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ELEGIR, RECORTAR, CUIDAR
Traducción del francés:
Montse Roca
JEAN ARTIGNAN
LA GUÍA PRÁCTICA
DE LA
BARBa
PRÓLOGO 6
¿QUIÉN ES JEAN? 8
FRASES DE HOMBRES CON BARBA 11
1 INTRODUCCIÓN 
EL PELO Y LA BARBA 14
¿POR QUÉ LLEVAR BARBA? 17
EL REGRESO DE LOS BARBEROS 18
2 ELEGIR VUESTRA BARBA 
PARA EMPEZAR 24
LOS PRINCIPALES ESTILOS DE BARBA 28
3 RECORTAR VUESTRA BARBA 
LOS PRIMEROS PASOS 36
LOS INSTRUMENTOS 36
RECORTAR UNA BARBA CORTA O MEDIA 38
RECORTAR UNA BARBA LARGA 45
MOLDEAR UNA BARBA 48
4 EL BIGOTE 
EL BIGOTE, TODO UN SÍMBOLO 52
MOVEMBER, PERO ¿QUÉ ES ESO? 52
LOS PRINCIPALES ESTILOS DE BIGOTE 53
RECORTAR Y CUIDAR VUESTRO BIGOTE 58
5 EL AFEITADO 
LOS TIPOS DE AFEITADORAS 64
¿TRADICIÓN VERSUS MODERNIDAD? 65
LOS HÁBITOS ADECUADOS PARA LIMITAR LOS EFECTOS INDESEABLES 66
EL RITUAL DEL AFEITADO TRADICIONAL 68
6 CUIDAR VUESTRA BARBA Y VUESTRA PIEL 
ENJABONAR LA BARBA 76
LIMPIAR LA CARA 77
PEINAR LA BARBA 78
ALISAR LA BARBA 79
NUTRIR LA BARBA 80
HIDRATAR LA PIEL 81
7 ¡SOCORRO! 
MI BARBA ME PICA 84
MI BARBA ES DURA 84
MI BARBA ES IRREGULAR O RALA 84
MI BARBA ESTÁ SECA 85
MI BARBA TIENDE A TONOS ROJIZOS O BLANQUECINOS 86
MI BARBA ESTÁ MAL CORTADA 87
DIRECTORIO DE BARBERÍAS EN ESPAÑA 88
ADVERTENCIA 92
AGRADECIMIENTOS 93
ÍN
DI
CE
5 
6 LA GUÍA PRÁCTICA DE LA BARBA
PRÓLOGO
A menudo me preguntan cómo escoger 
un estilo de barba e inmediatamente me 
hablan de formas de la cara. Pero no es 
tan sencillo…
El diagnóstico empieza desde que el 
cliente entra en la barbería. Yo le observo 
de la cabeza a los pies: su forma de vestir, 
sus andares, su actitud, todo aquello que 
constituye su personalidad. Me planteo 
algunas cuestiones: ¿en qué trabaja?, 
¿es deportista? Si es así, ¿qué deporte 
practica?, ¿o quizás es un artista?
Después de algunas preguntas, le pro-
pongo una barba que se corresponda con 
su identidad. Esta debe inscribirse en un 
conjunto y a la vez añadir una particula-
ridad, porque cada barba es distinta, por 
su disposición, su tipo y su densidad; por 
tanto, será necesario adaptar el tamaño 
y la forma. 
Aunque su pilosidad sea escasa, es posible 
escoger entre diversas opciones y yo le 
explico por qué: «Puedes optar por una 
mosca, unas patillas, una perilla… Esta 
barba pequeña puede aportar originalidad 
y decir muchas cosas sobre ti». Así, si 
tengo delante a un contable, este podrá 
escoger una barba más bien cuadrada, 
redondeada si se trata de alguien tímido 
o triangular si es diseñador gráfi co. En 
resumen, cada línea corresponde a una 
identidad. 
Y termino diciéndole: «Comprenderás 
que, al margen del estilo, de la manera de 
recortarla y de jugar con las líneas, ya sean 
horizontales, curvas o diagonales, la barba 
acabará fundiéndose con los rasgos de tu 
carácter y con la imagen que quieres dar».
