Logo Studenta

Estratégias de Riego em Almendros

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Introducción 
ESTRATEGIAS DE RIEGO EN HUERTOS DE ALMENDROS 
PARA OPTIMIZAR PRODUCTIVIDAD y CALIDAD 
Luis A. Gurovich, lng. Agr. Ph.D. 
Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal 
Pontificia Universidad Católica de Chile 
El almendro es una especie frutal reconocida por su relativa esistencia a la sequía En una 
misma condición edafo-climática, la capacidad de sobrevivencia del almendro, en 
comparación con otras especies de la familia Rosáceas o del género Prunus es superior. 
Esta capacidad de sobrevivencia del árbol frente a una limitadísima disponibilidad de 
agua en el suelo se debe a adaptaciones morfológicas de la hoja y de la cutícula del fruto 
y también a adaptaciones fisiológicas del árbol, como la osmo-regulación. 
En esta presentación dirigimos nuestra atención a plantaciones de almendros de alta 
productividad y para implementar estos objetivos la disponibilidad de agua en el suelo 
ocupado por el sistema radical del árbol no puede, en ningún momento a lo largo de la 
estación de crecimiento, ser un factor limitante del desarrollo vegetativo ni reproductivo 
del árbol 
La relación directa entre el consumo de agua del almendro y su productividad, la calidad 
de la almendra producida y el crecimiento del material vegetativo responsable de la 
producción de la siguiente temporada prácticamente lineal. El consumo de agua de una 
plantación de almendros es función de dos procesos, uno de carácter agro-físico, como 
es la demanda evaporativa de la atmósfera, y el otro es un proceso biológico, como es el 
incremento en el índice de área foliar, que es dependiente de las variedades presentes 
en el huerto, la edad de la plantación, el sistema de formación y conducción de los 
árboles y de la estrategia de riego implementada desde el año de plantación. 
El primero de estos procesos tiene como resultante la evapotranspiración potencial (ETo) 
y es afectado por 4 funciones climáticas que varían en el tiempo: la radiación solar, la 
temperatura, la humedad relativa del aire y la velocidad del viento. El segundo de estos 
procesos, con fines de riego, se expresa habitualmente como la función Kc = f(T), o 
función del coeficiente de evapotranspiración. 
161 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
La interacción de los procesos mencionados en los párrafos anteriores tiene como 
resultante la evapotranspiración real (ETr) del huerto; la función del riego es suplir en 
forma lo mas exactamente posible este consumo real de agua, de manera oportuna, 
uniforme y eficiente. 
El área de producción de almendros se circunscribe a zonas templadas, en las que la 
lluvia es insuficiente para reponer el agua del suelo evapotranspirada durante la estación 
productiva. La determinación de la ETr del almendro, al igual que de otras especies 
frutales, requiere de experimentación en el campo, sostenida por un periodo prolongado y 
significativo de la vida del huerto, motivo por el cual la investigación publicada es 
insuficiente, parcializada y generalmente sus resultados no son directamente aplicables a 
zonas agro-climáticas diferentes. 
El crecimiento y desarrollo del almendro en relación con el riego se caracteriza por una 
brotación y floración que ocurren en la temprana primavera, cuando la demanda 
evaporativa de la atmósfera es baja y en general cuando el suelo se encuentra con una 
alta disponibilidad de agua, proveniente de la lluvia invernal. Por este motivo, los 
requerimientos de riego en esta etapa inicial son mínimos, salvo en años en que no se 
presente lluvia invernal, situación en la cual el riego de pre-brotación es indispensable. 
A medida que avanza la primavera, el rápido crecimiento de brotes, dardos y frutos 
determina una expansión del índice de área foliar, la cual, asociada al incremento de la 
demanda evaporativa de la atmósfera, determina que el riego periódico de la plantación 
sea imprescindible. El desarrollo y morfogénesis de las yemas frutales, que ocurre 
simultáneamente con el periodo de expansión del índice de área foliar, es muy sensible a 
los déficits hídricos; por este motivo, el riego de la primavera e inicios del verano no solo 
afecta el crecimiento del fruto en la presente temporada, sino que también afecta la 
productividad en las siguientes temporadas 
Por otra parte, el riego de post-cosecha es un factor crítico para asegurar el crecimiento 
final del material vegetativo, cuya actividad fotosintética corresponderá al 
almacenamiento de los carbohidratos que pueden ser necesarios para obtener la 
producción de la siguiente temporada. A pesar de la escasa información disponible 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 162 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
acerca de la dinámica del crecimiento de raíces en especies frutales caducifolias, se ha 
demostrado que la economía hídrica del árbol está determinada por el tamaño relativo del 
sistema de raíces de brotes y de dardos, llegando a postularse que un crecimiento 
restringido de raíces (resultante de una estrategia de riego deficitario con respecto a ETr) 
puede limitar el crecimiento vegetativo con una intensidad suficiente para que la partición 
de fotosintatos se oriente preferentemente al fruto y a la semilla. Sin embargo, la 
productividad final y la calidad de la almendra en estas condiciones serán sub-óptimas, o 
sea, con la práctica del riego deficitario, esta especie no logra alcanzar el potencial 
productivo de la plantación. 
Las relaciones hídricas de las especies frutales caducifolias que son relevantes al riego, 
in·cluyen aspectos de medición del estado hídrico del árbol, la dinámica estomática en las 
hojas y las adaptaciones a condiciones de sequía. 
El potencial del agua en la hoja ('f'hoja) es el indicador mas utilizado para expresar el 
estado energético del agua en árboles caducifolios), a de pesar existir controversias 
respecto a su real utilidad en algunas especies. En el caso del almendro, el '!'hoja es un 
indicador muy confiable del estado hídrico del árbol. 
