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Pr es up ue st o y G as to P úb lic o E . d e P re su p u es to s y G as to s S. In st it u to d e E st u d io s F is ca le s Nuevos escenarios de control para una nueva administración S U M A R I O Presentación Emma Ramos Carvajal Colaboraciones La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública José Antonio Díaz Lago El papel de las tecnologías y de la ciudadanía en el presente y futuro del control de la gestión pública: nuevas oportunidades para el progreso Álvaro García Molinero La contratación pública para la digitalización: hay que adaptarse al cambio Magdalena Cordero Valdavida José Carrascosa Moreno El control de la contratación pública en una administración en cambio permanente Emma Ramos Carvajal El control interno sobre los contratos menores Juan José Orquín Serrano Jesús Ortuño Sánchez Fiscalización preventiva: hacia un enfoque proactivo en el control de los fondos públicos Hansel Arias Ramírez Del control permanente masivo al control financiero singularizado María del Mar Ramírez Méndez Las salvedades en auditoría pública. Responsabilidades tras la COVID-19 y su influencia en las cuentas anuales de las administraciones Antonio Árias Rodríguez Marta Riera López Auditoría a la Función de Compliance: tendencias clave a considerar por las instituciones de control externo Carlos Miguel Gómez Márquez El control externo y la prevención de la corrupción José Antonio Redondo López Manuel José Santana Suárez María Pérez Vázquez Los Tribunales de Cuentas y la evaluación de las políticas públicas basadas en evidencias Sebastião Helvecio Ramos de Castro Renata Ramos de Castro 103-(2/2021) Presupuesto y Gasto Público 103-(2/2021) Nuevos escenarios de control para una nueva administración NIPO: 188-20-010-1 ISSN: 2695-7574 Depósito Legal: M-21.543-1979 Elaboración y coordinación: Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos Secretaría de Redacción: Dirección General de Presupuestos Avda. Alberto Alcocer, n.º 2 (pta. 1.ª) 28071 Madrid Teléfono: 91 583 52 82 Correo electrónico: mmartinz@sepg.hacienda.gob.es Distribución: Instituto de Estudios Fiscales Avda. Cardenal Herrera Oria, 378 28035 Madrid Teléfono: 91 339 89 02 - Fax: 91 339 89 68 www.ief.es Catálogo general de publicaciones oficiales http://publicacionesoficiales.boe.es Maquetación: Dagaz Gráfica, s.l.u. Presupuesto y Gasto Público 103-(2/2021) SUMARIO PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Emma Ramos Carvajal Cuerpo Superior de Administradores del Principado de Asturias COLABORACIONES La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pú- blica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 José Antonio Díaz Lago Cuerpo Técnico de Aduanas El papel de las tecnologías y de la ciudadanía en el presente y futuro del control de la gestión pública: nuevas oportunidades para el progreso . . . . . . 29 Álvaro García Molinero Interventor/Auditor en el Ministerio de Defensa La contratación pública para la digitalización: hay que adaptarse al cambio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 Magdalena Cordero Valdavida José Carrascosa Moreno Tribunal de Cuentas Europeo El control de la contratación pública en una administración en cambio per- manente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61 Emma Ramos Carvajal Cuerpo Superior de Administradores del Principado de Asturias El control interno sobre los contratos menores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 Juan José Orquín Serrano Vicesecretario General del Pleno del Ayuntamiento de Madrid Jesús Ortuño Sánchez Interventor General del Ayuntamiento de Cartagena 6 Sumario Fiscalización preventiva: hacia un enfoque proactivo en el control de los fondos públicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95 Hansel Arias Ramírez Abogado, Órgano de Control de la Hacienda Pública, Costa Rica Doctor por la Universidad de Salamanca Del control permanente masivo al control financiero singularizado . . . . . . . . 109 María del Mar Ramírez Méndez Global & Local Audit Las salvedades en auditoría pública. Responsabilidades tras la COVID-19 y su influencia en las cuentas anuales de las administraciones . . . . . . . . . . . . . . 119 Antonio Arias Rodríguez Técnico de la Universidad de Oviedo Profesor asociado de la UCLM Doctor por la Universidad de Salamanca Marta Riera López Cuerpo de Auditores de la Sindicatura de Cuentas del Principado de Asturias Profesora de la UNIR Doctora por la Universidad de Salamanca Auditoría a la Función de Compliance: tendencias clave a considerar por las instituciones de control externo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135 Carlos Miguel Gómez Márquez Vicepresidente de Investigación y Normatividad de la Academia Mexicana de Auditoría al Desempeño (AMDAD) El control externo y la prevención de la corrupción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147 José Antonio Redondo López Conselleiro maior. Consello de Contas de Galicia Manuel José Santana Suárez María Pérez Vázquez Auditores. Consello de Contas de Galicia Los Tribunales de Cuentas y la evaluación de las políticas públicas basadas en evidencias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163 Sebastião Helvecio Ramos de Castro Consejero del Tribunal de Cuentas del Estado de Minas Gerias Renata Ramos de Castro Consultora Legal en R. Santana Consultoria e Capacitação Presentación El compendio de artículos enmarcados bajo el título «Nuevos escenarios de control para una nueva administración» pretende arrojar luz y dar respuesta a una serie de cues- tiones que nos preocupa, en nuestros días. Por ello, nos planteamos, fruto de las caracterís- ticas de los actuales escenarios económicos y del papel que desempeñan las organizaciones, cuestiones tales como: hacia dónde se dirige la Administración; la problemática de los re- cursos humanos en este sector, como base de la gestión pública; qué tipos de control se ejercen en supuestos concretos; o cuáles son los principales riesgos que afectan a la contra- tación, en general, y a los contratos menores, en particular; así como las principales líneas de actuación o de control. Para poder bucear en los nuevos escenarios del control ejercido en una Administración moderna, que van desde las líneas de actuación tradicionales hasta la gestión y el control de los nuevos fondos Next Generation, hemos de comenzar analizando «La evolución econó- mica y el ajuste de recursos en la Administración». Artículo desarrollado por José Antonio Díaz Lago, del Cuerpo Técnico de Aduanas, que pone de manifiesto la necesidad, por un lado, de configurar una adecuada dimensión del empleo público; y, por otro, de valorar en qué medida el peso del sector público puede contribuir positivamente a la economía. Álvaro García Molinero, Interventor Delegado en el Ministerio de Defensa, pone de relieve «El papel de las tecnologías y de la ciudadanía en el presente y futuro del control de la gestión pública: nuevas oportunidades para el progreso». Con ello se manifiesta cómo las nuevas tecnologías han transformado realmente la actividad fiscalizadora. Además, entiende que la adaptación a este entorno digital, así como las nuevas vías de colaboración contribui- rán al éxito o fracaso de las funciones de control. En particular, Magdalena Cordero y José Carrascosa Moreno,ambos del Tribunal de Cuentas Europeo, profundizan en la digitalización en el ámbito de la contratación pública. Su obra «La contratación pública para la digitalización: hay que adaptarse al cambio» con- sideran al sector público como uno de los motores de la innovación; por lo que, se ha de recurrir a modelos de contratación adaptados a las nuevas necesidades. Ese proceso de adaptación es la clave del éxito; unido, eso sí, a la modernización de los métodos, al control basado en la transparencia, la cooperación interinstitucional y el papel reforzado de los responsables. En línea con lo anteriormente mencionado, «El control de la contratación pública en una Administración en cambio permanente» según analiza Emma Ramos Carvajal del Cuer- 8 Emma Ramos Carvajal po Superior de Administradores del Principado de Asturias, nos muestra cómo el control nos ayuda a mermar los principales riesgos observados en la contratación pública y a salvaguar- dar la eficiencia económica de toda licitación pública. Juan José Orquín Serrano, Vicesecretario General del Ayuntamiento de Madrid, realiza a través del «Control de los contratos menores: una visión de futuro» un análisis del régimen actual del control interno sobre los contratos menores e intenta resolver las dudas jurídicas suscitadas al respecto, a través del estudio de los pronunciamientos realizados por las dife- rentes Juntas Consultivas de Contratación. A continuación, profundizamos en la «Fiscalización preventiva: hacia un enfoque proactivo en el control de los fondos públicos» escrito por el abogado Hansel Arias Ramírez, abogado perteneciente al Órgano de Control de la Hacienda Pública de Costa Rica y de Renata Ramos de Castro, consultora Legal en R. Santana Consultoria e Capacitação. En él nos deleita con el papel jugado por las instituciones de control, que tratan de aportar valor público y generar beneficios en la vida de los ciudadanos. Para ello, recurren a un uso ade- cuado de los mecanismos de control, adaptados a las nuevas exigencias del entorno; pero, sin obviar, el necesario enfoque preventivo que se vislumbra en la labor que desarrollan las Entidades Fiscalizadoras Superiores. Por su parte, María del Mar Ramírez Méndez, de Global & Local Audit, pretende realizar un repaso en «Del control