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UNIVERSIDAD DEL SALVADOR Escuela de Veterinaria Pilar, Buenos Aires, Argentina 2019 Trabajo Final Práctica Final Orientada – Salud Animal en animales de compañía Evaluación clínica del ave rapaz en centros de rescate Caso de un Parabuteo unicinctus (Gavilán mixto) Alumno: Palese, María Lourdes Profesor Tutor: M.V. Lidia Elisa Pessatti Índice de contenido I. Resumen ........................................................................................................................ 1 II. Introducción ................................................................................................................. 2 III. Biología, Anatomía y Fisiología básica aviar ............................................................. 3 IV. Manejo del ave rapaz ................................................................................................ 14 V. Evaluación clínica inicial ........................................................................................... 16 VI. Exámenes complementarios ..................................................................................... 25 VII. Fracturas óseas ........................................................................................................ 31 VIII. Caso clínico ........................................................................................................... 37 IX. Conclusión ................................................................................................................ 42 X. Bibliografía ................................................................................................................ 43 1 I. Resumen El objetivo de éste trabajo es integrar conocimientos de biología, conservación, manejo, clínica, patología y métodos complementarios con la finalidad de tratar con éxito aves rapaces en centros de rescate de fauna silvestre. Es importante familiarizarse primero con las características normales de cada especie, para poder determinar fácilmente cualquier eventual patología. Se expone el caso clínico de un Parabuteo unicinctus (gavilán mixto) que ingresó al Bioparque Temaikèn, rescatado y donado por imposibilidad para pararse. Al ave se le realizó una evaluación clínica completa, seguida de un examen complementario (radiografía), evidenciando una fractura completa y desplazada en proximal del fémur derecho. Se comenzó con un tratamiento farmacológico para el dolor y para posibles infecciones parasitarias internas y externas, también se realizaron sondajes diarios para la alimentación del ave. La fractura de fémur se restauró exitosamente con medios de fijación en una cirugía programada. El periodo de internación abarcó 30 días, luego del cual fue enviado al Centro de Recuperación y Rehabilitación de especies Temaikèn (CRET), para una futura liberación en su hábitat natural. 2 II. Introducción En la consulta clínica de los centros de rescate de fauna silvestre se pueden encontrar aves rapaces en distintas circunstancias: animal de vida libre o animal en cautiverio, generalmente entrenado mediante métodos de cetrería 1 . Para poder realizar un examen clínico completo y eficaz de un ave rapaz, es necesario que el veterinario tenga conocimientos sobre la biología, anatomía, fisiología y comportamiento del animal. Es importante tener en cuenta si es un ave entrenada o no y saber evaluar cuándo el animal posee las condiciones óptimas para ser liberado luego de la rehabilitación; o si lo mejor para el mismo es mantenerlo en cautiverio, ya que no sería capaz de sobrevivir en la Naturaleza hostil. Si se optara por que el ave no sea liberada, se debe intentar cumplir con las “cinco libertades” del bienestar animal 2 , indicando así que el veterinario debe también tener conocimientos sobre legislación y ética. Son muchas las áreas de las cuales debe instruirse el profesional, por lo que en este trabajo se trata de enfocarse en sólo en algunas de ellas y unas más en profundidad que otras. 1 Cetrería: arte de entrenar y amansar aves rapaces para la caza. Declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, por ser uno de los métodos de caza tradicionales más antiguo, selectivo con las presas cinegéticas, no contaminante y respetuoso con el medio ambiente. 2 Las cinco libertades del bienestar animal desarrolladas por la Farm Animal Welfare Council, son: los animales deben estar libres de hambre y sed, libres de incomodidad, libres de dolor, heridas y enfermedades, deben ser libres para expresar su comportamiento normal y estar libres de miedo y sufrimiento. 3 III. Biología, Anatomía y Fisiología básica aviar Taxonomía Las aves de presa son las cazadoras de los cielos y están adaptadas para consumir carne. Hay muchas aves que cazan y comen carne, pero puede que no sean rapaces. Hay dos grupos básicos de aves de presa: diurnas, que están activas durante el día, y nocturnas, que están más activas en la noche. Las aves rapaces comparten características: tienen picos ganchudos con bordes afilados, sus patas, las cuales usan siempre para atrapar a su presa, tienen garras curvas y afiladas, visión muy desarrollada en las diurnas y audición muy desarrollada en las nocturnas. Las diurnas se agrupan dentro del Orden Falconiformes conformado por las familias: • Falconidae: incluye a los halcones, caranchos y chimangos. • Accipitridae: incluye gavilanes, águilas, aguiluchos y taguatós. • Cathartidae: abarca jotes y cóndores. • Pandionidae: donde se encuentra el sangual. Las nocturnas se agrupan en el Orden Strigiformes conformado por las familias: • Tytonidae: donde se encuentran las lechuzas de campanario. • Strigidae: que abarca los búhos, lechuzas y caburés. Ubicándonos en la familia Accipitridae, la taxonomía completa del Parabuteo unicinctus (Gavilán mixto / Harris hawk / águila de Harris), es: • Reino: Animalia • Filo: Chordata • Clase: Aves • Orden: Falconiformes 4 • Familia: Accipitridae • Género: Parabuteo • Especie: P. unicinctus Características de las aves de presa Vuelo Una de las características más importantes de las aves es poseer la capacidad de volar, la cual se logró mediante una adaptación, experimentando transformaciones en su anatomía externa e interna, logrando las cuatro cualidades básicas para volar: ligereza, aerodinamismo, superficie de sustentación y potencia propulsora. Las aves rapaces han adaptado su plumaje, el tipo de vuelo y métodos de caza a su hábitat. Por ejemplo, el cóndor andino necesita una gran superficie alar para poder “planear”. Pueden ser aerodinámicas, como en el caso de los halcones, lo que le permitirá “cortar el aire”, alcanzando grandes velocidades (250 km por hora en el halcón peregrino). Pero la mayoría de las aves tienen alas redondeadas, proporcionándoles gran maniobrabilidad, aun en espacios reducidos (rapaces selváticas). Existen dos tipos básicos de vuelo: planeo y batido. El primero se realiza con alas extendidas (jotes y cóndores), aprovechando las corrientes de aire y así ahorrando energía. Mientras el aire frío desciende, el caliente asciende en forma de espiral invisible, siendo aprovechado por las aves. El batido tiene un movimiento vertical de las alas, exigiendo un importante gasto de