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27 ANATOMÍA DEL OJO HIPERMÉTROPE El ojo hipermétrope es generalmente más pe- queño que el ojo emétrope. La longitud de su eje antero-posterior suele ser menor, aunque normal- mente cuando los defectos son leves y moderados, su valor se encuentra dentro del rango emétrope (22,3 mm a 26 mm). En casos de hipermetropías altas, los valores de longitud axial suelen ser infe- riores a 22,3 mm (1). El diámetro corneal así como su curvatura pue- den estar reducidos, mientras que la curvatura de la esclera es mayor que en el ojo emétrope. Con respecto al cristalino, éste varía poco en tamaño con respecto al ojo emétrope y por tanto, debido a su longitud axial reducida, la cámara anterior sue- le ser más estrecha. En cuanto al fondo de ojo, la mácula se sitúa más lejos del nervio óptico, lo que crea un ángulo alfa positivo y puede confundirse con un caso de exotropia. La papila es aparente- mente pequeña, no presenta excavación y las fibras y vasos discurren apretados, dando una imagen de pseudoedema de papila por la borrosidad de los bordes. No existe una definición concreta de «ojo corto» pues existen múltiples situaciones que resultan de la combinación de la longitud axial (AXL) del ojo y del tamaño de su segmento anterior. Así pues, en- CAPÍTULO 2 Anatomía y fisiología de la hipermetropía Andrea Llovet Rausell, Fabián Farías, Guillem Alonso Egea, Gloria Olavarri González SECCIÓN 1. GENERALIDADES contramos las siguientes situaciones clínicas (ta- bla 1) (2): 1. AXL <22,3 mm: Con segmento anterior pe- queño: ojo pequeño y nanoftalmos. a) Con segmento anterior normal: hipermetro- pía axial. b) Con segmento anterior grande: megalocór- nea e hipermetropía axial. 2. AXL de 22,3-26 mm: Con segmento anterior pequeño: microcórnea: a) Con segmento anterior normal: ojo normal. b) Con segmento anterior grande: hipermetropía axial. 3. AXL >26 mm: Con segmento anterior peque- ño: microcórnea y miopía axial: a) Con segmento anterior normal: miopía axial. b) Con segmento anterior grande: buftalmos y ojo grande. FISIOLOGÍA DE LA HIPERMETROPÍA La hipermetropía es una ametropía esférica en la que los rayos de luz paralelos procedentes de un objeto distante, focalizan por detrás de la retina en ausencia de acomodación. Al no converger en la retina, se forman círculos de difusión a este nivel que ocasionan una imagen borrosa (3). Tabla 1. Clasificación de los ojos según su longitud axial y cámara anterior SEGMENTO ANTERIOR LONGITUD AXIAL CORTA (<22,3 mm) MEDIA (22,3-26 mm) LARGA (26 mm) PEQUEÑO Ojo pequeño Nanoftalmos Microcórnea Microcórnea + miopía axial NORMAL Hipermetropía axial Normal Miopía axial GRANDE Megalocórnea + Hipermetropía axial Hipermetropía axial Ojo grande Buftalmos Megalocórnea + miopía axial Capítulo 2. Anatomía y fisiología de la hipermetropía 28 En estos ojos, los rayos procedentes de un pun- to de la retina emergen del ojo de forma divergente, por lo que el punto remoto (punto conjugado de la fóvea en el ojo no acomodado) será virtual y estará localizado por detrás de la retina (fig. 1). A pesar de que el ojo hipermétrope sólo puede enfocar sobre la retina la luz que llega con cierta convergencia, algunos sujetos consiguen aumentar el poder de convergencia mediante un esfuerzo aco- modativo pudiendo ver los objetos de forma nítida. El ojo tiene dos estructuras transparentes con poder óptico: la córnea y el cristalino. La córnea, lente de mayor poder óptico del ojo, tiene un pro- medio de 43 dioptrías (D) mientras que el cristalino tiene alrededor de 19 D en estado de reposo, pu- diendo alcanzar las 33 D gracias al aumento de su curvatura durante la acomodación. Ambas estruc- turas actúan como lentes convergentes permitien- do que los rayos de luz procedentes de los objetos distantes focalicen en la retina. Por otro lado, la longitud axial o eje antero-posterior del ojo, distan- cia que va desde la córnea hasta la retina, también influirá en la localización del foco imagen. Así pues, como ya se comentó