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Antropología Cultural 2-páginas-33

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318 PARTE 2 Valorar la diversidad cultural
la religión persiste, debe hacer algo más que ex-
plicar los misterios. Debe poseer otras funciones 
y signifi cados, y ciertamente los tiene.
Mana y tabú
Además del animismo, y en ocasiones en coexis-
tencia con él en la misma sociedad, hay una vi-
sión de lo sobrenatural como dominio de poder, 
o fuerza, impersonal y bruto que la gente puede 
controlar bajo ciertas condiciones (si piensa en 
Star Wars, va por buen camino). Tal concepción 
de lo sobrenatural es particularmente promi-
nente en Melanesia, el área del Pacífi co sur, que 
incluye Papúa Nueva Guinea y las islas adyacen-
tes. Los melanesios creen en mana, una fuerza 
impersonal sagrada que existe en el universo. El 
mana puede residir en personas, animales, plan-
tas y objetos.
El mana melanesio era similar a la noción de 
efi cacia o suerte. Los melanesios atribuían el 
éxito al mana que la gente podía adquirir o mani-
pular en diferentes formas, como a través de la 
magia. Los objetos con mana pueden cambiar la 
suerte de alguien. Por ejemplo, un talismán o 
amuleto que pertenezca a un cazador exitoso 
puede transmitir el mana del cazador a la si-
guiente persona que lo posea o use. Una mujer 
puede poner una roca en su jardín y ver su cose-
cha mejorar dramáticamente, atribuyendo el 
cambio a la fuerza contenida en la roca.
Las creencias en fuerzas parecidas al mana es-
tán muy difundidas, aunque las especifi cidades 
de las doctrinas religiosas varíen. Considere el 
contraste entre el mana en Melanesia y Polinesia 
(las islas incluidas en un área triangular marcada 
por Hawai al norte, la Isla de Pascua al este y 
Nueva Zelanda al suroeste). En Melanesia, uno 
puede adquirir mana por afortunado o al traba-
jar duro para conseguirlo. Sin embargo, en Poli-
nesia, el mana no se encuentra potencialmente 
disponible para todos, sino se 
halla unido a cargos políticos. 
Los jefes y nobles poseen más 
mana que las personas ordina-
rias.
Tan cargados con mana esta-
ban los más altos jefes que el 
contacto físico con ellos era peli-
groso para las personas comu-
nes. El mana de los jefes fl uía de 
sus cuerpos por donde quiera 
que caminaban. Podía infectar el 
suelo, lo que hacía peligroso 
para otros caminar sobre las hue-
llas del jefe. Podía permear los 
platos y utensilios que el jefe 
usaba al comer. El contacto entre 
el jefe y las personas comunes 
era peligroso porque el mana po-
día provocar un efecto como un 
choque eléctrico. Dado que los 
altos jefes tenían tanto mana, sus 
cuerpos y posesiones eran tabú 
(se apartaban como sagrados e 
inaccesibles para las personas or-
dinarias). El contacto entre un alto jefe y las per-
sonas comunes estaba prohibido. Puesto que las 
personas ordinarias no podían soportar tanta co-
mana 
Fuerza impersonal sa-
grada conocida así en 
Melanesia y Polinesia.
tabú
Sagrado y prohibido; 
prohibición respaldada 
por sanciones 
sobrenaturales.
El politeísmo de la antigua Grecia se ilustra mediante esta imagen de Apolo 
—con una lira— y Artemisa, ofreciendo sacrifi cios sobre el fuego de un altar. 
Esta vasija de terracota con fi guras rojas data del 490-480 a.C.
Para ilustrar la magia en el béisbol, el jardinero de los Mellizos de Minnesota, 
Carlos Gómez, besa su bate, al que también le habla, huele, amenaza y recom-
pensa cuando consigue un hit.
319Capítulo 12 Religión
rriente sagrada como la realeza, 
cuando los comunes se exponían ac-
cidentalmente, eran necesarios ritos 
de purifi cación.
Un papel de la religión es la expli-
cación (vea Horton, 1993). Una creen-
cia en las almas explica lo que ocurre 
en el sueño, en un momento de trance 
o ante la muerte. El mana melanesio 
explica el éxito diferencial que la 
gente no puede entender en términos 
ordinarios naturales. La gente fracasa 
al cazar, en la guerra o la jardinería 
no porque sea fl oja, estúpida o inepta, 
sino porque el éxito proviene, o no, 
del mundo sobrenatural.
