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PRESENTACIÓN DEL LIBRO: “HISTORIA DE LA 
AGRONOMÍA” DE D. VICENTE MAROTO
Francisco Oltra Climent
E L hacer la presentación de este libro constituye para mí un honor que mecorresponde por un doble motivo: primero por ser amigo desde hace mu-
chos años de D. Vicente Maroto, de cuya amistad me siento altamente gratifi-
cado, pero también por ser el Director de la Real Sociedad Económica de Ami-
gos del País de Valencia, sociedad que entre sus muchas actividades: Confe-
rencias, Mesas Redondas, Homenajes, Conciertos, etc., incluye también, la pre-
sentación de libros que sean de interés, como es el caso que nos ocupa, máxi-
me cuando el autor, Sr. Maroto, cita en varias ocasiones el relevante papel que
jugaron las Sociedades Económicas de Amigos del País, y en especial la de Va-
lencia, en la introducción de conocimientos y técnicas para el desarrollo de la
Agricultura, que en los siglos XVIII y XIX era hablar del progreso de toda la so-
ciedad, por la importancia que tenía la Agricultura.
El autor del libro Sr. Maroto encaja perfectamente en el perfil de la perso-
na “ilustrada”: es Doctor Ingeniero Agrónomo y Catedrático de la Universidad
Politécnica de Valencia, con amplia experiencia en el campo docente y en el de
la empresa privada; con una curiosidad intelectual permanente; escritor en ma-
terias de su disciplina, pero también en otros campos de la literatura, y socio
de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia.
Como el propio Vicente Maroto indica: “en el presente trabajo hemos tra-
tado de sintetizar todos los aspectos contextualizadores de la Historia en gene-
ral y de la Historia de la Ciencia en particular, que confluyen conjuntamente,
por su repercusión económica, en lo que puede ser una Historia de la Agrono-
mía”.
Me encantaría hacer una breve reseña de algunas partes del libro, pero esta
es una labor que tiene reservada y le corresponde a D. José M.ª García Álva-
rez-Coque, miembro de la Junta de Gobierno de la Real Sociedad Económica
de Amigos del País de Valencia, Doctor Ingeniero Agrónomo y Catedrático de
Economía Aplicada de la Universidad Politécnica de Valencia.
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PRESENTACIÓN DEL LIBRO 
HISTORIA DE LA AGRONOMÍA
José M.ª García Álvarez-Coque
L A especie humana tiene tres necesidades básicas: la alimentación, la vivien-da y el vestido. De las tres, la más importante es la alimentación. Uno no
puede dejar de comer y beber varios días, porque sobreviene la muerte.
La historia humana está ligada a la alimentación y a la producción de ali-
mentos, y según muchos, también a la búsqueda de la felicidad. Byron lo resu-
mió así: “Toda la historia humana atestigua que, desde el bocado de Eva, la
dicha del hombre depende de la comida”. Y un pensador chino, Ko Tsu, ex-
presó sabiamente que “el amor y los alimentos son igualmente vitales para
nuestra supervivencia”. Sin el sexo, la especie se extingue. Sin la alimentación,
simplemente el individuo no sobrevive.
Por ello, cada vez que se intenta aproximar la producción de alimentos
desde una perspectiva histórica, se aborda también, pretendiéndolo o no, la
enorme tarea de construir una historia de la humanidad. La agricultura es hija
indiscutible de la geografía, de la economía y de la historia. Y la especie huma-
na se inserta históricamente en la agricultura.
Es por ello por lo que la obra de Josep Vicent Maroto trasciende lo que
sería una simple historia de prácticas agronómicas. Y por esta razón, quizás el
error deslizado en las cartas de convocatoria a este acto, en las que llamábamos
al libro equivocadamente Historia de la Agricultura, en vez de su nombre real,
Historia de la Agronomía, no iba tan desencaminado, y podría ayudar a situar
al libro en su verdadera dimensión.
Más que un libro de Historia de la Agronomía, a mí me gusta verlo como
un libro de Historia de la Cultura Agraria, o mejor de la Cultura General para
Agrónomos, teniendo en cuenta además que una propuesta de inclusión de una
asignatura sobre Historia de la Agricultura en el Plan de Estudios de Agróno-
mos no tuvo demasiado éxito hace unos años.
