con una X en el momento de la 
captura el método y la técnica utilizada. 
Estos datos al igual que todos los demás tomados por faena se organizaron en la 
matriz de eventos de cacería, en la cual se anotó el método y la técnica que se 
utilizaron para cada animal cosechado. 
En el análisis estadístico se aplicaron pruebas Ji-cuadrado (Agresti, 1990) 
comparando los animales cosechados por grupo taxonómico, el tipo de arma y la 
técnica utilizada para su captura. También se realizó dicha prueba con las 9 especies 
más cazadas para determinar las posibles relaciones entre el tipo de arma y/o la 
técnica respecto al grupo taxonómico y/o la especie cosechada. 
5.4. ÁREAS DE CACERÍA
Para la localización de las áreas de cacería se utilizaron los mapas de “Ecología del 
Paisaje del Medio Caquetá” (Duivenvoorden & Lips, 1993) para señalar sobre 
acetatos con la ayuda de los cazadores las áreas donde se cazan las especies. Además 
de esto en los formatos se anotaba el sitio en el cual se había realizado la faena de 
cacería.
El análisis se centró en la importancia de los diferentes tipos de hábitat reconocidos 
por los cazadores como fuente de animales para la cacería. Por tanto se tiene 
61
información del hábitat en el cual se llevó a cabo cada faena. Haciéndose además un 
mapa con los sitios geográficos en los que se realizaron las faenas de caza. En el 
análisis estadístico se realizaron pruebas de independencia Ji-cuadrado (Agresti, 
1990) para establecer la relación entre los tipos de hábitat utilizados en las faenas con 
respecto al grupo taxonómico al que pertenecen los animales cosechados y/o a las 9 
especies más cazadas. También se realizó un análisis de correspondencia simple 
(Everitt, 1994) para establecer la relación entre el tipo de hábitat y las especies 
cazadas en ellos.
5.5. USOS Y PERCEPCIÓN.
Durante el primer mes se entrevistó un grupo de 36 cazadores de los 40 que 
participaron en la toma de los datos, dichas entrevistas contenían información 
pertinente al uso y percepción de fauna silvestre (anexo 4). Los datos de dichas 
entrevistas se ordenaron en una matriz por cada pregunta realizada (Anexo 5). En 
algunas preguntas se establecieron categorías de las posibles opciones dadas por el 
entrevistado para cada respuesta. Por ejemplo en la pregunta razón por la que caza, 
las respuestas se agruparon en las siguientes categorías: Consumo, venta, cría y 
cultura material (artesanías u objetos elaborados de alguna parte del animal). Las 
columnas correspondieron a dichas categorías y en las filas se discriminó cada 
cazador entrevistado. Con estos datos se realizaron tablas de contingencia para 
aquellas especies más mencionadas en las entrevistas.
62
En los registros había un ítem para el uso de la fauna cinegética, en donde se 
agruparon los animales cosechados en 6 categorías: Alimentación, comercio, baile, 
donación fiesta, mascotas o minga, dependiendo del destino final del animal cazado.
Con los registros se elaboraron tablas de contingencia (Everitt, 1992). En el análisis 
estadístico se aplicaron pruebas Ji-cuadrado (Agresti, 1990) para comparar el número 
de animales cosechados por grupo taxonómico con las diferentes categorías de usos.
5.6. CARACTERÍSTICAS Y CONDICIONES DE VIDA DE LOS CAZADORES. 
Para determinar las características y condiciones de vida de los cazadores indígenas 
se realizaron entrevistas (Anexo 6) en las que se evaluaron los siguientes aspectos: 
Nombre, edad, sexo, número de personas que conforman su familia inmediata, 
número de personas que cazan en su familia, disponibilidad de algún trabajo, tenencia 
de arma propia, número de animales que caza por salida, métodos y técnicas que 
emplea en la cacería, si realiza la labor de cacería solo o en compañía y por último las 
relaciones entre la presa escogida y el hecho de salir solo o en compañía y el horario 
en el que sale a cazar.
Con estos datos se elaboró una matriz (Anexo 7) en la cual las columnas 
corresponden a las diferentes preguntas realizadas y las filas a la información 
suministrada por los 36 entrevistados. Con estos datos se realizaron tablas de 
contingencia. 