La determinación del '!'hoja en árboles frutales se ve dificultada por las grandes 
variaciones en la exposición solar, altura y posición de las hojas muestreadas en 
diferentes puntos de la canopia del árbol la edad de la hoja muestreada y la presencia de 
frutos. A pesar de las restricciones anteriores, el '!'hoja es muchas veces el único 
indicador disponible para determinar los requerimientos de riego en situaciones de 
contenido variable de humedad del suelo, presencia de napas freáticas ubicadas a poca 
profundidad en el perfil del suelo y que afecten al sistema radical, en suelos salinos o en 
condiciones de riego localizado. 
Otras posibilidades para determinar el estado hídrico del árbol se relacionan con la 
presión de turgencia, con el contenido relativo de agua en la hoja, con el crecimiento de 
los dardos y brotes con la contracción del diámetro del tronco y con la termometría 
infrarroja en su relación con la apertura estomática, la evaporación de agua y temperatura 
interna de la hoja. Estas técnicas han sido evaluadas en plantaciones de almendros, pero 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 163 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
los resultados de estas evaluaciones no han sido concluyentes, como para justificar su 
utilización para programar el riego y determinar los requerimientos hídricos del huerto. 
Respecto al crecimiento de raíces y la absorción de agua desde el suelo, se ha 
determinado que la densidad de raíces por unidad de área (LA) es de 1 O a 20 cm/cm2 
para plantaciones de almendros y otros frutales caducifolios, en comparación con valores 
de 300 cm/cm2 en cultivos anuales como maíz. Sin embargo, en condiciones de riego, la 
transpiración de estas especies frutales muy raramente se ve limitada por los bajos 
valores de LA, siendo posible obtener un desarrollo vegetativo normal y una productividad 
y calidad económicamente rentable, con sistemas radicalescreciendo en un volumen de 
suelo equivalente al 20 a 30% del volumen potencial, cuando se usa el sistema de riego 
por goteo. Se ha observado una declinación importante en el crecimiento de raíces 
durante el periodo en el cual el rápido crecimiento de dardos y frutos son coincidentes. 
Hay tres factores relacionados con el riego que afectan la distribución de raíces y la 
absorción de agua por especies frutales caducifolias: la frecuencia de riego, la lámina de 
agua aplicada y la forma de aplicación de ésta (localizada o con cubrimiento total de la 
superficie del suelo). El éxito en el desarrollo vegetativo, la productividad y calidad 
obtenidos en plantaciones de almendros con riego localizado, en el cual se humedece 
sólo una fracción del volumen de suelo potencialmente disponible para el desarrollo del 
sistema radical, es una evidencia más de la plasticidad de los sistemas radicales de esta 
especie y su capacidad para ajustarse a modelos de mojamiento parcial del suelo. 
Cuando el control estomático de la transpiración es insuficiente para prevenir el desarrollo 
de un 'l'hoja potencialmente dañino (deshidratación de los tejidos), el mecanismo de la 
caída natural de hojas se ha observado como una adaptación del almendro y otras 
especies frutales, para soportar las condiciones de sequía extrema. La recuperación del 
almendro después de una condición de desfoliación por estrés hídrico es un proceso que 
puede requerir mas de una temporada de producción para volver a obtenerse el potencial 
de producción de la plantación, si bien es posible que la recuperación del ritmo de 
desarrollo vegetativo en la siguiente temporada después del período de estrés sea muy 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 164 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
similar al de un huerto que no experimentó una temporada de restricción en su 
disponibilidad de agua en el suelo. 
La información sobre los requerimientos de agua del almendro ha sido obtenida con las 
técnicas de balance hídrico y su aplicabilidad es muy limitada para definir con precisión el 
consumo de agua en periodos de tiempo cortos (consumo diario por ejemplo). Existen 
algunos trabajos de determinación de ETr en lisímetros en durazneros, y esta información 
pudiera tener aplicabilidad en huertos de almendros. La información permite aproximar 
una estimación de los coeficientes Kc relativos a la ETo, correspondiente a huertos de 
almendros de edad madura (tamaño final del árbol) y en plena producción, en un rango 
de 0.9 a 0.95 
Es interesante notar que con una intercepción de la radiación por la canopia del 70 a 
80%, casi no hay diferencias en la ETr, en comparación con una cobertura foliar 
completa, posiblemente porque la micro-advección causada por el calentamiento del 
suelo en la entrelinea de plantación, que generalmente se presenta sin cobertura vegetal, 
compensa el efecto de la intercepción parcial de radiación sobre la ETr. 
En el caso de huertos recientemente plantados, durante los años de establecimiento en 
los que la cobertura foliar es mínima y se va incrementando en cada temporada 
consecutiva, la ETr es muy dependiente de la frecuencia de riego y del modelo de 
majamiento superficial del suelo, ya que una proporción importante del consumo de agua 
del huerto corresponde en realidad a la evaporación de agua desde la superficie del suelo 
no sombreada por la canopia. La ETr de almendros jóvenes regados por goteo se 
relacionó con la superficie sombreada del suelo a las 12:00 horas, tal como se presenta 
en la Figura Nº 1. Esta información permite programar el riego de huertos jóvenes, con 
una aplicabilidad comprobada tanto en el norte de California como en el valle de San 
Joaquín. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 165 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
Figura Nº 1. Relación entre el área sombreada y la ETr en un huerto de 
almendros jóvenes, en comparación con un huerto maduro. 
a.a 
;;..., 
U.:,¡ 60 
~ 
'"O 
~ 
-~ 
~ 40 
~ o 
i:i... 
