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Reptiles marinos. Tortugas de mar, populares pero desconocidas.

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Reptiles marinos. Tortugas de mar, populares pero desconocidas.
Chapter · January 2015
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2 authors:
Shaleyla Kelez
World Wildlife Fund
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Ximena Velez-Zuazo
Smithsonian Institution
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Tortugas de mar, 
populares pero desconocidas.
Autoras: Shaleyla Kelez y Ximena Velez-Zuazo
Foto 1: Macho adulto de Caretta caretta - (M. Paz, Marine Photobank)
ca
pí
tu
lo REPTILES 
MARINOS13
constituye una difícil realidad para las tortugas debido a la intensi-
dad de las actividades de pesca por las que en ocasiones se ven 
amenazadas. 
13.2.2 Especies de tortugas marinas en Pisco 
Como ya se mencionó, en el mar de Pisco habitan cinco de las 
siete especies de tortugas marinas. Debido a la confluencia de con-
diciones como la temperatura templada del agua (más cálida que 
en otros puntos de la costa central y sur del Perú) y a la gran dis-
ponibilidad de alimento, ven en la zona un lugar ideal para crecer y 
desarrollarse, aunque enfrentan también las presiones de la pesca 
intensiva. 
13.2.1 Un lugar para crecer 
Es poco frecuente que tortugas aniden en playas peruanas1. Nues-
tro mar, en cambio, es una importante área para su alimentación y 
desarrollo y un punto crucial en sus rutas migratorias. 
De las siete especies de tortugas marinas que existen, cinco han 
sido reportadas a lo largo de la costa peruana: la tortuga dorso de 
cuero (Dermochelys coriacea), la tortuga negra (variante de tortuga 
verde Chelonia mydas), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la 
tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) y la tortuga cabezona (Caretta 
caretta). De estas, la tortuga negra es observada con frecuencia 
en las costas de Pisco (incluyendo la Reserva Nacional de Paracas) 
(Vélez-Zuazo et al. 2004, de Paz et al. 2002), mientras que las otras, 
han sido registradas a partir de capturas incidentales durante acti-
vidades de pesca con espinel y de observaciones de caparazones 
(Aranda y Chandler 1989, Kelez et al. 2003, Manrique et al. 2006).
La riqueza del mar peruano presenta entonces una contradicción 
para las tortugas. Y es que, si bien su riqueza en recursos ofrece 
una fuente muy importante para la alimentación y, sobretodo, el de-
sarrollo de individuos juveniles y sub-adultos, esta misma riqueza 
Foto 2: Tortuguillos de carey dirigiéndose al mar luego de abandonar el nido - (R. P. van Dam)
13.1.0
Introducción
Aunque pueden no ser una vista muy frecuente, las 
tortugas marinas han estado en el mar por más tiem-
po que la mayoría de sus habitantes. Y es que, son 
los únicos reptiles marinos existentes cuyos ancestros 
terrestres se adaptaron al mar hace mucho tiempo, 
ya que otras especies como la iguana marina, los co-
codrilos y serpientes marinas – son especies de ori-
gen terrestre recientemente adaptadas al mar. Más 
aún, las tortugas marinas viven en todos los mares del 
mundo – salvo la región ártica – y, sin embargo, buena 
parte de su historia de vida sigue siendo un misterio.
Su discreción es tal que encierran aún muchos se-
cretos, ya que pasan prácticamente toda su vida via-
jando en el mar. Incluso, se aparean en el mar y salen 
de él, únicamente para desovar o – rara vez – para 
asolearse.
Sus días en tierra son contados (figura 1). Luego de 
ser incubados en la arena por aproximadamente 70 
días, los huevos – entre 60 y 200, dependiendo de 
la especie – eclosionan y los tortuguillos se dirigen al 
mar (foto 2) donde se les pierde el rastro hasta que 
son juveniles de alrededor de 30 cm de largo, recién 
El mar peruano es una importante área para la ali-
mentación y desarrollo de las tortugas marinas y 
un punto crucial en sus rutas migratorias. 
entre uno y cinco años después. Luego de esta etapa, 
conocida como “los años perdidos”, algunas espe-
cies permanecen un tiempo en mar abierto y otras ini-
cian su búsqueda de áreas de alimentación costeras 
en donde permanecerán hasta alcanzar la madurez 
sexual, cuando suelen emigrar para aparearse cerca a 
las playas donde nacieron.