en el capítulo an- terior, en este tipo de ametropía intervienen cuatro factores: a) La curvatura de la córnea o del cristalino. b) La longitud axial o eje antero-posterior del ojo. c) La distancia del cristalino a la retina. d) El índice de refracción de los medios refrin- gentes oculares. Los diferentes tipos de hipermetropía se esta- blecen según el factor causal predominante, esta- bleciéndose así una clasificación estructural, re- fractiva y relacionada con la acomodación. Desde el punto de vista estructural distingui- mos: la hipermetropía axial, de curvatura y de índi- ce (fig. 2). La hipermetropía axial. Es la más frecuente y se caracteriza por una longitud antero-posterior anormalmente corta. En el ojo emétrope, los valo- res de longitud axial varían desde 22,3 mm hasta 26 mm, siendo el valor medio de 24,2 ± 0,85 mm. En las hipermetropías bajas y moderadas, la longi- tud axial está, salvo excepciones, dentro del rango emétrope aunque más cerca del extremo inferior. En hipermetropías altas, la longitud axial suele ser menor de 22,3 mm, mientras que valores inferio- res a 20 mm se han descrito en casos de microf- talmos (4). La hipermetropía de curvatura es aquella que se produce por una disminución de la curvatura de las superficies refractivas. Esto es debido a un ra- dio de curvatura excesivo de la córnea o del crista- lino, donde cada milímetro equivale a 6 dioptrías de hipermetropía. Este tipo de hipermetropía se suele asociar a alteraciones oculares congénitas o adquiridas independientes de las ametropías con- vencionales. Entre ellas, destaca la microftalmía que puede provocar una hipermetropía alta con valores queratométricos de hasta +15 a +20 D. Otras situaciones en las que se produce un aplana- miento excesivo de la córnea son la esclerocórnea y el acortamiento patológico del globo ocular por compresión del polo posterior secundario a tumo- res orbitarios o procesos inflamatorios. La coroido- patía serosa central puede llegar a provocar +2 D de hipermetropía. La hipermetropía de índice es debida a una dis- minución del índice de refracción del cristalino que Figura 2. Comparación entre ojo emétrope, ojo con hiperme- tropía refractiva y ojo con hipermetropía axial. Figura 1. Rayos de luz convergentes en la retina en el ojo emétrope (línea roja) y proyección virtual de los rayos emer- gentes de la retina que convergen en un punto remoto vir- tual en el ojo hipermétrope (línea azul discontinua). F: foco imagen. PR: punto remoto. Capítulo 2. Anatomía y fisiología de la hipermetropía 29 se produce de forma fisiológica con la edad y tam- bién en pacientes diabéticos. El caso extremo es la ausencia del cristalino (1,5). En algunos casos, la hipermetropía puede pre- sentarse de forma repentina. Esto ocurre cuando se produce un acortamiento axial del globo ocular en casos de desprendimiento de retina, engrosa- miento de la coroides, o por un proceso expansivo retrobulbar; una disminución del índice de refrac- ción del cristalino (ej. cataratas), una luxación del cristalino o una disminución de la curvatura corneal secundaria a cirugía o cicatrices corneales. La hipermetropía también puede clasificarse según el estado de la acomodación, siendo la hipermetropía facultativa aquella que puede ser compensada por la acomodación o con lentes co- rrectoras y la hipermetropía absoluta aquella que únicamente se compensa con lentes. A la combi- nación de ambas se le conoce como hipermetropía manifiesta (fig. 3). Por último, la hipermetropía puede clasificarse según el resultado de la refracción. La hipermetro- pía manifiesta viene determinada por la refracción no ciclopléjica, mientras que la hipermetropía laten- te, donde el defecto es compensado por la acción del músculo ciliar, sólo se pone de manifiesto tras la relajación del éste con ciclopléjicos. La magnitud de la hipermetropía es la suma de la hipermetropía manifiesta y latente (6,7). FISIOLOGÍA DE LA ACOMODACIÓNY DE LA SINTOMATOLOGÍA Como se ha descrito con anterioridad, en el ojo emétrope, los