20 
o 10 20 30 
Pon:entaje de area oomíbread~1 
Efectos del riego deficitario sobre el crecimiento, desarrollo, productividad 
y calidad del almendro. 
En el almendro, el proceso de crecimiento expansivo es muy sensible a los déficits 
hídricos, en forma similar a otras especies caducifolias y cultivos anuales; el crecimiento 
restringido es el primer proceso que se afecta, aun con déficits muy ligeros, en el rango 
de - 0.02 a - 0.06 MPa de tensión de agua en el suelo. Asimismo, se ha informado de 
situaciones en que una restricción en la disponibilidad de agua en la post-cosecha, 
determinan un crecimiento restringido de los dardos en la temporada siguiente, cuando el 
riego no es deficitario. 
En las especies frutales caducifolias, el número de frutos por árbol está inversamente 
relacionado con el ritmo de crecimiento vegetativo (brotes del año); los árboles con carga 
excesiva, además de tener una mayor demanda de fotosintatos, transpiran a una mayor 
velocidad y desarrollan bajos \f'hoja, de tal manera que el crecimiento vegetativo es aún 
mas reducido si hay condiciones de estrés hídrico, especialmente durante la etapa de 
rápido crecimiento del fruto. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 166 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
La formación de yemas frutales, el desarrollo de la flor y la polinización o cuaja del fruto 
son procesos que se afectan significativamente con el estrés hídrico; la diferenciación de 
las yemas frutales y la formación de los primordios de la flor al interior de la yema ocurren 
durante la temporada anterior .. 
Riego restringido. 
En situaciones en que los recursos hídricos disponibles para el riego de un huerto de 
almendros no permita la reposición completa de la ET, es importante tener en cuenta la 
respuesta del árbol, para establecer estrategias orientadas a maximizar la calidad y 
productividad del huerto. 
Como un principio general, el riego deficitario debe ser evitado totalmente durante los 
años de establecimiento del huerto, hasta que la canopia logre al menos un 50% de 
cobertura de la superficie de! suelo. Arboles jóvenes de almendro regados durante toda la 
temporada entre inicio de primavera y mediados del otoño, tienen un rendimiento 
significativamente mas alto en comparación con árboles similares, en los cuales el riego 
se interrumpe 6 semanas antes de la caída natural de hojas. 
La capacidad de almacenamiento de agua en el volumen de suelo ocupado por las raíces 
tiene un rol determinante para definir una estrategia de riego deficitario. En suelos 
profundos es importante iniciar la temporada con todo el perfil con un contenido de agua 
equivalente a capacidad de campo, pudiendo realizarse luego cada riego con una 
lámina de reposición menor que la lámina de agua evapotranspirada por el huerto desde 
el riego anterior, en la seguridad que la diferencia será obtenida por el árbol desde las 
estratas inferiores del perfil. Así, es posible llegar al final de la temporada de producción 
con todo el perfil del suelo con un bajo contenido de humedad, sin que el rendimiento y 
calidad de la producción se hayan reducido significativamente respecto a su potencial sin 
restricciones de riego. 
En cambio, en suelos delgados, arenosos y/o muy pedregosos, será necesario hacer 
riegos deficitarios con alta frecuencia, que si bien reducirán el crecimiento vegetativo, 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 167 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
pueden no afectar mayormente la calidad de la almendra, aunque se produzca una 
reducción en la productividad. 
Respecto al riego de post-cosecha, es posible realizar un riego deficitario de post 
cosecha con láminas equivatentes a un 50% de ETr, sin que se afecte substancialmente 
la productividad y calidad en la siguiente temporada; sin embargo, esta es una 
generalización peligrosa, ya que lacombinación local de situaciones extremas entre la 
capacidad de almacenamiento de agua del suelo y la intensidad de la demanda 
evaporativa de la atmósfera a fines de verano y en el inicio del otoño, puede determinar la 
necesidad de un riego de post-cosecha sin restricciones, para evitar la deshidratación de 
dardos y la caída prematura de hojas. 
El riego excesivo (por sobre ta ETr) en suelos con una infiltrabilidad lenta ha sido 
asociado con el desarrollo de hongos fitopatógenos de tos géneros Phytophtora y 
Verticillium, en diferentes tipos de huertos de almendros . 
Por otro lado el estrés hídrico ha sido responsable de un notable incremento en la 
incidencia de ataques de arañitas (Tetranychus telaruis Koch) en almendros; existen dos 
hipótesis para explicar estas observaciones: un incremento en ta temperatura de la hoja, 
como resultado de una velocidad de transpiración restringida por el cierre estomático 
parcial o una mayor disponibilidad de Nitrógeno en hojas sometidas a estrés hídrico, que 
permite una alimentación mas adecuada al proceso de reproducción de las arañitas. 
Métodos de riego 
El conocimiento de tos requerimientos hídricos de un huerto de almendros, y la 
optimización en ia oportunidad de cada evento de riego, solo producen un beneficio en 
productividad y calidad si tas láminas de agua que se infiltran en diferentes puntos del 
campo son uniformes y efectivamente reponen ta lámina evapotranspirada desde el 
evento de riego anterior. El almendro, al igual que otros frutales caducifolios, tiene una 
respuesta más directa a los niveles de agua almacenada en el suelo y al riego 
programado, en comparación con su respuesta a métodos de riego alternativos. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 168 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
Los métodos de riego superficial mas utilizados en huertos de almendros son: surcos 
rectos, platabandas y tazas individuales. En el caso del riego presurizado, se utiliza 
con éxito la aspersión convencional sobre el follaje, cuando es necesario combinar el 
riego con el control de heladas, el riego por goteo, microjet y microaspersión. Gracias 
a su mayor eficiencia de aplicación y de distribución, los sistemas presurizados de 
aplicación localizada han pasado a ser en el mundo entero una inversión ineludible en 
plantaciones nuevas. El cambio desde un sistema de riego superficial a un sistema de 
riego presurizado se ha implementado en números huertos, sin que se haya producido 
algún tipo de estrés en los árboles durante el periodo de tiempo que transcurre hasta que 
la arquitectura del sistema radical se adapta al nuevo modelo de mojamiento del suelo. 