Quizás ofrecer como obligatoria una asignatura de este tipo a los alumnos
de agronomía parezca excesivo en los tiempos actuales, pero desde luego no
resulta excesivo aprender de la historia. Como reconoce el propio Maroto, “ya
no hay futuro sin adecuar el presente al pretérito”, o en las palabras que cita de
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Bertrand Russell: “no toda la sabiduría es nueva ni todas las tonterías son anti-
cuadas”.
El propio Josep Vicent Maroto es una caja de sorpresas, para sus propios
alumnos. Yo mismo comprobé en mi época estudiantil que él no aprovecha sus
clases para el lucimiento personal de sus múltiples facetas, sino para impartir
las lecciones que responsablemente cree que debe impartir. Él mismo se encar-
ga, quizás por modestia, por honestidad, o él sabrá por qué, de no hacer osten-
tación de sus habilidades. Y así como una faceta poco conocida de Virgilio era
su afición a la agronomía, el propio Maroto, Catedrático de Horticultura y
Cultivos Herbáceos, posee la faceta de novelista, con una producción literaria
desconocida por muchos del gremio agrario, y que sorprendería a sus propios
alumnos, como escritor de novelas de intriga, no exentas de humor, como Una
llarga misa a Bruixes.
Si tuviera que resaltar dos rasgos de esta obra de Maroto son la riqueza y la
sobriedad. Riqueza por la temática abarcada, que toca el origen de los cultivos,
la historia de la ciencia agronómica, una amplia lista de pensadores, e incluso
hasta alusiones gastronómicas y mitológicas.
La sobriedad, por su parte, es innata en la propia personalidad de Maroto.
Su relato es completo pero él mantiene un distanciamiento al presentar los he-
chos, con los elementos necesarios para que el lector haga sus propias valora-
ciones. No se deja datos importantes en el tintero ni considera a la agricultura
desligada de su contexto político y social. Pero sólo en la parte final el autor
empieza a tomar postura, y siempre con prudencia.
Un ejemplo es su discusión sobre las corrientes ecologistas, las cuales apoya
en sus razones con múltiples argumentos, pero después matiza destacando, por
ejemplo, la contradicción de que los productos biológicos sean sólo asequibles
para las élites sociales, más próximas a la dirigencia tecnológica.
Entiendo que la Real Sociedad Económica de Amigos del País es un foro
adecuado para presentar el libro de Josep Vicent Maroto. En él se alude al
papel de las Sociedades Económicas como introductoras en la península de las
ideas fisiocráticas que unían el desarrollo agrario con el liberalismo económico.
Las Económicas ayudaron a que la agronomía dejara de ser un recetario de
“fórmulas mágicas” para traducirse posteriormente en lo que vino a denomi-
narse “el nuevo método” y en los principios que revolucionaron la ciencia
agronómica de los siglos XVIII y XIX.
Los primeros estudios superiores de agronomía en Valencia se impartieron
en los propios locales de la Sociedad Económica de Amigos del País a partir de
1818.
Un mensaje que se desprende de este magnífico libro, sobre todo para los
jóvenes, es que los agrónomos han extendido su visión del mundo mucho más
allá que el desarrollo de técnicas de cultivo. Desde Columela, lamentándose de
que las tareas agrícolas sean entregadas a gente sin formación, pasando por
Arthur Young, padre de la Economía Rural, y llegando hasta los propios Inge-
nieros Agrónomos españoles.
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Ingenieros Agrónomos fueron los que se encargaron hacia el último tercio
del siglo pasado de enterrar la teoría de la exaltación agraria y del pasado feliz
y de explicar que únicamente el 10% de nuestro suelo permitía “suponer que
hemos nacido en un país privilegiado”.
En 1880, la Asociación de Ingenieros Agrónomos organizó el Congreso
Nacional de Agricultores y Ganaderos defendiendo no sólo la modernización
técnica de la agricultura, sino también el rechazo del proteccionismo y la
apuesta por la especialización del suelo como condiciones para el crecimiento
de las exportaciones.Este tono librecambista fue perdiendo fuerza a medida
que crecía el peso de los propietarios en la Asociación de Agricultores de Es-
paña, convertida en la gran patronal agraria en la II República.