permanente masivo al control financiero singularizado», con el fin de ejercer un control permanente masivo con alcances amplios. Para ello, profun- diza en aspectos críticos y sensibles de la gestión financiera, presupuestaria y patrimonial, esto es, en el «control financiero singularizado». Pasando ya a adentrarnos en la modalidad de la Auditoría Pública nos encontramos con Antonio Arias Rodríguez, Técnico de la Universidad de Oviedo y Marta Riera López, del Cuerpo de Auditores de la Sindicatura de Cuentas del Principado de Asturias, que publican «Las salvedades en auditoría pública. Responsabilidades tras la COVID-19 y su influencia en las cuentas anuales de las Administraciones». En él se realiza una aproximación a los efectos económicos derivados de la COVID-19, así como los efectos que ésta ha tenido sobre la formulación y auditoría de las cuentas anuales. Ahondando en la «Auditoria a la función de compliance: aspectos clave a considerar por los órganos de control externo», Carlos Miguel Gómez Márquez, Vicepresidente de Promoción y Relaciones de la Academia Mexicana de Auditoría al Desempeño (AMDAD) aborda las principales características del compliance, así como: su relevancia, por qué re- sulta importante auditarlo o cuál es la diferencia entre la función de compliance y la función de auditoría. «El control externo y la prevención de la corrupción» de José Antonio Redondo López, Consejero mayor del Consejo de Cuentas de Galicia y de Manuel José Santana Suárez y María Pérez Vázquez, Auditores del Consello de Contas de Galicia muestra la preocupación por fortalecer los mecanismos de lucha contra el fraude y la corrupción. Para ello, los órga- nos de control externo (OCEX) tratan de mejorar las funciones clásicas de la auditoría pú- blica, incidiendo en el diseño de auditorías operativas y en la evaluación de áreas de riesgo; 9 Presentación así como, asumiendo nuevas competencias en materia de prevención y lucha contra el fraude y corrupción. En concreto, analiza el caso del Consello de Contas de Galicia. Cierra el monográfico el artículo de Sebastiao Helvecio Ramos de Castro, Conselhei- ro do Tribunal de Contas do Estado de Minas Gerais, «Los Tribunales de Cuentas y la evaluación de las políticas públicas basadas en evidencias». A través del mismo se analiza el cambio de paradigma en la evaluación de las políticas públicas que realizan los Tribuna- les de Cuentas brasileños como principales representantes del control externo. Si bien, no podemos finalizar la presentación de este monográfico sin agradecer a todo este elenco de prestigiosos autores su interés por colaborar con la Secretaría General de Presupuestos y Gastos, arrojando nuevos temas de pensamiento y debate. EMMA RAMOS CARVAJAL Cuerpo Superior de Administradores del Principado de Asturias Presupuesto y Gasto Público 103/2021: 11-28 Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos © 2021, Instituto de Estudios Fiscales La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública JOSÉ ANTONIO DÍAZ LAGO Cuerpo Técnico de Aduanas Recibido: Septiembre 2021 Aceptado: Octubre 2021 Resumen Dos cuestiones actuales sometidas a debate son: en primer lugar, establecer la adecuada dimensión del empleo público, con independencia de cual sea la contribución del sector público al desarrollo de la economía, entendien- do que la búsqueda de la eficiencia y la productividad se puede conseguir con diferentes volúmenes de recursos humanos y, en segundo lugar, la necesidad de garantizar el crecimiento económico y valorar en qué medida el peso del sector público en la economía puede contribuir positivamente al mismo. Este trabajo pretende hacer una breve aproximación a ambas cuestiones, especialmente en referencia a España, aunque con elementos comparativos con otras economías. Palabras clave: empleo público, crecimiento público, estímulo, austeridad. Clasificación JEL: H70, H89. Abstract There are two questions that are currently being debated: firstly, the question of determining the size of the public sector, regardless of what its contribution to the development of the economy might be and understanding that efficiency and productivity can be achieved through different volumes of human resources; and, secondly, the question of guaranteeing economic growth and assessing to what extent the public sector can contribute positively to this goal. This work intends to bring a short introduction about these two questions, referring specifically to the Spanish case, and with comparisons with other economies. Keywords: public employment, economic growth, stimulus, austerity. JEL Classification: H70, H89. 1. El empleo, en discusión Son muchas las variables económicas que globalmente podrían analizarse y que contri- buyen al sentimiento de perplejidad e incertidumbre que vivimos. La cuestión esencial y más notoria, porque afecta a la calidad y cantidad de la economía y, en consecuencia, al bienestar de las sociedades, es la evolución del mercado laboral, cuestionando, incluso, la propia natu- raleza del concepto de trabajo como usualmente se venía concibiendo desde principios del 12 José Antonio Díaz Lago siglo XIX. Las razones fundamentales de esta situación son tanto la atonía económica existen- te (que se ha traducido en una salida lenta y paulatina de la crisis, lastrada, además, por la aparición de la pandemia) como las incertidumbres que la acelerada evolución tecnológica ha introducido con carácter general. Ambas razones están relacionadas o pueden ser a la vez causa y efecto del escenario resultante.Naturalmente, la aparición de la pandemia ha supues- to un elemento disruptivo que ha incidido negativamente en esta situación. Si en el contexto global el escenario es el expuesto, en España las variables del empleo son aún más acuciantes. Conocido es que el porcentaje de desempleo en nuestro país es todavía alto (y lo era incluso antes de la pandemia) afectando especialmente a jóvenes y mujeres y con las más altas tasas de temporalidad de Europa. Es cierto que el volumen de economía sumergida es alto en España, por encima del 20%, con independencia de la fuente que se consulte (el FMI lo sitúa en el 21% y el sindi- cato Gestha en el 25%) frente a un 7%, por ejemplo, en Alemania, y aunque sin duda este es un factor que de alinearse con la media de los estándares europeos corregiría los datos de empleo y los haría mejorar, no lo haría en la suficiente medida para eliminar completa- mente la diferencia entre las tasas de desempleo que usualmente se observan en España y las que se producen en otros países del mismo entorno económico. En el siguiente Cuadro1 puede observarse, por un lado, la comparación entre la evo- lución del empleo del Sector Público con respecto a la evolución del empleo total para un conjunto de países significativos dentro de las economías occidentales, incluyendo la media de países de la OCDE y, por otro lado, la variación del peso del empleo en el sector públi- co con respecto al empleo total. Todos los datos están referidos al período 2007-2019, y resultan significativos porque consideran el año previo al estallido de la crisis de 2008 y no incluyen el efecto de la pandemia, que los distorsionaría con un hecho grave en lo sanitario, pero cabe pensar que coyuntural desde el punto de vista económico. Las conclusiones inmediatas que se pueden extraer del Cuadro 1 se refieren esencial- mente a España. Del conjunto de países seleccionados es el único que no ha alcanzado, en el conjunto de la economía, los valores de empleo total anteriores a la crisis, situándose por debajo de la media de la OCDE. Sin embargo, el empleo público en España, contrariamen- te a lo que ha ocurrido con el empleo en el conjunto del país sí arroja valores positivos; de hecho, se sitúa entre los países donde esta evolución tiene este carácter dentro de la muestra seleccionada. Consecuentemente, el peso global del empleo público en España sobre el empleo total ha crecido muy por encima del observado en el resto de los países incluidos en la muestra seleccionada. Con respecto a la edad de los empleados públicos, puede observarse en el Cuadro 2 que España es, con gran diferencia, el país que, en 2020, tiene mayor número de empleados públicos, casi la mitad, por encima de 55 años, con un importante crecimiento respecto a solo cinco años atrás. Solo el crecimiento de Alemania se aproxima al de España en este período y para este rango de edad; sin embargo, en el caso de Alemania se produce una disminución del peso total de empleados públicos en el período, contrariamente a lo que ocurre en España, donde el porcentaje de empleados públicos crece sobre el total. 