Para algunos, la barba llamará la aten-
ción y hará que pasen desapercibidos 
pequeños detalles como una cicatriz o 
una calvicie. Incluso he visto a hombres 
que han ganado seguridad después 
de pasar por el barbero. Recuerdo un 
cliente un poco reservado cuya barba 
fue un auténtico detonante. Este nuevo 
complemento le predispuso a una diná-
mica de cambio y le provocó ganas de 
modifi car su aspecto, especialmente la 
vestimenta y las gafas. Sintió que las 
miradas que le dedicaban los demás 
habían cambiado, ¿o era simplemente 
esa nueva confi anza en sí mismo que 
no pasaba desapercibida?
Todo es posible con una barba, las formas 
son casi infi nitas. Y la suerte que tenemos 
nosotros, los hombres, es que podemos 
probar fácilmente diversos estilos ya 
7 
que la barba es efímera. ¿Un estilo no 
te gusta? Basta con afeitarla y volver a 
empezar pasados unos días, sin que sea 
una catástrofe. 
Hoy en día cada vez hay más hombres 
que llevan barba y están tomando 
conciencia de sus posibilidades. Con 
este libro adquirirán destreza y podrán 
ir más allá experimentando estilos más 
elaborados como el bigote. De este 
modo, el cuidado de la barba conside-
rado anteriormente una carga matutina 
se puede convertir en un momento 
íntimo, un ritual durante el cual uno 
se ocupa de sí mismo. Por otro lado, 
han aparecido numerosos productos 
concebidos especialmente para la barba, 
que permiten cuidarla y moldearla a 
tu gusto. De manera que, si buscas el 
estilo que más te convenga, técnicas 
para recortar y cuidar tu barba o bien 
trucos y consejos, espero que encuentres 
en esta guía práctica, elaborada por 
Jean, todo lo necesario para orientarte. 
Para terminar, una frase de Lao Tse que me 
gusta mucho y que orienta mis diseños de 
barba: «No hay mejor mentira que una gran 
verdad». Dicho de otro modo, ¡si tienes cla-
ros en la barba, no los escondas, asúmelos!
Anthony Galifot
Peluquero – Instructor – Maestro barbero – 
Embajador de Barbe N Blues
PRÓLOGO
8 LA GUÍA PRÁCTICA DE LA BARBA
¿QUIÉN ES JEAN?
Durante un periodo de vacaciones de fi n 
de año, yo había decidido, como muchos 
hombres, dejar mi maquinilla de afeitar 
en el fondo del cajón. Unos días antes 
de volver ofi cialmente al trabajo, tuve 
que regresar al despacho para recoger 
un documento. Al llegar, me crucé con 
una compañera que me dijo: «¿Jean? ¡No 
te había reconocido, vaya, te sienta bien 
la barba! Es un buen cambio, podrías 
conservarla…». 
En ese momento me dije «¿Por qué no?». 
De todas formas, aunque parezca que 
la barba está cada día más aceptada, 
yo ejercía un ofi cio en el que estaba a 
menudo en contacto con el cliente y mi 
barba tenía que ser impecable. 
En aquella época, en la red no había pági-
nas dedicadas a la barba. Al no encontrar 
la información práctica que necesitaba, 
decidí hacer mi propia experiencia. 
Después de varios cortes de barba 
fallidos y de usar numerosos utensi-
lios, había identifi cado varias técnicas 
y trucos que me pareció interesante 
compartir en un blog: BarbeChic había 
nacido… En esa misma época, la barba 
hizo su aparición en los rostros de ac-
tores, deportistas y presentadores de 
televisión. 
El número de visitas en la web aumentó 
rápidamente y los artículos didácticos 
eran muy consultados. De modo que, 
con la calidad como prioridad, empecé 
a dirigirme a los profesionales para 
recopilar su experiencia y su técnica. El 
objetivo era enriquecer la web a fi n de 
que cualquiera pudiera aprovechar los 
consejos de un barbero para cuidarla 
en casa. 
