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EL SALVAJE ESTE: LA HISTORIA DE LA COLONIZACIÓN DE SIBERIA Y SU
RELACIÓN CON LA ANTROPOLOGÍA RUSA. UN ESTADO DE LA CUESTIÓN
(Trabajo de Final de Grado)
Thesis · September 2023
DOI: 10.13140/RG.2.2.10693.63206
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Fernando Pachón Cárdeno
Universidad de Sevilla
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EL SALVAJE ESTE: LA HISTORIA DE LA COLONIZACIÓN DE
SIBERIA Y SU RELACIÓN CON LA ANTROPOLOGÍA RUSA. UN
ESTADO DE LA CUESTIÓN
Trabajo de Final de Grado
Nombre del alumno: Fernando Pachón Cárdeno
Nombre de la tutora: Eva Sanz Jara
Departamento: Antropología Social y Cultural
Grado en Antropología Social y Cultural. Facultad de Geografía e Historia. Universidad 
de Sevilla
Curso 2021/22
A mi padre, que le hubiese
gustado verlo.
Gracias a todo el mundo que
ha pasado por mi vida 
porque sin ellos seguramente
no se habrían dado las condiciones
para la existencia de este trabajo.
En especial gracias a las personas
que en estos últimos mesen han estado 
ahí para evitar que hubiese
acabado con todo.
Resumen
El presente trabajo es un estado de la cuestión sobre la historia de la conquista y colonización de
Siberia. Se recopilan las fuentes a las que he tenido acceso sobre el tema en la investigación durante
el curso 2021/2022 como punto de partida para más investigaciones sobre el tema y para identificar
los temas y discusiones actuales al respecto. Del mismo modo se trazan una cronología de dicho
proceso histórico en conexión con la historia del desarrollo de la Antropología rusa y la cuestión de
las etnias minorizadas en la región. 
Palabras claves: Siberia, Rusia, Antropología rusa, estudios siberianos, colonialismo, colonialismo
ruso, imperialismo en Asia, historia de la Antropología, estado de la cuestión.
Abstract
 The present text is a state-of-the-art about the History of the conquest and colonization of Siberia. I
collect the avalaible sources, the ones to which I had access, revolving around the issue during the
investigation on the academic course of 2021/2022 in order to identify the contemporary common
themes and debates. Similary, I write about the Siberian colonization general aspects and their
conexion with the development of the Russian Anthropology and the matter of the ethnic minorities
in the region.
Key words: Siberia, Russia, Russian Anthropology, Siberian studies, colonialism, Russian
colonialism, imperialism in Asia. History of Anthropology, state of the art. 
1. INTRODUCCIÓN
1. JUSTIFICACIÓN
2. OBJETIVOS
3. METODOLOGÍA
2. EL IMPERIO RUSO
1. TEMAS COMUNES EN LA BIBLIOGRAFÍA AL RESPECTO
2. SIBERIA
3. RUSIA Y SU IMPERIO ASIÁTICO
4. RUSIA ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE
5. PRIMERA ETAPA: SIGLOS XVI-XIX
6. SEGUNDA ETAPA: DE MEDIADOS DEL SIGLO XIX HASTA LA REVOLUCIÓN
RUSA
7. TERCERA ETAPA: LA URRS Y LA RUSIA POSTSOVIÉTICA
1. LAS POLÍTICAS DE NACIONALIDADES DURANTE LOS AÑOS 20 Y30
• TERCERA ETAPA: LA URRS Y LA RUSIA POSTSOVIÉTICA (CONTINUACIÓN)
3. CONCLUSIONES
1. SOBRE LA ANTROPOLOGÍA
2. EL CARÁCTER ORIENTAL DE RUSIA
3. VISIÓN DE FUTURO
4. BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
1.1 JUSTIFICACIÓN
Aunque la coyuntura siberiana nos abre muchos temas de investigación, todos ellos muy
interesantes, en el presente trabajo nos centraremos en comparar diversas experiencias coloniales
con aquella de los rusos en Siberia. Se trata de un estado de la cuestión, de sintetizar los principales
aportes, puntos de fricción y de encuentro respecto a estos temas para iniciar el trabajo de cara a
futuras investigaciones. 
En Asia se implicaron varios actores europeos como potencias coloniales: Francia, Portugal,
Castilla (luego España), Inglaterra (más tarde Reino Unido), los Países Bajos... y Rusia. De todas,
Rusia es tal vez la potencia que menos se trata en la historia de la colonización occidental del
continente asiático (y también americano1, aunque en este continente tuvieron una menor presencia
y un impacto bastante reducido) y su papel como potencia colonizadora se obvia, al menos hasta el
siglo XIX cuando se inmiscuye en el juego por China y Asia Central. Es común que, al menos
desde la Historia (que es de dónde he empezado este trabajo), la expansión rusa por Asia se trate
fuera de los marcos discursivos y teóricos de la colonialidad para tratarla como una parte más de la
historia nacional rusa como se puede entender en España el proceso de la Reconquista o en Italia el
Imperio Romano (ambos ejemplos en los que se podría aplicar la perspectiva de los estudios
coloniales con interesantes resultados). 
Cuando decidí enfrentarme a un tema como la colonización rusa de Siberia y sus implicaciones para
la Antropología lo primero que hice fue buscar bibliografía. El resultado fue que en castellano, mi
lengua materna, apenas había nada, ni textos originales en este idioma ni traducciones. La mayoría
de los textos disponibles y/o accesibles trataban el tema desde la perspectiva de la Historia y,
generalmente, de manera tangencial dentro de otras discusiones o como herramienta para comparar
(a veces justificar) procesos coloniales perpetrados por otros Estados en otros lugares, o como notas
al pie de la historia de Rusia. Prácticamente toda la literatura académica sobre la colonización de
1 Rusia colonizó y dominó Alaska durante un breve tiempo y sin dejar una gran impronta.
Siberia se encuentra en dos idiomas: ruso e inglés, siendo un importante volumen traducciones del
primero al segundo. Esta desatención cierra puertas al conocimiento para el público
hispanohablante de un procesohistórico que ha tenido un gran impacto en la formación del mundo
actual, al conocimiento de otros pueblos y culturas, de otras experiencias históricas coloniales que
nos pueden servir para esclarecer y problematizar las consideramos como nuestras así como dibujar
un mapa más preciso sobre el rol y la extensión de estos procesos. De hecho, la atención prestada a
otros procesos coloniales en este trabajo se debe en buena medida a la dificultad de encontrar
material sobre el desarrollo diacrónico de la Antropología rusa centrada en Siberia. Particularmente
para nuestra disciplina, las barreras lingüísticas, sobre todo las del ruso, impiden que se conozca y
se integre en la historia de la disciplina no solo unas experiencias que, como la conquista de
América, pudieron ayudar a moldear una óptica antropológica en otras tradiciones científicas; sino
que también nos impiden conocer otras tradiciones de la Antropología, autores, perspectivas y
contenido etnográfico. Especialmente duro es en cuanto a Rusia, pues recordemos que durante la
mayoría del siglo XX se desarrollaron allí unas formas de gobierno y gobernanza sobre la vida
social muy diferentes a las del resto de occidente que cayó en el otro lado del muro y que afectaron
a cómo se hizo la Antropología allí, a cómo se entendieron los procesos coloniales propios y el
papel de la disciplina en la creación de relatos y contrarrelatos. Creo que el conocimiento de la
Antropología e Historia rusa no solo nos hacen conocer más sobre unas áreas concretas del mundo
sino que también podría abrir nuevas perspectiva y diálogos sobre la naturaleza, pasado, presente y
futuro de las disciplinas.
La metodología del presente trabajo es completamente bibliográfica, se basa en una revisión. No
hago uso de las herramientas propias y definitorias de la Antropología, como la etnografía. El tema
de este trabajo, aunque de interés para la Antropología, no se presta a ser trabajado con las técnicas
y métodos específicos, dado que la línea general propuesta para este TFG es la de la historia de la
Antropología. El tema que investigo trata un espacio temporal amplio de varios siglos, centrándose
en los desarrollos diacrónicos del proceso colonial ruso en Siberia y algunas de las aportaciones y
cambios en la Antropología rusa que fueron de la mano con el proceso colonial. Para esta tarea la
investigación bibliográfica es la metodología más apropiada. La decisión de optar por la
investigación bibliográfica para el presente trabajo es que se trata de la única manera que sé
manejar, como antropólogo, para el estudio del pasado y de largos procesos históricos que no
impliquen técnicas propias de la Antropología como las entrevistas o las historias de vida que,
aunque podrían ser útiles para estudiar el pasado como memoria o la situación actual de los pueblos
indígenas de Siberia, ya que los procesos propios de una colonización siguen activos en el territorio,
no son las indicadas para este trabajo. Si bien es cierto que he pensado en dar algún giro para incluir
el uso de alguna técnica antropológica, como podría haber sido entrevistar a antropólogos y otros
académicos que hayan tratado el tema, esto se vería impedido por barreras como el idioma, el
espacio geográfico y cuestiones de agenda (concertar el encuentro) y logística (efectuar la
entrevista), también de status (soy un simple estudiante con el cual nadie perdería su tiempo); sobre
todo teniendo en cuenta que el bloque geopolítico en el que se encuentra España se encuentra en
abierta oposición con el que representa Rusia y se han tomado medidas a nivel internacional que
dificultan muchísimo la comunicación y el encuentro. Si añadimos la dimensión temporal la cosa
empeora pues tengo un tiempo limitado, bastante corto si me preguntan, para terminar un trabajo
del que depende mi futuro en buena medida, sobre todo si quiero tener uno medianamente
aceptable. 