13 La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública Cuadro 1 Evolución variables empleo Fuente: Elaboración propia sobre datos OECD Government at a Glance 2021. Por otro lado, el porcentaje de empleados públicos con edad inferior a 34 años sitúa a España con cifras inferiores al 6% en 2020, lo cual significa que no se está dando una re- novación adecuada de los empleados públicos en las distintas Administraciones Públicas, si consideramos que aproximadamente el 95% de los empleados públicos en España tienen más de 34 años y de ese porcentaje prácticamente la mitad, como se ha señalado, supera los 55 años. Dada la relevancia que están adquiriendo de un tiempo a esta parte las políticas de genero, y por lo que respecta al porcentaje de mujeres que trabajan en el ámbito público en relación al total de empleados en cada rango considerado, se pone de manifiesto que su si- tuación en España, en el ámbito del sector público y de las distintas instituciones que lo conforman, es esencialmente equiparable a la del resto de países desarrollados en los niveles que podríamos catalogar como medios o bajos (manager y otros) de la función administra- tiva; sin embargo, en posiciones de índole superior (senior) los resultados son sorprenden- 14 José Antonio Díaz Lago temente mejores en relación a los de la media de la muestra y los de la OCDE, ofreciendo los mejores valores junto a Noruega, Suecia, Polonia y Reino Unido. Cuadro 2 Empleos Públicos Fuente: Elaboración propia sobre datos OECD Government at a Glance 2021. De lo expuesto, resultan algunas consecuencias llamativas: — El empleo global de la economía en España no ha alcanzado el nivel previo a la crisis de 2008, contrariamente a lo acontecido en el resto de grandes economías occidentales. — El crecimiento del empleo público en España, en el período 2007/2019, por el contrario, es el más importante de la muestra de países considerados. — Si bien las políticas de género pueden seguir auspiciándose, el ámbito público en España arroja resultados cuantitativos, no solo equiparables sino mejores en algu- nos rangos que los observados en la mayoría de las economías occidentales. — La función pública en España está muy envejecida, lo que es completamente in- adecuado en un contexto de innovación digital y tecnológica permanente. Las circunstancias anteriores requieren adaptación a nuevos modelos de trabajo, for- mación permanente y capacidad de reciclaje cada pocos años, lo cual, naturalmen- te y por razones evidentes, es tanto más dificultoso cuanto más se acerca la fina- lización de la vida laboral. 15 La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública Llegados a este punto cabe preguntarse: ¿Por qué se ha llegado a esta situación en el empleo público en España y en que medida influye la misma en el adecuado desempeño de las funciones de la Administración? La explicación a esta pregunta la encontramos en el Cuadro 3 siguiente en el que se pone de manifiesto el importantísimo incremento del per- sonal al servicio de las Comunidades Autónomas, que ha crecido casi un 33% en los últimos veinte años y, del mismo modo, el aumento del personal al servicio de las Universidades Públicas dependientes de las mismas, cuyo personal ha crecido en un porcentaje aún superior hasta el 77.56%. Los incrementos observados podrían justificarse por el traspaso de competencias des- de la Administración del Estado a las Comunidades Autónomas, pero si se considera que el sector público dependiente directamente de la Administración del Estado ha descendido solo un 9%, las cifras no solo no parecen concordar, sino que están muy distantes. Tomando los valores absolutos, la Administración del Estado ha disminuido su personal en el período considerado en una cifra algo inferior a cincuenta mil efectivos, mientras que el incremento de personal en las CC.AA. y Universidades dependientes de las mismas se eleva a casi cuatrocientos veinticinco mil efectivos. La cuestión más relevante, sin embargo, es cómo se puede explicar que, con una tan importante incorporación de personal al servicio del sector público, la más relevante obser- vada en términos porcentuales en cualquiera de los países considerados en la muestra y en la propia OCDE, es posible que, al mismo tiempo España sea el país con los empleados públicos de mayor edad; observábamos más arriba que el 95% está por encima de treinta y cuatro años y el 46% está por encima de cincuenta y cinco años. La explicación esencial a esta aparente paradoja la encontramos en los modelos de provisión: desde hace años se han realizado propuestas de racionalización y dimensiona- miento del empleo público, en general aludiendo a su necesaria reducción. Los intentos de llevarlas a cabo han sido múltiples y reiterados y no hayGobierno que se precie que no haya elaborado su plan específico en la materia, incluido el gobierno actual. Estos planes, empe- ro, suelen quedar debidamente archivados o decorar los estantes de las bibliotecas y su aplicación práctica es escasa. El proyecto quizá más ambicioso en este sentido, la Comisión para la Reforma de la Administración Pública (CORA), tenía como objetivo primordial la reducción de organismos y entes públicos de utilidad y eficacia discutibles; sus conclusiones fueron formalmente positivas, basándose en los órganos suprimidos, aunque muchos de ellos se limitaron a integrarse en otros órganos y el personal afectado encontró acomodo en otros ámbitos de las distintas Administraciones. Además de los planes específicos reiteradamente propuestos, las leyes anuales de pre- supuestos del Estado y de las distintas CC.AA. vienen incluyendo, casi de rutina, limitacio- nes al incremento de personal y controles sobre el mismo. Puede interpretarse que esta fi- nalidad sí parece haberse conseguido en el Estado, aunque sería dudoso si se considera que también ha habido traspasos competenciales hacia las CC.AA. Donde, desde luego, no se ha conseguido reducción alguna es en estas últimas, puesto que en las mismas se ha produ- cido el importantísimo incremento ya señalado, pudiendo razonarse a la inversa: incremen- tos competenciales pueden justificar aumentos de personal, pero considerando la evolución 16 José Antonio Díaz Lago Cuadro 3 Datos empleo AA.PP. España Fuente: Elaboración propia, con datos del Boletín Estadístico de Personal. Ministerio de Política Territorial y Función Pública. 17 La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública del empleo público observado en la Administración General del Estado y sus organismos dependientes, no por los volúmenes que se han producido. No obstante, lo relevante es que esta pugna entre, por un lado, los deseos teóricos de racionalización de los organismos públicos y dimensionamiento del empleo público y, por otro lado, las presiones y clientelismos desatados en entornos territoriales y administrativos más pequeños no ha servido para rejuvenecer la Administración y, al menos, contar con personal más idóneo por razones de edad para afrontar los retos de la renovación tecnoló- gica exponencial. En consecuencia, se ha procedido a contratar personal interino o temporal en las CC.AA. (casi el 90% del incremento de empleo público en el período considerado corresponde a este tipo de personal, un volumen de más de trescientos cincuenta y ocho mil efectivos) generando un problema de primera magnitud y difícil solución que ha alcanzado ya a las instituciones comunitarias, que se han pronunciado sobre la cuestión: Tribunal de Justicia de la Unión Europea, asunto 726/2019 sentencia 3/6/2021, y a la Justicia Españo- la: STS 17/2021. Desde el punto de vista de la organización y racionalidad del sector público y de las distintas administraciones públicas que en España lo conforman podría concluirse que los criterios seguidos hasta la fecha no han logrado su propósito esencial. Se ha primado la comodidad y la solución inmediata de los problemas de gestión, cuando no los intereses corporativos o políticos, sobre la adecuada planificación estratégica. Con ello se ha origina- do un incremento de personal que cabría calificar de poco justificado y que contrasta en los últimos años con la minoración de empleos en el sector privado. En el conjunto de la economía española los problemas más relevantes del mercado de trabajo son la economía sumergida, el desempleo juvenil y, sobre todo, la alta temporalidad. En las administraciones públicas, especialmente en las territoriales, lo son la elevada media de edad de las plantillas y el crecimiento de las interinidades y del personal eventual o temporal: en las CC.AA. un 38% del personal de estas es actualmente interino o temporal. Considerando el crecimiento exponencial de la digitalización y la necesidad de un reciclaje y formación continuos esta situación no es la más adecuada, mientras que la proliferación de interinidades y personal temporal señaladas afecta directamente al modelo de Adminis- tración aséptica y meritocrática y parece retrotraernos en el túnel del tiempo a la época de las cesantías, que parecía superada. 2. Vuelve el debate económico, aunque más moderado y confuso La crisis económica que comenzó a finales de la primera década de este siglo pareció ir superándose poco a poco durante la segunda década del mismo, si bien con ritmos y ca- racterísticas diferentes dependiendo de cada país. No obstante, la recuperación nunca tuvo la intensidad suficiente para poder afirmar con rotundidad que se había salido de la crisis. Las singularidades de la realidad económica de las dos últimas décadas han motivado que, de modo evidente, no haya existido desde el comienzo del siglo XX una corriente de pen- samiento dominante que se adueñara del mainstream económico, como ocurrió con el key- 18 José Antonio Díaz Lago nesianismo en los años gloriosos del capitalismo tras la segunda guerra mundial o como aconteció posteriormente, a partir de los años ochenta del siglo pasado, con el auge del li- beralismo económico. La razón sustancial que explica esta falta de predominio en el liderazgo de una doctri- na económica concreta sobre las demás es que mientras que el keynesianismo y el liberalis- mo económico parecieron acertar (con todos lo matices que, obviamente, se pueden intro- ducir) en el diagnóstico y aplicación de soluciones efectivas para garantizar la continuidad del capitalismo en los momentos históricos en que se impusieron, los tiempos actuales trazan un escenario bien distinto. La confusión imperante en nuestros días y las paradojas a afron- tar son de tal naturaleza que no propician la formulación de medidas claras y, sobre todo, que puedan