En los últimos años se ha postulado que existirían ventajas operativas y agronómicas de 
los sistemas de microjet y microaspersión por sobre el uso de riego por goteo, pero no se 
ha desarrollado estudios detallados que permitan evaluar cuantitativamente las posibles 
diferencias en productividad y calidad de la almendra con estos sistemas de riego 
alternativos; debe considerarse que la eficiencia de aplicación para microjets es de 75%, 
para microaspersión es 85% y para el riego por goteo es de 95%, por lo que en 
condiciones de limitación en los recursos hídricos disponibles, hay una clara ventaja para 
el sistema de riego por goteo. 
RIEGO PROGRAMADO EN ALMENDROS 
Frecuencia de riego óptima. 
La capacidad de retención de agua del suelo, la demanda evaporativa de la atmósfera y 
el desarrollo del índice de área foliar del árbol son los 3 condicionantes de la frecuencia 
óptima que debe utilizarse en un huerto de almendros para maximizar la productividad y 
asegurar la calidad del producto. 
a. La capacidad de retención de agua es un valor constante en cada suelo y se determina 
muy fácilmente infiltrando agua en una poceta de 1 m2 durante un mínimo de 24 horas, 
para luego cubrir la superficie del suelo con un film de polietileno por 48 horas (para evitar 
la evaporación), muestrando luego en profundidad, al centro de la poceta con un barreno, 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 169 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
en intervalos de 30 cm, hasta 1.2 m de profundidad (4 muestras de suelo húmedo). 
Pesando las muestras de suelo húmedas, secándolas luego por 24 horas en un horno a 
100 ºC y pesando las muestras secas por diferencia se establece la lámina de agua que 
el suelo es capaz de retener. 
En la Tabla Nº 1 se presenta el o/o de la lámina de agua que es capaz de retener el suelo 
después del riego, que puede ser consumida como evapotranspiración por un huerto de 
almendros, sin que su productividad se vea disminuida significativamente. Se asume que 
la plantación tiene un marco no superior a 5 * 5 m y que todas las prácticas culturales 
aseguran un desarrollo tal, que al año 5 desde la plantación, se puede considerar que 
hay una cobertura foliar completa (árboles adultos en plena producción). 
Tabla Nº 1. Criterio o umbral de riego. o/o del agua almacenada por el suelo después de 
un riego profundo, que está a disposición del árbol y que puede ser evapotranspirada sin 
afectar la productividad del huerto. 
Edad del huerto ETAPA 1 ETAPA2 ETAPA3 ETAPA4 
Oa1año 0.15 0.20 
1a2 años 0.20 0.35 
2 a 3 años 0.25 0.30 0.35 0.40 
3 a4años 0.35 0.40 0.40 0.45 
4 a 5años 0.45 0.50 0.50 0.55 
5 años y+ 0.45 0.50 0.55 0.60 
En la Tabla Nº 1 las etapas numeradas del 1 al 4 se refieren a las siguientes etapas 
fenológicas en un huerto a partir del año 3: 
ETAPA 1: Inicio de brotación hasta inicio de la caida de los sépalos de la flor 
ETAPA 2: Inicio de la caída de los sépalos de la flor hasta alcanzar el tamaño final del 
pericarpio 
ETAPA 3: Tamaño final del pericarpio hasta cosecha. 
ETAPA 4: Post cosecha 
Para los 2 primeros años desde la plantación, la primera etapa culmina con dardos de 50 
cm de largo y la segunda etapa culmina con el fin de la temporada de riego, a mediados 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 170 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
de otoño. 
De esta manera, conociendo la lámina de agua que es capaz de retener el suelo después 
de un riego de larga duración, y los valores de la Tabla Nº 1, se puede establecer la 
magnitud de la lámina de agua máxima que puede consumir el huerto, sin afectar su 
productividad. 
b. La demanda evaporativa de la atmósfera representa el efecto combinado de la 
radiación solar, la temperatura y humedad relativa del aire y la velocidad del viento, que 
tienen lugar a lo largo de un día en un huerto específico; esta demanda se expresa como 
la lámina de agua que consume (evapotranspira) una pradera sin restricciones de riego 
en esa ubicación geográfica, en cada uno de los días de la estación productiva (brotación 
a fin de la temporada de riego), por efecto de las variables climáticas mencionadas. Este 
valor se conoce como evapotranspiración potencial (ETo). 
Obviamente, la demanda evaporativa de la atmósfera es un parámetro bastante 
fluctuante en días consecutivos y presenta una tendencia clara a incrementarse, a 
medida que transcurre la temporada de producción, hasta llegar a un máximo a mediados 
del verano, para iniciar una luego una tendencia a disminuir. Los valores de demanda 
evaporativa de la atmósfera mas frecuentes en las condiciones de producción de la 
almendra en Chile son: un mínimo de 1 mm/día en la temprana primavera, 5.5 mm/día al 
final de la primavera, un máximo de 9 mm/día en pleno verano y 2.5 mm/día en el 
momento en que se determina interrumpir el riego en el otoño. 