Por estas cuestiones este trabajo se trata de un estado de la cuestión. En éste recopilamos los textos
que hemos considerado más importantes y que marcan las líneas que se han seguido a la hora de
estudiar la historia de Siberia. Aquellos que han sido más útiles los hemos mencionados en el
anterior párrafo pues considero que son los más importante a la hora de estructurar el presente
trabajo a la vez que son o bien puntos cardinales en estos temas, como lo es el libro de Forsyth, o
bien aportan y sintetizan los ítems y actitudes más importantes a la vez que aportan hipótesis
sólidas, como sendos artículos de Baeva y Aust (aunque, como veremos, difieren en algunos
aspectos). Del mismo modo hemos intentado traer a la palestra textos con distintas perspectivas
sobre los procesos colonizadores rusos, sobre todo el que ocurrió en Siberia, pero ha sido una tarea
difícil pues aquellos más cercanos a lo que podríamos llamar "revisionismo imperial ruso" o
"historiografía nacionalista" (aquellos que tratan de justificar la conquista y colonización de Siberia
en la línea de las teorías sobre el desarrollo y la tarea civilizatoria, incluso desde el marxismo-
leninismo en tiempos de la URSS, frecuentemente en alianza con perspectivas nacionalistas rusas,
nuevas o viejas) han tenido poca difusión en la esfera no rusoparlante y por tanto conocemos más
de estas perspectivas a través de otros textos, frecuentemente críticos, en calidad de fuentes
secundarias. Tal vez con más tiempo, experiencia y herramientas se podría haber accedido a estos
textos, lo que hubiese permitido esbozar un estado de la cuestión más sólido y preciso. Sin
embargo, veo esta limitación como una motivación pues abre una línea de investigación, al menos
un tema, a la que dedicar esfuerzos en el futuro así como ofrece una justificación para el
acercamiento hacia la cultura rusa (eslavas en general, y aquellas que rodean históricamente a Rusia
también, como las túrquicas y por supuesto la de los pueblos originarios), personal en un principio,
que en este mundo se podría entender como una pérdida de tiempo (de tiempo productivo, para ser
más concretos), uno de los pecados capitales de nuestra sociedad actual laborocéntrica.
Tras estas aclaraciones metodológicas, pasamos a comentar brevemente aquellos textos que han
sido claves para la elaboración de este trabajo y que dan forma a su estructura, textos cuya presencia
se destila a través de todo el trabajo:
The peoples of Siberia de Leonid Pavlovich Potapov y Maksim Grigorevich Levin (1964[1956]) y
A history of the peoples of Siberia: Russia's North Asian colony 1581-1990 de James Forsyth
(1998[1992]) han sido los libros de referencia para este trabajo tanto para la historia de la región
como para la data etnográfica. Otro libro monográfico muy interesante, y de los pocos disponibles
en inglés o español, es The affirmative action empire. Nations and Nationalism in the Soviet Union,
1923-1939, de Terry Martin (2001) en el que se hace un análisis y cronología de las políticas
respecto a las nacionalidades y minorías étnicas durante la URSS, aunque solo durante las décadas
de los 20 y los 30. Y concretamente los artículos "South-Russian and Siberian Frontier: analogies
and specific character" de Liudmila Baeva (2015) y "Rossia Siberica: Russian-Siberian history
compared to Medieval conquest and Modern colonization" de Martin Aust (2004) han aportado el
marco general para interpretar, en este texto, la colonización rusa de Siberia dentro de la(s) teoría(s)
de la frontera, línea teórica iniciada por Frederick Jackson Turner en EEUU a finales del siglo XIX
para explicar su propia expansión hacia el Pacífico y comprender las interacciones sociales y la
identidad de los distintos agentes implicados, línea que ha sido extrapolada con diversos matices y
observaciones a otras experiencias colonialescomo la rusa que aquí nos ocupa. Por otra parte el
clásico La conquista de América: el descubrimiento del otro de Tzvetan Todorov (1998[1982]) y el
reciente The dawn of everything de los dos David, Graeber y Wengrow (2021), han aportado
interesantes ideas sobre el impacto a nivel del pensamiento filosófico provocado por el encuentro
con alteridades humanas radicalmente diferentes. Obviamente, otros muchos textos han sido de
importancia capital en esta investigación y redacción de este trabajo pero los ya mentados han
ofrecido los puntos de referencia, como puntos cardinales, para trazar un mapa de ideas,
intepretaciones, hipótesis y conceptos; el huso para la madeja. 
Otros textos son citados a lo largo del trabajo, textos que no hemos mencionado anteriormente. Esto
no es porque no sean importantes: simplemente considero que hacen aportes interesantes pero,
sobre todo, ayudan a cotejar información para confirmarla. Poseen valor por sí mismos pero hay
que entenderlos como partes de unos conjuntos cuyos límites los marcan los ya citados. 
1.2 Objetivos
El objetivo principal de este trabajo consiste en realizar una revisión bibliográfica, sistemática,
exhaustiva y crítica sobre la experiencia colonialista rusa en el gran área de Siberia para conocer un
proceso histórico poco estudiado de gran calado global. El estudio de la experiencia rusa puede
darnos perspectivas nuevas sobre cómo operan los imperios, qué tienen en común y qué no. 
De este objetivo principal se destilan dos objetivos tangenciales que, si bien no conforman el eje del
texto, son líneas futuras muy interesantes a seguir así también puede afirmarse que enriquecen el
trabajo:
1. Desvelar algunos ejes fundamentales en los relatos imperiófilos y su elaboración, así como
su papel como discursos legitimadores para las experiencias coloniales.
2. Comparar estos relatos para observar si, al igual que los propios procesos de colonización,
tienen estructuras y argumentos similares o si son diferentes según a qué imperio nos
enfrentemos.
1.3Metodología
Esta investigación se basa en la realización de un estado de la cuestión. No he encontrado una
recopilación bibliográfica que esté traducida del ruso, tanto al inglés como al español, por lo que
creo que este trabajo puede ser de utilidad como punto de partida para investigar sobre la
colonización de Siberia y su relación con el desarrollo de la Antropología en Rusia. 
Los textos que considero que han sido los más importantes para la elaboración de este y que de
cierto modo funcionan como marco teórico se han comentado en el apartado de Justificación. 
 
2. EL IMPERIO RUSO
2.1 Temas comunes en la bibliografía al respecto2
Leyendo las fuentes nos encontramos con que existen tres temas recurrentes a la hora de tratar la
conquista y colonización de Siberia: el orientalismo, tanto en la influencia de experiencias estatales
e imperiales surgidas en Asia como en el papel de esta perspectiva a la hora de entender Rusia por
parte de nativos y foráneos; la naturaleza de la conquista y el proceso de colonización, y el papel
que juega Siberia y su historia como parte de los distintos relatos nacionales rusos. 
El orientalismo, idea labrada en el ensayo homónimo por Edward Said, es una noción presente a la
hora de entender Rusia desde fuera y desde dentro del mismo modo que pesa de manera consciente
e inconsciente. Aunque no se suela explicitar es fácil reconocerla: por ejemplo, los propagandistas e
ideólogos nazis solían referirse a los rusos como asiáticos y aplicaban sobre ellos todo el peso de la
categoría de "bárbaros". Del mismo modo durante la Guerra Fría "bloque oriental" fue una de las
maneras de referirse al ámbito geopolítico de la URSS y satélites pese a que susodicho bloque se
extendiese hasta el corazón de Alemania. Desde dentro Rusia también se ha presentado desde
ópticas orientalistas aunque de manera más positivas, posicionándose como una encrucijada entre
Oriente y Occidente sin ser ni uno ni lo otro, naciendo lo ruso en este estado liminal que se lee
como excepcional. Como veremos más adelante en el apartado Rusia entre oriente y occidente, el
carácter oriental otorgado al mundo ruso viene de antiguo y se ha naturalizado al hablar de lo ruso,
como identifica Vera Tolz en Russia's Own Orient: The Politics of Identity and Oriental Studies in
the Late Imperial and Early Soviet Periods (2011). Por ejemplo, el libro Internal colonization:
Russia's imperial experience de Alexander Etkind comienza su disertación sobre el Imperio Ruso
hablando sobre este carácter de encrucijada entre Oriente y Occidente. En 2018 se publicó un texto
que pone la noción de orientalismo y su funcionamiento a la hora de hablar sobre Rusia en el centro
de la cuestión: "A very ambiguous Empire. Russia's hybrid excepcionalism", escrito por Kevork K.
Oskanian en el Europe-Asia studies. En este texto desarrolla la idea de "excpecionalismo híbrido"
por la que Rusia se define en un plano liminal entre los imaginados Oriente y Occidente aunque
aquí el autor pone más énfasis en cómo esta idea opera dentro de la identidad rusa autopercibida
más que desde Rusia hacia fuera. "Excepcionalismo" por las narrativas que justifican la imposición
2 Si no se tiene un conocimiento básico sobre la conquista y colonización de Siberia recomiendo leer "The
conquest and colonisation of Siberia" de Anatole V. Baikalov, publicado en 1932. Es un texto antiguo pero
hace una descripción de los hechos históricos y aspectos más importantes de este proceso que todavía hoy se
sostiene. 
jerárquica de control y orden social e internacional sobre "pueblos subyugados" mediante "misiones
civilizadoras, al modo de la evangelización o el Destino Manifiesto; e "híbrido" por la consciencia
propia de su posición entre Oriente y Occidente, un territorio a la vez orientalizante y orientalizado.
