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1 TEMA 5 SOCIALIZACIÓN EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN: CONCEPTO, FUNCIONES, TIPOS Y AGENTES CONCEPTO DE SOCIALIZACIÓN La socialización es el proceso básico de transmisión-adquisición-interiorización cultural que garantiza la reproducción y continuidad cultural. Mediante la socialización aprendemos, adquirimos, interiorizamos y nos adaptamos a los requerimientos y a las pautas culturales -desde las normas hasta los valores- de la sociedad en la que nos ha tocado vivir. Nuestras personalidades -entendidas como formas de sentir, pensar y actuar de los individuos- están fuertemente influenciadas por la cultura y sociedad en la que nos ha tocado vivir. Esas personalidades no son sino el producto de lo que se conoce como proceso de socialización. El concepto de socialización tiene su origen en la obra de Simmel, sociólogo alemán de principios del siglo XX. El mismo alude al proceso de conformación de la personalidad y a la continua transformación que, a lo largo de todo el ciclo vital, experimentan los individuos debido a las interacciones, influencias y experiencias con otros individuos (agentes personales) y, sobre todo, con ciertas instituciones sociales (familia y grupos de pares en todas las culturas, escuelas en algunas, entre otras instituciones sociales) con las que los individuos entran en contacto a lo largo de su vida. En esas instituciones sociales los individuos están llamados a desempeñar diferentes roles o papeles sociales, a veces simultáneos. Definiciones concretas del concepto de socialización extraídas de textos: *** “La socialización es el proceso por el cual el individuo en desarrollo se adapta a los requerimientos de la sociedad en que vive” (Diccionario de Sociología 1998:695). *** “La socialización es el proceso por el que los seres humanos adquieren su carácter social, adquiriendo e interiorizando la cultura de la sociedad donde nacen y desarrollando una identidad que, ya en los primeros años de vida, les permite reconocerse como miembros de un grupo – de una familia, de un sexo – y, más tarde, como agentes de instituciones sociales que les asigna papeles específicos ” (Guerrero 1995.36). *** Educación y socialización son términos convergentes. Para Durkheim, padre de la sociología de la educación, la educación era es la socialización de la generación joven por la generación adulta *** “La socialización es el proceso por el cual los individuos aprenden e interiorizan los valores y normas propios de la cultura en la que les ha tocado vivir, convirtiéndose, idealmente, en personas socialmente competentes dentro de la sociedad en la que viven” (Conceptos de Sociología 1998:98). *** Socialización es el proceso mediante el cual la persona humana aprende e interioriza, en el transcurso de su vida, los elementos de la cultura en la que vive (normas, valores, 2 etc..), integrándolos en su estructura de personalidad. Y ello bajo la influencia de experiencias y de agentes sociales significativos En suma, la socialización es el proceso por el que los nuevos miembros se integran en la sociedad: todo el proceso mediante el cual un bebé -un ser biológico que carece de instintos, desvalido, y que depende del contacto social y del aprendizaje social para sobrevivir- llega a ser un ser social competente para la vida dentro de una cultura : con valores, formas de comportarse, gustos, ideas, habilidades, etc. La socialización es la adquisición de cultura de una sociedad. A partir de esta adquisición se forma nuestra identidad. El proceso de socialización permite la conformación de individuos con valores, preferencias, disposiciones de conductas, etc, conformes con las expectativas de la sociedad y de los grupos en los que se desenvuelve. Como explicaba Fromm: “Con el fin de que cualquier sociedad pueda funcionar bien, sus miembros deben adquirir la clase de carácter que les hace experimentar el deseo de actuar en la forma en que deben actuar como miembros de la sociedad, o de una clase especial dentro de ella. Tienen que desear lo que objetivamente es necesario que hagan �La persona media debe querer hacer aquello que debe hacer para desempeñarse en una forma que permita que la sociedad utilice sus energías para sus propios fines � El capitalismo, por ejemplo, sólo funciona con hombres ávidos de trabajar, disciplinados y puntuales, cuyo mayor interés reside en el lucro monetario � En el siglo XIX eran necesarios partidarios del ahorro, hoy se necesitan hombres frenéticamente interesados en gastar y consumir. Y estas predisposiciones a hacer lo que se debe hacer son reforzadas por todos los medios de influencia de una sociedad: su sistema educativo, su religión, sus canciones, sus chistes y, por encima de todo, sus métodos familiares para criar a los niños. Este último aspecto (la crianza) es tan importante porque una gran parte de la estructura de carácter de los individuos se forma en los cinco o seis primeros años de vida. Pero la influencia de los padres no es esencialmente individual; los padres son primordialmente los agentes de la sociedad; se diferencian los unos de los otros sólo en grado mínimo” (Fromm, Humanismo socialista, pp-253-254) Aprendemos, mediante la socialización, que hay unas cosas que nos gustan y que queremos acceder a ellas porque es necesario, para la reproducción de un determinado tipo de sociedad, que nos gusten. En el capitalismo, por ejemplo, nos realizamos en el trabajo, en el consumo. Lo que es deseable, por supuesto, varía 3 de una cultura a otra: el impulso a ganar dinero es aprendido. En sociedades no capitalistas cuesta mucho trabajo hacer que la gente quiera trabajar más para acumular riqueza: prefiere dejar de trabajar cuando tiene bastante para sus necesidades habituales.1 *** “Se llama socialización, en suma, al proceso mediante el cual los individuos aprenden e interiorizan las formas normales de vida de una comunidad = La socialización convierte al individuo generado biológicamente en un ser social y cultural” (Taberner 1999:64). El proceso de socialización es imprescindible por simple cuestión biológica: cuando nacemos estamos indefensos. Tenemos que “aprender”. Es lo que pasa con las especies superiores respecto a las llamadas inferiores, en las que todo su comportamiento está determinado genéticamente. Por ello todas las hormigas son iguales, los hombres o los monos, no; pueden aprender, variar el comportamiento. Hay que plantearse como serían los niños si no hubiera socialización. “Los niños salvajes” Veamos varios ejemplos: “niño salvaje” de Aveyron, Genie (hay un documental sobre los casos que veremos) Niño salvaje de Aveyron (hay un libro y una película de Truffaut): • No lenguaje, chillidos Defecaba y orinaba en cualquier sitio cuando tenía ganas No quería llevar ropas Sólo le interesa (testimonio del sacerdote que lo cuidaba y trató de enseñarle) la satisfacción de sus necesidades Intento de transformarlo: Aprendió higiene, ropa, vestirse solo • No le interesaban