energía. Es el que realiza la mayoría de las aves. Plumaje Un ave es un vertebrado con su cuerpo recubierto de plumas (anexo cutáneo), dispuestas en un patrón fijo sobre la superficie del mismo, con algunos tramos de piel completamente 5 desprovistos de folículos de plumas. Estas áreas se conocen como apterios, mientras que las áreas que tienen filas de tractos de plumas se conocen como pterilos. Las plumas son formaciones queratínicas de origen epidérmico, que se producen y desarrollanen folículos plumosos. Sirven para proteger al ave de roces y otras injurias mecánicas, para aislar térmicamente el cuerpo del animal, facilitar el vuelo, como signo de comunicación social o reproductiva, mimetismo y como órgano sensorial. Están constituidas por un eje central denominado raquis y por el estandarte o vexilo, del que parten las barbas que emiten barbillas, y que a su vez poseen ganchos o espinas. Se implantan en la piel por medio de una prolongación del raquis denominado cálamo (Figura 1). En el ave se presentan distintos tipos de plumas (Figura 2): Plumas de contorno, coberteras o tectrices: Cubren el cuerpo y alas delimitando la silueta del ave. Plumas de vuelo: Las rémiges o remeras en las alas (Figura 3) y las rectrices o timoneras en la cola (Figura 4) que son las que se encargan de dirigir el vuelo. Las plumas remeras a su vez se dividen en primarias, necesarias para dar fuerza al vuelo y secundarias, utilizadas para elevarse. Plumón: Está oculto debajo del plumaje y cumple una función termorreguladora. Aves mojadas, con una muda pronunciada o con autopicaje de las mismas, frecuentemente no pueden conservar el calor corporal por haber perdido su aislamiento. Vibrisas: Se encuentran alrededor de la comisura del pico, narinas y ojos. Poseen una función sensitiva. Filoplumas: Se insertan entre los folículos de las plumas de contorno y monitorean la sensación propioceptiva de éstas. 6 Plumón polvoriento (o tiza): Plumón modificado que se desintegra produciendo partículas de queratina (polvo), con la cual el ave lubrica su plumaje durante el aseo. Se ubican entre el plumón y presentan crecimiento continuo. Las aves rapaces diurnas presentan un plumaje mucho más duro y compacto que favorecen un vuelo rápido y el lanzamiento en picado. Las aves rapaces nocturnas cuentan con plumas mucho más suaves y aterciopeladas, que les permite un vuelo extremadamente silencioso, lo que, por un lado evitan alertar a las presas de su presencia, y por otro logran un campo de audición “limpio” para localizar de manera fehaciente la presa. Figura 1 Figura 2 Figura 3 Figura 4 7 Otros anexos cutáneos son: Escamas: Formaciones córneas localizadas en las patas y dedos. Su función es protectora y se regeneran ocasionalmente. Garras: Formaciones cornificadas que encierran la falange distal de cada dedo del pie. Se utilizan para excavar, rascarse, posarse, trepar, pelear y asir las presas. Cera: Membrana carnosa que se ubica en la parte superior del pico, rodeando los orificios nasales, que desempeña una función en la respiración. Pico: Es el equivalente al aparato maxilar de los mamíferos. Adaptación del esqueleto y órganos internos al vuelo Una condición indispensable para el vuelo es la reducción del peso corporal, por lo que su cuerpo posee un esqueleto ligero y está organizado de manera tal que todos los órganos pesados estén situados en el centro y que los externos sean lo más livianos posible. El estómago o ventrículo, cuya musculatura ha adquirido un intenso desarrollo, cumple la función de los dientes, esto es la trituración de los alimentos. De este modo, los poderosos músculos masticadores han sido desplazados a las proximidades del centro de gravedad y la masa corporal se ha hecho más ligera al faltar los dientes y aquellos músculos. Asimismo, dada la neumatización de los huesos 3 , el esqueleto del tronco y el de los miembros locomotores muestran una clara tendencia hacia la reducción de peso. El desarrollo singular del aparato respiratorio con sus anexos, los sacos aéreos, contribuye igualmente a disminuir el peso, facilitando así las condiciones para el vuelo. El desarrollo del aparato urinario se traduce también en una reducción del peso, ya que su excreción concentrada se elimina con el contenido intestinal, haciendo innecesaria la existencia de una vejiga urinaria. 3 Neumatización ósea: es un proceso gradual que se consigue a expensas de la médula ósea, formando huesos con gran cantidad de divertículos para disminuir el peso y albergar los sacos aéreos. 8 Temperatura La tasa metabólica de las aves es sumamente alta, más que en el resto de los vertebrados. Presentan temperatura interna constante (homeotermos) y elevada (40 º C +/- 1,5 º C). Esta temperatura permite un aceleramiento metabólico indispensable para el vuelo. El efecto aislante de las plumas evita la pérdida de calor, por lo que si se encuentran mojadas o si el animal está mudándolas 4 se halla en desventaja para conservar el calor. Las aves toleran muy mal las altas temperaturas, por lo que cuando la temperatura ambiental supera los límites tolerables, es frecuente que las aves extiendan su cuello, mantengan el pico abierto y jadeen para refrigerarse al acelerar la ventilación. También se logra evaporar agua gracias a la amplia superficie de intercambio que ofrecen el parénquima pulmonar y los sacos aéreos. Elevando las alas el ave expone sus apterios y logra refrescarse por convección. Garras Las aves de rapiña poseen patas fuertes y los dedos musculosos, sumados a sus afiladas garras, que hacen de ellas el arma más mortal de un ave rapaz. Sin embargo, el tamaño, la curvatura y el espesor de las garras son variados, y están relacionados con el tipo de presa perseguida. Poseen pie prensil, esto quiere decir que está adaptado para aferrarse tanto a un posadero como a una presa. Las rapaces diurnas poseen dedos en configuración anisodáctila (Figura 5), disponiéndose un dedo detrás (dedo 1) y tres adelante (dedos 2, 3 y 4) siendo los más desarrollados el dedo 1 y 2, que tienen como función cerrarse sobre la presa y ejercer presión constante pasiva hasta el cese de movimientos de la misma. Sus tarsos y dedos están cubiertos de escamas para protegerse de ataques de las presas. Las rapaces nocturnas poseen configuración zigodáctila (Figura 6), o sea dedos 1 y 4 atrás y dedos 2 y 3 adelante. Éste 4 La muda de plumas es un fenómeno en el cual el ave hace un recambio total o parcial de sus plumas. El momento, la razón (por desgaste, postnupcial o en época de cria) y el tiempo dependen de cada especie. 