La historia de la agricultura española es una historia de desencantos, en los
que el tópico del “granero de Europa”, va cediendo al de “Bodega del mundo”
y a otros tópicos como incluso el de “Levante feliz”. Todo ello, como lo re-
cuerda Maroto, dentro de procesos periódicos de roturaciones, deforestación y
agotamiento del suelo.
Cuando los agrónomos se hacen funcionarios del Catastro, a principios de
siglo, se tiene la oportunidad de profundizar en los problemas de una estructu-
ra desequilibrada de la propiedad, que es el eje sobre el que giran la mayor
parte de los debates y la ejecución de la reforma agraria.
Pascual Carrión, como valenciano, tenía como ideal el modelo de las tierras
repartidas y de alta productividad. Cuando, por motivos profesionales, se tras-
lada al valle del Guadalquivir, lisa y llanamente se escandaliza.
Otro agrónomo, ya desaparecido, José M.ª Coll Comín, habría encontrado
en este libro un poquito de esa energía que desparramó en sus propuestas de
cambio para la agricultura valenciana.
Por supuesto que la historia de la agronomía ha exigido soluciones adapta-
das a los problemas de cada época. Pero lo que hace falta, ahora más que
nunca, es que los propios estudiantes de agronomía de hoy entiendan esa vin-
culación entre la ciencia agronómica y su contexto económico, social y cultural.
Ello es necesario para disponer de directivos eficaces, capaces de tomar de-
cisiones difíciles, o simplemente para formar personas solidarias con las gentes
que pasan hambre. Esto debería ser comprendido por nuestro sistema univer-
sitario. Y este es, a mi parecer, una de las lecciones de este libro que me ha to-
cado el privilegio de presentar.
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PRESENTACIÓN DEL LIBRO “HISTORIA DE LA 
AGRONOMÍA” (ED. MUNDI PRENSA S.A. DE MADRID),
A CARGO DE SU AUTOR 
José Vicente Maroto Borrego
E S para mí un gran honor proceder a la presentación de mi libro, en unmarco como el presente, la sala Cavanilles de Bancaixa de la ciudad de
Valencia, en un acto organizado por la Real Sociedad Económica de Amigos
del País de Valencia, a la cual pertenezco desde hace muchos años, y en la que
tengo muchos amigos, como mis contertulios de mesa el prof. José Mª García
Álvarez-Coque, antiguo alumno mío, y D. Fco. Oltra Climent, director de la
RSEAP. Aunque en mayo de este año este libro ya fue presentado en la Feria
del Libro Agrario de Madrid, como valenciano me llena de satisfacción poder
exponer este trabajo en mi propia ciudad y, como he mencionado, en este
magnífico marco y dentro del programa anual de la RSEAP.
En la Historia de la Agronomía, hemos tratado de analizar la evolución de
las ciencias y técnicas agrarias a lo largo de la historia del hombre, así como la
influencia que la Agricultura ha tenido en la propia configuración de la cultura
y la sociedad humana en las distintas etapas históricas y en la prehistoria.
No es demasiado conocido de los agrónomos, que la Agricultura jugó, en
sus inicios, un papel fundamental en los modelos de civilización del hombre,
en las primeras estructuraciones políticas, etc. Tampoco está demasiado divul-
gado que probablemente la actividad agraria fue primordial en el nacimiento
de temas tan diversos como la escritura, las Matemáticas, la Astronomía, el ca-
lendario, la moneda, la vertebración del comercio internacional, etc. La mayor
parte de los historiadores consideran que la revolución industrial del s. XIX, no
hubiera sido posible sin que en el siglo anterior la mayor parte de los gobiernos
europeos no hubieran mostrado un profundo interés hacia el desarrollo agra-
rio, tratando de descubrir e integrar sus bases científicas, lo que conllevaría a la
aparición de la Agronomía como ciencia que trataría de establecer la teoría de
las prácticas agrarias.