Este posicionamiento en un oficio en 
pleno auge en Francia me abrió en aquel 
momento las puertas de un pequeño 
mundo. Fue así como empecé a parti-
cipar en diferentes inauguraciones de 
barberías que me permitieron conocer a 
gente muy agradable. Descubrí un uni-
verso donde el tuteo y el buen humor 
son de rigor, y donde los profesionales 
me hablaban de su oficio no como un 
trabajo, sino como una verdadera pa-
sión. Fue principalmente gracias a ellos 
como descubrí el afeitado tradicional 
y le di una nueva vida a la navaja de 
afeitar de mi abuelo para recortarme 
el contorno de la barba. 
También empecé a probar tratamien-
tos y accesorios para la barba (aceites, 
champús, cepillos…). Seguidamente, para 
hacer frente a la demanda creciente de 
9 
visitantes, decidí crear una tienda en la 
red, donde se puede encontrar toda una 
gama de productos especializados. Unos 
meses más tarde, en una bonita tarde 
de verano recibí un correo electrónico: 
«Buenos días, he visitado su blog. ¿Podría 
interesarle un proyecto de libro?» Y así fue 
como nació La guía práctica de la barba. 
A semejanza del blog, está centrada en 
los consejos y describe etapas sencillas 
que seguir paso a paso, para obtener una 
barba impecable. Lleno de encuentros con 
maestros barberos apasionados, este libro 
contiene un poco de cada uno de ellos. 
Así que, ya seas principiante o iniciado, 
vayas en busca de consejos o simple-
mente seas curioso, espero que esta guía 
responda a tus expectativas y te dé ganas 
de experimentar cosas nuevas, de ir más 
allá en la personalización de tu estilo y 
del cuidado de tu barba. 
Jean
www.barbechic.fr
¿QUIÉN ES JEAN?
11 
FRASES DE HOMBRES CON BARBA
Antesde adentrarme en el tema, he querido recoger la opinión de los hombres para 
conocer sus preocupaciones respecto a su barba. De manera que, una tarde de pri-
mavera, fui a su encuentro por las calles del centro de Nantes, acompañado de dos 
acólitos embajadores de la barba: Anthony (maestro barbero) y Swann (fundador de 
la marca Barbe N Blues). Este es un extracto de los comentarios recogidos: 
«Desde que llevo la barba un poco larga, me cuesta cuidarla».
«Yo, como hombre, no sé lo que quiero ni para mi pelo ni para mi 
barba. Cuando mi novia visita a la peluquera, ella es capaz de 
orientarla para conseguir lo que quiere. A mí me gustaría que mi 
barbero fuera capaz de hacer conmigo lo mismo».
«Yo le dedico mucho tiempo a mi barba, pero no sé cómo 
apañármelas». 
«Yo tengo una barba irregular, me gustaría mucho llevar barba, 
pero no sé qué estilo me va y cómo conseguir que se vea limpia».
«Yo llevaba barba, pero me afeité porque tenía muchos 
inconvenientes, con el tiempo tengo picores, la barba se seca 
y el pelo se eriza…».
«Me gustaría llevar barba, pero es blanca y negra…».
«Me gustaría probar a llevar bigote, pero no sé cómo hacerlo…».
Como podéis comprobar, todos los hombres se hacen preguntas sobre su barba. ¡Esta 
guía va a intentar por tanto responder a vuestros interrogantes, etapa por etapa, para 
convertiros en auténticos caballeros con barba! 
INTRODUCCIÓN
1
14 LA GUÍA PRÁCTICA DE LA BARBA
EL PELO Y LA BARBA
Los orígenes
¡Es innegable que el pelo es una heren-
cia de nuestros ancestros! Como todo 
mamífero, estos últimos necesitaban el 
vello para preservar el calor. 
Varios miles de años después, esta pilosi-
dad sigue muy presente sobre la totalidad 
del cuerpo humano, aunque es poco 
visible a simple vista. De nuestros cinco 
millones de pelos, la mayor parte adopta 
la forma de una pelusa transparente, difí-
cil de distinguir a veces. Sabed que por 
ejemplo la frente es una de las zonas del 
cuerpo en la que el pelo es más denso. 
