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FACTORES ASOCIADOS A LAS COMPLICACIONES DE LA CIRUGÍA MÍNIMAMENTE 
INVASIVA DE ENDOMETRIOSIS, BARRANQUILLA ENERO - SEPTIEMBRE DE 2023 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
KOWER KALEFF MOSQUERA ESCOBAR 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL BARRANQUILLA 
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD 
PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN EN GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA 
BARRANQUILLA - COLOMBIA 
2024 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
FACTORES ASOCIADOS A LAS COMPLICACIONES DE LA CIRUGÍA MÍNIMAMENTE 
INVASIVA DE ENDOMETRIOSIS, BARRANQUILLA ENERO - SEPTIEMBRE DE 2023 
 
 
KOWER KALEFF MOSQUERA ESCOBAR 
 
 
 
Asesor científico 
Dra. LILIANA PALACIO FORERO 
MD. Ginecóloga Oncóloga 
 
 
Asesor Metodológico 
Dr. ROBINSON FERNANDEZ 
MD. Ginecólogo Oncólogo - Magister en Epidemiologia 
 
 
PhD. Karol Cervantes de la Torre 
 
FT, PhdD en salud Pública. 
 
 
UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL BARRANQUILLA 
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD 
PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN EN GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA 
BARRANQUILLA - COLOMBIA 
2024 
 
 
 
 
PÁGINA DE ACEPTACIÓN 
 
 
 
 
 
 
 
DEDICATORIAS 
 
A mis padres por su apoyo invaluable e incondicional y su acompañamiento a lo largo de 
este ciclo de formación. 
 
También a todas las pacientes con endometriosis que participaron del espacio, ayudarlas 
a mejorar sus condiciones de vida es uno de los principios rectores del ejercicio de la 
ginecología 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
 
Agradecimientos a la Dra. Liliana Palacio por su inspiración para cambiar la vida de las 
pacientes con endometriosis y desarrollar este trabajo de investigación. 
 
Agradecimientos también a mis asesores el Dr. Robinson Fernández y la Dra. Karol 
Cervantes por el apoyo recibido para desarrollar este trabajo de investigación. 
 
 
 
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TABLA DE CONTENIDO 
 
DEDICATORIAS ............................................................................................................................. 4 
AGRADECIMIENTOS ..................................................................................................................... 5 
Lista de figuras ............................................................................................................................. 7 
Lista de tablas ............................................................................................................................... 8 
Lista de anexos ............................................................................................................................. 9 
1. RESUMEN Y PALABRAS CLAVE ........................................................................................ 10 
2. ABSTRACT AND KEYWORDS ............................................................................................ 11 
3. INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 12 
4. OBJETIVOS ......................................................................................................................... 14 
4.1. Objetivo General ...................................................................................................... 14 
4.2. Objetivos Específicos ............................................................................................. 14 
5. MARCO TEÓRICO ............................................................................................................... 15 
6. METODOLOGÍA ................................................................................................................... 37 
6.1. Diseño y tipo de estudio ............................................................................................. 37 
6.2. Universo, Población y Muestra ................................................................................... 38 
6.3. Hipótesis ...................................................................................................................... 39 
6.4. Consideraciones éticas ............................................................................................... 39 
6.5. Plan de recolección de datos ..................................................................................... 40 
6.6. Procesamiento y análisis de la información .............................................................. 40 
7. RESULTADOS ...................................................................................................................... 42 
8. DISCUSIÓN .......................................................................................................................... 52 
9. CONCLUSIONES ................................................................................................................. 55 
10. RECOMENDACIONES ..................................................................................................... 56 
11. BILIOGRAFIA ................................................................................................................... 57 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Lista de figuras 
 
 
Figura 1 Distribución del tipo de complicación quirúrgica: intraoperatoria y posoperatoria 
 
Figura 2 Comparación de los tiempos quirúrgicos y sangrado operatorio en pacientes con 
endometriosis según presencia de complicación quirúrgica 
 
Figura 3 Distribución del tipo de catéter urológico en pacientes con endometriosis según 
presencia de Complicaciones Quirúrgicas. 
 
Figura 4 Correlograma entre Tiempo Quirúrgico, Sangrado Operatorio y Número de 
Cirugías Previas. 
 
Figura 5 Análisis de Correspondencia Múltiple entre el perfil clínico/quirúrgico y 
complicaciones en pacientes con endometriosis 
 
Figura 6 Curva ROC para Complicaciones Quirúrgicas y Tiempo Quirúrgico en pacientes 
con endometriosis 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Lista de tablas 
 
Tabla 1 Características Generales en Pacientes con endometriosis 
 
Tabla 2 Clasificación Clavien - Dindo de las complicaciones intra y postoperatoria en 
paciente con endometriosis sometidas a cirugía mediante abordaje laparoscópico 
 
Tabla 3 Perfil Clínico de Pacientes con endometriosis según presencia de Complicación 
Quirúrgica 
 
Tabla 4 Perfil Quirúrgico de Pacientes con endometriosis según presencia de Complicación 
Quirúrgica 
 
Tabla 5 Factores predictores de Complicaciones Quirúrgicas en pacientes con 
endometriosis. Análisis de regresión logística multivariado 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Lista de anexos 
 
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1. RESUMEN Y PALABRAS CLAVE 
 
Objetivo: Determinar cuáles son los factores asociados a las complicaciones de la cirugía 
mínimamente invasiva de endometriosis en dos IPS en la ciudad de Barranquilla, periodo 
enero de 2023 a septiembre de 2023. 
Diseño del estudio: Se realizo un estudio multicéntrico de cohorte transversal analítico, 
enmarcado bajo el paradigma positivista, entre enero de 2023 y septiembre de 2023 e 
incluyó 63 mujeres con diagnóstico de endometriosis que se sometieron a cirugía por 
abordaje mínimamente invasivo. La recolección de datos se realizó mediante revisión de 
historias clínicas y reportes quirurgicos extrayendo las variables clínicas de interés y se 
realizó un análisis estadístico de para determinar los factores asociados al desarrollo de 
complicaciones intra y postoperatorias en las pacientes intervenidas quirúrgicamente.Resultados: Se incluyeron 62 pacientes con diagnóstico de endometriosis, de las cuales 
el 21% (13) presentaron complicaciones intra o postoperatorias. Las complicaciones 
intraoperatorias mas frecuentes fueron el sangrado > 500 cc y la lesión vesical en el 27% y 
3% respectivamente; las complicaciones postoperatorias mas frecuentes fueron la anemia 
severa y el ileo postoperatorio en el 10% y 8% de los casos respectivamente. La mayoría 
complicaciones se clasificaron como grado IIIb en la clasificación de Clavien – Dindo. La 
endometriosis estadio IV fue el factor mas asociado a complicacion quirúrgica,OR: 4.58 
(IC95% 2.18 -18, p=0.03), seguido por el tiempo quirúrgico mayor de 200 minutos, OR: 3.03 
IC95% 1.78-11.7, p=0.01). 
Conclusión: La severidad de la enfermedad y el tiempo quirúrgico prolongado fueron los 
principales factores asociados con las complicaciones intra y postoperatorias en mujeres 
con endometriosis intervenidas mediante abordaje mínimamente invasivo. 
 
Palabras clave: endometriosis, factores de riesgo, laparoscopia, 
Complicaciones Intraoperatorias, Complicaciones Posoperatorias. 
 
 
 
2. ABSTRACT AND KEYWORDS 
 
Objective: Determine the factors associated with the complications of minimally invasive 
endometriosis surgery in two IPS in the city of Barranquilla, period January 2023 to 
September 2023. 
Study design: A multicenter analytical cross-sectional cohort study, framed under the 
positivist paradigm, was conducted between January 2023 and September 2023 and 
included 63 women with a diagnosis of endometriosis who underwent surgery using a 
minimally invasive approach. Data collection was carried out by reviewing medical records 
and surgical reports, extracting the clinical variables of interest, and a statistical analysis 
was performed to determine the factors associated with the development of intra- and 
postoperative complications in patients undergoing surgery. 
Results: 62 patients with a diagnosis of endometriosis were included, of which 21% (13) 
presented intra- or postoperative complications. The most frequent intraoperative 
complications were bleeding > 500 cc and bladder injury in 27% and 3% respectively; The 
most frequent postoperative complications were severe anemia and postoperative ileus in 
10% and 8% of cases respectively. Most complications were classified as grade IIIb in the 
Clavien – Dindo classification. Stage IV endometriosis was the factor most associated with 
surgical complications, OR: 4.58 (95% CI 2.18 -18, p=0.03), followed by surgical time greater 
than 200 minutes, OR: 3.03 95% CI 1.78-11.7, p=0.01). 
Conclusion: The severity of the disease and prolonged surgical time were the main factors 
associated with intra- and postoperative complications in women with endometriosis 
operated on using a minimally invasive approach. 
Keywords: endometriosis, risk factors, laparoscopy, Intraoperative Complications, 
Postoperative Complications. 
 