La determinación del valor diario de la demanda evaporativa de la atmósfera se realiza de 
diversas formas, siendo la más habitual, la instalación de una bandeja estándar de 
evaporación en un punto representativo del huerto. Los datos diarios de los parámetros 
climáticos antes mencionados, pueden proporcionar una mayor exactitud en el valor 
diario de la demanda evaporativade la atmósfera, si provienen de una Estación 
Meteorológica que represente adecuadamente las condiciones del huerto, en términos de 
posición geográfica, altura sobre el nivel del mar, cultivos y cerros circundantes, 
exposición al viento, etc. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 171 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
c. El desarrollo del índice de área foliar, conocido también como índice de cobertura de 
la superficie del suelo con las hojas del árbol, es variable en el tiempo, incrementándose 
desde un valor O en pre-brotación, hasta un valor máximo de 4.3 para el momento de 
cambio de color de la almendra, cuando ésta pasa a ser una semilla viable, que si es 
sembrada en el suelo, podría germinar y desarrollarse como árbol. 
El valor del índice de cobertura de un huerto en un día determinado de la temporada es 
complejo de evaluar; por ello, mas frecuentemente se utiliza el coeficiente de 
evapotranspiración (Kc) para expresar el consumo efectivo de agua de una plantación. 
Este coeficiente Kc es la relación entre 
Ecuación N° 1: Kc = ETo I Et 
en que: 
ETo ha sido definido como la evapotranspiración potencial y 
ETr es la evapotranspiración real del huerto. 
Los valores de Kc, para un huerto comercial de almendros con marco de plantación 5*5 
m y que alcanzan su desarrollo final y tienen una productividad máxima al año 5 después 
de la plantación, se presentan en la Tabla Nº 2. 
Tabla Nº 2. Valores del coeficiente de evapotranspiración (Kc) para huertos de 
almendros. 
Edad del huerto ETAPA 1 ETAPA2 ETAPA3 ETAPA4 
O a 1 año 0.10 0.35 
1a2 años 0.10 0.40 
2 a 3 años 0.10 0.20 0.45 0.50 
3 a 4 años 0.10 0.25 0.60 0.75 
4 a 5 años 0.15 0.30 0.75 0.80 
mas de 5 años 0.15 0.35 0.85 0.95 
Los valores de coeficiente Kc presentados en la Tabla Nº 2 corresponden al valor inicial 
en cada etapa fenológica. El valor de Kc final de esa etapa corresponde al valor inicial de 
la siguiente etapa. Las etapas 1 a 4 son las mismas etapas fenológicas definidas 
anteriormente en esta presentación. Si bien estos valores de Kc son aplicables a todas 
las variedades, la forma de la curva que representa al Kc a lo largo de la temporada no lo 
es, ya que las variedades tempranas presentan el inicio de cada etapa fenológica en 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 172 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
diferentes fechas; lo mismo ocurre en zonas geográficas diferentes, para una misma 
variedad. 
En la Figura Nº 2 se presenta una curva de Kc = f(t) típica para un huerto de almendros. 
Para usar esta curva con el fin de determinar el consumo de agua de un huerto 
específico, es necesario definir la fecha en que se iniciaría cada una de las etapas 
fenológicas en un año de clima normal y ajustar durante la temporada las fechas 
efectivas, cuya ocurrencia está muy relacionada con las condiciones climáticas 
específicas de la primavera y el verano. 
En huertos jóvenes, para trazar la curva de Kc = f(t) se utiliza los valores del coeficiente 
Kc presentados en la Tabla Nº 2 
Figura Nº 2. Una curva esquemática de Kc para un huerto de 
almendros en plena producción. 
1 
Kc 0,9 
0,8 
0,7 
0,6 
0,5 ,,.,.,,,,,;;é:,.j"J 
0,4 
0,3 
o.2 ~~s,;:a 
0,1 
O..J.:.!i:..;;;;;;;.:~:..;;;;;;;.:~...:.J-;........:.._;;;;;;..J.:..;;..........:..-2.f.;;.;.w::.;.;.w::.;;¡.....;;.;.w::.¡¡¡;,;;¡_¡.:.....;..........:...;,..i 
o 1 2 3 4 
ETAPAS FB'JOLOGICAS 
Ecuación Nº2: ETa = Kc * ETo 
Si se denomina día cero al día en que se realiza un riego y asumiendo que este riego 
permite, por su duración, almacenar en el suelo una lámina de agua correspondiente a la 
capacidad de retención del suelo hasta la profundidad en que se encuentra el sistema 
radical del árbol, la fechadel siguiente riego se determina comparando la lámina 
evapotranspirada acumulada (L. E. A.) con la lámina de agua correspondiente al criterio 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 173 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
de riego (Lcr), que es el contenido de agua que puede almacenar ese perfil de suelo y 
que está disponible para el árbol, multiplicada por el criterio de riego (Tabla Nº 1 punto a.) 
Ecuación Nº3: L. E. A.= DD(ETr diaria) 
en que: 
L. E. A.= lámina evapotranspirada acumulada desde el riego anterior (cm) 
ETr = Evapotranspiración real diaria del huerto (ecuación Nº 1) (cm) 
y 
Lcr = L. D. * H * C. R. 
Ecuación Nº 4 
en que: 
Lcr =lámina permitida de consumo sin afectar la productividad (cm) 
L. D.= capacidad de campo(% volumétrico)* 0.5 
H =profundidad efectiva del perfil ocupado por las raíces (cm) 
C. R. = criterio de riego (Tabla Nº 1) 
Cuando: 
Ecuación N°5: L. E. A. = lcr 
corresponde realizar un nuevo evento de riego. 