9 posicionamiento incrementa el área de contacto superficial de la pata extendida antes de que entre en contacto con la presa, y les da ventaja a los búhos cuando están cazando de noche. Poseen los tarsos y dedos emplumados. Visión Las aves rapaces necesitan usar su visión para cazar y para detectar obstáculos durante el vuelo. Razón por la cual poseen la visión más desarrollada de los vertebrados, pudiendo percibir el espectro ultravioleta, y con una gran agudeza visual (AV) 5 , consiguiendo divisar una presa a varios kilómetros. Las rapaces presentan habitualmente 2 regiones (fóveas) en cada ojo, con una mayor concentración de células ganglionares. Existe una gran diferencia entre la AV de las rapaces nocturnas (considerablemente inferior a la del ser humano) y la de las rapaces diurnas, que en general, se considera que la AV es el doble que la del ser humano. El campo visual es más acotado, pero es compensado por la gran movilidad del cuello (Figura 7). Se ha descripto que los halcones peregrinos cuando miran un objeto cercano miran de frente, en tanto que cuando miran un objeto alejado lo hacen girando de forma muy pronunciada la cabeza. Este hecho se relaciona con la presencia de una visión bifoveal: la fóvea temporal es 5 Agudeza visual: es la capacidad del sistema de visión para percibir, detectar o identificar objetos especiales con unas condiciones de iluminación buenas. Figura 5 Figura 6 10 utilizada para mirar objetos cercanosy la fóvea nasal, de mayor resolución, para mirar objetos alejados. (González-Martín-Moro, Hernández-Verdejoc y Clement-Corral, 2016) Simon Potier et al., tras estudiar el campo visual del milano negro (Milvus migrans) y del águila de Harris (Parabuteo unicinctus), concluyeron que la AV es más elevada en el segundo, pero que el primero presenta un campo visual más amplio, lo que presumiblemente facilite a los milanos la localización de carroña. La gran AV se hace posible por tres adaptaciones. En primer lugar, desde un punto de vista óptico, el ojo es muy largo, por lo que la conformación tubular permite una amplificación importante de la imagen. En segundo lugar, la pupila es considerablemente mayor que la humana, y en tercer lugar, el mosaico de fotorreceptores es más denso, lo que implica que la capacidad de resolución sea superior a la humana. Figura 7 – Organización del campo visual y orientación de la fóvea nasal (verde) y temporal (rojo) en el cernícalo vulgar 11 Pico El pico de las aves rapaces está compuesto de queratina callosa y en la parte superior, en la cera, están ubicadas las narinas. Los picos varían de acuerdo al tipo de presa que cazan, mientras que en las águilas los picos son curvados y filosos, para poder desplumar y despedazar a sus presas, en los halcones son cortos y están provistos del denominado “diente tomial”, estructura que favorece la desarticulación de las vértebras cervicales de sus víctimas, técnica habitual que usan para matar a sus presas. Rapaces pequeñas como el Cernícalo Americano tienen picos cortos para comer pequeñas presas como insectos y ratoncitos. Las lechuzas poseen un pico recto y alargado. Las nocturnas se tragan la presa entera, si es pequeña, y si no usa su pico ganchudo para desgarrar. Las aves carroñeras, como jotes y cóndores, poseen un pico con borde cortador a modo de chuchillo, para despedazar la piel y músculos de las carroñas de animales (Figura 8). Figura 8 – Diferentes tipos de picos en ejemplares diurnos, nocturnos y carroñeros 12 La dieta de una rapaz varía dependiendo de su tamaño, hábitat y muchos otros factores. Algunas rapaces comen insectos y pequeños mamíferos y reptiles; otras comen peces, y algunas se alimentan de mamíferos de tamaño mediano a grande. Una de las particularidades de la fisiología del aparato digestivo de aves rapaces es la capacidad de ingerir una presa entera y expulsar por la boca luego una estructura compuestas por partes no digeridas (pelos, plumas, huesos y dientes) llamada egagrópila (Figura 9). Analizando estas egagrópilas, regularmente se pueden obtener datos sobre lo que el ave ha estado comiendo. En el caso de los búhos, es posible incluso encontrar el esqueleto entero de sus presas. Audición Como regla general, las aves tienen excelente audición. Algunas rapaces han desarrollado agudamente este sentido, más que otras aves, porque usan su sentido de la audición para localizar a sus presas. Las especies que cazan en semioscuridad u oscuridad total tienen audición aguda. Las rapaces nocturnas tienen plumas en forma de disco rodeando su cara, simulando una antena parabólica, éste disco facial ayuda a dirigir las ondas sonoras a los oídos y el sonido se amplifica más (Figura 10). A diferencia de la mayoría de las aves, los búhos Figura 9 – Caburé expulsando una egagrópila. 13 tienen grandes aberturas auditivas y tiene los oídos ubicados asimétricamente (Figura 11). Las lechuzas utilizan un mecanismo de escucha de alta precisión, que les permite cazar en medio de la oscuridad, incluso en casos donde la presa está escondida debajo de la nieve. Otras características para tener en cuenta en su identificación Existe dimorfismo sexual inverso (Figura 12), esto quiere decir que las hembras son de mayor tamaño que los machos, y también existe el polimorfismo (Figura 13), que se refiere a la diversidad de aspecto de un organismo a lo largo de las distintas etapas de su ciclo biológico. Figura 10 – Disco facial en lechuza de campanario. Figura 11 Figura 12 – Hembra y macho de Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). Figura 13 – Estadios adulto y juvenil del Parabuteo unicinctus. 14 IV. Manejo del ave rapaz Para poder realizar una exploración física a un paciente aviario, primero hay que capturarlo. El método de captura depende de la especie, el tamaño, la edad, el nivel de mansedumbre, y el entorno. Se puede realizar una captura física o química. Cuando se utilizan cebos con fármacos, es difícil controlar la dosis y la velocidad de absorción de los fármacos que se ingieren debido al tamaño y a la especie, el estado de salud y a otras condiciones del entorno. Las complicaciones de la inmovilización química incluyen hipertermia, sobredosis, neumonía por inhalación y miopatía por captura 6 . Captura física Los objetivos principales cuando se sujeta a las aves son inmovilizar las alas y controlar las patas y la cabeza. Las aves capturadas de vida libre no están acostumbradas a los seres humanos y por lo tanto se deben considerar los efectos del estrés y reducir al mínimo el tiempo de inmovilización. Las estrategias de las rapaces para defenderse del manejo humano se resumen en la utilización de las patas y el pico. El operario requiere de práctica y paciencia para disminuir la posibilidad de lesionar tanto al ave, cómo a él mismo o al veterinario. Para inmovilizar las garras se puede colocar una bola de algodón o una gasa en las almohadillas y envolver las patas con una envoltura no adhesiva. En aves no entrenadas se deben utilizar redes para la captura, mantas para la contención de animal, guantes para evitar lesiones en el operador (Figura 14) y cajas de cartón para el transporte; el tamaño no debe permitir que el ave agite las alas, pero debe poder estar de pie en una posición natural y darse la vuelta. 6 La miopatía por captura es el término más utilizado para describir el proceso de degeneración de los músculos esqueléticos y cardíaco que sufren muchos mamíferos y aves silvestres durante su captura, manejo y transporte (Munro 1994, Paterson 2014). 