Las zonas de pilosidad visible de nuestro 
cuerpo están formadas por pelos más 
gruesos y oscuros, cuyo crecimiento 
está infl uenciado principalmente por las 
hormonas. Parece que incluso hoy en día 
esas distintas concentraciones de pelo que 
cubren el cuerpo tienen una función. Así, 
los cabellos preservan la cabeza del frío, 
las cejas y las pestañas protegen el ojo del 
sudor y del polvo, y en las orejas y la nariz 
el pelo hace de fi ltro contra las impurezas. 
En las otras zonas del cuerpo, evitan las 
rojeces ligadas al roce y contribuyen a la 
evaporación del sudor. 
Y la barba
Igual que para nuestros antepasados, 
la barba tendría un efecto aislante para 
protegernos la cara. ¿Entonces por qué 
los hombres la tienen y las mujeres no, 
me préguntareis vosotros?
En realidad, las mujeres tienen tanto 
pelo en la cara como los hombres, pero 
es tan fi no y transparente que apenas se 
ve. Es la testosterona, presente en gran 
cantidad en los hombres, la que favorece 
el crecimiento de un pelo más grueso y 
más resistente que el de las mujeres. 
En el hombre, el crecimiento de la barba 
se acelera durante la pubertad debido 
al incremento hormonal. Este aumento 
provoca también la aparición de pelo en 
otras zonas del cuerpo y la modifi cación 
de la voz, lo que indica el paso a la edad 
adulta.
En general, hacia los 15 aparece una 
primera pelusa sobre el labio superior; 
después, a los 16, 17 años, sobre las mejillas 
y el mentón. Para una barba completa con 
una pilosidad facial máxima, habrá que 
esperar a tener 20, incluso 25 años. Pero 
eso puede variar mucho de un individuo 
a otro. 
15INTRODUCCIÓN
La estructura del pelo
La parte situada aproximadamente a 
4 milímetros bajo la piel se llama «raíz» o 
«folículo», y en su base se encuentra una 
papila dérmica compuesta de numerosos 
vasos sanguíneos. La zona visible forma 
el tallo. 
La raíz está en contacto con una o va-
rias glándulas sebáceas. Estas últimas 
segregan sebo que lubrica a la vez el 
pelo y la piel para evitar la desecación. 
Esta seborrea participa también en la 
formación de la película hidrolipídica, 
cuya función principal es formar una 
barrera protectora contra las bacterias, 
manteniendo la suavidad de la piel.
Los pelos de la barba tienen la misma 
estructura que los cabellos, pero son más 
gruesos los de la cara que los que cubren 
el cráneo. De hecho, son los más gruesos 
de todo el cuerpo. 
El crecimiento del pelo
El ciclo de vida de un pelo se compone 
de tres fases. La primera, la juventud (fase 
anágena), es aquella durante la cual el 
pelo crece. Empieza con la formación de 
la raíz y dura varios meses en los pelos del 
cuerpo, alrededor de un año en la barba 
y hasta seis años en el cabello. Es la fase 
más larga del ciclo. La segunda etapa, 
la vejez (fase catágena), dura unas tres 
semanas y es transitoria. El pelo está en 
reposo en ese momento, el crecimiento se 
detiene y la raíz empieza a desintegrarse. 
La última etapa es la muerte del pelo (fase 
telógena). Este se ve empujado por un 
pelo nuevo en crecimiento que provoca 
su caída. Esta fase varía según las zonas 
del cuerpo y los individuos. En el caso del 
cabello suelen ser tres meses, mientras 
que en la barba suelen ser dos.
16 LA GUÍA PRÁCTICA DE LA BARBA
El crecimiento de la barba
El ciclo de vida de un pelo de barba se 
extiende a lo largo de quince meses 
aproximadamente. Cada pelo está en un 
estadio diferente: alrededor de dos tercios 
en fase de crecimiento, un tercio al fi nal de 
la vida y solo algunos en reposo. Este creci-
miento secuencial asegura una renovación 
constante de vuestra barba, lo cual explica 
que la caída de pelo no se note. También 
es en parte la causa de la impresión que 
podéis tener de que determinados pelos 
de la barba crecen más deprisa que otros. 