juguetes ni juegos • Aprendió muy poco lenguaje Genie (veremos documental) Permaneció nueve meses en una habitación, desde los 20 meses Tampoco sabía nada, ni lenguaje, ni siquiera andar. Hizo progresos mucho más rápidos, No llegó a saber más lenguaje que un niño de 4 años. Estos ejemplos demuestran no sólo cómo seríamos sin “influencias sociales”, sino que hay un período crítico para desarrollar todas estas habilidades, en la temprana infancia. Más información tras análisis del documental La niña salvaje 1 Advertencia: queda muy poco de estas formas de vida 4 FUNCIONES DE LA SOCIALIZACIÓN La socialización como proceso de internalización de la realidad social La función básica de la socialización, especialmente en las primeras etapas de la vida, es la conformación de la personalidada través de la internalización de la realidad social. El individuo no nace miembro de una sociedad, sino que es inducido a participar en ella a través del aprendizaje e interiorización de sus normas o patrones de comportamiento. Casi todo lo que hacemos y nos distingue de los animales es, salvo algunas imperativos biológicos, aprendido a través del contacto social2. La socialización, siguiendo a Berguer y Luckman (1968), se basa en la interiorización como propia y significativa de la realidad externa, y en el reconocimiento de los otros y de uno mismo mediante de un proceso de autoidentificación como miembro de una sociedad. Este reconocimiento, a fin de cuentas la identidad social del sujeto, se consigue a través de ese proceso de interiorización de lo social. En otras palabras: la socialización es el proceso que permite al individuo asumir una imagen de sí mismo y de la sociedad como significativa. Existe una realidad social externa que el individuo, a través de lo que llamamos socialización, interioriza. ¿Pero cómo adquirimos o interiorizamos la cultura del grupo en el que nos movemos?. Mediante la repetición práctica y constante de todas las prácticas, rituales y formas de comportamiento = Y esto nos remite al concepto de habitus (ver también socialización primaria) El sociólogo francés Pierre Bourdieu ha utilizado el concepto de habitus para comprender la 2 . A diferencia de los animales, nacemos con capacidad para hablar – un bebé nace con toda la capacidad para aprender cualquier idioma –, pero el lenguaje es una característica humana aprendida a través del contacto y la mediación cultural. Veremos varios casos de niños salvajes, aislados hasta su adolescencia, que no pueden relacionarse socialmente porque les ha faltado el proceso de socialización. Cuando estos niños, como nos muestra Truffaut en una película basada en un caso real, son rescatados lo que consiguen aprender es mínimo. Los niños salvajes no se comportan como Tarzán, un personaje novelesco (nunca podría existir como tal en la realidad) creado por la ideología colonial de finales del XIX para mostrar la (supuesta) superioridad de la raza blanca, en la que creía entonces. 5 importancia de la socialización en las prácticas de los sujetos. Los esquemas cognitivos, valorativos, apreciativos que incorporamos en la socialización forman el habitus. Un aspecto fundamental de la socialización es su carácter práctico: aprendemos las categorías y esquemas de funcionamiento de la sociedad o grupo social en que estamos mediante nuestra actividad cotidiana, práctica, mediante la familiarización. Así, por ejemplo, aprendemos nuestro lugar en una división de género socialmente construida, no como un texto en un libro, sino mediante todo el universo de prácticas en el cual aprendemos a comportarnos como hombres o mujeres: desde la forma de hablar o mover el cuerpo, hasta las cosas que nos deben de gustar. Aprendemos nuestro lugar en el mundo mediante mímesis e identificación3 La socialización como proceso anticipatorio Otra función que cumple la socialización es la de la reproducción cultural4: los grupos sociales y las instituciones sociales – como la familia, el grupo de iguales, la escuela y otras instituciones sociales como una empresa o una iglesia, etc.- tratan de introducir a sus miembros en la aceptación de los valores, formas de comportamiento y creencias que más se adecuan a su pervivencia como instituciones sociales. Y tratan al mismo tiempo de sancionar todo aquello que se desvíe de las expectativas que sobre el individuo mantienen esas instituciones con los que los individuos entran en contacto a lo largo de su ciclo vital5. La socialización, por tanto, es un proceso que tiene mucho de anticipatorio: es un proceso de aprendizaje y habituación a los requerimientos de unos papeles o roles sociales que se van a desempeñar en el futuro. En la escuela, por ejemplo, interiorizamos muchos de los patrones de comportamiento que se van a exigir en otras instituciones burocráticas, sobre todo en la empresa 6. Esos papeles sociales aprendidos a través del proceso de socialización (diferentes según los modos de producción y exigencias de reproducción 3 4 . Tomando la palabra “cultura” en su sentido antropológico 5 . Socialización y control social son prácticas convergentes: el proceso de socialización está basado en la interiorización de las sanciones informales que se derivan de la desviación de las expectativas que recaen sobre el individuo. Sin embargo, la efectividad de la socialización está ligada a la legitimidad con lo que los individuos asuman las reglas que han de seguir. “El objetivo de la socialización, y lo que marca el grado de efectividad de este proceso, reside en sustituir los mecanismos de control externo por resortes de control interno; en otras palabras: que los individuos hagan lo que tienen que hacer sin necesidad de que nadie venga a recordárselo. Por eso, el resultado de la socialización debe ser un proceso de interiorización de las normas sociales, el proceso por el que los individuos convierten la cultura que les rodea en algo propio: Da igual como denominemos a esto: internalización de la cultura previamente objetivada o exteriorizada (Berguer y Luckman), ajuste o a asunción a los roles preestablecidos (Mead). 6 . Rol es un término adoptado del vocabulario del teatro y que está asignado a cada actor en una obra. Popularizado por G.H.Mead los roles son, por utilizar otra definición, los conjuntos de comportamientos requeridos para una posición dada, por un grupo o una cultura. Los roles posibilitan la interacción: cada persona desarrolla a la vez durante su vida varios roles y estos roles son los que permiten cierta previsión y anticipación sobre el comportamiento de los demás. El sentido más sociológico del concepto de rol, que también ha sido introducido por los psicólogos de la dinámica de grupos, es que cada individuo mantiene un rol social compuesto por el conjunto de acciones que el grupo o la sociedad espera que realice debido al estatus que ocupa en el grupo o sociedad a la que pertenece. Cada persona ocupa multiples situaciones y para cada una de ellas hay un rol asociado. 