La idea de las "misiones civilizadoras" la desarrollaremos más delante en este mismo apartado a la
hora de hablar sobre la naturaleza de la conquista y el proceso de colonización. Aunque no en los
mismos términos, Tania Raffass discute esta noción sobre que sea algo específicamente ruso la
existencia de un carácter imperial ligado al carácter nacional, sobre todo respecto a su proceso de
formación nacional. En "Eurasian contiguity and Russia's 'Stuneed nationhood"' (2010) argumenta
que este proceso de formación nacional a través de la formación imperial no es exclusiva ni de
Rusia ni del carácter contiguo de su expansión, sino que también se da en los casos de los imperios
transoceánicos. En una posición más crítica respecto a la idea de orientalismo desarrollada por Said
se encuentra Vera Tolz al escribir en 2005 "Orientalism, nationalism and ethnic diversity in late
imperial Russia" donde argumenta que las políticas de gestión de la diversidad en el Imperio Ruso
tenían como meta la construcción de un Estado-nación más que la dominación imperial, en un
intento de competición con las potencias euroatlánticas. En un punto medio entre aquellos que
critican más duramente la aplicación a Rusia de las nociones del orientalismo y aquellos la aceptan
plenamente, se encuentran autoras como Leah Feldman que en su artículo de 2012 "Orientalism on
the Threshold: reorientering heroism in late imperial Russia" pretende elaborar un mapa para el
estudio de este carácter liminal a partir de, curiosamente, ideas y metáforas culturales y literarias
desarrollados por Mikhail Vakhtin respecto a las articulaciones entre identidad, espacio y tiempo,
prestando atención a las elaboraciones intelectuales de finales del siglo XIX y principios del XX en
Rusia. Por su parte, Alexander Morrison se preguntó en el congreso First Congress of the Asian
Association of World Historians (Osaka, 2009) si el imperialismo ruso decimonónico era realmente
moderno usando coordenadas teóricas seleccionadas de Max Weber, E.P. Thompsony Benedict
Anderson. Aunque dice no ofrecer una respuesta, sí que ofrece herramientas útiles para avanzar en
este análisis. Tres años después esta autor publica el artículo "Metropole, colony and imperial
citizenship in the Russian Empire" en el que se pregunta y analiza las formas de segmentación y
estratificación social políticas y civiles (por ejemplo las diferencias entre los ciudadanos de pleno
derecho, los antiguos siervos y súbditos nativos) en Rusia asiática discutiendo distintas perspectivas
que han dominado los estudios rusos y más concretamente aquellos sobre la Rusia asiática, como es
el caso del orientalismo. El carácter oriental con el que se suele definir Rusia tanto desde dentro
como desde fuera no solo opera en la dinámica Oriente/Occidente sino que lo hace también en las
coordinadas de centro/periferia, una consecuencia más de su carácter liminal. Este aspecto es el
tema del artículo de 2014 "On the peripheral character of Russia", por Francisco Martínez. También
trata la cuestión de la contigüidad. 
David N. Collins en su artículo "Russia's conquest of Siberia: evolving Russian and Soviet
historical interpretations", publicado en 1982, identifica las narrativas rusas y soviéticas más
comunes respecto a la colonización y conquista. Estas estarían caracterizadas no solo por el
orientalismo sino, sobre todo a partir del siglo XIX, por la justificación a través de nociones
evolucionistas y civilizadoras (la idea del progreso y la filosofía del desarrollo), acercando Rusia a
los ambientes intelectuales del imperialismo del siglo XIX y la expansión de las fronteras. Del
mismo modo Mark Bassin en "Inventing Siberia: visions of the Russian East in the early 19th
century" (1991) comenta los argumentos y narrativas más comunes e importantes que los rusos
tenían sobre Siberia en el siglo XIX, usando un marco cronológico más centrado que en otros
artículos. Diversos aspectos de estas visiones decimonónicas se conservarían en tiempos soviéticos
e incluso en todavía podemos identificarlos en hasta la década de 2020 en la que vivimos. Otro
artículo se centra en las visiones y relatos a menudo contradictorios de los migrantes europeos hacia
Siberia en el siglo XIX, en Siberia como lugar imaginado en la mente colectiva, así como las
políticas desplegadas por el Estado para incentivar los movimientos migratorios: "Paradise or just a
little bit better? Siberian settlement "fever" in late imperial Russia", de Lewis H. Siegelbaum en
2017. 
Hace diez años, en 2012, se publico un completo y amplio volumen recopilatorio internacional
sobre estudios alrededor del orientalismo: Orientalism/Occidentalism: languages of culture vs
lenguages of description (Ориентализм/Оксидентализм: языки культур и языки изх описания),
publicado por el Instituto Ruso de Investigación Cultural (Российский институт культурологии)
en Moscú. Un volumen ¡bilingüe! que si bien no trata exclusivamente de Rusia sí que contiene
diversos aportes sobre el orientalismo y Rusia. 
Alberto Masoero hizo una contribución al respecto en el volumen recopilatorio The boundaries of
Europe: from the fall of the Ancient World to the Age of Decolonization (2015). Su artículo bilingüe
italiano-inglés "La Russia tra Europa e Asia (Russia between Europe and Asia)" es una síntesis de
los argumentos sobre el carácter oriental de Rusia y su imperio así como de la operatividad del
marco del orientalismo. Por tanto se trata de un texto muy útil para introducirse en los temas que
trata este trabajo. 
La naturaleza de la conquista y el proceso de colonización, y el papel que juega Siberia y su
historia como parte de los distintos relatos nacionales rusos son temas que aunque podamos
separar analíticamente aparecen entrelazados en la literatura sobre Rusia y Siberia. A este respecto
sí que encontramos investigaciones y reflexiones más específicas y explícitas: los textos más
recientes son el de Sergey Chernyshov "Why Siberia is not America: the context of the Russiam and
European expansion in the 15th-17 centuries" publicado en Notas históricas y geográficas en 2021
en el que se comentan aspectos básicos y lógicas generales de la conquista, las interpretaciones
historiográficas más populares y extendidas. También se hacen comparaciones con otras
experiencias coloniales e imperiales, un punto compartido en mucho de los textos sobre estos temas.
El texto de Chernyshov abarca un amplio rango cronológico y tiende a hacer afirmaciones más
generales y grosso modo. Existen otros textos que son menos ambiciosos en el tiempo que abarcan
pero que por eso mismo pueden permitirse ser más exhaustos y profundo en sus investigaciones
dentro de las limitaciones del formato tipo artículo/paper, formato que siguen la mayoría de los
textos consultados. Por ejemplo, Sergey Glebov en su artículo titulado "The political ecology of
Vladimir Arseniev" publicado en Siberica en el año 2020 se centra en la figura del explorador
militar ruso Vladimir Arseniev, que exploró y cartografió el extremo oriente ruso en el cambio de
siglo y que produjo una popular literatura etnográfica que fue muy influyente tanto en el zarismo
final y la URSS, para indagar en las nociones del zarismo decimonónico sobre el papel imperial de
Rusia y las relaciones y políticas que se tendrían que establecer respecto a los nativos de Siberia y
de otras partes del imperio al modernizarse el Estado ruso, contexto en el que produjeron sus
exploraciones. En este texto no se encuentran comparaciones con otras experiencias. Martin Aust en
"Rossia Siberica: Russian-Siberian history compared to Medieval conquest and Modern
colonialism" (2004) traza analogías entre los primeros tres siglos de conquista Siberiana con la
conquista y colonización europea de América mientras que compara los siglos XIX y XX con las
colonizaciones medievales. Esta comparación con la conquista y colonización de América es un
lugar común en el relato ruso sobre Siberia: también encontramos comparaciones similares en
Chernyshov (2021), Baeva (2015), Bassin (1991), Collins (1982). Alexander Morrison, en una
reseña de varios libros en 2012, se permite explayarse sobre las virtudes y defectos de la
comparación entre imperios aplicada a la historia de Rusia, una tendencia cuyo origen identifica con
la disolución de la URSS y el surgimiento de discursos nacionalistas influyentes centrados en la
caracterización imperial del país y el revisionismo histórico, sobre todo respecto al legado soviético.
El mismo autor en otro artículo más reciente en 2015 discute sobre si la URSS catalizó a través de
otros marcos los antiguos discursos y visiones imperiales zaristas que permanecieron subsumidas
hasta su eclosión tras la disolución de la Unión. 
Respecto a la comparaciones quiero aclarar que son pocos los textos que se ocupan centralmente a
esta labor comparativa. Por lo general las comparaciones suponen pequeños comentarios y ejemplos
en discusiones mayores que no giran alrededor de las comparaciones pero para las cuales éstas son
una buena herramienta. 