Pocas semanas después, las hembras salen, - por lo 
general - de noche, a depositar sus huevos en las mis-
mas playas donde nacieron - lo que se conoce como 
filopatria natal - para luego retornar a sus áreas de 
alimentación, lo que muestra su excepcional habilidad 
de navegación. Las tortugas hembras permanecerán 
en sus áreas de alimentación hasta recuperar la ener-
gía invertida y estén listas para una nueva temporada 
de anidación, entre dos y cuatro años después. Los 
machos, en cambio, realizan viajes para aparearse ge-
neralmente cada año, aunque no saldrán del agua, 
salvo en raros casos para asolearse.
En el mundo existen siete especies distribuidas en dos 
familias, las de caparazón blando o Dermochelyidae y 
las de caparazón rígido o Cheloniidae, y aunque todas 
son de hábitos distintos,tienen en común lo mucho 
que queda por saberse de ellas. Por lo pronto, las 
costas peruanas reciben regularmente a cinco de ellas 
y al ser Pisco una de las zonas preferidas para su ali-
mentación, el estudio de las tortugas en estas aguas 
sin duda brindará interesantes pistas para entender un 
poco más sobre estas elusivas habitantes del mar.
1 Pero revisar los datos de Kelez et al 2009, Vera et al. 2008, Manrique et al. 2003 y Hays-Brown y Brown 1982
!
Se sabe que las tortugas pueden navegar en mar abier-
to ya que poseen interesantes mecanismos para orien-
tarse, como la facultad de percibir la intensidad y el 
ángulo de inclinación del campo magnético del planeta 
(Lohmann y Lohmann 1996, Lohmann et al. 1997).
13.2.0
TORTUGAS MARINAS EN PISCO
7
Otros nombres comunes: Galápagos, laúd, siete quillas, baula, 
siete filos
Distribución: todos los mares del mundo, sus principales lugares 
de anidamiento en el Pacífico Este incluyen a México y Costa Rica 
y los de alimentación a Ecuador (las islas Galápagos), Perú y Chile.
Especies de interés
Familia Dermochelyidae
• Dermochelys coriacea
Tortuga dorso de cuero (foto 3) 
(CITES), (Ver Anexo 3).
Más aún, datos de diferentes estudios concluyen que la mayoría 
de tortugas marinas capturadas en la zona de Pisco son inmadu-
ras - 89% de las tortugas medidas por Hays-Brown y Brown (1982) 
y 87% de los caparazones medidos por Manrique et al. (2004) -, 
lo que indica el grave impacto que se puede estar teniendo en las 
poblaciones de tortugas al impedir que los individuos se desarro-
llen hasta reproducirse (ver Anexo 2). 
El valor de las tortugas marinas
Además de ser especies carismáticas – es decir de interés popular 
- y sumamente interesantes, las tortugas marinas tienen un valor 
adicional por su éxito de adaptación, el cual las ha llevado a colo-
nizar casi todos los mares del planeta y han sobrevivido desde la 
época en que los dinosaurios ocuparon la Tierra. 
De otro lado, en un sentido más práctico, se sabe que cumplen un 
importante rol como reguladores del equilibrio en sus ecosistemas. 
Por ejemplo, la interacción de las tortugas con sus áreas de ali-
mentación regula el crecimiento y abundancia de otros organismos 
asociados a estos ecosistemas como pasto marino y esponjas 
(Jackson 2001).
13.2.3 Conociendo a las tortugas marinas de Pisco
Todas las tortugas de mar integran el Orden de los Testudinos (jun-
to con las tortugas de agua dulce y terrestres) y se dividen en dos 
familias, ambas representadas en Pisco.
Característico
Cada especie de tortuga marina se ha especializado en ciertos 
alimentos y a consecuencia de esto, sus mandíbulas han evolu-
cionado. 
La tortuga verde, por ejemplo, tiene una mandíbula generalmente 
aserrada que usa como tijeras para cortar las hojas de pasto y 
algas marinas, la tortuga carey, en cambio, tiene la mandíbula en 
forma de pico para alcanzar y arrancar las esponjas marinas entre 
los arrecifes de coral y piedra. 
Por su parte, la tortuga dorso de cuero tiene una extensión en for-
ma de pico en la mandíbula superior con la que captura medusas2 
y la tortuga cabezona tiene una cabeza relativamente grande con 
músculos mandibulares fortalecidos para capturar y triturar el es-
queleto externo de crustáceos.