15 En aves entrenadas lo comúnmente usado son guantes de cetrería, caja transportadora y caperuza (Figura 15), elemento utilizado en cetrería para cubrir los ojos del ave logrando un efecto calmante, debe permitirle respirar sin problema y no debe tocar los ojos. Sujeción manual Aves pequeñas: Sujetar con una sola mano las alas y colocar entre los dedos los tarsos, dejando las garras libres (Figura 16). Aves medianas: El ave se toma por el dorso con firmeza, asegurándose de envolver bien las alas con las dos manos y sujetar entre los dedos los tarsos (Figura 17). Aves grandes: Con las dos manos tomar los tarsos y presionar las alas contra los brazos y el dorso del ave contra pecho del operario, tratando de alejar el pico de la cara (Figura 18). Figura 15 Figura 14 Figura 16 Figura 17 Figura 18 16 V. Evaluación clínica inicial Recolección de datos En un primer momento, antes de tomar al ave para examinarla, se deben obtener algunos datos de relevancia: Reseña • Identificación de la especie para obtener información sobre hábitos y biología de la misma. • Determinar sexo y edad (pollo, juvenil o adulto) mediante la observación del plumaje. • En el caso de que posea, identificación por microchip o anillo. Anamnesis • Averiguar el motivo de arribo. • Evaluar si hubo ingesta previa, por presencia de egagrópilas. • Examinar las heces en la caja transportadora. Estas suelen ser de color verde a marrón, con una porción de uratos blanca (ácido úrico) y una pequeña cantidad de orina clara. La porción fecal de las deposiciones debe ser bien formada, conestriaciones de uratos de consistencia pastosa sobre ellas. Examinación clínica Luego de la obtención de datos se puede realizar la contención del animal, con guantes o manta, dependiendo de la especie para realizar el examen inicial rápido. Se recomienda primero tomar el peso del ave ya que proporciona datos importantes que pueden utilizarse para evaluar la salud y seguir la respuesta al tratamiento. En ocasiones es posible pesar las aves fácilmente, por ejemplo se puede poner una caperuza en un ave entrenada y colocarla sobre la balanza sin dificultad. Otra opción es hacer el pesaje con el ave dentro de la caja en balanzas de alta 17 precisión. En caso que se prefiera hacer una anestesia inhalatoria, se puede pesar al animal anestesiado directamente en la balanza. La exploración debe ser metódica y sistemática, por lo que se recomienda comenzar por la cabeza del ave y después ir bajando por el cuerpo, explorando las alas, el propio cuerpo, la cola, las patas y los pies. En todas estas fases, es importante comparar y contrastar la parte derecha con la izquierda. En esta fase pueden realizarse pruebas estándar sobre la parte determinada del organismo que se está explorando. Así, por ejemplo, cuando se exploran los ojos debe tenerse la oportunidad de comprobar los reflejos pupilares y posiblemente también de explorar la cámara anterior, el cristalino, la cámara posterior y la retina con un oftalmoscopio. En el caso de las extremidades (alas y patas) deben flexionarse y extenderse todas las articulaciones, así como realizar movimientos de abducción y aducción. Observar el aspecto de las plumas y el patrón de muda pueden ser indicadores importantes del estado de salud. Se deben obtener datos de tres parámetros fisiológicos principales para evaluar el estado de salud de un individuo, la temperatura, la frecuencia respiratoria y la frecuencia cardíaca. Como la respiración es principalmente esternocostal, hay que evitar constreñir estas estructuras durante el examen clínico, para evitar sofocación por una inadecuada ventilación pulmonar. La exploración clínica es principalmente visual y táctil, pero puede obtenerse mucha más información utilizando: La auscultación con un fonendoscopio o un monitor cardíaco. Radiología. Ecografía. Endoscopia, rígida o flexible, para explorar u obtener muestras a través de orificios naturales o de orificios creados (laparoscopia). 18 Se debe utilizar este momento para tomar muestras para el laboratorio, como ser muestras de plumas, ectoparásitos, sangre para realizar hemograma y bioquímica sanguínea, uratos/heces, exudados o material aspirado o recogido mediante biopsia. Examen de cabeza En la evaluación de las estructuras de la cabeza debe concentrarse en posibles asimetrías. Hay que inspeccionar ojos, pico, cera, narinas y oídos. Pico: El pico debe ser liso, brillante y de color uniforme. También debe chequearse la movilidad de la articulación mandibular. Una de las afecciones encontradas en esta área es: • Sobrecrecimiento (Figura 19): El crecimiento excesivo de la capa córnea en las aves rapaces, debido a la falta de desgaste por texturas alimenticias blandas o excesivo tiempo de cautiverio, puede transformarse en el inicio de desórdenes nutricionales y malestar debido a la imposibilidad de alimentarse con normalidad. Se puede cortar y luego limar (Figura 20). Cera: La cera debe ser limpia, pigmentada o no, según la especie. Se pueden observar anomalías como: • Hiperqueratosis de la cera que puede deberse a hipovitaminosis A o desbalances hormonales. Figura 19 Figura 20 Figura 19 19 • Cera agujereada que puede ser causada por sarna • Cambio de su coloración normal se puede dar por desbalances hormonales. Narinas: Deben estar limpias, exentas de exudados serosos o mucosos (plumas lindantes manchadas) o caseosos que las obturen (el ruido espiratorio debe ser normal). Con una linterna puntiforme podemos visualizar su interior. Aquí pueden aparecer: • Rinolitos: Son concreciones de secreciones secas que forman una bola de material sólido que bloquea la entrada a los conductos nasales, pueden ser causados por infecciones locales o más profundas debido a bacterias como Mycoplasma spp. Cavidad oral: El pico debe abrirse en forma manual. La cavidad oral debe estar limpia, sin placas de material necrótico o cremoso y debe no presentar erosiones o lesiones ulcerativas. La lengua no debe estar reseca, con placas o heridas. Las enfermedades infecciosas que se pueden encontrar más comúnmente son: • Trichomoniasis: Es un protozoario (Trichomonas gallinae). Produce placas caseosas en entrada de la faringe, coanas, senos infraorbitales, esófago y buche. La placa es amarillenta, exuberante y muy adherida a la mucosa, sangra cuando se desprende y produce mucho dolor (Figura 21). • Candidiasis: Es un hongo (Candidia sp.) que afecta principalmente la mucosa gastrointestinal, la orofaringe, el buche y el esófago. La placa necrotizante es blanquecina, poco adherida y se desprende con facilidad, sin sangrar (Figura 22). Figura 21 Figura 22 20 Ojos y anexos: La estructura y la movilidad de los párpados deben ser las normales; éstos no deben estar hinchados o aumentados de tamaño, ni presentar secreciones. El aspecto externo del ojo debe ser normal, con la córnea turgente y brillante. Deben chequearse el reflejo pupilar y el campo visual. Se pueden observar afecciones tales como: • Conjuntivitis por Micoplasma (Mycoplasma gallisepticum): A la conjuntivitis se le suma una deformidad muy evidente del seno por sinusitis y la protrusión de la membrana nictitante, hay presencia de exudado en ojo y narinas. No existe daño en el segmento anterior del ojo (Figura 23). • Lesiones por traumatismos: En aves rapaces en libertad, los traumatismos se suelen producir por choques contra estructuras creadas por el ser humano y que son “invisibles” en el momento del vuelo. Como por ejemplo, alambrados que están a la altura del vuelo y el ave las encuentra durante la persecución de una presa. El gran tamaño de los ojos en