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PERCHAS

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RESUMEN
Estudios previos sugieren que en paisajes altamente fragmentados la sucesión 
ecológica puede verse afectada por la falta de semillas. Dichos estudios sugieren 
que el uso de perchas artificiales es una herramienta de bajo costo, adecuada para 
acelerar procesos de sucesión ya que atraen aves dispersoras que incrementan la 
lluvia de semillas, su abundancia y diversidad, manteniendo la composición florística 
original del área. 
Por este motivo se busca evaluar las perchas artificiales como facilitadores de la 
dispersión de semillas por aves en un área intervenida por uso agropecuario (Micro 
cuenca Santa Helena, Suesca, Cundinamarca). 
Con este fin se estudiaron las especies dispersoras presentes en el área de estudio 
y su patrón de percha y vuelo. Posteriormente se identificó cuales de ellas hacen 
uso de las perchas artificiales, la frecuencia con que visitan las estructuras, la 
estructura y composición de la comunidad de semillas dispersadas y su tasa de 
germinación ex situ. 
Se registraron 25 especies en el área de estudio de las cuales 11 son dispersoras, 
de estas, solo 8 hacen uso de sitios de perchaje alto (árboles, cables de la luz), 
estructuras artificiales (cerca, cables de la luz) y se aventuran a posarse en sitios 
desprovistos de vegetación (pastizal). Solo se observaron cuatro especies haciendo 
uso de las perchas: Carduelis spinescens, Sturnella magna, Zenaida auriculata, y 
Turdus fuscater. Adicionalmente apareció una especie que no estaba considerada 
dentro de este grupo por su dieta insectívora (Ochtoeca fumicolor). 
Las mayores frecuencias de visitancia las reportan C. spinescens con 1.04 visitas 
por hora, seguida por T. fuscater con 0.24 visitas por hora. 
Se encontraron 16 especies vegetales dispersadas por aves bajo las perchas (3.505 
semillas en total), con predominio del hábito arbustivo y de etapas sucesionales 
tempranas (Estrategia r). La especie más abundante fue Myrica Parvifolia que 
presenta un valor superior al 40% del total de las semillas colectadas. Los índices 
de diversidad de Simpson y Shannon registran alta dominancia y un nivel de riqueza 
intermedio. Los valores de equitabilidad resultan muy bajos para el índice de 
Simpson (debido a la influencia de la especie dominante) e intermedios en el caso 
de Shannon.
De las especies dispersadas solo 6 presentaron germinación ex situ. Phytolaca 
bogotensis y Solanum Lycioides reportaron las tasas mas altas (25 y 35% 
respectivamente).
La especie clave en el éxito de las perchas fue la mirla (T.fuscater), ya que dispersó 
el mayor número y variedad de semillas, se encuentra a lo largo de toda la micro 
cuenca y su comportamiento de vuelo y perchaje la convierten en una especie apta 
para la dispersión en perchas artificiales en espacios intervenidos. 
El éxito de las perchas se encontró fuertemente ligado a la distancia a estructuras 
artificiales que puedan servir como sitios de perchaje a las aves, ya que se encontró 
que no hay dispersión si la percha se encuentra a 10 m o menos de la cerca. 
La combinación de factores que más favoreció la efectividad de las perchas corta 
distancia a la fuente de semillas (menos de 15m) y alta respecto a la cerca (más de 
20 m). 
Las perchas más exitosas cumplen con una serie de requisitos que tuvieron alta 
incidencia en su desempeño: cercanía a fuentes de semillas muy variadas y 
abundantes, no influencia de la cerca, y ubicación en un paso obligado para las 
aves entre dos remanentes de bosque nativo cercanos. Por lo cual se establece 
que las perchas son excelentes conectores entre remanentes y permiten a las aves 
pasar de un parche a otro efectuando dispersión en el espacio que separa los 
remanentes, facilitando la regeneración de corredores biológicos.
 
ABSTRACT
Previous research suggests that in highly fragmented landscapes ecological 
succession can be arrested by lack of seeds. These studies suggest that the use of 
artificial perches is an adequate, low cost, tool to accelerate succession processes, 
since they attract disperser species that increase the seed rain, its abundance and 
diversity, maintaining the original floristic composition of the area. 
For this reason, I seek to evaluate bird perches as facilitators of seed dispersal by 
birds in an area disturbed by cattle rising and agricultural practices (Micro cuenca 
Santa Helena, Suesca, Cundinamarca). 
With this aim the disperser birds present in the area, along with their flight and 
perching patterns, were studied. The species that make use of perches, the 
frequency of visitation, the structure and composition of the seed rain dispersed, and 
their rates of ex situ germination were also recorded. 
Out of 25 bird species recorded for the study site, 11 are dispersers, and only 8 of 
these make use of high perching sites (trees, electric wiring), artificial structures 
(fences, electric wiring), and approach sites devoid of vegetation (grasslands). Only 
four species were observed making use of the perches: Carduelis spinescens, 
Sturnella magna, Zenaida auriculata, and Turdus fuscater. An insectivore species 
was also registered (Ochtoeca fumicolor). 
The highest visitation frequencies were reported for C. spinescens with 1.04 visits 
per hour followed by T. fuscater with 0.24 visits per hour. 
16 plant species dispersed by birds were found underneath the perches (a total of 
3.505 seeds), predominantly bushes characteristic of early sucesional stages (r 
strategies). The most abundant species was Myrica Parvifolia that displays a value 
superior to 40% of the total sample.
Simpson and Shannon’s diversity indexes report high dominance and intermediate 
richness. The equitability values are low for Simpson’s index (due to the effect of the 
dominant species) and intermediate for Shannon’s index. 
Only 6 of the dispersed species germinated ex situ. Phytolaca bogotensis and 
Solanum Lycioides reported the highest values (25 y 35% respectively).
The key species in the success of the perches was T.fuscater, since it dispersed the 
highest number and variety of seeds, it’s found throughout all of the river basin, and 
its flight and perching behavior make it an ideal species for seed dispersal below 
artificial perches in disturbed landscapes. 
The success of the perches was found to be bound to the distance to other artificial 
structures that might serve as perching sites for birds, since there was no seed 
dispersal underneath perches located at 10m or less from the fence. 
The combination of factors that most favored the effectiveness of the perches was 
low distance to seed source (less than 15 m) and high distance to other artificial 
perching sites, such as the fence (more than 20 m). 
The most successful perches fulfill a series of requirements that had high incidence 
in their performance: proximity to an abundant and varied seed source, no influence 
from the fence, and location in between two patches of native forest through which 
birds were forced to fly. Therefore it was established that perches are excellent 
connectors between patches and allow birds to move from one place to another 
carrying out dispersal in the space between them, facilitating the regeneration of 
biological corridors.
1. INTRODUCCIÓN
El presente proyecto se enmarca dentro del convenio celebrado entre la Pontificia 
Universidad Javeriana y la Corporación Autónoma Regional – CAR cuyo objeto es 
aunar esfuerzos para el desarrollo de los planes operativos enmarcados en el “Plan 
Guía de Manejo para los Sitios de Interés Ambiental con Potencial Eco turístico del 
Municipio de Suesca” formulado para las Áreas Piloto del SISTEMA REGIONAL DE 
ÁREAS PROTEGIDAS - SIRAP. El proyecto “Restauración Ecológica de La Micro 
cuenca Santa Helena”pretende iniciar procesos de restauración basados en el 
conocimiento del estado actual de la micro cuenca para que contribuyan a lograr la 
armonía entre la oferta de los recursos y la demanda realizada por la comunidad, 
con el fin de lograr a futuro un manejo sostenible. 
La Laguna de Suesca es un área de vital importancia para el municipio, ya que es el 
único cuerpo de agua léntico del sector, con alto potencial eco turístico y un 
patrimonio ambiental, con un alto valor histórico-cultural, a nivel local y regional 
(CAR, 2001). 
En la actualidad, la mayoría de los suelos de la cuenca de la laguna están siendo 
utilizados para fines agrícolas y pecuarios ya que esta es la principal forma de 
subsistencia de la población que habita la zona. El uso intensivo de los suelos se ve 
reflejado en la degradación de los ecosistemas originales, deforestación, erosión, 
deterioro en la calidad y disponibilidad de los recursos hídricos, y la pérdida de 
nutrientes de los suelos (SIE, 1998). 
La micro cuenca de Santa Helena, (una de las 18 quebradas tributarias de la 
laguna) fue elegida para el montaje de experiencias piloto, conducentes a la 
restauración parcial o total de la estructura y los procesos afectados por causas 
naturales y antrópicas sobre la cuenca de la laguna de Suesca. 
Debido a que las prácticas de uso ponen en peligro la existencia de los ecosistemas 
y la calidad de vida de la comunidad, es importante implementar técnicas y 
estrategias de restauración que reviertan los procesos de alteración y contribuyan a 
su conservación.
La restauración ecológica, busca devolver un ecosistema degradado o alterado a 
una aproximación cercana de su condición anterior al disturbio, reparando el daño 
ecológico a los recursos, y recreando la estructura y la función del ecosistema 
original. Una restauración ecológica exitosa, en un área cualquiera, es capaz de 
acelerar un proceso de sucesión secundaria en un tiempo relativamente corto 
comparado con otra área en la que no se haya llevado a cabo ninguna 
manipulación. Existen varias técnicas para conseguir este fin, entre las cuales se 
pueden citar la revegetación, tratamiento de suelos, y manejo de fauna (Bradshaw, 
2002).
Las perchas artificiales para aves son una herramienta útil para acelerar procesos 
sucesionales, ya que permiten el arribo de especies aves dispersoras de semillas 
que bajo otras condiciones no atravesarían paisajes degradados (McDonell y Stiles, 
1983; McDonell, 1986; Robinson y Handel, 1993; McClanahan y Wolfe, 1993; 
Andrade, 1997). 