adscribirse a una determinada corriente económica, a una preponderancia de la política fiscal o monetaria o a un decantamiento por las políticas de oferta o de demanda. Más bien parece ser necesario y acorde a los tiempos utilizar elementos de diferentes escue- las económicas en una suerte de sincretismo (Blanchard y Summers 2019) que alcanza, incluso, a formulaciones marxistas, que tras la caída del muro de Berlín y la apertura de China parecían batirse en retirada, pero que ahora, lejos de extinguirse, han retornado con fuerza, como ponen de manifiesto las obras de Mason o Piketty, entre otros. Considerando lo expuesto, podríamos señalar algunos puntos en los que parece haber un acuerdo esencial, que serían los siguientes, refiriéndonos siempre a las economías desa- rrolladas, ya que otras economías tienen una problemática distinta: — Cierto nivel de intervención del sector público en la economía es necesario. — La cobertura social que garantice educación, sanidad y ciertos mínimos vitales es imprescindible. — La globalización de la economía no ha servido para asegurar un acercamiento en el nivel de desarrollo entre grupos de países y ha generado situaciones de dominio de mercado similares a los monopolios y motiva corrientes migratorias hacia los países desarrollados que tensionan su propia estructura social y económica. — El empleo se manifiesta como la medida esencial de la capacidad de adaptación de las economías a la realidad imperante, mostrándose resistente ante los estímu- los realizados y sin una recuperación clara, sin perjuicio de la evolución específi- ca por países. Adicionalmente, se manifiesta un cambio de naturaleza desconocida en este terreno: las habilidades, formaciones y estructuras laborales se perciben como uno de los retos ineludibles a afrontar, pero con una gran incertidumbre respecto a su dirección. — Los restos de la digitalización creciente, el impacto sobre el medio ambiente y el necesario desarrollo de la economía verde no se discuten en general, aunque sus formulaciones son en másde una ocasión confusas y poco claras. Persisten también desacuerdos, centrados en los aspectos más doctrinales de las distin- tas corrientes económicas, aunque sin la virulencia de otros tiempos: 19 La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública — No existe una conciliación clara sobre la intensidad adecuada de las políticas de austeridad, si bien la pandemia parece haber aplazado en parte esta discusión, puesto que la necesidad de priorizar las políticas sanitarias y los distintos niveles de intensidad de la afectación por países hace complicado llegar a conclusiones de índole general, incluso en economías similares. — La procedencia de las políticas de estímulo vuelve a estar encima de la mesa y se plantea sin tapujos por sus defensores. — Aunque el sistema de mercado libre no está en el centro del debate resurgen con claridad las propuestas de corte planificador y el intervencionismo del Estado como una manera de corregir los problemas económicos y sociales. Como se ha dicho, los planteamientos son moderados y en el fondo vuelve a resurgir el debate sobre el fin del capitalismo que nunca se ha abandonado, aunque sí aplazado y que fue formulado no solo por el socialismo radical sino por insignes economistas ortodoxos: desde el propio Schumpeter hasta Joan Robinson y, extremando la interpretación, incluso por Paul Samuelson. Solo la ninguneada y minoritaria escuela austriaca se sigue mostrando firme en el mantenimiento de posiciones irreductibles en lo que se refiere a la defensa del liberalismo, el libre mercado, la mínima intervención gubernamental, la reducción de im- puestos y la existencia de reglas escasas pero contundentes en materia regulatoria, especial- mente en los mercados financieros. 3. El volumen y peso deseable del sector público en la economía Aunque el Estado Social y los derechos de los trabajadores se habían venido consoli- dando desde finales el siglo XIX, la dimensión de los Estados distaba de garantizar la co- bertura social generalizada frente a situaciones de emergencia, de modo que la drástica si- tuación social vivida tras la gran depresión de 1927 motivaba desde actuaciones públicas heterodoxas de acuerdo a los ideas de aquellos tiempos (new deal) hasta llamadas a la in- versión pública incluso entre economistas de la Escuela de Chicago, como el propio Fried- man. Sin embargo, estas ideas contradecían las corrientes económicas ortodoxas imperantes y fue el keynesianismo el que dotó de argumentos teóricos a los que pensaban que, sin in- currir en la intervención total de la economía, era imprescindible en ciertas ocasiones un estímulo estatal potente para garantizar un incremento de la demanda y el empleo. Estos planteamientos económicos, que no solo eran en aquel momento radicales sino inimaginables (L. H. White 2015) dominaron la economía mundial hasta que la estanflación (inflación y desempleo combinados) observada durante la crisis del petróleo, pese a que se enseñaba en las escuelas económicas (curva de Philips) que era literalmente imposible de darse, se mos- traba con claridad en el mundo real. Sin embargo, los años de keynesianismo y la potenciación de los sectores sindicales y sociales han consolidado Estados con una estructura cada vez más potente y con un peso mayor en la economía, con peculiaridades dependiendo de cada país, pero con una tenden- 20 José Antonio Díaz Lago cia global clara. Tanto es así que al tomar las riendas de la ideología económica dominante, en los años ochenta del siglo pasado, los economistas partidarios de las políticas de oferta, presuntamente radicales del liberalismo, resultaron ser en su mayoría más bien tory wets, esto es conservadores moderados poco partidarios de aplicar cirugías extremas en la econo- mía o de recortar drásticamente el sector público; incluso se mostraron partidarios de ma- yores regulaciones en el ámbito financiero, especialmente a partir de 2008 o en el sector medioambiental (Krugman 2009). Las sociedades occidentales se han acostumbrado a las coberturas sociales; tanto las crisis de más calado como las pequeñas crisis cíclicas en los últimos setenta años se han solventado con la entrada en acción de los estabilizadores automáticos y la cobertura social otorgada por los Estados. La combinación de la expansión de la riqueza económica y el incremento paulatino del modo de vida en los países occidentales, junto a la conciencia global de la ciudadanía y la actividad desarrolladla por las potentes organizaciones sindica- les no permiten fácilmente un cuestionamiento apreciable de la dimensión del sector públi- co, lo que por otra parte y como hemos visto dista de darse en las distintas corrientes eco- nómicas, al menos en su aplicación práctica. Se ha podido constatar el fracaso de los países del bloque comunista, que tuvo su hito emblemático tras derribarse el muro de Berlín, y es un hecho evidente que el modelo comu- nista no ha funcionado históricamente en otros países, así como que el crecimiento expo- nencial de la economía china solo se ha podido producir tras aplicar medidas de apertura y permitir la liberalización de ámbitos económicos específicos (aun con el férreo control po- lítico que persiste). Sin embargo, la ralentización del crecimiento en las economías occidentales y la exis- tencia dentro de estas de países con un potente sector público, como los escandinavos, vuelven a poner de actualidad el debate sobre la dimensión adecuada del sector público y su contribución al desarrollo económico. ¿Puede entonces establecerse alguna relación entre tamaño del sector público y empleo asociado al mismo con el crecimiento económico, aun- que exija después un análisis sobre otras condiciones políticas o sociales en los países en los que parece haber tenido éxito? Para hacer una breve aproximación a esta cuestión partiremos de datos macroeconó- micos concretos, referidos al período 2007-2019, por las razones ya expuestas más arriba, y trataremos de llegar en primer lugar a algunas conclusiones extraídas de los propios datos, para pasar posteriormente a realizar alguna observación deductiva al margen de estos. En el Cuadro 4 siguiente se establece una correlación lineal entre los datos para el período 2007/2019 del grupo de países tomados en la muestra y considerados suficiente- mente representativos: por un lado se consideran el incremento del PIB y crecimiento de la renta per cápita (tomados en ambos casos como comparativa de los valores absolutos de los períodos considerados) y, por otro lado, se incluyen los incrementos de ingresos públicos y de gasto público, considerados en este caso como cálculo de la media de los incrementos anuales en ambos casos. 21 La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública Cuadro 4 Correlación de variables macroeconómicas Fuente: Elaboración propia, s/OCDE (Government at a glance 2021) y World Bank (indicadores de desarrollo mundial 2021). 22 José Antonio Díaz Lago Las conclusiones que se extraen del Cuadro 4 anterior, para el conjunto de la muestra se ofrecen a continuación: a) Existe, para el conjunto de la muestra total, una correlación positiva entre el cre- cimiento del gasto público y el resto de las variables consideradas, que podría ordenarse por su grado de interdependencia (que sería máxima para valores =1): — Crecimiento gasto público per cápita/ crecimiento PIB 0,84. — Crecimiento gasto público per cápita / crecimiento ingresos públicos per cá- pita 0,77. — Crecimiento gasto público per cápita / crecimiento renta per cápita 0,58. b) Por su parte un crecimiento positivo del PIB arroja igualmente una correlación positiva: — Crecimiento PIB/ crecimiento ingresos públicos per cápita 0,86. — Crecimiento PIB/ crecimiento renta per cápita. 