 
 
 
3. INTRODUCCIÓN 
La endometriosis se define como una afección neuroinflamatoria crónica asociada con dolor 
pélvico crónico debilitante y en la que su característica es la presencia de tejido similar al 
endometrio fuera de la cavidad uterina (1,2). La incidencia mundial de la endometriosis se 
ha establecido entre el 5 al 10% de las mujeres en edad reproductiva, con una alta tasa de 
costos para la atención integral de la enfermedad (diagnóstico, manejo y seguimiento). En 
una publicación de Chen y colaboradores, en la que se determinaron los costos 
hospitalarios asociados a la atención de 47.021 de pacientes con endometriosis en Canadá 
entre los años 2008 y 2013, se estableció que el costo por año de la atención de estas 
pacientes fue de US $ 29.5 millones y el costo promedio de atención por cada paciente fue 
de US $ 3.143 por caso (3). 
Se han descrito varias formas de la enfermedad, clásicamente descritas como: lesiones 
peritoneales superficiales, endometriosis o endometriosis ovárica y endometriosis infiltrativa 
profunda, siendo esta última la forma más severa de la enfermedad (1), sin embargo, en la 
mayoría de los casos no existe una correlación entre la severidad de la enfermedad y la 
sintomatología referida por la paciente. Generalmente se ha descrito que la dismenorrea 
suele ser el síntoma mayormente referido por las pacientes con endometriosis, asociándose 
a la presencia de otros síntomas como disuria, disquecia y dispareunia (4), sin embargo, 
dado la afectación extrapélvica se pueden asociar otros síntomas como fatiga, dolor pélvico 
crónico, infertilidad (hasta el 50% de las mujeres con estos síntomas tendrán 
endometriosis), síntomas gastrointestinales, cefalea, dolor torácico, depresión y 
ansiedad(5). La incidencia es de 2% a 22%, en mujeres asintomáticas, y de 40% a 60%, en 
pacientes con dismenorrea; en aquellas con infertilidad, el rango va de 20% a 30%(6). 
La endometriosis profunda invade el intestino en 5 a 40% de los casos y el tracto urinario 
en 1 a 4% de los casos, debido a este compromiso multiorgánico, se requiere un enfoque 
multidisciplinario entre diferentes especialidades médicas para el abordaje quirúrgico 
óptimo de las pacientes que serán sometidas a cirugía. La laparoscopia se ha convertido 
en el estándar de oro para el manejo quirúrgico y debido a la complejidad de la cirugía, la 
Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) recomiendan un 
enfoque multidisciplinario en centros de referencia terciarios para proporcionar el 
tratamiento más adecuado (7). 
Se han propuesto nuevas estrategias para tratar la endometriosis compleja con dos 
objetivos: mejorar la calidad de vida y/o preservar o aumentar la fertilidad espontánea o con 
técnicas de reproducción asistida (TRA) (7). Las pacientes que se someten a cirugía por 
endometriosis tienen un mayor riesgo de complicaciones, especialmente aquellas con 
enfermedad infiltrante profunda como: necesidad de transfusión de hemoderivados, 
lesiones intestinales, vesicales o ureterales durante la cirugía, hospitalización prolongada, 
reintervención y reingreso hospitalario (8). Se ha demostrado que la presencia de 
endometriosis en el momento de la histerectomía benigna aumenta el riesgo de morbilidad 
importante y complicaciones perioperatorias, como una mayor pérdida de sangre estimada 
o una infección profunda del sitio quirúrgico (9). 
Se plantea entonces la realización de un estudio de cohorte transversal analítico enmarcado 
en el paradigma positivista, permitiendo identificar factores asociados al desarrollo de 
complicaciones intraoperatorias y perioperatorias en pacientes sometidas a cirugía para 
endometriosis por vía laparoscópica y con ello predecir desenlaces quirúrgicos no deseados 
que servirán como soporte a la futura implementación de estrategias de prevención para 
mejorar los índices de seguridad de este tipo de intervenciones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4. OBJETIVOS 
4.1. Objetivo General 
Determinar cuáles son los factores asociados a las complicaciones de la cirugía 
mínimamente invasiva de endometriosis en dos IPS en la ciudad de Barranquilla, periodo 
enero de 2023 a septiembre de 2023. 
 