El objetivo del estudio es evaluar la utilidad de perchas artificiales como atrayentes 
de aves, y por lo tanto, como concentradores de semillas ornitocoras. Para 
establecer la efectividad de la dispersión se determinará la tasa de germinación ex 
situ de las semillas colectadas. 
El aporte de este proyecto será el determinar la utilidad de las perchas como 
posibles herramientas para acelerar procesos sucesionales en un área de uso 
agropecuario, de tal manera que se pueda implementar su uso en el 
restablecimiento de la cuenca de la laguna de Suesca.
2. MARCO TEÓRICO
 
2.1. Disturbio como causa de transformación de los ecosistemas
Existen varias aproximaciones para abordar la teoría del disturbio. Grime (1979) lo 
definió como el conjunto de mecanismos que limitan el incremento de biomasa de 
las plantas, causando su destrucción parcial o total. Pickett y White (1985) definen 
el disturbio como cualquier evento discreto en el tiempo, que altera la estructura o 
función de un determinado ecosistema, de igual manera, plantean que los disturbios 
generan un incremento en la disponibilidad de recursos para los sobrevivientes o 
nuevos colonizadores. Una aproximación más general lo define como desviaciones 
o cambios que interfieren en el funcionamiento normal de un sistema (Forman y 
Godrón, 1986).
Los disturbios pueden ser clasificados según su origen como exógenos, cuando 
tienen origen en factores externos a la comunidad (fenómenos naturales como, 
incendios, tormentas, inundaciones; e intervención antrópica); y endógenos, cuando 
son resultado de interacciones biológicas dentro de la comunidad (como la 
depredación o herbivoría) (Krebs, 2001). Por su intensidad en: graves, medianos y 
leves; y de acuerdo el tiempo de ocurrencia en abruptos y graduales (Pickett y 
White, 1985). 
El disturbio es un proceso necesario y deseable para mantener la diversidad en los 
ecosistemas. La teoría del disturbio intermedio (Grime, 1973; Horn, 1975; Cornell, 
1978; en Krebs, 2001) plantea que a niveles intermedios de magnitud (tiempo - 
espacio) ocurrirá una mayor diversidad de especies. Sin embargo, cuando un 
disturbio es continuo y prolongado en el tiempo, y abarca una extensión espacial 
amplia; muchas, o incluso todas las especies de la comunidad afectada, 
desaparecerán o disminuirán significativamente. Las únicas especies que 
persistirán serán aquellas cuyas tasas de colonización e incremento logren superar 
la intensidad del disturbio (Stiling, 1999; Krebs, 2001).
2.1.1. El uso agrícola como disturbio continuo. 
La actividad agrícola es, básicamente, el reemplazo de un ecosistema natural por 
otro manejado por el hombre (agro sistema), y dirigido a obtener una producción 
específica. Para lograr dicho propósito, el hombre debe forzar los elementos 
naturales para evitar lo que no necesita y potenciar los que sí necesita. Este 
proceso genera una serie de tensionantes sobre el ambiente, algunos cíclicos, de 
corto plazo y repetidos como la remoción de suelos relacionada con el cultivo de 
especies anuales, otro de mediano plazo y acumulativos como el uso repetido de 
agroquímicos y finalmente otros de largo plazo y gran escala como las quemas 
relacionadas a la deforestación (Thomas & Barton, 1995; Frers, 2002).
Los suelos agrícolas están sujetos a las labores humanas, que modifican 
continuamente sus características con objeto de obtener el beneficio de sus frutos. 
Estas actividades interrumpen e impiden que se desarrolle la sucesión vegetal. El 
proceso agrícola se inicia con un disturbio, la deforestación o quema de la 
vegetación original para convertirlo en tierras aptas para cultivo. La práctica 
agrícola se basa en mantener deliberadamente los ecosistemas en las primeras 
etapas de la sucesión en la que la productividad de biomasa de una o algunas 
especies vegetales como el maíz o el trigo es alta. Dichos ecosistemas simplificados 
son altamente vulnerables (Frers, 2002).
Un problema grave es la llegada continua a los campos de cultivo de especies 
pioneras no deseadas, es decir el enmalezamiento. Para controlarlo se aplican 
herbicidas, lo cual implica por los menos dos problemas ambientales. Por lo general 
atacan a una amplia cantidad de especies, sean o no los que compiten con el cultivo 
y además, una vez que han actuado, se mantienen en el ambiente y tardan mucho 
en desaparecer (consecuencias a largo plazo). Generalmente se integran a las 
cadenas tróficas y tienen efectos desastrosos en especies muy alejadas del lugar 
donde fueron aplicadas (Thomas & Barton, 1995, Frers, 2002).
 Adicionalmente las plantas cultivadas agotan nutrientes del suelo que son limitantes 
para el establecimiento de otras especies; y el uso de plaguicidas, herbicidas y 
fertilizantes contamina los suelos y las fuentes de agua (Thomas & Barton, 1995; 
Frers, 2002).
2.1.2. El uso pecuario como disturbio continuo.
En la actividad ganadera se utilizan praderas naturales, o bien, se deforestan 
grandes extensiones de tierra para la siembra de pastos, reemplazandola 
complejidad del ecosistema natural por uno simple y vulnerable (Frers, 2002).
Inicialmente, los pastos compiten eficazmente con las malezas, crecen con rapidez, 
aprovechando la luz solar y los nutrientes del suelo, pero el sobrepastoreo provoca 
un desequilibrio en relación con el ambiente. Cuando el ganado consume todo el 
pasto que asoma apenas unos centímetros del suelo, queda un espacio disponible 
con luz solar directa apto para el establecimiento de especies pioneras (Frers, 
2002).
Para el ganadero, la maleza es precisamente aquella planta que el ganado no 
come, como consecuencia de ello los campos queden más y más cubiertos por 
plantas inútiles y que a menudo son difíciles de erradicar; por lo que deben ser 
removidas manualmente o mediante el uso de herbicidas, con las consecuencias 
que esto conlleva al ambiente. Además, el peso del ganado genera compactación 
de los suelos, disminuyendo su capacidad de absorción, generando procesos 
erosivos (Frers, 2002).
El sobrepastoreo disminuye la productividad de las praderas y cambia su 
composición florística, con pérdidas en la diversidad vegetal y animal. Los cambios 
sucesionales en la vegetación usualmente resultan en el remplazamiento de las 
especies perennes por herbáceas anuales o efímeras; y de árboles y arbustos 
palatables por vegetación más xérica dominada por especies espinosas o 
suculentas. La reducción en el componente vegetal a su vez genera una mayor 
vulnerabilidad a la erosión hídrica y eólica (Thomas & Barton, 1995; Sánchez et al., 
1989)
El pastoreo no solo tiene efectos directos sobre el crecimiento vegetal, además 
influencia indirectamente la estructura del suelo por medio de la pulverización y 
compactación de la superficie. El pisoteo continuo, que causa compactación de las 
partículas del suelo y pérdida de la porosidad, resulta en un aumento en la densidad 
por volumen. Esto a su vez reduce la aireación, infiltración, absorción y drenaje del 
suelo. La resistencia a la penetración de raíces aumenta y la actividad química y 
biológica del suelo disminuye. La composición gaseosa del suelo también se ve 
afectada. El pastoreo incrementa la escorrentía y la erosión, que tienen una 
correlación positiva con la densidad por volumen. La erosión a su vez lleva a la 
pérdida de los nutrientes disueltos por escorrentía superficial y subsuperficial, y al 
trasporte de nutrientes adsorbidos o químicamente unidos a las partículas sólidas 
del suelo. Por este motivo, la erosión contribuye a la pérdida de la fertilidad. Las 
partículas del suelo obstruyen los canales de drenaje causando sedimentación en 
los cursos del agua y reduciendo la capacidad de pozos y reservorios. El 
incremento de las tasas anuales de ganadería y la presión de pastoreo acentúan 
estos efectos (Siavosh, et al, 2000; Thomas & Barton, 1995; Sánchez et al., 1989).
Los microorganismos fecales del ganado, y los fertilizantes, herbicidas y pesticidas 
empleados para mantener las pasturas contaminan las fuentes de agua y pueden 
conllevar a la eutroficación acelerada de pozos, lagunas y reservorios por el 
enriquecimiento de nitratos en su superficie (Thomas & Barton, 1995; Sánchez et 
al., 1989).
2.1.3. Efecto de la actividad agropecuaria sobre las aves 
La región andina de Colombia alberga la diversidad de aves de montaña, más alta 
del neotropico. Esta abundancia se caracteriza por una elevada proporción de 
especies endémicas, es decir con rangos de distribución bastante restringidos. La 
mayor riqueza de la avifauna en los ecosistemas originales obedece a una mayor y 
más variada oferta de alimento, sitios de anidación y otros recursos para las aves. 
Esta alta diversidad se ve amenazada ya que la región andina es una de las zonas 
más vulnerables a la degradación de ecosistemas por el uso agropecuario (Hilthy, 
1986; Kattan, 1992;, Andrade, 1993; Rengifo, 1998; citados en Zambrano, B. 1999). 
Los principales efectos del uso agropecuario sobre las poblaciones de aves es la 
alteración de la estructura del hábitat y la disponibilidad de recursos. Esta práctica 
reduce invariablemente la complejidad estructural de la vegetación, eliminando 
especies vegetales y animales que pueden constituir parte importante de la dieta o 
hábitat de las aves. La pérdida o disminución de la vegetación nativa priva a los 
animales de sitios de refugio contra depredadores y de un ambiente térmico 
apropiado para perchaje y anidación. La ganadería también puede reducir la 
producción de semillas de herbáceas o gramíneas, afectando a las aves que se 
alimentan de ellas. La agricultura reemplaza las semillas de especies nativas por 
otras introducidas de las especies cultivables, lo cual puede significar cambios en la 
dieta de las aves que se deben adaptar a su consumo, o sufrir una disminución, 
migración o extinción local de las especies (Balk, 2000). 