Necesario
Debido a la presión por capturas incidentales durante actividades 
de pesca (figura 2), así como por capturas dirigidas y amenazas 
en las playas de anidación, todas las especies de tortugas mari-
nas que habitan el mar peruano son consideradas especies en 
riesgo, por lo que su caza está prohibida por ley. Asimismo, por 
demorar en alcanzar la madurez sexual son especies que fácil-
mente entran en situación de peligro de extinción. 
Por ello, están protegidas por la Convención Interamericana para 
la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas y su co-
mercio está prohibido por la Convención sobre el Comercio In-
ternacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre 
La tortuga dorso de cuero tiene facultades especiales 
para mantener una temperatura constante, lo que le 
permite habitar zonas de aguas frías - donde las otras 
especies de tortugas marinas no pueden llegar - y cre-
cer rápidamente, llegando a casi tres metros de largo.
En la zona de Paracas, por ejemplo, se han obser-
vado tortugas verdes en la Bahía de Paracas, Lagu-
nillas y Laguna Grande. 
Foto 4: Tortugas verdes que habitan el mar peruano - (ecOceánica)Foto 3: La tortuga más grande de todas, tortuga dorso de cuero - (A. Fallabrino).
2 Conocidas en la costa peruana como malaguas
Figura 1: Ciclo de vida generalizado de las tortugas marinas. (Adaptado de: Convención Interamericana para la Protección y Conser-
vación de las Tortugas Marinas <http://www.iacseaturtle.org/iacseaturtle/>)
Migración de anidación
en intervalos de 2 a 8 años
Zonas de alimentación
Aguas costeras poco profundas
Zona forrajera béntica
Migración de crecimiento
Hasta la edad de apareamiento
entre 20 y 50 años, según la 
especie, en mar abierto 
Huevos
7 - 10 semanas 
de incubación
Agua poco 
profunda
Hábitat de 
preanidación
Área de apareamiento
Intervalos de puesto
de 2 semanas entre 
anidamientos
Los años perdidos
Eclosión
Machos y hembras adultos
migran en períodos que van de cada 
2 a 8 años hacia las áreas procreación
Machos adultos
regresan a las zonas de alimentación
8 9
Peru es un importante lugar de alimentación.
Descripción: la tortuga verde se caracteriza por realizar largas mi-
graciones entre sus zonas de alimentación y anidación. 
En el Pacífico Este se ha identificado una variación de la especie 
o morfotipo3 conocido como tortuga negra que, a diferencia de la 
tortuga verde, tiene el caparazón y el plastrón (o pecho) de color 
oscuro. Su caparazón es de forma acorazonada y más angosto en 
la parte trasera, y es, en general, más pequeña que la verde. Habita 
desde Baja California en México hasta Chile y recibe el nombre cien-
tífico de Chelonia mydas agassizii, aunque esta clasificación de sub-
especie no es aceptada oficialmente y, más aún, estudios genéticos 
no han encontrado diferencias que la respalden (Bowen et al. 1992). 
De cualquier modo, la principal zona de anidación para la tortuga 
verde en el Pacífico Este se encuentra en las Islas Galápagos en 
donde anidan alrededor de 1400 hembras al año (Hurtado 2001 
en Seminoff 2004) y, según estudios, son justamente los individuos 
de esta población los que se encuentran en Perú y en la zona de 
Pisco (Hays-Brown y Brown 1982) y los que convierten a la especie 
en la tortuga marina más común en ambos ámbitos (Frazier 1979, 
Hays-Brown y Brown 1982). 
 
Cuando aún es tortuguillo se alimenta de crustáceos y medusas 
pero luego cambia a una dieta herbívora conformada, sobretodo 
por pasto marino o algas (NMFS y USFWS 1998). Como en Perú 
no existe abundante pasto marino, se puede alimentar de inverte-
brados marinos, celentéreos y huevos de peces, aunque básica-
mente consume algas (ver Anexo 3), por lo que es observada con 
mayor frecuencia cerca a puntas rocosas con grandes cantidades 
de algas marinas y bahías someras. En la zona de Paracas, por 
el Sur, especialmente a los mares de Perú y Chile, y se cree que 
una de las causas principales de su reducción poblacional fue la 
captura incidental durante faenas de pesca de pez espada con 
redes de enmalle (Frazier y Brito 1990, Eckert y Sarti 1997, Alfaro-
Shigueto et al. 2007).