relación al cráneo, llevan a ser sitio de lesión en un choque frontal. Cuando el ave tiene un déficit de visión a menudo le cuesta alimentarse y son reacios a volar (Figura 24). Oído: El canal auditivo debe estar limpio, sin secreciones ni parásitos. Por su natural ausencia de plumas, es el lugar indicado para buscar hematomas como consecuencia de traumatismos craneales. Figura 23 Figura 24 21 Examen de alas Se debe valorar la integridad de la estructura ósea del ala y la movilidad articular, observar su extensión y la hiperextensión normal de la zona del carpo hasta el fin del ala. Con un algodón humedecido en alcohol, se podrán visualizar las articulaciones relacionadas verificando su normalidad. Es importante también comprobar la integridad de la membrana y el tendón del patagio. Los magullones y las excoriaciones suelen tomar una coloración verdosa que no debe asociarse a putrefacción. Muchas veces la causa de la caída de un ala no se detecta por examen manual, ya que puede haber compromiso de la cintura escapular requiriéndose diagnóstico radiológico. Aquí se podrán evidenciar comúnmente: • Ruptura de Pluma: Cuando una pluma se rompe, deja en inferioridad de condiciones al ave, y a su vez facilita la ruptura de las plumas vecinas por la falta de apoyo de la pluma dañada (Figura 25). De ser necesario, existe una técnica de injerto de pluma para estos casos (Figura 26). • Fractura: Este tipo de fracturas en la Naturaleza, conducen a la muerte del animal, ya que la pérdida de la capacidad de vuelo, lo transforma en un animal vulnerable a los predadores y sobre todo, porque pierde la capacidad de alimentarse. En el caso que el Figura25 Figura 26 22 ave llegue a un centro de rescate, se provee de todos los medios para solucionar la fractura mientras se la alimenta diariamente. Una fractura en un ala afecta al vuelo, y la falta de éste ejercicio vital predispone a muchos problemas asociados como pododermatitis, anquilosis articulares, etc. Es muy importante valorar las fracturas en su conjunto, y sobre todo tener en cuenta las repercusiones generales que acarrean. Evaluación de la condición corporal Se evalúa por palpación de la musculatura corporal. En condiciones normales debería notarse ligeramente la quilla. Si se palpa sólo quilla es que el ave está emaciada (y el proceso es crónico), y si cuesta palparla hay obesidad (salvo en animales hipermusculados). Se pueden correr las plumas del flanco, cuello, pecho y vientre para evaluar los depósitos de grasa corporal que a veces engañan con respecto a los músculos. Por este motivo es que la mejor forma de evaluar la condición corporal incluye también el peso, que debe ser preciso y en gramos. Éste es el mejor parámetro de indicación de evolución cuando el ave se halla hospitalizada. Examen del plumaje Se deben observar las plumas para detectar: distribución (áreas sin plumas), estado (sucias, arrancadas, rotas, con líneas de estrés), calidad (normales, quebradizas) y aspecto de los folículos (normales, con quistes, inflamados). Cualquier color levemente anormal estaría indicando problemas. Evaluación del estado de hidratación Puede apreciarse por el método del pliegue cutáneo realizado en zona dorsal del cuello o en dorsal de los pies en aves de gran tamaño; también por la turgencia y el hundimiento del ojo. Otro método recomendado es por tiempo de rellenado de los vasos del ala. 23 Examen de la cloaca Ésta no debe estar dilatada, obstruida, ni prolapsada; la mucosa interior no debe verse, a no ser que se evierta manualmente. Las plumas de alrededor de la cloaca deben estar limpias, sin restos de heces (por diarrea). Examen de patas Mediante palpación de los miembros se debe confirmar la integridad de la estructura ósea desde la pelvis hasta el extremo de la pata. Es importante comprobar los movimientos de todas las articulaciones involucradas, así como observar la planta de los pies en busca de hiperqueratosis, pododermatitis, heridas o cualquier otra anormalidad. Inspeccionar si las uñas están largas, rotas o ausentes. Las afecciones más comunes son: • Pododermatitis: Se caracteriza por abrasión localizada, ulceración, hinchazón y enrojecimiento de las almohadillas digitales o metatarsianas (Figura 27). La presión persistente en el mismo lugar de las plantas de las patas mientras están apoyadas en las perchas restringe el flujo de sangre a esas áreas. Esto llevará en última instancia a hipoxia tisular y necrosis, seguida de heridas abiertas e infecciones profundas. Como preventivo se suele cubrir las perchas y lugares donde se posa el ave con pasto sintético. Figura 27 24 • Fracturas: Las de fémur se presentan con menor frecuencia y tiene buena recuperación debido a la gran cantidad de masas musculares que lo recubren. En el tratamiento hay que prevenir la rotación de los fragmentos y lograr que el paciente pueda soportar cierta cantidad de su peso en el miembro fracturado. Las fracturas de tibiotarso son de mayor incidencia y generalmente son fracturas inestables. 25 VI. Exámenes complementarios Vías de administración de medicamentos y venas para recolección de sangre Vena metatarsiana medial: Este vaso corre a lo largo de la cara medial del tarso, tiene como ventaja que se encuentra fija por el hueso y la dura piel escamada, y no forma hematomas, pero no se puede visualizar (Figuras 28a y 28b). Vena cubital: Esta vena se encuentra en la cara medial del codo. Como ventaja se puede visualizar directamente, pero es bastante móvil y suele formarse un hematoma considerable. Se puede realizar la venopunción doblando la aguja con el bisel hacia arriba un poco menos de 45 grados (Figuras 29a y 29b). Vena yugular derecha: Este vaso corre a lo largo de la región cervical derecha. Se encuentra separando un poco las plumas. Suele ser bastante móvil y forma un hematoma considerable (Figuras 30a y 30b). Vía intraósea: Se trata de una vía de fácil acceso en casos de emergencia, cuando no se puede acceder a la vía endovenosa. Se deberán tomar las medidas de asepsia correspondientes. Puede requerirse anestesia local. Existen dos posibles sitios: • Cúbito: en distal, acceso por el carpo (Figura 31). • Tibia: accediendo en proximal, por la cresta tibial. Vía intramuscular: Se pueden utilizar los músculos pectorales, o en su defecto los cuádriceps. Vía subcutánea: Puede utilizarse para administrar algunas medicaciones o administrar fluidoterapia: • Pliegue Inguinal: Se encuentra entre el muslo y el cuerpo, se puede administrar entre 10 a 15 ml/kg peso vivo por sitio. • Pliegue del patagio: Pliegue de piel entre el hombro y el carpo, acepta poco volumen. Nebulización: Se puede utilizar en casos de afecciones respiratorias, idealmente se deberá utilizar un nebulizador ultrasónico, ya que al lograr un tamaño de partícula menor 26 (diámetro igual o menor a tres micras), y por lo tanto logra penetrar más distalmente en el árbol bronquial/sacos aéreos. La distribución de los sacos y divertículos aéreos permite la hidratación del paciente y la administración de medicamentos de manera no invasiva Medicación en la comida: Se logra inyectando el medicamento en la carne para alimento de la rapaz, como ventaja no requiere contención física de la misma, pero la administración