Adicionalmente, estas actividades generan una ruptura de la continuidad altitudinal 
de los bosques de montaña, alterando las migraciones de algunas especies de aves 
y los flujos hidrológicos y climáticos del ecosistema (Espinal 1968, Kattan et al. 
1994, Etter. 1993, citados en Zambrano, B. 1999). 
Las aves de hábitats riparios se pueden ver afectadas en diversidad, abundancia, 
composición de la comunidad y éxito reproductivo por la contaminación y 
eutroficación progresiva de las fuentes de agua, así como por los cambios en la 
composición de la vegetación riparia generadas por prácticas agropecuarios (Balk, 
2000). 
Debido a que a las aves se les culpa de transmitir enfermedades al ganado, destruir 
los cultivos, y dañar la infraestructura, son objeto de caza y desplazamiento de sus 
hábitats originales (Thomas & Barton, 1995; Sánchez et al., 1989).
Cabe resaltar que la respuesta de las aves a los cambios inducidos por el uso 
agropecuario es muy específica en cuanto a especie y hábitat, y no siempre es 
negativa. Las especies generalistas, depredadoras, presas cuya estrategia de 
escape requiera de áreas abiertas, y aquellas que tienen amplios rangos de 
movilidad serán favorecidas sobre las especialistas, presas potenciales, y con 
rangos de movilidad limitados (Balk, 2000). 
 
2.2. Limitantes para la sucesión ecológica en un área de uso agropecuario
El pastoreo y la agricultura son considerados disturbios antropogénicos de alta 
magnitud debido a que el uso del suelo es continuo y prolongado en el tiempo, y 
abarca amplios espacios. La degradación se hace evidente en el tiempo con el 
secamiento de las fuentes de agua, la baja concentración o ausencia de nutrientes, 
la compactación del suelo, y la erosión. Por esta razón la vegetación original en 
áreas sometidas a estos usos del suelo, tiende a desaparecer totalmente, o se 
conserva de forma fragmentaria en parches aislados. Adicionalmente, las 
condiciones micro climáticas del ecosistema degradado dificultan los procesos de 
sucesión limitando el reestablecimiento de la estructura y composición de la 
comunidad original (Stiling, 1999; Krebs, 2001).
Si los disturbios y los paisajes fragmentados son muy grandes y persistentes (como 
en el caso de la ganadería y agricultura), los procesos de sucesión secundaria 
tienden a ser más lentos o no sobrepasan la sucesión temprana; esto debido a 
múltiples factores como grandes distancias de las fuentes de semillas, carencia de 
organismos dispersores o a una alta mortalidad post-dispersión (McClanahan y 
Wolfe, 1993; Fonseca, 2001).
Para que se lleve a cabo la sucesión en una zona de pastizal, deben ocurrir una 
serie de procesos, eliminación del tensionante (pastoreo), dispersión, evasión de 
depredación y germinación de las semillas. Cadauno de estos procesos es 
influenciado por una serie de factores como luz, temperatura y humedad, que a su 
vez están estrechamente relacionados con la cobertura vegetal (Holl et. al, 2000). 
En el caso particular de las zonas de pastizal la baja concentración o ausencia de 
nutrientes, la compactación del suelo, la competición con plantas herbáceas, 
sequías estacionales, bajas tasas de colonización y alta depredación de semillas y 
plántulas son algunos de los principales limitantes en el proceso de sucesión vegetal 
(Holl et. al, 2000). 
Las principales fuentes de material vegetal que dan inicio a un proceso de sucesión 
en áreas disturbadas son: semillas latentes (banco de semillas); restos de troncos y 
raíces que se propagan de forma vegetativa; y semillas que ingresan por dispersión 
a partir de remanentes cercanos de la vegetación original. Sin embargo, el uso 
agrícola y silvo pastoril intensivo eliminan en poco tiempo las dos primeras fuentes; 
convirtiendo la dispersión de semillas en el mecanismo de mayor viabilidad para el 
ingreso de material vegetal a las zonas donde se realizan dichas prácticas de uso 
(McDonnell y Stiles, 1983, McClanahan y Wolf, 1987, Van der Valk, 1992).
2.3. Restauración ecológica 
La restauración ecológica, busca devolver un ecosistema degradado o alterado a 
una aproximación cercana de su condición anterior al disturbio. En la restauración 
el daño ecológico a los recursos es reparado, y tanto la estructura, como la función 
del ecosistema son recreados. El objetivo, es emular un sistema natural, funcional, 
y auto regulado; que se integre con el paisaje ecológico en el que se presenta. Una 
restauración ecológica exitosa es capaz de acelerar un proceso de sucesión 
secundaria en un tiempo relativamente corto comparado cuando es comparado con 
otro sitio donde no se haya llevado a cabo ninguna manipulación (Bradshaw, 2002).
La restauración implica manipulación humana, y aplica diversas técnicas y 
estrategias basándose en el conocimiento del ecosistema previo al disturbio. Puede 
involucrar simplemente el reingreso de determinadas especies a un ecosistema, o 
puede enfocarse en la restauración de hábitats completos. En el segundo caso, el 
conocimiento de la sucesión ecológica es vital para que las áreas restauradas 
vuelvan a adquirir su estructura y función originales (Stiling, 1999; Bradshaw, 2002; 
Martinez, 2002)
El avance de los procesos sucesionales a través del tiempo trae como consecuencia 
una serie de cambios en las características físicas, químicas y biológicas de la 
comunidad, cuyos organismos responden de una forma u otra, tanto desde el punto 
de vista ecológico como evolutivo. El cambio de las condiciones abióticas y bióticas 
durante un proceso sucesional provocan modificaciones en la dinámica y estructura 
de las poblaciones, y en la composición de las comunidades (Stiling, 1999; Krebs, 
2001; Martinez, 2002). 
Entender procesos tales como la dispersión, establecimiento, y la importancia del 
banco de semillas en la regeneración de comunidades, la identificación de especies 
clave en el proceso sucesional y su comportamiento demográfico, los procesos 
fenológicos, el papel que desempeñan los disturbios en la estructura de una 
comunidad y la dinámica de los ciclos biogeoquímicos, permitirá utilizarlos en una 
estrategia de restauración ecológica de comunidades y ecosistemas (Stiling, 1999; 
Krebs, 2001; Martinez, 2002).
Gran parte del éxito de una estrategia de restauración ecológica radica en 
identificar, y eliminar o reducir los tensionantes y limitantes que tienen incidencia en 
el proceso de sucesión (Bradshaw, 2002). Los limitantes son fuerzas negativas 
permanentes que limitan el desarrollo de los ecosistemas, por ejemplo, la necesidad 
de mantener un área dedicada a un uso productivo continuo (agropecuario) no 
permitirá que en ella se lleven a cabo procesos de sucesión (Brown y Lugo, 1994).
Los tensionantes son estímulos generadores de disturbio que aparecen con más o 
menos frecuencia, y se clasifican en graves intermedios o leves de acuerdo con el 
sitio de intervención en el ecosistema. Un tensionante grave afecta la fuente de 
energía o la obtención de esta energía por parte de los productores (p.e. desviar el 
curso de una quebrada, interrumpir afluentes de un humedal, una erupción 
volcánica); los intermedios tienen efecto sobre productores y/o descomponedores 
(p.e. uso de herbicidas, invasión de especies exóticas, plagas, etc.); y los 
tensionantes suaves actúan sobre los consumidores (plaguicidas, derrame de un 
contaminante, competición con especies exóticas o domésticas, etc.) (Brown y 
Lugo, 1994).
2.4. Rol de las aves en la dispersión de semillas
La dispersión es el transporte de los propágulos vegetales (frutos y/o semillas) a 
partir de la planta madre (Howe y Smallwood, 1982). 
Las plantas presentan diferentes síndromes de dispersión de semillas. Van der Pijl 
(1972), define estos síndromes como un conjunto de características, a veces 
generalistas, a veces restringidas y precisas, que los propágulos presentan, y que 
indican el mecanismo de dispersión de la planta. Sin embargo, no todas las 
características deben estar necesariamente presentes siendo, algunas veces, 
suficiente y decisiva la presencia de una sola. En ese contexto, las plantas pueden 
ser anemocóricas, cuando la dispersión de sus semillas se realiza a través del 
viento; autocóricas, en donde la dispersión es realizada por las mismas plantas; 
barocóricas, cuando la gravedad dispersa las semillas; hidrocóricas, en las cuales 
las semillas son dispersadas por el agua; y zoocoricas, cuando la dispersión es 
mediada por animales.
La dispersión zoocórica se divide en: (1) epizoocoria, ocurre cuando los propágulos 
son transportados en el exterior del cuerpo del animal, fijados por estructuras 
adhesivas; y (2) sinzoocoria, subdividida a su vez en estomatocoria, diszoocoria y 
endozoocoria. La estomatocoria ocurre cuando los propágulos son deliberadamente 
transportados por el animal; la diszoocoria ocurre cuando los propágulos son 
transportados accidentalmente; y la endozoocoria cuando son trasportados dentro 
del cuerpo del animal (Pijl, 1972).
Los trabajos de Snow (1971) y McKey (1975) levantaron las bases teóricas de los 
estudios sobre frugivoría y dispersión de semillas. Estos autores propusieron una 
dicotomía entre los animales y las respectivas plantas zoocóricas, que ofrecen 
alimento como recompensa por los servicios de dispersión de semillas prestados 
por los animales. Por una parte, ciertas plantas producirían pocos frutos grandes y 
nutritivos, ricos en proteínas y lípidos. Estos frutos serán consumidos 
preferencialmente por aves frugívoras especialistas, que realizarán una dispersión 
altamente eficiente, por ser su dieta compuesta básicamente de dichos frutos. En 
otro extremo estarían las plantas que producirían numerosos frutos pequeños y 
poco nutritivos, que atraerían dispersores poco eficientes, aves generalistas que se 
alimentarían de frutos para complementar su dieta. 