En Perú están presentes en mayor abundancia entre diciembre y 
marzo, alimentándose de las medusas - que proliferan en la época de 
verano - y pueden ser generalmente avistadas a tres o cuatro horas 
mar afuera, aunque en los departamentos de Lima e Ica se les puede 
avistar mucho más cerca de la costa (Hays-Brown y Brown 1982). 
Lamentablemente, en la zona de Pisco existen capturas dirigidas de 
tortugas dorso de cuero – presumiblemente adultos –, especialmente a 
fines de primavera y durante los meses de verano (de Paz et al. 2002).
Valor destacado: es la especie de tortuga más grande del mundo,la única con capacidad de regular su temperatura y, por tanto, la de 
mayor distribución. Sin embargo, se encuentra amenazada, ya que 
sus poblaciones en el Pacifico vienen disminuyendo severamente. La 
Unión mundial para la conservación de la naturaleza (UICN) la conside-
ra en peligro crítico, categoría que recibe también según la ley peruana. 
Familia Cheloniidae
 
• Chelonia mydas 
Tortuga negra o verde (foto 4)
 
Distribución: todos los mares del mundo, sus principales lugares 
de anidamiento en el Pacífico Este incluyen a las Islas Galápagos 
y en menor medida a Ecuador Continental, México y Costa Rica. 
mayor al 87% entre 1988 y 2003 (Santidrian et al. 2007). 
Gracias a transmisores satelitales colocados en las hembras que 
anidan en dichas playas se sabe que estas tortugas migran hacia 
Descripción: es la única representante viva de la familia Dermo-
chelyidae o de tortugas con caparazón blando y además de su 
caparazón, presenta muchas otras particularidades. Las partes 
óseas de su esqueleto están reducidas y tiene mayores cantidades 
de tejido cartilaginoso. 
De otro lado, a diferencia del resto de reptiles, tiene facultades 
especiales para termoregular su cuerpo. Es decir, puede mantener 
una temperatura diferente al medio que la rodea, lo que le permite 
habitar zonas de aguas frías - donde las otras especies de tortu-
gas marinas no pueden llegar - y crecer rápidamente, llegando a 
medir casi tres metros de largo, lo que la convierte en la especie 
más grande. Su cuerpo es de color negro con machas rosadas o 
blanquecinas, su caparazón alargado presenta siete quillas longi-
tudinales y carece de escamas. 
La dorso de cuero realiza los buceos más profundos de todas las 
tortugas marinas llegando hasta profundidades de 1200 m y se 
alimenta específicamente de animales pelágicos - o de alta mar - 
de cuerpo blando (medusas y salpas). 
En sus principales zonas de anidamiento en el Pacífico Este, Méxi-
co y Costa Rica, se ha observado una grave disminución en las 
poblaciones, llegando en el caso de Costa Rica a una reducción 
En 1982, se reportó la observación de un nido de 
tortuga golfina en Punta Malpelo (Tumbes) y en 
2002, se reportó una nidada encontrada en una 
playa también en Tumbes
Pese a que en 1995 se declaró la total prohibición 
a la captura de tortugas, la gran demanda local por 
la carne promueve que estas actividades conti-
núen de manera fortuita en Pisco
Foto 5: Hembra anidante de tortuga golfina en Costa Rica - (M. Jensen)
3 Se le llama morfotipo a un individuo de determinada especie cuyas características físicas sugieren que se trata de una variante o especie distinta, pero que aún 
requiere de mayor análisis para determinarlo de manera concluyente. 
Foto 6: Tortugas golfinas criadas en cautiverio en Perú, momentos antes de su liberación - 
(ecOceánica) 
estamos viendo como solucionar lo 
del mapa
N
S
W E
Paita
Salaverry
Chimbote
Callao
Pucusana
0 65 130 260 Millas náuticas
2.2 - 4.3
4.4 - 6.2
6.3 - 8.5
8.6 - 10.4
10.5 -12.6
12.7 - 14.5
14.6 - 16.8
16.9 - 18.6
0.1 - 2.1
Frecuencia de captura 
de tortugas marinas (%)
!
Debido a la presión por capturas incidentales durante 
actividades de pesca, así como por capturas dirigidas 
y amenazas en las zonas de anidación, todas las espe-
cies de tortugas marinas que habitan el mar peruano 
son consideradas especies en riesgo, por lo que su 
caza está prohibida por ley.