4.2. Objetivos Específicos 
• Conocer las complicaciones que se presentan en las pacientes sometidas a cirugía 
de endometriosis mediante el abordaje mínimamente invasivo. 
• Clasificar las complicaciones halladas intra y postoperatorias según la escala de 
Clavien – Dindo. 
• Establecer relación de asociación entre los factores asociados y las complicaciones 
por cirugía de endometriosis por abordaje mínimamente invasivo 
• Establecer mediante prueba predictiva cuales factores asociados mayormente 
predisponentes a complicaciones intra y postoperatorias en cirugía de endometriosis 
por abordaje mínimamente invasivo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5. MARCO TEÓRICO 
Definición 
La endometriosis es una enfermedad ginecológica caracterizada por la presenciade tejido 
endometrial funcionante (epitelio glandular y estroma) fuera de la cavidad uterina, lo cual 
induce una reacción inflamatoria local en el lugar de implantación. Los sitios más 
comúnmente afectados son el peritoneo y los órganos pélvicos, principalmente el ovario. 
Se trata de un proceso benigno pero invasivo, dependiente de estrógenos, que tiende a 
progresar y recidivar, principalmente en las formas profundas. Por ello, recientemente existe 
una comprensión de la endometriosis como una enfermedad sistémica con múltiples 
manifestaciones fuera de los parámetros de la enfermedad ginecológica clásica (10). En sí, 
es una patología extraordinariamente polimorfa con una gran variedad de lesiones y grado 
de afectación, lo que se traduce en una diversidad de síntomas, entre los que se incluyen 
el dolor pélvico crónico, la dismenorrea o la dispareunia, aunque a veces los síntomas son 
más inespecíficos o incluso, puede ser asintomática, y por ello en algunos casos se 
descubre de forma casual durante una cirugía realizada por otro motivo, en estudios de 
infertilidad o en una revisión ginecológica de rutina. Como consecuencia, se ha descrito un 
importante retraso en el diagnóstico, cuya estimación ronda entre los 8 y 12 años desde la 
aparición de los primeros síntomas, siendo diagnosticada en algunos casos en estadios 
avanzados (11). 
El diagnóstico de la endometriosis plantea un desafío tanto para el personal médico como 
para las pacientes, dado la interrelación de síntomas inespecíficos, ausencia de 
marcadores bioquímicos altamente sensibles y la falta de conciencia por parte del personal 
médico de la enfermedad, llevan a tener retrasos en el diagnóstico, que pueden variar entre 
los 4 a 11 años (12). Según lo plantean Fuldeore y Soliman, en Estados Unidos, el tiempo 
entre en inicio de los síntomas y el establecimiento del diagnóstico, se tarde en promedio 
4.4 años; en la cohorte evaluada por los investigadores, el 63.5% de las pacientes 
recibiendo el diagnóstico en un tiempo menor a 5 años, mientras que el 36.5% tuvo el 
diagnóstico en un lapso entre 5 a 10 años (13). Teniendo en cuenta que la endometriosis 
es una causa mayor de discapacidad y que afecta significativamente a la calidad de vida 
de las pacientes, este retraso en el diagnóstico puede empeorar el pronóstico de la 
enfermedad al suponer periodos prolongados de tiempo sin tratamiento(14). 
Se trata de una enfermedad cuya evolución puede comprometer la fertilidad, deriva en 
complicaciones durante el embarazo, incrementa el riesgo de enfermedad coronaria, e 
incluso se ha descrito el aumento de riesgo a largo plazo de determinados tipos de cáncer 
ginecológico. Sin embargo, pese a la relevancia para la salud de la mujer, la endometriosis 
sigue siendo una enfermedad controvertida en la que persisten muchas dudas en cuanto a 
su incidencia y prevalencia, la patogénesis, historia natural y el tratamiento óptimo. Es una 
enfermedad que implica un importante deterioro en la calidad de vida de algunas pacientes 
y con repercusión económica y social(15). 
Epidemiología 
Globalmente se ha descrito que la incidencia de endometriosis varía entre el 5 a 10% de 
todas las mujeres en edad reproductiva(1), de acuerdo con estadísticas del Banco Mundial 
(16), se calcula que 249 millones de mujeres alrededor del mundo padecen de esta 
enfermedad y extrapolando a nuestro país, se podría estimar que 1.7 millones de mujeres 
entre los 15 y 64 años de edad, podrían verse afectadas por esta patología. Aunque la 
proporción de las mujeres que podrán cursar con endometriosis a lo largo de su vida ha 
sido descrita anteriormente, existen grupos en los que la incidencia de la enfermedad suele 
ser mayor, por ejemplo, en las mujeres con infertilidad, la incidencia de la enfermedad 
puede llegar a ser del 50% (1), y en el caso de las adolescentes con historia de dismenorrea 
hasta el 70% pueden ser diagnosticadas con endometriosis(17). 
Patogenia de la enfermedad 
Existen diversas teorías sobre el origen de la endometriosis, sin embargo, de acuerdo con 
Zondervan y colaborades, las teorías que podrían explicar de mejor manera la presencia 
de lesiones pélvicas y extrapélvicas son: la menstruación retrógrada, la metaplasia celómica 
y la metástasis vascular y linfática; transversal a estas teorías se encuentra una 
desregulación inmunológica que permite el desarrollo de las lesiones endometriósicas, es 
decir, la patogénesis de la endometriosis involucra procesos endocrinos, inmunológicos, 
proinflamatorios y proangiogénicos (1,2). 
Sampson en 1927, propuso la teoría de la menstruación retrógrada (5), esta teoría se refiere 
al reflujo de desechos menstruales que contienen células endometriales viables a través de 
las trompas de Falopio hacia la cavidad peritoneal. La menstruación retrógrada como origen 
de la endometriosis está respaldada por estudios que muestran asociaciones de riesgo con 
un ciclo menstrual corto y flujo menstrual obstruido, así como por estudios celulares que 
rastrean los orígenes de las mutaciones genéticas somáticas observadas en las lesiones 
endometriósicas del endometrio eutópico. El sangrado uterino neonatal, que contiene 
células madre endometriales, podría explicar la rara endometriosis premenárquica(1). Se 
requiere un entorno inmunoendocrino proinflamatorio, proangiogénico y aberrante para 
facilitar el crecimiento y la supervivencia de las lesiones endometriósicas(18). 
El endometrio eutópico es un tejido multicelular dinámico que responde a los esteroides con 
células epiteliales sustentadas por un compartimento estromal que contiene un abundante 
suministro de sangre y poblaciones fluctuantes de células inmunitarias, cuya porción luminal 
se descompone y se elimina durante la menstruación. Las poblaciones de células madre 
endometriales y células progenitoras están presentes en el endometrio eutópico, que, si se 
elimina en la menstruación retrógrada, puede desempeñar un papel en el desarrollo de 
lesiones endometriósicas. Las células del estroma endometrial de mujeres con 
endometriosis muestran capacidad adhesiva como resultado de perfiles de integrina 
alterados, y una respuesta inflamatoria localizada en la endometriosis favorece la adhesión 
celular. La proliferación de depósitos endometriósicos requiere estradiol, que es 
proporcionado por hormonas sistémicas y también localmente por el aumento de la 
expresión de aromatasa y proteína reguladora aguda esteroidogénica y disminución de la 
expresión de 17β-hidroxiesteroide deshidrogenasa 2 por lesiones endometriósicas. Las 
células y tejidos endometriósicos provocan una respuesta inmunitaria e inflamatoria 
localizada con la producción de citocinas, quimiocinas y prostaglandinas. La disfunción del 
sistema inmunitario innato y adaptativo es evidente, pero no está claro si la disfunción 
inmunitaria inicia la endometriosis o es un sello fisiopatológico del trastorno. El endometrio 
y las lesiones endometriósicas contienen fibras nerviosas estimuladas por mediadores 
inflamatorios. Los macrófagos se colocalizan con las fibras nerviosas, promovidos por el 
estradiol sintetizado localmente, y producen el factor de crecimiento similar a la insulina 1 
que sensibiliza los nervios. (5). 
La teoría de la metaplasia celómica fue propuesta por Meyer y postula que un tipo celular 
que resulta comprometido, por ejemplo, células del mesotelio se transforman en un tipo 
celular alternativo, en este caso, epitelio endometrial, en las células que recubren el 
peritoneo visceral y/o abdominal, reacción que se desencadena por estímulos hormonales 
o ambientales, esta teoría ha sido propuesta sobre todo en mujeres con defectos del 
conducto mülleriano. Se ha propuesto que la teoría de la metaplasia celómica podría 
explicar la aparición de lesiones profundas en el tabique rectovaginal, así como la 
diseminación extrapélvica de la endometriosis, sin embargo, se desconocenlos 
“inductores” inflamatorios precisos de la metaplasia. (5, 19). 
Las anteriores teorías podrían explicar la aparición de lesiones pélvicas, sin embargo, dado 
la identificación de tejido endometrial en órgano como los pulmones, los ganglios linfáticos, 
abdominal, el diafragma, el cerebro, la nariz y otros órganos se ha propuesto la teoría de la 
diseminación vascular y linfática como génesis de las lesiones extrapélvicas. La hipótesis 
que sustenta esta teoría plantea que el tejido menstrual se alojaría en los ganglios linfáticos 
centinelas abdominales y desde ahí se diseminaría por vía hemática y/o linfática a órganos 
distantes (6). Pluchino y Taylor, proponen que los focos endometriósicos extrapelvicos 
podrían originarse a partir de células madre multipotenciales de la médula ósea, existiendo 
una alteración en los mecanismos que orientan el transporte y la localización de las células 
madre pluripotenciales(20). 
En cuanto a la desregulación inmunológica, propuesta en este documento como un eje 
transversal a las tres teorías mayormente aceptadas como causas de la endometriosis, 
Riccio et al., en una revisión del a literatura publicada en 2018 (21) detallan la interacción 
entre una serie de alteraciones en la función inmunitaria innata y adaptativa que permite el 
desarrollo de las lesiones endometriósicas. En primer lugar, se debe señalar que se ha 
propuestos que las células endometriales ectópicas escapan a los fenómenos de apoptosis 
en la cavidad peritoneal mediante la liberación de molécula de adhesión intercelular-1(MAC 
– 1), lo que disminuirá la capacidad de los leucocitos para reconocer estas células de tejido 
ectópico, permitiendo el crecimiento de implantes endometriales que conlleva a un 
reclutamiento de células inmunitarias y al desencadenamiento de una respuesta 
inflamatoria intensa, con aumento en la expresión de citocinas proinflamatorios, factores de 
crecimiento y angiogénesis. Durante el crecimiento de los focos endometriósicos, las 
proteínas quinasas activadas por mitógenos (MAPKs) promueve un aumento en la 
expresión de la ciclooxigenasa – 2 (COX2) perpetuando la inflamación, favoreciendo la 
expresión de interleucinas inflamatorias y generando mayor estrés oxidativo. Esta secreción 
de mediadores inmunológicos deberían con llevar a la activación de la actividad fagocítica 
de los macrófagos peritoneales, sin embargo, al no lograr remover la células ectópicas en 
la cavidad peritoneal, adicionalmente esta actividad fagocítica reducida podría explicarse 
por la sobreexpresión de prostaglandina E2 evidenciada en las mujeres con endometriosis, 
por lo cual una función depuradora defectuosa que podría conducir a la supervivencia de 
células endometriales ectópicas, las cuales no son atacadas ni eliminadas por las células 
NK en un mecanismo no completamente conocido llamado "inmunoescape". 
 Según señala Riccio, el “inmunoescape” podría explicarse por una función citotóxica 
disminuida de las células NK que promovería la adhesión y proliferación de lesiones 
endometriósicas, lo anteriormente señalado influenciado también por el carácter 
inflamatorio crónico de la endometriosis; la alteración en la respuesta inmunitaria adaptativa 
se vería determinada por la actividad reducida de las células T citotóxicas, la modulación 
de la secreción de citoquinas por las células T colaboradoras y la producción de 
autoanticuerpos por parte de los linfocitos B. Finalmente, en cuanto a la alteración en la 
función inflamatoria y angiogénica, los estudios han evidenciado una sobreexpresión de 
citoquinas e IL-1, IL-4, IL-6, IL-8, IL-10, IL-33, TNFa, factor de crecimiento transformante 
(TGF-b), factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1), factor de crecimiento de 
hepatocitos (HGF), factor de crecimiento epidérmico (EGF), el factor de crecimiento 
derivado de plaquetas (PDGF)y el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) (21). 
Presentación 
 Las lesiones endometriosis se pueden presentar de forma heterogénea, variando en su 
forma, color y profundidad. Las lesiones peritoneales superficiales son aquellas en la que 
la penetración en la serosa y otras capas de tejido es menor de 5 mm, otro tipo de lesiones 
corresponden a los endometriomas (formación de quistes en los ovarios) y lesiones 
infiltrantes profundas, en las que la penetración es mayor a 5 mm, las lesiones de 
endometriosis profunda suelen acompañarse de fibrosis y adherencias. Adicionalmente 
existen formas extrapélvicas de endometriosis caracterizadas por nódulos mayores de 5 
mm (1). 
La presentación clínica de la endometriosis es heterogénea y puede pasar de forma 
asintomática o involucrar múltiples síntomas, entre los que se han descrito: dolor pélvico 
crónico, dismenorrea y alteraciones del ciclo menstrual, dispareunia, disquecia, disuria y 
otros síntomas urinarios, infertilidad, constipación o diarrea, fatiga y depresión; todos estos 
síntomas pueden variar en la intensidad de su valoración y no se relacionan con la 
severidad de la enfermedad(5). Se ha descrito en la literatura las 4D`s como características 
de esta patología: Dismenorrea, dispareunia, disquecia y disuria como hallazgos durante la 
evaluación de la paciente que podrían hacer más posible este diagnóstico (4). 
Condiciones coexistentes 
 Las mujeres con endometriosis tienen riesgo de desarrollar otras enfermedades crónicas 
y en la literatura se han referenciado una serie de patologías que podrían concurrir con el 
diagnóstico de endometriosis. 
Adenomiosis: La adenomiosis es caracterizada por la presencia de glándulas 
endometriales y estroma dentro del miometrio, clínicamente, se manifiesta por dismenorrea, 
menorragia e infertilidad. Similar a la endometriosis, la adenomiosis presenta diferentes 
formas que incluyen: adenomiosis intrínseca, adenomiosis extrínseca adenomiosis focal 
localizada en el miometrio externo (FAOM por sus siglas en inglés) y adenomioma cístico 
(22). En una revisión de la literatura publicada por Maruyama y colaboradores, se evaluó 
la relación entre las diferentes formas de ambas enfermedades, se evidenció que la forma 
difusa de la adenomiosis no fue afectada por el desarrollo de endometriosis en cualquiera 
de sus subtipos, sin embargo, la adenomiosis focal localizada en el miometrio externo se 
asoció con el fenotipo de endometriosis profunda, por lo que se podría inferir que esta última 
forma de adenomiosis se desarrolla a partir de la invasión de lesiones endometriósicas 
profundas (23). 
Cáncer de ovario y endometriosis: De acuerdo a datos de Hermens y colaboradores, 
publicados en una revisión sistemática que incluyó 51.544 con diagnóstico de endometriosis 
y en las que se diagnosticaron 1017 casos de ovario, se encontró que la distribución de los 
casos de cáncer de ovario asociados a endometriosis se comportó de la siguiente manera: 
cáncer de células claras (25.5%), carcinoma endometrioide (33.8%), carcinoma seroso 
(23.1), carcinoma mucinoso (9.6%) y adenocarcinoma NOS (8%) (24). 
Endometriosis y factores de riesgo cardiovascular: La endometriosis se ha implicado 
en múltiples procesos mediados por el sistema inmunitario relacionados con la inflamación 
sistémica, el aumento del estrés oxidativo y un perfil lipídico aterogénico. Se ha informado 
de una asociación entre la endometriosis y las enfermedades cardiovasculares, citando 
mecanismos patogénicos similares, como inflamación sistémica crónica, aumento del 
estrés oxidativo, disfunción microvascular coronaria, disfunción endotelial y alteraciones del 
perfil lipídico. Se ha documentado una fuerte asociación entre el desarrollo de 
enfermedades cardiovasculares y endometriosis, de acuerdo a reportes de literatura, las 
mujeres con endometriosis confirmada por cirugía laparoscópica, tienen 1.14 veces mayor 
riesgo de desarrollar hipertensión arterial, en comparación de las mujeres sin esta 
patología, el riesgo para hipercolesterolemiaen el mismo grupo de mujeres es de 1.25 
veces, lo anterior se pude correlacionar con el mayor riesgo de las mujeres con 
endometriosis para desarrollar enfermedad isquémica del corazón y enfermedad 
cerebrovascular (ORa 1.24 (IC 95% 1.13 – 1.37)) (28,25). 
 