El artículo de Liudmila Baeva de 2015, "South Russian and Siberian frontier: analogies and specific
characters" es un buen texto para introducirse en el tema que nos ocupa y las discusiones generales
a su alrededor. En él se discute la naturaleza de la conquista y colonización de Siberia y la frontera
sur de Rusia (la estepa del Volga y el Don) que la autora caracteriza mediante una "mentalidad de
frontera", como en el caso de EEUU, Sudáfrica y Argentina; y por un trato benevolente hacia los
nativos, haciendo hincapié en el poco protagonismo de la violencia y la presencia de relaciones
interétnicas constructivas. En todo caso, el papel del Estado ruso en la zona solo sería el de sustituir
a otros grupos dominantes en relaciones de dominación preexistente como,por ejemplo, el del
kanato de Siberia. El único texto que he podido encontrar que se muestra tan indulgente respecto a
la conquista y colonización es The peoples of Siberia, de Levin y Potapov, escrito en 1956 en la
URSS. El resto de textos consultados donde se trata el tema de la violencia durante la conquista
admiten que se trató un hecho siempre presente y de gran importancia en el proceso colonizador
aunque la magnitud de ésta pueda variar de autor a autor. Es posible que exista un sesgo pues en
tanto el artículo de Baeva como el libro de Levin y Potapov son textos escritos por autores rusas y
publicados en Rusia por agencias rusas mientras que el resto, más críticos con la naturaleza de la
conquista, suelen estar escritos por autores no rusos o, como poco, que realizan su carrera
investigadora fuera de Rusia. Forsyth en su monografía de 1992 menciona que la violencia y
opresión del mando ruso en Siberia ha sido relativizada en las historiografías rusa y soviética las
cuales suelen estar influenciadas por los relatos nacionalistas rusos, al menos aquellas
historiografías hegemónicas y promocionadas oficialmente. Volviendo de nuevo al texto de
Oskanian (2018), estas diferencias en la narrativa no tienen tanto que ver con la existencia o no de
violencia como con la esfera que deciden priorizar los autores y narrativas: ¿se da una mayor
centralidad a los marcos legales o a las prácticas? Esta pregunta es importante pues, como veremos
en la parte histórica del presente trabajo, existió en Siberia una desconexión entre las políticas,
legislaciones y órdenes del Estado y las prácticas de los colonos y aquellos encargados de hacer
cumplir las prerrogtivas gubernamentales. David N. Collins en su texto de 1982, ya nombrado,
achaca a que este debate sobre la violencia no se debe tanto a las diferencias entre qué priorizar y
considerar como más real sino a la tendencia de generalizar un complejo y largo proceso en un
territorio inmenso en el que de manera paralela se desplegaron distintas estrategias de dominación y
trato según las circunstancias como hábitos habitacionales, tipo de estructura social, densidad
poblacional, confianza hacia los rusos, etc. Por su parte, Martin Aust (2004) se centra en analizar la
colonización en otros términos que no sean solamente el clásico de la frontera, poniendo énfasis en
la colonización mediante el desarrollo agrícola, la intensificación del uso del suelo y el
(re)poblamiento, al modo medieval en el centro de Europa y en la Península Ibérica. Aust hace
mención a la violencia poniendo el foco en esas contradicciones entre las políticas y prácticas de
iure y de facto. El más reciente texto que he encontrado que trate este tema es el de Chernyshov en
2021: comenta, como diferencia respecto a otros imperios coloniales del primer imperialismo, que
en Rusia la iniciativa fue del Estado central en lugar de subalternos ya fueren de carácter público o
privado. Chernyshov también comenta que los rusos consideraban Siberia como una zona
subalterna, si no como parte integral sí como parte ligada mediante relaciones tributarias, a lo que
luego sería Rusia por desde varios siglos antes de comenzar la conquista efectiva en el siglo XVI. 
Como es obvio al tratarse de una conquista militar, al menos durante los primeros años, todos los
autores terminan por asumir cierto nivel de violencia. Algunos asumen solo la "necesaria" (aquella
propia solamente de los movimientos militares) mientras que otros la extienden a otras esferas de la
vida social. Dentro del clima violento tienen protagonismo los cosacos que se han convertido en
símbolos de la expansión rusa hacia el este y de la vida semisalvaje de los rusos siberianos. Los
cosacos no solo son vistos como guerreros y verdugos sino que también se entienden como
constructores de la Siberia rusa e incluso como luchadores por la libertad. Christoph Witzenrath en
su libro Cossacks and the Russian Empire, 1598-1725: manipulation, rebellion and expansion into
Siberia analiza el papel histórico de las comunidades cosacas en la expansión de Rusia entre el siglo
XVI y el XVIII, época en los que los cosacos pierden su consideración como comunidad autónoma
y pasan a ser ligados al servicio Estatal3. 
Aunque Jennifer Keating trata un marco geográfico distinto pero física y socialmente cercano a
Siberia, Asia Central, discute en "Amid the horrors of nature: 'dead' environments at the margins of
the Russian Empire" el uso del concepto de terra nullius, y visiones y relatos asociados, en la
conquista y dominio ruso. Estas imágenes fueron proyectadas también sobre Siberia así como es un
discurso común para la justificación de la expansión imperial mediante colonias. Respecto a la
construcción de esta "tierra vacía" y de las fronteras existe un artículo interesante sobre la
construcción de la alteridad en las fronteras que usa el caso siberiano como ejemplo entre otros:
3 Para una historia general de los cosacos recomiendo la lectura de The Cossacks de Shane O'Rourke, 
publicado en 2008.
"'Power of soil': formation of new otherness in the frontier environment" (2018) por Romanova y
Yakushenkov, aunque lo dejaré fuera de la bibliografía específica al tratar sobre las fronteras
coloniales como categoría general y no sobre el caso concreto de Siberia. Otro texto con un enfoque
similar sobre la etnicidad pero centrado en las fronteras del Imperio Ruso y la URSS es "Ethnicity
and Empire in Russia's borderland history", de Peter Gatrell publicado en 19954. Sobre este mismo
tema tenemos también Peopling the Russian periphery, una recopilación editada por Nicholas
Breyfogle, Abby Schrader y Willar Sunderland en 2007.
Hasta el momento hemos visto casi exclusivamente artículos y capítulos de libros. Pero también han
sido publicados diversos libros sobre Siberia, sus pueblos y su colonización. La mayoría de estas
obras han sido publicadas fuera de Rusia y en idiomas distintos al ruso, quedando una amplia
bibliografía sin traducir, oculta para aquellos investigadores e interesados que no sepan ruso. Pero
antes de entrar al repaso de los libros, hay un aspecto que destacar sobre los artículos académicos:
la existencia y labor de la revista Sibirica: interdisciplinary journal of Siberian Studies, revista
científica en formato digital y con algunos textos en régimen de acceso abierto (open access) que
lleva publicando desde 2001. La revista es publicada desde 2005 por Berghahn Journals, la división
de revistas de la editorial académica de Berghahn Books. En esta publicación dominan los textos
de carácter etnográfico con una presencia limitada de textos más teóricos que traten temas que se
extienden en el tiempo en el espacio. Así, mediante la revisión de estos textos de carácter
etnográfico uno se puede hacer la idea de qué temas y aproximaciones dominan la Antropología
contemporánea sobre Siberia: la identidad y etnicidad, la recuperación de modos de vida y
cosmovisiones tradicionales, políticas gubernamentales y civiles respecto a la diversidad y las
condiciones materiales de existencia de las comunidades nativas, muy deterioradas desde la
disolución de la URSS. La historia general de Siberia parece ser un tema de escaso interés. Existe
otra reviste digital, SAD The Journal of Siberian Studies que publica artículos sobre temas
semejantes a los de Sibirica y con perspectivas parecidas pero su actividad ha sido corta y su última
publicación ha sido en 2016, solo tres años después de empezar a publicar. 
Hasta el momento el libro que parece ser el modelo y fuente es A history of the peoples of Siberia:
Russia's North Asian colony, de James Forsyth publicado por la Cambridge University Press en
4 Las identidades y la etnicidad en las fronteras coloniales siemprees un tema escabroso por la fluidez que 
presentan posibilitadas por cierta libertad fáctica de ciertas prácticas de acercamiento interétnico, como 
los matrimonios mixtos, y el poco poder real que suelen ejercer las administraciones con políticas 
relativas a la identidad. Un caso interesante ilustra esta problemática en Siberia cuando en el siglo XIX se
confudió con nativos a un pequeño grupo de descendientes de antiguos colonos rusos (Znamenski, 2007 
en Breyfogle, Schrader y Sunderland, 2007).
1992, hace ya 30 años. Este libro relata de manera pormenorizada los avatares de la conquista,
consolidación del poder ruso y las relaciones entre colonizadores y pueblos colonizados hasta la
segunda mitad del siglo XX. Su perspectiva es novedosa ya que es la primera monografía al
respecto que trata a los nativos como actores agentes en lugar de pasivos, así como reconoce sus
contradicciones internas, complejidad, heterogeneidad y el carácter dinámico de sus culturas y
sociedades; siendo tanto un trabajo sobre la conquista sobre como la resistencia. Su estructura
también diverge de otros textos que veremos a continuación ya que no se limita a relatar hechos
según una línea cronológica sino que también tiene en cuenta las dimensiones territoriales e incluso
culturales. Otros libros que sigue la misma línea son The East of the Sun: the epic conquest and
tragic history of Siberia de Benson Bobrick, también publicado en 1992, Russia's frozen frontier: a
history of Siberia and the Russian Far East 1581-1991, de Alan Wood publicado en 2011 y Siberia:
a history of the people, de Janet M. Hartley, publicado en 2014. Estos cuatro libros comparten el
mismo marco histórico de la conquista y colonización de Siberia hasta tiempos de la URSS. Sin
embargo, exceptuando el de Forsyth, se centran más en establecer una narración de hechos de
conquista y administración conforme a una visión más historicista clásica que deja un poco de lado
la historia de los pueblos nativos. 