Figura 2: Frecuencia de captura incidental de tortugas marinas 
en la pesca de palangre en el Peru
10 11
dos, la tortuga carey tiene los escudos superpuestos y esto, suma-
do al atractivo patrón de coloración que poseen y su durabilidad, 
ha sido la razón principal para que su captura dirigida haya sido 
intensa durante las décadas pasadas (Meylan y Donnelly 1999). 
La tortuga carey tiene una distribución mundial limitada a las zonas 
tropicales debido a su preferencia por aguas calidas y a que habita 
en los arrecifes coralinos, donde se alimenta, preferentemente, de 
esponjas marinas (Meylan 1988), cumpliendo un papel importante 
en la dinámica de los ecosistemas de arrecifes. 
Si bien, algunas agregaciones de hembras anidadoras en el Caribe 
y Océano Atlántico están en proceso de recuperación, la población 
global se está reduciendo. En el Océano Índico y en especial en el 
Océano Pacífico han estado en declive por décadas, y su protec-
ción y recuperación están consideradas como acciones priorita-
rias, sobretodo, en el Pacífico Este donde la información sobre la 
especie es escasa y se desconoce el estado de sus poblaciones 
(Gaos et al. 2006, Seminoff et al. 2003). 
En el Perú, la tortuga carey ha sido reportada por observación de 
sus restos y de especimenes disecados (Hays-Brown y Brown 
1982, ecOceánica datos no publicados) principalmente en la zona 
norte, y en la zona central esta especie ha sido registrada por ob-
servadores a bordo de embarcaciones pesqueras atuneras (CIAT 
2004). Sin embargo, el tamaño - menor a los 50 cm - de los po-
cos caparazones observados sugiere que pertenecen a individuos 
juveniles que estarían usando los hábitats marinos y costeros del 
Perú para desarrollarse y alimentarse. Se presume además, que 
esta especie extiende su rango de distribución hacia el sur cuando 
ocurre el fenómeno del Niño dado que su ámbito preferido son 
aguas tropicales.
Valor destacado: la tortuga carey es, dentro de las especies de 
tortugas marinas reportadas para Perú, la más difícil de observar y 
por tanto es considerada la más rara. Además, como resultado de 
la presión de pesca , para obtener su preciada concha de carey no 
su carne como con las otras especies de tortugas marinas, todas 
las poblaciones de carey en el mundo se encuentran actualmente 
consideradas En Peligro Crítico de Extinción (Mortimer y Donnelly 
2008), por lo que urge su protección. 
• Caretta caretta
Tortuga cabezona o amarilla (foto 8)
Hábitat: Los juveniles principalmente habitan zonas de alimenta-
ción oceánicas así como una proporción de los adultos, aunque 
hábito de anidación, ya que mientras el resto de tortugas marinas 
anida individualmente, esta también gusta de anidar en grupos de 
cientos y hasta miles en lo que se conoce como arribadas. En todo 
el mundo, muy pocas playas son escenario de estas arribadas; dos 
en Costa Rica, una en Panamá, una en Nicaragua, cinco en Méxi-
co, una en Surinam y tres en la India, aunque existen muchas otras 
playas en las que la especie anida individualmente.
Al parecer en la zona norte del Perú podrían estar ocurriendo ani-
damientos de tortugas golfinas ya que existen reportes al respecto, 
no obstante estos eventos serian poco frecuentes (Hays-Brown 
y Brown 1982). Al respecto, en 1982, Hays-Brown y Brown re-
portaron la observación de un nido en Punta Malpelo (Tumbes) y 
en 2002, Manrique et al. (2003) reportaron una nidada de tortuga 
golfina encontrada en una playa también en Tumbes, cuyos tortu-
guillos fueron criados en cautiverio en el Zoocriadero de cocodri-
los de Tumbes, para ser liberados nueve meses después (foto 6). 
Recientemente, dos nuevos nidos han sido encontrados, uno en 
Tumbes y uno Piura (Kelez et al. 2009, Vera et al. 2008) lo que hace 
un total de cuatro nidos registrados en Perú.
En Perú, la especie ha sido reportada por avistamiento directo en 
capturas dirigidas e incidentales (de Paz et al. 2002, Kelez et al. 
