Logo Studenta

Etica_comunicativa

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

PARED, Gustavo R. 4
		D.N.I. N° 22.321.767
		Prof. de Historia
En el proceso de la comunicación, intervienen factores elementales para que ella sea efectiva: Emisor Mensaje Receptor. Este esquema brinda una pauta general de lo que es la comunicación de una manera abstracta, sin embargo, si se pretende ahondar sobre la importancia que tiene esta, será necesario abordar estos factores que intervienen en el proceso de manera activa.
¿De qué manera actúan estos factores en la praxis comunicativa? Las personas (aquel que comunica y el que actúa de interlocutor), tendrán su carga subjetiva (propia de todo ser humano) en cuanto a sus aspiraciones, visiones, valores, roles sociales, vinculaciones políticas (ideología) etc. Por otro lado estará lo que se desea comunicar y en ella no solo estará presente el discurso/argumento sino también la intencionalidad. Finalmente, el/las persona/as depositarias del mensaje que voluntariamente acceden a participar de este proceso.
Ahora bien, será necesario que se cumplan ciertas condiciones mínimas para la efectividad en la comunicación: compartir un ethos cultural (condición elemental), el lenguaje coherente (ser claro en lo que se quiere decir), reciprocidad (para que exista comunicación es necesario una retroalimentación, un ida y vuelta entre los actores que intervienen), empatía (si el objetivo es consensuar).
Pero, ¿qué pasa cuando surgen conflictos de intereses o crisis de valores? ¿La comunicación es efectiva para resolverlos? Y de ser positiva la respuesta, ¿qué cuestiones hay que tener en cuenta para que aquello ocurra? Para responder a estos interrogantes será necesario analizar el proceso comunicativo desde una perspectiva moral y ética, sobre todo ética, ya que este es un fenómeno indesligable de la vida del hombre, pues el ser humano enfrenta el reto permanente de decidir cómo desea vivir, implicando esto la exigencia de construir un ethos (forma de vida) a partir de aquello que considera bueno, ya que escoger lo bueno es una aspiración común. La ética estimula al hombre a ser reflexivo, práctico y sobre todo las cosas, lo orienta a la acción, y a propósito de esto último la ética comunicativa que propone Guillermo Hoyos Vázquez[footnoteRef:1] (partiendo de lo expuesto por J. Habermas) juega un rol fundamental para la resolución de conflictos (particularmente en la órbita educativa, materia que nos ocupa en la cátedra) a partir de ciertos aportes. En la ética comunicativa intervienen las relaciones que se plantean entre ética y política en la que la educación no es ajena a este fenómeno. [1: “Ética comunicativa y educación para la democracia”. En Revista Iberoamericana de Educación N°7- Enero Abril 1995, Educación y Democracia. ] 
A)
Partiendo de la propuesta de revalorizar la capacidad comunicativa (inherente) del hombre, este tiene el derecho (y el deber) de participar siempre en todas las discusiones que tengan como eje central las deliberaciones de normas que son de su incumbencia o le interesen, en el cual estará presente el proceso de consensos (y disensos) basados en el discurso argumentativo, en la que se tendrá en cuanta además el carácter situacional de las normas que se acuerden (normas de acción). Este proceso necesariamente deberá darse dentro de un marco colectivo, plural: “…se trata de un reconocimiento del otro, del derecho a la diferencia, de la perspectiva de las opiniones personales y de cada punto de vista. Es un momento de apertura de la comunicación a otras culturas, formas de vida y puntos de vista, para apropiarse del contexto propio en el cual cobra sentido cada perspectiva y cada opinión”[footnoteRef:2] [2: Op. Cit. 1] 
 Sin embargo, ante igual problemática a veces existe intereses contra puestos…donde la solución que se intenta encontrar no es de la satisfacción de todos, es por ello que será necesario aquel que comunica manifieste una actitud hermenéutica. Este a partir de su discurso brindara argumentos para convencer al otro, no con la intencionalidad de imponer su punto de vista, sino por el contrario generando una especie de empatía (alianza) con el interlocutor para hacer frente al problema y acordar la mejor solución posible. Este acuerdo al que se llega, no se vincula con ninguna de las posiciones de aquellos que participan, por el contrario, es una construcción colectiva a partir del intercambio de argumentos individuales. Para enfatizar esta idea Guillermo Hoyos Vázquez expresa: “Una característica fundamental de la sociedad civil es su conformación prioritariamente pluralista…comprometidos con una forma de vida social más solidaria, más respetuosa de la autonomía y más propicia para el desarrollo auténtico de los diversos grupos sociales, respetando la heterogeneidad y la diferencia”. 
Como se mencionó anteriormente, el derecho a participar debe ser de todos poniendo el acento en el aspecto democrático de la misma (democracia participativa), ya que en el proceso comunicativo, en una situación de dialogo entre los interlocutores podrá ocurrir que no se pongan de acuerdo y ante esta situación planteada será necesario realizar un cuarto intermedio para luego seguir elaborando, buscando argumentos colectivos que reflejen los intereses y los puntos de vistas, en el que el lenguaje “ nos sirve para contextualizar nuestras opiniones, pero también nos sirve para defenderlas o cambiarlas con base en los mejores argumentos…los participantes en la acción comunicativa pretenden que las proposiciones enunciadas sean verdaderas en un mundo objetivo, en el cual la acción del hombre es pragmática”[footnoteRef:3] [3: Op. Cit. 1] 