Estos son los libros sobre dicho proceso histórico que he podido encontrar. Por otra parte existen
otros que o bien exceden los marcos cronológicos de la conquista y colonización o bien se centran
en aspectos, áreas y tiempos concretos pero que son de gran utilidad y necesidad para trazar un
imagen completa y compleja de Siberia así como de su conquista y colonización por parte de los
rusos. Por ejemplo, tenemos The History of Siberia, sobre la historia de Siberia desde la Prehistoria,
de Igor V. Naumov en 2006. Este tiene la peculiaridad de estar escrito por un profesor ruso
trabajador en una universidad rusa, la Universidad Estatal Técnica de Irkutsk, algo difícil de ver que
no esté en ruso. Otro libro que abarca desde la prehistoria hasta tiempos soviéticos es Siberia: a
cultural history de A. J. Haywood, publicado en 2010. Este libro tiene la peculiaridad que ordena su
contenido no tanto alrededor de fechas o sucesos históricos sino que, dentro de una perspectiva
lineal general, orbita alrededor de ítems que conforman aspectos de Siberia en la mente colectiva
como el Transiberiano o los gulags. Sobre los gulags, o más concretamente sobre Siberia como
lugar de castigo penal, tenemos un estudio de caso interesante en forma de artículo: "The exile, the
patron, and the pardon: the Voyage of the Dawn (1877) and the politics of punishment in an age of
nationalism and imperialism", publicado por Daniel Beer en 2013. A parte del estudio de caso
incluye una disertación sobre el sistema penal de exilio en Siberia durante las últimas décadas del
zarismo. 
Frente a esta amplitud temporal tenemos textos más centrados en el tiempo como The affirmative
action empire. Nations and Nationalism in the Soviet Union, 1923-1939, de Terry Martin publicado
en 2001, sobre las políticas soviéticas respecto a las nacionalidades (en Siberia y otras partes de la
Unión) en las primeras décadas de la URSS. No solo destaca por su gran labor documental y de
análisis sino por tener una perspectiva algo más positiva e indulgente respecto al mando ruso sobre
las etnias minorizadas, al menos durante el periodo soviético, algo que es difícil de encontrar textos
de autores fuera de Rusia o no rusos, que tienden a ser mucho más críticos que sus homólogos en
Rusia. Otro libro muy centrado es The rise and fall of Russia's Far Eastern Republic, 1905-1922:
Nationalisms, Imperialisms, and Regionalisms in and after the Russian Empire, de Ivan Sablin
publicado en 2019, versa sobre los procesos de configuración nacional y regional en el extremo
oriente de Siberia, procesos en los que tuvieron un papel activo algunos pueblos nativos como el
yakuto, como veremos más adelante en los apartados dedicados a la narración histórica. De modo
más general tenemos Rediscovering Russia in Asia: Siberia and the Russian Far East, una
recopilación de artículos editada por Stephen Kotkin y David Wolff en 1995 cuya selección trata
variedad de temas relativos al orientalismo, la administración comunista o la historia de la región,
entre otros. Algunos libros exploran otros aspectos menos centrales y totales: Craig Campbell en su
libro Agitating images: photography against History in indigenous Siberia (2014) trata la relación
entre las imágenes fotográficas de distinta naturaleza y el establecimiento de imágenes culturales y
relatos sobre los pueblos nativos siberianos y como éstas han servido muchas veces para el dominio
de los pueblos subyugados pero también para darles dignidad y visibilización. Sobre imágenes e
imaginarios de Siberia en la cultura rusa trata la recopilación Between Heaven and Hell: the myth of
Siberia in Russian Culture, editada por Galya Diment y Yuri Slezkine en 1993. En la línea sobre
visiones rusas sobre Siberia tenemos el volumen Empire speaks out: languages of rationalization
and self-description in the Russian Empire de Ilya Gerasimov, Jan Kusber y Alexander Semyonov,
publicado en 2009 que versa sobore las fórmulas usadas por el Estado para referirse a sí mismo y
sus prácticas así como hacia los sujetos que buscaba dominar, y como esto ha impactado en la
construcción de narrativas. Y no podemos olvidarnos de la interesantísima recopilación de Roland
Cvetkovski y Alexis Hofmesiter sobre la creación de conocimiento antropológico y el desarrollo de
la Antropología en la Rusia imperial y la Unión Soviética: An Empire of Others: creating
ethnographic knowledge in Imperial Russia and the USSR, publicada 2014. Otro texto con la misma
temática pero en formato artículo es "Territorial colonization in late imperial Russia: stages in
development of a concept", de Alberto Masoero en 2013, sobre las discusiones sincrónicas
alrededor de la pregunta "¿qué es colonización?" al aplicar esta categoría a la experiencia rusa y sus
consecuencias a nivel político y administrativo. 
Como resumen, existe un artículo también publicado en 2014 que trata aspectos generales sobre los
estudios siberianos en distintas disciplinas y su relación con el proceso de conquista y colonización:
"An analysis of studies on Siberian history, culture, archeology and civilization" de Ilyas Topsakal. 
Como hemos podido observar existe un boom de publicaciones originales o traducidas tras los años
90, con un pico en los años posteriores a 1991. Coincidiendo con la relativa apertura de la URSS
durante la administración de Gorbachov y la posterior disolución de la Unión se da un interés
renovado en Siberia al hacerse mucho más accesible la información así como ser mucho más fácil el
viaje a Siberia y el trabajo en las universidades rusas por parte de extranjeros. Estas condiciones
dieron lugar a una literatura académica entre lo científico y lo cotidiano que hunde sus raíces en las
vivencias de los autores en la región, libros que a veces se asemejan a libros de memorias o de
viajes. Muestra de esto son The other side of Russia: a slice of lifein Siberia and the Russian Far
East publicado en 2005 por Sharon Hudgins, integrante de un grupo de investigación de la
Universidad de Maryland sobre Rusia y que viajó por Siberia durante la década de los 90. De igual
manera tenemos Siberia: world apart de Victor L. Mote publicado en 1998 donde recoge más de
tres décadas de investigación académica y sobre el terreno. 
Hay un par de textos que quedan ya muy lejos cronológicamente pero por ser citados en las
primeras monografías sobre Siberia tras la disolución de la URSS creo que merecen ser tenidos en
cuenta pese a que ciertos aspectos puedan considerarse superados tanto a día de hoy como en el
momento que se publicaron los libros en los que fueron citados: son The peoples of Siberia de M.G.
Levin y L.P. Potapov, publicado originalmente en 1956 pero que no fue traducido hasta 1964, fue
un volumen muy importante para los estudios siberianos tanto dentro como fuera de la URSS5 y
sería una obra central de referencia durante casi cinco décadas; y Peoples of Asiatic Russia de
Waldemar Jochelson publicado en 1928. Ambos textos son catálogos de pueblos pero el primero
incluye una extensa introducción donde se resumen la conquista de colonización de Siberia hasta el
advenimiento de la URSS y en adelante trata, en términos más contemporáneos que históricos, la
construcción del socialismo en el norte ruso-siberiano. La comparación entre ambos catálogos no
solo ilustra los cambios territoriales sino que también pone de manifiesto los cambios en los
criterios usados para definir y clasificar los distintos pueblos. 
5 Existe un artículo, "The construction of Soviet ethnography and 'The peoples of Siberia'", de David G. 
Anderson y Dmitry V. Arzyutov, sobre el proceso de realización de este libro y lo que supuso tanto dentro
como fuera de la URSS
Podemos encontrar otros catálogos en diversos atlas y enciclopedias etnográficas como por ejemplo
el catálogo Ethnographic Atlas de George Peter Murdock para la revista Ethnology entre 1962 y
1980. Andrey Korotayev y otros autores6 lo rescatan en su artículo Ethnographic Atlas XXX:
Peoples of Siberia, publicado en 2004 en la misma revista Ethonology, donde comentan la pobreza
de los resultado debido al difícil acceso a las fuentes en la época en la que se publicó el atlas. Otro
catálogo muy interesante y que también saca a relucir estos temas es el mucho más actual
Encyclopedia of indigenous peoples of the North Siberia and the Far East of the Russian
Federation, copublicado en 2011 por RAIPON (Asociación de Pueblos Indígenas del Norte, Siberia
y el Lejano Oriente de la Federación Rusa) y CSIPN (Centro para el Apoyo de los Pueblos
Indígenas del Norte). Esta enciclopedia está escrita a ocho manos por Vadim Tuarev, Vladimir
Bocharnikov, Rodion Sulyandziga y Pavel Suluandziga, estos ambos pertenecientes a una etnia
indígena. Esta enciclopedia tiene un carácter didáctico. 