2006, Manrique et al. 2006) y por observación de restos (vara-
mientos o caparazones; Kelez et al. 2003b) a lo largo de la costa. 
Al respecto, se sabe que las aguas del mar peruano son usadas 
como corredores migratorios entre las playas de anidación y las 
áreas de alimentación, pero se cree que también albergan áreas 
de alimentación mar afuera. 
Estudios genéticos realizados en Perú (Velez-Zuazo et al. 2006) 
estimaron la diversidad genética y el origen de los individuos de 
tortuga golfina capturados incidentalmente durante faenas de pes-
ca y se determinó que provienen de las poblaciones que anidan en 
México y Costa Rica. 
Valordestacado: aunque se trata de hechos aislados, la tortuga 
golfina es la única especie de tortuga de la cual se tienen registros 
relativamente recientes de nidos en Perú.
• Eretmochelys imbricata
Tortuga carey (foto 7)
Distribución: todos los mares tropicales del mundo.
Descripción: una característica interesante de esta especie es el 
detalle de los escudos de su caparazón. A diferencia del resto de 
especies en la Familia Cheloniidae que tienen los escudos fusiona-
ejemplo, se han observado tortugas verdes en la Bahía de Pa-
racas, Lagunillas y Laguna Grande (Hays-Brown y Brown 1982, 
ecOceánica base de datos). 
Valor destacado: Pese a ser las más frecuente en aguas perua-
nas, la tortuga verde es al parecer la especie que tiene tasas de 
crecimiento menores y la que se demora más años en alcanzar la 
madurez sexual, lo que la convierte en una especie especialmente 
susceptible a amenazas de extinción. 
 
Más aún, estudios a nivel mundial sobre el estado actual de las 
poblaciones de hembras anidadoras de tortugas verdes han en-
contrado que estas han disminuido entre 48% y 67% durante las 
últimas tres generaciones (~100 años). Esta información poblacio-
nal, así como las amenazas que esta tortuga enfrenta la colocan 
en un grave riesgo de extinción, por lo que la UICN y la legislación 
peruana la clasifican como especie “en peligro”.
• Lepidochelys olivacea
Tortuga golfina o pico de loro (foto 4)
Distribución: todos los mares tropicales y subtropicales del mundo, 
sus principales lugares de anidamiento en el Pacífico Este incluyen a 
México y Costa Rica y los de alimentación a la zona de Baja Califor-
nia y Oaxaca en México así como la zona entre Panamá y Colombia, 
aunque Perú también es considerada como zona de alimentación.
Descripción: se caracteriza por la presencia de cuatro o más es-
cudos (placas en el caparazón) vertebrales y de cinco o más es-
cudos costales. En el Perú se han reportado individuos con un 
tamaño promedio de 61,1 cm de largo curvo de caparazón4.
Está cercanamente relacionada con la tortuga kempi (Lepidochelys 
kempii) que habita el Golfo de México. Más aún, se sugiere que 
originalmente fueron una sola especie y que al cerrarse el Istmo 
de Panamá, se separaron para gradualmente diferenciarse en dos 
especies distintas (Bowen et al. 1998). 
En general, la información sobre sus hábitos alimenticios es esca-
sa, aunque se sabe que los crustáceos, gasterópodos y moluscos 
bivalvos representan sus presas más frecuentes (Mortimer 1982, 
Conway 1994, Bjorndal 1997, de Paz et al. 2002). De otro lado, 
estudios sobre la ecología de su alimentación en ambientes pelági-
cos indican que ciertas especies de tunicados5 son las presas más 
comunes (Kopitsky et al. 2004, Polovina et al. 2004).
Uno de los aspectos más interesantes de la tortuga golfina es su La tortuga carey es, dentro de las especies de 
tortugas marinas reportadas para Perú, la más 
difícil de observar y por tanto es considerada 
la más rara.
Debido a la presión por capturas incidentales 
durante actividades de pesca, así como por cap-
turas dirigidas, todas las especies de tortugas 
marinas que habitan el mar peruano son consi-
deradas especies en riesgo, por lo que su caza 
está prohibida por ley.
Foto 8: Juvenil de tortuga cabezona capturado incidentalmente en una embarcación 
pesquera en aguas Peruanas - (ecOceánica)
Foto 7: Carey del Pacifico Este - (I. Yañez / Eastern Pacific Hawksbill Initiative)
4 Número de individuos: 63, rango longitudinal: 42 cm – 78 cm, (ecOceánica datos no publicados).
5 Invertebrados pelágicos
12
se están realizando algunas actividades con la colaboración de las 
comunidades de pescadores para minimizar la captura incidental 
en la pesca con espinel (Mug et al. 2008).
