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3 Extraordinario Los meses Si tibi videtur quod multa scis, et satis bene inteligis, scito tamen qui sunt multo plura quae nescis… Kempi Los propósitos, de enero; el amor a rabiar, de febrero; las lores, de marzo; los festejos infan- tiles, de abril; el regalo para mamá, en mayo; las graduaciones, en junio; el verano, de ju- lio; el inicio de clases, de agosto; nuestro pa- triotismo, en septiembre; las hermosas lunas, de octubre; recordar a seres queridos, en no- viembre; y, por supuesto, despedir el año que se va con una hermosa sonrisa… Todo un año, doce meses…, pero ¿y sus nombres? Les comentaré un poco de su historia. Antes debo decir que la palabra mes pro- viene del latín mensis, y éste, a su vez, del grie- go mene (luna), ya que el calendario utilizado anteriormente era el lunar, en el cual cada mes tenía 28 días. Comenzaremos con marzo; éste era el pri- mer mes del calendario romano y fue nom- brado así en honor a Marte, dios de la guerra; abril, en el calendario de Rémulo (fundador de Roma junto con Remo), era el que abría el año laboral, su nombre deriva del verbo aprile que signiica abrir. Mayo debe su nombre a Maia, la diosa ro- mana de la primavera y los cultivos. Las cele- braciones en honor a Flora, la diosa romana de las lores, alcanzaba su punto culminante el primero de mayo. Para el mes de junio existen varias versio- nes, algunos indican que fue llamado así por Juno, la diosa del matrimonio, también se ha- bla de que adoptó su nombre por iuneres que signiica jóvenes, esto en oposición al mes de mayo, ya que se piensa que también pudo to- marlo por maiores (mayores). Julio, llamado en el calendario primitivo quintilis, por ser el mes quinto, luego al morir el emperador romano Julio César, tomó su nom- bre actual por ser el mes de su nacimiento. Agosto originalmente se llamaba sextilis, después fue llamado así por el primer y qui- zá más importante emperador de Roma, Cé- sar Augusto, quien al saber que agosto tenía más días que julio decidió hacer un reaco- mode e hizo los dos meses de 31 días, para mostrar que no se sentía más ni menos que su antecesor. Septiembre tomó su nombre de septem (sie- te), que si seguimos la sucesión del calendario Por: Betsy Fabiola Castillo Ríos* Dios Marte, dio pie al nombre del tercer mes. il u s tr a c io n e s : Iv o n n e B u e n ro s tr o 4 romano primitivo, podemos darnos cuenta de que ocupaba ese sitio, el mes número sie- te; pasó al castellano con el mismo nombre o como setiembre, que es considerado por la Real Academia Española como correcto. Durante los ocho años del emperador Ri- veritum, octubre era llamado octo que en la- tín equivale a decir ocho, claro, por ser el mes octavo del calendario romano; lo mismo pasa con noviembre, que su nombre deriva de no- vem (nueve), y diciembre, december (décimo). El periodo de invierno era ignorado, por no tener actividades agrícolas ni religiosas. Luego Numa Pompilio, sucesor de Rómulo, decidió aumentar dos meses inales al año para com- pletar el calendario lunar: enero por el dios Juno, del latín janus, que tenía signiicado de espíritu de las puertas, del principio, y el inal; y febrero, de februa (festival de puriicación), este mes era utilizado justo para eso, para pu- riicarse y comenzar el año en el mes de mar- zo llenos de nueva energía. Sin embargo, en el siglo II a.C. las necesidades gubernamentales de sustituir cargos políticos una vez al año lle- varon a que no sólo estas sustituciones fueran el 1 de enero, sino que el calendario romano comenzara en esa misma fecha. Julio César, poderoso emperador romano. La diosa del matrimonio, Juno. Fue Julio César, junto con el astrónomo So- sígenes, quien designó la duración de los me- ses (aunque agosto fue modiicado después por César Augusto) y quien dijo que el mes de febrero tendría un día más cada cuatro años para acoplar el calendario al ciclo real en rela- ción con el Sol. Como se aprecia, la historia de los meses tiene tanto de simple como de complejo, y podemos notar que algunos nombres no de- bieron pasar al español como tales, pues de- jaron de ser el séptimo, el octavo, etcétera, meses del año, además de que algunos son nombrados en inglés de manera parecida, o bien, pueden ser llamados de otra manera. *Betsy Fabiola Castillo Ríos Estudiante de la Facultad de Humanidades de la U.A.E.Mex Miembro de la Red de Divulgadores de la Ciencia y la Cultura “José Antonio Alzate” e- mail: amorcitta_0102@hotmail.com
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