A modo de ejemplo, si los valores de ETr diarios a partir del día en que se realizó el 
último riego son: 5.6, 5.1, 4.7, 5.2, 5.7, 5.8, 6.1 y 5.8 mm, en un suelo de 85 cm de 
profundidad, cuya capacidad de campo es 21.5% y el criterio de riego corresponde a 
0.45, la fecha del próximo riego se determina en una tabla de este tipo: 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 174 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
Tabla Nº 3. Programación del riego superficial. 
ETrdiaria L. E.A. lcr Regar? 
(cm) (cm) 85 cm* 0.215 * 0.5 * 0.45 = 
4.11 cm 
0.56 0.56 4.11 no 
0.51 1.07 4.11 no 
0.47 1.54 4.11 no 
0.52 2.06 4.11 no 
0.57 2.63 4.11 no 
0.58 3.21 4.11 no 
0.61 3.82 4.11 no 
0.58 4.40 4.11 SI 
Lámina de reposición y tiempo de riego. 
La lámina óptima de reposición es la cantidad de agua que debería ser infiltrada al interior 
del perfil de suelo ocupado por las raíces del árbol en cada evento de riego. Su magnitud 
debiera ser coincidente con la lámina efectivamente evapotranspirada desde el riego 
anterior (Ecuación Nº 5). Como resulta difícil determinar en condiciones de campo la 
lámina que se está infiltrando durante el riego, esta información se traduce a una medida 
del tiempo de riego, o sea a la duración del proceso en el que se mantiene agua sobre la 
superficie del suelo, para que ésta infiltre. 
En el caso del riego superficial, es necesario conocer la curva que relaciona la lámina 
infiltrada con el tiempo (curva de infiltración); en el caso del riego presurizado, es 
necesario conocer la descarga del emisor y el número de emisores por hectárea. 
La curva de infiltración tiene una forma parabólica, presentada esquemáticamente en la 
Figura Nº 3, y que es característica para cada tipo de suelo presente en el huerto. Esta 
curva generalmente es constante en el tiempo, ya que está determinada por la textura y 
estructura del suelo, por lo que su determinación se realiza solo una vez en la vida del 
huerto, con las técnicas descritas por. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 175 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
Figura Nº 3. Forma de la curva de infiltración del agua en el suelo. 
t 
/ 
I 
t 
I 
1 
1 
1 
1 
~~ _J.. ___ ..:.:...--. // 
En el eje Y de la Figura Nº 3 se determina la lámina que se desea infiltrar, que es la 
misma lámina de reposición de la ETr acumulada (Ecuación Nº 4). En la proyección del 
punto donde esta lámina corta a la curva de infiltración sobre el eje X, se encuentra el 
tiempo de riego necesario para infiltrar esa lámina. 
A modo de ejemplo, en la Figura Nº 3 se muestra el tiempo de riego requerido para 
infiltrar una lámina de 4.5 cm (que es equivalente a 450 m3/hectárea) y que resulta ser 
de 3.8 horas (3 horas y 48 minutos). 
En el caso del riego presurizado, el tiempo de riego corresponde a: 
Ecuación Nº6: T. R.= L. E. A.* 10 ID* N 
En que: 
T. R.= tiempo de riego (horas) 
L. E. A.= lámina de reposición de la ETr acumulada, Ecuación Nº 4) (cm) 
D = descarga del emisor (litros/hora) 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 176 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
N = número de emisores por hectárea 
De esta manera, semantiene en el suelo un contenido de agua dentro de los límites de 
consumo establecidos en la Tabla Nº 1, asumiendo entonces que la disponibilidad de 
agua en el suelo no es en ningún momento un factor limitante para la productividad y 
calidad. 
Periodos críticos 
El periodo de mayor incidencia negativa en la productividad y calidad de la 
almendra es el periodo inicial de brotación, floración, polinización y cuaja del fruto. 
En este periodo, que se extiende en promedio por 30 días, es muy poco probable 
que se produzca situaciones de estrés hídrico, porque los suelos almacenan el 
agua proveniente de las lluvias invernales y el consumo de agua del árbol es 
mínimo, ya que su índice de área foliar y la demanda evaporativa de la atmósfera 
son mínimos. Solamente en un año con lluvias invernales muy por debajo de un 
valor normal, puede ser necesario hacer un riego de pre-brotación. En suelos (o 
aguas de riego) con un contenido significativo de sales es conveniente también 
hacer un riego que lixivie las sales acumuladas durante la anterior temporada de 
producción, si la lluvia invernal fue inferior a 300 mm. 
En años de sequía intensa, las reducciones en rendimiento y calidad generalmente no 
representan una pérdida considerable de rendimiento; sin embargo, al año siguiente, aun 
cuando el riego sea normal, se presentan una reducción catastrófica en la producción 
cuya magnitud se puede minimizar con una estrategia de riego deficitario controlado 
durante el año de sequía. 
El segundo periodo crítico en importancia por su efecto sobre la calidad de la almendra 
es el periodo de rápido desarrollo del fruto: se ha comprobado que un déficit hídrico en 
este periodo tiene dos efectos principales: acrecienta la caída de frutos cuajados y reduce 
el tamaño de la almendra, que no logra el almacenamiento adecuado de carbohidratos en 
sus pro-cotiledones. A fines de Diciembre y primera semana de Enero, ya se ha 
alcanzado el tamaño final de la almendra. Después de esta fecha y hasta la cosecha es 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 177 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
posible hacer riego deficitario controlado, sin perjudicar mayormente el tamaño de la 
almendra, esperándose una reducción de tamaño equivalente a 10%. Una manifestación 
adicional es una reducción en la intensidad de apertura del pelón, que puede resolverse 
con un riego completo 2 a 3 semanas antes de la cosecha. 