6 cultural, según la situación social y según la posición social) preparan y disponen a los individuos para asumir un rol social futuro Sin embargo, las exigencias de las diferentes instituciones de socialización no siempre coinciden y, frecuentemente, se dan conflictos entre las agencias que ejercen la acción socializadora. Un problema fundamental es el de la mayor o menor coherencia entre los esquemas, formas de comportamiento, valores adquiridos en la socialización primaria y los que funcionan en grupos o instituciones sociales posteriores: tiene que haber una concor- dancia entre los esquemas que funcionen en ambos casos - no cualquiera se puede adaptar, con la misma facilidad, a cualquier nueva situación – ETAPAS DE LA SOCIALIZACIÓN: PRIMARIA Y SECUNDARIA La socialización, hemos insistido, es un proceso que se caracteriza porque dura toda la vida – aunque no siempre con la misma eficacia7-. Se distinguen, no obstante, diferentes etapas en los que los contenidos que se interiorizan y los agentes que inculcan esos contenidos son diferentes8 Distinguimos entre dos procesos o etapas de socialización= Socialización primaria: es la que se efectúa en la infancia, sobre todo en el seno de grupos primarios como la familia y el grupo de pares. En esta etapa se adquieren e interiorizan los elementos más importantes de la sociedad (el lenguaje, la identidad de género). En la socialización primaria, según Bourdieu, se conforman los habitus: esquemas de percepción y de acción interiorizados y que estructuran las respuestas de los individuos, así como sus formas deapreciación de la realidad. La socialización en las primeras etapas de la vida es absolutamente imprescindible para el individuo. Como muestran los casos de los “niños salvajes”, la ausencia de contacto humano durante la infancia provoca retrasos y trastornos irreversibles, imposibilitando cualquier aprendizaje posterior del principal elemento de la cultura: el lenguaje La socialización primaria es muy inclusiva, ya que abarca a todos los aspectos de la identidad. Tiene además un componente fuertemente afectivo El principal agente que interviene en el proceso de socialización primaria es la familia, la cual satisface las necesidades básicas del niño como el sustento material y el establecimiento de vínculos afectivos, fomentando así unos lazos que duran toda la vida y que convierten a la socialización primaria desarrollada en el seno de la familia en la forma de socialización más importante. Lo aprendido en la niñez, época en la que se conforman los habitus, determina significativamente el tipo de recursos emocionales, de respuestas aprendidas o de estrategias de actuación que el individuo va a tener a su disposición en la etapa adulta. Además, la familia, principal agencia de socialización primaria, hace de puente para que 7 Lógicamente la socialización es más intensa y más eficaz en las primeras etapas de la vida: cuanto menos formados y maduros están el carácter, los conocimientos y las actitudes de los individuos. 8 . Precisar de nuevo que la socialización es un proceso continúo, que los procesos de socialización, sobre todo los secundarios, discurren en paralelo (nos socializamos a la vez en diferentes instituciones: diversidad de grupos por los que vamos pasando a lo largo de nuestra vida ) = No obstante, insistirles en que no en todos los momentos los presiones socializadoras en las que nos movemos tienen la misma importancia y la misma eficacia. Plantear también que el proceso de socialización influye, pero no determina las conductas o expectativas de los individuos, pues siempre existe la posibilidad de poner entre paréntesis lo que nos han transmitido y de experimentar táctica, críticamente o cínicamente con ello. 7 los niños tomen contacto con otras instituciones y grupos centrales en la socialización como el grupo de iguales y la escuela . Socialización secundaria Sin embargo, la socialización no concluye en la infancia, sino que se prolonga durante toda la vida. La socialización posterior a la niñez recibe el nombre de socialización secundaria, que cada vez se prolonga más y se diversifica institucionalmente en las sociedades industriales. A diferencia de la primaria, la socialización secundaria no precisa, para llevarse a cabo, estar asociada a un componente fuertemente emotivo; mediante ella se interiorizan roles propios de la división del trabajo o relativos a instituciones especiales – roles escolares, laborales, etc.- La socialización secundaria es la que se efectúa a través de agentes de socialización como la escuela, los medios de comunicación y las instituciones a las que estamos atados durante gran parte de nuestra vida (actividad laboral) o pertenecemos de forma más electiva (socio de un club de fútbol) = El individuo, ya socializado en las normas básicas que proporciona la socialización primaria, adquiere e interioriza las normas, los dominios, y los valores correspondientes a las funciones que va a ejercer en su vida adulta (desde leer, escribir y contar hasta las habilidades de intercambio social y de relación en público). La socialización secundaria, cuyos contenidos se interiorizan a través del contacto con agentes como la escuela, con el grupo de iguales y cada vez más a través de los medios de comunicación, prepara a los individuos para desempeñar determinados roles en un futuro9. Pero hay que subrayar algo importante. Los límites entre los procesos primarios y secundarios son hoy bastante borrosos. Las transformaciones en la familia (incorporación de la mujer al trabajo, reducción de número de miembros y declive de la función socializadora de los hermanos, etc.) y la asunción creciente de algunas funciones de la familia por la escuela (incorporación más temprana al sistema escolar y estancia más prolongada) convierte a la escuela en un agente de socialización casi primario. La escuela es hoy una institución en la que el niño aprende muchas cosas que antes – pensemos en las funciones de la familia en las sociedades preindustriales- se aprendía en la familia. Además la escuela, cuyas funciones y valores, son cada vez más aceptados como legítimos por el conjunto de la población, influye notablemente en las prácticas educativas de los padres – ¡ ahí está el poder de los pedagogos y de los otros profesionales de la educación, transformando las prácticas de crianza de las familias de clases populares (texto obligatorio de Martín Criado)¡- . Al mismo tiempo, los medios de comunicación – nos referimos a la televisión- son cada vez más influyentes como agentes de socialización, dado su enorme poder de transmisión de saberes, normas, valores e incluso gustos o estilos de consumo, los cuales se refuerzan mediante los grupos de iguales. LOS AGENTES DE SOCIALIZACIÓN Los agentes de socialización son aquellos grupos, instituciones a través de los que se produce la incorporación de los individuos a las formas de vida colectiva propias de una 9 . Lo vamos a ver con detalle en la escuela: donde, por citar sólo un aspecto, se inculcan conocimientos – hay una socialización a través de