En una primera parte, en esta obra tratamos de analizar sintetizadamente
todo lo referente a las teorías e hipótesis sobre los orígenes de la Agricultura,
en su doble vertiente de cultivo de plantas y domesticación de animales. Poste-
riormente se reseñan las constataciones agrícolas más antiguas en todo el pla-
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neta, con especial referencia a la zona nuclear más antigua del Próximo Orien-
te, así como los distintos sistemas agrarios propios del Neolítico. A continua-
ción se estudian los modelos agrícolas de las civilizaciones más antiguas (Meso-
potamia, Egipto, Extremo Oriente, civilizaciones americanas), así como los co-
rrespondientes a las sociedades griega y romana, con una especial referencia a
los tratadistas agrarios de origen romano, principalmente Columela.
La Agricultura durante el Medievo y sus influencias sobre las distintas con-
figuraciones estatales y urbanas, con una especial referencia a las agriculturas
medievales españolas y a los tratadistas agrarios andalusíes (en especial Abú
Zacaría), son asimismo temas que hemos pretendido desarrollar ampliamente
en este libro.
La Edad Moderna se estudia siguiendo dos grandes apartados: el primero
se corresponde con la actividad y los sistemas agrarios en los siglos XVI y XVII,
que abre paso al verdadero despegue agrícola del siglo XVIII –objeto de un es-
tudio específico–, con la integración ganadería-cultivo de plantas, la aparición
y divulgación del “Nuevo Método”, propiciado principalmente por el inglés
Jethro Tull, y la amplia difusión que el Fisiocratismo tuvo en la sociedad ilus-
trada europea, fruto de la cual aparecieron en toda Europa numerosos núcleos
de estudios agrarios, materializados como “Sociedades de Agricultura y de
Amigos del País”. Entre los múltiples aspectos tratados en esta parte deben re-
señarse los comentarios y análisis que se hacen de las obras de Alonso de He-
rrera, Miquel Agustí y Antonio José Cavanilles, así como de los políticos agra-
ristas de la Ilustración española, como Jovellanos, Floridablanca, Olavide, etc.,
a través de sus finos diagnósticos sobre las principales problemáticas, que aún
hoy arrastran las agriculturas españolas.
Los avances científicos y técnicos del “Siglo de las luces”, se consolidaron e
incrementaron considerablemente en el siglo XIX, en el que aparecen las prime-
ras escuelas superiores en que la Agronomía era tratada como una ciencia apli-
cada e integradora, describiéndose ampliamente aspectos relacionados con el
progreso agrario, como las controversias entre “químicos” y “humistas”, con-
solidación definitiva de los principios de la nutrición vegetal, utilización primi-
genia de los abonos químicos, abolición definitiva de la teoría de la generación
espontánea (crucial para el desarrollo de la Patología Vegetal), descubrimiento
de las leyes de la Herencia, nacimiento práctico de la Terapéutica vegetal, inci-
dencia y resolución de graves problemas fitopatológicos (como el provocado
por la filoxera de la vid), expansión de los sistemas modernos de conservación
de alimentos, establecimiento de las bases de la alimentación animal, gran des-
pegue de la mecanización agraria, etc. También se describe obviamente, la si-
tuación a lo largo de este siglo de la Agricultura en España, la incidencia sobre
la misma de paquetes legislativos como los de Desamortización, de la abolición
del Mayorazgo, etc., los agraristas y tratadistas agrarios, la gran labor desarro-
llada por las Sociedades de Amigos del País de toda España en la divulgación
de innovaciones en tecnología agraria, la aparición de los primeros estudios de
Ingeniero Agrónomo, las primeras escuelas, las primeras infraestructuras de la
investigación agraria española, etc.
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Posteriormente, y ya en el siglo XX hemos tratado de abordar de forma re-
sumida los amplísimos éxitos de las ciencias y las tecnologías agrarias, tanto en
el ámbito puramente biológico como en el tecnológico (Mecanización, Indus-
trias...), logros que han jugado un importantísimo papel en la consolidación de
un modelo social progresivo e igualadoren las sociedades más avanzadas, con
la disponibilidad de grandes cantidades de alimentos para el suministro de sus
ciudadanos, así como de materias primas para el desarrollo de los distintos
tipos de agroindustria.