Como término medio, un pelo de barba 
crece 0’4 milímetros al día, pero, como 
siempre, eso puede variar de un indivi-
duo a otro. Los principales factores que 
infl uyen en el crecimiento de la barba son: 
� � La herencia: es muy probable que 
vuestras caracteristicas se parezca 
hasta el punto de confundirse con las 
de vuestros antepasados;
� � las hormonas: los estrógenos, la testos-
terona o incluso las hormonas tiroideas 
influyen mucho en la duración del ciclo 
de vida del pelo y su grosor;
� � el metabolismo: las carencias de vitami-
nas, aminoácidos y también sales mine-
rales pueden ralentizar el crecimiento, 
provocar una caída, una despigmen-
tación o una finura excesiva del pelo;
� � los factores externos: estrés, tratamien-
tos médicos, falta de sueño y tabaco.
Ideas preconcebidas
Después del afeitado, el pelo crece más 
deprisa, es más grueso y denso.
Falso. Técnicamente pasarse la maquinilla 
solo secciona el pelo en superfi cie. El 
bulbo se mantiene intacto y ese pelo es 
idéntico al que habéis cortado, así que 
continuará con su crecimiento.
La sensación de que el pelo es más duro 
proviene del corte al bies y del hecho de 
que un pelo corto parece más rígido, pero 
al crecer se suavizará.
Si queréis que crezca lo más rápido po-
sible, solo hay una solución: dejad que 
el pelo lo haga sin intervenir. Algunos 
barberos os dirán de todos modos que, 
pasado un mes, cortar un poco la barba 
reactiva el crecimiento. 
La utilización de determinados cos-
méticos y pastillas puede aumentar 
la pilosidad.
Falso. En el mercado encontraréis dife-
rentes productos que os prometen una 
barba densa. En la práctica, la infl uencia 
de estos productos es muy limitada. En el 
mejor de los casos, determinados comple-
mentos alimenticios os permitirán tener 
una barba un poco más suave, resistente 
y que crece un poco más deprisa, pero 
no saldrá en las zonas donde no estaba 
presente previamente. ¡De ser así, el fa-
bricante ya habría hecho fortuna con un 
producto contra la calvicie! 
Los principales factores del crecimiento y 
de la distribución del pelo son genéticos y 
hormonales, por lo que no se puede hacer 
gran cosa. El único elemento en el que 
podéis infl uir es en vuestrometabolismo. 
17INTRODUCCIÓN
Para ello, adoptad un estilo de vida lo más 
sano posible, algo que todo buen médico 
os recomendará: 
� � Una alimentación equilibrada y rica 
en vitaminas, aminoácidos y sales 
minerales;
� � actividad física regular; 
� � periodos de sueño suficientes; 
� � momentos de relax para limitar el estrés;
� � ni tabaco, ni alcohol. 
Estos consejos pueden parecer genéricos, 
pero solo un organismo sano os permitirá 
conseguir una barba y un cabello resistentes 
con un ciclo de crecimiento óptimo.
Un cepillado cotidiano puede acelerar 
ligeramente el crecimiento estimulando 
el bulbo. Pero cuidado, una vez al día 
es sufi ciente; abusar produce el efecto 
contrario, es decir, la caída del cabello. 
De la levadura de cerveza y el aceite de 
ricino se sabe que estimulan la rapidez 
del crecimiento, pero eso no siempre 
subsanará los claros de la barba.
Para controlar las zonas imberbes o poco 
pobladas, os invito a seguir los consejos 
de esta guía.
¿POR QUÉ LLEVAR 
BARBA?