13.2.4 Problemática para las tortugas marinas en 
Pisco
A nivel mundial las amenazas sobre las tortugas marinas son di-
versas, desde la urbanización y erosión de playas de anidación, 
la extracción excesiva de sus huevos para consumo humano y la 
contaminación del mar, hasta la sobreexplotación de los recursos 
de los que se alimenta y su captura incidental y dirigida. 
Por su parte, en la zona de Pisco - donde cinco especies de tor-
tugas marinas se reúnen para alimentarse y desarrollarse - se re-
conoce la pesquería dirigida a tortugas marinas más grande de la 
costa Peruana (Frazier 1979, Hays-Brown y Brown 1982) llevada 
a cabo mediante redes con grandes aberturas que se conocen 
como “redes tortugueras”. Incluso, existen crónicas que sugieren 
que esta pesquería podría tener más de 400 años de existencia 
en la zona y mencionan la captura de gran cantidad de tortugas, 
además de lo apreciados que eran el aceite y carne de tortuga en 
Pisco (Cobo, 1964 en Frazier y Bonavia 2000). 
Lamentablemente, pese a que en 1995 se declaró la total prohibi-
ción a la captura de tortugas, la gran demanda local por la carne 
promueve que estas actividades continúen de manera fortuita en 
Pisco y otras zonas de la costa peruana (de Paz et al. 2002).
generalmente, los adultos habitan bahías someras en las platafor-
mas continentales y también zonas de fondo duro como arrecifes.
Distribución: mares templados de todo el mundo.
Descripción: la característica más saltante de esta especie es el 
gran tamaño de su cabeza. Esta es de color marrón rojizo, igual 
que el caparazón, que posee cinco escudos centrales y cinco late-
rales y tiene a menudo color amarillo brillante.
Aunque en Perú se sospechaba la presencia de esta tortuga (Hays-
Brown y Brown 1982) recién en el año 2002 fue observada y regis-
trada por primera vez (Kelez et al. 2003). La dificultad de observar a 
esta especie se debe a que en Perú habitan únicamente individuos 
juveniles oceánicos por lo que solo pueden ser observados lejos 
de la costa. Estos individuos pertenecen a la población del Pacifi-
co sur cuyas playas de anidamiento se encuentran en Australia y 
Nueva Caledonia (Limpus y Limpus 2003).
Luego de nacer, los tortuguillos nadan mar adentro y al parecer in-
gresan a las corrientes del Pacifico sur que las acercarían a las cos-
tas de Sudamérica. Los tortuguillos estarían creciendo y alimen-
tándose frente a las costas de Perú y el norte de Chile hasta tener 
el tamaño adecuado para cruzar el océano Pacifico de regreso a 
las costas de Australia donde permanecerán el resto de sus vidas. 
Esta historia de vida de las cabezonas es única entre las tortugas 
marinas. Y a pesar de que no se ha podido rastrear ningún indivi-
duo de esta población haciendo el viaje de Australia a Perú o el de 
regreso, los análisis genéticos a individuos capturados en los ma-
res de Perú y Chile han confirmado que pertenecen a la misma po-
blación (Boyle et al. 2009, Velez-Zuazo et al. 2006, Dutton 2004). 
En la zona de Pisco, Paracas las tortugas cabezonas se encuen-
tran alejadas de la costa y han sido registradas en la pesca con 
espinel que captura tiburones así como en la pesca de perico (Ke-
lez et al. 2006, Manrique et al. 2006). El tamaño promedio de estos 
juveniles es de alrededor de 56 cm. 
 
Valor destacado: la población de tortuga cabezona del Pacifico 
sur se encuentra altamente amenazada como lo demuestra la dis-
minución de la población de hembras que anidan en la playas de 
Australia, disminución que ha llegado al 86% en 23 años (Limpus y 
Limpus 2003). Felizmente, ya se han tomado medidas para com-
batir las amenazas a esta población como lo eran la depredación 
de sus huevos por zorros introducidos en las playas y la captura 
incidental durante la pesca de arrastre. En Perú y en Chile también 
!