0,73. c) Un crecimiento de los ingresos públicos establece igualmente una relación direc- ta con la renta percápita: — Crecimiento ingresos públicos per cápita/ crecimiento renta per cápita 0,71. d) Si en lugar de utilizar la totalidad de la muestra utilizamos exclusivamente la de los cinco países cuyo PIB ha crecido menos en el período considerado, los resul- tados siguen ofreciendo una interdependencia directa, pero varían. Son los siguien- tes: — Crecimiento gasto público per cápita / crecimiento PIB 0,79. — Crecimiento gasto público per cápita / crecimiento ingresos públicos per cá- pita 0,05. — Crecimiento gasto público per cápita / crecimiento renta per cápita –0,03. La aparición de un resultado negativo en la relación Crecimiento gasto públi- co/ crecimiento renta per cápita parece indicar una dependencia inversa, muy leve, pero que pudiera indicar problemas de equidad en la distribución y prioridades del gasto público. El resto de las relaciones observadas en este planteamiento son las siguientes, positivas, lo que indica una relación directa, pero inferiores a las de la muestra general: — Crecimiento PIB/ crecimiento ingresos públicos per cápita 0,57. — Crecimiento PIB/ crecimiento renta per cápita. 0,49. — Crecimiento ingresos públicos per cápita/ crecimiento renta per cápita 0,99. e) Del mismo modo que se han seleccionado los cinco países de la muestra con menor crecimiento del PIB en el período considerado si la comparación se hace 23 La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública con los cinco países de la muestra con mayor crecimiento del PIB en el período los valores que se obtienen son los siguientes: — Crecimiento gasto público per cápita / crecimiento PIB 0,83. — Crecimiento gasto público per cápita / crecimiento ingresos públicos per cá- pita 0,89. — Crecimiento gasto público per cápita / crecimiento renta per cápita 0,44. — Crecimiento PIB/ crecimiento ingresos públicos per cápita 0,85. — Crecimiento PIB/ crecimiento renta per cápita. 0,61. — Crecimiento ingresos públicos/ crecimiento renta per cápita 0,55. Para este conjunto de países la relación que se establece es más directa, sin observar valor negativo alguno, lo que es indicativo de que el mero crecimiento del gasto público per cápita no conlleva necesariamente un desarrollo económico y una adecuada redistribución de rentas, sino que debe ir acompañado de medidas adicionales relacionadas con la innova- ción, diversificación y capacidad de introducir complejidad en los sectores económicos. Este hecho se puede observar en el Cuadro 5 siguiente en el que se establece el coeficiente de correlación de España con el conjunto de países considerados en la muestra, en este caso para los valores relativos a deuda, inversión y gasto público como valor porcentual del PIB (no como incremento de este en relación a la renta per cápita). Es fácil observar que se da una relación directa —en mayor o menor medida— de España con respecto a la media de la OCDE y de la mayor parte de los países considerados en la muestra, con excepción de algunos de los países más dinámicos como Suecia, Noruega y Alemania, con los que se da una correlación inversa respecto a las variables consideradas. Por otro lado, si se calcula el coeficiente de correlación de la variación del porcentaje de gasto público en el período 2007-2019 en relación al crecimiento del PIB en el mismo período se obtiene un valor cercano a cero lo que significa que la contribución del sector privado al crecimiento del PIB no ha sido inferior a la del sector público considerada en valores absolutos, aunque el incremento de gasto per cápita si pueda establecer una relación directa con el crecimiento del PIB. Es decir, incrementos de población requieren incremen- tos del gasto público para garantizar el mantenimiento de los niveles asistenciales para las funciones sociales, pero es más dudoso que una política de estímulo a ultranza tenga más efecto en el crecimiento de la economía que la iniciativa privada en condiciones de compe- titividad y diversificación. Puede deducirse que la diversidad económica es un elemento determinante del desa- rrollo económico, ya que otorga opciones eludiendo la dependencia de sectores específicos. La Universidad de Harvard publica anualmente el Atlas of economic complexity, que en 2021 constata el rápido avance de las economías asiáticas como China o Corea del Sur, que se sitúan ya entre las veinte primeras en complejidad económica, cuando hace veinticinco años no lo estaban. España, continúa perdiendo posiciones, situándose en el puesto 32. De las economías incluidas en la muestra de este trabajo, Alemania y Suecia siguen en los puestos 24 José Antonio Díaz Lago Cuadro 5 Correlación variables Deuda, Gasto Público e Inversión Fuente: Elaboración propia, s/OCDE (Government at a glance 2021) y World Bank (indicadores de desarrollo mundial 2021). 25 La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública de cabeza, no así Noruega (caso especial con gran dependencia de la industria del petróleo) ni Francia, Italia o Reino Unido, precisamente los países con los que España muestra más correlación, y un elemento de reflexión para las economías europeas. 4. La dimensión del empleo público Si relacionamos los parámetros de empleo con las variables macroeconómicas los re- sultados que se observan, recogidos en el Cuadro 6 siguiente, son heterogéneos, de modo que, en general, puede establecerse que el crecimiento del empleo público presenta ambiva- lencias, como pone de manifiesto que las correlaciones que se establecen son directas e inversas. Sintéticamente, los datos más destacados serían los siguientes: a) Para el conjunto de la muestra se obtiene: — El incremento del porcentaje de empleo público respecto al empleo total tiene en la muestra global considerada una relación inversa, aunque débil y arroja, por tanto, resultados negativos. — Todos los valores que se obtienen derivados del incremento de empleados públicos por encima de 55 años tienen efecto directamente inverso sobre la evolución del PIB y la renta per cápita. — El incre mento del empleo público, como variable absoluta globalmente con- siderada, tiene una relación directa positiva para la creación de empleo, pero de carácter débil. b) Para las muestras selectivas en grupos de cinco países, según su mayor o menor crecimiento del PIB en la muestra considerada se observan algunas diferencias: — El incremento de empleo público tiene una relación directa positiva muy acu- sada dirigida al crecimiento económico en los países de menor crecimiento del PIB, pero muy débil, casi neutra en los países de mayor crecimiento. — El incremento del porcentaje de empleo público respecto al empleo total tiene una relación directa positiva en los países con menor crecimiento del PIB, pero inversa en los países con mayor crecimiento del PIB. 26 José Antonio Díaz Lago Cuadro 6 Correlación variables empleo/variables económicas Fuente: Elaboración propia, fuente OCDE (Government at a glance 2021) y World Bank (indicadores de desarro- llo mundial 2021). 27 La evolución económica y el ajuste de recursos en la Administración Pública 5. Conclusiones El objetivo del trabajo era realizar una breve aproximación a la problemática del empleo y del tamaño idóneo del sector público, de carácter fundamentalmente descriptivo. No obs- tante, se apuntan algunas conclusiones: — La evolución del empleo público en España, fundamentalmente en las Comunida- des Autónomas, ha venido creciendo de modo aparentemente poco controlado. Además, la falta de planificación y de sustitución ordenada del personal ha deri- vado en un acusado envejecimiento del personal al servicio del sector público, sin parangón en Europa. Adicionalmente, la generación de bolsas muy importantes de interinidad y temporalidad suponen un serio problema, no solo por la búsqueda de una solución a la situacióncreada, sino por el deterioro de la calidad de la función pública. — Distintas voces han manifestado la conveniencia de variar los niveles de acceso en la Administración, eludiendo los planteamientos memorísticos y adecuando las pruebas a las habilidades requeridas actualmente: capacidad expositiva, adaptación al cambio, competencias digitales, etc. Sin embargo, es indudable que el acervo de conocimientos en las distintas áreas sigue siendo necesario, por lo que de algún modo debe ponerse en valor. En consecuencia, parece que debe establecerse una relación entre nuevos modos de acceso, más adecuados a los tiempos presentes, con la necesaria equidad de estos y con el objetivo de seleccionar al personal más capacitado posible. — Aunque un nivel determina do de gasto público destinado a la creación de empleo tiene una relación directa positiva sobre el empleo global, esta es de carácter débil, mientras que si la creación de empleo público es sustitutiva de la creación de empleo privado la relación sigue siendo igualmente débil, pero es de relación in- versa, o negativa. Esto parece sugerir que las políticas de incentivación de empleo público no generan resultados globales apreciables ni en el crecimiento económi- co ni en el empleo total, aunque pueden resultar ventajosas para quienes se bene- ficien de ellas, desde el punto de vista personal o político. — Las proyecciones económicas basadas en expectativas racionales y en modelos predictivos derivados de las mismas son más cuestionables que nunca, incluso a la hora de trazar meras tendencias. Ello es debido a que los