Finalmente y como “Controversias sobre la Agronomía moderna” se desa-
rrollan y analizan diversos aspectos críticos que en la actualidad surgen como
respuesta a una visión de la Agronomía excesivamente productivista, como son
los referentes a los desequilibrios sociales entre países con distintos niveles de
desarrollo, al uso excesivo de pesticidas y fertilizantes, las alternativas ecologis-
tas, la nueva concepción sobre la sostenibilidad de los sistemas agrarios, etc.
En suma, hemos pretendido confeccionar un trabajo que resulte de interés
para todas aquellas personas del sector agrario preocupadas por este tipo de
temas, y en especial para los profesionales y estudiosos de la Agronomía.
A continuación vamos a reseñar algunos párrafos de este libro para dar una
idea más concreta de su contenido:
SOBRE LOS ORÍGENES DE LA AGRICULTURA
“La Agricultura en el proceso histórico del hombre, y a la luz de los cono-
cimientos actuales, aparece en fechas relativamente recientes, en yacimientos
surgidos concretamente alrededor del 9000 a.d.C., en la época conocida como
Neolítico de una zona del Próximo Oriente... que es conocida por los arqueó-
logos como ‘Creciente Fértil’ [...] si bien tampoco están exactamente alejados
en el tiempo de los constatados en las principales y restantes zonas nucleares
donde surgió progresivamente la Agricultura; en Extremo Oriente (valles del
Yang-Tse y del río Amarillo) entre el 5500-6500 a.d.C. y en América Central y
Andina entre el 4500-5500 a.d.C.”
“Durante mucho tiempo, la mayoría de los antropólogos optaron por sub-
ordinar a enfoques ambientalistas el nacimiento de la Agricultura, enfoques
que poco a poco trataron de basarse en los datos paleoambientales de los que
se empezó a disponer desde finales del siglo XIX [...] Cohen, tras analizar con-
cienzudamente el surgimiento casi simultáneo (2000-4000 años) de la Agricul-
tura en lugares muy alejados entre sí, considera a la presión demográfica como
denominador común y principal factor de la aparición del modelo agrícola [...]
En el Lejano Oriente los cultivos domesticados de mayor antigüedad fueron el
mijo... en el valle del río Amarillo, al N. de China, alrededor del 5500 a.d.C.,
algún tipo de panizo y arroz, más al S. en el valle del Yang-Tse, entre el 4500 y
6500 a.d.C.”
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“En la península Ibérica los primeros yacimientos neolíticos aparecen de
forma bastante brusca en el litoral mediterráneo, a mediados del V milenio
a.d.C.”
SOBRE LA AGRICULTURA EN LAS CIVILIZACIONES MÁS ANTIGUAS
“Los sumerios utilizaron un arado de madera, que posteriormente tenía la
reja de cobre o bronce y que a veces disponía de una especie de embudo para
sembrar [...] Entre las plantas oleaginosas los egipcios cultivaban y/o utiliza-
ban el olivo, el cártamo, el ricino y el terebinto [...] A principios del Imperio
Nuevo –egipcio– se sabe que habían grupos de segadores que se desplazaban
de S. a N. del país recogiendo la mies... Existía una cierta costumbre que con-
sistía en dejar que los segadores, se quedaran, como pago extra, con el grano
que podían cosechar en un día, al final de la siega... Las cosechas eran contro-
ladas por escribas, inspectores y agrimensores, que evaluaban la producción
que el campesino debía entregar como tributo [...] A Atenea, diosa griega de la
Sabiduría y de las Ciencias –Minerva, en el panteón romano–, se le atribuye la
introducción del cultivo de la vid en el Ática, la invención del arado, del rastri-
llo, del yugo para bueyes, la brida del caballo [...] Se sabe asimismo que las fa-
milias acomodadas ibéricas y tartésicas preferían como actividad económica, la
ganadería al cultivo de plantas, y entre los animales domesticados había caba-
llos, vacas, cabras, ovejas, cerdos, algunas aves y posiblemente conejos, y, por
supuesto, cría de abejas...”