los contenidos-, pero también se predispone a los individuos para que asuman con “éxito” las exigencias de ciertos intercambios sociales como el que establece una relación salarial: disciplina, previsibilidad en tus acciones, aceptación de la evaluación y de recompensas y castigos, en función de tu alejamiento o cercanía a los estandares establecidos por otros, etc. 8 sociedad10. Algunos de esos agentes, como la familia, la escuela, y también las iglesias, asumen explícitamente la función socializadora, proclamándola entre sus objetivos. Otros agentes de socialización, como los grupos de iguales, los medios de comunicación o las organizaciones donde trabajamos, no se proponen explícitamente la socialización de los individuos, pero influyen decisivamente en ella en la medida en que exigen de la interiorización de ciertos roles, pautas de conducta y valores11. Entre los agentes de socialización más importante (familia, escuela, grupo de iguales y medios de comunicación) nos detendremos, sobre todo en la familia, agente de socialización primaria, y en la escuela, agente de socialización secundaria. La diferencia entre la familia y la escuela y el resto de agentes de socialización (medios de comunicación y grupo de iguales) es que estos agentes cuenta con una autoridad establecida sobre los niños. La autoridad de la familia se basa en relaciones de afecto y dependencia y es reforzada por la sociedad misma, que sostiene el poder de los adultos sobre los que no lo son con todos los medios a su alcance. La autoridad de la escuela, el agente de socialización que más nos interesa, proviene de una delegación de la sociedad que convierte a lo que en ella ocurre y se hace en algo legítimo y necesario. El papel de la familia como agente de socialización (págs 217-225 Palomares) La familia es la principal agencia de socialización en todas las culturas. La familia es una institución que varía de unas culturas a otras. Las formas de organización familiar también según el contexto histórico –ejemplos de familias ampliadas en actividades de subsistencia; ejemplos de familias de artesanos que delegaban la crianza de sus hijos en otras familias de otros lugares distantes, familias nobles y burguesas que delegaban toda la educación de sus hijos en instructores, llegandoen algunos casos las madres de las clases altas a renunciar a amamantar a sus bebés, delegando en nodrizas. Se habla en nuestros días, y en nuestras sociedades, del declive en la función socializadora de la familia –de desfamiliarización de la sociedad (Palomares, pp 216- 217)– porque muchas funciones que antes monopolizaba la familia y el parentesco se transmiten a otras agencias, fundamentalmente a la escuela. Cuando no había estado o mercado, ejército o empresa todas esas funciones eran desempeñadas por los grupos de parentesco. El desarrollo del Estado y del mercado privan de sus funciones a la familia – burocracias asumen viejas funciones de la familia– . • La fábrica y la salarización de la sociedad conlleva la separación entre el trabajo y el hogar y la sustitución de las funciones económicas que realizaba la familia • La relativa perdida de importancia de la herencia y del patrimonio familiar como producto de la salarización de la sociedad, y los procesos de movilidad social y movilidad geográfica erosiona los vínculos de la familia extensa 10 .Otra definición de agentes de socialización: “las agencias formales e informales que intervienen en el proceso de socialización” (Rovira 1998:98). 11 . Las pandillas juveniles, constituidas por la necesidad de relacionarse y divertirse, ejercen una clara acción uniformadora de los valores y pautas de conductas de los miembros. 9 • El trasvase de funciones tradicionales de la familia a instituciones formales: la socialización pasa a la escuela, aumenta la influencia de los medios de comunicación; el cuidado de enfermos y ancianos a la sanidad pública = Burocratización de la sociedad=. • La familia actual es una unidad de consumo (ya no de producción) orientada a la crianza de los hijos. Habría, por tanto, una menor “necesidad” o “dependencia” de la familia que provoca cambios en las pautas familiares: individualización de las relaciones familiares 1. Reducción de las familias extensas y otros grupos vinculados por el parentesco 2. Nuevas formas de hogares (familias reconstituidas, monoparentales) y de cohabitación 3. Tendencia general a la libre elección de cónyuge y disminución drástica de los matrimonios entre parientes, junto con aumento de solteros 4. Multiplicación del número de divorcios, asociados a nuevas prioridades en los proyectos conyugales 5. Expansión del reconocimiento de los derechos de las mujeres 6. Aumento de la libertad sexual 7. Nuevo marco de derechos del niño 8. Influencia de expertos en socialización en la crianza Sin embargo, aunque se hable de desfamiliarización de la sociedad, la importancia de la familia sigue siendo capital. La familia es el primer agente en el tiempo, durante un lapso más o menos prolongado tiene prácticamente el monopolio de la socialización y, además, especialmente durante la infancia, muchas veces selecciona o filtra de manera directa o indirecta a las otras agencias, escogiendo la escuela a la que van los niños, procurando seleccionar los amigos con los cuales se junta, controlando /supuestamente/ su acceso a la televisión. La familia es una insitución que hace de puente hacia otras agencias de socialización La importancia de la familia como agencia de socialización puede ser mayor o menor dependiendo de las siguientes circunstancias. Cuando mayor es la influencia de la familia en la determinación de la posición social de los individuos, mayor es el poder de la familia como agente de socialización. La posición de la familia afecta a la socialización. En las sociedades modernas occidentales, la posición social no se hereda al nacer= No obstante, la clase social de la familia en la que nace un individuo afecta profundamente a los modelos de socialización. La experiencia vivida por los individuos es muy diferente en función de diferencias de clase (económicas y de capital cultural) entre los padres Toda familia socializa al niño de acuerdo a su particular modo de vida, el cual esta influenciado por la realidad social, económica e histórica de la sociedad en la cual está inserta. Hay autores que han señalado la existencia de diferencias en las prácticas de socialización, según sea la clase social a que pertenezca la familia. 