Diagnóstico 
No existen características clínicas bien definidas, correlaciones clínicas o biomarcadores 
para definir la endometriosis (12) debido a la heterogeneidad de la sintomatología y a la 
afectación multisistémica de esta patología. La localización intraabdominal de las lesiones 
en la mayoría de los casos, la variabilidad del tamaño de las lesiones y la ausencia de 
correlación entre la severidad de la enfermedad y la sintomatología, conllevan a una 
dificultad diagnóstica y al uso de diferentes herramientas para establecer el diagnóstico, 
que varían desde el uso de diferentes imágenes diagnósticas hasta la necesidad de cirugía 
– idealmente laparoscópica – para establecer el diagnóstico (1). 
El diagnóstico de endometriosis se basa en la historia clínica, el examen clínico y el uso de 
imágenes diagnósticas. El diagnóstico definitivo de endometriosis solo puede determinarse 
por la histología de las lesiones extirpadas durante la cirugía; - lesiones extrauterinas que 
consisten en glándulas endometriales, estroma endometrial y/o macrófagos cargados de 
hemosiderina - sin embargo, una histología negativa no excluye el diagnóstico (8). 
Benagiano et al., postularon en una publicación sobre progresos en el diagnóstico y 
tratamiento de la endometriosis sugirieron cinco postulados para disminuir los tiempos de 
diagnóstico de la endometriosis y detectar pacientes con riesgo de desarrollar la 
enfermedad: 1. No subestimar el dolor; 2. Siempre considerar la endometriosis como una 
posible causa de dismenorrea; 3. Obtener un historial clínico detallado y preciso antes de 
realizar una evaluación clínica y una ecografía pélvica; 4. Tratar el dolor con terapias 
hormonales y analgésicos; 5. Planificar visitas de seguimiento frecuentes para reevaluar a 
la paciente (27). 
Desde el enfoque clínico, el diagnóstico de endometriosis requiere el establecimiento de 
una historia clínica completa en la que se detalle la presencia de síntomas compatibles con 
endometriosis como: dolor pélvico crónico, dismenorrea, dispareunia, disquecia cíclica, 
disuria cíclica, o síntomas catameniales cíclicos localizados en otros órganos o sistemas, 
este enfoque clínico también debe incluir la revisión de los antecedentes de la paciente y 
de la historia familiar, prestando especial atención a detalles como: historia de infertilidad, 
antecedente de cirugías abdominales con hallazgos sugestivos o confirmatorios de 
endometriosis, historia de amenorrea que no responde al manejo con analgésicos y 
establecer el antecedente familiar de endometriosis. 
Dentro de las opciones para el diagnóstico de la endometriosis, se ha planteado el uso de 
ecografía transvaginal – mapeo de endometriosis profunda - y la resonancia magnética 
nuclear; como se describió anteriormente, existen tres presentaciones de esta patología: 
las lesiones peritoneales superficiales, las lesiones infiltrantes profundas y los 
endometriomas. El uso de la ecografía de mapeo de endometriosis profunda y/o la 
resonancia magnética nuclear resultan útiles para identificar tanto las lesiones infiltrantes 
profundas como los endometriomas, pero son de poca utilidad para el diagnóstico de las 
lesiones más prevalentes, es decir, de las lesiones peritoneales superficiales (1). 
 
- Ecografía transvaginal para diagnóstico de endometriosis. 
 La ecografía transvaginal, es el método de diagnóstico imagenológico, de primera elección 
en la evaluación de la paciente con sospecha diagnóstica de endometriosis. La precisión 
de este estudio imagenológico al evaluar la endometriosis pélvica con las diferentes 
manifestaciones y fases clínicas de esta patología es muy alta, siempre que se realice por 
personal altamente capacitado, con conocimiento de la enfermedad y de las técnicas que 
utilizan para realizar el examen (28). El uso de la ecografía es accesible para las pacientes, 
con tasas de sensibilidad y especificidad altas para identificar la presencia de 
endometriomas ováricos y compromiso en el colon sigmoides y el recto (29). La localización 
de las lesiones endometriósicas en la pelvis, se pueden describir en tres compartimientos. 
Compartimiento anterior: compuesto por la vejiga urinaria, el tabique uterovesical y los 
uréteres. 
 
En mujeres con endometriosis severa, el 15% tendrán compromiso de la vejiga y 
4.5% tendrán compromiso de los uréteres (30). Durante la evaluación ecográfica. 
Durante la evaluación ecográfica, la apariencia de las lesiones de endometriosis 
profunda puede presentarse de forma heterogénea que incluye: lesiones esféricas 
o lineales hipoecoicas, con o sin contornos regulares que afectan a la capa muscular 
(la más común) o la submucosa de la vejiga, más frecuente hacia la base y la cúpula 
vesical. El compromiso endometriósico de la vejiga se diagnostica sólo si la capa 
muscular de la pared de la vejiga está afectada; las lesiones que afectan sólo a la 
serosa representan una enfermedad superficial (30, 31). 
 
En una revisión sistemática y metaanálisis publicada por Guerriero y colaboradores, 
cuyo objetivo era revisar la precisión diagnóstica de la ecografía transvaginal (TVS) 
en la detección preoperatoria de endometriosis en los ligamentos uterosacros (USL), 
tabique rectovaginal (RVS), vagina y vejiga en pacientes con sospecha clínica de 
endometriosis infiltrante profunda y en la que se incluyeron 1248 mujeres para 
detección de endometriosis vesical, 64 tenían compromiso vesical por endometriosis 
con una prevalencia media del 5%. Los datos suministrados por este mismo estudio 
permitieron establecer la sensibilidad, especificidad, LR+ y LR– combinados de la 
ecografía para detectar endometriosis infiltrante profunda en la vejiga fueron 62 %, 
100 %, 208,4 y 0,38 respectivamente. Los nomogramas de Fagan muestran que 
una prueba positiva aumenta significativamente la probabilidad previa a la 
realización de la ecografía en búsqueda de infiltración endometriósica profunda de 
la vejiga, del 5 % al 92 %, mientras que una prueba negativa disminuye 
significativamente la probabilidad previa a la prueba, del 5 % al 2 %. (32). 
 
El compromiso del tabique uterovesical puede evaluarse mediante la búsqueda del 
signo del deslizamiento entre el útero y la vejiga. Si la vejiga posterior se desliza 
libremente sobre la pared uterina anterior, el signo de deslizamiento es positivo y la 
región uterovesical se clasifica como no obliterada. Si la vejiga no se desliza 
libremente sobre la pared uterina anterior, el signo de deslizamiento es negativo y la 
región uterovesical se clasifica como obliterada. Las adherencias en el 
compartimento pélvico anterior están presentes en casi un tercio de las mujeres con 
una cesárea anterior y no son necesariamente un signo de endometriosis pélvica 
(28, 29, 30). 
 
Para determinar el compromiso ureteral por endometriosis profunda, se debe iniciar 
una evaluación desde la parte distal del uréter adyacente al trígono vesical, para 
evaluar la presencia de estenosis y posterior dilatación cefálica de los uréteres en su 
porción pélvica. Esto puede sugerir invasión directa o compresión del uréter por 
nódulos endometriósicos, endometriomas ováricos o adherencias. La dilatación del 
uréter debido a endometriosis es causada por estenosis (por compresión extrínseca 
o infiltración intrínseca) y se debe medir la distancia desde el orificio ureteral distal 
hasta la estenosis (32). 
 
Compartimiento medio: compuesto por el útero y sus ligamentos y los anexos. 
 
En el estudio ecográfico de este compartimiento y por efecto de la migración de las 
células endometriales hacia el miometrio, se visualizarán hallazgos compatibles con 
adenomiosis.De acuerdo a los criterios establecidos por el grupo MUSA 
(Morphological Uterus Sonographic Assessment) (33) , en la ecografía se observa 
un útero aumentado de tamaño con forma globular y asimetría de la pared uterina 
no relacionada con leiomioma. El miometrio aparecerá de forma heterogénea en 
escala de grises, caracterizado por la presencia de un área indistintamente definida 
con ecogenicidad disminuida o aumentada. Las estrías lineales hipoecoicas del 
miometrio son sombras acústicas delgadas que se irradian desde el endometrio 
hacia el miometrio sin una unión endometrial clara, debido al tejido endometrial 
ectópico. Áreas anecoicas redondas de 1 mm a 7 mm de diámetro, denominadas 
quistes miometriales, también pueden estar presentes dentro del miometrio. Las 
irregularidades de la zona de unión endometrial-miometrial como el engrosamiento 
difuso o focal son otro marcador ecográfico común en el diagnóstico de adenomiosis. 
(29, 33). En esta evaluación ecográfica debe evaluarse la movilidad uterina y en caso 
de no obtenerse evidencia ecográfica de movilidad, deberá ser reportada, para 
identificarla ecográfica se evidenciará el “signo de interrogación” descrito por Donato 
y colaboradores y el cual se caracteriza por la flexión posterior del cuerpo uterino y 
la localización anterior del cuello uterino hacia la vejiga. La especificidad y 
sensibilidad de este signo para detectar adenomiosis es del 93% y 75% 
respectivamente (28). 
 