2.2 SIBERIA 
Como el título indica, la idea sobre la que orbita este trabajo es la de Siberia como frontera y
colonia de Rusia . Con Siberia nos referimos a su sentido amplio geográfico desde los Urales hasta
el Pacífico Norte y el estrecho de Bering, desde el círculo polar ártico hasta la frontera de Rusia
con Mongolia pues no se entiende como Siberia las zonas de Asia Central pese a estar al este de los
Urales; y no solo a la división administrativa rusa homónima, distrito federal de Siberia (Vitebsky y
Alekseyev, 2015:440; Bassin, 1991:768). En nuestro imaginario popular esta vastísima región es
sinónimo de una vida extremadamente dura, destino de delincuentes y perseguidos por los sucesivos
gobiernos centrados en Moscú y San Petersburgo. Siberia también es imaginada como un lugar
inhóspito y pobre donde apenas nada puede crecer y criarse, mucho menos domesticarse; tal vez
solo rentable por su subsuelo repleto de riquezas minerales (uranio, gas, petróleo, etc) y la seguridad
de alejar a otras potencias del centro de poder imperial. Así pues, se trata de una región
caracterizada por el vacío y el salvajismo, detenida en el tiempo tal y como imaginamos a los
bosques vírgenes; una especie de reedición rusa del orientalismo sobre su propia colonia (Bassin,
1991:764, 771). Sin duda esta concepción popular sobre esta región quedó bien resumida en su
momento por Julio Verne en su novela Miguel Strogoff. Pese a publicarse en el siglo XIX, todavía
hoy resuena su eco en la cultura popular de todo el mundo, hoy globalizada: 
6 Los demás autores son Alexander Kazanov, Svetlana Borinskaya, Daria Khaltourina y Dmitri
Bondarenko. 
La Rusia asiática, o Siberia, abarca un área superficial de quinientas sesenta mil leguas y cuenta
aproximadamente con dos millones de habitantes. Se extiende desde los montes Urales, que la
separan de la Rusia europea, hasta el litoral del océano Pacífico. Por el sur son el Turquestán y el
imperio chino los que la delimitan siguiendo una frontera bastante indeterminada; por el norte es
el océano Glacial desde el mar de Kara hasta el estrecho de Behring. Está dividida en gobiernos o
provincias, que son los de Tobolsk, de Yeniseisk, Irkutsk, Omsk, de Yakutsk; comprende dos
distritos, los de Ojotsk y de Kamtschatka, y posee dos países, ahora sometidos a la dominación
moscovita, el país de los kirguises y el país de los chukchos.
Esta inmensa extensión de estepas, que ocupa más de ciento diez grados del oeste al este, es, a la
vez, una tierra de deportación para criminales, y una tierra de exilio para aquellos a los que un
ukase ha condenado a la expulsión.
Dos gobernadores generales representan la autoridad suprema de los zares en esta vasta región.
Uno resido en Irkutsk, capital de la Siberia oriental; el otro reside en Tomsk, capital de la Siberia
occidental. El río Chuna, afluente del del río Yenisei, separa las dos Siberias.
Ningún ferrocarril surca todavía estas inmensas llanuras, algunas de las cuales son de fertilidad
extrema. Ninguna vía férrea enlaza con las minas preciosas que, en vastas extensiones, hacen el
suelo siberiano más rico por debajo que por encima de la superficie. Por ellas se viaja en tarentas o
en telega en verano; en trineo en invierno. (pp. 21-22)
Sin embargo, Siberia es una región muy diversa tanto en flora, fauna, orografía y climatología;
cuenta con un gran surtido de paisajes y biomas. Y esta diversidad se traslada también a lo humano:
Siberia es y ha sido el hogar de diversos pueblos, algunos considerados como indígenas que tienen
este territorio como su hogar ancestral, otros venidos de lejos, pero todos cambiantes y dinámicos
en sus relaciones sociales intergrupales e intragrupales, así con el medio y territorio que habitan.
Según un informe del Consejo de Europa publicado en 20077, en Rusia se cuentan 160 minorías
étnicas, muchas de ellas radicadas en Siberia. Sin embargo, estas clasificaciones que se manejan
sobre los pueblos son difíciles de contrastar ya que o bien no conocemos los criterios según los que
se construyen o bien usan criterios distintos a otros anteriores, lo que hace difícil la comparación
sobre todo con índices pasados, más aún si también cambian las realidad políticas y demográficas:
7 Council of Europe. (2007, 2 mayo). Resolution CM/ResCMN(2007)7 on the implementation of the
Framework Convention for the Protection of National Minorities by the Russian Federation 
https://www.ohchr.org/sites/default/files/lib-docs/HRBodies/UPR/Documents/Session4/RU/COE_FCNM_RUS_UPR_S4_2009_anx_2nd_CM_Res_RussianFederation_en.pdf
https://www.ohchr.org/sites/default/files/lib-docs/HRBodies/UPR/Documents/Session4/RU/COE_FCNM_RUS_UPR_S4_2009_anx_2nd_CM_Res_RussianFederation_en.pdf
las fronteras son cambiantes, los grupos humanos migran (o les obligan a ello) y sus rasgos
culturales mutan. Así desde la antropología rusa estos índices son cambiantes segúnlos autores se
hayan educado y trabajado en las academias del Imperio Ruso, en academias extranjeras, en las
universidades soviéticas en la etapa de Stalin o los años posteriores a la disolución de la URSS. Por
ejemplo, Waldemar (o Vladimir) Jochelson clasificó en su libro Peoples of Asiatic Russia (1928) a
las poblaciones indígenas de toda Rusia, no solo de Siberia, según criterios lingüísticos-raciales,
indexando en el área siberiana 19 grupos culturales. Jochelson participó en la expedición de Jesup
del Pacífico Norte, planeada por Franz Boas (Gray, Vakhtin, Schweitzer; 2003; Vitebsky y
Alekseyev, 2015). Sin embargo, ya en la URSS, antropólogos como Leonid Pavlovich Potapov y
Maksim Grigorevich Levin indexaron 30 pueblos en The peoples of Siberia, publicado en inglés en
1964 (la edición original en ruso data de 1956 y se titula Narody Sibiri) en el área siberiana según
criterios de territorialidad y cultura material, fundamentalmente. 
Pese a las fluctuaciones en número y el cambio en los criterios, Siberia es un territorio
extremadamente diverso. Poner el foco en la diversidad humana de esta región nos podrá ayudar
comprenderla, a Rusia y otras áreas circundantes como lugares históricos complejos y diversos,
contradictorios y dinámicos, tanto como los que nosotros habitamos y solemos estudiar. Entender
esta región desde la óptica antropológica nos ayudará alejarnos de imágenes estereotípicas y
avanzar en la comprensión una zona tan amplia del mundo y sus habitantes como "mayores de
edad" (siguiendo la metáfora kantiana que tan importante ha sido para construir la idea de
humanidad así como para justificar el colonialismo y la dominación imperial) insertados en su
contexto histórico en lugar de ser dibujados como un gran hombre de paja homogéneo de grupos
humanos que viven ajenos al tiempo esperando a que otros los inserten por fin en la corriente de la
historia. Esta discusión filosófica/antropológica es la misma que ha sido proyectada sobre América,
sus pueblos originarios y su colonización (Graeber y Wengrow, 2021; Todorov 1998[1982]); y es la
misma que que proyectaron los antropólogos rusos en el estudio de su experiencia colonial, sobre
todo en época soviética. Creo que los paradigmas creados alrededor de este evento se pueden
aplicar a Siberia para comprender su historia moderna de manera precisa, alejándonos de los relatos
típicos ofrecidos desde la historiografía nacionalista rusa (muy parecidos a cualquier relato
hagiográfico sobre la conquista imperial a los que estamos acostumbrados en España y el resto de
Europa occidental), así como dotar de agencia y "humanidad" a los pueblos conquistados.
2.3 RUSIA Y SU IMPERIO ASIÁTICO
La experiencia colonial rusa es prolongada en el tiempo y en el espacio. En el tiempo porque
comienza a finales del siglo XVI y se extiende, como poco, hasta mediados del siglo XX. En el
espacio porque el espacio que pasa a estar bajo administración rusa en este periodo temporal es
inmenso pese a que desde el exterior tendamos a reducirlo epistemológicamente al percibirlo como
un espacio homogéneo y uniforme. Según en que espacio temporal nos centremos veremos que los
hechos y actitudes respecto a la colonización se pueden comparar con unas y otras experiencias
coloniales. Es esto lo que nos proponemos hacer en este trabajo: una aproximación comparativa
entre la experiencia cambiante del Estado ruso y otras en otros lugares geográficos y temporales
llevados a cabo por distintos agentes. Con suerte, estas comparaciones nos ayudarán a comprender
la colonización rusa, puede que también otras, la formación del Estado ruso actual y su papel en el
mundo, ¿se trató de una experiencia única o por el contrario siguió modelo comunes a sus
coetáneos? Por conveniencia e interés para la Academia hispanohablante el grueso de la
comparación será respecto a las experiencias europeas en América aunque también comentaremos
brevemente similitudes con los imperios mongoles (y sus sucesores) y japonés, ya en el siglo XIX,
el primero por la influencia de sus formas de gobernanza en la centralización del Estado ruso y las
primeras incursiones rusas más allá de los Urales, el segundo por las similitudes en las relaciones
interétnicas dentro de ambos Estados y, sobre todo, por la mutua rivalidad imperial que
escenificaron en las áreas de Manchuria, el mar de Ojotsk y el mar de Japón en los siglos XIX y
XX. Generalmente se observan los proyectos imperiales rusos desde el modelo de los imperios
modernos europeos. Sin embargo, no se debe desechar la influencia de otros modos imperiales que
no se suelen integrar en la historia de Occidente, o se hace con menor peso, como la experiencia del
Imperio Bizantino y los modos imperiales de los estados turco-mongoles tras la gran expansión en
tiempos de Gengis Kan, pues la metrópolis rusa se forma en el marco de la encrucijada entre (los
imaginados) Oriente y Occidente (Oskanian, 2018).