10 La familia sigue siendo muy determinante en la posición social alcanzada: por ejemplo, 2000, sólo 22% de hijos de obreros manuales descualificados en universidad; en cambio 85% de hijos de profesionales liberales sí hacen estudios universitarios. Antes, la determinación era absoluta: el hijo del conde erá conde, el hijo del campesino, campesino, Ahora, el peso del origen familiar en la posición alcanzada por el hijo o hija es menor, pero existe. Y aquí hay que considerar que lo importante no es sólo la familia, sino todo lo que implica: vecindario, otros familiares. El poder socializador de la familia es mayor cuando lo que se inculca en su seno no se ve desafiado por los mensajes que transmiten, al mismo tiempo, otros agentes de socialización = Desde la situación absolutamente homogénea en una sociedad comunitaria - todas las agencias de socialización dan el mismo mensaje- hasta la diversi- dad de valores en las diferentes agencias (padres transmitiendo mensajes desafiados por los mass medias y por los grupos de iguales con los que entran en contacto los niños). Aunque siempre tiene una importancia fundamental, el poder socializador de la familia puede declinar cuando no hay concordancia entre los esquemas incorporados en la familia y los que funcionan en otras agencias de socialización. Así, a mayor semejanza entre la familia y el entorno, menos problemática es la socialización familiar El papel de los grupos de iguales como agentes de socialización. Grupos de amigos de niños que tienen la misma edad, y entre los que no se establecen diferencias jerarquicas. Son fundamentales en la socialización. La influencia del grupo de iguales se manifiesta en el éxito escolar, en las pautas de consumo, etc. Hoy, debido al sistema educativo, los grupos de iguales pueden ser más heterogéneos en la composición social (en el origen social) de sus integrantes –ejemplo del conflicto de padres de escasos recursos que tratan de inculcar el principio de escasez a niños que, en las escuelas, han entrado en relación con otros chavales, de otros orígenes sociales, y que se mueven en otros estilos de consumo muy diferentes a los que tratan de inculcar esos padres de clases populares de escasos recursos– === No obstante, todavía se puede hablar de una determinación social de los grupos de iguales: se forman entre gente del mismo medio social – geografía urbana como geografía social: ejemplo de los chavales de la película “Barrio” – Los grupos de iguales son agentes de socialización secundarios-informales: no se proponen la acción socializadora como meta de sus actividades, pero ejercen dicha función de forma decisiva, y son poderosos conformadores de valores y visiones del mundo, las cuales entran frecuentemente en contradicción con los valores y principios que tratan de inculcar las familias. Así, por ejemplo, las pandillas juveniles se constituyen con la finalidad de relacionarse y divertirse, pero además ejercen una clara acción uniformizadora de los valores y pautas de conducta de sus miembros. Los grupos de iguales son, por ejemplo, centrales en la conformación de las pautas de consumo infantil/juvenil. El papel de los grupos de iguales en sociedades tradicionales versus sociedades modernas En las sociedades tradicionales, los grupos de iguales se mantienen durante toda la vida. En diferentes etapas infancia, adolescencia, adultez, presenectud, senectud se mantiene la misma composición del grupo de iguales. 11 En muchas sociedades, la pertenencia a los grupos de iguales, o el paso de una grupo a otro, está ritualizada (Ejemplo de ritos de paso:las pruebas del guerrero: una vez se pasa la prueba se pasa a un nuevo grupo donde el individuo es considerado un sujeto nuevo con nuevos derechos, nuevas obligaciones, y nuevas sociabilidades, compartidas con los que también pasaron la prueba ) Cada uno asume los derechos y deberes que se suponen en su nivel de edad. Pero estos derechos y obligaciones no están determinados biológicamente, sino que varían de una cultura a otra, y a lo largo de la historia de una sociedad. Por ejemplo, pensemos en la diferencia entre los niños y los jóvenes de ahora y los de antes, cuando la mayoría de los niños trabajaban desde edades tempranas sin pisar la escuela=. Ahora, en nuestras sociedades, el principal ritual de paso se establece en torno a los distintos niveles educativos por los que pasan los individuos.. Se supone que la gente es distinta en EGB, instituto y facultad: y la gente lo es -interioriza las expectativas de comportamiento –. La importancia de los grupos de iguales en la socialización (Palomares, 242-244) Desde los primeros años los humanos sienten una profunda inclinación hacia los otros de su misma edad. Con los humanos sucede igual que con los primates: en cuanto pueden dejan a la madre para ir a jugar con los de su edad. El papel de los iguales en la socialización se ha visto a través de experimentos con chimpancés. Los monos criados sin madre, si han tenido en la jaula a otros iguales con quienes relacionarse, se convierten en adultos relativamente normales. En cambio, los que se crían con madres pero sin contacto alguno con compañeros tienen serios problemas más tarde, cuando se les retira de la madre: no muestran ninguna predisposición a jugar con los demás y tienen una conducta social anormal. Sólo los monos criados en un aislamiento total son más anormales que los criados sin contacto con los iguales (Harris, 1999: 1999). Mientras que las madres no pueden sustituir a los compañeros, los compañeros sí pueden sustituir a las madres El juego, comportamiento típico en la infancia y en todas las culturas, sería una de las situaciones que de manera privilegiada expresaría la necesidad que tenemos de los iguales, de manera que se convierte en una actividad básica para la socialización del niño. En el juego se encuentran reglas, roles, imitaciones de pautas de conducta que son fundamentales para la interiorización de normas culturales La teoría de la socialización grupal de Harris. Según esta autora, lo primero que los niños hacen es resolver a qué categoría social pertenecen. La edad y el sexo serían las categorías más importantes en las primeras edades y orientarían el comportamiento de los individuos hacia sus semejantes. Los modelos preferidos de los preescolares son los otros niños. A la edad de tres o cuatro años, ya los niños han empezado a amoldar su conducta a la de sus compañeros de parvulario y, lo que es más importante, han comenzado a trasladar su conducta desde la escuela a casa Los grupos de niños aprenden bajo la regla de la mayoría: lo que hace la mayoría se convierte en la norma común. No cabe la diferencia: el que llega al grupo con una conducta diferente es el que debe cambiarla. El grupo uniformiza las conductas. Los niños sacan sus ideas sobre cómo comportarse mediante la identificación con un grupo y la adopción de sus actitudes y pautas de comportamiento. Los niños quieren ser como sus 12 compañeros. Y los compañeros, mediante la burla y otras formas de exclusión, tratan de anular cualquier desviación con respecto al patrón grupal de comportamiento Reseña el mito de la educación Harris Literalmente el título es "El supuesto de la crianza", bastante más ajustado al contenido que el elegido por la editorial española. La obra tiene dos objetivos generales: poner en cuestión la idea de que la personalidad del niño es formada o modificada por sus padres y ofrecer una perspectiva alternativa sobre el proceso a través del que se forma esa personalidad. La autora recopila y