Las creencias en seres espirituales 
(animismo) y las fuerzas sobrenatura-
les (mana) encajan dentro de la defi ni-
ción de religión que se presentó al co-
mienzo del presente capítulo. La 
mayoría de las religiones incluyen 
tanto espíritus como fuerzas imperso-
nales. Del mismo modo, las creencias 
sobrenaturales de los estadouniden-
ses contemporáneos incorporan seres 
como dioses, santos, almas, demonios 
y fuerzas a través de amuletos, talis-
manes, cristales y objetos sagrados.
Magia y religión
La magia se refi ere a técnicas sobrenaturales que 
persiguen la intención de lograr metas específi -
cas. Las técnicas incluyen hechizos, fórmulas y 
encantamientos que usan y hacen referencia a 
deidades o fuerzas impersonales. Los magos em-
plean la magia imitativa para producir un efecto 
deseado al imitarlo. Si los magos quieren lasti-
mar o matar a alguien, pueden imitar el efecto en 
una imagen de la víctima. Clavar alfi leres en 
“muñecos vudú” es un ejemplo. La creencia de 
que se puede afectar a una persona a través de un 
objeto con el que tuvo contacto, se conoce como 
magia contagiosa. En ocasiones, los practicantes de 
la magia contagiosa usan partes del cuerpo de 
sus víctimas, como uñas o cabello. Se cree que el 
hechizo lanzado sobre el producto corporal even-
tualmente llegará a la persona y producirá el re-
sultado deseado. La magia se encuentra en cultu-
ras con diversas creencias religiosas. Puede 
asociarse con animismo, mana, politeísmo o mo-
noteísmo. La magia no es más simple ni más pri-
mitiva que el animismo o la creencia en mana.
Ansiedad, control y consuelo
Religión y magia no sólo explican cosas y ayudan 
a la gente a lograr metas. También entran al reino 
de los sentimientos humanos. En otras palabras, 
atienden necesidades emocionales, así como cog-
nitivas (explicaciones). Por ejemplo, las creencias 
y prácticas sobrenaturales pueden ayudar a re-
ducir la ansiedad. Las técnicas mágicas pueden 
disipar dudas que surgen cuando los resultados 
están más allá del control humano. De igual 
modo, la religión ayuda a las personas a enfren-
tar la muerte y soportar las crisis de la vida.
Aunque todas las sociedades cuentan con téc-
nicas para lidiar con los asuntos cotidianos, exis-
ten ciertos aspectos de las vidas de las personas 
sobre los cuales se carece de control. Cuando las 
personas enfrentan incertidumbre y peligro, de 
acuerdo con Malinowski, acuden a la magia.
Por mucho que el conocimiento y la ciencia 
ayuden al hombre a permitirle obtener lo que 
desea, son incapaces de controlar por com-
pleto el azar y eliminar los accidentes, prever 
el giro inesperado de los eventos naturales, o 
hacer que las obras humanas sean confi ables 
y adecuadas para todo requerimiento prác-
tico. (Malinowski, 1931/1978, página 39)
Como se estudia en la sección de “La antropo-
logía en nuestras vidas” del presente capítulo, 
Malinowski descubrió que los trobriandeses usa-
ban una diversidad de prácticas mágicas cuando 
partían en expediciones navieras, una actividad 
peligrosa. Él propuso que, dado que las personas 
no pueden controlar asuntos como el viento, el 
clima y el suministro de peces, recurren a la ma-
gia. Las personas pueden apelar a la magia 
cuando se topan con vacíos en su conocimiento o 
Los isleños trobriandeses preparan una canoa comercial tradicional para usarse en el 
kula, un sistema de intercambio regional. Las mujeres llevan bienes para comerciar en 
una canasta, mientras que los hombres preparan la larga canoa para montar la vela. Con 
frecuencia, la magia se asocia con la incertidumbre, como la navegación en aguas 
impredecibles.
magia
Uso de técnicas sobrena-
turales para lograr metas 
específi cas.

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