Cinco buenas razones
Preguntamos a varios hombres por la 
calle las razones por las que llevaban 
o les gustaba la barba. Hay que tener 
presente que, en muchos casos, cuando 
nos dirigimos a una pareja, fueron las 
mujeres quienes respondieron a nuestras 
cuestiones. Estas son las más frecuentes:
� � Razón nº 1: «Por comodidad, me evita 
tener que afeitarme todos los días. 
Aparte de que el afeitado estropea un 
poco la piel».
� � Razón nº 2: «Hace que parezca mayor 
y eso está bien. Tengo un aire más 
maduro, sin la barba parezco dema-
siado joven».
� � Razón nº 3: «¡Me encanta! Le hace 
viril y eso me gusta. Yo obligo a mi 
novio a dejarse una barba de más de 
tres días».
� � Razón nº 4: «Es una cuestión de look. 
Es una auténtica herramienta de estilo, 
se puede cortar de muchas maneras 
para cambiar la cara…».
� � Razón nº 5: «Es sexy y está de moda. 
¡Yo estoy inscrito en webs de citas y 
veo que la barba funciona muy bien!».
18 LA GUÍA PRÁCTICA DE LA BARBA
La barba, ¿una baza 
para tener buena salud?
¡Sí! O al menos puede ser una ventaja in-
teresante, y por diversas razones. Vuestra 
barba actúa como una capa aislante que 
os protege del viento y del frío; de este 
modo evita que vuestra piel se reseque. 
Si, además, os ocupáis de hidrataros bien 
la cara, reducirá la aparición de signos de 
envejecimiento. 
La barba atenúa también los síntomas 
ligados al asma y a las alergias. Así, el 
pelo de la cara, y especialmente el situa-
do cerca de la nariz, actúa como un fi ltro 
que retiene el polen y el polvo ambiental. 
Otro punto positivo de la barba: sin 
afeitaros, o rasurándoos simplemente 
una parte de la cara, atenuáis el riesgo 
de que aparezcan rojeces e incluso de 
infección. Determinadas pieles sensibles 
pueden padecer enrojecimiento del vello, 
erupciones cutáneas e infl amación de la 
raíz del pelo. Para evitar esto, consultad 
nuestros consejos en el capítulo El afei-
tado (Véase página 63).
Por último, vuestra barba os protege 
parcialmente del sol. Investigadores 
australianos han demostrado que, a de-
terminadas horas del día, la barba ofrece 
una protección relativamente efi caz de las 
zonas pilosas. Pero que eso no sea excusa 
para no aplicar protección solar…
EL REGRESO DE LOS 
BARBEROS
Un poco de historia…
En la Antigüedad
Hay que remontarse a los tiempos del 
Egipto antiguo para encontrar los pri-
meros rastros de los barberos. En aquella 
época, llevar barba estaba reservado a los 
reyes y a los dioses. De modo que, en ge-
neral, los hombres se afeitaban totalmente 
la cara y el cráneo. Los sacerdotes, por 
su parte, practicaban el afeitado integral 
como signo de pureza.
El faraón, medio hombre, medio dios, 
era el único que exhibía una barba fi na y 
cuidadosamente trenzada, que de hecho 
era un postizo del que se ocupaba su 
barbero particular. 
El ofi cio de barbero itinerante era frecuente 
y, según los escritos, estos recorrían las 
calles de las ciudades de la mañana a la 
noche, yendo de una casa a otra para afeitar 
a los señores. 
Esta destreza egipcia se ha transmitido a 
través de los siglos y los barberos de El 
Cairo son famosos por afeitar los rostros 
con un aplomo y una pericia singular. 
Poco tiempo después, en Grecia había 
salones reservados al género masculino, 
donde los barberos se ocupaban de barbas 
y melenas onduladas, muy en boga en 
aquella época. Además del cepillado y el 
corte, se aplicaban a los cabellos y a las 
barbas lociones, pomadas y cera de abeja, 
para peinarlos, perfumarlos y darles brillo. 
19INTRODUCCIÓN
La profesión de barbero obtuvo rápi-
damente mucho éxito y los locales se 
convirtieron poco a poco en lugares de 
encuentro de la alta sociedad griega para 
hablar de fi losofía o política.