analiza cuidadosamente diversos conocimientos de las ciencias sociales. Una de sus primeras tareas es demostrar que los niños se comportan de un modo en sus hogares (con sus padres) y de otro modo fuera de ellos (sin sus padres), es decir, emplean dos códigos conductuales ajustados al contexto. La extendida idea de que los padres pueden influir a largo plazo en la personalidad de los niños procede, según Harris, de una determinada psicología universitaria, pero resulta ajena a la antigua psicología popular. Sin embargo, la primera -representada por los estudiosos de la socialización – ha terminado por influir en la segunda, a pesar de haber cometido un error crucial. Los estudiosos de la socialización se han olvidado de separar dos tipos de influencias: las de los genes y las del propio ambiente familiar. Así, por ejemplo, si analizamos a una muestra de padres y a sus niños biológicamente relacionados, y observamos que existen algunas semejanzas entre ellos, podemos sacar la (equivocada) conclusión de que tales semejanzas se deben a que los primeros han criado a los segundos. Nada más lejos de la realidad: esas semejanzas se deben, en buena medida, a los genes que los niños comparten con sus padres, como han demostrado los estudios sobre adopción llevados a cabo por los genéticos de la conducta: "el fallo en el control de los efectos de la herencia convierte en ininterpretables los resultados de la mayoría de los estudios sobre la socialización" (p. 47). Un poco más adelante, Harris declara algo especialmente importante para su tesis: "los niños llegan a este mundo siendo bastante diferentes unos de otros. Sus padres los tratan de forma diferente a causa de sus características distintas" (p. 51). Sin embargo, Harris, al igual que los genéticos de la conducta, pone un exquisito cuidado en aclarar que, por lo que al desarrollo de la personalidad se refiere, no todo depende de la genética, ni mucho menos. En la formación de la personalidad del niño también influye, al menos tanto como los genes, el entorno. Pero, ¿qué entorno? Según ella, los padres no forman parte de ese entorno. El entorno que es relevante está compuesto, en esencia, por el grupo de iguales (peers). De hecho, la teoría que Harris propone se denomina "Teoría de la Socialización Grupal": "los niños nacen con ciertas características. Sus genes les predisponen a desarrollar cierto tipo de personalidad. Pero el entorno puede cambiarles. No la crianza -el entorno que pueden proporcionarle sus padres –, sino el entorno fuera del hogar, el que comparten con sus compañeros" (p. 192) Es decir, la socialización no es algo que los mayores les hagan a los niños, sino algo que los niños hacen por sí mismos. Para demostrar esta idea, Harris recurre a las investigaciones realizadas con animales, a los conocimientos acumulados sobre el pasado de la humanidad, a los resultados obtenidos por los genéticos de la conducta, y a una serie de experimentos sobre los grupos llevados a cabo por la psicología social en los años 50. 13 Mientras desgrana diversas investigaciones relevantes para apoyar su teoría, Harris alecciona a los responsables de los programas de acción social dirigidos a la población adolescente. Así, por ejemplo, expone su opinión sobre las campañas destinadas a evitar el hábito de fumar. Según ella, decirles a los "adolescentes" cuáles son los peligros del tabaco no tiene sentido, puesto que se trata de propaganda diseñada por los "adultos". Dado que estos no aprueban que se fume, aquellos se sienten más inclinados a hacerlo. Existe una oposición de los adolescentes hacia los adultos, básicamente porque necesitan diferenciarse -a esto Harris le denomina "contraste de grupo". Los mensajes de conducta dirigidos por los adultos carecen de sentido para los adolescentes, puesto que éstos crean su propio mundo y viven en él. Quizá una de las argumentaciones más "duras" de la obra de Harris sea la referida a las consecuenciasque pueden tener los reiterados mensajes de algunos "expertos" en educación. Según ella, los libros de esos expertos ignoran el hecho de que todos los niños nacen diferentes, como antes se ha comentado. Al haber convencido a los padres de que lo que ellos hagan en casa, tendrá un efecto duradero sobre la personalidad de sus niños, han logrado generar intensos sentimientos de culpa y, naturalmente, han anulado la espontaneidad en las relaciones humanas que se establecen dentro de los hogares. Sin embargo, la investigación científica ha demostrado que los padres no tienen un efecto a largo plazo sobre la personalidad de sus niños. En la práctica, a la larga, y dentro de un rango poblacional más o menos normativo, es indiferente quiénes sean los padres -aunque esto no niega que haya casos excepcionales en los que algunos padres si influyan a largo plazo en la personalidad de algunos niños, o que los padres pueden actuar como si no tuviesen hijos. Lo que va a pesar son los genes que los padres les pasan a sus niños y las experiencias que estos niños vivan fuera del hogar, dentro de su grupo de iguales: "la herencia es una de las razones por las que los padres con problemas tienen a menudo hijos con problemas. Es un hecho simple, obvio e innegable; y sin embargo es el hecho más olvidado de toda la historia de la psicología. Juzgando la escasa atención que los psicólogos clínicos y del desarrollo le ha prestado a la herencia, pensarías que aún estamos en los días en que John Watson prometía convertir una docena de bebés en médicos, abogados, mendigos o ladrones" (p. 370). Desarrollando su teoría, la autora proporciona pistas muy interesantes sobre cómo analizar el efecto del entorno sobre la personalidad de los niños. Así, por ejemplo, estudia familias de inmigrantes, en las que los padres pertenecen a una cultura y el resto de la comunidad pertenece a otra. Ello permite distinguir el efecto de los padres y el efecto de las influencias exteriores a la familia. También estudia a las familias en las que los padres son sordos, pero no sus niños. En estos casos, se demuestra que los niños adquieren la cultura que observan y experimentan fuera del hogar, no dentro de él: "el mundo que los niños comparten con sus compañeros es lo que forma su conducta y modifica las características innatas, y todo ello determina el tipo de personas que serán cuando crezcan" (p. 253). Este hecho cuestiona, además, la tan traída y llevada repercusión de los divorcios sobre el desarrollo posterior de los niños. Según los estudios revisados por Harris, no es cierto que los divorcios repercutan a largo plazo en la personalidad de los niños. La autora también pone en tela de juicio el extendido estereotipo de que los niños deben ser criados por un padre y por una madre; esto no ha sido demostrado científicamente. Por tanto, un niño podría ser perfectamente criado por una pareja de homosexuales, puesto que, realmente, el niño se socializa dentro de su grupo de iguales, no dentro del hogar familiar. 