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Ficha de San Agustin

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Historia del Cristianismo	Autor de la ficha: __Ester Mareco__
FICHA PARA PERSONAJES
Nombre de personaje: ____Agustín de Hipona_____	Época o siglo: ___año 354_____
Biografía
	Agustín de Hipona o Aurelio Agustín de Hipona, ​ conocido también como san Agustín, ​ fue un escritor, teólogo y filósofo cristiano. Después de su conversión, fue obispo de Hipona, al norte de África y dirigió una serie de luchas contra las herejías de los maniqueos, los donatistas y el pelagianismo.
Nacimiento: 13 de noviembre de 354 d.C., Tagaste
Fallecimiento: 28 de agosto de 430 d.C., Hippo Regius, Annaba, Argelia
Influenciado por: Platón, Aristóteles, Mónica de Hipona, Sócrates, Pablo de Tarso, Ambrosio de Milán, Más
Hijos: Adeodato
Padres: Mónica de Hipona, Patricius Aurelius
Problemas doctrinales, morales o personales que enfrentó en la Iglesia de su tiempo
	San Agustín encontró la causa del Mal en el uso incorrecto por parte del hombre de su libertad. El mal se explica por nuestra condición de criaturas, somos limitados, no somos el Ser con mayúscula que es Dios. El hombre es libre y puede hacer el bien o el mal pero tiene una sola alma y una sola voluntad y uno solo es el principio de todas las cosas: Dios y todo lo creado por él es bueno. El Mal, por tanto, también para San Agustín, es ausencia de bien.
	El hombre. En su visión del hombre, Agustín adopta un dualismo platónico. Por supuesto, rechaza la preexistencia del alma, la pluralidad de almas en el hombre y que la unión con el cuerpo sea consecuencia de un pecado anterior. Como consecuencia del pecado original, el alma, que está hecha para dirigirse hacia Dios, se vuelve hacia la materia y termina siendo prisionera del cuerpo, dominada por la ignorancia y los malos deseos. El hombre no ha perdido nunca el libre albedrío pero, como consecuencia del pecado original, no puede dejar de pecar. Por ello, la auténtica libertad, que consiste en hacer el bien, ya no está en manos del hombre. Por eso, la humanidad está abocada a la condenación y sólo se salvan aquellos predestinados que reciben la gracia de Dios. El alma sólo puede ser liberada, por tanto, por la gracia de Dios. Ésta es la doctrina que Agustín mantiene frente al pelagianismo que defendía que la voluntad nunca perdió el poder de hacer el bien y que no tiene, por tanto, una necesidad absoluta de la gracia de Cristo para conseguir la salvación.
	El pensamiento de San Agustín de Hipona tendió un puente entre el mundo clásico y el mundo medieval, además de sentar las bases de la filosofía y Del cuerpo doctrinal cristiano, lo que le hizo valer el sobrenombre de Doctor de la Iglesia.
Énfasis o enseñanza doctrinal con argumentos
	Agustín enseña que la felicidad radica en el proceso de tomar con alegría lo que la vida nos proporciona. El camino a la felicidad está en Dios. Ofrece el apartado 12 de la obra Sobre el Libre Albedrío a explicar la existencia de una verdad fuera de nuestra inteligencia y Superior a ella.
	La actitud filosófica de San Agustín, para Agustín es fundamental explicar la relación entre el alma humana y Dios y será en esta dialéctica que la fe y la razón se harán aliadas y se constituirán en instrumentos complementarios para encontrar la verdad.
Valoración 
	Es un de admiración y respeto pues demostró lo fundamental que es la relación entre el alma humana y Dios. 
Aportes que perduran hasta nuestros días
	Los textos de San Agustín con los que contamos en la actualidad son escritos pertenecientes a su época de converso. Por tanto, las doctrinas que abundan en esos escritos tienen que ver, sobre todo, con su intento de entender y articular las verdades que encontraba en la doctrina cristiana y en las Sagradas Escrituras. En este contexto, el telón de fondo intelectual, perfil y circunstancias de San Agustín contrastan con las de los filósofos de su época.
	Fue en los meses de invierno de los años 386 y 387 en los que San Agustín pasó un periodo de conversación y contemplación con sus allegados. En ese periodo, Agustín escribió Contra académicos, De beata vita, De ordine y Soliloquia, textos que definirían su filosofía cristiana. Después de su bautismo, San Agustín escribió dos tratados sobre el alma, a saber, De immortalitate animae y De quantitate animae, y De libero arbitrio. Entre el 388 y 391, se escribieron los libros De magistro, De vera religione, Enarratione in Psalmos, De sermone Domini in monte y De doctrina christiana. Después de su ordenación episcopal como obispo de Hipona, Agustín escribió sus célebres Confesiones, narrativa de su vida en la cual comienzan a aventurarse los principales tópicos que serán piedra angular de sus tres obras culmen: De Genesi ad litteram, De Trinitate y De civitate Dei.
Fuentes
(s.f.). Obtenido de https://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_de_Hipona

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