SOBRE LA AGRICULTURA MEDIEVAL EUROPEA
“Fue precisamente durante la Alta Edad Media, cuando distintos gobernan-
tes se lanzaron a la colonización de Europa, como los reyes lombardos a partir
del siglo VII expandiendo la Agricultura en el valle del Po [...] roturando bos-
ques..., se mejoraron distintos sistemas de riego..., se trabajó arduamente en la
desecación de marjales en Holanda e Inglaterra, como en el caso de los polders
holandeses, construyendo diques que impidieran la invasión del mar a los te-
rrenos de cultivo...”
“Los utensilios de hierro como azadas, legones, horcas, rascadores, poda-
deras, hachuelas [...] se encuentran ampliamente difundidos en la Edad Media
y algunos de ellos, como la guadaña, son de clara aparición medieval.”
“La viticultura fue una actividad importantísima y al final de la Edad
Media, tal y como se reseña en los libros de cuentas, aparecen caldos de mucha
calidad junto a vinos plebeyos. A lo largo del siglo XIV se detectó en Francia e
Italia un interés creciente hacia los vinos de alta calidad...”
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SOBRE LAS AGRICULTURAS MEDIEVALES ESPAÑOLAS
“Los árabes jugaron un importante papel en la Agricultura europea y espa-
ñola al introducir o reintroducir una gran cantidad de plantas procedentes del
Oriente Lejano o Próximo, entre las que suele citarse a las siguientes: el arroz,
el algodón, la caña de azúcar, el cáñamo, la rubia, el azafrán, la berenjena, la al-
falfa, el pepino, las sandías, las espinacas, el sorgo, el naranjo amargo, el limo-
nero, la morera, etc.”
“Entre todas las obras agronómicas andalusíes destaca un Libro de Agri-
cultura aparecido en el siglo XII, cuyo autor es el sevillano Ibn-Al-Awwanz,
también conocido por Abú-Zacaría [...] una de las cuestiones que más llama la
atención en la obra de Abú Zacaría es la gran cantidad de especies vegetales
que cita, sobre todo entre las hortalizas, aromáticas, condimentadoras y orna-
mentales...”
EN RELACIÓN CON LA AGRICULTURA DE LA PRIMERA PARTE DE LA EDAD
MODERNA
“A principios de la Edad Moderna en Europa se arrastraba el gran proble-
ma medieval del binomio producción vegetal/producción ganadera, en el sen-
tido de que los animales domésticos durante el buen tiempo pastaban libre-
mente y cuando las temperaturas descendían, los pastos escaseaban y tan sólo
se conservaba un pequeño número de cabezas de ganado, alimentadas con fo-
rrajes desecados y heno, sacrificándose la mayor parte de la cabaña, cuya carne
se conservaba secada al aire, en sal o aceite, y sus vísceras en embutidos [...] La
práctica de la siembra en líneas apareció en esta época en los Países Bajos (lo
que favoreció notablemente la posibilidad mecánica y manual de realización de
escardas), ampliándose la utilización del hierro a numerosos aperos e imple-
mentos agrícolas y asimismo en esta primera fase de la Edad Moderna, se ini-
ció el despegue de la mecanización agraria [...] En la segunda mitad del siglo
XVII, el español José de Lucatello y el inglés John Worlidge desarrollaron, de
forma independiente, sendos modelos de sembradoras mecánicas [...] John
Woodward... pudo comprobar... que el suelo era un elemento fundamental en
el crecimiento de los vegetales y de él las plantas extraerían en consonancia con
lo reseñado por Glauber el ‘nitro’, principio esencial para su desarrollo.”
“Tras la expulsión de los moriscos –en España–, la caña de azúcar y el al-
godón dejaron prácticamente de cultivarse en el Reino de Valencia, conserván-
dose tan sólo en la región del sur de Granada [...] A través de pinturas, tapices
y escritos diversos hay referencias en los parterres, de formas geométricas que
formaban parte de los jardines de la Casa de Campo en Madrid, mandados
construir por Felipe II, así como de motivos geométricos y composiciones or-
namentales artísticas en los jardines del Real de Valencia, diseños decorativos
de diferentes tipos en Sevilla, Granada...”