Si durante el periodo definido anteriormente el déficit hídrico es muy severo, se produce 
una desfoliación del árbol, que no es recomendable permitir; a pesar de esto, con una 
desfoliación no muy intensa (hasta 25% de las hojas) se ha comprobado que el 
rendimiento no disminuye apreciablemente. Una complicación adicional a la desfoliación, 
es la posibilidad de una nueva brotación en el otoño, después de la cosecha, si se re­
inicia un riego de acuerdo a la ETr. 
El tercer periodo crítico ocurre en la post-cosecha. La inducción y diferenciación floral en 
el almendro es relativamente mas tardía que en otras especies frutales; estos procesos 
se afectan muy significativamente con el estrés hídrico, por lo que el riego no deficitario 
es indispensable en el periodo de fines de Febrero y Marzo (post-cosecha). Un déficit 
hídrico en este periodo puede reducir la cuaja de frutos el año siguiente. Por este motivo, 
es necesario un riego completo lo mas cercano posible a la cosecha, preparando el suelo 
superficial inmediatamente después de este riego con rastras livianas, para evitar la 
evaporación del agua desde el suelo, y reiniciar con un riego similar inmediatamente 
después de cosecha. En las variedades mas tardías, este periodo de riego de post­
cosecha puede no existir y de allí que en estas variedades el riego completo de pre­
cosecha es indispensable. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 178 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
RESUMEN 
Se presenta una estrategia del riego para huertos de almendros, con el objetivo de 
impedir que Ja disponibilidad de agua en el suelo sea el factor limitante de Ja 
productividad del huerto y/o de Ja calidad de las almendras producidas. La estrategia 
propuesta se basa en la definición de la frecuencia óptima del riego y Ja infiltración 
uniforme de Ja lámina de reposición de la ETreal en cada riego. Esta definición de 
frecuencia, intensidad y uniformidad del riego considera el funcionamiento integrado del 
sistema suelo, clima, árbol y agua de riego. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 179 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
BIBLIOGRAFIA 
Abrisqueta, J. M.; Hemansaez, A.; Franco, J. A. 1994. Root dynamics of young almond 
trees under different drip-irrigation rates. Joumal of Horticultural Science. 69 (2): 237-242. 
Atkinson, D. 1980. The distribution and effectiveness of the roots of tree erops. Hortic. 
Rev. 2:424-490. 
Behboudian, M.H., R.R. Walker, and E. Tbrbkfalvy. 1986. Effects of water stress and 
salinity on photosynthesis of pistachio. Sci. Hortic. 29:251-261. 
Brough, D.W., H.G. Jones, and J. Grace. 1986. Diumal changes in water content of the 
apple trees as influenced by irrigation. Plant Cell Environ. 9:1-7. 
Castel, J.R., and E. Fereres. 1982. Responses of young almond trees to two drought 
periods in the field. J. Hortic. Sci. 57:175-187. 
Chalmers, D.J., P.D. Mitchell, and P.H. Jerie. 1985. The relation between irrigation, 
growth, and productivity of peach trees. Acta Hortic. 173:283-288. 
Chalmers, D.J., K.A. Olsson, and T.R. Jones. 1983. Water relations of peach trees and 
orchards. p. 197-232. In T.T. Kozlowski (ed.) Water deficits and plant growth. Vol. 3. 
Academic Press, New York. 
DeJong, T.M. 1986. Effects of reproductiva and vegetativa sink activity on leaf 
conductance and water potential in "Prunus persica" L. Batsch. Sci. Hortic. (Amsterdam) 
29:131-137. 
Doorenbos, J., and W.O. Pruitt. 1977. Crop water requirements. FAO lrrig. Drain. Pap. 
24 (revised). FAO, Rome. 
Fereres, E., T.M. Aldrich, H. Schulbach, and O.A. Martinich. 1981. Responses of young 
almond trees to late-season drought. Calif. Agric. 35(7, 8):11-12. 
Fereres, E., D.A. Martinich, T.M. Aldrich, J.R. Castel, E. Holzapfel, and H. S~ulbach. 
1982. Drip irrigation saves money in young almond orchards. Calif. Agric. 36:12-13. 
Fereres, E., and l. Puech. 1981. lrrigation management program. Univ. Calif. Coop. 
Ext. Serv. and Calif. Dep. Water Resour. 1981. lrrigation scheduling guide. California 
Dep. Water Resour., Sacramento, CA. 
Ferers, E. and Goldhamer, D. A. 1990. Decidous Fruit and nut trees. In: lrrigation of 
Agricultura! Crops. pp 987 - 1017.American Society of Agronomy Monograph Nº 30. 
Franco, J. A.; Abrisqueta, J. M.; Hemansaez, A. 1995. Root development of almond 
rootstocks in a young almond orchard under trickle irrigation as affected by almond scion 
cultivar. Joumal of Horticultura! Science 70 (4): 597-607. 
Gamier, E., and A. Berger. 1985. Testing water potential in peach trees asan indicator of 
water stress. J. Hortic. Sci. 60:47-56. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 180 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
Garnier, E., and A. Berger. 1986. Effect of water stress en stem diameter changes of 
peach trees growing in the field. J. Appl. Ecol. 23:193-209. 
Goldhamer, D. A 1996. lrrigation Scheduling. In: Almond Production Manual. W .. C. 