63
6. RESULTADOS
6.1. ESPECIES COSECHADAS
6.1.1. Frecuencia de Cacería.
En los registros de cacería se reportaron 30 especies cosechadas: 14 especies de 
mamíferos, 11especies de aves, 4 especies de reptiles y una especie de anfibio (Tabla 
1). En total se tienen datos de un periodo de 123 días continuos de muestreo (Mayo 1- 
Agosto 30), correspondientes a 151 faenas de carecía realizadas por 40 cazadores en 
las cuatro comunidades traslapadas con el PNN Cahuinarí. Obteniéndose un total de 
221 individuos cazados (Figura 10), de los cuales 126 fueron mamíferos (57%), 44 
aves (20%), 46 reptiles (21%) y 5 anfibios (2%). Una prueba de bondad de ajuste Ji-
cuadrado demuestra que existe diferencia significativa respecto a la frecuencia de 
cacería y el número de individuos cosechados por grupo taxonómico durante la 
época de estudio (X2=140.12; g.l=3; p<0.05). En las Figuras 7, 8, 9 se muestran 
algunas de las especies cosechadas durante la época de estudio.
64
Tabla 1. Especies cosechadas durante los meses de estudio en número de individuos y biomasa.
G. TAXONÓMICO 
 ORDEN
 Familia 
 #
Especie Nombre
Común
Nombre 
Miraña
# Ind. %
Inds.
Peso
(g)
%
Biomasa
MAMÍFEROS
 PRIMATES
 Cebidae 1 Pithecia hirsuta Mico Volador óobagua 3 1.36 10.000 0.37
2 Lagothrix lagotricha Churuco kuumu 17 7.69 101.000 3.73
3 Cebus apella Maicero tostiba 4 1.81 21.000 0.77
4 Cebus albifrons Tanque umóbaa 2 0.90 8.000 0.30
5 Callicebus torquatus Güicoco 1 0.45 1.500 0.06
 PERISSODACTYLA
 Tapiridae 6 Tapirus terrestris Danta okáji 7 3.17 880.000 32.46
 ARTIODACTYLA
 Tayassuidae 7 Tayassu tajacu Cerrillo paipai’ba 1 0.45 12.000 0.44
8 Tayassu pecari Puerco Monte méeni 12 5.43 238.000 8.78
 XENARTHRA
 Dasypodidae 9 Dasypus novemcinctus Armadillo 10 4.52 66.000 2.43
 RODENTIA
 Agoutidae 10 Agouti paca Borugo táj’ku 39 17.65 282.000 10.40
 Dasyproctidae 11 Dasyprocta fuliginosa Guara pájtu 26 11.76 134.000 4.94
 Muridae 12 Myoprocta pratti Tintín 1 0.45 1.000 0.04
13 Rata Amazónica 2 0.90 375 0.01
 CARNIVORA
 Procyonidae 14 Nasua nasua Cusumbo íi’ye 1 0.45 5.000 0.18
65
Tabla 1. Especies cosechadas durante los meses de estudio en número de individuos y biomasa. (Continuación)
AVES
 TINAMIFORMES
 Tinamidae 15 Tinamus major Gallineta aguaa 3 1.36 1.600 0.09
16 Cripturellus undulatus Panguana 1 0.45 250 0.01
 GALLIFORMES
 Cracidae 17 Mitu salvini Paujil niimuko 13 5.88 43.500 1.60
18 Crax globulosa Camarana mijjo 2 0.90 9.000 0.33
19 Penelope jacquacu Pava colorada kuguao 2 0.90 2.400 0.09
20 Aburria pipile Pava negra peekaje 11 4.98 18.400 0.68
21 Ortalis ruficauda Guacharaca 3 1.36 1.500 0.06
 GRUIFORMES
 Psophiidae 22 Psophia crepitans Tente deénee 3 1.36 3.700 0.14
 CICONIIFORMES
 Ardeidae 23 Hydranassa tricolor Garzón maadáa 1 0.45 500 0.02
 PSITTACIFORMES
 Psittacidae 24 Ara ararauna Guacamaya íñaa 4 1.81 3.500 0.13
 PICIFORMES
 Rhamphastidae 25 Ramphastus tucanus Tucán nuyé 1 0.45 500 0.02
REPTILES
 CHELONIA
 Pelomedusidae 26 Podocnemis unifilis Taricaya marimuje 10 4.52 60.900 2.25
27 Podocnemis expansa Charapa kumuje 24 10.86 587.000 27.96
28 Geochelone denticulata Morrocoy 3 1.36 2.100 0.08
 CROCODYLIA

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