Hubo que esperar a la aparición del Im-
perio romano para que este noble ofi cio 
fuera importado de las colonias griegas 
a Europa Occidental. En Roma volvió a 
estar de moda el rostro lampiño, y los 
llamados «tonsores», se dedicaban princi-
palmente al afeitado. Para ello utilizaban 
una novacula, un instrumento de bronce 
con una hoja curva afi lada con una piedra, 
y un simple cuenco de agua. 
De la Edad Media al siglo xx
Luego hay que esperar a la Edad Media 
para asistir a un cambio en la profesión. 
A principios del siglo xiii, la iglesia pu-
blicó un decreto que condenaba los actos 
quirúrgicos y los colocaba de este modo 
en la categoría de pecado de sacrilegio. 
En aquella época la mayoría de médicos 
pertenecía al clero, por lo que se vieron 
obligados a suspender las intervenciones. 
Los barberos, que dominaban la cuchilla 
con destreza, empezaron entonces, poco a 
poco, a realizar pequeñas intervenciones 
y extracciones dentales que eran, a pesar 
del riesgo de condena, indispensables. 
Más tarde, los cirujanos agrupados en una 
corporación marginaron y desprestigiaron 
a los barberos, diferenciándose de forma 
clara de ellos. Estos, por su parte, formaron 
entonces una cofradía y establecieron 
una normativa que fue ratifi cada por el 
rey Carlos V. Esta les otorgaba un estatus 
ofi cial y garantías para ejercer su ofi cio de 
barberoscirujanos con toda tranquilidad. 
A partir de ahí se sucedieron varios siglos 
de disputas acerca de las prerrogativas de 
los barberos, alimentadas por médicos y 
cirujanos. Ello dio lugar a múltiples edictos 
y ordenanzas que redujeron poco a poco 
el campo de intervención de los barberos.
Hay que esperar a mediados del siglo xviii 
para que los reyes de Francia e Inglaterra 
EL POSTE DE BARBERO
Este emblema del barbero es un refl ejo de la tradición de este 
ofi cio. El poste está inspirado en un bastón de color azul que 
los pacientes debían sujetar perpendicular al suelo durante los 
sangrados, manteniendo así el brazo bien extendido para que 
aparecieran las venas. 
En cuanto al color rojo y la espiral, evocan los vendajes empapados 
de sangre que se colgaban en el exterior de los locales a secar o 
simplemente para atraer la atención de los clientes. 
En el siglo xiv lo que se colgaba a modo de emblema era la bacía (plato ovalado 
con una escotadura en un lado que se colocaba bajo la barbilla de los clientes) o 
la palangana amarilla utilizada para los sangrados. 
Hoy en día el barber’s pole (poste de barbero) se ha convertido en símbolo uni-
versal de los barberos y lo veréis en todas partes del mundo. 
20 LA GUÍA PRÁCTICA DE LA BARBA
tomen la decisión de separar defi nitiva-
mente los ofi cios de cirujano y barbero, 
no permitiendo a estos últimos más que 
actividades propias del cuidado capilar.
Abocados a la decadencia, los barberos 
experimentaron sin embargo un nuevo 
impulso gracias a la moda de la peluca. 
A estos barberos–peluqueros les co-
rrespondía, además de la fabricación y 
colocación de pelucas, el mantenimiento 
cotidiano. Las pelucas, utilizadas tanto 
por las mujeres como por los hombres 
hasta la Revolución Francesa, asegura-
ron años muy provechosos y un cierto 
reconocimiento a este ofi cio. 
En el siglo xix, como símbolo de rechazo 
del AntiguoRégimen, las pelucas de-
saparecen progresivamente y los barberos 
vuelven a centrarse en el cuidado capilar. 
En ese momento evoluciona el ofi cio de 
barbero, cuyos herederos son los salones 
que conocemos hoy en día.
Durante los setenta, cuando estaba de 
moda que los hombres llevaran el pelo 
largo, las peluquerías mixtas se multiplica-
ron dejando poco espacio a los verdaderos 
barberos. El aprendizaje del afeitado y 
del cuidado de la barba desaparecieron 
de los programas de formación de los 
peluqueros aprendices. 