La dispersión de semillas por medio de animales (zoocoria) y principalmente por 
aves (ornitocoria) es un mecanismo de gran importancia en los procesos de 
sucesión (asumiendo que las semillas son viables después de pasar por el tracto 
digestivo del ave), bajo tres consideraciones: (1) Por lo menos un 50%, 
frecuentemente 75% o más especies vegetales arbóreas tropicales producen frutos 
carnosos adaptados al consumo animal (Howe y Smallwood, 1972). (2) Las aves 
representan un grupo muy importante en la dispersión de semillas, principalmente 
en los trópicos, en términos de cantidad dispersada y distanciade transporte (Van 
der Valk, 1992). (3) Entre los vertebrados de hábitats forestales son aves y 
murciélagos los que más se aventuran a visitar paisajes transformados por el 
hombre (Herrera, 1985). 
Para ecosistemas muy transformados por el hombre, la dispersión de semillas por 
aves es un mecanismo apropiado de regeneración natural, ya que contribuye en el 
mejoramiento de su composición, función y estructura. Las aves consumen los 
frutos de áreas aledañas y las pueden depositar en áreas degradadas, para facilitar 
este proceso es necesario atraer a las aves a las áreas disturbadas (McClahanan & 
Wolf, 1993). 
Para aves frugívoras y semilleras, el hábitat puede ser atractivo si tiene alimento, 
percha, sitio para los nidos y refugios de depredadores. En claros de sucesión 
tempranas y áreas transformadas por pastoreo y cultivos, no hay disponibilidad de 
árboles y ramas, por lo tanto la ausencia de sitios de percha y nido, son un factor 
limitante para el papel de las aves como dispersores. Las aves frugívoras de 
bosques y selvas por lo general evitan cruzar sitios desprovistos de árboles o sitios 
de percha, por lo que la entrada de semillas ornitocoras a estos sitios es muy 
limitada (Guevara y Laborde, 1993; Uhl, et al. 1988). 
En paisajes muy fragmentados e incluso transformados, la falta de semillas puede 
reducir la taza de recuperación vegetal y por lo tanto se forman sistemas dominados 
por una baja diversidad y una vegetación de etapas sucesionales tempranas. 
Consecuentemente, puede ser de beneficio aumentar el atractivo de los sitios 
disturbados para los animales que dispersan los propágulos de especies serales 
tardías (Guevara y Laborde, 1993; Uhl, et al. 1988). 
 
2.5. Perchas artificiales para aves como herramientas de restauración
El uso de perchas artificiales o atrayentes en sitios disturbados es una buena 
herramienta para incrementar la densidad de semillas ornitocoras, lo que conduce a 
aumentar la riqueza de especies vegetales, la diversidad en general y las tazas de 
desarrollo sucesional (McDonell y Stiles, 1983; McDonell, 1986; Robinson y Handel, 
1993; McClanahan y Wolfe, 1993; Aide y Cavalier, 1994; Andrade, 1997; Holl, 
1998).
El empleo de perchas artificiales tiene una ventaja comparada con las técnicas 
tradicionales de recubrimiento vegetal, es que la composición florística de la 
vegetación que cubrirá el área será, en parte, semejante a la de las áreas 
adyacentes, pues los propágulos provendrán de dichas áreas. Adicionalmente, la 
continuidad del proceso de sucesión vegetal ocurrirá naturalmente después de la 
dispersión de propágulos en el sitio. Algunas desventajas de la técnica son: lenta 
cobertura del sitio por la vegetación, necesidad de una fuente de semillas próxima y 
necesidad de la presencia de aves dispersoras en el lugar (McDonell y Stiles, 1983; 
McDonell, 1986; Robinson y Handel, 1993; McClanahan y Wolfe, 1993; Andrade, 
1997).
McDonelll (1986), sugiere que las perchas son más atractivas para las aves 
dispersoras cuando se proyectan sobre el nivel de la vegetación herbácea existente, 
y que su poder de atracción aumenta con la altura, posiblemente debido a que son 
mejores puntos de avistamiento de predadores. Robinson y Handel (1993), también 
indican que el tamaño de la percha (en este caso plantas), contribuye a la atracción 
del dispersor.
McDonell y Stiles (1983), en su estudio de dispersión de semillas en campos 
abandonados, constataron que en aquellos recién abandonados con baja 
complejidad estructural de vegetación, había menor dispersión de semillas que en 
los más antiguos, donde se formaban manchas de vegetación, que funcionaban 
como focos de reclutamiento de semillas. Cuando la complejidad estructural de los 
campos recién abandonados fue aumentada con perchas artificiales, la dispersión 
de semillas en dichos lugares se incrementó. Los autores afirman que la dispersión 
de semillas por aves parece estar directamente relacionada con la complejidad 
estructural de la vegetación. En esa situación de sinergia, la deposición de semillas 
influencia la composición de la vegetación y recíprocamente, la presencia de focos 
de reclutamiento de vegetación puede influenciar los patrones de distribución de las 
aves dispersoras de semillas. McClanahan y Wolfe (1987) sugieren que la altura y 
el desarrollo estructural de la vegetación, más que la composición florística, afectan 
la abundancia y la diversidad de las especies de aves.
Otros trabajos realizados con perchas artificiales (McClanahan y Wolfe, 1993; 
Robinson y Handel, 1993), sugieren que estas estructuras pueden ser utilizadas 
como herramienta para la recuperación de áreas degradadas en zonas templadas. 
Entre los estudios realizados con perchas en áreas tropicales cabe citar a Guevara 
et. al (1986, en México), Andrade (1997, en Brasil), Aide y Cavalier, (1994, en 
Colombia), y Holl, (2000, en Costa Rica). Dichos estudios indican que perchas y 
árboles remanentes en pasturas funcionan como focos de reclutamiento de semillas 
dispersadas por animales, por que proporcionan puntos de percha para animales 
frugívoros, principalmente aves y murciélagos, que al posarse, depositan propágulos 
vegetales sobre ellos. Las estructuras funcionan como núcleos de deposición de 
semillas que, posteriormente, se establecerán y permitirán la continuidad del 
proceso de sucesión vegetal. Otros estudios en bosque alto andino en también 
reportan aumento en el reclutamiento de semillas mediante el uso de perchas de 
arco (Fonseca, 2001 y Velasco, 2004).
En cuanto el tipo de percha artificial más adecuado Holl y colaboradores (2000), 
propone que las perchas de tipo ramificado son más útiles que las perchas en arco 
para aumentar la dispersión de semillas de algunas especies vegetales. Estudios 
comparativos entre perchas ramificadas y de poste, y de arco (McDonnell & Stiles, 
1983; Holl, 1998) han encontrado que el modelo ramificado (utilizado en este 
estudio) no solo incrementa la lluvia de semillas, sino que atrae un mayor número y 
especies de aves. Posiblemente por que la diversidad de aves se encuentra 
relacionada con la complejidad estructural de la vegetación, y por que proporcionan 
una superficie mayor de perchaje sobre la misma área de base. Fonseca (2001) 
registró una diferencia significativa en el nivel de dispersión en relación con la 
ubicación de las perchas en arco, siendo mayor el número de semillas registradas 
en las perchas paralelas al bosque adyacente.
McClanahan y Wolfe (1993), y Andrade (1997), entre otros, han utilizado perchas de 
tipo ramificado para sus estudios, en los cuales se ha concluido que este tipo de 
estructuras genera un aumento de la dispersión de semillas. 
2.6. Área de estudio
El municipio de Suesca se encuentra ubicado al Nor-Oriente del departamento de 
Cundinamarca. Las coordenadas de la cabecera municipal de Suesca son de 05°06
´17" de latitud Norte y de 73°48´08" de longitud Oeste de Greenwich (IGAC 1996; 
DANE, 1999) La figura 1 indica la ubicación del área de estudio. Su altitud 
promedio es de 2600 m, con una temperatura media anual de 13.7 °C. Las 
precipitaciones anuales son de 658 mm., con un periodo de lluvias y otro de verano 
(IGAC, 1996). El clima de la cuenca, además de contrastes en su pluviometría, 
favorece la aparición y desarrollo de procesos erosivos los cuales son acelerados 
por la acción humana (CAR, 1998). 
La laguna de Suesca es el principal cuerpo léntico de la zona, la extensión total de 
la cuenca es de 2996 Ha, se encuentra localizada en la parte alta y central de la 
Cordillera Oriental al nororiente del Departamentode Cundinamarca en jurisdicción 
de los Municipios de Suesca y Cucunubá (CAR, 1998). 
En la actualidad, la mayoría de los suelos de la cuenca están siendo utilizados 
para fines pecuarios (1552 Ha de pastizales) y agrícolas (96,57 Ha de cultivo) ya 
que esta es la principal forma de subsistencia de la población que habita la zona. 
Adicionalmente 284.91 Ha se encuentran cubiertas por cultivos de especies 
arbóreas foráneas como Eucalipto (Eucalyptus globulus), Ciprés (Cupressus 
lusitanica), Acacia (Acacia decurrens) y Pino (Pinus patula), los cuales se 
encuentran distribuidos a lo largo de la cuenca en pequeños parches y/o articulados 
a los sistemas de producción existentes El bosque nativo se encuentra relegado a 
tan solo 49.67 Ha (CAR, 1998). 
El uso intensivo de los suelos se ve reflejado en la degradación de los ecosistemas 
originales, deforestación, erosión, deterioro en la calidad y disponibilidad de los 
recursos hídricos; y el empobrecimiento de los suelos (CAR, 2001).
El uso del suelo, la ruptura de la roca madre por actividades mineras, la destrucción 
acelerada de la red de quebradas, y la construcción de reservorios han interrumpido 
el flujo hídrico, limitándolo a los periodos de lluvia. Por estas razones el espejo de 
agua de la laguna ha retrocedido de manera vertiginosa hasta llegar a cubrir tan 
solo un 31.91% de su área original (CAR, 2001).