Ahora bien, en la ética comunicativa, el principio de jerarquía está ausente, pues la misma aspira a que (de manera casi espontánea si se quiere) el equilibrio entre las partes tenga un protagonismo insoslayable, y esto se traduce en la condición de simetría en las posiciones de poder, en la igualdad de oportunidades para la participación. Para Maliandri las desigualdades de origen precisan resolverse mediante el principio de “equidad discursiva”, y enfatiza Hoyos al decir que “…si el principio puente es la comunicación, esta debe partir del uso contextualizador del lenguaje…para intentar dar razones y motivos. Esta debe orientarse a solucionar conflictos y a consolidar propuestas con base en acuerdos sobre mínimos que nos lleven por convicción a lo correcto, a lo justo, lo equitativo”, y la fuerza argumentativa buscara llevar acuerdos “con base en las mejores razones” puesto que “la actividad argumentativa en moral es en sí misma normativa, lo que indica que en moral el principio comunicativo y dialogal es fundacional”. 
Retomando la idea de la praxis democrática, Hoyos propone desde el punto de vista del proceso retórico, algunas pautas que deberán estar presentes de manera insoslayable, a saber:
a) Todo sujeto capaz de hablar y de actuar puede participar en la discusión.
b) Todos pueden cuestionar cualquier afirmación, introducir nuevos puntos de vista y manifestar sus deseos y necesidades. 
c) A ningún participante puede impedírsele el uso de sus derechos reconocidos en a) y en b). 
Dado que las propuestas de la ética comunicativa no garantizan la ausencia de asimetrías en la relación entre consenso y disenso propone la siguiente alternativa: el discurso debe estar asociado a argumentos revisables en las condiciones de una equitativa oportunidad de revisión y debe procurar al máximo beneficio de los participantes menos aventajados en la discusión, ya que “la relación entre consenso y disenso debe ser pensada y desarrollada social y políticamente con especial cuidado…la relación y complementariedad de las dos posiciones pone en movimiento la argumentación moral. Todo consenso debe dejar necesariamente lugares de disenso y todo disenso debe significar posibilidad de buscar diferencias y nuevos caminos para aquellos acuerdos que se consideren necesarios…”[footnoteRef:4] la dialéctica que se produce entre ambos brinda la posibilidad para buscar solucionescompartidas y a la vez que nos indican aquellas situaciones que requieran de revisión y nuevo tratamiento. [4: Op. Cit.1] 
La ética comunicativa con relación a los procesos educativos tendrá una dimensión superlativa al abordarla desde dos perspectivas: quienes pretenden seguir enseñando e inculcando normas y quienes eligen por no interferir en la formación del otro (moldearlos de acuerdo a… vs. formar personas de derecho), y para que la segunda perspectiva tenga mayor influjo será necesario fomentar “ una educación comprensiva, reflexiva y dialogal en valores, prepara mejor no sólo por sus contenidos sino sobre todo por sus procedimientos comunicativos para una sociedad civil que aspira a ir superando el autoritarismo, la intolerancia y la frivolidad, gracias a un mayor compromiso y a mas pluralismo en la participación política y en las realizaciones de una democracia, cuya eticidad signifique más justicia, mas equidad y mayor solidaridad”.[footnoteRef:5] [5: Op. Cit.1] 
B) 
Con escaso margen de error, se puede afirmar que los diferentes postulados éticos analizados a lo largo del cursado de la cátedra comparten más aproximaciones y menos divergencias, podría decirse que están atravesados unos por otros, si se quiere. Para comprender mejor esta afirmación se elaboró el siguiente cuadro. 
	Ética de la autonomía
	Ética de la Justicia
	Ética Utilitarista 
	Ética del Cuidado
	Ética Comunicativa
	Impulsada por Inmanuel Kant, pone su interés en el obrar del sujeto individual y en la relación de este con la moral en general. Es autónoma porque fija como ente regulador del mismo a la RAZON del sujeto en particular y su voluntad de perseguir fines universalmente válidos y buenos. Basa sus formulaciones tanto en el imperativo categórico como la asunción de las máximas universales del deber impuestas desde la reflexión particular. 
	Tiene como a la primera virtud en las instituciones sociales a la JUSTICIA. Por lo tanto, los principios directrices que van a guiar a la estructura básica de la sociedad, son que las personas libres y racionales aceptarían en una posición inicial de igualdad. Estos principios proporcionan un modo para signar derechos y deberes de cada integrante de la misma, de tal manera que, cada integrante de la sociedad acepta y sabe que los demás aceptan los mismos principios de justicia; y que las instituciones sociales básicas satisfacen estos principios y se saben que generalmente los hacen.
	Parte de lo que se denomina principio de mayor felicidad, en donde existen acciones correctas (que promueven la felicidad) e incorrectas (las que producen lo contrario a la felicidad). Esta ética es de carácter consensualista, es decir que se basa en lo que se lograra a futuro, en sus consecuencias. El mejor placer, es decir el placer máximo, constituye la meta del vivir humano y confiere sentido a los demás placeres, a los sufrimientos y dolores, a los sacrificios momentáneos. 
	Es una teoría filosófica (moralista-universalista) que se orienta (como bien lo dice su nombre) al cuidado del otro. También se puede decir que la ética del cuidado, esta relegada a la esfera del ámbito doméstico, es decir, a la esfera privada, vinculada más que nada al género femenino. Sin embargo, esta ética no es privativa de la mujer, ya que todos la poseemos, y a partir de algunas críticas se ha logrado demostrar que la idea que la ética del cuidado se desarrolle más en la mujer, es producto de la construcción social.
	Aspira a la resolución de conflictos mediante el dialogo.
Revaloriza la capacidad comunicativa (inherente) del hombre.
Este proceso necesariamente deberá darse dentro de un marco colectivo, plural.
El principio de jerarquía está ausente, aspira a que el equilibrio entre las partes tenga un protagonismo insoslayable.
 Se orienta a solucionar conflictos y a consolidar propuestas con base en acuerdos sobre mínimos que nos lleven por convicción a lo correcto, a lo justo, lo equitativo.
 