Existen diversas alternativas que se vienen implemen-
tando en el mundo para reducir las presiones humanas 
sobre las tortugas y, en general para manejar y recu-
perar sus poblaciones. Estas incluyen mecanismos que 
reducen la captura incidental como los dispositivos ex-
cluidores de tortugas (DET) en las prácticas de pesca de 
arrastre, así como la protección de playas de anidación, 
el control de la depredación de los nidos, la reubicaciónde nidos amenazados para su protección y el control 
de la comercialización de huevos durante temporadas 
de arribada a sitios como en Ostional, Costa Rica. Este 
último programa organiza y permite la comercialización 
de huevos depositados por las primeras hembras du-
rante la arribada que de otra manera serían destruidos 
por las hembras que anidan luego. 
Agradecimientos: 
A J. Seminoff por sus aportes al texto
Anexo 1: 
leyes nacionales y acuerdos internacionales que protegen a las 
tortugas marinas en el Perú
Legislación nacional:
• R. M. 103-95-PE : Prohíbe la captura dirigida de todas las espe-
cies de “tortugas marinas”, a partir del 6 de marzo de, 1995
• Decreto Supremo Nº 013-99-AG : Prohíbe la caza, extracción, 
transporte y/o exportación con fines comerciales de especies de 
fauna silvestre no autorizados por el INRENA, a partir del año 
2000. Todas las especies de tortugas marinas fueron incluidas 
en este decreto supremo y categorizadas como en situación vul-
nerable.
• Decreto Supremo N° 026-2001-PE: Establecen que se mantiene 
la prohibición de capturar todas las especies de tortugas marinas.
• Decreto Supremo N° 034-2004-AG: Aprueban categorización de 
especies amenazadas de fauna silvestre y prohíben su caza, cap-
tura, tenencia, transporte o exportación con fines comerciales. En 
este decreto se categoriza a Dermochelys coriacea como “En Peli-
gro Critico”, y a las otras 4 especies como “En Peligro”.
• Ley sobre la Conservación y Aprovechamiento Sostenible de la 
Diversidad Biológica (Ley N° 26839)
• Ley Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recur-
sos Naturales (Ley N° 26821)
• Estrategia Nacional de la Diversidad Biológica del Perú (DS N° 
102-2001-PCM)
Acuerdos internacionales:
• Convención Interamericana para la Protección y Conservación de 
las Tortugas Marinas en 1997, ratificada en 1999 (DS N° 050-99-RE)
• Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amena-
zadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES)
• Convención de Especies Migratorias de Animales Silvestres o 
Convención de Bonn (CMS)
• Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)
• Protocolo para la Conservación y Administración de las Áreas 
Marinas y Costeras Protegidas del Pacifico sudeste
• Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar 
(UNCLOS)
• Código de Conducta para la Pesca Responsable
Anexo 2: 
tamaños de tortugas verdes capturadas en la zona de Pisco
Anexo 3: 
especies de algas marinas identificadas como alimento de 
tortugas verdes en la zona de Pisco (datos de Hays-Brown 
y Brown 1982, Frazier 1979, de Paz et al. 2002, Kelez et al. 
2004)
Mínimo Máximo Promedio Referencia
38.5 80 61.3 51
n
de Paz et al. 200247
48.2
85
78.5
63.3
63.0
59
32 Manrique et al. 2004
ecOceánica 
base de datos
Largo recto 
de caparazón (cm.)
Agardhiella tenera Gigartinales
Bryopsis sp. Chlorophyceae
Cladophora sp. Ulvophyceae
Gigartina tuberculosa Rhodophyceae
Gracilariopsis lemaneiformis Rhodophyceae
Grateloupia doryphora Rhodophyceae
Macrocystis pyrifera Phaeophyceae
Porfira columbina Bangiophyceae
Prionitis decipiens Florideophyceae
Pterosiphonia dendroidea Florideophyceae
Rhodymenia sp. Florideophyceae
Ulva costata Ulvales
Especies de algas Clase
14 15
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tal:105.
18
Las tortugas marinas cumplen un importante 
rol como reguladores del equilibrio en los eco-
sistemas marinos. Por ejemplo, la interacción 
de las tortugas con sus áreas de alimentación 
regula el crecimiento y abundancia de otros 
organismos asociados a estos ecosistemas 
como pasto marino y esponjas (Jackson 2001).
Foto 9: Tortuga verde nadando - (E. Benavides). 
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