A causa de la acción antrópica, la vegetación nativa de la cuenca es escasa, 
encontrándose relegada a relictos aislados de bosques, rastrojos y pastizales 
arbustivos típicos de la región altoandina y de las formaciones vegetales Bosque 
Seco Montano Bajo y Bosque Húmedo Montano Bajo (según la clasificación de 
Holdrige, en INFORAGRO, 1999).
La degradación de la cobertura vegetal original, combinada con el sobrepastoreo y 
la acción mecánica del hombre, además del efecto de las lluvias en los periodos 
húmedos y la contracción de las arcillas en los periodos secos; han favorecido que 
algunos sectores de las zonas terrestres de la cuenca presenten áreas afectadas 
por erosión severa (surcos y cárcavas) (Van de Hammen, 1995). 
La cuenca ha sido soporte de cientos de familias campesinas que durante años han 
subsistido a expensas de los servicios ambientales que provee, tales como: oferta 
de leña, de nutrientes para los cultivos y pastos y oferta hídrica. Adicionalmente, es 
uno de los principales atractivos turísticos del sector. Por esta razón, su 
recuperación es una acción prioritaria en el Plan de Manejo del municipio de Suesca 
(CAR, 2001). 
La micro cuenca de la quebrada Santa Helena, fue elegida como área piloto para 
evaluar técnicas de restauración, para su posterior ejecución en la cuenca de la 
laguna. Debido a que refleja las condiciones de uso y degradación del ecosistema, 
anteriormente mencionadas. 
La micro cuenca de la quebrada Santa Helena, ubicada al sur-oriente de la laguna 
de Suesca, tiene un área aproximada de 1,245 Km2 y su altitud va desde los 2890 
hasta los 3050 m. Sus coordenadas geográficas abarcan desde los 5° 8´42” Latitud 
Norte, y 73° 46´ 57” Longitud Oeste en el punto más alto, hasta 5° 09´9” Latitud 
Norte y 73° 47´33” Longitud Oeste en el punto más bajo (CAR, 2001) (Ver figura 1). 
La Quebrada Santa Helena se encuentra ubicada sobre la zona de vida de Bosque 
Seco Montano Bajo (bs-MB) según Holdridge y zona semiárida según C.W. 
Thornwaite. Esta zona se caracteriza por encontrarse entre 2.000 y 3.000 m.s.n.m, 
presenta una temperatura de 12°C a 18°C y un promedio anual de lluvias entre 500 
y 1000 mm. Estos terrenos son conocidos también como “tierra fría seca”. 
El Bosque Seco Montano Bajo (bs-MB) es una de las formaciones vegetales más 
destruidas en la región andina, cuya desaparición comienza en la época 
precolombina; por esta razón la vegetación primaria ha sido completamente 
destruida y alterada por la acción del hombre (Espinal, 1965 y Galindo, 1964 
Citados en CAR, 2001).
La alta intervención antrópica se manifiesta en la matriz de herbáceas que domina la 
mayor parte del terreno. La cobertura vegetal nativa ha sido reducida a pequeños 
matorrales esparcidos por algunos sectores de la micro cuenca y la ronda de la 
quebrada. Adicionalmente, sobre diferentes sectores se han establecido áreas de 
uso pecuario donde el ganado pasta continuamente, evitando la regeneración 
vegetal. 
Los drenajes que abastecen de agua a la quebrada son corrientes efímeras pues 
solo conducen agua superficial en la época de lluvia, por esta razón, su recorrido ha 
sido interrumpido en diferentes sectores por la construcción de reservorios que 
retienen el agua, y que son empleados para el riego de cultivos y como bebederos 
para el ganado. 
Figura 1. Indica la ubicación del área de estudio. Localización del departamento de 
Cundinamarca en Colombia. Ubicación del municipio de suesca en Cundinamarca. 
Ubicación de la laguna de Suesca en el municipio de Suesca. Ubicación de la micro 
cuenca de la quebrada santa Helena (en amarillo) respecto a la Laguna de Suesca y 
principales coberturas del área. 
 
3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN
3.1. Formulación del problema
El estado actual de la micro cuenca Santa Helena es consecuencia del mal uso en 
el largo tiempo (historia de disturbio). La mayoría de los suelos han sido, y 
continúan siendo utilizados, para fines agrícolas y pecuarios ya que esta es la 
principal forma de subsistencia de la población que habita la zona. 
La degradación del ecosistema debido a la intensidad de uso, se ha visto reflejada 
en el detrimento de la calida de vida de la comunidad, por esto es importante 
implementar técnicas y estrategias que reviertan los procesos de alteración y 
contribuyan a su conservación.
Algunos de los principales efectos del sobrepastoreo y la actividad agrícola se ven 
reflejados en la destrucción parcial o total de la vegetación arbórea y arbustiva 
nativa, para crear grandes extensiones de pastizal. Esto genera graves 
consecuencias en términos de pérdida de hábitat para muchas especies animales, 
el empobrecimiento del suelo, la erosión, y la ruptura de ciclos hídricos 
(INFORAGRO, 1999). 
Por otra parte el secamiento y contaminación de las fuentes de agua y la 
construcción de reservorios han interrumpido el flujo hídrico, limitándolo a los 
periodos de lluvia (CAR, 2001)
La degradación de la cobertura vegetal original, combinada con el sobrepastoreo, 
el efecto de las lluvias y la contracción de las arcillas en los periodos secos; han 
favorecido que algunos sectores de la micro cuenca presenten áreas afectadas 
severamente por la erosión, perdiendo su productividad (Van der Hammen, 1995).
Actualmente quedan muy pocos relictos aislados de vegetación nativa, que sirvan 
como refugio para aves y fuentes de semillas, como resultado el potencial de 
recuperación es lento ya que el arribo de dispersores y semillas a las grandes 
extensiones de pastizal es muy bajo (Guevara y Laborde, 1993; Uhl, et al. 1988). 
Es importante considerar que la alteración antrópica de la vegetación en los 
ecosistemas montanos por el uso del suelo para pastizales y cultivos es, además, 
una de las principales causas de la disminución de las poblaciones de aves por 
pérdida o degradación del hábitat. Estas actividades generan una ruptura de la 
continuidad altitudinal de los bosques de montaña, alterando las migraciones de 
algunas especies de aves y los flujos hidrológicos y climáticos del ecosistema. 
Estos factores amenazan con producir extinciones locales y globales que pueden 
ser evitadas medianteun proceso de restauración y un manejo adecuado del área a 
futuro (Espinal 1968, Kattan et al 1994, Etter. 1993, citados en Zambrano, B. 1999). 
3.2. Justificación
La importancia de implementar estrategias de restauración en la Quebrada Santa 
Helena como área piloto, radica en que la población que deriva su sustento de 
actividades agropecuarias en el sector se ha visto directamente afectada por el 
deterioro del ecosistema, causado por sus propias practicas de uso inadecuadas. 
Se busca iniciar procesos de restauración basados en el conocimiento del estado 
actual de la cuenca para que contribuyan a lograr la armonía entre la oferta de los 
recursos y la demanda realizada por la comunidad, con el fin de lograr a futuro un 
manejo sostenible.
Varios estudios sugieren que las perchas artificiales pueden ser utilizadas como 
herramienta para la recuperación de áreas degradadas, al acelerar los procesos 
sucesionales permitiendo el arribo de aves y por ende el establecimiento de nuevas 
especies zoocoras (McClanahan y Wolfe, 1993; Robinson y Handel, 1993; Andrade, 
1997, Fonseca, 2001 y Velasco, 2004 ).
Está técnica es adecuada para el tipo de disturbio que se presenta en la quebrada 
Santa Helena, ya que el uso agrícola y pecuario intensivo eliminan en poco tiempo 
el banco de semillas, los troncos y raíces que podrían regenerarse de forma 
vegetativa; por lo que convierten la dispersión en una de las fuentes viables de 
ingreso de propágulos al área para iniciar un proceso sucesional (McDonnell y 
Stiles, 1983, McClanahan y Wolf, 1987, Van der Valk, 1992).
La dispersión de semillas por medio de aves (ornitocoria) es un mecanismo de gran 
importancia teniendo en cuenta que por lo menos un 50%, frecuentemente 75% o 
más especies vegetales arbóreas tropicales producen frutos carnosos adaptados al 
consumo animal (Howe y Smallwood, 1982). Adicionalmente, las aves tienen la 
capacidad de dispersar semillas a través de grandes distancias (Van der Valk, 
1992), y son los vertebrados de hábitats forestales que más se aventuran a visitar 
paisajes transformados por el hombre (Herrera, 1985). 
Las condiciones del paisaje, la presencia de numerosas especies vegetales 
dispersadas por ornitocoria (Montenegro, 2000; citado en Fonseca, 2001), y la gran 
diversidad de avifauna de la zona andina (Hilthy, 1986), indican que el implementar 
perchas artificiales puede ser una estrategia efectiva para aumentar el reclutamiento 
de semillas en el área de estudio. 
Una gran ventaja de las perchas frente a las técnicas tradicionales de recubrimiento 
vegetal, es que la composición florística de la vegetación que cubrirá el área será, 
en parte, semejante a la de las áreas adyacentes, pues los propágulos provendrán 
de dichas áreas. Su bajo costo representa otra ventaja, ya que es suficiente 
establecer algunos puntos artificiales de percha y la continuidad del proceso de 
sucesión vegetal ocurrirá naturalmente después de la dispersión de propágulos en 
el sitio (McClanahan y Wolfe, 1993; Robinson y Handel, 1993; Andrade, 1997).
Adicionalmente, los estudios enfocados en la dispersión de semillas son importantes 
para la restauración de áreas degradadas por actividades antrópicas, ya que, el 
establecimiento vegetal (dispersión y germinación) determina la direccionalidad del 
proceso de sucesión vegetal (Griffith et. al., 1996).