14 El papel de la escuela como agente de socialización En primer lugar, la autoridad de la escuela deriva en que transmite información, conocimientos e ideas, es decir: un saber que se impone como legítimo frente a otros saberes. Hay una socialización a través de los contenidos. En segundo lugar, la autoridad de la escuela deriva de que, aparte de transmitir saberes, la escuela es un poderoso organizador de la experiencia de los alumnos. Pasamos gran parte de nuestra vida atados al sistema escolar: La escuela no sólo retiene forzosamente a los alumnos durante muchas horas al día y muchos años organizando su actividad intelectual (transmitiendo unos saberes y no otros), también organiza su actividad material y se convierte en un mecanismo de disciplina que luego se exigen a los individuos en el mundo laboral (obligándolos a callar o a hablar, a moverse o a estar sentados, a entrar o abandonar las aulas, a ser evaluados). En tercer lugar, hay que tener en cuenta que hoy lo que se le exige a los futuros adultos que desarrollan su vida en organizaciones se ha alejado mucho de lo que enseña la familia. Los futuros adultos necesitan de otros saberes y de otras experiencias que no puede proporcionar la familia.12 La escuela en definitiva no es sólo la segunda institución después de la familia por la que pasan los individuos, sino que es la institución que más semejanza guarda con otras instituciones – como la empresa- . La escuela es la primera organización burocrática a la que se accede y resulta un mecanismo de disposición de la conducta que prepara a los individuos a relacionarse con el mundo de organizaciones en el que hoy vivimos13. Tradicionalmente la escuela ha sido un campo de luchas para inculcar valores diferentes a los de los grupos de origen=Socialización oficial vs socialización en grupos de origen: la lucha contras las escuelas populares: los intentos de que las escuelas de los niños pobres, o de clase obrera, sirvieran para moralizarlos (referencias al libro de Enguita, “la cara oculta de la escuela”). Pero hay más: la escuela prepara para una incorporación no conflictiva al mundo del trabajo. Junto a una socialización mediante los contenidos, hay toda una incorporación de disposiciones que sirven para reproducir el orden social dominante. La escuela haría, por tanto, el papel de agente de socialización anticipatoria. Hay correspondencias entre relaciones pedagógicas y relaciones laborales. = Esto es lo que plantea la teoría del curriculum oculto: La escuela inculca una serie de cosas no sólo a través de los contenidos. Por ejemplo, en la escuela se interioriza la disciplina -horarios, sentarse, callarse-. Se les enseña a las y los estudiantes a respetar la autoridad del maestro, etc. Esto también está relacionado – como intentará mostrar la teoría de la correspondencia, a explicar en el tema siguiente – con el capitalismo industrial: hacen falta horarios, hace falta producir en un tiempo determinado bajo la vigilancia de un capataz -maestro-, hace 12 . Ejemplo de la crisis del modelo educativo gitano en lo que concierne al aprendizaje de un oficio en una sociedad capitalista avanzada. 13 . Más adelante entraremos con mucho más detalle en las funciones del sistema educativo en nuestros días: preparación para el trabajo, formación de ciudadanos, etc. 15 falta aprender que hay figuras de poder legitimadas por el Estado que nos dicen quiénes somos, cuánto valemos, que tienen autoridad para ordenarnos hacer cosas. Otra cosa que enseña la escuela es a poner cada uno en su sitio. La escuela se legitima como institución meritocrática – tanto vales (talento), tanto te esfuerzas (en rendir en la escuela), tanto consigues (en la distribución de posiciones sociales) -. Esto es discutido por la sociología, que muestra que el sistema escolar produce una selección social del alumnado, promoviendo (dentro de una frecuencia estadísticamente demostrada por la sociología) la relegación y autoexclusión educativa de los individuos procedentes de familias alejadas de la escolaridad (estudiantes con padres sin estudios, por ejemplo), así como, por el contrario, el éxito escolar del alumnado procedentes de medios sociales y de familias que disponen de mayor capital cultural-nivel de estudios.. Sin embargo, en la medida que los individuos interiorizan que la escuela es el ámbito de los méritos individuales interiorizan también que la desigualdad social derivada de la posesión/exclusión de títulos escolares, es una desigualdad legítima, natural, justa (si tengo un trabajo mal pagado y precario es porque no he sido capaz de estudiar, porque no serví para estudiar) El papel de los medios de comunicación de masas como agentes de socialización. Antes de centrarnos en el papel de los medios de comunicación de masas en la actualidad, podemos pensar en lo quesupuso la invención de la imprenta: una revolución similar a la de internet. El material impreso tuvo un efecto muy fuerte en configurar sujetos que no estuvieran sometidos sólo a sus experiencias y a los juicios de su grupo social más inmediato. Así, mediante la lectura había individuos que se ponían en contacto con sociedades y grupos sociales más alejados, individuos que, al leer sobre otras posibles formas de vida y de pensamiento, podían mantener posturas distintas a las que circulaban en los grupos de origen. Definimos medios de comunicación (Palomares, 2002: 226) de masas como: cualquier instrumento tecnológico o social utilizado para seleccionar, transmitir o recibir algún mensaje o información. Hablamos de medios de comunicación de masas porque son sistemas que comunican muchas cosas a mucha gente, por eso son de masas. Incluso el emisor no suele ser una persona, sino mucha gente (mucha gente, por ejemplo, participa en el proceso de elaboración de la noticia que luego se emite a gran cantidad de receptores al mismo tiempo). Esta capacidad de recepción masiva de la información está vinculada a la aparición de determinadas posibilidades tecnológicas, que aumentan día a día (microchips, fibra optica, etc=) El debate sobre los efectos de los medios (Palomares, p.227) Los críticos de los medios han subrayado una serie de peligros, produciendo la degradación en la cultura de masas: 1) el fomento de la pasividad; 2) la banalización de la violencia y sus efectos sobre la personalidad agresiva de los individuos 16 3) La trivialización de los contenidos, y el abandono de la información compleja por el entretenimiento fácil. Expansión de una demanda cultural basada en el infoentretenimiento donde todas las cuestiones se banalizan y simplifican. 4) La promoción del materialismo y los valores comerciales: la mayoría de los medios presentan la publicidad en primer plano, y esto conduce a una cultura publicitaria en la que incluso a la hora de los informativos y noticias de interés general encontramos patrocinadores, los cuales ejercen una influencia sobre los mensajes que transmiten los medios de comunicación. 