cambios sociales y económicos propiciados por el desarrollo tecnológico exponencial hace que los mecanismos de análisis efectuados sobre experiencias pasadas, aunque sean inme- diatas, no son del todo fiables. En consecuencia, los planteamientos más seguros son los que recurren a los principios más generales aplicables a cualquier proceso: transparencia, capacidad de innovación, adaptación a los cambios y formación global. — La dicotomía más/menos sector público no está totalmente obsoleta, pero no pa- rece la más adecuada para analizar la realidad actual. Como caso paradigmático, 28 José Antonio Díaz Lago el estatismo de los países escandinavos se compatibiliza con políticas públicas de transparencia, responsabilidad y exigencia de resultados, en un modelo que no es fácilmente trasladable a otros países con condiciones sociales distintas. Además, la contribución del sector público al PIB en estos países no implica una justifica- ción del incremento de empleo público, sino lo contrario, externalización de ser- vicios prestados al sector público por empresas privadas. — La economía de libre mercado y los planteamientos más tendentes a un interven- cionismo público parece, al menos en las economías occidentales con un fuerte nivel de protección social, que deben buscar un punto de encuentro y de simbiosis de los aspectos más compatibles de las mismas. La formación, el conocimiento, el saber, intelectual y tecnológico será lo que determinará la capacidad de avance y desarrollo de cada sociedad y del empleo como valor determinante de la inte- gración de las personas en la misma. 6. Bibliografía Bermúdez, C. (2014). «La racionalidad en la formación de expectativas». Revista de Economía Insti- tucional, vol. 16, pp. 83-97. Blanchard, O. y Summers, L. (2019). Evolution or revolution. Edit. MIT Press. 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Presupuesto y Gasto Público 103/2021: 29-42 Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos © 2021, Instituto de Estudios Fiscales El papel de las tecnologías y de la ciudadanía en el presente y futuro del control de la gestión pública: nuevas oportunidades para el progreso ÁLVARO GARCÍA MOLINERO Interventor/Auditor en el Ministerio de Defensa Recibido: Septiembre 2021 Aceptado: Octubre 2021 Resumen La aparición de nuevas tecnologías ha supuesto una verdadera transformación del ejercicio de la actividad fiscali- zadora. Si bien es cierto que este proceso de integración de nuevas herramientas informáticas requiere un tiempo de adaptación, nadie pone en duda hoy las innumerables ventajas que las mismas ofrecen. Así mismo debemos también abrirnos a la posibilidad de generar nuevos cauces de participación a una ciudadanía cada vez más infor- mada e interesada en conocer cómo funcionan los servicios públicos. La adaptación a este nuevo entorno digital y la apertura a nuevos canales de colaboración determinarán el éxito o fracaso de los entes de control. Palabras clave: Control interno, fiscalización, nuevas tecnologías, participación ciudadana, auditoría. Clasificación JEL: M41, M42. Abstract The appearance of new technologies has meant a transformation in the exercise of the audit activity. Although this process of integrating new IT tools requires some time to adapt and no one today questions the countless advan- tages they offer. We must also open ourselves to the possibility of generating new channels of participation for an increasingly informed citizenry interested in knowing how public services work. Adapting to this new digital en- vironment and opening to new channels of collaboration will determine the success or failure of control entities. Key words: Internal control, auditing, new technologies, citizen participation. JEL Classification: M41, M42. Introducción Con el presente trabajo se pretende realizar un estudio sobre la necesidad de que las tareas de control de la actividad económico-financiera del Estado en el actual marco de administración electrónica se realicen con una adecuada combinación de personas y las tecnologías. Durante los últimos años, con el avance imparable de las nuevas tecnologías y 30 Álvaro García Molinero la necesidad de dar una respuesta óptima a la ciudadanía, como principal destinataria de la información sobre los resultados derivados de la gestión pública y su control, se ha hecho patente la necesidad de que las tareas que conforman el control de la actividad económi- co-financiera del Estado vaya en sintonía con la evolución de estas tecnologías y con el posible reconocimiento de un nuevo rol a la ciudadanía a la hora de acometer las distintas actuaciones de fiscalización. Para ello, es preciso adaptar los roles y la capacitación del personal encargado de llevar a término tan importantes funciones en este nuevo entorno. Lo que nos demuestra la realidad en la que vivimos es que este entorno está sujeto a un permanente cambio (evolución) y demanda una adaptación rápida y continua de todos los agentes que intervienen en las tareas que engloba la gestión pública y de los que ejercen el control de la misma. 1. El control de la actividad económico-financiera en un contexto de administración electrónica. La perspectiva de las nuevas tecnologías, con sus oportunidades y sus riesgos Los objetivos de control enumerados en la normativa presupuestaria y de los órganos encargados del control externode la gestión económico-financiera del sector público pueden quedar resumidos en: a) Verificar el cumplimiento de la normativa que resulte de aplicación a la gestión objeto del control. b) Verificar el adecuado registro y contabilización de las operaciones realizadas, y su fiel y regular reflejo en las cuentas y estados que, conforme a las disposiciones aplicables, deba formar cada órgano o entidad. c) Evaluar que la actividad y los procedimientos objeto de control se realiza de acuerdo con los principios de buena gestión financiera (triple «e»: economía, eficacia y eficiencia). d) Verificar el cumplimiento de los objetivos asignados a los órganos gestores (fines institucionales). Ciertamente, la realización de un control absoluto, del 100% de toda la gestión reali- zada se antoja imposible. Por ello, la normativa de desarrollo ha ido enfocando la función de control sobre la base de dos elementos fundamentales: el análisis de riesgos como factor elemental a la hora de planificar y ejecutar las actuaciones de control y la aplicación de las tecnologías existentes con el objetivo de promover la mejora de los resultados obtenidos del control en términos de eficacia y eficiencia. En este punto conviene recordar que las labores de supervisión y de continua vigilan- cia de la gestión no es únicamente del órgano de control o fiscalizador, sino que como primera defensa y como máximo responsable se encuentra el órgano gestor. Para aproximar 31 El papel de las tecnologías y de la ciudadanía en el presente y futuro del control de la gestión pública este concepto, la INTOSAI, en su Guía para las normas de control interno del sector públi- co (INTOSAI GOV 9100), señala: «El control interno es un proceso integral dinámico que se adapta constantemente a los cambios que enfrenta la organización. La gerencia y el personal de todo nivel tienen que estar involucrados en este proceso para enfrentarse a los riesgos y para dar seguridad razonable del logro de la misión de la institución y de los objetivos generales». De esta afirmación se pueden extraer dos ideas importantes que, además, pueden ex- trapolarse también al control externo: — El control de la actividad económico-financiera como un proceso integral (que comprende todos los elementos o aspectos), y que además tiene que ser dinámico (movible, ajustable). — Todo el personal que participa en este control tiene que estar preparado y capa- citado para poder responder a las nuevas necesidades, o riesgos, que puedan surgir al objeto de que se pueda asegurar que se logran los objetivos de la organi- zación y que se actúa de acuerdo con la MISIÓN (razón de ser de la organización) de cada organización o ente público. Una vez asentado el marco normativo del control interno, podemos plantearnos una pequeña reflexión sobre el ejercicio de este control en términos ya mencionados de eficacia y eficiencia. El propio Tribunal de Cuentas de España (TCu) en sus Normas de Fiscalización, aprobadas por el Pleno el 23 de diciembre de 2013, modificadas por Acuerdo del Pleno de 29 de octubre de 2015, señaló lo siguiente: «Un sistema de control interno se entenderá adecuado cuando, con unos costes razonables e inferiores a los beneficios que reporte su existencia, proporcione suficiente seguridad de que cubre los siguientes objetivos: salvaguardar los activos o recursos de la entidad, otorgar fiabi- lidad a los registros contables y garantizar el funcionamiento de la organización de acuerdo con la normativa de aplicación y con los principios de buena gestión». Destaca esta afirmación de este órgano tan relevante en el sentido de que introduce un elemento de análisis coste/beneficio. Es decir, el control será adecuado y eficaz cuando se logre cumplir con los objetivos señalados a un coste asumible dados los recursos existentes. Es la materialización del siguiente principio: «No vale el control por el control», por tanto, busquemos la economía de medios y la mejora de la eficiencia en nuestras labores de control. Aunque como ya ha sido señalado el primer órgano encargado de ejercer el control interno es el propio gestor, como máximo responsable de la actividad de gestión pública a ellos encomendada, los órganos de control propiamente dichos, y así determinados en la normativa