La evaluación ecográfica del compartimiento medio, incluye también el estudio de 
los ovarios y las trompas uterinas. Las lesiones ováricas son denominadas 
endometriomas, los cuales se forman cuando el tejido endometrial ectópico en el 
ovario sangra, se forma un hematoma y se genera un encapsulamiento por 
parénquima ovárico (39). La apariencia ecográfica de un endometrioma se describe 
como un quiste de apariencia unilocular más comúnmente que contiene ecos 
homogéneos uniformes de bajo nivel con transmisión posterior aumentada, que 
confieren la apariencia de vidrio esmerilado y la ausencia de flujo sanguíneo al 
Doppler. Los endometriomas suelen ser multiloculares (hasta en un 50%) y 
bilaterales (hasta en un 50%) (29, 33). 
 
El compromiso tubárico de la endometriosis, ocurre hasta en el 6% de las pacientes 
con endometriosis y es frecuente encontrar obstrucción de las trompas uterinas por 
la presencia de adherencias, ecográficamente, se evidenciará una trompa dilatada 
de paredes gruesas y tabiques incompletos, con contenido líquido denso 
(hematosalpinx) en casos de patología endoluminal o con contenido anecoico 
(hidrosalpinx) en casos de obliteración por adherencias (10, 28,). 
 
La movilidad ovárica se puede evaluar aplicando presión a los ovarios usando la 
sonda endocavitaria y mediante la aplicación concomitante de una mano abdominal 
en el examen bimanual. Los ovarios inmóviles se consideran un marcador suave de 
endometriosis pélvica. Se debe observar la movilidad de los ovarios contra la pared 
pélvica lateralmente, contra el útero medialmente, contra los ligamentos uterosacros 
inferiormente y contra todos los demás órganos pélvicos. La fijación de los ovarios 
bilaterales detrás del útero se conoce como ovarios en beso (29, 28). 
 
Compartimiento posterior: compuesto por los ligamentos uterosacros, el tabique 
rectovaginal, la pared anterior del recto y el colon sigmoide. 
 
Los ligamentos uterosacros, suelen ser una de las estructuras más afectadas por el 
crecimiento de nódulos endometriósicos y la afectación de estos ligamentos se 
asocia a la presencia de síntomas como dolor pélvico crónico y dispareunia(34), la 
afectación de los ligamentos uterosacros, se evidencia a la ecografía por la evidencia 
de un engrosamiento hipoecoico con márgenes regulares o irregulares dentro de la 
grasa peritoneal que rodea a estas estructuras. La lesión puede ser aislada o puede 
ser parte de un nódulo más grande que se extiende hacia la vagina o hacia otras 
estructuras circundantes(31). 
 
De acuerdo a datos publicados por Guerreiro y colaboradores, en la revisión 
sistemática y metaanálisis citada previamente(32) y cuyo objetivo era revisar la 
precisión diagnóstica de la ecografía transvaginal en la detección preoperatoria de 
endometriosis en los ligamentos uterosacros, tabique rectovaginal, vagina y vejiga 
en pacientes con sospecha clínica de endometriosis infiltrante profunda se pudo 
establecer la sensibilidad, especificidad, LR+ y LR– combinados de la ecografía para 
detectar endometriosis infiltrante profunda en los ligamentos uterosacros y el tabique 
rectovaginal. 
 
La endometriosis intestinal es la forma más común de endometriosis infiltrante 
extragenital y suele afectar con mayor frecuencia el recto anterior, la unión 
rectosigmoidea y el colon sigmoides. Ecográficamente, se visualizan lesiones 
nodulares hipoecogénicas que penetran en la muscularis propia ocasionando 
engrosamiento de la misma y se puede evidenciar en algunos casos, una sección 
más delgada, lo que se identifica como el “signo del cometa”, generalmente se ha 
asociado la presencia de retracción y formación de adherencias, resultando en el 
llamado “signo del tocado del indio”. El compromiso de las estructuras intestinales 
puede aparecer de manera aislada; multifocal (múltiples lesiones que afectan el 
mismo segmento) y/o multicéntrica (múltiples lesiones que afectan a varios 
segmentos del intestino, es decir, intestino delgado, intestino grueso, ciego, unión 
ileocecal y/o apéndice). Se debe evaluar también, la profundidad de infiltración de 
los nódulos endometriosis y el grado de estenosis de la luz intestinal secundario, 
para planificar los procedimientos quirúrgicos, aconsejar con precisión a los 
pacientes y elegir el equipo quirúrgico adecuado(28, 30, 31, 34). 
 
De acuerdo a las directrices del “International Deep Endometriosis Analysis (IDEA) 
group”, las lesiones infiltrativas profundas de endometriosis intestinal visualizadas 
mediante la ecografía transvaginal se deben describir de acuerdo con el segmento 
del recto o colon sigmoide en el que ocurren, así: 1) lesiones ubicadas por debajo 
del nivel de inserción de los ligamentos uterosacros en el cuello uterino se denotan 
como lesiones de endometriosis infiltrativa profunda (EIP) rectales anteriores 
inferiores (retroperitoneales); 2) las lesiones que están por encima de este nivel se 
denominan lesiones de EIP rectales anteriores superiores (visibles mediante 
laparoscopia); 3) las que se encuentran a nivel del fondo uterino se denominan 
lesiones de EIP de la unión rectosigmoidea, y 4) las lesiones que se encuentran por 
encima del nivel del fondo uterino se denominan lesiones de EIP sigmoideas 
anteriores. Las dimensiones de los nódulos DIE rectales y/o rectosigmoides deben 
registrarse en tres planos ortogonales y la distancia entre el margen inferior de la 
lesión más caudal y el margen anal debe medirse mediante TVS (31). 
 
El nódulo del tabique rectovaginal aislado es poco frecuente y suele ser una 
extensión de la pared vaginal posterior, la pared rectal anterior o una afectación tanto 
de la pared vaginal posterior como de la pared rectal anterior. Los nódulos en forma 
de reloj de arena o diábolo pueden ocurrir cuando las lesiones de endometriosis del 
fórnix vaginal posterior se extienden a la pared rectal anterior(28, 31, 34). 
 
Finalmente, durante la evaluación ecográfica del compartimiento posterior, el signo 
de deslizamiento negativo entre el recto sigmoide y el útero podría indicar una 
obliteración del fondo de saco, mientras que un tejido hipoecoico que altera la capa 
hiperecoica entre la vagina y el recto es compatible con la presencia de 
endometriosis infiltrante profunda en el tabique rectovaginal (31, 34). 
 