El estudio de las aves como agentes dispersores y su comportamiento, provee 
información valiosa para adoptar medidas de conservación de estas especies y sus 
hábitats. De gran importancia en el área de estudio si se tiene en cuenta que la 
región andina de Colombia alberga la diversidad de aves de montaña más alta del 
neotropico, y una elevada proporción de especies endémicas (Hilthy, 1985). 
4. OBJETIVOS
4.1. Objetivo general
Evaluar las perchas artificiales como facilitadores de la dispersión ornitocórica de 
semillas en la Micro cuenca Santa Helena.
4.2. Objetivos específicos
Identificar las especies de aves que frecuentan las perchas con el propósito de 
definir cuales realizan dispersión de semillas.
Definir la frecuencia de visitancia de las aves a las perchas artificiales con el 
propósito de reconocer cuales especies inciden más en la dispersión. 
Determinar la composición y estructura de la comunidad de semillas 
dispersadas. 
Determinar el porcentaje de germinación in vitro de las semillas colectadas
5. MATERIALES Y MÉTODOS
5.1. Diseño de investigación
El factor de diseño de este proyecto es la instalación de perchas artificiales, siendo 
los niveles del factor de diseño la presencia y ausencia de perchas sobre las 
trampas de semillas. La unidad de muestreo y respuesta son cada una de las 
perchas instaladas.
Sobre la totalidad de la cuenca se seleccionaron las áreas de cobertura 
predominante de pastizal; que presentan procesos erosivos leves como la erosión 
laminar o solifluxión plástica (remoción en masa por efecto del sobrepastoreo); con 
pendientes inclinadas o moderadamente escarpadas, identificadas por Valdés 
(2003) en el marco de este proyecto. 
Se seleccionaron estas características bajo los siguientes criterios: 1) Zonas de 
pastizal abierto, para facilitar la dispersión que en ausencia de las perchas no 
ocurriría por la baja disponibilidad de estructuras naturales del paisaje que sirvan 
esta función. 2) Pendientes inclinadas o moderadamente escarpadas para Facilitar 
la instalación y mantenimiento de las perchas; y 3) Procesos erosivos leves, por que 
a futuro se espera iniciar un proceso de restauración utilizando las perchas 
instaladas, permitiendo la germinación in situ de las semillas dispersadas, y por ello 
se busca establecer las condiciones de suelos no muy degradados para su 
germinación.
La ubicación de las percha dentro de las áreas seleccionadas, obedeció a la 
facilidad de acceso y la autorización de los dueños de los predios para el uso del 
terreno.
Se eligieron 18 lugares para ubicar las perchas de acuerdo a las características 
anteriormente descritas, siguiendo el curso de la cuenca. Se empleo una distancia 
aproximada de 200 metros entre perchas para cubrir la totalidad de la cuenca (2.5 
Km.), y evitar que la cercanía actuara como un factor alineado (La distancia mínima 
sugerida por Ralph et al. 1996 es de 75m). 
Adicionalmente se agruparon las perchas en tres bloques (categorías) de acuerdo a 
su cercanía a la fuente de semillas y a la cerca con el fin de establecer la 
combinación más favorable de estos factores para la ubicación de las perchas. En 
este caso se tomó el grupo de perchas incluidas en cada categoría como unidad de 
respuesta.
Categoría 1 - Baja influencia de la fuente de semillas (más de 30m) y la cerca 
(más de 20m): perchas 1, 2, 3, 5, 6, 7
Categoría 2 - Alta influencia de la fuente de semillas (15 m o menos) y la cerca 
(menos de 10m): perchas 4, 8, 12, 13, 17,18, 16 
Categoría 3 - Alta influencia de la fuente de semillas (15 m o menos) y la baja de 
la cerca (más de 20 m): perchas 9, 10, 11, 14, 15 
En la figura 2 se muestra la ubicación de las perchas dentro de la Micro cuenca, las 
fotografías de las perchas y una descripción detallada de los sitios de instalación se 
muestran en los anexos 1 y 2 respectivamente.
Figura 2. Indica la ubicación de las perchas sobre la micro cuenca de la quebrada 
Santa Helena (línea roja) con su respectiva numeración, así como los principales 
drenajes y reservorios (en azul). Los predios de la comunidad son indicados en 
diferentes colores y numerados también de 1 a 18. 
5.1.1. Población de estudio y muestra
En el presente estudio la información objeto de análisis provendrá de dos 
comunidades: las aves presentes en la micro cuenca de la quebrada Santa Helena ylas especies vegetales con potencial de dispersión por aves (ornitocoria). La 
muestra corresponderá a las aves dispersoras que se posen sobre las perchas 
artificiales y a las semillas ornitócoras dispersadas por estas bajo las perchas.
5.1.2. Variables de estudio
Las variables objeto de estudio serán: la composición de la avifauna que visita las 
perchas, la visitancia de aves dispersoras a las perchas, la composición de la lluvia 
de semillas colectada bajo las perchas, y la germinación in vitro de dichas semillas. 
La composición de la avifauna que visite las perchas y la frecuencia de visitancia 
estará determinada por los patrones de movimiento y perchaje propios de cada 
especie. La cantidad y composición de semillas dispersadas por cada especie de 
ave dependerán de factores como la disponibilidad de frutos en áreas adyacentes, 
época de fructificación de las plantas y de la preferencia dietaria de las aves. La 
germinación de las semillas capturadas en las trampas depende de su viabilidad 
luego del proceso de dispersión. 
5.2. Métodos 
5.2.1. Estructura de las perchas y trampas de semillas
Cada percha consiste en un poste de 3 m altura con dos varas cruzadas en forma 
de X de 1 cm de diámetro y 2m de longitud, en la parte superior. A cada percha 
esta asociado un marco de madera de 4m2 con base de velo de 1mm de malla, 
levantado a 50 cm. del suelo (para evitar la depredación de semillas) que se 
denominará trampa de semillas (modificado de McClanahan y Wolfe, 1993; y 
Andrade, 1997) (Figura 3 y 4). 
A cinco metros de distancia de cada percha se instaló una trampa de semillas, con 
las mismas especificaciones, pero sin percha, como control (Figura 4).
Se eligió este tipo de estructura, ya que estudios comparativos entre perchas 
ramificadas y de poste, y/o de arco (McDonnell & Stiles, 1983; Holl, 1998; Holl et al. 
2000) han encontrado que el modelo ramificado (utilizado en este estudio) no solo 
incrementa la lluvia de semillas, sino que atrae un mayor número y especies de 
aves. Posiblemente por que la diversidad de aves se encuentra relacionada con la 
complejidad estructural de la vegetación, y por que proporcionan una superficie 
mayor de perchaje sobre la misma área de base.
Figura 3. Estructura de las perchas asociada a la trampa de semillas, las medidas 
están indicadas en metros.
Figura 4. Fotografía de la percha y el control instalados en uno de los 18 puntos de 
muestreo.
5.2.2. Censo visual
El reconocimiento de aves se realizó mediante un censo visual por puntos 
intensivos. Se eligió esta metodología ya que constituye el principal método de 
monitoreo de aves en un gran número de países debido a su eficacia en todo tipo de 
terreno y hábitats, y a la utilidad de los datos obtenidos (Ralph et al. 1996). 
Adicionalmente el método permite, de manera más fácil que otros, determinar la 
relación entre el hábitat y la comunidad de aves (Bibby et al. 1992). En los censos 
por puntos, el observador permanece en un punto fijo y toma nota de las aves 
observadas en un área limitada y durante un tiempo determinado por el investigador 
(Ralph et al. 1996).
5.2.3. Germinación in vitro
Se empleó el protocolo de Mc.Kendrick (2000), para germinación in vitro de semillas 
que consta de cinco pasos:
Lavado de las semillas con bactericida.
Desinfección con una solución de hipoclorito de sodio durante 5 minutos (La 
concentración dependerá de la anatomía y fisiología propias de cada semilla, 
si no se conocen se emplea una concentración mínima de 1.25)
3 lavados consecutivos con agua esterilizada ionizada para remover el exceso 
de hipoclorito.
Siembra en cajas de petri estériles en condiciones de total asepsia en cámara 
de flujo laminar.
Recubrimiento y etiquetado de las cajas.
Se eligió la germinación in vitro ya que otros estudios han empleado diferentes 
técnicas para estimar el porcentaje de germinación y viabilidad (siembra en vivero, 
in situ, test de tetrazolio, etc.). Sin embargo es un denominador común la baja 
viabilidad, germinación y establecimiento de semillas. Generalmente los autores 
atribuyen los bajos valores a la manipulación de especies y a las técnicas 
empleadas (McDonell y Stiles, 1983; McDonell, 1986; Robinson y Handel, 1993; 
McClanahan y Wolfe, 1993; Aide y Cavalier, 1994; Holl, 1998; Andrade, 1997; 
Fonseca, 2001 y Velasco, 2004) Por esta razón procurando reducir el efecto del 
sustrato y otros factores (humedad, temperatura, luz, etc.) se empleó esta técnica 
como indicador de viabilidad.
5.3. Recolección de información 
5.3.1. Censo visual y muestreo de aves
Para identificar las especies de aves presentes en el área de estudio se emplearon 
los sitios de ubicación de las 18 perchas como puntos de conteo. Las 
observaciones fueron realizadas con binoculares marca Tasco de 8X30, por 20 
minutos en cada percha desde una distancia aproximada de 30m, procurando 
causar la mínima interferencia posible a las aves. Se censó desde las 6:00 a 9:00 
a.m. y de 3:00 a 6:00 p.m. durante las horas de mayor actividad de las aves (Ralph 
et al. 1996). La identificación se realizó con la guía de campo de Hilty y Brown 
(1986) y el libro Aves de la sabana de Bogotá (ABO y CAR, 2000). La duración total 
del censo fue de dos semanas en el mes de julio de 2004.