presupuestaria, debemos plantearnos, al menos, las siguientes reflexiones: — ¿En nuestro modelo actual estamos realizando un adecuado control atendiendo a todos estos objetivos que plantea y exige la normativa presupuestaria? ¿Resulta eficaz y eficiente nuestra labor de control? ¿En qué aspectos podemos mejorar? — ¿Estamos preparados para afrontar las labores de fiscalizació n en un nuevo marco/ entorno de administración digital? Veamos en este contexto la nueva realidad: data 32 Álvaro García Molinero analytics, data mining, big data o la Inteligencia Artificial, automatización de procesos, etc. Estos recursos han venido para quedarse y ayudarán notablemente a realizar un control eficaz (consecución de objetivos de control) y eficiente (logro de objetivos con un conside- rable menor número de recursos financieros, humanos, materiales…), posibilitando cumplir con los objetivos de control propuestos en la normativa presupuestaria. Es necesario poner sobre la mesa todos aquellos aspectos que van a incidir en el ne- cesario cambio de mentalidad, entendido como el cambio cultural que consiste en la evolu- ción de un modelo tradicional a un modelo innovador/vanguardista más acorde a las cir- cunstancias actuales y que verdaderamente permitan ejecutar, en tiempo y forma, un control amplio posibilitado por las herramientas TIC y focalizado en las principales áreas de riesgo detectadas en el ente auditado. En este marco de reflexión, podemos traer a colación lo señalado por el Tribunal de Cuentas Europeo en un interesante ejemplar monográfico (Journal del 1/2020) en colabora- ción con personal experto del entorno digital: «La necesidad de mantenerse al día con los avances tecnológicos es algo que la profesión de auditoría interna no puede permitirse ignorar. La gran velocidad del cambio significa que tenemos que anticiparnos, planificar y reaccionar de formas que muchos hubieran encontrado inimaginables hace tan solo unos años. Tenemos que aprovechar esas herramientas y tecnologías que nos permitan evaluar mejor no solo los riesgos a los que se enfrenta la Comisión en este entorno cada vez más desafiante, sino también los controles establecidos para mitigarlos. Sin embargo, también necesitamos el talento y las habilidades adecuados para hacer esto en un mercado muy competitivo (…)». Vemos ahora ya no solo la importancia de contar con las nuevas tecnologías disponibles, sino que también es necesario que las personas que participan o pueden participar (también otro tipo de personal especializado en otras materias) en las actuaciones de control se nutran de nuevos conocimientos, destrezas y habilidades en un entorno claramente diferente al existente hasta no hace muchas fechas. La formación y perfeccionamiento del personal controlador son, por tanto, elementos que no deben ser olvidados y deben constituir un pilar básico en la estrategia general defi- nida en la propia dirección de los órganos de control. A la extensión/dispersión normativa (modificaciones incluidas) y al amplio espectro de materias que pueden ser objeto de control debemos añadir la exigencia de tener que «aprender» a manejarnos con estas herramientas informáticas. La oportunidad para avanzar, para ser más eficientes está ahí. Ya podemos disponer de las herramientas necesarias para automatizar, para reducir cargas burocráticas, para agilizar los procesos internos. Es en este entorno informatizado donde podemos y debemos mover- nos, solo queda aprovechar estas oportunidades. Para lograr este objetivo surge la necesidad de confiar el control a equipos multidis- ciplinares en los que estén presente personal con otro tipode conocimientos distintos a los 33 El papel de las tecnologías y de la ciudadanía en el presente y futuro del control de la gestión pública requeridos tradicionalmente para el ejercicio de la auditoría o del control de la gestión económica (analistas de datos, especialistas TIC etc.). Precisamente los recursos humanos representan una de las mayores limitaciones que se puede presentar en las entidades de control, por ello es trascendental abordar una estrategia que tenga en cuenta estas necesi- dades. Disponer del capital humano necesario y capacitado para explotar el potencial de dicho desarrollo tecnológico, basado en la complejidad de los sistemas informáticos, necesitará de equipos técnicos totalmente dedicados a dar soporte a la plataforma, a nivel de infraestruc- tura y para el tratamiento de la información mediante el conocimiento de técnicas, procesos y metodologías para interpretar y sacar valor de los datos. 1.1. Riesgos existentes o emergentes en un ámbito de administración electrónica y de nuevas tecnologías. La importancia de las auditorías de sistemas y procedimientos No cabe duda de que el actual marco existente, con la implantación (aún por mejorar) de una administración electrónica y con unas tecnologías cada vez más potentes, y que ofrecen unos recursos potencialmente ilimitados, debemos tener en cuenta también los po- sibles riesgos que pueden surgir cuando procedemos a realizar actuaciones de control en un entorno digital e informatizado. Como ya hemos señalado, la eficacia y eficiencia en estas labores de fiscalización será mayor (análisis masivo de datos, automatización, análisis de riesgos, mejora en el proceso de toma de decisiones, lucha contra el fraude y corrupción, etc.) pero claramente estos me- dios pueden resultar perniciosos si son inadecuadamente utilizados (por ejemplo, llegar a conclusiones equivocadas), o bien, ser susceptibles de riesgos, tales como los relativos a la ciberseguridad, de las propias deficiencias que puedan plantear los sistemas de gestión y/o de información (económica, contable, etc.) etc. Por este motivo, la incorporación de las tecnologías a nuestras tareas rutinarias debe llevar aparejada la planificación y ejecución de un mayor número de auditorías relacionadas con este entorno digital y electrónico (ej., auditorías de sistemas de información). 1.2. ¿Qué nos pueden aportar las nuevas tecnologías? Entre las principales ventajas que pueden aportar las tecnologías podemos destacar las siguientes: — Mayor capacidad para el análisis de datos: Esto posibilita que podamos dejar de lado la necesidad de acudir al muestreo, pudiendo analizar toda la población (uni- verso) y evitando así incurrir en posibles incidencias o errores a la hora de extra- polar los resultados. Asimismo, con el adecuado desarrollo de las tecnologías aplicables al campo del control, la certeza en las conclusiones alcanzadas será 34 Álvaro García Molinero mayor, favoreciendo una corrección óptima de las irregularidades o ineficiencias detectadas a través del conjunto de medidas correctoras aplicadas por el gestor. — Mayor comprensión de la actividad desarrollada por el ente público: el volumen de información procesada y debidamente tratada permite conocer con mayor pro- fundidad y precisión el conjunto de las actividades que son desarrolladas por una determinada entidad. Permite identificar a los responsables, sus procedimientos o el conjunto de procesos internos llevados a cabo. Este es el punto de partida para detectar posteriormente irregularidades, ineficiencias, puntos de mejora, en resu- men, sus áreas de actividad relevantes. — Permite identificar adecuadamente las áreas de riesgo: las herramientas informá- ticas deben ser desarrollados al objeto de posibilitar la identificación de aquellos aspectos de la gestión que se consideran más relevantes atendiendo a la actividad del ente público, sus objetivos y fines institucionales, sus operaciones y procesos internos más habituales, etc. — Proporcionan valor añadido al trabajo desempeñado: se debe buscar la forma de aportar valor al trabajo que rutinariamente se viene desempeñando. Las herramien- tas informáticas posibilitan, sin lugar a duda, un mayor alcance de control y de análisis y permiten concentrar esfuerzos del personal humano en otras tareas/ ámbitos que de otra forma seria imposible abordar. — Permite automatizar determinadas tareas de control (revisión): tanto la necesidad de realizar adecuados análisis de riesgos como de apostar por la automatización de determinados procedimientos de control son factores de especial consideración e importancia. En la búsqueda permanente por obtener la mejor relación coste/ beneficio se debe optar por la posibilidad de adaptar los controles a los proce- dimientos objeto de control que se hayan instrumentado y formalizado en resolu- ciones o actos a través de actuaciones administrativas automatizadas (1) (LGP, art. 142.2), o que del propio origen y/o naturaleza electrónica de la documentación objeto verificación permite una automatización de las propias actuaciones de control. — Mejorar el proceso de transparencia y rendición de cuentas: mediante un uso ade- cuado de las herramientas informáticas se posibilita la elaboración de informes de control que permitan su entendimiento generalizado por todos sus destinatarios (destacar que los ciudadanos son siempre parte interesada (2)). 