En la actualidad
A principio de siglo, en Francia solo 
quedaban algunos barberos. Poco a poco, 
peluqueros apasionados por este ofi cio 
tradicional se lanzaron a la aventura y 
los cursos de formación de barberos 
reaparecieron. 
Hoy en día, los hombres se ocupan más de 
su apariencia y también son conscientes 
de que la barba puede convertirse en una 
auténtica ventaja para destacar..
Este regreso con fuerza de la barba en 
la década de 2010 (la barba de tres días, 
después la barba completa y más reciente-
mente el bigote) ha impulsado el ofi cio y 
se han abierto muchas barbershops (bar-
berías). Hasta el punto de que hoy en día 
el trabajo de un barbero experimentado 
se ha convertido en un bien escaso que 
podría perfectamente pagarse a precio 
de oro dentro de unos años. 
Paralelamente, los salones de estética se 
han lanzado al segmento de mercado mas-
culino, pero sin haber calado realmente. 
De hecho, los centros de tratamientos y 
spas de diversos tipos siguen teniendo 
una imagen muy femenina entre los 
hombres. Por lo tanto, ¿qué mejor que 
un lugar donde se ocupan de las barbas, 
atributo viril por excelencia, para cuidarse 
a uno mismo?
Ya no se dice «Vengo del spa, he apro-
vechado para hacerme un tratamiento 
facial», sino «Vengo de mi barbero, me ha 
afeitado de forma tradicional con navaja». 
21INTRODUCCIÓN
Hay que tener en cuenta que el ritual que 
se lleva a cabo en la barbería proporcio-
na sin ninguna duda un momento de 
bienestar tan agradable al menos como 
en un spa…
¿Cómo escoger a 
vuestro barbero?
Como criterio general, optad ante todo 
por salones que se reivindican como bar-
berías y fi jaos en la lista de prestaciones 
que ofrecen. Un barbero es un peluquero 
para hombres que domina las técnicas del 
corte de cabello, de las que habrá sabido 
sacar provecho durante su aprendizaje 
para aplicarlas al corte de la barba. Pero 
esto no es todo; un verdadero maestro 
barbero practica sobre todo el afeitado 
tradicional siguiendo el ritual descrito 
en la página 68.
Si vais a una peluquería, aseguraos de que 
la persona que se ocupará de vosotros 
ha recibido efectivamente formación 
como barbero y no dudéis en pedirle 
referencias. El afeitado o el recorte de la 
barba no deberían aparecer de la noche 
a la mañana en la oferta de tratamientos 
solo porque está de moda…
Hay muchos estilos de barberías: de la vieja 
escuela, con ambiente inspirado en el rock 
and roll de los años sesenta, la tradicional, 
decorada con objetos antiguos y presidida 
por un viejo sillón Belmont (el referente), 
con el chic y la clase de la década de 1920 
en el ambiente, la neoyorquina con diseño 
industrial… 
Hay barberos que ofrecen tratamientos 
faciales como complemento, o una ma-
nicura u otras depilaciones con cera. Los 
amantes de la tradición, por el contrario, 
solo trabajan el vello viril a la antigua, 
limitándose al corte y al afeitado. Tam-
bién encontraréis artesanos barberos que 
solo cortan la barba con tijeras y navaja, 
y dejan la maquinilla al fondo del cajón. 
A vosotros os corresponde escoger al 
mejor, en función de vuestro estilo y de 
vuestras expectativas. 
Vuestro barbero está ahí para lograr 
que destaquéis. Debe orientaros en la 
elección de un estilo de barba que os 
corresponda, pero también daros conse-
jos para su cuidado cotidiano. No dudéis 
en plantearle todas vuestras preguntas. 
No olvidéis que una visita al barbero 
debe ser un momento de placer; si no 
os ha gustado el ambiente o el servicio, 
no dudéis en probar otros locales para 
encontrar el que más os convenga.
Descubrid a los principales barberos en la lista de direcciones del final 
del libro (véanse páginas 88 y siguientes).