- Resonancia Magnética Nuclear para diagnóstico de endometriosis. 
Según lo señala la European Society of Urogenital Radiology (ESUR), no existen datosen 
la literatura sobre las indicaciones de la resonancia magnética nuclear (RMN) de pelvis para 
la endometriosis, sin embargo, en el contexto de la enfermedad, este tipo de imágenes 
diagnósticas se utilizar para la estadificación de la severidad de la enfermedad, por lo tanto, 
la evaluación del dolor pélvico crónico, el estudio de la infertilidad o de masas anexiales de 
etiología indeterminada, corresponden a indicaciones para el uso de la RMN de pelvis (35). 
La RMN de la pelvis se indica para diagnóstico de endometriosis, como un examen de 
segunda línea, como método para la confirmación del diagnóstico en una paciente con alta 
sospecha de esta patología en el contexto de imágenes obtenidas por ecografía 
transvaginal que no son concluyentes sobre los hallazgos. El reporte de los hallazgos 
obtenidos mediante las imágenes de la RMN de pelvis, al igual que en la ecografía 
transvaginal, se hace detallando las estructuras afectadas en cada compartimiento (29). 
La apariencia de los endometriomas en la RM se describe clásicamente como una señal 
alta uniforme en las imágenes ponderadas en T1 (debido a la presencia de una hemorragia 
subaguda y un alto contenido de proteínas ) con una señal baja uniforme en las imágenes 
ponderadas en T2 (secundario a una acumulación de hierro y proteína debido al sangrado 
repetido), un fenómeno denominado "sombreado" por Togashi y colegas en 1991 (36). 
Hasta el 30% de las mujeres con endometriosis tienen afectación tubárica, el hematosalpinx 
se manifestará en la RMN como una estructura tubular distendida adyacente al ovario que 
muestra una señal interna alta en las imágenes potenciadas en T1 (40% de las trompas 
distendidas en la endometriosis tienen contenido hiperintenso). El hallazgo de un 
hematosalpinx aislado, es sugestivo de endometriosis (29). 
La afectación vesical por la endometriosis suele parecer un engrosamiento nodular de la 
vejiga, normalmente en su cúpula o en el tabique vesicovaginal. Si la vejiga está 
moderadamente distendida, puede ser posible evaluar con precisión cualquier afectación 
de la capa muscular. En la RMN se evidencia un foco de baja señal en las imágenes 
potenciadas en T2, a menudo con alta señal interna en las imágenes potenciadas en T2, 
correspondiente a glándulas endometriales ectópicas. Las imágenes ponderadas en T1 son 
variables y, en ocasiones, muestran focos de alta señal. Esta afectación puede localizarse 
en la cúpula vesical e iniciarse en la serosa y posteriormente infiltrar profundamente la 
pared. La resonancia magnética demuestra valores de sensibilidad y especificidad iguales 
al 68 % y al 98 %, respectivamente, para identificar compromiso de la vejiga en pacientes 
con endometriosis profunda y puede mostrar lesiones endometriósicas incluso en pacientes 
con hallazgos cistoscópicos normales o sin síntomas del tracto urinario (29, 37, 38). 
Las lesiones de endometriosis infiltrativa profunda a la RMN de pelvis típicamente muestran 
una señal baja en las imágenes ponderadas en T1 con una señal baja correspondiente en 
las imágenes ponderadas en T2, con una apariencia fibrótica espiculada (29). Ante la 
sospecha de endometriosis profunda deben evaluarse los ligamentos uterosacros en busca 
de compromiso endometriósico. La apariencia en la RMN es de un engrosamiento 
asimétrico del ligamento que puede ser difuso o focal y comprometer uno o los dos 
ligamentos. Es más frecuente el compromiso en la parte horizontal del ligamento (cerca 
del cuello uterino) y se extiende a la región retrocervical extraperitoneal y de allí al recto y 
la vagina. También se puede observar retroversión del útero o angulación rectal (37). 
El fondo de saco o espacio rectovaginal es frecuentemente afectado en los casos de 
paciente con endometriosis, generando una obliteración que puede ser parcial o total, y 
mediante el uso de RMN se podrá evidenciar la presencia de lesiones hipointensas, sólidas 
y mal definidas en imágenes potenciadas en T2, que colindan con la cara posterior del 
cuerpo uterino y el cuello uterino. La RMN puede mostrar una cantidad considerable de 
tejido glandular y una discreta reacción fibrótica, con realce variable en las imágenes de 
RM obtenidas después de la administración intravenosa de quelato de gadolinio; la 
identificación de glándulas endometriósicas como focos diminutos de alta intensidad de 
señal en imágenes ponderadas en T1 y T2 (que representan hemorragia subaguda y/o 
líquido de alta viscosidad) ayuda a establecer el diagnóstico correcto. La resonancia 
magnética preoperatoria puede ser bastante útil para identificar implantes endometriales 
localizados en el fondo de saco de Douglas obliterada, con valores de sensibilidad y 
especificidad informados de hasta 89% y 94%, respectivamente(37, 39). 
La endometriosis intestinal puede manifestarse desde un amplio espectro que abarca 
lesiones superficiales que recubren la serosa o el área subserosa del intestino, se presenta 
como una masa circunscrita, a veces retraída sobre sí misma debido a la mayor movilidad 
sigmoidea (40). El colon rectosigmoide es el segmento intestinal más comúnmente afectado 
en el caso de lesiones endometriósicas profundas. Una característica de la RMN altamente 
específica de la endometriosis rectosigmoidea sólida es el signo de la “tapa de hongo”. En 
las imágenes ponderadas en T2, se observa una intensidad de señal baja en la base del 
hongo y se atribuye a hipertrofia y fibrosis de la muscularis propria. La mucosa y la 
submucosa del intestino se desplazan fuera de la luz intestinal y aparecen como un 
casquete en forma de hongo de alta intensidad de señal (39). Se requiere un protocolo de 
RMN pélvica óptimo para realizar un mapeo completo de las lesiones endometriósicas, 
especialmente la endometriosis intestinal. La sensibilidad y la especificidad informadas en 
la RMN para la endometriosis rectosigmoidea son del 63 al 98 % y del 89 al 100 %, 
respectivamente (38, 40). 
La endometriosis del colon rectosigmoideo es la localización más frecuente del tubo 
digestivo, afectando principalmente a la unión rectosigmoidea (60%). El diagnóstico 
definitivo de endometriosis intestinal se realiza en presencia de un engrosamiento de la 
pared intestinal (muscularis > 3 mm). La endometriosis de la unión rectosigmoidea 
generalmente se asocia con la obliteración de la bolsa de Douglas o fondo de saco posterior 
(37, 40). 
Sistemas de Clasificación de la Endometriosis 
En la actualidad existen múltiples escalas para la clasificación de la severidad de la 
endometriosis(41). La clasificación de la American Fertility Society de 1979, posteriormente 
revisada como los sistemas de clasificación de la American Society for Reproductive 
Medicine (ASRM) de 1985 y 1996, fue motivada por el deseo de evaluar el impacto de la 
endometriosis en la fertilidad. Aunque la clasificación ASRM de 1996 sigue siendo el 
sistema de clasificación de endometriosis más utilizado, no aborda la habilidad quirúrgica y 
el esfuerzo necesarios para la extirpación de la endometriosis. Debido a que las lesiones 
grandes que infiltran completamente el recto, el íleon, el uréter, la vagina o la vejiga reciben 
puntajes comparables a una lesión solitaria de 3 cm de profundidad en el peritoneo anterior 
en la clasificación ASRM, la complejidad quirúrgica y los síntomas de dolor parecen estar 
poco correlacionada con el estadio ASRM, lo que genera limitaciones con respecto a la 
descripción de endometriosis profunda. Desde 1996, se han desarrollado sistemas de 
clasificación de endometriosis adicionales, incluido el Índice de fertilidad de endometriosis 
en 2010, diseñado para predecir las tasas de embarazo después de la estadificación 
quirúrgica, y el sistema de clasificación Enzian, que ha demostrado ser la herramienta más 
adecuada para la estadificación de la endometriosis infiltrante profunda e incluye también 
enfermedades peritoneales u ováricas, asícomo adherencias. El consenso de la Sociedad 
Mundial de Endometriosis (WES por sus siglas en inglés) en el año 2014 propuso que para 
realizar la clasificación de la severidad de la enfermedad se utilice una “caja de 
herramientas” para la estadificación en la que se incluyan la clasificación revisada de la 
Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva (rASRM), la clasificación de Enzian y 
el índice de fertilidad de la endometriosis (EFI), la integración de estas tres clasificaciones 
permite una integración de los hallazgos diagnósticos mediante laparoscopia, la relación 
con los problemas de fertilidad y la severidad de la infiltración a otros órganos (41, 42, 43). 
El Grupo de Interés Especial en Endometriosis de la Asociación Estadounidense de 
Laparoscopistas Ginecológicos (AAGL) reconoció las limitaciones de los sistemas de 
clasificación de endometriosis existentes y propone la creación del Sistema de clasificación 
de endometriosis AAGL 2021 como una estrategia para implementar un sistema de 
puntuación fácil de usar y basado en la anatomía que se correlacione con la complejidad 
quirúrgica, la sintomatología dolorosa preoperatoria y la infertilidad. Para realizar la 
validación de esta escala, se incluyeron 1224 paciente con diagnóstico de endometriosis y 
se estableció una comparación con Sistemas de clasificación de la American Society for 
Reproductive Medicine (ASRM), evidenciándose que el estadio AAGL fue concordante con 
la escala de complejidad quirúrgica en 847 (69,2%) casos, mientras que el estadio ASRM 
concordó en 571 (46,6%) casos. En cuanto a la evaluación del dolor, un estadio AAGL más 
alto se asoció con puntuaciones medias significativamente más altas de EVA de 
dismenorrea (p < 0,001), dispareunia (p = 0,004), disquecia (p < 0,001) y dolor total (p < 
0,001), mayor incidencia de dismenorrea grave (p < 0,001), disquecia grave (p < 0,001) e 
infertilidad (p < 0,001). El Sistema de clasificación de endometriosis de la AAGL de 2021 
puede constituirse como una alternativa para la clasificación de la severidad de la 
enfermedad dado su facilidad de uso, previsión del nivel de complejidad quirúrgica para 
tratar completamente la enfermedad, sin embargo, se requieren estudios de validación para 
popularizar su uso (41). 
Tratamiento 
El dolor asociado con la endometriosis incluye dismenorrea, dispareunia, disuria, disquecia 
y dolor pélvico no menstrual, sin embargo, al ser la endometriosis una enfermedad crónica 
las diferentes terapias pueden ofrecer una mejoría parcial de los síntomas asociados, los 
cuales suelen reaparecer posterior al suspender la terapia(44) e incluso el 50% de las 
pacientes con endometriosis podrán presentar síntomas recurrentes durante un periodo de 
5 años, independientemente del tratamiento. Al elegir el tratamiento para la endometriosis, 
se deben considerar los síntomas y preferencias predominantes de la paciente, el perfil de 
efectos secundarios y la edad, así como la extensión y ubicación de la enfermedad, el 
tratamiento previo y los costos(1). 
Tratamiento médico 
Manejo analgésico 
 La guía sobre endometriosis de la European Society of Human Reproduction and 
Embryology sugieren que a las mujeres con endometriosis se puede ofrecer tratamiento 
con AINEs u otros analgésicos para reducir el dolor asociado con la endometriosis, sin 
embargo, la evidencia de esta recomendación es escasa y se fundamenta en que el uso de 
terapias con AINEs frente al placebo, las pacientes tienen menos probabilidades de 
necesitar analgesia adicional (OR 0,12, IC del 95 %: 0,01 a 1,29) o de experimentar efectos 
secundarios (OR 0,46, 95 % IC: 0,09 a 2,47) en comparación con el placebo(44). 
 Se ha propuesto el uso de neuromoduladores como los antidepresivos o los 
anticonvulsivos para el manejo del dolor asociado a la endometriosis. Los antidepresivos 
tricíclicos (amitriptilina y nortriptilina), los inhibidores selectivos de la captación de 
serotonina (duloxetina) y los anticonvulsivos (gabapentina y pregabalina) se han mostrado 
prometedores en el tratamiento de la endometriosis(5). 
Hormonoterapia 
 La terapia hormonal para el manejo del dolor asociado a la endometriosis se basa en la 
premisa de que la endometriosis es una condición dependiente de estrógenos. Los 
tratamientos prescritos con más frecuencia para la endometriosis incluyen medicamentos 
que modifican el entorno hormonal, ya sea suprimiendo la actividad ovárica o actuando 
directamente sobre los receptores de estrógenos y las enzimas que se encuentran en las 
lesiones. En este grupo de terapias se incluyen progestágenos, antiprogestágenos, 
anticonceptivos orales combinados, agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina 
(GnRH), antagonistas de la GnRH, el sistema intrauterino de levonorgestrel (LNG-IUS), 
danazol e inhibidores de la aromatasa(44). 
 Los anticonceptivos hormonales combinados pueden ser utilizados como tratamiento 
empírico en la sospecha de endometriosis, mientras se confirma el diagnóstico y se inician 
otras terapias. Sin embargo, la evidencia de estudios controlados y bien diseñados para 
respaldar el uso de AHC es limitada. En una revisión publicada por Jensen et. al, en la que 