Ninguno de los autores y textos consultados explicitan una división teórica de la colonización rusa
en Siberia si bien sí comentan los cambios en las políticas de dominación y extracción así como las
actitudes de los rusos respecto a los pueblos indígenas. Sintetizando las fuentes llegamos a la
conclusión de que podemos dividir la historia de la conquista y colonización de Siberia en tres
grandes bloques:
1. Del siglo XVI a mediados del siglo XIX.
2. De mediados del XIX hasta la Revolución Rusa.
3. De la Revolución Rusa hasta la la década de 2020. 
Los límites de cada etapa no son precisos pues se trata de procesos históricos, no se generan
espontáneamente ni se expanden uniformemente, no es raro que varios aspectos de distintos
procesos se solapen. De hecho, como hemos comentado, es común que se trate la colonización
como un todo y dentro del mismo acontecimiento histórico se pase a relatar los cambios pero
siempre de la misma idea de colonización. Aunque en los textos no encontramos divisiones claras
está implícito que a mediados del siglo XIX se producen unos cambios cualitativos en la
colonización que la hacen diferente a la de siglos anteriores, algo que parece consensuado, como
veremos. Sin embargo lo que pasa tras el zarismo no queda tan claro, ¿las formas soviéticas de
dominación sobre el territorio son distintas a las anteriores o son una continuación de las políticas
zaristas? Aunque hay matices, los cuales comentaremos, por lo general historiadores y antropólogos
(Baeva, 2015; Bassin, 1991; Forsyth, 1998[1992]; Hartley, 2014; Vitebsky y Alekseyev, 2015)
entienden que durante el periodo soviético, e incluso hoy día, el carácter colonial y fronterizo
siguen pesando sobre Siberia.
2.4 RUSIA ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE 
Como explica Oskanian (2018:28-29, citando a Watson, 1992:16), los imperios no solo son
máquinas extractivas de recursos y de dominación de pueblos: son mecanismos que facilitan y
legitiman la reproducción de estructuras, ideologías hegemónicas y prácticas de dominación, así
como provocan también prácticas internas de resistencia de los dominados frente a los dominadores.
Estos mecanismos no necesitan estar legalmente reconocidos para funcionar, interpretado desde una
definición amplia que pone en el centro de la cuestión la producción y reproducción de estructuras
de poder en lugar de las definiciones formales basadas en enfoques legalistas sobre cada
administración imperial o no imperial. Oskanian, citando a Johan Galtung (1971, citado en
Oskanian, 2018:28), se inclina por esta línea de pensamiento sustentada sobre lecturas alternativas
al marxismo-leninismo oficial de la URSS (hablamos, en este caso, de Antonio Gramsci), de donde
saca los conceptos de hegemonía. Pero sobre todo extrae el peso de su argumentación de EdwardSaid y su concepto de "orientalismo", interpolado con lecturas de Michel Foucault sobre la
"arqueología del conocimiento" (p.29) y la "gubernamentalidad" (p.29). Said ofrece un marco de
referencia muy competente para analizar la autopercepción rusa como imperio en la encrucijada
entre los imaginados Oriente y Occidente desde su liberación del "yugo tártaro" (García Espada,
2017:186; Vicens-Vives, 1979[1942]a:167-168) hasta la actualidad. Esta situación liminal forjó lo
que el autor llama un "excepcionalismo híbrido" (pp.26, 39).
De hecho en Rusia los temas orientales han tenido mucha presencia y un desarrollo autóctono por lo
menos desde el siglo XVIII (desde este siglo como disciplina académica) en gran parte gracias a
esta situación liminal y sus contactos primero con el Levante mediterráneo a través del Imperio
Bizantino y luego, más tarde, con los pueblos túrquicos, mongoles, Persia y distintos Estados con
influencias persas y, en general, todo el mundo musulmán de Asia Central, como Schimmelpennick
van der Oye (2011) explica. 
El carácter del Estado ruso ha sido siempre muy particular respecto a sus homólogos occidentales:
así mismo se ha visto como siempre superior al Oriente bárbaro pero a su vez diferente a Occidente
aunque en igualdad de condiciones. Desde la independencia en el siglo XV del principado
moscovita, la entidad política en torno a la que se formaría Rusia, el carácter del Estado ha
modelado por dos instituciones clave: la Iglesia Ortodoxa y el Imperio Bizantino. La primera dio
legitimidad a través de su universalismo al papel autootorgado de Moscú como protector de los
cristianos en el este durante una época de intensta rivalidad con el Imperio Otomano, que en sus
cabezas representaba al Islam en su totalidad. La segunda aporta su modelo de gobierno, la
autocracia, algo diferente a las monarquías feudales occidentales fundadas sobre contratos
vasallísticos y una marcada descentralización, y también la ideología imperial por la cual se
legitimaba la hegemonía rusa por Europa oriental. En 1453 cae el Imperio Bizantino, continuador a
su modo de la legitimidad el antiguo Imperio Romano, y grandes masas de refugiados huyen a los
territorios cristianos, entre ellos se cuentan nobles y aristócratas. En 1472 Iván III de Moscú se casa
con Sofía Paleólogo, sobrina del último emperador Bizantino. Los destinos de Moscú y Bizancio, la
Segunda Roma, quedan unidos y se produce la "bizantinización" del gobierno moscovita: se
legitima el camino hacia la autocracia y se apropia de la legitimidad romana declarándose "Tercera
Roma", pretensión que se hace notar en los rituales referidos al monarca y el gobierno que asimilan
(y adaptan) formas, discursos y honores propios de los emperadores bizantinos (Vicens-Vives,
1979[1942]a). La ambición imperial sobre el Oriente romano y ortodoxo será uno de los ejes
vertebradores de la política exterior rusa sobre todo en los conflictos en sus fronteras
sudoccidentales en permanente conflicto con el Imperio Otomano hasta la Primera Guerra Mundial
(Asimov, 2011[1970]:343)
No obstante, este "excepcionalismo híbrido" puede recoger otros modelos imperiales aunque no
funcionasen como fuente de legitimidad imperial: la experiencia de los imperios turcomongoles y
sus sucesores en las estepas asiáticas y la gran llanura europea. Estos imperios diferían del modelo
de imperio antiguo occidental, como el Romano, en sus formas de dominación (García Espada,
2017; Baeva, 2015). En las estepas el poder circulaba verticalmente en forma de obediencia y
bienes, tributos, pero no era necesaria la sumisión total de las poblaciones conquistadas, bastaba con
sustituir las élites autóctonas o incluso simplemente con la confirmación de la relación de dominio
mediante tributos regulares, pudiendo ser las poblaciones sometidas independientes de iure. Este
tipo de relación tributaria se daba sobre todo en la periferia de estos imperios (recordemos que el
centro para estas entidades políticas como el Imperio Mongol estuvieron en Asia Central y Oriental,
desplazándose hacia Oriente Medio y la India en último término). Moscú y otros principados rusos
estuvieron durante varios siglos sometidos a esta relación de poder, como ya hemos visto. No es de
extrañar que asumieran estas relaciones como propias del proyecto imperial autóctono y las
aplicasen en la experiencia siberiana. (Forsyth, 1998[1992]).
Esta situación liminal del imperialismo ruso y su influencia en el carácter de la conquista, su
justificación y sus relatos han sido temas de discusión desde los primeros días de las incursiones
cosascas en el interior de Siberia. Se han propuesto diversas explicaciones y definiciones
dependiendo de la distancia temporal, espacial y cultural del observador sobre todo a la hora de
comparar la experiencia rusa con sus homólogas europeas. Sergey Chernyshov (2021: 317-318)
sintetiza estos puntos de vista en tres:
1. La occidental clásica: muy influenciada la hipótesis de la frontera de Frederick Jackson
Turner en su libro The significance of the frontier in American History (1893). Se centra en
los procesos civilizatorios, en el cambio radical en el modo de vida de las poblaciones
aborígenes del territorio anexionado y su situación subordinada respecto a los colonos. Se
trata de un paradigma popular en occidente pero muy controvertido en Rusia.
2. La visión hegemónica rusa: heredera de la historiografía soviética que, a su vez, es heredera
de la historiografía tardoimperial. Desde este punto de vista la anexión de Siberia se trató
de un proceso pacífico y amistoso en contraposición de lo que ocurría en América. Los
nuevos territorios se interpretan como parte más de una nación y el foco de la cuestión se
pone sobre las interacciones entre nativos y colonos. Se trata de un paradigma popular en
Rusia sobre todo en los continuadores de la historiografía soviética.8
3. La opción oriental: la colonización de Siberia, sobre todo en sus fases tempranas, se
diferencia del resto de experiencias europeas no por su extensión territorial sino por
8 Para saber más sobre los lugares comunes de distintas narrativas del nacionalismo ruso contemporáneo 
recomiendo la lectura de Russian nationalism: imaginaries, doctrines, and political battlefields de 
Marlene Laruelle, publicado en 2019 por Routledge. 
representar un proceso civilizatorio distinto que tiene su origen en el este sustentando en las
experiencias turco-mongolas. Esta perspectiva no es popular en Rusia pese a su evidente
atractivo.