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EN RELACIÓN CON EL SIGLO XVIII
“Con la expansión plena en el siglo XVIII del cultivo de forrajes y raícesde
invierno, se abrieron nuevas perspectivas, pues se hizo posible la sustitución
del barbecho, proporcionando asimismo un aumento de los alimentos con los
que incrementar la cabaña ganadera y por lo tanto la disponibilidad de recur-
sos zootécnicos: carne, leche, piel, lana, así como estiércol que permitía una
mayor producción de cosechas [...] El interés por la Agricultura ocupó una
gran parte de las conversaciones de las clases ilustradas [...] El movimiento
hacia el estudio de las cosas de la naturaleza, registrado a partir del siglo XVIII,
se dirigió claramente hacia la Agricultura, iniciándose la fundamentación cien-
tífica de la misma [...] A finales del siglo XVIII apareció un libro de Humphrey
Repton denominado Jardinería del paisaje, que vino a consolidar el denomina-
do ‘jardín inglés’, tipología que trata de integrar el carácter ornamental de los
jardines en la naturaleza y en el propio paisaje.”
“...como ya había ocurrido en el resto de Europa, empezaron a fundarse las
Sociedades o Academias de Agricultura, Sociedades de Amigos del País, etc.,
como las de Lérida (1764), La Coruña (1765), Vasca (1765), Valencia (1766),
etc., que fueron, en la mayor parte de los casos, como atalayas en las que los
hombres progresistas del momento propiciaron el desarrollo agrario”.
A PROPÓSITO DE LA AGRICULTURA EN EL SIGLO XIX
“A partir de mediados del siglo XIX sir John Bennet Lawes, miembro de la
Royal Society de Londres, convirtió su granja de Rothasmsted en lo que podría
llamarse el primer laboratorio de investigación agrícola, experimentando con
nitratos, fosfatos, sales potásicas y diversos abonos orgánicos [...] Los trabajos
de Alexander von Humboldt sobre geografía de las plantas y la obra de Alfon-
so de Candolle, Origen de las plantas cultivadas, publicada en 1883, junto con
las numerosas expediciones científicas por todo el globo terráqueo realizadas a
lo largo del siglo XIX, serían cruciales para la localización de germoplasma y 
realización de los primeros grandes planes de Mejora Genética, que en alguna
medida, como veremos, se iniciaron de forma estructurada en este siglo [...] La
conservación de alimentos con sistemas hielo-sal se empezó a extender a partir
de mediados del siglo XIX... La conservación frigorífica (utilizando la máquina
de vapor funcionando al revés), empezó a expandirse para la conservación de
alimentos en transporte a partir de 1870.”
“La asunción por parte de la Agronomía de su marcado local (aspecto por
otra parte ya constatado por autores clásicos como Columela) fue sin duda la
piedra angular que permitió el despegue del Nuevo Método en el ámbito de la
Producción Vegetal y Animal a partir del siglo XVIII, tal y como ha sido comen-
tado anteriormente. Esta localidad de la Agronomía hace que el empirismo y la
experimentación sean sus principales vías de avance. El agrónomo debe poseer
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una amplia gama de conocimientos tanto básicos como aplicados que no
deben ser considerados en un universo estanco, sino proporcionar los funda-
mentos que permitan de la forma más rigurosa posible interpretar realidades
concretas, propias de cada circunstancia y por supuesto prever en alguna me-
dida la materialización de las mismas.”
EN RELACIÓN CON EL SIGLO XX
“Debe recordarse que en el siglo XX además de conflictos más o menos lo-
cales se han vivido dos guerras mundiales y ello ha conllevado a situaciones cir-
cunstanciales de carencia de alimentos incluso en países del área más desarro-
llada de Europa y en parte ésta ha sido una motivación primordial para que
hayan aparecido grandes proyectos colectivos como los de la CEE, en cuya
acta fundacional del Tratado de Roma de 1957, se recoge la incentivación y
protección del sector agrario y la libertad de comercio entre los países firman-
tes, mediante la definición de sus objetivos que básicamente eran: incrementar
la productividad agrícola, preservar y asegurar los abastecimientos a precios ra-
cionales y garantizar un nivel de vida justo y equitativo entre los habitantes de
los países adheridos [...] en los años sesenta se produjo una gran explosión de
la productividad agraria en todas las partes del planeta, a través de lo que se
denominó Revolución Verde, en la que se integró la introducción de nuevas
variedades mejoradas genéticamente, las nuevas tecnologías y en definitiva las
bases científicas de la producción agrícola.”