se evaluó el uso de anticonceptivos orales combinados para el tratamiento del dolor 
asociado a la endometriosis y en el que se incluyeron 18 estudios que evaluaban la 
efectividad de este terapia se evidenció que el uso de anticonceptivos orales combinados, 
independientemente del régimen (cíclicos o continuos) mostraba reducciones clínicamente 
significativas en la intensidad del dolor asociado a endometriosis, así como en el dolor 
pélvico no cíclico y en la dispareunia; adicionalmente este tipo de terapias se relacionó con 
una mejoría en la calidad de vida de las pacientes(45). 
 La terapia con progesterona o antiprogestágenos ha demostrado una reducción en la 
dismenorrea y la dispareunia secundarias a endometriosis(46). El uso de dienogest resulta 
eficaz para aliviar los síntomas del dolor en mujeres con endometriosis y muestra una buena 
tolerancia en regímenes de 2 mg diarios, existen otras moléculas como el acetato de 
noretindrona o noretisterona que se indica en un régimen de 2.5 mg cada día, sin 
encontrarse diferencias clínicamente significativas entre las dos moléculas para el manejo 
del dolor asociado a endometriosis(47). 
 El implante subdérmico de progesterona ha sido menos estudiado aunque hay algunas 
sugerencias de que está asociado con la mejoría de los síntomas, su uso para el manejo 
del dolor no es común. Las terapias orales generalmente dan como resultado efectos 
secundarios más tolerables que la forma de depósito, con la ventaja adicional de la 
interrupción inmediata si la tolerancia es deficiente. Sin embargo, el depósito o implante 
tiene la ventaja de la facilidad de administración y el cumplimiento mejorado posterior. Los 
dispositivos intrauterinos que liberan levonorgestrel muestran una reducción algo superior 
en las tasas de dismenorrea, sin embargo, la reducción de la dispareunia está menos 
probada(46). 
Los agonistas de GnRH se recomiendan como tratamiento de segunda línea para pacientes 
con dolor asociado a endometriosis cuyos síntomas persisten después del tratamiento con 
una opción de terapia de primera línea, debido a sus limitaciones, incluido el impacto 
terapéutico retardado secundario al efecto de brote, a la profunda supresión de la secreción 
de E2 con concentraciones sistémicas inferiores a 20 pg/ml y a la reversibilidad 
impredecible del tratamiento cuando se utilizan formas inyectables de depósito. Los 
antagonistas orales de GnRH son nuevos tratamientos médicos con gran potencial en el 
manejo del dolor asociado a la endometriosis. Estos se unen de manera competitiva a los 
receptores de GnRH en la hipófisis anterior, evitando que la GnRH nativa se una a los 
receptores de GnRH y estimule la secreción de la hormona luteinizantey la hormona folículo 
estimulante. En consecuencia, se reduce la producción de estradiol y progesterona. Por su 
modo de acción, su eficacia es comparable a la de los agonistas de GnRH, con la ventaja 
de su administración oral y su rápida acción sin efecto de exacerbación. Es probable que la 
terapia combinada permita un tratamiento a largo plazo con un impacto mínimo sobre la 
masa ósea. Por tanto, los antagonistas de GnRH con ABT pueden ofrecerse como 
tratamiento de segunda línea como alternativa a los agonistas de GnRH (48). 
Manejo quirúrgico de la endometriosis y sus complicaciones 
El manejo quirúrgico para la endometriosis se indica cuando las mujeres diagnosticadas 
con la enfermedad, presentan cuadros de dolor resistente persistente a pesar del manejo 
farmacológico y/o cuando tienen deseos de fertilidad. La cirugía para endometriosis implica 
la realización de múltiples procedimientos intraoperatorios que abarcan desde la resección 
del ligamento uterosacro hasta complejos procedimientos digestivos, urinarios, nerviosos o 
vasculares(49). La Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, 
por sus siglas en inglés) recomienda ver y tratar las lesiones cuando sea posible debido a 
la evidencia de que su extirpación reduce el dolor pélvico asociado con la endometriosis y 
mejora las tasas de fertilidad espontánea (50). 
Entre todas las presentaciones clínicas de la endometriosis, la endometriosis infiltrante 
profunda (DIE, por sus siglas en inglés) es el crecimiento debajo del peritoneo y puede 
afectar los ligamentos uterosacros, la vagina, el intestino, la vejiga o los uréteres. La 
enfermedad multifocal se observa en la mayoría de las mujeres con DIE, con una media de 
4 lesiones y afectando principalmente al lado izquierdo de la pelvis(46). 
La cirugía puede ser "conservadora" o "definitiva". El tratamiento quirúrgico conservador de 
la endometriosis tiene como objetivo restaurar la anatomía normal y aliviar el dolor. Este 
enfoque se aplica con mayor frecuencia a las mujeres en edad reproductiva que desean 
concebir en el futuro o evitar la inducción de la menopausia a una edad temprana. Puede 
implicar ablación directa, lisis o escisión de lesiones, interrupción de vías nerviosas, 
extirpación de endometriomas ováricos y escisión de lesiones que invaden órganos 
adyacentes (intestino, vejiga, apéndice o uréter). La cirugía definitiva implica una 
ooforectomía bilateral para inducir la menopausia y puede incluir la extirpación del útero y 
las trompas de Falopio e, idealmente, la escisión de todos los nódulos y lesiones 
endometriósicos visibles. Debe considerarse en mujeres que tienen dolor y síntomas 
significativos a pesar del tratamiento conservador, no desean embarazos futuros y tienen 
una enfermedad grave, o se someten a una histerectomía debido a otras afecciones 
pélvicas, como miomatosis o hemorragia uterina anormal (44). 
 La laparoscopia es la vía de abordaje quirúrgico de elección para el manejo quirúrgico de 
la endometriosis, independientemente de la gravedad de la enfermedad, debido a la mayor 
visualización a través de una vista ampliada y la recuperación más rápida del paciente y el 
regreso a la actividad normal en comparación con la laparotomía. Las pacientes con 
endometriosis infiltrante profunda, incluida la afectación del intestino y la vejiga, deben 
derivarse a personas con experiencia o capacitación avanzada en el manejo de estos casos 
a través de un enfoque multidisciplinario. La mayor parte de la evidencia en la literatura 
sobre la endometriosis, y en particular sobre su manejo quirúrgico y complicaciones, se 
deriva de estudios retrospectivos. Esto se debe principalmente a las dificultades, tanto 
éticas como prácticas, en el diseño de ensayos controlados aleatorios prospectivos, que 
proporcionarían evidencia más sólida (11). 
La hospitalización posterior a la cirugía de endometriosis puede variar de acuerdo a la 
complejidad de la cirugía y al compromiso de los diferentes compartimentos de la pelvis, 
así como en los casos de afectación extrapélvica de la endometriosis, por ejemplo, en la 
publicación de Casarin y colaboradores, el tiempo de estancia hospitalaria promedio en 
pacientes sometidas a histerectomía laparoscópica por endometriosis profunda, el tiempo 
de hospitalización promedio fue de 3 días(8); en una publicación de Bafort et. al, sobre los 
desenlaces de la cirugía para endometriosis profunda que infiltra el recto, el tiempo de 
hospitalización promedio varió de acuerdo al enfoque quirúrgico, es decir, cirugía 
conservadora (shaving intestinal o disección discoide) al compararlo con un enfoque radical 
(resección segmentaria intestinal) de 5.4 y 7.6 días respectivamente, siendo esto una 
diferencia significativa para la estimación de complicaciones postoperatorias de la cirugía 
de endometriosis(51). 
 La endometriosis involucra el tracto urinario en aproximadamente 0.3% a 12% de las 
pacientes, siendo la vejiga, el uréter y los riñones los más comúnmente afectados. La 
endometriosis ureteral se clasifica como intrínseca o extrínseca según los hallazgos 
histológicos. La endometriosis ureteral extrínseca que incluye el compromiso periureteral o 
seroso, es el tipo más común y existe en el 80% de los casos. La endometriosis ureteral 
intrínseca, que es la presencia de tejido endometrial en la mucosa o muscularis propria, es 
más rara (52). 
De acuerdo a una publicación de Arenas y colaboradores, en un estudio observacional 
prospectivo realizado entre enero de 2017 y abril de 202, en el que se evaluaron los factores 
de riesgo de dilatación ureteral en pacientes sometidas a cirugía para endometriosis 
profunda y en el que se analizaron datos de 300 pacientes sometidas a cirugía, se 
encontraron 145 casos de endometriosis ureteral, se estableció una relación significativa 
entre la presencia de adenomiosis, afectación parametrial, cirugía previa para 
endometriosis y nódulos de endometriosis en el compartimento posterior con un diámetro 
transverso mayor a 1.8 cms para afectación ureteral por endometriosis (53). 
 En un estudio monocéntrico, retrospectivo, realizado por Donval y colaboradores, y en el 
que se desarrolló un normograma para predecir la complejidad de los procedimientos 
quirúrgicos ureterales durante la cirugía de endometriosis profunda, se incluyeron 920 
mujeres que fueron sometidas a cirugía para endometriosis profunda, de las cuales 724 
mujeres tuvieron compromiso ureteral por endometriosis, identificándose como factores de 
riesgo preoperatorios para procedimientos urológicos complejos intraoperatorios: la edad 
mayor a 34 años, 1 o más cirugías previas para endometriosis profunda, la presencia de un 
nódulo rectovaginal mayor a 30 mm en la resonancia magnética de pelvis, compromiso por 
endometriosis del recto o el sigmoides y la dilatación ureteral. Dentro de las complicaciones 
postoperatorias asociadas al compromiso ureteral se determinaron las siguientes: fístula 
ureteral (3.5%), estenosis ureteral (0.8%) y riesgo de reintervención en el mes siguiente a 
la cirugía (11.7%) (54). 
 La endometriosis intestinal se encuentra en 15% a 20% de las mujeres con la enfermedad. 
Dependiendo de la localización exacta dentro del colon, las tasas de complicaciones y los 
efectos secundarios a largo plazo pueden ser diferentes en caso de resección segmentaria. 
Por ejemplo, después de la resección del recto bajo (en comparación con la resección 
sigmoidea), la incidencia de fuga anastomótica, así como alteraciones funcionales 
intestinales, vesicales y sexuales, es mayor. El manejo quirúrgico específico de la 
endometriosis profunda que infiltra el recto es complejo y controvertido. Se han descrito dos 
abordajes quirúrgicos: un abordaje radical donde se realiza una resección segmentaria 
colorrectal y un abordaje más conservador con el objetivo de preservar la ampolla rectal (ya 
sea mediante “shaving” o escisióndel disco). La compensación entre una posible mayor 
integridad y, por lo tanto, menores tasas de recurrencia (en caso de resección segmentaria) 
versus la posibilidad de menos disfunción intestinal posoperatoria pero posiblemente 
cirugía incompleta (en caso de tratamiento conservador) ha dado lugar a un debate continuo 
entre diferentes escuelas quirúrgicas (50,51). 
 La incidencia estimada de lesiones intestinales en cirugía laparoscópica es de 1 en 769 
casos. Esta complicación se encuentra a menudo especialmente durante la cirugía de 
endometriosis (3 -5/1000 casos). Cuando se realiza la resección de nódulos de 
endometriosis profunda, pueden ocurrir complicaciones intestinales en 2 a 3% de los casos. 
El sitio más común de lesión gastrointestinal es el intestino delgado (47%), seguido del 
intestino grueso, el recto y el estómago. Aproximadamente el 55% de las lesiones ocurren 
durante la entrada laparoscópica. Otros factores causales son la electrocirugía (29%), 
durante la disección o lisis de adherencias (11%) y lesiones por pinzas de agarre o tijeras 
(4%). Aproximadamente el 40% de las lesiones intestinales no se reconocen en el momento 
de la cirugía. Esto puede conducir a una mayor morbilidad y mortalidad asociadas con el 
retraso en el reconocimiento (55). 
La resección de la endometriosis intestinal podría dar lugar a varios tipos de complicaciones 
intestinales que pueden ocurrir en el período postoperatorio inmediato (generalmente las 
dos primeras semanas después de la cirugía) o más tarde. Las primeras complicaciones 
son la dehiscencia y el sangrado de la anastomosis, la fístula rectovaginal y las infecciones 
intraabdominales y de la herida. Las complicaciones tardías incluyen estenosis intestinal, 
obstrucción intestinal o suboclusión por adherencias, trastornos intestinales como 
estreñimiento crónico y vaciado intestinal difícil (secundario a traumatismos en los nervios 
pélvicos) y diarrea crónica. Estas complicaciones suelen ocurrir después de una colectomía 
derecha con resección de la válvula ileocecal. En una revisión sistemática de 30 artículos 
sobre las complicaciones de la resección intestinal por endometriosis, la tasa general de 
complicaciones fue del 22,2 %. Se produjeron complicaciones intestinales graves en el 
6,4% de los casos. Estos incluyen fuga anastomótica (1,9 %), fístula (1,8 %) y obstrucción 
intestinal grave (2,7 %). Se produjeron complicaciones menores en el 14,7 % de las 
mujeres, incluida la disfunción intestinal temporal (3,6 %) y la disfunción de la vejiga (8,1 
%) (55,56). 
 