 
Pero antes de empezar las comparaciones hace falta aclarar un par de cuestiones sobre el papel de la
violencia y la aculturación en el caso ruso pues serán transversales a lo largo de la historia de la
colonización de Siberia así como son constituyentes, en mayor o menor medida según el momento
temporal y el espacio geográfico, del resto de experiencias coloniales (¡y neocoloniales!) europeas.
Si bien la historiografía rusa más cercana a las perspectivas oficiales deudoras de las soviéticas que
a su vez bebían de la historiografía zarista, al menos en cuanto a sus marcos estalinistas y
posteriores, (podemos verlo en Baeva, 2015 y en Levin y Potapov, 1964[1956]) inciden en que la
violencia, sobre todo en las primeras etapas, fue excepcional por escasa y las campañas militares
brillaron por su ausencia pese a que la mayoría de jefes exploradores fueron hombres de guerra,
limitándose estas campañas a guerrear contra otros Estados que también sojuzgaban a los nativos
siberianos. Sin embargo desde fuera se entiende que la violencia y la aculturación fueron aspectos
fundamentales tambén en la colonización del oriente ruso aunque sus formas e incidencia
cambiaran según la época. James Forsyth en su libro de 1992 (aquíusamos la edición de 1998) A
history of the peoples of Siberia: Russia's North Asian colony 1581-1991 hace hincapié en las
relaciones hostiles y violentas, siempre desiguales, entre rusos y pueblos originarios a lo largo de la
historia de Siberia. Este texto es de referencia fuera de Rusia y cuenta con una vasta bibliografía
procedentes de ambos lados del Telón de Acero aunque domina la biliografía soviética, de la cual
este libro sirve como un interesante comentario crítico. Por desgracia la inmensa mayoría de esta
bibliografía no ha llegado a otros idomas y no se han podido consultar para este trabajo, con todo lo
que ello implica.
La negación o minimización de la violencia en los procesos coloniales es una perspectiva que hoy
día se encuentra en auge en las metrópolis y exmetrópolis imperiales, perspectiva que forma parte
de narrativas populistas de derechas que buscan justificar las aventuras imperiales como parte
integral de unos relatos históricos concretos que giran alrededor de imaginadas edades de oro,
agentes civilizadores y posiciones preponderantes como cabezas del mundo. Estos relatos forman
parte de respuesta reaccionaria ante la crisis de confianza en la globalización desde 2008, relatos
que buscan reafirmar la "soberanía" desde pulsiones violentas y la idea del desarrollo como relación
vertical de poder (Villacañas, 2019).
***
 
En el presente trabajo se opera sobre una cronología muy amplia de aproximadamente cuatro siglos.
Trabajaremos, pues, con una perspectiva diacrónica. El espacio temporal que nos ocupa va ligado a
uno geográfico, Siberia, que articulados nos delimitan el marco dentro del cual desplegaremos la
hipótesis y objetivos del trabajo. Este marco se trata de la conquista y colonización de Siberia, un
proceso histórico de largo recorrido cuyas consecuencias siguen resonando hoy día. Tras una
descripción de la colonización rusa procederemos a compararla con otras experiencias coloniales
mediante el comentario conjunto de algunas características, prácticas y narrativas que pueden
entenderse como comunes, paralelas o análogas. aunque sin recurrir a la división por etapas. Estos
comentarios se harán en bloque pues considero que así se hace más fácil su comprensión.
Conforme a la división que anteriormente hemos establecido, comentaremos las características
principales de la experiencia colonial rusa en Siberia. 
2.5 PRIMERA ETAPA: siglos XVI-XIX
Comúnmente la conquista de Siberia por parte de los rusos se da por iniciada en el 1581 cuando la
familia Stroganov, que ostentaba el monopolio comercial de los territorios occidentales de los
Urales gracias a un privilegio otorgado por el zar Iván IV (Iván el Terrible), extensible también a los
territorios al otro lado de la cordillera; se lanza a dominar los territorios más allá de los Urales para
su explotación. Sin embargo, en el lado oriental, puerta de Siberia, se encontraba el kanato de Sibir,
un estado nómada sucesor de la Horda de Oro, a su vez sucesora del Imperio Mongol en las zonas
del medio y bajo Volga así como en los límites septentrionales de Asia Central, introduciéndose en
Siberia. Esta entidad política realmente tenía poca presencia real más allá de su capital y dominaba
a las comunidades nativas dentro de sus fronteras mediante relaciones tributarias (Vicens-Vives,
1979[1942]a). Las motivaciones para lanzarse a esta aventura fueron, básicamente, cuatro:
1. La mala relación entre el kanato y el zarato (Aust, 2004:183)
2. La hostilidad polacolituana, sueca y otomana con Moscú impidieron la expansión y apertura
hacia el oeste (Vicens-Vives, 1979[1942]a:161-172).
3. El acceso a recursos comerciales valiosos como la sal pero sobre todo las pieles (Collins,
1982:32; Vicens-Vives, 1979[1942]a:180)
4. El control de las rutas comerciales con Asia Oriental (Forsyth, 1998[1992]:26).
Históricamente se han esgrimido otras razones para la expedición, razones que a su vez han sido
extensibles para el resto de la expansión hacia el este, generalmente desde puntos de vistas que
tratan de legitimar, justificar o presentar la conquista como un episodio netamente positivo. Durante
el régimen de los zares, incluido los primeros momentos de la conquista, el asunto se trató como
una misión litúrgica o cruzada; liberación de cristianos9, labor misionera y cruzada contra el islam,
todo a la vez (Collins, 1982:17; Oskanian, 2018). Irónicamente, parece que la labor misionera para
convertir a los nativos no fue considerada importante durante mucho tiempo (Aust, 2004:187-188).
En la Unión Soviética, sobre todo desde la era Stalin en adelante, como la justificación religiosa ya
no ve como válida, la conquista se justificó como un salto de estado dentro de los marcos
evolucionistas del marxismo-leninismo oficial de la URSS y, en concreto la guerra contra el kanato
de Sibir, como la liberación de los pueblos nativos, como podemos leer en la obra conjunta de Levin
y Potapov: " [El kanato de Sibir] colapsó en el momento del primer encuentro con las fuerzas de
Yermak, quien de este modo liberó [el énfasis es mío] a las tribus del noroeste de Siberia de la
tiranía de Kuchum"10 (Levin y Potapov, 1964[1956]:109).
Sin embargo la relación de los rusos con Siberia no empieza ahí: desde por lo menos el siglo XI la
república de Novgorod en el norte de Rusia tenía contactos regulares con distintas comunidades
samoyedas y "yugra", nombre histórico dado por los rusos a los pueblos ugrofineses al oeste de los
Urales, así como al territorio que estos habitaban. Novgorod mantuvo relaciones comerciales con
unas comunidades de habla ugrofinesa alrededor de las modernas fronteras con Finlandia y al norte
de los Urales, y redujo al vasallaje, o a relaciones tributarias, a otras; lo mismo hizo con varias
comunidades samoyedas en esta misma área. Cuando Moscú integra los territorios de la república
en 1478 a sus dominios, el zar (aunque en este momento su título oficial es "solo" de Gran Príncipe)
encabeza la relación de dominio sobre los antiguos súbditos aborígenes de la república.
Paralelamente, el principado moscovita impone el vasallaje a los mari de los Urales, otro pueblo de
9 No había cristianos nativos en Siberia, ¿cómo es posible, entonces, la liberación de estos? Los rusos de
ese tiempo no veían la campaña contra el kanato musulmán de Sibir como una parte diferenciada de
campañas anteriores contra otros kanatos musulmanes, también sucesores de la Horda de Oro, en el
medio y bajo Volga donde sí que existían comunidades cristianas. 
10 Traducción propia: "It collapsed at the very first clash with Yermak's detachments, who thereby freed the 
tribes of northwest Siberia from Kuchum's tyranny."
habla ugrofinesa (Chernyshov, 2021;Forsyth, 1998[1992]; Levin y Potapov, 1964[1956]). Así para
la historiografía rusa la integración de los territorios siberianos no fue precedida por un
descubrimiento, con las implicaciones ideológicas y ontológicas a las que estamos acostumbrados a
la hora de hablar del "descubrimiento" de América, si no que se trató, al principio, de un proceso
que continuaba la expansión del territorio ruso, el fin del dominio tártaro y la liberación y expansión
del cristianismo (Oskanian, 2018; Levin y Potapov, 1964[1956]). Considero este aspecto
especialmente importante e interesante para el estudio de la experiencia colonial rusa desde la
perspectiva antropológica pues no se da un descubrimiento antropológico del otro sino que
simplemente se desarrolla una continuidad (Oskanian, 2018:322-323), sin dar lugar a un giro
copernicano que siente las bases para la moderna óptica antropológica, cosa que sí ocurrió respecto
a las otras experiencias coloniales europeas en América, con todo lo que conllevó para el desarrollo
de las grandes teorías (históricamente situadas) sobre el contrato social, la naturaleza

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