del fármaco está sujetada a la ingesta del alimento. Figura 29a Figura 28b Figura 28a 27 Figura 29b Figura 30b Figura 31 Figura 30a 28 Las muestras hematológicas deben procesarse en el laboratorio el mismo día de su obtención si es posible; si no es posible, debe hacerse un frotis y dejar que se sequen al aire en el momento de la extracción. Las técnicas que se utilizan para hacer recuentos completos y medir el fibrinógeno se basan en las que se utilizan en los mamíferos, aunque se han hecho algunas modificaciones porque los eritrocitos son relativamente grandes y nucleados. Es útil dar prioridad al orden en el que se procesa una muestra, ya que el volumen de la muestra es limitado. Coproparasitológico Comprende una serie de técnicas encaminadas a la observación de parásitos o sus huevos en heces. Las muestras de deposiciones se deben recolectar desde el piso o desde la porción final de la cloaca, depositándolas en frascos de vidrio o plástico que se remitirán al laboratorio lo antes posible o, en caso contrario, serán fijadas en formol caliente al 5%. Las técnicas coproparasitológicas más frecuentemente utilizadas son: Observación directa al microscopio: observación de Giardias, Histomonas u otros protozoarios. Técnica de flotación: detección de oocistos de coccidios. Técnica de sedimentación: detección de huevos de nematodes, cestodes y trematodes. Ectoparásitos Los artrópodos que se encuentran con más frecuencia y que afectan a la piel y las plumas de las aves son los ácaros, pero también pueden observarse piojos, pulgas, garrapatas y moscas. Los síntomas pueden incluir lesión y pérdida del plumaje, irritación cutánea y prurito. Para la detección de ectoparásitos pueden recolectarse del ave utilizando pinzas, colocando las plumas afectadas directamente en alcohol, por medio de raspajes de piel o usando piretrina en forma tópica, recogiendo los parásitos eliminados del piso de la jaula. 29 Microbiología clínica Las enfermedades infecciosas representan un alto porcentaje de los procesos patológicos de las aves. Se pueden remitir al laboratoriode microbiología muestras como: sangre, fluidos, secreciones, torundas de absorción con líquidos o fluidos y tejidos, entre otros. Es aconsejable, al momento de solicitar el examen microbiológico, indicar a la vez un antibiograma, pues eso permite ahorrar tiempo a futuro en el tratamiento del ave. La toma de muestras pueden ser de: Cloaca: mediante la introducción en ella de un hisopo o a partir de heces frescas (elevada contaminación por microorganismos ambientales). Es útil en el diagnóstico de enfermedades del tracto digestivo, urinario y/o reproductor. Sangre (hemocultivo): de elección en procesos septicémicos. Buche: por la introducción de un hisopo. Es útil para el diagnóstico de candidiasis. Coanas: mediante la introducción del hisopo a través de su hendidura. Es útil en el diagnóstico de enfermedad de vías respiratorias altas. Tráquea: se introduce el hisopo a través de la glotis. Debe evitarse el contacto con la faringe o la lengua. En coana y tráquea puede realizarse lavado y aspiración. Senos respiratorios: por punción en el seno infraorbitario. Radiología La radiología es la técnica de diagnóstico por imágenes más frecuente en aves. Las principales indicaciones para la utilización de esta técnica son: traumatismos, fracturas, dislocaciones, neoplasias, enfermedades metabólicas (osteodistrofia nutricional, gota), enfermedades respiratorias (sinusitis, traqueítis, colapso traqueal, neumonía, aerosaculitis), enfermedades del tracto digestivo (ingestión de cuerpo extraño, intoxicación por plomo, alteraciones en la forma, tamaño o posición de las vísceras abdominales). 30 Los valores de voltaje, miliamperaje y tiempo tienen que adaptarse a cada aparato y al peso del ave. En aves medianas se sugiere trabajar con 60-75 kV, 300 mA y 1-60 segundos de exposición. Para obtener una radiografía de calidad es necesario inmovilizar al paciente adecuadamente, lo que por lo general se consigue anestesiándolo. El ave se fijará el chasis con cinta adhesiva por el cuello, ambas alas y extremidades posteriores. Es imprescindible realizar, al menos, dos proyecciones: Proyección Ventro-Dorsal (VD): El ave se coloca en decúbito dorsal. La quilla del esternón debe superponerse a la columna vertebral. Las alas quedarán simétricas y semiextendidas y las patas totalmente extendidas y paralelas. Proyección Latero-Lateral (LL): El ave se coloca en decúbito lateral izquierdo o derecho. El ala y la pata más próximas al chasis deben dirigirse cranealmente, mientras que el ala y la pata opuestas se dirigirán caudalmente, de esta manera no se superpondrá ninguna estructura. Una vez finalizado el examen clínico y los exámenes complementarios necesarios, se debe colocar al ave en un recinto. El alojamiento dependerá del ave: Aves no entrenadas: lo mejor son recintos con bajo impacto visual, con poca visibilidad hacia el entorno que la rodea, es necesario que tenga como mínimo un posadero acorde y que las paredes estén acondicionadas a su estado (cubrir los tejidos con mediasombra). Aves entrenadas: basta con una buena percha o banco. Estando el ave armada (con pihuelas y lonja, elementos de cetrería, que aseguran al ave en su posadero), es importante que disponga de sol y sombra, y esté al resguardo de los distintos factores climáticos. 31 VII. Fracturas óseas El esqueleto de las aves (Figura 32) es fundamental y significativamente diferente de los esqueletos de los mamíferos y presenta desafíos únicos para la fijación de las fracturas. Los huesos de las aves son muy sólidos y ricos en sales inorgánicas (84 %), lo que los hace quebradizos y poco elásticos. El hueso cortical de los huesos largos es similar al de los mamíferos, aunque mucho más delgado. El hueso medular es lábil e inconstante y se encuentra sólo en las hembras, durante la época reproductiva. Éste es trabeculado e inmaduro y crece a partir del endostio de la diáfisis; ocupa el espacio medular y es visible radiológicamente (hiperostosis poliostótica). Hay escasez de partes blandas sobre los huesos largos. Por ello, los fragmentos óseos de la fractura conminuta pueden desplazarse y son propensas a perder su aporte vascular. Además, la piel es muy fina y los fragmentos óseos se exteriorizan fácilmente. Las fracturas por lo general, son consecuencia de traumatismos. Pueden detectarse por mala posición de una pata o ala, inmovilidad del ave, exposición directa del cabo óseo fracturado, crepitación del mismo a la palpación o bien revelada por una placa radiográfica. Se debe observar la presencia de hematomas, ya que pueden indicar el lugar de la lesión. Se debe tomar no sólo radiografías del miembro afectado, sino también del ave entera, ya que esto podría revelar problemas ocultos como luxaciones, fracturas de coracoides, entre otras. Los objetivos del tratamiento de las fracturas en aves son estabilizar la fractura, permitir o favorecer el reparto de las cargas y propiciar un uso limitado durante la cicatrización. Entre las características de los dispositivos ortopédicos para llevar a cabo estos objetivos se encuentran la rigidez, la versatilidad, la eficacia, la maleabilidad y el bajo peso. Figura 32 