 
 
 
 
 
 
6. METODOLOGÍA 
 
6.1. Diseño y tipo de estudio 
Estudio multicéntrico de cohorte transversal analítico, enmarcado bajo el paradigma 
positivista, con el objetivo de determinar cuáles son los factores asociados a complicaciones 
en pacientes intervenidas por laparoscopia por endometriosis, Barranquilla, periodo enero 
– septiembre de 2023. 
En cuanto a las limitaciones del presente estudio se identifican las siguientes: 
● Número de participantes: Debido al diseño del tipo de estudio se requiere un número 
elevado de participantes, por lo cual se propone la realización del mismo en dos 
centros hospitalarios, lo que permite incrementar el número de participantes 
incluidos. 
● Pérdidas en cuanto al seguimiento de los pacientes: la pérdida de pacientes o 
participantes en este tipo de estudios pueden generar sesgos en el análisis y el 
resultado de la investigación, sin embargo, se propone limitar el análisis de la 
información a un periodo temporal y con búsqueda de eventos directamente 
relacionados con la intervención quirúrgica. 
En relación a los sesgos que se pueden presentar durante el desarrollo de la presente 
investigación se identificaron los siguientes: 
● Sesgo de información o de observación: este tipo de sesgo surge de errores 
sistemáticos en la recopilación de datos, la exposición de los participantes o la 
medición o clasificación de los resultados de salud, para lo cual se ha diseñado un 
instrumento que permita la recolección de la información de la manera más objetiva 
posible y se pueda categorizar adecuadamente la información durante la etapa de 
recolección de datos. 
 
6.2. Universo, Población y Muestra 
Universo: Las pacientes con diagnóstico de endometriosis e intervenidas quirúrgicamente 
por laparoscopia en la Clínica General del Norte y Clínica Portoazul AUNA del 1ro de enero 
a 30 de septiembre de 2023 
Población: Todas pacientes con diagnóstico de endometriosis e intervenidas 
quirúrgicamente mediante laparoscopia en la Organización Clínica General del Norte y 
Clínica Portoazul AUNA del 1ro de enero a 30 de septiembre de 2023 y que desarrollaron 
algún tipo de complicación. 
Pacientes con diagnóstico de endometriosis de las dos instituciones de salud: 63 pacientes 
Pacientes con diagnóstico de endometriosis e intervenidas mediante laparoscopia de la 
Organización Clínica General del Norte: 33 
Pacientes con endometriosis de la Clínica Portoazul AUNA: 30 
Criterios de inclusión 
1. Pacientes mujeres mayores de 18 años con diagnóstico de endometriosis e 
intervenidas mediante abordaje mínimamente invasivo incluidas en las base de 
datos de cada IPS, entre el 1 de Enero de 2023 y el 30 de septiembre de 2023. 
2. Cirugía realizada por equipo multidisciplinario para el manejo de la endometriosis 
Criterios de exclusión 
1. Datos incompletos de las variables del estudio en la historia clínica. 
2. Paciente a la que le realizaron cirugía laparoscópica y requirió conversión a 
laparotomía. 
Muestra: La selección de la muestra se realizó mediante muestreo no probabilístico de 
conveniencia teniendo en cuenta los criterios de inclusión y exclusión. 
Tamaño de la muestra: Se tomó como tamaño de población el número de casos ocurridos 
en las instituciones de salud incluidas en el estudio, en el periodo de estudio (62 casos). Se 
estableció un margen de error del 3 %, un efecto de diseño de 1, nivel de confianza del 
95%, por lo se calcula una n de 45 casos 
Pacientes con diagnóstico de endometriosis e intervenidas mediante laparoscopia de la 
Organización Clínica General del Norte que cumplieron los criterios de inclusión: 32 
Pacientes con diagnóstico de endometriosis e intervenidas mediante laparoscopia de la 
Clínica Portoazul AUNA que cumplieron los criterios de inclusión: 30 
6.3. Hipótesis 
H0; No existen factores asociados a complicaciones de la cirugía mínimamente invasiva 
de endometriosis 
H1; Existe factores asociados a complicaciones de la cirugía mínimamente invasiva de 
endometriosis 
Se rechaza la H0 si P es menor a α y se acepta la H1 
 
6.4. Consideraciones éticas 
La investigación en humanos se realizará respetando los derechos fundamentales de la 
persona y los postulados éticos que afectan a la investigación biomédica con seres 
humanos, respetando el Articulo 11 (Derecho a la vida), de la Constitución Política de 
Colombia, acuerdo de Asociación Médica Mundial, siguiendo los contenidos de la 
Declaración de Helsinki, Ley 23 de 1981, así como la resolución 008430 de 1993. 
Declaración de Helsinki: El propósito principal de la investigación médica en seres 
humanos es comprender causa, evolución, efecto de enfermedades, intervenciones 
preventivas, diagnósticas y terapéuticas, como lo es la realización de este estudio, 
basándonos en las normas éticas que sirven para promover y asegurar el respeto a todos 
los seres humanos, sabiendo que es deber de nosotros proteger la vida, la salud, la 
dignidad, la integridad y a la confidencialidad de la información, verificando que esta 
investigación médica solo sea llevada por personas educadas, con formación y calificación 
científica y éticas apropiadas. 
Resolución 8430 de 1993: Según el artículo 11 de esta resolución, se clasifica a este 
trabajo de investigación en INVESTIGACIÓN SIN RIESGO. 
 Esta investigación no genera amenaza sobre la integridad

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