Con el fin de identificar las especies de aves que frecuentan las perchas y 
establecer la frecuencia de visitas y el uso que hacen las aves de las perchas, se 
empleó el método de censo por puntos intensivos descrito anteriormente. 
Se utilizaron seis perchas como puntos de conteo con el fin de tener información 
más detallada sobre el comportamiento de las aves en las perchas. Para 
seleccionar las 6 perchas a observar, se escogieron aleatoriamente dos perchas de 
cada una de las tres categorías establecidas de acuerdo a la distancia respecto a la 
fuente de semillas. Las perchas observadas fueron: 2, 4, 7, 10, 14, y 18 (ver figura 
2). 
La observación por percha se realizó durante 6 horas diarias (6:00 a 9:00 a.m. y de 
3:00 a 6:00 p.m.) y durante cuatro días (cada 6 días) para un total de 24 horas de 
muestreo por percha, durante el mes de octubre de 2004.
Para todas las especies observadas se registraron datos de longitud, altura, 
dirección, origen y destino del vuelo (El formato de campo se presenta en el anexo 
3).
Para determinar la longitud de vuelo se utilizaron las descripciones cualitativas 
largo, medio y corto, que corresponden a las siguientes aproximaciones visuales: 
largo – más de 10 m. medio 5 a 10 m, y corto menos de 5 m.
Para determinar la altura de vuelo se utilizaron las descripciones cualitativas alto, 
medio y bajo, que corresponden a las siguientes aproximaciones visuales: alto – 
más de 4 m. medio 2 a 4 m, y bajo menos de 2 m.
Para determinar la dirección de vuelo se utilizó una descripción aproximada del 
punto cardinal de origen y destino, procurando clasificar los desplazamientos en 
cuatro categorías posibles: Norte/Sur, Sur/Norte, Oriente/Occidente, 
Occidente/Oriente. 
Para establecer la preferencia de percha para se agruparon las estructuras tanto 
naturales como artificiales tanto de origen del vuelo como de destino en 8 
categorías: Pastizal, Matorral (o arbusto), Árbol, Cultivo, Cerca, Cable de luz, 
Percha artificial, y Piedra. 
Se consignaron datos de las especies de aves que visitaron las perchas, el número 
de individuos, la hora de arribo, el tiempo de permanencia, y si defecaron o no. 
Si se registró defecación durante la observación, la muestra fue colectada 
inmediatamente y debidamente etiquetada en relación con la especie de ave 
observada, para su posterior análisis (Herrera,1985).
5.3.2 Recolección de semillas
Para determinar la estructura y composición de las semillas ornitocoras dispersadas 
(mayores a 1mm) y comparar la composición y estructura de las semillas colectadas 
en las trampas de semillas bajo las perchas y en el control; se realizaron recorridos 
diarios por las 18 perchas, durante 25 días en el mes de octubre de 2004. Se 
registró el número de fecas observadas y la presencia de semillas mayores a 1mm. 
Las muestras fueron colectadas en papel secante debidamente etiquetadas, para su 
posterior análisis (Herrera, 1985).
Posteriormente se realizó un conteo y determinación mediante una colección de 
referencia realizada en el lugar de estudio y con la colección del herbario de la 
Universidad Javeriana.
5.3.3. Germinación in vitro
Para evaluar la germinación in vitro de las semillas colectadas se realizó la prueba 
en caja de petri con 20 ejemplares de cada especie los cuales fueron desinfectados 
con una solución de hipoclorito de sodio durante 5 minutos inicialmente a 1.25% y 
ante signos de contaminación a 2.50%. Las semillas fueron lavadas con agua 
ionizada esterilizada; y sembradas en condiciones estériles en cámara de flujo 
laminar, en platos petri con luz día a temperatura ambiente (McKendrick, 2000). Se 
eligieron dichas concentraciones por ser las mínimas requeridas para el proceso de 
desinfección ya que no se conoce detalladamente la fisiología de cada una de las 
especies y una elevada concentración de hipoclorito puede afectar la viabilidad de la 
semilla. Los cultivos fueron observados cada tres días durante un mes (1.25% en 
enero, y 2.25% en marzo de 2005).
5.4. Análisis de resultados
5.4.1. Composición de la avifauna presente en la Micro cuenca Santa Helena y 
especies que visitan las perchas.
Para describir la composición de la avifauna presente en la micro cuenca, se realizó 
una análisis cualitativo basado en las observaciones, ya que el propósito es 
básicamente descriptivo. 
Se totalizaron el número de avistamientos y los patrones de vuelo (altura, longitud y 
dirección) y perchaje (origen y destino) para cada especie, con el fin de registrar los 
valores más frecuentes. De igual manera se totalizó el número de avistamientos 
para cada una de las perchas avistadas. 
Para las especies que visitan las perchas se realizó una descripción detallada del 
comportamiento observado mientras hacían uso de las perchas.
5.4.2. Frecuencia de visitas a las perchas artificiales
Se calculó la tasa de visitancia para las 6 perchas observadas con base en los 
avistamientos, de la siguiente manera: Visitancia/Hora = No de observaciones por 
percha/horas de observación (24) (Aide y Cavalier, 1994; Holl, 1998). Se calculó la 
visitancia por este método para cada especie, por percha, y por categoría.
Adicionalmente, se propone un segundo método de cálculo, empleando las fecas 
como indicio de visitancia, ya que esto permite obtener un registro de aquellas 
perchas que no fueron avistadas. Se calculó la tasa de defecación por hora de las 
perchas de la siguiente manera: Defecación/Hora = No. De fecas registradas por 
percha/No. Total de horas de revisión (600). Se calculó la visitancia para cada 
percha y por categoría empleando este método.
Con el fin de establecer el efecto de la visitancia sobre la dispersión, se realizó una 
correlación no paramétrica para visitancia por hora (avistamientos y fecas) sobre el 
número total de semillas dispersadas
5.4.3. Composición y estructura de la comunidad de semillas dispersadas de 
talla superior a 1 mm.
Con el fin de describir la estructura y composición de las especies vegetales 
dispersadas por aves bajo las perchas, se realizó un análisis cualitativo basado en 
observación para establecer el hábito de dichas especies.
Para Calcular la dominancia de las especies vegetales se empleó el índice de 
diversidad de Simpson, que indica la probabilidad de que dos individuos tomados al 
azar de la muestra pertenezcan a la misma especie, y está fuertemente influenciado 
por la importancia de las especies dominantes (Stiling, 1999). El índice corresponde 
a la fórmula:
D = Σ (n / N)2 
Donde n es el número de organismos en una especie particular y N el número de 
organismos presentes en la totalidad de la muestra. Se empleó el valor 
complementario del índice 1 – D, con el fin de equiparar valores altos del índice con 
altos valores de diversidad (Stiling, 1999)
Para establecer la riqueza se empleó el índice de diversidad Shannon – Weaver, 
que muestra la diversidad incluyendo los ítems raros (Stiling, 1999). El índice 
corresponde a la fórmula:
H’ = - ΣPi ln Pi
Donde Pi es la proporción de individuos para cada especie respecto al total de la 
muestra. 
Para los dos índices se estimaron los valores de equitabilidad, que indican la 
distribución de especies en la muestra, de la siguiente manera:
Equitabilidad de Simpson
ED = D / Dmax, donde Dmax = S
Equitabilidad de Shannon – Weaver
EH’ = H’ / H’max, donde H’max = LnS
En ambos casos S es el número total de especies presentes en la muestra.
El patrón de distribución de especies en la comunidad de semillas dispersadas por 
aves se evaluó construyendo un gráfico de rango abundancia, y comparando el 
modelo resultante con los modelos teóricos Log – normal, serie geométrica y vara 
quebrada. El modelo geométrico se concentra en pocas especies comunes y una 
gran proporción de especies raras, típico de ambientes pobres en especies o 
estadios tempranos de sucesión; el modelo Log – normal, enfatiza en las 
comunidades con especies cuya distribución de abundancia es producto de muchos 
factores y por lo tanto originan una distribución normal de frecuencias. El modelo 
de vara quebrada remarca las comunidades con distribución uniforme de 
abundancias y puede indicar que un factor ecológico es compartido de manera 
uniforme entre las especies (Stiling, 1999).
Para determinar el ajuste de los datos a uno de estos modelos, se sometieron a una 
prueba de distribución de Kolmogorov – Smirnov, empleando el programa 
Vassarstats ®
Se realizaron análisis de similitud de Jaccard, (agrupa las perchas basándose en 
las especies comunes – presencia/ausencia), y de Bray Curtis, (agrupa las perchas 
basándose en las abundancias reales). Para establecer similitudes en términos de 
composición y abundancia de semillas entre las perchas, se empleó el programa 
PAST ®
5.4.4. Porcentaje de germinación in vitro
Se calculó como la relación de semillas que germinaron sobre el número total de 
semillas puestas a germinar de la misma especie bajo las mismas condiciones 
(concentración de hipoclorito).
5.4.5. Efecto de otras variables sobre la efectividad de las perchas.
Teniendo en cuenta los datos de ubicación de las perchas respecto a altura sobre el 
nivel del mar, distancia a la cerca, distancia al matorral (fuente se semillas) y altura 
de la vegetación, se emplearon correlaciones no paramétricas para establecer el 
efecto de estas variables sobre la eficacia de las perchas y se calculó el valor de 
ajuste de los datos a una ecuación lineal (R2) empleando Microsoft Excel ®
Para establecer cuál de las categorías seleccionadas (respecto a distancia a la 
fuente de semillas y la cerca) presentó mayor efectividad se sometieron los grupos 
de datos a un ANAVA no paramétrico de rangos de Friedman. (Luego de emplear la 
prueba de Kolmogorov – Smirnov). Se empleó el programa Vassarstats ® 
6. RESULTADOS
6.1. Composición de la avifauna presente en la Micro cuenca Santa Helena
Mediante censo visual, y durante el muestreo se identificaron 25 especies de aves, 
pertenecientes a 13 familias: Thraupidae, Vireonidae, Trochilidae, Emberizidae, 
Tyranidae, Falconidae, Rallidae, Icteridae,Hirundinidae, Furnariidae, Ardeidae, 
Scolopacidae, Turdidae y Columbidae (La tabla 1 resume la composición de la 
avifauna registrada en la micro cuenca Santa Helena, su preferencia de dieta y 
percha y el patrón predominante de altura y longitud de vuelo).