Micke (ed). University of California Publication Nº 3364. pp. 171 -178. 
Goldhamer, D.A., R.K. Kjelgren, R. Beede, L. Williams, J.M. Moore, J. Lane, G. 
Weinberger, and J. Menezes. 1985b. Water use requirements of pistachio trees and 
response to water stress. Calif. Pistachio lnd. Annu. Rep. 1984-85:85-92. 
Goldhamer, D.A., B.C. Phene, R. Beede, L. Scherlin, S. Mahan, and D. Rose. 1987. 
Effects of sustained deficit irrigation on pistachio tree performance. Calif. Pista chio lnd. 
Annu. Rep. 1986-87:61-66. 
Goldhamer, D. A, R.S. Snyder(ed.). 1989. lrrigation scheduling. Univ. California, 
Berkeley. Leafl. 21454. 
Goldhamer, D. A; Smith, T. E. 1995. Single-season drought irrigation strategies influence 
almond production. California Agricultura 49 (1): 19-22. 
Gurovich, L. 1985. "Fundamentos y Diseño de Sistemas de Riego" Libro de texto para 
estudiantes de Agronomía, profesionales y productores agrícolas. Instituto Interamericano 
de Cooperación para la Agricultura (llCA). San José, Costa Rica. ISBN: 92 - 9039-064-6. 
415 pp. 
Gurovich, L. 1991. "Manual de Riego Programado de los Frutales". Publicación CORFO -
U. CATOLICA, 600 páginas. 
Gurovich, L. 1997. "Riego Superficial Tecnificado". Colección Textos Universitarios. 
Pontificia Universidad Católica de Chile. 534 pp. ISBN: 956 14 0476 1 
Henderson, D., and E. Fereres. 1981. Crop responses to drip irrigation. p. 6-9. In Drip 
irrigation Management. Univ. California Div. Agric. Sci. Leafl. 21259. 
Holzapfel, E. A.; Fereres, E.; Valenzuela, A. 1991. Pattems of soil water distribution and 
uptake by young almond trees under drip irrigation. Agro-Ciencia. 7 (1): 39-46. 
Hutmacher, R. B.; Nightingale, H. l.; Rolston, D. E.; Biggar, J. W.; Dale, F.; Vail, S. S.; 
Peters, D. 1993. Growth and yield responses of almond (Prunus amygdalus) to trickle 
irrigation. lrrigation Science Vol 14: 3, 117-126. 
ldso, S.B., R.D. Jackson, P.J. Pinter, R.J. Reginato, and J.L. Hatfield. 1981. Normalizing 
the stress-degree-day parameter for environmental variability. Agric. Meteoro!. 24:45. 
Jarvis, P.G. 1985. Coupling of transpiration to the atmosphere in horticultura! crops: The 
omega factor. Acta Hortic. 171:187-205. 
Jones, H.G., A.N. Lakso, and J.P. Syvertsen. 1985. Physiological control of water status 
in temperate and subtropical fruit trees. Hortic. Rev. 7:301-344. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 181 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE 
Marsa!, J.; Girona, J. and Mata, M. 1997. Leaf water relation parameters in almond 
comparad to hazelnut trees during a deficit irrigation period. Joumal of the American 
Society for Horticultura! Science 122: 4, 582-587. 
Nakayama, F.S., and DA Bucks (ed.) 1986. Trickle irrigation for crop production. 
Design, operation and management. Developments in Agricultura! Engineering.No. 9. 
Elsevier, New York. 
Olsson, K.A., and F.L. Milthorpe. 1983. Diumal and spatial variation in leaf water potential 
and leaf conductance of irrigated peach traes. Aust. J. Plant. Physiol. 10:291-298. 
Schulze, E.D., and A.E. Hall. 1982. Stomatal responses, water loss and C02 assimilation 
rates of plants in contrasting environments. p. 181-230. In O.L. Lange et al. (ed.) 
Encyclopedia of Plant Physiology. New series, Vol. 128. 
Sharples, R.A., O.E. Rolston, J.W. Biggar, and H.I. Nightingale. 1985. Evapotranspiration 
and soil water balances of young trickle-irrigated almond trees. p. 792-797. In Proc. 3rd 
lnt. Drip/Trickle lrrig. Congr., Vol. 2, Fresno, CA. November. 
Sinclair, T.R., and M.M. Ludlow. 1985. Who taught plants thermodynamics? The 
unfulfilled potential of plant water potential. Aust. J. Plant Physiol. 12:213-217. 
Schwankl, L. J.; Edstrom, J. P.; Hopmans, J. W. 1996. Perfommance of micro-irrigation 
systems in Almonds. Agritech 1996, Israel. 
Syvertsen, J.P. 1985. lntegration of water stress in fruit trees. Hort. Sci. 20:1039 - 1043. 
Teviotdale, B. L. 1996. Diseases of Almond. In: Almond Production Mamual. W. C. Micke 
(ed.) University of California publuication Nº 3364 pp. 214-219. 
Torrecillas, A.; Alarcon, J. J.; Domingo, R.; Planes, J.; Sanchez-Blanco, M. J. 1996. 
Strategies for drought resistance in leaves of two almond cultivars. Plant-Science-Limerick 
118: 2, 135-143. 
Tumer, N.C. 1986. Crop water deficits: A decade of progress. Adv. Agron. 59:1-51. 
Worthington, J.W., M.J. McFarland, and P. Rodriguez. 1984. Water requirements of 
peaches recorded by weighing lysimeters. HortScience 19:90-91. 
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS TECNOLÓGICAS DEL ALMENDRO 182

Continuar navegando