rayos de luz procedentes de un ob- jeto situado en el infinito, entran de forma paralela en el ojo y convergen en un punto focal de la reti- na. El infinito teórico está establecido a 6 metros o más. Al situar un objeto a una distancia inferior a 6 metros, los rayos de luz focalizarán por detrás de la retina ocasionando una pérdida de nitidez. Para evitar que esto ocurra, el cristalino, gracias a su gran elasticidad y con ayuda de la contracción del músculo ciliar, es capaz de aumentar su curvatura y con ello su capacidad de convergencia, devolviendo el foco a la retina. Este proceso se conoce como acomodación. Al contraerse el músculo ciliar, la zónula, estruc- tura formada por ligamentos que anclan la zona ecuatorial del cristalino a los procesos ciliares, se distiende y produce el abombamiento del cristali- no (fig. 4). Se trata de un proceso reflejo mediado por el sistema parasimpático que va disminuyendo de forma fisiológica y progresiva con la edad. La pérdida de la capacidad de acomodación, que co- mienza alrededor de los 45 años, se conoce como presbicia. Los defectos hipermetrópicos leves pueden ser compensados completamente con la acomodación. No obstante, en algunos sujetos o si el esfuerzo se mantiene durante un periodo de tiempo largo, puede ser insuficiente o se puede aparecer una as- tenopía acomodativa, que se manifiesta con sínto- mas como fatiga visual, visión borrosa, congestión ocular o cefalea (8). En otros sujetos, la agudeza visual (AV) se re- duce monocularmente cuando el defecto hiperme- trópico es mayor en uno de los ojos, pues la aco- modación sólo llegará a compensar uno de ellos, generalmente el de menor defecto. Si existiera una anisometropía importante, aparecería con gran pro- babilidad una ambliopía asociada. Las anisome- tropías hipermetrópicas suelen desencadenar un estrabismo convergente, ya que la acomodación Figura 3. Clasificación clínica de la hipermetropía. Figura 4. Mecanismo de acomodación (arriba: enfoque le- jano; abajo: enfoque cercano por abombamiento del cris- talino). Capítulo 2. Anatomía y fisiología de la hipermetropía 30 mantenida viene acompañada de un exceso de con- vergencia (9,10). Varios estudios afirman que por encima de +3 D de hipermetropía, la incidencia de ambliopía y estrabismo aumenta de forma significa- tiva con respecto a la población normal. (11) COMPLICACIONES RELACIONADAS A LA HIPERMETROPÍA Por último, la configuración anatómica del seg- mento anterior en los ojos hipermétropes los hace susceptibles a ciertas patologías como el glauco- ma por cierre angular. El ojo hipermétrope es ge- neralmente más corto, su córnea más pequeña, la cámara anterior más estrecha y la curvatura escle- ral mayor que en un ojo emétrope, lo que hará que en situaciones que provoquen una midriasis media (iluminación escasa, decúbito supino, fármacos pa- rasimpáticolíticos –antidepresivos, atropina– o sim- paticomiméticos alfa 1) se pueda desencadenar un ataque agudo de glaucoma (12). De forma general, se consideran complicaciones derivadas de la hipermetropía la ambliopía, el estra- bismo, el cierre angular o la efusión uveal (asociado al nanoftalmos) (13,14). BIBLIOGRAFÍA 1. Cárceles JA, Montoya MV, Salinas EM, Verdú AJ. Defectos de Refracción. En: Solans T, García J, Cárceles JA, Martí- nez A, Rodríguez JV, Martín E, Lalaurie F. Refracción y Baja Visión. Madrid: Sociedad Española de Oftalmología; 2003: 49-54. 2. Mendicute J, Bidaguren A, Sáez de Arregui S. Ojo corto. En: Lorente R, Mendicute J. Cirugía del cristalino. Madrid: Socie- dad Española de Oftalmología; 2008: 875-901. 3. Puell MC. Óptica fisiológica. El sistema óptico del ojo y la vi- sión binocular. Madrid: Universidad Complutense de Madrid. ISBN (Versión Digital): 1-4135-6363-5. 4. Sorsby A. Biology of the Eye as an Optical System. En: Dua- ne’s: Clinical Ophthalmology. Filadelfia (EEUU): Lippincott 1995; I (capítulo 34): 1-17. 5. Gil-Gibernau, J. Córnea e iris. En: Gil-Gibernau JJ. 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