C)
Caso trabajado en la guía 2: 
En una escuela de la ciudad de Corrientes se produjo el siguiente hecho éticamente conflictivo:
La profesora Marta Aguirre del 3° año del polimodal a fin de año a la hora de evaluar el rendimiento académico del alumno Juan, llega a la conclusión que debe calificarlo con una baja nota, desaprobándolo.
Juan Esquivel, un alumno de nivel socioeconómico bajo, con problemas de conducta (falta de modales, agresiones hacia sus compañeros y falta de respeto a sus profesores) y escaso interés por el estudio, al punto que no solo había desaprobado ésta materia.
Cuando la profesora presenta su planilla a la dirección con la desaprobación de Juan, la directora la llama y le plantea la siguiente cuestión: que Juan no podía desaprobar, ya que ello implicaría la pérdida del número de alumnos mínimos para que el curso (3° del polimodal) de la institución permanezca abierto. Esto le pareció a Marta, en un primer momento, inconcebible, ya que iba en contra de todos sus principios éticos personales y quebrantaba la ética profesional dela docencia. Pero una vez que Marta pudo controlar sus ánimos y salir de la indignación que le había provocado el pedido de la directora, pudo comprender el porqué de dicha solicitud y entender que si Juan no aprobaba, ella junto con todos sus colegas de ese año quedarían sin trabajo, ya que el curso no se abriría el año próximo. A Marta se le hicieron presente los rostros de ciertos colegas a los que apreciaba y conocía las dificultades económicas por las que atravesaban para proveer el sustento a sus familias. Dichas dificultades se acrecentarían al perder esas horas.
El conflicto ético de Marta es el siguiente:
· Desaprobar a Juan respetando su forma de pensar y su ética profesional.
· Aprobar a Juan para no perder su trabajo y los de sus colegas.
Si bien los postulados éticos trabajados en la cátedra tuvieron su génesis en diferentes momentos de la historia no por ello pierden su vigencia pragmática a la hora de enfrentarse a los dilemas que diariamente nos impone la vida cotidiana, y cobran singular significado en el ámbito laboral (en este caso, en el ámbito educativo). ¿Por qué?, sería quizás la pregunta, porque en el devenir del quehacer profesional constantemente uno debe enfrentarse con situaciones conflictiva que demandan posicionarse desde un lugar de acuerdo a su visión de la realidad en la que está inmerso. Es por ello que la adecuación, ventajas y/o desventajas de las distintas concepciones éticas, tendrán sus limitaciones de acuerdo a cada situación en particular. Y con respecto a la situación conflictiva que se enuncia más arriba, es aplicable en la praxis cualquiera (o todas) de las éticas trabajadas, ya que todas nos proponen realizar un alto y reflexionar sobre cuestiones importantes que tienen que ver con el ser humano, sobre todo con el otro. Más aun en los momentos actuales en que se vive donde la relativización de todos los aspectos de la vida en general se manifiesta de una manera virulenta, donde no se piensa al ser humano como sujeto sino más bien como objeto. Y en este escenario la ETICA (a secas, abandonando la teoría) deberá ser practicada si se pretende construir una sociedad donde los imperativos categóricos sean: Respeto por el otro, solidaridad, justicia y equidad.

Continuar navegando

Contenido elegido para ti