5) La manipulación de mensajes que se elaboran sin que las audiencias-receptores tengan control sobre esos mensajes 6) La simulación del mundo al ofrecerno seudoimágenes y falsas realidades. En su versión más extremas viviríamos en un mundo mediático irreal, desligado de las experiencias auténticas. Los defensores de los medios rechazan o matizan estas críticas, afirmando que los medios de comunicación pueden contribuir a: 1) aumentar la participación y la creatividad: los receptores pueden ser activos y críticos y utilizar los medios para defender sus posturas, mediant formas de participación como las cartas al director, etc. 2) Incrementar la información disponible en la sociedad, ayudándonos a ser consciente de lo que sucede a su alrededor, así como a aumentar el debate público sobre las cuestiones sociales, políticas, etc, que nos afectan 3) Democratizar el conocimiento, ampliando el acceso a la información y a formas de entretenimiento que ahora son de masas, pero que antes estaban reservadas a las elites sociales. En cuanto a la influencia de los medios de comunicación, en especial de la televisión, en nuestros días, se ha exagerado mucho. Por ejemplo, no se ha podido demostrar que los programas violentos generen más violencia.(artículo en El País de Bouza, sobre “la violencia en televisión”: una crítica a las tesis influencialistas ) . Hay que decir varias cosas con respecto a la influencia de los medios de comunicación = La mayoría de las veces, cuando se habla de la influencia de los medios de comunicación sobre los individuos expuestos a sus mensajes, se parte de un modelo de receptor pasivo y aislado. Frente a esta tesis, sin embargo, hay que tener en cuenta que el receptor es activo: interpretamos los mensajes a partir de esquemas previos. Además, cuando recibimos los mensajes de los medios no lo hacemos aislados, sino en el seno de grupos (ejemplo de la eficacia de los anuncios publicitarios) Estos dos factores –recepción activa , y en el seno de grupos- llevan a que la distancia entre lo que el emisor pretende transmitir y lo que el receptor interpreta pueda ser muy importante. No obstante, los medios de comunicación pueden ser muy importantes en el reforzamiento de esquemas previos, o en conformar nuestras ideas respecto a acontecimientos de los que no tenemos otras fuentes de información – tendemos a ser más crédulos cuando nos informan sobre algo de lo que no sabemos – Por tanto, Los sujetos perciben activamente los mensajes de los mass media, a través de sus esquemas previos. No se tragan todo lo que les echan como si fueran hojas en blanco en las que los media escriben sus mensajes. Los receptores no son pasivos, ni están aislados Los media tienen más influencia en reproducir o reforzar valores que en cambiar 17 valores. Y ello porque los mensajes de los medios son interpretados a través de esquemas previos. En lo que sí tienen una influencia fuerte los MCM es en todo lo que se desconoce, no en lo más inmediato. Pueden modelar nuestra visión del mundo en temas que no conocemos porque en muchos casos es la única información de la que disponemos. También sirven para delimitar los posibles sociales: de qué temas se puede hablar, qué opciones son pensables y cuáles absolutamente impensables. En resumen, como se afirma en la pág. 233 de Palomares sobre la recepción de los mensajes y los efectos de los medios: Hay una larga trayectoria de investigación sobre los efectos de los mensajes de los medios, sobre todo de la televisión. Se ha ido pasando de una postura mecanicista y muy negativa en la que se consideraba que los mensajes tenían una capacidad de influencia casi total sobre las audiencias (hipótesis hipodérmica), a posiciones más matizadas, sobre todo a partir de investigaciones etnográficas que han hecho ver como los distintos grupos sociales y personas, incluidos los niños, no están indefensos ante los mensajes que reciben a través de los medios, sino que los interpretan y reconstruyen desde las culturas (sus valores, sus ideas previas, etc.) y posiciones sociales en la que viven . La investigación ha pasado, así, a contemplar la hipótesis de un espectador inteligente. Esta plantea, por ejemplo, que los niños tienen un pensamiento que ya es complejo y sus respuestas a la televisión suponen una interpretación o lectura de lo que ven a partir de sus experiencias y significados interiorizados en su vida cotidiana Medios de comunicación y escuela, pag. 239 Palomares . El desarrollo de los medios de comunicación plantea una situación nueva en la escuela, al menos en dos aspectos. 1. El desarrollo de los medios de comunicación supone una fuente de acceso a la información más eficaz y sobre todo más cómoda y atractiva, por apoyarse en la imagen, que establece una difícil competencia con la propia escuela, más apoyada en el pensamiento abstracto y la capacidad reflexiva que presenta la tradición de la cultura escrita. 2. El desarrollo de los medios de comunicación ofrece modelos de comportamiento (consumo, narcisismo, gratificaciones inmediatas) diferentes a los valores de esfuerzo, constancia de la institución escolar Los medios de comunicación se han convertido en un fuerte rival de la institución escolar (ver tema efectos nuevas tecnologías sobre los jóvenes). Por eso, es fundamental que la escuela enseñe, además del manejo de los medios de comunicación, la lectura crítica de los mensajes de los medios como parte de la función de construir la capacidad intelectual y la autonomía del alumnado, futuros ciudadanos. Del Val (cit Palomares, 241) en un estudio sobre las relaciones entre escuela y televisión realiza un análisis del funcionamiento de la tele y sus diferencias con el funcionamiento dela escuela. Afirma que la lógica del instrumento y su uso social al servicio de intereses políticos y económicos favorece una utilización de la televisión alejada del pensamiento racional que promovería, en cambio, la institución escolar=. Veamos 18 1) La presentación de los acontecimientos que ofrece la tele a nuestra observación está hecha y cerrada, de manera que no podemos elegir en qué punto de vista nos situamos, como ocurre en los acontecimientos en los que somos partícipes 2) El tipo de información que se recibe de la tele tiende a estar basada en mensajes cortos y simples, que no dejan además espacio para la reflexión. 3) La tele transmite un conocimiento anecdótico y poco racional, más que un conocimiento científico. 4) Como la tele necesita captar nuestra atención recurre siempre a lo más chocante, a lo más absurdo, para impactarnos. 5) La tele favorece el relativismo. Presenta como valida todas las opiniones. Hay cuestiones que no son cuestión de gustos, sino que la información científica de la que disponemos debería guiar nuestra opinión. 6) En definitiva, más que formar individuos lo que hace la tele es formatearlos – tomando la expresión del mundo de los ordenadores - y con ello impedir la adquisición de cualquier otro formato – de otras perspectivas diferentes – por parte del espectador expuesto a la influencia de la televisión
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