2. La perspectiva del personal humano en las tareas de fiscalización. El nuevo papel (rol) de la ciudadanía Aparte del control público ejercido por el Parlamento, el Poder Judicial o por las au- toridades administrativas, no debemos olvidar el control social, entendido como aquel control ejercido por instituciones o personas ajenas a la propia esfera administrativa. Además, 35 El papel de las tecnologías y de la ciudadanía en el presente y futuro del control de la gestión pública no podemos obviar que estamos ante un derecho constitucionalmente reconocido en nuestra Carta Magna (Art. 23.1): «Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal». En los últimos años, las exigencias impuestas por las distintas legislaciones en cuanto a las obligaciones de transparencia y rendición de cuentas han aumentado considerablemen- te. Los ciudadanos son cada vez más conocedores de lo que pasa en la vida pública, en esto ayuda considerablemente la fuerza divulgativa que ostentan los medios de comunicación. El legislador es sabedor de estas necesidades, por ello se han ido dando pasos en la mejora del proceso de rendición de cuentas y de transparencia de la gestión realizada, especialmente, en lo que atañe a la materia económico-financiera. La participación ciudadana en los órganos de control puede ser entendida como el proceso mediante el cual las preocupaciones, necesidades y valores de la ciudadanía se in- corporan en la toma de decisiones de los citados órganos. Esta relación debe basarse, en la medida de lo posible, en una comunicación e interacción bidireccional, con el objetivo ge- neral de tomar mejores decisiones que cuentan con el apoyo público y, por tanto, legitiman en mayor medida los resultados que estos entes pueden alcanzar. En lo que a participación ciudadana se refiere, existen en el contexto internacional varios países o entidades superiores fiscalizadoras que son claros protagonistas en cuanto al compromiso adquirido y al esfuerzo realizado a la hora de hacer «colaboradores necesarios» a la ciudadanía en la actividad fiscalizadora de las citadas entidades y en los distintos pro- cesos en que se concreta sus actuaciones de control en sus distintas fases. Atendiendo a los resultados obtenidos al «Diagnóstico de la implementación de los indicadores de impacto de las buenas prácticas de participación ciudadanade los miembros del Comisión Técnica de Participación Ciudadana de la OLACEFS, del año 2017». Esta participación ha puesto de manifiesto los siguientes hallazgos (3): 1. Planificación de las fiscalizaciones/auditorías: la colaboración ciudadana pro- viene principalmente de la denuncia ciudadana (canales de denuncia). 2. Identidad institucional y estrategia: han sido incorporados varios servicios en los propios órganos de control a partir de recomendaciones de la ciudadanía. 3. Demanda de participación: se aceptan y registran las diversas solicitudes por parte de la ciudadanía, así como la evolución de las denuncias interpuestas por la sociedad civil. 4. Posicionamiento público e imagen institucional: creación de canales de comu- nicación para promocionar las estrategias de participación ciudadana, incluyendo las redes sociales y herramientas de información. 5. Lucha contra la corrupción y creación de una cultura de control: al objeto de identificar la aportación de la ciudadanía en la recuperación de las cantidades donde han existido irregularidades reconocidas en los informes de auditoría. 36 Álvaro García Molinero En cuanto a las posibles dimensiones de participación ciudadana en el ámbito del control de la gestión económico-financiera podemos distinguir: — Relación unidireccional: marco donde se da cumplimiento a las exigencias de transparencia y rendición de cuentas. El ciudadano como sujeto receptor de la información derivada de la gestión pública y su control. Implica ofrecer a la ciu- dadanía información equilibrada y objetiva para ayudar en la comprensión del problema, de las alternativas, las oportunidades y las soluciones. Esta relación podrá ser de mayor o menor intensidad en función del objetivo pretendido, por ejemplo, permitiendo cierto feedback procedente de los ciudadanos (encuestas de satisfacción). — Relación bidireccional: significa ir un paso más allá, implica aliarse con la ciu- dadanía en todo o en parte del proceso de toma de decisiones (empoderamiento ciudadano). En este caso, pasamos de un ciudadano como sujeto pasivo, receptor de información, a un sujeto mucho más relevante y activo. Estos resultados ponen de manifiesto que pueden existir diferentes grados de madurez de participación ciudadana. Atendiendo a un posible modelo de madurez donde quede re- presentado de una mayor a menor el nivel de intensidad participativa (Figura 1): Figura 1 Modelo de madurez de participación ciudadana Fuente: Elaboración propia. 37 El papel de las tecnologías y de la ciudadanía en el presente y futuro del control de la gestión pública Implicación: necesidad de asimilar de la normativa estatal sobre transparencia y buen gobierno a lo previsto en determinadas normas de carácter autonómico o local en la medida en que en esta última normativa señalada ya se recogen vías de participación. Algunos ejemplos donde se reconoce este derecho: — Ley 7/2017, de 27 de diciem bre, de participación ciudadana de Andalucía (art. 9) o la Ley 2/2015, de 2 de abril, de la Generalitat, de Transparencia, Buen Gobier- no y Participación Ciudadana de la Comunitat Valenciana (arts. 43 y ss.). — Ley 5/2010, de 21 de junio, Canaria de fomento a la participación ciudadana (art. 8). — Ley 8/2015, de 25 de marz o, de Transparencia de la Actividad Pública y Partici- pación Ciudadana de Aragón (art. 42). — Ley 3/2015, de 4 de marzo, de Transparencia y Participación Ciudadana de Cas- tilla y León (art. 16). Llegados a este punto podemos preguntarnos lo siguiente: ¿Cómo se debe asegurar y facilitar la participación de los ciudadanos en las activi- dades de control? — En definitiva, garantizando un proceso organizado y bien definido para la participación ciudadana, que no sea algo que sucede por accidente ni por casualidad. La claridad y sencillez del proceso de participación es clave. Esto pasa por facilitar: — Adecuados cauces de acceso a la información, sin filtros y con la correcta atención profesional para canalizar o, en su caso, reconducir los planteamientos ciudadanos al entorno técnico de las actuaciones de auditoría. — Reconocer al ciudadano un determinado rol en la actividad fiscalizadora y en al- guna o todas sus fases (sujeto activo-sujeto pasivo). La relevancia que puede tener esta participación en cada una de las fases de auditoría puede variar de una audi- toría respecto a otras. Por ejemplo: en algunos ámbitos determinantes la informa- ción respecto a una materia puede ser más decisiva a la hora de obtener evidencia que para promover una nueva actuación de control. — Garantizar el seguimiento de las actuaciones llevadas a cabo. Es decir, que exista un mecanismo eficaz en marcha para comunicar a los participantes cómo su con- tribución ha influido en las decisiones del órgano fiscalizador y en los resultados materiales obtenidos (ámbito prospectivo de la participación). 2.1. La participación ciudadana en el caso de los órganos de control interno y externo de España. Novedades en el marco europeo: propuesta de modelo participativo en la Cour des Comptes (Francia) En nuestro país no tenemos una tradición arraigada en lo que se refiere a la posibilidad de los ciudadanos para incidir de una forma activa en la propuesta y ejecución de actuacio- 38 Álvaro García Molinero nes de control sobre materias o asuntos de especial interés o relevancia para el conjunto de la ciudadanía. Por lo general, la iniciativa para determinar la estrategia de control o las ac- tuaciones concretas de control parte del propio órgano fiscalizador o del poder legislativo correspondiente. Pues bien, como ya ha sido anticipado anteriormente, los ciudadanos, por el mayor y mejor conocimiento que tienen de lo público, les convierte en un activo que puede resultar decisivo a la hora de promover nuevas actuaciones o nuevos enfoques de control. Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) El principal canal de participación ciudadana se ha materializado en materia de coordinación antifraude a través del Servicio Nacional de Coordinación Antifraude como órgano encargado de coordinar las acciones encaminadas a proteger los intereses finan- cieros de la Unión Europea contra el fraude en colaboración con la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF). Su ámbito queda limitado a la posibilidad de poner en conocimiento de este servicio de hechos que puedan ser constitutivos de fraude o irregu- laridad en relación con proyectos u operaciones financiados con cargo a fondos proceden- tes de la Unión Europea (comunicación de información sobre fraudes o irregularidades que afecten a fondos europeos). Tribunal de Cuentas de España El Capítulo IV, del Título IV, de la Ley 7/1988, de 5 de abril, de Funcionamiento del Tribunal de Cuentas (LOFTCu), contiene un relevante artículo (art. 32) en el que se señala lo siguiente, concretamente en su apartado 2.º: «No se dará curso por el Tribunal de Cuentas a ninguna petición de fiscalización que no provenga de las instancias a que se refiere el artículo 45 de la Ley Orgánica 2/1982». Pues bien, este artículo 45 dispone: «Los procedimientos para el ejercicio de la función fiscalizadora se impulsarán de oficio en todos sus trámites. La iniciativa corresponde al propio Tribunal, a las Cortes Generales y, en su ámbito, a las Asambleas Legislativas u otros órganos representativos análogos que se constituyan en las Comunidades Autónomas». De una lectura completa de ambos preceptos parece inviable la posibilidad de iniciar o impulsar actividades de fiscalización por parte de otros agentes distintos de los estric- tamente relacionados en el art 45 de la LOTCu, como sería el caso de la participación ciudadana. El propio Tribunal ha puesto de manifiesto esta limitación señalando que, si la solicitud no proviene de las instancias previstas en el artículo 45 de la Ley Orgánica 2/1982, de 12 de
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