“En la fabricación de maquinaria agrícola se han incorporado tecnologías
distintas de la simple Mecánica, como el rayo láser, que se utiliza habitualmen-
te en trahillas de gran precisión para nivelar los terrenos; la célula fotoeléctrica
en cosechadoras de tomate o en postrecolección para calibrar por color éstos u
otros frutos; calibradoras por peso, tamaño y forma que incorporan en su fun-
cionamiento implementos electrónicos, informáticos y/o la técnica del sónar
[...] El riego localizado, estudiado como hipótesis en primer lugar en Israel por
el ingeniero Symcha Blass en 1930 y posteriormente a la finalización de la se-
gunda guerra mundial, desarrollado con materiales plásticos por el propio
Blass, permite suministrar agua a baja presión y dosis, con pequeños caudales y
con suficiente frecuencia... lo que evita el estrés hídrico... Los sistemas de riego
localizado permiten igualmente un control fino de la nutrición de las plantas, a
través de la técnica conocida como fertirrigación [...] Ya se han comercializado
distintos transgénicos de diversas especies como soja, maíz, algodón, girasol,
tomate, etc., que presentan diversas ventajas, como resistencia a herbicidas, re-
sistencia a insectos, mejora de sus propiedades nutritivas... A pesar de todo, lo
más probable es que en un futuro bastante inmediato los transgénicos se ex-
pandan ampliamente en función de las mejoras que su uso implique, siempre y
cuando no posean un impacto negativo para el hombre y el medio físico [...]
También en el ámbito de la Zootecnia los procedimientos biotecnológicos han
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permitido las fecundaciones in vitro, el transplante de embriones animales y en
el año 1997 la aparición de Dolly, la primera oveja transgénica...”
“Resulta paradójico que a pesar de los grandes incrementos productivos
agrarios alcanzados... si existe hambre en el mundo, sus causas no son estricta-
mente atribuibles a la tecnología... y los cambios revolucionarios que se aveci-
nan, a través de las Biotecnologías... que la moderna Agronomía se encuentre
cuestionada desde distintas perspectivas, como fuente de desequilibrios socia-
les o por su impacto negativo frente al medio ambiente [...] Entre los funda-
mentos de la conciencia ecológica en la Agronomía, cabe citar: el uso abusivo
de fertilizantes...; la utilización masiva de pesticidas; el empleo de insumos
poco degradables; el ‘dirigismo’ en el material vegetal de propagación; la con-
taminación industrial y agroindustrial; el uso de aditivos químicos...”
“En la medida que la Agronomía participe con la práctica agrícola en el
Desarrollo Sostenible, será más fácil que pueda hacerse frente a los problemas
suscitados con el gran desarrollo agrario, anteriormente enumerados.”
“La Agronomía del futuro debe ser capaz de suministrar un suficiente nivel
de alimentos a una población creciente, con menos inputs humanos y un pro-
fundo respeto hacia el medio ambiente. Para ello deberá aplicar toda la tecnolo-
gía actual y desarrollar asimismo nuevas tecnologías, como las Biotecnologías,
así como los avances en todos los ámbitos científicos y tecnológicos en los que
se basa y mueve... considerando asimismo aspectos económicos y sociales... y
una gestión racional y ponderada de los recursos naturales.”
“En caso de no conseguirse esta integración planetaria en la Agricultura
del futuro, es de prever que existan dos modelos agrícolas, el de los países de-
sarrollados, con grandes insumos materiales, pocos inputs humanos y un respe-
to hacia su propio medio ambiente, y el de los países del Tercer Mundo, en los
que teniendo en cuenta las perspectivas del libre comercio... cabe la posibili-
dadde que en mayor o menor medida, se instauren intereses foráneos del
mundo desarrollado, aprovechando sus menores costos productivos, su gran
disponibilidad de mano de obra y su escasa sensibilidad –no exenta de imposi-
bilidad económica–, hacia su medio ambiente, que curiosamente, hasta cabe la
posibilidad de que colisione comercialmente con el anterior.”
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