Clavícula Coracoides 32 El dispositivo para la fijación debe ser capaz de: Neutralizar las fuerzas que aplican tensión, torsión, flexión y cizallamiento sobre el hueso. Permitir un cierto grado de actividad durante la marcha y movimiento, sin lesionar el miembro ni el resto de las partes adyacentes del cuerpo. Promover el intercambio de carga en la medida en que la fractura lo permita. Con una buena fijación y un buen estado vascular general en el foco de fractura, la cicatrización suele llevarse a cabo entre 18-25 días, tiempo que está dentro de la vida útil de los dispositivos para la fijación. Esta situación puede darse en aves que cursan con fracturas cerradas, pero para el caso de fracturas expuestas y contaminadas, se puede demorar hasta seis semanas en extraer los aparatos de fijación. Los diferentes problemas traumatológicos se pueden corregir mediante vendajes, dieta adecuada u ortopedia, dependiendo del caso. Con anterioridad a cualquier cirugía se debe evaluar el estado general del ave y estabilizarla, ya que muchas veces pueden estar muy débiles debido a la gravedad de las heridas, hemorragia, anorexia y estrés. En el caso de fracturas provocadas por desbalances nutricionales, está contraindicada la aplicación de medios de fijación mediante clavos, ya que los huesos se presentan muy blandos. En estos casos se realiza una fijación externa mediante vendajes y se trata el desbalance nutricional. Fijación de fracturas Es importante la selección de la técnica a llevar a cabo en los diversos tipos de fracturas. Se debe tener presente la anatomía de los huesos de las aves, puesto que los huesos neumáticos tienen corticales muy delgadas; esto impide el uso de técnicas frecuentes en mamíferos, como es el caso de las placas con tornillos, los cuales no ajustarán bien debido a lo delgado de la capa cortical. 33 Fijación interna: mediante la colocación de clavos intramedulares de diferente tipo, tanto clavos de Steinmann como agujas de Kirschner (son agujas con un diámetro menor). Si se realiza en forma cerrada es de mejor pronóstico. Esta técnica no evita la rotación del hueso sobre el clavo. Debido a esto, en algunas oportunidades se debe complementarla con vendajes; tal es el caso de fracturas de huesos del ala, en los que, luego de la reparación mediante un clavo intramedular, se venda el ala contra el cuerpo con vendas adherentes para evitar así movimientos de los cabos de fractura. También pueden utilizarse vendajes antirrotacionales en fracturas de tibiotarso, luego de la colocación de un clavo intramedular. Para evitar movimientos de rotación también se pueden emplear cerclajescomo método complementario. Se han utilizado otras técnicas de fijación interna: con metilmetacrilato 7 , inyectándolo en la cavidad medular de los extremos de fractura, manteniéndolos luego reducidos hasta que seque el material, esta técnica puede tener el inconveniente de que el metilmetacrilato se ubique entre los cabos de fractura e impida la osificación. Fijación externa: se colocan clavos en forma perpendicular y divergente en los extremos de la fractura. Se colocan al menos dos clavos por extremo y se conectan por medio de una barra acrílica de polimetilmetacrilato o por medio de Poxilina (masilla epoxi). Se pueden emplear agujas parcialmente enroscadas, agujas de rosca positiva, diseñadas específicamente para aves, que ofrecen una gran energía de sujeción en las finas corticales. El acrílico puede moldearse sobre la aguja en forma de masa mientras fragua o puede cargarse en una jeringa durante su fase líquida e inyectarse en un material moldeable como un drenaje Penrose 8 o un tubo de plástico. La masilla epoxi se suplementa con una masa moldeable a mano que la hace más fácil de usar, tienen la ventaja de que, como los 7 Metilmetacrilato: el estéril es cemento óseo utilizado en ortopedia para fijar prótesis. El no estéril es un acrílico (polimetilmetacrilato= polímero + monómero) utilizado en fijación externa. 8 Drenaje Penrose: tubo de goma estéril que se coloca normalmente en un área de la herida para prevenir la acumulación de fluidos. 34 adhesivos, se unen íntimamente a las agujas de los fijadores externos, mientras que los acrílicos forman sólo un cierre mecánico. Aunque existen varios métodos diferentes para reparar diversas fracturas aviarias descritos en la literatura científica, la construcción conocida como fijador esquelético externo- interno tie-in (TIF, también denominada fijador híbrido) y variaciones de la misma han dado resultados excepcionales en una variedad de fracturas que afectan a la mayoría de los huesos largos ( Redig, 2000 ). Este fijador consiste en un clavo intramedular que rellena aproximadamente tres cuartas partes de la cavidad medular y dos agujas colocadas en las porciones más proximal y distal del hueso afectado para poder formar el fijador externo (Figura 33). Diferentes técnicas de resolución de fracturas - Fracturas de fémur: se realiza un abordaje lateral, pudiéndose tomar como referencia el trocánter mayor. La técnica con clavos intramedulares de Steinmann puede realizarse en forma retrógrada pasando el clavo desde el cabo proximal saliendo cerca del trocánter y luego en forma normógrada, reduciendo la fractura, se pasa el clavo hacia el canal medular del fragmento distal. El uso de fijadores externos es posible en este tipo de fractura, pero está indicado en fracturas conminutas, no justificándose en fracturas simples. Clavo intramedular Barra acrílica Clavos del fijador externo Figura 33 - Fijador esquelético externo-interno tie-in, en fractura de húmero. 35 - Fractura distal de fémur: en estos casos se procede a un abordaje lateral, accediendo a los cóndilos femorales. La reparación se puede realizar mediante la aplicación de agujas cruzadas, desde medial y lateral del cóndilo femoral hasta el extremo proximal de la fractura. Por lo general este tipo de fracturas puede resolverse con la colocación de un clavo intramedular desde la articulación, desde el surco intercondileo, enhebrando el fragmento proximal y sacando el clavo cercano al trocánter mayor del fémur. Es necesario dejar lo más escondido posible el clavo entre los cóndilos en el fragmento distal, para evitar lesiones osteoarticulares. - Fracturas de tibiotarso: son las más frecuentes en aves, siendo este hueso uno de los más expuestos a traumatismos al carecer de protección muscular. Se efectúa un abordaje medial realizándose la reparación de la fractura mediante fijadores externos o con la colocación de clavos intramedulares. La colocación del fijador externo se efectúa como se explicó anteriormente. La colocación de clavos intramedulares puede hacerse en forma retrógrada o normógrada. Una vez finalizada la cirugía, se sugiere realizar un vendaje antirrotacional. - Fracturas de tarsometatarso: es otra zona ósea que carece de protección muscular. Se puede realizar un abordaje lateral o medial. Se debe tener presente que este hueso es cóncavo en su cara posterior, lo cual es importante en el momento de decidir la técnica quirúrgica a emplear. La reparación quirúrgica puede realizarse tanto con la aplicación de clavos intramedulares como con fijadores externos. - Fractura de coracoides: por lo general se produce cuando las aves en vuelo chocan contra muros, ventanas, etc. Comúnmente se trata de forma conservadora, y la cirugía está indicada en caso de desplazamiento importante. El hueso se encuentra por debajo del músculo pectoral profundo y se puede reparar con la aplicación de clavos intramedulares. 