De las 25 especies avistadas en la cuenca, solo se registraron 21 dentro del área de 
observación de las 6 perchas seleccionadas (Anisognatus igniventris, Carduelis 
spinescens, Casmerodius albus, Colibri coruscans, Bubulcus ibis, Diglossa 
humeralis, Falco sparverius, Icterus chrisater, Lafresnaya lafresnayi, Lesbia spp., 
Notichelidon murina, Ochtoeca fumicolor, Pheuticus aureoventris, Riparia riparia, 
Sturnella magna, Synalaxis subpudica, Turdus fuscater, Zenaida auriculata, y 
Zonotrichia capensis) (Tabla 2). 
Las especies más conspicuas fueron: T. fuscater (34% del total de avistamientos), 
C. spinescens (19%), Z. capensis (11%), Golondrinas (N.murina y R.riparia) (9%), 
S. magna (8%), y Z. auriculata (7%). Las demás especies reportan valores inferiores 
al 3% (Figura 3).
Debido a la dificultad en la identificación visual de especies de vuelo muy alto 
(superior a 10m), y ya que estas especies no generan aporte a la dispersión, 
Bubulcus ibis, Casmerodius albus y Tringa solitaria se agruparon como “Garzas”; y 
Notichelidon murina y Riparia riparia como “Golondrinas”.
Durante las observaciones diarias realizadas en los meses de octubre y noviembre 
en las 6 perchas seleccionadas se registraron un total de 2.387 desplazamientos 
distribuidos en las 6 perchas. La percha 7 registró el mayor valor con 625 
observaciones (26% del total) seguida por la percha 10 con 501 observaciones 
(21% del total). Las perchas restantes presentan valores inferiores al 15% del total.
Z. capensis, T. fuscater, S. magna y Z. auriculata son las únicas especies 
observadas en las 6 perchas, en tanto A. igniventris y S. subpudica solo se 
observan en una sola percha (10 y 4 respectivamente). 
La percha número 4 reporta el mayor número de especies observadas (14 de las 18 
especies), seguida por la percha 10 con 12 especies. La percha que menor número 
de especies registra es la 7 con un total de 9 especies (Tabla 2). 
Tabla 1. Composición de la avifauna registrada en la micro cuenca Santa Helena, 
incluye su preferencia de dieta y percha y el patrón predominante de altura y 
longitud de vuelo. 
ESPECIE FAMILIA DIETA (1) ALTURA (2) LONGITUD (3) PERCHAS (4)
Anisognatus igniventris THRAUPIDAE I, F M C M
Bubulcus ibis
ARDEIDAE C A L Pa
Casmerodius albus
ARDEIDAE C A L Pa, H
Carduelis spinescens
VIREONIDAE G M M Pa, M, Cu, Ce, A
Colibri coruscans
TROCHILIDAE N B C M, A
Diglossa sittoides
EMBERIZIDAE N M C M
Diglossa humeralis
EMBERIZIDAE N M C M
Elaenia frantzii
TYRANIDAE I, F M, A M, L Pa, Cu, Ce, A
Falco sparverius
FALCONIDAE C A L A
Gallinula melanops
RALLIDAE H, I - - H
Icterus chrisater
ICTERIDAE I, G, N M M, L A, M
Lafresnaya lafresnayi
TROCHILIDAE N B, M C M
Lesbia spp.
TROCHILIDAE N B, M C M
Notichelidon murina
HIRUNDINIDAE I A L M
Ochtoeca fumicolor
TYRANNIDAE I M C P, M
Pipraidea melanonota
EMBERIZIDAE I, F M C M, A
Pheuticus aureoventris
EMBERIZIDAE F, G A L M, A
Riparia riparia
HIRUDINIDAE I A L M
Sturnella magna
ICTERIDAE I, G B C Pa, M, Cu, Ce, Pi
Synalaxis subpudica
FURNARIIDAE I M C M, H
Turdus fuscater
TURDIDAE I, F, C B, M C, M Pa, M, Cu, Ce, Ca, Pi, A
Tringa solitaria
SCOLOPACIDAE C A L H
Tyrannus melancholicus
TYRANNIDAE I, F M M, L M, Ce, A, Ca
Zenaida auriculata
COLUMBIDAE F, G A L Pa, M, Ce, Ca, Pi, H
Zonotrichia capensis
EMBERIZIDAE I, G B C P, M, Ce, Cu, A
1. Dieta: I, insectívoro; F, frugívoro; G, granívoro; N, nectarívoro; H: herbívoro (consume hojas y raíces), C: carnívoro (consume 
vertebrados pequeños). Hilty y Brown, 1986, Asociación Bogotana de Ornitología (ABO) y Corporación autónoma regional (CAR), 
2000. 
2. Altura de vuelo: A, alto (más de 4 m); M, medio (2 a 4 m); y B, bajo (menos de 2 m).
3. Longitud de vuelo: L, largo (más de 10 m); M, medio (5 a 10 m); y C, corto (menos de 5 m).
4. Estructuras naturales y artificiales que utiliza para posarse: Pa, pastizal; M, matorral; Cu, cultivo; Ce; cerca; Ca; cables del 
alumbrado; Pi, piedras; A, árboles; H: bordes de humedal; J: Juncal.
Tabla 2. Número total de avistamientos por especie para las seis perchas 
observadas.
ESPECIE/PERCHAS 2 4 7 10 14 18 TOTAL
A.igniventris 2 2
Garzas* 1 2 3 4 5 15
C.couruscans 6 3 3 2 30 44
C.spinescens 436 7 443
D.humeralis 1 17 24 5 1 48
F.sparverius 2 1 1 4
I.chrysater 1 1 6 8
L.lafresnayi 3 1 9 13
Lesbia spp. 3 36 3 2 37 81
Golondrinas* 32 3 53 90 29 207
O.fumicolor 18 8 8 34
P.aureoventris 8 1 9
S.magna 57 5 75 12 43 7 199
S.subpudica 10 10
T.fuscater 148 52 41 295 190 84 810
Z.auriculata 30 10 10 36 22 59 167
Z.capensis 28 112 2 17 3 105 267
Indet. 1 5 6 4 10 26
TOTAL 310 281 625 501 313 357 2387
* Bubulcus ibis, Casmerodius albus y Tringa solitaria se encuentran agrupadas 
como “Garzas”; y Notichelidon murina y Riparia riparia como “Golondrinas”.
PORCENTAJE DE AVISTAMIENTOS TOTALES POR ESPECIE
34%
19%11%
9%
8%
7%
3%
1%2%
2%
T.fuscater
C.spinescens
Z.capensis
Golondrinas
S.magna
Z.auriculata
Lesbia spp.
D.humeralis
C.couruscans
O.fumicolor
Otros
Figura 3. Porcentaje de avistamientos totales por especie, para 24 días de 
observación.
PORCENTAJE DE AVISTAMIENTOS POR PERCHA
26%
21%
15%
13%
13%
12%
PERCHA 7
PERCHA 10
PERCHA 18
PERCHA 14
PERCHA 2
PERCHA 4
Figura 4. Porcentaje de avistamientos por percha, para 24 horas de observación 
total en 6 de las 18 perchas.
6.2. Especies de aves que frecuentan las perchas artificiales.
De acuerdo con la información proporcionada por la tabla 1, es importante resaltar la 
presencia de especies frugívoras y semilleras que hacen uso de sitios de perchaje 
alto (árboles, cables de la luz), estructuras artificiales (cerca, cables de la luz), y se 
aventuran a posarse en sitios desprovistos de vegetación (pastizal). Así como 
aquellas con longitudes de vuelo superiores a 5 m (largas e intermedias) y alturas 
de vuelo superiores a 2 m (altas y medias), ya que dichas características les 
permiten desplazarse desde la fuente de semillas hacia las perchas y posarse en 
ellas.
Las especies que cumplen con estos requisitos son: Carduelis spinescens, Elaenia 
frantzii, Turdus fuscater y Zenaida auriculata. El tirano tropical (Tyrannus 
melancholicus), de acuerdo a su dieta, comportamiento vuelo y perchaje podría 
hacer uso potencial de las perchas pero, aunque se le observó sobrevolando zonas 
desprovistas de vegetación, nunca se posa en ellas.
Por otra parte Sturnella magna y Zonotrichia capensis, podrían ser potenciales 
dispersores, pero su comportamiento de vuelo (corto y bajo), dificulta que estas 
especies hagan uso de los perchas. 
Es importante considerar que, aunque Elaenia frantzii fue avistada dentro de la 
cuenca, no aparece registrada en las seis perchas avistadas. 
De las especies esperadas, solo 4 fueron observadas haciendo uso de la percha: 
C.spinescens, S.magna, Z.auriculata, y T.fuscater. Adicionalmente apareció una 
especie que no estaba considerada dentro de este grupo debido a su dieta 
insectívora (O.fumicolor).
A continuación se hace una descripción detallada de dichas especies y el 
comportamiento que exhibieron sobre las perchas.
6.2.1. Turdus fuscater
 a. b.
 
Figura 5. b. fotografía de T.fuscater posado en percha a. Fotografía de T.fuscater 
posado en arbusto.
Turdus fuscater, (Lafresnaye & d'Orbigny, 1837). Nombre común: Mirla común. Es 
un ave grande (33 cm.), con plumaje oscuro; pico, alas, y anillo ocular amarillo 
intenso, e iris rojo castaño

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