36 - Fractura de huesos de las alas: las fracturas de húmero, ulna y radio por lo general pueden ser reparadas mediante la aplicación de clavos intramedulares y posterior inmovilización del ala a través de vendajes contra el cuerpo del ave. Anestesia para la resolución de fracturas La anestesia inhalatoria es el método de elección en cirugía aviar. El gas anestésico se suministra por mascarilla o mediante traqueotubos. La intubación endotraqueal se realiza luego de una inducción directa con mascarilla, o después de la administración de un anestésico fijo. Se considera al isofluorano como la droga de elección debido a su baja solubilidad en los líquidos corporales, la excreción es rápida y virtualmente completa, vía tracto respiratorio. Una completa recuperación, incluyendo el retorno del apetito, ocurre en pocos minutos. Dentro de los anestésicos inyectables, el más utilizado es la ketamina, asociada con tranquilizantes o sedantes, proporciona una anestesia quirúrgica relativamente segura y efectiva. Por ejemplo puede emplearse ketamina asociado con diazepam. 37 VIII. Caso clínico Presentación del caso clínico de un ave rapaz trasladada al Hospital Veterinario del Bioparque Temaikèn, la cual fue auxiliada y tratada por los veterinarios de la institución. Reseña Especie: Parabuteo unicinctus (Nombre común: Gavilán mixto) Sexo: No se determinó Edad: Juvenil Identificación: Sin ID Anamnesis El animal fue rescatado y donado por imposibilidad para pararse. Evaluación clínica Se procede a hacer el examen clínico de forma metódica, mientras un ayudante realiza la maniobra de sujeción del ave (Figura 34). Los datos recolectados fueron: Cabeza y ojos sin particularidades, cavidad oral reseca (se sospecha que es por deshidratación). Alas con buena extensión. Plumas remeras desgastadas, al igual que timoneras. Peso: 400 gr. Score corporal: 2. Presenta fractura palpable a nivel de fémur derecho. Métodos complementarios Presentó dificultad para la extracción de sangre, solo se pudo de vena yugular (se sospecha de hipovolemia). Hematocrito: 30%. Proteínas Totales: 2.2 mg/ml. Lactato: 1.2. Figura 34 38 Radiología: Se realizó previamente una anestesia inhalatoria con isofluorano. Se aprecia fractura completa y desplazada en proximal de fémur derecho (Figuras 35a y 35b). Estómagos sin contenido. Con todos estos datos se llega a un diagnóstico presuntivo: Fractura de fémur derecho. Hipovolemia e hipoproteinemia por imposibilidad para cazar. Tratamiento Luego se realizó un tratamiento medicamentoso en donde se aplicó: • Tramadol 10 mg/ kg (0.25ml algen 20) • Fluidoterapia con cristaloides 15 ml/kg SC + Vitamina B 0.5 ml • Levamisol 20 mg/kg • Praziquantel 10 mg/kg • Frontline spray (Fipronil) Se prescribióla realización de sondajes diarios con “Royal Canin Recovery” (12ml) para la restauración nutricional del ave. El mismo contiene pollo, gelatina, huevo en polvo, aceite vegetal y de pescado, sales minerales, vitaminas y oligoelementos. Figura 35a Figura 35b 39 Se programa cirugía para reposición del miembro afectado. Cirugía Primero se preparó el quirófano con una temperatura adecuada (25° C aproximado). Se colocaron bolsas de agua caliente, donde iría recostada el ave y luego se procede a hacer una anestesia inhalatoria con mascarilla, para luego realizar la intubación endotraqueal y continuar la cirugía con este tipo de anestesia. Se colocaron bolas de algodón y tela adhesiva en las garras para protección (Figura 36). Lo siguiente fue quitar las plumas e inyectar anestésico local en la zona del foco fracturario, la cual se evidenciaba externamente por una contusión (Figuras 37a y 37b). La técnica de fijación que se realizó fue interna con el uso de un clavo intramedular, de forma retrógrada pasando el clavo desde el cabo proximal saliendo cerca del trocánter y luego en forma normógrada, reduciendo la fractura, pasando el clavo hacia el canal medular del fragmento distal (Figura 38). Figura 36 Figura 37b Figura 37a 40 Lo siguiente fue realizar radiografías, en dos posiciones, para confirmar que el clavo estuviera colocado de forma correcta (39a y 39b). Al confirmarse la posición, se cortó el excedente del clavo y se prosiguió a realizar la síntesis de la herida quirúrgica, que se encontraba en lateral del miembro (Figura 40). Finalmente se esperó a que el animal se recupere de la anestesia para colocarlo luego en un recinto adecuado en el área de internación (Figura 41). Figura 38 Figura 39a Figura 39b 41 Recuperación Pasados los cinco días el ave ya se encontraba con el miembro en apoyo (Figura 42). Se lo dejo en el recinto durante un mes para que se forme el callo óseo, el cual se formó exitosamente y el ave logró un buen score corporal. Normalmente luego de la recuperación se debe extraer el fijador interno, pero en este caso no se realizó ya que no había quedado suficiente material como para tomar el extremo del clavo y traccionar. Se prefirió dejarlo para evitar otra exposición del ave a una nueva cirugía. Rehabilitación El gavilán mixto se encuentra actualmente en el Centro de Recuperación y Rehabilitación de especies Temaikèn (CRET), para una adecuada rehabilitación y posterior liberación en su hábitat natural. Figura 40 Figura 41 Figura 42 42 IX. Conclusión Las aves rapaces cumplen un importante rol en el funcionamiento de los ecosistemas, ya sea como “limpiadores” de cadáveres en el caso de buitres, jotes y cóndores; o como estructuradores de las cadenas tróficas en su rol de depredadores tope, en el caso de las restantes especies de rapaces diurnas y nocturnas. Por su posición en las redes tróficas, estas especies suelen ser muy sensibles a modificaciones humanas del medio natural y por lo tanto pueden jugar un papel importante como bioindicadores. La comunidad de aves rapaces en Argentina es muy amplia y se distribuye por todos los ambientes del país a excepción de la Antártida. Por esto, como veterinarios, es importante tener el mayor conocimiento de las mismas a la hora de realizar todo el procedimiento clínico, farmacológico, nutricional y quirúrgico, para poder hacerlo de la manera más eficiente posible. Así se podrán lograr mejores resultados, llevando a un sentimiento de satisfacción por cada individuo, que al ingresar al centro de rescate, pueda ser liberado y volver a formar parte de lo que era, de un ecosistema. 43 X. Bibliografía Burnie, David (2013). Nature Guide: Birds of Australia. DK. Melbourne, Australia. De Vattuone, Lucy F. (1977). Zoología Ecológica. Editorial El Ateneo. Buenos Aires, Argentina. Girling, Simon J. (2013). Veterinary Nursing of Exotic Pets (2ª ed.). Wiley-Blackwell. New Delhi, India. González-Martín-Moro J., Hernández-Verdejoc J.L. y Clement-Corral A. (2016). El sistema visual de las rapaces diurnas: revisión actualizada. Sociedad Española de Oftalmología. Publicado por Elsevier España. Kardong, Kenneth V. (2007). 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